La Primera Ministra de Magia decreta un nuevo recorte de libertades para atajar la amenaza muggle

Crónica de Actualidad

El Independiente

La Primera Ministra de Magia promulgó hace pocos días un nuevo edicto, por el que impone su mano de hierro al sistema educativo británico. Fuentes del Ministerio consultadas por este editor afirman que las medidas vienen motivadas por la necesidad de lograr una sociedad mágica fuerte y bien cohesionada, que logre hacer frente a la amenaza muggle, cada vez más radicalizada. 

Ésta es el segundo Edicto de la Primera Ministra desde que alcanzó el poder en las pasadas elecciones y, al igual que el primero, vuelve a incidir en el recorte de las libertades privadas de los magos, en aras de la colectividad. Si el primer Edicto suprimió las relaciones diplomáticas, comerciales y personales con los muggles, prohibiendo cualquier tipo de intercambio con ellos, reafirmando la necesidad de la ruptura del Secreto de la Magia, desligándose de la autoridad de la Confederación Internacional de Magos y estableciendo medidas para el control de squibs, mestizos, este segundo Edicto pone a maestros y estudiantes bajo el estricto control y supervisión del Ministerio de Magia.

Ciertamente, el mundo vive una época convulsa y no son pocos los que apoyan la necesidad de controlar lo que se explica y se dice en los ámbitos educativos, pero según algunos analistas, la Primera Ministra corre un gran riesgo al arriesgarse a promulgar un Edicto que quizás no sea capaz de hacer cumplir. Es bien conocida la independencia de las Escuelas británicas, desde el mismo Hogwarts hasta el Ateneo para el estudio de Conocimientos Avanzados, por no hablar de que son muchos los británicos que se forman en habilidades y hechizos en las prestigiosas Escuelas de Mahoutokoro y Uagadou, bajo el control de los Uzza y de los Arcanos, situadas fuera del país y gobernadas por gentes que en nada responden ante ningún gobierno del mundo, mucho menos el británico.

Siendo así, son muchos los que piensan que las medidas de control de la enseñanza promulgadas por la Primera Ministra no podrán llevarse a la práctica, por mucho que hayan sido establecidas en un Edicto firmado y sellado por el Ministerio británico. En muchos sentidos, las fuentes consultadas por este comentarista, afirman que el gobierno se ha metido en una ratonera, que podría llevarle a perder el apoyo de la mayor parte del sistema educativo. Más aún, cuando muchos no ven con buenos ojos el radical cambio de política e ideología de la Primera Ministra, que en nada se parece a los principios que regían su programa electoral cuando fue elegida Primera Ministra. 

El tiempo dirá si las medidas promulgadas a través de los dos últimos Edictos de la Primera Ministra son acertadas o no. Mientras tanto, este comentarista seguirá al pendiente de todo lo que suceda para informarles a su debido tiempo.