Coco Channel

-No te separes Dylan – Susurró Coco Channel con casi un hilo de voz, las tinieblas no eran lo que más le agradaba, quizás por eso no se sentía cómodo en la oscuridad, la punta de su varita resplandecía con fuerza sin embargo Coco caminaba a ciegas, su voz se perdía entre las estructuras de piedra y la voz de Dylan cada vez se escuchaba más lejana. – Dylan no te vayas a perder – Gritó el hombre sin obtener respuesta pasando sus manos sobre los muros para evitar perderse más.

-Piramide oscura… y apestosa – reprimió el estonio pasando su mano encima de su nariz, un aroma muy extraño provenía de lo que según el gracias a la luz de su varita pudo definir como una cámara, sin embargo su varita no serviria mucho, la piramide era enorme, fue cuando Coco entendio el significado de la misión conseguir el fuego era para iluminar todo.

-Dylan hueles eso… es como carne podrida – comentó de nuevo sin volver a escuchar una respuesta, Coco movía de arriba abajo su varita intentando que un haz de luz iluminara la habitación sin conseguir nada y poder ver si su compañero seguía detrás del.

-¿Dónde se metió? – se pregunto a si mismo, sin embargo un sonido lo confundió algo provenía de la sala, el que hacia esos sonidos era el causante de ese mal olor.

-Por los Aethonans- susurró armándose de valor.

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Coco sonrió complacido al escuchar la respuesta de su compañero y la valentía con la bebió de la ánfora, si se equivocaba Coco tendría que cargar el solo el cadáver de Dylan, pero confiaba en la respuesta que ambos habían obtenido.

La criatura pronto se inclino, la respuesta era correcta. Coco se levantó del suelo para volver a sacudir sus pantalones y sonreírle a su compañero, la primer parte estaba hecha. – Continuemos – dijo el hombre bajando la mirada cuando la esfinge les abrió el paso hacia dentro de la pirámide, no quería mirar a los ojos a tan terrible criatura así que prefirió pasar de una manera silenciosa.

-Perfecto ahora necesitamos…quitar el fuego eterno al gigante… a mí nadie me dijo que habría gigantes – susurró en la oscuridad el hombre- tragando saliva, estaba confundido con aquella misión. A tientas el hombre busco en sus pantalones para pronunciar de una forma clara.

– LUMUS-

- Empecemos buscando a ese gigante del que hablan.- dijo Coco respirando más tranquilo, la primera parte ya había sido superada.

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Coco suspiró aliviado al ver como un hombre conocido aparecía. – Pensé que te habías perdido – susurro mostrándose más calmado para levantar la mano derecha en muestra de saludo a Dylan, sin embargo su encuentro fue interrumpido una gran esfinge emergió.

El hombre quedó boquiabierto, era la primera vez que veía una criatura así, en antiguos libros de su infancia había leído de eran quisquillosas y les gustaba el hacer acertijos y adivinanzas, sus ojos se clavaron en la bestia cuando esta comenzó a hablar, lo que volvió a dejar atónito a Coco.

¿Envenenado? En que momento – se pregunto el sujeto observando sus manos, sin embargo la esfinge no parecía estar bromeando, a lo que este volteo a ver a su compañero cuando, el acertijo había sido acabado y mostraba las 7 ánforas.

-A la orden – contestó el moreno cuando Dylan se acerco a ver el territorio. – Isis, Osiris, Tutankamon, no entiendo de acertijos – susurró el hombre poniéndose en cuclillas buscando su varita para ver la fina arena.

Con el mango de su varita comenzó a dibujar siete figuras que representaban para el las del acertijo. –Veamos, una tiene el antídoto, tres no tienen nada y tres tienen mal aliento – terminando de dibujar sobre la arena, volteo a ver a Dylan por lo que rápidamente regreso al piso y continúo garabateando y hablando para sí mismo. – Creo que es Horus – titubeó viendo su dibujo sobre la arena lleno de flechas y símbolos raros. – Dylan ven un momento, quiero mostrarte algo – gritó a su compañero esperando su respuesta.

Más y más personas aparecieron para la clase por lo que Sutan suspiró aliviado, una habitación de esa magnitud con solo dementores y un número reducido de estudiantes no le gustaba para nada. Al observar entrar a la joven mujer rubia el hombre se sintió más tranquilo, levantando la mano derecha y moviendo los dedos esbozando una pequeña sonrisa, sin embargo el primer hombre que había llegado se movió de lugar y esto lo distrajo para clavar sus negros ojos sobre él.

-Muy valiente … o muy tonto – pensó para sí mismo Coco, escuchando los comentarios de el Haughton, posando su mano izquierda sobre su rostro tapándose los ojos, para lentamente enfocarse en las miradas de los profesores con una pequeña abertura de sus dedos, desafiar a dos altos rangos para un alumno, el cual sus mejores armas eran su lengua y el sectusempra no le parecía para nada algo inteligente al hombre.

Aun con el cejo fruncido, las palabras de Felicity resonaban dentro del estante, la mente de Coco intento recordar la primera vez que vio a la mujer en la Madriguera, pero esa mujer que hoy se encontraba dando la “clase” no se parecía nada a la que conoció en aquella ocasión.

Cruzando los brazos espero que la mujer continuara con su conversación, mientras ella recorría el lugar con un paso sueve, su fénix aleteaba aun sobre la cabeza de muchos, fue hasta que ella finalizó que Coco entendió el significado de sus palabras, sin contar el sinnúmero de lisonjas que tubo a granel con Dovakhin.

-Puedo ser el primero - interrumpió la grave voz del hombre, acabando con el silencio con el cual Felicity había terminado, el hombre tomo aire y suspiró recorriendo los rostros de sus compañeros con sus ojos esperando que no hubiese objeción, apreciendo el gesto en la boca de la mujer como un “adelante”

-Eh… bueno… Para empezar soy Coco, mucho gusto… - titubeó un poco el hombre tragando saliva, exhalando un poco de aire para tomar confianza, después de la proesa de Dovakhin el hombre intentaría andar en terreno seguro.

-Yo… aun no muy estoy seguro del bando al cual pertenecer o si ser neutral, sin embargo me siento más cómodo con el bando auror – callando por un segundo sintió un par de miradas encima, por lo que volvió a tomar aire y continuar. – Me parece que puedo ser de utilidad en sus filas… no me lo tomen a mal, pero creo que este bando tiene mucho que me puede ayudar, yo llegue a Inglaterra con la idea de aprender más sobre mágia por lo que creo que la Orden del Fénix puede servirme a mí para cumplir mis ideales… eh… que más… sobre esperar algo del bando, realmente pienso más que puedo aportar a ellos yo, no soy de los hombres que intentan sacar algo a cambio… creo que es todo – finalizó Coco respirando de nuevo para soltar una pequeña risita. Las palabras no eran lo suyo, su carácter bromista y divertido lo hacían malo para ponerse serio, y en la otra mano sentía algo de presión no tanto por los dementores si no por los profesores y sus compañeros la mayoría pensaba en otras cosas, por lo que su respuesta pudiera no ser la correcta para ellos.

-Bueno es lo que yo creo, pienso que si después de esto pudiera entrar a la Orden del Fénix, seria magnifico, ellos cuidan el bienestar de todo… y eso – callando por un segundo recordando al entrar al edificio todo el escándalo que había encontrado a su paso, sospechando que el causante era su propio profesor. Dando una sonrisa divertida con una expresión calmada y serena, esperando ver a alguien más dar una respuesta similar o ver los problemas que acarrearía con los sus compañeros.

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Coco sonrió la primera prueba, había sido superada y no solo eso sino que de manera muy satisfactoria. – Bien hecho chicos, si seguimos así ganaremos todas las demás pruebas- les comento a sus compañeros, dibujándosele una enorme sonrisa en los labios sin esconder la alegria que sentia por eso. Sin embargo un sonido ensordecedor apareció justo delante de ellos, el hombre no entendía nada cuando una masa de arena apareció como si nada enfrente de un grupo de ellos y se los trago de inmediato.

Sutan colocó instintivamente los brazos para cubrirse el rostro, cerrando los ojos con fuerza mientras sentía el cuerpo repleto de arena, cuando el movimiento finalizó el hombre abrió los ojos lentamente para observar que había ocurrido.

Limpiándose la arena del cabello blanco así como de sus ropas, el estonio reviso el lugar, dándose cuenta que se encontraba ahora en el desierto pasando sus manos sobre su boca en señal de sorpresa, una alta pirámide se alzaba de forma altiva.

– ¿Qué diablos paso?- se preguntó a si mismo levantándose para sacudir la arena, el sol pegaba con esmero sobre su morena piel, la segunda prueba había comenzado; mojándose los labios con su lengua Coco busco alguno de sus compañeros Aethonans, no todos podían estar desaparecidos.

Coco suspiró preocupado tragando saliva el día del inicio por fin había llegado, paso su mano sobre su cabello blanco cuando la fantasma de la casa Ansaley atravesó la puerta, Sutan sabía que era el momento, le dedico una sonrisa al espectro y salió de su habitación. El hombre vestía con una camisa blanca con unos aethonans bordados en la espalda, el mismo había trabajo en esa camisa lo que lo hacía sentirse satisfecho con el resultado.

- Estoy listo – se repitió a si mismo llegando a la sala común para encontrar el estandarte envuelto, su condición como prefecto lo hacía responsable de llevarlo a la ceremonia. Cuando por fin bajo al gran salón, los nervios inundaban al hombre mientras este buscaba con la mirada a las jefas de su casa antes de ingresar a la gran estancia.

- Alyehs , perdón por el retraso, ya estamos varios… ¿Dónde está Cye? – preguntó Coco pasando su mano por su cara para sentirse más cómodo, escuchando que la jefa de la casa ya estaba adentro, era el momento de entrar. Los ojos de estonio se situaron en sus compañeros, sonriendo complacido, observando como Alyehs entraba al recinto.

Sujeto con fuerza el banderín, mostrando el emblema de la casa del aire alto entre sus brazos. Sutan perdió los nervios al recorrer el salón al lado de su jefa, esta parecía orgullosa y no había escusa los Aethonans de Salem había ganado la ultima vez, lo que hizo que el hombre inflara el pecho con orgullo, sus ojos vislumbraban con curiosidad el decorado; por la mente de Coco atravesaron ideas de pruebas del desierto o con temática egipcia, provocando una sonrisa entusiasta.

-Ya escucharon a Alyehs, ¡Juntos ganaremos! – dijo sonriendo apretando fuertemente el banderín mostrando el emblema para volver a tomar la palabra. – Es la primera vez para muchos de nosotros que participamos, pero creo que haremos un buen papel, lo importante es que trabajemos como un equipo. – Finalizó el hombre observando como las jefas se reunían, los directores aparecerían pronto, la ceremonia estaba a punto de comenzar, los nervios que al principio inundaban a Coco se habían transformado en entusiasmo.

-De nuevo al ministerio – balbuceó Sutan con palabras entremezcladas con ese sentimiento de cansancio que las inundaba. Una semana complicada para el hombre con varios asuntos pendientes sobre sus hombros, no había tenido tiempo de preparar un atuendo adecuado por lo que no le sorprendió pasar desapercibido al entrar al ministerio.

Con las manos dentro de sus pantalones de mezclilla, caminaba paulatinamente disfrutando el sonido de sus botas mineras pegar contra el suelo, ignorando por completo a la gente del ministerio la cual asemejaba como si un torbellino hubiese pasado por ese lugar antes que él. – Noveno piso… demonios – volvió a susurrar para sí mismo pasando su mano derecha sobre su cara en señal de desapruebo suspirando detrás de la palma sintiendo como su soplido agitaba su rubia peluca.

Arrastrando los pies intentó poner una sonrisa que evitara su semblante fatigado al empezar a subir hasta la novena planta, acomodando su fedora negra sobre sus rubios cabellos. Podría parecer chocante que un hombre moreno fuera rubio pero Coco tenía tanta clase para ese tipo de cosas que su atuendo “masculino casual” solo lo hacía sentir confiado; mirando su reflejo en un cristal el buldog sobre su sudadera remangada blanca atraía su mirada más un ligero esbozo de barba sobre su mandíbula lo distraía. – Cuando regrese a casa lo primero que haré será afeitarme – pensó el sujeto pasando su mano derecha para divisar el camino, había llegado al piso número nueve.

Los ojos del estonio recorrieron el lugar sin encontrar algún indicio de sus compañeros o profesores solo un rincón en completa oscuridad, tomando valor tragó saliva y entro a ese pozo en tinieblas para encontrarse unas escaleras, la clase se celebraría al final de estas, pensó buscando su varita para susurrar Lumus y obtener una pequeña luz que lo guiara desde la punta de su varita de madera.

Una vieja puerta apareció enfrente del hombre, volviendo a tragar saliva Sutan suspiro y apuntó la punta de su varita a su muñeca para observar la hora en su reloj muggle, tomando el pomo entre sus manos entró lentamente con vehemencia. Un ambiente pesado se respiraba dentro de la estancia en la cual su mirada se posó sobre las tribunas de madera; una silla en el centro de la habitación resaltaba, así los pasos del hombre se escucharon cuando este atravesó el umbral y dedico una sonrisa a los presentes.

-Hola – titubeó Coco buscando entre los presentes alguna cara conocida, a lo lejos vio el rostro de un hombre con el cual había compartido una clase, Sutan giró los ojos para ver a los demás, sin éxito sonrió y se encaminó hacia una tribuna para pasar su mano sobre su cabello rubio, era momento para esperar a los demás participantes de la clase.

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Off:

Me presento, Me llamo Benny, soy de México y tengo 21 años, soy de Aguascalientes México, estudio diseño de modas, adoro Pokemon, mi personaje Coco es una diva igual que yo.

Sobre mi personaje, bueno en general Coco o Sutan su nombre real, es un personaje algo “llamativo” para comenzar es travesti o drag queen, le encanta ser una diva, si bien es un hombre con rasgos muy masculinos, el intenta cuando está en su papel de Coco ser una diva elegante, es muy amistoso y de mente muy abierta (además creo que es el único travesti de Harrylatino xDDD)

Esto lo copie y lo pegue xD

Sobre los bandos, Coco esta interesado en el bando auror, almenos por ahora (?) xD

Hola! Imagino que la tarea es presentarse xD

Entonces me presento, Hola a todos me llamo Benjamín, sin embargo todos me llaman Benny, tengo 21 años y soy originario de Aguascalientes México. Si hablo de mi solo tengo que decir que me encanta el diseño de moda, el diseño gráfico, entro otras cosas me encantan las pelucas, el drag, el maquillaje, pokémon y hacer amigos.

Sobre mi personaje, bueno en general Coco o Sutan su nombre real, es un personaje algo “llamativo” para comenzar es travesti o drag queen, le encanta ser una diva, si bien es un hombre con rasgos muy masculinos, el intenta cuando está en su papel de Coco ser una diva, elegante, es muy amistoso y de mente muy abierta (además creo que es el único travesti de Harrylatino xDDD)

Espero aprender más de duelos en esta clase y bueno… ya acabe xD

No me quize explayar mucho en la ficha, ya que imagino que la trama sera complicada.

Me presento, Me llamo Benny, soy de México y tengo 21 años, en verdad esperó aprender algo que el Rol se me complica mucho xD sin más me retiró y les dejo mi ficha... una sexy chica coreana xD

Nombre del personaje: 박은지 / Park Eun Ji

 

Nacionalidad: Surcoreana

 

Edad: 23 años

 

Aspecto físico:

Eunji es una joven mujer con 172cm de altura (alta para ser coreana) y algo menuda. Actualmente usa un color rojizo marrón con un corte de cabello de índole masculina dándole una apariencia delicada pero moderna cubriendo su frente con su radiante piel blanca. De facciones finas Eun Ji presume su nariz bien formada, un par de labios pequeños, ojos rasgados con doble parpado, lo que se considera muy atractivo en Corea.

 

Tiene un físico envidiable, sus piernas son largas y torneadas por lo que siempre usa pantalones muy cortos para mostrarlas; si bien sus pechos son pequeños a comparación de las sus piernas, estos son redondos y muy seductores. Caderas sencillas y una bonita apariencia hacen a Eunji una mujer realmente interesante.

 

Aspecto psicológico:

Su encanto es su personalidad altanera. Eunji es una mujer muy divertida y alegre, sin embargo tiene un fuerte complejo de superioridad hacia los que la rodean por su apariencia física y no titubea demostrándolo con un trato distante o despreciativo hacia los demás; suele juzgar a las personas por su apariencia física antes de conocerlas.

 

Es arriesgada y atrevida. Sin una pizca de timidez sobre ella, cuando algo se le mete en la cabeza no descansa hasta obtenerlo, es perspicaz e inteligente además de que intenta que todo salga siempre a su favor. Es bastante ruidosa y cuando comienza a reír es difícil hacerla parar, ya que el sentido del humor es algo que la caracteriza.

 

¿Pasajero o secuestrador?:

Pasajero

 

Historia de personaje:

Park Eun Ji, nacida en la ciudad de Seoul en Corea del Sur el 27 de septiembre. Desde joven empezó en una academia de jazz lugar donde se acoplo fácilmente incursionando en el mundo de la actuación y el modelaje. A los 13 años audiciono para el SM Saturday Open Casting Audition y se unió a la compañía después de unos meses gracias al constante apoyo de sus padres. Comenzó a entrenar en las áreas de actuación, canto y baile más siempre se destaco en el modelaje, donde las sesiones fotográficas eran lo que realmente le apasionaban. Se graduó de la KijunGirls' High School para comenzar a asistir a la Dongguk University especializándose en teatro, sin embargo decido tomar un tiempo para enfocarse como modelo.

 

Eunji comenzó a ganar popularidad como modelo desarrollando varias campañas locales de diferentes marcas de ropa y perfume, hasta que consiguió un contrato para hacer publicidad de una marca de joyas en Tokyo, hecho que haría a la joven mujer mudarse a Japón para aprender el idioma y continuar creciendo en el terreno laboral.

 

Sin embargo en ese momento comenzaron a surgir conflictos bélicos entre Corea del Norte y Corea del Sur, donde los norcoreanos intentaban ganar territorio de una débil Corea del Sur explotando como resultado una catástrofe en la cual Japón participaría como país neutro, así Eunji quedó “atrapada” en tierras niponas por casi 2 años.

 

Después de recibir información de que sus padres habían salido exiliados al Vaticano por la caída del gobierno surcoreano y la invasión del Norte hacia su hogar, la joven mujer intentó contactarlos pero sin respuesta, invadiéndola un sentimiento de culpa y soledad.

 

Cuando un golpe de estado atacó Japón, Eunji decidió dejar la tierra del sol naciente para ir al Vaticano a buscar a sus padres, sin embargo un contrato de publicidad asiática por la paz mundial apareció, en el cual la requerían como figura. Eunjin viajó a Québec para participar en esa campaña ya que el mercado de ropa y cosméticos estaba en la ruina por los desastres políticos que envolvían a todo el mundo, con la intención de conseguir algo de dinero y comenzar la búsqueda de sus padres en el Vaticano.

El duelo cada vez avanzaba más rápido, la araña bananera que Coco había transmutado se había detenido, está bajo por las botas de piel de dragón de la joven mujer y se planto enfrente de ella en el suelo, como ella dijo para protegerla.

Coco frunció el entrecejo, como una araña del tamaño de una palma de mano no podría proteger a la mujer del haz que se dirigía hacia su varita, esa era una orden sin sentido el animal no podría hacer eso, ya que la mano de Jay se encontraba muy lejos de la araña y el hechizo no impactaría en el suelo, este se dirigía a la mano de la mujer.

Coco sonrió de nuevo otro error de la mujer de cabellos negros y esta vez era grave, su hechizo rojizo había chocado contra la mano de la mujer y su arma había volado a casi 4 metros de ella en dirección a los columpios, el estonio volvió a sonreír era el momento en que ella había bajado por fin la guardia, necesitaría atravesar los columpios y recuperar su varita si quería recuperar el duelo, Jay se quedo callada después de decir que Coco necesitaría algo mejor para hacerle frente, la mujer esta indefensa.

Los ojos del hombre recorrieron la distancia, para correr de nuevo hacia ella y apunto con vehemencia para pronunciar.

- Incárcerus-

Tres cuerdas con buen grosor salieron disparadas hacia la mujer la cual buscaba con la mirada su varita en el suelo, llegando con fuerza hacia su cuerpo.

Las cuerdas se separaron en el trayecto cerca de la Haugthon, la primera cuerda ató fuertemente los tobillos de Jay acercándolos entre ellos, la segunda impacto en su torso dejando sus brazos atados a su pecho y la tercera pego de lleno sobre su boca imposibilitándola para hablar, del golpe la mujer cayó de bruces en el suelo, sus ojos mostraban un poco de rabia e intento decir algo, más la cuerda en su boca lo impidió.

-Acabemos esto – dijo Coco caminado hacia la mujer hasta que los 7 metros los separaran, mientras se limpiaba las piernas del pantalón de la tierra del cementerio.

- Accio varita de Jay –

Exclamó el hombre apuntando hacia los columpios haciendo una simple floritura. El efecto fue preciso la varita despego del suelo y se dirigió a las manos de Coco, este a su vez sonrió buscando los ojos de Jay aun atada, mientras sostenía la varita entre los dedos.

–Esto acaba aquí – finalizó sonriéndole mostrándole las dos varitas en su mano, Jay no podría hacer nada su varita estaba perdida y ella estaba atada, la araña se acerco a lo que Coco simplemente la piso con sus grandes botas, apareciendo un montón de madera vieja debajo del pie del isleño.

El plan seria separarse Coco suspiró cuando Isabrella tomo a Etoile por un brazo, ellas serian equipo, lo que dejaría al estonio con las chicas. – Al mal paso darle prisa – el hombre caminó tambaleándose por el robusto terreno para acercarse hacia Violet e imitar una escena divertida.

-Me harías el honor de ser parte de mi equipo – dijo de una forma seria, sin embargo su grave voz llevaba entre ella, ese tono divertido de broma lo cual hizo sonreír a la chica y a Sakura que miraba la escena provocando en la cara de Coco un gesto de risa contenida, para levantarse y poner el brazo de forma educada.

-¿Me acompaña? – Intentando regresar a esa actuación de hombre elegante, aunque el mismo usara tacones más altos que la joven.

Fue cuando un estruendoso sonido opaco a todos los presentes, Sutan dirigió su mirada buscando a Isabrella y Etoile más estas ya se habían marchado. – ¿Qué demonios? – Se preguntó a si mismo escuchando las palabras que escuchaba. A lo lejos pudo ver la silueta de algunas personas tomando sus escobas alzando el vuelo de nuevo. – Regresar, no yo no quiero montar esa cosa de nuevo – replicó Coco pasando su mano por su cara con un aire resignado.

-Diablos, diablos, diablos – dijo dando unos pisotones a la tierra, lo último que quería el hombre era volver a usar una escoba para volar, sin embargo no estaba en la isla para renegar si no para trabajar. Este dio media vuelta sonriéndoles a las chicas. – Pues regresemos – dijo intentando volver a sonreír, volviendo a hacer ese ritual para que la escoba volara.

Esta ocasión Coco monto el artefacto de lado, así como las antiguas jinetas británicas montaban a los caballos, así su falda no se subiría y no había problemas con la peluca, una dama no podía ni perder un zapato en una aventura así. La escoba comenzó a flotar cuando Coco sintió ese hueco en el estomago, no podía imaginar que existieran personas que les gustara hacer eso.

Poco a poco la escoba se separo del suelo, era el momento para regresar. El hombre apretó el abdomen para tomar aire y emprender el vuelo, el aire golpeaba su cara y obligaba al hombre a cerrar los ojos, hasta que pudo bajar los lentes de sol y usarlos mientras volaba, si algo estaba seguro en ese momento Coco Channel es que no volvería a usar una escoba.

El punto de reunión apareció bajo los pies del sujeto, muchas personas estaban rodeando a una figura a la que Coco no conocía, este descendió de la escoba inmediatamente y suspiró cansado posando los ojos sobre la mujer que había aparecido la cual parecía sacada de algún aplicación de sintetizador de voz, está a su vez comenzó a hablar y preguntar por doquier.

Sutan solo frunció el entrecejo escuchando sus preguntas y como nadie contestaba nada, mientras volvía a bajar su falda sin perder de vista a la joven de cabello celeste. – Díganme sus nombres y usos – repitió mentalmente Coco cuando la bruja lo dijo para responderse a si mismo aún dentro de su mente. – Yo soy Coco y sirvo para cualquier cosa – provocando una tenue sonrisa en los labios del joven hombre, hasta que escuchó una nueva frase de que ella sería su profesora algo que lo dejo boquiabierto.

off:

Tarea

Coco reviso más de una vez su agal que servia para cubrirse del sol, su morena piel era la escusa perfecta para parecer un hombre de la región, sus jeans desgarrados así como su camisa negra, lo hacían parecer un típico joven de la zona que odiaba vestirse como sus ancestros, lo que lo hacía sentir cómodo, aparecer con un enorme y elaborado vestido no le pareció conveniente al joven, además de que sobre su cara comenzaban a aparecer un esbozo de barba, dándole ese aire arábigo que el indonesio nunca aprovechaba ya que lo cubría con maquillaje o peluca sin embargo Coco se sentía cómodo listo para apostar la camisa si era necesario.

Al llegar busco la invitación que Xell le había dado y entro con paso decidido, su mirada se clavo en las ropas de los demás, parecía una fiesta de turistas disfrazados, Coco sonrio algunas mujeres lucían encantadoras con sus hijabs y demás cosas dejando al hombre bastante agradecido de uno usar uno de esos vestidos.

Coco caminó hacia el bar, sin perder atención al decorado y a los juegos. – Un whisky por favor – levantando el dedo en la barra, sonriendo al escuchar la música. Por su mente paso aquella aleya definitoria de "La Mesa Servida": El jamr (vino), el maysir (juegos de azar) y las flechas no son sino abominación y obra del Demonio. ¡Evitadlo, pues! Quizás, así, prosperéis" "El Demonio quiere sólo crear hostilidad y odio entre vosotros valiéndose del vino y del maysir, e impediros que recordéis a Dios y hagáis la oración. ¿Os abstendréis, pues?

Coco rio para si mismo, un código del Islam violado aceptando el trago y dando un sorbo, para alejarse de la barra, la mesa de blackjack aun no abria, Coco quería empezar jugando cartas, sintiendo la fina alfombra sobre sus botas de campo.

Coco ansiaba ver al gran lobo gris transmutar, desde que en clase vio a Mei usar el morphos el estonio había quedo boquiabierto un hechizo tan potente tendría sin numero de utilidades fuera de los duelos, más su intento se vio fallido cuando un movimiento de Jay Amaya ofusco su ataque, la voz de Coco termino en un hilo desapareciendo totalmente, el Silencius había dado en el blanco, algo que había negado totalmente que aquel lobo que Sutan imagino no llegara.

- Ahhh- dijo tragando saliva, intentado producir sonido, muchas veces le habían dicho “cállate” pero nunca lo habían logrado de una manera tan sencilla, el hombre sonrió para sí mismo, Jay Amaya era buena con los duelos, la adrenalina comenzó a correr por la sangre del hombre, su primer duelo sería contra una estudiante muy capacitada.

- Que lista – susurro percatándose de que su voz había regresado, poniendo sus manos sobre sus garganta y poniendo en cuclillas, observando por encima del árbol mientras el continuaba detrás de este a su rival, la mujer había dicho que no necesitaba suerte y no se había movido de su posición ni un centímetro, por lo que Coco volvería a atacar, esta vez su Morphos si funcionaria.

El hombre aun detrás del árbol muerto levanto la varita y por intuición apunto al mismo arenero que ya antes había llamado su atención.

-Morphos –

Dijo casi en un murmullo, esta ocasión ella no lo podría callar; la caja de arena redujo su tamaño considerablemente casi al tamaño de una la palma de una mano humana, una gran araña imponente había transmutado, sus largos colmillos de color rojizo pardo, sus dos ojos grandes frontales y dos a cada lado menores sumado a sus patas algo gruesas y peludas, representaba a conciencia a la araña bananera, aquella temida araña errante temida en los barcos bananeros así los puertos tropicales de Bali en Indonesia, considerándose incluso la araña más toxica del mundo.

-Quiero que la muerdas por todo el cuerpo – ordeno Coco dando media vuelta poniendo la espalda contra el tronco del árbol muerto que lo cubria.

Jay parecía no entender lo que pasaba sin embargo algo maquinaba, pues una lluvia de medias lunas salieron despedidas de la varita de la mujer en dirección a Coco, quizás la mujer creyo que las medias lunas podrían perforar el árbol muerto y asi lastimar al hombre, sin embargo estas se clavaron de lleno en el tronco pútrido de este siendo detenidas de golpe, algunas con menos fuerza caían al suelo retumbando, si Jay se hubiese movido unos pasos a los costados el árbol ya no cubriría al hombre, ese descuido de la mujer era perfecto para el contraataque del tatuado sujeto, justo cuando la primer mordida produjo un grito por parte de ella.

La gran araña había subido por sus botas de piel de dragón y llegado a su cintura clavado sus poderosos dientes en la espalda baja de la mujer, para entrar por debajo de su blusa negra, la orden de Coco era clara, morderla por todo el cuerpo, la araña bajo la tela de su ropa apenas había dado una mordida esta seguiría subiendo hacia el cuello para darle otra tanda de mordidas.

Jay comenzaría a sacudirse por el dolor de las fauces de la araña sobre ella, así como su veneno comenzaría a atacar. Coco conocía perfectamente los síntomas más comunes, luego de ser picado por esta araña son como taquicardia, vómito, visión borrosa y demás; había visto en su juventud a un hombre en la costa ser mordido por una de ellas, Jay necesitaría un antídoto pronto, Sutan se levanto y corrió alejándose del árbol, no quería que este fuera a interponerse cuando el atacara, ahora casi 10 metros separaban a los dos duelistas, Coco levanto la mano derecha con la cual sujetaba su varita y pronuncio con presura.

-Expelliarmus –

El rayo plateado saldría disparado hacia la arma de la mujer, lo que al chocar haría volar la varita de Jay, si la Haughton perdia la varita, el duelo se pondria a favor de Sutan. Coco estaba listo para si las cosas no salían como él las había planeado, no dejaría nada al azar.

Hola! vengo a hacer una pregunta, quizás es algo simple pero no quiero equivocarme, que significa el daño de batalla?

Es decir, algunos hechizos exigen después un episkey como el sectusempra, pero por ejemplo un morphos que se cambia a una serpiente y muerde al rival envenenándolo, que tanto tiempo se da para tomar un antídoto. O si se cambia por un león y se dice que lo muerde cuanto tiempo tengo para usar un episkey.

O cuando el rival es golpeado con algo como un confringo o un disparo de flechas, estos no exigen un episkey enseguida que tanto se puede esperar para curarse?

-Las flores crecen debajo del nido del dragón – repitió de forma clara Coco, revisando rápidamente entre sus ropas si llevaba su varita, suspirando aliviado cuando sintió el mango de madera debajo de su vestido. – Entonces… ¿Por dónde comenzamos? – Preguntándole a Isabrella.

El hombre conocía el espíritu aventurero de la joven mientras se acercaba Etolie con ellos, los tres habían estado juntos en generales ya hace algún tiempo, por lo que el creyó que harían buen equipo, Coco conocía las habilidades de las dos chicas y sabia que podía confiar en ellas. Sonriendo divertido cuando escucho la petición de su rubia amiga Etoile hablándole a las plantas, - No creo que te responda – comento entre risas posando los ojos sobre los demás miembros del equipo.

- ¿Ustedes chicas, que piensan? – preguntándole directamente a Violet y a Sakura mientras mordía de una manera sutilmente el armazón de sus gafas de sol, acercándose sigilosamente hacia ellas dos para susurrarles algo. – No creo que el profesor nos ayude mucho… oh por dios Violet que hermosos ojos tienes.- Cambiando el tema estrepitosamente el estonio se llevó la mano derecha a boca al ver de cerca los profundos ojos grisáceos de la mujer, desde que el hombre había llegado a Europa precisamente a Ottery había encontrado sin numero de mujeres con atributos hermosos, sin embargo los ojos de la joven Rambaldi le parecían únicos.

- Son reales o usas lentes de contactos – bromeo divertido mostrando una sonrisa para regresar con Isabrella y Etoile, los ojos de la chica le habían quitado el aliento. - Podemos trabajar en equipo – Sugirió llevando los lentes hacia su cabeza como si se tratase de un prendedor para su cabello rosado, intentando regresar al tema de la tarea. – Si nos separamos podemos encontrar más fácilmente las flores, pero si encontramos un dragón tendríamos problemas para enfrentarnos contra el, ¿no lo creen? – Pregunto el sujeto a sus compañeras, bajando de nuevo su vestido. El sol se estaba colocando en una posición pesada en el cielo y la temperatura subiría, Coco ya se sentía incomodo por el viaje y si el clima cambiaba empeoraría la situación pasando sus ojos a lo lejos a Dovakhin y a la otra chica que dijo que se llamaba Luna.

-Tu hermano no parece muy amable Etoile – le dijo casi en un susurro cuando este le pregunto al profesor sobre llevarse un dragón a casa, Coco no era el tipo de hombre que catalogara a las personas por la primera impresión sin embargo ese chico parecía de pocos amigos, por lo que prefería no involucrarse mucho con el.

- Entonces chicos, separados, en equipos, por parejas- Continuo Coco hablando con las chicas, el no era del tipo líder pero le gustaba que las tareas se hicieran bien, y más una tarea que involucraba criaturas peligrosas. Apuntando con el dedo lo que asemejaba un sendero. - Podríamos tomarlo - si ninguna de sus compañeras decía nada el tomaría las riendas, Coco sabía que el profesor era meramente para vigilarlos en su tarea no para que el la hiciera o la mermara.

Coco bajó su varita más relajado la clase había finalizado, ya no tendría que ponerse nervioso por si Mei quería volver a atacar, lo que hizo que el estonio suspirara más cómodo. – Duelos en pareja – pensó confundido al escuchar la ultima tarea de la clase, Coco levanto la mirada y vio a sus compañeros, no había puesto tanta atención a ellos desde que los ataques había comenzado y cuando lo emparejaron con una mujer llamada Jay. Coco solo le dedico una sonrisa tímida y observo sus bucles azabaches, mientras ella tomaba lo que parecía un traslador y desaparecía.

-Deséame suerte – le susurró a Etoile, mandando un sencillo beso al aire como señal de despedida a su amiga, para tomar el traslador y cerrar los ojos, viajar con esos objetos le resultaba bastante incomodo al hombre.

Al abrir los ojos, se sentía mareado pasando su mano derecha sobre su cabeza mientras recorría con la mirada el lugar. Sutan se sorprendió al ver el lugar; el patio de recreo de alguna escuela abandonada, golpeo un par de veces con sus botas el suelo, el suelo estaba cubierto de tierra y basura, las plantas muertas y los columpios oxidados se les descarapelaba la pintura amarilla sobre ellos. - Que lugar tan… desastroso – comentó el hombre a la mujer de cabello negro, sin embargo esta no respondió y se alejo del hombre. – Oh si el duelo – suspiró Coco intentando descifrar todos los números de la rayuela incompleta sobre el suelo.

Unos 7 metros separaban a ambos, Coco sacudió sus pantalones, aun tenían tierra de cementerio, buscando los ojos de Jay Amaya, viéndola sonreír. – Ella empezará – pensó Coco apretando con fuerza la varita sobre sus dedos observando sus movimientos.

Coco tomo su posición, se coloco delante de los toboganes a unos tres metros de distancia a ellos, mientras observo los arboles del lugar ya solo quedaban los troncos enfermos y la madera podrida.

La mujer hizo una floritura sencilla en el aire después de pronunciar un hechizo, el moreno conocía ese hechizo a lo que respondería con algo para contratacar mirando el árbol muerto más cercano.

-Mobiliarbus -

El movimiento fue humilde arrancando el árbol más próximo del suelo y siendo colocado entre los dos hechiceros, sirviendo para bloquear el Sectusempra de Jay, desprendiéndose algunas ramas y astillas por el sucio suelo de concreto cuando el rayo impacto fuertemente.

Coco sonrió ya no se encontraba tan asustado como cuando la clase empezó, tomo aire y grito. – ¡Mucha suerte en el duelo! – Era la primera vez que Coco tenia un duelo, no estaba muy acostumbrado a eso, así que lo primero era ofrecer su respeto y suerte a su rival.

-Veamos – suspiro Coco recordando los movimientos que podría hacer en el duelo.

-Morphos –

Pronunció detrás de los rastros de árbol muerto, apuntando a la caja de arena que se encontraba cercana a Jay, esta transmutara en un gran lobo gris el cual atacaría el brazo de la mujer o al menos eso planeaba el hombre.

Coco se encontraba boquiabierto la mentora era bastante hábil, esta se defendía y volvía a atacar a los alumnos, no había duda Mei era una buena duelista no obstante el Silencius que el hombre lanzó había dejado callada a la mujer, eso le daría a Coco el tiempo justo para atacar.

El estonio miró a su alrededor necesitaba pensar una estrategia, regresar a esconderse detrás de la roca le parecía una idea fiable, ese sería su siguiente movimiento más sintió como los tobillos lo traicionaban por segunda ocasión, haciéndolo desplomarse de nuevo sobre la tierra. – Diablos – susurró Coco, estaba tan preocupado que se había caído por culpa de los nervios o quizás tropezado, sin embargo al ver la sonrisa de la profesora no cabía duda ella misma lo había hecho caer.

Coco estaba harto de la tierra de cementerio después de la clase iría directo a tomar varios baños seguidos, aunque todo eso lo olvido por un segundo cuando se percato que la profesora se encontraba con la guardia baja. – Es ahora o nunca – se dijo a si mismo apretando con fuerza la varita entre sus dedos sobre la tierra pálida.

-Sectusempra-

Un haz de luz rojiza salió disparado de la punta de su varita hacia su objetivo, el pecho de la joven maestra. El rayo impacto de forma precisa desgarrando un poco su ropa produciendo un par de heridas graves sobre la mujer, la sangre comenzó a escurrir lentamente y la mueca de enojo sobre su rostro era prueba de que el movimiento de Coco había sido un éxito. Mei estaba lista para un nuevo ataque replicando de nuevo un nuevo hechizo.

-¿Morphos que hacia el morphos?– se dijo para si mismo Coco cuando ella apuntaba a la roca que fungía como su escudo, el moreno seguía aun tirado en el suelo por su primer contrataque, lo que evito que se callera de nuevo al ver como la roca transmutaba en lo que parecía un felino rayado, Coco conocía ese estampado el mismo tenía un overol de esa textura un gran tigre.

-Gatito… - Susurro Coco abriendo la boca sorprendido observando al animal a casi un metro de él, tragando saliva asustado escucho a lo lejos a la sangrante maestra dar una orden, túmbalo.

La criatura se lanzó hacia el mago con gran fuerza, Sutan sintió el golpe fuerte de las patas del animal sobre su pecho, el peso de este provoco que este terminara recostado sobre el suelo, el aliento de la bestia caía sobre el rostro del asustado indonesio un olor muy particular, intento girar la mano con la cual todavía sujetaba su varita y dijo de forma clara.

-Oppungo-

Fue el único hechizo que Coco recordaba que hablaba de animales, a lo que parecía funcionar el animal no se movía ni atacaba, - Creo que puedo controlarlo- Se dijo a si mismo el hombre viendo la cara del animal a no mas de 20cm de la suya. – Tráeme el brazo de Mei - dijo con un semblante seguro.

El animal se levanto rápidamente para dejar de presionar el pecho de Coco, con lo cual este pudo respirar más tranquilo, para dar una media vuelta y lanzarse contra Mei a toda prisa, Coco intento toser para sentirse mejor el tigre a toda marcha se lanzaba contra ella, el hombre ahora tenia todo el cabello lleno de tierra, pero el cuadro de Mei era más peligroso el tigre iría sobre ella por uno momento y las heridas del sectusempra se veían cada vez peor.

Sutan clavó la mirada en el guardián. – Tremendo pedazo de hombre- se dijo a sí mismo restándole importancia a sus palabras y poniendo más interés en su rostro y sus manos, no obstante al ver los morrales se desanimo un poco. Un morral blanco completaría un juego tremendo para la vestimenta de Coco y así continuo escuchando cada una de sus palabras sin perder de vista bajo sus gafas de sol ese atractivo que tanto lo había impresionado.

El sol comenzaba a ser una molestia pues una gota de sudor resbaló desde su sien, aunque por otro lado el profesor León llegaba con lo que asemejaba un baúl o algo parecido y la emoción de varios no se hizo esperar cuando este mostro el contenido.

-¿Escobas? – Susurró de forma peyorativa el moreno hombre percatándose que incluso algunos de los estudiantes querían gritar como si se encontraran enfrente de un tesoro. – Nuestra tarea será barrer la isla – pensó el hombre antes de susurrarlo no quería que alguien se sintiera ofendido después de ver la reacción de Isabrella tomando una. Cuando le entregaron su escoba el estoniano la miro de arriba abajo sin expresar emoción. – Yo uso aspiradora, son más útiles- dijo para sí mismo tragándose una risita y continuó inspeccionando la escoba algo confundido mientras acababan de entregar las demás.

El hombre estaba más interesado en la isla que en su escoba; el cálido aire que provenía del océano, los sonidos de la naturaleza, aunque cuando escucho que trabajarían en grupo y más con Etoile e Isabrella con un semblante complacido. Irguió la espalda y camino sacando el pecho hacia las mujeres para sonreírles asimismo levantar la mano para hacer un gesto de saludo – Hola Candies – Para regresar a ponerle atención a León mientras continuaba seleccionando la gente para su grupo.

-Picos rocosos, dragones… Estos tacones no servirán para eso.- Pensó Coco aun más confundido, aunque al ver que el profesor se montaba en la escoba todo estaba más claro; volarían con ellas. – Pensé que solo eran un mito pero realmente existen.- Se dijo a si mismo bastante sorprendido, desde chico había escuchado las historias de las brujas europeas de sombreros de punta, gatos negros, calderos mágicos y ahora veía que eso realmente se usaba en el Reino Unido.

Coco se intentó montar en la escoba pero resultaba bastante molesto pues el vestido se le subía hacia las piernas y dejaba a la vista su “parte de hombre” entre las piernas. Así pretendió imitar los movimientos de Etoile consiguiendo separarse del suelo. Los nervios recorrieron el cuerpo del hombre un mal movimiento y se podría caer cuando escuchó el comentario del profesor, Coco le dedicó una sonrisa nerviosa para sentir como se elevaban las escobas.

Sutan intentaba no mover mucho el mango de la escoba para no caerse y no tener movimientos bruscos, con una mano aseguraba su peluca no quería perderla sin ella no sería un glamazón completo; una sonrisa apareció en su rostro cuando el mentor hizo un gesto para descender. Reprodujo los movimientos que sus compañeros utilizaban para descender, Coco aún temblaba más al ver el suelo cerca de sus pies se sintió más relajado.

-Gracias a Dios, no quiero volver a hacer esto – se dijo a si mismo mientras acomodaba su vestido y su cabello el viaje no era lo que el planeo. Más al ver la vista desde aquella cima el esfuerzo había valido la pena, los arboles crecían justo debajo de sus pies el olor que emanaban relajaba la nariz de Coco, más ahora mismo el apestaba a una combinación de sudor y Chanel No. 5.

- Buscar flores – repitió el hombre, sacándose las gafas rosadas para ver todo el entorno que los rodeaba la búsqueda comenzaba.

off: Aquí dejo mi ficha

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98384

Y muchas gracias por las correcciones, desde generales eh tenido problema con las comas.

Coco miraba todo con algo de confusión, la gente de los Aethonans se encontraban preocupados por sus bandera, y Coco ni si quiera la habia visto nunca, sin embargo la voz de Cye fue lo que regreso de sus pensamientos.

- Este... es un gusto Cye - replicó con su grave voz, - Digamos que el viaje fue muy inesperado - finjiendo que habia bajaod temblando del animal, algunas personas como el preferian las escaleras. Cuando Coco se sintió mejor una figura traslucida aparecio enfrente de ellos, el hombre puso una sonrisa algo retorcida, había leido de fantasmas pero nunca había visto uno en carne y hueso, y eso no pasaria por que esa mujer no tenia ni carne ni huesos, provocando una ligera risita en Coco, - Mucho gusto A..Ans..ley, no espera Ansaley - dijo lentamente el nombre era algo difícil de pronunciar para el hombre, cuando esta se marchó y lanzó besos a un hombre que se encontraba detrás.

- Simpática la fantasmita - susurró hacía Cye y Alyehs, para aparecer enfrente de el con una propuesta. - Eh.. claro que me puedes ayudar, aunque no traigo casi nada, aunque creo que voy a trar todas mis cosas pronto - dijo entre risas, cuando las palabras de Cye volvieron a hacer eco en su cabeza. - En verdad me encantaria conocer la torre primero - respondió Coco a lo que la jefa había dicho, su mirada se desvío por un momento al callado hombre, este salia de nuevo, Coco no entendía nada con respecto a el, por lo que decidío esperar a sus compañeros.

Después de entregar el pergamino con algunos rayones en el, Coco regresó a su posición resignado, los duelos era algo que realmente le costaba, necesitaría estar muy atento a cada movimiento que hicieran los profesores e incluso sus compañeros, el atardecer pronto desaparecería y la luna haría acto de presencia, Coco busco en su bolsa del pantalón su pequeño espejo y usando un reflejo del cielo revisó su maquillaje, la tierra del cementerio no era buen aliado a un cutis como el de Coco. Pasó varios minutos mirando con atención su cara, el azul turquesa de sus ojos era elegante hasta que escucho algo que lo saco de su trance, los profesores entregaban las respuestas y se disponían a dar una nueva orden acompañado de un nuevo pergamino.

– Cuantas reglas – suspiró el indonesio, levantando lentamente la mirada y observando como la mujer encargada lo llamaba con la misma. – Oh por dios – pensó caminando hacia ella, con un grupo de alumnos que no conocía, sus demás compañeros se quedarían con el profesor que se hacía llamar Hades.

Era un hecho habría dos grupos, por la mente de Coco paso la idea de que quizás los profesores los pusieran a combatir como si fueran equipos rivales, más esta imagen quedo rechazada cuando vio que se separaban más y más, Sutan aun no se sentía cómodo, las sombras bailando entre las tumbas lo aterraban y evitaba el contacto con la tierra, sus desnudos brazos eran los más expuestos.

– Tierra de cadáver, no…no… no – pensó al momento en el que se detuvieron, Coco se subió a un escombro de roca, en su intento de no sentirse presa de la suciedad del lugar, los cementerios en Asia solían ser más naturales o la cremación una opción más viable, esto lo hacía verse realmente alto, poniendo atención a la mirada de la mujer cuando esta se voltio y sonrió maliciosamente.

- Palabras de aliento…- pensó el moreno hombre apretando entre sus dedos su varita de madera, para ver como la mujer se alejaba solo un par de metros y apuntaba a los alumnos, ella lanzaría un hechizo.

-Engorgio – musitó hacia sus pies, sin consultar ni un momento a sus compañeros o a su profesora, el objetivo la roca en la cual posaba uno de sus pies, un rayo verdoso pego de inmediato haciendo crecer el escombro a una velocidad envidiable, titubeantes los pies del hombre lo hicieron perder el equilibrio cayendo de bruces detrás de este, soltando una fina capa de polvo en donde había aterrizado alrededor de su cuerpo, cuando escucho perfectamente como un hechizo se estrellaba sobre la roca provocando que crecieran algunas fisuras en lo que parecía el rostro de un ángel tallado en la parte trasera del cascajo de piedra.

-Esta mujer está loca – susurró Coco bastante asustado, algunos de sus compañeros habían actuado de una mejor manera usando aves para defenderse, si el isleño lo hubiese hecho así, no se encontraría todo lleno de tierra, sin embargo el hombre había tenido suerte, un mal movimiento o el solo hecho de que ella no se hubiera alejado de los estudiantes y el estaría desmayado. Coco trago saliva y se levanto rápidamente aún detrás de su “escudo” de roca lentamente para observar a la mujer, Mei seguía con el mismo semblante en el rostro y aún con su arma apuntaba a los alumnos; eso significaba que continuaría el ataque.

-Otro rayo – pensó el hombre intentando estar en más calma y recordando un hechizo de la lista que ellos mismos les habían proporcionado, su escudo de piedra no aguantaría otro ataque, Coco no quería romperse un brazo con su propio hechizo, sin más al escuchar un Experliarmus por parte de ella, este solo bajo un poco la varita y susurró con premura.

-Reparo-

El efecto comenzó a trabajar de inmediato, arreglando las fisuras del escombro el cual en menos de segundos se convirtió en la parte delantera de lo que parecía una banca, que gracias al Engorgio de buen tamaño para cubrirse, en el pasado debió servir para que la gente descansará mientras cuidaba a sus muertos, en este momento servía para que Coco no callera victima de su profesora.

La diva pudo ver un hermoso ángel tocando una trompeta en el relieve de su mejorado escudo, sin embargo un ruido hueco se escuchó cuando el segundo rayo de su mentora choco contra este, volviendo a causarle estragos; Coco no podía continuar detrás de esa defensa, era el momento de intentar contraatacar, pero se encontraba muy asustado de sacar la cabeza y apuntarle con un rayo.

Sutan suspiro buscando algo de confianza, para levantarse con acucia, separarse del escudo de roca y pronunciar con vehemencia de una forma clara.

-Silencius –

El efecto atacaría a la profesora dejándola muda por un tiempo, Coco recordó los hechizos mentales que ella podría realizar, sería más fácil conseguir algo de tiempo con ella “callada” por unos segundos.

Lei mi nombre por ahi, no entiendo muy bien el concepto es decir, el padrino ayuda al aspirante durante su vida académica y si todo sale bien dejar de ser un aspirante y entrar de lleno en la Orden... *o* me gusta xD

Estaba pensando la primera vez que lei este tema, pedir un padrino, pero realmente me dio mucho gusto ver que Ishaya (o Iyasha como siempre lo escribo yo xD ) se ofrece, en verdad para mi sería un honor que un auror como el me ayude (no tengo mucho en el foro, por lo que no se muy bien como sea un perfil auror) pero espero aprender y más si el me ayuda

Solo diganme donde firmo, y listo!!! xD

Hola querida un gusto verte de nuevo - susurró Coco a la joven que lo abrazo, su delgado cuerpo sintió como Etoile lo apretaba, la rubia tenía más fuerza de la que aparentaba a lo que el hombre solo respondió con una risa, algunos otros alumnos seguían presentándose mientras ellos conversaban casi en bisbiseos.

Cuando todos habían acabado, los profesores tomaron la palabra, tal acto pareció la señal para que su amiga se pusiera atenta y fija en ellos, Coco solo sonrió y escucho con cuidado jugando con su varita entre los dedos.

Sus ojos varias veces recorrieron de arriba abajo los pergaminos, habían muchas reglas que el no conocía y era obvio, los duelos mágicos no era algo común en Asia, la gente solía arreglar los asuntos con otras cosas, por lo que lo poco que sabía era por sus estadías en Europa.

-Espero que tenga un manual de poses o florituras en algún lado- pensó el hombre, para enrollar el pergamino y poner atención a las palabras de ambos maestros, cuando escuchó que sostendrían un pequeño duelo Coco se sorprendió, los duelos era lo que menos entendía desde que había llegado a Europa, por lo que tendría que esforzarse mucho para aprender algo, después de mirar la lista se concentro en el duelo de sus maestros.

- No vi casi errores – suspiró Sutan, para tomar un pergamino y comenzar a escribir aun de pie, el lugar no le daba confianza para sentarse en una tumba y tomar notas, intentaría describir lo que vio de la mejor manera posible.

Coco se encontraba algo desanimado, la clase de duelo era la siguiente por lo que no podría usar algún vestido o traje llamativo, para una diva como él, era una pena no poder brillar en ese lugar pero no podía correr el riesgo que alguno de sus trajes o alguna peluca fuera víctima de un ataque inconsciente propio o de sus compañeros, Coco suspiro y regreso al espejo buscando sus cosméticos, no parecería una diva esta ocasión pero no perdería el glamour que lo caracterizaba.

La hora acordada no tardaría en llegar, por lo que apresurando el paso Coco se encamino hacia el salón designado, sus zapatos de campo blancos eran mucho más cómodas para caminar que los ostentosos tacones que el hombre usaba para recorrer la Academia, ese aspecto le parecía extraño al mismo Sutan, pues cuando se transformaba en Coco sus zapatos solían ser exquisitos tacones altos, sandalias decoradas con rimbombantes combinaciones de colores o materiales, más cuando andaba de “hombre” siempre usando botas militares o cosas exclusivas para el campo, estos pensamientos inundaban la mente del estoniano evitando sentirse nervioso por la clase de duelo, sus compañeros o sus profesores.

-Radiante – Se dijo a si mismo mirándose en el reflejo de un ventanal, usaba una muy holgada remera azul que dejaba al descubierto sus brazos y gran parte de su pecho, Coco se sentía muy orgulloso de todos sus tatuajes y siempre insistía mostrarlos, metiendo las manos en su pantalón negro continuo con su caminata hacia el salón.

Al llegar reconoció a lo lejos a algunos de sus compañeros anteriores, Coco les dedico una sonrisa a lo lejos, más quizás por el hecho de que aparecía como Sutan y no una diva ellos no lo vieron, ignorando esto el alto hombre tomo asiento sacando de la bolsa de su pantalón las únicas dos cosas que lo acompañaban, su varita y un espejo. Así paulatinamente el hombre revisa su maquillaje, su cabello negro y esa elegante imagen andrógina que proyectaba, todo un LadyBoy.

Después de algunos minutos de mirarse el sencillo maquillaje que solo acaparaba sus negros ojos, escuchó el estruendo de la puerta al cerrar, que daba inicio a la clase al levantar la mirada hacia los maestros y escuchar sus presentaciones, Sutan se puso impaciente, nunca en su vida había tenido un duelo, conocía muy pocos hechizos especiales para estas actividades, fue asi como Hades y Mei como se hacían llamar los mentores, dieron rienda suelta dando lo que parecían trasladores.

El agitado viaje comenzó, la cabeza le daba vueltas, más agitando la cabeza sin tratar de despeinarse el hombre intento mantener la calma al ver el lugar donde se encontraba. El atardecer cada vez se veía más tenue, la noche descendería justamente dentro de aquel cementerio, Coco miro a algunos de sus compañeros varios tenían su misma expresión de inconformidad por el lugar, sin embargo en la otra mano algunos de sus compañeros parecían maravillados y hasta agradecidos por la locación de la clase de duelos.

-Esa niña- dijo casi en un susurro ahogando una risita al ver a lo lejos a Etoile revisando una tumba cruzándose de brazos para seguir escuchando a los profesores.

-Es la hora de las presentaciones- exclamó de nuevo para sí mismo y mientras cada alumno se presentaba el les observaba el rostro aunque sus curiosos ojos siempre terminaban viendo alguna parte del cuerpo de sus compañeros.

- Mi turno – comento con un aura seria, el lugar no lo animaba como debería. – Me llamo Sutan, me pueden decir Coco, de preferencia llámenme así. – pasando unos segundos algo incómodos volvió a exclamar. – Mucho gusto a todos. – Finalizando para exhalar y suspirar de nuevo mostrando una cordial sonrisa en su moreno rostro, el lugar lo ponía intranquilo ¿Por qué molestar a los que ya no se encontraban con nosotros en estos lugares? Aun así lo primero que recorrió su mente fue el por que no llevar un atuendo spooky, quizás para la próxima ocasión, se dijo a sí mismo para continuar viendo a sus demás compañeros.

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Off: Hola!!! mucho gusto a todos, me presento, ya lo hizo mi Coco adorado, el es o será la próxima "America's Next Drag Superstar" (?) xDD

Yo soy Benny, tengo 21 añotes, soy mexicano de la ciudad de Aguascalientes, adoro pokémon, la moda, los hombres cofcof, estudio diseño de modas, soy adorable y aveces doy miedo, este es mi correo gucciguccifendiprada@hotmail.com si desean agregarme para platicar o cosas yo que se, espero aprender mucho y hacer amigos en el foro, y es todo chaito!

paso a subir contador apoyar a Iyasha, no entiendo bien o mejor dicho, no entiendo las pruebas del juegos del hambre (no vi la pelicula u,u)

asi que mucho animo Iyasha! cuando lo necesites xDDD

cada vez me caes mejor, y para continuar con el apoyo me you

http://25.media.tumblr.com/tumblr_m85hrvkuW61qa9vqgo1_500.jpg

no se donde sacan esas images de apoyo xD

Coco revisaba una y otra vez su aspecto en el espejo, el alto hombre había estado esperando para que comenzara la clase con ansia; más que nada para sorprender con su guardarropa, varios días habían pasado con Coco trabajando arduamente para confeccionar su atuendo, todo lo que podía esperar se reflejaba en ese viejo espejo de madera de la pensión donde se encontraba alojado.

-Fabulosa – le dijo a su igual, extendiendo la mano derecha sobre su barbilla para admirar sus uñas postizas en el reflejo y sonreír al verse de arriba abajo. Sobre su morena piel resaltaba la peluca rosada con mechones rubios, en donde el gran chongo sobre su cabeza fácilmente lo hacía superar los dos metros.

Coco tomó sus gafas rosadas y salió directo hacia la Academia, el recorrido desde Ottery hacía la Academia era pesado y más en tacones, sobre todo por el empedrado piso más los tacones no muy altos hacían un juego excelente con su tocado y su ropa.

Su vestido por un lado amarillo y por el otro blanco, se movía al compas de sus pasos, dejando sus brazos desnudos mostrar todos sus tatuajes, mientras los metía a las bolsas del compuesto, en donde las franjas de diamantes le daban ese toque de elegancia, mismo efecto que causaban sus enormes arracadas de plata.

Coco aprovechaba cada mínimo reflejo para voltearse a ver las piernas, su vestido cubría solo un poco más de lo necesario, por lo que las miradas no tardaron en aparecer cuando arribó a la escuela.

- Empecemos esto- dijo caminando decidido, como si en una pasarela se encontrase, tras sus lentes no perdía oportunidad de ver a los chicos o los atuendos de las mujeres. El aula asignada estaba algo lejos de la entrada, lo que le daba el pretexto de recorrer la Academia, ver las instalaciones y las personas, más con su caminar pausado y elegante llegó al salón esperado.

Al entrar, Coco se quito los lentes, dio un recorrido visual por todo el lugar y después vio a las personas dentro, a muchas personas no había visto nunca, pero a lo lejos pudo reconocer un par de rostros familiares: Isabrella y Etoile. Coco sonrió para sí mismo y camino moviendo las caderas sin perder de vista a los demás alumnos para sentarse detrás, no quería su cabello y su altura le taparan la visibilidad a alguien, además así sería mucho más sencillo ver si la gente volteaba para apreciar a la diva.

Coco revisaba su cabello rosado una y otra vez hasta que el profesor cerró la puerta y se presentó, mientras ellos se presentaban, el seguía jugando con un mechón que caía sobre su cara, esperando la hora de la presentación, varios se levantaban de su lugar y mencionaban su familia o lugar de procedencia, cuando fue el turno de Coco, este sonrió aun sentado y comento.

– Coco Channel, como el perfume, pero simplemente Coco como el monstruo. – Termino sonriendo a los presentes y cedió la palabra. Algunos más se presentaban, fue cuando Sutan vio al profesor Crowley sacar una pequeña estatua de un dragón, Coco tenía algo de experiencia con los Bolas de Fuego Chino, había confeccionado un vestido inspirado en aquella criatura, un verano de la moda en Beijing, sin embargo una cosa era estudiarlos para plasmarlos en un vestido y otra cosa pelear con ellos, más al escuchar que se trataba de un traslador se sintió algo tranquilo.

Muchos de sus compañeros desaparecían después de tocarlo, así funcionaban esas cosas, muchos de los artefactos que se usaba en Europa no eran comunes en su querida Indonesia, como los trasladores o las chimeneas. Al llegar su turno sintió que el estomago se le revolvía, pero al abrir los ojos todo cambio, la brisa marina golpeo directo en su rostro, más se encontraba en un bosque, sus negros orbes veían arboles típicos de un bosque, pero el clima y la sensación era muy parecida a la que se sentía en Bali, Coco estaba confundido, nunca había estado en una isla que no fuese tropical, sin embargo una sonrisa se dibujo en su rostro, el solo hecho de encontrarse en una isla le traía recuerdos de su vida en las islas de la Sonda, sus andanzas por la Ciudad de Bali aquella bella ciudad que no solo era un destino turístico, si no un punto de encuentro de la moda, joyería de todo el mundo, tantos recuerdos de su isla ofuscaron por un segundo el objetivo por el cual estaba en la isla, regresando de golpe al ver a sus compañeros y al par de maestros, junto con un hombre detrás, “la diva” fijo sus ojos en el guardián Aleister Crowley por alguna extraña razón Coco sonrío al verlo, siempre había tenido debilidad por los hombres rudos, que trabajan la tierra, el sudor, ese tipo de cosas emocionaban mucho más a Sutan que los aburridos hombres de traje y cabello engominado.

off:

Hola!! la presentación en Off, bueno me llamo Benny, tengo 21 años, soy de Aguascalientesnnn México, estudio diseño de modas, adoro Pokemon, mi personaje Coco es una diva DQ igual que yo xD

Espero aprender mucho y hacer amigos y esas cosas.

Sobre las otras tareas, la de leer de redacción, ya lo habia leido cuando curse generales, y muchas cosas las vi en la escuela xDDD

que mas... lo del bola de fuego chino, me parecio encantador, ya que mi personaje es de asia <3

que mas,que mas, ya no se que mas decir, gracias por aceptarnos en su clase a ultima hora (?) y chaito