Only Marauder

*Samurai de las tierras del piloncillo y más cosas sabrosas**

- Aiiya...

-- Silencius.

La joven mujer abrió la boca para decir un hechizo o una palabrota, más no pudo emitir sonido alguno; el Samurai intentó leerle los labios ¿le estaba riñendo?.

Tanto sol, calor y el enfado que no se le iba ponía al Samurai a mil menos 100, osea, casi (?) por un lado al Samurai lo volvía loco tener ese encuentro con su muer número 4 de las doce de su tribu, pero así como tenía su lado positivo, el ponerlo a prueba con hambre no era buena idea, más si su mujer se comportaba de forma extraña, por lo cual el Samurai se preguntaba si ya le estaba haciendo efecto las toxinas de la serpiente, si, muy probablemente eso era.

El samurái ´cortó el aire con la siguiente sacudida de su varita y de su boca esta vez no salió ninguna palabra, aunque resopló cuando apuntando al abdomen de la joven mujer, un rayo zumbó directo hasta el blanco apuntado, destellando de color violeta en su camino, provocaría que las uñas de la mujer crecieran hasta no poder sujetar nada en ellas; Pero que lo matarían de placer al llegar a sus aposentos.

Ya había notado que su mujer al parecer empezaba a atemorizarse ante la sola idea de cuales serían las reacciones del Samurai con ella. Extrañamente no deseaba golpearla, tal vez por que le había tomado mucho aprecio ya lo bueno era que no estaban muy lejos de la tribu de mamá Ortodoncia, la vieja curandera más abia de todas y en caso de que su mujer terminase inconciente por el veneno, tendrían la cura; Aún así, confiaba en que solo le crecieran las uñas.

**OFF:

*flashback; antes de estar donde sea que esté ahora, (tomando un día libre, seguro).

El sonido del viento silvando en sus oídos era lo que escuchaba Only, pues estaba volando a gran altura no era tan fácil mantener la concentración en la dirección que tomaba una escoba, menos si se estudiaba el manto verde que sobrevolaba, más para él era casi como caminar, no tenías que desarrollar algo muy complejo en tu mente para dar un paso luego del otro.

A él no le preocupaba que su identidad fuese descubierta, pues estaba a dos cientos metros de altura y ascendiendo un poco más, conforme rodeaba la edificación conocida por unos cuantos como torre Abaddon. Aún así la máscara de incorpórea luz impediría, en el caso de que alguien alcanzara a divisar estando a tal altura, que no lo pudiese reconocer, pues aquel distintivo era suficiente para cubrir su identidad.

- Here.

Una sombra plateada zumbó entorno a él, algo como un remolino plateado. Él volteó a ver a su patronus que había invocado al acercarse a los terrenos. Cambió el rumbo de la escoba, apuntando hacia el Este. No entraría esa vez a la prisión,esa vez su visita se limitaría a echarle un vistazo a los terrenos; No la había custodiado desde su última ubicación, y aquella zona tropical, que él catalogaría de salvaje y muy verde, tenía un paradero lejos de Gran Bretaña y en esos momentos reconocía únicamente los terrenos, antes de dirigirse a tierra para desaparecer en un punto despejado.

Su patronus en forma de torbellino o tifón, fácilmente confundible con un patronus incorpóreo, siguió su estela sin quedarse atrás. Only se preguntaba si aquella selva era un mejor lugar para la torre que su anterior ubicación, era bueno no ponerse ropa demasiado abrigada más que pantalones casuales y una fina camisa de tela oscura. Pero fuera como fuera, serviría mientras fuese lo suficientemente alejado, en donde poder recluír a los prácticantes y simpatizantes de las artes oscuras, aunque cuando solo fuese por un tiempo; Only se perdió en la distancia y por la forma en la que lo hizo, bien parecía que hubiese desaparecido mágicamente en el aire.

** Erick Collins – Auror y Asistente autorizado.

Algo pasaba, se daba cuenta Erick, pues la visitante poco más si se había alejado desde donde había sido dejada por la jefa del cuartel, quizá le sucedía algo, ¿se habría bloqueado? Sentía la necesidad de hacer algo por ella, pero quizá solo era un ejercicio mental para controlarse y no romper en llanto. Notó al pasar frente a la Recepcionista hacía al parecer, el esfuerzo por no dirigir la mirada hacia la joven morena.

Un poco más allá, Erick se detuvo, intrigado consigo mismo ¿a quien había estado esperando en el vestíbulo? Pero que cabeza, no, él había fingido tan solo, para alcanzar a escuchar parte de la conversación ¡como su joseline lo atrapara con eso! Seguramente no pararía de picarlo con eso durante media semana. Al llegar al final del corredor y encontrarse ya en la tran estancia ocupada por los escritorios, se sorprendió al ver a su hermanastra Joseline junto a a la chica a la que Erick había intentado atender ¿acaso trabajaba en el Cuartel?, era una posibilidad que Erick tendría que confirmar.

Estaba seguro que había un listado con el nombre de los empleados y aprendices, pero mientras se dirigía a su escritorio, separado por cinco o siete metros, empezaba a c dudar de que él tuviese esa información, quizá la había leído en una de las carpetas de Joseline. Retiró la silla y tras un descuido casi aplasta su pie con una de las patas; Eso le pasaba por levantarla mucho, con intención de no hacer ruido. Se sentó y acercó la carpeta más cercana. Pasó algunas páginas, nada, no había nada. Buscó en la siguiente, de color negro, a diferencia de la primera, azul y tampoco; Suspiró con resignación, tendría que pedírsela a Joseline.

*+* Joseline Collins – Auror y Asistente autorizada.

Era de suma importancia el que Andrómeda se familiarizara con aquellos formatos, mucho más que necesario, puesto que un detalle olvidado en una denuncia podía representar la diferencia entre un caso resuelto y otro más archivado. Joseline cerró la carpeta momentáneamente pues con aquellos dos era suficiente por el momento, auqnue habían otras cosas útiles como cientos de apuntes sobre hechizos, encantamientos, trucos y demás cosas que estaban al alcance de los aurores y el tipo de poder que podían emplear.

-Sabes algo, será mejor que.... ¿Cómo? - se interrumpió, cuando Andrómeda le contó de una denuncia dejada por ella misma ¿Qué le habría ocurrido? Pensó, más no sabía si insistir en el tema hasta que le contase o seguir con otra cosa.

-Los siento mucho- dijo sin saber realmente si era la forma en la que quería expresarse; Asintió con la cabeza y tomó dos formatos en blanco que había en una de las carpetas del escritorio de Andrómeda. Permíteme, pidió, cerrando la carpeta y echando un vistazo a las hojas. Verás, lo mejor sería hacer una primera copia a mano si confías en tu caligrafía-. Dijo con intención de regresar el intercambio de palabras al mismo tono de hace unos momentos, con una pizca de humor, aunque quizá esta vez era un poco menos concentrada, si lo consideraba como un endulzante. Si, antes de sacar el número de copias que creas necesario mediante magia, a menos que no confíes en tu varita para estas cosas- volvió a decir en broma. aunque yo no lo intentaría con la jardinería o la ropa, soy fatal en esas labores – confesó, acercándole el tintero y una cajita con algunos ejemplares de plumas.

-¿Fue muy reciente? – preguntó luego, cuando Andrómeda parecía dispuesta a hacer la copia original, joseline, refiriéndose a la denuncia que Andrómeda había comentado.

** Joseline Collins – Auror y Asistente autorizada.

Si, Joseline había hecho bien al creer que a la joven Perseus le había gustado la que sería su mesa de trabajo hasta que se cambiase a un cubículo, lo que no necesariamente quería decir que no pueda ocupar un escritorio en esa zona más despejada y durante la jornada, pues sería parte de su oficio el atender los casos que presentaran y que desearan denunciar, o bien si ella quisiera ocuparlo durante el día, siempre y cuando estuviese desocupado, claro, aunque en esos momentos el cuartel de Aurores no estaba a rebosar, la habían puesto al tanto de que la concurrencia de personas tanto por visitantes o empleados, era prácticamente impredecible.

-¿Cómo? – Joseline sonrió. No boba, si fueran mías me quedaría solo con 2 o 3 y las demás las pusiera en venta – bromeó. Arrastró una silla para sentarse, animándola a que la imitase. Al sentarse cuidadosamente levantó con una mano una de las carpetas que había a un costado, revisando su contenido.

-Interesante, apuntes de defensa contra las artes oscuras - dijo repasando rápidamente la primera hoja y pasando a las siguientes. Pero lamentablemente no es lo que busco.... déjame ver si.... dijo, cerrando esa carpeta y buscando en la de abajo, pero negó con la cabeza al pasar varias hojas en blanco.

-mejor voy por las mías –rió, y levantando ambas manos pidió un ratito, volviéndose a poner en pie y dirigiéndose a un escritorio separado por otros dos del de Andrómeda.

Joseline se extrañó de que no encontrase formularios en ese escritorio, pues había visto a Erick encargarse de eso, precisamente. Hizo a un lado el ejemplar de una revista y dos diarios más, uno de ellos de ayer y tomó entre sus manos una carpeta lila que abrió enseguida, pasando varias páginas. Suspiró aliviada y se regresó hasta donde estaba Andrómeda, volviendo a tomar asiento junto a ella. Apartó uno de los mechones que le molestaba, ´dejándolo tras su oreja, definitivamente mañana usaría otro peinado para venir al trabajo; apartó de las demás escritos un formato con consistente en 2 hojas y un segundo formato de los documentos con la misma cantidad de hojas.

-Aquí tienes, estos son los formatos para las denuncias y peticiones de cateo que se están usando en esos momentos- le acercó el primero para que lo revisara.

-Será mejor te vayas familiarizando con estos- se aseguró de que el segundo también estuviese bien antes de dárselo.

** Joseline Collins – Auror y Asistente autorizado.

-Bueno, ya checaremos cuales son esas normales- dijo, cuando la joven llamada Andrómeda habló.

Esas dudas de las que hablaba Andrómeda, a joseline le parecía más entusiasmo de darle a la cosa, pero sin saber por donde comenzar, quizá por eso había ido a parar directamente a la oficina del jefe de denuncias. Esta vez siguieron caminando, rodeando la agrupación de escritorios bien equipados con todo tipo de útiles e implementos de oficina.

-Los cubículos son ocupados por los Aurores que se desempeñan como miembros de rescate o Asistentes y según parece.... dudó, insegura de que su jefe le hubiera mencionado algo sobre la ubicación de los cubículos. Bien puede que los asignen o den libertad de escogerlos si tienes suerte, aunque.... continuó, mientras seguían caminando frente a los cubículos. Lo más seguro es que cuando los asignan preferirán que no estén muy lejos de su oficina.

-Así mismo ocupan la mesa de trabajo, desde aquí –dijo cuando llegaban a la mitad de la gran estancia. Estos son los de denuncias, yo que tú, escogería uno que tenga buena vista y bonitas tazas para el té – dijo en voz más baja, empezando a acompañar a Andrómeda a sortear algunos escritorios hasta uno del centro, en el que pudiese apreciar de forma diagonal una parte del corredor y la recepción con el vestíbulo, como a su derecha la otra cara de la ssala y el final del corredor en la antesala.

-¿te parece bien este? – preguntó, cuando se detuvieron junto a uno con dos sillas y lo necesario para los oficios escritos, así como jarra para el agua, tetera y otras pocas cosas más.

** Joseline Collins

Cada ejercicio de respiración, inhalar y exalar poco a poco le ayudó a Joseline a calmarse, se había puesto muy entusiasta quizá, era importante que la joven empleada no tuviese una diea equivocada de su área, donde sin duda, se tomarían las cosas como eran, serias cuando lo ameritaba, amena e incluso divertidas cuando así lo pedía la situación.

- Tienes un bonito nombre, le comentó, siguiendo caminando junto a ellafrente a la zona del fondo del cuartel en la que la había encontrado, frente a la oficina del jefe de denuncias. Y de seguro si te aplicas lo suficiente, en nada dejarás eso de aprendíz por Auror y Asistente.... creo que abreviado sería AA – bromeó, ya menos efusiva pero sin dejar de lado el humor.

-Antes de que te asigne un puesto es necesario que te orientes.... las de aquí – dijo Joseline, estirando su brazo derecho a la altura de su cintura, sin señalar precisamente algo ya que podría considerarlo de mala educación. son las oficinas de los jefes de oficina y jefa del cuartel de Aurores – informó, indicando primero la de la izquierda. Relaciones ministeriales, quien sigue de cerca la evolución de los procesos y casos más si tiene que participar con otras oficinas, o con el Wizzengamot- dijo, auqnue la puerta a la que había hecho el ademán era solo la de la jefa, desde luego. no sabía si la joven Andrómeda conocía el funcionamiento de cada Área, perouna breve mención no estaría mal.

-Esta, la de Cateo y erradicación de artes oscuras – siguió, refiriéndose a la puerta que seguía hacia la derecha. Son normalmente quienes atienden los casos en el exterior y sobre quienes recae la responsabilidad de actuar, más no te confundas, creyó conveniente estirar un poco la conversación en esa parte. Según he comprendido, las divisiones no dividen precisamente al cuartel si no que son formas de enfocarse para repartirse el trabajo, las actividades en el exterior son realizadas en equipo y usualmente las otras 2 divisiones participan, acatando las indicaciones de los jefes directos y la jefa del cuartel.

-aquella, es la oficina de la jefa del cuartel, y la que está a su derecha ya la conoces – l le sonrió, pues era frente la cual su hermanastro la había encontrado.

-Vamos, aún nos falta un poco más por ver – contó, siguiendo el recorrido de vuelta al corto corrdor, que más bien era un tipo de antesala que presidía la estancia con las puertas de los jefes. ¿Hasta ahora no hay preguntas? – preguntó, al estar ya en la gran estancia rectangular que distribuía los escritorios de forma agrupada en el centro, los cubículos a un lado, y el corredor frente a ellos, conduciendo hasta el vestíbulo del segundo piso, los ascensores y la Recepción, donde suponía estaría Erick, pues a primera impresión no lo había encontrado en el área de trabajo. Eso si, no me preguntes muchos nombres, ¡sabes? También soy algo nueva – reconoció algo avergonzada.

** Joseline Collins - Auror y Asistente autorizada.

Joseline iba a volver a insistir esta vez un poco más intrigada, puesto que la joven bruja no hablaba. ¿Acaso le había sido afectada su habla y de paso confundió San mungo con el Ministerio? No, pero que cosas pensaba, como podría ser eso. Se interrumpió y contuvo de hablar, al ver pasar no muy lejos de donde se encontraban ambas a Sophie Granger, la Directora Auror con la que hasta hace unos minutos había estado hablando; por lo visto dejaba el departamento por algún imprevisto, qué sabía ella, podría ser cualquier cosa. Entonces fue la joven bruja bien vestida, la que retomó lo que intentaba ser una conversación normal, usando un tono de voz agradable, del tipo que esperas escuchar siendo joven la bruja.

Joseline sonrió ¡y lo iba a buscar de buenas a primeras a su oficina! Empezó a preguntarse si ella conocería más que ella al jefe de denuncias, pero regresó a la situación planteada cuando la nueva empleada ¿y que tipo de empleada? Sería una asistente o aprendíz; Si, había que saber eso primero. Entonces joseline asintió emocionada, ¡trabajaría con ella! Ai, y que bien se había peinado, le preguntaría luego como.... no, primero la bienvenida; había dudado por una centésima de segundo si ofrecerle las manos darle un beso o.... pero la estrechó en un corto abrazo y dejó sendos besos en sus mejillas.

-¡ Ai Bienvenida! (?). Inspiró hondo y le tendió la mano, animándola a seguirla. Ven acompáñame.

-Soy Joseline Collins, Auror desempeñada principalmente como asistente – dijo, soltándo delicadamente su mano. pero dime, ¿Cuál es tu nombre? – hizo una pausa, pues no quería soltarle un formulario de preguntas, le preguntaría más cosas conforme le mostraba el cuartel.

** Erick Collins // y la Recepcionista.

Oh vamos, querida, la joven solo quiere saber como va todo por aquí, no hay que ser tan ruda....

De nuevo, no había pasado poco más de cuatro o cinco segundos en los cuales Erick había intentado volver a leer la publicación del profeta y los detalles sobre el evento ministerial, cuando levantó volvió a levantar la mirada, esta vez para ver llegar al vestíbulo a una elegante bruja; Su aspecto impecable no solo la hacia notar como empleada del Ministerio, si no que su aire y la idea que daba era la de una funcionaria, del tipo de persona que tiene muchas personas a cargo.

....Bueno querida yo puedo responderte a eso, soy la mayor autoridad por aquí

a Erick se le hizo un nudo en la garganta, similar a un cubo de hielo obstruyendo la garganta, aunque más como a un trozo de ladrillo. La recepcionista, quien se había mostrado dispuesta a desfilar rumbo al corredor que conectaba con la zona de trabajo y los cubículos, se limitó a asentir más no pronunció palabra, regresó hasta su anterior sitio, tomándose todo el tiempo del mundo para retirar la silla sin hacer ruido, mientras la Directora era quien se dirigía a la Enlace con los Inefables.

-Has preguntado como va todo por aquí, la respuesta es bien, has preguntando si debes pasar una prueba olímpica para obtener tu información, la respuesta

es no, has preguntado si tenemos casos nuevos, la respuesta es no, has dicho que pasaras sobre todos para ir a verme, la respuesta es, ni se te ocurra

si no quieres tener problemas- dijo.

Erick Collins ¡esa tiene que ser! Si, sin duda esa era la directora, lo había dicho con todas sus letras; menos mal había sido su hermanastra, joseline, quien había ido hasta su oficina a presentar los documentos del contrato, Definitivamente a él lo habría inquietado. La autoridad se notaba en su voz y puso cuidado en que no lo pillase mirándola sonreírle así a la visitante, pero tenía razón, ¿Qué persona osaba sin más a pretender irrumpir en un departamento ministerial? ¡y en el cuartel de Aurores! Aunque los Aurores como tal no habrían tenido un trato ostil, probablemente, eran muchas las impresiones que daba una visita así y a erick tantas amenzaban con marearlo, sin saber cual descartar.

No puedes venir aquí a maltratar a mi personal, eso solo lo hago yo, tampoco puedes venir sin credenciales y sin una orden por escrito de Evarela y pretender

que te suelte información, ademas tu pedido debió ser dirigido a Agatha Gryffindor, la jefa de Relaciones Ministeriales, así que o cumples con lo que te

pedí o no saldrá información alguna de este departamento. Ya iré yo mas tarde a ver a tu jefa... ahora con tu permiso, tengo un tramite que realizar en

el SAW, hasta luego- terminó de decir la mujer, con soltura, antes de salir hacia los ascensores.

Erick, al estar más cerca de ellos apuró el paso, apresurándose para presionar el botón y llamar al primer ascensor para que la jefa Auror pudiese abordarlo; Cuando pasó frente a él se limitó a dedicar un asentimiento de cabeza. Era curioso, pero el encuentro con la morena visitante de malos modales no parecía haber perturbada su humor, él diría que de indiferente a alegre, porqué no; Como la joven llamada Weasley seguramente saldría en estampida y echando humo por las orejas o por las mejillas, no la culpaba si se le encendían más de lo que pudo notar, por eso, no se molestó en cerrar el segundo ascensor que poco después se abrió, aunque cerca del techo revoloteaban algunos memoranduns intedepartamentales; Dejó escapar el aire que había contenido en sus pulmones, volviéndose al sitio en el que había esperado de pie.

** Erick Collins, Asistente autorizado // y La recepcionista.

Erick aparentaba estar ahí de forma ocasional, fingiendo esperar a alguien a mitad de camino a los ascensores, leyendo el profeta, aunque habría resultado más fácil hacer un pastel de lodo en un torrencial aguacero. La joven morena, Lisa Weasley ramvaldi se había presentado, junto con el cargo de enlace con los inefables; al desviar momentáneamente la vista del diario, Erick pudo cerciorarse de que pese a las pocas ganas de responder con el mismo tono educado, la Recepcionista también parecía hacer cierto esfuerzo por mantener el tono cordial.

Al regresar Erick la mirada de nuevo al encabezado del Diario en el que anunciaba algún tipo de eventos con stan, auspiciado por el departamento de catástrofes, no pudo si no volver a perder la concentración que intentaba dar a la lectura, después de todo tenía que fingir bien, más las últimas palabras soltadas por la joven Enlace de inteligencia no hizo más que extrañarlo. ¿En serio, que pretendía con ese humor? En otra situación le habría causado gracia que quisiera irrumpir en el Cuartel de Aurors; intentó no mostrar ningún signo de sorpresa que lo delatase, esperaba acordarse de todo eso y comentárselo a su jefe una vez llegase, seguro que le llamaba la atención el como alguien ajeno a las oficinas exigía información de buenas a primeras, y lo primero que uno podría pensar era que como lo habían sospechado, se trataba de un error de piso, en lugar de ir al noveno fue a la segunda planta, o bien quería hacerse la lista, lo que traía a más preguntas ¿para que?; No era desechable la idea de una jugarreta inofensiva y ocasional, por puro placer de hacer perder tiempo o de probar suerte a ver si funcionaba, e incluso podría resultar sospechoso que alguien quisiera información que no le competía saber de primera mano.

-Comprendo, viene por una orden de la señorita Black, pero comprenderá que la información que usted nos pide llega a la dirección de la oficina del ministro mediante el enlace Auror – y siguió, ignorando la postura grosera de la visitante. únicamente, a menos que ante la ausencia del enlace, la señorita Black autorize por escrito la presente gestión.

erick la hubiera besado y probablemente más de una persona lo habría hecho; él no habría podido mantener una postura indiferente ante las malas formas de Weasley, que no tardaron en salir a flote, tendría que comportarse mejor, como siguiera así no le sorprendería a Erick encontrar una plana en el profeta anunciando una vista disciplinaria para la joven Enlace con los Inefable ¿inefables? Pero ¡tendría que visitar el departamento de Misterios!.

-Por favor, tome asiento, en breve un funcionario la atenderá – e hizo una leve inclinación de cabeza en dirección a la ´corta hilera de mullidas sillas a un costado del vestíbulo, al tiempo que se ponía en pie e igualaba en altura a la joven morena; Tomándose el tiempo necesario para dejar un pisa papeles sobre un libro de runas y el diario de la última edición, todo según Erick calculado para darle tiempo a que la visitante aceptase la invitación a tomar asiento; Entonces si, la recepcionista dirigió sus pasos hacia el corredor.

** Erick Collins Asistente autorizado // junto a la recepcionista del vestíbulo.

Tanto La blonda Recepcionista como Erick, quien no se decidía a acercarse ni a alejarse y fingía leer el diario, estaban esperando la respuesta de la visitante, cada uno con distintos grados de expectación e interés. Desde la posición que estaba parado Erick podía apreciar los gestos de la recepcionista, más no de la morena visitante, quien le daba la espalda, naturalemtne, ya que era con la Recepcionista con quien estaba conversando. Erick arqueó una ceja y pasó una hoja del diario, más allá, la joven Recepcionista también pareció extrañarse.

-oh bien... la Recepcionista no parecía estar muy sergura de cómo responder.

Erick, en cambio sentía la necesidad de intervenir, aunque no sabía que tanto le podría decir que la Recepcionista no pudiera, ya que más que extrañado se había divertido con el vergonzoso error de la visitante que según parecía ser era ni más ni menos que el Enlace de inteligencia. La Recepcionista no se tomó mucho más que un segundo para seguir con su respuesta, como si aquellas pocas centésimas de segundo hubieran sido suficiente para cambiar lo que iba a decir.

-Comprendo, ¿es por la ausencia del Enlace Auror? – dijo, y Erick contuvo la risa, no sabía si a la Recepcionista también le había causado gracia, bueno, un error cualquiera podía cometerlo ¡equivocarse de planta!. Más la Recepcionista dijo algo que a erick no se le había ocurrido, fue amable en realidad, manteniendo la debida formalidad.

-¿Desea presentar un escrito antes de proseguir? – preguntó y Erick supo naturalmente que de la manera más educada posible, la recepcionista le pedía un documento autorizado a modo de respaldo de su visita al Cuartel de Aurors.

** Joseline y Erick Collins - Asistentes.

- Bueno, de seguro la señorita preferirá estar con alguien que le inspire un poco más de confianza – señaló Joseline, tras poco más de dos segundos de indecisión y de silencio por parte de la joven castaña que se había dirigido hasta la oficina del jefe del área de denuncias.

- Siéntete libre, le soltó luego de manera informal al mago que había atendido a la señorita, quien teníia cierto parecido con Joseline, tanto por las pocas pecas que salpicaban su rostro y la tonalidad de su cabello. Lo había despedido de la atención, antes de que este pudiera haber dicho el debido, con permiso. El aludido separó un poco los labios con gesto ofendido pero al parecer cambió la frase en último momento, haciendo esfuerzos para no parecer avergonzado.

- Con permiso – dijo, haciendo una media reverencia, muy breve, antes de volverse por el corredor y alejarse de las dos brujas.

Joseline sonrió infantilmente, saboreando su victoria y devolviendo la mirada a la bruja ataviada en una túnica dorada. Bien, ¿puede decirme en que puedo ayudarla?.

La actividad en el segundo piso del ministerio aquel día estaba protagonizada en una gran mayoría por el equipo de trabajo que desempeñaba una b uena variedad de cargos, desde jefes y director, hasta Asistentes, miembros principales de rescate, secretarias y la recepcionista; mayor al número de visitantes ajenos al departamento. Erick Collins, redujo poco a poco la velocidad de sus pasos conforme lelgaba a la zona en la que había aguardado con el elfo que lo acompañaba, Milton, para asegurar el estado de los muebles que usarían los empleados, lo que había consistido en un rápido vistazo a cada uno, abrir uno que otro cajón, indicar a Milton que limpiase aquella mesa u otra, pero que en definitiva no le había tomado más de 30 minutos. Retiró la silla del escritorio más cercano sentándose en ella, trayendo consigo del mismo escritorio, un ejemplar del profeta.

Más bajó enseguida el diario al escuchar el saludo de una nueva señorita, que se había dirigido a la recepcionista. El pequeño espejo a varios metros frente a Erick, ubicado en la pared junto a un cuadro, en donde se reflejó y examinó fugazmente su apariencia; Un rostro con cierto toque de rosa producto del anterior sonrojo, su corta mata de pelo castaño y un par de ojos miel que buscaron el origen de la conversación; le causó expectación, ya que aparte de la primer señorita, aún no había podido atender a nadie más, y al igual que a Joseline, siempre había querido trabajar allí; Uh, y eso que aún no se había encontrado a la jefa, pensó, segurando el prendedor de plata en la pechera de la larga túnica café oscuro que vestía, se dejaría su distintivo de asistente al menos por la mitad de la jornada. Caminó a paso regular, como quien no tiene tanta prisa, rumbo a los ascensores. Pasaría frente a la recepción y podría escuchar parte de la conversación.

-Buen día señorita, ¡en que la puedo ayudar? – fue la primera respuesta de la Recepcionista, cuando la bruja, de cabellera azul y tes morena, terminó de anunciar el motivo de su visita. La recpecionista se removió algo incómoda en su silla, ladeando la cabeza, desviándo la mirada brevemente a Erick, quien aguardaba a unos cuarto o cinco metros de ellas y había pasado frente a ellas, murmurando un formal Buen día, deteniéndose entonces a leer el diario a un lado del paso de los visitantes y empleados, como si aguardase al encuentro de alguien. Erick, quien escuchaba no comprendió a la primera el motivo de la visita de la joven morena y poco después las palabras de la Recepcionista repitió literalmente lo que pensaba.

-Perdone, pero, ¿es usted reportera del Profeta o trabaja aquí en el ministerio? – preguntó con interés, pues la visitante no había hecho mención a algún cargo.

En esos acalorados minutos no había lugar a muchas distracciones que no fuese la bruja que enfrentaba; El extraño estuvo apunto de soltar una palabrota pero por la situación, no por educación, no se permitió tiempo a proferirla. Con cierta desesperación provocada por el rápido movimiento de la bruja, a la que aparentemente ya nadie acompañaba,como lo había echo aquel mago hace unos momentos, el desconocido agitó la varita sacudiéndola con fuerza en dirección a la bruja, con lo que cortó el aire.

- Silencius.

con eso callaría a la joven bruja, impidiendo que esta pudiese pronunciar palabra alguna durante unos pocos segundos. Quizá no era suficente, antes de querer contraatacar tendría que dejarla así por más tiempo. el desconocido dio un paso a su derecha, asegurando sin saberlo, una distancia de ocho metros entre ambos sin descuidar la proximación a objetos que entorpecieran su paso, no, ninguna banca o reja había a más de tres metros. Sintioendo que debía darse prisa, el extraño agitó la varita de forma idéntica a la primera.

- ¡ Silencius!.

ahí estaba de Nuevo, había conseguido calalr a la bruja y ya se sentía más seguro de poder sorprenderla en cualquier instante, empezaría a disfrutarlo, cuando aquella bruja viera que no tenía escapatoria. El extraño no acababa de llegar a esa conclusión en su mente, cuando lo que sonó como un cvhasquido de lengua a no más de cuatro metros lo sobresaltó; De pronto empezaba a creer que no estaban tan solos como él creía.

El cambio en el rostro del desconocido fue notorio, palideció y no era para menos; ya fuese fantasmas o alguien invisible, ninguna de las dos ideas lo consolaba mucho; Aún así le tocaba hacer caso omiso de aquel pensamiento sea como fuese, no podía distraerse con tal encuentro con la bruja de cabellos encendidos, por lo que mantuvo la compostura como pudo y la varita firmemente sujetada en la mano que empezaba a sudarle por la tensión.

**OFF:

Bueno, no lo hacía mal, pensó el samurai, cuando su mujer número cuatro atinó a alejar de si al oso con un peligroso rayo agresor, ganándose solo una ehrida, misma que esta ya estaba atendiendo más el Samurai ya estaba dispuesto a seguir, sin dejar pasar ni un segundo más después de que la bruja de cabellos tomates se curase. Dejó escapar el aire que había retenido en el pecho al decir.

- Floreus.

Aquel era un encuentro en el que nadie de su tribu interrumpiría, ya la llevaría luego con pocas delicadezas directo a la carpa :@ . El hechizo del Samurai realizado a mismo tiempo en que dedicaba un gesto con la mano libre a su serpiente para que se arrojase sobre la mujer y mordiese su pierna, aquel hechizo afectaría la capacidad de la varita y al momento de querer realizarr un hechizo, esta produciría solo un ramillete de flroes.

Empezaba hacer más calor por lo que se le apetecía la rica sombra de sus aposentos y quizá iniciar al mútuo baño semanal, más aún no se irían, aún no. El samurai soltó un resoplido y dibujó de un brusco trazo en el aire, la silueta de su tercera mujer, un tanto más ancha de caderas que la número cuatro; con ella había compartido la noche y muy seguramente se estaría quejando todo el día de no haberse dignado a hablar calmadamente sobre los gastos de la tribu número tres en lugar de consumar la pasión retenida por ocho horas en las que había pasado en ausente meditación.

- Silencius.

La serpiente no había tenido que recorrer mucha distancia, cuanto mucho tres metros y pocos centímetros más, para avalanzarse a enrroscarse en las extremidades inferiores de su joven mujer y morderla en la pierna, dejando correr su veneno en su torrente sanguíneo. En ese momento, ella no podría decir palabra alguna al igual que la mujer que estaba rememorando.

And all I can say is you save me,

Changed all the things that have made me,

Entertaining,

Thoughts are raining,

Down We Fall....

Aunque la canción sonase con fuerza aún en su cabeza, como si la estuviese escuchando ahí en esos precisos momentos, no podía prestarle atención o dejarse llevar por la desasón de hasta hace unos momentos que aún conservaba y que lo amenazaba de a ratos, como el frío a colarse hasta sus huesos, pues la temperatura era baja, o quizá solo fuese su cuerpo que estaba frío en esos momentos. Si, el hechizo que había usado para desorientar a Emund no duraría mucho más que unos segundos, pero él apenas si había relajado parte de su extremidad, más manteniendo el brazo levantado apuntándolo; Así solo se limitó a pronunciar con claridad.

-Ardius.... Silencius.

Fue un disparo de adrenalida el que Only ya había esperado una vez pronunciado el hechizo Aridus, haciendo incluso que la fluidez con la que pronunciara se agilizara. Edmund habría querido decir algo, Only pudo notar que abrió la boca, más como era de esperarse, no salió palabra. Al mismo tiempo que agitaba la varita dibujando un alínea vertical desde la cabeza a los pies de Edmund, daga un paso en diagonal hacia su izquierda y atrás; Esta vez Only pronunció a viva voz.

- Incárcerus.

Como si de la punta de la varita surgieran, salieron disparadas tres guresas cuerdas negras, con buen apuntería hacia Edmund, que una vez terminasen de impactar en su cuerpo se conrsocarían con fuerza alrededor de la boca, garganta y brazo, atando firmemente sus extremidades superiores impidiendo que pudiese apuntar con claridad. Only dio entonces otro paso más, esta vez a su derecha, siendo ahora separados sin saberlo exactamente por nueve metros y medio; Volvió a cortar el aire con otra sacudida de su varita mágica, diciendo.

- Floreus.

Entonces mantuvo una postura más derecha, sin poner un pié más adelante que el otro. Sabía que de las tres cuerdas la que se enroscaría en la garganta sería la más útil, impidiéndole hablar luego de un rato y quien sabe si asfixiándolo, cosa que estaba seguro Edmund no se permitiría a si mismo encontrarse tan indefenso; Al mencionarel Floreus lo que conseguía era afectar la ejecución del siguiente hechizo que Edmund quisiera realizar con la varita. No había necesitado más de unas pocas centésimas de segundo para plasmar eso de forma mental, pues lo tenía claro; el mar volvió a rugir, como si el también estuviese expectante de la demostración de magia y hechizos realizados por ambos magos.

¿A dónde había ido Only? De pronto ya no estaba había desaparecido ante la vista de jessie, o más bien en el tiempo que esta podría fijarse, ya que el encuentro ocupaba gran parte de su concentración, como era de esperarse. Sin embargo Only solo se había lanzado un hechizo desilusionador y alejado un poco más de la escena, quería hacerle creer a jessie que estaba sola frente al desconocido, pero aguardaría cerca por si lo necesitaba.

El lobo había caído a tres metros de jessie, pero luego de haber sido obstaculizado con un laso invisible que ató las patas traseras del animal, continuó su avance más despacio, luego del hechizo que afectaba a la capacidad de habla del extraño, quien también había sido el que invocase al lobo y ordenado no detenerse hasta arañar y morder las extremidades inferiores de la bruja, cosa que podía hacer si alcanzaba a acercarse lo suficiente, ayudado por las patas delanteras e impulsado por las traseras, como pudiese.

Plaz el rinoceronte cayó a poco menos de un metro del desconocido, atado también por un lazo mágico, esta vez en las patas traseras, producto de un hechizo no verbal del extraño. El desconocido pareció caer en cuenta de que faltaba la presencia de Only y quizá confiado por eso, se animó a seguir con la agresión, aunque dio un par de pasos alejándose hacia la derecha del rinoceronte.

- Estrellatus.

Tras haber dicho el hechizo un flash de luz golpeó afectando en el acto el sentido de ver de la bruja; Ante ello, el desconocido dio un par de pasos más, hacia la derecha y hacia atrás, teniendo cuidado al parecer de no acercarse a más de tres metros de algún objeto con lo que de improviso puedera golpearse. nadie más parecía haber en el parque a excepción de los dos, era lo que bien podría creer aquel extraño que jessie no conocía, lo que no sabía es que no estaban precisamente solos.

Ahí estaba su mujer número cuatro de la tribu recién creada, intentaba recordar cual era su nombre, ya que la muy terca lo cambiaba cada dos por tres, pero dejó eso para después cuando desanimado, notó como ella ahcía desaparecer las cuerdas que la habrían atado en cuestión de centésimas de segundo. Así que nada más esta las hizo desaparecer, el insistió en otro hechizo, inflando el pecho para decir a viva voz.

- Morphos.

una de las rocas que estaba a doce metros de el samurai y aproximadamente a cinco de la mujer; La roca de dos metros por otros dos, aproximadamente acababa de ser transformada en un oso adulto pardo, que ronroneó antes de agazaparse y avalanzarse al ataque, corriendo hacia jessie y acortando rápidamente la distancia que los separaba. Sus patas eran fuertes y terminadas en garras y su capacidad para morder era prácticamente letal.

Ella dijo entonces un segundo hechizo, algo que sonó como a Corpus patronus; Aquello confundió por escasos segundos al samurai, quein atento aguardó. Unas chispas plateadas destellaron dibujando una figura indefinible y desapareció sin dejar mayor señal ¿Qué habría hecho la bruja?. pero el Samurai solo se limitó a volver a agitar la varita, pronunciado con voz clara el hechizo de su mujer número cuatro que había llegado con malos modales.

-Corpus Patronus.

Esta vez si, una silueta plateada, cambió de color rápidamente a verde con pigmentaciones más oscuras. La serpiente, de casi cuatro metros de largo era un raro espécimen africano que los ancianos del pueblo le habían dicho era venenosa, Y auqnue el samurai lo desconociera a medias, la serpiente si poseía un letal veneno capaz de transmitir con su mordedura. La reciente invocación se arrastró hasta mitad de camino entre la mujer y su invocador, tirada tan de forma tan inofensiva como una manguera de jardín.

**Off:

* Joseline Collins.

Ahí estaba la respuesta, lo cual alivió a Joseline, pese a que quien parecía ser la directora, no dijese con todas sus letras que ella era Sophie Granger. Ella tomó el documento y empezó a ojearlo de forma breve, revisando como josline pensaba que hacía, solo las partes clave como su procedencia de Estados unidos, quizá incluso su educación en una de las pocas academias de magia americanas.

La funcionaria aún no acababa de revisar el documento cuando la puerta sonó ¡cuan ocupada tendría que estar!. Joseline tomó de sus manos el documento y le agradeció; Contaba el mínimo de aprobación que esperaba recibir y notando el gesto, se puso en pie también, no sin guardar bien el documento. Cuando la jefa del cuartel de Aurors abrió la puerta, dejó ver al otro lado a un par de personas, mago y bruja, con estampa de trabajar ahí, sobre todo por el mago, pensó joseline, no se podría vestir así y visitar al ministerio si no se tenía confianza en la zona de trabajo.

-Buen día, com permiso

Se alejó a paso resuleto por el espacio despejado de escritorios y que delineaba una especie de segundo corredor, de regreso a la zona en la que se situaba la oficina en la que había sido contratada. Se permitió pensar en que les había pasado a aquellos dos empleados que llamaron a la puerta, la chica parecía haber estado al borde del desmayo; Era natural que aquel joven luciera preocupado.

-Buen día Señorita, Collins, slaudó tanto a su hermanastro como a la bruja que lo acompañaba. Erick cruzó una mirada con ella, por lo visto lo había interrumpido nada más empezar a hablar.

Tac, Tac, era el eco que acompañaba a los pasos de Only en esos momentos al subir por el interminable conjunto de tramos de escalones que separaban el primer nivel de la azotea. Only, despreocupado de que su identidad fuese revlada, ya que su rostro era cubierto por una especie de masa incorpórea de luz, empezaba a hacer un estimado del tiempo que duraría su visita a la torre; No sería mucho, desde luego, estaba en horario de trabajo y aunque era un alivio ser el feje y contar con asistentes, era mejor no dejarlos por mucho tiempo solos y si contaba con tiempo libre, desde luego iría pronto a su casa, aún contaba con poder llegar antes de hora de la cena, si la agenda de ese día transcurría según lo planeado.

Pero uno que otro detalle en el aspecto de alguno de los niveles por los que pasaba le llamó la atención, poniendo fin al cálculo mental. Acababa de fijarse, la fachada interior en grandes partes poseía un desvaído cambio en tu noalidad habitual que de por si solía ser, al estar elaborada en piedra, bien concreto o granito, o ya sea un conjunto de los tres. Intentaba dar respuesta al dilema cuando llegó a uno de los últimos niveles y escuchó la voz de quien sin duda sería una compañera, poco antes de que los pasos de esta la llevasen no muy lejos de donde el se encontraba. Quizo preguntar que había pasado, pero importaba más el hecho de que todos estuviesen ilesos. Echó un rápido vistazo a la hora para aswegurarse antes de olvidar el tema de las actividades de esa tarde; Acomodó un botón de la manga de su camisa lila antes de bajar el brazo.

- ¿Barrer? dijo al acercarse a quien acababa de bajar por el último tramo de escaleras que le faltaban por subir. Hola, ¡estás bien?, Dijo ya al llegar frente a ella y pregutarse a quien se dirigía, quizá las personas a las que pensaba haber encontrado en ese nivel se encontraba en uno de los inferiores; También le interesaba saber como se encontraba, pero no parecía ser nada grave, agotamiento por estar subiendo y bajando escaleras a toda pastilla.

** 6 planta.

- Yo la llevaré, descuida – dijo de pronto una voz masculina al pasar junto a una bruja que terminaba de atender a una bebé.

El mago que había hablado no podía ser identificado con un simple vistazo, ya que su rostro era oculto por una capa de brillante luz. Su traje formal lo confundía como cualquier funcionario del ministerio. Una vez la sanadora le cedió un poco de espacio y a su vez, llamó la atención de la pequeña, se acachó hasta su altura en la camilla en la que ella estaba sentada.

- Shhh.... no metas bulla – pidió, casi rogando que no llorase. Hizo desaparecer por un instante la máscara solo para que ella lo vises. ya, ¿nos vamos? - preguntó, y por el tono de hablar pareció que estuviera sonriendo; La ayudó a incorporarse sobre la camilla y la tomó en brazos.

-Vamos, entonces.

-Buen día señorita.... – dijo conjuntamente al hacer la reverencia, antes de apartarse un poco.

Era importante fijarse en si algún transeúnte deseaba acercarse al kiosko, nunca se sabía si estos necesitaban de ayuda, sobre todo por el desconsiderado volumen de compras en ese mes; siempre era necesario estar atento a si un mago o bruja llegaba levitando bolsas o peor, cargándolas.

-Enseguida está su pedido mi señorita – aseguró, cuando los pasos de la elfina seguían su rumgo y el cedía el el puesto en algún modo, ya que quien llegaba con el pedido era Betty. Depositó entonces la caja con la pizza y acomodó desde una bandeja y con impecable orden la taza de porcelana con el café negro, así como lo que hiciera falta, servilletas, el recipiente que contenía los terrones de azúcar. Acomodó todo de forma que resultase de agrado de la señorita servirse, aún teniendo ambas cosas frente a ella, pizza y café, es que era una pizza lo bastante grande como para dos o tres personas.

-Que la disfrute señorita – deseó la elfina, haciendo una reverencia; Queathon se había retirado ya hacia la otra clienta, atnento en caso de ser llamado por una u otra persona.

--¡ Aiiiiaaaha!

daiKIRAI datta sobakasuwo chotto

hito nadeshite TAMEiki wo hitotsu

*

http://www.youtube.com/watch?v=blaY28Dg6x014

omoikiri aketa hidari mimi no PIASU

niha nee ...

waraenai EPISOODO

yogoreta nuigurumi daite

mune wo sasu TOGE ha kienai kedo

KAERU-chan mo USAGI-chan mo

waratte kureru no

omoide ha itsumo KIREI dakedo

sore dake ja onaka ga suku no

hontou ha setsunai yoru nano ni

doushite kashira? ano hito no namida mo

omoidasenai no omoidasenai no

doushite nano?

Nananana na na, na

Nananananá na na

Na nana na nárana nana ná

Solo el grito, eso había salido de boca del samuray, pero hbaria dado igual, ya que la canción de su tierra natal resonaba en su cabeza con fuerza, como si la entonaran tres o bien cinco a seis tribus al mismo tiempo y el estuviera en medio de ellos. Cortaba el viento con cada hábil movimiento de brazo que realizaba empuñando su espada. Esperaba el arribo de su doceaba mujer, quien le traería los reportes para su pesar, de los gastos de la aldea y claro, lo mucho que comían y gastaban los tres hijos que por lo pronto ya tenía con ella ( OOO ). Quien le diría que todo habría empezado con un superficial encuentro en un desolado parque en Londres, bajo un torrencial aguacero.

Pero ahora estaba allí a las faldas del volcán nostoc amostoo, a las afueras de su tierra natal de madijarapizzu, aprovechando el tan buen clima que hacía. Su mujer número cuatro, con la que había compartido lecho la noche pasada, había salido con la suya y tras esconderle sus ropajes habituales, lo obligó, aunque no lo reconocería, a verstir con ropajes extranjeros. Así es que en esos momentos en lugar de su túnica vestía pantalón de gimnasia negro con dos franjas blancas a los costados, una camisa blanca que empezaba a pegársele completamente al torso a causa del sudor y sus botas, lo que había podido encontrar.

La imagen del volcán era inspiradora, tanto como para llamar a alguno de sus camaradas de tribus vecinas a compartir un momento de meditación, o bien un trago de agua locala, una bebida que daba sabiduría y cuya receta y hábito de tomar fue pasado de generación en generación. El lugar en el que se encontraba había sido escogido por el mismo hace un día, cuando paseaba por allí. No solo estaba despejado de árboles si no que las piedras eran planas y por alguna extraña razón le atraía. Habían tes agrupaciones de rocas, dos grandes frente a el, a lo que sería una distancia de doce metros, otras dos hacia su derecha y las restantes, que eran tres, a su espalda. Desde luego, ninguna había a su izquierda, pendiente arriba, o al menos en línea rectta y las cercanías, de manera que ante un sismo, que solían darse a menudo, no hubiera riesgo de que una se precipitáse de pronto.

El samurai soltó un resoplido, lanzando la espada al suelo, a cuatro metros a su derecha, sintiéndose interrumpido por alguien; Había escuchado la aparición de una persona. Hace casi una semana que no había empuñado la vara mágica, pero en poco más que un segundo ya la había retirado del interior de su bota y sujetado en la mano derecha, mirando con extrañeza a la mujer que había aparecido, su doceaba, a quien esperaba, pero no tan pronto. Oh, y llevaba sujetada en una de sus manos la varita que el había escondido (?) eso solo significaba una cosa, que querría hacer magia contra él, solo que no sabía que tipo de rabieta sería esta vez. El samurai prefería llevársela, darle unos azotes en el camino y platicar calmadamente ya en su tienda, el porqué de su forma brusca de llegar, así que agitó la vara apuntándola, sin importar que estuviesen separados por siete metros.

-¿Y el Buen día? – le reclamó, pero siguiendo la formulación de palabra a a:

Incárcerus.

De inmediato, tres gruesas cuerdas como furiosas serpientes salieron disparadas hacia la atractiva pelinaranja, dispuestas a enrroscarse y atarla firmemente, una alrededor de la boca, otra a la garganta y otra a las extremidades superiores, para que no intentase dar bofetadas de camino a la tienda. El samurai casi al instante se lamentó de haber atinado a dirigir una de las cuerdas a la garganta, no quería que se viese asfixiada.

¿ya se lo había cuestionado antes? sobre la rapidez con la que todo estaba ocurriendo ahí mismo frente a él, en lo que de apoco se convertía en un duelo, eso era. Only apenas si se permitió hacer un gesto negativo con la cabeza, de lado a lado, no quería perderse ninguna reacción y sobre todo, debía estar atento en caso de que las cosas se salieran del control de las manos de jessie.

Era difícil no ponerse intranquilo con la situación, lo era para Only, quien dio un par de pasos en diagonal hacia su izquierda y atrás, en todo momento, con uno que otro hechizo apunto de ser pronunciado e interrumpir la escena, pero le daría más tiempo a su prima, las cosas incluso podrían tomar un rumbo más entretenido para él, pudiendo aparecer una cómoda butaca, llamar a su elfo y pedirle que trajese algo de beber, pero naturalmente, no podía fiarse de aquel desconocido; Quizá sería bueno aparentar como que lo conocía, eso si jessie le preguntaba.

Zum, Zum, uno tras otro rayo impactó en el ancho rinoceronte que jessie había invocado a poco menos de dos metros frente a ella; la distancia a la que había sido materializado quizá había ayudado a que alcanzara a intersectar el Expelliarmus. Y ahí estaba de nuevo jessie, agitando su varita con intenciones de reducir las posibilidades del extraño, afectando a las capacidades de la rústica varita. Aún así, Only lo vió venir, el que aún antes de ponerse en pie el desconocido dibujara un triángulo en el aire al tiempo que decía.

--¡ Corpus Patronus !.

El breve destello plateado en un espacio limitado de dos metros dio forma en cuestión de lo que toma parpadear dos veces, la presencia de un lobo adulto, de pelaje castaño, que no tardó en dirigirse hacia jessie, dibujando una línea circular para rodear el obstáculo del rinoceronte y atacar a Jessie por detrás. Las garras y punzante mandíbula repleta de dientes podría causar más de una herida a las extremidades inferiores. Ya de pie el intruso dio un par de pasos hacia su derecha y hacia atrás, como poniendo más distancia con jessie y el rinoceronte, separados sin saberlo a ocho metros; Only sospechaba que a el desconocido tampoco le haría gracia acercarce hacia donde el aguardaba.

 Morphos.

el hechizo pronunciado por lo bajo apenas si pudo ser distinguido por Only, quien suponía que otro poco había hecho su prima, ocupada con el ataque del lobo. Ah, el desconocido había transformado sus horrendas gafas de marco grueso, por una pequeña piedrita que Only alcanzó a reconocer, un bezoar que fue escondido en la mano izquierda del extraño. Only empezaba a pensar que el sujeto quería darle largas al asunto, o simplemente empezaba a confiarse, a lo que él no sabía si darle la razón, el rinoceronte solo había sido afectado por las babosas y los problemas digestivos no serían gran dificultad; Pero lo que importaba era jesie, quien le hacía frente a la situación.

Hola, y gracias por responder Mynerva, como me gusta compulsear contigo paso a postear de nuevo D: ya a ver.

pasa que cierta personita que no diré que es mi hermana Alyka, tiene algunos contratiempos para por fin pasarse a pedir la actualización de la bóveda, ahora, es necesario que se pase únicamente y en un principio ella, si ya el registro en el subforo del MM, tiene ya los cambios que la bóveda tendría que tener en la actualidad?

 

http://i.imgur.com/plVtv.png

http://i267.photobucket.com/albums/ii291/coyo_t/Westrong/uhObh-Imgur.png?t=1342381881

 

http://i267.photobucket.com/albums/ii291/coyo_t/Westrong/wp3M6-Imgur.png?t=1342381755

Alyka de Ramírez

[Fundadora]

Ficha || Bóveda

Only Marauder

Ficha || Bóveda

Aime Westrong

Ficha || Bóveda

Mary Adler Westrong

Ficha || Bóveda

Gomita Haughton Westrong

Ficha || Bóveda

 

Hola Mynerva

noté que en lugar del subtítulo : total 0

en esta bóveda

http://www.harrylatino.org/index.php?showtopic=98177odule=messaging&section=view&do=showConversation&

pusieron no autorizada, cuando incluso tú y lo agradezco, editaste el 1 post para agregar un linck que al parecer faltaba. la bóveda fue creada nada más estar visible el topic on rol en el callejón diagon y desde luego, sobrepasó el mínimo de actividad del mes de julio, en este caso, por eso, me extraña que esté eso como subtítulo cuando se pidió como es habitual que se la incluyera al censo de bóvedas.

*deja calletas de chocolate*

saludos mágicos.