Leandro Stinson

Alguien más se había sumado a la acción, haciendo más divertidas las cosas.

-Silencius- dijo Leandro apuntando a Goderic, justo antes de que este intentara pronunciar su tripio sectusempra. De esta manera el hechizo no saldría y sus compañeros y el quedarían sanos y salvos.

-Silencius- volvió a decir apuntando aun a Goderic, esta vez lo hizo antes que este intentara pronunciar su limítate. Provocando que no pudiera articular palabra alguna y su hechizo no saliera.

Rápidamente vio como otro enemigo se sumaba a la batalla, no le daría tiempo a nada. Tenía ganas de acabar con este entrenamiento rápido así que la apunto con su varita y murmuró:

-Expelliarmus- y el efecto fue inmediato, un rayo salió dirigido hacia Binfeyd con intenciones de desarmarla. De impactar haría volar su varita a unos dos metros detrás de ella haciendo que se demore y descuide bastante si quería recuperarla.

-incarcerus- dijo a continuación aun apuntando a Binfeyd, de esta manera tres gruesas cuerdas salieron dirigidas hacia ella. La primera ataría sus manos haciendo muy difícil que apuntara. La segunda ataría sus pies, a la altura de los tobillos y la haría caer de bruces al suelo. Por ultimo, la tercera, bloquearía su boca impidiendo que pudiera decir palabra alguna.

El equipo contrario estaba como distraído, Leandro suponía que debía de ser debido a que uno de ellos había caído con extremada rapidez. En cambio él no era de confiarse nunca así que busco con la mirada otra de las características rocas que adornaban el jardín de la Evans McGonagall y la apuntó con Narsil.

-Morphos- dijo con tranquilidad y la roca, de gran tamaño, mutó y se transformó en un oso pardo que se colocó a la par de sus otras dos defensas (el rinoceronte y el puma) destinado nada mas ni nada menos que a defender al mago.

Uno de sus enemigos ya había caído por su mortal rayo escarlata, asi que paso a atacar absolutamente a otro de ellos. A quien parecía el más poderoso. Al mismo tiempo pudo ver como su corpus patronus lo defendia de un vano intento de desarmarlo que venia por parte de Nym.

-Sectusempra- murmuró apuntando a Zbigniew Fined, otra vez como hacia minutos un rayo salio volando desde Narsil, su varita. Recorrió los pocos metros que los separaban e impacto en el pecho del mago. De esta manera lo mataría ya que le provocó grandes cortes en el torso que hacían que pierda mucha sangre.

-Expelliarmus- dijo apuntando al mismo objetivo, Zbigniew Fined. Decidió desarmarlo para que no pudiera más atacarlo. De impactar el rayo la varita del mago volaría a tres metros y medio a su izquierda haciendo muy difícil que la recuperase.

No iba a descuidarse en la batalla, por lo que se dispuso a hacer sus respectivas defensas.

-Corpus patronus- murmuró y de su varita se materializaron miles de hilitos plateados que dieron forma a un gran rinoceronte macho. Este por órdenes mentales del mago se colocó frente a él y lo defendería o atacaría solo en caso de que Leandro se lo ordenase.

-Morphos- dijo en segundo lugar, apuntando a una gran roca que se encontraba en los jardines cerca de el. Esta muto al instante convirtiéndose en un puma de aproximadamente un metro y medio de alto con afiladas garras y dientes. Este se colocó junto al rinoceronte esperando ordenes de su invocador.

La batalla había empezado con rapidez, pero de todas maneras Leandro ya tenia premeditado que hacer así que sin dudarlo apunto a un enemigo y comenzó.

-Limitate- dijo con claridad apuntando a Zbigniew Fined y el efecto fue inmediato. Su varita vibró y ya no podría lanzar rayos ni realizar invocaciones. De esta manera esperaba poder tomar ventaja sobre el bando contrario.

-Sectusempra- fue su segundo hechizo, pero esta vez apuntaba a Madeleine. Inmediatamente un rayo rojizo salió volando hasta el pecho de la mujer. Impactaría en ella y le provocaría enormes heridas sangrantes que la matarían en poco tiempo.

Leandro había recibido el llamado de su compañero de bando. Debía acudir a su llamado, no podía ser de otra manera. Apurado, se dirigió hasta el closet de su habitación y sin perder tiempo se colocó una larga túnica color azul oscuro que lo cubría desde los hombros a los pies. Por último, con un movimiento de la varita se colocó la característica mascara de luz que protegería su identidad durante la batalla

Sin más, con ayuda de su elfo se apareció en los alrededores de la Mansión Evans McGonagall. Sintió de golpe el calor que hacía a pesar de ser de mañana pudo notar que aproximadamente debían de hacer 25° Celsius a la sombra.

En las calles de Ottery haia un desfile que aparentemente era por la fundación del pueblo. Pero ellos de todas maneras se habían juntado en la mansión a practicar ya que estaban protegidos por un hechizo para no ser vistos.

Al instante pudo ver a los enemigos y también a varios de sus compañeros así que entro corriendo por la puerta principal del jardín y se posiciono cerca de todos sus aliados y a unos ocho metros de los enemigos.

Dejo mi momento vago y paso a dejar mis votos xD

Premios para Aspirantes:

El/la más aplicad@ de la Academia

Coco Channel

El/la dueñ@ de "La Madriguera"

--

El/la más cotizad@

--

El/la más suicida

--

El/la más perver

--

El/la Más despistad@

--

El/la Más timid@

--

Aspirante por Siempre

--

Premios Especiales para Aspirantes:

El/la mejor Aspirante

Heliké Rambaldi Vladimir

Coco Channel

El/la mejor roler@

--

El/la mejor duelista

--

El/la más Fenixian@

Coco Channel

Heliké Rambaldi Vladimir

Futura Promesa de la Orden del Fénix

Coco Channel

Heliké Rambaldi Vladimir

Premios Orden del Fénix:

La más sexy

-Felicity Weasley (tres veces )

El más sexy

-Marcus McGonagall

-Goderic Slithering

La mejor pareja

-Mei Potter Black & Héctor Weasley D.

-Felicity Weasley & Leandro Stinson

El/la más cotizad@

-Marcus McGonagall

-Felicity Weasley

-Goderic Slithering

El/la más loc@

-Mary Adler Westrong

El/la más vag@

-Zbigniew Fined

-Marcus McGonagall

-Leandro Stinson (no me gusta votarme a mi mismo pero no puede ser de otra manera en esta categoría )

El/la más Perver

--

El/la más tiern@

-Bodrik

El/la más egocéntric@

-Mey Potter Black

-Zbigniew Fined

El/la más activ@

-Felicity Weasley

-Xell Vladimir

-Andrómeda Perseus

El/la más creativ@

-Felicity Weasley

- Xell Vladimir

El/la más gruñón(a)

-Goderic Slitherin(por msn )

El/la más divertid@

-Mary Adler Westrong

-Mey Potter Black

El/la mejor compañer@

-Gitax Weasley

-Mei Black Delacour

-Emily Cartwright (Mira Kim, después decís que no te quiero v.v)

El/la más spamer

--

El/la más despistad@

- Mary Adler Westrong

-Jank Ravenclaw R.

El/la más suicida

Paú Gryffindor

Andrómeda Perseus

El/la OdF meteoro

-Marcus McGonagall

-Zbigniew Fined

El/la noctámbul@ de la OdF

-Héctor Weasley D.

-Mei Black Delacour

El/la más "querid@" por los Mortífagos

-Andrómeda Perseus

-Paú Gryffindor

- Gomita Westrong

Premios Especiales Orden del Fénix:

Leyenda OdF

Aldrich

Mejor OdF

-Felicity Weasley

-Goderic Slithering

Revelación OdF

-Andrómeda Perseus

Promesa de la OdF

-Andrómeda Perseus

-Paú Gryffindor

-Xell Vladimir

Mejor Perfil OdF

-Mey Potter Black

-Felicity Weasley

-Goderic Slitherin-

Mejor Roler@

-Saya Black

-Felicity Weasley

Mejor Duelista

-Gitax Weasley

-Goderic Slitherin

-Hector Weasley

El/la Mejor Firmer@

-Belu Snape

-Brardolla

El/la Mejor Blinker@

-Belu Snape

Mejor Guardián(a)

-Xell Vladimir

-Andrómeda Perseus

-Mei Black Delacour

Mejor Cazador(a) de Mortífagos

-Goderic Slitherin

-Gitax Weasley

Mejor Brigada

-Almas del Fénix

Mejor Proyecto

-Misiones

Mejor negocio OdF

-The Hunters

Mejor familia OdF

-Delacour

-Weasley

Premios extraordinarios a Mortífagos:

El/la Mortífag@ más cazad@

-Lisa Weasley Rambaldi

-Radamantys

El/la mortífag@ más "querid@"

-Patrick Colt

-Radamantys

Dejo actualización de prisioneros, después ni bien pasen con los que aun no van a SM actualizo la lista de inhabilitados. Perdon por ser tan vago, tratare de pasarme mas seguido.

Registro prisioneros:

Abaddon:

Evarela (2 roles, post #412)– Ingresa: 29 de Septiembre las 03:02 AM

Radamantys (3 roles, post #443)–Ingresa: 08 de Octubre las 02:38 AM

Lisa Weasley (5 roles, post #442)– Ingresa: 09 de Octubre las 12:27 AM

Pik Malfoy (2 roles, post #506)– Ingresa: 09 de Octubre las 12:27 AM

Blackimse (3 roles, post #507)– Ingresa: 10 de Octubre las 07:18 PM

 

 

Nurmengard:

-Zbignew Fined (2 roles, post #494) – Ingresa el 25 de Septiembre a las 04:34 PM

ACLARACIÓN: El horario que he utilizado para dejar los registros es en el Horario de HL (o sea, el de Londres).

Registro de inhabitados:

Inhabilitados a entrar a redadas/capturas:

• Por salida inválida en Abaddon (por salir antes de tiempo):
  --
   
  
• Por no completar 3 roles en San Mungo:
  Marca Tenebrosa:
  -
   
  Orden del Fénix:
  -
   
  Neutrales:
  -
   
  

Edito: Gracias Andro era verdad lo de Evarela, se me paso. Tambien saque a Ginni...

Apenas escuchó el hechizo que Felicity había realizado supo que pasaría. Narsil en su diestra vibró a causa del limitate, a partir de ese momento se encontraba sumamente restringido. apenas podría realizar un hechizo mas libremente después ya no podría lanzar rayos ni invocaciones. Una muy buena jugada de parte de su amada. De todas maneras no perdió el tiempo lamentándose sino que aun apuntándola volvió a decir:

-¡Incarcerus!- otra vez, como hacia varios minutos antes tres gruesas cuerdas salieron directo hacia Felicity.

No tardaron nada en recorrer la distancia que los separaba y como ella ya tenia los pies atados estas irían a otras partes de su cuerpo. La primera ataría su torso, aprisionando sus manos a el. Apenas arriba de sus muñecas de manera de que la varita quedaba apuntando hacia abajo en una posición extremadamente incomoda para tener buena puntería. Prácticamente imposible.

La segunda y tercera cuerda volaron hasta atarse respectivamente en sus ojos y boca. De esta manera no podría pronunciar palabra alguna ni tampoco ver absolutamente nada. Todo esto sucedió momentos antes de que ella enviara un sectusempra directo hacia el del que debía defenderse.

-¡Protego!- dijo con claridad y al instante se materializo un escudo ambarino frente al el. El rayo de Fee impacto en el mismo y no paso de ahí. De esta manera Leandro continuaba ileso a pesar de los varios intentos de asesinato de su novia.

Esperaba que esto bastara para poder finalizar el duelo, ganarlo y simplemente poder ir a pasar la noche a algún lugar mas intimo y tranquilo con su rival. Pero no dijo nada, solo se limito a mirarla, alerta a ver que seguía.

La batalla ya había comenzado sin el, algo que no le molesto en lo mas mínimo ya que rápidamente se sumaría a la misma. Apunto con elegancia a uno de los magos tenebrosos, cuya silueta le parecía conocida de combates anteriores y murmuro:

-Silencius- El efecto fue inmediato. DE la boca del mortifago Radamantys no saldría palabra alguna por un buen rato. Se encontraba enmudecido por el hechizo de Leandro.

-Sectusempra- agregó sin perder tiempo alguno, aun apuntando al mismo objetivo (Radamantys). Un rayo de color escarlata salió a toda velocidad de Narsil, su varita, dirigido directamente el pecho del mortifago. De impactarle provocaría enormes heridas sangrantes que requerirían curación inmediata.

En el momento en que se cruzó con aquel patronus, una jirafa, supo que se trataba de un compañero de la Orden. Por eso mismo dejo de lado la revista que se encontraba leyendo y le prestó atención.

Se trataba, nada mas ni nada menos, que de un rescate. Una de sus colegas de bando había dado con la localización de Nurmengard. Debía ir hasta la Isla Trinidad y Martin Vaz, en Brasil. Por lo que se coloco la capa de viaje sobre la remera que llevaba y a la vez la característica mascara de luz.

Con ayuda de su elfo se materializo en los terrenos de la prisión mortifaga y como varios de sus compañeros momentos antes derribaron las defensas solo avanzo corriendo hasta el interior de la misma preparado para la batalla.

Leandro sonrió abiertamente ante la respuesta y la sonrisa inocente de ella, si no la conociera le habría creído pero él sabía que Fee de inocente en batallas no tenía nada. Aunque también admitía que en este duelo estaba un poco más tranquila, quizá decía la verdad y no intentaba matarlo, al menos no tan directamente.

En ese momento en que Leandro se había ensimismado pensando Fee ya había invocado un corpus patronus, un enorme toro que corría hacia él. Pero por el momento no se preocupo de el ya que su expelliarmus lo había retrasado. Así que volvió a apuntar hacia ella para anticiparse a su próximo ataque.

-¡Silencius!- el efecto fue inmediato, Felicity de golpe se encontró enmudecida. Pudo ver como ella intentaba pronunciar un hechizo (morphos) pero lógicamente no salió palabra alguna de sus labios.

A continuación, como no planeaba que ese enorme toro llegara a él se dispuso a matarlo, aun estaba bastante lejos de dañarlo por lo que no tuvo problema para apuntarlo y murmurar:

-¡Sectusempra!- el rayo escarlata golpeo de lleno en el animal provocándole heridas y al instante la muerte. No era una muerte verdadera sino que simplemente desapareció, ya no sería problema para el mago, ahora solo debía preocuparse solo por su rival nuevamente.

Leandro negó con la cabeza al notar como ella se quitaba dos cuerdas con solo un evanesco. Quizá podría haberlo hecho mejor y atarle el torso completo pero en el momento no se dio cuenta. Se había equivocado pero al menos ella aun seguía con las piernas atadas, apoyada contra el tronco de un árbol y con una movilidad muy reducida.

Como en ningún momento había dejado de estar atento observó como aparentemente Felicity intentaba atacarlo de nuevo, pero se adelantó.

-¡Silencius!- pronunció rápida pero claramente y el efecto fue inmediato. De los labios de Fee solo se escuchó “sect…” y nada mas por que fue afectada por el hechizo del mago. Su fin se había cumplido, la dejo enmudecida en el momento justo y de esa manera evito su ataque.

-¿Intentaste…?- iba a preguntarle algo pero se quedo en mitad cambiando rápidamente de idea. –Si te dejabas atada planeaba llevarte directamente ahí- agregó haciendo alusión a su comentario sobre la cama y esperando que su primera pregunta pasara desapercibida.

-¡Expelliarmus!- dijo a continuación sin esperar respuesta, de la punta de Narsil se materializo un rayo color ambarino que voló a una enorme velocidad hacia Felicity. Impactaría directo en su pecho y la desarmaría. Su varita volaría a cinco metros hacia la derecha de la bruja.

Leandro pudo ver como Fee realizaba un aguamenti para acabar con los efectos de su floreus. Debía admitir encantaba aquella mujer, la gracia con la que se movía y actuaba incluso en situaciones de batalla como aquella. Pero no dijo nada, al menos no sobre el tema, se limito a aprovechar aquella situación.

-¡Incarcerus!- dijo momentos después de que ella se colocara una de las rosas en su cabello y tres gruesas cuerdas volaron directamente hacia Felicity.

Si bien no tenía intenciones de lastimarla, la primera de ellas ataría sus manos juntas de manera que le dificultaría la puntería. La segunda, en cambio, iría directo a sus piernas aprisionándolas con fuerza a la altura de sus tobillos. Por último, la tercera cubriría su boca impidiéndole así pronunciar palabra alguna.

Segundos más tardes de su hechizo sintió como un rayo le impactaba. Supuso que Felicity había utilizado algún hechizo no verbal ya que no la había escuchado pronunciar palabra alguna. Muy inteligente de su parte.

Sonrió al sentir como su visión se limitaba, ya sabía que le había hecho. Era un conjuntivitis por lo que se apunto al rostro con la varita y murmuro:

-¡Finite incantatem!- y de inmediato recupero completamente la visión. Ya no tendría problemas para apuntar correctamente.

-Te ves bien así atada, ¿te puedo llevar a casa ya?- bromeó al verla allí reducida, controlada. Sabía que quizás no le respondiera, si no quitaba la cuerda de su boca. De todas maneras no dejaba de estar alerta, no se olvidaba que quien estaba frente a él era una de las mejores duelistas de la Orden del Fénix.

Leandro caminaba en extrema alerta por los terrenos de la orden. Narsil, su varita de madera de sauce, estaba firme en su mano derecha desde hacia varios minutos que la sacó para conjurar un patronus.

Dicho patronus, el pequeño zorro ártico, caminaba a la par del mago alejando así a todos los dementores que a pesar de su tamaño le temían demasiado. No entendía por qué ni quien había enviado a dichas criaturas hasta allí. Aunque sospechaba que podría ser obra de mortifagos por lo que se adentró a investigar.

A medida que entraba al bosque todo se ponía más oscuro, mas de una vez casi tropezó con algún que otro tronco o raíz oculta en el suelo. Se lamentó también porque llevaba puesta una túnica completamente nueva y de seguro ya estaría desgarrada en alguna parte por aquella incursión.

No tardo demasiado en encontrar señales de vida, a varios metros de él pudo ver como se materializaba otro patronus que reconoció al instante. «Felicity» Pensó avanzando con rapidez hasta allí. No podía creerlo, ¿y si estaba en peligro? Trató de no pensar en aquello mientras avanzaba cada vez a más velocidad.

¿Leandro?- escuchó y cayó en la cuenta de por qué se habían encontrado, el duelo.

-Sí, soy yo, ¿estás bien?- Respondió y tuvo que reprimir el impulso de acudir a ella, parecía agitada, asustada. Por un momento hasta se planteó terminar con todo esto del duelo e ir hasta ella, abrazarla y largarse de este maldito lugar. Idea que dejó de lado cuando la vio incorporarse decidida.

–No sé porque hay dementores acá. Pero terminemos con esto de una vez por todas- Agregó levantando a Narsil y poniéndose en guardia. Esperó a que ella también esté preparada para hacer el primer movimiento.

-¡Floreus!- apenas había murmurado el hechizo apuntando directamente a ella, pero estaba convencido que tendría efecto.

La próxima vez que Felicity quiera realizar algún hechizo de su varita solo saldría un pequeño ramo de rosas rojas. Sin importar que intentara conjurar.

-Te traje flores cariño… ¿Me vas a decir que no soy un amor?- Dijo a modo de broma mostrando una enorme sonrisa. Por el momento no se planteaba la idea de atacarla mas, esperaría a ver su reacción.

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Sara , si es templario vs templario. Suerte

Una vez más Leandro acudía a la torre llevando el cadáver de una Mortifaga. Si llevaba bien la cuenta era el cuarto mago tenebroso que el mismo había cargado hasta a la prisión. Pero esta vez era diferente, esta vez se trataba de Monica Malfoy, un pez gordo dentro de la marca tenebrosa, un alto rango de los que eran verdaderamente peligrosos sueltos. De todas maneras no habían tenido muchos problemas en capturarla en el mismísimo Catillo Crowley.

Como siempre que llevaba prisioneros estos levitaban a apenas un metro sobre el suelo y seguían al fenixiano en cada paso que el daba. Esta vez debido a rango del prisionero se dirigió directamente a la última planta. Busco una celda un tanto alejada de otros prisioneros y deposito el cadáver de la mortifaga en el húmedo suelo del lugar.

A continuación con un movimiento de la varita unas gruesas cadenas salieron del techo de la celda, estas ataron las muñecas de la mortifaga y la levantaron para dejarla colgando en una posición bastante incomoda. De la misma manera unas cadenas similares, muy fuertes, salieron desde el suelo y ataron sus pies. Imposibilitándola así a hacer cualquier tipo de movimiento.

Como ya estaba segura la apunto con la varita y murmuro un “Enervate” para que de a poco vuelva a recobrar la conciencia y reviviera. También se encargó de curar con un par de “Episkeys” gran parte de las heridas que le habían provocado en la batalla. Aunque no todas, todavía tenía muchas de ellas y la verdad es que para ser un alto rango tenía un aspecto lamentable.

Además, como no tenía ánimos para escuchar lo que ella podría decir lanzo un incarcerus y unas gruesas cueras cubrieron la boca y ojos de Monica, imposibilitándole el habla y la vista. Como la mortifaga estaba completamente controlada salió de la celda y la cerró con magia. Iría hasta The Hunters a pasar reporte del encarcelamiento.

Como el día anterior, Leandro apareció en los terrenos de la torre Abaddon. El motivo era el mismo que lo había llevado hasta allí ayer, solo que esta vez no solo un prisionero levitaba tras él, sino dos de ellos. A decir verdad Leandro no estaba muy contento de haberlos matado, tranquilamente podrían haberse entregado pacíficamente, pero eran mortifagos no lo veían así.

Sin más Leandro camino hasta la puerta de entrada a la torre pasando por cada una de las defensas sin que ninguna criatura lo interrumpiera. A pesar de llevar la máscara de luz todas las defensas lo reconocían. Esta vez no andaba con muchos ánimos, tal vez por la redada frustrada de hacia unas horas, así que paso sin interactuar con ninguna de las veelas ni la esfinge.

Cuando ingresó a la torre no hizo como siempre que dejaba a los prisioneros en las últimas plantas, esas ya estaban llenas de mortifagos y además los que traía hoy parecían inofensivos. Así que simplemente subió a la segunda planta para ubicarlos en alguna celda.

Entró a una de las primeras puertas de metal de la morada y con un movimiento de la varita depositó el cuerpo de Kurt Ayrton Ravenclaw en el frio suelo de cemento. Al instante unas gruesas cadenas mágicas lo fijaron al suelo tomándolo de los brazos, piernas y torso. De esta manera era imposible que intentara algo.

-¡Enervate!- Murmuró apuntando al cuerpo para que se reanimara. Luego con un par de movimientos de la varita sano parte de sus heridas, pero no todas. Las suficientes como para que puede hablar para ser interrogado.

-Bienvenido a Abaddon- Le dijo antes de girarse, salir de la celda y cerrarla con magia.

Aun le faltaba encargarse de la mortifaga por lo que camino hasta el final de la planta, a una celda bastante alejada de la de su compañero. De la misma manera depositó el cuerpo de Akiza Ravenclaw en el suelo y unas cadenas similares a las anteriormente mencionadas tomaron sus brazos, pies y torso dejándola sin posibilidad de movimiento alguno.

-¡Enervate!- Dijo de forma desganada apuntando a la mortifaga, de esta manera empezó de a poco a recobrar el conocimiento. Leandro a la vez pensó en un par de “episkeys” para curarle en su mayoría las heridas superficiales.

-Bienvenida también a la torre Abaddon- Le dijo con ironía y se alejó del lugar cerrando la puerta de la celda con magia.

Paso a dejar el análisis del asalto en Paradise Club. Donde fueron capturados Radamantys, Mía y Lisa. No tuve muchos inconvenientes ya que fue cortito y claro xD pero cualquier error que noten me avisan y edito.

Saludos!

Todavía llevaba la túnica que había usado en la batalla de la noche anterior, además también tenia el rostro cubierto por la mascara de luz para que los prisioneros no pudieses reconocerlo. No tuvo problemas para pasar las defensas ya que tanto las veelas, como la esfinge y los dragones lo reconocían como fenixiano por sus innumerables guardias allí.

Cuando ingreso a la torre noto mucho movimiento, varios de sus compañeros se encontraban allí y a muchos de ellos aun no conocía. A cada uno que se cruzaba los saludaba con un gesto de la cabeza esperando que entiendan que tenía prisa por dejar a la prisionera en una celda lo antes posible.

Para que no tenga a compañeros cerca fue hasta una de las últimas celdas de la anteúltima planta y con un movimiento suave de su varita deposito el cadáver de Mía Black Lestrange en el frio suelo de cemento de la celda. Al instante, del mismo suelo, surgieron varias gruesas cadenas que la ataron. Fijaron sus pies para que no pueda pararse, sus brazos para que no los mueva y su torso para asegurarla completamente. Estaba por demás claro que las cadenas no se romperían con fuerza física.

-Enervate- susurró Leandro apuntando a la mortifaga que de a poco fue recuperando la conciencia. «Episkey», «Episkey» Pensó y así curo gran parte de las heridas que tenia la mortifaga. Lo suficiente para que despertara y pudieran interrogarla. Cosa que con gusto haría el pero estaba demasiado cansado por lo que salió de la celda y la cerro con magia para que no pudiera escapar.

Se apresuró a subir hasta el piso superior donde encontró a dos guardianas en pleno trabajo de interrogación. (Xell y Andro)

-Buenas… Disculpen que las moleste pero deje un prisionero en la ultima celda del piso anteúltimo piso, ¿Podrían ocuparse?- Les preguntó –Por qué yo estoy muy cansado, ya la reviví y sané. Solo queda interrogarla- Concluyó

Cada paso que Stinson daba tenía que esquivar las rocas que había en el suelo. La mayoría tenía un tamaño pequeño, no mucho más grande que una pelota de tenis, pero algunas eran lo bastante grandes como para aplastar a un ser humano con facilidad.

El sitio estaba en ruinas, Leandro había escuchado una vez y no dudo en elegirlo como destino de aquel duelo. Según decían antiguamente una gran ciudad se había establecido allí. La antigua Ciudad de Lordaeron antaño rebosaba de fama, dinero y edificios. Ahora solo quedaban escombros.

Se dirigió hasta lo que antiguamente era el patio interno, o la parte trasera de un gran castillo. En el centro del lugar se podía ver una gran fuente de mármol, muy deteriorada y con señales de que el agua hacia mucho tiempo que no la tocaba. De ella salían 4 caminos de piedra hacia distintos lugares. Y dividía al patio en cuadrantes.

En el ultimo, el mas alejado Leandro pudo notar que había varias lapidas (que seguramente pertenecían a los miembros del castillo) tan antiguas como todo allí, por el momento no se acercó a ellas sino que fue caminando directamente hasta el centro del patio. En el otro costado también había restos de viejas columnas y parte de edificios derrumbados por la guerra.

Leandro no podía hacer más que esperar a su oponente así que cuando llego por fin al centro de aquel lugar se sentó en la vieja fuente a esperar. Debido al intenso calor del lugar se quito los zapatos y los dejo a un costado, bastante lejos de él. A continuación arremango la túnica de cuerpo completo que llevaba, un tanto arrepentido por que no se percato a tiempo del calor que podía hacer allí.

En ese momento se percato de una sombra, una persona que se acercaba hasta el. Seguramente era su rival de aquel duelo asi que no perdió tiempo y se puso de pie empuñando a Narsil en la diestra.

-¡Bienvenido a la Ruinosa Ciudad de Lordaeron!- Le dijo mientras apuntaba a su pecho. –Espero estés preparado- Culminó

-Sectusempra- Dijo en un susurro un rayo escarlata voló directamente dirigido al pecho de Fined.

De impactar provocaría en el unas profundas heridas, cortes en el torso. Las mismas sangrarían mucho, tanto que de no curarse a tiempo harían que muera a causa de la perdida de sangre. Si bien Leandro esperaba que su rival se defendiera, pues conocía su habilidad en los duelos, no descartaba la posibilidad de haberlo tomarlo desprevenido.

La directora aun no había llegado y ellos, los reporteros, ya estaban todos ubicados en la mesa de reuniones. Leandro tomo asiento en uno de los costados de la mesa, un tanto alejado de la puerta de entrada y Felicity se acomodó a su lado.

Escuchó que esta hacia una pregunta y giró la cabeza para mirarla mientras hablaba. Cuando terminó fue el primero de los presentes en responder.

-Yo pensaba cubrir el Quidditch- Comentó ya que estaba involucrado en la liga, es mas, este torneo pensaba participar activamente de la misma. –Y también podría hacer algunos reportes sobre los sucesos actuales, ya saben a lo que me refiero- Terminó haciendo referencia a los recientes ataques mortifagos, por el momento podía hablar libremente ya que todos los presentes eran miembros de la orden del fénix. Aunque momentos después entro la directora y ahí debía cuidar más lo que decía.

Momentos mas tarde sintió como Fee le tomaba la mano y empezaba a hablarle pero no llego a terminar la pregunta que un fuerte portazo interrumpió la escena. A diferencia de Fee él se quedó sentado, observando con atención la puerta de entrada a la sala.

Aparentemente el Lycan que había entrado estaba buscando a alguien, mas precisamente a la directora que se encontraba en la cabecera de la mesa. Instintivamente al ver los modos del sujeto Leandro comprendió que nada bueno poda salir de ahí, así que con disimulo tomo su varita, Narsil, y la mantuvo oculta pero lista para utilizarla.

Observo que el hombre lobo daba unas vueltas y se colocaba tras Bel, en ese momento noto como Fee lo miraba y tomo esto como una señal, asintió con la cabeza y se puso de pie lentamente. Sabia que si el desconocido intentaba algo la bruja lo atacaría y Leandro estaría atento también para protegerla a ella y a los demás.

Un torrente de adrenalina lo invadió cuando el licántropo destruyo prácticamente la mesa, Leandro ya no ocultaba su varita sino que la tenia apuntando directamente al pecho del mismo. De todas maneras Felicity fue mas rápida, el ataque provoco que Damon se retrazara, pero no lo detuvo del todo. De todas maneras, con sus ojos heridos y todo tomo a Bel y se la cargó al hombro.

Leandro no podía tolerar una cosa así, mucho menos en un lugar tan publico. Así que decidió actuar.

-Incarcerus- La palabra brotó de su boca como un leve susurro, y tres gruesas cuerdas se materializaron de la punta de Narsil y fueron directamente hacia Damon. La primera de ellas ato sus piernas, la segunda fijo sus manos y la ultima fue hacia los ojos impidiendo así que pueda ver. Las cuerdas no eran comunes, al ser mágicas solo se podrían quitar con magia, no era posible que el Licántropo las rompiera solo con su fuerza física.

«Aresto Momentum» Como el ataque provocó que Damon cayera al suelo Leandro pensó rápidamente en este hechizo esta vez apuntando a la directora del periódico, así evito que Bel cayera junto. En realidad si cayo pero de manera suave como una pluma sin provocarse daños.

En ese momento Leandro no pensó en otra cosa más que en la seguridad del grupo, no se dio cuenta que cualquiera que lo haya visto sabría con exactitud que no era la primera vez que empuñaba la varita para atacar a alguien.

-¿Y la seguridad? ¿Dónde está?- Preguntó a Bel. –No puede ser que dejen subir a alguien peligroso hasta aquí- Finalizó mientras observaba el desorden que había provocado aquel hombre en la habitación tan solo en pocos munitos

-¿Que hacemos ahora? No podemos dejarlo suelto- le dijo en un susurro a Fee, no sin antes acercarse unos pasos. Con el revuelo que había estaba seguro de que nadie mas que ella lo había oído.

Un fuerte “PAFF” sonó cuando Leandro entro de un portazo a la mansión de su familia, la Delacour, con solo un par de pasos llegó a los sillones centrales del vestíbulo y se desparramo en el más grande de ellos.

-¡AGARD!- Llamó en un grito y su diminuto elfo apareció a su lado apenas unos segundos después.

-¿Si, amo?- Las palabras salieron agudas y con torpeza de la boca del elfo.

-¿Dónde está mi prima Mei? Pensé que andaría por acá- Preguntó mirando el techo.

-Se ha ido a Dubai, al casino. Pensé que lo sab…-

-¡¡El casino!!- Lo interrumpió Leandro poniéndose de pie –me olvide completamente- continuó sacando una vieja recordadora de la chaqueta, la misma estaba llena de humo blanco –esta cosa ya no funciona, en realidad creo que nunca funciono bien- terminó tirándola sobre el sofá y poniéndose en camino hacia su cuarto.

**********************

Media hora más tarde ya estaba en las puertas del casino, en Dubai, era realmente impresionante aquél país. La primera vez que lo había visitado fue en su clase de duelo básico, sus profesores decidieron llevar la clase en lo alto del hotel Burj Al Arab. Una experiencia inolvidable. No pudo evitar sonreír al recordarse a sí mismo en esas clases, no tenía ni idea de cómo empuñar correctamente una varia en una batalla y ni se imaginaba cuanto terminarían gustándole en el futuro.

Antes de entrar se alisó el traje de gala que traía. No era nada de otro mundo, bastante común, de color negro y debajo una camisa celeste a juego con sus ojos. No le gustaba vestir de manera extravagante pero tampoco se podía negar que lo simple le sentaba bien.

Al entrar al casino el aire caliente del interior le choco contra el rostro e hizo que lo arrugue en una mueca. El lugar estaba abarrotado de gente que iba y venía por las distintas atracciones, muchos de ellos eran evidentemente magos y otros por como vestían supuso que eran muggles lugareños.

No tardo más de cinco minutos en ver a gente conocida, en una mesa se encontraban nada mas ni nada menos que su prima Mei y Gitax, de quien no estaba seguro aun si tenían algún parentesco. Sin más vueltas se dirigió hasta ellos.

-¿Planeaban divertirse sin mi?- Les preguntó acercándose por detrás con una enorme sonrisa mientras le hacía seña al mesero para que les lleve algo para tomar.

Después del rescate Leandro había pasado la noche en la prisión. Mas exactamente en el último de los pisos junto a las celdas de los mortifagos que aun quedaban encerrados. El rescate no había sido muy efectivo solo uno de los prisioneros logró salir, curiosamente los otros seguían encadenados en sus celdas. Se sentía orgulloso de la defensa fenixiana, la velocidad con la que sus compañeros de bando llegaron a defender fue increíble.

Salió de su ensimismamiento por un momento para subir a la tarraza a tomar un poco de aire, en el exterior un fuerte viento azotaba la torre, tanto que ráfaga casi lo hace tropezar per estaba atento y se mantuvo en pie apoyando su zurda contra la pared. Los síntomas del agotamiento de la batalla pasada empezaban a hacer efecto en el, pero no quería abandonar la prisión por si ocurría otro ataque.

Cuando se asomó pudo ver que un compañero de bando estaba hablando con la esfinge. No supo quién era, desde aquella distancia era imposible distinguirlo por eso mismo decidió ir a su encuentro. Ágil y silencioso como un lince descendió todas las plantas hasta llegar a la entrada. La guardiana recién llegada era desconocida para Leandro. Si bien llevaba masca de luz, como él, de ser una amiga la habría identificado.

-No sé si queda alguien más que yo, y no estoy herido- Contestó a su pregunta caminando a su encuentro. –No te preocupes por los que escaparon, los volveremos a capturar- Agregó con completa seguridad, por lo menos de su parte no iba a dejar de perseguirlos por Ottery. –Ahora la prioridad son los que quedan encerrados en las plantas superiores, vengo de allí y esta todo bajo control aunque un poco desordenado por la reciente batalla- Le informó ya que estaba casi seguro que no la había visto anoche.

–Por cierto, aquí adentro me llaman Guardián Snow, ¿creo que nunca nos habíamos visto no?- Dijo tendiéndole una mano como gesto de saludo. Como era lógico allí en Abaddon no iba a revelar su identidad por si algún prisionero con oído audaz lo escuchaba.

Leandro no podía parar de divertirse con aquella situación, aparentemente varios de los mortifagos habían huido dejando a su compañero dentro. Solo quedaba uno asi que Leandro lo apunto y dijo:

-Sectusempra- Su rayo salio y e esta manera le impactaria en el pecho y lo hiriria de gravedad. Moririra rápidamente si no se curaba.

-Sectusempra- volvió a decir pero esta vez apuntando a Patrick Colt, el rayo rojizo viajaría a gran velocidad e impactaría en el mortifago provocándole heridas que lo desangrarían hasta la muerte.