Lili Luna Black

Odio Duelo .______. xD

No ni tanto, solo que soy asco en Duelo y no entiendo bien. Eh, soy Lili y me pueden decir Lili; diosa de los colores, perfección absoluta... modesta por supuesto. tengo varios apodos entre ellos peque, piojo, blueberry. Muchos de aquí ya me conocen como mi hermano Percy y Dylan, mi cuñada Jay... Gaspard ex-padre. Rachel cuñada o algo así (?) Mi sobrino Leo... Aaron.

Vaya conozco a media clase

bueno on rol Lili es una chica traviesa, psicopata entre otros trastornos mentales. Trabaja en San Mungo como aprendiz de sanadora. Pertenece a la familia Ravenclaw, aunque está ya no exista. Es aspirante a mortífaga *saca su banderita y le saca la lengua a los odefos* Una pregunta... ¿no me pueden regalar la nota? Si no voy a estar eternamente en DA, así como mis hermanos :nonon: Qué verguenza.

Y... con esta peqeuña presentación entedran más o menos mi extraña forma de ser tanto on como off.

http://i.imgur.com/8rMc20s.png

Miró desesperada a Liza, mientras abría los ojos. Tdo había sido un sueño; confundida recordó el sueño. Gritos, sangre en su garganta y ahí lo entendió. Tanta la necesidad de su cuerpo de sangre que creó una alucinación para poder resisitir. Suspiró llamando la atención de los presentes. Frunciendo el ceño corrió; huyendo de Héko. durante esa fracción de segundo llegó Aleera calmando las cosas.

Amarrada a una silla; incapaz de moverse y con la garganta seca estaba más que salvaje y no pensaba bien. No le importaban las personas ni quien saliera herida. Le gruñó a Aleera mientras está le suministrabra la poción, la pelinegra intentó escupirla pero la refrescante sensación en su garganta logró calmarla.

Cerró los ojos por un segundo mientras los efectos de la poción lograban quitar el empalagoso sabor del dulce. con la cabeza clara y la mente despejada; Lili miró confundida a las personas en la sala, como una niña que no entiende la situación. Recordaba borrosamente los sucedido; como una pelicula. Sonrió al notar que fue la protagonista.

Con sencillez y tranquilidad se desató, pese a sentirse muy débil, empezó a ordenar las pócimas, buscando la que rebastecía la sangre. Al encontrarla tomó de un golpe, recobró color en su pálida piel. Sin notar ningún cambio, fue a verse en el piso sorprendiendose de encontrar un mechón rosa entre su cabello. Lo tocó suavemente, frunció el ceño y con su varita, pintó el mechón de un color más bonito. Rosa chicle.

Sonriente le dirgió un mirada a Tita, la cual ya se iba. Observó a su jefa mientras le relatab lo sucedido.

-Yo... no sentía nada. Ni amor, ni compasión por las personas excepto por mi misma. No los odiaba, sólo... me sentía indiferente. Aburrida. No sé por que prendí fuego a Héko; mi naturaleza traviesa no suele causar graves daños a nadie. -explicó la Ravenclaw mientras recordaba el episodio del ladrón pervertido.

http://i.imgur.com/8rMc20s.png

Quinta Planta

Su garganta seca era una tortura para la vampira que estaba amarrada, sus ojos se volvían rojos con el paso del tiempo. Sintió un calor cercano a ella, un calor humano y despertandose repentinamente, observó a Angel y le clavo sus dientes en brazo donde había una vena visible; sintió el calor de la sangre en su organismo y volvió a dormirse. La sangre sabía bien y no necesitaba más por un rato. No le inyectó veneno, y se despertó, todavía con sus ojos rojos y garganta seca; más con cociencia.

Su instinto salvaje por la sangre se había incrementado al sentirla en su lengua. Despiertos sus instintos asesinos, las cadenas que la ataban eran cuerdas débiles comparadas con la fuerza descomunal de una vampiresa sedienta de sangre, tomó a Liza que intentaba escapar pero el hechizo de las puertas que habia hecho impedía que alguien escapara de la habitación. Tomó su cuello y con su garra hizo un hueco pequeño de donde succionó la sangre poco a poco. Suspiró suavemente mientras soltaba a Liza; sus ojos rojos recobraron el color del pasto.

Sonrió suavemente y se sentó en una mesa mientras observaba la situación, no saco su varita y no la iba a sacar a menos de que fuera necesario. Miró divertida a Heko, lo traviesa de su sonrisa era efecto de la mente traviesa de Lili y no del efecto de los chocolates. Los chocolates sólo hacían que le diera igual los lazos familiares y amistosos.

Quinta Planta ~ Chocos azules.

Se sentía débil, ¿qué estaba haciendo? Abrió los ojos de improviso de revolvió y vio que seguía atada. Miró una aguja y comprendió que le habían sacado sangre. Sus ojos se abrieron como platos y se volvió a revolver locamente. Pero no podía, un petrificus totalus estaba en su cuerpo, inspiró lentamente intentando hacer algo para captar la atención del joven. sus pupilas estaban dilatadas, su piel estaba más pálida de lo normal.

La habían atrapado pero irremediablemente escaparía. Cuando le quitaran el hechizo... todo estba planeado, pero estaba muy débil. Sintió sus corazón latir muy lentamente y otro desmayo. Su varita, necesitaba su varita...

El chico se fue y sólo quedó Heko, lo miró a los ojos intentando comunicarse no verbalmente pero no funcionaba, él pensaba que estba loca, inspiró lentamente. Estaba perdiendo sangre rápidamente y necesitaba más, le mostró sus colmillos y miró a la herida sangrante repetidamente intentando mostrarle que neceistab sangre. Ser un vampiro requería tomar sangre varias veces, no podían quitarle nada de sangre sin tener efectos negativos contra ella.

Entonces vio todo oscuro de nuevo, inspiró un último aire mientras se desmayaba y trataba de mantenerse consciente pero incapaz cerró los ojos y perdía la conciencia.

Está así:

Cualidades Psicológicas:

 

Le gusta divertirse, es bastante infantil sobre cuestiones amorosas, es bastante impaciente con las personas, es inteligente y ama el dinero, no es sentimental si no es con los animales, a los que les tiene gran amor. Intenta ser seria sobre algunas cuestiones, no suele lograrlo.

 

Es una mentirosa compulsiva, suele exagera las cosas al contarlas suele ser muy impaciente con cuestiones que ella considera simples. Ella utiliza su vasta inteligencia para pensar cosas alocadas. No le gusta sentirse apartada, de las personas pero no puede evitarlo. Sule vengarse de las personas con pequeños, pero significativos actos.

Debería estar:

Cualidades Psicologicas:

 

Es una chica con energía que gusta de provocar la irritación de otros, siempre dice lo que piensa de los demás aunque esto llegue herir sentimientos. Siempre busca su satisfacción y la de sus hermanas; nadie la ha visto llorar, nadie excepto su familia. Tiene una parte algo perversa y es capáz de torturar físicamente para lograr sus objetivos. Es bastante servicial en el trabajo. Es infantil en cuestiones amorosas y no le gusta que la toquen.

¡Gracias modes!

*deja café, chocolate y vino*

Oscuridad, frío, desolación. Cuerdas que ataban sus piernas y sus brazos, un joven que estaba a su lado. El frío de la sala acorazada era suficiente para poder despertar a Lili, sintió su varita escondida en su pantalón, si Héko la tocaba, estuviera o no con los efectos del chocolate le daría una patada donde jamás podría tener hijos. No respiraba por temor a que la descubrieran, no abrió los ojos ni se movió. Oía a Héctor hablar sobre su varita y se alegró de tenerla guardada, quién sabe que clase de pervertido era Héko.

Escuchó un accio de una poción sedante y supo que iban a hacer con ella, la iban a disecar. Querían ver su interior, ese fue su plan desde el inicio. Desde siempre habían planeado secuestrarla, todo el mundo giraba alrededor de ella. Pero no se iba a dejar, con sus uñas afiladas desde siempre para rasguñar, cortó lentamente las cuerdas sin que Héko se diera cuenta, mientras una parendiz abría la puerta.

Ahorapensó mientras cortaba la cuerda de sus piernas, desataba sus manos con un fuerte mordisco y huía corriendo por dónde la aprendiz había entrado, destruyendo el hechizo de Héctor, soltó una risita mientras dejaba ver un poco más de su traviesa personalidad.

Pasó por la segunda planta viendo un Samuel desmayado. Soltó otra risa idea de su elfo, lo había echo su elfo. No ella, Eragon por lo que Eragon iba a ser castigado, no ella. O al menos eso suponía mientras corría por la cuarta planta, para poder seguir molestando en la quinta. Ni sabía porque había bajado tres plantas. Adrenalina, supuso.

Escupió otra babosa, estaba cansada y recordó, con su cabezota de Ravenclaw que el Finite Incantatem era un hechizo no verbal, rechinó los dientes y mordió la cabeza de una babosa que intentó escapar por los dientes. Quería atacar con hechizos mortífagos y no podía hasta que pensara en el hechizo y concentrarse era algo difícil teniendo en cuenta que el sabor de las babosas no era el mejor.

- Finite Incantatem- pensó mientras escupía el último cuerpo gelatinoso de su boca, miró a los ojos a su contrincante recuperó su compostura y sonrió al ver que su contrincante estaba sacándose las flechas que habían impactado en él, estaba desprotegido, a punto de atacarlo para poder terminar con esto de una vez cuando se levantó y miró con una furia propia de un mortífago. Amplió su sonrisa, cuando oyó el hechizo salir de los labios de él maldeto.

-Fortificum- susurró mientras veía como con rapidez una muralla de un material de diamante resistente, debido a la poca estatura de la vampiresa no necesitó más del máximo de una barrera normal. Sonrió y le sacó la lengua, mientras pensaba en lo delicioso que sonaba oír en sus labios un hechizó Tempestad.

Ray todavía sangraba y necesitaba curarse por lo que su muralla duraría bastante tiempo, suspiró y supo que no sería para siempre pero al menos podía hablar y eso era una ventaja considerable, además su voz cantarina había regresado y no habría que manchar sus rojos labios de baba de babosas. Pero quería atacar, no había atacado con hechizos oscuros y estaba impaciente por ver sus efectos en la piel sangrante del Rambaldi.

Quinta Planta ~ Desmayada

Su cuerpo seguía tirado en el frío suelo del hospital, esperando que alguien la recogiera. Sus ojos cerrados le daban apariencia de tranquilidad en su cara, cosa rara de ella. Sus labios rojizos se curvaron en una mueca y luego en una sonrisa mientras divagaba en sueños desmayados, se retorcía y parecía capaz de despertar, no fuera posible debido al efecto del hechizo.

Sintió frío en sus brazos y sabía que todavía no estaba lo habían recogido, ni siquiera la habían pateado para ver si todavía seguía viva. La vampiresa estaba impaciente por que la sanaran o siquiera despertar para seguir siendo la protagonista(?). Pero al parecer Héko se estaba tomando su tiempo, como si Lili recusitara del desmayo para volver a incendiar su cabello.

Mientras dormitaba, oyó bastante jaleo entre otras cosas raras, un elfo, su oído captó que Jessie se iba se la planta.

Quinta Planta

Sintió una presencia a sus espaldas, pero ya no podía hacer nada cuando impactó el rayo, se cayó y sintió que sus ojos se cerraban en contra de su voluntad, como siempre había sido un poco movediza aún en sueños se revolvió, estaba indefensa. Esperaba que nadie se aprovechara de ella ().

Cuando su mente descansaba, los efectos del chocolate se fueron disipando y al fin la verdadera y hermosa Lili tuvo el momento de pensar por su cuenta. Se sentía confundida y notablemente impaciente por despertar, notaba que estaba enSan Mungo y no recordaba mucho de lo pasado durante los chocolates azules. Sintió un olor a quemado y intentó despertar sin exito.

Quinta Planta ~ Chocos azules

Miró fijamente a Jessie pendiente de todos sus moviemientos, la indiferencia era clara en su cara pero tenía una nota de curiosidad tipíca en Lili que ningún veneno podía sacar. Había oído sobres sus pupilas y empezó a juguetear con sus párpados mientras señalaba la caja de chocolates con envoltura azul. No se sentía a gusto ya en está sala y se lenvató de la silla donde estaba sentada y caminó hacia la puerta.

-Adios, ya me cansé-se despidió Lili mientras se iba de la planta a explorar y quemar más cosas, de salida vio a Nathan y sintió deseos de usar su varita e incendiarle el cabello, pues estaba desprevenido. Pero no tenía ánimos de quemar gente, quería causarle mayores daño, total daba igual que sucedía con ellos.

-Sect..susurró Lili pero se detuvo. ¿Qué más daba si moría o no? ¿Merecía el esfuerzo? Guardó su varita mientras se paseaba por una sonrisa malvada. Un lado oscuro e indiferente de los sentimientos de los demás salía a flote, ese lado que solo salía cuando estaba en un duelo. Maulló, distrayendo a los guardias que sólo oyeron una risa tintineante salir del edificio.

Off:

Atrapenme si pueden.

Quinta Planta ~ Chocolates azules

Miró a Anna, no la había notado, ¿era su hermana? ¿la conocía? ¿importaba? Sinceramente no, nada importaba. Volvió a mirar a los ojos a su hermana, la frialdad de sus ojos era inhumana.

-Me siento bien, nada me ha afectado. Ni esos chocolates.-le respondió con indiferencia mientras jugaba con su varita, pensando a quien podría dañar, su mirada se dirigió a Jessie y le sonrió sárcasticamente, intentando proteger a otros de las primaniacas había ahuecado al sala como se dice.

Quinta Planta ~ Bajó el efecto del choco azul. ~ El caso de las piromaniaticas.

Miró con profunda indiferencia a Héko cuando le exigió una explicación, pese a que los ojos del sanador inspiraban seriedad, los orbes verdes de Lili mostraban la más absoluta indiferencia y frialdad, cómo si ser despedida no le importara. Nada le importaba sólo quemar algunas cosas. Ni eso mismo, era posible que nada interesante ocurriera que le hiciera ser diferente.

Vio la varita de Héctor apuntarla, con una sonrisita, la tomó y la apartó de su cara. Miró a Heko de nuevo a los ojos para demostrarle que no le tenía miedo. Qué la matase, ni le importaba. Que la desmayase, estaban en un hospital.

-No me pasa nada, asi soy.- le contestó a Héctor mientras paseaba por la sala, observandoa todos, con ganas de un nuevo objetivo. Miró el pelo de Aleera, el de Jessie, el de la nueva aprendiz, con ojos llameantes. Suspiró y se sentó en una silla, sabía que muchos ojos estaban postrados en ella, pero sólo jugaba con su varita.

Quinta Planta ~ Bajo el efecto de los chocolates azules.

Miró a Héctor con total indiferencia, con ganas de quemarle el pelo. No sabía porque pero tenía gans de quemar algo, quizás así le daría algo de pasión a su vida. El cabello era algo flamable o eso creía, por lo ue suspiró y apuntó su varita hacia al cabeza de Héctor, no estaba muy lejos de él por lo que las llamas estarían en el blanco.

-Incendius-susurró y bajó la varita cuando vio que las llamas incendiaron el pelo del chico perruno. Sonró y se quedó viendo como consumían su cabello para dejarlo calvo. Miró a Ania y deseó poder hacer escupiera babosas pero suspiró y se quedó viendo al fuego.

Miró a Ray y le sonrió. No importaba tanto el lugar del duelo como los objetos que se encontraban en el. Muchas bolsas de basura y moscas adornaban el suelo de un pálido color tierra. El piso de tierra gris le daba un aspecto simplón y desgarbado, suspiró con asco al ver montones de hojas secas las cuáles para el agudo olfato de la vampiresa olían a podrido. Su olfato también detectó pequeños rastros de vida, algunos gusanos, nada de lo que valiera la pena para tomar su sangre.

Oyó unos pasos en la basura que resultaron ser gusanos de mayor tamaño en las bolsas de basura. Había varias moscas rondando por ahí, lo cual era el único rastro de vida aparente aparte del árbol viejo y destrozado, seguramente muchos niños habían pasado por el terreno y habían apaleado al pobre árbol. Su corteza seca se desprendió y dejó muchos pedazos de madera de tamaño pequeño. Soltó un suspiro por el pobre árbol que ya estaba con una raíz en la tumba.

Pocas semillas habían sobrevivido a la masacre de pájaros; pequeños retoños asomaban por la tierra gris, la Ravenclaw se sorprendió de que la tierra fuera fértil. Despejó su cabeza de los pensamientos absurdos y volvió a ver a su oponente. Ella había elegido otro lugar mucho más hermoso que el basurero que había aquí, no pero no, un duelo más interesante, la había convencido.

Entonces se sintió muy mal, babosas le salieron por la boca, anulando su capacidad de hablar, con cuidado tragó algunas babosas y se tiró al suelo, dejándola vulnerable. Pese a eso era un hechizo de fenixiano y si su enemigo quería ser fenixiano, debía saber que nunca se ataca cuando estaba vulnerable. Se levantó con un poco de esfuerzo y le lanzó una mirada asesina. Su boca era sagrada y de ella salía una babosa salvaje que fue a parar en la cara del Rambaldi.

En un espejo roto, que sobresalía de una bolsa de plástico vio su cara, blanca y más pálida de lo normal. Su cabello negro tenía baba de babosas y sus enormes ojos verdes tenían un destello rojizo. Sus grandes aretes de oro tintinearon, y su collar azul fue tirado en el suelo de un arrebato.

-Disparo de flechas- pensó mientras lamentaba en toda su alma tener que utilizar hechizos de fenixiano, pero era el único que se le ocurría. Doce flechas salieron de su varita, la cual apuntaba hacia varios órganos vitales, sin embargo no impacto en ninguno, dos de ellas impactaron en los pies, tirándolo al suelo. Mientras que las demás fallaron, con excepción de una que le impactó en el brazo que sostenía su varita.

Está se cayó al suelo en los pies de Lili, peor está no se encontraba en estado de recoger varitas por lo que escupió una babosa. Frunció el ceño y miró de nuevo a Ray, el hechizo perdía su efecto.

-Disparo de flechas- pensó de nuevo, lanzando otras doce flechas hacia Ray, estás impactaron en el brazo que quedaba por dañar. El destello rojizo de sus ojos verdes se intensificó, dejando sin lugar a dudas de que la Ravenclaw había entrado en la batalla.

Quinta Planta. (ni sé como llegue ahí )

Posiblememten si ese chocolate no lo hubiera comido hubiera saludado con gusto a Nathan, o hubiera mostrado el edificio, o incluso hubiera hecho muchas cosas pero no. El chocolate de la indiferencia había echo qe todo le resultara indiferente, ya nada le importaba. Eso al ser sanadora era algo muy peligroso debido a que los sanadores debían preocuparse mucho por sus pacientes.

Se sentó y miró todo con absoluta indiferencia. Aburrido, distante y sin ningún sentido. Sonrió y pensó en dispara un hechizo pero su sonrisa se desapareció. No importaba. Quería un chocolate de un color diferente. Asqueroso.

http://i.imgur.com/8rMc20s.png

Quinta Planta:

Miró a Paprika, la cuál sonreía mientas comía el chocolate, no surgió un cambio de inmediato por lo que Lili agarró y se comió dos chocolates. Uno no es ninguno se repetía mientras saboreaba el chocolate con envoltura azul. Uno de sus colores favoritos, la persona debía ser una conocida, pero se había ido antes de que pudieras agradecerle, Lili acía muchas cosas por las personas que le daban chocolates ()

Entonces sintió algo raro, se llevo la mano a la garganta y su cuerpo intentó devolver los chocolates pero la pelinegra los tragó de nuevo. Suspiró y se fue a ver a Jessie, para preguntarle si tenía algo para no morir envenada. Sintió que un calorcito en el cuerpo se iba, pero no le prestó atención. Sintió frío y nada le importó.

El efecto de los dos chocolates enfrió lo que quedaba de su arruinado corazón y no le importó cuando Paprika incendió un escritorio. Problema de ellos. Total, todos morirían ¿por que preocuparse? Su expresión de frialdad era muy notoria y indiferencia ante lo sucedido anteriormente con la licantropa.

Primera Planta.

Oyó que llegaba la sanadora, y supo que tenía que irse. Se sentía como una intrusa y las palabras de Kailey solo lo confirmaron. Su voz cortante denotaba irritación, quizás por la reciente pelea de Jessie. Suspiró ligeramente a sabiendas de que se tenía que ir, la sanadora ya estaba ahí y todo estaba en orden.

-Lo lamento sanadora, oí unos ruidos y vine a ver. Gracias a Merlín ya llego, si me disculpa puedo irme.- dijo mientras se escabullía hacía su planta. Saludó a Rita y se fue hacia su planta. Saludó a los demás familiares mientras saltaba.

Quinta Planta

Se sentó y saludó a Samuel que ya se iba.

Miró con preocupación a la paciente. La soledad era algo que se podía remediar fácilmente, pero el incontenible llanto de la pobre chica estba exasperando a la vampira, la cuál de por sí no entendía los sentimientos humanos. Miró con impaciencia a la joven e intentó comprender su angustia.

-No estás sola, aquí estoy ¿quieres un vaso de agua..?- un poco indecisa miró a lo lejos, olía a cuerpo muerto en la quinta planta. Recordaba el olor era Samuel, preocupada de que no le dieran los saborizantes necesarios a las pociones, miró a la chica.

Está se veía débil, por lo que suspiró y comprendió que no debía dejarla ir hasta que volviera su sanadora.

Quinta Planta

Oyó unos llantos, muy tenues debido a que quizás fueran de otra planta. Frunció el ceño y dejó sus obligaciones. Dejó las pociones a un lado, tiró todo lo que no fuera de este año y buscó una poción para consolar. Recordó que estba entrando en territorio desconocido y no podía administrarles pociones sin una autorización de la jefa. Suspiró y decidió apoyarle emocionalmente aunque su corazón no fuera el más sensible.

Primera Planta

Buscó el origen del llanto más no lo encontró, suspiró y buscó en los boxes, con un poco de temor. Miró a su alrededor y encontró a la paciente. Suspiró de nuevo y se calmó. Se olía más a su hija ahí. Se acercó.

-¿Estás bien?

Quinta Planta

Miró a Jessie, preocupada. Lili no había presenciado toda la conversación pero había oído varias parte en las cuáles Gatiux le gritaba a Jessie. Pese a ser admiradora de la sanadora sabía que meterse con una Jefa de Planta era meterse con el hospital en sí y Lili amamba su trabajo y tenía bastante cerebro como para notar que la situación no era la ideal para que una aprendiz novata interviniera.

De repente, sintió un olor conocido. Emery. Su hija estaba aquí, sintió orgullo de ella sólo por el hecho que decidiera seguir su profesión, pero se preocupo. Sabía que la mayoría de las personas en el hospital o eran neutrales, o apoyaban a los fenixianos. Sólo esperaba que su hija no fuera un fenix.

Suspiró y volvió a su paraíso sin chocolate. Las pociones estaban desorganizadas.

¡Hola!

Mi nombre es secreto y jamás lo he dicho ni lo diré hasta que tenga 18 años. Tengo la paranoia de que me secuestrara si digo mi nombre en Internet. Pero me pueden decir Lili. Tengo 11 años (soy un milagro ) y desde los nueve años he intentado pasar la Academia (¬¬). Vivo en el bellisimo México, en la Isla de la Paz, investigen. Me dicen que aparento psicologicamente unos 13 años, y fisicamente 12 años. No soy muy responsable y soy una vaga a más no poder pero intenta´re cumplir con las tareas.

Veo que están hablando de música así que yo lo haré, soy una especie de compositora junto con alguna de mis amigas, no soy una gran cantante y la verdad lo de música sólo em gusta oírla, soy más una actriz drámatica y pintora extrovertida. Ahora le hablaré sobre mi pj:

Soy un asco en duelo xD, así que no se sorpendan si no haga nada bien. Mi personaje se llama Lili y es una vampira. Apoya al bando mortífago y es aprendiz de sanadora. Ella es muy competitiva y le encanta duelear aunque no lo haga bien, no suele ser muy malvada a menos de que este en un duelo pues ahí se descontrola y suele dejar la parte más mortífaga.

Eso es todo, dejo mi msn: moon_blackie@hotmail.com (salgo como Luna ravenclaw pero es lo mismo +.+)

Quinta Planta

Mientras oía la explicación de Jessie sobre la luz dorada que emanaba de su varita, al parecer era parte de su energía vital. Para desgracia de Lili, era un don que sólo ella podía usar. Y aunque ella pudiera tener ese poder, la vampira ya no era parte de la vida como se conocía. Sonrió con tristeza y maldijo el día en que la habían convertido en una vampiresa. No importaba que, no podría volver a ser humana.

Despejó su mente de pensamientos tan amargos y fue con la sanadora a la SECOUNDI, un lugar donde almacenaban las pociones. Sus ojos brillaron al ver tantas pociones juntas, tan bien preparadas y con sus lindas etiquetas, informando a Lili sobre todo lo que había de saber de las pociones.

-Este sería mi paraíso si tuviera gatos y chocolate-susurró mientras observaba una poción de color amarillento, leyendo la etiqueta.

Si, conozco a Aleera es mi jefa. Lo que pasa es que a mi personaje no le encanta matar, lo disfruta pero tiene culpabilidad. Pero creo ya entendí, debo ser otra en el campo de batalla. Pero no puedo ser una mortífaga sangrienta porque la personalidad de mi pj no va con eso, ella es más ¿calmada? y con alma. Ella no puede ser fría pero tampoco puede ser un alma de paz y bondad.

Creo que la pregunta es... ¿cómo equilibrar a mi personaje? Ya me la respondistes y muchas gracias ^^ (quería hacer el rol xD)

La Fortaleza Oscura, lugar donde tu vida peligra cono solo respirar el aire infestado de muerte y destrucción, las paredes olían a huesos y la sangre podía verse correr por el suelo. La Fortaleza, rodeada de aguas, una isla a la que nunca quisieras ir a vacacionar. Está estaba llena de cosas mortales e interesantes por descubrir. Pero está iríamos a una vieja taberna, la cual por su estructura y aspecto parecía un lugar donde los borrachos irían a tomar un trago y nada más.

Pese a eso, era frecuentada por varios mortífagos. Mistify parecía muy segura ahí, paseando como si el lugar fuera suyo y la Ravenclaw, en un intento de imitar su elegancia y su bello caminar, su grandeza como Alto Rango copió cada paso que daba, cada mirada despectiva dirigida a los borrachos, Lili estaba muy concentrada en parecer como ella y tener su confianza de matar con seguridad.

Con cuidado, volteó a ver disimuladamente a su otra profesora y disimuló una risa, ella estaba en territorio y mortífago y nadie podía evitarlo. Los mortífagos parecían querer comerla viva, pero no le gustaban los pollos crudos. Sonrió con ese pensamientos, por era un fénix, como un pollo. Frunció el ceño cuando se dio cuenta de que había arruinado su propio chiste.

Y su ceño siguió fruncido, en espera de instrucciones. Un mesero llegó y preguntó si quería algo, ella se negó confiada de que se emborracharía demasiado rápido. No quería acabar tirada en medio de la basura como una simple borracha. Debía presentar una imagen ante su próxima jefa.

Off:

Pues no supe muy bien que hacer xD Bueno mi pregunta es sobre los asaltos. Mi personaje es muy pero muy mala en todo lo referente a duelos, le gustan pero también ama su vida (xD). Así que no sé muy bien como equilibrar mi sanadora/mortífaga psicópata. Si me ayudan podré asimilar muchas cosas.

Sonrió, otra de su misma especie. No la miró con tanta curiosidad como con los otros pacientes. Sabía que seguramente había tomado sangre desde hace tiempo. Miró con cuidado a Jessie, no había oído su corazón pues la tentación era demasiado fuerte, fue rápidamente por unas bolsas de sangre humana. Ella solía tomarlas disimuladamente para calmar su ansia de sangre durante los desangramientos.

Se la pasó y le sonrió. Cuando ella hubo terminado se llevó la bolsa a su lugar, recordando que los muggles usaban algo similar, y recordó con una sonrisa a que muggle se lo había quitado. Un adulto sano, que se hbo hipnotizado ante la belleza de la vampira, ella a pesar de que no tenía un encanto de sirena era lo bastante ágil como para actuar como una niña pequeña.

Este episodio ya lejano, siempre le sacaba una sonrisa a la pequeña Ravenclaw. Que divertido, pensaba mientras acomodaba todo.