Caroline Ryddleturn

Hola vengo a dejar los datos

Patronus: Es un Colibrí pequeño, de la especie Topacio candela, originario de Brasil. Su forma se debe a un colibrí que vivió 4 años con Caroline, el cual se lo había obsequiado su madre. Representa la personalidad serena de su dueña y lo pequeña que es, siento esta última una virtud ya que le otorga rapidez y agilidad.

 

Varita: Su nombre es Magnolia, mide 23 cm, es de Palisandro y su núcleo es de pelo de Unicornio. Su empuñadura está tallada, formando una delicada curvatura y el resto de la varita también está tallada de manera más sutil. Es dura, lo que le permite realizar encantamientos a la perfección.

Holas

Vengo a recibir a la nueva integrante de la familia +.+ Clau eres bienvenida y gracias por querer ser mi hermanosa ahora solo te resta hacer tu ficha de personaje y tu bóveda, porque son necesarias xD Pero no te preocupes, que yo te ayudo a crearlas y responder todo lo que quieras saber. Pronto vas a ser agregada en el árbol genealógico, pero ya puedes rolear en la mansión si así lo deseas.

¡Saludos!

Hola Fiamma +.+

Es un gusto conocerte y obvio que acepto. Muchas gracias por apadrinarme ando media perdida por acá cofcofnoesnovedadcofcof, así que necesito mucha ayuda u.u te agrego al msn para que podamos hablar. El mío es carol-allie-evans@hotmail.com, para que me aceptes xD

¡Saludos, nos estamos leyendo!

Poco a poco la extraña timidez que había florecido en mi, iba desapareciendo. No comprendía muy bien si era a causa de lo que había bebido o por porque las cosas se iban dando de mejor manera. Con que el haya creído en mis palabras era un buen indicio, así que por lo menos por esa noche me daba por pagada. Pero sin habérmelo esperado, Martín deslizó su mano que descansaba en mi pecho, recorriendo con delicadeza mi cuello hasta llegar finalmente a mi mejilla, donde la acarició suavemente. Mi respiración se empezó a agitar y como sino fuera poco él se aproximó hacía a mi, esbozando una leve sonrisa, la que duró tan solo unos segundos.

Aquel momento era tan perfecto, pero fue apagado cuando me dijo que ya debía irse. Y lo entendía muy bien, en su compañía las horas habían pasado como si fueran minutos, perdiendo completamente la noción del tiempo. Ante sus últimas palabras lo miré extrañada, no comprendía muy bien a que se refería. ¿Qué era lo que debía entender sino me había dicho casi nada?. Pero yo debía ver mucho más allá de sus palabras. Debía considerar la cercanía que había tenido conmigo, aquella pequeña sonrisa que llenaría mis pensamientos por días y la tristeza con la que habló ante la idea de tener que irse.

- Comprendo muy bien -Dije con la voz algo apagada, mientras asentía con la cabeza.

Preferí no decir nada más, las palabras ya no eran necesarias y la cita ya estaba llegando a su fin. Como el lo había mencionado ya era muy tarde y era mejor que me fuera, pues no era prudente que una estudiante anduviera por ahí a esas altas horas de la noche. A modo de despedida se acercó a mi y besó tiernamente mi mejilla, a lo que le respondí con una amplia sonrisa. Sostuvo mi mirada y me preguntó si me iría a mi Sala Común. Iba a responder que así era, cuando una estupenda idea se cruzó por mi mente. Sabía que era muy tarde y si no llegaba pronto, seguramente iba a ser regañada por mi Jefa de Casa, pero no me importaba, además sabía como arreglármelas para no ser descubierta.

- ¿No le gustaría dar un pequeño paseo por los Jardines Sumaes? -No perdía nada con preguntar y debía aprovechar al máximo su compañía, porque quizás fuera la última vez-. La noche está hermosa, el cielo estrellado como muy poco se ve. Creo que no deberíamos desperdiciarla -Terminé de decir, tomando su mano y curvando mis labios en una sonrisa.

Debía ser astuta y aprovechar la confusión que veía en él, por lo que sin dejar que me respondiera, lo hice que me siguiera nuevamente a la parte principal de la taberna. Caminamos lentamente y en silencio, el único sonido que se oía era el de las conversaciones que venían del centro de lugar y el de mis tacones cuando se encontraban con el suelo. Una vez allí, me coloqué la capa rojo oscuro que había llevado, preparada para salir a la noche.

- Y bien ¿Me acompaña a los jardines? -Sin apartar mi vista de él, esperé su respuesta, con la seguridad de oír un si.

Hola

Vengo a solicitar un padrino o madrina :3 Pero debo decir que soy bastante despistada e.e así que quien tenga la amabilidad de apadrinarme, va a tener que ser alguien con una paciencia de oro y que soporte que soy habladora compulsiva y las miles de preguntas que le voy a hacer (??? xD a este paso nadie va a querer ._.

Prometo ser una buena ahijada y esforzarme para dejar mi despiste de lado (?) xD

¡Saludos!

Su pregunta definitivamente me sorprendía, sentí como si alguien me hubiera lanzado un balde con agua fría. Ya que por más que fuera obvia, no había pensado en ella y no tenía la menor idea de como responder. Intenté pensar cuidadosamente mi respuesta, pero las incesantes conversaciones y el ruido producido por las personas que habían dentro de la taberna, no me permitían concentrarme del todo. Aquella multitud comenzaba a inquietarme, ya que temía que algún compañero me viera en compañía del profesor Black. Le di un sorbo más a mi copa y traté de hablar sin titubeos.

- La verdad no, fue solo cosa mía -Comenzar a decir todo lo que sentía explícitamente, no me estaba gustando, pero ya no había marcha atrás-. Es solo que usted... -Hice una pausa y lo observé fijamente dispuesta a todo-. Tiene todo lo que una joven pudiera pedir, es atento, dedicado y aunque no lo demuestre es un hombre tierno.

Sin haberlo esperado entrelazó sus dedos con los míos y me pidió que lo siguiera. Realmente estaba atónita, pero asentí con la cabeza y lo seguí sin importarme donde me estuviera llevando. Llegamos a un sitio apartado de la sala principal y que estaba en completa soledad. Él fijó su atención en mi, hundiendo sus ojos en los míos y esbozando una sonrisa. Me quedé perdida en su mirada, sonriendo de igual manera con la satisfacción de que estaba logrando derrumbar su fría actitud. Sin previo aviso se acercó aun más a mi y me susurró al oído con aquella voz que hacía que me volvía loca.

- Muchas gracias -Respondí ante su elogio sin borrar la sonrisa de mi rostro-. Sino es mucho el atrevimiento, debo decir que esta noche se ve más guapo de lo usual -Una vez más me volví a sonrojar, como lo llevaba haciendo toda la noche.

Mantuve mi vista posada en el, sabiendo que lo tenía a muy poco centímetros de mi, pero con la seguridad que era lo más cerca que lo podría llegar a tener. Aquel impulso que sentía de tocar su rostro, de volver a sentir su piel hacían que mi corazón latiera incesantemente, como muy pocas veces lo hacía. No me pude contener más y dejando mis miedos de lado, tomé su mano dirigiéndola hasta mi pecho y poniéndola sobre mi palpitante corazón.

- Esta es la mejor prueba que le puedo dar de lo que siento por usted -Mi atrevimiento había llegado a mucho, pero era hora de sincerarme y dejar mi papel de alumna a un lado.

Mis ojos se encontraban perdidos en la noche, quizás buscando ahí alguna solución para aquella confusión en la que estaba sumida. Resignada y dando un suspiro regresé la vista, pero aun sin saber que hacer. Dejándome llevar y casi por inercia solté mi largo cabello haciendo que las ondas cayeran sobre mis desnudos hombros. Volví a tomar mi copa, pero esta vez le di un sorbo más largo, con la intención de que de alguna manera el alcohol lograra relajarme, aunque si me excedía podría hacer que dejara de sentirme intimidada y saliera la mujer atrevida que en realidad era.

El Black se dispuso a hablar nuevamente, por lo que fijé mi atención en el, tratando de descifrar en sus palabras algún interés hacía mi. Y al parecer que así era. Al oír que me decía que no podía dejar la Academia, me daba algo de esperanzas. Él no quería apartarme y eso significaba algo, si yo no le hubiera importado nada, hubiera aceptado mi decisión de retirarme y así no verme más. Pero no podía confiarme del todo, quizás era solo preocupación hacía una estudiante que debía pensar primero en sus estudios. Aclaré mi voz y manteniendo una expresión serena abrí la boca para hablar.

- ¿Entonces cuál es la solución? -Pregunté mientras alzaba una ceja-. Yo creo que por lo menos por mi, no hay otra salida.

Me disponía a hablar nuevamente cuando el tabernero volví a aparecer, llevándonos más bebidas. Al igual que Martín tomé una de las copas y bebí un poco más, sabiendo que debía contenerme, pero no sabía de que otra manera podría relajarme. A pesar de esto, la leve tranquilidad que estaba adquiriendo se me fue al suelo cuando Martin deslizó su mano para tocar la mía. Mis mejillas se encendieron y haciendo que me ruborizara a un más, mientras que las palpitaciones de mi corazón se aceleraban un poco. Tomé aire y fijando mis ojos en los suyos respondí su pregunta.

- Más segura no podría estar -Hice una leve pausa y dejé que las palabras salieran de mi boca sin ni siquiera pensar en ellas-. Sino supiera lo que realmente siento ni me hubiera atrevido a decírselo, ni mucho menos ponerlo en esta situación -Mantuve la mirada en él, haciendo que mis ojos quedaran sumidos en los suyos.

Intentaba descifrar la expresión en el rostro de Martin, pero realmente se me hacía muy difícil, ya que la misma actitud fría que había demostrado desde el principio seguía ahí. Yo debía hacer algo más, para que aquella barrera que nos separaba fuera derribada. Pero era tan complicado, el era mi profesor y yo su alumna, por lo que la distancia que teníamos siempre iba a estar presente. Yo tenía que cambiar eso de alguna manera, que el me dejara ver como la simple alumna y que empezara a verme como una mujer.

Las preguntas que el me formulaba eran predecibles, pero seguramente mi respuesta no lo sería. Debía ser sincera y decirle lo que realmente estaba pasando. Ya había llegado muy lejos y no podía desistir, este era el momento preciso para hablar. Me quedé viéndolo por unos segundos, mientras buscaba las palabras correctas para responder, debía tener mucho cuidado con lo que iba a decir, a pesar de que el debía saber la verdad, no quería alejarlo de mi por nada del mundo. Asustarlo y que no quisiera saber nada de mi, era lo peor que me podría llegar a pasar.

El mantenía su vista fija en mi, lo que hacía que mis mejillas se mantuvieran ruborizadas, cosa que no pasaba muy a menudo. Generalmente me encontraba pálida y lo único de color que se podía ver en mi rostro, eran mis labios, pintados usualmente de rojo. Justo cuando me había decidido a hablar, el tabernero apareció para ofrecernos unas bebidas. El Black las recibió y acercó una hasta mi, indicando que era la mejor del lugar. Tomé mi copa y le di un pequeño sorbo, degustando el exquisito sabor y la volví a dejar sobre la mesa, con la intención de responder.

- Porque aquella persona me atrae como no debería -Murmuré con la vista pegada en la mesa-. No es un compañero y ese es el problema -Respiré profundamente y dirigí mis ojos hasta los suyos-. Es usted profesor.

Preferí volver a desviar mi vista y no observar la expresión que el había adquirido. Al parecer me había arrepentido de alguna manera y ahora temía que el se fuera a molestar o algo por el estilo. Pero lo hecho, hecho estaba, no había lugar para arrepentimientos, sino que ahora tenía que buscar alguna forma para poder remediarlo. Tomé mi copa nuevamente y le di un sorbo, para ver si con eso me lograba calmar, aunque fuera un poco, la deposité sobre la mesa y levanté mi mirada para volver a hablar.

- De verdad lamento ponerlo en esta desafortunada situación, en mis planes jamás lo estuvo -Hablaba con pesar en la voz, mientras intentaba parecer calmada-. Si usted quiere hago abandono de la clase, como ya lo había pensado y la vuelvo a tomar luego, para que no tenga que lidiar conmigo.

Casi se me quebró la voz ante aquellas últimas palabras, no volver a verlo sería lo peor que me pudiera llegar a pasar, pero debía saber lo que el pensaba con respecto a mi y esa era la mejor manera de saberlo. Esperando sus palabras volteé levemente mi cabeza hasta la gran ventana que estaba a nuestro lado y observé como la oscuridad de la noche reinaba el lugar.

El nerviosismo ya estaba por apoderarse completamente de mi. Comenzaba a lamentar el hecho de haber citado al profesor Black a aquel lugar y más aun haberle dicho que debía desertar en la Academia. Pero ya no había vuelta atrás, ahora solo me quedaba seguir con lo que había planeado y buscar una buena manera para poder salir bien de aquella situación. Ya había fijado mi objetivo y ahora solo necesitaba realizar lo necesario para que mi plan resultara.

Escuché atenta lo que el docente me respondía y seguía con la vista clavada en la mesa. Pero en el momento en el que él realizó una pausa en su discurso, no lo pude evitar y alcé mi vista al mismo tiempo que él lo hacía y posé mis verdosos ojos en los de el. Asentí con la cabeza cuando me indicaba la importancia de estar en la Academia y me mantuve serena, mientras pensaba en la respuesta ante su pregunta de mis motivos por los que abandonaba.

- Es muy complicado de explicar -Dije con voz algo apagada-. Yo... -Hice una pausa para tomar aire y continué-. Mis motivos son personales y amm... -Miré hacía los lados y luego a él-. Me gustaría que usted lo supiera, pero temo que alguien me pueda oír.

Me mordí el labio inferior, con la mirada fija en la del él y me quedé en silencio. Pero sin pensar muy bien en lo que estaba haciendo y dejándome llevar por la situación le hice una seña con mi mano a Martín para que se acercara un poco a mi. Sintiendo el calor de mis mejillas al ruborizarse, me incliné levemente sobre la mesa y acerqué mi boca hasta el oído del Black, que el que no comprendía muy bien mi actitud.

- Hay alguien en la clase que está haciendo que no se me haga llevadera -Le susurré muy bajito con voz algo seductora-. Está haciendo que me sienta un poco intimidad y su presencia hace que mis sentidos se alteren. -Regresé a mi lugar y curvé mis labios rojos en una pequeña sonrisa, a la espera de su respuesta.

Luego de que el profesor Black me saludara y tomara asiento frente a mi, se quedó a la espera de que le diera las razones por las cuales lo había citado. Pero la verdad era que ni yo lo sabía muy bien, el motivo principal era que debía decirle algo importante con respecto a la clase, pero siendo sincera lo que buscaba era tener un momento apartado de las clases con Martin. No lograba entender muy bien lo que me sucedía, ya que era la primera vez, pero había algo en ese hombre que me hacía sentir intrigada y atraída hacía el. Deposité mis pálidas y delgadas manos sobre la mesa y esbozando una pequeña sonrisa nerviosa alcé la vista para quedar mirándolo fijamente a los ojos.

- Lamento mucho que tenga que estar acá a estas horas -Señalé con algo de pesar en la voz-. Pero lo que tengo que comunicarle es de suma urgencia -Bajé la vista por unos segundos y volví a alzarla-. Me tengo que retirar de la clase -Terminé de decir casi en un susurro.

Él se quedó observándome al parecer sin saber que decir, mis palabras según lo que podía ver lo habían dejado atónito. Pero eso no era lo que me preocupaba, sino lo que tendría que responder cuando el me preguntara las razones por las que iba a hacer abandono de la clase. Aunque yo tenía el derecho de guardármelo, pero sabía que a la primera insistencia terminaría diciéndole todo. Aquel hombre me hacía hacer todo lo que jamás había echo y me sentía tan vulnerable como nunca me había sentido. Suspiré y bajé la vista, dejándola fija en dirección a la mesa, ya que si seguía mirándolo de esa manera no iba a poder evitar las ganas de abalanzarme sobre el.

Mi cabeza estaba echa una confusión de la que no sabía como salir, pero en medio de todo ese caos, había una idea fija y clara. Tenía que seducirlo y atraparlo hacía mi, cambiar completamente aquella situación en la que yo era la que se encontraba atrapada. Estaba acostumbrada a que los hombres se sintieran atraídos hacía mi, no yo a ellos. Pero el tenía algo especial que llegaba a nublar mis sentidos, el cual no entendía muy bien que era. Quizás era aquella frialdad que demostraba o el saber que el era prohibido y que era muy difícil que cayera en mis encantos. Pero siempre me habían gustado los retos y este por su dificultad, era ideal para superarlo.

Iba caminando por las calles de la Academia de Magia y Hechicería completamente cubierta con una capa de viaje color rojo oscuro. Solo se podía ver mi cabello castaño que caía en ambos costados de mi blanquecino rostro y que llegaba hasta mi cintura. Ya era de noche y solo se escuchaba el sonido producido por mis altos tacones cuando chocaban con el pavimento. Luego de caminar un poco encontré el lugar que andaba buscando y que había dejado acordado para tener una cita con mi profesor de Duelo Avanzado.

Entré a la Taberna el Loro Tartamudo y eché mi capucha hacía atrás, dejando al descubierto mi rostro. Recorrí el lugar con mis verdosos ojos en búsqueda de Martin, pero al parecer aun no había llegado. En el lugar se encontraban varias personas, sumidos en sus botellas y en sus cigarrillos. Busqué una mesa que estuviera disponible y que ojalá algo apartada, ya que algunos podrían pensar mal por ver a una alumna con su profesor en la Taberna a esas horas de la noche. Encontré la indicada y caminé hasta ella, sin prestar atención a mi entorno.

Me quité la capa, quedando en una blusa blanca sin hombros y una falda ajustada que iniciaba en mi cintura y terminaba un poco más arriba de mis rodillas. Tomé asiento en la silla y sujeté mi cabello dejándolo a un costado de mi cuello. Observé el lugar detenidamente, sin querer pedir nada hasta que llegara el profesor Black. De pronto mi vista se quedó fija en una figura que se asomaba por la entrada. Mis labios pintados de un rojo intenso se curvaron en una sonrisa al reconocer a Martín. Tal como lo habíamos acordado, había acudido puntual a la cita.

Me asusté un poco al sentir un estruendo detrás de mi, por lo que me volteé rápidamente y vi como una chica rubia acababa de matar un ave fénix con una escopeta. Me quedé perpleja viéndola y luego sentí un grito que venía desde adentro. Reconocí inmediatamente la voz de Luna, que gritaba el nombre de Sophie. Regresé la vista hasta adelante y miré al elfo que estaba a mi lado, algo nerviosa.

La chica rubia pasó por mi lado y me dedicó una sonrisa mientras me saludaba y me señalaba que me fuera a sentar con ella. Le sonreí y seguí al elfo que iba adelante mío guiándome hasta donde se encontraba la familia. Al llegar reconocí el rostro Luna, quien se alegró al verme y se acercó para darme un efusivo abrazo. Dejé mi maleta en el suelo y respondí a su abrazo con una sonrisa dibujada en mi rostro.

- Ya era hora de que apareciera - Indiqué tratando de contener la risa.

Al escuchar las palabras de bienvenida que me daba Luna, no me quedó otra más que echarme a reír, sobre todo por su comentario de "Mansión fantasma". Me llevó donde el resto de la familia, presentando a la rubia como la prima Sophie, a su sobrina Kia y al elfo de la familia como Polo. Me acerqué hasta ellas, sonriendo cordialemente y las saludé a cada una con un beso en la mejilla.

Luego de esto Luna indicó que hubiera dado un discurso más conmovedor que aquellas palabras, a lo que solo respondí con mi risa. Como ella decía no se le daba bien lo conmovedor, ni mucho menos a mi. Al parecer esto era cosa de familia (?). Dirigí mi mirada hasta una tiara que la ojivioltea sostenía en su mano y luego de llamar nuestra atención se la colocó desvaneciéndose en el suelo.

Todas las que estábamos ahí nos acercamos hasta Luna y con mucho esfuerzo la pusimos sobre el mueble. Sophie le había ordenado a Polo que atendiera en la puerta y a Ariana, otra elfina, que trajera un paño mojado y algo de alcohol. Me puse nerviosa y miraba asustada a Luna que aun no se despertaba a pesar de todos los intentos que la prima Sophie estaba haciendo.

La pequeña elfina regresó con todo lo que le había pedido su ama, por lo que inmediatamente le puso el paño húmedo con alcohol sobre su frente. Me sentía tan inútil en ese momento. No tenía ni la menor idea de que poder hacer. Pero debía pensar en algo rápido, debía ayudar a su hermana a salir de aquel estado de inconsciencia, antes de que fuera demasiado tarde.

- ¿No crees qué sería mejor llevarla a San Mungo? - Pregunté con la preocupación marcada en la voz. - Esto no está funcionando y la verdad yo no se que más podemos hacer - Exclamé tratando de parecer calmada.

Había salido de la mansión Delacour con la clara intención de realizar algunas compras. Específicamente quería una lechuza, pero no una cualquiera, buscaba una que fuera de color blanco y sabía que el lugar indicado para aquello era el Magic Mall. Luego de visitar algunos lugares en la planta baja, llegué a un local que me pareció tener lo que andaba buscando.

A penas iba entrando, cuando mis ojos verdes se quedaron fijos en una blanca lechuza que estaba dentro de una jaula. Me acerqué al animal, la que se mantenía serena, pero al ver como me acercaba batió levemente sus alas, en señal de saludo. Sonreí al ver que era la indicada y me dirigí hasta el mostrador donde estaban los formularios para realizar la compra.

- Buenos días- Dije con una sonrisa cordial dibujada en mi rostro-. Necesito comprar una lechuza- Le indiqué al vendedor quien me entregó el formulario para la compra.Tomé la pluma y el tintero que allí se encontraban y lo llené con todos los datos que me solicitaban.

ID: 112915

Nick: Caroline Spinnet.

Bóveda: Bóveda de Caroline Spinnet.

Fecha: 12-11-2011 (del día que se realizó la venta)

 

Nombre del producto: Lechuza.

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10 puntos.

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 75 Galeones.

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Aprendiz

Le entregué el formulario con todos los datos al vendedor y aguardé a la espera de que mi compra se pudiera realizar.

Hola

Si no es mucha la molestia vengo a hacerle algunos cambios a mi ficha :3

Les dejo el link con todo listo para que no sea mucho: Nueva ficha

Desde ya muchas gracias *le dejo chocolates y cerveza de mantequilla a quien la modifique*

Caminaba con paso lento por las calles de Ottery St. Catchpole, el día estaba algo soleado así que quería disfrutarlo. Una suave brisa corría, la que levantaba las ondas de mi largo cabello, dejándolo algo alborotado. En mi mano derecha llevaba una maleta y sobre mi hombro izquierdo una cartera de cuero negro. Con cada paso que avanzaba sentía el sonido de mis altos tacones, que me ayudaban a disimular de alguna manera mi baja estatura.

Luego de haber caminado un buen trayecto me detuve en medio de la vereda y vislumbré una gran mansión pintada de blanco. Al verla mis labios rojos se curvaron en una pequeña sonrisa, pero para asegurarme bien abrí mi cartera y sustraje de ella un pequeño pergamino. Al leerlo comprobé que había llegado al lugar correcto. Después de haber dejado pasar tanto tiempo por fin había aceptado la invitación de mi hermana Luna para conocer al resto de la familia.

Entré por el jardín, observando todo detenidamente. Estaba maravillada por el hermoso jardín y lo bien mantenido que se encontraba. Una vez que llegué a la entrada me dispuse a tocar, pero me quedé viendo una ventana gigantesca, donde me reflejaba. Noté lo pálido que se veía mi rostro, que contrastaba con la capa color rojo oscuro que llevaba puesta. Volví mis verdosos ojos hacía adelante y sin seguir esperando más llamé a la puerta.

Mi llamado fue respondido enseguida y de la puerta apareció un pequeño elfo doméstico.

- ¿En que la puedo ayudar señorita?.- Preguntó con voz amable el elfo.

- Busco a Luna Naiara Granger.- Señalé sonriendole.

El elfo asintió con la cabeza y me hizo pasar al vestíbulo de la mansión. Entré tras él y me quedé quieta esperando, mientras mi vista recorría todo el lugar. Habían dos espejos colocados en ambos lados, pero lo que llamó mi atención fue un muñeco situado en la esquina de una mesa y que tenía clavado unos alfileres en el corazón y en la cabeza. Lo miré extrañada y regresé la vista al frente esperando a quien me iba a recibir.

OFF:

¡Hola! ¿Qué tal? yo soy la hermana perdida o algo así (? xD perdón por demorar tanto en venir a la mansión, pero estaba muy ocupada Ahora prometo pasar siempre por acá y así no sufrir los acosos de Luna (?) ok no xD. Es un gusto y espero poder conocer a toda la familia.

Nos estamos leyendo

¡Hola! Vengo a molestarlos con los cambios que le hice a mi ficha y son muchos, espero que no sea mucha molestia.

Les dejo el link con mi nueva ficha.

Nueva Ficha

Desde ya muchas gracias.

*Le dejo una caja de chocolates a quien la modifique*

http://i1136.photobucket.com/albums/n482/Caroline_Spinnet/2eyg6qv.png

Ficha de personaje:
Ficha de Caroline Allie Ryddleturn

Negocios que posea el personaje:

Negocios Cerrados
Bóveda 99315 Negocio Ice Cream Le Víf
Bóveda 99113 Negocio La vérité ou conséquences

Bóveda N° 107259 Negocio Veste Dorée
Negocio en sociedad con Leandro Stinson, disuelto 16/09/2012: Bóveda 98662 Negocio Ice Cream Le Víf

Topic de Registro de las Familias :
Familia 1: Familia Ryddleturn (cerrada)
Familia 2: Familia Ivashkov (cerrada)

Bóvedas de las familias:
Familia 1: Bóveda 77616 Familia Ryddleturn
Familia 2: Bóveda 106154 Familia Ivashkov
 

Saldo en Bóveda previo a la Migración 2021: 189437 G

¡Hola! ¿Cómo están?

Acá dejo mis datos para ser parte de esta familia +.+

Ficha de inscripción

Nick: Caroline Spinnet

Msn: samanrha_puppy92@hotmail.com

¿Por qué quieres pertenecer a esta familia?

Porque soy nueva en el foro, no tengo familia, esta me parece genial y ya conozco a Luna y Annick xD

¿Qué parentesco quieres tener?

Quiero ser hermana de Luna y Annick +.+

http://i.imgur.com/342z9yT.png

Datos personales:

Nombre del Personaje: Caroline Allison Ryddleturn.

Sexo: Femenino.

Edad: 20 años.

Nacionalidad: Británica.

Familia(s):

• Ryddleturn

• Ivashkov (Matriarca)

Padre Sanguíneo: Anna T. Ryddleturn.

Padres Adoptivos: Afrodita Malfoy.

Trabajo: --

Poderes Mágicos:

Rango Social: Dragones de Bronce.

Bando: Neutral.

Rango dentro del Bando: --

Hechizos adicionales:

Criaturas controlables en asaltos y duelos:

Habilidades Mágicas: --

Conocimientos Especiales:

• Artes oscuras.
• Conocimiento de maldiciones.
• Leyes Mágicas
• Defensa Contra las Artes Oscuras
• Cuidado de Criaturas Mágicas

Medallas:

Encantamientos, conocimiento eliminado: 4000 puntos
Aritmancia, conocimiento eliminado: 4000 puntos

Total Experiencia en Medallas: 8000 puntos

Perfil del Personaje:

Raza: Vampiro.

Aspecto Físico:

http://i.imgur.com/f0K75L0.png

Tiene un rostro delgado conformado por delicadas facciones, resaltadas sobre un cutis blanco magnolia. De anchos pómulos ruborizados, y ojos verdes claro con pequeñas manchas marrones, sombreados por unas largas pestañas curvadas en las puntas. La forma de su nariz es estrecha y sus gruesos labios son de un intenso carmesí, los que contrastan con su nívea piel. Todo en ella denota una expresión dulce, sin embargo, sus ojos son traviesos y ansiosos de vida.

Su cabello es largo, algo ondulado y de color castaño claro con pigmentos rojos, los que relucen bajo los rayos del sol. Habitualmente la joven lo lleva suelto a la altura de su cintura y peinado hacía un costado.

Posee una contextura física delgada y una pequeña cintura cuidada por un ceñido corsé, que además le permite mostrar su muy bien desarrollado busto. Es de estatura pequeña; específicamente mide 1,54.

Sus colores predilectos para vestir son rojos, negros y blancos. Cuando su estado de ánimo es bueno, prefiere colores pasteles. Siempre le gusta utilizar prendas que estén a la moda, pero de manera sencilla, sin perder la elegancia característica en ella. Sus atuendos favoritos son capas, vestidos cortos, jeans ajustados y tacones de gran altura.

Cualidades Psicológicas:

De una personalidad muy poderosa, resguardada bajo un aura angelical y los estrictos modales que le impuso su madre. Vengativa cuando la dañan a ella o a alguien de su familia. Las circunstancias de vida que le tocaron la convirtieron en una mujer muy orgullosa y por sobre todo desconfiada. A pesar de la madurez que asume en ciertas situaciones, tiene actitudes bastante infantiles.

Es muy sociable, por lo que no le cuesta hacer amistades y la mayor parte del tiempo le gusta ser el centro de atención. En contraste con esto, prefiere no dar a conocer sus sentimientos y en ocasiones es fría con quienes la rodean. Nunca lo ha admitido, pero frencuentemente necesita el cariño de su familia. No le gusta que la contradigan y ama tener la razón en todo.

Tiene buena capacidad para planear y poner situaciones adversas a su favor, siendo calculadora y manipuladora. Cuando se propone algo, lucha hasta que lo consigue, sin importar a quien tenga que dañar para eso. También es astuta y su mayor arma es la inocencia que posee. Sus peores defectos son ser obstinada, extremadamente perfeccionista, celosa y caprichosa.

Historia:

28 de enero de 1987

Hoy fue mi cumpleaños y mi mamá me regaló este diario forrado con un elegante cuero negro. La verdad es muy bonito y me da cosa escribir en las inmaculadas hojas blancas que posee. Con cuidado cargo la pluma de halcón, temerosa de que caiga alguna mancha. Mas mi mayor inquietud es que llegue alguno de mis hermanos y me quite la libreta. Aunque ahora que lo pienso, Milie se encarga de entretenerlos y por las risas que entran desde la ventana, torturan a mi gata Chanelle. Sino fuera porque estoy concentrada en lo que escribo, bajaría hasta el jardín para empujarlos dentro del lago. A veces supera mi poca paciencia.

Yo soy mayor que ellos, pero sus altas estaturas los aventajan cuando nos enfrentamos. Siempre tengo que ser defendida por mi madre y cuando era más pequeña mi fallecido padre se encargaba de eso. Cada día me esfuerzo en aprender más sobre la magia para superarlos. Tengo que hacerlo en casa, porque Anna se niega a enviarnos a alguna escuela de magia; dice que allí limitaran nuestro poder y no nos enseñaran lo necesario. A mi tampoco me preocupa quedarme en el Castillo, pues tengo la seguridad de que algún día me marcharé para conocer otros lugares. Ahora tengo tan sólo diez años y, lo acepte o no, soy una niña.

02 de julio de 1993

Mis baúles están preparados sobre mi cama y Violete ulula ansiosa dentro de su jaula de plata. Todos en el Castillo duermen, y mis elfos aguardan a que yo acabe para desparecer conmigo. Ya dejé sobre la mesita de luz el pergamino con mi despedida y las explicaciones de esta decisión; sólo espero que sean aceptadas. París será mi destino. Creo que el dinero que llevo será suficiente para vivir de manera decente por un tiempo, y ya tengo pensado que haré cuando falte. Tendré que sacar a relucir mi varita y todas mis capacidades. Alguien acaba de empujar y abrir mi puerta. Ah es Chanelle. No me queda otra más que llevarla.

25 de febrero de 1994

Hoy hice mi primer robo. Ya me aburre esta casa y es hora de que viva en algo mejor. Todo salió bien, aunque debo admitir que fue gracias a Antoinette. La conocí cuando engañaba a un iluso mago adinerado y ella apareció para intervenir y ayudarme a completar la estafa. Por un momento la odié; es una mujer extremadamente hermosa y su cabellera rojiza encandiló al hombre que embobado accedió a todo lo que yo le decía. Al principio me dio algo de temor por su condición de vampiresa, pero hubo algo en ella que me inspiró confianza. Es extraño que yo piense así, porque es una afamada ladrona. Creo no pierdo nada en recibir su ayuda.

20 de marzo de 1994

Acepté mudarme al Castillo de Antoinette, ubicado en las afueras de París. Es alucinante estar aquí. Mi habitación se asimila un poco a la de mi hogar en Ottery St. Catchpole, pero al estar en medio de unos milenarios árboles, su luminosidad es escasa. Ahora estoy frente a la ventana, viendo como las abundantes gotas de agua corren por el vidrio. Solamente mi amiga —sí amiga, esa palabra que le atribuyo a muy pocas personas— disfruta de la oscuridad nocturna para recorrer París. Nunca le he acompañado cuando sale de caza. No temo ver como se alimenta, pero es ella quien me lo prohíbe; según dice, no estoy preparada.

Preparada: esa la palabra que siempre utiliza conmigo. Tuve que dejar mi altanería y orgullo de lado cuando pasé a ser la aprendiz de Antoinette. A veces me recuerda a mi madre, con sus consejos y sus llamados de atención cuando me comporto como una niña caprichosa. Dice que pronto estaré lista, y que los años me van regalando atributos que harán ceder a todos ante mí. Pero de la magia ella no conoce mucho. Su raza la complementa lo suficiente como para que requiera muy poco de ésta. Sola he tenido que ir aprendiendo nuevos encantamientos sobre las Artes Oscuras. D'Aubigne los conoce, pero no como yo necesito.

01 de enero de 1995

Hoy sucedió algo muy extraño. Estaba en el centro de París haciendo unas compras, cuando me encontré con una mujer que es idéntica a mí. Su nombre es Elaena Malfoy y tiene 450 años más que yo. Es un vampiro. En unas horas vendrá al Castillo, para que Antoinette pueda ayudarnos. Puede que sea mi antepasada, sólo que por lo poco que hablamos no tenemos la misma línea familiar. Hay algo en ella que me genera temor. No sé por qué, pero sospecho que está usando una multijugos para engañarme. Por eso prefiero que venga hasta acá, así no estoy sola. Sé que me estoy ganando muchos enemigos y puede que ella sea uno de ellos.

02 de enero de 1995

No, Elaena no es un enemigo. Resulta que somos doppelgängers, personas idénticas que no comparten lazos de sangre. Yo soy su doble y puede que haya otra más, aunque no tenemos seguridad de eso. Ahora no sabemos muy bien qué hacer con esto. Ella me propone hacer un hechizo para unirnos, ya que en nuestro caso se puede, y si llegasen a matar a una, ésta reviviría por la vida de la otra. El problema es que yo tendría que convertirme en vampiro y no estoy muy segura de ello. De momento Anto la invitó a que se quede con nosotros. Está sola y nos sería de gran ayuda. Tiene mucho conocimiento sobre la magia oscura.

29 de enero de 1995

Me agrada mucho trabajar con Ela. Ella no es tan estructurada como Antoinette y es más intuitiva. Llevamos meses engañando a un hombre adinerado, se llama Alexandre. Ambas nos acostamos con él. Pensamos en quitarle todo lo que tiene, pero tenemos que planearlo muy bien si queremos que salga a la perfección. Es muy poderoso, más que nosotras, y no tendría reparos en vengarse. Luego de eso nos marcharíamos a Londres y tendríamos una vida tranquila allí. Anto por su parte se iría a Italia y eso es lo que más me duele. Ha sido una madre para mí en todo este tiempo, pero ahí es donde está su vida. Yo tengo que regresar a la mía.

07 de febrero de 1995

Llegó el anhelado día de regresar a Gran Bretaña. Sin embargo, no es como yo esperaba. Tenemos que escapar de Francia, antes de ser encontradas por Alexandre. Él se enteró de que lo estafamos con Elaena y ahora ofrece recompensas por nuestras cabezas. Ni los disfraces ni las pociones multijugos son eficaces ante él, y no descansará hasta cobrar venganza. Sé que mi madre nos dará la protección que necesitamos y nos ayudará a salir de esto. Aún recuerdo a lo que ella se dedicaba y quizá tome su mismo camino. Antoinette se trasladará a Roma, como ya lo tenía planeado, donde la espera un viejo amigo y eterno enamorado.

15 de abril de 1995

Han pasado dos meses desde que dejé de ver a la pelirroja, y no he tenido noticias de ella. Yo estoy en el Castillo Ryddleturn, donde mi madre me recibió. No le he dicho de Elaena. Prefiere mantenerse escondida y a veces se pasea fingiendo ser yo. No quiere que nadie de su familia sepa que existe. Anna me ha convencido de inscribirme en la Academia de Magia y Hechicería, para culminar mis estudios y así pueda entrar a la Marca Tenebrosa. La idea me entusiasma, pero necesito a mi amiga y ya me preocupa no saber qué es lo que le sucede. Tengo planeado ir hasta Roma la otra semana. Será ideal para reencontrarme con Antoinette.


30 de mayo de 1995

Ella está bien. Aún sigo en Roma y no tengo muchas ganas de volver a Ottery. Ya no es necesario, puesto que Antoinette escuchó que Alexandre no saldrá a buscarnos fuera de Francia y nos matará el día que regresemos. No tengo pensado hacerlo y creo lo mismo de Elaena. Ayer me escribió para contarme que disfruta findiendo ser yo y que nadie se da cuenta, lo que significa que es una gran actriz. De haberla tenido frente a mí le habría dicho: «¡Bravo! Podrías ser una estrella del cine muggle. ¿Por qué no vas hasta Hollywood y te acuestas con algún director? Obtendrías el papel de tu vida.» Tan sólo imaginar la cara que pondría, me hace reír.


20 de diciembre de 1995

Volví a Ottery sólo para convertirme en Vampiro. Es algo que vengo posponiendo desde hace tiempo y cada vez se vuelve más necesario. Necesito resguardar mi vida, sobre todo si hago lo que tengo planeado hacer. Malfoy me recomendó comprar un par de joyas para que ella las hechice. Posee un milenario libro que robó en Rumania y que contiene un conjuro que ayuda a los vampiros a caminar bajo el sol. Se trata de realizarlo en algo que sea de plata y que el dueño lleve siempre consigo. Utilizaré un anillo, aunque de paso compraré un par de cosas más. Maldición, recordé que no me queda dinero. No tengo más opción que sacar del botín que escondo acá en el Castillo.

01 de enero de 2010

Hace quince años que no escribo en este diario y todavía sus páginas libres siguen igual de limpias y blancas. La hoja anterior a esta contiene la visita que yo haría a la bóveda donde escondíamos los galeones. Nunca vislumbré lo que ocurriría. Nos hechizaron, a Elaena y a mí, para que nuestros corazones se detuvieran, sin que esto nos quitara la vida. La muerte quizá hubiera sido más simple, no como pasar más de una década en un sueño eterno, sin tener las facultades para salir de ello. Antoinette logró rescatarnos. Lo difícil fue encontrar nuestros cuerpos, aunque peor fue conseguir una cura que nos despertara.

9 de febrero de 2010

Poco a poco me he ido adaptando a esta nueva época, y para que el golpe no fuera tan duro regresé con mi amiga al Castillo D'Aubigne. Al llegar ella me tenía una sorpresa. Ahora nos acompaña una mujer más y que será aprendiz de Antoinette. Valentine es como mi hermana menor y le he tomado un cariño muy especial. A veces me hace sentir diferente, como si alejara toda la frialdad que llevo dentro. Nunca antes me había ocurrido esto y con ella ha sido inevitable. Más que nada porque también está interesada en las artes oscuras y alberga la idea de algún día ser Mortífaga. Mantengo la esperanza de que suceda pronto.

08 de julio de 2012

Luego de tanto tiempo, me acabo de graduar de la Academia de Magia y Hechicería. Fue una hermosa ceremonia, más aún porque contó con la presencia de casi toda mi familia. Mamá se sintió orgullosa de mí y por primera vez cumplí con sus expectativas. Toda la vida fui la hija descarriada y nunca di el buen ejemplo de hermana mayor. No es que tampoco empiece a hacerlo, porque graduarme es solamente el primero de mis objetivos. Lo necesitaba para obtener poder y ese poder me permitirá vivir todo lo que quiera. Le tengo miedo a morir y no quiero hacerlo nunca. Que me haga vampiro no será suficiente... yo lo sé muy bien.

10 de julio de 2012

Tuve que regresar a París. Antoinette nos reunió a Valentine, Elaena y a mí para comunicarnos que se marchará a Roma junto a Stefan. No será por siempre y de vez en cuando nos vendrá a visitar. Entre todas y debido a que Valent es Mortífaga, trasladaremos el Castillo a Ottery. Ya nos hemos estado preparando lo suficiente para realizarlo y nos creemos aptas para conseguirlo. Ahora nos haremos cargo de todo y tenemos planeado buscar a los familiares de nuestra mentora, para que la familia D'Aubigne regrese y la pureza de su sangre continúe. Sabemos que es algo difícil pero tenemos la sensación de que saldrá bien.

14 de julio de 2012

Esta noche ingresé a la Marca Tenebrosa y en una ceremonia solemne la líder tatuó aquella serpiente con la calavera en mi antebrazo derecho. El proceso fue desesperante y doloroso, pero me mantuve firme, demostrando mi ferviente compromiso hacía el bando. Estoy ansiosa por todo lo que acontecerá y ahora solo me resta ser paciente. Creo que no volveré a escribir en estas páginas. Todo lo importante que ha ocurrido en mi vida y digno de recordar está aquí; todo lo que ocurra de ahora en adelante, estará en otro diario. En otro que contendrá los hechos de mi nueva vida y que al igual que antes sean merecedores de conservar.

Se suponía que no volvería a escribir en este diario, porque mi vida estaba concluida, pero no fue así. El hechizo que me mantuvo dormida me pasó la cuenta y comencé a sufrir las consecuencias. Mi cuerpo me traicionaba y sufrí una extraña enfermedad que casi me llevó a la locura. Yo sabía que moriría, por lo que abandoné la Marca Tenebrosa y me fui a Italia. Anto me ayudó y salvó mi vida a cambio de mi humanidad. Ahora soy vampiro y me siento mejor que nunca.

Dentro de los cambios que hice, está el haber abandonado el Castillo D'Aubigne. Valentine se fue en un largo viaje y Antoinette no regresó más. Ahora volví con mi familia y también regresé a la Marca Tenebrosa. Elaena decidió quedarse en Ottery, pero no más como yo. Aún tiene la maldita costumbre de perseguirme, pero al menos ya tomó la decidió de ir con su familia y reencontrarse con su madre. Espero que se mantenga así muchos años y que nunca más vuelva a tomar mi lugar.

Pertenencias:

Objeto Mágico Legendario: --

Elfos:

• Milie: Es pequeña y tiene unos intensos ojos violáceos. Es algo orgullosa, pero cariñosa con su ama, a la que le tiene mucha devoción. Siempre viste vestidos blancos, con unas delicadas zapatillas del mismo color sujetas con cintas de seda.

• Milou: Es pequeño y posee unos grandes ojos color miel. Es muy atento y siempre está al pendiente de lo que le ocurre a Milie, la que por orgullo no permite que él le ayude. Su atuendo es una camisa y un pantalón negro, siempre ordenado y unas zapatillas del mismo color.

Licencias, Tasas, Registros:

Licencia de Aparición:
Obtenida.

Licencia de Vuelo de Escoba:
Obtenida.

Registro de Elfos Domésticos:
Registro de Milie.
Registro de Milou.

Registro de Criaturas:
Registro de Lechuza.
Registro de Gata y Aethonan.
Registro de Pantera, Bowtruckle y Hada.

Registro de Raza:
Registro de Vampiro.

Personajes Secundarios:

• Elaena Kathryn Ivashkov

Otros Datos:

Otros datos:

• Su Patronus tiene forma de Colibrí.

• Le asusta estar sola en lugares pequeños, tras haber estado 15 años dormida en una bóveda.

• Desde los diez años escribe sus vivencias en diarios. Estos están escondidos en el Castillo Ryddleturn.

• Perteneció a la Casa Dragones de Lancashire.

• Al graduarse de la Academia de Magia y Hechicería, su tío Enrick Ryddleturn le obsequió un elefante.

• Desde el momento en que se convirtió en vampiresa, porta un anillo de plata que le permite caminar bajo el sol.

• Su Aethonan lo obtuvo como premio en la Gala de Halloween del 2012.

• A diario bebe Verbena, con la intención de volverse inmune a su efecto.

• Cuando tiene sed sus ojos se vuelven negros, y bajo estos se desparraman hileras del mismo color a lo largo de sus mejillas.

• Tiene una Doppelgänger o doble llamada Elaena Malfoy. Físicamente son idénticas y de vez en cuando intercambian sus vidas.

• Varita Mágica: Madera de Palisandro, núcleo de pelos de Veela y 23 cm de largo. Dura.

http://i.imgur.com/I7Qi0wP.png

Cronología de cargos:

11/09/2011 Capitana de los Chudley Cannons.
09/05/2012 Aprendiz de Duende en el Banco Mágico de Gringotts.
09/07/2012 Ascendió al Rango Social Unicornios de Bronce.
12/07/2012 Árbitro de Quidditch.
26/08/2012 Duende en el Banco Mágico de Gringotts.
05/10/2012 Matriarca Familia D'Aubigne.
06/02/2013 Ascendió al Rango Social Unicornios de Plata.
06/04/2013 Renunció en el Banco Mágico de Gringotts.
21/06/2013 Dejó el Consejo de Árbitros.
07/07/2013 Duende en el Banco Mágico de Gringotts.
10/09/2013 Dejó la Capitanía de los Chudley Cannons.
04/11/2013 Ascendió a Duende Acreditada.
18/11/2013 Dejó el Matriarcado de la Familia DAubigne.
07/09/2014 Renunció en el Banco Mágico de Gringotts.
08/11/2014 Empleada en el Magic Mall. Concilio de Mercaderes.
08/01/2015 Encargada de la Trastienda en el Magic Mall. Concilio de Mercaderes.
20/01/2015 Ascendió al Rango Social Dragones de Bronce.
16/02/2015 Jefa del Magic Mall. Concilio de Mercaderes.


Academia de Magia y Hechicería

08/07/2012 Se graduó de la Academia de Magia y Hechicería.
03/12/2012 Jefa de Casa Aethonans de Salem.
01/03/2013 Renunció al cargo de Jefa de Casa.

Cargos dentro de la Marca Tenebrosa:

28/04/2012 Ingresó a la Mini Marca.
12/07/2012 Ingresó a la Marca Tenebrosa.
12/09/2012 Ascendió al Rango Tempestad.
Directora de las Tutorías de Rol.
Tutora de Rol Nivel Intermedio Alto.
01/03/2013 Abandonó la Marca Tenebrosa.
03/07/2013 Ingresó a la Mini Marca.
16/10/2013 Ingresó a la Marca Tenebrosa.

Premios y reconocimientos:

Reconocimiento por su participación en el XIII Torneo de las Cuatro Casas.

Diploma

Mejor duelista de Los Dragones de Lancashire en el XIII Torneo de las Cuatro Casas.

Diploma

Reconocimiento por su trabajo en la Marca Tenebrosa.

Diploma

Mejor Blinkera Premios Seamus 2013 http://i.imgur.com/EeVE36b.gif

Diploma

Mejor Blinkera Premios Seamus 2014 http://i.imgur.com/T7pcIWS.gif

Diploma

Links de Interés Referentes al Personaje:

Link al Perfil de Comprador MM: 104
Link a Bóveda Personal: Bóveda 94592
Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº 107239
Link a Bóveda de Negocio:

Bóveda 99315 Negocio Ice Cream Le Víf Negocio Cerrado

Bóveda 99113 Negocio La Vérité Ou Conséquences Negocio Cerrado

Bóveda N° 107259 Negocio Veste Dorée Negocio Cerrado

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Ryddleturn
Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda 106154 Familia Ivashkov