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Laura H. de Ryddleturn

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Mensajes publicados por Laura H. de Ryddleturn

  1. Hola

     

    Ya hice los cambios pertinentes, así que reposteo de nuevo. Gracias.

     

    1.-Cambios en el Perfil del personaje, específicamente en raza y aspecto físico. Quedaría así:

     

     

    Perfil del Personaje

     

    Raza: Vampiro

     

    Aspecto Físico:

     

    (después de ser mordida por Enrick)

     

    Es una mujer voluptuosa de 1.60 m., poseedora de una belleza inigualable y un rostro angelical que incita a sus presas a acercarse a ella, pues da la impresión de ser más un ser de luz que una criatura de la oscuridad. El color de sus ojos depende de la situación en la que se encuentre: son rojos si ha bebido sangre humana, dorados si ha consumido sangre animal, y negros si está sedienta o furiosa. Su piel es fría, dura, tersa y blanca como el mármol. En su rostro resaltan sus labios carnosos y de un rojo intenso, que dejan ver un par de colmillos filosos al retraerse. La parte baja de sus ojos es coloreada por sombras púrpuras perpetuas que no se molesta en esconder, pues en nada opacan su hermosura que no requiere de maquillaje alguno.

     

     

    2.- Historia:

     

    Historia:

     

    La mujer que le dio la vida realizó un viaje desde Inglaterra a México algunos años antes de que ella naciera(los motivos son desconocidos). Durante el tiempo que estuvo en ese país se enamoró profundamente y quedó embarazada casi de inmediato. Mónica Malfoy Haughton, fiel a la Marca Tenebrosa, nunca supo que su enamorado pertenecía al bando contrario y ese secreto siempre se mantuvo.

     

    Cuando Laura tenía seis meses de edad, su madre recibió una carta en la que se le ordenaba volver a Inglaterra. Al parecer su familia no tenía idea de la existencia de la pequeña, así que no quiso arriesgarla y se decidió a dejarla en México, al cuidado de su padre. Tras una larga y amarga despedida, se fue, jurando al padre de su hija que regresaría en cuanto pudiera. Sin embargo, ese regreso no se produjo.

     

    Mientras tanto, el hombre que se había quedado a cargo de la bebé, se mudó a la casa de sus padres para que la abuela de la niña le ayudara a cuidarla. Según registros consultados, el padre de Laura era jefe del Departamento de aurores de aquél país y como tal, tenía múltiples enemigos pues había llevado a prisión a mortífagos importantes. Desgraciadamente, fue asesinado junto con sus padres (que también eran aurores) cuando un grupo numeroso de magos oscuros atacaron su casa. Su hija estaba a punto de cumplir un año de edad pero sobrevivió al ataque.

     

    Cuando todo hubo terminado los mortífagos revisaron la casa y uno de ellos, una mujer, encontró a la niña y decidió que ella la cuidaría de ahí en adelante. Al parecer, esta bruja había estado profundamente enamorada del padre de Laura y veía en la niña una forma de tener algo de él cerca. Pero ella ya estaba casada; su pareja era un mortífago también y a él no le pareció la idea de cuidar a la hija de otro hombre, a la hija del hombre al que, en realidad, amaba su mujer. La bruja se rehusó a deshacerse de la pequeña y se quedó con ella. A partir de ahí, la relación con su esposo se trastornó por completo. Éste se volvió violento.

     

    Durante 20 años de su vida, Laura fue testigo de las peleas entre sus padres adoptivos y más aún, de los golpes que su padre le daba a su madre. En ese tiempo vivió siempre con una idea: ella tenía la culpa de que sus padres se odiaran. Lentamente, ese pensamiento fue creciendo en su interior y alimentó poco a poco su corazón con rencor que luego se tornó en maldad. Ésta se vio reflejada en su aspecto físico y aquélla niña dulce de ojos celestes quedó convertida en un ser despiadado de ojos negros como la noche.

     

    Su padre adoptivo le enseñó todo lo que pudo de magia oscura, educándola para ser mortífaga... una forma simbólica de vengarse del auror que había sido el padre biológico de la niña. Así, Laura creció con una meta bien fija: cumpliría a toda costa los deseos de los únicos padres que conocía y algún día llegaría a formar parte del Bando Tenebroso.

     

    Un buen día recibió una lechuza en la que se le informaba que tenía que ir a Inglaterra pues tenía reservado un lugar en la “Academia de Magia y Hechicería”. En ese viaje conoció por casualidad a su verdadera madre, quien le contó todo sobre su pasado y la invitó a quedarse a vivir ahí con ella. Laura aceptó y se quedó a vivir en el Castillo Haughton durante el tiempo que duraron sus estudios.

     

    Su trayectoria en la Academia comenzó con la cátedra de Generales, que fue dictada por las profesoras en las lejanas tierras de Icengard, un gélido lugar en el que Laura corrió muchos peligros al lado de sus compañeros, teniendo que enfrentarse a un Erumpent en su primer día de clases. Tras concluir satisfactoriamente dicha unidad de aprendizaje, recibió la notificación de que fue asignada a la casa de “Los Tritones del Río Wye”, en cuya sala común solía pasar sus tardes y días libres leyendo uno tras otro de los libros sobre magia oscura que pudo extraer de la biblioteca y cuando no estaba ahí, se la podía encontrar sentada en la orilla del gran lago en compañía de Pepe, el calamar gigante. Cursó con éxito todas y cada una de sus materias, para finalmente graduarse como uno de los miembros más destacados de su generación, recibiendo su certificado de manos del Director mortífago de tan prestigiada institución.

     

    Fue también en Generales cuando, de manera fortuita, su oscura mirada se cruzó por primera vez con la de Enrick William Ryddleturn, sin imaginar lo decisivo que ese instante llegaría a ser para su vida futura. El mago de ojos color de miel le llamó la atención desde el principio, pero prefería evitarlo siempre que podía debido a la fama de Don Juan de la que éste gozaba, gracias a su galantería con cuanta chica se cruzaba en su camino. Fue justamente esto último lo que la llevó a pensar que ella era sólo una más de sus conquistas cuando, durante la clase de Duelo Avanzado, Enrick se decidió a hablarle, regalándole un ramo de rosas en pleno simulacro de asalto. Dicho gesto la dejó pensativa durante varios días.

     

    Tras concluir sus días activos en la Academia, y en espera de su ceremonia de graduación, Laura se marchó al castillo Haughton para pasar algún tiempo junto a su madre y hermana. De esa forma, transcurrieron semanas sin que tuviera noticias del Ryddleturn y justo cuando pensaba que jamás lo volvería a ver, un pequeño elfo doméstico, de nombre Darien, se presentó en la puerta de su hogar para entregarle un paquete que contenía una nota escrita a puño y letra de Enrick, en la que la invitaba a pasar unos días junto a él en Icengard, territorio del que, según se supo, él era el único heredero. Laura aceptó la invitación y en seguida fue transportada a ese mágico lugar, en el que el ojimiel la esperaba para guiarla a través de una cita de ensueño, en la que la Haughton tuvo la oportunidad de surcar el cielo sobre un dragón, conoció el “Lago de las Hadas”, montó sobre el lomo de un centauro, fue deleitada por una bella melodía que el Ryddleturn interpretó en el violín para ella, y probó la más deliciosa comida en el banquete que las criaturas mágicas del bosque se esmeraron en preparar. Finalmente, en medio de un vals, Enrick le dio su primer beso y le declaró su amor, a lo que, sin dudar un instante, Laura correspondió de la misma manera. Ese mismo día, con sus verdaderos sentimientos recién expresados, ambos enamorados viajaron hasta la “Fuente de los enamorados” y ahí consumaron su amor por primera vez entregándose el uno al otro en cuerpo y alma.

     

    Durante su graduación, Enrick le pidió que se casara con él y fue gracias a eso, que Laura retornó a su aspecto original, con los ojos celestes y el cabello castaño. La boda se llevó a cabo en Icengard, el 6 de Enero del año 2012. La celebración perduró por varios días y fue inolvidable para los asistentes, con un banquete de maravillas y una orquesta que no paró de tocar música toda una noche de júbilo y alegría. Previo a la celebración de la ceremonia nupcial se realizó un campamento de recepción en una reserva natural sudamericana “Cataratas del Iguazú” con el fin de llevar un registro de los invitados y de crear lazos de compartir antes de una festividad de tamaña envergadura como la que prepararon los novios, los padrinos y los escoltas con tanta devoción y dedicación.

     

    Con su amado esposo, Laura concibió a una preciosa niña a quien pusieron por nombre Rosalie Marie. “Su niña”, como la Haughton se refiere a ella, se convirtió con el paso de los años en una hermosa chica con una enorme sensibilidad para la danza y la música, diestra, también, en el manejo del arco y flecha. Rose heredó de su madre la afición por las artes oscuras, siguiendo sus pasos en el mundo mortífago.

     

    Un tiempo después del nacimiento de su primera hija, el matrimonio Ryddleturn-Haughton recibió en sus brazos al segundo de sus hijos: Enrick Perseus. Percy, como lo llaman de cariño, heredó la galantería de su padre, además de algunos gustos y aficiones como el tallado de la madera.

     

    Laura tuvo la fortuna de que sus dos hijos heredaran sus ojos celestes y de que su esposo se encontrara siempre a su lado para compartir la crianza, viviendo con él los primeros pasos y las primeras palabras de Rose y Percy. Actualmente, se encuentra embarazada y espera ansiosa junto a Enrick la llegada de su tercer hijo, una bebita que llevará por nombre Antonella, que significa “ La que es preciosa como una flor”.

     

    En su época de estudiante, Laura fue reclutada por la Marca Tenebrosa como aspirante al bando, al cual se unió formalmente unos meses después de su graduación, cuando se llevó a cabo la Ceremonia de Tatuaje en la que el cráneo y la serpiente le fueron grabados con fuego en la piel de su antebrazo izquierdo.

     

    Hasta varios días después de su boda, la vida de Laura parecía haber tomado un rumbo fijo y marchar perfectamente, hasta que la tragedia cayó sobre su familia. Enrick fue convertido en vampiro y huyó a Transilvania para buscar a Drácula y obtener algunas respuestas, además de ayuda para controlar su sed de sangre. Dicho suceso fue interpretado por la ojiceleste como un abandono, sumergiéndose en una profunda tristeza que posibilitó el regreso de la ojinegra, pero en esta ocasión, constituida de pura maldad y sin los recuerdos de su vida pasada. Su actitud agresiva la convirtió en un peligro para la criatura en su vientre y para todo el que la rodeaba, por lo que Lyra Katara, su suegra, se vio obligada a encerrarla en los calabozos del castillo Ryddleturn, dejándola al cuidado de Elvis Gryffindor, su padrino de bodas.

     

    Finalmente, después de varios meses, Enrick regresó encontrándose con la noticia de que Laura había sido poseída de nuevo por la ojinegra, de modo que llevó a cabo una técnica demoniaca de transmutación de almas, deshaciéndose para siempre del alma perversa que la había atormentado desde niña. Sin dicho ente de oscuridad dentro de sí, Laura no pudo volver a ser la misma. Todo sentimiento de odio y rencor le fue borrado, de modo que se vio severamente imposibilitada para cumplir las misiones que se le encomendaban como mortífaga. Así pues, los líderes de la Marca Tenebrosa decidieron que la Haughton ya no les era útil, de modo que la desterraron del bando, borrando de su memoria todo rastro de las actividades que realizaba en él, así como el rostro y las identidades de sus ex compañeros. También le fue retirado el tatuaje de su antebrazo izquierdo en medio de un proceso aún más doloroso que aquél por el que le fue grabado con fuego en la piel.

     

    Los meses transcurrieron y lo avanzado de su embarazo la obligó a dejar temporalmente su empleo en el Cuartel de Aurores con la finalidad de alistar todo para el nacimiento de su hijo y prepararse a sí misma tanto física como mentalmente para el parto. Durante ese periodo acudió a San Mungo acompañada por su amado Enrick, en donde fue realizada la primer ecografía de su bebé, por medio de la cual la pareja confirmó que sus sospechas sobre el sexo del futuro Ryddleturn-Haughton eran ciertas: esperaban a una hermosa niña. La felicidad al saber tal noticia los llenó por completo, pero tal bienestar no tardó en ser opacado por la tragedia.

     

    Laura descubrió que los mortífagos seguían a su esposo en uno de sus viajes de exploración en la "Isla Atlántida", de modo que decidió ir ella también para asegurarse de que nada malo le ocurriera al amor de su vida. Todo parecía ir bien, pero de un momento a otro, los miembros del bando tenebroso comenzaron a atacar a Enrick. De ninguna manera lo iba a permitir, así que salió en defensa de su marido, sucumbiendo a su lado ante el poderío de sus atacantes: el cuerpo de la ojiceleste fue desmembrado y su pequeña hija extraída de sus entrañas con crueldad. Por fortuna, la gran habilidad mágica de su amiga Jesse le posibilitó volver a la vida junto a su bebé, que fue regresada a su vientre para que pudiera concluir su desarrollo intrauterino.

     

    A consecuencia de lo anterior, Laura se vio obligada a pasar el resto de su embarazo en completo reposo y con un estricto régimen alimenticio reducido en sales y la ingesta abundante de líquido. Para poder llevar a cabo dicha prescripción médica, su eposo la llevó a la cabaña que él había estado construyendo con sus propias manos para que fuese su hogar. Por desgracia eso resultó imposible pues la propia madre de Enrick dio alojo en su castillo a quienes fueron sus asesinos, lo que provocó que la Haughton se sintiera totalmente insegura viviendo ahí, de modo que decidió regresar al castillo de su madre, de donde nunca debió salir, llevándose consigo sólo a Percy, ya que Rosalie decidió quedarse a vivir en el hogar de su padre. Sin dudar en su decisión, Laura pidió a su esposo que fuera a vivir con ella, confiando en que él aceptaría sin pensar; sin embargo obtuvo una negativa de su parte, marchándose completamente decepcionada al verse sin la compañía y el apoyo de quien juró permanecer a su lado para siempre.

     

    Para ese entonces, y de acuerdo con lo que les explicaron los sanadores, el embarazo se había prolongado más allá de lo habitual debido a lo ocurrido en Isla Atlántida, de modo que la ojiceleste contaba ya con doce meses de gestación que comenzaban a hacer estragos en su delicado cuerpo humano, consumiendo todas sus energías y llevando su fisionomía hasta un extremo casi cadavérico que la tenía bastante preocupada. A pesar de todo, no se iba a mostrar débil, y aunque deseara tener consigo a su amado, no lo obligaría a hacer nada que él no quisiese. Pero sólo era cuestión de tiempo para que Enrick le demostrara lo mucho que la amaba al aparecer sin aviso ante la puerta del castillo Haughton para pedirle en total arrepentimiento, que lo dejase vivir con ella. Laura lo aceptó sin dudar, y de esa forma subieron a su alcoba para reposar y disfrutar de su compañía en soledad como pareja... fue ahí cuando el trabajo de parto comenzó.

     

    La pequeña no-nata se movía incesante dentro del cuerpo de su madre, quebrándole varias costillas y provocando que, sobre su piel extremamente delgada, se pudieran ver claramente las manos y los pies de la infante que luchaba por librarse por sus propios medios de su recinto uterino. Así pues, su esposo, más alterado que de costumbre, la llevó a San Mungo en donde la sanadora Bodrik intentó llevar a cabo el procedimiento reglamentario para un parto en el agua, al menos hasta que la placenta se desprendió y fue necesario que Enrick tomara cartas en el asunto, abriendo el vientre de Laura con sus propios colmillos para traer al mundo a Antonella Ariana, la menor y última de los Ryddleturn-Haughton.

     

    A consecuencia de lo anterior, la ojiceleste cayó en el sueño eterno, pero no sin antes decir sus últimas palabras dedicadas a su pequeña recién nacida: "Bienvenida... Te amo". Y tras eso, todo fue oscuridad y sufrimiento hasta que, después de tres días de agonía, abrió los ojos encontrándose con el amor de su vida, en cuyos hermosos orbes dorados se vio reflejada, revelándose a sí misma como neófita. Sedienta de sangre, por poco mata a Antonella en el momento en que se la llevaron a presentar, pero logró controlarse y su marido pudo separar a la pequeña de sus brazos antes de que ocurriera una desgracia. Así pues, tomaron la decisión de dejar a la bebita al cuidado de Bodrik durante el lapso de tiempo que Laura necesitara para controlar su sed y su impulso asesino.

     

     

    3.- Pido también, de favor, que se modifique la raza en mi perfil a "Vampiro"

  2. Hola

     

    Vengo a pedir algunos cambios en mi ficha, principalmente en la parte de la historia, pero mejor los dejo a continuación. Desde ya, muchas gracias al amable moderador que se encargue de la edición.

     

    1.-Cambios en el Perfil del personaje, específicamente en raza y aspecto físico. Quedaría así:

     

    Perfil del Personaje

     

    Raza: Vampiro

     

    Aspecto Físico:

     

    - Aspecto original (Es el que tenía en su niñez, antes de que la maldad se apoderara de ella por completo):Se trata de una mujer que mide aproximadamente 1.60 m. Su cuerpo es delgado, atlético y de dimensiones armoniosas. Se mueve con ligereza al caminar y lo hace de forma elegante, altiva. Sus ojos son celestes y tienen una mirada profunda y seductora que hechiza a todo el que los mira. Su cabello es castaño oscuro y ondulado. La tez es blanca y la piel tersa. Su sonrisa es blanca y radiante.

     

    - Aspecto tenebroso (Es el que tiene cuando el alma perversa que habita dentro de ella toma el control): La complexión física es la misma, pero su cabello es lacio y negro azabache. Sus ojos son oscuros como la noche y se caracterizan por una mirada profunda, retadora y despiadada. Utiliza su sonrisa para seducir y cuando no lo hace, siempre refleja sarcasmo.

     

    -Aspecto vampírico (después de ser mordida por Enrick): Es una mujer voluptuosa, poseedora de una belleza inigualable y un rostro angelical que incita a sus presas a acercarse a ella, pues da la impresión de ser más un ser de luz que una criatura de la oscuridad. El color de sus ojos depende de la situación en la que se encuentre: son rojos si ha bebido sangre humana, dorados si ha consumido sangre animal, y negros si está sedienta o furiosa. Su piel es fría, dura, tersa y blanca como el mármol. En su rostro resaltan sus labios carnosos y de un rojo intenso, que dejan ver un par de colmillos filosos al retraerse. La parte baja de sus ojos es coloreada por sombras púrpuras perpetuas que no se molesta en esconder, pues en nada opacan su hermosura que no requiere de maquillaje alguno.

     

    2.- Historia:

     

    Historia:

     

    La mujer que le dio la vida realizó un viaje desde Inglaterra a México algunos años antes de que ella naciera(los motivos son desconocidos). Durante el tiempo que estuvo en ese país se enamoró profundamente y quedó embarazada casi de inmediato. Mónica Malfoy Haughton, fiel a la Marca Tenebrosa, nunca supo que su enamorado pertenecía al bando contrario y ese secreto siempre se mantuvo.

     

    Cuando Laura tenía seis meses de edad, su madre recibió una carta en la que se le ordenaba volver a Inglaterra. Al parecer su familia no tenía idea de la existencia de la pequeña, así que no quiso arriesgarla y se decidió a dejarla en México, al cuidado de su padre. Tras una larga y amarga despedida, se fue, jurando al padre de su hija que regresaría en cuanto pudiera. Sin embargo, ese regreso no se produjo.

     

    Mientras tanto, el hombre que se había quedado a cargo de la bebé, se mudó a la casa de sus padres para que la abuela de la niña le ayudara a cuidarla. Según registros consultados, el padre de Laura era jefe del Departamento de aurores de aquél país y como tal, tenía múltiples enemigos pues había llevado a prisión a mortífagos importantes. Desgraciadamente, fue asesinado junto con sus padres (que también eran aurores) cuando un grupo numeroso de magos oscuros atacaron su casa. Su hija estaba a punto de cumplir un año de edad pero sobrevivió al ataque.

     

    Cuando todo hubo terminado los mortífagos revisaron la casa y uno de ellos, una mujer, encontró a la niña y decidió que ella la cuidaría de ahí en adelante. Al parecer, esta bruja había estado profundamente enamorada del padre de Laura y veía en la niña una forma de tener algo de él cerca. Pero ella ya estaba casada; su pareja era un mortífago también y a él no le pareció la idea de cuidar a la hija de otro hombre, a la hija del hombre al que, en realidad, amaba su mujer. La bruja se rehusó a deshacerse de la pequeña y se quedó con ella. A partir de ahí, la relación con su esposo se trastornó por completo. Éste se volvió violento.

     

    Durante 20 años de su vida, Laura fue testigo de las peleas entre sus padres adoptivos y más aún, de los golpes que su padre le daba a su madre. En ese tiempo vivió siempre con una idea: ella tenía la culpa de que sus padres se odiaran. Lentamente, ese pensamiento fue creciendo en su interior y alimentó poco a poco su corazón con rencor que luego se tornó en maldad. Ésta se vio reflejada en su aspecto físico y aquélla niña dulce de ojos celestes quedó convertida en un ser despiadado de ojos negros como la noche.

     

    Su padre adoptivo le enseñó todo lo que pudo de magia oscura, educándola para ser mortífaga... una forma simbólica de vengarse del auror que había sido el padre biológico de la niña. Así, Laura creció con una meta bien fija: cumpliría a toda costa los deseos de los únicos padres que conocía y algún día llegaría a formar parte del Bando Tenebroso.

     

    Un buen día recibió una lechuza en la que se le informaba que tenía que ir a Inglaterra pues tenía reservado un lugar en la “Academia de Magia y Hechicería”. En ese viaje conoció por casualidad a su verdadera madre, quien le contó todo sobre su pasado y la invitó a quedarse a vivir ahí con ella. Laura aceptó y se quedó a vivir en el Castillo Haughton durante el tiempo que duraron sus estudios.

     

    Su trayectoria en la Academia comenzó con la cátedra de Generales, que fue dictada por las profesoras en las lejanas tierras de Icengard, un gélido lugar en el que Laura corrió muchos peligros al lado de sus compañeros, teniendo que enfrentarse a un Erumpent en su primer día de clases. Tras concluir satisfactoriamente dicha unidad de aprendizaje, recibió la notificación de que fue asignada a la casa de “Los Tritones del Río Wye”, en cuya sala común solía pasar sus tardes y días libres leyendo uno tras otro de los libros sobre magia oscura que pudo extraer de la biblioteca y cuando no estaba ahí, se la podía encontrar sentada en la orilla del gran lago en compañía de Pepe, el calamar gigante. Cursó con éxito todas y cada una de sus materias, para finalmente graduarse como uno de los miembros más destacados de su generación, recibiendo su certificado de manos del Director mortífago de tan prestigiada institución.

     

    Fue también en Generales cuando, de manera fortuita, su oscura mirada se cruzó por primera vez con la de Enrick William Ryddleturn, sin imaginar lo decisivo que ese instante llegaría a ser para su vida futura. El mago de ojos color de miel le llamó la atención desde el principio, pero prefería evitarlo siempre que podía debido a la fama de Don Juan de la que éste gozaba, gracias a su galantería con cuanta chica se cruzaba en su camino. Fue justamente esto último lo que la llevó a pensar que ella era sólo una más de sus conquistas cuando, durante la clase de Duelo Avanzado, Enrick se decidió a hablarle, regalándole un ramo de rosas en pleno simulacro de asalto. Dicho gesto la dejó pensativa durante varios días.

     

    Tras concluir sus días activos en la Academia, y en espera de su ceremonia de graduación, Laura se marchó al castillo Haughton para pasar algún tiempo junto a su madre y hermana. De esa forma, transcurrieron semanas sin que tuviera noticias del Ryddleturn y justo cuando pensaba que jamás lo volvería a ver, un pequeño elfo doméstico, de nombre Darien, se presentó en la puerta de su hogar para entregarle un paquete que contenía una nota escrita a puño y letra de Enrick, en la que la invitaba a pasar unos días junto a él en Icengard, territorio del que, según se supo, él era el único heredero. Laura aceptó la invitación y en seguida fue transportada a ese mágico lugar, en el que el ojimiel la esperaba para guiarla a través de una cita de ensueño, en la que la Haughton tuvo la oportunidad de surcar el cielo sobre un dragón, conoció el “Lago de las Hadas”, montó sobre el lomo de un centauro, fue deleitada por una bella melodía que el Ryddleturn interpretó en el violín para ella, y probó la más deliciosa comida en el banquete que las criaturas mágicas del bosque se esmeraron en preparar. Finalmente, en medio de un vals, Enrick le dio su primer beso y le declaró su amor, a lo que, sin dudar un instante, Laura correspondió de la misma manera. Ese mismo día, con sus verdaderos sentimientos recién expresados, ambos enamorados viajaron hasta la “Fuente de los enamorados” y ahí consumaron su amor por primera vez entregándose el uno al otro en cuerpo y alma.

     

    Durante su graduación, Enrick le pidió que se casara con él y fue gracias a eso, que Laura retornó a su aspecto original, con los ojos celestes y el cabello castaño. La boda se llevó a cabo en Icengard, el 6 de Enero del año 2012. La celebración perduró por varios días y fue inolvidable para los asistentes, con un banquete de maravillas y una orquesta que no paró de tocar música toda una noche de júbilo y alegría. Previo a la celebración de la ceremonia nupcial se realizó un campamento de recepción en una reserva natural sudamericana “Cataratas del Iguazú” con el fin de llevar un registro de los invitados y de crear lazos de compartir antes de una festividad de tamaña envergadura como la que prepararon los novios, los padrinos y los escoltas con tanta devoción y dedicación.

     

    Con su amado esposo, Laura concibió a una preciosa niña a quien pusieron por nombre Rosalie Marie. “Su niña”, como la Haughton se refiere a ella, se convirtió con el paso de los años en una hermosa chica con una enorme sensibilidad para la danza y la música, diestra, también, en el manejo del arco y flecha. Rose heredó de su madre la afición por las artes oscuras, siguiendo sus pasos en el mundo mortífago.

     

    Un tiempo después del nacimiento de su primera hija, el matrimonio Ryddleturn-Haughton recibió en sus brazos al segundo de sus hijos: Enrick Perseus. Percy, como lo llaman de cariño, heredó la galantería de su padre, además de algunos gustos y aficiones como el tallado de la madera.

     

    Laura tuvo la fortuna de que sus dos hijos heredaran sus ojos celestes y de que su esposo se encontrara siempre a su lado para compartir la crianza, viviendo con él los primeros pasos y las primeras palabras de Rose y Percy. Actualmente, se encuentra embarazada y espera ansiosa junto a Enrick la llegada de su tercer hijo, una bebita que llevará por nombre Antonella, que significa “ La que es preciosa como una flor”.

     

    En su época de estudiante, Laura fue reclutada por la Marca Tenebrosa como aspirante al bando, al cual se unió formalmente unos meses después de su graduación, cuando se llevó a cabo la Ceremonia de Tatuaje en la que el cráneo y la serpiente le fueron grabados con fuego en la piel de su antebrazo izquierdo.

     

    Hasta varios días después de su boda, la vida de Laura parecía haber tomado un rumbo fijo y marchar perfectamente, hasta que la tragedia cayó sobre su familia. Enrick fue convertido en vampiro y huyó a Transilvania para buscar a Drácula y obtener algunas respuestas, además de ayuda para controlar su sed de sangre. Dicho suceso fue interpretado por la ojiceleste como un abandono, sumergiéndose en una profunda tristeza que posibilitó el regreso de la ojinegra, pero en esta ocasión, constituida de pura maldad y sin los recuerdos de su vida pasada. Su actitud agresiva la convirtió en un peligro para la criatura en su vientre y para todo el que la rodeaba, por lo que Lyra Katara, su suegra, se vio obligada a encerrarla en los calabozos del castillo Ryddleturn, dejándola al cuidado de Elvis Gryffindor, su padrino de bodas.

     

    Finalmente, después de varios meses, Enrick regresó encontrándose con la noticia de que Laura había sido poseída de nuevo por la ojinegra, de modo que llevó a cabo una técnica demoniaca de transmutación de almas, deshaciéndose para siempre del alma perversa que la había atormentado desde niña. Sin dicho ente de oscuridad dentro de sí, Laura no pudo volver a ser la misma. Todo sentimiento de odio y rencor le fue borrado, de modo que se vio severamente imposibilitada para cumplir las misiones que se le encomendaban como mortífaga. Así pues, los líderes de la Marca Tenebrosa decidieron que la Haughton ya no les era útil, de modo que la desterraron del bando, borrando de su memoria todo rastro de las actividades que realizaba en él, así como el rostro y las identidades de sus ex compañeros. También le fue retirado el tatuaje de su antebrazo izquierdo en medio de un proceso aún más doloroso que aquél por el que le fue grabado con fuego en la piel.

     

    Los meses transcurrieron y lo avanzado de su embarazo la obligó a dejar temporalmente su empleo en el Cuartel de Aurores con la finalidad de alistar todo para el nacimiento de su hijo y prepararse a sí misma tanto física como mentalmente para el parto. Durante ese periodo acudió a San Mungo acompañada por su amado Enrick, en donde fue realizada la primer ecografía de su bebé, por medio de la cual la pareja confirmó que sus sospechas sobre el sexo del futuro Ryddleturn-Haughton eran ciertas: esperaban a una hermosa niña. La felicidad al saber tal noticia los llenó por completo, pero tal bienestar no tardó en ser opacado por la tragedia.

     

    Laura descubrió que los mortífagos seguían a su esposo en uno de sus viajes de exploración en la "Isla Atlántida", de modo que decidió ir ella también para asegurarse de que nada malo le ocurriera al amor de su vida. Todo parecía ir bien, pero de un momento a otro, los miembros del bando tenebroso comenzaron a atacar a Enrick. De ninguna manera lo iba a permitir, así que salió en defensa de su marido, sucumbiendo a su lado ante el poderío de sus atacantes: el cuerpo de la ojiceleste fue desmembrado y su pequeña hija extraída de sus entrañas con crueldad. Por fortuna, la gran habilidad mágica de su amiga Jesse le posibilitó volver a la vida junto a su bebé, que fue regresada a su vientre para que pudiera concluir su desarrollo intrauterino.

     

    A consecuencia de lo anterior, Laura se vio obligada a pasar el resto de su embarazo en completo reposo y con un estricto régimen alimenticio reducido en sales y la ingesta abundante de líquido. Para poder llevar a cabo dicha prescripción médica, su eposo la llevó a la cabaña que él había estado construyendo con sus propias manos para que fuese su hogar. Por desgracia eso resultó imposible pues la propia madre de Enrick dio alojo en su castillo a quienes fueron sus asesinos, lo que provocó que la Haughton se sintiera totalmente insegura viviendo ahí, de modo que decidió regresar al castillo de su madre, de donde nunca debió salir, llevándose consigo sólo a Percy, ya que Rosalie decidió quedarse a vivir en el hogar de su padre. Sin dudar en su decisión, Laura pidió a su esposo que fuera a vivir con ella, confiando en que él aceptaría sin pensar; sin embargo obtuvo una negativa de su parte, marchándose completamente decepcionada al verse sin la compañía y el apoyo de quien juró permanecer a su lado para siempre.

     

    Para ese entonces, y de acuerdo con lo que les explicaron los sanadores, el embarazo se había prolongado más allá de lo habitual debido a lo ocurrido en Isla Atlántida, de modo que la ojiceleste contaba ya con doce meses de gestación que comenzaban a hacer estragos en su delicado cuerpo humano, consumiendo todas sus energías y llevando su fisionomía hasta un extremo casi cadavérico que la tenía bastante preocupada. A pesar de todo, no se iba a mostrar débil, y aunque deseara tener consigo a su amado, no lo obligaría a hacer nada que él no quisiese. Pero sólo era cuestión de tiempo para que Enrick le demostrara lo mucho que la amaba al aparecer sin aviso ante la puerta del castillo Haughton para pedirle en total arrepentimiento, que lo dejase vivir con ella. Laura lo aceptó sin dudar, y de esa forma subieron a su alcoba para reposar y disfrutar de su compañía en soledad como pareja... fue ahí cuando el trabajo de parto comenzó.

     

    La pequeña no-nata se movía incesante dentro del cuerpo de su madre, quebrándole varias costillas y provocando que, sobre su piel extremamente delgada, se pudieran ver claramente las manos y los pies de la infante que luchaba por librarse por sus propios medios de su recinto uterino. Así pues, su esposo, más alterado que de costumbre, la llevó a San Mungo en donde la sanadora Bodrik intentó llevar a cabo el procedimiento reglamentario para un parto en el agua, al menos hasta que la placenta se desprendió y fue necesario que Enrick tomara cartas en el asunto, abriendo el vientre de Laura con sus propios colmillos para traer al mundo a Antonella Ariana, la menor y última de los Ryddleturn-Haughton.

     

    A consecuencia de lo anterior, la ojiceleste cayó en el sueño eterno, pero no sin antes decir sus últimas palabras dedicadas a su pequeña recién nacida: "Bienvenida... Te amo". Y tras eso, todo fue oscuridad y sufrimiento hasta que, después de tres días de agonía, abrió los ojos encontrándose con el amor de su vida, en cuyos hermosos orbes dorados se vio reflejada, revelándose a sí misma como neófita. Sedienta de sangre, por poco mata a Antonella en el momento en que se la llevaron a presentar, pero logró controlarse y su marido pudo separar a la pequeña de sus brazos antes de que ocurriera una desgracia. Así pues, tomaron la decisión de dejar a la bebita al cuidado de Bodrik durante el lapso de tiempo que Laura necesitara para controlar su sed y su impulso asesino.

     

    3.- Pido también, de favor, que se modifique la raza en mi perfil a "Vampiro"

     

     

    Bueno, creo que eso sería todo por ahora, de nuevo muchas gracias *deja chocos para todos*

  3. Laura se encontraba sentada en su escritorio terminando de leer la nueva estructura de la plantilla ministerial, cuando recordó que tenía algo muy importante que hacer. Antes de comer uno de esos chocolates envenenados tras regresar del último cateo en la Longbottom, estaba dispuesta a ir con Sophie para entregarle el informe sobre el resultado de la denuncia contra Patrick Colt y el posterior cateo realizado, pero ahora que la oficina de denuncias tenía nueva jefatura, lo correcto era no saltarse autoridades. También tendría que ir a la oficina de Seba, pero empezaría en orden, así que tomó la carpeta en la que tenía su copia del caso y salió de cunbí.c*** para ir en busca de Andrómeda.

     

    Cuando estuvo frente a la puerta indicada, llamó con tres golpecitos leves, y la puerta se abrió, pero fue recibida por un pequeño elfo doméstico, así que supuso que era sirviente de la nueva jefa.- ¿Y tu ama?- cuestionó con amabilidad, aunque al final la pregunta sonó algo dura. Como única respuesta, el elfo le mostró una nota en la que se indicaba el paradero de Andrómeda. Por lo visto se encontraba en una junta importante, y la Haughton supuso que necesitaría la información que iba a darle para agregarlo de una vez, así que se arrodilló junto a la criatura y le pidió, en un susurró, que le entregara un mensaje.

     

    La denuncia sobre el caso Longbotton fue atendida por los aurores Elvis Gryffindor y Laura Haughton, sin embargo, cuando acudieron a la morada de dicha familia,el denunciante cambió de opinión, retirando la acusación y expresando que no había ocurrido nada.

     

    Hecho eso, la neófita salió para dirigirse hacia el lugar de Seba, y entregarle también el reporte de lo ocurrido durante el cateo. Llamó a la puerta con tres golpes sordos y esperó a recibir una respuesta.

  4. Después de lo de los chocos...

     

    Esa mañana, Laura se despertó sola en su cama en el castillo Haughton (lo que era sumamente extraño, pues como neófita, se supone que no era capaz de dormir). Se encontraba un poco desorientada y lo último que recordaba era haber recibido una caja de chocolates que olían delicioso el día de San Valentín, después de eso, todo estaba en blanco. Se levantó pronto y miró en el calendario- Oh por Merlín, ¿han pasado tantos días?- preguntó para sí misma, pero pronto fue consciente de que Enrick tampoco estaba en la habitación, de hecho no podía sentir su presencia en ninguna parte de la morada- Mmmm... quizás ya se fue al cuartel.

     

    Con esa idea, la neófita se metió a bañar y al salir se vistió, se peinó y se perfumó antes de partir rumbo a su lugar laboral. En un dos por tres llegó al ministerio y abordó el elevador que avanzó dando traspiés hasta llegar al sitio en el que la voz de la fémina anunció el arribo al Departamento Organizativo del Cuartel General de Aurores. En cuanto las puertas se abrieron, Laura descendió del ascensor y encaminó sus pasos hacia su cubíc.ulo para dejar sus cosas.

     

    Lo primero que vio sobre su escritorio fue un ejemplar del Profeta, y a su lado una copia de la plantilla ministerial actualizada. La revisó a detalle para ver si tenía nuevos compañeros, pero en su lugar se encontró con una excelente noticia: había dos jefes nuevos y uno de ellos era nada más y nada menos que su esposo... su adorado Enrick era ahora su superior. Se sentía orgullosa de él, aunque sería raro tener que rendirle cuentas como su jefe.

  5. Hola ^^

     

    Héctor, tus dibujos me encantaron *-*, y no sé porqué me imaginé que eran Enrick y tú, sobre todo tú con el cabello negro y de azul (igualita a la foto de tu perfil). Y bueno, antes de que me golpees por andar buscándole parecidos a tus dibujos, te dejo mi dudita:

     

    Estuve estudiando los tipos de intercalaciones y parece que al fin me quedaron claros. Pero Mmmmm... (no sé si lo leí o no, y si lo leí, no lo entendí) ¿Puedo protegerme de un hechizo tipo efecto con protego?

  6. Y finalmente, su último hechizo no logró salir de su varita; en su lugar obtuvo un bonito ramo de flores de colores que tomó entre sus manos y colocó a un lado de ella, junto a sus pies sobre el hielo. El viento del norte comenzaba a soplar y removía un tanto su espesa cabellera castaña. Se encontraban en uno de esos pocos días de sol entre el hielo ártico, y la nieve despedía hermosos destellos que le daban un aspecto encantador a ese sitio. Sin duda, volvería alguna que otra vez con su esposo y su bebita a pasear y quizás a cazar focas.

     

    Pero no pudo seguir imaginando cosas porque en seguida se percató de que su adversaria se preparaba para atacar de nuevo, así que se puso en guardia- Incárcerus- como era de esperarse, su acción fue un tanto tardía como para evitar ser impactada por el ataque de su contrincante, así que al mismo tiempo en que su delgada túnica de seda casi transparente se convertía en una serpiente, tres gruesas cuerdas ataban a Laimi: una fue a parar directamente a su boca, impidiéndole hablar; la segunda ató sus muñecas a su cintura, sugetándola firmemente; y la tercera se ató a sus tobillos.

     

    Laura miraba a la casi inmóvil hija de sus amigos, cuando sintió un dolor punzante en la parte trasera de su cuello. Por fortuna, la mísera tela de su túnica no alcanzó más que para crear una serpiente no más grande que una cascabel- Oppugno- susurró apuntando a la serpiente, que en seguida quedó bajo su control- Ahora ve y muerde su cuello- ordenó señalando a Laimi. Ya luego se encargaría de la mordida y de otras cosas, como el hecho de que estaba completamente desnuda en medio de la Antártida... por fortuna no había cámaras cerca.

  7. Hola

     

    Vengo con una duda bien dudosa, pero antes de exponerla, sé que debo llenar las líneas, así que he de decir que... ains, no sé ni qué decir, porque venía a quejarme pero ya vi que no se puede XD

     

    Bueno, ahora sí, dejo mi duda:

     

    Sonará algo tonto pero aún no me queda muy claro eso de los turnos. Cuándo dice "duración de dos turnos" como en el caso de las babosas ¿re refiere a un turno mío y uno de mi contrincante o dos turnos míos sin contar los suyos?... ammm... no sé si me dí a entender.

  8. http://i.imgur.com/8rMc20s.png

     

    Después del cateo al que había acudido con Elvis y Matt, Laura se encontraba ya de regreso en el Cuartel General de Aurores, así que se dirigió directamente a su cubícul.o para dejar sus cosas y beber un poco de sangre que tenía guardada para después. En esas estaba cuando escuchó una voz detrás de ella que la sobresaltó y la hizo volverse rápidamente.

     

    -Hola... ¿quién...?- alcanzó a decir en respuesta a las breves palabras de la muchacha frente a ella, al tiempo en que recibía una caja rosada de chocolates- ¡Gracias!- gritó cuando ya se alejaba la repartidora. Con cuidado, la Haughton analizó el paquete, levantó la tapa y vio con gusto que las golosinas lucía en verdad apetitosas, y además olían delicioso.

     

    -Awww... mi amor, eres tan romántico- dijo para sí cuando vio la nota que pendía de la cajita. Finalmente y sin esperar más, tomó un chocolate oscuro y lo llevó a la boca, dejando que su paladar disfrutara de todo el sabor a cacao sin azúcar, pensando mientras tanto, en agradecerle a su amado en cuanto lo viera, pero algo extraño nubló pronto sus pensamientos...

     

    A medida que el chocolate se derretía en su boca, Laura se fue sintiendo diferente; era como si, de pronto, todo a su alrededor pareciera perfecto y color de rosa.- Awwwww- suspiró profundamente y se dejó caer en su asiento recargando el rostro en sus manos con ojos soñadores. Así estuvo unos minutos cuando, de repente, tuvo la imperiosa necesidad de demostrar su amor a todo el mundo; nunca antes lo había pensado, pero los amaba a todos... a todos sus compañeros, a la recepcionista, a los elfos, a todos y tenía que hacérselos saber.

     

    -Awwwww... ¡El amor, el amor, que hermoso es el amor!-canturreaba al dejar su espacio de trabajo y recorrer el departamento buscando a alguien a quien expresarle todo el amor que le tenía.

  9. En días como ese agradecía por completo ser una vampiresa, gracias a las ventajas que eso le daba, sobre todo porque, de haber sido humana, se hubiese muerto de frío en el lugar al que había sido citada. De esa forma, no se preocupó por su ropa y llevó puesta sólo una túnica de seda, bastante delgada y casi transparente. Tampoco se tomó el tiempo de ponerse zapatos... se sentía mejor al aire libre y sin nada que limitara sus movimientos.

     

    <<La Antártida... prrrr>> se decía a sí misma al caminar entre los grandes témpanos de hielo para llegar al sitio exacto en donde la esperaba su compañera de duelo para esa práctica en especial. El entorno era por demás monocromático, casi todo lucía blanco y resultaba un tanto deprimente o al menos eso parecía hasta notar que Laimi se encontraba parada en lo que parecía ser una gran extensión de agua congelada por el frío extremo, tan grande que no se alcanzaba a ver en dónde terminaba. El hielo parecía ser lo bastante grueso y seguro como para soportar muy bien el peso de ambas combatientes. Laura se ubicó en un lugar en el que no había nada cerca en más de 10 metros a la redonda, excepto Laimi, que se ubicaba a unos 7 metros al frente de ella.

     

    -Hola...- alcanzó a decir antes de percatarse de que su compañera ya le apuntaba con su varita, así que, Laura le apuntó también, lista para lo que se avecinara.- ¡Avis!- pronunció fuerte y claro, haciendo que de su varita emergiera una docena de aves del tamaño de palomas que se interpusieron entre ella y el hechizo que le había sido lanzado, de tal forma que éste impacto en ellas.

     

    -Incárcerus- susurró, y al instante, tres gruesas cuerdas salieron de su varita en dirección a Laimi. Si la alcanzaban, una de ellas se ataría en su boca, impidiéndole hablar; otra más ataría sus muñecas al costado de su tronco; la última iría a parar en sus tobillos. De esa forma, quedaría completamente inmovilizada.

  10. FLASHBACK – Tercera Planta / Habitación 302 con Enrick y Bodrik

     

    El ansia de sangre a aturdía los sentidos de la neófita la llevaba a morder su muñeca una y otra vez con insistencia y sin tomar en cuenta el dolor que ese acto le producía; sólo quería sentir la sangre en sus labios para entretenerse y no lanzarse contra su hija. Por fortuna, Boo tenía una bolsa de sangre fresca preparada para ella, y se la tendió con amabilidad.-Gra-gracias- alcanzó a decir Laura antes de casi arrebatársela y en seguida romper una esquina de la bolsa con sus colmillos, permitiendo así un flujo libre del tan ansiado líquido hacia su boca. Trago a trago le pareció que era lo mejor había probado en su vida... tan deliciosas, tan llena de vitalidad; la sangre era todo lo que había imaginado.

     

    Mientras seguía bebiendo sin despegar la bolsa de sus labios rojos, la Haughton escuchó todo lo que conversaban sobre Antonella, y aunque no le agradó mucho la idea de separarse de ella por tanto tiempo, sabía que lo mejor era que Bodrik la tuviera mientras ella aprendía a controlarse. Sin duda, lo que más le dolió, fue que no iba a poder despedirse siquiera, pues sentía que no iba a poder dejar de beber cuando la bolsa de sangre se terminara; sentía que siempre querría más y más y más.

     

    Justo cuando bebió el último trago, vio que su esposo se acercaba y se arrodillaba a su lado, por lo que no demoró ni un instante en arrojarse a sus brazos y acurrucarse en su pecho. - Perdóname amor, yo no quería, no quería hacerle daño a nuestra chiquita, pero es que... es que tengo tanta hambre- se expresó completamente avergonzada y culpable por siquiera haber pensado en alimentarse de su bebita.

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  11. Hola a todos... ¡¡Presente!!

     

    Lamento mucho la tardanza pero ya estoy aquí. El programa de la clase me parece muy interesante y varias de las áreas que abarca son en las que más fallas tengo, así que creo que me va a servir mucho.

     

    Héctor, morí cuando vi el título de la tutoría y esa imagen que pusiste, y no paré reír durante un buen rato. Menos mal que cierta persona no anda por estos lares o ya se estaría burlando... en fin, aquí me tienes de alumna y prepárate porque pienso acosarte con preguntas.

     

    Me agrada mucho eso de que no haya tareas *celebra con zumo de calabaza*

     

    Creo que no me queda más que decir, así que nos estamos leyendo.

     

    Chauuu.

  12. Hola ^^

     

    Vengo a solicitar una tutoría que buena falta me hace, y estoy justo a tiempo porque Héctor el malvado apuró para venir aquí ok, no, ya tenía pensado pasarme antes pero no me decidía, y mejor hacerlo ahora que se juntó la gente para iniciar una nueva. Ya me dejo de choros y pongo mi ficha:

     

    Tutoría que se solicita: Duelo

    Nivel que se posee de dicha: Básico

     

    Héctor, amigo, cuñado... te aviso desde ya (aunque ya lo sabes) que lo de básico es un decir. Mi nivel en duelos es un sinónimo de pasé de noche las clases de Duelo en la Academia y proviene del verbo "cualquiera me mata en el tercer turno" . Así que espero que me tengas paciencia porque trataré de hacerlo lo mejor que pueda.

     

    Un abrazo.

  13. Sinceramente, a Laura tampoco le apetecía escuchar las palabras de odio y rencor que seguramente saldrían de los labios del prisionero, pero, a pesar de todo, debía comer algo y beber un poco... eso si lo iban a necesitar coherente al momento de hacerle preguntas. Estaba conversando sobre eso, cuando apareció otro guardián, un hombre, por la apariencia que daban las ropas. Llevaba la luz en el rostro, pero la Haughton lo reconoció debido a la energía que emanaba de él, si bien no había convivido mucho con quien sería el futuro padrino de su pequeña Antonella. Deiwan había llegado para hacerse cargo de la situación, así que la neófita se limitó a seguir a su guía por los pasillos de Abaddon.

     

    -Aguarda... ¿escuchar gritos?¿es que acaso iba a torturarlo?- preguntó con curiosidad tras escuchar la sugerencia de Hélike hacia el Rambaldi. Por lo que decía en el manual que le habían proporcionado antes de partir para la Torre, estaba prohibido comportarse como lo harían los mortífagos: con crueldad y despotismo; por eso le pareció curioso ese comentario.

     

    -Hola- saludó con ánimos cuando una nueva guardiana llegó hasta ellas- Xell, sí, te recuerdo de la Madriguera. Mi nombre es Laura Haughton- pronunció su nombre con confianza, pues estaba segura de que el mortio de la celda había desaparecido y de nuevo estaban solas. De esa forma, se volvió hacia Hélike y se aventuró a hacer la pregunta que le daba vueltas en la cabeza desde que escuchó de ellos.

     

    -Ammmm... antes de venir me comentaron algo sobre, ¿cómo se llaman?¿Guardias blancos? Me dijeron que pueden invocarse para protección de los guardianes, o eso recuerdo, ¿cómo se hace y cuándo pueden invocarse?- cuestionó finalmente esperando una respuestas que saciara su curiosidad.

  14. FLASHBACK – Tercera Planta / Habitación 302 con Enrick y Bodrik

     

    Escuchó todas y cada una de las frases que Enrick y Bodrik intercambiaban, prestando especial atención a las tiernas palabras que la sanadora le dirigió a la recién nacida Antonella para presentarle a su madre... já, una madre que se moría por asesinarla y dejar el pequeño cuerpecito sin una sola gota de sangre; sin duda, su amado tenía razón, y tras esas palabras en las que la neófita pedía que le dejaran cargar a su hija, se encontraban las intenciones ocultas de una depredadora, ¿acaso eso no era contranatura?. Por otro lado, Laura se preocupó un tanto al escuchar, también, que su bebita tuvo algunas complicaciones que la pusieron en peligro.

     

    No respirar, ¿cómo no pudo haberlo pensado antes?. No respondió ni dijo nada más respecto a lo que su esposo le decía, por temor a terminar perdiendo el control totalmente al destrabar la mandíbula tensa o mover un mísero músculo de su cuerpo. Sin duda, le fue de gran ayuda el no seguir llenando sus fosas nasales con nuevas tandas del dulce aroma de su hija, y eso contribuyó a que pudiera relajarse físicamente. Poco a poco destensó sus extremidades y adoptó una postura más natural, mentalizándose con todas sus fuerzas en que ese pedacito de carne era nada más y nada menos que el fruto del amor consumado que Enrick y ella se profesaban. Al parecer, por fin su esposo la vio lista para cargar a Ariana porque, con mucho cuidado y despacio, la colocó entre sus brazos.

     

    -Gracias vida mía- dijo casi en un susurro sin despegar sus orbes carmesí de los profundos y vivarachos ojos celestes de la chiquita, cuyo cuerpo se amoldaba perfectamente a sus brazos; era como si hubiesen sido hechas a la medida una de la otra. Una de las pequeñas manitas de Antonella se aferró enseguida a la parte del vestido azul marino que cubría el pecho de la fenixiana, mientras que la otra atrapó el dedo índice de la misma, configurando así el especial lazo que sólo existe entre una madre y su hija en un mágico momento en el que sólo existían ellas dos. - Claro que no, pequeñita mía, claro que no voy a hacerte daño.Te amo, mi bebé- expresó con una gran ternura al tiempo en que depositaba un suave y delicado beso en la frente de la bebita. Mas no todo podía seguir siendo tan maravilloso, ya que al besarla, tragó sin querer una bocanada de aire inundado del olor que despedía la infante...

     

    -Tó-ma-la- espetó con dificultad sin moverse de la posición en la que se encontraba, pero seguramente Antonella percibió la tensión en su madre, pues empezó a llorar fuertemente.- ¡Deprisa!- apuró apretando los ojos en medio del pánico que sintió al notar que sus brazos se cerraban involuntariamente cada vez con mayor fuerza alrededor de la bebé.

     

    En cuanto la menor de los Ryddleturn-Haughton le fue retirada, la mexicana se movió con toda velocidad, de tal forma que, en un abrir y cerrar de ojos, fue a ocultarse en el hueco que quedaba entre una estantería y la esquina más alejada de los ahí presentes. Se sentó en el piso hecha un ovillo abrazando sus rodillas con el brazo izquierdo, y encajó sus colmillos en su muñeca derecha, bebiendo su propia sangre; moría de hambre.

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  15. De no haber sido porque su condición de vampiro se lo impedía, Laura se hubiese sonrojado totalmente ante las palabras que con cariño le dirigía su padrino querido; en su lugar, se limitó a responder con una amplia sonrisa y un movimiento de cabeza, mientras seguía viendo la información sobre la denuncia, sorprendida al notar tantos testigos. Sabía que, tal como lo hizo con ella, había ocasiones en las que Colt solía atacar sin portar máscara, pero de ahí a que se dejara ver el rostro por tantos magos y brujas, era otra cosa.

     

    -Mmmmm...- tardó en responder un momento a la pregunta de su padrino Elvis, en lo que, disimuladamente, se cercioraba de llevar consigo su varita y su pequeño monedero encantado con el hechizo agrandador, en el que solía portar pergamino, tintero, plumas, y unas que otras cosas que podían resultarle útiles en su trabajo, además de algunas extra que no podía mencionar ni mostrar a nadie más- Sí, estoy lista para partir en cuanto tú y Matt digan.

     

    Debido a diversas circunstancias de su vida familiar y, sobre todo por su papel de madre, la Haughton se había visto obligada a dejar de lado su vida profesional en el mundo mágico durante un tiempo considerable, así que, a pesar de haber estado trabajando en el Cuartel cuando Elvis era el Director, nunca había tenido oportunidad de salir a realizar algún cateo ni nada por el estilo; estaba nerviosa, pero sabía que en compañía de su padrino y Matt, pronto aprendería lo que debía saber para desempeñarse con éxito en su labor como auror.

  16. Estaba tan entretenida en rellenar su pergamino que no se percató de que quien la atendía era nada más y nada menos que su hermana Erath.-Hola hermana, un gusto verte por aquí- saludó devolviéndole la sonrisa y mirándola fijamente mientras ésta revisaba su formulario en espera de que todo estuviese bien, pero para su desgracia, había algunos puntos que debía corregir... eso era precisamente lo que odiaba de los trámites.

     

    -¿De verdad? creo que no me había dado cuenta- comentó mientras observaba cómo su hermana le señalaba los puntos en los que se había equivocado- Muchas gracias, hermanita- agregó tomando con desgano el otro formulario en blanco, la pluma, el tintero, y empezó a rellenarlo de nuevo, esta vez haciendo las correcciones necesarias.

     

    Ficha para el registro de Vampiros

     

     

    Link a la ficha personal:Aquí

     

    Nombre completo: Laura Haughton de Ryddleturn

     

    Residencia: Castillo Haughton

     

    Vampiro desde: 25 de Diciembre del 2012

     

    Mordido por: Enrick William Ryddleturn Gryffindor

     

    Dieta: Sangre humana, aunque su esposo y creador insiste en hacerla beber sangre animal.

     

    Cualidades especiales: Velocidad sobrehumana, reflejos inigualables, sentidos agudizados al máximo y capacidad para sanar inmediatamente ante cualquier herida. Hasta la fecha, y debido a su reciente "nacimiento" sigue explorando sus habilidades en afán de conocerlas por completo.

     

    Situación que causa el enojo/descontrol: Por lo general, Laura suele ser una vampiresa que se controla bastante bien, pero pierde los estribos cuando alguien trata de hacer daño a los seres que ama, sobre todo a los miembros de su familia, o bien, cuando una mujer se acerca a Enrick con dobles intenciones.

     

    Aspecto físico caracterizador: Es una mujer voluptuosa, poseedora de una belleza inigualable y un rostro angelical que incita a sus presas a acercarse a ella, pues da la impresión de ser más un ser de luz que una criatura de la oscuridad. El color de sus ojos depende de la situación en la que se encuentre: son rojos si ha bebido sangre humana, dorados si ha consumido sangre animal, y negros si está sedienta o furiosa. Su piel es fría, dura, tersa y blanca como el mármol. En su rostro resaltan sus labios carnosos y de un rojo intenso, que dejan ver un par de colmillos filosos al retraerse. La parte baja de sus ojos es coloreada por sombras púrpuras perpetuas que no se molesta en esconder, pues en nada opacan su hermosura que no requiere de maquillaje alguno.

     

     

    Una vez terminado, le entregó el formulario de nuevo a su hermana- Espero que ahora sí haya quedado, pero si tengo algún otro error sólo dime ¿sí?.

  17. No bien acababa de escuchar las tranquilizadoras palabras de su compañera, sintió una presencia oscura llena de odio y rencor que le caló hondo hasta los huesos, haciéndola estremecerse. Lo sensible que se había vuelto a ese tipo de percepciones desde que entró a la Orden aún le parecía muy nuevo y no dejaba de hacerla sentir extraña. Al parecer, Heliké también la percibió y se dirigió hacia el lugar de las celdas. Laura fue tras ella sin decir una sola palabra, obedeciendo al gesto que ésta le hizo para que guardara silencio.

     

    Vagas imágenes de un lugar parecido, pero sombrío y bastante frío aparecieron en su mente al recorrer las inmediaciones de la Torre blanca; eran vistas procedentes quizás de algún sueño, así que las sacó de su cabeza en cuanto pudo. No tardaron mucho en llegar hasta una de las celdas que se encontraba ocupada. Al interior de ésta se encontraba un hombre atado y amordazado. La Haughton sintió como un hueco en el estómago al ver al pobre sujeto, pero pronto recordó las razones por las que seguramente debió terminar ahí y vaya que se lo merecía; eso era lo que se merecían todos los mortífagos y sus seguidores.

     

    En eso pensaba cuando escuchó las palabras de Heliké, pero pronto pudo darse cuenta de que no estaban conformadas por sonido como había de esperarse. Eso la confundió un poco, pero asintió con la cabeza y se dio media vuelta rumbo a la sala común para buscar un poco de comida para el "visitante". Así pues, tomó un trozo de pan de trigo suave y fresco y lo envolvió en una servilleta; luego buscó una copa limpia y la llenó con agua bien fría. Una vez que estuvo lista, regresó hasta la celda que había dejado atrás.

     

    -He vuelto- se limitó a decir, mostrando la comida para luego fijar sus ojos en el prisionero- Mortífago ¿eh?... ¿Crees que sería bueno quitarle la mordaza para que coma algo, aunque no se lo merezca?.

  18. Pues bien, Enrick no se veía por ningún lado, así que regreso a su cubíc.ulo para leer el nuevo número del profeta que estaba sobre su mesa. A simple vista no parecía haber nada interesante, en su mayoría se trataba de artículos de eventos sociales. <<Parece que los mortífagos se han quedado muy tranquilitos>> se dijo a sí misma levantando los hombros en un gesto de indiferencia. Hecho eso, se recargó en el respaldo de su sillón de cuero negro y cerró los ojos un momento, recordando los últimos acontecimientos que se habían suscitado en su vida desde que descubrió la realidad de las cosas al ser informada de todo por sus compañeros de la Orden. No podía creer que durante mucho tiempo pensó que la mítica guerra desatada por Voldemort había terminado; ahora se daba cuenta de que no era así.

     

    Pensaba esas y otras cosas, cuando una voz conocida la sacó de sus cavilaciones. Se trataba de Seba. –Hola, Seba, estoy muy bien, gracias a Merlín ¿y tú?- saludó con una sonrisa al incorporarse en su asiento- Por fortuna aquí las cosas andan muy tranquilas- señaló- Por supuesto, claro que lo acompaño, así me distraigo un rato y me quito algunos pensamientos de la cabeza.

     

    Una sonrisa aún mayor se dibujó en su rostro al ver que su padrino se acercaba, de modo que se levantó y lo saludó con un beso en la mejilla justo antes de recibir la carpeta que les tendía Seba y sostenerla de modo que Elvis y ella pudieran leer al mismo tiempo. – Patrick Colt ¿eh?… bueno, parece que tenemos mucho trabajo por delante- masculló finalmente al tiempo en que llevaba su mano hasta su varita de forma inconsciente y la aferraba con fuerza al recordar el último ataque que recibió del señor Colt en Isla Atlántida; aún no lo olvidaba y no lo haría nunca.

  19. -No, no, yo lo siento, no debí acercarme así- se disculpó de vuelta, la Haughton- Es natural que no hayas reconocido mi esencia, y el que te hayas puesto alerta sólo denota lo buena guardiana que eres- añadió al tiempo que le estrechaba la mano- En estos días ya no se sabe en quién se puede confiar.

     

    -Sí, se me permitió el ingreso hace tan sólo unos días, y bueno, estoy poniéndome al corriente con todo y procurando ayudar en lo que pueda. Muchas gracias por la bienvenida- respondió alegremente- Sería todo un honor si me enseñaras el lugar, creo que no me gustaría perderme por aquí, mira que suelo tener muy mal sentido de la orientación espacial- agregó en un tono cordial, riendo también ante la broma de su compañera- No te preocupes, ya estoy... ¿como decirlo?... curada de espanto. Sé muy bien a lo que uno se atiene cuando se trata de los mortios. Gracias, de nuevo, tomaré tu palabra.

     

    -Mucho gusto Heliké, mi nombre es Laura Haughton de Ryddleturn, pero no te dejes llevar por el nombre ¿eh?- dijo guiñándole un ojo- Estoy consciente de la reputación que dicen por ahí que tiene mi familia, pero nunca entendí los motivos de ello, y yo, personalmente sigo fielmente los ideales de la Orden. Tanto caos, tanta maldad... ya me tienen harta, pero bueno, ¿nos vamos?- estaba ansiosa y muy emocionada por empezar su labor.

  20. Ese día, Laura iniciaba una nueva etapa de su vida como miembro oficial de la Orden del Fénix y se dirigía a cumplir con una de las labores a las que había decidido dedicarse para contribuir a la erradicación del mal que amenazaba a los inocentes pobladores de Ottery y sus alrededores: ser guardiana de la prisión a la que iban a parar los enmascarados que eran capturados por sus compañeros.

     

    Con su rostro cubierto por una brillante luz, la vampiresa llegó hasta el lugar que le había sido indicado y siguió paso a paso cada una de las instrucciones que le fueron dadas para poder ingresar en la Torre y llegar hasta la sala común en donde se encontraría, seguramente, con algunos de sus compañeros que también hacían guardia ahí.

     

    Durante todo su camino, no dejó de rememorar las razones que la habían motivado a ponerse del lado de la luz, mismas que ahora la llevaban hasta ahí. En su mente, las imágenes aparecían una tras otra, como si se tratase de una película que se repetía insistentemente y se pausaba en los momentos clave. Sus recuerdos la llevaron hasta la Isla Atlántida, en donde varios mortífagos enmascarados atacaron a su esposo Enrick, y ella, en un intento de defenderlo también fue asesinada sin piedad y acusada de traición... algo que aún no terminaba de comprender. Gracias a ese hecho, el desarrollo de su bebita se había alterado y ella había acabado siendo vampiresa. No importaba en realidad lo de su conversión, pues era algo que había deseado desde mucho tiempo atrás, pero sí que le hubiesen negado a Antonella la posibilidad de conocer la vida de un ser humano común y corriente, ir a la escuela, jugar con sus amiguitos, disfrutar de los dulces, crecer a un ritmo normal, como todo niño de su edad. Y no bastando con eso, los muy malvados habían tenido la osadía de eliminar todos esos recuerdos de la memoria de su esposo en un momento que ella no había logrado identificar a ciencia cierta.Nada de lo ocurrido había sido justo, y quería colaborar aunque sea un poco para que la luz se extendiera por fin en el mundo, y se terminara esa guerra que tantas vidas había cobrado inútilmente.

     

    En esas estaba cuando, sin darse cuenta, llegó a donde pretendía.- Hola. Buen día- saludó amablemente a Heliké quien se encontraba bebiendo algo.

  21. Cuando salió del baño, completamente lista para partir desde su habitación en el castillo Haughton hacia el Cuartel General de Aurores, Laura se encontró con que su esposo ya no se encontraba sentado en la cama, en donde se supone que la esperaba para irse juntos hacia el trabajo. En su lugar, fue recibida por Darien, quien le informó que Enrick ya había salido para el Ministerio. <<Que extraño, seguramente surgió una emergencia en el Cuartel>> pensó mientras se aseguraba de que su varita estuviese en su lugar antes de girar sobre sí misma y desaparecer, dejando sólo al pequeño sirviente de grandes ojos verdes.

     

    En un abrir y cerrar de ojos, Laura se encontró dentro del ascensor que la llevaría hasta su lugar de trabajo, deseando más que nunca, escuchar la voz femenina que le indicara que ya había llegado a su destino. -Vamos, vamos, date prisa- murmuraba sin parar, aferrando su varita entre sus ropas- Si esto tiene que ver con mortífagos, juro que...- las palabras de la fenixiana se vieron interrumpidas por las puertas del elevador que se abrieron de par en par. Sin esperar más de un segundo, la Haughton abandonó el cubo de acero que la rodeaba y encaminó sus pasos con toda prisa hacia el interior del cuartel, respirando aliviada al notar la atmósfera tranquila que circundaba el ambiente.

     

    Todo parecía normal, a no ser porque percibía algunas presencias oscuras, bastante similares a la energía que podía percibir en su esposo últimamente. No le había dicho nada a Enrick, pero esa era una facultad que se le facilitaba desde que ingresó formalmente en las filas de la Orden del Fénix y la habían puesto al tanto de los destrozos que los mortios habían hecho últimamente por todo Ottery. Muy en el fondo de su ser, la neófita se acongojaba por la energía que irradiaba su amado y que la hacía sospechar de él, pero descartaba la idea de que su corazón perteneciera a esa banda de delincuentes sin oficio ni beneficio, gracias a que lo había visto desnudo muchas veces, y en ninguna parte de su piel se notaba el tatuaje que identificaba a los seguidores del mal.

     

    Para cuando salió de sus pensamientos, ya se encontraba frente al escritorio de la recepcionista y, al notar que ésta estaba ocupada, prefirió pasar de largo para llegar hasta su cubíc.ulo y dejar sus cosas. Una vez hecho eso, salió de nuevo para buscar a Enrick y pedirle una explicación sobre su forma de irse tan apresurada, a no ser que las labores del día le impidieran hablar con él.

  22. FLASHBACK-TERCERA PLANTA/Habitación 302 con Enrick y Bodrik

     

    Los ojos de Laura se había vuelto completamente negros por el descontrol y la avidez de sangre y deseo que la envolvía, nublando por completo sus sentidos al tener preso a su esposo e inhalar el delicioso aroma que emanaba del cuello de éste. Las manos de la neófita recorrían con presteza el cuerpo de su amado, desprendiendo paso a paso la ropa que lo cubría, sumergiéndose en un profundo estado hipnótico que la tenía fuera de sí por completo. Sólo recuperó la compostura cuando el grito de Enrick resonó en sus oídos, sobresaltándola y haciendo que sus ojos retornaran al rojo brillante súbitamente. Al instante, Laura se levantó y, en un movimiento bastante rápido, fue a sentarse en la cama como si no hubiera hecho nada.

     

    En esas estaban cuando Bodrik ingresó en la habitación y con ella, una oleada de un aroma sumamente tentador inundó todo el lugar, aturdiendo a la neófita que se quedó pasmada al percatarse del origen de tan apetitoso olor: Antonella. Completamente inmóvil sobre la cama, como si fuese una estatua, Laura mantenía sus manos empuñadas en un intento de controlarse para no abalanzarse sobre su pequeña bebita que ahora yacía en los brazos de su padre. Luchaba contra todos sus instintos que la incitaban a beber del pequeño cuerpecito que se había gestado dentro de ella; casi podía percibir la sangre que se movía en un flujo constante bajo la piel que cubría las rosadas mejillas de su chiquita… y eso no ayudaba mucho.

     

    <<Por Merlín, Laura, es tu hija>> se regañaba a sí misma una y otra vez en el pensamiento, procurando que la mente prevaleciera sobre el cuerpo- Puedo hacerlo… sé que puedo… déjame cargarla, amor- pidió con la voz entrecortada, pero aún sin moverse, en lo que parecía ser la mayor prueba que alguien le había impuesto hasta ese entonces.

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  23. Aquella mañana, en la que el sol ya se ponía en lo alto, Laura desapareció de su habitación matrimonial en el castillo Haughton hacia un rumbo que era totalmente nuevo para ella, con intención de hacer un trámite que no podía retrasar más tiempo, y así dejar constancia ante la ley del mundo mágico de su nueva condición de inmortal; era hora de poner sus papeles en regla.

     

    Con paso relativamente lento, que le costaba mantener debido a la velocidad sobrehumana de la que gozaba desde que fue convertida hacía poco tiempo, la Haughton llegó hasta el cuarto piso del Ministerio de Magia, ubicó la oficina que su esposo Enrick le había indicado, y cruzó el umbral para adentrarse hasta estar frente al módulo de atención de la División de seres, duendes y espíritus.

     

    Ataviada con una pesada capa de viaje con capucha que le cubría casi todo el rostro, y una bufanda gruesa que le tapaba nariz y boca, la neófita ávida de sangre humana saludó a la persona que atendía con movimiento de cabeza y se limitó a tomar uno de los formularios para comenzar a rellenarlo sin perder la concentración, aunque le era un tanto difícil por los diversos aromas de mortales que rondaban en el ambiente.

     

    -Buenos días, vengo a registrarme como… vampiro - dijo con amabilidad al entregarle el formulario a la persona que la atendía- Espero que todo esté en orden.

     

    Ficha para el registro de Vampiros

     

    Link a la ficha personal:Aquí

     

    Nombre completo: Laura Haughton de Ryddleturn

     

    Residencia: Castillo Haughton

     

    Vampiro desde: 25 de Diciembre del 2012

     

    Mordido por: Enrick William Ryddleturn Gryffindor

     

    Dieta: Sangre humana, aunque su esposo y creador insiste en hacerla beber sangre animal.

     

    Cualidades especiales: Velocidad y fuerza sobrehumanas, reflejos inigualables, sentidos agudizados al máximo, capacidad para sanar inmediatamente ante cualquier herida. Cuando caza, su voz puede adoptar un timbre aterciopelado que tiene un efecto hipnótico sobre sus presas y las pone a su merced por completo.

     

    Situación que causa el enojo/descontrol: Por lo general, Laura suele ser una vampiresa que se controla bastante bien, pero pierde los estribos cuando alguien trata de hacer daño a los seres que ama, sobre todo a los miembros de su familia, o bien, cuando una mujer se acerca a Enrick con dobles intenciones.

     

    Aspecto físico caracterizador: Es una mujer voluptuosa, poseedora de una belleza inigualable y un rostro angelical que incita a sus presas a acercarse a ella, pues da la impresión de ser más un ser de luz que una criatura de la oscuridad. El color de sus ojos depende de la situación en la que se encuentre: son rojos si ha bebido sangre humana, dorados si ha consumido sangre animal, y negros si está sedienta o furiosa. Su piel es fría, dura, tersa y blanca como el mármol. En su rostro resaltan sus labios carnosos y de un rojo intenso, que dejan ver un par de colmillos filosos al retraerse. La parte baja de sus ojos es coloreada por sombras púrpuras perpetuas que no se molesta en esconder, pues en nada opacan su hermosura que no requiere de maquillaje alguno.

  24. Hola a todos :lol:

     

    Esto de no tener internet en casa me está matando lentamente, pero aquí estoy. No había podido hacerlo antes pero quiero anotarme en esta bella división para poder vigilar Abaddon y que no se nos vayan los mortios que cayeron ahí. También creo que este lugar me va a ayudar a mejorar mi perfil fenixiano, y he leído unos roles divertidos que se arman en la prisión y en los que me interesa participar.

     

    Ammm... no sé qué más decir, pero eso, vengo a anotarme. Espero que me den luz verde para rolear por aquellos lares.

     

    Saluditos.

     

    *deja chocos*

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  25. -Entiendo jefa, no lo sabía... disculpa- respondió un tanto tímida, pensando que quizás cometió un grave error al preguntar por Agatha, aunque lo atribuyó más bien a la relación un tanto peculiar que Sophie tenía con ella, pues era por todos sabido que ambas mujeres no se llevaban muy bien. Ahora era el turno de hablar de Seba, así que se quedó en silencio para no interrumpir, aunque en su mente se quedaron dando vuelta las noticias que acababa de recibir, así como el café negro giraba en su taza esperando ser bebido.

     

    <<Así que se marchó>> dijo para sus adentros en referencia a Only, quien también se acababa de convertir en padre y había prometido ser el padrino de la más pequeña de las hijas del matrimonio Ryddleturn-Haughton. <<Supongo que así es mejor>> concluyó levantando un poco los hombros y dándole otro sorbo a su taza para evitar pensar en todo lo que había sucedido.

     

    - Jefa...- pronunció antes de que Seba empezara- ¿Crees que deba quedarme o prefieres que me retire para que hablen más cómodamente?-cuestionó finalmente pensando que quizás querrían hablar a solas. La verdad es que estaba un tanto desorientada al ser ese su primer día después de tanto tiempo fuera.

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