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Sherlyn Stark

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Mensajes publicados por Sherlyn Stark

  1. ¡Hola! *-* Espero que Nicole se pase pronto, de todas maneras podrá postear ésta primera actividad junto con la otra que está por llegar, ¿no es así? Ojalá que sí, así no se siente muy perdida cuando decida pasarse. Por otra parte, explicaste de forma excelente las intercalaciones. Me ayudó a refrescar la memoria y no tengo ninguna duda al respecto. ^^ Voy a estar esperando atentamente la próxima tarea.

    ¡Besitos!

  2. ¡Hola! *-* ¿Qué tal? Bueno, tengo una duda sobre la Bóveda Trastero. Antes de abrirla necesito saber si tengo que esperar o puedo hacerlo ya. Si bien, hace unos días hice una compra por lo que mis puntos en la categoría de objetos llegó a 200, pero todavía no se pasaron por mi ficha a certificar la compra, ¿debo esperar a que mi perfil y mi ficha sean actualizados o una vez que tenga abierta la bóveda se me darán los puntos?

    Desde ya, muchísimas gracias. ^^

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  3. Allí, en la mitad de la montaña era donde se unían todos los túneles que venían desde la parte inferior. Era un lugar silencioso, circular, con piedras de diversos tamaños y humedad. No podían decir que era una cueva puesto que en ningún extremo se visualizaba una salida. Llegó hasta allí para recibir a los alumnos que habían terminado con la tarea.

    — ¿Dónde está? —preguntó en voz baja al no sentir a Goshi junto con sus dos compañeros en la mitad de la montaña. La bruja podría haber sufrido algunas consecuencias por no cumplir con las indicaciones del Hombre Lobo. « ¿Y cómo cumplirlas si las peticiones de Licántropos solitarios solían ser desconcertantes? » Curvó sus labios en señal de preocupación. Si tan solo se hubiera tomado la dedicación de responder la duda de ella nada de aquello estaría sucediendo en ese momento. «Cualquier Licántropo en su transformación se considera una Bestia».

    — No tardará en llegar —tratándose de una bruja con un gran potencial intelectual no debía temer por ella, sabría cómo actuar ante cualquier circunstancia. Luego, dedicó su atención a Pik y Leah, ambos había tenido una experiencia exhaustivas pero habrían sabido cómo superarlas hablando con los seres y espíritus con los que se encontraron. Era inusual encontrar un espíritu de centauros pero, existían, al igual que las bellas sirenas con actitud acechadora. Sólo debían saber dónde encontrarlos.

    — Estuvieron excelente —admiró la bruja sin dejar de mirar las expresiones de su rostro en busca de un gesto positivo—. Todos lo estuvieron —añadió para que los tres supieran que hicieron un gran trabajo en ese primer reto. Aún faltaban varios temas por delante y obstáculos que debían superar. — ¿Algún descubrimiento novedoso? —indagó mirando hacía Ivashkov—. ¿Alguna duda que ha quedado pendiente? Las sirenas y los centauros son quienes suelen hablar sin parar y sin cuidar sus lenguas.

    — En todo caso lo debatiremos al final de éste segundo desafío —no quedaba mucho tiempo para que la jornada finalizara, así que debía actualizar y apresurar los temas que planeaba tocar en esa clase—. Pueden expresar sus dudas en un pergamino y luego las responderé al final de la clase —de esa manera sabría las inquietudes de ellos y se retiraban sin nada pendiente.

    — Como sabemos el Ministerio de la Magia decretó diversos métodos de Legislación de las Criaturas Mágicas para que estuvieran resguardadas y no corrieran ninguna clase de peligro —comenzó a hablar la bruja. Su vuelapluma había quedado descansando en el aula por lo que su única herramienta sería su propia voz—. Será bastante resumido para que les quede mejor y lo tengan cuenta para lo que vendrá a continuación. Luego lo profundaremos si alguno de ustedes desea aportar algo o abrir un debate.

    » Estatuto del Secreto de los Magos: Se encargan de ocultar las criaturas mágicas de la vista de los muggles. Quienes están a cargo son empleados del Ministerio de la Magia.

    » Declaración del Snidget como especie protegida: La Confederación Internacional de Magos declaró está especie de criaturas como especie protegida debido a que son sobre utilizados en los partidos de Quidditch.

    » Prohibición de la reproducción experimental: Como sabemos, algunas criaturas sufren mutaciones a causa de una descontrolada reproducción que seres malvados provocan para experimentos. La ley fue creada para un mayor cumplimiento con la ley del Estatuto del Secreto de los Magos por parte de Newt Scamander en 1965.

    » Se necesita licencia para la posesión de algunas criaturas: Por último se encuentra ésta, donde dicta que se necesita licencia por parte de la división de Bestias en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas para adquirir criaturas que el Ministerio considere peligrosas.

    — Ustedes se preguntarán cuál es el fin de la explicación —dijo la bruja mientras sentía un golpe seco detrás de ella. El producto del ruido fueron tres amplias jaulas de metal del tamaño de una casa. Aquello les respondía. Se decía que quienes entraban allí perdían la noción del tiempo al mismo tiempo que entraban a una realidad alternativa. Ella aún no se había atrevido a utilizarla ya que debía estar en supervisión de alguien más, quien debía permaneces fuera, y le costaba encontrar a algún profesor con ese interés evitando que éste no dejara descuidados los temas laborales por su culpa.

    Haciendo caso omiso de lo que se encontraba detrás de ella siguió con su discurso. — Los mecanismos de defensa son fundamentales para las criaturas, de esa forma pueden protegerse del mal que abunda en el exterior.

    » Invisibilidad / Cripsis: Como deben suponer, las criaturas como los Demiguise, al sentir peligro se vuelve indetectable al sentido de la vista de cualquier ser vivo. En cambio, la cripsis, hace que la criatura pase desapercibida a los sentidos de algunas criaturas.

    » Encogimiento: La criaturas encoge su tamaño en voluntad propia.

    » Desaparición: Como los magos, bajo su propia voluntad tienen la capacidad de transladarse de un lugar a otro cuando se encuentra en algún peligro. Un claro ejemplo son los elfos domésticos.

    *****

    Cuando finalizó, las gruesas puertas de la jaula se abrieron de a par para que los alumnos pudieran entrar, pero antes debían escuchar las instrucciones de la bruja para no perderse en el espacio-tiempo. Esperaba no tener que avisar a los directivos sobre un desperfecto en esas instalaciones recientes—. ¡Aguarden! —exclamó para que ninguno diera un paso hacia adelante.

    — Su deber será entrar a cualquiera de las tres jaulas, ésta será utilizada como un translador que los llevará a un mundo maravillo e irreal donde se transformarán en cualquiera de las criaturas o algún Ser, Bestia o Espíritu, dichas anteriormente. Allí el mundo mágico está en crisis porque el Ministerio de la Magia desapareció al igual que todas las leyes. Su único propósito será sobrevivir.

    Sólo sería un sueño profundo, una fantasía, que no podría ocasionar daños físicos, sólo psicológicos. Era una de las formas para que vieran la importancia de tantos decretos mágicos y cuál era la regulación por parte del ministerio. No podía estar segura de lo que encontrarían allí dentro ya que sería producto de la imaginación del alumno. Podrían actuar protegiendo al resto de las criaturas o sólo a sí mismo. Les daría una hora para que hicieran su trabajo y, luego, todos aparecerían en la cima de esa gran montaña.

  4. El viento soplaba gélido en el Callejón Diagón provocando que, cualquier persona que no tomara precauciones ante las bajas temperaturas, se estremeciera. Por su parte, había optado por utilizar una capa oscura y gruesa sobre un vestido de lana artificial de tonalidades rojizas. Consideraba la calidez de los negocios por lo que siempre debía prepararse para no incomodarse ante las temperaturas ambientales.

    Había decidido ir acompañada por su Micropuff rosado ya que en épocas invernales era turno de esa criatura seguirla, porque el pequeño podía resguardarse en sus bolsillos y así no se exponía al frío. — Debe ser por aquí —dijo la bruja en voz baja para mantenerlo informado y así evitaba que se descontrolara. Su mascota solía tener comportamientos extraños y se descontrolaba cuando no sabía dónde estaba, pero prefería eso antes que éste se enfermara—. Estoy segura que Romina estará feliz de verte —dijo suponiendo que su amiga podría estar en sus horas laborales.

    — ¿Crees que pueden haber otros platillos en el menú? —preguntó, pero sabía que la criatura no le respondería. Creía que a pesar de que no tuvieran esa capacidad, a ellos les agradaba escuchar una voz meliflua que los ayudara a no sentirse solos—. Eso espero, sabes lo mucho que detesto el queso —añadió mostrándose frustrada al creer que esa podría ser el único alimento que brindaban—. A menos que estuviera hecho de leche de soja, pero lo dudo.

    — ¿Te imaginas qué pasaría si ese ingrediente no estuviera incluido en ninguna receta? —esa vez Terrie sólo miró hacia arriba, quizás preguntándose sobre el tema de conversación. Deseaba que no interpretara mal lo que había querido decir a causa del volumen con el que estaba hablando—. Oh, lo siento tanto —lo acarició suavemente con su dedo índice mientras disminuía la velocidad de su caminata; lo último que podía faltar sería toparse contra otra persona—, no fue mi intención hablarte de esa manera.

    Una vez que arribaron, se dispuso a escudriñar el escenario. Era un sitio fantástico y suponía que las tonalidades eran porque solía utilizarse como un club de noche. Sin embargo, su mascota no había entendido bien el significado de mantener la cordura, ya que, de pronto, saltó hacía una de las mesas donde una bruja de cabello castaño rizado y oscuro, Priscila, se hallaba a la espera del almuerzo—. Oh, lo lamento mucho —se precipitó la bruja en busca de su hermosa criatura mágica—, no volverá a ocurrir.

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  5. La importancia de mantenerse informada sobre algún acontecimiento superaba, de alguna manera, los límites que se consideraban normales. Durante la víspera de la tutoría de defensa, su única atención se basó en repasar centenares de veces y cuidadosamente cada una de las palabras que se exhibían en el pergamino. Temía ser que precisión hacía la clase resultaba errónea. Muchos solían molestarse por las impuntualidades pero no creía que ese fuera el caso de sus compañeros de bando; a pesar que había transcurrido mucho tiempo, sobre todo, momentos donde había permanecido ausente, por lo cual desconocía cómo seguía siendo la relación y la personalidad de ellos.

    — Sólo diez minutos —murmuró haciendo alusión al tiempo que faltaba para que el evento diera comienzo. Descubrir por qué razón las horas transcurrían de forma fugaz era todo un enigma. Lo que sí era que podía realizar suposiciones, y lo más lógico era que el tiempo solía parecer más rápido si la persona se mantenía ocupada con entretenimientos. No había reaccionado de cuánto había tardado con el papel informativo. Lo encorvó de forma delicada, para evitar que se arrugara, y lo depositó sobre su escritorio.

    Si había algo que le encantaba era acumular recuerdos, por esa razón había tratado con tanto cuidado aquel objeto. Le serviría para refrescar su memoria meses después. Tenía la expectativa de que adquiriría mucho conocimiento sobre defensa y puliría aquellos espacios que había dejado abandonados. Sería una experiencia memorable.

    Una vez que su imagen se presentara perfecta y adecuada ante sus ojos, decidió iniciar su camino hacia la Sala de Menesteres. Aquel día llevaría una típica túnica de tonalidades oscuras y con detalles neón. A pesar de que había posibilidades que se enfrentase a un duelo con alguna de sus compañeras, había decidido llevar zapatos para evitar que el frío paralizara su cerebro. Aunque resultara imposible para multitudes, ella lo creía. Por esa misma razón y, por precaución, optó por llevar su cabellera suelta.

    Se preguntaba si sería un trabajo complicado encontrar el punto de encuentro, como solía parecer y le intrigaban la clase de encantamientos que hacían de esa sala lo que era. Sería un enorme placer descubrir la manera en la que fue creado y si en el mundo mágico existían más. Sin embargo, no era el momento indicado para profundizar el tema, además de que podría obtener lo que deseara, en aquel caso información, si actuaba intelectualmente. De cierta forma, una de las frases que guardaba en lo más profundo de ella era: «Una inteligencia sin límites es el mayor tesoro de las personas» Y no por ambición sino que por sentirse optimista y sentía que en algún futuro lograría aprender mucho sobre lo que escondía el mundo mágico.

    — Debo apresurarme —se dijo a sí misma una vez que se posicionó delante de la sala y deliberaba si era apropiado entrar en ese momento o esperar a que alguien más se apareciera. Luego, recordó que el sitio podría estar decorado de forma fantástica y le daría una pista clave de los retos que Arya y Jank les pondría. Así que, sin más, entró con la intención de encontrarse con los demás y el sitio correspondiente.

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  6. Aquí vamos nuevamente. *-* Esta gala fue muy divertida, ¡felicidades! Por otra parte, lo estuve pensando durante mucho tiempo hasta que al fin tomé una decisión. Ojalá no me arrepienta. De todas maneras, siempre hay posibilidades de ganar un premio y con mucho orgullo venir a pedir un cambio en este tópico. Ais, menos mal que decidí participar en el juego del Tabú sino me quedaba sin nada. jaja Dejaré la ficha a continuación.

    ~Cambio de Nick:

    Nick Actual: Kirara Rosier
    Nick Nuevo: Sherlyn Stark
    Premio obtenido: Cambio de Nick en el Ranking de Juegos.

  7. Apareció en los exteriores de Magic Mall con la idea de adquirir alguna de las más grandes pociones que existía en el mundo mágico. Si bien, era verdad que muchas de ellas también resultaban peligrosas si se las utilizaba de forma indebido, por lo que debía actuar con la mayor precaución para evitar incidentes. Se sentía lista y segura para utilizar una de ellas, aunque también podría mantenerla en su estantería de artículos preciados hasta que llegara el momento indicado.

    — Allá vamos —murmuró la castaña para que su Micropuff supiera que la comunicación entre ellos aún seguía estable. Creía que había sido una buena elección llevar a esa mascota ya que era pequeño y podía refugiarse del frío dentro de su bolsillo-. Sin embargo, los días transcurrían de forma fugaz y la primavera no tardaría en hacerse presente en el hemisferio norte. En ese periodo de tiempo podía llevar a todos sus animales a pasear por el Callejón Diagón y las calles de Ottery St. Catchpole. Tampoco descartaba la idea de llevar a alguna de ellas a su clase de Cuidado de Criaturas Mágicas y, así, supieran como tratar a los gusamocos como era debido.

    Al ingresar no hizo más que quitarse su abrigo mientras posicionaba su mascota en la mano que dejaba libre, para luego ubicarla encima de su hombro para que éste pudiera observar todo lo que se encontraba a su alrededor. El cambio de temperatura había sido muy fuerte, pero se sentía confiable porque sus defensas fueran más fuertes para impedir que alguna enfermedad la infectara—. En esa parte están las ventanillas de esta segunda planta —señaló la bruja para que su mascota supiera a donde se dirigían y no perdiera su equilibrio.

    — Buenos días —saludó la bruja con una amplia sonrisa en su rostro, mientras revisaba la planilla para realizar la compra para completarla.

    *****

    ID: 113426
    Nick: (con link a la ficha): Kirara Rosier
    Nivel Mágico: 5
    Link a la Bóveda Trastero: -
    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: 101718
    Fecha: 05-01-2016

    Nombre del producto: Amortentia
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción
    Catalogación: AAAAA
    Puntos por unidad: 160 P
    Precio: 8550 G

    Precio total: 8550 G
    Total de Puntos: 160 P

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  8. Apartó su atención de los libros de esa biblioteca y se concentró sólo en la recién llegada. Los candelabros no ofrecían tanta luz como para iluminar toda la sala; sí lo suficiente para que pudiera examinar los gestos de Romina. Al parecer se encontraba bajo mucha presión personal ya que sus respuestas eran cortas y concisas, lo cual no podía significar nada bueno. Pensaba que podría ser a causa de su trabajo, ya que tenía entendido que, quienes trabajaban dentro de un establecimiento como lo era Gringotts solían terminar exhaustos luego de una extrema jornada laboral. Al menos, en los meses donde ella había sido más responsable en ese ámbito fueron leves y divertidos.

    — Me alegro escuchar eso —dijo la bruja dando alusión al comentario—. Yo me encuentro muy bien también —de hecho, estaba más tranquila que otros días. Debía ser por la sensación que le causaba estar en un sitio tan pacifico, donde sabía que nadie ingresaría con malas intenciones. Y, si en algún momento lograban hacerlo, los miembros de la Orden del Fénix los apresarían para obtener información de la organización que se escondía detrás de aquel grupo de maleante y, por último, se encargarían de instalar más defensas en los alrededores para respetar las características que lo respectaban, una guarida secreta.

    No estaba segura sobre la identidad de la madre de Romina, sin embargo, tenía sus claras sospechas sobre quién podía ser. Aun así, se mantuvo expectante de lo que ella podía añadir porque que una persona, estando en esas condiciones, lo primero que necesitaba era atención. Los terrenos de la Orden del Fénix era uno de los lugares más buscados cuando alguien quería estar un tiempo a solas, puesto que era inmenso y la probabilidad de encontrarse con alguien allí era nula—. Qué lamentable —murmuró con tristeza. Por lo menos debía estar completa por tener una madre con quien discutir, mientras ella aún no sabía quién era la de ella.

    Mientras intentaba descubrir cuál había sido su intención principal por la cual se encontraba en aquel lugar un día como aquel, donde el tiempo no tardaría en ofrecerles precipitaciones y comenzaba a oscurecer—. Simplemente estaba dando un paseo por los alrededores —recordó la bruja mientras pensaba qué más podía añadir—. También me interesa saber lo que podía encontrarse en los libros de aquella estantería —aunque le había sorprendido saber que no era nada del otro mundo lo que estaba allí escrito.

    — ¿Crees que puede haber una biblioteca escondida dentro de éste establecimiento? —indagó la bruja, recordando aquellos rumores que corrían. Ella aún no se había atrevido a recorrer cada una de las zonas que lo constituían. Era el momento ideal, puesto que sabía que nadie más sería capaz de ingresar mientras hubiera mal tiempo en el exterior y a Romina le haría muy bien despejarse de los problemas con su madre. Podría resultar apropiado quitarse sus dudas de una vez por todas.

    Antes de decir alguna otra palabra, deslizó las cortinas de la sala para que todo quedara en orden—. Recorramos las instalaciones —propuso, tratando de no ser tan precipitada, pero el entusiasmo por investigar la zona le ponía muy contenta—. Estoy segura que pueden haber sitios más espectaculares en este lugar —añadió mientras se acercaba a su compañera y la inducía para que la siguiera a bajar hacía el sótano—. Cuéntame, ¿quién es tu madre? —cuestionó sin pensarlo dos veces. Quizás, si lo hubiera hecho, se abstenía a realizar la pregunta. Debía tener en cuenta que no todos podían responder muchas preguntas a la vez como ciertos globitos de colores y con habla, ni mucho menos si se trataba de un tema tan delicado.

  9. — Estupendo —respondió la bruja ante las hipótesis de ellos. Comenzaba a preguntarse si sólo eran simples creencias luego de conclusiones tras leer diversos libros. Al fin de cuentas no había una respuesta certera, ya que para ello debían investigar profundamente todas las teorías e investigaciones pasadas. Aun así, uniendo todas respuestas obtenía un resultado excelente, pero sentía que faltaban varios puntos cubiertos que ni se lo imaginaba, quizás, en algún futuro tendrían la oportunidad para descubrirlo. O, existía la posibilidad de que sólo fuera una sensación más personal. Debía agradecer que pudieran recolectar esa información, era la magia de debatir con magos que poseían una gran inteligencia.

    — Se habla mucho sobre sucesos de la antigüedad en enciclopedias —añadió la bruja, atreviéndose a mirarlos, dando alusión a la mayoría de las palabras dichas anteriormente— pero, lamentablemente no podemos concretarlo —«Aunque, ¿qué tal si lo vivía?». Era imposible retroceder el tiempo, a menos que tuvieran la capacidad para utilizar un giratiempo, sin embargo, la magia jamás dejaba de sorprender. En esas instalaciones tenían un mecanismo más flexible para hacer que las actividades fueran más extremas, por ende, los alumnos aprenderían en piel propia lo que le explicaban. Sin embargo, aún no habían aprendido la cantidad de temas suficientes para realizar la actividad práctica.

    — El siguiente tema es la Clasificación de Criaturas Mágicas en el mundo mágico, asignado por el Ministerio de la Magia —sonrió conteniendo una tímida sonrisa. « ¿Se atrevería a enseñarle aquello a personas que ya tenían un amplio conocimiento sobre el mundo mágico?» Aun así, el pensamiento no impidió darle las instrucciones a su vuelapluma para que realizara su trabajo—. Supongo que este tema ya debe estar más que claro dentro de sus pensamientos —dijo, mientras acomodaba sus ideas.

    » Por el bienestar de la comunidad mágica, el Ministerio de la Magia asignó a cada una de las criaturas cierto rango y cada mago puede adquirirlo según el nivel y poder de magia que poseen.

    » Clasificación de Criaturas Mágicas:
    • X: son criaturas “inofensivas”, pueden ser tanto criaturas mágicas o muggles. Pueden adquirirlas los magos a partir del rango de aprendices.
    • XX: se debe poseer un nivel mágico superior a Unicornios de Oro.
    • XXX: para poder adquirirlas es necesario superar el nivel Dragones de Plata, o éste inclusive.
    • XXXX: estás criaturas generalmente son complicadas de manejar, por lo tanto, se requiere el nivel Orden de la Cruz Dorada para adquirirlas.
    • XXXXX: únicamente pueden poseerla aquellos magos que estén o superan el rango Órden de Grial.

    — Sin embargo, al correr de los años se ha decretado que ciertas criaturas mágicas no pueden ser poseídas por alguien ya que se consideran como seres independientes —contó la bruja, mientras daba un vistazo si su vuelaplumas había finalizado la tabla en la pizarra. — ¿Alguien sabe de qué estamos hablando? —indagó la castaña. De repente, todo el amueblado comenzó a apartarse de la pared dejando que ésta captara la atención de todos. El encantamiento estaba completado, justo a tiempo.

    — Debemos cruzar la pared —dijo la bruja sin apartar su vista de ella—. Allí se encuentra el primer reto —sentenció y luego se dedicó a cruzar el umbral; no sin antes indicarle a su vuelaplumas que escribiera lo siguiente:

    » Fueron quitadas de la clasificación de Criaturas Mágicas por el simple hecho de que ningún mago puede adueñarse de ellas.

    » Seres, Bestias y Espíritus:
    • Bestias: son incapaces de aprenderse las Leyes Mágicas y de controlar sus impulsos de brutalidad.
    • Seres: Puede llamarse de esta forma a las Sirenas y Centauros. Creyeron injusto que los magos lo dominaran, por lo tanto son independientes de sí mismos,
    • Espíritus: a pesar de que existen registros para alistarlos, ningún humano puede adueñarse de ellos, ya que son personas que dejaron la vida físicamente, pero no su presencia.

    *****

     

    Primer reto: Montaña de diversidades.

    Ella se encontraba en la cima de una de las más grandes montañas encantadas y creadas por su imaginación. Sólo era una habitación y todo lo que estaba a su alrededor no era más que fantasía. Sin embargo, parecía tan real que hasta permitía que las sensaciones así lo fueran. De esa manera podía estar atenta a todos los movimientos que los alumnos realizaban, citar a muchas criaturas sin que fueran verdaderas y, sobre todo, no las lastimaría ni modificaría la naturaleza. En una clase de conocimiento debía tener las prevenciones y protecciones requeridas para que nada resultara fatal.

    La montaña era demasiado amplia y llena de cuevas que se conectaban con otras formando un complicado laberinto. Cada uno de los extremos poseían diversos ambientes, algunos estaban cubiertos de hielo, otros tenían las mismas características que una montaña común y corriente y, por último, había olvidado de qué trataban las demás. Las criaturas estaban repartidas aleatoriamente para que en el camino los alumnos se enfrenten a ellas o, si lograban ganar su amistad, podían recolectar información. De esa manera podían aprender a cómo tratarlas delicadamente, en el caso de que ellos no lo supieran.

    En el punto de partida los alumnos se encontrarían en la superficie de la montaña, esperando instrucciones. El número de personas que cabían en un túnel no tenía un límite, así que podían realizar la actividad en grupo o, si se sentían mejor, de forma individual. De todas maneras, había muchísimos túneles y existía la posibilidad de que allí dentro se encontraran.

    — Su deber será subir hasta la mitad de la montaña a través de los túneles —dijo la voz gruesa e impotente, como si la montaña misma estuviera hablándoles—. En el camino podrán encontrarse con un millón de obstáculos que deberán superarlos, al mismo tiempo deberán encontrar la manera de recolectar información de las criaturas: clasificarlos por especies, si son mágicas o no, su nivel de peligrosidad, si se tratan de Seres, Bestias o Espíritus, y cuál es su habitad natural.

    » Advertencia: no se asusten si alguno de las criaturas les habla o si tienen poderes que nunca antes te hubieras imaginado.

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  10. Fue expectante de como Catherine ataba las patas de su león con las cuerdas de Incárcerus. Si se hubiera tratado de una criatura real no lo soportaría y su corazón se partiría en mil pedazos a causa de la maldad de ese acto. Su contrincante hubiera ganado por la muerte emocional de ella. Estaba segura que la bruja en el fondo tenía un alma muy pura y jamás sería capaz de lastimar a alguien de esa manera, o eso era lo que deseaba. La criatura se desplomó en el suelo pero no llegó a sufrir heridas graves. Podía volver a establecerse y recuperarse del impacto en poco tiempo.

    Cuando quiso comprobar que la criatura había reaccionado bien, el efecto de su contrincante se apoderó de su cuerpo. Cerró sus ojos para evitar algún mareo. Era una fuerza mayor al de Zancadillas y también inevitable. Sin embargo, ella era lo bastante fuerte para resistir y no descomponerse antes de las dos siguientes acciones. Para suerte había postergado la merienda para después de aquel enfrentamiento, de lo contrario hubiera tenido una escena vergonzosa. De aquella posición podía realizar conjuros efectivamente ya que su vista no se encontraba dañada y si mantenía su varita fija podía controlar su puntería perfectamente.

    En aquel instante se mantuvo concentrada en las cuerdas de la pobre criaturas que estaba tirada a un par de metros de Catherine. «Vamos concéntrate» Dijo la bruja. En su infancia había tenido que permanecer en esa posición bastante tiempo a causa de un juego popular, así que era capaz de soportar aquello. Sólo debía contener la respiración por un rato y a la hora de lanzar el hechizo se sentiría liberada. Luego, se arrepintió, Catherine podría aprovecharse de la ocasión y atacar si optaba por liberar al animal. Debía realizar un plan mejor y que la ayudara a que el duelo finalizase lo antes posible.

    Confundus pronunció la bruja en voz alta, apuntando su varita hacía su rival. El efecto haría que su contrincante sufriera una fuerte confusión y desorientación personal. Sentía lastima por Catherine, no se merecía que eso le ocurriría. El lado bueno era que sólo duraría un turno y luego todo volvería a la normalidad, y podría seguir con el resto del duelo. Sin embargo, necesitaba ganarlo como fuera posible.

    Su varita aún seguía apuntando a su contrincante y, en esa posición, pronunció claramente: LimitateEn esa ocasión, quien sufriría daños sería la varita de su contrincante ya que no podría realizar ningún tipo de rayo o invocación. No había manera para que la bruja pudiera liberarse de aquel efecto y debía sufrir las mismas consecuencias que ella. Era algo leve, lo sabía, pero a continuación se encargaría de que todo se volviera aún mejor.

  11. Misión de Vigilancia


    Una de las mejores decisiones que podía tomar si quería hacerle frente a ese grupo de personas que cazaban habitantes de la comunidad mágica, era apareciéndose en la mayor cantidad de lugares posibles. Creía que así lograría atraparlos y tratar de descubrir sus más oscuros propósitos. En esa ocasión había decidido vigilar de cerca los terrenos del maravilloso y legendario castillo Dumbledore, con la ayuda de uno de los miembros de dicha familia, Elaryan. Aunque, habían transcurrido muchos días desde la carta de invitación y dudaba si el joven seguía teniendo el mismo interés por ayudar.


    Según lo que recordaba, en esa residencia vivía Sally Sigel, una verdadera leyenda para la Orden del Fénix, y jamás se olvidaría de Arya, una de sus primeras amigas en el mundo mágico. Hacía meses que no sabía nada sobre ella ni tampoco coincidían mucho. Existía la posibilidad de que todavía siguiera viviendo allí o era lo que ella esperaba. El ambiente invernal invadía la zona, haciendo imposible una caminata regular, sus pasos debían ser lentos manteniendo la mayor precaución posible para evitar algún tropiezo.


    — Esto será rápido —murmuró la bruja mientras se acercaba más al establecimiento hasta el punto de llegar hasta la entrada del mismo. Suponía que en poco tiempo algún elfo doméstico o empleado le atendería, pero no podía saberlo con antelación y debía mantenerse expectante de lo que fuera a suceder a partir de ese momento. Para estar más segura, apoyó una de sus manos sobre el bolsillo de su túnica para comprobar que todo estuviera en orden.


    Si la misión no resultaba como ella creía, lo ideal era marcharse y verificar si podía vigilar en otro lugar. Aun así, sus ojos seguirían puestos en cada una de las mansiones que apoyaban al bando. Asimismo, evitaría que algún miembro del bando desapareciera o resultara herido. Lo único que debía hacer era esperar a que todo resultara como ella quería. Nadie sabía lo que podía ocurrir instantes después. También existía la posibilidad de que se entretuviera con algo inesperado.

  12. Apareció en las calles de Ottery St. Catchpole con la intención de dirigirse al castillo Evans para saludar a los miembros de la familia, en la cual muchas eran sus amigas. Era una fecha muy especial, en la cual deseaba pasar unos minutos con ellas. Sólo esperaba que la fiesta de fin de año no hubiera terminado, de lo contrario debía esperar al día siguiente para hacer su aparición dentro de esos terrenos. Sin embargo, se atrevió a cruzar el umbral de la entrada que, por una extraña razón se encontraba abierta. Debía ser por si recibían visitas en ese día.

    La frescura del ambiente y la nieve alrededor que caracterizaba esa estación no se percibía en ese lugar. Era como si estuviera encantado para que hiciera cierta temperatura. Sus mejillas comenzaron a tornarse rojas a causa de este efecto, lo que provocó que se sacara su abrigo antes de tiempo. Debajo de la capa lucía un vestido rosa de seda, con pequeños detalles oscuros. El largo del mismo era lo suficiente para mostrar sus rodillas y, aún más, los zapatos negros que en esa ocasión lucía.

    La puerta principal se hallaba cerrada y los elfos domésticos parecían haberse ido a dormir. Debieron haber cooperado mucho para que todo saliera de maravilla y, lamentablemente, ella se perdió toda la velada. Al escuchar unos ruidos provenientes del interior de los terrenos se dirigió hacia allí. Tal parecía que alguien aún seguía despierto o también existía la posibilidad de que la fiesta se estuviera organizando en ese lugar. No lo creía, si hubiera personas desde la ventana se podría visualizar la iluminación del castillo.

    Comenzó a sentir temor por lo que podría estar pasando cuando recordó el estado de la entrada principal. Algún ser malévolo podría haber ingresado y arrasaría con todo el castillo si no lo detenían a tiempo. Tenía en cuenta el consejo que se había hecho a sí misma meses atrás, sobre no realizar hipótesis sin tener pruebas que la respalden, pero aquel rayo que se dirigió hacia ella con muchísima velocidad acabó con completar su teoría.

    Protegoconjuró la bruja lo más rápido que pudo para que éste no le hiciera ningún tipo de daño. De su varita había salido un escudo azulado, el cual, absorbió el hechizo. De lo contrario podría haber sufrido una extraña reacción, la cual lograría que se abrieran grietas sobre su piel y, con ella, que se desangrara por completo. Hubiera tenido que curarse rápidamente si no quería desangrarse. Sin embargo, decidió seguir con aquel juego que propuso la persona que estaba a unos siete metros de ella. Después de todo, un poco de entrenamiento no venía nada mal.

    A su alrededor había restos de lo que hacía un par de horas había sido una encantadora fiesta. Aunque, lo malo de haber llegado después era que no podía escudriñar bien el escenario, los detalles a su favor y demás. Sin perder más tiempo, se posicionó de forma defensiva y estiró el brazo donde sujetaba su varita en dirección de Adryanie. Le produjo alegría descubrir que se trataba solamente de ella y no de alguien indeseable.

    Dejó caer sus parpados y respiró profundamente para concentrar energías. Strellatusdijo en voz alta y clara, una vez que abrió sus ojos, para que el hechizo lograra saliera de forma efectiva. El conjuro impactaría en el rostro de su hermosa contrincante, provocándole una extraña alergia mágica que perjudicaría su visión y la dejaría sin puntería por un largo tiempo si no se defendía. También podría perder su vista por completo si no se recuperaba a tiempo.

    *****


    • Hechizos hasta Knight.
    • Sin hechizos de libros que no tengo todavía y ni me los sé.

    *o*

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  13. — Que no sea muy tarde—murmuraba la muchacha que caminaba a toda prisa hacía uno de los puntos de reunión de la Orden del Fénix. Se había retrasado en una de las semanas más importantes del año que era a causa de la Navidad, pero llegaría, sin dudas, aunque la tardanza significaba algo terrible para ella. Había tenido que acomodar su cabello para que este quedara perfecto, además de preparar la transferencia de pertenencias hacía su otra residencia. Había pasado todo el día anterior explicándole a su elfa que debían mudarse a otro sitio más bonito y elegante.

    Se arrepentía de no haber llevado, al menos, a alguna de sus mascotas, ya que se hubieran quedado muy complacidas al ver la belleza de esos terrenos. En la arbolada que estaba a pocos metros de La Madriguera, se podían visualizar pequeñas haditas que brillaban. Le parecía escuchar una diminuta melodía que provenía de allí, tal parecía que las preciosas criaturas entonaban una canción. Sin embargo, era imposible puesto que había leído que ellas no podían hablar, sólo realizar leves sonidos.

    Había disminuido su velocidad, pero aun así no había dejado de avanzar con su caminata. Dudaba en adentrarse al bosque, las haditas podrían asustarse y ya estaba llegando demasiado tarde a la reunión. Teniendo en su mente ese pensamiento, siguió su rumbo sin apartar su vista hacía aquel lugar que le llamaba tanto la atención. Cuando volvió en sí, lo único que pudo percibir fue el viento helado que rosaba sus mejillas. Necesitaría llegar a un refugio lo antes posible, si no quería sufrir las consecuencias.

    La atención hacía las hadas le había hecho olvidar por completo lo tarde que era y, lo único que se preguntaba era cómo se sentiría tener una de esas bellas y delicadas criaturas sobre sus manos. Lo descubriría tarde o temprano. Lo que más deseaba era tener la capacidad para cuidar una de ellas y protegerla de todos los seres malvados. Era momento de introducirse al establecimiento. Ya no se sentía nerviosa por su presentación allí dentro. Lo importante era asistir y celebrar de esas fechas tan significativas para muchas personas.

    Como había imaginado, allí dentro se encontraban muchos miembros del bando, rostros conocidos y otros no tanto. Hasta la mismísima líder, Mei, se encontraba allí, con su maravilloso encanto. También estaba su amiga Cye, quien iluminaba la sala con su presencia. La sala de La Madriguera estaba más grande de lo normal, para que todos pudieran entrar con comodidad. Había una mesa con comida para todos los gustos sobre la mesa y la fiesta recién acababa de comenzar.

    — Es inoportuno irse antes de que la fiesta comenzara —dijo la bruja, en referencia de Elaryan, quien quería retirarse antes de tiempo—. ¡Está nevando afuera! —exclamó, pero sabía que ya no podía hacer nada que intervenga en una decisión personal. También se encontraba el primo de Leya, Dominique, tratando de revertir lo que ya estaba hecho. Lo que más le impacto fue lo que presenció a metros de donde se encontraba. Aquel sujeto que atacó a su indefenso gusamoco, Starling, estaba sirviendo una bebida a una de las chicas. Podría ser peligroso, pero no se interpondría en una conquista.

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  14. Primera Clase.

    Aquel día, dentro de la Universidad Mágica, se lograba visualizar un auténtico panorama invernal. Con esa nieve a los alrededores sería imposible dictar la clase en los terrenos exteriores del establecimiento, de tal manera que debería improvisar dentro del aula. Haría lo posible para que el plano fuera entretenido para los alumnos que, en esa ocasión, decidieron aprender más sobre el cuidado de las criaturas. De vez en cuando solían ser personas expertas en el mundo mágico, pero no lo sabía en ese momento ya que su elfa había sido la encargada de mandar las cartas informativas.

    Dejó caer sus parpados paulatinamente, para luego respirar profundo y seguir con su caminata—. Todo saldrá de maravilla —murmuró en voz baja para incrementar sus expectativas y animarse a sí misma. Hacía meses que no impartía esa clase, ni tampoco se inscribían. Salvó el mes que había pasado, cuando el familiar de un excelente mago cuyo nombre había olvidado, la suplantó en esa tarea. Según recordaba, era la primera vez que tomaba suplencia en la docencia y procuraría que no volviera a suceder; luego sentía como se derrumba esa muralla interna e imaginativa de la responsabilidad.

    El espacio donde sería dictada la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas estaba perfectamente renovado. Las ventanas eran amplias y cuando eran corridas las cortinas se dejaba visualizar el encantador paisaje que la naturaleza exhibía y, asimismo, dejar que los débiles rayos de sol iluminaran el interior para brindar la calidez que necesitaban. La mayoría del amueblado de allí estaba hecho de piedra, no sólo para dar un aspecto más natural al tallado, sino que para cuidar el medio ambiente de la forestación. Muchas criaturas estaban sufriendo por ese cambio tan devastador y sería irónico dictar una clase del tema sin tener conciencia de lo que sucedía más allá.

    Al aproximarse al escritorio se encontró con el pergamino que contenía los nombres de los alumnos que no tardarían en llegar a las inmediaciones. Sólo ellos y, como había imaginado, no habría alumnos oyentes. Aunque, le había llegado la información de que podría aparecer alguno de sorpresa, pero no estaba al tanto del tema. Deslizó su dedo índice sobre el papel mientras leía y memorizaba sus nombres. Conocía a Leah, era una mujer muy bonita e inteligente, y una de las mejores profesoras de conocimiento que había existido. Esperaba que los tres aportaran muchos conocimientos sobre el tema, además de adquirirlos legalmente.

    Pik Macnair
    Goshi Malfoy
    Leah A. Ivashkov

    Repasó el plan de estudios que estaba debajo del primer pergamino. No era necesario preguntarles las expectativas ni el propósito, ya que no iba al tema. A medida que fuera avanzando la clase, se enteraría de los ánimos que tenía cada uno, además de que no debería ser de su interés algo personal. Curvó sus labios en reacción del nerviosismo que comenzaba a crecer en su interior porque faltaban muy poco tiempo para que arribaran los alumnos.

    — Bienvenidos a la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas —saludó la bruja, una vez que se ubicaran en sus lugares—. Mi nombre es Kirara Rosier y en esta ocasión será mi deber enseñarles, o mejor dicho, recordarles sobre los cuidados que estos seres requieren —su atención se centró únicamente en el fondo blanco de una pared lisa que utilizaría como pizarra para que fueran tomando apuntes, por si lo necesitaban.

    — En esta primera clase sólo les pediré que se presenten y presten atención al primer tema para exhibir sus opiniones —dijo la bruja, indicándole a su vuelapluma lo que debía escribir—. Muchos conocemos la definición de criaturas mágicas, pero pocos reflexionan sobre la diferencia que tienen éstas con los animales del mundo mágico —añadió la bruja, para luego señalar con su varita la pizarra—. Así que, empezamos con la primera actividad.

    «¿Por qué se suele confundir a los animales con criaturas mágicas?» Era la única pregunta hasta en esos momentos. Próximamente, trasladó unos frascos que contenía dos clases diferentes de arañas, una de ellas era descendiente de Acromántulas, pero su tamaño había sido reducido, mientras que la otra se trataba de una muy común en el mundo muggle. Siempre se había preguntado qué pasaría si se juntaban, probablemente se pelearan por el territorio o mantenían una actitud pacífica y se dividían el terreno; pero, no sería ella quién se atrevería a descubrirlo. En el tercer frasco, que era más grueso a diferencia de los otros, contenía un sapo adulto.

    — Necesito que me den sus opiniones sobre por qué estas arañas, a pesar de ser de la misma especie, se las separa, o por qué se dice que los sapos son criaturas mágicas aunque viven en ambos mundos —no existían buenas ni malas respuestas, con su opinión y predisposición en la clase le bastaba para ponerles una buena calificación en la primera tarea.

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  15. Las compras navideñas le hacían una gran ilusión, más teniendo en cuenta que hacía tiempo que no compraba algo en el Magic Mall. Hacía pocos días e había llegado la noticia que se estaba exhibiendo a la venta un gato doméstico, cuya inteligencia impresionaba a muchos magos de la comunidad. Ella creía que todos las especies de animales era consientes de todo lo que hacía, por lo tanto, necesitaba saber qué tanto poder tenían esos gatitos. Suponía que a su elfa Blondie le alegraría mucho tener una nueva mascota quien le hiciera compañía en sus momentos de ausencia y, con la cual, podría salir a pasear.

    También, planeaba instalarlos en una hermosa habitación para mimarlos dándoles todo lo que los necesitaban para ser felices. Deseaba tener una encantadora hadita que fuera su amiga y acompañante, de esa forma no se sentiría tan desolada. Una de las cosas que también necesitaba era volver a visitar todos los rincones del mundo mágico para disfrutar el ambiente invernal que se respiraba tras las fechas de fiesta.

    Ingresó al establecimiento con emoción y grandes expectativas. Deseaba que todo saliera de buena manera, así podía disfrutar de sus nuevas mascotas lo antes posible. Hacía tanto tiempo que no visitaba ese centro de compras que ya hasta había olvidado cómo era la ficha que debía completar. De todas maneras, aquello no impedía que pudiera comprar las criaturitas que deseaba. Respiró profundamente para contener el nerviosismo y se dirigió a una de las ventanillas para completar la ficha.

    — Buenos días —saludó amablemente la bruja. Y, una vez entregado el pergamino con todos los campos escritos, espero que quien estuviera a cargo, lo aceptara.

    *****



    ID: 113426
    Nick: Kirara Rosier
    Nivel Mágico: 5
    Link a la Bóveda Trastero: --
    Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento:101718
    Fecha: 2015-12-30

    Nombre del producto : Hada
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo : Criatura
    Catalogación : XX
    Puntos por unidad : 20
    Precio : 1000 G

    Nombre del producto : Cruce de Kneazle
    Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo : Criatura
    Catalogación : XX
    Puntos por unidad : 20
    Precio : 1000 G

  16. Su atención hacía el paisaje era mucho más fuerte que la de escuchar las respuestas del pequeño elfo. Sentía que jamás volvería a ser expectante de tal belleza y sería lastima que, si las sospechas eran ciertas, estuviera bajo oscuras manos. Le recordaba mucho al castillo Atkins, sólo que podía distinguir que allí el aire era más puro y la gran población de arbustos era mayor considerando que era invierno. Necesitaría ver tal belleza en fechas primaverales, cuando las flores se alzaban a la vista de los visitantes.

    El establecimiento tampoco se quedaba atrás, hacía una excelente combinación con lo que lo rodeaba. Parecía antiguo, pero a la vez estaba tan cuidado que parecía haber sido construido recientemente.Jamás había tenido buen ojo para distinguir la antigüedad de los objetos, así que sólo admiraría los detalles de la arquitectura. Debían ser afortunados, sin dudas. Aunque, todavía no había visitado los grandes terrenos de la familia Stark. En la comunidad mágica murmuraban que era una maravilla, pero deseaba verificarlo con sus propios ojos.

    Oh, lo siento mucho, hermoso elfo —lamentó, volviendo su vista hacía él. Por más interés que le había puesto a las palabras del mismo, si la criatura había soltado alguna, terminó haciéndole caso omiso a fin de cuentas—. Lo siento mucho, pero no he escuchado ninguna de sus palabras —dijo Kirara. Si no lo decía se sentiría aún peor, ya que si le daba la razón sin haber oído ninguna de sus palabras quedaría como una persona que le desagradaba.

    — Allí están —informó la bruja, haciendo referencia a sus compañeros que salían por la puerta del castillo—. Le estoy muy agradecida por abrirme la puerta de esta residencia —dijo la bruja. Si sus dueños eran miembros de la Marca Tenebrosa, suponía que él estaba fuera del tema. Así que no tenía por qué evitar una conversación con la pobre criatura—. Hasta en otra ocasión —se despidió la castaña, mientras seguía al resto de su grupo, quienes habían seguido de largo con mucha prisa. Tenía muha intriga por lo que podría haber sucedido. Su próximo destino sería la propiedad Macnair.

  17. Un cambio de Nick le vendría perfecto, más estando en esas épocas donde era demasiado complicado conseguirlos. Pero, primero debía observar y calcular los galeones que llevaba en su bóveda. Imaginaba que eran los suficientes para llevarse aquel deseado cambio de Nick y galeones. También era recomendable tener en consideración los demás objetos que se subastaría, pero ninguno le llamaba tanto la atención como aquel cambio de Nick y galeones. Miró hacía los demás magos que gritaba y se entusiasmaban por los objetos. Todos lo querían, lo sabía, y posiblemente podrían obtenerlos, pero ella también lo necesitaba y no perdía nada con intentarlo.

    Aun sentía como el agua llegaba a las raíces de su cabello, era incomodo, pero no importaba. Intentaría no pensar en otra cosa y ponerse al tanto de las circunstancias. — Ofrezco 40.000 por el cambio de Nick, subnick, los galeones y demás —dijo la bruja en voz alta. De todas maneras, el dinero podría volverse a juntar, trabajando duro durante todo el año, en cambio, un premio como lo era aquel no todos los días podía obtenerlo. Luego del grito, suspiró abatida.

  18. Las subastas ofrecidas por el concilio de Mercaderes en épocas invernales se estaban volviendo costumbres. No había nada mejor que aprovechar esas ofertas que estaban siendo exhibidas a precios, realmente, asombrosos. Aunque el clima no ayudaba en nada, pudo llegar al establecimiento de manera efectiva. Lucía un traje escarlata, típico de un día invernal. Era cálido, de esa manera evitaba enfermedades a causa del frío. La idea de ganarse algún objeto le llamaba mucho la atención, pero para eso debía poner la mayor atención posible a todo los que los demás miembros de la comunidad mágica ofrecían.

    Habían bastantes personas conocidas allí reunidas, pero era un momento muy inoportuno para saludar, por esa razón, se quedó expectante, calculando en qué momento era mejor actuar. Sentía su cabello mojado a causa de la nieve que caía en el exterior. Se preguntaba cuánto tardaría en secarse. Deslizó su mano sobre ésta para tratar de quitar los restos de hielo que quedaban allí.

  19. ¡Hola! *-* Me encanta la idea del nuevo espacio que se creará. Será de muy buena ayuda para quienes deseen pedir algo. También una propuesta que me llamó mucho la atención fue la de Jank allá arriba, sobre las tutorías. Podrían hacer no sólo tutorías de blinkies sino también de banners o firmas. Más que nada de banner porque es algo simple y básico, y sé que les cuesta a más de un miembro. u.u Aunque, supongo que eso lo verán más adelante. o/
    Ais, con tantos buenos firmeros tan excelentes y activos que ahí, la verdad que me da cosa incluirme también para trabajar en ese espacio. >.< Sin embargo, podría recibir algunos trabajos en casos de emergencia. Los blinkies los hago de forma rápida y no me cuestan nada. o/ Ah, y los gráficos que estoy llevando están hechos por mí. u.u

    Así que, dejaré mi ficha:
    Espacios a trabajar: Todos. (Me arriesgaré)

    PD: La Cámara del Diseño se escucha genial. *-* Me encanta.
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  20. ¡Hola! o/ Bien, la semana pasada había quedado con Elaryan para realizar la Misión de Vigilancia en el castillo Dumbledore. De paso lo introducimos en los tramas que se crean en la división. Hubiera sido la semana pasada, pero la retrasaremos una más ya que será difícil pasarse en los días festivos. Espero que pueda ser posible. Serán roles simples y concisos, así la trama es más llevadera. En fin, también puedo estar disponible durante estos días, así que si alguno de ustedes no encuentra compañero, acá estoy. *-*

    ~A continuación dejo la ficha:

    · Compañero: Elaryan
    · Fecha de Inicio de la misión: 2 de Enero.
    · Duración: Una semana.
    · Objetivo: Misión de Vigilancia en el castillo Dumbledore.

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  21. • Seguridad Mágica •• Cuartel General de Aurores.

    La entrada de la residencia le había abierto sus puertas a los pocos segundos que se detuvo en esa posición. Era como si estuviera bajo un mecanismo de protección, a menos que el encantamiento se hubiera producido desde el interior de la casa y de forma inmediata. Se le ocurrían varias ideas de lo que podría haber ocurrido, pero decidió centrar su atención en el castillo que estaba enfrente de ella y desear que sus compañeros pudieran haber encontrado, al menos, una mínima pista. La dimensión del terreno no dejaba nada que desear porque las maravillas de los objetos de decoración estaban expuestas a la vista de cualquier ingresante. Por un instante se arrepintió de no haber llevado a su elfina Blondie de acompañante. Estaba segura que le encantaría tal paisaje.

    «Estás para una investigación de gran seriedad, no de paseo» Se dijo así misma para proponerse una imagen profesional y evitar hipnotizarse de esa pura naturaleza que se respiraba allí. Hasta ellos mismos podrían estar en peligro si las sospechas se corroboraban. Sin embargo, sentía interés por conocer cada uno de los rincones de ese castillo. Era como si, por unos instantes, se encontrara fuera de los límites de Londres, pero era imposible. Negó con su cabeza y se atrevió a cruzar el umbral. Antes de dar algún otro paso más, visualizó la figura de un hermoso elfo, el cual la recibiría.

    — Buenos días —saludó la bruja a la criatura, una vez que ésta estuviera a una distancia considerable—. Estoy buscando a mis compañeros del departamento de Seguridad Mágica —le informó para que, antes de dar un paso más, le respondiera. Necesitaba tener esa información, de lo contrario sería de mala educación entrar a un hogar ajeno sin tener siquiera una razón.

    — A ver —Hurgó su bolsillo en busca de la insignia de metal que los reconocía. Cuando era miembro de Accidentes Mágicos y Catástrofes, aquello le ayudaba en momentos como aquel. Luego, desvió la palma de su mano para que el elfo pudiera ver lo que decía—. Esto lo comprueba —dijo con voz suave para evitar que se asustara. Suponía que muchos habitantes de la comunidad mágica tenían interés por saber qué aspecto tenía el interior de ese castillo, por esa razón, era lo ideal detallar con qué propósito los visitaba. Aunque, no le contaría a la criatura sobre la desaparición de Jank Dayne, puesto que esos temas podrían estar hablándose en el interior con los patriarcas.

    — Si siguen aquí —comenzó alzando su mirada hacía la edificación para saber si podía tener una respuesta antes de tiempo—, ¿podrías llevarme con ellos? Te lo agradecería —añadió, volviendo su mirada hacía él. Esperaba no estar mareándolo con tantas preguntas sobre el mismo tema.

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  22. Seguridad Mágica •• Cuartel General de Aurores.

    Era inquietante el peso que sentía tras dejar su cargo por varias semanas. Había llegado a creer que había sido retirada del mismo; para su suerte, aún tenía posibilidades de recuperar su actividad. Le habían llegado novedades acerca de la actual planilla ministerial, donde informaba que Elvis ya no era la cabeza del departamento y Ley ocupaba su puesto. No había mucha relación entre ellas, pero estaba segura que era una persona eficaz y, sobre todo, sabría cumplir con los requisitos que un puesto tan importante merecía.

    Su actual directora le había informado sobre lo que estaba acechando en el mundo mágico en esos momentos: Jank Dayne se encontraba desaparecido y era uno de los deberes de esa planta resolver ese misterio. Al tomar conciencia de lo sucedido, sólo sintió tristeza por su compañero. Era una excelente persona y no merecería tal trato. Deseaba que, por lo menos, se encontrara con vida y esperar que ese episodio no afectara su personalidad en el futuro.

    Su reflexión duró todo el trayecto hasta llegar hasta una de las calles principales de Ottery St. Catchpole, donde la imagen característica de la estación se hacía visible. La fresca brisa que provenía de los árboles de mayor altura y cubiertos de nieve, le hacían olvidar los temas que ocupaban la mayor parte de su mente. Sin embargo, no era lo suficiente para que su conciencia quedara tranquila. De repente, los nombres de los sospechosos figuraron en sus pensamientos. «Cissy Macnair, Zack y Leah Ivashkov» Era imposible de creer que patriarcas de familias tan prestigiosas estuvieran involucradas en semejante caso. Lo descubrirían tarde o temprano, lo presentía.

    Al divisar unas enormes y fuertes rejas de tonalidades plateadas, supo que allí era la residencia de la familia Ivashkov. El resto de sus compañeros debían estar teniendo una investigación muy profunda dentro de aquel espléndido castillo. Creía que cualquiera podría quedarse horas visualizando el paisaje que ofrecían esos terrenos, pero no dejaría que esa tentación la invadiera y dejara hipnotizada. El tiempo era muy valioso y, en esos momentos, debía gastarlo únicamente en su labor ministerial.

    — Veamos —se dijo a sí misma mientras recorría el sendero en busca de la entrada. Por más intentos que hiciera, le era inevitable dejar de escudriñar hacía el interior. Como en muchos hogares, debía estar protegido con muchos encantamientos y para entrar era prescindible informar con qué propósito ingresaba. Era momento de asegurarse de tener todo en orden, por lo tanto, buscó en uno de los bolsillos de su túnica la insignia que informara que era parte del departamento de Seguridad Mágica, por si hacía falta.

    Cuando quiso darse cuenta, estaba frente a la entrada hecha de hierro. La vista era una belleza, aunque simple a diferencia de las demás. Podría ser aquella la razón por el cual cautivaba su atención. Había tomado la decisión de alejarse unos centímetros de los límites de los castillos y esperar con perseverancia que alguno de los encargados de dar las bienvenidas, le atendiera.

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  23. @ De nada. *-* Espero que hayas tenido una excelente Navidad-. Me quedé con ganas de regalarte algo mejor. Voy a ver si puedo obsequiarte alguna cosita que sea más de tu agrado para más adelante. Como algún blinkie, ¿te parece? o/ Y, el detalle del Fénix no es referente a la Orden del Fénix, para nada. Sólo que me gustaba como quedaba ese pincel con esas tonalidades. Además de que esa ave tiene un significado muy importante, de reinvención personal y fortaleza. Aprecio mucho que te la guardes. Felices Fiestas. /o/

    @ Rubia de ojos celes, ¿eh? jaja Cuando dijiste que trabajábamos juntas pero no en el mismo departamento tuve mis sorpresas. Me agrada mucho de que seas vos mi amiga secreta. Y, esos mensajitos de Navidad. *-* Me encantan, de verdad. Muchísimas gracias. Espero que también hayas pasado un buen día ayer. Felices Fiestas. /o/

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  24. Desde aquella posición se podía observar con claridad la indumentaria de Catherine, así como también, los movimientos que realizaba. Había sido un muy buen punto llevar el duelo hacía ese sendero, porque así, ambas podían visualizar mejor el escenario y no existía ningún obstáculo entre ellas. Debía resistirse a la belleza que estaba a su alrededor, que le generaba intensas ganas de recorrer todos los lugares de esa ciudad, como había hecho el año anterior. Lo único que le animaba era saber que luego de adquirir esa experiencia, la esperaba una relajante tarde de invierno-.

    Era expectante de como el rostro de su contrincante comenzaba a tornarse diferente debido al efecto del Strellatus. Había supuesto que el inmenso ardor que debía sentir en su rostro, especialmente en sus ojos, era inquietante. Sin embargo, la bruja demostró tener mucha valentía al soportarlo y, en lugar de curarse, hechizó su varita para que en las siguientes acciones se le impidieran realizar ciertos hechizos. Era una excelente estrategia. Aunque, no se dejaría vencer tan fácilmente por un limítate. Se adelantó un paso más y apuntó su varita a dirección de Catherine, con la intención de lanzar un ataque.

    Corpus Patronusconjuró la bruja y, paso seguido, de su varita salió una figura inmensa, del tamaño de un león adulto, el cual seguiría las ordenes de Kirara. En esa ocasión tenía la clara misión de atacar a Catherine mordiéndole sus brazos y piernas, quebrándole los huesos. Sería un golpe brutal y había dudado mucho si mandarlo o no, pero suponía que luego del duelo se recuperaría por completo. Estaba consciente de que sería la última invocación que utilizaría hasta que sus tres turnos terminasen.

    SilenciusExclamó nuevamente en dirección de Catherine, quien quedaría muda tras recibir el efecto. Se aseguraría que ella no realizara ningún tipo de hechizo verbal. De esa manera, le daba más tiempo para idear planes y defenderse de lo que su contrincante sería capaz de hacer. Soltó un suspiró abatido y se permitió relajarse por milésimas de segundos. Sin embargo, su varita seguía intacta en la misma posición. No debía moverse bajo ninguna circunstancia y lo ideal era mantener su atención centrada en Stark.

    Sentía mucha pena porque Catherine no pudiera admirar la hermosura del león con la misma tranquilidad que lo hacía ella. Aunque, creía que en sus años en el mundo mágico había tenido la oportunidad de conocer muchísimas criaturas que ella aún no sabía, siquiera, que existían. Kirara creía que la actitud de la bruja merecía ser premiada y reconocida, por lo tanto, días después del encuentro se encargaría de hacerle llegar un maravilloso presente.

  25. ¡Hola! o/ Bien, antes de confirmar mi participación en la trama, de manera inapropiada, siendo que no me pasé por el rol de Totems. Me lo perdí. >.< Pero, los estuve leyendo desde las sombras. Sobre todo el desenlace que se formó mediante ese rol. Según entendí, debemos elegir un negocio de la Orden del Fénix con el fin de protegerlo de seres malévolos, en donde tendríamos que idear una misión o trama pequeña, ¿es así? Y, luego está lo siguiente, de elegir un usuario mortifago y espiarlo para después llevar información sobre éste a The Hunters. Necesito que me lo aclaren. De todas maneras, me interesa y deseo unirme. *-*

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