Valent

Ni idea chicas, pero los de mi departamento se están encargando de la confiscación de los chocolates. Creo que lo que harían los aurores y Oliver es el rolear la búsqueda de Valentina, supongo que ella tendría que estar en el lugar donde más personas se adhirieron al rol, para 'premiar' la actividad levantando el topic.

Esta entre san mungo y misterios.

Es hora de pasarme por aquí

Quisiera saber qué tal van las cosas, con Ethiane quedamos en que ibamos a terminar todo cuando marzo esté comenzando y hoy ya es el 27. ¿Qué pasará con Valentina? ¿Los aurores irán a buscarla ya? Si los aurores están todos ya sin efecto alguno podrían ir a buscarla directamente :3 tengo entendido que hay algunos que todavía no están curados, podría ser que se les ablande el corazón (?) cuando se enteren que era todo un fraude y blabla.

Seguía a duras penas a dos AR’s, aquel día pensaba escaparme de todas las responsabilidades que tenía encima, sin embargo un llamado no podía ignorar fácilmente. Llegamos a la cárcel por fin, seguía siendo tan poshuna como siempre. Hice una mueca bajo mi máscara, olía mal y eso que yo no era, porque me había bañado más de una vez aquel día por puro aburrimiento. Miré mi alrededor, no tenía ganas de morphear ni hacer vitae de nada.

—Morphos —susurré a uno de los barrotes, convirtiéndose este en una serpiente venenosa bastante corpulenta y larga, capaz de enrollarse en el cuerpo de quien yo mandase y asfixiarlo o envenenarlo directamente.

<Necrohands>, pensé y dos manos fantasmales se pusieron frente a mí como si fueran a parar todos los rayos e invocaciones que me lanzaban, ellas serían quienes me ayudasen en un momento crucial, otras veces de entrenamiento las había usado, por lo tanto sabía que era bueno confiar.

Acaricié mis dedos pulgar e índice entre sí, había cortado los guantes que llevaba de modo que los dedos no estén cubiertos. Momento de puro relax, como otros días no había encontrado. Leía supuestamente un periódico muggle, sin prestarle atención más que a los dibujos que ponían al lado de las letras inentendibles. Mi cerebro estaba anulado por una gran carga de vaguedad, la cual hacía imposible el poder concentrarme en nada.

Sentí que algo me ardía en el antebrazo, no me inmuté si quiera y tardé unos segundos en darme cuenta de que debía acudir. Estiré entonces a mala gana mis brazos hacia arriba, tirando sin previsto los papeles del profeta diario. Me levanté del sofá sin ganas, arrastrando los pies y sin tener intenciones de ponerme algo abajo, apenas llevaba una remera grande y holgada, marcando de una manera sutil mi delgada figura. Con la máscara sobre el rostro desaparecí.

Pik y Zack, siguiendo a ellos estaban un grupo de mortífagos. No conocía bien el lugar, pero suponía estar en la cordillera montañosa, situada al norte de la Península Ibérica. Mi conocimiento geográfico era corto, pero para la marca estaba dispuesta a aprender esas cosas, más aún si escuchaba reuniones entre amigos que se encargaban de encontrar la posición de la torre abaddon, la cárcel de los odefos. Chasqueé la lengua siguiendo el camino y sin planes de levantar un poco los pies al caminar.

Jessi R. Diggory

Muy activa en la parte de off rol en todo el foro en general. Solo se pasa al rol de una de sus dos familias, donde es matriarca. Tuvo alta participación en su departamento del ministerio, pero en el mes de enero esta ha decaído notablemente. Podría ser activa en el caso de que estuviéramos pidiéndole, en especial en la división de social, pues es en el lugar donde más se mueve.

Oriana Snape

No es tan activa generalmente. Participó de algunas votaciones en San Valentín, otras muy pocas veces en su equipo de quidditch pero nada más. Nada de nada por lo menos en el último mes —que tuvo aproximadamente 2 posts—. Fue echada de su trabajo en el ministerio, por falta de actividad.

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Eso :E

Fecha: 24/02/2013

Actividad: Defensa de Mansión Mortífaga

Supervisor: Spectum Crouchs

Participantes:

Mortifagos:

Nigromante: (Comandante Mortifago) Mia - MO

Mago Oscuro: Carol - Tempestad

Tempestad : Etoile - Base

Base : Irina - Aspirante

Fenixianos:

Knight: (Comandante Fenixiano) Zack - Nigro

Templario: Valentine - Tempestad

Legionario: Spectum - Tempestad

Inite: Arwen - Apirante

Link del Inicio del asalto: Apertura

Link del final del asalto: Cierre

Encargado de la logística: Oliver Granger

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Etto.. inventé un nuevo formulario.. Spect dijo que tenía que hacer el reporte y.. Mía me dijo que era aquí (?) No sé si está mal u.u

Gracias Blacki por ayudarme n.nU

Observé a Lestat, me estaba pasando algo de chocolates. Entrecerré los ojos, tenían la misma envoltura que el que comió Neos. Lo tomé apenas en mis manos y lo guardé en la cartera, en un lugar en el que no podría escaparse sin más. Lentamente fui entendiendo todo, entendiendo que Neos actuaba así por haber probado de esos chocolates. No era algo que solo yo argumente, increíblemente todos los del departamento lo hacían, incluso mi hermano, a quien no había visto tiempo atrás.

—Gracias —dije simplemente.

Quedé esperando en el lugar como me había indicado Jesse, a quien asentí cuando recibí petición. Observaba mi alrededor sin detenerme en detalles, lo único que buscaba realmente era saber quién comenzó toda la burla. ¿Por qué dejaron chocolates por todos lados, regados para que el primero que pasase lo pruebe? Malditos, me arruinaban mis horas de descanso trabajo, obligándome a hacer cosas difíciles.

—Leah, hermana, creo que lo mejor es actuar tranquilamente con ellos —dije mirándola, al notar su presencia.

Estaba tan perdida que no sabía ni donde específicamente pisaba. Podría estar muriendo, cayendo de un precipicio pero no lo sabría, okno, tampoco tan exagerado como eso. Sabía cuando caía, porque me dolía al tocar el suelo. Pero nada, eso no tenía que ver en ningún caso con la situación de ese momento. No podía estar tonteando mentalmente de esa forma. Dejé a Lestat un momento, yendo hasta a Juve.

—¡Juve! ¡Juve! —la llamé y corrí hasta ella—. ¿Qué pasa? Algo hay en tu departamento... fijate que dejaron unos chocolates y... todos se odian por culpa de esos bombones. Por favor, vamos a tu despacho, necesito hablar seriamente de esto.

Negué con la cabeza, primero lentamente hasta aumentar la velocidad, demostrando lo desesperada que estaba. Dejé una mano sobre el escritorio y llevé otra a mi frente, como sosteniéndome. Tenía la cabeza baja, cerraba los ojos a medias pensando en qué hacer en ese momento. Percibí movimiento y abrí completo, mostrando unos orbes celestes. Mi director tenía la mano en el bolsillo, parecía un maniático diciendo cosas como que quería quitarle el puesto.

—¿Crees en serio que quiero ser directora? —pregunté alzando una ceja e incorporando mi postura anterior—. Es cierto, te has vuelto loco.

Pensé en lanzarle un hechizo. Algo que le haga perder la varita, que lo ate de piernas y... me ayude a llevarlo donde lo puedan ayudar. Esta vez mi mirada era un poco más asustada por el plan que estaba creando dentro mío, podrían llevarme con las autoridades por atacar a mi jefe... pensándolo bien nosotros éramos las autoridades... o los aurores. Confusión, no comprendía nada. Quería despertar de ese sueño y estar en la cama todavía, el día estaba difícil. Necesitaba descansar, entender.

Quedé atónita. El cuerpo de Neos comenzó a caer al costado, no perdí un segundo más, corrí hasta tras su escritorio invadiendo su privacidad y encontrándolo tirado al suelo. Me arrodillé ante él, relamí mis labios nerviosa, palpé su rostro con mis manos, dándole pequeños golpes esperando que despierte. ¿Por qué? ¿Había conjurado un hechizo sin darme cuenta? Después de todo apenas estrenaba mi rango con nuevos hechizos. Intenté levantarlo, dije unas diez veces su nombre y me resigné finalmente.

—Lo siento... yo no pedí estar en esta situación... no quiero —decía sin poder lagrimear incluso—-. Sé que intentarás matarme si despiertas. Aang, por favor, tú puedes aparecerte, lleva el cuerpo de tu amo a San Mungo, estaré allí en unos minutos... ah, gracias.

Caminé desesperada hasta llegar a mi oficina. No sabía dónde me dirigía realmente, mis pensamientos seguían concentrados en la bolsa de chocolates que recogí de un departamento. Las predicciones se creaban en mi mente, dando raíz a la desconfianza a todos. Comprendía bien porqué mi jefe había actuado así antes, pero pensaba que el odio no era solo un efecto del chocolate. ¿Y si habían chocolates que inducían a la traición? Después de todo no era algo que pasase normalmente, estaban siendo manipulados.

—¿Qué? Ok, pero te las verás conmigo por no haber querido ayudarme antes —amenacé al elfo, a causa de mis enredos mentales.

Salí de mi oficina sin perder tiempo, a grandes zancadas llegué a la de Neos y toqué, no esperé que él me dijera que entrase, más bien esperé unos segundos para no invadir su privacidad. Estaba segura de que nadie se reunió con él luego de su llegada, que tampoco fue hace tanto rato. Empujé la puerta con cuidado, no quería dañar susceptibilidades suyas y salir perdiendo. Después de todo yo era la más sensible entre los dos, él solo respondería de mala manera.

—Neos... no quise salir así de la oficina de Sagitas, me incomodaba —dije antes siquiera de saludar—. No vuelvas a comerte ningún chocolate.

Sentenciaba, estaba siendo firme por primera vez. Hasta me sentía orgullosa de mí misma, pero no podía decirlo en voz alta o demostrarlo, aunque fuera mínimo en detalle. Sabía que si me ponía soberbia caería de nuevo y dejaría de sentirme segura. Arrastré los pies hasta su escritorio, esta vez no me senté sino que me atreví a tomar los chocolates y guardarlos en la misma funda que los demás. Lo miré apretando los labios entre sí, entrecerrando los ojos.

—Tienes que ir a San Mungo, estos chocolates están infectados, incluso los del departamento de misterios cayeron —susurré con un hilito de voz. Sonaba descabellado, sabía que no me creería.

Hoy se entregan reportes de actividad /o/

Mía, me gustaría que tú elijas de quiénes vas a entregar, ya que antes me pasé con todo.

Vanesa Fellow

Su respuesta al saludo de Max quedó atorada en la garganta, al llegar la profesora Lovett, por esa razón intentó contenerse las ganas de lanzar un tenedor directo a la cabeza del chico que molestaba siempre con lo mismo, que eran novios. No solo le molestaba porque era mentira, sino también porque guardaba un tremendo y secreto amor en su interior, dedicado e inspirado totalmente para el chico que estaba a su lado cogiendo todos sus alimentos favoritos, Max.

Se contuvo, sin embargo el pelinegro no logró hacerlo. Atreviéndose a lanzarle un hechizo. Vanesa cerró los ojos apretándolos entre sí, dispuesta a no ver lo que se desataba en el instante. Sabía que Elias tenía la culpa, pero sabía que un hechizo era castigado sin importar la razón. Elias volvió a levantarse y quedó conversando con los profesores, al parecer era serio. La pelinegra bajó con la mano la varita de Máximo, escondiéndola bajo la mesa y tratando de hacer otra cosa.

Iba a tomar uno de los aperitivos que él dejó en su plato dispuesto a compartir, pero su mano se quedó a mitad de camino, haciendo finalmente un intento tonto por disimular el acto. ¿Qué la detuvo? Un viejo amigo, Drake. Se sentía culpable porque vivían en la misma ciudad e incluso iban a la misma casa de la academia, pero ella siempre se sentaba con Máximo. Su mirada se puso oscura, por lo que prefirió entonces quedarse neutra y comer solamente de su recipiente.

--Buenos días, señorita Lovett, nos encantaría ir a jugar --murmuró desanimada, no quería ser problema para nadie y en ese momento se sentía como uno--. Hola, Drake, yo estoy bien y espero que Max también, ¿dormiste bien? ¿Dormiste?

Entendía las razones de Máximo para ponerse serio y no querer consumir nada más, lo cual le hacía sentir más culpable aún. Mordió su labio inferior mirando tanto a Drake como a Máximo, sintiendo un remolino en su interior. No sabía qué hacer, quería al pelinegro como novio suyo, como un 'para siempre juntos'. Aquello no era problema hasta que pensaba en el rubio, quien cada vez parecía más molesto cuando ella se acercaba a Max.

--Entonces.. ¿Vamos a clases ya? Tenemos defensas contra las artes oscuras --intentó animar, animarse más a ella misma que a los demás--. Luego vamos con la profe Lovett a jugar con los copos de nieve, será genial.

Metió una galleta en su boca, masticándola rápidamente y tragándosela antes de terminar la acción anterior. Acomodó su cartera, donde tenía los materiales para aquel día. Amaba los lunes, eran los mejores días por las distintas materias que llevaban. Saludó nuevamente a la profesora Samantha y estiró a los dos chicos para que la siguiesen, mencionar su sonrojo es inútil porque ese gesto fue bastante obvio. ¿Por qué? Si solo había tocado el hombro de Max.

La clase de defensa había sido bastante aburrida. Sus altas expectativas habían jugado mal de nuevo. Vanesa había esperado esa clase solo para poder practicar nuevos hechizos, pero según el profesor no se podía por la lluvia de nieve que la noche trajo. Se recostó simplemente sobre su mesa, mirando tediosa su libro y leyendo sin contener información. Los minutos se atrasaban, pero su ansiedad la apuraba.

--Bien --dijo en voz alta, levantando los brazos en modo de estiramiento.

No esperó a que el profesor dé la pauta de salida, tomó sus libros y los metió en la mochila. Corrió hacia la puerta, dispuesta a ir a los jardines o buscar a la profesora Lovett, debería cumplir su promesa de llevarlos a jugar. Recorrió hasta el siguiente pasillo cuando se dio cuenta de que ninguno de sus amigos la estaban siguiendo, ¿tan rápido había salido? ¿El profesor los dejó un tiempo extra en la sala de clases?

--Oh, Dios --se quejó negando con la cabeza.

No perdió tiempo en pensar una estrategia, decidió esconderse directamente en una de las esquinas. Si es que el profesor se enojó con ella le diría desde antes, cuando estaba cruzando el umbral. No obstante sabía que volver era mala idea, si antes no se dio cuenta lo haría en ese momento. En la espera golpeaba el suelo con la planta de sus pies, con ambas manos juntas al frente y recostada por la pared. Los chicos deberían llegar pronto.

asdasd entendido lo que ambos dijeron, estoy de acuerdo y prometo mejorar en ciertas partes n.n en especial en lo que me señalan.

Mía dice para que los minis los elijan, pero ahí me queda cierto cabo suelto unsure: porque a los consejeros les dimos minis que estaban perdidos xD en mi caso tenía a Vane, a la cual consideraba perdida por completo hasta que un día bam, me respondió xD. Está bien tu idea, pero opino que en vez de que los minis los elijan, sean los consejeros, por lo menos ahí tenemos la esperanza de que todos respondan. No sería mucho cambio, ya que si Irina no me soporta yo lo comprendo y no me gustaría estar como su consejera (ejemplo).

Por otro lado Oscurus me respondió el mp, le dije a Mía que me sentía conmovida por un status que puso xD "Me había ilusionado" o algo así.. me tocó u.ú porque sé que lo defraudamos de verdad, pero también sé que no podemos pedir actividad a los minis que ahora ya se sienten abrumados con las guardias y la academia .-.

Mi compañera me aconsejó que deje una copia del mp y lo pongo aquí.

Aziid

Izumi Riddle Befo

lia scamander lovegood

Percy Ryddleturn H

Thanatos L Lestrange

stnazi

Kurt Ayrton Ravenclaw

Enrick Ryddleturn

Huntress

Lily Kolkrabe Nympehtamine

reviguelle

No hice de Joe Black porque está de baja en la mini, ni de lunamalfoy porque tampoco sigue estando.

Sobre el rol no tengo nada más que decir, está bien lo que dice Hugo e intentaré hablar con Oscurus para explicarle la situación. También estaré en contacto con las Embajadoras, porque creo que es necesario algo de rol por ahí u.ú.

El ranking... lo que resta de este mes tendrá que hacerlo Mía o en su defecto yo, pues Sakura estará de ausencia hasta el final, creo. Regresará aproximadamente a comienzos de marzo. Y sí, lo mejor hubiera sido que nos ayude ya que se había comprometido con eso, pero me avisó por privado que no podría.. así que creo que está exenta (?)

Uhm vengo con propuestas *O*

1. ¿Qué tal si ponemos un topic de logísticas en la mini? Sé que suena un poco dificil, pero no estaría mal. Será únicamente para poner los análisis de los simulacros. Ayer estaba haciendo una logística y me quedé pensando, esta sirve para que los demás vean sus errores, ¿pero dónde los ponen? Creo que acá en las OO hay un lugar donde se ponen, pero mirando un poco °° noto que solo están ahí los de asaltos. ¿De qué sirve hacer logísticas de simulacros "para ver errores" si es que los que erraron no podrán verla jamás?

2. Esto es menos dificil, hacer desde ahora un tipo de resumen de todos los minis que pasaron la prueba. Tipo el seguimiento de la academia, para que las jefas no nos perdamos y sepamos con seguridad en qué quedaron.

Por cierto, la prueba ya terminó, :3 solo falta unos pequeños detalles.

De la siguiente, Fidelidad o Muerte, nos encargaremos Derek y yo, porque no encontré otra persona x3

Vanesa Fellow

La ventana daba directamente a su cama, lo cual la obligaba despertar apenas lleguen a aparecer los primeros rayos del sol. Aquella mañana no era distinta a ninguna, nuevamente sintió cómo alumbraban sus ojos cerrados dispuestos a abrirlos. Ella no se negó, sabía que el momento de volver a las clases llegaba y si eso le molestaba, había algo que le daba ganas, ver a… alguien en especial. La última excusa la motivó tanto que se levantó sin esperar un segundo más.

Estiró sus brazos hacia arriba, intentando animar su cuerpo. Sin embargo nada la despertaría más que ir a darse un baño con agua fría. Claro, eso la estimularía bastante pero no lo haría jamás. Prefería ir arrastrada hasta su clase, sin embargo no, volvía a recordar a la persona especial que la despertó. Sin ganas llegó hasta los baños, entrando apenas a su bañera, metiendo al principio solo el dedo gordo del pie. Obligada a hacerlo entró por completo y tachán, busque en roles sin censura en la próxima edición(?).

Lista para desayunar corrió bajando a la sala común de centauros, esperando a Máximo, que no solo era su compañero de clases sino también su mejor amigo. Poco a poco la sala iba vaciándose, dando inseguridad a Vanesa del tema. Estaba segura de que no lo había visto bajar por las escaleras que dirigían al dormitorio de chicos, pero también sabía que había llegado tarde y que él bien podría haberse adelantado al comedor. Se encogió de hombros y corrió hacia allá, llevando un maletín en su mano.

La amplia mesa del comedor dedicada a los centauros estaba un poco llena, sin embargo todavía había lugar en el espacio que ella acostumbraba sentarse. Antes de moverse buscó con su mirada los cabellos rubios del Western, por si acaso aquel día hubiera cambiado de lugar. A sabiendas de que todavía no había llegado se sentó simplemente a elegir su desayuno, no consumiéndolo pues primero quería encontrarse con él. No era algo tan cargado, pero lo suficiente como para salvarla de un ataque de hambre mañanero.

—Buenos días, Maaax —saludó levantándose de golpe y casi derramando el jugo de la mesa—. Lo siento, ains... no fue mi intención, bueno, siéntate... ¿cómo has estado?

Se sonrojó un poco al ser notable su falla, torpeza al comenzar el día no era un buen augurio. No quiso acosarlo con la mirada, así que la fijó en unas roscas dulces que cogió antes, esperando que él la siguiese. Para variar era una muchacha muy hiperactiva, le gustaban aventuras en las que podía demostrar de lleno todas sus habilidades, en especial los duelos mágicos. Quizá el único que lograba llenar de torpeza su vida era su actual compañero, pues guardaba cierto amor en secreto.

—Já, ahí están los novios de nuevo —escuchó murmurar de un muchacho pelinegro con aspecto osado, lo malo de su comentario fue que lo dijo cercano a la directora.

—¡Tonto! Él no es mi... novio —lo regañó ella, poniéndose más roja y levantando el puño.

Observé por un momento la situación, quedando atónita por la reacción que estaban teniendo algunos. Reconocía a varios de el lugar, a mis hermanos, ex profesora e incluso un Alto Rango de mi bando. Unos estaban actuando de manera incontrolable, incluso atacando a los demás sin llevar la máscara. Mis ojos quedaron abiertos como platos y por un momento no supe cómo actuar ante aquello. Mordí mi labio inferior, haciendo pasar mi timidez por un momento.

—Señoritas, por favor —pedí acercándome a Lestat, mi hermano, quien parecía ser el que más ayuda necesitaba— Episkey... finite incantatem —comencé a curarlo luego de haber cruzado la habitación a zancadas.

Al parecer era una reunión más familiar que departamental, pues se unió al cuestionamiento mi trillizo, Derek. Levanté la mirada hacia él preguntándole con la mirada qué ocurría, pero sus palabras respondieron antes. Los chocolates, sabía que algo tenían esos dichosos bombones que también llegaron a mi director. Me levanté intentando llegar a la altura del Haughton y lo miré seriamente. Era obvio que en esa ocasión no estábamos para chistes y necesitaba de su ayuda.

—Hermano... ¿también probaron de los chocolates? ¿Sabes quién fue el o la que los trajo? —pregunté mostrándome preocupada—. ¿Y Juve? Sé que este no es la situación perfecta para estar haciéndote preguntas, pero necesito de tu ayuda…

Me sentía sola en ese asunto, Neos también estaba actuando de mala manera, lo único que agradecía era que él no me haya lanzado hechizos asesinos. Con suerte me había dejado viva ante su ira, aunque seguía doliéndome las palabras que pronunció en la oficina de Sagitas, tratándome como una persona inútil para el cargo que llevaba. Debía aceptar que en ese momento estuve derrumbada, sin tener ganas siquiera de volver a ningún lugar.

—Ellos no actúan conscientemente —susurré como tonta, acotando algo que Derek lo debería tener por seguro.

Lestat, sangre mía por parte de León en la Rambaldi, se encontraba en buenas condiciones. Lo único que me preocupaba era que Addison no siguiera atacándolo sin pensar. No sabía la relación que llevaban, quizá fuera un poco catastrófica bajo otras condiciones, sin embargo sabía a la perfección que ella no sería capaz de lastimar a alguien, no en horas de trabajo, en una oficina departamental. Todo tan extraño, pero tenía una pista, una corta y sin fundamento, los chocolates.

Bueno, quizá la Evanik no se quedaba atrás en ello. Pues también Juve había reaccionado de mala manera, estando incluso en su puesto como directora departamental. Negaba lentamente la cabeza al ver el desastre que tomaba el cuadro de algo que podría haber sido un armonioso trabajo. Sí, la mayoría éramos mortífagos y nos dedicábamos a hacer caos en otras mansiones, pero nunca antes había visto un caso de rebeldía de ese tipo.

—Juve, ¿te encuentras bien? —pregunté dejando a Lestat por un momento, pero no cambiando demasiado mi posición.

Era la tarea más difícil que había encontrado en toda mi vida.

Antes de irme xD

Estaba completamente enojada con Neos, solo por el primer comentario que oí de él. Sabía a la perfección que me había tardado un poco al entregar los formularios que llenó Amya, sin embargo no podía hacer todo yo sola. Recibir a los visitantes de otros lugares no era la gran cosa, pero se hacía difícil cuando tenía que ir correteando por toda la planta buscando cosas y ayudando al que pida ayuda. Cerré los ojos con calma, intentando apaciguar mi enojo.

—Disculpen, por favor, no me siento del todo bien —avisé saliendo de la oficina de Sagitas.

Me dirigí nuevamente al ascensor, esperando llegar pronto a mi planta y hacer un interrogatorio a Aang, sabía que aquellos chocolates tenían algo que ver con el tan extraño carácter que estaba manteniendo mi querido director. No estaba dispuesta a soportar dicho trato, no dejaría que nadie me pisotee ni mucho menos dejándome mal frente a otros. Estando ya en el ascensor me recosté por la pared de atrás, pensando en cómo lograría zafarme de aquel problema.

Al llamado de Kevin xdd

Apretando mis labios entre sí y mirando a la nada me encontraba nuevamente en el ascensor. No podía creer que me necesitasen tan rápido, sin siquiera haber esperado por lo menos unos días. Reí solita pues era algo extraño, me sentía como en un maratón siguiendo una línea de sucesos más extraños de lo normal. Al mismo tiempo me preguntaba por qué ocurrían todas esas cosas, el cambio de humor de Neos, la ¿muerte? de Babila y ahora el nuevo chico bipolar.

—Disculpen, siento volver pero recibí un llamado de este departamento, ¿hay algo en que pudiera ayudarlos? —estaba nuevamente en la recepción esperando que alguien me atendiese, dudaba que fuera Babila pero tampoco podía ir a entrar en cada escondite de la planta a buscar a quien me llamó.

El elfo se mostraba discrepante, no quería contarme quién fue la mujer que entregó los chocolates utilizando la excusa de que no era asunto mío el quién vaya a estar enamorada de su amo, que lo único que ocurría era que yo estaba celosa. Más enojada aún solté un gritito nervioso, en bajo volumen pero audible al final. Rodé los ojos apretando mis labios entre sí, mostrando mi disconformidad y quizá haciéndole creer al elfo que estaba más celosa.

—Si no quieres ayudar lo tendré que pillar yo misma —dije enojada.

Di media vuelta dirigiéndome a mi oficina, sin saber exactamente lo que estaba prometiendo. Si mi única manera de entender lo que pasaba era preguntándole a Aang, ahora estaba totalmente perdida. Sin embargo un segundo antes de que cierre la puerta entró un papel volando amenazadoramente, prácticamente me obligó a abrirlo para saber lo que decía dentro. Pronto entendí de qué se trataba, un memorándum interdepartamental.

—¿De allí otra vez? —me pregunté aún más hostil—. Ashh

Había dejado solo a mi director en el departamento de Sagitas y sinceramente no me daban ganas de volver a visitarlo, no en esas circunstancias. No obstante un llamado había llegado y la única manera de arreglarlo era viajar hasta allí, ya que no habían dicho el nombre de tal persona. Lo que sí me pareció gracioso fue que se alertaran por un simple hombre bipolar, ¿quién llamaría a eso un caso serio? Ok, quizá el chico era muy extremista.

El nuevo prefecto demostraba su sorpresa, algo que me parecía tan extraño recordando lo inexpresivo que fue en otras situaciones. A decir verdad me sentía alegre porque mi idea de ponerlo a él como prefecto le haya gustado a Madeleine, había tenido miedo de que crea que no era lo adecuado en esos momentos, pues ella tenía más experiencia que yo. Sin embargo, por sobre todo creía que Joaquín haría un buen trabajo como prefecto, mi confianza caía en plenitud sobre él.

Oí su agradecimiento, al parecer nosotras no fuimos las únicas que creamos un mini discurso en el momento. Sonreí cuando este terminó, como mostrándole que estaba de acuerdo. Le di unas palmaditas en la espalda y volví a mi lugar anterior, bostezando y con ganas de dormir. Miré la hora en el reloj de la sala, notando que ya había pasado bastante y los alumnos tenían clase el día siguiente. Negué con la cabeza, no era madre suya pero como jefa debería cuidarlos.

—Chicos, ya es hora de dormir. Prometido un brindis por el nombramiento de su compañero, pero mañana y sin alcohol —dije en voz alta al encaminarme a la puerta de los dormitorios, con la esperanza de que fueran directo a sus debidas camas.

Escuadrón para la aplicación de la ley mágica.

Jefa del Despacho de Uso Indebido de Artefactos Muggles y No-Humanos.

Caminé pisando fuerte, con el ceño fruncido y sin ganas de dar explicaciones a nadie. Ciertamente estaba furiosa por todo lo que estaba ocurriendo, ¿quién había dejado esos chocolates por todas partes? Se la verían con aquellos que no fueron envenenados, o sea yo... y ojalá alguien más. Mi inseguridad sobre el tema estaba escondida tras mi molestia, me temblaba el labio inferior pero con suerte lograba aminorarlo con una mordida leve.

Bajaba en el ascensor, dirigiéndome desde la planta más baja hasta la más alta, todo para poder limpiar el ministerio de los “chocolates” de Honeydukes que hasta mi propio jefe había consumido. Tenía miedo de que todos me abucheen y me digan groserías sin vergüenza, sabía que estaban bajo los efectos del dulce, pero de todas formas me dolería. Resoplé sin ganas, no me gustaba estar en un lugar con tantas personas como en aquel momento.

Parada del departamento de misterios. Puse un pie afuera, alejándome del ambiente cerrado de la caja ascendiente. Una gota de sudor caía a un lado de mi rostro, demostrando mi miedo a fallar. Pasé mi mano sobre él, eliminando todo rastro y limpiándome seguidamente por el uniforme de jefa de aplicación. Me adelanté sin esperar que mi director me dé el paso libre, esperaba con ganas que pronto pudiese llegar conmigo, cuando ya no esté bajo el odio.

—Etto... buenas... ¿podría hablar con algún jefe o director directamente? —pedí interrumpiendo— Por favor... Vengo Aplicación Mágica.

Estaba furiosa. Neos había sido demasiado maleducado conmigo frente a Sagitas, en aquella oficina había sentido como los humos se me subían y no solo a mí, sino a todos los integrantes de esa reunión. Estaba frustrada, quería renunciar al puesto. No solo porque me encontraba enferma y cada vez me sentía peor, sino porque él había dañado ciertas susceptibilidades conmigo. Sin embargo respiré una vez más hondo y busqué a su elfo doméstico, necesitaba saber de qué se trataba.

—Aang —lo llamé una vez lo encontré cerca de la oficina del director—. ¿Podrías ayudarme en algo? Por favor... dime quién te dio los chocolates de hace rato, no es que tenga hambre... sino que algo pasa con tu amo.

Noté que su altura no tenía nada que envidiar a la mía, por unos centímetros más estaría alcanzándome. Me sentía una enana, quería usar tacones aunque no los sepa llevar. Por un momento dejé divagar mi mente en cosas sin sentido, hasta que caí en la realidad. Ciertamente estaba desesperada, una de las cosas más importantes para mí era estar como jefa en el mismo departamento, sería un golpe feo tener que recibir malos tratos luego de haber hecho lo posible para arreglar nuestra situación.

—Por favor… —pedí dispuesta a hacer algo para conseguir los chocolates como prueba.

Me senté al lado de Gomita, sacando un termo pequeño y con aspecto mortífago, el cual no contenía nada más que jugo de calabaza preparado por mi hermana mayor solamente para mí. Tomé la bebida sin que la máscara me moleste, pues la había encostado un poco, sin embargo no se podía ver nada que dejase en duda mi identidad y abriese oportunidad de culparme como civil. Una vez saciada mi sed guardé entre mi capa nuevamente el pote y abracé mi cuerpo.

—Hace un poco de frío aquí —dije como si no fuera obvio, era culpa del dementor, estaba segura—. Y sí, tú, no hay nadie más en esta celda —avisé con sarcasmo, esperando que no sospechase de mí—. Estás en nurmengard... otra vez.

El ambiente seco era imposible de obviar. Aunque se desconfiase sobre el bando de mi amiga, seguía queriéndola y tenía ganas de arroparla. El piso estaba helado. Prácticamente me acurruqué en el suelo, llevando mis rodillas lo más cerca de mis pechos posible, dejando ver mis pies descalzos y sucios por haber caminado sobre el barro. Acaricié mis dedos entre ellos, jugando para de alguna manera entrar en calor. Me preguntaba cómo haría Gomita estando atada.

—¿De verdad eres odefa? —pregunté, sabía que no lo diría abiertamente... pero mi duda estaba cada vez más fuerte. Mi voz estaba extraña por el resfrío, no lograría identificarme.

Atendiendo a los movimientos de Irina me dejé llevar, nuevamente me perdí tanto de mi alrededor que no noté la desaparición de mi compañera, quizá solamente estaba demasiado concentrada en la comida que había traído personalmente de las cocinas, daba igual. El hecho importante es que apenas supe que ella no estaba sentada al lado mío cuando oí que nos llamaba, acudí la segunda vez que la oí, preguntándome qué sería lo que diría.

Entrecerré los ojos pensativa, ¿qué tipo de aviso haría ella sin antes haberme consultado? Sin fruncir el ceño quedé expectante, juntando ambos brazos y cruzándolos sobre mi pecho, sintiéndome muy dura llevando esa expresión. Entonces para simular llevé mi mano derecha arrastrándola sobre mi brazo, desde el codo hasta el hombro, izquierdo obviamente. Pronto comprendí de qué se trataba, era demasiado obvio para no entenderlo.

—Felicitaciones —dije comenzando a aplaudir y moviendo mis pequeños pies hasta mi compañera.

No todos los presentes continuaron mi aplauso, sin embargo tuvo continuidad gracias a algunos alumnos. Rondé cercana a la Rambaldi, haciendo oficial por fin el nombramiento del siguiente prefecto. Memi dejaba de serlo, sin embargo seguía teniendo un reconocimiento en la casa por todos los labores que ayudó a terminar en su anterior cargo. Me alegraba bastante haberla conocido en aquellas situaciones y no en otras que podrían haber sido menos satisfactorias.

—A la vez queremos agradecer a Memi, que hizo un muy buen trabajo en su momento y confío en que lo seguirá haciendo —agregué con una sonrisa, luego de que la otra jefa haya terminado de entregar la insignia. Había sido corta en mi expresión de agradecimiento, pero no sabía qué más decir.

Con Gomita Haughton sobre mis hombros caminé dificultosa por el pasillo del primer nivel, intentando no arrastrarla pero haciéndolo al fin y al cabo. Sus pies tocaban el suelo creando un ruido seco y sostenido, no me molestaba sin embargo tampoco podía decir que me gustaba, era un detalle que apenas percibía en algunas ocasiones en las que no me encontraba inmiscuida en pensamientos. Mi siguiente destino era buscar una celda vacía.

Asimismo hice caso a mi labor, pasando sin ganas frente a celdas llenas de odefos. Entendía que nadie quería caminar hasta las torres o mazmorras solo para dejar a un prisionero, pero en ese momento me arrepentía en cierta forma tener tanta visita. Intenté encogerme de hombros, pero no podía. No porque mi ex compañera de tritones me pesaba demasiado, sino porque estaba débil completamente y cargar con ella se sumaba a otros factores.

Mientras tanto un dementor llegaba hasta ella para custodiarla en la ausencia de mortífagos. La criatura se quedó al margen, sin molestar por el momento, quién sabe por qué razón. Siempre sentía que me perseguían. Con mis ojos rondando por la celda encontré las típicas cadenas mágicas. Me arrodillé entonces frente a Gomita para no facilitarle la huída. Le até con dichas cadenas de manos y pies, dejándole leve libertad de movimiento. Las cadenas estaban atadas a la celda, de modo que no pudiese salir fácilmente.

— Ennervate —susurré esta vez, la vida volvió a su cuerpo—-. Bienvenida —saludé con voz ronca.

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Jefas de Casa:
Vyssedhra Macnair & Bodrik

La imponente Academia de Magia y Hechicería denotaba en cada rincón su esplendor en su soberbia arquitectura y sobre todo la supremacía con la que contaba en el área del conocimiento. En cada punto cardinal por el que se extendía se encontraba representado un elemento de la naturaleza que recordaba sus orígenes: Fuego, tierra agua y viento, conviviendo como uno solo.

Al norte, en los lejanos patios, algunas estatuas se erguían contando leyendas épicas o simplemente el misterioso pasado de la institución. La complejidad de su estructura era tal que parecía un enredado laberinto que al ser alcanzado por las tinieblas de la noche, era confundido fácilmente con un desolado cementerio.

Una cúpula se lograba distinguir a lo lejos, resguardando el monumento de una mágica criatura que, según contaban las historias, fue de un luchador de la "batalla de Blodwyn", en la cual peleó palmo a palmo con magos y brujas por un ideal en común. Los obstáculos fueron infinitos y los muertos muchísimos más, pero la perseverancia y la fe en que el poder de la tierra lo mantuvieron de pie a costa de todo, hasta conseguir la victoria.

Con el paso de los años su honorable acción fue reconocida y recompensaba al ser el símbolo de una de las cuatro casas de la Academia. Sus integrantes serían siempre fieles y perseverantes, con la firme convicción de que un corazón noble y compañerismo los haría conseguir la victoria como si tuvieran su propia guerra.

Los elegidos para estar bajo la casa de los Centauros de Blodwyn conocían muy bien aquella historia, así como también el por qué de la ubicación de esta estatua y el cómo hacer que ésta les develara el secreto que guardaba. Simplemente tenían que decir las palabras correctas y conocer el signo de la tierra para que el eterno guardián les permitiera el paso a unas escaleras bajo su base.

El recorrido era simple: solo debía bajar una escalinata de piedra negra y mohosa hasta que las copas de los árboles se hicieran presentes. Al final del recorrido el paisaje cambiaba completamente convirtiéndose en un bello claro. Se podía escuchar los ruidos de un escenario natural, y cuando los propios sentidos creían haber encontrado un bosque subterráneo, se topaban con unos bellos y elegantes sofás, así como una chimenea donde el fuego consumía lentamente la leña y proporcionaba una cálida luz a la estancia.

Las paredes del hall estaban hechas con las ramas de los enormes árboles que se entretejían apretadamente, convirtiéndolas en una protección resistente a cualquier cosa, inclusive incendios. Un pequeño riachuelo hacía que el toque natural contrastara aún más con el mobiliario elegante y serio.

Contraponiéndose a la chimenea estaban dos túneles que, igualmente creados con ramas entrelazadas e iluminados con antorchas, llevaban a las habitaciones individuales de los alumnos que ocuparían ese lugar durante toda su estadía en la Academia. Sobre la peculiar chimenea se encontraba el escudo de la casa y bajo éste la lista de los miembros de los Centauros de Blodwyn:

http://i.imgur.com/AxoDD.png

Lista de Estudiantes:

Ken-Fur

izabnat

Alexis Miller
Romina12345

Randal Ravenclaw

Antoni Tonks

Lunática Lupin Evil Black

Diana Delacour

Galery Grindewald

Hola :E

Vengo como jefa del ESI a pedir un favorcito c; ojalá puedan hacérmelo, estaría muy agradecida. Dejo más abajo todos los datos.

Evento: Mini Ranking, primera quincena de febrero

Escuadrón/División a cargo: ESI ~ División Social

Fecha máxima en que se requiere este pedido: 19/02/13

Pedidos: Firma y 2 blinkies

~Blinkies:

• Texto: Enrick Ryddleturn (cambia a) 1° lugar del ranking (cambia a) Aspirante Leyenda
  modelo: http://i.imgur.com/X318YUf.gif
  Especificaciones: Puede ser algo parecido a eso, pero pueden hacer algo diferente, mientras se respete el tono verde esta perfecto
  
• Texto: Irina Selene (cambia a) 3° lugar del ranking (cambia a) Aspirante Leyenda
  modelo: http://i.imgur.com/O8Gdy.gif
  Especificaciones: Puede ser algo parecido a eso, pero pueden hacer algo diferente, mientras se respete el tono lila esta perfecto
  
• Texto: Elizabeth Agnes D (cambia a) 3° lugar del ranking (cambia a) Aspirante Leyenda
  modelo: http://i.imgur.com/O8Gdy.gif
  Especificaciones: Puede ser algo parecido a eso, pero pueden hacer algo diferente, mientras se respete el tono lila esta perfecto
  

~Firma

Texto: Enrick Ryddleturn

Especificaciones: La pueden hacer a su gusto, aquí esta su ficha

Por favor y muchas gracias, xDD. No diré "espero que no sea molestia" porque sí me siento así(?) en fin, :3