Alex Dominus

Sin mas vueltas que dar, fui caminando hasta la sala común donde tome asiento en el primer sofá que apareció frente mio. Mientras tomaba asiento perdía la mirada observando ese gran lugar, realmente era diferente a los de los centauros y este me agradaba mas, tal vez seria porque llevaba a los dragones en la sangre (?)

Lo que mas me llamaba la atención eran los diez pasillos que representaban la historia de cada uno de los dragones que habían existido en el mundo mágico, era muy interesante e impresionante esas historias.

Mientras me perdía observando la casa, Galedra bajo hasta la sala común para dar algunos anuncios. La miré fijamente mientras se puso a hablar.

-Bienvenida, Leah. Bienvenido Alex. dijo Galedra, entonces la miré y sonreí respondiendo -¡Gracias! con un tono de voz muy contento mientras trataba de encontrar a Leah porque aún no la conocía.

Galedra hizo un movimiento con su varita colocando los anuncios, me levanté rápidamente para verlos y solo buscaba mi nombre. Estaba en los Bienvenidos y... -Esto no es puede ser posible.-dije en un tono de voz sorprendido dando un paso hacía atrás.

De pronto una gran sonrisa se apoderó de mi porque era el nuevo Prefecto de la casa de los Dragones de Lancashire. Solo llevaba ahí un día y ya era prefecto ? Era en realidad un honor muy grande para mi aunque implicaría mas responsabilidad de mi parte pero estaba dispuesto a cumplir con mi nueva tarea.

Di media vuelta con una gran sonrisa en el rostro para dirigirme de nuevo hasta al sofá y mientras caminaba una niña se acerco a mi diciendo: -Bienvenido, Alex. Mi nombre es Demona.

-¡Oh! Damona, como te va ?, Gracias por la bienvenida.-le había respondido tratando de sonar un poco serio digamos, para que me tome con seriedad pero tampoco con demasiada por lo que de pronto sonreí. Porque también, como todos, me gusta divertirme, pero cada cosa a su momento.

OFF

Demona, estaba tan seguro que nadie lo habia visto creo que fue por la costumbre (? pero ya no pasará, lo prometo

Estaba ya muy cansado por todo lo que había hecho esa tarde, en realidad solo quería ya mi cama y una pequeña siesta. Los Centauros de Blodwyn, me asignaron esa como mi casa.

Por ser nuevo en la Academia de Magia y Hechicería, desconocía todos los lugares de ese lugar,por lo que me tomo casi toda la tarde encontrar la casa de los Centauros.

Después de haber caminado un largo camino y haber experimentado cada susto por el camino, al fin, tenia en frente mio la casa de los Centauros.

Allí me había acomodado en la sala común, ya tenia dos amistades y cuando por fin creía que podía ir a descansar un rato me llego el mensaje de error. Los Centauros de Blodwyn no era mi casa.

-Esto debe ser una broma-.dije sorprendido abriendo los ojos como platos. Mi casa era la de Los Dragones de Lancashire no la de Los Centauros.

-Uff.-Di un gran suspiro para continuar mi camino.

Me despedí de mis amigos de los Centauros, di media vuelta, subí los grandes escalones y salí de ese lugar. -Espero que el camino no sea muy largo.-Dije al estar ya fuera de la casa.

-Dragones, Dragones, Dragones donde estas!?.-me cuestionaba a mi mismo tratando de recordar si no lo habia visto ya en algún lugar. -Ya se que hacer.-dije con un tono de voz alegre y empece a correr lo mas rápido que podía hasta llegar al patio principal de la Academia.

-Al fin llegue!.-me dije a mi mismo mientras respiraba muy rápidamente como si el aire me faltara y poniendo los brazos sobre las piernas como para reposar un segundo.

Todo el lugar estaba muy silencioso, me puse firme, levante la cabeza y pude observar la estatua de piedra que tenia la forma de la cabeza de un Colacuerno. Algo muy bonito en realidad.

Camine lentamente hasta esa estatua,gire por todo su alrededor para poder observar esa maravilla. Tenia sus fauces abiertas en todo su esplendor y lentamente acerque la cabeza para observar que había en su interior; ardía una flama carmesí que a pesar de ser fuego, no ardía.

-Es el momento.- dije con cierto temor y suspirando muy fuerte.

Había utilizado las fuerzas de mi brazo para llegar hasta sus fauces, me pare en sima de ello y dije -Aquí voy.-cerre bien fuertes los ojos y di un salto para entrar allí y en ningún momento del recorrido había abierto los ojos.

Caí no muy fuerte de no se donde pero lo que si, que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en la puerta principal que tenia unos Ironbellys Ucranianos de hierro entrelazados a una piedra de fuego.

Creo que llegue en el momento indicado cuando estaban por dar la bienvenida, no estoy seguro si a todos, o solo a mi. Me metí entre todo el mundo esperando el momento indicado para hablar con la jefa para explicar lo ocurrido.

Perdía mi mirada observando ese volcán que estaba de un tamaño inexplicable, era algo enorme y la casa que en realidad era algo impresionante construidas con las inmensas rocas de granito negro por lo que no preste mucha atención en lo que decía la jefa hasta que gire la cabeza y en ese mismo instante Leah dirijio su mirada hacia mi invitándome a acercarme hasta donde estaba ella.

Con mucho temor por el Ridgeback que esta a lado de Leah, trague la saliva y me acerque dando pasos lentamente tratando de ignorar al Ridgeback mirándole solamente de reojo.

-Alex Dominus.- había dicho Leah presentándome a todos mis compañeros dragones.

Para no parecer muy asustado o nervioso fingí una pequeña sonrisa. De pronto me llevaron frente al Ridgeback, el corazón me empezó a latir rápidamente y yo trataba de mirarlo lo mas mínimo posible.

Había tomado un gran susto al escuchar a ese dragón rugir fuertemente, de pronto se acercaba cada vez mas a mi y yo trataba de ir mas hacia atrás pero no quería causar una mala impresión mi primer día allí entonces me calme diciendo: -Tranquilízate, tranquilízate, tranquilízate, ya pasara todo Alex.-claro que lo decía solo en mis pensamientos.

La Revenclaw tomo mi brazo y lo estiro a la altura de la cabeza del dragón y una lágrima cayó en cara posterior de mi muñeca y un pequeño tatuaje de Dragón apareció.

-Eso es todo ?.-dije dando media vuelta y una gran sonrisa de alivio se había dibujado en mis labios.

-Me espera mucha cosa que hacer.-Dije y camine sonriente hasta ingresar a la casa.

OFF

Hola compañeros dragones, soy Alex, su nuevo compañero :3

Buenas Noches, vengo a hacer los primeros cambios en mi ficha.

Quiero agregar en:

Familia:

* Ryddleturn (Sanguínea)

Padre(s) Sanguíneos: Carol Ryddleturn.

Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 98775

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia: Familia Ryddleturn

Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia: Familia Crowley

Gracias.

Mientras observaba a esos piratas Verónica me había agradecido por haberla felicitado y enseguida dijo: -A tí no te fue nada mal tampoco.

-Gracias. Respondí Verónica aun sabiendo que no me fue tan bien que digamos.

Mientras escuchaba esa música que ya no salia de mi memoria una chica se acerco a nosotros, nos saludo con un beso en la mejilla y cuando acabo de saludar a Verónica me dijo:

-No recuerdo tu nombre. Axel...No... ¿Angel?... No... ¡Athan!, por Merlín, no... Mm... Ax... ¿Axe?, no, eso es una hacha... Axel... ¿Era sí? —. Um... ¿Axel, no?— él asintió, y me tranquilicé un poco.

Sonreí al oír a Camille inventar tantos nombres, era gracioso ver como estaba realmente confundida con mi nombre aunque era frustrante que no se acordara de mi nombre aunque yo tampoco me acordaba el de ella, solo fingí que sabia el de ella porque Verónica lo había pronunciado.

-JAJAJA! Aunque lo hayas intentando, ninguno de los nombres que pronunciaste es correcto, soy Alex. Dije a Camille a carcajadas, bueno no a carcajadas pero si estaba sonriendo bastante. Tal vez ahora ya podríamos conocernos mejor ya que en Generales no tuvimos la oportunidad.

Igual que Verónica, ya quería ir a mi habitación para acomodarme y deshacerme de mi gran mochila que ya me incomodaba ternelo conmigo y tal vez dormir un rato si se podía, pero como saber cual era mi habitación ?. Debía ir y entrar a cualquier habitación que este vacía y adueñarme de el ?

Eso seria algo desubicado de mi parte, digo de invadir cualquier habitación, entonces pensé: -Mejor espero a alguna autoridad que me asigne la habitación.

-Pero que pasa si nadie se acerca a asignarnos la habitación ? Pensé en seguida, de todos modos iría a acomodarme en una habitación que este vacía porque son habitaciones individuales no ? y de todos modos yo llegue primero.

Ficha de personaje:

Ficha Alex Dominus

Negocios que posea el personaje:

--

Topic de Registro de las Familias:

Familia 1: Familia Ryddleturn

Familia 2: Familia Crowley

Bóvedas de las familias:

Familia 1: Familia Ryddleturn

Familia 2: Familia Crowley

Saldo en bóveda previo a la Migración 2021: 2680 G

Mientras fijaba la mirada en ese pequeño riachuelo ya sin darme cuenta de lo que ocurría a mi alrededor gire la cabeza rápidamente para ver si algo no ocurría por la casa y mientras observaba fije la mirada por la escalinata negra y había visto a alguien bajando y dije: -Una compañera mas. Con un tono de desinterés.

Pero cuando ya estaba mas próxima a mi pude notar rápidamente que era Verónica, mi amiga de Generales. Fue una gran sorpresa para mi poder reencontrarme con Verónica, ya que había sido una gran amiga para mi y como por la emoción levante el brazo diestro para saludarla y creo que había perdido la conciencia por un segundo por lo que le grite: -Verónica ! con un tono de voz algo elevado pero era por la emoción de haber encontrar a alguien conocida.

-¡Alex! qué bueno verte. ¿Te ha tocado en los Centauros? Me alegra en verdad Dijo Verónica y se acerco dándome un beso en la mejilla.

Me había sonrojado un poco por el dulce y cariñoso acto de Verónica y entonces respondí: -Que gusto poder encontrarte de nuevo. Si me ha tocado los Centauros me alegra mucho que estés aquí, bienvenida.

Me acerque a ella algo tímido para darle un abrazo tratando de decirle que extrañe su compañía todos esos tiempos después que haber terminado Generales y también aproveche la ocasión para darle mis felicitaciones por haber sido la mejor en Generales.

De pronto escuche sonar una música en el salón que no era mucho de mi agrado, era Isabrella tratando de animar a dos compañeros haciéndoles bailar, yo quería esconderme de allí para evitar bailar si es que me ofrecían.

Era todo confuso para mi, estaba algo perdido caminando por la Academia de Magia hasta que había llegado a un jardín y me tope con una escalinata de piedra negra y mohosa. Baje todos esos escalones y las copas de los arboles se hicieron presente, creí que eso aun seguiría siendo parte del jardín.

Mire delante mio y pude observar que el paisaje había cambiado completamente convirtiéndose en un bello claro. Seguí caminando lentamente y un poco asustado por el cambio radical de apariencia pensando a que me llevaría todo esto. Había creído que tal vez podría ser un bosque subterráneo.

Mientras seguía caminando observaba cada detalle que se presentaba en mi camino, asombrándome de todas las cosas que ya había observado. Me detuve un segundo para observar una estatua que había encontrado y entonces en ese mismo instante me vino en la memoria que yo había sido asignado para estar en la casa de los Centauros de Blodwyn y como la estatua era de un centauro me supuse que esa era la casa.

Introduce mis ambas manos en los bolsillos de mi pantalón negro buscando un pequeño papel arrugado en donde había guardado una contraseña que me permitiría ingresar a la casa.

Y allí estaba ese pequeño papel arrugado, ya lo había encontrado después de buscar algo desesperado. Pronuncié la contraseña pensando que seria algo tonto hablarle a una estatua pero como es una Academia de Magia aquí nada es imposible, entonces unas escalinatas aparecieron frente mio en un abrir y cerrar de ojos, por supuesto me sorprendí y me quede con la boca abierta.

Bajé lentamente la escalinata, mirando de reojo por detrás para asegurarme de que nadie mas esté allí. Al llegar hasta el último escalón observe el lugar creyendo que allí habría un bosque subterráneo, pero me había equivocado.

-WAOH! Dije con una voz baja y muy sorprendido.

Eso no era un bosque subterráneo, esa era la casa de los Centauros de Blodwyn. Era un gran salón donde había unos bellos y elegantes sofás con una chimenea donde el fuego consumía lentamente la leña y mantenía cálido el lugar. Un pequeño riachuelo hacía que el toque natural contrastara aún más con el mobiliario elegante y serio. Contraponiéndose a la chimenea estaban dos túneles que iluminados con antorchas, llevaba hasta las habitaciones de la casa.

Estaba realmente sorprendido por ese lugar, era algo realmente bello, no dejaba de fijarme en cada detalle de la casa principalmente en el pequeño riachuelo que por alguna razón me había llamado mucho la atención. Intentaba disimular la mirada para que no se notara lo sorprendido que estaba, tan solo intentaba hacer un gesto normal y sin poder evitarlo, tenia una pequeña sonrisa dibujada en los labios, trataba de no sonreír pero era algo imposible.

Creo que le había agradado a Verónica, aunque solamente lo pensaba, no estaba seguro, pero de todos modos me agradaba pensar que si le caía bien, porque ella fue hasta ahora una muy buena amiga.

Me dio una sensación de que ella había creído que su pregunta me había molestado por lo sarcástico que había sido antes, pero no era así y tampoco me había interesaba mucho en decirle que no me molestaba y entonces solo me dijo:

-Yo tampoco soy fanática, aunque me agrada mucho el Quidditch, pero no me he animado a practicarlo, solo una vez jugué con amigos un amistoso pero nada importante.

De cierta forma me alegro mucho esa respuesta, porque había alguien mas como yo que no era muy fanática al Quidditch, solamente nos agradaba mucho. Pensé que yo y Verónica teníamos mucho en común, por lo que sonreí y cada vez me sentía mas cómodo a su lado.

-Se volvería mi mejor amiga? Me hice esa pregunta que yo mismo me había sorprendido por haberlo pensado. Abrí los ojos un poco mas de lo normal como un gesto de sorprendido y luego suspire por que me había alegrado que no lo dijera en voz alta.

-¿Te gustaría ir a tomar algo cuando la clase acabe? Dijo Verónica pero en seguida hizo un gesto de sorprendida y yo lo había notado y entonces primero pensé si debía decirle que si o no, pensé si se había arrepentido de haberme hecho esa pregunta pero también pensé -Si le digo que no, tal vez se molestaría un poco. Hice un gesto de confundido.

-Por supuesto, me encantaría ir a tomar algo después de clases. Le respondí a Verónica con una sonrisa y un poco sonrojado pero al mismo tiempo algo confuso porque no se si me podía arrepentir de mi respuesta pero me gustaba experimentar los riegos, al fin y al cabo, la vida seria algo aburrida si no experimentamos los riesgos.

Cuando mas aburrido estaba, a punto de dejar esa esquina, me levanté de la silla, acomode mi chaleco y giré la cabeza para observar mi alrededor y pude ver que una sombra se aproximaba junto a mi. Mire atentamente y supuse que era una mujer por la cabellera larga que llevaba puesta.

Cuando mas próxima a mi estaba, fingí una mirada recta y concentrada fingiendo que aun no le había visto, entonces ella llego a mi lado y se detuvo a observarme unos segundos, para mi fue algo incómodo que me observára, y entonces ella dijo: Hola, soy Babilonia, al menos eso decía el pergamino en la boina, mi nombre real es Verónica. ¿Te molesta si me quedo un rato aquí? Necesito despejarme.

Al escuchar su dulce voz, giré la cabeza y la miré directo a los ojos, por cierto, Verónica tenia unos muy bellos ojos, y le había dicho: Hola Verónica, yo soy Alex, Alex Dominus, por supuesto te puedes quedar, hasta ahora ha sido mi lugar favorito de la Acaemia. Dije dibujando una sonrisa sarcastica en mis labios.

De nuevo fingi la mirada concentrada, ya me estaba hartando de fingirla, era frustrante no saber que decir y por lo visto Veronica tambien le molesto que no habia dicho mas nada y dijo una pregunta algo tonta. -¿Viste el partido de Quidditch del que hablaban?

Yo no soy de los tantos fanático al Quidditch, me gusta mucho y también lo juego pero no con la misma pasion con la que hago mis pinturas. Y con algo de verguenza mire al suelo y le dije a Verónica: No, no lo había visto, no soy uno de los tantos fanáticos como algunos.

Fue mejor decirle la verdad antes que decirle que si habia visto que me haga algunas preguntas y yo no sabría como responderlas, y para evitar esa vergüenza dije la verdad.

Con un poco mas de confianza solte los brazos, metí las manos en los bolsillos y sonriendo pensé -Creo que las cosas son cada vez mejor en la Academia.

OFF

Muchos aun no habían terminado la tarea de actuación que Marcus y Bridget habian dejado, sin embargo, yo ya lo había terminado porque lo hice lo mas corto posible, porque actuar no es lo mio.

Cuando había terminado la actuación, di un fuerte suspiro de alivio, pensando -Espero que ya no lo repitamos.

Di media vuelta, acomode el chaleco negro que llevaba puesto y aproveché ese momento para dar un breve paseo por el teatro y para oír a mis compañeros como iban terminando su actuación. En medio de tantos murmullos apenas podía entender lo que algunos decían.

-Son bastante buenos. Había dicho sin que nadie lo oyera. Seguí caminaba muy lentamente por todo ese lugar escuchando todavía los murmullos. Me molestaba un poco, quería un momento de tranquilidad después de haber pasado tanto nerviosismo, pero lo deje de lado y me concentré en observar las actuaciones y tal vez así adquiera algo mas de experiencia.

Tome una silla, la puse sobre mi hombro para llevarlo hasta una esquina que tenía un aspecto medio siniestro porque era un poco oscuro y entonces allí la puse. Me senté en ella y seguí observando las actuaciones, pero no solo las actuaciones, sino también me perdía observando todo el teatro pensando que cosas mas me aguarda este lugar.

Sabía que no era bueno estar allí solo, ya era momento de hacer algunos amigos, pero por alguna razón no me animaba a hablarlos, tal vez era por ser tímido o por temor a que algunos no sean buenos. Entonces puse mi codo sobre mi pierna y utilicé mi mano para reposar mi cabeza y pensé: -Debo ir a hablarles ? o tan solo me quedaré aquí a esperar a que uno de ellos me hable? No, mejor me quedo aqui a esperar que alguien venga a charlar conmigo.

Entonces puse la espalda recta, pase mi mano sobre mi pelo, y seguí observando las actuaciones.

OFF

No entendí bien el trama, pero debia hacer ya la tarea Espero que alguien me mencione para tener un amigo en mi próximo rol (?)

Y continué este porque ya había cumplido mi objetivo en el otro rol.

Todos habíamos tomado un pergamino, yo seguía sin entender lo que ocurría, tan solo imitaba lo que los demás hacían. Fue entonces cuando Brdiget y Marcus hicieron unos hechizos que en un abrir y cerrar de ojo empezaron a salir fantasmas por todos lados, de las sucias y viejas cortinas, de los hoyos del suelo, y del palco que parecía ser el lugar mas poblado por ellos. Todo fue cambiando de un instante a otro, el viejo y sucio teatro Old Vic ya no era el mismo, todo había cambiado y me gusto mucho la nueva apariencia que había tomado.

Cuando ya todo estaba transformado los profesores dieron unas instrucciones que debíamos hacer una actuación y que ya podíamos abrir los pergaminos que habíamos tomado antes. Tire la pequeña cinta roja que tenía el pergamino, y al abrirlo, empezó a salir un humo de color dorado, que de apoco aumentaba mas su tamaño, giraba por todo mi cuerpo, formando como la forma de un remolino.

Por supuesto, estaba un poco asustado, y entonces cerré muy fuerte los ojos pensando: -Que es lo que pasa. Mientras mantenía los ojos cerrado, podía oír una voz masculina que hablaba muy lentamente diciéndome algunas informaciones que debía utilizar para la actuación.

Abrí los ojos y vi que mi ropa había cambiado completamente, ya no tenia mi camisa blanca, ni mis pantalones negros y tampoco mis zapatos negros, ahora tenia una ropa muy rara que no era para nada mi estilo, era muy colorido, cosa que a mi no me agrada en nada. Ya no era Alex Dominus, ahora era Julián Mitones con el objetivo de conquistar a una tal Alicia Peluca.

No sabia como hacer eso, yo tan solamente era un niño normal sin saber nada de actuación, nunca me había gustado esas cosas, primeramente porque no tengo ningún conocimiento acerca de la actuación, y segundo, porque mi actuación es muy mala.

No tenia idea de quien era quien, por lo que primeramente me decidí a dejar de un lado mi timidez y empezar a buscar a Nacho, que por cierto ahora es Marco Antonio Peinado, y así tal vez me podría ayudar a encontrar a Wonder que ahora es Alicia Peluca.

-Son todos nombres muy raros lo que nos asignaron. Susurre muy despacio.

Mientras ya todos estaban con sus respectivos parientes, yo aun no había encontrado a los mios, y fue justo ahi, cuando ya me estaba cansando de buscar pude encontrar a Marco Antonio Peinado, y lo primero que le había preguntado es: Marco, ya sabes donde esta Alicia ? El me guió hasta a ella, y yo mientras pensaba con mucho nerviosismo como actuar, ya que no debía decir nada vergonzoso frente a ella si mi objetivo es conquistarla.

Cuando ya había encontrado a Alicia, lo que le dije fue: -Buenos Días Alicia. Trate de decirlo con un tono de voz un poco seductor y romántico, y creo que si me había ido bien.

Por un largo rato mantuvimos una muy buena charla, ya casi podría decir que de apoco la conquistaba, pero fue entonces cuando Marco Antonio Peinado apareció diciendo que el y Alicia eran hermano, y empezó a crear un gran escándalo por eso, ya que era muy celoso por su hermana. Eso a mi no me había importado, lo que me importaba era cumplir mi objetivo, y por lo visto a Alicia tampoco lo importo. De todos modos seguíamos hablando cada vez con un poco mas de intimidad y así fue que todo iba marchando muy bien, pude cumplir mi objetivo que era el de conquistar a Alicia Peluca.

OFF

Buenas Noches a todos. Bueno, aquí dejo mi segunda tarea, como lo prometí, creo que ya no lo entregue tarde xD Adiós.

Era muy temprano por la mañana, el sol aun estaba un poco escondido y no sentía mucho el calor. Yo estaba durmiendo muy plácidamente en mi cama cuando de pronto escuché a una lechuza golpear violentamente la ventana de mi habitación, el susto me hizo despertar y al ver a esa lechuza de un color negro muy oscuro una sonrisa se había dibujado en mis labios, porque me supuse que me traía la carta de la la Academia de Magia y Hechicería, por lo salte de la cama y fui corriendo hasta la ventana y allí estaba la carta, en la pata de esa lechuza, la carta era mas bien como un pergamino, con mucha emoción abrí la carta.

No me había equivocado, había sido aceptado en la Academia de Magia y Hechicería, no podía dejar sonreír, estaba muy emocionado, pero había un problema, en la carta decía que las clases empezarían a las 8:00, mire el reloj que tenia sobre un pequeño estante al lado de mi cama y ya eran a las 7:25, ya solo me quedaban 35 minutos. Le acaricie a la lechuza negra como un gesto de agradecimiento por haberme traído la carta, cerré la venta y con mucha prisa fui corriendo hasta el baño para poder tomar un ducha, como de costumbre, el agua estaba un poco fría por lo que demore un poco mas, tome la toalla y me seque rápidamente, tome mi cepillo de dientes y la pasta dental, con el apuro derrame la pasta dental por el suelo, por lo que tuve que limpiar y demore un poco mas, tome la primera ropa que había encontrado en el armario, unos pantalones negros, una camisa blanca, un par de medias negras y mis pares de zapatos negros, tome un cuaderno y una pluma para tomar apuntes, corrí a toda velocidad, baje las escaleras y como mi madre siempre me habia dicho -No debes correr en las escaleras. ignore ese consejo, y por lo visto, ella tenia razón, al bajar el quinto o sexto escalón me caí muy fuerte, pero ignore el golpe. Tome un pan de la cocina para comer durante el camino, ya que no quería estar con hambre. Mire mi reloj que tenia puesto en el brazo izquierdo y ya eran 7:50, fui corriendo por las calles menos transitadas de Londres chocando con todos los objetos y personas que estaban por el camino, después de tanto correr, allí estaba, estaba el teatro Old Vic, con un aspecto tenebroso, derrumbándose de apoco, no sabría decir el color, ya que las pinturas estaban muy desgastadas. Me gusto el aspecto, fue justo como lo había imaginado. Me detuve unos segundos frente al teatro para observarlo y allí fue cuando mire mi reloj, ya eran las 8:00, con un tono de voz elevado dije -No puede ser! Llegare tarde.

De nuevo me puse a correr hasta llegar a mi sala, al llegar hasta la puerta me detuve un segundo, suspire muy fuerte, y abrí la puerta que dijo un rechinido muy fuerte, todos estaban ya allí dentro y eran muchos, y como yo era bastante tímido, baje la cabeza, fui hasta el ultimo asiento que quedaba, que estaba en la ultima fila en una esquina. Mientras los profesores hablaban no los preste atención, me distraía observando la sala de clase de un color parecido al dorado y fijándome que le faltaba algo de limpieza. Mientras miraba por la ventana escuche mi nombre, era el profesor que quería que pasara a presentarme, no tenia elección por lo que suspire pensando -Que es lo que diré ? Bajando la cabeza me levante del asiento que por cierto también rechinaba igual a la puerta, caminé hacia adelante sintiendo "mariposas en el estomago" y esto fue lo que dije:

i]-Soy Alex Dominus, tengo 11 años, soy muy tímido y es un placer estar en la Academia.[/i]

No se me había ocurrido nada mas que tan solo esas palabras.

Con un poco mas e confianza, y una pequeña sonrisa en mis labios fui hasta mi asiento pensando que es lo que mas me espera en este día en la Academia.

OFF

Soy Alex Matías, tengo 14 años. Bueno, esta es la primera tarea, creo que ya perdí los puntos pero tenia ganas de rolear, emm, perdón por la tardanza pero estoy de exámenes y no tenia tiempo. OK... Continuando con mi presentación quiero decir que estoy muy feliz de estar en la Academia y prometo entregar a tiempo la próxima tarea. Eso es todo, Adiós

http://i.imgur.com/DrpuXy6.png

Datos Personales:

Nombre del Personaje: Alex Matías Dominus

Sexo: Masculino

Edad: 17 años

Nacionalidad: Francés

Familia(s):
-Crowley

Padre(s) Sanguíneo: --

Padre(s) Adoptivos: León Corvinus Crowley

Trabajo: --

Poderes Mágicos:

Rango Social: Unicornios de Bronce

Bando: Neutral.

Rango dentro del Bando: --

Nivel de Poder Mágico:

Puntos de poder en objetos:
20

Hechizos Adicionales:

Puntos de poder en criaturas:

Criaturas controlables en asaltos y duelos:

Habilidades Mágicas: --

Conocimientos Especiales: --

Perfil del Personaje:

Raza: Humano

Aspecto Físico:
Su apariencia es de un chico muy alto, piel blanca y fina, de buen estado físico y ojos absolutamente negros. Es muy sexy, y tiene una personalidad que no inspira confianza. Es provocador y seductor. Tiene una cara blanca, delgada y fina con una nariz y una boca fina sin defectos. Tiene una sonrisa seductora acompañado de unos perfectos dientes blancos muy brillantes.
Prefiere las ropas oscuras antes que las claras, siempre anda vestido con ropas negras.


Cualidades Psicológicas:
Una personalidad que no inspira confianza, es provocador y seductor. Es misterioso, aunque es muy divertido y simpático con algunas personas.

Historia:
El llanto incontrolable de un bebé se escuchaba unas habitaciones más a la izquierda de un hospital de Italia. Un médico especialista había explicado ampliamente con anterioridad lo que posiblemente ocurriría luego del parto. Pero nada fue así, no ocurrió lo que los médicos decían, la madre del niño salió viva del parto pero dos años después, la madre del bebé fue hechizada para quedar dormida 15 años por lo que el niño quedó 15 años a cargo de su abuela Anna T. Ryddleturn.

—Aquí tiene a su hijo, ¿quiere alzarlo?— preguntó una enfermera tiernamente a la madre.

La madre levantó la mirada y ubicó a su hijo en brazos. Mantuvo una mirada emocionada dirigida a su hijo, nadie en el mundo podía entender lo que pasaba por la cabeza de la madre. Al parecer amaba a su hijo como el objeto mas preciado que tenía en su vida.

—Alex, un niño privilegiado. Llévenlo— murmuró luego de examinar cada parte de su rostro, dando nombre a su hijo.

El bebé había crecido como todo niño normal con la diferencia de que este llevaba consigo un regalo entregado inconscientemente de parte de su insensible padre. Cosas raras aparecían alrededor suyo muy a menudo, los objetos que él no encontraba de pronto volaban hacia él y, aunque su madre ya lo sabía, él no quería externarlo, pensaba que estaba loco. Su mayor temor era ser excluido de la familia aunque todos ya sabían exactamente lo que era Alex.

Desde que el niño cumplió dos años, se vio obligado a vivir con su abuela Anna ya que su madre estaba hechizada y se quedaría dormida un largo rato, tal vez toda la juventud de Alex, nadie sabía. Alex era un niño nada mas, no entendía esas cosas pero entendía perfectamente quien era su madre y la extrañaría en el correr de los días. El padre, no estuvo presente en la vida de Alex, fueron como dos veces que estos se vieron cuando Alex apenas nacía, al parecer, la madre mantenía esto en secreto.

Un día de esos, luego de haber estado leyendo algunos libros de historia bajó las escaleras, ansioso de ver los pequeños rayos de sol luego de mucho invierno. Saltó las escaleras de tres en tres con una velocidad sorprendente y mágica. Surcó el hall de entrada intentando no resbalarse por el suelo recién pulido. Abrió la puerta y, en vez de fijar su atención en las flores nacientes, quedó fascinado con la belleza de una niña pelirrosa.

—Abuela ¿quién es? —preguntó curioso dando zancadas hasta acercarse a ellos.

—Tu nueva hermana —afirmó Anna y empujó a la niña de ojos celestes a Alex, haciendo que ambos chocaran.

—Oyee —gruñó Valentine, levantando un puño, luego de calmar su enojo miró al hijo, sonrojada apenas—. Disculpa, a tu abuela se le olvidó los modales. Soy Valent y mi familia quiere adoptarte —la niña pasó la mano derecha, saludando formalmente.

Anna simplemente rió a gusto, poco le importaba lo que aquella niña pudiera hacer para lastimarlo. Sus intenciones iban más allá. La verdadera razón por la cual la familia Cowley adoptaba a Alex era para obligarla a volverse esposo de Valent.

En la tarde de abril Alex jugaba tranquilamente con su nueva hermana. Desde que ella se había unido a la familia todo cambió. Anteriormente el chico se sentía obligado a pasar horas encerrado en su habitación, buscando con ganas alguna cosa entretenida que hacer. Pero cuando Valentine apareció todo fue diferente. Al principio odiaba la hiperactividad de la niña, pero poco a poco fue amando su imaginación, acostumbrándose a sus gritos, saltos e historias. La compañía que tenía se amplio enormemente, pues de personajes de libros pasó a tener una amiga real.

—¡No, Valent, te puedes matar! —exclamaba con miedo el niño, agarrándose la cabeza entre las manos.

—No te desesperes, simplemente quiero ayudarle al perro que alzaste hasta aquí —gritaba aún más fuerte la pelirrosa.

Esa fue una de las situaciones más extrañas en la vida de ambos. Alex había movido el perro del vecino encima de un árbol mágicamente. Cosa que a Valent le daba bastante pena, pues no le gustaba ver a los animales sufrir cuando no era ella la causante. La niña valientemente había subido hasta la cima de la planta, donde se encontraba un perro totalmente asustado. ¿Qué pasó después de tanto griterío? Gritaron aún más.

Alex tuvo tanto miedo de que su querida hermana adoptiva —de la cual ya estaba profundamente enamorado— caiga y muera, lo que le llevó a mover nuevamente al perro hasta abajo. Valent, que intentaba estirarse lo máximo posible para alcanzar al perro, quedó sin sostén y resbaló. Su caída fue tan pero tan lenta que los padres adoptivos de Alex se dieron cuenta satisfactoriamente de que los dos pequeños eran magos.
Años más tardes Alex se mudó a una ciudad de Londres, donde recibió la carta de la Academia de Magia y Hechicería explicándole su verdadera naturaleza, ¡era un mago! La vida le había sonreído en el momento más sorprendente, pues además de encontrarse con Valentine nuevamente, iba a aprender a desarrollar mejores sus poderes.
Años mas tardes, Alex finalizó sus estudios en la Academia y mientras caminaba por las calles de Londres pensaba en su madre sanguínea Caroline Ryddleturn. Al llegar a su casa, abrió la puerta y notó el profundo silencio que había allí y mientras subía las escaleras vio la sombra de una mujer que caminaba por los pasillos de la casa. —¿Quién eres?— murmuró Alex y la sombra se hizo notar. La figura esplendida de una mujer posó frente a el mirándole fijamente de pies a cabeza. —¿Madre? — se cuestionó Alex mientras se le hacia un nudo en la garganta y los ojos le brillaban.
Después de 15 años se había reencontrado con su madre, no se veían desde aquel día en que Alex cumplió los dos años de vida y ahora podrían ir a donde quisieran juntos y tal vez, regresar de nuevo a París y recuperar los tiempos perdidos.

Pertenencias:

Objeto Mágico Legendario:

Objetos Mágicos:

Objeto 1: Varita
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20

Objeto 2: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --

Mascotas y Criaturas:
Criatura 1: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --

Criaturas en la Reserva:
Criatura 1: --
Clasificación: --
Puntos de poder --

Elfos:
* Elfo 1: --
* Elfo 2: --

Licencias, Tasas, Registros:

Licencia de Aparición: --

Licencia de Vuelo de Escoba: Aprobada.

Registro de XXX:
Registro de Inmigración.

Otros Datos:

Otros datos: En su tiempo libre se dedica a practica quidditch

Cronología de cargos: --

Premios y reconocimientos: --

Links de Interés Referentes al Personaje:

Link al Perfil de Comprador MM: --
Link a Bóveda Personal: Bóveda 98,775
Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº --
Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº --
Link a Bóveda Familiar 1: Crowley
Link a Bóveda Familiar 2: --