Franck Lovegood R.

Franko Lovegood

Aquella criatura estaba a punto de abalanzarse hacia él, pero para su fortuna su compañera de la división de plagas había llegado a tiempo y le lanzó un desmaius, destrozando otro mueble ante el impacto, y rápidamente le lanzó unas cuerdas para atarlo. Al instante el Lovegood reaccionó y conjuró el mismo hechizo que su compañera, reforzando a la criatura con tres cuerdas más.

-No te preocupes Sunny, nosotros nos encargamos.

El rubio decidió controlar a la criatura a la antigua, rápidamente se lanzó encima de ella y la retuvo lo más que pudo mientras ésta intentaba liberarse de las cuerdas. Entre el forcejeo alzó su varita y apuntó a una caja cercana para convertirla en una jaula acorde al tamaño de aquella cosa. Sin esperar ni un segundo más la metió y cerró la jaula con candado.

-Espero que la retenga durante un buen rato.

Zamira

Entre todo el alboroto la recepcionista se encontraba huyendo de los destrozos que provocaba la criatura, intentaba alejarse lo más posible de aquel bicho que destruía todo a su paso. Se refugió debajo del mostrador, hasta que escuchó y vio a uno de los jefes atraparla en una jaula.

Aliviada lentamente se reincorporó, hizo una vista panorámica del departamento y su actual estado, el cual no le agradaría mucho a la directora. Pero cuando vio a un bicho posado sobre su mostrador fue que pegó un grito e hizo sobresaltar a la mayoría de los presentes.

Zamira reaccionó de la única manera que podía reaccionar ella, tomó una libreta que había allí e intentó aplastar a la pobre criatura. Esta obviamente esquivaba los golpes, ya era suficiente que casi lo pisaran al entrar al departamento, y ahora tenía que sufrir el ataque de una recepcionista desquiciada. Pero cuando notó que el bicho tenía un pergamino en la boca se detuvo, y con mucho asco lo tomó, dejando así que la criatura se fuera del lugar.

Sin esperar más lo desenrolló y lo leyó detenidamente. Acto seguido mandó un memorándum a la jefa de la división de plagas, quien recientemente había abandonado el departamento y le había dicho que atendiera a sus clientes mientras ella no estaba, indicando que requerían de sus servicios en la tercera planta.

-Bueno, entonces vayamos a su habitación.

El Lovegood se puso de pie, e invitó a su hermana a que lo siguiera escaleras arriba, no sin antes cerrar una de las ventanas abiertas con un leve movimiento de su varita. Una vez arriba conjuró un simple Lumos para iluminar los pasillos que se encontraban oscuros, imposibilitando ver hacia las puertas. Lentamente caminaron, pasando puerta por puerta, hasta que el rubio reconoció la de su hermana. Golpeó la puerta tres veces esperando a que su gemela les abriera, él era el único que podía entrar sin permiso al cuarto de la Slytherin, pero en ese momento no estaba solo.

-¡Isy! Abre la puerta, tenemos visitas, hay alguien que quiere conocerte- dijo esperando a que les abriera.

-Eso espero, sabes que para cualquier cosa siempre va a estar tu hermano, para lo que necesites.

Apenas habían pasado unos pocos minutos de haberla conocido, pero el rubio teñido tenía cierta habilidad a la hora de entablar vínculos con la gente, lo hacía muy rápido y después era casi imposible romper con ellos. Además de que a sus hermanitas las amaba una por una, y era muy protector con ellas.

-Está bien, me despreocupo entonces- comentó aunque no dejó de preocuparle -, con respecto al resto de la familia ni idea de donde se encuentran, mi hermanita gemela debe de estar en su cuarto ahora, pero el resto de la familia no sé dónde están. ¿Quieres ir a conocerla? ¿O prefieres ir a elegir una habitación para vos? Lo que quieras.

Tal y como había supuesto el Myrddin su mentira no había resultado convincente, siempre y cuando no supiera que se trataba de su hermana gemela todo estaría bien. Fue entonces que se acordó de Isabella y se puso a pensar que estaría haciendo, seguramente se encontraba en su habitación, y pensar que estuvo a punto de hacerlo con su hermana gemela.

-Un gusto conocerte Anna- dijo mientras la observaba de pies a cabeza.

En aquel momento se percató que la sonrisa en su hermana había desaparecido, junto con su mirada que se encontraba perdida en las llamas de la chimenea. Después cerró los ojos y negó con la cabeza, era más que obvio que algo andaba mal, y como buen hermano que era estaba preocupado.

-¿Está todo bien hermanita?

-Tienes razón, disculpa- comentó con una pequeña risa al darse cuenta del error a la hora de saludar -, así que andas buscando a Kurt- dijo sorprendido al enterarse que se trataba de otra de sus hermanitas, pero sus preguntas lo alejaron de esos pensamientos -. ¿Cómo?- preguntó extrañado hasta que se percató que estaba en bóxer, entre tanto alboroto no se había dado cuenta que había ido a abrir la puerta en ese estado -. ¡Maldición! Es que estaba durmiendo hasta hace un rato- agregó rápidamente sin mucho éxito en su mentira.

El Lovegood entre todo lo ocurrido y la sorpresa que se llevó ante la llegada de la joven bruja no le permitía pensar mucho, y a eso se le complemente el hecho de que no sabía mentir, prácticamente se sentía un torpe en ese momento. Sin dejar de lado sus modales invitó a la pelirroja a pasar, puesto que ambos se estaban mojando por la tormenta, y la condujo hasta uno de los sillones junto a la chimenea.

-Disculpa las molestias, como notaras nos hemos quedado sin luz por el momento… Bueno déjame presentarme, mi nombre es Franko Lovegood y por lo que veo soy tu nuevo hermano- comentó con una gran sonrisa en su rostro -, es todo un placer para mi conocerte hermanita.

Holaaaaa, vengo por una pequeña duda respecto a la entrega de los cuadernos de bitacora.

Más atras dijeron que se entregaban poco despues de reyes, y hoy ya es 6 de enero. Me gustaria saber hasta cuando hay tiempo exactamente, porque a mi me falta terminarlo todavia, no me falta mucho pero algunas cosas me faltan todavia. Y la verdad es que despues de todo lo que hice no me gustaria enviarlo y encontrarme con que ya el plazo se terminó o algo por el estilo.

Desde ya muchas gracias ^^ *deja chocos a quien le conteste* :3

Entre besos y caricias los dos hermanos continuaron con aquel acto de amor. El Lovegood lentamente se desprendía de los pantalones de ambos hasta quedar en ropa interior. Las caricias se extendieron hasta cada rincón del cuerpo de la Slytherin. Ahora el rubio se giraba para quedar recostado por encima de su gemela.

El Myrddin había llevado la mano a la zona más íntima de su hermana, estaba a punto de quitarle la última prenda que ella tenía, cuando de pronto escuchó el golpeteo de la puerta. El joven se sorprendió ante aquel suceso a tal punto que terminó cayéndose del sillón. Los gemelos se miraron el uno al otro, y rápidamente tomaron sus ropas. Mientras Isabella subía rápidamente las escaleras con sus prendas en las manos, el Ravenclaw arrojó sus prendas detrás del sillón y se dirigió a abrir la puerta.

-Buenos días- saludó a la pelirroja sin darse cuenta que estaba en bóxer -, ¿A qué se debe su visita señorita?

El Lovegood se encontraba recorriendo aquel castillo en el cual ha vivido una parte muy importante de su vida. Hacía mucho que no visitaba Hogwarts, y gracias a la gala de navidad pudo aprovechar para ir y recorrer sus pasillos una vez más.

Aunque no lo crean, a pesar de haber estado viviendo siete años seguidos allí, nunca ha terminado de recorrer todo el castillo por completo, es prácticamente imposible ya que está repleto de pasadizos y cuartos secretos por todos lados.

Mientras caminaba entre los pasillos encontró una puerta extraña que nunca antes había visto. Obviamente ante la curiosidad decidió entrar. Y allí fue que se encontró con un extraño espejo con una rara inscripción por encima en el marco.

-¿”Oesed lenoz arocut edon isara cut se onotse”?

Pero lo que realmente le llamó la atención fue lo que vio en el espejo, él se esperaba ver su propio reflejo, pero una vez cerca se dio cuenta que se reflejaba otra cosa. Allí estaba él, pero no era el único, al lado suyo estaba su amada esposa Roxanne Rambaldi, y junto a ellos estaban dos pequeñas nenas de unos siete u ocho años aproximadamente.

El rubio se notaba muy feliz en el espejo, estaba sonriendo y abrazaba con un brazo a su esposa, mientras que las dos pequeñas que eran casi idénticas estaban tomadas de la mano de sus padres. Ahí comprendió todo, esas dos nenas se trataban de sus hijas, podía notarlo, tenían los ojos iguales a los de su madre y esa sonrisa era la de su padre.

El Myrddin ya tenía tres hijas, de las cuales una era de su propia sangre, Esmeralda, a quien amaba con todo su corazón. Pero siempre había querido tener mellizas o gemelas y llamarlas Melissa y Melina. Sus ojos ya se encontraban llorosos, unas lágrimas recorrieron el rostro del mago, aquel era su sueño más preciado, pero esas lágrimas eran de felicidad, sabía perfectamente que ese deseo se le cumpliría tarde o temprano.

Hacía mucho tiempo que no recorría aquel puente que conectaba uno de los patios del castillo con las afueras del mismo, donde se encontraba la tan acogedora cabaña de un gran amigo, Hagrid. El Lovegood lentamente se dirigió cuesta abajo hasta aquella cabaña que tanto extrañaba visitar, y una vez allí golpeo la puerta para que el semigigante la abriera y le permitiera pasar.

-¿Cómo estas Hagrid? Mi buen amigo tanto tiempo sin verte- saludó adentrándose a la cabaña y tomando asiento.

-¡Que sorpresa verte Franko! Pues sí, ha pasado mucho tiempo ¿Tú cómo has estado? Me entere que trabajas para el departamento de criaturas en el ministerio ahora.

-Sí, soy jefe de una de las divisiones, todo gracias a ti amigo, si no fuera por tus clases, y tu amor y dedicación por las criaturas nunca hubiera llegado a donde estoy hoy en día.

-Ya, ni que fuera un gran profesor- comentó un poco halagado por lo dicho anteriormente -. Oye ¿Es cierto eso que dicen? ¿Qué estas saliendo con tu jefa?

-¿Con quién? ¿Con Tauro? No, para nada, ¿Quién te dijo eso? Déjame adivinar, Rita Skeeter- dijo mientras el semigigante lo afirmaba asintiendo con su cabeza -. Ya sabes cómo es ella, siempre inventando historias, aunque debo admitir que Tauro es sexy y es un amor de persona, pero no, no estoy saliendo con ella- concluyó riéndose ante esa disparatada historia -. ¿Y cómo va todo por acá?

-Acá de maravilla, con McGonagall implementamos una nueva idea, la de excursiones al bosque prohibido para los más grandes, obviamente con un permiso por parte de los padres y por supuesto mi compañía, la de la directora y un profesor más.

-¿En serio? Qué bueno eso, me encantaría acompañarlos en una de esas excursiones un día de estos.

-Por supuesto, estas más que invitado… Por cierto, ¿Tienes alguna criatura a tu cuidado?

-No yo, pero si mi padre, tiene una dragona Hocicorto Sueco en la reserva con la que he tomado mucho cariño, prácticamente es mi dragona.

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-Cada tanto la visito en la reservanos, nos llevamos muy bien, he incluso me ha dejado montarla, así que puede decirse que tenemos mucha confianza entre los dos.

-¡Por las barbas de Merlín! ¿Has dicho montarla? Ja, digno del heredero de Ravenclaw- comentó asombrado.

-Ya Hagrid, no hace falta que me llames así.

Y así continuaron ambos viejos amigos charlando durante toda la tarde, mientras se tomaban algunas copas de vino, recordando y contando viejas anécdotas de cuando venía a visitarlo después de clases con sus amigos. Para el Myrddin Hagrid había sido una persona muy inspiradora en él a lo largo del tiempo, y seguiría siéndolo por siempre.

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División de seres, duendes y espíritus
Ministerio de Magia

Registro de Raza

Nombre Completo: Irina Selene Myrddin Riddleturn

Residencia: Castillo Myrddin

Vampiro desde:nacimiento

Mordido por: nacida así

Dieta: humanos

Cualidades Especiales: Es capaz de transformarse en una nube de polvo o vapor, trepa por las paredes con la facilidad y, al menos de un modo limitado, es capaz de controlar la furia de los elementos.

La luz le molesta pero no la daña

Situación que causa el enojo/descontrol: quien quiera hacerle daño a su familia

Aspecto Físico Caracterizador: aspecto pálido, mortecino cabello pelirrojo largo y lacio, ojos color violeta ,alta.

Registrada como VAMPIRO.
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Franko Lovegood.
Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.
Jefe de la División de Seres, Duendes y Espíritus.

Rol de Isy y Franko

El Lovegood sabía lo que estaba haciendo, sabía que se trataba de su hermana gemela, pero simplemente no podía contenerse, había algo en ella que lo atraía. Sintió como la mano de su hermana le acariciaba la mejilla, al igual que su brazo le rodeaba el cuello, mientras se besaban el uno al otro. Una vez separados la Slytherin bajó la vista un tanto apenada por lo ocurrido, pero el rubio extendió su mano para levantarle la mirada.

Ambos dos se miraron, y lo siguiente fue que se vieron envueltos en otro beso, mucho más apasionado que el anterior, hasta tal punto que terminaron recostados sobre el sillón del vestíbulo. Su hermana estaba encima de él, besándolo sin parar, y el Myrddin no tuvo mejor idea que quitarse la camisa para dejar su torso al descubierto. Continuando con el beso, ahora se sumaron las caricias, el rubio con sus agiles manos recorría toda la espalda de su gemela por debajo de la ropa acariciándola.

Ya no había vuelta atrás para lo que estaban a punto de hacer, estaban tan cegados por el deseo, la lujuria y el amor que no podían detenerse, ni tampoco tenían la intención de hacerlo. Ahora era Isabella quien se desprendía de su ropa, por lo menos de la parte superior, y luego volvió a pegarse a su hermano para continuar besándolo.

Expecto Patronus, uno de los encantamientos más famosos, poderosos y por sobre todas las cosas protectores. No cualquiera puede conjurarlo, y menos son los que son capaces de darle una forma corpórea a su patronus. Afortunadamente el Lovegood había aprendido a manejarlo con el paso del tiempo. Ahora se dirigía a una charla que se llevaría a cabo, suponiendo, en el salón de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Una vez allí tomó asiento en uno de los bancos, junto a los demás presentes a quienes algunos reconocía del debate anterior sobre las varitas, y aguardó a que la charla comenzara. El Ravenclaw escuchó atentamente a los demás y cuando estos terminaron él tomó la palabra.

-Hola a todos, mi nombre es Franko Lovegood, y este es mi patronus…- dijo sacando su varita del bolsillo y pronunciando fuerte y claro el encantamiento -. ¡Expecto Patroum!

~~~*~~~

El Myrddin estaba allí, junto a su hija Esmeralda y su pequeña nieta Selene, disfrutando de un picnic en el patio del castillo de la familia Ravenclaw. Padre e hija se encontraban charlando plácidamente mientras la pequeña de dos años correteaba por el lugar persiguiendo una mariposa.

-Mírala, se la ve tan feliz… Me habré perdido parte de tu infancia, lo cual voy a lamentar el resto de mi vida, pero al menos podré disfrutar verla crecer a ella junto a su madre- comentó sonriente mientras la mariposa se le posaba sobre su mano y la pequeña Selene se acercaba a ellos buscando al hermoso insecto, el cual salió volando y se posó sobre la nariz de la niña que se veía sorprendida ante tal suceso.

-o-

La imagen anterior se esfumó para dar lugar a otra. Esta vez el rubio se encontraba en la gala de navidad del año pasado, patinando, o mejor dicho haciendo el intento, junto a Roxanne. Mientras los dos patinaban tranquilamente, en una el Lovegood se cae y la Rambaldi lo ayuda a levantarse, fue entonces que alzaron la vista y vieron un muérdago levitando sobre sus cabezas. Fue entonces que no resistieron el impulso y ambos se vieron envueltos en un dulce beso, el primero de la pareja que recientemente se había casado.

~~~*~~~

Una vez conjurado el hechizo el Myrddin abrió los ojos y allí observó, un potente haz de luz cuya forma era la de un lobo. El motivo por el cual su patronus tomaba esa forma era que él consideraba que llevaba consigo una gran responsabilidad como patriarca, la de proteger, cuidar y guiar por el buen camino a toda su familia y sus seres queridos.

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Tom L.

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A la joven al parecer no le molestaba el hecho de que el departamento estuviera un poco revuelto, menos mal, porque así era como se encontraba últimamente. Mientras la muchacha terminaba de rellenar el formulario, Tom echaba algunos vistazos a la oficina de la directora, donde se estaba llevando a cabo aquel enfrentamiento con la criatura. Cuando se giró la bruja ya estaba entregándole el formulario, el cual revisó y luego aprobó.

-Muy bien, está todo en orden… que tenga un buen día.

Aprobado el registro de irina selene como Vampiro

El Lovegood había escuchado por ahí sobre una clase o una charla sobre la asignatura Encantamientos, más precisamente sobre las varitas y su composición. Supuso que la clase sería en el salón de encantamientos, por suerte recordaba el camino a la perfección. Una vez allí ingresó, no eran muchos los presentes, pero eran los suficientes como para entablar una pequeña charla.

-Buenos días.

Luego de saludar se dirigió hacia uno de los bancos y tomó asiento. Todos lo que hacían era mostrar sus varitas y explicar su historia en caso de que lo hubiera, además de sus cualidades y características. Algunas eran interesantes, otras como la del Ravenclaw, eran más comunes, aunque la de él tenía una particularidad.

-Hola a todos, mi nombre es Franko Lovegood, y esta es mi varita- dijo mostrándola al público.

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-Antes que nada vale aclarar que esta varita me la vendió Ollivander´s, y como los demás tampoco tiene un nombre en específico. Bueno, como podrán ver, mi varita tiene una longitud de 31, 25 cm y es inflexible; así que dentro de promedio de longitud media podría decirse que es un tanto larga. En cuanto a la madera con la cual fue fabricada es de Fresno, y según lo que tengo entendido es que las varitas de este material solo pertenecen a su dueño original, en caso contrario podría perder su poder…

-Su núcleo es de Fibra de Corazón de Dragón, y como bien ustedes sabrán es muy buena para practicar las Artes Oscuras, y por lo tanto una de las más poderosas, aunque también es la que más tiende a producir accidentes… Pero también tiene una particularidad que la hace única, y es que lleva tallado mi nombre en rúnico, lo cual la hace de mi propiedad y solamente me sirve a mí. Gracias a mis habilidades en runas antiguas pude tallar mi nombre y podría decirse que de esa forma me da cierta “protección” especial.

El Ravenclaw al fin había concluido con su explicación y demostración de su varita. Tenía pensado contar algunas anécdotas divertidas que le ocurrieron mientras experimentaba con su varita, pero seguramente había más gente que quería mostrar sus varitas y no les quería quitar su tiempo.

-Amo Lovegood no se olvide que hoy tiene la graduación de su sobrina.

-No Lando, no lo olvido, quédate tranquilo- le respondió mientras descendía desde la torre del castillo y se dirigía al mar.

Después de hacer su rutina dentro del mar, el Ravenclaw se percató de la cantidad de tiempo que se pasó en el agua. Siempre le pasaba lo mismo, dentro del agua no tiene noción del tiempo, y puede estar durante horas y él ni cuenta se da. Rápidamente subió al castillo y comenzó a vestirse para ir a la graduación de Irina, también la de su ahijada Keira.

---ooo---

Nuevamente en la academia de magia, aquel lugar donde comenzó todo, donde se instruyó, además de Hogwarts. Aquel lugar le traía muchos recuerdos, allí conoció a muchos de los amigos que hoy en día conocía, a su primo Dylan, a su cuñada Ethiane, y al amor de su vida Roxanne, entre otras personas.

Lentamente se dirigió al gran salón, ya todos estaban allí reunidos esperando a que los graduados recibieran sus diplomas, lo cual fueron haciendo uno por uno. Entre vítores y aplausos los familiares de los chicos fueron a felicitarlos, y el rubio esperó para felicitarlas.

-¡Felicidades sobrina mía!- dijo mientras le daba un gran abrazo a Irina hasta alzarla del suelo -. Que alegría que ya te hayas graduado.

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Franko Lovegood, joven mestizo, cuya madre es muggle y su padre un mago llamado Kurt Ayrton Ravenclaw. El hecho de que viviera su infancia con su madre, sin haber visto o conocido nada de su padre ni de lo que él era realmente, no fue motivo suficiente para no relacionarse con aquel mundo de magia ya que a la edad de once años recibió una carta del colegio Hogwarts. Desde entonces aquel niño descubrió un nuevo mundo.

El primer día de clases, imposible de olvidar. La llegada al imponente castillo, cruzando el lago en unas barcas, aquella enorme puerta que se abría de par en par, y las innumerables escaleras que se trasladaban de una esquina a otra. Y después el gran comedor, donde todos los alumnos estaban repartidos en cuatro extensas mesas a la espera de los nuevos de primer año, que serían distribuidos a cada una de las cuatro casas según la elección del sombrero seleccionador. Al escuchar su nombre, el Lovegood un tanto nervioso, se acercó lentamente hacia el sombrero y se lo puso. Al parecer no le costó mucho hacer una elección ya que en cuestión de segundos lo escuchó gritar fuerte y claro “Ravenclaw”, desde entonces supo que estaba en el lugar correcto, y más sabiendo que era uno de los descendientes de la mismísima Rowena Ravenclaw, fundadora del colegio.

El joven mago le había tomado mucho afecto desde un principio a su casa, había creado un vínculo de lealtad y orgullo sobre todo lo referido a ella, y estaba decidido a demostrar todo lo que implicaba representar a esa majestuosa casa que era la Ravenclaw. Sin embargo, más allá de todo eso, fue un año de misterios y asombros, todo era nuevo para él; pero lo que más le fascinó fue aquel deporte llamado Quidditch, cada vez que había un partido se emocionaba por ir a verlo, aunque también comprendió que era un deporte un tanto brusco y que todavía no tenía edad suficiente para intentarlo.

En su segundo año en el colegio se sentía más cómodo, como si aquel fuera su lugar. Ya había estado todo el año anterior conociendo aquel mundo, aunque todavía tenía mucho más por aprender. Sus notas ese primer año habían sido muy buenas, uno de los mejores promedios a decir verdad, y ese año tampoco sería la excepción. Pero fue en el tercer año donde comenzó a probar cosas nuevas, su plan de estudios había cambiado y ahora tenía más asignaturas, de las cuales escogió “Cuidado de Criaturas Mágicas” y “Runas Antiguas”. También se postuló para formar parte del equipo de quidditch, pero lamentablemente no quedó dentro

Ya en su cuarto año se desenvolvía perfectamente en el colegio, sus notas seguían igual de buenas, y su mayor logro fue haber entrado dentro del equipo de quidditch de Ravenclaw en la posición de cazador; para su fortuna ese año fueron los campeones. Y el quinto año fue uno de los más complicados para el joven mago. Entre los TIMO´s, los cuales ninguno estuvo por debajo de “Supera las Expectativas”, el equipo, y sus nuevas responsabilidades como Prefecto lo mantuvieron muy ocupado.

A partir del sexto año ya comenzaba a tomar más enserio las cosas, estaba listo para afrontar los últimos años del colegio, pensar en un futuro y fijar su rumbo. Ahora su próxima meta eran los EXTASIS, pero sin dejar de lado el equipo de quidditch del cual era capitán, y no planeaba defraudar a nadie. Ahora sí, una vez terminado el año escolar solo restaba comenzar el último dentro de Hogwarts. Para su sorpresa ese año se celebraba el Torneo de los Tres Magos, del cual fue uno de los seis postulantes de su colegio, lamentablemente el Cáliz de Fuego no lo escogió para ser campeón, por lo que decidió centrarse únicamente en los exámenes, y en disfrutar el último tiempo con sus amigos. Si bien era muy conocido el Hogwarts, y en especial en su casa, por el hecho de ser descendiente de una de las fundadoras, sus verdaderos y mejores amigos eran apenas unos pocos; y si no fuera por ellos y por todo el apoyo que le dieron no habría podido afrontar todo lo vivido durante esos siete años en el colegio.

Y al final llegamos al día de hoy, ya convertido en todo un adulto, el Lovegood se encuentra felizmente casado con su amada Roxanne Rambaldi. Disfruta de una vida plena, trabajando en el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas del cual es uno de los jefes, y siendo patriarca junto a sus primos de la familia Myrddin. El rubio teñido se sentía afortunado de tener una vida como la suya y de poder vivirla junto a todos sus seres queridos.

Franko Lovegood

El Lovegood nuevamente estaba de regreso. Se había tomado unos días porque estuvo ocupado con toda la organización de su boda, incluso tuvo que viajar a Irlanda una semana antes para terminar de preparar todo. Pero ya se encontraba ansioso por volver al trabajo, ese mes no había estado muy presente, y no le gustaba dejar durante mucho tiempo su puesto de trabajo.

Lamentablemente por alguna extraña razón estos últimos tiempos el departamento tuvo ciertos problemas, y no solo eso, los demás departamentos requerían de la ayuda del de criaturas para resolver otros problemas. Así que prácticamente era muy requerida su presencia, y si seguía faltando el rubio más adelante lo iba a lamentar. En esta ocasión se hicieron presentes varias explosiones apenas salió por el ascensor, una vez dentro del departamento notó que Alyssa y otra muchacha perseguían a una extraña criatura que hacía destrozos por todo el lugar.

-¡Por dios, siempre pasa algo acá!- exclamó desesperado sacando rápidamente la varita y apuntaba a la criatura que estaba a punto de atacar a su compañera -, ¡Desmaius!- pronunció lanzando un destello de su varita golpeando de lleno a la criatura justo cuando se abalanzaba sobre Alyssa, éste se estrelló contra la pared, pero al parecer no le provocó mucho daño, aunque sí lo hizo enfurecer aún más -. ¡Tom! Encárgate de los clientes, esto tomara tiempo.

Tom L.

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El joven empleado quedó un tanto confundido ante todo lo que ocurría tan de repente en el departamento, pero reaccionó al escuchar al jefe de la división de seres darle la orden de ocuparse de los clientes que llegaran, y eso fue exactamente lo que hizo al ver una joven bruja acercarse para pedir un formulario de vampiros.

-Hola, buenos días, disculpe las molestias pero como verá hay ciertos problemas en el departamento de los cuales ya se están encargando los jefes… Aquí tiene el formulario para vampiro.

OFF:

Acá tenes sobrina ^^

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División de seres, duendes y espíritus
Ministerio de Magia

Registro de Elfos Domésticos

Nombre del elfo: Namina

Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Bruja

En caso de servir a un mago/bruja

Nombre del mago/bruja: Aura Naiara Westrom

Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: 8 años

Nombre de quien lo registra: Aura Naiara Westrom

Total: 1 elfo doméstico registrado.
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Franko Lovegood.
Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.
Jefe de la División de Seres, Duendes y Espíritus.

El Lovegood estaba un poco confundido con toda aquella situación, ¿Acaso estaría viendo a su hermana con otros ojos? Eso no era posible, era su gemela después de todo. Pero el rubio no se dio cuenta hasta poco después que no le quitaba los ojos de encima mientras ella decoraba las ramas del árbol con un par de esferas. Para distraer un poco su mente de aquellos pensamientos tomó unas guirnaldas plateadas y comenzó a colocarlas alrededor del pino.

-Jajaja así que “Brujitas” se llama el catalogo- comentó mientras se reía al escuchar el nombre de la revista.

Por un momento incluso le pareció ver que su hermana la observaba de reojo, pero tal vez era imaginación suya. Sin embargo un fuerte relámpago que resonó a lo largo del castillo le llamó la atención, desde el ventanal se podía ver como el cielo estaba de negro y como las copas de los árboles se movían a causa del fuerte viento que soplaba.

Poco después se sumó el golpeteo de la lluvia, y algo de granizo también. Pero lo peor definitivamente fue el hecho de que se cortara la luz ¿Cómo probarían las luces de navidad ahora? Sin embargo el Myrddin se alarmó y se preocupó al ver que su hermana estaba temblando del miedo, se había olvidado que le tenía terror a las tormentas, por lo que rápidamente se acercó a ella para rodearla con su brazos.

-No te preocupes hermanita, acá está tu hermano que te va a cuidar- dijo mientras se pegaba más a su gemela.

De pronto un rayo iluminó la habitación durante escasos segundos, los suficientes como para mirarla a los ojos a Isy, al igual que ella hizo con él, logrando que sus miradas se cruzaran y quedaran fijas en el otro. El corazón del Ravenclaw comenzó a acelerarse, seguía sin quitarle los ojos de encima, y sin que se diera cuenta sus manos rodeaban la cadera de la Slytherin y sus rostros estaban tan cerca que incluso rosaban sus labios con la piel de su hermana; hasta que al final los dos se vieron envueltos en un apasionado beso que parecía interminable, sus labios estaban unidos y no se despegaban uno del otro hasta que en algún momento tuvieron que separarse para respirar, fue entonces que se quedaron mirándose a los ojos entre los dos sin decir ni una sola palabra.

El Lovegood nuevamente volvía a pasar por los Servicios Administrativos del Wizengamot, esta vez para terminar oficialmente con todos los trámites. Tan solo quedaba un día para que se celebrara la boda y todavía faltaba terminar algunos detalles. Afortunadamente le habían comentado al rubio teñido que debía regresar para entregar los formularios, sino nunca hubiera ido a llevarlos.

-Buenos días, vengo a traer los formularios ya firmados para mi boda- le dijo a la recepcionista apenas llegó.

OFF:

http://i.imgur.com/HGEZI7N.png
División de seres, duendes y espíritus
Ministerio de Magia

Registro de Raza

Nombre Completo: Oniria Haughton Slytherin
Residencia: Castillo Haughton
Vampiro desde: 1975, aproximadamente.
Mordido por: Irina
Dieta: sangre humana y en menor medida sangre animal.
Cualidades Especiales: capacidades sensoriales muy aumentadas, velocidad aumentada y visión térmica. Estos poderes se ven fuertemente incrementados cuando tiene sed.
Situación que causa el enojo/descontrol: la sangre de las chicas jóvenes, de 14 a 18 años, cuando tiene sed. Los recuerdos pueden desquiciarla, y también las faltas de respeto o la soberbia.
Aspecto Físico Caracterizador: casi el mismo que antes de transformarse. Sus movimientos son más firmes, más rápidos y más elegantes. Irradia belleza y tiene un aura enigmática que alerta del peligro de su cercanía. Tiene la piel más blanca, los ojos liláceos y el pelo como la nieve. Conforme crece la sed, empeoran sus rasgos, se vuelven más pronunciados, angulosos y monstruosos, y le crecen los colmillos y las uñas hasta no poder ni esconderlos.

Registrada como VAMPIRO.
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Franko Lovegood.
Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas.
Jefe de la División de Seres, Duendes y Espíritus.

Rol con Isy

El Lovegood estaba junto con su gemela, disfrutando de una hermosa tarde de invierno. Ambos dos se encontraban en los bosques ubicados alrededor del Castillo Ravenclaw en busca de un árbol para llevarlo a casa y decorarlo antes de navidad. Después de que ella eligiera el pino que utilizarían, que por cierto era muy alto y frondoso, comenzaron a talarlo y lo cargaron para trasladarlo. Mientras lo llevaban se podía observar en el cielo como una tormenta se avecinaba, dentro de poco empezaría a llover y a caer rayos por doquier.

Una vez dentro del castillo su hermana fue directa a su habitación para dejar su abrigo, pero el Myrddin simplemente lo arrojó sobre uno de los sillones. Aprovechando que ella no estaba terminó de ubicar el nuevo árbol de navidad y fue a buscar los adornos, los cuales eran como seis o siete cajas enormes. Una de las cajas contenía infinidad de luces de todos los colores; otra guardaba guirnaldas de los mismos colores. La tercera caja, la más grande de todas, tenía un montón de esferas de los colores tradicionales, rojo, blanco y verde, además de dorado, azul y plateado. Las otras cuatro cajas contenían todos los adornos exteriores, para decorar el resto del castillo, aunque aquellos adornos gigantes todavía seguían guardados.

-Gracias geme- respondió sorprendido luego de que ella regresara a ayudarlo con los adornos y comentara aquello -, vos también te ves muy linda- comentó sonrojándose un poco mientras la observaba de pies a cabeza, la verdad es que nunca la había visto de esa forma a su hermana pero ahora que lo hacía podía darse cuenta que era muy bonita.

Zamira, atendiendo a Oniria

La joven bruja se estaba retirando pero por suerte la recepcionista había llegado a tiempo para llamarla y explicarle que tenía un pequeño error con respecto a sus cualidades especiales, antes de que se retirara del departamento. La muchacha rápidamente corrigió esos detalles que debía modificar y se lo devolvió.

-Bien, ahora si esta todo en orden.

Aprobado el registro de Oniria como Vampiro

Franko Lovegood

-Muy bien Nats, cuento contigo.

Era bueno saber que tenía una compañera ahora que podía ayudarla con todo el trabajo, ya que últimamente el Ravenclaw hacía trabajos más fuera que dentro del departamento. Pero un avioncito de papel le llamo la atención, y más cuando cayó frente a él. Rápidamente lo leyó y no le agradó nada lo que vio.

-Nats me tengo que ir, espero que no tengas problema con quedarte a cargo de la división un rato, cualquier cosa dile a Bertrand o a Tom que te ayuden- dijo antes de retirarse del lugar.

Zamira, la recepcionista, atendiendo a Oniria.

Era otro día de trabajo en el ministerio, lo cual significaba otro día contando las horas pasar esperando a que la jornada terminara, mientras pasaba el rato leyendo varias revistas de moda muggle. Últimamente la mayor parte del trabajo se la llevaba Bertrand o Tom, por lo que Zamira tenía más tiempo libre para dedicarse a sus propias cosas; o eso pensaba poco antes de que una joven bruja se acercara hacia ella, quien le pidió un registro de vampiros.

-Disculpa, pero aquí tienes un pequeño error- le comentó mientras revisaba el formulario una vez más para luego devolvérselo y que arreglara los errores que tenía.

La recepcionista no tardó en atenderlo al Lovegood y le pidió que la siguiera hasta una pequeña ventanilla donde había varios formularios. Se la podía notar algo nerviosa o distraída a la muchacha, pero el Ravenclaw simplemente no le dio importancia a ello y comenzó a completar el formulario luego de que ella se lo alcanzara. Una vez terminado se lo tendió para que lo revisara.

-Aquí tiene señorita.

Formulario de Cooperación Internacional:

 

Lugar a visitar (especificar fronteras): Castillo de Markree, Irlanda

Periodo de tiempo a pasar en el lugar: 21 días

Actividad a realizar: Celebración de boda

Número de asistentes: 30

Pasaportes: individual [] Colectivo [X]

-Espero que esté todo en orden- comentó esperando una aprobación por parte de ella.