Perseus Myrddin

El rechazo de Ethiane no le tomó de sorpresa al demonio, quien conocía bastante bien el carácter de su esposa; la Slytherin estaba muy lejos de ser una jovencita indefensa y sumisa que se dejaba pisotear o humillar por cualquiera. Aquél rechazo le causaba daño al demonio, pero en el fondo supo desde el inicio que reconciliarse con la castaña no le sería en nada fácil. No obstante, las palabras que salieron de los labios de su amada eran las que menos había esperado, pues a pesar de comprender la postura de la castaña, jamás había cruzado por su mente tales circunstancias.

Retrocedió casi hasta tirar una mesa de acero tras él, queriéndose alejar de aquél hecho a pesar de la fuerza que ejercía su cuerpo para estar cerca de ella y protegerla al verla tan frágil, pues si apenas podía ponerse la bruja de pie. Perseus sintió que las rodillas se le doblaban, que su fuerza menguaba mientras dentro de su cabeza las palabras de Ethiane le martillaban con violencia ¿Liberado? La sangre se le había congelado en las venas y todo color había escapado de su rostro. Sus celestes orbes dilatados, fijos en Ethiane, quien no dejaba de soltar palabras que sembraban todo tipo de imágenes en la mente del Myrddin haciéndole caer en un agujero negro lleno de dolor, de dudas que le provocaba estremecimientos de furia.

— Mientes... — pero Ethiane siguió hablando.

Los músculos del demonio comenzaban a temblar y entonces se percató de que el escudo mental que había creado para que Stolos no lo ubicara se había resquebrajado. En el mismo instante una carcajada violenta escuchó dentro de su cabeza, confirmando su temor... ahora su príncipe sabía que el Myrddin había logrado escapar del infierno y estaba con la Slytherin, tal y como él había esperado que el castaño hiciera los últimos meses para firmar la sentencia de la bruja de quien se hallaba enamorado Zaebos y que tanto le estorbaba. El miedo se apoderó del joven demonio en un segundo pues estando en el hospital, no podría ofrecerle protección alguna a su esposa.

En ese instante ella caía al suelo de rodillas, alarmando aún mas al castaño quien rápidamente se lanzó en su ayuda, rodeándola con sus brazos para sostenerla mientras le quitaba mechones de cabello de su sudorosa frente —Merlín, ¿qué es lo que tienes? — preguntó preocupado al tiempo que ella levantaba la mirada hacia sus ojos y le miraba sin aquél rencor con el que le había hablado; aquéllo al Myrddin hizo crecer su dolor y la culpa que ya cargaba en sus hombros. Se fijó en la dirección de las manos de ella, y tras el martilleo de las voces en su cabeza que le alarmaban más a cada segundo, escuchó el frágil latir de un par de corazones en el vientre de su amada.

Se quedó frío por un instante, escuchando aquéllos brotes de vida que le dieron más motivos para salir de aquél lugar. Ethiane había perdido el poco color que ya había recuperado y pronto le acercó un recipiente para que no se vomitara encima, mirando hacia la puerta de la habitación por la que ningún sanador había entrado aún; llamó a Dorina, tomando en brazos a la Slytherin y levantándose con ella. La elfina le dirigió una mirada de angustia al joven patriarca tras ver el estado deplorable de su ama, Perseus se acercó hasta ella con rapidez, pensando en el único lugar al que podría llevarla, donde se concentraba toda la fuerza de su magia, ofreciéndoles protección e inmunidad ante cualquier ataque de Stolos.

— Rápido Dorina, al castillo Myrddin, no podemos quedarnos aquí por mas tiempo... — exclamó, estrechando contra sí el cuerpo de la su esposa mientras la elfina obediente sujetaba la pierna del demonio y con su magia desaparecían de la habitación.

El demonio aguardaba fuera del consultorio en el que Ethiane había entrado. Un poco reconfortado por el hecho de que Aleera estaba dentro, atendiéndola, confiaba en que su esposa se recuperaría de lo que fuese que tuviera; débil, frágil, sin fuerzas, nunca había visto así a su mujer. El enojo y coraje contra quienes le habían hecho daño a la Slytherin seguía allí, aunque sabía que no estaba lejos de ser quien más culpa tenía de ese estado en el que ahora se encontraba. Posiblemente lo que había causado con sus malas decisiones era, de todo, lo único irreversible, convirtiéndose esto en su mayor temor desde que había regresado, pero al menos tenía la esperanza de que su cuerpo y salud se recuperaran.

Dorina se hallaba a su lado, también a la espera de recibir noticias. Demasiado ansioso como para esperar por ellas, el mudo demonio escuchaba aún desde afuera gracias a su excelente audición, además de que habían dejado la puerta del consultorio entre abierta. Recargado en la pared del pasillo, con los brazos cruzados y sus facciones tensas, completamente inmóvil el Myrddin atendía a cada palabra de las tres brujas que estaban dentro de aquélla habitación, siendo la voz de Ethiane una de ellas. El corazón se le encogía a cada que su esposa se refería a él con recelo y dolor. Entornó la vista entonces a la elfina, con una mirada endurecida que sintió de inmediato, haciéndola voltear hacia él.

— Ethiane leyó mi diario — no era una pregunta, sino una afirmación. Los enormes ojos de la criatura se tornaron tristes, quizás recordando el momento en el que su ama había pasado aquel mal trago — Y cree que me he ido con "ella", que le he traicionado ¿cierto?

Un ligero asentimiento por parte de Dorina fue suficiente para que Perseus diera respuesta a su pregunta, confirmando con ello lo que había temido. Ethiane tenía que escucharle, debía explicarle lo que había pasado y resolver aquél malentendido que podría hacerle perder a su esposa; sin embargo la Slytherin seguía sin desear hablar con él. Dentro del consultorio escuchó a Aleera pedir a Liza que trasladara a su esposa a una sala para unos exámenes complementarios; algo no iba bien. El demonio se acercó a la puerta justo cuando le preguntaba si deseaba que él le acompañase, y antes de que su esposa tuviese oportunidad de negarse abrió un poco más la puerta para dejarse ver.

— La acompañaré — exclamó, dirigiéndose hacia Aleera y su sobrina —, necesito un momento a solas con mi esposa, si no les molesta.

Ethiane no tuvo otra opción mas que asentir y dejar que ambas brujas les dieran un poco de privacidad mientras era trasladada por las enfermeras a otra sala donde se hallaría mucho más cómoda. El demonio caminó a su lado, supervisando que su esposa no tuviese ningún incidente, a pesar de que ya traía mejor cara. Le parecía tan frágil. Al instalarla en la cama Perseus se sentó a su lado, el corazón latiendo con fuerza dentro de su pecho y su celeste mirada fija en ella, aunque la castaña había endurecido la suya al ver que el demonio tenía el atrevimiento de hacerlo pese a lo que ella aseguraba que él había hecho.

— Créeme amor, que tengo razones para aún tener la osadía de verte a los ojos — explicó. La voz que bañaban sus palabras había sido suave, aterciopelada como siempre, aunque se le rompía a mitad de cualquier frase. Sobre la cama extendió su mano, rosando la de ella para que le permitiera tocarla — Solo te pido que me des la oportunidad de explicarte lo que ha pasado, sé que crees que te he faltado pero no es así... hicimos una promesa inquebrantable, princesa... de haberla roto sabes que no estaría vivo, y aquí me tienes ¿que más prueba necesitas para al menos escuchar? Si no, por lo menos permíteme estar este momento a tu lado...

—!¿Pero que fue lo que pasó?!— el demonio salió de la habitación aún estando débil su cuerpo humano. Hacía tanto que no sentía aquélla vulnerabilidad tan presente, casi sintiéndose inútil después de haber pasado tanto tiempo en el averno, transformado en su alter infernal y alimentando solo su aura maligna siendo su parte humana marginada por las huestes de su príncipe. El preocupado elfo doméstico salió tras él, pisando sus talones, actuando por cuenta propia a pesar de que su ama no le había ordenado ir en busca del joven Myrddin. Probablemente incluso no lo deseaba, pero algo le decía que sería lo mejor dado el estado en el que la Slytherin se encontraba.

—¿Así que fueron ellos?— La celeste mirada del patriarca Myrddin se posaron sobre aquél ser que servía a su esposa, arremolinándose miles de pensamientos y maldiciones para aquéllos que se habían atrevido a ponerle encima las manos a su amada. El demonio había pasado los últimos días buscándola tras el último encuentro que tuvieron y en el que ella desapareció de la habitación en la torre, junto con Dorina, de aquélla manera que le había dejado completamente congelado, sin pensar si quiera que estaba en manos de esos asquerosos traidores a la sangre —Llévame allá—

Una orden clara que el elfo no dudó en obedecer pues eso era lo que esperaba por parte del castaño, de modo que en segundos desaparecieron del castillo Myrddin para ir directo a San Mungo, donde la Slytherin se hallaba muy delicada. La impotencia que sufría el demonio era incontenible ¿No le había prometido protegerla? Sin embargo se había ido por esa misma razón y hasta ahora solo la había puesto en peligro; era claro que el miedo, si se le dejaba actuar, siempre haría a los hombres cometer cosas est****as. Ahora su esposa se hallaba en el borde, sin su compañía y con la idea de que le había sido él infiel por causa de una importuna lectura a su diario personal.

Caminó, casi corriendo a la recepción; el cansancio evidente de su cuerpo al andar, la angustia en su pálido rostro y aquéllas marcadas ojeras moradas alrededor de los ojos daban una imagen del demonio que daba pena, pero poco importaba al Irlandés lo que pensaran de él al verlo, incluso si su cabellera se hallaba aún mas larga de lo normal, sobrepasando el largo la barbilla, cayendo sobre su cara en caireles castaños desordenados. No había nadie en recepción atendiendo en ese momento, y se dio cuenta de ello por algunas almas que esperaban allí; les recorrió con una fugaz mirada, deteniendo sus orbes en seco al ver a Dorina junto a la camilla donde se hallaba acostada Ethiane.

Se abrió camino hasta ellas, empujando a uno que otro que se le cruzó por allí; la preocupación era evidente en el rostro del demonio. Cayó con una sola mirada lo que la elfina pretendió soltarle al verle, quien se apartó un poco para que el Myrddin revisara a su esposa. La veía muy mal, y ante cada flaqueza Perseus sentía que el alma se le venía abajo; tomó el rostro de la castaña delicadamente entre sus manos, haciendo que sus verdes ojos se fijaran en los suyos —Vas a estar bien, mi amor— le aseguró, con una voz quebrada muy impropia de él, acercando sus labios a la frente de Ethiane para besarla —Ya no me apartaré de tu lado, ya no... aunque no te guste.

—!Por Merlín! ¿Dónde se metieron los sanadores?— gritó, buscando a alguno en la sala — Mi esposa necesita ayuda!!

Esta vez el Myrddin se propuso lograrlo. Ya no podía permitirse abandonar su clase de duelo por acudir a atender asuntos que le hacían desaparecer de improvisto, no podía dejar que aquéllo se interpretara como cobardía, eso nunca. Una nueva clase había dado comienzo y esa mañana se preparó, saliendo muy temprano del castillo Myrddin tras haberse despedido afectuosamente de su su esposa. Ella le había dirigido tan solo una mirada que él pudo entender claramente y eso le inspiró confianza.

Al llegar a los terrenos de la academia todo estaba aburridamente tranquilo por los jardines, como siempre; los helados muros de piedra que constituían el castillo templaban el fornido cuerpo del castaño conforme avanzaba al aula con aquél sigilo que caracterizaba sus pisadas. Parecía un fantasma. Iba vestido cómodamente tan solo con unos pantalones oscuros y holgados que le permitían moverse con total libertad, zapatos deportivos y una camiseta ajustada de manga larga color gris, levemente abierta por el cuello.

Se pasó una mano por su abundante cabellera castaña que le caía a rizos irregulares sobre el rostro, abriendo la gruesa puerta de roble que debería contener al grupo de la clase de avanzados junto a los profesores. Había llegado a tiempo para la asignación de parejas y el comienzo de los duelos individuales, y dado que aparentemente no se habían presentado todos, el demonio vio con agrado que su contrincante en aquélla ocasión sería su domine.

El escenario que los envolvía a los dos cambió, disolviéndose mágicamente en el aire. Pudo apreciar que eran trasladados a un lugar no muy lejano de allí: Stonehenge, localizado a cien kilómetros al oeste de Londres.

Las celestes pupilas del demonio recorrieron el lugar por completo, reconociendo aquél paraje histórico que en tantas ocasiones había visitado. Una suave y fresca brisa agitaba el césped bajo sus pies, sintiendo el suelo blando en cada pisada. Los dos magos se encontraban justo al medio de los bloques de piedra que configuraban aquél monumento megalítico, algunas de ellas medio cruzándose en el espacio entre ambos, que ya se colocaban a una distancia de ocho metros para comenzar el duelo.

La varita al ristre en la mano fuerte del Myrddin desde el momento en que habían llegado allí, sintiendo la energía mágica que emanaba de aquéllas colosales piedras, utilizadas antiguamente para ritos mágicos ceremoniales. Perseus ansiaba tener un encuentro interesante, del que pudiese aprender más de lo que era capaz de demostrar, no esperaba ningún tipo de condescendencia por parte de la Black Delacour, quien del otro lado le devolvía una mirada concentrada. Tampoco era momento de ser un caballero, de modo que el demonio levantó la varita para comenzar el duelo, inclinando tan solo levemente la cabeza hacia su profesora.

—Floreus — pronunció claramente el castaño sin quitar la mirada de Mei, haciendo un movimiento de muñeca adecuado para que el hechizo fuese efectivo. Este efecto se activaría en el acto, provocando que surgieran flores de la varita de la bruja en vez de cualquiera que fuese el hechizo estuviese pensando en usar. Le daría aquéllo un poco de ventaja, sin embargo el demonio no bajó la guardia, atento a cada momento de la Black.

Una mañana despejada era lo que se veía en el azul del cielo aquél día; mientras caminaba, con los hombros relajados y las manos en los bolsillos de su pantalón de vestir, Perseus Myrddin rememoraba todos los acontecimientos que habían sucedido en los últimos meses y como éstos habían afectado directamente en su vida... la mayoría, para bien.

Más enamorado aún que aquél día en que había pisado aquél lugar con su prometida, ahora su bella esposa, para comprar las sortijas de boda, regresaba para ver si por fin habían traído el modelo que les había gustado pues en aquélla ocasión solo habían encontrado un solo ejemplar del anillo.

Se acercó a los exhibidores observando minuciosamente la joyería que mostraban a la venta hasta que sus celestes ojos se posaron en el anillo que había ido a buscar; sus labios dibujaron una sonrisa e inmediatamente llamó a uno de los encargados para indicarle que se lo llevaría en ese momento. Ya no deseaba llevar aquélla sortija matrimonial provisional en su mano izquierda, además de unos cuantos objetos más que se le antojaron.

ID: 115666

Nick: Perseus Myrddin H.

Bóveda: No. 96929

Fecha: 13-04-13

 

Nombre del producto: Anillo de Boda

Objetos, Criatura o Poción: B

Catalogación: A

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 150 Galeones

 

Nombre del producto: Guardapelo/Relicarios de la familia Myrddin

Objetos, Criatura o Poción: B

Catalogación: A

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 200

 

Nombre del producto: Guantes de piel de dragón

Objetos, Criatura o Poción: B

Catalogación: A

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 280 G

 

Precio total: 630 Galeones

Total de Puntos: 30

Ya deben estar hartos de verme por aqui... seee

Rueguen a Merlín, y a mis responsabilidades muggles que esta vez si me de tiempo de pasarme a realizar todos mis roles y mis tareas de esta clase, que yo si, me he cansado de venir a presentarme u.ú (? xDD

pero en fin, hoy es irremediable (estoy muy dramoso hoy jaja) de modo que les presento a mi personaje primero. Su nombre, Perseus, pero mejor reconocido como Percy; pertenece a la familia Myrddin, en la cual funge como patriarca, y en la familia Haughton. Tiene 18 años, recién cumplidos y es un demonio alquimista que ha vivido a lo largo de muchas vidas, reencarnando desde el día de su creación; descendiente directo de el mago Merlín, y felizmente casado con Ethiane Slytherin. Es un tanto parco en su trato con personas que no conoce, a diferencia de la calidez que llega a manifestar en ocasiones para con su familia; no se mete con nadie si no se meten con él, a menos de que desee obtener algo.

Tras la pantalla tienen a Enrique, e igual que Percy tengo 18 años; mexicano y amante de la comida, la música, el deporte y la literatura; estudio mi primer semestre de universidad y trabajo en el negocio familiar, lo que me deja poco tiempo para venir por aqui a cumplir con mis roles creo que ya algunos me conocen lo suficiente, y si no, pues ya se dará la oportunidad conforme a las circunstancias.

!Suerte a todos!

Hola Haughtons!

Yo también me paso por aqui a dejar mi ficha, antes de que se me olvide y aprovechando que tengo un poco de tiempo; lamento no pasarme seguido e incluso considero que debo hacerlo para al menos conocerles mejor a todos u.ú Espero que estén muy bien todos y les dejo mis saludos.

Nick: Perseus Myrddin H.

Ficha: Link a Ficha de Pje.

Bóveda: Link a Bóveda personal

Parentesco: Hijo de Laura H. de Ryddleturn

 

¿Nos llevas en la ficha? Si [x] No [ ]

*En caso de que sea NO: ¿Piensas ponernos como familia en tu ficha?

Aspiraciones o bando de pertenencia: Mortífago

Renna no tardó en darles el visto bueno a los formularios que la Slytherin había puesto en sus manos con el registro de Sathian; tras una breve inspección les informó al joven matrimonio que se encargaría de lo demás, y que pronto sus historiales serían actualizados. El demonio, ante aquéllas declaraciones por parte de la directora del departamento, advirtió como sus hombros se aligeraban de un gran peso. Rodeó a su esposa con sus brazos, reconfortando a la castaña a sabiendas de que estaría sintiendo la misma alegría que él.

— Muchas gracias por todo, Reena

Para sorpresa del Myrddin, la bruja que les acompañaba y efectuaba el mismo trámite, se acercó a ellos una vez Vladimir se retiró a su oficina, dejando a los tres a solas. Los celestes orbes del demonio se fijaron por segunda vez en ella, y nuevamente le pareció haber visto aquélla cara anteriormente. A los pocos minutos descubrió, tras su acercamiento y presentación que no se equivocaba al pensar aquéllo. Entonces recordó de donde la conocía, aunque bien no tenía un recuerdo nítido de ella pues en aquélla ocasión toda su atención se había centrado en una sola persona, sin haberle importado nada ni nadie más.

— Sí, ahora te recuerdo, Little, discúlpame pues ha pasado mucho tiempo — declaró el castaño, curvando sus labios en una cordial sonrisa para la Rowle. Desde aquélla ocasión casi era un año, y al demonio no dejó de encontrar curioso que hubiese sido en ese lugar y bajo esas circunstancias el fortuito encuentro cuando, después de todo, se habían conocido el día en que Ethiane había concebido a Sathian.

La bruja no perdió oportunidad y manifestó al demonio su deseo de pasar unas horas con la Slytherin, pareciendo normal al demonio que ambas hermanas desearan ponerse al corriente de todo tras un largo tiempo sin verse. Eso descartaba la idea que le había surgido de salir a desayunar con su esposa, pero no tenía intención de interferir con ese encuentro que al parecer hacia feliz a Ethiane. Se acercó a ella, sonriendo ante las palabras que acababa de manifestar, y depositó un dulce beso en sus labios.

— Eso es lo que crees tú — le anunció, aún en sus labios y separándose lentamente de ella —, pero creo que podré sobrevivir un par de horas — agregó, dirigiéndose a ambas — en todo caso, imagino que tendrán mucho de que hablar, de modo que no tengo problema con prestártela un rato, cuñada —

En ese momento las puertas del elevador se abrieron y los tres subieron a él, ascendiendo hasta el primer nivel, donde se despedirían. Perseus aprovecharía para resolver algunos asuntos en el castillo Myrddin y utilizaría la red Flú — Ha sido un placer volver a verte, Little, espero que no tenga que pasar mucho tiempo para la próxima — se despidió de ella, con una elegante y ligera inclinación. Se volvió hacia su esposa y sonriendo, aunque con la agonía que aparecía en sus celestes ojos cada vez que debía separarse de ella, volvió a besarla — por favor, tengan cuidado y a ti te veo en la noche, no olvides que te amo.

Tras aquéllas palabras el Myrddin giró sobre sus pies y emprendió la retirada, dejando a ambas brujas en compañía de una de la otra, perdiéndose rápidamente dentro de la multitud que llenaba en aquél momento el atrio del ministerio de magia.

Un pequeño imprevisto en el departamento había hecho que el matrimonio Myrddin-Slytherin retrasaran el trámite que con anhelo sus corazones deseaban, enviándoles de regreso a sus actividades del día: ella, hacia sus labores ministeriales y al demonio, a resolver los asuntos que aún quedaban pendientes en el castillo de su familia, no sin antes convencer a su bella esposa de que no habían razones para desesperanzarse, y que el registro su hijo se llevaría acabo. De esa forma fue como esa mañana regresaron al departamento ministerial. Esta vez, llegando juntos.

La señora Higgins, que era la recepcionista de aquélla dependencia, les envió inmediatamente a la sala de espera en cuanto les vio, y sin perder la calma, el castaño se acomodó en los sillones junto a su esposa,. manteniendo a la Slytherin bajo el cobijo de su fuerte brazo, contra él y al alcance de sus más dulces besos. El demonio jugueteaba con sus manos, haciéndole cosquillas en las palmas o en los brazos, rozándolos con las yemas de sus dedos. No deseaba que ella se desesperara de alguna forma, por lo que trataba de mantenerla entretenida con sus caricias.

Otra joven bruja les acompañaba, acomodada en otro de los sillones de la sala. La poca atención que el Myrddin había fijado en ella le había hecho parecer que le había visto antes ya, pero sin duda había sido solo una vez pues no lo recordaba; sin embargo no se inmutó por ello. Los minutos pasaban y los besos que le propiciaba a su hermosa esposa comenzaban a cobrar entusiasmo sin poder evitarlo, parando tan solo con la oportuna aparición de la directora del departamento.

- Buenos días, señorita Reena - saludó cordial, dejando que Ethiane explicara el motivo que los tenía de nuevo por allí. La otra bruja, apuntó que estaba en el departamento por motivos afines haciendo que la pelirroja se desapareciera de nuevo, tan solo un par de minutos, regresando con un par de pergaminos que debían llenar.

Tomaron las fichas de registro, y los celestes ojos del demonio echaron una mirada primero a cada apartado, antes de disponerse a llenarlos, y escuchando las últimas indicaciones que Reena les señalaba. Perseus dedicó una significativa mirada a la castaña y supo, al verse correspondido con otra de su parte, que todo estaba en orden y que registrarían a su pequeño conforme a lo que ya habían hablado. Se inclinó para besar su frente, y comenzó a llenar la ficha.

Formulario de nacimiento

 

Padre y madre biológicos: Ethiane Slytherin B.L. & Perseus Myrddin H.

Nombre del hijo: Sathian Myrddin Slytherin

Familia a la que pertenecerá: Myrddin

Fecha de nacimiento: 30 Mayo 2012

Raza: Demonio

Una última ojeada al formulario hizo asegurar al Myrddin que todo estaba bien, y en completo orden. A su lado Ethiane terminaba también, por lo que esperó unos segundos. Una genuina sonrisa que curvaba en media luna los labios del demonio delataba su humor, y la satisfacción que le invadía al ver que el nombre de Sathian aparecería oficialmente en los registros del ministerio bajo su apellido.

Depositando un pequeño beso en sus labios, entregó su formulario a su esposa para que lo entregara junto con el suyo a Reena, que aguardaba pacientemente a los tres; ellos esperarían a que ella verificara la información y reafirmara que todo estaba bien llenado. El Myrddin, mientras tanto, se preguntaba internamente si su esposa aceptaría acompañarlo a desayunar antes de volver a su oficina, pues habían salido del castillo en ayunas. Ya en vista de que el trámite estaba por solucionarse conforme a lo deseado, a su mente el apetito había regresado.

Algún tipo de impulso había llevado al joven Myrddin a visitar aquélla librería esa mañana. Hacía tanto que no visitaba una, lo cual era absolutamente normal teniendo en cuenta de que el castillo de su familia contaba con una exquisita colección de libros, en comparación con cualquier librería local. En el exterior, las últimas nevadas amenizaban un día tranquilo, pudiéndose notar del otro lado de los cristales de las ventanas los copos de nieve caer con parsimonia y acumularse en el suelo empedrado del callejón Diagón.

Recargado en una de las paredes del local, el demonio hojeaba con desinterés un libro que había simplemente tomado al azar. En algunas ocasiones hacerlo resultaba un descubrimiento, pero al parecer tendría que hacer un segundo intento. Abandonó el libro en una mesa que le quedó al paso mientras se dirigía al pasillo mas lejano y solitario para recorrerlo, paseando sus celestes orbes por la hilera de libros que se hallaban acomodados uno tras otro.

Aún dentro de una librería sus pasos eran silenciosos. Amaba el mutismo de esos lugares,. lo que explicaba que aún se encontrara dentro de aquél negocio aún cuando estuviese lleno de lectores que le eran completamente desconocidos; se había quitado la capa de encima, dejándole en el perchero que había en la entrada dispuesta para los clientes. Vestía sencillo, cómodo, sin exceder de tres prendas que incluían pantalones oscuros, camisa con mangas cortas y sus guantes largos de cuero sin dedos que ya se habían convertido en algo usual en su atuendo.

Sus orbes se clavaron de pronto en el verde lomo de un libro que se encontraba unos tres anaqueles por encima de su cabeza, justo al extremo de este; parecía prometedor de modo que fue por él, sin fijarse en la pequeña torre de libros que le estorba el paso en el suelo. Les tiró, tropezando con ellos, sorprendido de sí mismo por tal descuido y enfadado con los empleados de la librería que no habían acomodado aquellos libros.

Escuchó a alguien hablar, del otro lado del pasillo que cruzaba perpendicularmente al que él había recorrido, lleno de libreros y repisas repletos de libros en hileras, y pensando que se trataba de uno de los encargados del local salió a su encuentro. Una distancia de 7 u 8 metros le separaban de la silueta de un hombre, joven, que a pesar de no reconocer pudo percatarse de que no era un empleado ¿que era eso? Tenía la varita al ristre y sus hombros se hallaban tensos, en guardia. Perseus materializó su varita, aferrando el mango con su mano.

El mago sin más invocó un patronus, tomando este la forma de un oso polar que no era de gran tamaño como normalmente lo sería un oso adulto. Un corpus patronus, reconoció el Myrddin, observando cómo el animal se acercaba lentamente hacia donde él se encontraba. ¿Porqué el chico lo atacaba? No lo sabía, pero se le veía nervioso y por sus palabras parecía estar paranoico. El oso comenzó una carrera más rápida hacia él, por lo que ya no daba tiempo de hacer preguntas.

— Absorvere — musitó el castaño, justo unos segundos antes de que el oso le clavara sus jóvenes colmillos en su costado. El hechizo hizo salió e hizo efecto en su atacante, rompiendo con violencia los huesos de su muñeca y causándole un gran dolor. Eso le imposibilitaría manejar la varita con esa mano, la cual cayó al suelo, al igual que la suya. Tendría que curarse si quería seguir con aquél juego.

A pesar de que el animal era joven tenía mandíbulas fuertes, lo que había hecho que al demonio doblarse un poco y soltar la varita tras lanzar el hechizo, sin embargo no le había hecho un gran daño, conviniendo revisarse después. Tenía que encargarse del animal ahora, o seguramente seguiría atacando. Con un ágil movimiento recogió su varita del suelo, y volvió a hacer una floritura con ella.

— Fuego maldito — fueron las palabras que salieron de sus labios, invocando una gran llamarada de fuego que rápidamente tomó la forma de un cuervo de gran tamaño. Obedeciendo sus deseos este se dirigió hasta el oso, envolviéndole con sus alas de fuego, quemando al corpus patronus y destruyéndole.

— Bien, esta pequeña jugarreta no la tenía contemplada... pero divertámonos un rato, ya que así lo has pedido — exclamó el demonio, en dirección al mago.

Hola clase,

Vengo personalmente a disculparme, principalmente con Gaspard (que es con quien tengo el duelo) por no haberme pasado aún y es que he tenido exceso y acumulación de trabajo y tareas muggles. Me pasaré a responder enseguida, si aún me dan la oportunidad de hacerlo; creo que pondré mas prioridad a esta clase, será lo mejor ^^

Gracias

La base de la estatua del centauro comenzó a moverse hacia un lado, mostrando al demonio la salida de la guarida. Solo había pasado a su dormitorio para guardar algunas cosas que, según convino, le estorbarían en la clase que daría comienzo esa mañana y a la cual se dirigiría. Volvería por ellas mas tarde, antes de regresar al castillo Myrddin, donde prefería pasar la noche, despreciando la hospitalidad y el lugar que le correspondía en la academia en su calidad de alumno.

Una brisa de aire agitó sus castaños y rizados cabellos apenas se encontró fuera; el floral aroma de la intemperie no era muy diferente al que llenaba el refugio de los centauros, sin embargo podía notarse un poco la diferencia al inhalar el aroma de los de los árboles que allí se encontraban y demás plantas que constituían los jardines de la academia, los cuales se mecían con el viento y se refrescaban con la fresca brisa que el aire les llevaba desde el lago.

La primavera ya estaba a la vuelta de la esquina, y se podía notar ya en el gorgoteo de avecillas que revoloteaban y jugaban por doquier, y que a cualquier demonio hubiese puesto de mal humor de inmediato. Sin embargo, la naturaleza era uno de los pocos placeres que el Myrddin Haughton conservaba del mundo, después de tanto tiempo, tantas vidas, y por consiguiente disfrutaba detenerse a observarla cada vez que podía.

Pero no era aquél el momento; estaba demorado.

Las instrucciones que le habían llegado decían que la clase de Bando y Perfil se impartiría junto al lago; al castaño le parecía que las cátedras al aire libre se estaban poniendo de moda últimamente, aunque esto realmente no le desagradaba en absoluto. De esta forma se dirigió hasta allá con aquél paraje, que no estaba muy lejos, con su característico andar ligero, hundiéndose sus zapatos deportivos sobre el suave y húmedo pasto que amortiguaba sus pisadas, volviéndolo aún mas silencioso.

Había dejado la capa en el dormitorio, presentándose a la clase ataviado sencillamente con unos pantalones oscuros y limpios, cómodos como a él le gustaba andar; combinando con ellos una playera de manga corta y celeste que le dejaba gran parte de sus brazos desnudos, y se encontraba abierta ligeramente por el cuello, ceñida a su marcado torso. Unos guantes de lana oscura, sin dedos, cubrían las manos y muñecas del demonio como un vendaje, bajo las cuales ocultaba los sellos rúnicos que recién había "ganado".

Notó una multitud de magos y brujas en un rellano junto al lago, acercándose hasta allí. Se acercó a uno de los tantos árboles que rodeaban el lago, y recargándose en el grueso tronco el demonio esperó a que la clase diera inicio, percatándose que una de sus profesoras no era otra que su propia abuela -aunque seguía pensando que Mónica parecía todo menos una abuela. Le era raro llamarla así-. En lo particular, el Myrddin no sabía exactamente que esperar de aquélla materia, pero sabía que era la oportunidad para que algunas de sus dudas fuesen aclaradas, sobre todo si quería seguir con el camino que ya había elegido.

Como en toda clase nueva, el tedioso momento en que todos se presentan. Al Myrddin le fastidiaba aquéllo, y tan solo esperó, de brazos cruzados, en silencio y con la mirada perdida en el brillo que el solo producía sobre la superficie del lago, meditando las palabras que salían de los labios de cada uno de sus compañeros, aunque no pareciera que los estaba escuchando. En algunos momentos luchaba por no reírse, causándole gracia algunas cosas, pero se contuvo sin darles mas importancia de la que tenían. Sobretodo, al chico que había acabado de hablar, cediéndole al Myrddin el turno por ser el mas cercano.

— "Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquéllo que está fuera de su alcance" — citó el Myrddin con voz clara, desde su árbol y sin bajar los brazos, llamando la atención de todos. Claramente se estaba refiriendo a la presentación de su compañero, pero no dijo nada más; sonrió e inhalo profundamente antes de hablar — Perseus Myrddin Haughton, un verdadero placer conocerles a todos — un tono mordaz había bañado sus últimas palabras; y continuó — Mis propósitos, no son un secreto, pero no iré por allí declarándolos a diestra y siniestra. La clase se presta, y por esta ocasión he de hacerlo solamente. Pertenecer a las filas de la marca tenebrosa es mi ideal y mi deber. Toda mi existencia ha estado ligada a la gran magia, y la preservación de esta y de quienes son dignos de poseerla es, para mí, lo primordial. El mundo esta lleno de idealistas — sonrió con ironía, mirando a algunos de reojo —, pero lo que se necesita no son ideales, sino la audacia de quienes estén dispuestos a perpetuar nuestro legado... Es todo lo que tengo que decir por el momento.

Los celestes orbes del Myrddin se hallaban fijos en el indicador mecánico que se hallaba sobre las rejas del elevador, viendo cómo este le indicaba que estaban bajando al segundo nivel. La aguja se colocó en el número correspondiente, mientras aquélla femenina voz, con la que ya se estaba familiarizando, confirmaba que había llegado a su destino: el departamento del SAW.

Habían pasado un par de meses desde la última visita del demonio a aquél departamento, habiéndose retirado en aquélla ocasión con un buen sabor de boca, gracias al excelente servicio y trato que le habían dado. El castaño esperaba que ante este nuevo trámite no fuese diferente, y que nuevamente les facilitaran las cosas para que, junto con su esposa, saliesen de allí con la confianza de saber todo en orden.

Salió del elevador, antes de que las rejas se cerraran de nuevo, y se internó en aquéllas oficinas con su singular y elegante andanza. Su semblante mostraba una expresión serena, sus labios sutilmente curvados por las comisuras en una afable sonrisa, culpa del entusiasmo que le causaba el motivo por el cual se había citado allí con Ethiane. Le era muy agradable la sensación que en ese momento le llenaba en el pecho, experimentando nuevamente esa paternidad que para su temprana edad le satisfacía demasiado.

Desde que la Slytherin había entrado en su vida, Perseus jamás negó su protección al pequeño, a quien conocía desde el momento de su nacimiento. Siempre sintió un especial aprecio por Zathiel, mismo que se fue fortaleciendo con el paso del tiempo debido a la convivencia y especiales características del niño que con gran facilidad hacía que todos le quisieran, esto incluso hasta considerarlo como su propio hijo.

... Mi hijo - pronunció en un susurro, haciendo con ello mas tangible aquélla afirmación, mientras sus ojos daban una rápida ojeada al departamento, sondeando todo y todos los que allí se hallaban presentes, acostumbrado a no pasar nada desapercibido.

Entonces la vio a ella, o en otras palabras, la sintió y sus ojos se posaron en silueta, como si hubiese una fuerza de atracción entre sus sentidos y la presencia de la castaña. Caminó hacia ella, mientras intercambiaba palabras con la secretaría, deslizando sutilmente sus manos por la cintura de su esposa al colocarse detrás de ella y depositando un pequeño beso en su hombro desnudo, respirando su delicioso aroma.

- Lamento la pequeña demora mi amor - pronunció cerca de su oído, con ese aterciopelado tono de voz que solo utilizaba con ella. Levantó el demonio la mirada hacia la secretaría, mostrándole una cordial sonrisa que apenas duró un par de segundos - Buenos días señora Higgins...

Pues dicen que la millonésima vez es la vencida... (??

vergüenza debería darme, pero en fin, acá de nuevo.

Aqui en el foro soy Enrick Perseus Myrddin Haughton, pero conocido "mundialmente" como Percy; mi personaje tiene 17 años, es demonio-humano (padre demonio, madre humana), de origen Irlandés y único hijo varón del matrimonio Ryddleturn-Haughton. Percy es bastante reservado, de pocas palabras, pero es amigable y cordial cuando se le requiere (regularmente pura pantalla, no le agrada estar rodeado de gente), aunque con su familia puede llegar a mostrarse hasta juguetón. Felizmente casado con Ethiane Slytherin, quien también es mi novia fuera del juego de rol, muy importante mencionar. Percy ha vivido por muchos siglos, reencarnado vida tras vida sin rumbo y sin dirección... (? ok no xD

Por otro lado, tras la pantalla podrán encontrar a Enrique ^^ Tengo 17 años, igual que Percy, y soy de origen mexicano. Actualmente estudio la universidad y trabajo, limitándome a pocas horas para el foro... pero en fin. Ese es mi asunto. Entre mis gustos está el deporte, los videojuegos, la literatura, el cine y la música; me gusta tocar el piano y la guitarra, aunque me falta mucho por aprender en ambos instrumentos. Me gusta intentar cosas nuevas, no soy muy cerrado a ellas.

y pues... espero que o'ra si esta sea la buena xDDD

La academia no se hallaba abarrotado como en otros días y al Myrddin le agradaba aquéllo. El camino hasta la librería estuvo despejado, con lo que pudo llegar más rápido aún caminando a un ritmo constante.

Afortunadamente tenía un momento libre en el día que coincidía con la hora en la que Roxanne había planeado aquélla reunión. El demonio tenía tanto tiempo sin saber de sus compañeros que después de considerarlo un momento consintió en que al menos debía acompañarles un rato para saludarlos. Tampoco quería ser descortés ante la invitación de la Rambaldi. Después debía volver a sus responsabilidades y reunirse con Ethiane para almorzar.

Empujó suavemente la puerta de entrada, haciendo sonar una campanilla que avisaba de su presencia. Por ser una reunión casual el demonio iba vestido cómodamente; tan solo unos pantalones oscuros, rectos y limpios, un modelo que le parecía muy cómodo llevar, y que no por ello perdían elegancia. Una playera negra de mangas cortas, con el cuello abierto en V. En las manos llevaba unos guantes de lana sin dedos, como vendaje, que ocultaba las runas de sus muñecas.

Divisó a sus compañeros en una mesa del fondo, y fué hasta ellos, atrayendo la mirada de cada uno conforme se acercaba. Pudo notar que ya estaban todos presentes, incluyendo a Aaron quien era a quien menos había visto, por lo que seguramente solo aguardaban por él - Hola chicos, disculpen la tardanza - dirigió una mirada hacia Roxie, quien posiblemente sería la que le regañara por llegar tarde - tenía asuntos...

Cursaré RA junto a mi hermano interesante jaja un duelo entre patriarcas Myrddin sería genial, pero bueno, los profesores serán quien dictaminen las parejas obviamente.

Hola, yo de nuevo por acá u.u see

y puesto que ya he comentado ser uno de los 4 patriarcas fundadores de la familia Myrddin, comenzaré describiendo mi personaje. Su nombre es Enrick Perseus Myrddin Haughton, pero conocido "mundialmente" como Percy; tiene 17 años, es demonio-humano (padre demonio, madre humana) y es de origen Italo-Inglés. También pertenece a la familia Hauhgton por parte de madre. Es algo reservado, de pocas palabras, pero se muestra amistoso cuando se le requiere (regularmente pura pantalla, no le agrada estar rodeado de gente). Felizmente casado con Ethiane Slytherin, quien también es mi novia fuera del juego de rol, muy importante mencionar. Percy ha vivido por muchos siglos a través de encarnaciones, las cuales tienen un fin pero aún no se descubre cual... pronto lo sabrá.

Por otro lado, mugglemente podrán encontrar a Enrique ^^ ese es mi nombre. Tengo 17 años, igual que Percy, y soy de origen mexicano Actualmente estudio la universidad y trabajo, lo que no me esta dejando mucho tiempo pero realmente tengo interés en terminar la academia... me convierto en un fosil u.u Entre mis gustos está el deporte, los videojuegos, la literatura, el cine y la música; me gusta tocar el piano y la guitarra, aunque me falta mucho por aprender en ambos instrumentos. Me gusta intentar cosas nuevas, no soy muy cerrado a ellas. Y pues, algo mas que la mayoria no sepa? Creo que eso ya es suficiente.

Saludos y mucha suerte a todos!

Bueno, aquí mi tarea. Disculpen que me pase hasta ahora pero he tenido problemas de conexión... ya no me pude pasar al duelo con Kris, tengo entendido que se cierran hoy, no? u___u algún día tendré un duelo completo, espero. Me hace falta mas practica. En fin... este fue mi análisis, espero esté correcto.

Duelo Radamantys vs Sanleera Vexadan

 

 

Radamantys - sectusempra - acción 1. Turno 1

 

Sanleera Vexadan - Morphos - acción 1. Turno 1

 

Sanleera Vexadan - Episkey - acción 2. Turno 1

-se cura del primer sectusempra, y se requieren dos para curar por completo-

 

Radamantys - Sectusempra - acción 1. Turno 2

 

Radamantys - Seccionatus - acción 2. Turno 2

 

Sanleera Vexadan - Silencius - acción 1. Turno 2

 

Sanleera Vexadan - Episkey - acción 2. Turno 2

 

Radamantys - Disparo de flechas - acción 1. Turno 3

 

Radamantys - Morphos - acción 2. Turno 3

 

Sanleera Vexadan - Opuggno - acción 1. Turno 3

 

Sanleera Vexadan - Seccionatus - acción 2. Turno 3

 

Radamantys - Sectusempra - acción 1. Turno 4

 

Radamantys - Episkey - acción 2. Turno 4

 

Sanleera Vexadan - Expeliarmus - acción 1. Turno 4

 

Sanleera Vexadan - Episkey - acción 2. Turno 4

 

-Fin del Duelo-

 

Observaciones.- A mi parecer a la chica le hicieron falta varios Episkey más, pues ignoraba algunos ataques por parte de Radamantys, pudiendo terminar el duelo mucho antes al morir ella desangrada por tantos cortes. Aunque bien, en el duelo Radamantys edita uno de sus post y Sanleera comenta que este lo había hecho sin consentimiento alguno. ¿Eso le hace perder el duelo automáticamente? solo es una duda, por lo demás mi veredicto a favor del mago, la chica quedó muy dañada.

Myrddin y que consultaba por última vez. Se encontraba afuera del castillo de su familia ahora, y no había necesidad de seguir al pendiente de las manecillas; estaba a tiempo, y hacía un clima perfecto para un duelo sin contratiempos. Sería el primero en el que participaría, iniciada ya su clase de duelo avanzado en la academia de magia.

La cita estaba establecida, y le habían dado a conocer el nombre de su contrincante con anticipación. Le resultó interesante saber que aquélla contienda la tendría con una de sus hermanas. Lili era una chica enérgica, con un carácter muy propio que le daría las herramientas para ofrecerle al demonio una buena batalla; no dudaba de que fuera buena. Por su parte, Perseus también se hallaba confiado en sus habilidades, y aunque no tenía gran experiencia en duelos se creía capaz de afrontar de la mejor manera.

El escenario lo había escogido él. Días atrás mientras caminaba por los lindes de Ottery, al lado del lago que circundaba todo el pueblo, se había percatado de un pequeño arrecife que emergía desde el fondo del lago para mostrarse en la superficie del agua, lo suficientemente plano como para caminar por él. Una fila de rocas de buen tamaño, enfiladas una a una desde la orilla hasta el arrecife, permitía llegar a él sin tener que hacerlo a nado tan solo haciendo falta saltarlas hasta llegar al lugar. Corales de todos los colores rodeaban el arrecife, y peces dorados que desfilaban en grupos, aparentemente desorientados, nadaban entre los resquicios de aquél que era su refugio.

Percy, ataviado tan solo con unos pantalones oscuros y una camisa lisa de color marrón, arremangada hasta los codos y abierta de los primeros botones del cuello que dejaban entrever un poco de su marcado torso, caminó sobre las rocas encaminadas hacia el arrecife, con paso firme gracias a sus gruesas botas que no permitían que la humedad de aquélla superficie le hiciera resbalar. El sol ascendía en el horizonte, con alguna que otra nube en el cielo interponiéndose a sus rayos atenuando la luz. Había una excelente visibilidad, y una grata brisa que agitaba incluso sus castaños mechones de cabello rizado.

El demonio se colocó a unos cuantos metros de distancia del borde del arrecife, extendiéndose frente a él unos 15 metros más, suficiente distancia para que Lili al llegar tomara posición. Tras un breve rato, la bruja llegó y los celestes orbes del Myrddin efectuaron un gesto de recibimiento, con una ligera curvatura en sus labios al estar frente de una de sus seres queridos.

- ¿Lista? - preguntó el castaño, materializando su varita en la mano para después levantar la punta en dirección a la joven bruja. Por un momento Percy dudó si lanzar el primer hechizo o no, pero aquél duelo se trataba de una prueba en la que ambos tendrían que demostrar sus habilidades. Luna por supuesto que tendría que estar lista y esperando a que su hermano sacase lo mejor de su perfil duelista; del mismo modo que Perseus lo esperaba de ella. El demonio hizo una floritura con su varita - !Absorvere! - exclamó, con voz clara y grave, apuntando el hechizo efecto hacia la mano de su rival que en instantes le rompería el hueso de la muñeca, en la mano con la que sostenía su varita, imposibilitándola de utilizarla.

Tras abordar de nuevo el elevador, el patriarca Myrddin subió de nuevo hasta la segunda planta. Llevaba ya consigo los formularios sellados por cada departamento, satisfecho de haber logrado aquéllo sin problema alguno. Todo se volvía mas cercano, mas real, más tangible... el corazón dentro del pecho se aceleraba al sentir que ya casi todo era un hecho, y que en pocos días uniría su vida a la de su prometida para siempre.

Una sonrisa curvó los finos labios del joven demonio, conforme volvía a poner un pie dentro del departamento donde Reena, la directora, le estaría esperando. Se asomó a recepción, buscando a la recepcionista para que le pudiese volver a dar acceso a la oficina de la Rosier, mas ésta no se encontraba en su lugar. Perseus recorrió aquélla sala con la mirada, buscando algún indicio o prueba de vida, pero no pudo percibir nada mas que el murmullo de dos mujeres proveniente de una sala continua. Se dirigió hasta allí.

Encontró a la recepcionista de espaldas a la entrada del pasillo que llevaba a la sala de espera; Percy se percató de su tensa posición, mientras que del otro lado una joven bruja intercambiaba un par de palabras con ella. Hubo un momento de silencio, y el Myrddin carraspeó, llamando la atención de la mujer de avanzada edad que se giró para verle de frente.

- Señora Higgins, no deseaba interrumpir pero, ¡me puede decir si la señorita Rosier puede atenderme de nuevo? - preguntó, con cordialidad - o tal vez usted pueda poner en sus manos estos formularios sellados, si es que se encuentra ocupada.

Formulario de Cooperación Internacional:

 

 

Lugar a visitar (especificar fronteras):

Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

Fronteriza con las prefecturas de Osaka, Wakayama, Mie y Kyoto

Periodo de tiempo a pasar en el lugar: 11 días

Actividad a realizar: Boda

Número de asistentes: 50 asistentes

Pasaportes: individual [] Colectivo [X]

 

 

http://i.imgur.com/esoTO.png

--> Post de aprobación <--

Servicios ministeriales para Celebraciones

 

El departamento de Servicios Administrativos del Wizengamot, por medio de Percy Ryddleturn H. pide al Departamento de Transportes Mágicos la conexión de servicios ministeriales temporales para:

 

Tipo de celebración: Boda

en las fechas: 14 - 24 Enero, 2013

siendo los responsables: Ethiane Slytherin B.L. & Percy Ryddleturn H.

para el lugar: Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

para la cantidad (aprox). de asistentes: 50 asistentes

 

 

Servicios ministeriales requeridos

 

- Red Flú

 

-Desaparición.

 

Puntos de desaparición conjunta o individual: Castillos: Slytherin, Myrddin, y Haughton

Centro de aparición:

Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

Atrio principal del Templo (Lo suficientemente grande para albergar 100 personas aprox.)

 

-Trasladadores.

 

Cantidad de trasladadores requeridos: 2 Trasladores

Ubicación y especificación del trasladador:

1. Pequeño Bonsai: Castillo Slytherin

2. Grulla de Origami: Castillo Myrddin

 

Punto de llegada del trasladador: Atrio principal del Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

 

-Hechizo antiaparición: Si [X] No []

 

Firma de responsables (link a ficha): Ethiane Slytherin B.L. & Perseus Ryddleturn H.

 

 

http://i.imgur.com/tJXTJ.png

-->Post de aprobación<--

Un castillo más.

Me encontraba ahora en los terrenos de la familia Lestrange Lupin, tratándose de uno de los castillos a los que debía dar visita ese día. Caminé hasta la entrada, agradeciendo al sol por sus refulgentes rayos que ya calentaban mi calva cabeza, deshaciéndose del frío matinal al que me había enfrentado apenas desaparecí de la mansión Lovegood. Llamé a la puerta en cuanto llegué a ella, siendo como siempre recibido por uno de mis iguales.

- De parte de los novios, para la familia Lestrange Lupin - expliqué, colocando la invitación en su mano, sin tener tiempo para quedarme más tiempo, teniendo mas mansiones que dar visita.

OFF: Cordialmente invitados

Veo que me presento un poco tarde, pero bueno, aquí me tienen. Veo que por suerte no tengo que preparar un rol ahora !Por suerte! xD de otra manera, tendría que postergar mi post acá. Y pues bien, me presento.

OFF ROL... Mi nombre es Enrique, mis amigos simplemente me llaman Kikee; tengo 17 años y soy Mexicano. Vivo en Puerto Vallarta, Jalisco, por si alguno conoce el rumbo y se lo pregunta. Recién graduado de la preparatoria, y por comenzar mi carrera universitaria muy pronto; tuve algunos problemas académicos el año anterior que no me dejaron iniciar en septiembre (me mudé de ciudad) y pues, mientras tanto, trabajos distintos. Soy deportista, he jugado de titular en equipos de football americano, baloncesto y natación; me gusta correr por las mañanas. Amo los videojuegos! aunque ya casi no me da tiempo de hacerlo desde que ando acá en el foro xD Me gusta leer, y hasta que llegué aquí era escritor de clóset (? Soy alérgico al chocolate, adicto al café (Y a mi novia <3), me gusta la música (toco el piano y guitarra), y el cine... y bueno, creo que eso puede ser suficiente referente a mi.

ON ROL... soy Enrick Perseus Myrddin Haughton; mi primer nombre heredado por mi padre Enrick W. Ryddleturn, y de mi madre Laura H. de Ryddleturn heredé el color de ojos, azul celeste. Soy demonio-humano que ha reencarnado varias veces a través de los años, descendiente directo del mago Merlín (soy propietario de una profecía que se encuentra registrada en el departamento de misterios) lo cual me dio la posición de un patriarcado en la familia Myrddin junto con algunos de mis hermanos. De 17 años de edad, de nacionalidad Galo-italiano, y perteneciente también a las familias Haughton y Ryddleturn. Tengo una relación con Ethiane Slytherin (al igual que en OFF) con quien contraeré nupcias en los próximos días estan todos invitados jajaja y pues... hmm... mi personaje no es conflictivo si no se le busca problemas, algo callado si no está rodeado de gente que conoce.

Y pues lo demás, ya lo irán viendo si no me conocen.

Solo me queda desearles buena suerte a todos !!

Parecía que aquélla mañana los planetas se habían alineado para que el Myrddin no tuviese ninguna clase de problema al hacer todos los tramites correspondientes para efecto de sus nupcias con la bella matriarca Slytherin. No le fue difícil conseguir el sello que deseaba tras una revisión de la secretaria de aquélla planta a su formulario, aunque bien se sorprendió al notar que tendría que llenar uno más.

- Claro, Cassie - respondió a la bruja, agradeciéndole que se lo indicara - ¿me puedes proporcionar el formulario?

La bruja pelirroja le proporcionó de inmediato el pergamino que debía llenar para aquéllo, repasando con sus celestes pupilas cada requisito que pedía ser anotado. El joven Myrddin se recargó en el mostrador para responderlo, habiéndole solicitado a Cassie una pluma y un poco de tinta que también accedió a darle; el demonio le mostró a la bruja una sonrisa al ver su buen servicio.

Permiso de utilización de trasladores para viajes internacionales:

 

Nombre de la persona que utilizará el traslador / Evento en el que se utilizará el traslador: Boda de Ethiane Slytherin B.L. & Percy Ryddleturn H.

Registro civil (ficha)/Trámite del SAW (link de inicio de trámite): Formulario aprobado

Objeto: Pequeño Bonsai, Grulla de Origami.

País de origen: Inglaterra

País de destino: Japón

Fecha y horade salida: 14 de enero 2013 a las 12:00 pm.

Fecha y hora de vuelta: 24 de enero del 2013, a las 12:00 pm.

Status en Transportes Mágicos (en trámite, aprobado): Aprobado

Una vez revisado minuciosamente y considerar que no había cometido ningún error, Percy le entregó el pergamino de regreso a la secretaria del departamento de Cooperación. - Espero este correcto...

Una burlona sonrisa curvaba los labios del Myrddin contemplando como su amiga, a pesar de los meses, no cambiaba en nada. Al demonio le dio gusto saber que no había tenido que volver a rellenar aquél formulario por algún error, viendo como la Rambaldi lo sellaba y se lo extendía de regreso. Sus cejas se arquearon ante la pregunta de su amiga, tan graciosa como siempre - Sabes que soy un ser muy inteligente; no necesito experiencia en bodas como para llenar un formulario como estos - le respondió, siguiendo su juego - Si ya he ido, pero no me la he encontrado. Me hubiese gustado saludarla - comentó en referencia a Dorothy, su otra amiga de la academia.

La idea de una reunión era muy atrayente para el demonio, que ya tenia bastante tiempo sin ver a sus amigos. No tenía muchas noticias de alguno, y enterarse de lo que habían estado haciendo en todo ese tiempo no estaba lejos de ser también su deseo.

- !Ah! Ya veo porque el interés entonces - exclamó el Myrddin, al escuchar como Roxanne abordaba el tema de su nuevo negocio - ¿Conque ese es todo el meollo del asunto? Solamente quieres mas clientela - afirmó, obviamente bromeando con ella, aunque no dudaba que la Rambaldi deseara matar dos buitres de un solo tiro.

El Myrddin se levantó de la silla en la que se había sentado al percatarse de que ambos tenían aún asuntos pendientes que eran menester resolver ese día; abrió la puerta de la oficina, y tras cederle el paso a su amiga, salió de ella en su compañía hasta los ascensores.

- Avísame si organizas esa reunión, me parece una buena idea - expuso, mientras las compuertas del elevador se abrían - no hace falta decir que espero verte en la boda; si te encuentras a Dorothy y Soa hazme el favor de avisarles e invitarlas... de cualquier forma les haré llegar una invitación - el Myrddin entró en el compartimento, despidiéndose de Roxanne con una sonrisa, misma que ella correspondió al tiempo que le soltaba al demonio una frase que le dejó perplejo unos instantes, pero que le hizo reír en todo el trayecto de regreso al segundo piso.

El Myrddin tenía que bajar una planta más, habiendo pasado por los departamentos del SAW y Cooperación Internacional anteriormente esa misma mañana. El joven demonio se había comprometido a dejar ese día todo arreglado, en cuanto a trámites legales se trataba, para su boda con Ethiane la cual ya estaba próximo a efectuarse. La reserva del salón de fiestas había quedado lista, y en cuanto a los pasaportes esperaba que no hubiese ningún dilema; solo faltaba resolver los transportes.

Bajó del elevador cuando las puertas se abrieron y se lo permitieron, entrando al departamento de Transportes Mágicos donde debía hacer le sellaran un último formulario; o al menos eso es lo que había comprendido con las indicaciones que la directora del SAW le había dado. Al menos en aquélla planta trabajaba su hermano, e incluso Roxanne, su prima y gran amiga. Tenía entendido que era con ella con la que debía dirigirse para el arreglo de los trasladores que requería; solo esperaba encontrarla de buen humor. (?)

- Buenos días - saludó en recepción una vez que se acercó - ¿la oficina de Roxanne Rambaldi?

Tras unas cortas indicaciones Percy se dirigió hasta allá, tocando la puerta de la oficina de la Rambaldi con varios golpes de sus nudillos; la familiar voz de su prima resonó del otro lado, permitiendo al Myrddin el acceso a su oficina. El demonio le mostró una sonrisa en cuanto los verdes ojos de la bruja se clavaron en él.

- Sí, se que te da gusto verme, pero no lo demuestres tanto - exclamó el castaño hacia ella, acercándose hasta su escritorio - ¿Como estas, Roxie? Necesito que me ayudes con algo... - deslizó el formulario correspondiente en su escritorio para que lo viese y examinara.

Servicios ministeriales para Celebraciones

 

El departamento de Servicios Administrativos del Wizengamot, por medio de Percy Ryddleturn H. pide al Departamento de Transportes Mágicos la conexión de servicios ministeriales temporales para:

 

Tipo de celebración: Boda

en las fechas: 14 - 24 Enero, 2013

siendo los responsables: Ethiane Slytherin B.L. & Percy Ryddleturn H.

para el lugar: Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

para la cantidad (aprox). de asistentes: 50 asistentes

 

 

Servicios ministeriales requeridos

 

- Red Flú

 

-Desaparición.

 

Puntos de desaparición conjunta o individual: Castillos: Slytherin, Myrddin, y Haughton

Centro de aparición:

Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

Atrio principal del Templo (Lo suficientemente grande para albergar 100 personas aprox.)

 

-Trasladadores.

 

Cantidad de trasladadores requeridos: 2 Trasladores

Ubicación y especificación del trasladador:

1. Pequeño Bonsai: Castillo Slytherin

2. Grulla de Origami: Castillo Myrddin

 

Punto de llegada del trasladador: Atrio principal del Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

 

-Hechizo antiaparición: Si [X] No []

 

Firma de responsables (link a ficha): Ethiane Slytherin B.L. & Perseus Ryddleturn H.

El joven demonio se condujo a través del elevador por los departamentos siguientes que debía visitar, y a los cuales la directora del departamento del SAW le había enviado para efectuar los trámites necesarios que se requerían en la reservación del salón de fiestas. Las puertas del elevador se abrieron ante la quinta planta, anunciando una voz que se encontraba ya en el departamento de Cooperación Internacional para arreglar el tema de los pasaportes.

Se internó en el lugar, acercándose hasta la recepción para buscar ser atendido; el departamento parecía vacío pero Percy se alegró de que al menos hubiese una persona para atenderlo.

- Buen día - saludó, sus mechones de rizados cabellos castaños le caían en la cara con cualquier movimiento de su cabeza, y tras una ligera inclinación de ella, se los apartó con una mano - Soy Percy Myrddin, y vengo a que me sellen este formulario; debo regresar con el a la administración del Wizengamot ¿Puede usted ayudarme?

Levantó uno de los dos formularios que traía consigo, y lo deslizo por el mostrador para que le echara un ojo, y con ello ayudarle o bien indicarle con quien debía dirigirse. Esperaba el demonio no demorar mucho allí, pues aún debía visitar el departamento de Transportes.

Formulario de Cooperación Internacional:

 

 

Lugar a visitar (especificar fronteras):

Templo Taima Nakano Bo, Prefectura de Nara, Japón.

Fronteriza con las prefecturas de Osaka, Wakayama, Mie y Kyoto

Periodo de tiempo a pasar en el lugar: 11 días

Actividad a realizar: Boda

Número de asistentes: 50 asistentes

Pasaportes: individual [] Colectivo [X]