Demona A. Night

Antes de que pudieran abandonar el lugar (?) las alcanzó un joven vestido de manera bastante simple, quien despeinó a Roxanne en un gesto de bastante familiaridad.

Demona se sorprendió y se detuvo en el acto mientras sonreía al recién llegado quien se presentó como el hermano menor de su tía, por consiguiente suponía que también debía ser su tío (?). Mientras éste la felicitaba la joven Myrddin intentaba recordar donde había escuchado su nombre, ya que era poco común aunque le parecía conocido.

-Muchas gracias- le dijo, aun pensando en su nombre- supongo que tú sabrás quien soy yo, pero igual me presento, me llamo Demona y creo que soy tu sobrina- extendió su brazo hacia delante para estrechar la mano con Fokker con una sonrisa pintada en el rostro- y no te preocupes que no dejaré que Roxie me dé nada que me ponga loca…

Conforme terminaba su frase la voz de Demona se iba apagando, ya que acababa de recordar de donde conocía a aquél hombre; la experiencia no había sido hace mucho cuando, por error, había ingerido una poción amortentia que en seguida le había pegado su nombre al cerebro. A pesar de que no había pasado a mayores, esa noche en el castillo de la familia Myrddin había pasado una gran vergüenza.

La bruja bajó su ruborizado rostro al suelo y apretó los labios totalmente avergonzada.

Por suerte el episodio duró poco y rápidamente Fokker se alejó de ellas, despeinando por última vez a Roxanne y dejando que ambas brujas se fueran de una vez por todas que aquél sitio.

OFF.

Fokkeroso *-* te pasaste por mi graduación, THANKS, rara forma de que nuestros pj se conozcan (?) pero bueh, nos seguimos viendo en las Tres Escobas *-*

Roxanne y Demona se fueron a sentar a unas sillas cercanas mientras continuaban con su conversación.

-Muchas gracias- dijo la bruja ante el cumplido de su tía- es el encanto natural que tenemos las Rambaldis (?) Está claro que debes saber de ello.

La joven le sonrío, Roxie, sin embargo, no quiso revelar nada acerca del supuesto regalo que le tenía preparado, lo cual mataba de curiosidad a Demona quien entrecerró los ojos, curiosa, cuando Owen (el elfo doméstico de su tía, a quien ella ya había visto en algunas ocasiones) apareció por breves segundos junto a ellas solamente para cruzar miradas con su tía y desaparecer nuevamente al instante.

La Rambaldi la tomó del brazo, diciéndole que era hora de irse, lo cuál sorprendió a la bruja quien aún así cedió fácilmente al agarre de Roxie; mientras caminaban sonrió a sus compañeros graduados que aún seguían por ahí mientras se despedía con la mano y les murmuraba rápidas felicitaciones que no había tenido tiempo de dar con anterioridad. Ciertamente no los conocía muy bien, pero suponía que para ellos también era importante aquél momento. Ambas, Demona y Roxanne, salieron del lugar y se dirigieron a la Mansión Rambaldi.

OFF. No había tenido la oportunidad chicos, pero muchas felicidades a todos mis compañeritos c:

Con todos ustedes tuve la oportunidad de pasar DA :’D una bonita experiencia (?) de muchas muerte y heridos y… y… esas cosas bonitas que ustedes recordarán xD

Sigan divirtiéndose en el forito /o/

Terminada la ceremonia la bruja se alejó lo más rápido que pudo de las filas principales, apartándose de ser parte del centro de atención, al caminar hacia las filas de atrás se encontró con su tía Roxanne elegantemente vestida para la ocasión, le alegraba mucho verla ahí.

-Muchas gracias por venir- le dijo al tiempo que la abrazaba, para luego agregar- sé que ahora se pone más complicado, pero me sigo preparando todos los días para las pruebas que me ponga la vida.

Roxie, además, le comentó acerca de un par de regalos que tenía para ella, la curiosidad le picó a Demona al mencionarle que una parte de los presentes no se los daría en ese momento, sino hasta llegar a la mansión Rambaldi.

-No era necesario ningún regalo- dijo la joven apenada mientras abría la cajita que Roxie le entregaba- oh, es hermoso, muchas gracias, ayúdame a ponérmelo.

Demona se dio la vuelta levantándose el cabello para que su tía pudiera abrochar el precioso collar de diamante detrás de su cuello, además Roxanne le comentó que el vestido que llevaba puesto también era parte del regalo; la bruja entrecerró los ojos mirando su vestimenta, a decir verdad era un vestido bastante bonito, acarició la tela con los dedos.

-Muchas gracias. Por cierto, ¿qué es eso que me darás de regreso a casa? La verdad es que estoy bastante curiosa.

Demona llegó andando al Ministerio de Magia con la esperanza de que no tuviera que hacer ésto mismo para siempre, caminar. Es decir, no es que la aparición fuera algo especialmente atractivo como un modo agradable de viaje, pero aún así era de las formas más prácticas para hacerlo.

La bruja subió al ascensor mientras tamborileaba los pies en el suelo de éste, y tareareaba una canción. Cuando el elevador se detuvo anunciando que había llegado al piso que deseaba la Myrddin se acomodó la diadema que sostenía su cabellera castaña apartándola de su rostro y caminó por el pasillo hacia la puerta que rezaba "Departamento de Transportes Mágicos".

Al entrar en la oficina buscó con la mirada el sitio al que necesitaba ir, había sido su abuela, Galedra, quien le había informado por medio de una lechuza que con motivo de su reciente graduación en la Academia el trámite para el examen de aparición sería gratuito; tenía que buscarla a ella.

No le costó mucho trabajo localizarla, debido a su notable color de cabello, parecía ocupada con otros solicitantes (a dos de los cuáles Demona reconoció como compañeros de Duelo Avanzado), la joven castaña se acercó a éstas personas mientras dejaba de tararear para proceder a hablar a espaldas de Gale:

-Que tal, yo también vengo a solicitar el formulario para mi examen de aparición- hizo una pausa y sonrió antes de continuar- soy Demona, Demona Myrddin.

Dicho ésto saludó con un movimiento de cabeza a los que se encontraban junto a ella.

Aquella mañana parecía especialmente buena para la mayoría de magos y brujas de Londres, o al menos eso le parecía a Demona mientras miraba sus rostros sonriente cuando llegó, entre refunfuños, al Gran Salón, donde se llevaría a cabo su graduación; y no es que ésta la desilusionara o molestara, el ceño fruncido de la bruja más bien se debía a la ropa que llevaba puesta para la gran ocasión, y es que por más que había insistido en que no era necesario e, incluso, amenazado con no quitarse la pijama en toda la celebración, Roxanne le había lanzado aquél vestido a la cara murmurando algo sobre la decencia.

Demona, quien no estaba acostumbrada a usar esas incómodas prendas, se lo había embutido por la cabeza gruñendo sobre la vergüenza y humillación a la que Roxie la obligaría a pasar; el vestido, de un tono rosa pálido, era bastante sencillo, totalmente liso y con un delgado cinturón negro ajustado a la altura de la cintura. Al menos era algo decente. La Myrddin jaló la tela por todas partes, intentando que ésta le cubriera la mayor cantidad de piel posible al mismo tiempo que su tía (ya ni sé que es de mí) le arreglaba el pelo con productos que Demona ni se imaginaba que existían pero que hacían que le doliera la cabeza.

Cuando la ceremonia comenzó, a la bruja se le relajó el ceño aunque comenzó a retorcer las manos sobre el regazo, mientras escuchaba las palabras de la Directora y sonreía de manera casi automática, como un tic nervioso. Cuando Tau leyó su nombre en primer lugar para la entrega de diplomas la Myrddin se levantó tan presurosa que casi tropieza con el pie de alguno de sus compañeros al intentar llegar al frente del salón.

-Gracias- dijo con la boca seca mientras con una mano tomaba el diploma y con la otra el pequeño reloj de arena que le ofrecía Tauro, Demona lo sostuvo delante de su rostro por un momento mientras la arena corría de un lado al otro del reloj al tiempo que su color iba cambiando paulatinamente a un rojo carmesí. Sonrió, complacida.

La bruja regresó rápidamente a su lugar mientras se terminaban de dar los habituales anuncios de las casas; al menos no había caído frente a todo el mundo y, oficialmente, había terminado sus estudios.

Los hechizos volaban cada vez de forma más veloz entre los integrantes de ambos equipos, el otro bando, sin duda, había logrado librarse muy bien de los ataques que el equipo de Demona le estaba mandando.

-Expelliarmus- exclamó la joven Myrddin apuntando hacia wonderfairytale, la varita de ésta salió despedida de su mano a unos cuatro metros a su derecha, aunque no sin antes de que la bruja lograra lanzar otro rayo que se dirigió hacia Demona impactándola en el estómago y haciéndola vomitar asquerosas babosas.

<<Seccionatus>> pensó ella sin desanimarse mientras volvía a apuntar a wonderfairytale, de su varita aparecieron doce filosas medias lunas que se dirigieron volando rápidamente hacia la bruja, provocándole graves heridas en el pecho.

Su imagen podría haber sido mucho más estética si en ese momento por la boca no le hubiera salido una enorme babosa café, que podía distinguirse por ser la más gorda que Demona había visto en su vida.

;;;n;;; tenía mi duda y el forito la borró u__ú merezco más puntos canjeables por electrodomésticos (?)

En fin, en su posteo 18 Marijo le hizo un Silenius a Stanzi, pero éste lo ignoró olímpicamente xD ya que no publicó más hasta el posteo número 34, donde su primer acción debió de haber sido silenciada. De ésta forma no le habría podido hacer el episkey a wonder, curándola solamente del veneno.

Por lo tanto, y como Wonder se hizo un episkey en su siguiente posteo, ella aún no estaba completamente curada, ¿no es cierto? tan sólo se aplicó el de emergencia.

Bueno ._. es lo que yo creo, ¿es correcto?

Gracias de antemano

Edito: duda resuelta, si quieren no me den los electrodomésticos, mi culpa por no leer bien

A Demona le gustaba lo que iba sucediendo, si bien veía que cualquiera de los dos bandos tenía la misma posibilidad de aventajarse sobre el otro, no le cabía duda que su equipo estaba dando lo mejor para salir victoriosos en aquella ocasión.

Para no desaprovechar sus oportunidades Demona apuntó nuevamente a wonderfairytale y bramó:

-Fuego maldito- al instante de la punta de su varita surgió un águila real de filoso pico, cuya longitud de un extremo al otro de las alas era de casi tres metros de largo, el ave voló hacia wonderfairytale, y se encargaría de quemar por completo su piel, dejándola gravemente malherida.

Pero algo tuvo a cambio, y las medias lunas que la bruja le había mandado también la habían impactado, dejándola herida y con brotes de sangre en ambos brazos.

<<Episkey>> pensó, curándose al instante del seccionatus de la bruja. Ahora estaban a mano.

Ciertamente no les estaba yendo muy bien, pero Demona no se desanimaba (tanto) sobre todo porque podía decirse que, a grandes rasgos, ella seguí bastante intacta. La bruja sacudió la cabeza, reprochándose por haber aceptado aquél reto de práctica para sus pocas habilidades.

<<Evanesco>> pensó una vez más, tomando su varita con firmeza, aunque gracias al hechizo que Goderic le había mandado, de su varita no salió más que un ramo de flores que después cayeron al suelo.

Escuchó que wonder le hacía un silencius, sin embargo esto no le afectaría mucho, ya que de por sí tenía la boca incapacitada para hablar.

<<Evanesco>> volvió a pensar, insistente, la bruja, en ésta ocasión logró que la cuerda que estaba en torno a su boca desapareciera, dándole la oportunidad de hablar. Esperaba que sus compañeros aún no hubieran muerto.

Las cuerdas que Arya había mandado habían logrado atarla y la habían tirado al suelo, por lo que no se encontraba en una posición muy conveniente para ella ni para su equipo (¿en algún momento lo habría estado?) sus opciones eran limitadas, por lo que decidió hacer algo para remediar sus propios problemas, ¡que original!

<<Episkey>> pensó, y al instante se curaron las heridas que el hipogrifo de Goderic le había inflingido hace unos momentos.

<<Evanesco>> recitó una vez más para sus adentros, con éste hechizo logró desaparecer la cuerda que envolvía sus muñecas dejando una marca roja alrededor de ésta, eso sí, aún sus tobillos y su boca permanecían atados por la gracia de Arya; igual le gustaba el suelo frío bajo ella.

El calor que llenaba el ambiente del local parecía aumentar a cada minuto en cuanto comenzaron los ataques, Demona mantuvo su varita firmemente agarrada con la mano derecha mientras pensaba con rapidez lo que tenía que hacer, pero fue afectada por un hechizo que le dañó la vista, impidiéndole ver por claridad y uno más que le provocó comenzar a vomitar babosas.

Por suerte, Jank logró que el efecto de éste último despareciera, por lo que la joven bruja pudo volver a hablar de nueva cuenta, lista para defenderse.

-Protego- exclamó, el hechizo creó un escudo que absorbió sin más el sectusempra que Goderic le acababa de mandar. De ésta forma evitaba salir aún más lesionada, aunque su visión seguía afectada.

<<Episkey>> pensó, de ésta forma su visión se aclaró totalmente, y le permitió seguir viendo lo que ocurría a su alrededor.

La joven bruja se encontraba caminando en un parque cuando el patronus apareció, se le acercó agitando con suavidad las alas y posándose en una rama, su cuerpo luminoso resaltaba sobre la noche oscura, haciendo competencia con el brillo de la luna llena que resplandecía en el cielo nocturno. El animal habló con una voz masculina, que ella reconoció como la de Jank, y le indicó que se llevaría a cabo un simulacro en un local cercano llamado Dumbledore’s Night.

Demona nunca se había considerado una experta en ello, y ni siquiera es que lo hiciera por gusto, pero la oportunidad de participar en un simulacro con algunos miembros de la Orden le resultaba bastante atractiva; después de todo la práctica hacía al maestro.

Al llegar al sitio entró por las puertas dobles, esperando sentir algún tipo de fresco ante el interior del establecimiento, sin embargo tanto a fuera como dentro de éste se podía sentir un bochornoso calor, le alegraba que hubiera elegido ropa tan fresca aquella noche: una blusa sin mangas, junto con un short de mezclilla y tenis azules. En la habitación no se encontraba sola, algunos de sus compañeros ya habían llegado, sin olvidar a un perro cocker spaniel adulto que reposaba en el centro de la habitación, respirando plácidamente.

/o/ primera pregunta, un punto para Demona (?)

Bueno, la verdad es que estoy hecha un lío con ésto xD creo que todos nos estamos haciendo pelotas con los tiempos, en fin, ya nos regañarán más tarde por eso...

Ok, mi pregunta viene a que en el post 27 Marijo lanza un FM contra wonder, y supuestamente éste debería de impactar ya que nada se lo impide ññ pero en su siguiente turno wonder no se aplica ninguna curación .-.

A mi entender ella ya está bastante mal herida muerta, pero quizá me equivoque, se me da por equivocarme v.v

Bueno, creo que es todo *regresa a su madriguera*

Demona veía con los ojos muy abiertos como se desarrollaba toda la acción, por parte sentía la necesidad de seguir atacando al bando contrario, pero también era consciente de que debía trabajar con su equipo y no permitir que ninguno saliese herido, por lo que en cuanto vio a Wonder lanzando aquellas medias lunas hacia Vrael, y la forma en como lo lastimaban decidió interceder por él.

-Floreus- exclamó apuntando a wonderfairytale, quien no había sido lo bastante rápida como para cubrise nuevamente tras la muralla, en su próximo hechizo, por más mudo que fuese, de su varita no podrían salir más que un ramito de flores coloridas. De ésta forma Demona evitó que atacara al joven por segunda vez.

Sin embargo no se detuvo en eso, y volvió a levantar la varita, recitando:

-Morphos- rápidamente el hechizo dirigido a wonderfairytale logró que la camiseta de la chica se transformara en una avispa marina que la picó al instante inyectándole su veneno mortal, si la chica no hacía algo al respecto de la forma más veloz posible su corazón se detendría en poco tiempo, causándole la muerte.

No contentos con los difíciles retos que nos habían obligado a pasar (¿aquella clase pretendía llevarlos a su límite para desvelar lo mejor o lo peor de ellos?), ahora la profesora que representaba al bando de la Marca Tenebrosa pretendía llevarlos a un sitio donde se practicaba la crueldad al que, al parecer, a ella le encantaba ir de vacaciones.

Por mala suerte para los que no nos inclinábamos a aquél bando el profesor Niko había decidido no acompañarlos, Demona lograba comprenderlo, si hubiera estado en sus manos ella también habría preferido regresar a la Academia en vez de enfrentarse a lo que estaba a punto de verse obligada a mirar.

Aquél escenario era lúgubre y, francamente, inhumano; por todas partes quedaba el rastro de tortura que dejaban los mortífagos a su paso, era sumamente difícil para la Myrddin comprender como alguien podría disfrutar de aquello.

La siguiente tarea, para placer de la Malfoy, nos obligaba a tomar de un pozo la cabeza de un desconocido que habría tenido la mala suerte de enfrentarse a los seguidores del Señor Tenebroso. <<¡Esto es el colmo!>> pensó, furiosa, ante las instrucciones.

Con un nudo en el estómago Demona observó a Eliot tomando la iniciativa, realizando la actividad con un cinismo que hizo que a la bruja se le revolviera el estómago y le bullera la sangre de sólo verlo. Para su sorpresa el siguiente en hacer los mismos movimientos fue Nico, quien a pesar de querer pertenecer al bando de la luz, logró reunir la valentía para coger la cabeza y realizar sus preguntas; sin embargo Arya se negó a realizar la actividad, dejando a Demona como la siguiente a actuar.

Ésta respiro profundamente sacudiendo la cabeza.

-Yo no voy a hacer eso- dijo mirando al pozo- me parece una falta de respeto, un acto completamente inhumano que jamás realizaría.

No le importaba que pensaran que la decisión que había tomado le marcaba una debilidad, porque no era de ésta forma, al contrario, le parecía que esto era la muestra de una virtud que no muchos (si no es que ninguno) del bando oscuro se podían jactar de tener.

-Sin embargo- continuó- tengo una pregunta que me gustaría realizar, claro que si no la quiere contestar comprenderé, ya que no he completado la actividad como es debido- observó a la profesora unos segundos antes de realizar la cuestión- quizá (y quiero remarcar éste punto) me podría obligar a mí misma a entender el por qué creen que la raza mágica, la “pura”, es más poderosa o tiene más derecho de existir que los que no lo son, sin embargo, ayúdame a comprender una cosa, ¿por qué son tan crueles? Quiero decir, ¿es que verdaderamente disfrutan de la tortura solamente por torturar? ¿Acaso eso es un requisito para pertenecer a su bando? Porque eso sencillamente no puedo comprenderlo, su gusto por hacer sufrir a los que deseen- más que una pregunta a Demona le pareció una acusación, sin embargo no se detuvo hasta el final y se atrevió a agregar- ah, y una cosa un poco más sencilla, ¿qué otros ideales tienen? ¿qué es lo que verdaderamente están defendiendo?

Con las preguntas realizadas la Myrddin se cruzó de brazos, esperando que las respuestas que le dieran reafirmaran su opinión sobre la Marca.

La Myrddin, evaluó cuanto pudo de todo lo ocurrido hasta el minuto. Grácil como solo ella podía serlo, como dirigiendo una orquesta su varita fluyó cortando el aire a su paso diciendo angelicalmente con su voz.

- Aqueora – en seguida se materializo una esfera de agua que le cubrió para protegerle de los hechizos enemigos. Además de eso un aura blanquecina la cual le termino de curar las heridas del fuego maldito. Ahora estaba sana y con defensas. Sería era inminente la muerte de Eliot. No podría hacer nada para salvarse de sus Fuegos malditos, que ya a deberían haber impactado

-Corpus Patronus- Una gran ave oriunda de la cordillera chilena, símbolo del escudo de ese país. De grandes dimensiones se materializo gracias al hechizo, era una de los cóndores más hermosos vistos nunca sus alas extendidas alcanzaba más de tres metros expendidos y más de un metro de cola a cabeza, era un majestuoso ejemplar. La misión que llevaba era la de proteger a Demona en todo momento de los ataques enemigos, a Ella y sus compañeros de Bandos. Ella sabía que no podría volver a repetirse lo de hace un rato. La aparición del ave fue relajante. Pues tenía quien le protegiera desde las alturas, no solo a ella si no también a sus compañeros.

Demona, mejor de cómo estaba, por aquellas quemaduras horrendas. Se preparó para hacer su nuevo ataque. Movió por sobre su cabeza la varita mientras pronunciaba las palabras en voz baja, apenas audibles, y menos desde el otro lado de la muralla donde se encontraban los enemigos y dijo:

– Fuego Maldito – De inmediato se invoco a un Vultur gryphus (Cóndor) en su forma adulta. Cuando más grande es, sus enormes alas se desplegaron volando sobre la muralla, la orden era impactar en Eliot. – Ojo por ojo, diente por diente. – Dijo Demona – Fuego Maldito – volvió a decir sin parar de pensar en su contrincante Eliot. Que ahora debería lidiar con ambas aves rapaces de igual tamaño y misma especie que por distintos puntos se acercaban a el para impactarlo <<espero te gusten mucho las aves que habitan en los andes>>. Acciones de emergencia por lo pronto no debería hacer Demona,dado a que su compañero le había curado.

– Muchas gracias – dijo a Vrael – gracias por salvarme la vida.

Demona se puso completamente alerta en cuanto la acción comenzó, blandiendo su varita en alto, como si fuese una espada y lanzando los primeros ataques. Ciertamente no quería herir a sus compañeros, incluso aunque éstos se encontraran en el bando contrario, por lo que eligió con cuidado los hechizos que usaría.

En cualquier caso, de ser necesario, atacaría o se defendería como fuera necesario. Ésto último lo pensaba al ver la acción de uno de los alumnos que integraban el equipo de la Marca, al ver atacar a Vrael decidió que Eliot no tenía, ni de cerca, las mismas intenciones que ella de proteger a sus compañeros de clase tanto como le fuera necesario. Tenía que ser minimizado.

-Séneca - dijo la Myrddin apuntando a Eliot, uno de sus contrincantes, justo antes de que el chico hiciera su siguiente hechizo. Ésto haría que su garganta comenzara a secarse y pronto quedaría completamente mudo, seguramente éste movimiento le daría ventaja al grupo de la Orden del Fénix. Sin bajar ni un momento su varita, ni dejar de apuntar al mago con ella lanzó el siguiente hechizo.

-Floreus - murmuró Demona, dirigiendo el ataque hacia Eliot, así en su siguiente acción no saldría ningún hechizo de su varita. Lo único que pasaría es que se escucharía un leve 'plop' y de la punta de la varita saldría un ramo de hermosas flores de colores. No creía que ésto le cayera muy bien al mago.

Hola *¬* yo también vine acá atraída por la curiosidad (?) y les dejo mi registro lindo :BBB

Patronus: Lobo etíope, de pelo rojizo y con dos manchas blancas en el pecho. Este lobo representa la astucia e inteligencia propias de su clase, así cómo un gran sentido de la familia y enorme lealtad hacia los suyos.

 

Varita: Nogal negro con centro de pluma de fénix, 36.2 cm, dura; su nombre es Itztli, nombre náhuatl que significa obsidiana, una roca volcánica que al ser cortada para crear armas adquiría un color negro, mismo que posee la varita..

creo que es todo :BB gracias y saludos (?)

Demona sacudió la cabeza con exasperación, si bien nunca se había considerado una experta en duelo sabía que era de vital importancia aprenderlo, ya que de eso podía depender su vida, así que había puesto todo el empeño posible en no darse por vencida durante aquella clase; cosa que no le había parecido fácil y que ahora parecía complicarse aún más dado que daría inicio el simulacro de redada que tanto la ponía nerviosa.

Apareció en el jardín de la mansión donde se llevaría a cabo el encuentro y se encaminó hacia el grupo de personas que ya se encontraban reunidas un poco más al frente, entre los que se encontraban los dos profesores y Vrael, el chico con el que había tenido que combatir hace poco tiempo.

Zack dio la explicación de lo que sucedería a continuación y la forma en cómo debían de actuar, aclarando en primer lugar que el simulacro se realizaría formando dos bandos, uno que representara a la Orden del Fénix y otro que hiciera lo mismo con la Marca Tenebrosa, para mayor realismo; hizo aparecer en el cielo dos cortas listas, donde se podían leer los nombres de los alumnos que integrarían cada uno de los equipos, Demona se fijó en que el suyo estaba escrito debajo del fénix y no pudo evitar sonreír.

Después de esto Zack les otorgó algunos poderes especiales, para que pudieran ser capaces de usar hechizos que naturalmente no podrían hacer, aunque se esperaba que ya hubieran practicado para la ocasión.

La Myrddin observó como Vrael, que estaba a su lado, conseguía ponerse sobre su rostro la luz que usaban los fenixianos a la hora del combate, sonrió ampliamente porque a pesar de todo el peculiar cabello azul del mago resultaba estrepitosamente notorio en aquél lugar y era de lo más sencillo no perderle de vista. Suponía que ahora que todos se habían visto unos a otros no sería difícil que se reconocieran incluso aunque pertenecieran a bandos contrarios; aun así Demona también se puso la máscara de luz en el rostro, como si fuese un ritual más para comenzar la actividad.

La bruja se soltó la capa negra, que resbaló por sus hombros y cayó al suelo junto a ella, debajo de ésta llevaba una vestimenta sencilla de dos partes, con la blusa blanca y el pantalón del mismo color de la capa, complementada con un par de botas que casi le llegaban a las rodillas, permitiéndole flexionarlas con libertad para ponerse en posición de ataque, levantó su varita de nogal frente a ella lista para comenzar.

El joven del cabello azul lanzó un extraño sonido que dejó a Demona sorprendida, pero al voltear a verlo notó en él tal expresión que supuso que lo que había salido de entre sus labios no había sido más que una especie de grito de guerra. Estaban listos.

Pasada la etapa de los recuerdos venía la siguiente tarea que, ni de cerca, se mostraba más sencilla, sino todo lo contrario; sin embargo antes de que la próxima actividad diera comienzo llegó al centro de la mazmorra un hombre de ojos azules y vestimenta sencilla que se presentaba como el nuevo profesor de la clase en el lugar de Mey, quien no había podido continuar en la misma.

Después de ésta súbita aparición y presentación, la profesora Malfoy nos habló a todos, en un discurso que nos retaba a poner a prueba nuestras habilidades y nuestra valentía; después se dirigió a cada uno de los jóvenes que se encontraban en aquél sitio, dándoles vagas instrucciones sobre una prueba que se verían obligados a presentar y, si podían conseguirlo, a ganar.

Uno a uno los compañeros de Demona fueron desapareciendo del lugar, yendo a un sito en específico que la profesora había escogido para ellos, a una situación que los llevaría al límite intentando que demostrasen que eran dignos de convertirse al bando de sus inclinaciones. La bruja esperaba que todos salieran bien librados ya que, al conocer sus recuerdos, sabía que lo que tenían por delante no sería nada fácil de realizar.

Al ver desvanecerse al último de sus compañeros Demona respiró profundamente mientras la profesora se acercaba a ella, Niko tampoco les quitaba la vista de encima, curioso por saber, como había hecho con el resto de los alumnos, qué era lo que le esperaba a la joven. Juve le dirigió unas despectivas palabras en las que una vez más demostraba la frialdad con la que trabajaban los mortífagos.

Demona dio un paso al frente, plantándose cara a cara con esa mujer que sin merecerlo se cargaba la responsabilidad de la enseñanza, evidentemente la joven Myrddin estaba furiosa por las palabras que le había dirigido y sin miedo a las represalias soltó:

-No me importa quién seas o lo que hayas hecho, no me interesa que seas incapaz de sentir cualquier tipo de compasión hacia los que te rodean- sus palabras salían con fuerza desde lo más profundo de su dolor- pero jamás, jamás, te atrevas a disfrutar del sufrimiento de los otros.

Volvió a respirar un par de veces, tranquilizando el hervidero que llevaba dentro y, suavizando su tono se apresuró a agregar

-No tiene sentido que lo hagas, que sientas placer por algo que destruye a alguien más, eso mismo algún día terminará destruyéndote a ti.

Sabía que no era su responsabilidad el dar clases de moral, menos aún a alguien como la bruja que tenía frente a ella, cuya moralidad parecía regirse por un código completamente diferente; aun así no lamentaba el haber dicho lo que pensaba al respecto de las crueles costumbres de su profesora. Aunque no creía que sus palabras hubieran causado ningún efecto en la mortífaga.

Ésta se concentró en decirle su misión, una que le pareció de lo más dolorosa a Demona, a sabiendas de que, sin importar lo que le acabaran de decir, ella no podría recuperar la vida de su madre.

En un abrir de ojos las mazmorras desaparecieron y junto con ellas los dos profesores que se encontraban a pocos pasos de la Myrddin, ésta, desconfiada, observó cómo se alzaba en torno a ella una neblina blanca que no le permitía ver más que a sí misma. De pronto, de un punto incierto a su derecha surgió una figura femenina que se acercó con lentitud hacia ella.

-¿Mamá?- preguntó con la voz temblorosa del llanto que se le acumulaba en la garganta- ¿eres tú?

Con pasos inciertos se dirigió a la mujer: el cabello rubio, los ojos azules e, incluso, su vestido favorito. Todo indicaba que se encontraba frente a su madre. Demona alzó la mano, intentando rozar con sus yemas la mejilla de Mary, quien la veía a los ojos con una dulce mirada, pero su mano no tocó más que el aire en donde debió de hacer contacto con la piel.

-Ya vienen- le dijo- tienes que ser fuerte, tienes que hacer lo correcto.

-¿De qué hablas? ¿Quiénes vienen? Estoy asustada- las lágrimas comenzaron a nublar los ojos de la Myrddin.

-No tengas miedo, cariño, el tiempo puede ser reescrito.

La neblina desapareció, junto con Mary. De súbito Demona se encontró en un jardín que le era bastante conocido, con el sol dándole en el rostro mientras sostenía una flor en la mano. A su lado su madre hablaba con ella como si no se diese cuenta de que acababa de aparecer. Era el día en el que la había visto morir.

Su madre cerró la boca, apretando los labios fuertemente mientras miraba al cielo, con pesar de su corazón Demona también volteó, a sabiendas de lo que se encontraría: la marca tenebrosa brillaba, macabra, en el cielo soleado.

La Myrddin volteó rápidamente a ver a Mary, mientras ésta apuntaba su varita hacia ella lista para hacerle el encantamiento desilusionador.

-¡No!- gritó Demona haciéndose a un lado y evitando el hechizo.

-¡¿Qué haces?! Intento protegerte- le recriminó la rubia con los ojos rabiosos.

-¡Y yo intento protegerte a ti!- exclamó su hija en respuesta mientras alzaba su varita hacia donde sabía que en cualquier momento aparecerían las figuras encapuchadas.

La neblina volvió a cubrirlo todo y Demona relajó un poco su posición de ataque, nerviosa. Su madre volvió a aparecer, no la mujer que hace unos momentos había intentado esconderla en el jardín del castillo, sino la del vestido verde que aún mantenía su suave mirada.

-Cariño, ¿estás segura de lo que haces?

-¿De lo que hago? Intento salvarte, ¡déjame regresar!- Demona volteó a todas partes sacudiendo las manos, intentando disipar la neblina que crecía a su alrededor.

-¿Pero a costa de qué? ¿A qué te lleva la venganza?

-Esto no es venganza porque aún no estás muerta- las palabras salían tan rápido de su boca que era difícil entenderle- yo puedo evitarlo.

-No puedes- le respondió tranquilamente Mary.

-¡Eres mi madre! ¡Dijiste que el tiempo puede ser reescrito!

-Lo sé.

La neblina volvió a irse tan rápido como llegó y Demona nuevamente se encontró en los jardines de su hogar, con su mamá en posición de defensa justo a su lado.

-¡Sorpresa!- dijo una voz suave mientras un grupo de encapuchados se acercaba a donde se encontraban las dos mujeres- supimos que te gustan las sorpresas, mi querida Mary, y decidimos hacerte una, aunque al parecer a tu hermano no le agradan tanto como a ti, por lo que nos hemos tenido que hacer cargo de él- la mortífaga a quién pertenecía la voz señaló con un dedo hacia el cielo- aunque supongo que ya te habías dado cuenta de eso.

La conversación siguió exactamente como Demona la recordaba, incluso con esa explosión de odio que su madre tuvo al final de ésta. Una lágrima rodó por la mejilla de la joven, dolida de las cosas que decía aquella mujer tan amorosa.

-¿Y quién es ella?- preguntó un hombre cercano a las brujas.

-Nadie que te incumba- respondió Demona con rapidez- será mejor que se vayan.

-Niña tonta- el mortífago lanzó un hechizo contra la joven quien, dando un latigazo con su varita impidió que el rayo la golpeara y con otro más dio de lleno en la cara del mortífago quien cayó sobre sus rodillas quitándose la máscara y cubriendo su rostro ensangrentado.

-Vaya, vaya- la mujer que había hablado al principio dio un paso al frente, quitándose la máscara para mostrar un rostro de facciones duras enmarcadas con cabello negro corto hasta la barbilla- parece que tenemos a una pequeña luchadora por aquí, no pareces ser del tipo que apoya a los fenixianos, querida.

-No me llames querida, y claro que apoyo a la Orden del Fénix si eso significa no matar a sangre fría a todo el que no lleve mis ideales.

-¿Y qué es lo que crees que hace tu querida Orden? Golpean y después preguntan.

-Golpean a los malos.

-¿Y quién decide esos parámetros?

Demona no bajaba la varita, una parte de ella sabía que aquella mortífaga tenía razón, que ambos bandos luchaban por controlar lo mismo, y lo hacían bajo sus propios ideales pero, ¿quién se atrevía a decir que las personas no podían tener su propia forma de pensar?

Carraspeó para despejar su mente, ya no se encontraba en medio de la clase, ahora tenía otras cosas porque preocuparse aparte de lo que estuviera bien o mal.

-La raza mágica se extinguiría si ustedes fueran los que mandaran aquí, no mezclar la sangre con los muggles sería una estupidez y eso es lo que ustedes defienden.

-Tal vez tienes razón, nosotros somos los malos- le respondió la pelinegra de forma sarcástica mientras reía, el resto de los encapuchados la acompañó en su mofa- Pero en este cuento los malos son los que ganan, ¡avada kedavra!

Demona se defendió del encantamiento y procedió a atacar, junto a ella su madre también atacaba a los mortífagos, pero sin perderla nunca de vista, temerosa de que le hicieran daño. El duelo continuó unos minutos en los que, invariablemente y vencidas en número, Mary y Demona fueron perdiendo terreno hasta terminar completamente arrinconadas por los mortios.

-Una pena que tengas que ver morir a tu hija, Mary querida- la mortífaga del pelo oscuro le apuntó con su varita susurrando la maldición letal.

-¡No!- grito de madre e hija sonaron al unísono al tiempo en que Mary saltaba frente a Demona, recibiendo el rayo verde y muriendo al instante.

-Estoy conmovida- las filas de los mortífagos rompieron en carcajadas- no te preocupes, pronto irás a alcanzar a mami.

Fue como si todo se hubiera esclarecido para la joven, como si antes viera todo de forma borrosa y confusa, cubierto por un velo que no le dejaba diferenciar entre los parecidos y diferencias de ideales. Ellos eran los malos. Ellos. La Orden del Fénix solamente intentaba proteger a la mayor parte de los humanos, mágicos y muggles, a todos; ellos no querrían exterminar a una raza entera solamente por sus ideales, tan solo se veían obligados a mantener a línea, luchando a capa y espada, a los mortígafos.

Una luz verde iluminó sus pensamientos o es que, tal vez, ya hubiera muerto.

Despertó nuevamente rodeada por la misteriosa neblina, que ya no la sorprendió tanto como en las veces anteriores; ahí estaba su madre, sonriéndole con la tristeza marcada en los ojos.

-El tiempo puede ser reescrito, pero cualquiera que sea el camino que tomes siempre te llevará al mismo desenlace. No tenías forma de salvarme sin morir tú también.

-No me hubiera importado.

-Pero a mí sí.

-Entonces, ¿estoy muerta?- las lágrimas se desbordaban por los ojos marrones de la bruja sin ningún miramiento.

-No, nada de esto es real, todo ha sido un sueño, y ahora es tiempo de que despiertes.

-Pero, ¿te vas a ir?

-Yo nunca existí- Mary extendió su mano hasta llegar a la altura del hombro de Demona, aunque ésta no sintió el roce- tan sólo soy un espectro de lo que recuerdas de mí. Y lo que acabas de ver solamente es un recuerdo modificado de tal forma que tú pudieras hacer las cosas a tu manera y para que te quitaras de encima lo que te impedía ver con claridad cuáles eran tus verdaderas inclinaciones. Te amo, hija.

Mary posó sus dedos índice y medio en la frente de su hija y con un simple “despierta” la regresó a las mazmorras.

Demona sabía que sus profesores lo habían visto todo, por lo que no le importó que la vieran llorar, se tomó varios minutos para volver a lamentarse la muerte de su madre, pero al final se limpió las lágrimas con una orilla chamuscada de su capa y respiró profundamente. Probablemente no era la primer alumna en regresar de la misión.

Holoo, de nueva cuenta vengo a hacer cambios, son unos poquitos, porque no tengo el ánimotiempo de hacerlo bien xDDD

En fin, muchas gracias al mode bonito que venga a hacerme los cambios caprichosos, les dejo la fichita completa :33

http://i.imgur.com/dU7zxKo.png

 

 

http://i.imgur.com/MQPq65E.png

 

 

Nombre del Personaje: Demona Alanna Night

 

Sexo: Femenino

 

Edad: Joven, 17 años.

 

Nacionalidad: Británica.

 

Familia(s):

* Familia 1: Myrddin (sanguínea)

* Familia 2: Rambaldi (adoptiva)

 

Padre(s) Sanguíneo: J.P. Rambaldi Ravenclaw

 

Padre(s) Adoptivos:

 

Trabajo: --

 

 

http://i.imgur.com/1Nn7LZK.png

 

 

Rango Social: Aprendiz

 

Bando: Neutral

 

Rango dentro del Bando: --

 

Nivel de Poder Mágico:--

 

Puntos de poder en objetos: 20

Marca

Hechizos adicionales:--

 

 

Puntos de poder en criaturas: 10

Marca

Criaturas controlables en asaltos y duelos:--

 

 

Habilidades Mágicas:--

 

Conocimientos Especiales:--

 

 

http://i.imgur.com/fgT8iDx.png

 

 

Raza: Humano

 

Aspecto Físico:

El cabello castaño oscuro es ondulado y le llega a media espalda, algunas veces ha intentado llevarlo más corto, pero siempre termina por dejárselo crecer. Su piel es blanca y sobre el rostro resaltan dos ojos color avellana y unos labios finos y rosados.

En cuanto a la complexión no se puede decir que sea muy delgada, su rostro es más bien redondo y algunas curvas acompañan su cuerpo.

 

Su vestimenta siempre es sencilla, ya que la moda nunca ha sido lo suyo; generalmente opta por jeans y zapatos bajos, junto a alguna blusa, si es que está en el mundo muggle, o túnicas y capas sencillas, si está en el mágico.

Cuenta la leyenda que alguna vez se le vio usando vestidos.

 

Cualidades Psicológicas:

Por lo general es una persona alegre, que siempre busca que las personas a las quiere sean felices, aunque por esto tenga que negarse su propia felicidad.

Es relativamente sencillo hacerla enojar, ya que es muy sensible ante los comentarios de los demás, aunque éstos no tengan la intención de ofenderla; generalmente contraataca con palabras, ya que considera que son su mayor virtud; sin embargo estos enojos le pasan rápidamente, ya que no le ve sentido al rencor.

“Pienso más rápido de lo que hablo” menciona con regularidad al dejar frases sin concluir, ideas abiertas o cuando alguna palabra se mezcla con otra en un trabalenguas inexistente.

Es una persona poco sociable, que difícilmente hace amigos y mantiene contacto casi exclusivamente con los miembros de su familia, a quienes quiere con todo el corazón.

Siente una afección especial hacia los animales, a veces más que hacia las personas.

 

Historia:

Demona no tiene historia, ¿cómo tenerla? Un día despertó, no debía tener más de catorce años, y su pasado había desaparecido completamente de su memoria.

 

No intentes recordar. Vive.

 

Decía la nota que encontró a los pies de la cama cuando despertó en una habitación desconocida dentro del castillo de la familia Myrddin, dentro de éste nadie la conocía más que ella misma, pero la aceptaron dentro de la familia con los brazos abiertos.

Despertarse en blanco no era cosa fácil, Demona había abierto los ojos ese día, sorprendida y angustiada a la vez al no reconocer el sitio en el que se encontraba, ciertamente ni sabiendo a ciencia cierta quién era ella. Sin embargo, y con el paso de los días, había aprendido a confiar en una persona: su nombre era Mary**, y la trataba como si fuera su hija.

Le enseñó rápidamente el significado de una familia, y le permitió sentirse parte de la de ella; el cariño que Demona sentía hacia esa mujer de cabello rubio y mirada azul era todo lo que la mantenía con cordura, sin ella probablemente habría perdido la cabeza intentando llevar una vida “normal”, pero Mary no se lo permitió, le hacía llevar las cosas con calma mientras le repetía que no tenían por qué presionar nada, que lo que se tuviera que saber se sabría en el momento debido.

 

Pero su felicidad duró poco, ya que apenas unos meses después de conocerla, Mary fue brutalmente asesinada por un grupo de Mortífagos que decidieron hacer una visita de pura diversión hacia la Fenixiana. Demona que se encontraba ahí ,escondida por su madre, fue incapaz de hacer nada por la mujer que le había dado la esperanza de una nueva vida, hecho que la marcó profundamente.

 

 

**Personaje inventado.

 

http://i.imgur.com/ADP92rD.png

 

 

Objeto Magico Legendario:--

 

Objetos Magicos:

 

Objeto 1: Varita

Nogal negro, centro de pluma de fénix, 36.2 cm, dura.

Clasificación: AA

Puntos de poder: 20

 

 

Mascotas y Criaturas:

 

Criatura 1: Gato

Clasificación: X

Puntos de poder: 10

 

 

Criaturas en la Reserva: --

Criatura 1:

Clasificación:

Puntos de poder:

 

 

Elfos: Maddie, elfina servicial que se encarga de que Demona no llegue tarde a todas partes, como suele ser su costumbre.

 

 

http://i.imgur.com/IIRLyRf.png

 

 

Licencia de Aparición: --

 

Licencia de Vuelo de Escoba: --

 

Registro de elfo domestico: Registrado

 

 

http://i.imgur.com/DfMxRdK.png

 

 

Otros datos:

Demona ama el café y los días soleados con viento.

No existe ningún registro suyo en el mundo mágico ni en el muggle.

Lo único que sabía al despertar era su nombre. Al no recordar su edad exacta ni su cumpleaños se ha inventado una fecha: el 13 de septiembre, que fue el día que despertó a su nueva vida. La edad se la ha inventado, tan sólo tomando los años que los demás le dijeron que aparentaba.

Su gata negra, Stelmaria, la cela y protege de todo el mundo, incluso sean amigos o familiares.

Sus nombres siempre le han parecido una contradicción, ya que Demona viene directamente de aquella palabra a la que tanto se parece, demonio, pero Alanna tiene el significado de "brillante".

 

Cronología de cargos: --

 

Premios y reconocimientos: --

 

 

http://i.imgur.com/9KzfDAr.png

 

Link al Perfil de Comprador MM: 152

Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 97754

Link a Bóveda Trastera: --

Link a Bóveda de Negocio: --

Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda Familia Myrddin

Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia Rambaldi.

Muchas gracias de antemanoo *o* y prometo no volver a molestar en un mes, al menos que sea necesario (?) xD

*me fui*

El duelo había cambiado de rumbo, y Demona lo notaba, la expresión de su contrincante se lo decía y, por supuesto, el hechizo que dirigió hacia a ella no pudo más que confirmar este hecho. El rayo la golpeó directamente en el pecho, provocándole un agudo dolor mientras sentía como se abría éste, con numerosos cortes en la piel; su sangre se mezcló con el agua dulce, dándole la sensación de que nadaba en aguas más oscuras, algunos animales (sospechosamente carnívoros) se acercaron con curiosidad a la bruja, que luchaba por controlar el dolor que comenzaba a nublarla, pero ella los espantó con sendas patadas proporcionadas a unos cuantos de ellos.

<<Episkey>> pensó con debilidad, mientras se apuntaba a sí misma con su varita de nogal, el hechizo actuó con rapidez, haciendo que el sangrado se detuviera, aunque sin aliviarla completamente. Eso serviría por el momento.

Le asustaba que Vrael hubiera cambiado tan pronto el destino de sus hechizos, hiriéndola realmente sin atisbo de culpabilidad. De pronto la parte superior de su vestimenta se transformó en una avispa marina, producto de un morphos de su compañero, supo que ya no había forma de cambiar el rumbo del duelo; su boca seguía completamente seca, por lo que solamente sus expresiones podrían haber servido para mandar algún mensaje a Vrael, que la miraba fijamente mientras el animal de su creación hundía su aguijón en la carne de Demona al inyectar su veneno letal, ella no lo sintió de inmediato, aún noqueada por el dolor que el sectusempra le había dejado, aunque sabía que el efecto de aquél sería rápido y letal por lo que no dudó en levantar su varita por última vez hacia Vrael mientras pensaba <<Fuego púrpura>>

De la punta de la madera salió una llamarada violeta, cuya visión en el agua parecía realmente fantástica, ésta se extendería frente a ella, abriéndose y dejando inconsciente a todo aquél ser vivo que tocara, entre ellos el joven brujo Vrael.

A pesar de todo, Demona no quería hacerle ningún daño irremediable.

Demona se sentía bastante incómoda con la actividad que estaban realizando, en parte porque no quería meterse con cosas tan personales de sus compañeros cómo eran sus recuerdos y, claro, porque tampoco quería que ellos conocieran sus vivencias de aquella forma; sin embargo entendía que esto les permitiría abrirse más unos a otros, dándoles la capacidad de expresar con mayor libertad el porqué de sus elecciones e inclinaciones.

Observó los recuerdos atentamente, esperando sacar de ellos sus mejores conclusiones, y poder entender la forma de pensar de sus compañeros así como de sus maestras.

La primera que lo mostró fue la profesora Malfoy, enseñándoles el método para sacar a relucir las memorias; luego de ella le siguieron sus tres compañeros, enseñando cada uno el recuerdo que creía más apropiado para la ocasión. Finalmente fue su turno, dio un paso al frente, dubitativa, extendiendo la mano para recibir la daga que los transportaría dentro de su propia mente.

-Lo que les voy a mostrar- dijo antes de comenzar- es un poco más reciente que varios de sus recuerdos, a ver qué tal va.

El recuerdo los remontaba poco tiempo atrás, unos meses cómo mínimo y un año cómo máximo. La bruja llevaba el cabello castaño recogido detrás de la cabeza y una enorme sonrisa pintada en el rostro por el espléndido día que hacía, y no era solamente por el sol brillante y el verde del jardín en el que se encontraba, sino también porque en esos momentos ella tenía una verdadera razón para aquella sonrisa: estaba más feliz de lo que había recordado estar nunca.

Claro que esto no era para tanto, tomando en cuenta que apenas hace unos días que su memoria había re comenzado; despertarse en blanco no era cosa fácil, Demona había abierto los ojos ese día, sorprendida y angustiada a la vez al no reconocer el sitio en el que se encontraba, ciertamente ni sabiendo a ciencia cierta quién era ella. Sin embargo, y con el paso de aquellos pocos días, había aprendido a confiar en una persona: su nombre era Mary, y la trataba como si fuera su hija.

Le enseñó rápidamente el significado de una familia, y le permitió sentirse parte de la de ella; el cariño que Demona sentía hacia esa mujer de cabello rubio y mirada azul era todo lo que la mantenía con cordura, sin ella probablemente habría perdido la cabeza intentando llevar una vida “normal”, pero Mary no se lo permitió, le hacía llevar las cosas con calma mientras le repetía que no tenían por qué presionar nada, que lo que se tuviera que saber se sabría en el momento debido.

El tan mencionado día del jardín parecía ser la cumbre de la felicidad de Demona, quién deambulaba por entre los arbustos mientras Mary le platicaba sobre su vida, la rubia era una conocida integrante de la Orden del Fénix sociedad qué, según cómo se lo contaba ella, se encargaba de mantener la paz frecuentemente mutilada por los Mortífagos, fieles seguidores de los ideales de Lord Voldemort.

A Demona se le erizaba la piel solamente de escuchar ese nombre, sacudió la cabeza mientras recortaba una flor y se la tendía a su madre, pero ésta ya no la miraba, sino que sus ojos azules se encontraban fijamente puestos en el cielo. Cuando Demona levantó los ojos hacia éste se encontró con una forma que, aunque bien nunca había visto, había escuchado varias veces sobre ella. La calavera verde centelleaba con malicia mientras una serpiente le salía de la boca, como si fuese su lengua.

Todo ocurrió tan rápido que, horas más tarde, la joven reflexionaba que en realidad no sabía se habían pasado minutos u horas.

Mary la apuntó con su varita sin decir ni una palabra, aunque Demona sintió el efecto que el hechizo de ésta le causaba, como si le hubiesen echado una cubetada de agua fría que la heló por completo; el hechizo desilusionador la ocultaría de quien sea que acabase de llegar.

-No hables, ten cuidado- le murmuró su madre quien, sabiendo su posición, la empujó con el antebrazo hacia atrás de ella, quitándole su varita de paso y guardándosela en el interior de la túnica.

-¡Sorpresa!- dijo una voz suave mientras un grupo de encapuchados se acercaba a donde se encontraban las dos mujeres- supimos que te gustan las sorpresas, mi querida Mary, y decidimos hacerte una, aunque al parecer a tu hermano no le agradan tanto como a ti, por lo que nos hemos tenido que hacer cargo de él- la mortífaga a quién pertenecía la voz señaló con un dedo hacia el cielo- aunque supongo que ya te habías dado cuenta de eso.

-¿Qué buscan aquí?

-Oh, nada en específico, tuvimos noticias de que en este sitio vivía una particular familia de, ¿cómo se hacen llamar? “fenixianos”. Así que vinimos a visitarlos, muy a nuestro estilo… eso hay que admitirlo, tenemos estilo.

La expresión de Mary había cambiado de forma substancial desde que los mortífagos habían aparecido, su rostro, antes dulce y amable, se había tornado oscuro, con una mueca de desprecio que le quitaba a sus facciones lo hermoso que poseían.

-Me dan asco- les respondió con una voz afilada como el acero- me gustaría matar a cada uno de ustedes, destruirlos trozo por trozo; lo que me han hecho todos estos años, lo que le han hecho a mi familia, ¡al mundo entero! Eso no puede ser perdonado, son unas criaturas viles, despojadas de sentimiento. Ni siquiera merecen ser llamados humanos.

Con gesto de repulsión Mary escupió a sus pies, enarbolando su varita en alto y mandando una maldición que hizo que la mitad del jardín se levantara en una explosión de tierra y fuego. Sin embargo poco era lo que ella pudiera hacer contra tantos magos en su contra, en un instante la habían recluido a un rincón, donde ella seguía lanzando hechizos a diestra y siniestra hasta que, con una sonrisa triunfal, la mujer que había hablado antes murmuró la maldición asesina que extinguió la luz que aún emanaba de los ojos azules de la odefa.

Demona retrocedió sorprendida, sintiendo como si algo se hubiera roto dentro de ella, durante la batalla no había podido mover un solo músculo para ayudar a su madre, y sabía que, aunque hubiera tenido su varita, no podría haber hecho demasiado por ella, aunque lo habría intentado.

El entorno se desvaneció tan rápido como había venido, y la bruja se encontró nuevamente con la daga firmemente agarrada en su mano, se la devolvió a su profesora y dio unos pasos hacia atrás.

-Lo que más me sorprendió aquél día- dijo mientras se quitaba un par de lágrimas de los ojos- es la forma en como las personas pueden cambiar de un momento a otro. Miren a mi madre, por ejemplo, que mostró su lado más oscuro en sus últimos momentos de vida.

Revivir aquél momento había provocado que su corazón se estrujara dentro de su pecho, doliéndole hasta la médula. En aquél encuentro ambos bandos habían demostrado la maldad que poseían.

La bruja no quiso atrasarse ni un poco, así que procuró andar pegada al grupo todo el tiempo, manteniendo un andar constante detrás de sus compañeros. El antifaz le molestaba un poco, ya que impedía que su visión periférica fuera completa, esperaba que, cuando finalmente lograra graduarse de la Academia y unirse a las filas fenixianas, la luz que usaban ellos no le ocasionara ningún problema parecido. Aunque estaba casi completamente convencida de que no lo haría.

Sin duda la torre estaría perfectamente protegida, para que nadie pudiera entrar ni salir sin permiso, tal y como demostraron los diversos obstáculos que fueron pasando uno a uno sin que les afectaran en lo más mínimo, seguramente por sus guías de la Orden.

Al llegar a cierto punto Jessie abrió una puerta oculta, hacia donde nos dirigimos todos mientras ella nos explicaba que en aquél sitio era donde descansaban los guardianes de la prisión; el sitio estaba compuesto de una sala circular con algunos cómodos asientos, mesas y comida. El lugar parecía totalmente fuera de contexto con el sitio que sabía que tenían sobre su cabeza, donde encerraban y custodiaban a crueles mortífagos.

Al salir de ahí también los guiaron por algunas celdas de baja seguridad, de modo que, conforme subían los pisos, iban notando que los lugares de encierro eran cada vez más sofisticados y planeados para magos más poderosos, así las posibildades de que los magos oscuros escaparan eran escasas, aunque había que recordar que no eran nulas.

Al llegar al último piso Demona se preguntó que hechiceros habrían estados recluidos en aquél sitio tan protegido y, con una sonrisa traviesa dibujándosele en el rostro, también se atrevió a preguntarse qué pasaría si alguien quedara encerrado ahí por error, sin que nadie lo supiera.