Demona A. Night

Rol para tarea de RB (no vengan a regañar, mortis e.e (?) )

Me dirigí al cuarto piso del Ministerio de Magia, buscando el sitio preciso donde tendría que realizar mi trámite. Encontré el sitio rápidamente, la División de Seres, Duendes y Espíritus, estaba ubicada justo a lado de la entrada, a la derecha.

Entré en la oficina, dispuesta a empezar y concluir mi trámite de manera exitosa.

Para mi sorpresa me encontré con que dentro del mismo departamento estaban Meissa y Jay, a quienes saludé amistosamente con cuidado para no desconcentrarlas de sus trámites.

Revisé de nueva cuenta mis papeles, quería que todo estuviera en orden para hacer el registro, como me pareció que así era entregué el formulario a alguien que me pudiera atender.

Ficha para el Registro de elfos.

 

• Nombre del elfo (Es elfina): Maddie

Indicar si sirve a un mago/bruja, familia o negocio: Bruja

 

• En caso de servir a un mago/bruja

Nombre del mago/bruja: Demona A. Night

Tiempo en el que lleva sirviendo al anterior: Dos años.

Nombre de quien lo registra: Demona A. Night

 

• Link de la ficha de personaje, registro de negocio o registro de la familia para la que sirve el elfo: Ficha

-Espero que todo esté bien- dije con una sonrisa en el rostro.

Ania se deshizo de mi rayo invocando algunas aves. Me observó gritándome que ella no le encontraba lo divertido a nada.

-Eres una amargada- respondí alzando la voz, con otra risa atrapada entre los labios-. Si alguna de las dos estuviera herida, al menos...

Ella no esperó e invocó tres gruesas cuerdas.

-Descendo- dije velozmente sin darle oportunidad a las cuerdas de separarse entre ellas, ni de acercarse a mí. Los tres objetos cayeron al suelo tras la onda mágica- Es solo una práctica amargadeitor... sabes, se me ocurre una idea para que sueltes una sonrisita... Rictusempra

Exclamé, mientras de la punta de mi varita un rayo de luz plateada salía en dirección a mi oponente. De acertar en su objetivo, el hechizo haría que Ania comenzara a retorcerse de la risa por las cosquillas provocadas por el encantamiento. Impidiéndole efectuar hechizos con eficacia. Esperaba que eso me brindara algo de ventaja.

Demona Alanna Night. Flashback. Antes de Numen

Llegué a la trastienda atraída por la idea de una mascota, ya varias personas me habían recomendado el sitio, así que caminé por el interior con una sonrisa en el rostro.

-Miren que tenemos por aquí- dije mirando el sitio donde varios gatitos retozaban felices-. Creo que ya sé que es lo que quiero...

Tomé a uno de ellos entre mis brazos y me dirigí hacia el mostrador, donde rellené el formulario necesario.

ID: 116057

Nick: Demona A. Night

Bóveda: Bóveda nº 97754

Fecha: 2012-07-26

 

 

Nombre del producto: Gato

Objetos, Criatura o Poción: C

Catalogación: X

Puntos por unidad: 10

Cantidad de unidades: 1

Precio por unidad: 100 G

 

Precio total: 100 G

Total de Puntos: 10

 

Si es una criatura para personaje, colocar el Rango Social del comprador: Aprendiz

Se lo tendí a uno de los dependientes, esperando que lo revisara y me indicara si tenía algún error, mientras tanto acariciaba la cabeza del pequeño felino.

Desde el suelo Ania me volvió a apuntar con su varita, de la punta de esta salieron doce brillantes medialunas que se dirigieron velozmente hacia mí, no tardé más que un par de segundos en reaccionar:

-Evanesco- exclamé apuntando a las medias lunas que se desvanecieron en el aire. Pensé rápidamente en un ataque, y aún observando de reojo a las gaviotas que bajaban al mar, miré a los ojos a mi amiga, quién en ese momento se levantaba de entre las rocas y murmuré:-. Petrificus totalus

El rayo salió de mi varita, si impactaba contra Ania la inmovilizaría totalmente, impidiendo que realizara otra acción.

Esbocé una media sonrisa, esto estaba siendo de lo más divertido.

Incliné la cabeza hacia adelante, mi cabello castaño cubría parte de mi rostro y se pegaba a mi frente: húmedo de sudor y sangre.

Sentí otro golpe desgarrando mi piel, la carne ensangrentada creaba una masa ardiente cuyo rastro escarlata se extendía por el suelo, debajo de mí. Otro alarido intentó subir desde mi estómago, pero lo contuve en la garganta, tragándome el dolor; no le daría a esa mortífaga la satisfacción de verme sufrir. Aunque mi rostro con los ojos firmemente cerrados, y la solitaria lágrima que corrió por mi mejilla opinaran diferente.

Yo sabía que podía resistir esto, todo estaría bien. No me podía dejar llevar por el miedo.

Un certero golpe de las garras metálicas en mi estómago hizo girar mis pensamientos, y caí irremediablemente en la inconsciencia.

OFF.

Hoy no tengo ganas de off :3

(cofcofNadieMePelóEnElAnteriorcofcof )

Observé como Ania se defendía de mi hechizo y luego lanzaba un morphos a mi chaqueta que se transformó en una avispa marina, sentí con asco y dolor su aguijón perforando mi piel mientras la criatura caía muerta.

-Morphos- murmuré apuntando a una de las tantas piedras que había en el suelo, ésta se transformó en un bezoar que tragué rápidamente.

Volví a apuntar hacia mi contrincante y pensé:

-Zancadilla- el hechizo surtió efecto de inmediato, tirando a Ania de bruces y atándole un lazo mágico a los tobillos. Tendría que finalizar el hechizo antes de continuar.

Y de absolutamente todas las sorpresas que puede haber en un circo, todo lo divertido y emocionante... terminé desangrándome a los pies de una mortia. Genial. Simplemente genial.

Era una sensación extraña la que sentía recorrer mi cuerpo... ¿mi cuerpo? ¿dónde estaba? Reí ante la sensación de incorporeidad, pero no duró mucho.

-Bien, veamos que tienes para decirme- escuché una voz femenina (Juve) que murmuraba algunas palabras que aún no alcanzaba a comprender. Sentía el cuerpo pesado, pero mis heridas habían sido curadas, desde mi punto de vista eso no podía significar nada bueno.

Antes de que pudiera recuperarme del todo la mujer se acercó a mí con un movimiento de su varita, ajustó en mi mandíbula un extraño artefacto que no me permitía emitir ningún sonido.

La mordaza se ajustó a mi cuello con una fuerza sorprendente, y apreté los ojos para soportar el dolor, aunque sabía que este apenas comenzaba.

La mortífaga continuó hablando, intentando amedrentarme con cada una de sus palabras, me hubiera gustado decirle muchas cosas pero el metal me impedía pronunciar cualquier posible frase.

Me dio la espalda mientras aparecía unas garras con una sádica sonrisa en su rostro. Cuando sentí el metal sobre mi pierna no pude más que ahogar un bajo gemido que urgía por salir de mi boca. Ella no se detuvo, sus amenazas retumbaban en mi mente y volteé a ver sus ojos con determinación, estos eran tan crueles que después de unos segundos dejé de sostenerle la mirada.

Podría soportar la tortura, pero la violencia que se respiraba en el aire me dañaba profundamente, ¿cómo había gente tan despiadada?

OFF.

Y si hago off aquí y me torturan más D:

Pero... siempre hago off

Tengo una idea

Aparecí en un suelo desnivelado, llevada desde el jardín de la Academia por un traslador, miré a mi alrededor reconociendo el terreno: me encontraba a la orilla del océano, en una playa llena de guijarros y rocas de todos los tamaños, la olas chocaban furiosas contra la orilla, unos dos metros a la derecha y tres hacia abajo de donde yo estaba; una caída por ese bajo barranco significaría la muerte segura ante las afiladas rocas que se dejaban entrever.

Frente a mí se extendían los guijarros hasta donde alcanzaba a contemplar, absolutamente todo con el mismo suelo irregular; a la izquierda una alta pared de piedra maciza dejaba tan solo algunos metros de anchor para antes del barranco, espacio que sería vital para el duelo que estaba a punto de realizarse.

La nula vegetación le daba al lugar un triste color gris, avivado tan solo por el bramar de las olas y algunas aves costeras que bajaban a pescar en las torrenciales aguas. Si es que el mar no lograba pescarlas a ellas primero.

Repentinamente, a no más de siete metros frente a mí, apareció mi contrincante. La observé por un instante, dudosa de su identidad, me llevé una mano a la cabeza al darme cuenta de quien era:

-¡Ania!- grité para hacerme escuchar sobre el sonido del océano- No puedo creer que nos haya tocado juntas, ya verá ese profesor de pacotilla cuando me lo encuentre.

Me tapé la boca preguntándome si el profesor Zack no estaría vigilando, era lo más probable. Solté una risa mientras bajaba la mano y sacaba mi varita del bolsillo del pantalón.

La miré a los ojos, pensando que enfrentarme a mi amiga era un reto enorme, aunque probablemente así estuviera planeado. Dudaba si debía atacarla directamente, como si me enfrentara a un verdadero enemigo, o si tendría que lanzarle hechizos suaves para no herirla.

Por un momento me puse en los zapatos del mortífago, viendo la escena desde fuera, solté un suspiro al saber que seguramente él se inclinaría por la primera opción. Y no estaba en mis planes a corto plazo llevarle la contraria y reprobar.

<<Al mal paso darle prisa...>> Pensé haciendo una leve reverencia hacia Ania, y sin más me dispuse a atacar.

-¡Sectusempra!- exclamé apuntando hacia ella, el rayo de luz dio directo contra su pecho, provocándole varias heridas sangrantes en la piel que la podrían llevar a la inconsciencia total. Necesitaría curarse correctamente antes de continuar el duelo o de lo contrario quedaría muy débil o incluso podría morir.

Esperaba que esto último no fuera tan viable.

OFF.

Yo sé que Zack nos observa e.e ¿quién es mi mortio favorito, quién? *lo soborna con halagos* (?) xDD

Observé como el grupo de Evanik se marchaba y respiré profundamente tres veces para calmar los nervios que me habían empezado a brotar.

Escuché las instrucciones del profesor Marcus y me dirigí a la cocina con otros dos de mis compañeros; a pesar de lo que había dicho al inicio de la noche, esperaba que no tuviéramos ningún inconveniente en lo que durara la reunión. Dí un par de vueltas por la amplia cocina, observando que nadie interrumpiera el trabajo de los chefs, quienes de manera afanosa hervían, cortaban, asaban y horneaban un sinfín de distintos platillos.

Unos minutos después cuatro jóvenes tomaron charolas de plata repletas de copas y un par de botellas, salieron con la espalda derecha y los trajes perfectamente planchados, listos para comenzar a repartir las bebidas.

Desde mi sitio escuchaba las risas y platicas de los invitados, ruidos que se mezclaban con los gritos y el mareante vapor del interior de la cocina; tal vez podría haber ido con otro de los grupos, ahora me sentía bastante sofocada.

Un agudo grito del interior de la mansión me congeló en mi sitio por un momento, helándome la sangre y poniendo a trabajar mi cerebro. Me moví rápidamente, sacando mi varita de un bolsillo oculto entre los pliegues de mi vestido; me encaminé hacia la puerta de la cocina, la que daba al interior de la mansión, ésta se abrió unos segundos antes y por ella entraron tres de los cuatro jóvenes, con las manos vacías y el rostro pálido.

Les exigí una explicación, pero esta no fue necesaria, ya que al instante la luz plateada de un patronus iluminó nuestros rostros tomando la forma de un felino que habló con la voz del McGonagall pidiéndonos que entráramos al salón principal.

-Hay un asesino entre nosotros- dijo señalando el cuerpo inerte de un hombre al centro de los invitados. Claramente las causas naturales quedan descartadas; estaba bien minutos antes. Que nadie salga y no permitan que nadie más entre a la mansión. Debemos descubrir quién fue, y ustedes deberán ayudar

Con el corazón en un puño me dí la vuelta y corrí a sellar las puertas exteriores de la cocina con un efectivo "Fermaportus".

La escena me había perturbado bastante, aunque había algo que me llamaba demasiado la atención... no podía dejar de pensar en la copa vacía que reposaba a un lado del cadáver del embajador, ni en el joven mesero que no había regresado a las cocinas después del alboroto.

Me acerqué a algunos de mis compañeros y les murmuré lo que había visto; quizá el asesino ya hubiera salido de la mansión, o había encontrando un buen sitio para esconderse dentro de ella.

OFF.

Bueh, espero entrar a tiempo, ya había MPeado (? a Addison dejo mi rol, la parte escencial de mi ficha en spoiler. La iré mejorando con ustedes aunque aún hay varias cosas de historia que debo aclarar con varias personas.

-Merlín, muchas felicidades- la volví a abrazar entre risas, su primera reacción me había sorprendido, aunque después de esa rimbombante carcajada sabía que no había cambiado ni un ápice.

Mire a mi alrededor, contemplando el dormitorio del que tantas veces había oído y por vez primera veía con mis propios ojos. Sonreí, feliz de haberme encontrado el tiempo para llegar a la casa de los dragones.

-Tienes que darme un recorrido, que esto es impresionante- pase mi cabello detrás de mi oreja derecha, y ambas bajamos de los dormitorios, me detuve frente al tablón de anuncios mientras veía como una chica se alejaba de él. Leí el anuncio que acababa de dejar en ese sitio, ligeramente conmovida- generaciones van, generaciones vienen- le dije a Ania-. Honremos la memoria de estos geniales dragones.

No pude evitar soltar una carcajada, pensando que si me había tardado tanto en pasar a mi casa era poco probable que lograra alcanzar o superar a generaciones pasadas. Ya se vería.

¿Y qué le ha sucedido a la mejor tributo de toda la arena?

¿Estará por ahí corriendo por su vida? ¿o acaso creando alguna estrategia para ganar? ¿se habrá aliado?

¡No lo sé!

Lo que sí sé es que yo la apoyo, Aicitel, Aicitel, ra ra ra!!!

Te quiero hermanosa, vas con todo. ¿Ha habido problemas con lud? Lo puedo golpear si quieres

Llegué a la sala con un cierto nerviosismo recorriéndome la espina dorsal, hace ya un par de semanas que me había llegado la lechuza avisándome mi entrada a la casa de los Dragones, sin embargo no había podido llegar a esta por diversos asuntos familiares y escolares.

Pero al fin estaba allí, recorrí el lugar en silencio, intentando confundirme con las paredes y el fuego crepitante, subí las escaleras hasta encontrar la puerta del dormitorio y la abrí lentamente.

Sentada en una cama había alguien que se me hizo bastante conocida, así que la rodeé con un poco más de alegría para encontrarme cara a cara con Ania, mi antigua compañera de Generales.

Solté un gritito de alegría y me abalancé sobre ella, derramando sobre la cama la tinta con la que la chica estaba llenando unos pergaminos.

-Perdón, perdón. Que torpe- murmuré mientras me levantaba y agitaba mi varita para limpiar el desaste- . Que gusto encontrarte tan pronto, creí que moriría sola entre viejos Dragones.

La volví a abrazar, esta vez con más precaución para no tirar nada.

-¿Qué es eso?- dije señalando a su pecho donde relucía una insignia- ¡No lo puedo creer! ¡Eres prefecta!

Finalmente empezaría lo interesante de las clases, la práctica. Reconocer los errores del duelo de los profesores me había ayudado a entender un poco mejor lo que debía hacer, sin embargo no puede evitar el ligero temblor de mis manos cuando fuimos divididos en dos grupos, y quedé asignada al del profesor Zack.

Su fría mirada ofrecía poco apoyo al momento de quedar justo frente a él, escuché sus palabras mientras los alumnos formábamos una fila listos para el primer ataque.

-Bien, por ahora lo que quiero es que se defiendan de todos mis hechizos y o ataques que vayan en su contra. Espero que hayan aprendido al menos a como defenderse

Repitió el mismo proceso con cada uno de mis compañeros, cuando al fin tocó mi turno respiré profundamente mientras lo apuntaba con mi varita.

-Morphos.- dijo el profesor mientras mi chaqueta se convertía en un extraño ser marino que hundió su aguijón en mi espalda; solté un ligero gemido de dolor mientras la criatura caía al suelo, seguramente muerta.

El ardor me hizo detenerme durante una milésima de segundo, pero sabía que el juego no había terminado, alcancé a distinguir la intención de Zack mientras pronunciaba su hechizo, así que murmuré de forma veloz mi defensa.

-Protego- el rayo de Zack no logró dar contra mi cuerpo. Rápidamente apunté a una roca cercana a mi pie- . Morphos- dije en un susurro, llevándome la roca a la boca mientras esta se convertía en el bezoar que me curaría del veneno.

El profesor bajó la varita, y yo pude cambiar de lugar con otro de mis compañeros, al terminar todos sus ataques se volvió a dirigir a nosotros, claramente ansioso por seguir atacándonos.

-Ahora vamos con lo que llamamos "intercalaciones"- Zack dio un abreve explicación de lo que teníamos que hacer, y nuevamente nos formamos frente a él, para mi mala suerte vi que frente a mí tan solo se encontraba una alumna más.

Genial. Tendré que aprender por las malas. Pensé mientras le daba un vistazo a mis compañeros quienes tomaban nota mental de todo.

Cuando estuve parada frente a él, sostuve firmemente mi varita delante de mí y me preparé para atacar.

-Desmaius- exclamé mientras el rayo se dirigía hacia su objetivo, si impactaba contra Zack el hechizo lo paralizaría, tirándolo al suelo y dejándolo inmóvil e inconsciente.

-Avis- el hechizo del profesor creó doce pájaros, parando mi rayo y saliendo completamente inmune del ataque.

Las aves se desvanecieron mientras el mortífago apuntaba hacia mí, empezando a pronunciar su hechizo. No esperé ni un segundo antes de adelantarme a su grito.

-Silencius- la voz de Zack se interrumpió a media palabra, dejando tan solo las letras "expe" flotando en el aire, tomé aire antes de lanzar mi último hechizo- Expelliarmus

El rayo voló directo a la mano del hombre, desprendiendo su varita de ella y mandándola a volar a unos tres metros de distancia.

OFF.

Espero que esté bien y a tiempo

Pues al igual que Akiza yo también vengo a pedir mi baja de la familia v.v

Conocí a mucha gente bonita pero es tiempo de que me mueva un poco para no enterrar raíces (?

Gracias a los que me incitaron a inscribirme en este bella familia.

Nos seguimos viendo por ahí

Observé con atención el duelo de los profesores, quienes se atacaban con evidente frustración. Aunque intentaban comportarse, era claro que no tenían una buena relación y lo único que deseaban era hacerse verdadero daño.

Apunté unas cortas líneas en un pergamino, intentando identificar todos los errores posibles del duelo; cuando los profesores detuvieron el duelo miré con tristeza mi tarea y me encogí de hombros. Le entregué una copia a cada profesor.

-Se hace lo que se puede- le dije a algunos de mis compañeros que también entregaban sus pergaminos, cabizbajos.

OFF.

toda triste, yo. Les envío el MP

Garabateaba sobre un pergamino amarillento, al principio fueron palabras que conformarían una carta, pero mientras mi mente empezaba a divagar mis trazos se empezaron a extender por toda la superficie. Me mantuve en este estado un par de minutos, tras el silencio de mi habitación tan solo se escuchaba el rasgueo constante de la pluma y el suave gorgoteo de su punta al hundirse en la tinta.

Un sonido logra sacarme de mis ensoñaciones, haciéndome volcar el tintero con la mano derecha; insulto por lo bajo a la lechuza que golpea la ventana y me levanto a abrirle, la majestuosa ave entra volando hasta posarse sobre la tinta y consigo arrebatarle la carta antes de que se manche del líquido oscuro.

-Anda, vete- le digo al animal al observar sus patas manchando cada vez más el pergamino. La lechuza no se mueve de su sitio y comienza a acicalarse las plumas, llenándose de tinta negra-. Bah, has lo que quieras.

Leo la carta con un cosquilleo subiéndome por el estómago, por fin, adiós aburrimiento, pienso mientras con un movimiento de la varita limpio el desastre de la tinta, dejando al perfil del lobo seguir aullando al garabato de la luna.

____

A penas un par de horas más tarde ya estaba llegando a la mansión que indicaba la carta; para la ocasión había elegido un vestido negro corto y unos tenis del mismo color, tal vez no era lo adecuado para una reunión tan formal; pero en un trabajo como éste la comodidad era esencial, no sabía lo que podía pasar.

Unos metros más adelante descubrí una figura conocida, la seguí hasta la parte trasera de la mansión. Sol, mi antigua compañera de Generales, al parecer también había sido llamada.

Ya había un pequeño grupo reunido en torno a dos personas que parecían ser las que mandaban, después de oír las cortas presentaciones de mis compañeros fue mi turno de hablar.

-Hola, mi nombre es Demona Alanna Night. Y será un placer trabajar con ustedes esta noche, esperemos que nada se nos salga de las manos- esbozo una ligera sonrisa ante mis últimas palabras, ya que sé que todos somos aprendices y cualquier cosa podría salir mal.

Finalmente nos indican que nos separemos en dos grupos, para así poder cubrir tanto la parte interior, como la parte exterior de la mansión. Me uno a mi grupo lista para comenzar.

OFF.

Hola Me cuesta admitirlo pero necesité mucha fuerza de voluntad para rolear xD ¡no dejaré la Academia, no señor!

En fin, para los que no me conozcan (cofcof los que no hayan llevado clases conmigo cofcof), me llamo Laura, tengo 15 años y soy mexicana.

Me gustan los días con viento, comer chocolate, leer, escribir, ir al cine y la música.

Bah, todo eso le gusta a cualquiera.

Ah, amo la luna con todo mi ser

¡No nos moverán, y el que no crea que haga la prueba! ¡No nos moverán, y el que no crea que haga la prueba! ¿Y los roleadores? ¡No nos moverán! ¿Y los moderadores? ¡No nos moverán!

Bieen, no estamos en una protesta ni nada... jaja pero estamos presentes.

Y aunque esta vez nuestra genialosa tributa no ganó, vienen más y más pruebas, así que ¡a animar!

¡¡¡Papilio Caseum, In papilio est regina!!! (joo, ahora sé lo que significa)

Club de apoyo de Aicitel presente en los Juegos del Hambre Mágicos.

*les deja papitas a todos*

Lo pensé, lo pensé y lo volví a pensar... pero finalmente dije "¡Que demonios, me inscribiré!"

Y acá estoy, dispuesta a apoyarte. No sé que es lo que tenga que hacer .-. peeero supongo que en algún momento me enteraré xD

Mientras tanto ¡arriba Aicitel!

Tendrás que decirme que significa el lema "In papilio est fortis et scit pro eius vita"

*me fui* (mentira, ya sabes por donde localizarme )

¡Leeeti, Leeeti, ra ra raaa!

Esa mañana me levanté muy temprano, ya que acababa de recibir una lechuza donde me indicaban que la clase de duelo había comenzado; arreglé mi cabello castaño en media coleta y me vestí con unos pantalones negros, una sencilla blusa blanca sin mangas y una chaqueta, negra también.

Salí en dirección a la Academia con la mirada ligeramente baja, aunque siempre estaba bien dispuesta a tomar mis clases sabía que duelo no era lo mío, por más que lo quisiera simplemente no podía pararme frente a una persona e intentar hacerle daño. Yo sabía que esto no estaba bien, ya que los duelos no solo se hacen de forma amistosa en las clases, sino que si algún día tenía que enfrentarme a alguien en un verdadero duelo, sería un blanco demasiado fácil.

Por fin llegué a mi destino, no me fue difícil localizar al grupo, ya que este se encontraba en un jardín en la parte de atrás de la Academia, un lugar bastante lógico para realizar este tipo de actividad.

Apenas habían llegado un par de personas, entre las que reconocí a Lud, con quien había tomado la clase de Generales. Lo saludé con la mano y después me senté directamente en el suelo; al ver que nadie más llegaba saqué un trozo de pergamino y me puse a garabatear un poco en él, dibujando formas caprichosas sin un sentido aparente.

Pasados algunos minutos mis demás compañeros empezaron a llegar, éramos un grupo bastante numeroso y yo ya podía ver varios rostros familiares.

Finalmente los profesores, Zack y Kris, se presentaron ante el grupo, Zack nos invitó a sentarnos en el césped y yo miré nerviosa a mi alrededor, dado que no me había levantado de éste desde mi llegada.

Nos repartieron unos panfletos con información sobre la clase, lo leí con interés diciéndome a mí misma que quizá, después de todo, la clase de duelo no fuera tan mala.

OFF.

Bieeen, pues yo me llamo Laura tengo 15 años y soy de México. También estoy de vacaciones afortunados que somos todos.

Pues como ya dice mi pj no estoy segura de convertirme en la mejor duelera... duela... dueleadora (? Pero bueh, que haré mi mejor esfuerzo.

Me gusta el chocolate, leer, la música y ver la luna *-*

Ya, creo que es todo, me sorprende alegra que en el inmenso grupo conozca a tantos :3 (cofcof chicos ya no reprueben cofcof)

Nos seguimos leyendo.

No sean spammeadores

Regalenme su tiro del dado

Cuando iba a postar iban por el 20... publiqué y caí al 40

Da igual, nunca ganaré

por eso los abodezco (?

Tercera planta. Parto de Andrómeda.

Apresuré los pasos por el pasillo del hospital, estaba tan nerviosa que en una ocasión choqué con un medimago que salía de una habitación a mi derecha, me disculpé sin prestarle especial atención y continué caminando un poco más despacio hasta el lugar que me habían indicado.

Antes de llegar me topé con un grupo de rostros conocidos.

-¡Bini!- dije con alegría- creí que no llegaba. En cuanto pude me vine volando, no literal, claro. Pero... bueno, gracias por avisarme, estoy tan perdida que me hubiera enterado en la fiesta de cinco años del pequeño... ¿o pequeña? Ya no sé, ¿qué es lo que saben?

Las palabras salieron atropelladas por mi boca, y tuve que repetir una que otra frase para que me pudieran entender.