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Isabrella

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Mensajes publicados por Isabrella

  1. La chica me dio la espalda. Si de verdad creyó que me tragaría eso de que se iría así nada más, era porque en realidad no me conocía. Al contrario de sus expectativas, tomé mi varita con más fuerza, levantándola un poco, siempre en guardia. Retrocedí unos pasos, varios de hecho, los suficientes para poner entre nosotros los ocho metros originales que nos separaban. Necesitaba una distancia segura.

     

    Cuando ella se giró hacia mi no fue sorpresa, de hecho el hechizo siguiente salió por mero impulso, era algo que me salía al natural en situaciones como esas:

     

    - Protego- mi escudo absorbió su hechizo, cosa que me puso fuera de peligro una vez más.

     

    Yo seguía sin querer lastimarla. A pesar de lo que le hizo al perro, a pesar de su comportamiento. Esto no era más que un simple duelo de prueba. Era la academia, no la vida real, no veníamos a matarnos. Era sólo exhibición. Supongo que alguien debió de decírselo. Como sea, no iba a ser yo la mala del cuento. Sólo quería que se callara..... que se callara..... callarla.... Volví a levantar mi varita, y apuntando directo a su cara exclamé:

     

    - Langlock- de darle mi rayo provocaría que su lengua se le pegara al paladar, dejándola sin habla y dándome tiempo para mi siguiente movimiento.

  2. No tenía el carné para aparecerme..... pero esta podría ser una ocasión especial, ¿no? Esperaba que si y que no viniera alguien del Ministerio a aprenderme. Aunque creo que tenían mejores cosas que hacer que apresar a una estudiante por llegar a tiempo a su clase.

     

    Si bien esta no era la típica clase a la que iba con regularidad, si que era una clase. Y una que yo había estado esperando con ansias. Me había ausentado del mundo mágico un tiempo a causa de algunos asunto muggles, quedándome a la mitad de el curso. Esta era mi oportunidad para acreditarlo y no pensaba perderla por nada en el mundo. Tanto así, que esa mañana me había levantado temprano, había acomodado toda mi ropa de manera que tuviera acceso rápido a ella, puse mi varita en la mesita de noche para no perderla de vista y me dispuse a tomar un baño que me relajara. Así las cosas, cuando terminé, tenía puesta una playera blanca con un estampado de The Clash, un grupo de música muggle, mi cazadora regular, jeans para poder correr en caso de emboscada, botas negras estilo militar para asegurarme de no dejar los zapatos en el camino y mi varita en la mano. Me até completamente el cabello para asegurar una buena visibilidad. Sé que suena exagerado, pero al final de cuentas, esto es el simulacro de una batalla.

     

    Por lo pronto estaba ahí, en un callejón adjunto a la calle principal donde estaba el bar que era, en cierta forma, nuestro lugar de encuentro. Me planté los lentes frente a los ojos antes de salir a la calle, como siempre, el sol me molestaba horrores. La verdad es que me hubiera gustado un montón hacer todo eso de noche, peor ya ven, hay que obedecer órdenes. Cuando estuve lista salí a la calle, varita en mano sin importarme quién me veía o lo que pensaría de mi, saludé a Hades, el único presente, con un movimiento de cabeza, y me dispuse a esperar al resto.

  3. Comenzaba a creer seriamente que ella estaba mal de la cabeza y que nos quería matar a todos. ¿Fuego maldito? ¿De verdad? Pero bueno, supongo que alguien debía ser la sensata en esta situación. La verdad es que yo no sabía muy bien cómo luchar contra eso, pero no tenía más opción que intentarlo. Mientras no muriera, nada me costaba intentarlo. Reuniendo todo el valor que me quedaba, y aún a sabiendas de que eso me podría costar el duelo, eché a correr rumbo a la chica, acortando la distancia que nos separaba e intentando a la vez que sorteaba la llamarada para que no me alcanzara. Levanté mi varita estando a un par de metros de la chica y convoqué:

     

    - Aguamenti- de mi varita salió un chorro de agua que la cubrió a ella y a su varita, dando por terminado el hechizo de fuego desde la raíz. Me giré un poco para apagar el resto de las llamas que se esparcían por el lugar como si tuviera mente propia.

     

    Luego me giré abruptamente de nuevo hacia la chica y, apuntando a su varita, dije en voz bien alta y clara:

     

    - Floreus- de darle mi hechizo(efecto) su siguiente hechizo no resultaría y sólo saldrían unas flores de su varita.

     

     

    *****************************************************************

    OFF: Del primer hechizo (Aguamenti) no estoy muy segura de si apaga las llamas XD, pero en la lita no especifican con qué terminarlo. Saludos XD.

  4. Bien, veamos cómo nos va esta vez. Regularmente soy mala para la teoría >.< Pero haré lo mejor que pueda.

     

    Análisis de duelo entre

    Rick Wright y Zack Black Rowle

    Zack Black Rowle- Sectusempra- Acción 1 Turno 1

     

    Rick Wright- Protego- Acción 1 Turno 1

    {absorbe el hechizo de Zack}

     

    Rick Wright - Desmaius- Acción 2 Turno 1

     

    Zack Black Rowle- Sectusepta- Acción 1 Turno 2

    {le impacta el hechizo de Rick, pierde la Acción 2}{el sectusepra dio en las aves de Rick, lo cual lo protegió del hechizo}

     

    Rick Wright- Incarcerus- Acción 1 Turno 2

     

    Rick Wright-Sectusempra- Acción 2 Turno 2

     

    Zack Black Rowle- Evanesco- Acción 1 Turno 2

    {desaparece una de las cuerdas y no pierde la conciencia al poder respirar}

     

    Zack Black Rowle- Episkey- Acción 2 Turno 2

    {se cura del sectusempra de Rick, pero queda débil}

     

    Rick Wright- Morphos- Acción 1 Turno 3

    {envenena a Zack con una avispa}

     

    Rick Wright- Langlock- Acción 2 Turno 3

    {lo deja sin habla por un turno completo}

     

    Zack Black Rowle- Evanesco- Acción 1 Turno 3

    {no vale al estar sin habla todo el turno}

     

    Zack Black Rowle- Morphos- Acción 2 Turno 3

    {no vale al estar sin habla todo el tuno}

     

    Rick Wright- Desmaius- Acción 1 Turno 4

     

    Rick Wright- Sectusempra- Acción 2 Turno 4

     

    Observaciones: Se notó que Rick llevó el ritmo del duelo a cada segundo. De haberse protegido Zack en la primera acción de su segundo turno probablemente habría tenido posibilidades de ganar, si no lo hubieran atado, principalmente ya que ese fue su problema. Ganador sin duda Rick Wright

     

    En cuanto pueda respondo a mi duelo ^^ Saludos.

  5. La bruja parecía francamente divertida con mi aclaración. Ella seguro no entendía todo lo que se escondía tras mis palabras. Para ella era sencillo, mataría si le decían con tal de escalar en la jerarquía. Yo no aspiraba a esa clase de cosas, yo sólo quería justicia.

     

    No respondí a sus preguntas, no de momento, a veces es mejor dejar que las acciones hablen por uno.

     

    Tras una indicación de Mistify, el espejo volvió a cobrar vida, en esta ocasión mostrándome una escena francamente horrible. Quizá se deba a mi gran imaginación, tal vez a que me estaba concentrando, pero me sentía dentro de esa batalla como si realmente estuviera pasando. Eso era bueno, me ayudaría a hacer las cosas como debía.

     

    Ella, cuyo nombre no diré por razones obvias, me imploraba ayuda desde el suelo, a merced de Pandora. La decisión fue sencilla, es la misma que tomaría una y mil veces más en un caso así. Levanté mi varita sin más, apunté directo a su pecho y la maté, haciendo que el espejo se iluminara en color verde.

     

    El espejo volvió a quedarse estático y plateado, como si allí dentro nada hubiera pasado. Me giré hacia Mistfiy y respondí a sus preguntas por fin:

     

    - Ella era mi amiga, lo fue durante largo tiempo y eso no cambiará las cosas. Pero ella también hizo muchas cosas malas, mató a inocentes sólo porque no tenía nada mejor que hacer. Si hubiera matado por una razón, por una buena y grande razón, la habría comprendido y habría pedido que la llevaran a Azkaban, pero no es así. Sé que no soy juez, pero si sé que se merecía la muerte. Mi lealtad es hacia la Orden, de ser necesario mataré para defenderlos, pero cuando tenga la oportunidad de no hacerlo, de proteger a un amigo que no se merece tan lamentable fin, entonces lo haré. Matarlos a todos sólo por pertenecer a la Marca es rebajarme a su nivel, hacer lo que ellos hacen. Ahí es donde yo misma marco mi límite.

     

    Nunca he sido una mala persona, pero tampoco soy tonta. Sé que cuando debes defender lo que crees no hay más que hacerlo. Pero también sé de piedad y de lo que la gente se merece. Si en el lugar de esa chica hubieran puesto a Luke, por ejemplo, otro de mis mejores amigos quien yo sabía que no había matado a nadie; le hubiera quitado la varita y lo habría amarrado para que no latimara a nadie más y se lo pudieran llevar a Azkaban. De eso iban las cosas. Tomar decisiones difíciles en sólo un segundo. Dolería lo que le pasara, claro que lo haría, pero es algo que yo debía hacer.

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  6. OFF: Lamento mucho no haber escrito antes, estuve enferma y la verdad es que no tenía cabeza para nada. Me dolía todo y lo único que hice fue estar en cama. Como sea, ya estoy de vuelta y dispuesta a hacer mis roles. Por lo pronto dejaré uno no tan largo que espero que les guste. Saludos.

    ********************************************************************************************

     

    Yo conocía ese espejo. Nunca antes en mi vida lo había visto, pero lo conocía. Siempre se cuentan cosas sobre ciertos objetos, y ese era uno de ellos. Yo sabía lo que podía llegar a hacer. Aunque también sospechaba que sus conocidas acciones no tenían nada que ver con esa clase. Esto sería diferente y no nos iba a gustar nada.

     

    Comenzaron a explicarnos de qué iba todo ese asunto del espejo conjunto con nuestra clase. Como era de esperarse, la idea no me gustó nada. Yo sabía a la perfección mis razones para pertenecer al bando al que pertenecía, y francamente no creía que fuera relevante para el resto saberlas. Me quedé en blanco un momento, asimilando las cosas, pensando si realmente quería revivir esa noche. ¿Quería hacerlo?, ¿tendría el valor? No era algo que me diera miedo, algo de lo que me arrepintiera o que quisiera borrar de mi memoria. Era un recuerdo desagradable, y por ende, no me gustaba traerlo a mi mente. Aún ahora, luego de estos meses, era un sueño que no me dejaba durante las noches y me provocaba insomnio por alguna razón desconocida.

     

    Uno a uno mis compañeros pasaron ante el espejo. La verdad es que vi muy por encima lo que ocurría en la platina superficie del artefacto. No estaba segura a qué grado, pero seguro que todo eso era algo sumamente personal y secreto, lo que yo menos quería era incomodarlos, y no hurgar en sus profundidades al no prestar la debida atención al espejo, fue mi manera de no invadir su privacidad. Muchas cosas llamaron mi atención, claro, cosas que ni aunque quise pude ignorar. No las mencionaré por respeto a los demás, pero debo decir que causaron cierto grado de estragos en mi. A veces creemos que nos toca lo peor del mundo en la vida, pero no nos damos cuenta que algunos la tienen peor en otras formas.

     

    Una de mis compañeras se puso algo ridícula. Procuré ignorarla más aún que al espejo y los pensamientos de mis compañeros. La recordaba de mi clase de Duelo avanzado. No hay nada peor que las personas que se toman la escuela tan en serio que quieren hacerte sangrar con el primer hechizo. Pasé de todo lo que dijo, y me concentré en lo que haría, al final de cuentas yo también tendría que presentarme frente al espejo.

     

    De un tiempo para acá me había vuelto más silenciosa y poco sociable. Si antes no estaba acostumbrada a hablar mucho con las personas, ahora definitivamente hablaba sólo cuando era necesario. En esa ocasión no me lo pareció, así que simplemente me puse en pie y me paré frente al espejo.

     

    - Múestralo- dije al espejo, porque realmente eso haría, le mostraría al resto lo que yo veía siempre.

     

    ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

     

    En cuanto lo vi en el espejo fue como estar ahí de nuevo. Podía escuchar a los muggles cantando villancicos al otro lado de la calle, a mis hermanos yendo y viniendo en la casa, varita en mano acomodando las cosas para la cena de Nochebuena. No había visto a mi familia desde mi entrada a la academia. A mi padre no le encantaba la idea de que viviera en el mundo mágico, ya que ellos habían tenido que salir huyendo de él durante los tiempos oscuros. Mi madre era lo que se le conoce como "sangre sucia", dos de mis hermanos eran squibs y por si todo esto fuera poco, todos éramos vampiros. Cuando hay guerra, los indeseados somos los primeros en salir lastimados.

     

    - Cosa- escuché a Eliott llamándome por mi apodo en español- Vamos a hacer una guerra de nueve, necesitamos uno- yo sabía lo que eso significaba, que me necesitaban a mi.

     

    A pesar que hacía mucho que no lo hacía, y que estando en el mundo de la magia hay otras cosas que se pueden hacer con nieve, acepté gustosa salir con mis hermanos. Saludé a mis viejos vecinos muggles en cuanto salí y me dispuse a pasar una tarde con mis hermanos y algunos de los chicos con los que yo había crecido. Era divertido, casi hilarante ver todo eso, cómo me volvía loca de contenta al atinarle a alguien, al ver a los otros sonreír, al escuchar el crujido de la nieve bajo mis pies o al comprimiese en mis manos para formar una bola. En cierta forma, sentía que me robaba pequeños y geniales momentos pertenecientes a otra persona. Quizá si fue así.

     

    Y entonces los seis nos quedamos estáticos, como si el presentimiento no hubiera sido sólo de uno. Hubo un grito que nos heló la sangre, era mamá gritando aterrada desde la cocina. Una luz verde seguida de otra igual en la sala. Y nuestro mundo entero se partió en miles de diminutos pedazos que jamás volverían a unirse. Corrimos al interior, todos a una vez para encontrarnos con el cuerpo de mamá completamente flácido en el suelo, con la puerta del horno aún abierta mostrando la pierna rellena que sería nuestra cena esa noche.

     

    Inhalé fuerte en busca del aroma del culpable. Era humano, de eso estaba segura, pero no era alguien que conociera. Hubo algunos segundos de silencio y entonces el caos estalló en la calle. Para cuando mis hermanos y yo salimos muchos de los muggles que habían sido nuestros amigos de la infancia estaban muertos, tirados sobre la nieve que en ese momento tenía un ligero tono verdoso. Sólo necesitamos levantar la cabeza para saber a qué se debía. Proyectada sobre el cielo que comenzaba a oscurecerse, brillaba con fuerza la marca tenebrosa.

     

    Papá había muerto en la sala, sentado en el sillón y de espaldas a su atacante, ignorante de su destino y sin oportunidad de defenderse. Creo que eso fue lo que más me molestaba de todo. Nos tomaron por sorpresa, sin ser una batalla justa. Nadie nos imaginamos que algo así pasaría, en primer lugar porque nunca habíamos hecho nada para merecer algo así. Tal vez se debía a que mis padres fueron partidarios (pero no miembros) de la Orden cuando fue necesario, pero nunca mataron a nadie, nunca hicieron nada que los hiciera merecedores de la muerte.

     

    ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

     

    Me quedé unos segundos ahí, viendo al espejo que se había vuelto plateado y plano una vez más, sintiéndome desubicada. No sabía bien cómo explicar lo siguiente.

     

    - El hecho de que esté con la Orden no significa que lo haré para aniquilar mortífagos a diestra y siniestra. Eso sería rebajarme a su nivel, y en todo caso, tengo amigos mortífagos. Lo que si, es que no tendré piedad contra aquellos que lastimen inocentes. Ellos se merecen la muerte, y estoy dispuesta a rebajarme para asegurarme de que no lastimen a nadie más.

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  7. Chicos, a mi profesor y mi compañera de duelo principalmente. He estado teniendo algunas dificultades muggles así que no he podido responder, por lo cual les pido que me den al menos hasta el miércoles para ponerme al corriente con todo. En caso de que acepten, les agradezco mucho, en caso de que no sea posible, realmente lamento no haber podido contestar.

     

    Un saludo.

  8. Mi contrincante no parecía muy amigable. Bueno... tampoco esperaba que lo fuera. Al fin de cuentas esto era un duelo. Aunque hablando francamente, no pensé que comenzáramos con las agresiones físicas reales hasta después del cuarto hechizo. Lo peor del caso es que parecía que ella realmente me quería lastimar. Eso me molestó un poco, pero no iba a dejar que ella arruinara lo bueno de la fresca noche.

     

    Calló mi expelliarmus sin siquiera pensarlo, bien, no me molestaba, era un hechizo simple y fácil de esquivar. El problema vino luego, cuando lanzó el sectumpsempra. De momento estaba muda, y eso me ponía de malas.

     

    Concentré toda mi atención en un adoquín suelto que había a dos pasos de mi. Debía moverlo usando mi Proyección mágica. Siempre trabajo mejor bajo presión, y ya que en clase ese hechizo me es complicado, con la adrenalina del duelo y demás, el adoquín salió volando desde su posición para interponerse justo a tiempo entre el hechizo y yo. Su rayo rebotó contra la roca y fue a dar contra un árbol. Bien, ahora por lo menos estaba libre de eso. Y lo mejor, podía hablar de nuevo.

     

    Levanté mi mano una vez más y volví a concentrarme, apuntando directo a la cara de la chica. Sin pronunciar palabra el rayo producto de mi Embrujo punzante surcó el aire, partiendólo a la mitad mientras avanzaba entre la distancia que nos separaba a mi rival y a mi. De darle en la cara, ésta se hincharía tanto que sus ojos se volverían meras rendijas, dificultando su visibilidad y dándome oportunidad de atacar de nuevo.

  9. La tarde caía, y si bien aún no era de noche, ésta ya se acercaba. En esta ocasión me había tocado elegir el lugar. Honestamente, nunca he sido buena para eso. Cualquier lugar que me guste no me parece uno en el que se deba tener un duelo, así que siempre escojo lugares que no llaman mi atención. Un ejemplo claro de lo que digo es precisamente el lugar donde se llevaría a cabo ese duelo. Nunca me había gustado jugar con el resto de los niños cuando era chica, así que nunca salí a un parque, los columpios y la resbaladilla eran algo totalmente desconocido para mi.

     

    Mi rival en turno no había hecho acto de presencia aún, así que me senté en uno de los columpios, viendo la punta de mis tenis bajo los pantalones de mezclilla que llevaba puestos junto con mi playera blanca de The Clash. Si algo había aprendido de vivir en el mundo mágico era que la túnica no es buena cuando te cuelgan de los tobillos en los duelos o emergencias. Lo mejor era llevar algo cómodo, fácil de usar y con lo que pudieras moverte rápido.

     

    Los últimos humanos abandonaban el lugar a petición de sus madres quiénes los reprendían por no querer avanzar. Sonreí un poco, viendo la imagen de todos esos muggles que ni se imaginaban lo que se avecinaba en ese lugar. Aunque... bueno, los muggles nunca ven nada. No me preocupaba ni un poco que una banda de niñitos nos vieran en pleno duelo, y mucho menos en un lugar como el D.F en México. Los chicos de ciudades como estas ya no creen en la magia, y quienes creen, tienen unos padres que no les creen a ellos. Lanzar rayos aquí no sería problema, todo el mundo pensaría que eran patrullas y terminarían por ignorar todo en la noche y comentar el tema con los vecinos al día siguiente.

     

    Me impulsé con los pies para comenzar a balancearme mientras veía desdibujarse a mi alrededor las cosas: resbaladillas, sube y bajas, pasamanos, columpios, casas de madera para escalar, cajones de arena... La gente continuaba yéndose y el sol bajando. El duelo comenzaría en cualquier momento.

     

    Mi contrincante apareció unos minutos después. Le sonreí de buen grado, al final de cuentas, fuera de ese duelo no éramos enemigos ni nada parecido. De hecho no lo conocía. Me puse en pie, dejé la mochila a un lado de una casa de madrea que sostenía el columpio donde me había estado balanceando, y me acerqué un poco, poniendo unos ocho metros de distancia entre nosotros.

     

    - Buenas noches- saludé y levanté mi varita. Fue entonces cuando nos pusimos a eso, al final de cuentas esto era un duelo. Apunté directo a la mano que sostenía su varita y dije con calma:- Expelliarmus

     

    De darle mi rayo rojizo, el cual yo había lanzado no con la intención de lastimarlo, haría que su varita volara por los aires, dándome la oportunidad de atacar de nuevo.

  10. Estábamos en una colina, ¿por qué?, bueno en mi academia requerían de eso para una clase. Esa tarde había salido de la mansión Westrong cargada con mi mochila regular (MP3, mi libro en turno, algo de dinero muggle y mágico) y mi varita que siempre estaba en mi pantalón. Me importaba poco que los muggles me vieran raro al pasar, que se burlaran de mi. Ellos no comprendían lo vital que era aquella extensión de mi persona. Había viajado en tren muggle ya que aún no podía aparecerme. Me quejé mentalmente de eso un par de veces, pero luego lo dejé ya que no servía de nada.

     

    Me quedé viendo a la nada un rato, pensando en tantas cosas.... Pero una voz me interrumpió. El profesor, a quién no conocía, se presentó. Contraje el entrecejo sin quitarle la mirada de encima, sintiendo ese familiar cosquilleo en la mano derecha (con la que regularmente sostengo la varita). Recuerdos de luces verdes y rojas, vidrios rotos, gritos, vinieron a mi mente, haciendo que me tensara. Yo nunca quise pertenecer a la Orden o a la Marca, sólo quería ser yo, pero ahora.... ahora había un pequeño cambio. Ahora estaba dispuesta a acabar con quien fuera para tener lo que quería, principalmente con el o la morfiago que mató a mis padres.

     

    A Pandora la había visto un par de veces y de pasada, así que su presentación no me fue desconocida. Creo, si mal no recuerdo, haberla visto en la Madriguera que era donde pasaba la mayor parte de mi tiempo.

     

    Mis ojos se adaptaban cada vez mejor a la oscuridad que comenzaba a reinar sobre nosotros. Eso era bueno. Luego de un rato terminé por quitarme los lentes de sol y sentirme aliviada. Mientras tanto Pandora hizo parsomima con su varita, apuntándome con ella. Quería que me presentara primero.

     

    Me encogí de hombros. Si bien antes era tímida y amigable, ahora era todo lo contrario. Ver muertes cambia a las personas. Ahora soy indiferente a esta clase de formalidades. En el mundo en el que vivo no tienes tiempo de presentarte, estrechar manos y hacer reverencias.

     

    - Mi nombre es Isabrella, vengo de la familia Westrong y supongo que estoy aquí por la misma razón que todos ustedes, necesitamos la acreditación para el carné de aparición y otras cosas...- volví a encogerme de hombros y me hice a un lado, dándole a mis compañeros la oportunidad de presentarse.

     

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    OFF:Primero que nada, Near, que padre tu OFF XD. Bien, lamento el retraso, ya saben, volvemos algo zombies de los hollidays de invierno. Como sea. Aquí estoy, tarde pero sin sueño.

     

    Off, mi nombre es Isa, tengo 21 años, vivo en México, soy maestra de computación y fotógrafa. Como pueden ver, adoro a HP. Ya tenía un rato que no me pasaba por el foro, ya saben, cosas muggles que nos detienen. De ante mano es un placer conocerlos a todos. Saludos ^^

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  11. Como siempre, llegaba tarde. Asombroso..... Y por si fuera poco Hades de nuevo era mi profesor. Increíble.... Supuse que a este paso no pasaría Duelo ni aunque me pagaran por ello. Pero bueno, tras mis recientes pérdidas en el mundo muggle gracias a los usuarios de varita, pasar duelo y entrenarme para luchar era una prioridad. No más vulnerabilidad. Esta vez sería yo quien atacara.

     

    No me había levantado temprano ni nada por el estilo, de hecho me había dormido y levantado algo tarde, de unos meses a la fecha dormir más de cinco horas se me dificultaba un montón. Como sea, el punto es que había llegado corriendo, literalmente, chocando contra las armaduras en los pasillos todo para llegar a donde debía. Cuando por fin encontré el salón me dolía el costado y estaba sudando. Agradecí no llevar la túnica regular (no me la ponía más que para clases teóricas) ya que me habría desmayado de calor.

     

    - Lo siento, lo siento- jadeé a los profesores. Entonces supe que debía presentarme- M-mi nombre es Isabrella, pertenezco a la familia Westrong. Llego tarde porque me quedé dormida y.... listo

     

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    OFF: Creo que me perdí de mucho..... los roles ya no son como antes según parece han cambiado cosas durante mi ausencia... espero que no les moleste que haya hecho un rol clásico, así de rara soy yo. Espero que mi tardanza no me deje fuera de los duelos T_T

     

    Bien, mi nombre es Isa, tengo 21 años, soy de México, llevo un tiempo en el foro pero me ausenté por trabajo y causas familiares. Es un placer estar de vuelta y espero que ahora si pueda pasar rol T_T. Bien compañeros, es un placer de antemano. Hola Hades XD.

     

    Saludos a todos.

  12. - Protego- me adelanté a su hechizo, ella apuntaba a mi cara, y sea lo que fuera que estaba planeando ni de chiste iba a ser bueno.

     

    Me puse en pie de un salto, volviendo al combate cuerpo a cuerpo. La chica lanzó un avis para desviar sectumsepra, lo cual, si no me equivocaba me daba la oportunidad de volver a atacar antes de que ella tuviera oportunidad de defenderse. De ser así, y de acuerdo a mis cálculos sobre los turnos, ella no podría responder a mi hechizo. Apunté justo a la cabeza, lo cual si no me equivocaba la noquearía.

     

    - Desmaius- mi rayo rojo atravesó el espacio que nos mantenía separadas y le dio justo donde yo lo había previsto.

  13. Había llegado tarde. No, tarde no era la palabra, había llegado horrorosamente tarde. De un tiempo para acá eso me pasaba, entre mis cazas en el mundo muggle, mi nuevo trabajo, la clase de duelo, la academia en general, la organización de la fiesta de Halloween en la mansión Westrong y respirar; mi vida se había vuelto ajetreada. No es que me queje, pero no tenía tiempo ni para leer y eso era algo alarmante. Como sea, ese día había salido a buena hora de la mansión, pero una y otra cosa me entretuvieron y ahí estaba yo, llegando tarde.

     

    Si, era muy tarde, todos mis compañeros se habían presentado ya, así que mi oportunidad era justo en este momento, antes de que todo el mundo comenzara a decir sus recuerdos.

     

    Me aclaré la garganta para llamar su atención y los vi a todos, algo apenada, como siempre me sentía, con mi ropa muggle y estando frente a un público.

     

    - M...mi nombre es Isabrella Westrong, tengo 21 años, soy de Italia....- mi mente se quedó temporalmente en blanco- y... es un placer conocerlos- intenté sonreirles sin mostrar los colmillos pero creo que fracasé. Suspiré y esperé por indicaciones. Y aquí estaba yo de nuevo, intentando continuar en la academia y hacer algún que otro buen amigo.

     

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    OFF: Lamento el retraso en esto, ustedes saben, el mundo muggle nos ocupa y nos absorbe hasta reprimir nuestra inspiración. Como sea, aquí estoy, ya lo sé, dejando un rol muy corto, pero bueno, espero que no les desagrade para un inicio. En cuanto alguien más postee hago lo de los recuerdos. Bien, saludos.

  14. Caí al suelo sonriendo mientras me giraba sobre mi misma para caer de espalda. Si esa chica pensaba que podía contra mi se había equivocado de persona, sobre todo por la cara de pocos amigos que me dedicaba, y agregando el notorio echo de que quería lastimarme físicamente. Bien, si quería jugar, jugaría.

     

    Por lo regular yo no era violenta, de eso nada, pero cuando me buscaban, me encontraban y en mi mente no había mucha distinción entre mortífagos y aurores. Todo se trataba de mi protección.

     

    - Diffindo- murmuré apuntando a mis pies y vi como las cuerdas se rompían por mi rayo y dejaban mis pies libres.

     

    No necesité más, por lo menos sabía que ya no estaba atada. Desde el suelo levanté mi varita y apunté directo a su pecho.

     

    - Sectusempra- vi como mi rayo salía de la punta de mi varita e impactaba justo en su pecho. Unas líneas de sangre aparecieron en su ropa, algunas cortadas provocadas por mi hechizo. Supuse que eso le enseñaría a no meterse conmigo. Me agradó recordar que necesitaría bastante para curar eso.

     

    No sonreí, ya que mi enojo había llegado tan lejos, lo que comenzaba a sentir era un atisbo de vergüenza por mi acción. Suspiré y esperé lo peor.

  15. Había llegado tarde, bastante tarde. No había sido mi intención, pero el hechizo desilucionador había tardado más de lo esperado; me había visto forzada a hacerlo ya que aún no tenía mi carné para volar. Suspiré cuando vi la endemoniada isla aparecer a mis pies. Luego de un maravilloso y placentero viaje en escoba no había nada mejor para arruinar el día que el sol y la playa. No me malentiendan, no es que odie el ambiente playero y todo lo demás, pero por mi naturaleza no soy muy afecta al sol. Por ende, me planté los lentes de sol extremadamente oscuros que había comenzado a usar con mucha frecuencia desde mi llegada al mundo mágico.

     

    Iba en mi habitual ropa muggle, mi primera experiencia en mi mundo real no había sido tan grata y había adquirido cierta fobia a las túnicas, así que unos jeans, mis botas y mi playera favorita serían muy bien recibidas, al menos por mi.

     

    La chica frente a mi parecía fastidiada con mi sola presencia. Pensé que era un buen preámbulo, al fin y al cabo cuando los mortis atacaran no iban a sonreírme cálida y abiertamente.

     

    Como sea, si la chica pensaba que me iba a intimidar, debió de pensárselo más a fondo. De cualquier manera, esa chica logró hacerme un poco de daño. Eso no importaba, yo podía luchar con ambas manos. Cambié mi varita de fenix y volví a empezar.

     

    Conjuntivitis, pensé divertida apuntando a su cara. De darle mi rayo su visión sería mala, afectando su puntería y molestándola un rato, o al menos lo suficiente.

  16. Mis ojos se abrieron como platos, incrédulos ante el fácil contacto que parecía tener Joseline conmigo. Al momento me pareció alguien muy valiente.... o despistado. Quizá ni siquiera se había dado cuenta de lo que yo era. Como sea, no estaba ahí para sacar a flote mis complejos como si fuera mi psicólogo, estaba ahí para trabajar al fin y al cabo.

     

    A penas y tuve tiempo de saludar a Lud con un simple hola.

     

    Comenzamos a caminar por el cuartel y me pregunté que magos y brujas famosos habían pasado y recorrido ese mismo lugar, mejor aún, qué magos y brujas famosos trabajaban ahí. Yo conocía a uno, mi padrino, pero siempre nos quedábamos con la espinita de quiénes más podíamos ver.

     

    El lugar era impresionante, la gente iba y venía, notoriamente ocupada y siempre con algo que hacer. Seguro lo mortífagos los tenían trabajando. Eso me animó un poco, yo quería trabajar y, por qué no, ser auror en algún momento de mi vida.

     

    Mis ojos iban y venían por las personas, objetos mágicos, pero sobre todo, por los lugares. Quería memorizar lo más rápido posible el lugar, seguro que al inicio sólo me pondrían a enviar mensajes, sería como una lechuza sin plumas. Pensar todo esto me llevó a preguntarme qué me pondrían a hacer. Francamente no tuve el valor de preguntarle, así que continué caminando y esperando a que me explicara los pormenores de mi nuevo empleo.

  17. Estaba algo... no, corrijo, muy cohibida al notar que llegué tarde. Eso era extraño y malo, a mis clases de la academia siempre llegaba temprano; aunque también he de decir que fue gracias a mis clases por lo que llegué tarde.

     

    Suspiré cuando vi las puertas del acensor abrirse justo en la planta necesaria. Llegaba tarde, pero ya estaba más cerca.Llegué casi literalmente patinando al Cuartel General de Aurores para toparme con una chica joven que nos esperaba. Creí identificarla de mis visitas a la Madriguera, pero no estaba segura. También pude ver a Lud, lo saludé con la mano y presté atención, al fin y al cabo era mi primer día de trabajo. Sí, así era y por tanto me había comprado y puesto una túnica, la primera que había usado hasta el momento ya que me sentía extraña sin mi ropa muggle; sólo esperaba que no me hicieran colgar por el tobillo de nuevo. Suspiré, pensando en Generales que ocurrió justo en ese lugar, el Ministerio.

     

    - Buenos días- saludé en general intentando sonreir y me preparé para lo que venía, que sin duda sería genial. Ahora lo único que quería era trabajar y ver a mi padrino ya que su presencia me haría tener menos nervios.

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  18. Bien bien, parece que no llego tan tarde.

     

    Ok, me presento. Mi nombre muggle es Isabella, tengo 21 años y vivo al norte de México ..... ¿cosas que me gustan?.... principalmente los libros y la fotografía, ésta última es a lo que me dedico casi siempre XD. ¿tipo de música?.... pues ningún género en específico, sólo me gusta la música :) . Mi correo, para el que lo quiera es tsuky_zaira@hotmail.com ......

     

    Y no se me ocurre qué más decir, sólo pedirle a mis profesores que me tengan paciencia ya que soy medio cabeza dura. ^_^

     

    Saludos.

  19. *-* Tengo una madrina mágica. XD

    Bien futuros compañeros de la orden, he venido a presentarme y a reiterar lo que mi madrina ya dijo. Supongo que es sólo un aviso.

    Esto es genial, si!!!! que bien que alguien se compadeció de mi persona y quiso ser mi madrina XD tendrás un trabajo duro para entrenarme para duelo *recuerda su primera experiencia* ¬¬ Como sea, tenme paciencia, soy medio cabezota XD.

     

    Saludos a todos

  20. Al fin, por lo menos en esta ocasión si había pasado a la etapa del duelo. Eso ya era ganancia, lo que restaba era cuestión de habilidad.

     

    Me había preparado esa noche con mi ropa común de muggle, unos vaqueros, una camiseta, una chamarra de cuero oscuro, mis botas, incluso me recogí el cabello en una coleta. Todo para que ese duelo saliera bien. Claro, también había predispuesto mi varita de roble inglés y pluma de fenix. Había practicado un par de hechizos con unos gnomos de jardín de la mansión y creía que los tenía dominados, seguro el efecto de un desmaius no sería el mismo, sin embargo esperaba que el entrenamiento realmente me sirviera.

     

    En resumidas cuentas yo había aparecido mediante el traslador de tenedor en el lugar de mi primer duelo en la academia: era el claro en medio de un bosque en Irlanda. A mi alrededor no había otra cosa que árboles y más árboles centenarios. Podía escuchar en la lejanía a algunos animales yendo y viniendo, alejándose del peligro. Disfruté un poco del aire fresco con olor a tierra y pino. Fue entonces cuando mi contrincante apareció. Se quedó de pie a unos veinte metros de mí. En esta ocasión no saludé con palabras, preferí hacer un asentimiento con la cabeza, cosa que pareció algo un tanto solemne para todo esto, así que le dediqué una sonrisa para aligerar las cosas.

     

    Y nuestras varitas se elevaron a una vez. Esta era mi oportunidad, la única que tendría de pasar duelo. Apunté directo a la mano que sostenía la varita.

     

    - ¡Expeliarmus!- exclamé. De darle mi hechizo color rojo que en ese momento surcaba el cielo hacia su mano, su varita saldría volando unos cuantos metros lejos de ella, dándome la ventaja de atacar de nuevo.

  21. - Protego- dije rápidamente, no quería tener un ataque de risa ahí mismo. Mi escudo absorbió el hechizo y yo por fin pude respirar tranquila.

     

    Me recuperé, mientras pensaba qué otra cosa podía hacer, de entrada algo que él no viera venir. Apunté mi varita directo a su rostro y vi cómo mi rayo partía el aire que nos separaba llevando mi hechizo punzante hasta él. De darle, su cara se hincharía tanto que sus ojos se volverían rendijas y ya no me vería bien.

  22.  

    Nombre del personaje: Nicolás Medina

     

    Nacionalidad: Mexicano

     

    Edad: 25 años

     

    Aspecto físico: Nicolás es un chico alto, de casi dos metros de alto, 1.98 siendo específicos. Tiene penetrantes ojos cafés que por lo general están acompañados de el ceño contraído o la ceja derecha levantada en una mueca sarcástica. Su cabello castaño oscuro siempre está despeinado, a pesar de sus múltiples esfuerzos por controlarlo, y sube en puntas un tanto largas en todas direcciones. Es un chico musculoso y bien formado que por lo regular siempre lleva cualquier playera que tenga el logo de alguna de sus bandas muggles favoritas. Eso y unos jeans gastados, botas militares y una muñequera de piel, es con lo que regularmente está ataviado.

     

    Aspecto psicológico: Valiente, arraigado a lo que cree, pasional, violento. Le molesta la convivencia con las personas, es hombre de pocas palabras, pero cuando habla le gusta ser escuchado. Su única válvula de escape es la violencia física, que procura no descargar con nada vivo. Tiene serios problemas emocionales que lo vuelven irasible a la menor provocación.

     

    ¿Pasajero o secuestrador?: Terrorista.

     

    Historia de personaje: Nicolás Medina nació y creció en un pequeño pueblo al norte del país, cerca de la cierra. A parte de sus padres no tenía más en el mundo que a su mejor amigo Bruno, con el cual iba de caza frecuentemente, por ende, aprendió a guiarse por sus instintos y adquirió una condición física sino envidiable, respetable.

     

    A los diez años le fue asignada una tutora cinco años mayor que el, Jimena, quien le enseñaría tantas cosas y modales que Nicolás nunca aparentaría ser un joven de clase media baja como realmente lo era. Con el paso de los años, y tras una convivencia diaria, el joven Medina se enamora de su tutora, quien en cierta parte le corresponde. Dicha relación no puede llevarse tan bien como se pudiera querer, ya que Jimena comienza una relación con Bruno (quien es de su misma edad) y llegan incluso a tener planes de boda. Un par de noches antes del gran evento, Nicolás enfrenta a Jimena, pero lo único que consigue es tener una noche de pasión desenfrenada que culmina en un embarazo. Sin importar las consecuencias de esa noche, Jimena se casa y tiene un hijo, al cual hace pasar como hijo de su marido.

     

    Pasan los años y Nicolás se mantiene al margen de el matrimonio, si bien los visita muy de vez en cuando, nunca deja realmente de tener contacto con ellos. Por otro lado, todas las tardes sale al parque para ver a Adrian, el hijo de Jimena, y jugar con él. Se vuelven los mejores amigos, o todo lo buenos amigos que un chico de veinte años puede serlo de un niño de cinco. A Nicolás le vasta con ver a su hijo como un amigo y a la mujer que ama en la distancia.

     

    En el cumpleaños número 23 de Nicolás, después de una reunión para celebrar, Bruno le da la noticia de que se mudarán a los Estados Unidos, donde le ofrecieron un trabajo bien remunerado, algo nuevo e interesante, además de muy prometedor. Se irán al siguiente día, por lo cual a Medina no le queda más que despedirse de su hijo. Nicolás comienza a quedarse solo.

     

    La peor parte llega cuando la familia se ha ido y Nicolás se queda solo con sus padres y su abuela. Acusan a su padre de contrabandista de armas, sentenciándolo a morir junto con su esposa. Le llevó un año y medio descubrir que la mano que firmó la sentencia fue la de Bruno en persona. Así que no le queda nadie, por lo que se une a la resistencia con la esperanza de, aunque sea por solo un segundo, encontrar a su hijo Adrian, verlo de nuevo y decirle la verdad. Además, claro está, de cobrarle a Bruno el haber cumplido tan bien su primera tarea en su nuevo puesto.

    Y todo esto orilló a Nicolás a intentar cambiar el mundo.

     

     

    A ver si esto pasa XD

  23. Mi frente chocó un par de veces contra el estante de la biblioteca en la mansión Westrong. Una lechuza había dejado un sobre sobre la mesita que había al lado del sillón donde yo había estado leyendo un libro. Ahora sabía que tenía que regresar a Duelo. Volví a hacer chocar mi frente un par de veces más, frustrada. Necesitaba pasar esa materia, era una obligación, de lo contrario mi familia se sentiría decepcionada. Pensé en mi padrino y supe que debía poner todo mi empeño en pasar esta vez.

     

    Tenía una mochila lista desde hacía días, a sabiendas de que esto pasaría tarde o temprano, así que sólo tuve que tomarla y entrar en la chimenea con polvos Flu en la mano. Un rato después ya me encontraba en la chimenea de la sala de profesores. Tuve que salir disparada antes de que alguien me viera, sin embargo no salí indemne, Peeves me vio y decidió que mi largo y rizado cabello castaño necesitaba un par de tarros de tinta. Afortunadamente pude evitarlos.

     

    Seguí caminando (casi corriendo) hasta donde sabía que me esperaba una botella que era el traslador a algún otro bosque. Lo sabía porque todos esos datos venían en la lechuza.

     

    Ya en el lugar, o mejor dicho, el nuevo lugar de mis posibles martirios; nos topamos con el profesor a quien reconocí por los múltiples carteles con su cara. Sonreí, si un mortífago nos iba a dar la clase, significaba que iba a ser interesante.

     

    No hubo presentaciones de alumnos, al siguiente segundo ya estábamos manos a la obra. Un imponente puma nos amenazaba a todos con sus grandes y anormales dientes. Necesitaba un hechizo, sólo uno que me ayudara a distraerlo aunque sea unos segundos.

     

    - ¡Avis!- grité. De mi varita de roble inglés salieron doce pequeñas avesillas que fueron a dar en las fauces del puma, unas se quedaron incrustadas, haciéndole heridas, otras simplemente desaparecieron en la inmensidad de su estomago. Como sea, por lo menos pude lograr mi cometido, distraerlo.

     

    El animal rugió de ira, intentando quitarse los picos de las aves que continuaban fuertemente prendidas de él. Apunté justo a la cabeza, quería terminar con esto de una vez.

     

    - ¡Desmaius!- dije por último, haciendo que un rayo rojo partiera el aire y terminara en el hocico del puma. La bestia calló de bruces sobre el pasto.

     

    OFF:

    Bien, mi nombre es Isabrella, soy de México, tengo 21 años, soy fotógrafa.... mi correo es tsuky_zaira@hotmail.com.... y no sé qué más poner. Supongo que al igual que en RB, estoy contenta, emocionada y preocupada por estar aquí. Como pueden ver esta es mi segunda vez T.T Que pena. Como sea, espero cumplir con las espectativas ahora.

     

    Saludos a todos.

  24. Hola a todo el mundo, hola Coco y al resto de mis amigos y compañeros de Generales.

     

    Mi nombre es Isabrella, soy de México, tengo 21 años, soy fotógrafa y maestra de computación para adultos mayores. Y no sé qué más decir. Sólo que estoy muy emocionada, este rol parece particularmente complicado *-* Eso es genial. Y como nadie ha puesto un rol, supongo que comenzaré yo. Bien, saludos a todos.

     

     

    Nombre del personaje: Nicolás Medina

     

    Nacionalidad: Mexicano

     

    Edad: 25 años

     

    Aspecto físico: Nicolás es un chico alto, de casi dos metros de alto, 1.98 siendo específicos. Tiene penetrantes ojos cafés que por lo general están acompañados de el ceño contraído o la ceja derecha levantada en una mueca sarcástica. Su cabello castaño oscuro siempre está despeinado, a pesar de sus múltiples esfuerzos por controlarlo, y sube en puntas un tanto largas en todas direcciones. Es un chico musculoso y bien formado que por lo regular siempre lleva cualquier playera que tenga el logo de alguna de sus bandas muggles favoritas. Eso y unos jeans gastados, botas militares y una muñequera de piel, es con lo que regularmente está ataviado.

     

    Aspecto psicológico: Valiente, arraigado a lo que cree, pasional, violento. Le molesta la convivencia con las personas, es hombre de pocas palabras, pero cuando habla le gusta ser escuchado. Su única válvula de escape es la violencia física, que procura no descargar con nada vivo. Tiene serios problemas emocionales que lo vuelven irasible a la menor provocación.

     

    ¿Pasajero o secuestrador?: Terrorista.

     

    Historia de personaje: Nicolás creció en un pequeño pueblo al norte del país, cerca de la sierra, lo cual lo vuelve completamente instintivo y en cierto grado salvaje. Criado en una familia que cree hondamente que la libertad no se compra con nada y que es mejor morir por ella que tenerla a medias, Nicolás se opone a el domino estadounidence.

     

    Educado por una joven tutora cinco años mayor que él y quien es esposa del mejor amigo de Nicolás, éste tiene conocimientos en muchas cosas que por lo regular se presentan en chicos de clases altas. Por otro lado, durante el transcurso de su educación, Nicolás se enamora de la esposa de su amigo y tienen un hijo. Dicho hijo es criado como hijo de su amigo, lo cual hace que Nicolás pierda todo atisbo de amistad que tenía.

     

    Ahora, Jimena y Bruno, el amor de su vida y su ex mejor amigo, viven en estados unidos con su hijo Adrian; mientras tanto Bruno ha negociado una plaza en un alto puesto del "enemigo" vendiendo su libertad y la de su familia. Y todo esto orilló a Nicolás a intentar cambiar el mundo.

     

     

    ON ROL:

    Levantarme ese día fue la gota que derramó el vaso. La noche anterior me había quedado hasta tarde repasando el plan en la oscuridad de mi cuarto y ahora me sentía tremendamente cansado. "Mala idea", me reprendí mentalmente. No había nada mejor para que un plan como el nuestro fracasara que tener sueño.

     

    Me serví una taza inmensa de café, que si bien no me gustaba, a veces necesitaba para poder cumplir con mis funciones. En cuanto terminé con la taza me fui al baño, necesitaba una larga ducha con agua helada para despertar por completo. A penas y me miré en el espejo, sabedor de mi aspecto horrible. Estaba pálido por el cansancio, bajo mis ojos cafés había unas oscuras ojeras y por lo menos había bajado un par de kilos desde que todo esto comenzó.

     

    Suspiré y me di una ducha, no sin antes soltar unas cuantas maldiciones en voz alta y otros tantos gritos ahogados. Terminé en media hora. Me gustaba tomar baños.

     

    Me cambié en otro poco tiempo y puse mi varita en la bota derecha, igual que siempre ya que era todo lo que necesitaba.

     

    Observé mi reflejo por última vez en el espejo: de aspecto cansado, con una insipiente barba de varios días, mi camiseta de AC-DC, mi cabello alborotado. Suspiré, era hora de irse.

     

    Sentí a Zero, el uron de Adrian, pasar entre mis piernas justo cuando salía de mi casa y me ponía los lentes de sol frente a los ojos. Era como una despedida y un deseo de buena suerte. Sonreí, pensando que si tenía mucha suerte, ese día podría ver a mi hijo.

     

    Llegué al aeropuerto justo a tiempo, viajando en metro como un muggle normal para no llamar la atención. En la sala de espera paseé mi mirada por los que estaban a mi alrededor, intentando ubicar a los aliados y analizando a los pasajeros.

     

    El tiempo de abordar llegó una hora después y supe que ese iba a ser un día divertido en primera clase.

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