Liam Black

Sammuel Longbottom D.

—¿Asustados? —el brujo bromeó de una manera obvia y elevó a Feyzhar con un rápido movimiento de manos.

—¡Sectusempra! —el rayo color esmeralda partió desde su varita hacia el pecho de Zack, que, de impactarle, le provocaría tres gruesos cortes que harían que comience a desangrarse sin parar hasta, de no ser atendido con urgencia, morir.

—¡Incárcerus! —finalizó, moviendo su varita en "U" y lanzando tres gruesas cuerdas hacia Pik, con la intención de amarrarle las muñecas, los ojos y su torso, impidiendo así que realice conjuro alguno.— No me gusta hacer éstas cosas, pero se ve que nunca aprenden y vamos que quiero acabar rápido con ésto.

El brujo se colocó nuevamente en posición defensiva, echándole miradas afirmantes a su elefante y su cóndor, que aún seguían expectantes ante las órdenes del rubio.

Sammuel Longbottom D.

—Morphos —inquirió realizando una pequeña pero ágil floritura, la cual acabó por ser un poderoso hechizo que hizo que un colchón sucio que había dentro de una celda vacía mute inmediatamente y se forme en un cóndor de estatura promedio, el cual arribó vuelo y comenzó a girar sobre Longbottom, para defenderlo de cualquier ataque.

—Morphos —una vez más repitió aquel hechizo, apuntando ahora a una enorme estatua que poseía la prisión como "decoración". Ésta tenía las medidas justas para volverse en un elefante normal y eso fue en lo que se transformó. Con patas gruesas y trompa larga, haciendo así más ágil su desplazamiento; el animal recién creado se posicionó a un costado del brujo para defenderlo de lo que sea.

—Un elefante se balanceaba... —comenzó a cantar hacia los Mortífagos—. Bueno ya, a tomarme las cosas en serio. Es que a éstas horas tengo sueño.

Sammuel Longbottom D.

—Por fin un poco de diversión...

El rubio sonrió de sobremanera y asintió al mensaje que el patronus de Adryanie, la cobra, le enviaba. Pasó la varita por su rostro, generando así una luz en él y colocó su túnica blanca sobre su cuerpo, la cual adoptó la forma de éste de inmediato. Se alejó hacia el vestíbulo del Castillo Longbottom y desapareció, con los pies cruzados.

El desierto de Sahara... tal y como lo recordaba. La prisión Nurmengard no debería estar allí, era un lugar demasiado hermoso como para ser víctima de la posición de una prisión mortífaga. Sin protestar más, el Initié se abrió paso por el horrible lugar, ya que sus compañeros se habían adelantado y habían derribado defensas.

No hizo más que asentirles, pero sabían que él les agradecía por completo. Con la varita de serbal entre sus dedos, Sammuel paseó su mirada hacia todo el interior de Nurmengard, hasta quedar frente a los mortífagos, exactamente a siete metros de cualquier oponente.

—Las blancas mueven primero y comienza el juego...

Gracias Pik xD.

Hola modes! Discúlpenme por ser tan despistado, pero la vez que pedí cambios estaba en lo de mi abuela y, por no tener el block de notas en esa PC, olvidé editar un campo. Espero que por favor me perdonen y si pueden hacerme el dicho cambio se los agradeceré muchísimo, trataré de que ésto no suceda más. El cambio es éste:

• Objeto 1: Varita Mágica. 34.5 cm (13.5 pulgadas), Serbal, núcleo de unicornio y fragmentos de pluma de fénix, rígida. Es de color chocolate. Se apoda Feyzhar y dado que lleva núcleo de unicornio es muy fiel al mago, impidiendo así que otros brujos la usen y, además, por la misma razón, es excelente en las áreas que Sam la emplea dentro de la Orden del Fénix, entre ellas, combatir contra los Mortífagos.
  
• Clasificación: AA
  
• Puntos de poder: 20
  

Desde ya muchas gracias! *les deja una almacén de dulces entera(?*

Sammuel Longbottom D.

En cuanto Xell se despidió de ellos en la Sala Común, aprovechó a volver a los pasillos de la Torre, en busca de algún prisionero que necesite de su ayuda. Estaba por entrar a una celda cuando oyó el grito de uno de los prisioneros, un grito como de lobo. No podía creerlo, una noche que ya no era licántropo y pasaban éstas cosas. Se preguntaba qué sentiría al ver un licántropo ahora que era vampiro. Suspiró, mientras se dirigía a aquella celda.

—Vaya, vaya, vaya —espetó al darse cuenta que el prisionero que había auyado no era ni más ni menos que Derek Lúcien, un civil. Ishaya se encontraba allí también, pero al parecer se fue por lo que le saludé con la mano—. No sabes ocultar tu identidad, ¿verdad? Insultando a una compañera, pateando a un elfo... ¿qué clase de civil eres? —el brujo abrió la celda y la cerró una vez estuvo dentro. Se acercó a Lúcien con la varita en alto—. Creo que te han dado mucha libertad... —afirmó mientras se sentaba en uno de los bancos de piedra que había en la prisión.— ¿Tienes hambre?

EDITO: Amo mi cel +.+

Claro, ahí se los paso. Ando del cel y será un poco difícil pero lo intentaré xD *se va a Nurmengard o_o*

Posteo 920 ---> Zack Black Rowle.

Se encontraba en un área descubierta donde posiblemente no tendría salida en caso de que osaran atacar nuevamente por lo que corrió hasta la puerta mas cercana que encontró. De pronto al caer en cuenta estaba a mitad de una eterna escalera que no parecía terminar, no supo cuantos escalones subió pero una vez llegó a una planta más alta asomó su cabeza por un enorme hueco en la pared de la estructura. La cárcel seguía en el Sahara y para su sorpresa el ambiente se sentía excesivamente frío, aquello otorgaba toda la responsabilidad a los Dementores, eran ellos quienes producían esa tensión en la atmósfera actualmente gélida, casi se podía cortar el aire con solo agitar su varita.

Desde ya que lo siento por si me confundí, nunca he sacado la ubicación de Nurmengard pero ésta vez quise hacerlo y ni idea cómo son los roles que datan aquello, pero me pareció que ahí Zack dice clarito que "la carcel seguía en el desierto de Sahara". Tal vez sea una trampa pero por eso lo dejo.

Saludos a todos!

Xell, perdón por quitarte tu puesto t.t xD

Hola chicos :3

No sé si ésto va en éste tópic pero we.. XD. Quería pasar a avisar que la prisión Nurmengard se encuentra en el desierto de Sahara o.ó xD. Tampoco sé si ya la habían sacado pero no encontré posts que lo mencionen. Creo que también agregaron más defensas D: bueno, no, olviden eso xd. Emmm... mil disculpas si ya sabían de ésto, ando un poco alejado T_T xd.

Bueno, espero que estén todos bien y mi post no moleste a nadie xDDD.

Saludos +.+

Hola modes queridos *w*

Vengo con cambios! :yey:, ya sé, soy muy cambiante ._. pero ésta vez no es para cambiarme el personaje ni nada por el estilo, sólo la historia y un par de detalles menores. Aprovecho a agradecer a Mónica que me hizo los banners ♥

Y al mode que me haga los cambios *le deja una bolsa de malvavizcos*

Dioos *---* les quedaron estupendas las firmas chicos! Están buenísimas.

Solo una cosa xD, ya vengo a molestar -.- xd, ¿pueden ponerle Sammuel a la mía, en vez de Gaspard? Porfis T_T mientras la usaré así porque están muy bellas y no sólo la mía +o+

Fue mejor ésto a que yo haya hecho un tópic así, aunque con ayuda de alguien xD, serían horribles xDDD. En fin.

De nuevo gracias y... me retiro xD. *deja chocos confitados*

*OOO* Hola a todos!

Juro que le iba a decir a Sally de ésto de abrir firmas temáticas, pero nunca la pude agregar a skype xD. Igualmente me parece mejor así, a manos de los que sí saben xD.

Bueno, voy a elegir a Aquaman, iba a ser Metamorfo, pero creo que el primero va más con mi personaje y eso *-*.

Muchas gracias a quien la haga, creo que Athe, pero como habló en plural xD.

Saludos! :3

Había mucho para hacer, bueno, menos de lo que había la vez pasada pero igualmente se consideraba como trabajo. Amaba ser guardián y no por torturar a los presos, que ni siquiera hacía eso, si no porque se sentía con algo en lo que servía, alguien importante, protegiendo un importante lugar y encargándose de los que día a día enfrentaba.

Suspiró un par de veces y tomó una copa de vino, dejándose caer en uno de los mujidos sillones de la Sala Común. Debía proteger y cuidar Abaddon pase lo que pase, a pesar de tener que descuidar sus obligaciones domésticas, porque ahora dependía de y para un bando.

«El Río Amazonas —pensó el brujo cerrando los ojos—, no es real, no es real»

Si quería pasar el exámen, debería pensar que sí lo era. Abrió los ojos y suspiró; se encontraba sobre una roca de un escaso tamaño y debía aparecer en la de enfrente, que llevaba las mismas proporciones pero ésta tenía un aro rojo dibujado. De pronto... árboles. Comenzaron a caer de la nada, desde la orilla. Sabía que taparían la roca a donde debía transportarse, por lo que la observó y parpadeó varias veces, para que la imagen se grabe en su mente. Ahora, los árboles se acercaban hasta él y, si no se apuraba, quedaría aplastado por ellos.

«Destino —pensó, cerrando los ojos y recordando la roca con el aro rojo. En el mismo modo como estaba. Rociada de agua, áspera, pequeña... Abrió los ojos y esbozó una sonrisa. Entendía la primer parte o, más bien, recordaba. Debía saber a donde ir, para poder conseguir una buena...—. Determinación —¿del destino? No, para no aparecer en la punta de una montaña. Colocó un pie sobre el otro, frunciendo sus dedos y raspando su calzado, mientras cruzaba sus dedos índices—. Deliberación» tenía que decidir, estar seguro de sí mismo y de su objetivo, si no, no serviría de nada el haberse preparado tanto. Aquello le ayudaría a escapar de muchas, llegar más rápido a algún lugar o, simplemente, divertirse, así que si; estaba decidido.

Volvió a cerrar sus ojos e imaginó la roca como la recordaba en aquel momento, pero... nada ocurrió. Abrió los ojos, exaltándose y vio como los árboles estaban por llegar a él; debía apresurarse. Cerró los párpados nuevamente y ahora pensó en su entorno. El fondo, el paisaje, los árboles cayéndose, el río, él, la roca... el círculo rojo. Todo formaba parte del lugar y eso debía imaginarse para pasar el exámen. Podría aparecer en una roca del vacío, o de una dimensión alterna, que incluso tendría un círculo rojo también. Entonces recordó la distancia que lo separaba de aquella piedra y se imaginó él, en el centro del círculo. Tomó una bocanada de aire y frunció el ceño, mientras entrelazaba su varita de castaño entre los dedos.

No abrió los ojos. Sintió el ruido de los árboles acercarse y se colocó en posición defensiva, tratando de protegerse con sus antebrazos y agachando su cuerpo. El último árbol cayó. Sin moverse, abrió sus ojos nuevamente y vio que una piedra enfrente de él se encontraba tapada por árboles, era idéntica a la que minutos atrás estaba observando, incluso igual a la que él sostenía bajo sus pies, pero algo había cambiado... ya no estaba allí. Volvió a retomar su postura y una sonrisa inundó su rostro.

—Lo conseguí —murmuró presionando sus labios.

La figura del licántropo se divisaba a un par de metros de distancia. Su dirección era una y estaba más que decidida. La túnica blanca que cubría todo su cuerpo caía hasta las suelas de sus zapatos, haciendo que se ensucie un poco al rosar con éstas. Una vez el rubio llegó a la entrada de la Torre, llenó sus pulmones con el puro aire de allí. Suspiró.

Sin ningún inconveniente ingresó al interior de Abaddon, ya que las defensas no le harían nada a él. Saludó a un par de Guardias Blancos que se posicionaban a los costados de cada celda, protegiéndola. Hacían bien en tener un poco de seguridad más estricta, últimamente muchos mortífagos rondaban por aquel lugar y no se comportaban de la manera más indicada.

En el interior observó que algunos de sus compañeros estaban allí por lo que elevó su mano para saludarles y continuó su camino. Un ambiente oscuro se podía percibir dentro de la Torre. Magos de un alto nivel de maldad aguardaban dentro y el chico lo podía sentir. En cuanto encontró a Xell en la Sala Común, se acercó a ella. Esperaba que no se moleste porque siempre la molestaba.

—Vine a ayudar ¿Cómo vamos?

«Sammuel

Bueno, sí, había muerto. Aunque no por sus cuervos negros quienes habían desaparecido mediante el Sectusempra, ni por el oso polar que había sido vuelto a su poder mediante el Finite; o al menos eso creía. Mientras su cuerpo se preparaba para salir mediante un sortilegio, el cuerpo del rubio generó una sonrisa en sus labios como última fuerza. Había muerto pero haciendo lo que lo marcaba como muerte honorable, elevando la varita junto con sus compañeros de bando y dando todo para proteger las lindes de la Torre. Sin embargo, no siempre ganaban, ni tampoco perdían, razón por la cual tenían media Orden dentro días atrás.

Ahora estaba más que completo. Qué importaba si algunos prisioneros escapaban o no, al cabo de unos días seguro la Torre se llenaba de nuevo, mientras tanto, podrían tomarse unas vacaciones. Él y Xell.

>>Sammuel

El brujo gemió de dolor al ver que los huesos en su muñeca se rompían, generando algo más intenso que heridas lacerantes. Cambió la varita de mano y le apuntó a la muñeca fracturada.

-Episkey -inquirió, sanando así sus huesos y tomando nuevamente la varita con su mano derecha. Ahora podía continuar la batalla y eso haría, si no fuera por culpa de un escorpión que le inyectó su veneno letal. Se había salvado de la araña pero no de ésto.

-Morphos -pronunció con claridad, apuntando a su zapato izquierdo y transformándolo en un bezoar que lo ingerió de inmediato. Ésto hizo que sus heridas sanen, bueno, más que heridas, veneno. Ahora si se encontraba en estado para realizar uno que otro hechizo más.

>>Sammuel.

Ahora una pequeña arañita se dirigía hacia él, caminando con sus pequeñas patitas para llegar al rubio. El chico con una sonrisa calma alzó el zapato derecho y aplastó al insecto, crujiendo a medida que lo movía de lado a lado. Se había salvado de una grande, porque le decían que ese veneno era letal. Una vez estuvo a salvo, se dispuso a apuntar a Ashley Atkins, una de las prisioneras.

-Zancadilla -pensó haciendo una leve floritura. La mortífaga que intentaba escapar cayó gracias al lazo mágico que se amarró a sus pies. Una por lo menos se quedaría dentro, bueno... mientras tanto. Ahora se dispuso a hacwer más defensas y alzó su vara.

-Avis -continuó, generando doce palomas blancas que volaron en círculos alrededor del mago. Éstas lo defenderían de cualquier rayo que le mandasen en su contra, obviamente, aunque no lo defendería de efectos o invocaciones.

Era momento de permanecer vivo y disponerse a que ningún prisionero salga, aunque eso ya no era posible.

Off: Otra vez del cel xD +-+

>>Sammuel

-Finite Incantatem -pensó el rubio en dirección al oso que ahora se volvía en torno a él, deshaciendo el hechizo de Patrick que hacía que éste le rinda lealtad a él. Sin más, cuando el oso polar volvió a estar bajo las órdenes de Sam, le mandó a atacar el torso de Colt con sus garras afiladas y sus largos colmillos. Todo volvía.

-Sectusempra -masculló en un tono severo, apuntando a los doce cuervos que también se dirigían hacia él con intención de atacar. Las doce avecillas desaparecieron cuando el rayo impactó en una de ellas, la central. Ahora estaba nuevamente a salvo y podía continuar, aunque no sabía por cuanto.

Los presos se le estaban escapando y no podría manejar la situación por mucho tiempo si seguía solo, pero siempre repetiría: Lealtad y Sacrificio.

>>Sammuel L.

-Bueno... creo que seré yo solo... -el rubio se mofó y entrecerró sus ojos, pensando en qué hacer. Daría lucha, pese a que sea el único Auror, o al menos eso parecía en el momento. Alzó a Feyzhar y se colocó a siete metros de cualquier mortífago, mientras apuntaba a una una puerta de la celda que estaba en reparación, suelta.

-Morphos -exclamó, convirtiendo las rejas en un oso polar de tamaño promedio, parecido a su Patronus, pero éste no se desaparecería, sino que tenía la orden de defenderlo, parándose delante de él, a la espera de alguna otra orden o un rayo.

-Avis -continuó, generando doce cuervos negros que sobrevolaron arriba de la cabeza del brujo, con la misma órden del Oso, defenderlo.

Bueno, ahora estaba con defensas satisfactoriamente hechas. Nada más quedaba luchar contra noventa y cinco mortífagos, pero nada de lo que importarse.(?) Siguió en posición defensiva a la espera de que algo sucediera, aunque esperaba que fuera más bueno que malo.

>>Sammuel

-Maldición -emanó Longbottom, oyendo ruidos provenientes de las entradas de Abaddon, mientras se dirigía a la celda de Zack-. Nunca se cansan, ¿eh? -sin más, tomó su varita del bolsillo y recargó su luz dorada que llevaba en su rostro. Los mortífagos estaban derribando fuerzas y, si no se apresuraba, estarían dentro en nada.

-¡Expecto Patronum! -inquirió haciendo una floritura con su varita, recolectando el recuerdo más feliz que podía poseer más cerca de sus recuerdos, para que hilos de luz plateados formen un Oso Polar adulto que corrió en busca de sus compañeros de la Orden, con un claro mensaje: "Atacan Abaddon, los necesito cuanto antes"

Esperaba que su mensaje sea claro para sus compañeros, o estaría en graves problemas. Conocían la ubicación de Abaddon en México, ahora solo restaba que acudiesen al llamado.

>>Sammuel

Bueeh(?) el mago había muerto. Malditas aves, menos aves que ellas, Twitter (?). Estaba así, sin vida pero conste que los mortífagos se hacían los agrandados diciendo que fuimos re débiles y hace media hora estaba la mitad del bando en las celdas, así que agua y ajo por favor, decía la mente de Sammuel. Además que débiles fueron ellos en Ottery o Diagon, ¿por qué no se autopreguntaban eso ellos? Dios, se querían hacer los rudos y bien que eran bastante débiles, más si eran Magos Oscuros y se hacían los Ángel Caídos, seguía diciendo, hasta que por fin murió del todo y su mente ya no pudo hablar más, pero su espíritu salió.

Me dan risa la verdad, sin nosotros no duermen eh! Besitos, decía el fantasma Sam, aunque nadie lo oía.

>>Sammuel

-Bueno... no sé ya qué hacer... -inquirió el joven, al ver que el rayo que había sido mandado por parte de Mónica, fue interceptado por su puma que anteriormente había dejado a cargo de Lestat, pero como éste había muerto, ahora le servía a él. De igual manera fue que el rayo de Haughton impactó en el Avis y, más adelante, el de Colt en el cóndor que también le rendía honor al rubio.

Sin embargo, el confundus de Mónica y el Imperius de Colt si fueron efectivos en el chico, quien quiso pensar en un Finite Incantatem para el Confundus, o el Imperius, pero nada salía a causa de su gran mente confundida, donde imaginó pájaros de colores y arcoiris de color azul. Sólo pudo pronunciar unas palabras, de maravilla la verdad:

-Chicos, no se enojen por lo de hoy, nada más los encerramos para que socialicen con todo el resto de su bando. Si no se quieren entre ustedes nos hubieran avisado ps.

>>Sammuel

En vista de que Adr no necesitaba aquel puma, Sam le hizo una seña a aquel animal para que vaya en dirección a Lestat y lo proteja de cualquier hechizo, creyó que le habían mandado un Seccionatus, o algo parecido a flechas, no se había fijado bien. Por las dudas, tenía defensa.

Entonces volvió a alzar su varita para crear unas leves florituras que le servirían para realizar el siguiente hechizo que iba en dirección a Mónica, a quien ahora tenía tan solo a unos siete metros de él.

-Expelliarmus -masculló justo antes de que Mónica pronunciara su segundo hechizo, entonces la varita se le fue arrebatada de sus manos, imposibilitando que su segundo hechizo salga con corrección.

-Accio varita -dijo apuntando hacia el arma mágica que había derribado con anterioridad.

Ahora por lo menos era una mortífaga por la que despreocuparse, aunque si terminaba en Abaddon como la otra mitad de la Marca Tenebrosa, tendría que atenderla más adelante y no era que le molestara tampoco, más para entretenerse y cuidar.

>>Sammuel

-Bueno, al parecer ya estamos todos... -inquirió, con una sonrisa y manteniendo una pose formal, mientras sus avecillas seguían revoloteando a su alrededor.

-Morphos -comenzó entonces, convirtiendo un pedazo de pared que había quedado desprendido a causa de un Fuego Negro y lo transformó en un puma de tamaño normal, pero con largas garras y afilados colmillos. El puma se colocó delante de Adryanie, protegiéndola, quedando a sus órdenes.

-Expelliarmus -finalizó, atacando a Colt con aquel hechizo rojizo, que surcó el espacio para llegar hasta el mortífago, dispuesto a derribarle la varita de sus manos, a cinco metros hacia atrás. De impactar, debía recuperar rápidamente la varita si no quería que alguien la tome...

Suspiró y se cercioró de que ninguno de sus amigos estén malheridos, pero por ahora no muy graves, ni él mismo.

>>Sammuel L. D.

Para su desgracia, estaba envenenado. Sabía que si no se curaba pronto podía morir. Gracias a uno de los mortífagos que había cuidado en la misma Torre, una viuda negra le había inyectado aquel veneno mortal. Alzó su varita con todas las fuerzas que poseía.

-Morphos -emanó entonces, creando un bezoar con su zapato izquierdo e ingeriéndolo inmediatamente.

-Sectusempra -prosiguió haciendo florituras, en dirección a Pik, quien le había envenenado. Ahora pagaría con la misma moneda. Si bien no era veneno, correría el mismo peligro y la misma suerte que corrió él al poseer esa infección en su sangre que Jessie bien le enseñó a sanar. Aunque no tenía ni tiempo ni las mismas pociones para curarse por completo, el simple y eficaz bezoar le serviría de momento.

Sammuel L. D.

-¡Incárcerus! -exclamó con fuerza, haciendo que tres gruesas cuerdas salgan en dirección a Koa, haciendo que ésta quede amarrada muy fuertemente de muñecas, ojos y brazos. Así se le imposibilitaría mucho moverse, además de que Jank le había hecho un Zancadilla.

-Incárcerus -repitió, pero ésta vez contra Spectum, atándolo de brazos, piernas y ojos para que, al menos, no pueda ver la salida ni moverse hasta allí.

Una vez se aseguró de poder imposibilitar a aquellos prisioneros aunque sea, mandó a su cóndor a proteger a Boss, poniéndose delante de él, ya que le habían anulado el Morphos.

Sólo esperaba que toda esa recolección de prisioneros no haya sido para nada, si ahora los liberaban y tampoco esperaba morir ni nada por el estilo, al igual que sus compañeros, a quienes protegería en lo más que pudiera, claro que si él no estaba protegiéndo su vida.