Deax Black Lestrange

Deax Black Lestrange

Equipo Aqua

Soltó un quejido de color cuando sintió la picadura de la araña, si bien no era totalmente mortal sí ardía mucho. Sabía que el veneno de la araña haría efecto en un tiempo no muy corto, pero tampoco muy largo, por lo que si quería vivir debía actuar de inmediato. Presionó su varita con un poco de rabia, listo para realizar un hechizo que pudiera ayudarle; en ese mismo instante, su compañero Antoni había transformado su zapato en bezoares para poder curar el veneno. Asintió de forma amable y agradecida al mago, y metió uno a su boca. El alivio fue instantáneo.

Su varita seguía empuñada, volteó a sus compañeros que estaban listo para el ataque también y lanzó un hechizo a su contrincante más próxima -Sectumsempra -rayos verdes se formaron de la punta de su varita y salieron disparados con mucha velocidad hacia el pecho y las piernas de Nicole Evans. De su cuerpo empezaba a salir sangre muy rápidamente, y en unos minutos estaría totalmente desangrada.

Giró en su lugar, en dirección a Laurinda y pronunció en voz alta -Incárcerous -inmediatamente, tres cuerdas salieron despedidas en diferentes lugares; la primera en dirección a sus piernas, para atarla fuertemente mientras la hacía caer al suelo; la segunda, ata sus manos, con tanta fuerza que le hizo caer su varita al suelo; y la tercera, dirigida a su torso, atándole sus brazos a su cuerpo dejándola también sin respirar.

Se colocó al lado de sus compañeros, Tonks y Ravenclaw, listo para lo que pudiera presentarse a continuación.

Holahola. Vengo a dejar mi tarea; utilicé el duelo 8. He de admitir que me gustó mucho, fue corto pero preciso y sangriento. La ganadora tiene muchos problemas jaja pero se nota que le gusta la sangre de manera dramática. xD También me gustó porque no solo utilizó un artrópodo (araña) y lo mencionó solo así, sino lo investigó para poder describirlo. Las personas que no han estudiado sobre ellas (llevé un curso donde las tuve que estudiar, precisamente la especie que mencionó) no saben cómo actúa su veneno, y aunque no mata instantáneamente, supo cómo adecuarla al duelo (aun sin saber qué rayos había escrito sobre ella, o sabiéndolo, no sé); mis felicitaciones a Alexis por eso. (Eso fue un punto extra y fuera de la tarea).

Ahora tengo una duda, ¿el hechizo zancadilla puede anularse al turno, es decir, sí se elimina el lazo al transcurrir ese tiempo?

Otra cosa, más que duda es una observación para confirmar lo que estoy pensando... el sectumsempra impacta en el área al que esté dirigida y puede afectar órganos internos, causando las heridas tan profundas que causa, ¿cierto? No solamente afecta al pecho para desangrar (es lo más común que utilizan).

Tengo otra duda con respecto a los animales, cuando transforman con Morphos cualquier cosa y se convierte en un insecto o animal pequeño para atacar, ¿se puede matar solo así sin consumir una acción?

Leí algo así, pero no comprendí del todo.

Y por el momento solo eso, tengo otras dudas pero sigo sin recordarlas. xD

Deax Black Lestrange

Siendo aplastado por Esme

Estaba tranquilamente paseando por el parque, le gustaba ir a aquel lugar y sentarse a leer a una silla playera. Se levantó a comprar una bebida dejando su libro sobre la silla, acomodándose sus gafas protectoras caminó hasta el kiosko. Dio unos pocos pasos hasta que se dio cuenta de que sus cordones estaban desatados.

Se agachó y encorvó para atar sus agujetas. El cabello lo tenía despeinado, era algo imposible arreglarlo, y le caía sobre las gafas. Pasó su mano sobre sus cabellos desarreglados y, luego, terminó de atar sus zapatos. Cuando estaba listo para levantarse y seguir su camino, el peso de una persona lo hizo caer al suelo de frente. ¿Qué había pasado?, ¿qué fue lo que cayó sobre él? Se levantó y observó a una chica que estaba sobre el suelo, frotando su cabeza. El ojimiel se acercó e inclinándose hacia ella, preguntó -¿Qué ha pasado? -no era muy simpático su tono de voz, pero sí muy amable -¿estás bien? -extendió una mano hacia la joven bruja para ayudarle a ponerse de pie. Ahora su tono era más agradable; él siempre luchaba por que su forma de ser con todas las personas no fuera muy fría, trabajaba duro para poder moderar su seriedad y tornarla en algo un poco, pero solo un poco, más simpática.

Ambos magos se pusieron de pie -¿Segura estás bien? Deberías de prestar más atención a tu camino o podrías lastimarte seriamente -sus ojos eran inexpresivos y fríos, pero en sus labios empezaba a formarse una muy leve, y algo forzada, sonrisa.

@Esme2016

Deax Black Lestrange

Siendo aplastado por Esme

Estaba tranquilamente paseando por el parque, le gustaba ir a aquel lugar y sentarse a leer a una silla playera. Se levantó a comprar una bebida dejando su libro sobre la silla, acomodándose sus gafas protectoras caminó hasta el kiosko. Dio unos pocos pasos hasta que se dio cuenta de que sus cordones estaban desatados.

Se agachó y encorvó para atar sus agujetas. El cabello lo tenía despeinado, era algo imposible arreglarlo, y le caía sobre las gafas. Pasó su mano sobre sus cabellos desarreglados y, luego, terminó de atar sus zapatos. Cuando estaba listo para levantarse y seguir su camino, el peso de una persona lo hizo caer al suelo de frente. ¿Qué había pasado?, ¿qué fue lo que cayó sobre él? Se levantó y observó a una chica que estaba sobre el suelo, frotando su cabeza. El ojimiel se acercó e inclinándose hacia ella, preguntó -¿Qué ha pasado? -no era muy simpático su tono de voz, pero sí muy amable -¿estás bien? -extendió una mano hacia la joven bruja para ayudarle a ponerse de pie. Ahora su tono era más agradable; él siempre luchaba por que su forma de ser con todas las personas no fuera muy fría, trabajaba duro para poder moderar su seriedad y tornarla en algo un poco, pero solo un poco, más simpática.

Ambos magos se pusieron de pie -¿Segura estás bien? Deberías de prestar más atención a tu camino o podrías lastimarte seriamente -sus ojos eran inexpresivos y fríos, pero en sus labios empezaba a formarse una muy leve, y algo forzada, sonrisa.

Deax Black Lestrange

Se dirigía tranquilamente hasta el lugar al que sus profesores les habían citado para la segunda etapa de su clase. Como siempre, llevaba las manos en los bolsillos de su pantalón corto de color beige; el pantalón iba combinado con una playera blanca, con mangas a 3/4 rojas; sus pies iban cubiertos con su calzado negro sin agujetas. Su cabello lucía despeinado, como le era de costumbre, revuelto y desordenado, adornando su cabeza y cubriendo la mitad de la luna tatuada en su cuello. No llevaba otro accesorio con él: ni su pulsera negra enrollada en su antebrazo derecho, ni los anillos que solía utilizar en ambas manos, hasta su pequeño arete de plata que adornaba su oreja, todo lo había dejado en casa; el único accesorio que lo acompañaba era su varita, la cual iba guardada a la altura de su cintura, dentro del pantalón.

Llegó hasta aquel lugar y entró por una de las puertas que habían afuera. No tenía idea de por qué sus maestros habían escogido un sitio muggle para realizar la clase, habiendo tantos lugares en el mundo mágico, escogieron uno cualquiera fuera de él. Alguna razón debían tener, el propósito de aquello no estaba claro para Deax, pero sabía que había algo muy fuerte para escoger aquel lugar.

Seguía andando por el mismo pasillo, no había otra puerta para voltear o entrar a otra habitación, solo era adelante o atrás. Al fin, llegó al final del pasillo, este lo condujo a un balcón donde pudo observar una arena decorada con dos ríos totalmente diferentes: agua y lava. El toque del estadio era muy interesante, vivo y con ambiente de batalla.

Se paró unos momentos en el balcón para observar que varios de sus compañeros de clase ya habían llegado y que la mayoría de ellos eran parte de su equipo. El gesto en su rostro no mostraba ninguna emoción, solo lograba verse frialdad. No era muy bueno en trabajo en equipo, pero debía aprender a relacionarse mejor con sus compañeros. No podía ser muy simpático, su carácter no lo permitía, pero sí podía ser más amigable o por lo menos amable.

No encontró otra salida en el balcón que saltar de él. Tomó la varita en sus manos para realizar un hechizo amortiguador a la caída, pero antes de que las palabras salieran de su boca, se dio cuenta de que su descenso era suave como el de una pluma; así hasta que sus pies tocaron el suelo con lentitud. Caminó hasta donde estaban sus compañeros, atento a cualquier movimiento, asintió a los de su equipo y esperó en silencio a que llegaran los que faltaban para iniciar el duelo.

Hola, vengo a avisar que realizaré el análisis del duelo número 8. Lo pasaré a dejar más a la noche porque tengo que hacer cosas ahora en la tarde. xD También me pasaré por el simulacro en la noche. xD No entiendo qué pasará en el duelo que llevábamos o tengo que seguir esperando a que me maten? xD Ehmm también tengo otras dudas o.o

¿Nunca desaparecen las cuerdas del incárcerous, sino las tengo que quitar ya sea con magia o con las manos (pero me consume una acción, eso lo sé)?

Y olvidé las otras preguntas.xD

Deax Black Lestrange

El recuerdo empezó a apoderarse de su mente y él no lo detuvo. Cuando pensaba en aquel día, sentía que todo ese tiempo que había pasado solitario, en problemas y triste, no había transcurrido; se sentía un niño de nuevo, aún era un niño que buscaba por el calor de una madre... una gran sonrisa se formó en sus labios a la vez que cerraba los ojos para darle paso a aquella memoria que llenaba de alegría y calidez su corazón: La noche en que sus padres lo habían llevado por primera vez a conocer el mar. El primer viaje fuera de su localidad y la última vez que pudo compartir con sus padres, y sentir el amor de sus padres...

Flashback ~

La noche había caído y él, un niño de 10 años, iba de la mano de su madre y padre. Para ese entonces, Deax adoptado una mascota: un lobo recién nacido, llamado Mossel. Sus padres habían pensado que era algo peligroso, pero decidieron tenerlo y educarlo para compañía de su hijo. El cachorro caminaba con tranquilidad al lado de la familia, envolviéndose en los pies de sus amos o huyendo lejos de las olas. Era un cuadro muy tierno de los Brugman (apellido sanguíneo), así lo recordaba él.

El cielo estaba negro pero claro, no habían nubes que cubrieran las estrellas o que oscurecieran la Luna. El viento era fresco, ni muy frío, ni muy caliente. Sus pies descalzos jugueteaban en la arena mientras caminaba, se metía entre sus dedos y le dificultaban el andar. Era algo que le causaba mucha gracia.

Sus padres conversaban alegremente mientras andaban. Las risas que soltaban le inundaban de mucha felicidad, le contagiaban... no creía que pudiera existir en el mundo algo que opacara ese vivo sentimiento que se sentía en el lugar. Su padre vestía ropa fresca y holgada, su madre un vestido playero, flojo y cómodo; ambos atuendos de color azul. Samantha, su madre, siempre utilizaba en su mano una pulsera de plata con un grabado de una rosa en color azul (el color favorito de ambos), un regalo que le había hecho Michael, su esposo.

Deax se soltó de las manos de sus padres para correr libremente hasta la orilla del mar. El agua que bañaba sus pies era tibia y espumosa. Sus padres se habían quedado un poco atrás, tomados de la mas manos, viéndole jugar con Mossel... esperando que volviera. Él chapoteaba, saltaba, corría, todo le parecía fantástico. Ni la magia misma podía igualar lo mágico de aquel lugar.

La Luna llena y las estrellas seguían brillando en lo alto y él se quedaba poco a poco sin energía para continuar. Se sentó junto a sus padres, acariciando a su cachorro; los tres contemplaban la noche, el cielo y el mar, no podían pedir nada más. No había momento más perfecto que aquel...

Habían vuelto a dónde pasarían la noche, una casita frente al mar: una entrada poco elegante, el camino lleno de arena e iluminado con luz amarilla, tenue y poco clara; la cara era pequeña pero muy acogedora, familiar, perfecta.

Michael llevaba en brazos a Deax, la noche lo había agotado y, por fin, había caído rendido; Samantha cargaba a Mossel, por simple comodidad para el cachorro.

El Brugman llevó hasta su cama al cataño y besando su frente se despidió; Samantha se sentó a su lado, cantó el trozo de una canción que ahora casi no podía recordad, besó su mejilla y en un susurro le dijo "te amo". El ojimiel solo sonrió y cerró los ojos listo para dormir, abrazó a su mascota y... la noche terminó.

- - -

Deax soltó unas lágrimas al recordar aquello. Era un recuerdo muy alegre, pero también muy doloroso para él. Todavía no podía creer que después de poco tiempo de esa noche sus padres hubieran muerto y, junto con ellos, Mossel.

Sonrió aliviado, era la memoria más preciada que tenía... su mayor tesoro, algo que le recordaba que dentro de él todavía tenía algo humano, algo bueno; no toda su vida había sido demonio. Después de pocos años, se había perdido por la tristeza y soledad. Las fuerzas demoníacas lo habían poseído en un intento de huida de la casa dónde lo habían recibido después de lo sucedido con sus padres.

Puso su mano derecha en su cuello, sobre su tatuaje de la Luna llena entre nubes, decorado con una rosa azul... eso le recordaba a sus padres, a aquella noche, a Mossel, a su felicidad.

Se limpió las lágrimas y salió del oscuro lugar de donde estaba. Lleno de tranquilidad, caminó sin rumbo esperando encontrar a sus compañeros y profesores.

Hola, vengo a solicitar cambios en mi ficha. Los cambios son parte de la historia y los colores, solamente. Gracias.

Deax Black Lestrange

Todo había pasado muy rápido o él estaba tan cansando y débil por el sectumsempra que no había terminado de curar. Se vio en desventaja por esa misma razón. Más fue el susto que la pena de haber quedado sin pantalones, cuando el escorpión corrió a tal velocidad por el abdomen del mago y lo picaba, inyectándole su veneno. El mago no pudo más que soltar un gruñido de dolor y quejas ante el ardor de la picadura.

Aún estaba sentado en el suelo, pero el ataque del escorpión lo hizo retorcerse de dolor. Pensó de nuevo, con todas sus fuerzas "Episkey" y, rápidamente, su cuerpo empezó a sanar por completo. Sintió que su fuerza se reponía y que todo dolor en su cuerpo desaparecía, al igual que el escorpión que después de picarlo, se había dado a la fuga. Sonrió más aliviado aunque el veneno seguía corriendo por su cuerpo; el veneno de escorpión esapuntó con su varita a una pequeña roca -Morphos -la piedra frente a él, ahora se había convertido en un bezoar que pronto lo metió a su boca. El alivio fue inmediato, el bezoar había cumplido con su cometido y logró curarle del envenenamiento.

"Muy buen duelista" resonaba en su cabeza, no era tan bueno en el tema; aún estaba aprendiendo a llevarlo. -... Este no ha sido el mejor de los duelos pero admito, que aunque ha sido doloroso, se me ha hecho divertido -sus palabras, para sorpresa de él, eran amables y simpáticas; nunca había sido tan agradable con una persona que intentaba hacerle caer.

Ahora estaba sano y listo para contraatacar y defenderse a lo que fuera que Meight lanzara.

Deax Black Lestrange

El castaño se desangraba rápidamente por las heridas provocadas en su pecho. Estaba tendido completamente en la tierra, aún con su varita en mano, intentando moverse y no morir. La sangre que salía fluidamente, era tibia y de color rojo brillante; estaba bañaba todo su torso mientras formaba un charco que lo rodeaba en la tierra. Su voz estaba quebrada, el dolor de las cortaduras no le permitía decir nada más que quejidos.

Levantó la mano donde tenía la varita y la apuntó hasta su pecho con dificultad. Tragó un poco de saliva antes de realizar su siguiente movimiento; dejó su arma en la dirección a la que apuntaba y pensó en su hechizo "¡Episkey!". Debido a que este también es un encantamiento no verbal, podía pensarlo solamente. De inmediato el hechizo inició su efecto; el cuerpo del mago empezó a sentirse extramadamente caliente, seguido de una sensación más fría... El efecto del encantamiento logró hacer, rápidamente, que la sangre se detuviese y no fluyera más fuera del cuerpo del ojimiel.

Sus heridas ahora eran menos fuertes y profundas, sabía que debía aplicar otro episkey para poder curarse por completo, ya que el primer hechizo había logrado sanarle parcialmente.

Empuñó de nuevo su varita, esta vez en dirección a su contrincante y pronunció en voz alta -¡Incárcerus!- rápidamente, después de pronunciadas las palabras, tres cuerdas salieron de la punta de la varita en diferentes direcciones; la primera iba dirigida hasta la boca de la joven, cubriéndole al rededor de ella para que esta no pudiera soltar ningún hechizo; la segunda, enrolló ambas de las manos de la chica, haciendo entrelazar sus dedos y, claramente, haciéndole soltar su varita; y por último, la tercera cuerda, dirigida hasta sus pies, envolviéndoles desde las piernas, para evitar que se pudiera mover.

-Un sectusempra no podrá detenerme... -dijo con la voz algo cansada, debido a que no había terminado de curarse -pero debo admitir que fue un gran movimiento -soltó una pequeña sonrisa, mientras se sentaba sobre la arena.

Deax Black Lestrange

Deax Black Lestrange

 

 

Nombre: Ehrich Weiss.

Edad: se le calculan 31 años.

Papel que juega: Recluso.

Aspecto físico: es un tipo alto y robusto, de musculatura bien formada; muchos tatuajes blasfemos y góticos recorren toda su blanca piel. Es calvo y con bigote y barba frondosas. Los rasgos de su rostro son irregulares, al igual que su nariz; sus ojos son de color marrón oscuro y sin mucha vida. Sombras y ojeras acompañan los pliegues de sus ojos, se logra ver cierta inexpresión en ellos y otras veces, se observan desorbitados y locos; sus labios son pocos carnosos y muestran una sonrisa retórica y sarcástica ante las autoridades.

Cualidades Psicológicas: es un hombre frío y calculador, le gusta dar órdenes pero no seguir las instrucciones de nadie. Es de pocas palabras y la mayoría de lo que habla, lo hace con ironía y ofensivamente. Por todo el tiempo que pasó en las calles y pandillas, aprendió a defenderse y a pelear con los puños; así también es experto utilizando armas, en especial armas blancas. Es amante de las navajas y siempre llevaba una con él a todos lados donde iba. Sus conocidos solían decir que tenía características de genio, ya que sus mayores dones son ser muy analítico y la paciencia; eso hacía que sus planes tuvieran precisión y muy acertados. Perdió un poco la cordura cuando fue torturado por un cuartel de narcotraficantes que le acusaban de haber violado a la hermana menor del capo, eso incrementó su habilidad analítica, volviéndola perversa y sádica.

Breve historia: Fue nacido un día del año que no tiene realmente importancia para él, y para nadie; es originario de los barrios más pobres y bajos de su país, el cual tampoco tiene importancia para él.

Era un chico muy listo cuando era pequeño. Muy querido por su madre pero maltratados, ambos, por su padrastro. Después de una gran pelea que ambos adultos tuvieron, la madre fue gravemente lastimada, al grado que después de días en la Unidad de Cuidados Intensivos en el hospital más cercano a su casa, murió trágicamente en los brazos del niño.

Weiss quedó bajo la tutela del padrastro, el cual lo golpeaba y agredía verbal y psicológicamente todos los días, casi todo el día. El niño, a la edad de aproximadamente 11 años, huyó de casa para evitar el trato del hombre que le agredía. Incursionó desde entonces en las drogas; al poco tiempo, se volvió parte de la pandilla más peligrosa del lugar, robando, ocasionando disturbios en todos lados y llegando a asesinar a varias personas; hasta que decidió ser parte de un cuartel de narcotráfico.

Años más tarde, fue conocido como "El Waiz", nombre que aún reza en su cuello, grabado con tinta permanente. El sobrenombre que tenía, era reconocido por todo el país como uno de los narcotraficantes más peligrosos.

El cuartel de narcotráfico que competía con ellos, lo acusó como violador ante su capo. El acto criminal había tenído como víctima a la hermana menor del jefe del cartel. El hombre enloquecido y herido por lo sucedido a su hermana, mandó a torturar a Weiss hasta dejarlo casi muerto y loco. Su cuerpo fue lanzado a un barranco donde, el cuartel rival, tenía la esperanza de que muriera. Hecho que no ocurrió; las autoridades lo encontraron en aquel depósito de basura y aguas contaminadas. Fue llevado a un hospital donde fue curado y reconocido como El Waiz.

Fue condenado con cadena perpetua tras las rejas, por los delitos de: narcotráfico, homicidio, robo y violación.

Holahola a todos. Vengo a dejar mi ficha, un poco tarde y me disculpo por eso pero no había podido terminarla sino hasta ahora.

Mi nombre es Alex, mucho gusto. Estudio y trabajo ad honorem en la universidad. Estoy feliz por eso. Ando saliendo de mi gripe. xD Tengo 23 años. No sé qué más decir, me gusta estar en el foro aunque tenga el tiempo cortado. D: Soy miembro del foro desde el 2007, luego cambié de cuenta hasta que empecé a utilizarla en el 2012. Mmm no sé qué más decirles, espero que esté todo bien con la presentación y la ficha. Y ahora me despido, gracias.

Hola a todos. Vengo a presentarme. Como la mayoría ya sabe, soy Alex, acabo de cumplir 23, soy estudiante en la Universidad de Química y Biología. Acabo de empezar a trabajar en el departamento de Microbiología de mi escuela, inicio clases la semana próxima. No sé qué más decir de mí, no soy bueno hablando de mi persona. Si quieren saber más, pueden preguntarme, la mayoría de mis respuestas es "no sé" o "no responderé" [? JAJA Naaaah, así de malo no soy. XD

Mi personaje es Deax, de la familia Black Lestrange. Es bastante serio, es educado y respetuoso. Es muy frío y de pocas palabras, sonríe muy pocas veces pero es muy llevadero con sus amigos y llega a ser hasta bromista con ellos. Es bastante irónico, su sonrisa es igual de irónica. Y.. así con la cosa. Acaba de postularse para un puesto en el Departamento de Transportes.

Me encanta tomar agua, estoy enfermo, actualmente leo: City of Ashes, tengo un gran crush con Lana Parrilla (The Evil Queen en OUaT), me gusta el rock. No sé qué más decir o hacer así que.. leeré lo que dicen y si tengo dudas, vengo al rato.

PD: Me gustan mucho los duelos, me parecen muy divertidos, así que.. a matar gente.

Deax Black Lestrange

El día se había vuelvo gris y muy frío. Para su suerte, Deax había salido rumbo a la academia con un abrigo negro y bufanda gris, haciendo juego con un pantalón del mismo color que la chaqueta. El viento se volvía más violento a cada paso que daba, eso hacía que su cabello revoloteara por todas partes. El día tan oscuro favorecía a su vista, dándole la posibilidad de dejar sus gafas protectoras en su bolsillo.

Había llegado temprano a la academia, se encontraba sentado en el aula de Bando y Perfil mucho antes de que sus profesores entraran en ella. Poco a poco el salón se iba poblando y cada uno de los estudiantes tomaba un asiento. Después de un tiempo, sus profesores hicieron presencia en el salón de clases.

Después de un corto tiempo y pocas palabras, sus profesores desaparecieron utilizando un traslador. Algunos de sus compañeros empezaban a utilizar el artefacto de transporte hacia su lugar destinado; él no se quedó atrás, tomó el traslador en sus manos y enseguida un vórtice lo absorbió haciéndole girar y, por último, escupiéndolo hacia afuera.

Cayó sobre sus pies después de que el vórtice lo devolviera a la tierra. El clima no había cambiado en lo absoluto, el ambiente continuaba frío y nuboso. El lugar en el que ahora se encontraba era muy limpio y poco colorido, hasta parecía que las paredes, muros y todos los objetos a su alrededor, estuvieran podridos y destruidos por el pasar del tiempo; lo poco que sus ojos lograban captar, las calles estaban libres de basura… y de personas, parecía un lugar totalmente desolado, muy callado, tranquilo.

Dio una vuelta de 180° para quedar de espaldas a sus profesores y compañeros. Con la mirada siguió la estructura que ahora tenía frente a él, una gran montaña rusa completamente oxidada y con piezas faltantes. Seguramente, si alguien subía a aquella vieja y desgastada atracción de feria, tendría una gran y dolora caída. La lata de metal de la que estaba hecha aquella gran rueda, podría matar de alguna enfermedad a alguien de tan oxidada y podrida que estaba.

Se volvió de nuevo a sus compañeros, lanzándole una mirada confundida a su amigo de la academia, Sherrinford, que había llegado antes que él en el traslador. A juzgar por el gesto de todos, nadie sabía en dónde estaban ahora… pero seguramente, por la expresión de emoción en los ojos de los profesores, ellos sí sabían y tenían planeado algo terriblemente divertido para ellos, pero horrendo para los alumnos.

Sus ojos se llenaron de sorpresa cuando las palabras de la bruja salían de su boca; estaba un poco confundido, no sabía todavía si algo era realmente importante para él como para ser hurtado y llevado a aquel fantasmal lugar – ¿Cómo debemos recuperarlo? –soltó aquella preguntan sin pensarlo mucho, algo dentro de él quería saber con mucha urgencia qué era de tanta importancia para él. Nunca se había preocupado por alguien o por algo desde que había perdido a sus padres. Él era una persona poco interesada en los demás, simplemente se limitaba a convivir y respetar.

Su rostro y sus ojos se volvieron inexpresivos de nuevo, esperaba con paciencia que los profesores hablaran de nuevo para saber qué debía hacer ahora y comenzar la nueva aventura, pesadilla, búsqueda… sea como sea que se llamara lo que recién empezaba.

OFF

Hola a todos, ¿cómo van? Mi nombre es Alex, ya lo saben la mayoría. Tengo 23 años recién cumplidos (felicítenme). Bueno, quiero contarles que estaré algo corto de tiempo pero con todas las ganas para seguir en la academia y cumplir con todas las materias de ahora, quizá mis roles no sean los mejores y no tan "buenos" como los de antes, pero acabo de empezar a 'trabajar' y la próxima semana inicio clases en la U de nuevo... así que estaré algo corto de tiempo, pero bueno, así es la vida. Además, me estoy enfermando. T__T

Les cuento de mi personaje, es de la familia Black Lestrange y, por agregación, sería de la Malfoy (su madre es Malfoy). Es joven y demonio. Tiene problemas de fotofobia, por eso utiliza gafas protectoras para los reflejos dde la luz. Acaba de ser aceptado para trabajar como aprendiz en el departamento de transportes mágicos, pero con todo eso de la nueva versión, está confundido así como muchos, pero igual se postuló para el mismo puesto de antes. No sé qué más contarles así que lo dejaré ahí. Nos veremos luego.

Deax Black Lestrange

Miraba su reloj cada dos minutos, empezaba a pensar que la bruja quizá no llegaría. Algo había pasado y había tenido que cancelar a última hora, pero… no había cancelado. “Se le ha hecho tarde, solamente” pensaba para calmar la ansiedad que el tictac de su reloj le estaba provocando.

Seguía recostado sobre la pared observando hacia abajo mientras se perdía en sus pensamientos. Dio un pequeño salto cuando la voz y el beso de Valkyria lo sorprendieron de pronto. Los ojos miel del mago soltaron un pequeño brillo de felicidad al verla, la espera había terminado y, con ella, los pensamientos negativos que esta traía.

Recorrió con la vista el vestuario de la Haughton. Un vestido de color rojo oscuro, largo y refinado, con un escote en V muy sensual, y terminando con una pronunciada abertura dejando al descubierto su pierna… un atuendo muy sensual que dejaba resaltar su atractiva figura. Desde que la vio por primera vez, había notado que la belleza de la mujer era tal que podía deslumbrar a cualquier hombre y, al parecer, eso le incluía.

Soltó un pequeño suspiro aún con los ojos clavados en ella –Te ves… muy hermosa –. Repitió el gesto y deslizó los labios por su mejilla dándole un pequeño y suave beso. Se separó el pómulo de la bruja y extendió su mano para tomar la de ella y entrar al salón –me halaga que hayas aceptado la invitación –dijo entre una sonrisa.

Tomaron el camino hacia la entrada y el pasillo central del salón que terminaba en una lujosa y gran pista de baile. Rodeando esta, un conjunto de mesas decoradas con manteles y detalles acordes a la ocasión. Del techo caían velas que iluminaban el lugar, dándole un aspecto mágico y cálido a la noche. Las decoraciones de todos los alumnos resaltaban por donde se viera: en las paredes, en las mesas y un enorme pinabete con colgantes de diferentes colores y tamaños, luces abrazándolo y falsos regalos adornando la base del mismo.

Guío a su acompañante hasta una mesa no muy apartada de la pista de baile. La mesa redonda, para aproximadamente seis personas, estaba cubierta de un mantel blanco como la nieve que empezaba a caer fuera del castillo, las sillas cubiertas con una manta del mismo color y decoradas con un moño dorado. Al centro, un arreglo floral con rosas en diferentes colores y siendo el foco del mismo, una vela que iluminaba todos los asientos disponibles a la mesa.

Le ayudó a tomar asiento y se acomodó a su lado. Quitó una de las rosas del arreglo y la extendió hasta la bruja. La rosa, roja como su vestido, ahora adornaba sus manos. Esperaba que no fuera atrevido de más tener el gesto de regalarle la flor… alejó ese pensamiento de su mente y preguntó –¿Quieres una copa… o quieres bailar? –sonrió cálidamente mientras su mirada se clavaba en los ojos de la castaña.

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Deax Black Lestrange

Le dedicó una cálida sonrisa a la bruja y dio un pequeño mordisco al macarone que le acababa de ofrecer. No era amante de las manzanas pero debía admitir que el postre que acababa de degustar tenía un sabor delicioso –no había tenido la oportunidad de pasar a este café. Pero de qué me he perdido, estos macarones están exquisitos –dijo cuando terminó de comer.

Dio un sorbo a su café mientras prestaba atención a las palabras que decía la Haughton; la playa, claramente, no era su fuerte. Hacía mucho que no pisaba la arena y caminaba a las orillas con sus pies bañados por el agua. Solo una vez había visitado una playa, antes de que sus padres murieran y mientras el Sol estaba oculto, y la luz de la Luna brillaba en lo más alto del cielo. Río por lo bajo al recordar aquella noche de paseo con sus padres, un año antes de que todo terminara.

Terminó aquel recuerdo y su atención volvía a la cafetería y su compañera –Sería un honor acompañarte. Pero espero que no sea por las razones que planteas –. Esperaba que no fuera necesario el viaje hasta San Mungo para poder tomar un paseo con ella.

–Así como la magia nos ha salvado de muchas, también nos deja desvalidos. De igual manera, ¿qué sería de nosotros sin ella? –alzó la taza mientras se encogía de hombros y soltaba una sonrisa. Sin duda, si no existiera la magia en su vida, tampoco podría caminar bajo los intensos rayos del Sol.

Repasó con la mirada el rostro de Valkyria, sus finas facciones, labios rosa y piel canela… el conjunto de aquello daba una indudable belleza a la bruja. Fijó su seria mirada en los ojos miel de la mujer –¿Cómo fue que… sucedió? –Sabía que estaba siendo demasiado entrometido, así que antes que pudiera contestar pronunció –No es necesario que respondas. Disculpa si he preguntado de más –. No sabía cuál sería la reacción de la bruja, pero esperaba que no hubiera sido una desagradable y fuera de lugar.

Deax Black Lestrange

En la torre de los Aethonans.

Aquel día que había pasado siendo un completo vago; después de descansar todo el día y la tarde, por fin había llegado la hora de prepararse para bajar al baile de Navidad que se estaba llevando a cabo en el Gran Salón del castillo.

Salió de la cama cuando terminó de leer la revista que tenía en las manos y caminó hasta su cajón. Buscó la ropa que llevaría en la noche y salió a los baños para tomar una ducha. Ansaley, la fantasma de la casa, había realizado un gran trabajo aquella noche calentando el agua de la torre de los Aethonans, tibia, ni fría ni caliente, como a él le gustaba. Salió de la ducha rápidamente, se vistió y perfumó, y salió corriendo de la torre.

En el Gran Salón.

Deax había corrido hasta el Gran Salón, el reloj de plata en su muñeca izquierda le acusaba de la tardanza. Había acordado de encontrarse con su compañera para el baile a las 8 pm en la entrada del salón; ahora eran las ocho quince pm. Bajó de la escalinata que conducía hasta la estancia y caminó hasta la entrada de la misma. Vestía formalmente con un pantalón de color negro y una camisa con mangas largas de color blanco, acompañado de un chaleco largo a botones de color gris y una corbata negra. Su cabello, como siempre, lucía despeinado y revuelvo, aun por más que hubiera luchado en arreglarlo, no lo había conseguido.

Las altas y antiguas paredes del pasillo fuera del Gran Salón estaban completamente decoradas con luces, adornos y serpentinas de todos colores y tamaños para darle vista, vida y ambiente navideño al lugar. La música que provenía de adentro de la estancia sonaba con menor intensidad en las afueras, eso brindaba un ambiente más calmado. Adentro, las paredes parecían reventar con la música, alumnos y profesores bailando…

Caminó hasta una de las paredes contiguas a la entrada y se recostó en ella a esperar a la chica que lo acompañaría esa noche.

Deax Black Lestrange

El chico rubio que se encontraba en la sala ahora estaba frente al ojimiel explicándole lo que acontesía en el castillo. Las fiestas se estaban haciendo notar con concursos relacionados, bailes y buena voluntad para decorar. Escuchó la explicación y la presentación del mago –Deax Black Lestrange –dijo presentándose y extendiendo cordialmente una mano hacia él en forma de saludo.

–Entiendo... el baile está poniendo de cabeza a todos en el castillo –pronunció con una sonrisa –con todo gusto ayudaré a la decoración... y participaré para el asunto de la botella de Felix Felicis –observó a la Black Lestrange que seguía en el intento de ocultarse por la travesura que había cometido. Por relación a las fechas y a todo el ajetreo que acarreaba el baile y la preparación para las celebraciones, estaba dispuesto a ayudar y así, entre todos, podrían mantener más bajo el nivel de tensión y agilizar más las decoraciones y más.

Deax Black Lestrange

Deax Black Lestrange

Seguía entretenido en su conversación con Ansaley, de vez en cuando soltaba una que otra sonrisa que la fantasma hacía aparecer con la charla que mantenían. De pronto, sintió como un sentimiento de frío lo abrazaba y seguido de eso el fluir de agua bañando su cabello y cuerpo. El castaño se había quedado boquiabierto y confundido ante aquello –¿Qué demon..? –no sabía qué acababa de ocurrir, solo que litros de agua seguía bañando su piel.

Se limpió el exceso de agua en el rostro, quitándose las gafas de los ojos. Escuchó a lo lejos murmullos y risillas por lo que acababa de sucederle. A pesar de que gotas de agua seguían cayendo por su rostro y entrando a sus ojos, pudo observar como una bruja se escondía atrás de dos estudiantes para disimular algo. Claro estaba que ella había sido la culpable de lo cometido.

El rostro de la mujer se le hacía muy familiar, sabía que en la casa tenía parientes pero no les había visto por ahí. Se levantó del sofá, sin darle la espalda a Ansaley que ahora se encontraba riendo, y soltó sin más –¡Sé dónde vives, Black Lestrange!, ¡sé cómo encontrarte! –su voz sonaba divertida e intentaba no reírse, pero debía admitir que la travesura había sido cómica. Sin embargo, tenía contemplado que eso no quedaría así y que devolvería el favor, ¿cómo? No lo sabía, pero lo que sí sabía era que su sobrina había desatado una especie de guerra de bromas, porque él no se quedaría tranquilo hasta hacerle una y ella, seguramente, le devolvería la siguiente.

Off:

Ando reperdido con el tema de navidad. No sé qué rayos o cómo será lo del baile jaja, pero creo que iré a hacer travesuras por allá. Si alguien me explica cómo anda todo y si puedo hacer algo para ayudar, se lo agradezco.

Escuchó las palabras de la directora del departamento al llamar a todos los que se disponían a realizar cualquier tipo de examen para obtener la licencia correspondiente. La bruja repartió amablemente unos pergaminos con el consentimiento informado sobre los riesgos y beneficios que se tenían al realizar los examenes. El castaño hizo fila detrás de sus compañeros para recibir los papeles y después salir del lugar en busca de su madre para que esta firmara. Tomó el papel entre sus manos y, con paso lento, se dirigió hasta la salida del establecimiento leyendo cuidadosamente cada una de las palabras que contenía aquel documento. Terminó de leer las palabras y salió del edificio.

Después de un largo paseo por la ciudad, llegó hasta el lugar donde se encontraba su madre para poder darle los papeles. Buscó a la bruja y luego de algunos minutos la encontró, saludó cordialmente e informó el motivo por el cual el castaño interrumpía su trabajo. Su madre, una mujer dura y seria, accedió amablemente a firmar los documentos y se despidió de su hijo de forma simpática y alegre.

Deax notó que luego de todo lo que había hecho, las caminatas y vueltas que había dado por la ciudad, todavía tenía un poco de tiempo para volver al departamento de transportes mágicos y entregar el consentimiento para que fuera aceptado y contactado para realizar el examen lo más pronto posible.

Llegó hasta el ministerio de magia de nuevo por una cabina telefónica y subió hasta la planta sexta para entregar sus documentos -Buenas tardes de nuevo. Vengo a entregar el consentimiento informado para la realización del examen de vuelo solicitado en la academia - finalizó entrego la papelería a la secretaria sentada a un escritorio frente a la puerta de la oficina de la directora.

 

Formulario de vuelo

~ Nombre del examinado: Deax Black Lestrange

Ficha personal

Consentimiento informado:

La escoba es el único objeto legal como medio de transporte que no necesita ser registrado. Es una de las formas de transporte mágico más utilizada y aceptada en Gran Bretaña, aunque es algo cultural. En el pasado, los magos eligieron la escoba como medio para volar por ser discreta, barata y fácil de llevar.

Los alumnos de RB de la Academia de Magia y Hechicería que hayan sido mandados al Departamento, deberán recurrir al Consejo Regulador de Escobas para realizar el examen. Con esto se sabrá si el mago o bruja está capacitado para manejar el medio de Transportes.

Yo, Aine Malfoy, madre de Deax Black Lestrange, he leído y comprendido el presente informativo.

Firma del Responsable

Aine Malfoy

Escuchó el divertido comentario sobre Jocker y sus hijos, y no pudo evitar soltar una sincera risotada después de beber de su café. Dio un mordisco de su macarone de coco mientras observaba como la mirada de la chica se perdía. Seguramente muchos recuerdos habían vuelto a su mente después de la pequeña charla que estaban teniendo sobre el pasado.

Le dedicó una pequeña sonrisa a la bruja cuando esta parecía haber vuelto de aquel pasaje de recuerdos –estaré complacido de darte un pequeño recorrido por la casa… o que tú puedas mostrármela en su totalidad –río por lo bajo ya que algo sí sabía: ella, seguramente, conocía mejor la mansión Black Lestrange que él.

Extendió una servilleta de tela a Valkyria para las migajas que habían caído en su ropa y las pocas que quedaban en sus labios –Está delicioso. Llevaba un tiempo de no probar postres de coco –respondió a su pregunta para después dar ofrecerle de su macarone para que degustara.

–Fotofobia –respondió –intolerancia a la luz. No intolerancia por completo, sino más bien una gran molestia cuando la luz impacta en mis ojos, ya sea directa o indirectamente y, claro está, depende también de la intensidad –explicó y pasó despreocupadamente la mano por su cabello –suelo quedar momentáneamente ciego cuando los rayos de Sol son muy fuertes o cuando los reflejos con directos –se encogió de hombro y dio otro pequeño sorbo a su café.

Tengo algunas dudas, espero todavía estar a tiempo para que las resuelvan. Solo que no sé cómo expresarlas bien, pero ahí saldrá algo.

En el duelo que tuve con Jess:

1. En la parta donde impacta el primer expelliarmus, creí que había sido detenido por el protego que utilizó, en el caso de notar que no había sido así, ¿debe advertirse de que los siguientes ataques son inválidos porque no ha ido a por la varita o solamente se toma ventaja de ello?

2. Con respecto a lo de invalidar los hechizos, ¿solo se anulan así como si nada o dentro del rol debe decirse algo?

3. ¿Cuánto tiempo dura el hechizo incarcerus? ¿Se deben eliminar todas las cuerdas con mágia una por una, se puede hacer al siguiente turno después de quitar una sola o pasado una cantidad de turnos termina el hechizo (sé que la mayoría duran tres turnos, pero permanecer atado tres turnos es como morir al momento)?

4. Y por último, con lo de intercalaciones y tiempos. El manejo de las intercalaciones sí lo noté, siempre al hacer un resumen debe haber un juego de uno tras otro; pero en el caso de los tiempos, ¿a qué se refiere?