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Leandro Malfoy

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Mensajes publicados por Leandro Malfoy

  1. -O simplemente no le importamos y decidió ignorarnos- contestó el Malfoy sin titubeos, como era su costumbre, siempre al grano. –y al parecer eres mala con los hombres, por eso tu hermana no se lo esperaba.

     

     

    Leandro bebió otro gran trago de la botella que había recuperado de las manos de Anna y luego se prestó a escuchar lo que dirían las damas. La botella de vodka que tenía en las manos estaba por terminar, por lo que pidió al cantinero otra más.

     

     

    -Una botella de esta más…-ordenó y luego sacó los galeones del bolsillo trasero de su jeans para dejarlos sobre la barra. Giró de nuevo mirando a Anna y sonrió significativamente.

  2. Leandro miró a Kyttara y sus ojos se encontraron en la más aterradoramente cálida y cariñosa mirada que Ele regaló jamás. Sintió una fuerte punzada en el corazón y luego en su estómago un cosquilleo, entonces supo que seguía vivo, que aun quedaba algo porqué luchar, alguien por quien vivir y por sobre todo, alguien a quien cuidar por el resto de su vida.

     

     

    -Esto es lo más aterrador que he sentido en mi vida, pero me animo a vivirlo-dijo luego de escuchar a su nueva damisela y antes de juntar nuevamente sus labios con los de Kytta en un efusivo beso. Sus manos subieron de la cintura de la Black bordeando su figura hasta su cuello y seguidamente acarició suavemente la mejilla de la mujer mientras el beso aun seguía su curso llenando de nuevo el corazón de Leandro y haciéndolo sentir nuevamente.

     

     

    -Hagámoslo como se debe…-susurró en el oído de Kytta una vez que sus labios se despegaron y se arrodilló para mirarla a los ojos nuevamente –Kytta, ¿quieres ser mi novia?- y esperó la respuesta.

  3. El castaño miró severamente a Anna, no le gustó para nada que la rubia tratara de controlarlo, no era quien para hacerlo –Si quiero beber toda esta y cuantas botellas quiera, lo haré- le susurró al oído esperando que la otra mujer no escuchara. Luego sonrió escuchando de nuevo a su amiga.

     

     

    -¿Eso significa que debo estar agradecido? ¿Eres tan mala con los hombres?-respondió ante su primera acotación- Oh! Mira tu…donde vengo a conocer a un familiar, pues no hay más remedio, debes caerme bien, además si cuidas de Anna eres una de las nuestras. -dijo a continuación << ¿Una de las nuestras? El alcohol se me está subiendo… >> pensó de inmediato con tono de reproche y su sonrisa se borró de inmediato.

  4. -No me cuesta, me resulta muy facil, pero no quiero acostumbrarme, suelo ganar confianza muy rápido y eso es malo- contestó el Malfoy una vez que dejó de vagar en sus pensamientos. Estaba pensando en Sandra, su primer y hasta ese momento, único amor, aquella mujer era completamente lo opuesto a Leandro eran como el agua y el aceite, sin embargo, Ele la amaba por como era, aunque le parecía bastante anormal, demasiado alegre, muy confiada, débil, sentimental y exageradamente amable con los demás, todo lo contrario a lo que era él. Sus ojos se volvieron levemente oscuros cuando sus recuerdos se reprodujeron en su mente: la madre de Sandra al teléfono diciéndole que ella había muerto, cerró sus ojos por un segundo, bebió de la botella un gran trago y miró a Anna quien se levantó de su asiento y empezaba a alejarse con la botella en la mano.

     

     

    -No queda de otras, llevas mi botella y quiero más-respondió y se levantó de su lugar para acompañar a su amiga hasta la barra, donde se encontraba su hermana, no sin antes mirar de reojo al lugar y evidentemente la otra mujer estaba mirándolos desde la butaca. Volvió su mirada a Anna y tomó su mano como todo caballero para dirigirse hasta Juve.

     

     

    -No me presentaras?-le dijo a su amiga después de que ésta le saludara a su hermana-como sea, llámame Ele,te gusta el vodka, eh?-preguntó casi divertido a la otra rubia.

  5. Era aterradoramente extraño para Leandro lo que estaba sucediendo, aunque como decía Kyttara, si el destino los unió era por algo y ciertamente, Ele era un chico muy seguro de sí y muy directo, más de lo que muchas veces quería, para ser claros…

     

     

    Kytta tomo una de las manos de Leandro y con otra de sus manos acarició su tallada mejilla tensando el cuerpo del castaño.

     

     

    -Sé que es muy extraño, se que parece sueño, incluso una pesadilla, pero me gusta que digas que no te alejarás de mi porque yo no pienso hacerlo tampoco- contestó antes de que la chica le dé un beso cerca de sus labios. Ele sintió un impulso y no lo controló, tomó a Kyttara de la cintura pegándola más a él y la besó casi desesperado.

     

     

    -te protegeré desde ahora, permíteme ser tu compañero durante toda tu vida- dijo una vez que se separó de la mujer mirándola a los ojos.

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  6. Kytta apretó levemente la mano de Leandro y de inmediato su cuerpo se tensó, sus ojos se volvieron más oscuros pero controló sus impulsos de inmediato relajando sus músculos difícilmente. Aquella mujer tan bella para Leandro respondió a su pregunta y la sonrisa que le brindó seguidamente hizo que Ele sintiera un cosquilleo en el estómago, pero de esos buenos.

     

     

    Leandro se asustaba cada vez más ante la reacción de su cuerpo estando con esa extraña.

     

     

    -Malfoy, soy de la familia Malfoy- respondió hipnotizado por la radiante sonrisa de la Gryffindor –¿y usted?- preguntó nuevamente – disculpe, yo soy muy directo con las personas, incluso más directo de lo que quisiera pero es mi forma de ser y si no se lo digo creo que explotare- no podía creer lo que estaba haciendo, Leandro estaba a punto de decirle lo que sentía.

     

     

    -Usted tiene algo que me hace sentir…diferente-miró sus manos unidas- sus manos...-las volvió a apretar levemente y luego se sacó la capucha dejando ver sus orbes marrones claros y su cabello castaño- cuando sonrió sentí un leve cosquilleo en el estómago…eso solo lo sentí una vez en mi vida y ahora lo volví a sentir- No le diría lo que había pasado con Sandra porque simplemente es cosa del pasado, en estos momentos a Ele le importaba lo que estaba sintiendo al lado de Kyttara, creía que se estaba volviendo a enamorar –le ofrezco mis disculpas, pero es lo que siento – soltó las manos de Kyttara pero siguió mirándola – comprenderé si ya no quiere volver a verme, se que estas cosas no son normales- sus ojos volvieron a oscurecerse y su voz cambio a ser sebera- yo no soy normal…

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  7. -Sabes que no digo mucho de mí, ni siquiera te he dicho mi nombre, no creas que por beber un poco de vodka me confesare- dijo con seriedad. No le gustaba hablar mucho de él, no quería darle mucha información sobre su vida ni siquiera a su propia sombra y Anna era hasta ahora su mejor amiga, pero de todos modos no le diría muchas cosas sobre él.

     

     

    -Anna, créeme que será mejor no preguntar mucho acerca de mi, tal vez seamos muy amigos y todo lo que quieras pero hay cosas que trato de no contarle ni a mi propia conciencia- miraba a la rubia sin desviar su vista de sus verdes orbes –no obstante, puedo decirte que soy hijo de Maylis Malfoy y si tengo hermanos pues no los conozco- era una información que tarde o temprano se sabría por eso no le importó mucho decírselo.

     

     

    -Y en cuanto a tu pregunta anterior…no lo sabrás hasta que no aceptes un dúo, eso sí, tu eliges la canción- le guiñó el ojo- no desaproveches esta oportunidad.

  8. No pudo evitar soltar una pequeña risa al ver a su amiga fruncir el entrecejo ofendida, le parecía gracioso ese hecho – es lo mismo, no puedes pararte en un pie – bromeó.

     

    A pesar de que Anna estaba empezando con los mareos causados por la bebida alcohólica ella seguía bastante bien el ritmo de la música y sus pasos eran firmes y seguros, hecho que Ele le gustaba, el autocontrol – no dudaba, solo que pensé que pondrías otro ritmo o simplemente me pedirías parar…por el efecto del alcohol, digo – bromeó nuevamente mirándola con picardía.

     

    -No te permitiría beber más, estas ebria y si bebes más tendría que llevarte en mis brazos y como te dije antes, soy caballeroso pero no llego a lo extremo – Tomando la mano de Anna volvieron hasta sus lugares, Leandro se sentó luego de que la mujer lo hiciera y después pidió el refresco para su acompañante, volvió a sacar los galeones que anteriormente la bruja le había dado y le dio de “propina” al mesero mirando a Anna y alzando sus cejas.

     

    - ¿y bien? Tu me dices cuando vamos al karaoke, quiero escucharte cantar- dijo con voz segura antes de verter el vodka en su vaso y beber dos tragos seguidos.

  9. -Ser caballero es la cualidad que más lejos está de mí-respondió Ele ante el comentario de la bruja y estiró su diestra para tomar la mano de la mujer que desde el primer momento lo había maravillado con su belleza. No lograba sacar su mirada de la de Kyttara, la miraba tratando de descifrarla ¿Por qué lo atraía de ese modo? No se había sentido así desde que Sandra murió y eso lo asustaba y lo intrigaba.

     

     

    -A Ottery llegué hace unas semanas, ¿usted es de aquí? Tal vez me enseñe la ciudad en alguna oportunidad.

     

     

    ¿Desde cuando Leandro se interesaba tanto por alguien? Y para más colmo una persona desconocida…Su vista aun se posaba en Kytta pero sus ojos empezaban a cambiar de color por la intriga, entonces desvió por fin su vista y dejó que la mujer a su lado hablara.

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  10. -¿Tan ebria estas que no puedes bailar algo más movido?- preguntó mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios al mirar los de Anna. De un momento a otro la música cambió de ritmo, un tango comenzó a sonar reemplazando a la balada y Leandro siguió el ritmo sin ningún disgusto y contratiempo.

     

     

    -Elegiste bien-dijo aun con la sonrisa posada en sus labios y sus pasos iban al compás de la música, no dejaba de mirar los ojos verdes de la bruja hasta que una vuelta hizo que el contacto visual se rompiera pero volviera a su ritmo habitual una vez que la zurda de Leandro se situara de nuevo en la cintura de la rubia y su diestra tomando la mano de la bruja sin salir del ritmo exigente y pulcro del tango.

     

     

    -No hay ritmo que no pueda bailar, no estoy embriagado como tu- volvió a sonreír y paró en seco junto con la música, quedando el lugar en silencio sepulcral. Tomo distancia prudente de Anna y luego de hacer una leve reverencia le tendió una vez más la mano para que ella la acompañe.

  11. Leandro notó como Cris lo miraba con atención, al parecer Anna hablaba enserio cuando le dijo al castaño que hablaría con su hermano, aunque el mago hubiera preferido que nadie sepa mucho de él. Los ojos de sus compañeros lo miraban atentos y expectantes, y una vez que Leandro retomara su lugar se divirtió al notar la insatisfacción y curiosidad en sus rostros.

     

     

    Pronto una chica se presentó, Halliwell. Para Ele fue demasiada información la que dio, en vano, a no ser que quisiera llamar mucha atención, cosa que de ningún modo influiría en el Licántropo. Además de todo, Marisé preguntó si podía trabajar, definitivamente esa chica no era compatible con Leandro.

     

     

     

    No le siguió prestando mucha atención a la bruja después de decir que fue arbitro, simplemente no pensó que fuera importante, después de todo no entró a la academia con intención de hacer amigos. Sus ojos marrones claros ocultos bajo la sombra de su capucha negra, se posaron sobre la tela blanca y luego en la pluma que sostenía hasta que la mujer embarazada tomó la palabra.

     

     

    <<Acción, esa palabra suena interesante>> pensó mientras prestaba atención a Aimé pero ésta solo se alejó del grupo sin más y Leandro quedó confundido, su ceño se frunció al instante aunque no se notaba ya que lo cubría su capucha. Casi de inmediato, Cris volvió a hablar y el castaño bufó mirando cómo una tiza escribía de nuevo sobre la pizarra, deseó poder usar magia así como cris lo había hecho para que las tizas escribieran solas, pero él era diferente al hermano de su amiga, al parecer Cris era muy perezoso, tanto que hacía que las tizas escriban por él.

     

     

    Una vez que terminara de copiar lo que había escrito en el pizarrón no tuvo más remedio que mirar a su profesor y prestar atención a lo que decía nuevamente el mago. Sus ojos se oscurecieron al comprender lo que debían hacer, los nervios y el no rotundo era lo único que sentía en ese momento, no le parecía en absoluto que alguien lo viera en paños menores, ni siquiera sus cabellos castaños quería mostrar de hecho.

     

     

     

    Sus manos se cerraron en un puño del coraje mientras veía volver a Aimé con los trajes de baño, tomó uno a regañadientes fulminando a la profesora con la mirada más oscura que nunca y sin decir una palabra más se dirigió a los baños, se quitó la capa y el resto de su ropa quedando completamente desnudo y luego se puso lo que la bruja le facilitó minutos antes. Sus cabellos castaños quedaron descubiertos al igual que su abdomen tallado y sus facciones bien trabajados por el ejercicio diario. Los bellos de su pierna no se notaban muy bien a simple vista por el color.

     

     

    Tomó los zapatos especiales, la toalla blanca, se envolvió con su capa negra y caminó con su carteristica elegancia pero con pasos apresurados hasta el lago, esperando la señal de sus mentores. Quería terminar lo más pronto posible, la clase empezaba a fastidiarlo más de lo que se había imaginado.

     

     

    Sus compañeros por fin habían llegado hasta el lugar y una vez que las chispas azules se pudieron ver a lo lejos Leandro se despojó de su capa y se lanzó al lago –Casco burbuja- pensó una vez en el agua y un casco se de aire se materializó alrededor de su cabeza permitiéndolo respirar y hablar de bajo del agua, nadó con tal rapidez que en cuestión de segundos se encontró a unos metros de donde se suponía que los hipocampos inundaban, unas lianas acuáticas lo sostuvieron pero gracias a su fuerza se logró zafar de sus ataduras y seguir su camino. Las banderas empezaron a rebelarse en las manos de aquellas extrañas criaturas y Ele empuñando con fuerza su varita en su diestra, nadó con agilidad hasta una de las banderas azules situándose justo detrás del hipocampo que sostenía la bandera y con un ágil movimiento logró sacarle la bandera de sus manos y salir nadando con rapidez hacía la otra orilla del lago.

     

     

     

    En el camino más de dos hipocampos lo alcanzaron y solo llegaron a rasguñarlo ya que la adrenalina en la sangre del castaño también se había disparado junto con su enojo por estar exhibiéndose ante los demás, vio que una de sus compañeros le pisaba los talones y apresuró el paso para llegar en primer lugar junto a sus mentores.

    Al salir del agua se deshizo de la burbuja que le permitía respirar dentro del lago y corrió hasta las dos figuras situadas a aproximadamente dos metros de él entregándoles la bandera de color azul.

     

     

    -Espero que sea la última vez que nos manden hacer este tipo de estupideces- dijo con seriedad mirando los ojos primero de Aimé y luego de Cris para luego envolverse con la toalla blanca.

     

     

    Unos segundos más tarde, Price había salido del agua y al igual que él con rasguños en el cuerpo, la chica lo felicitó y él solo asintió ante las palabras de su compañera sin importarle mucho lo que podía haberle dicho. Leandro se volvió a poner su capa negra escondiendo sus cabellos mojados y se situó a una distancia prudente de los demás esperando la nueva orden de los profesores.

     

     

     

    Off: mañana entrego el siguiente rol, disculpen la tardanza.

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  12. El castaño notó que al principio Anna no quería acceder al baile, pero finalmente cedió llevando su mano del pecho de Leandro hasta el cuello del mismo, esto le dio un aire de seguridad al mago. Ele escuchó a la bruja y no pudo evitar sonreír ante sus palabras, no asesinaría a la primera mujer que le daba comodidad su compañía y menos a alguien que le daba vodka gratis cada vez que lo veía.

     

    -Crees que podría matarte? así que aun no confías lo suficiente en mi, creo que aun me falta hacer mucho para ganar tu confianza, amiga mía-respondió siguiéndole la broma y encontrando sus ojos castaños con los verdes de la rubia - porque las cosas no se repiten dos veces exactamente igual que la primera vez, así que disfruta este baile- dijo con los ojos puestos en los de su pareja.

     

    Leandro se siguió moviendo al compás de la sublime melodía musical que inundaba el lugar y guiaba con agilidad a la mujer paseandola con tranquilidad por el lugar apenas iluminado con la opacada luz de las lámparas que de cierto modo adornaban el lugar haciendo éste verse más oscuro que cualquier otra taberna.

     

    - Te gusta la música o la cambiamos a algo más movido- sonrió confiado

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  13. El castaño ensanchó su sonrisa cuando la oji-verde estiró su brazo y tomó su mano. Con su mano desocupada se sacó la capa que traía quedando con su campera de cuero de color negro y sin capucha - estorbará- dijo mientras se pegaba más a Anna, le dio vuelta sobre sus pies desprendiendo ágilmente la capa de la mujer y luego la puso por la cabecera de la silla -eso también estorbará- volvió a sonreír.

     

    -Así como influí en ti para que bebieras más vodka de lo que sueles tomar, del mismo modo influiré en ti para que cantes, así como ahora influyo en ti para que bailes sin necesitar mucho vodka- la picardia en el rostro de Leandro no tardó en reaparecer.

     

    El silencio que reinó unos pocos segundos se rompió cuando una melodía empezó a sonar en la oscuridad, producido por un leve movimiento de varita del mago, la cual rápidamente volvió a su sitio una vez que la música empezara a sonar.

     

    -Paul McCartney...nada mejor que una mezcla de vodka con melodías de Paul en una noche oscura y sin nadie que espíe- Empezó a moverse al compás de la melodía This never happened before tomando a Anna de la cintura y haciendo que la mujer lo acompañara en el baile -disfruta que será la unica vez...-soltó una pequeña risa-donde pensaste que te llevaría?

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  14. Mansión Malfoy

    Leandro había despertado como la mayoría de las veces, con un impulso de su cuerpo para no dejarlo morir en sus pesadillas, sus ojos oscuros, su respiración agitada y sudor en su frente. Suspiró profundamente mirando el techo de su cuarto mientras sentía su sangre volver a su cauce tranquilo y sereno, así también sus ojos volvieron a su color original, marrones claros.

     

    Se sentó sobre su cama y miró a través de la ventana a su derecha, el sol había salido y un día más comenzó con él. Miró sus pies descalzos y luego se puso de pie para dirigirse al baño. Se sacó lo único que traía puesto, un bóxer de color negro, su habitual ropa de dormir. No acostumbraba dormir con más prendas, se sofocaba aunque fuera invierno.

     

    Mientras mojaba su cabeza y todo su cuerpo bajo el agua que caía de la ducha, se acordó de sus clases, ese día empezarían las clases de generales, no recordaba la hora exacta en la cual tenía que ir por lo que se apresuró para salir.

     

    Salió con una toalla de color bordó alrededor de su cintura tapándolo hasta dos dedos sobre la rodilla. Se dirigió a la pequeña mesa que tenía del lado derecho de su cama y abrió el cajón donde tenía la carta que le había llegado a través de una lechuza.

     

    -Diez en punto...-pronunció casi con tranquilidad y miró el reloj que marcaba las nueve y veinte. Puso en blanco sus ojos – cuarenta minutos, tengo mucho aun.

    Caminó sin apuros hasta su closet y luego de secarse con la toalla empezó a vestirse. No le gustaba ser demasiado perfecto ante las reglas, ni siquiera sabía como ir a su primer día de clase, pero se vistió como siempre, de negro.

     

    Unos pantalones de vestir, una camisa y sobre ésta una remera del mismo color pero con un dibujo de serpiente en tono dorado atrás, la misma remera que usó la noche que volvió a ver a Anna, su nueva y única amiga hasta ahora. Se puso también los zapatos negros y la capa que no estaba dispuesto a quitarse ya que era la única prenda con capucha que vestía y él sin capucha no sería él.

     

    Salió de su habitación rumbo a la de su madre, Maylis, no se acostumbraba aun a ella pero no tenía muchas ganas de caminar por lo que le pidió que lo llevara hasta la academia.

     

    <<Necesito aprender a volar, o mejor, aparecerme>> pensó para sí y un elfo pasó en frente de sus ojos sin mirarlo, probablemente estaría haciendo la cama de algún familiar, pero Leandro lo llamó.

     

    -Tú…enano, llévame a la academia, hoy empiezo mis clases- ordenó sin rechistar.

     

    -Disculpe, soy un elfo, no un enano- respondió la criatura antes de tocar la capa del castaño y desaparecer del pasillo.

     

    Academia de Magia.

     

    El elfo apareció con el joven mago en la entrada de la academia, esta vez Leandro no cayó como de costumbre, aprendió a aparecer de pie.

     

    -Eres de menor estatura que yo, eso te hace enano para mí- respondió sin mucha gracia –ahora vete.

     

    El elfo desapareció de su vista y él miró una vez más la fachada de la academia, puso sus ojos en blanco y caminó adentrándose más en ella. Le parecía raro que una clase se impartiera fuera de un salón, pero ya que así le habían dicho en la carta no había mucho que hacer para cambiarlo.

     

     

    Llegó en el jardín de la academia y a varios metros de él divisó a un pequeño grupo de personas, para ser exactos, eran apenas cuatro con él y eso le agradaba, no era muy social, nada social de hecho. Se acercó a ellos y respondió su pregunta personal, sí, esa era su “clase”.

     

    Sin decir una sola palabra se recostó por el árbol de roble para esperar que comenzaran a hablar los profesores, su amiga Anna le había dicho aquella noche que su hermano le impartiría la clase, por cierto, ese hombre no tenía ningún parecido hasta ahora con Anna << ¿será adoptado? >> pensó mirando analíticamente a Cris.

     

    Cuando se suponía que todos estaban presentes en la clase, Leandro se sentó sobre la tela de color blanco que se suponía era la ¿silla? Cada vez más le parecía patético pero tenía que terminar la academia cuanto antes. Cris hablo y luego Aimé, bueno, solo se presentaron y presentaron la “clase”. Después habló una compañera más y el castaño decidió hablar también, lo haría tarde o temprano, así que lo hizo de una vez.

     

    -Llámenme Ele, aun soy joven, menos de cuarenta y más de veinte, pertenezco a la familia Malfoy, no trabajo, me gusta el vodka, no hablo mucho, no doy mucha información acerca de mi persona y espero terminar la academia cuanto antes. Gracias << ¿Gracias? >>- se sentó de nuevo en su lugar y escribió en un pedazo de hoja lo que había en la pizarra.

     

    Off:

    Hola, mi nombre muggle es Leandro Cuevas, tengo 25 años, así como a mi personaje me gusta el vodka y el billar, soy de Argentina. No sé que más decir, me gusta la música….como sea, espero terminar la academia pronto y bien.

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  15. -Anna, contigo no, tu misma lo has dicho, además yo no dije que eso me pasa con todos, pero de verdad, no creo que alguien más me caiga bien, veré como es tu hermano, tal vez él si me caiga bien- una vez más llevó el vaso a su boca bebiendo las últimas gotas de vodka.

     

     

    -Exacto, no me querrás tener como empleado en San Mungo, además se supone que en un hospital hay mucha gente – negó con la cabeza con el ceño fruncido pensando en la multitud de un hospital- no me gusta.

     

     

    Esperó que su amiga terminara de cargar su vaso para hacerlo también él después y beber de nuevo, el pequeño ardor en su garganta lo hacía revivir, le encantaba sentir esa molestia, tanto que no quería parar de beber vodka ni un segundo, lo hacía solo porque sabía que si bebía de seguido sin parar, la botella terminaría mucho antes y él se embriagaría mucho antes.

     

     

    Sonrió al escuchar de nuevo a Anna, haría que su amiga cante, el hecho de que la mujer había dicho que Leandro no lograría que ella cante, él lo tomó como un reto.

     

     

    -Lo harás, ¿apostamos?- de nuevo una mueca pícara se formó en su rostro- si pude influir en ti para que bebieras vodka más de lo debido, puedo hacerlo para que cantes- se levantó de su lugar y caminó hasta Anna para tenderle su diestra en pos que lo acompañe –ven…

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  16. -No me pongo mal, porque las personas me hablen, al contrario, si no quiero hablar con ella simplemente la ignoro - una sonrisa se dibujo casi en cámara lenta nuevamente en los labios del castaño ante la respuesta a su última pregunta.

     

    -Ahora resulta que soy una mala influencia, eso indica que soy importante para ti...-alzó una ceja y junto con la curvatura de sus labios hacían una mueca perfectamente pícara -espero no pedirte ayuda en mucho tiempo en cuanto al trabajo, te imaginas a mi como empleado? créeme que no te conviene ni a ti ni a tu empresa.

     

    Se acomodó en su silla y apoyó sus codos sobre la mesa, aun la capucha tapaba su rostro y se sentía casi aterradoramente cómodo con aquella mujer, la única hasta ahora capaz de robarle una sonrisa. Su mirada se posó una vez más sobre el borde de su vaso y llevó su diestra para tomarlo y dirigirlo a su boca. El vodka para Leandro era su bebida vital, sin él sentía que tendría una vida amargada, aunque la vida que llevaba lo parecía, pero le gustaba.

     

    -Te gusta la música?- preguntó casi vacilando.

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  17. -Como te había dicho antes, pretendo vivir de lo que tengo hasta que me vea en aprietos, así que aun no pienso en trabajos. Además – hizo una breve pausa- tendré bastante con la academia, que por cierto, haré lo posible para terminarla cuanto antes…quiero ahorrarme la molestia de convivir con muchas personas –dijo con seguridad para volver a llevar el vaso a sus labios y beber un poco más del contenido.

     

     

    Era verdad, Leandro no iba a buscar ningún tipo de trabajo aun. Trabajar significaba prestar servicio, estar bajo la autoridad de alguien más y convivir diariamente con mínimamente dos personas, y el castaño apenas había conocido a Anna, era su única amiga hasta ese momento de su vida. También conocía a Maylis pero era su madre por lo que no contaba…Y por último, Kyttara, aquella mujer que le parecía tan peculiar, la única después de mucho tiempo que podía ponerlo nervioso con tan solo mirarlo, pero esa era otra historia.

     

     

    Se quedó pensando mientras observaba su vaso reposado en la mesa hasta que volvió a tomar la palabra.

     

     

    -No, no es miedo, hasta ahora no le temo a nada <<mientes, Leandro>> ya te dije, estoy acostumbrado a vivir solo, no me gustan las multitudes- dijo con tranquilidad ignorando a su conciencia y volvió a beber del vodka, vaciando su vaso. Tenía tragos bastante grandes.

     

     

    -Has pedido vodka solo por mi o porque te gusta de verdad…- tomó los galeones que antes Anna le había puesto sobre la mesa y los guardó en el bolsillo.

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  18. -Yo no hecho de menos a nadie- en el instante que pronunció esas palabras, la imagen de la única mujer que amó se se formó en su mente y demostrando rabia tomó la botella de vodka y llenó su vaso para posteriormente llevárselo a la boca y beberlo completamente sintiendo su garganta quemarse lentamente mientras el líquido pasaba por ella en gran cantidad.

     

    Volvió a llenar su vaso entonces y lo dejó sobre la mesa para alzar la vista y encontrar los ojos verdes de la mujer en frente de él.

     

    -No dejaría pasar una botella de vodka en frente de mis narices sin dejarla vacía- acotó al recordar las primeras palabras de Anna - y en cuanto al lugar...es perfecto.

     

    <<Generales>> pensó para sí y bufó al recordar que se había inscrito en la academia, no le gustaba hablar con las personas y sabía que tendría que hacerlo al estar con sus compañeros, tendría que resignarse tarde o temprano pero era algo que lo empezaba a irritar.

     

    -Eso tengo que agradecerte? será mejor, mucho mejor si no me trata...-hablaría sí, con los demás pero solo lo necesario.

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  19. Extrañamente, un leve viento soplo para dispersar todo el humo del ambiente puro en el jardín. La mujer de vestido rojo con detalles en blanco, que por cierto le quedaba muy bello. Volvió a hablar. Su peculiar voz hizo que el castaño se interesara en ella más de lo que él mismo se lo esperaba. Abrió sus ojos de par en par mirándola, pero rápidamente volvió a bajar la mirada al notar que se estaba delatando <<idi***, ella no>> pensó para sí.

     

    -Así es, pues bien…entonces acompáñeme- instó a la Black a sentarse en el banco apuntando hacia él – por cierto, llámeme Ele, el nombre detrás de la inicial es muy culto para el que lo porta –volvió a hablar mientras se sentaba al lado de la bruja.

     

    Sin sacarse la capucha negra que llevaba puesta se sentó al lado de Kyttara, aquella mujer tenía algo en sus ojos que lo atraía de sobremanera. Según la teoría física de la resonancia algunos sonidos aumentan la frecuencia de los latidos del corazón, para Leandro fue una sorpresa que aquél sonido resultara ser la voz de la mujer. Lo ponía nervioso, pero de una manera que le gustaba. Ese hecho lo irritaba porque no sabía cómo reaccionar, pero se limitó a callar nuevamente para oír que decía la chica.

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  20. Leandro se encontraba en su habitación, terminando de fumar un cigarrillo, desde que emprendió su camino hacia donde el viento lo llevara, ese se había vuelto un vicio al igual que el vodka. Miraba atravez de la ventana de su habitación, la cual daba vista al jardín trasero, el viento fresco helado entraba por ella soplando la piel del castaño, pero éste se había acostumbrado al frio, al calor, incluso al hambre y al dolor por lo que no lo sentía mucho.

     

    La tela del pantalón de seda negro y su camisa del mismo tejido y color, debajo de la bata del mismo tono, no impedían mucho que la piel del Malfoy se enfriara, éste, justo cuando se predisponía a cerrar la ventana divisó algo en el cielo que muy pronto se posó sobre la baranda del pequeño balcón. El mago se acercó a la lechuza y ella le entregó un pequeño pedazo de pergamino que él leyó de inmediato y una sonrisa leve curvó sus labios.

     

    En ese mismo momento giró sobre sus pies y sacó de su armario la primera prenda de ropa que encontró, en éste caso, unos jeans negros que le quedaban flojos en las piernas, una remera del mismo color pero con un dibujo de serpiente de tono dorado atrás y sus habituales zapatos negros. Por el camino tomó su campera negra infaltable en su vestuario y se la puso tapando su cabeza con la capucha de la misma. Mientras bajaba las escaleras revisó sus bolsillos en busca de galeones <<nunca debes salir sin un poco de dinero>> pensó para sí al hacer sonar los galeones en su bolsillo.

     

    Llegó al hall de la mansión y se puso una capa negra que lo cubrió por completo <<como se supone que llegaré a ese lugar, ni siquiera sé dónde queda>> se detuvo en frente de la mansión y uno de los elfos se apareció en su costado izquierdo.

     

    -Tú, donde queda…-rebuscó en su bolsillo derecho delantero la esquela y la volvió a leer en voz alta –la taberna del loro tartamudo- dijo con autoridad. Nunca le cayeron bien esas criaturas pero tenía que preguntarle a alguien y era la única cerca de él y lo había visto por la mansión.

     

    -En la academia de magia y hechicería, señor –contestó el elfo – ¿el señor Leandro quiere que lo lleve?

     

    -Llévame, y que sea rápido- ordenó y lo único que sintió fue la mano de la pequeña criatura a la altura de su rodilla izquierda.

     

    Todo se volvió negro en un segundo, todo dio vueltas y al otro instante se encontraba sobre la humedad del césped por la cerrazón de la noche helada.

     

    -Pero que…-se quejó mirando al elfo con una mirada fulminante –no lo vuelvas a hacer, vete- ordenó mientras se levantaba don furia del suelo y acomodaba su vestimenta.

     

    Alzó la vista y divisó a unos metros un letrero con el nombre del lugar que decía en la nota de Anna. De inmediato su nerviosismo cesó y caminó con su característica elegancia hacía la, al parecer, antigua puerta. Al entrar al lugar inhaló el olor del lugar y recorrió con la vista cada mesa hasta que diviso a quien lo había invitado. Se acercó a ella y sin decir nada se sentó en la silla que se encontraba al frente de la mujer, vertió un poco del contenido del vaso que se suponía era para él y por fin saludó.

     

    -Al parecer no tardé mucho…eso me alegra, además no soy un hombre mal educado que deja beber sola a una mujer, mucho menos si la bebida es esta- dijo antes de volver a beber el vodka.

     

    -Buenas noches…

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  21. Mientras volvía a absorber el humo del cigarrillo, una voz hizo que de inmediato soltara el palillo de tabaco y lo pisara para apagarlo <<genial>> pensó con fastidio pero no hizo notar tal sentimiento al exterior. Miró a la mujer en frente de él y la observó analíticamente para hablar.

     

    -No se preocupe, disculpe usted por dejarla inhalar el humo de mi cigarro, se dice que daña, pero al menos a mi no me ha dañado-dijo con tranquilidad para pararse en su lugar - espera a alguien? verá...no soy de hablar mucho pero tampoco es malo hacerlo de vez en cuando, no lo cree?- preguntó.

     

    Leandro se sorprendió por haber tratado tan caballerosamente a la mujer que apareció junto a él de la nada, no acostumbraba ni siquiera a hablar a ninguna persona, su vida siempre fue más oscura que la misma oscuridad, mas desolada que el desierto, pero desde que llegó al mundo mágico, se ha topado con diferentes personas que ciertamente supieron hacerlo cambiar de algún modo, aunque no lo suficiente.

     

    Aquella mujer le parecía especial, había algo en ella que lo atraía de sobre manera y ni siquiera él lo había esperado, siguió en su lugar, con su capucha negra tapando sus cabellos castaños y esperando oír a aquella mujer que para él era desde ya, especial.

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  22. El Malfoy caminaba por Ottery como costumbre, pronto llegó a Diagon y luego pisó los terrenos de la Academia de Magia y Hechicería, sabía que muy pronto empezaría sus clases y no estaba mal conocer un poco el lugar antes de vivir ahí unos meses, no?

     

    Su caminar como siempre elegante y con su ropa negra que lo caracterizaba, más aún su capucha tapando la mitad de su rostro con su sombra y sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón de vestir. Siempre cabizbajo pero elegante. Caminó por un largo pasillo mirando puerta tras puerta todas con entrada a salones de clases. Tal vez se cruzaba con alguno que otro mago pero lo ignoraba, no le importaba en lo absoluto.

     

    Por fin había terminado el pasillo y una “u” invertida se alzaba al final como salida de él hacía los jardines de la academia, decorado con grandes árboles y plantas de diferentes colores dando vida al lugar, para cualquier ojo eso sería hermoso, pero ante los ojos del castaño era insignificante, normal…simplemente le daba igual.

     

    Siguió caminando hasta llegar a una parte del jardín, una parte especial, aparte, tenía incluso un nombre específico, “Jardines Sumaes” el cartel hecho de plantas y letras con las propias ramas se alzaba en el punto más alto de un semi arco hecho también de plantas, un corredor se extendía a lo largo del camino hasta una fuente de aguas cristalinas rodeado de pequeños bancos para dos. El oji-marrón dio un leve y rápido suspiro para caminar hasta uno de ellos. El lugar estaba vacío, justo como le gustaba así que se sentó en el banco y sacó un cigarrillo para fumar un rato.

     

    -Solo un rato, luego volveré al bosque, donde pertenezco, solo un rato…-dijo casi en un susurro mientras soltaba el humo cancerígeno por su boca.

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  23. Nombre del Personaje: Leandro Malfoy

    Sexo: Masculino

    Edad: Desconocida, aparenta 23 años.

    Nacionalidad: Británico.


    Familia(s): Malfoy (Sanguíneo)

    Padre(s) Sanguíneo: Maylis Black Lestrange (May Juliene Malfoy Feltom)

    Padre(s) Adoptivos:
    Si no se tiene, poner --

    Trabajo:
    Si no se tiene, poner --

    Poderes Mágicos:
    Rango Social: Se comienza de Aprendiz si no estás graduado en la Academia. Si tienes el status de graduado adquirido, comenzarás de Unicornio de Bronce. Las subidas de rango se realizan periódicamente a criterio del Wizengamot.

    Bando: Auror/Mortífago/Neutral

    Rango dentro del Bando: Si no se tiene, poner --

    Nivel de Poder Mágico: Deberás poner el que aparezca en tu perfil. Dado que se trata de un campo de cálculo automático, no siempre aparecerá actualizado en tu ficha. Se actualizará cuando se hagan ediciones por cualquier otro motivo.


    Puntos de poder en objetos: Los asignarán los moderadores

    Cita


    Hechizos adicionales: Los pondrán los moderadores



    Puntos de poder en criaturas: Los asignarán los moderadores
    Cita

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: Los pondrán los moderadores
    (caso de que sí especificar cuáles)

    Habilidades Mágicas:
    * Habilidad 1
    * Habilidad 2
    * Habilidad 3
    Si no se tienen, poner --
    Valido solo para Unicornios de Oro (1), Dragones de Oro (2) y Orden de Merlín (3)

    Conocimientos Especiales:
    * Conocimiento 1
    * Conocimiento 2
    * Conocimiento 3
    Si no se tienen, poner --
    Valido para Unicornios de Bronce (2), Unicornios de Plata (4), Unicornios de Oro (6), Dragones de Oro (8) y Orden de Merlín (10)
    Adicionalmente, pueden adquirirse 2 más de los que corresponden por rango, haciendo el curso de post-grado en la Academia.

    Perfil del Personaje:


    Raza: Licántropo.

    Aspecto Físico: Sus extremidades son normales para la edad que aparenta, es de tez blanca para nada pálida, al contrario, tiene bastante sangre en cuerpo que le hace ver un poco rosado, por lo que siempre esconde su rostro debajo de una capucha de preferencia negra. Tiene ojos marrones claros los cuales se vuelven color tierra cuando la adrenalina se dispara en su torrente sanguínea. Sus pelos son de color castaño claro, cortos y suaves. Presenta músculos no tan pronunciados pero los presenta, debido a las horas de ejercicio que practica diariamente.

    Cualidades Psicológicas: Es un hombre introvertido, cerrado, oscuro, no habla si no le hace falta incluso si algo o alguien no le gusta, lo ignora por completo. Muchas veces puede resultar bastante arrogante aunque también puede parecer egocéntrico en ocasiones, cree que el amor es un pretexto para la debilidad ante alguien por quien uno se siente atraído físicamente. Las personas que tratan con él dicen que tiene mente cerrada, al contrario, tiene una mente muy abierta, estudia a las personas por su forma de ser, criticándola o embelleciendo en sus pensamientos. Le cuesta ser ”bueno” y demostrar “cariño” por lo que prefiere estar solo.

    Historia:
    No recuerda parte de su infancia, pero suele tener pesadillas con referencia a un accidente de tráfico, las únicas imágenes que logra recordar de las pesadillas que muchas veces no lo permiten dormir son dos faros encandilándole los ojos, una rueda bañada con sangre hasta la mitad, una pierna rota y un pedazo de piel a unos metros de su mano quebrada.

    También, cuando sus ojos se vuelven de un color más fuerte a causa de su nerviosismo o enojo, en su mente se reproducen unas imágenes, como una visión, una especie de película basada en algún momento de su vida el cual desconoce por completo: Unos ojos encendidos en la noche, un feroz gruñido, unos colmillos puntiagudos y la luna llena en la cima de un precipicio. Cada vez que estas imágenes pasan por su mente, su respiración se agita y esto le provoca mucha frustración. Se aleja de las personas internándose en el bosque hasta que se le pase en unos días. Su frustración descarga en horas y horas de ejercicio.

    Las pocas cosas que logra recordar de su pasado, hicieron que pensara lo peor de sí mismo, que él se aparte de las personas, que se cierre por completo, a veces siente tristeza a la cual él llama “debilidad sentimental” no se permite llorar, desde que su novia murió. Es la única cosa que recuerda de su adolescencia, una muerte rápida y para nada dolorosa para ella, según lo que le habían descrito al licántropo.

    “Sandra tuvo un accidente, mi esposo estaba manejando y cuando se agachó para alzar el celular una scania salió de su carril, al parecer el chofer se durmió al volante” escuchó a la madre de su novia entre sollozos tras el teléfono “Mi hija salió despedida por el parabrisas y fue a dar debajo de las ruedas del camión” rompió en llanto la señora.

    Fue la primera vez que Leandro sintió un dolor tan fuerte, la primera vez que sus ojos cambiaron de color, la primera vez que las imágenes se reprodujeron en su mente. Según él, ese dolor destruyo su corazón y lo volvió a crear pero de piedra, sin sentimientos, algunas veces éste trataba de latir como si fuese de carne y sangre, suceso que le producía la repugnancia, pues para él significaba “debilidad.”

    Tras la muerte de Sandra, él se alejó todo lo que pudo de esa familia, una especie de culpabilidad, rencor, odio y dolor se mezclaron en él haciendo que se odiase a sí mismo, no buscó la muerte porque decía que era una salida muy fácil para lo que realmente merecía, por lo que decidió vivir solo, en un mundo que no conocía, con sus peores recuerdos y con el único sentimiento que le permitía asegurar que seguía vivo: el odio por sí mismo.



    Caminó miles de kilómetros hacía cualquier parte, siempre solo, siempre callado, siempre de negro y siempre con la mirada al suelo. Así llegó hasta Ottery, donde al principio dormía en las veredas, lejos de la mansión Malfoy, sin saber que ese era su verdadero destino, que ahí pertenecía realmente. Poco a poco fue levantando la frente y cada que veía a los magos lanzarse hechizos en cualquier bar donde pasaba la mayoría de las veces; se quedaba extasiado viendo la sangre correr tras un destello de luz, o los cuerpos petrificados. Miraba con atención desde un punto donde nadie podría llegar a notarlo y muy pronto se memorizó unos hechizos.

    Un día en su recorrido, llegó hasta la mansión Malfoy donde se quedó a vivir.


    Pertenencias:

    Objeto Magico Legendario:
    Válido sólo para Orden de Merlín.

    Objetos Magicos:

    Objeto 1: Varita Mágica.
    Núcleo de escama de dragón y fibras de corazón de serpiente. Es de cedro bañado en plata por lo que es de color plateado
    Clasificación: AA
    Puntos de poder: 20

    Objeto 2: Descripción
    Clasificación: Categoría que le corresponde
    Puntos de poder: Puntos que le corresponden

    Inicialmente, sólo puedes tener una varita, que tiene categoría AA y otorga 20 puntos. Este objeto es gratuito. Todos los demás serán aquellos que adquieras en la tienda.

    Mascotas y Criaturas:
    Criatura 1: Descripción
    Clasificación: Categoría que le corresponde
    Puntos de poder: Puntos que le corresponden

    Inicialmente, no puedes tener criaturas. Aquí se pondrán aquellas que adquieras en la tienda.

    Criaturas en la Reserva:
    Criatura 1: Descripción
    Clasificación: Categoría que le corresponde
    Puntos de poder: Puntos que le corresponden

    En este apartado se especificarán las criaturas propiedad del personaje que no sean controlables por el mismo, por no tener el rango social correspondiente.
    Inicialmente, no puedes tener criaturas en este apartado. Todas las criaturas se adquieren en la tienda.

    Elfos:
    * Elfo 1: Describir
    * Elfo 2: Describir
    Si no se tiene, poner --




    Licencias, Tasas, Registros:

    Licencia de Aparición: Se obtiene haciendo el examen en el Ministerio

    Licencia de Vuelo de Escoba: Se obtiene haciendo el examen en el Ministerio

    Registro de XXX:

    * Licántropo, certificado su registro de raza por el Dpto. de Regulación y Control de Criaturas Mágicas



    Otros Datos:

    Otros datos:
    En su caso, otras cuestiones que se quieran detallar, no contempladas en apartados anteriores.

    Cronología de cargos:
    Caso de que quieran detallarse cargos rolísticos del personaje.

    Premios y reconocimientos:
    Caso de que quieran detallarse premios y reconocimientos al personaje.



    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: --
    Link a Bóveda Personal:
    Bóveda 102553
    Link a Bóveda Trastera: Bóveda nº XXXXX
    Link a Bóveda de Negocio: Bóveda nº XXXXX
    Link a Bóveda Familiar 1: Bóveda 100774 Familia Malfoy
    Link a Bóveda Familiar 2: Bóveda Familia XXXXXXXX.

  24. Buenas...me paso por el registro de ésta familia para pedir refugio, o mejor dicho...padres, quisiera pertenecer a ésta familia, quiero ser Mortífago algún día de mi "vida" mágica y creo que en esta familia me enseñarán con perfección Como serlo, por esa razón vengo a pedirles que me acojan, si les es posible...desde ya gracias...

     

    Por cierto, soy Argentino y tengo 25 años, mi nombre es Leandro Cuevas.

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