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Ironía Heartilly

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Mensajes publicados por Ironía Heartilly

  1. Puff hola gente! Ya seguro os cansais los profesores de verme recursar una y otra vez, al menos esta vez aprobé DA y solo debo dos xD Y es que no me quiero ir de la Academia (? ... Ok no XD Pero me pillaron las anteriores clases en el peor momento de tiempo. Me llaman Evay en el mundo muggle, sino es Iro claro está, más que nada Evay me dice mi madre y mi madrina. Tengo 19 años, soy de Galicia y estudio Comunicación Audiovisual, es una carrera técnica así que tenemos muchas horas al día. Aunque ahora ya solo me quedan 2 materias así que lo volveré a intentar.

     

    Lo siento Anne, te toca volver a soportarme (?) xDDDD

     

    Me gusta escribir, leer, pero hasta los límites profundos de la lengua (estuve a punto de irme a estudiar Filología), adoro el Latín (única lengua aparte que hablo con fluidez), la filosofía (amoooor)... Llevo años sabiendo de la existencia de la red pero siempre ajena al foro, por que yo soy de Potterfics más que nada, allí actualmente soy Cazadora y muy pronto, si no hay adversidades, Moderadora. Me gusta mucho rolear y es lo que mejoró toda mi ortografía y demás. En cuanto al foro aquí pues, no mucho xD Soy una usuaria que irónicamente (xD) en vez de causar miedo causo la risa en los demás, me dicen que soy el alma mater de las fiestas y no tiene sentido :cry: Me interesa el Quidditch y los duelos también.

     

    Tengo cuatro personajes. Irony Loveless Haughton es una ex soldado muggle que descubrió que era bruja luego de que se lo ocultaran. Es hija de Kritzai y Sira, aunque solo hija sanguínea de esta última. Es determinada, seria y con una gran perseverancia y valentía. Aunque ella pasaba de todo el mundo, yendo a su aire, acabó, durante la Academia, encontrando amigos que jamás reconocerá que lo son. Se siente atraída por Damian Black Lestrange pero no lo reconocerá tampoco xD Tiene una entidad demoniaca viviendo dentro de si, llamada Alouqua, y representada con un tatuaje que Irony lleva en su pecho. Este demonio es sangriento y cruel pero se desconocen sus verdaderas intenciones.

     

    Por campo aparte está Nicolle Dominé, una bruja francesa que es secuestrada y acaba sin sus recuerdos en Gran Bretaña. Es encontrada por un chico llamado Robert Delacour y se ve inmensar en una magia y en un complot de asesinatos. Y pues nada, se enamora Delacour :love: Es inocente e ingenua hasta límites insospechados xD Pero demostrando saber reaccionar en situaciones de extremo peligro. Por último, y ya menos elaborada, está Liszeth Sylvant, una bruja de perfil bajo que trabaja de tabernera en el Caldero Chorreante. Es sarcástica, madura, algo peligrosa pero muy comprensiva xD Ese compendio de emociones está basado directamente de mi y mezclado con el personaje que usaba en el foro del que yo era Administradora, Lenore Leonhart (un personaje muy a lo Bellatrix para que os lo imaginaeis)

     

    Y en fin xD Luego ya bajo la manga y en mis historiales tengo mil personajes más pero no hablaré de ellos xD

     

    Vamos a probar si acabo la clase.

     

    - Nombre: Darren Connor

     

    - Sexo: Masculino

     

    - Edad: 22 años

     

    - Papel en la historia: Enfermero (Prácticas)

     

    - Aspecto Físico:

     

    Es un chico fornido, de 1'70 metros. Sin modestia, es consciente de ser bastante apuesto. De cabellos cortos negros y un par de ojos enigmáticos que simulan el mismo color, aunque realmente es un marrón muy oscuro. De tes pálida, y siempre portando patillas de pocos días.

     

    - Cualidades psicológicas:

     

    Irónicamente, Darren tiene un carácter bipolar a pesar de trabajar en el lugar. Para la gente, a simple vista, se muestra como un chico bastante reservado en principio, que luego se vuelve una persona carismática, graciosa y despreocupada. Pero los que le han llegado a conocer más, en especial, algunas novias que ha llegado a tener, saben que también tiene un lado violento, borde y frívolo. Sin embargo, esto no le ha llegado a causar problemas debido a que no es muy dado a depositar su confianza en los demás y va solo por la vida. Su característica más importante es ser una persona sumamente irresponsable y pasional, decidiendo siempre con el corazón y no por lo que es más importante en realidad.

     

    - Breve historia del personaje:

     

    Nació en el seno de una familia acomodada en Phoenix, y aunque es adoptado nunca le faltó el amor familiar. Se trasladó a Brookling para continuar sus estudios de secundario y preparatoria. Nunca se los tomó en serio, pero cuando conoció a la que sería su primera novia, decidió hacerle caso y acabar todo con las máximas notas. Su sueño era estudiar periodismo, pero sobre el último año, durante un asalto, su novia fallece. Eso lo sumergió en una profunda depresión que lo haría desembocar en dos cosas. Primera, en obtener aquella bipolaridad, y segundo, en estudiar Medicina.

     

    Darren no parece cumplir el perfil estándar de lo podría ser un empleado del psiquiátrico. Sin embargo, estando en el cuarto año de su carrera, lo único que le desesperaba era encontrar prácticas. Al dejarlo para el final, casi no quedaban puestos, hasta que por un amigo dio con una vacante en el famoso hospital psiquiátrico. Aunque algunos le han advertido que rechace la oferta, creyéndose a prueba de todo, aceptó a ser enfermero temporal del lugar.

     

    Con dos semanas ya trabajando allí, se limita a alejarse de los pacientes más perturbados y a reirse a las espaldas de otros. Para él, todo no es más que un juego.

     

    xD al fin. Tenía tantas ideas en la cabeza que no acababa más de escribir.

     

    Un saludo xD

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  2. Vengo muy pronto por que no estoy en mi casa y bueno ._. estoy con minutos contados. Me arriesgué a postear por eso mismo del tiempo pero no estoy segura del todo. Morrighan Mckenna pone que ataca a Ironía Heartilly pero yo ya siempre pongo la cabecera de Irony Loveless Haughton, bah en fin, Irony, no Ironía. Diría yo que es un detalle poco importante pero di sus ataques por desviados por que cuando yo entré en una redada hace ya si eso de 2 meses más o menos, la Orden del Fénix me invalidó una huída por que quien me quiso sacar del lugar, me llamó Irony y yo NO tenía puesta la aclaración en el post, por lo que ahí si, correspondía Ironía.

     

    No sé si me di a entender bien. En cualquier caso tiene que ver. Yo creo que estoy en lo correcto pero por si a caso, dejo constancia de la duda.

     

    *deja chocos* un saludo xD

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  3. Irony Loveless Haughton

     

    Le dedicó una última mirada fugaz a Romina sin prestarle más atención a sus actos. Su objetivo era otra persona… su némesis, pero… ¿Por qué no estaba? Dark Dragona no había hecho acto de presencia desde hace siglos, esperaba verla allí pero había fallado. Chasqueó la lengua disgustada sin poder enfrentarse a su enemiga más marcada de toda la Academia, hecho que todos los de su antigua generación conocían. Se habían llevado mal desde el mal encuentro en las calles del Callejón Diagon para luego empeorar la situación durante la estadía en México en Generales. Para rematar, era la primera de otra persona que detestaba de igual forma, Nathan White.

     

    Eso le recordó Cillian… ¿A caso habría raptado a Nathan? (o.o) un escalofrío recorrió a Irony al pensar en tales ideas. Lo mejor era centrarse en la batalla. Sin más, sus orbes encontraron a otra persona que era del equipo contrario, el rojo. La verdad es que no la conocía de nada pero sería un placer intentar derribarla, aunque solo fuera un simple juego o tarea. Llevando su varita de nogal un momento a sus labios luego apuntó hacia la bruja. Parecía que Morrighan había intentado atacarla pero cualquier hechizo había salido desviado como si no le hubiera dado bien en el blanco (?)

     

    ―Corpus Patronus ―pronunció.

     

    De su varita comienza a salir una especie de patronus con forma de halcón peregrino adulto pero no era igual al Especto Patronus. Esta criatura brillante inmediatamente queda a órdenes de Irony y le ordena atacar a Morrighan McKenna con sus garras y pico, provocándole así varias heridas en el rostro y cuerpo. Además no sería el final de la estrategía, quería dejar completamente indefensa a la bruja que seguramente ya tenía algunas otras cosas encima por lo que el equipo verde llevaba bastante ventaja.

     

    ―Necrohands

     

    Piensa sin necesidad de usar la varita y simplemente extendiendo una mano y concentrando su mente. Al momento de pensar el hechizo, dos grandes manos fantasmales del tamaño de un adulto promedio que surgieron a los lados de Morrighan. La orden fue clara y sencilla, le ordenó a las manos paralizarla, por lo que cada mano sujetó un brazo de Morrighan Mckenna dejándolos extendidos hacia los costados y evitando que solo pudiera lanzar hechizos a las paredes porque no había nadie en esa línea de visión. Paralizada y con un halcón encima y quizá otros hechizos, era perfecto.

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  4. Irony Loveless Haughton

     

    Había logrado hacerse paso en el campo de batalla, situándose en una zona aún estable de la sala, en la que no tenía nada a cinco metros a la redonda lo cual era hasta cierto punto un beneficio. Todo estaba cayéndose debido a algunas explosiones y Irony no estaba muy segura de sí intervenir aún o no. Después de todo, nunca tenía ganas de combatir para nada, y sacar la calificación no le parecía un motivo eficiente. Buscó a algunos con la mirada pero sin encontrarlos… en su lugar sus ojos detectaron a otra persona.

     

    Fue recíproco, Romina y Irony establecieron conexión una milésima de segundo, pero para sorpresa de esta última, la primera no dudó en atacar. La Loveless debía ser rápida. Romina ya no era quien tiempo atrás y ahora era toda una experta en el tema, que un día de aquellos acabaría mandando al hospital a Iro. Era curioso como los tiempos cambiaban y hacían ver que la gente cambiaba, pues estas nunca mutaban. El tiempo era como dos espejos, uno cóncavo y otro convexo que reflejaban la vida como un esperpento.

     

    ―Fortificum

     

    Había pronunciado claramente para invocar frente a ella una muralla de cuatro metros de alto y dos de largo, lo suficiente como para cubrirla. La muralla además tenía 50 centímetros de espesor y era de diamante por lo que cuando las medialunas del Seccionatus de Romina chocaron con la muralla estas cayeron al suelo sin poder impactar en la pelirrosada. A continuación, el rayo Embrujo Punzante de Romina golpeó la pared no surtiendo efecto, y apenas provocándole un raspón a la pared. Irony había quedado ilesa y aún tenía la muralla.

     

    Se movió a un lado para ya apartarse de la muralla que la cubría y apuntó a Romina. Realmente no quería ser excesivamente cruel además de que le había hecho el favor de darle una oportunidad para participar, pero tampoco podía dejarla ir sin más. Creía que con una traba sería más que suficiente, tenía bastantes hechizos encima.

     

    ―Floreus ―murmuró.

     

    Luego de murmurar el hechizo, inmediatamente Romina había caído bajo su efecto. Este provocaría que el siguiente hechizo que fuera a realizar, fuera cual fuera, no funcionara, y salieran varitas en su lugar. Sería una trampa más que efectiva y no le importaba seguir tras ella, a menos de que Romina buscara más pelea. Le interesaba más… otra persona… (?) a la que intentar mandar a San Mungo. La vigiló igual por si intentaba algo, la tenía a diez metros de distancia, una longitud prudente que le daría libertad a la bruja para defenderse.

     

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  5. Solo quería pasar a pedir disculpas, hice que mi personaje se fuera de la zona del Rol por que sabía que iba a estar una serie de días sin poder responder y no quería dejar a nadie colgado. De hecho ._. tenía pensando matar a Némesis cuando acabara más o menos de conseguir los post por que ando muy justa de tiempo y como digo, no quiero entorpecer a nadie ni perjudicar a nadie por mis demoras. Hoy regreso a Némesis al lugar por que ya puedo dejar post hoy y los siguientes días. ^^

     

    Saludos

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  6. Irony Loveless Haughton

     

    La pelirosada llegaba tarde… Se le estaba volviendo costumbre. Había pasado mucho tiempo y su nombre, el rebelde nombre de Irony Loveless Haughton apenas quedaba como un recuerdo lejano, el susurro de un recuerdo alguna vez ligeramente importante para los de una generación posterior a aquella. Poco sabía de sus compañeros… Algunos, como Geneviéve, habían quedado aún más olvidados que ella, y otros como Damian habían sabido prosperar y seguir adelante. Luego había misterios de la naturaleza, como Dragona y Nathan que habían desaparecido sin dejar rastros ¿Qué estaba pasando? ¿A caso todos se estaban dividiendo?

     

    ―Recuerden, recuerden… el 13 de Diciembre… ―susurró.

     

    Se había colocado la hombrera metálica en el hombro izquierdo para luego colocarse la chaqueta de cuero blanca sobre un jersey de lana. Llevaba luego una falda de cuero marrón y unas botas altas con abrojos. Se colocó las muñequeras de lycra negra hasta los codos y por sobre estos unos guantes azules. Su mente la transportó a recuerdos más lejanos, con el explotar de los cristales en negocios del Callejón Diagón. Humo, y figuras negras, Mortífagos cayendo en busca de sangre como estirgues sedientas.

     

    Había llegado a paso ligero a los umbrales de aquella mansión de amplios jardines. Era una situación tan mítica como normal, ya conocida por la pelirosada por otras experiencias en compañía con los Mortífagos. Aún recordó aquella desastrosa vez… Como aquel triunfante encuentro en el que había podido saborear la rabia de la Orden del Fénix. Buscó con la mirada a alguien en especial pero sin encontrarle, más, en su lugar pudo reconocer a una de sus compañeras de equipo que también llegaba tarde como ella. Poco importaba realmente, aquello solo sería un trámite.

     

    Mientras movía las rejas e ingresaba a los jardines, por encima, decidió usar el manto escarlata a modo de capa y se subió la capucha para quedar oculta como en viejas andanzas. Pasando por entre las estatuas de sirenas y otras formas, ingresó al gran salón de la mansión donde se estaba desatando toda la gran batalla. Tuvo que agacharse para esquivar un rayo mal direccionado. A decir verdad, no les conocía a todos ellos, pero no parecían estar mal preparados. Como fuera: que comenzara la acción. Su varita de nogal, en esos momentos, rozando contra la yema de sus dedos, clamaba atención.

     

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  7. Irony Loveless Haughton

     

    La guerrera había reconocido la potencia del chico pero al mismo tiempo sentía que lo había desestimado. La defensa había brotado del mago de manera majestuosa ante los ojos grises de la Loveless quien admiró los reflejos y la eficacia de los movimientos de Anthony. Intuía, tampoco había que ser muy ávido para saberlo, los pasos a nivel profesional que el joven alumno tomaría una vez graduado la Academia. Era una pena, la verdad, tenerlo en un campo contrario, pero al mismo tiempo le inspiraba respeto, pues hoy en día faltaban verdaderos defensores de la justicia. Quizá fuera él la reencarnación de los Aurores que ayudaron al Elegido a derrotar a Lord Voldemort.

     

    Podía divisar su respiración agitada, sentir el sudor saliendo de su piel y el temblor ligero e imperceptible de sus nervios. Antes de que el chico tuviera tiempo de pensar, Irony, aprovechando que tenía la ventaja de las intercalaciones del asunto, trazó una silueta en el aire con su varita de nogal para apuntar a algo que Anthony no había visto, una araña de rincón que estaba al lado de su pie. Ya sabía ella que aquel lugar era una ruina y había sido nido de múltiples insectos venenosos incluso.

     

    ―Oppugno ―susurró

     

    El efecto fue instantáneo, y en insecto, la araña de rincón, había quedado bajo su mando. Solo fue un segundo más, le dio la orden de picar a Anthony, y solo tuvo que estirar un par de patas para lograr treparse a su pie. Afortunadamente, si el chico tenía calcetines, o bien eran soquetes, o los tenía muy arremangados, porque la pierna estaba descubierta debajo del pantalón. Se filtró por debajo del pantalón e inyectó su letal veneno con una picadura en la piel. Todo había sido demasiado rápido, ya por ser un efecto y ya por estar la araña tan cerca.

     

    A continuación la pelirosada abrió los ojos de la sorpresa al ver emergidas aquellas manos fantasmales. Ahora estaba atrapada por ambas invocaciones sin poder mover la varita para apuntar bien. Eso la ponía en aprietos, sin embargo, no era lo que ella esperaba ¿Nada más? El chico no estaba luchando como debería, y eso no le agradaba. Escuchó sus palabras y bufó molesta. Eso no era un duelo.

     

    ―¡Debes luchar como un buen guerrero! Anthony, no puedes vivir evadiendo las batallas. El respeto es una cosa, y los deberes son otra.

     

    Tras aquel sermón, no se quedó de brazos cruzados, aunque técnicamente, de quererlo tampoco hubiera podido. Con los ojos, descubrió a tres metros del chico, a la izquierda, otra columna, esta vez aún se mantenía en pie, también de piedra y de otros siete metros de largo. Sin necesidad de apuntar, pronunció:

     

    ―Vitae

     

    En ese momento, la columna de piedra se convirtió en un terrible tigre que se lanzó contra Anthony para dañarle con sus garras y colmillos de piedra, provocándole graves heridas sangrantes.

     

    ―La guerra supone batalla. Si quieres proteger a los que quieres tendrás que aprender a luchar ―exclama Irony con su tono que más recordaba a un soldado― No hay espacio para debilidades en esas ocasiones, para distracciones o para sentimientos.

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  8. Voy con un gran retraso u.u' No me voy a ponerme a dar excusas así que traigo directamente el análisis hecho ante la duda, si no vale pues que se le va a hacer, tendré que recursar de nuevo, y sino no sé si es que bajáis nota o como o.o En fin, ya dejo el duelo, un quebradero de cabeza por cierto, había tanto cambios que me lié yo sola :cry:

     

    Adryanie vs Sean di Spinneto IV

    Lugar: Picadilly Circus. 7 metros entre ambos.
    Adr: Vestido negro, cartera y botas de cuero.
    Sean: túnica y botas de cuero

    T1.A1.Adryanie: Desmaius
    T1.A1.Sean: Protego (absorve el Desmaius)
    [Espacio desaprovechado por Adryanie para intercalar]
    T1.A2.Sean: Sectusempra
    T2.A1.Adryanie: Avis (Choca con el Sectusempra)
    [Espacio desaprovechado por Sean para intercalar]
    T2.A2.Adryanie: Silencius
    T2.A1.Sean: Embrujo Punzante *no verbal*
    T3.A1.Adryanie: Zancadilla [impacta Embrujo Punzante]
    T2.A2.Sean: Expelliarmus [Desviado]
    T3.A2.Adryanie: Morphos (Bota de Cuero de Sean en Avispa Marina / Inyecta veneno) ---> [Finaliza Embrujo Punzante]
    T3.A1.Sean: Morphos (Céntimo en Bezoar / Curado de la Avispa Marina)
    [Espacio desaprovechado por Adryanie para intercalar]
    T3.A2.Sean: Crece-uñas
    T4.A1.Adryanie: Morphos (Gabardina en Avispa Africana / Inyecta veneno) [impacta Crece-Uñas]
    [Espacio desaprovechado por Sean para intercalar]
    T4.A2.Adryanie: Finite Incantatem (no verbal) [Finaliza Crece-Uñas]
    T4.A1.Sean: Morphos (Bota en Bezoar / Curado de la Avispa Africana)
    T5.A1.Adryanie: Sectusempra [impacta Incarcerus]
    T4.A2.Sean: Incarcerus (Una entorno a las rodillas para pegar las piernas, otra atando los antebrazos al torso y otra "entorno al rostro" (?)) [impacta Sectusempra]
    T5.A2.Adryanie: Evanesco (no verbal // "para desaparecer la cuerda de los tobillos")***
    T5.A1.Sean: Morphos (banco en Lobo para atacar a Adr.)
    [Espacio desaprovechado por Adryanie para intercalar]
    T5.A2.Sean: Episkey (no verbal // curación de emergencia de Sectusempra)
    T6.A1.Adryanie: Expelliarmus** (El Lobo la ataca)
    T6.A1.Sean: --
    T6.A2.Adryanie: Sectusempra**
    T6.A2.Sean: --

    Notas:

    T4.A2.Sean: Incarcerus (Una entorno a las rodillas para pegar las piernas, otra atando los antebrazos al torso y otra "entorno al rostro" (?)) [impacta Sectusempra] ---> El rostro es grande, ¿ojos? ¿boca? ¿¿¿nariz???

    T5.A2.Adryanie: Evanesco (no verbal // Desaparece la cuerda de los tobillos)*** ---> rolea que desaparecen las tres cuerdas. ¿Por qué si la "cuerda de los tobillos" es a la que apunta y está separada de las otras dos, tendrían que desaparecer las tres? Segundo, no había de los tobillos.

    T6.A1.Adryanie: Expelliarmus** ----> No saldrían al no poder apuntar
    T6.A2.Adryanie: Sectusempra** ----> No saldrían al no poder apuntar

    Resultado: Adryanie herida por el Lobo y atada. A Sean le falta un 2º Episkey.

     

    Saludos!

  9. Irony Loveless Haughton

     

    La pelirosada no sentía la misma adrenalina que sentía a menudo con casi todos sus contrincantes, más bien, aquel duelo, paradójicamente, le recordaba a su primer duelo de la anterior Duelo Avanzado, que había sido contra Romina. Irony era incapaz de tomárselo con recelo, actuando, consecuentemente, de una forma muy relajada y serena, mas no quería decir que poco potente. Seguía dando todo de sí, así que si el chico acababa venciéndola sería por que Irony era menos experta en combate que su enemigo y no por otras razones.

     

    El chico iba a tenerlo algo difícil de todas formas por que la ojigris no era alguien fácil de hacer flaquear, aunque si había personas que lo habían logrado. Había tenido una cantidad mediana de combates, muchos ganados, otros que no acabaron en nada, y uno en el que había perdido. Jamás olvidaría esa derrota tan patética… Como jamás olvidaría la satisfacción de haber podido derrotar a Dark Dragona, ni la nostalgia de los dos duelos que había tenido con Romina. Eran sensaciones de lo más contrarias pero que a la ojigris le reconfortaba recordarlas.

     

    Observó atenta, mientras el viento soplaba ligeramente haciendo danzar en el aire algunas hojas secas del otoño, como el mago invocaba aquel escudo mágico protegiéndose hábilmente. Era increíble como pasaba el tiempo, como la gente evolucionaba tan pronto y como Irony se quedaba en el pasado. ¿Desde cuándo se había vuelto tan nostálgica y dramática? Ese no era su estilo. Sin más, antes de que el chico pudiera defenderse trazó una línea en el aire con su varita de nogal y murmura hacia Anthony que seguía a once metros de distancia de ella:

     

    ―Floreus

     

    Como se trataba de un hechizo efecto, todo fue instantáneo, y en cuanto Anthony intentó realizar un hechizo, un Silencius en este caso, de su varita solo salió miles rosas rojas y rosadas que cayeron en el medio del campo de batalla. Los ojos de la demonio se entornaron vislumbrando las bellas flores, sus flores favoritas irónicamente, por más raro que sonara para una persona tan fría como ella.

     

    ―Qué caballero ―comentó.

     

    A pesar de la contradicción de ambas magias, había utilizado un hechizo de magia blanca, y ahora se disponía a contraatacar con uno propio de las artes oscuras, Irony se mantenía indiferente. En ese sentido, su lealtad se veía un poco difusa, ya que para sobrevivir a ella le daba igual aferrarse a una cosa o la otra, después de todo… ¿Qué pintaban los mundanos en una guerra de dioses? Aunque en aquella guerra la religión no tenía nada que ver, los ideales de bandos venían a ser su remplazo.

     

    Un ideal no podía morir, ni dañarse, ni sentir amor. Solo era eso, un ideal.

     

    ―Fuego Maldito ―dijo.

     

    A penas el hechizo brotó de sus labios, de la punta de su varita salió invocada una llamarada con forma de halcón que abría sus alas de manera majestuosa y luego salía volando a toda velocidad contra Antony. Si le impactaba la criatura de fuego, las quemaduras serían tan graves, que tendría que hacerse un episkey de emergencia para que estas no empeoraran a futuro. Las palabras del chico la sorprendieron un poco aun así, y aunque lo primero que el vino a la mente fue decirle que no la conocía del todo como para tenerle tanto aprecio, no quiso decir aquello.

     

    ―Tus palabras me toman por sorpresa, no lo voy a negar ―responde― Tampoco tenía planeado que las cosas acabarían así. Pero solo es un duelo más para mí. Lo interesante será, ¿podrás acaso vencerme? Por lo que veo has llegado lejos en poco tiempo.

     

    off: perdóname tú la demora, me había quedado sin luz y solo tenía algunos descansos de la uni para poder postear y aprovechar la internet y la corriente de la biblioteca.

  10. Irony Loveless Haughton

     

    Irony se había marchado de viaje y había desaparecido a la vista de todas las personas que la querían sin explicación alguna, sin ninguna nota ni nada, ni si quiera para sus padres. Solo ella sabía a dónde había ido y si pensaba volver. Todos, habían comenzado a enviarle lechuzas a la espera de que ella respondiera, el que más: Damian. Enviaban las lechuzas sin saber si estas la encontrarían y la Loveless las cogía y guardaba en su bolso… Claro que las leía pero no respondía a ninguno de los escritos. Después de todo, ella solo había viajado al mundo mágico por una sola razón, por su búsqueda por el Portador de la Muerte.

     

    Luego de giros inesperados y otras experiencias más extrañas, la pelirosada decidió regresar a Londres. Ya casi se había olvidado que había dejado la Academia a medias, total, poco le importaban aquellas asignaturas. Había pasado la noche en un hotel con los galeones que le quedaban y luego, por quizá, volver a ver rostros conocidos, volvió al viejo castillo donde echó un vistazo a las clases de Duelo y Rol. En las primeras, no tardaron en volverla a fichar como alumna pero Irony no prometía continuar con aquello; haría su mejor esfuerzo eso sí.

     

    Y esa había sido la historia de cómo se encontraba allí, sobre las praderas que componían los Jardines Sumaes. Había leído en el tablón de anuncios como el tocaba luchar con Antony. Aquel chico… Había pasado mucho tiempo. La pelirosada no pensaba ir más lejos escogiendo un campo de batalla apoteósico, pero tampoco era exactamente normal. Si, eran los Jardines Sumaes, pero se encontraban en la zona en la que la magia afloraba de manera algo caótica. Donde las ruinas de piedra de las antiguas instalaciones realizaban formas extrañas cual templo de ritos derruido. Aquel lugar era más, solo Oniria, Dragona y ella sabía que se encontraba la puerta al mundo de la Antimagia, por eso la magia salía de las varitas de forma más disparatada y sin control.

     

    La bruja aguardaba, más paciente y serena que lo habitual ¿Qué habría pasado en el viaje? Llevaba sobre su jersey malva sin mangas, la chaqueta blanca de siempre junto a una mini falda de cuero, el bolso sujeto a su pierna y botas altas con abrojos. Los brazos libres esta vez, habiendo dejado sus guantes en casa y también las pulseras y muñequeras. De su bolso sacó la varita de nogal y la aferró fuerte en su mano mientras con la otra mano decidía, como no siempre hacía, soltar su melena rosada. Aquel día, Irony hasta parecía tener alguna especie de encanto.

     

    Mientras un pie rozaba la tierra miraba a los lados con precaución. Casi podía decir que estaban en un círculo de ruinas como Stonenhedge. Columnas verticales u horizontales de piedra yacían en la pista de batalla, mas, Irony no tenía nada en cinco metros a la redonda en cuanto a su posición. Solo había eso; piedra y nada más, al menos en la superficie, pues entre la hierba seguramente ciertos arácnidos u hormigas o incluso gusanos continuarían su "vida" con tranquilidad (?). Todo estaba listo, solo faltaba su enemigo. Entonces le vio llegar, la verdad es que hubiera deseado mejor luchar con alguien desconocido o que odiara pero eran cosas de la vida. En cuanto lo tuvo localizado le hizo una reverencia estando a once metros de él y luego le apuntó con la varita.

     

    ―Mucha suerte. ¡Sectusempra! ―exclamó.

     

    Aun así, ella lucharía con todas sus fuerzas, así que el rayo rojo no tardó en brotar de su varita. Una vez recorriera la distancia, llegaría hasta el pecho de Antony Tonks provocándole graves heridas sangrientas en el cuerpo que podrían matarlo de no curarse.

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  11. Amoro que me haya podido tocar ser Ángel :love: Se me dá mejor esa clase de personajes :o En fin, espero que me disculpeis por haber llegado tan tarde a clase, ando con problemas con 2 asignaturas de la universidad :cry: Bueno, soy Evey mugglemente, tengo 19 años (ohyeah B)) me gusta diseñar, escribir, leer, cocinar (aunque ahí ya soy un poco más vaga) rolear, etc. Actualmente solo estoy en este solo sitio de rol por falta de tiempo xD Pero también se me puede encontrar en PF donde soy Cazadora y próxima Mode :ninja: Tengo 3 personajes, el principal es Irony Heartilly (una ex soldado muggle que descubre que es bruja), Alouqua (un Demonio que ha usurpado el cuerpo de Irony) y Nicolle (una señorita francesa a la que han secuestrado y ha despertado desmemoriada en Gran Bretaña xDDDDDDDDDDD)

     

    Nombre: Némesis

    Edad que aparenta: 23 años

    Ángel/demonio: Ángel (Serafín)

    Aspecto Físico: Mide 1,64 m aunque se la verá siempre un poco más alta debido a los grandes tacones que suele llevar. Posee una cabellera lisa corta de color rubio platino cuyos mechones son irregulares. Tiene los ojos de un color azulado-grisáseo que incluso a veces parece tener matices verdosos. De piel blanca perlada y escultural figura debido a su condición inhumana. Siempre va vestida de blanco, usualmente con vestido, botas y guantes y sino acompañada de una armadura metálica.

    Cualidades Psicológicas:


    Némesis es una persona de pocas palabras dejando muy a menudo momentos tensos entre los que la rodean. Es muy segura de si misma y ciertamente orgullosa, viéndose incapaz de fracasar en una misión sea cual sea hasta el punto de llegar a ser un poco egocéntrica. Sin embargo, tampoco busca sobreponerse al resto pues lo a único que ella le importa es el bienestar del Mundo y de la Humanidad, queriendo hacer cualquier cosa por ayudar a restablecer el equilibrio así sea dando su vida en ello. Pues, sus ideales son de honor, lealtad y sacrificio, siendo decididamente terminante e intolerante con aquellos cuya lealtad flaquea o dudan sobre sus actos.

    Debido a su escasa palabrería, poco se puede adivinar de los pensamientos de Némesis. Solo se puede apreciar, su fuerte lealtad hacia sus Ángeles superiores, siendo a la que más respeta, Lilith.

    Breve Historia:

    Alguna vez, hace cientos de años, Némesis tenía otro nombre y una vida como una mundana más, ella poco puede recordarlo. Pero cuando comenzaron los primeros indicios de la guerra, las batallas más letales antes de la 2º Guerra Demoniaca, recuerda haber luchado hasta el final con otros humanos por su ciudad natal. Ese día, un 6 de Junio de un año que casi ya nadie recuerda, salió de las entrañas de la Tierra una profunda oscuridad que amenazó con tragarlo todo y Némesis recordaba ver aquellas majestuosas figuras descender de los cielos para retener aquel Caos. Junto con el recuerdo de caer a las profundidades de la Tierra durante el terremoto, sus recuerdos acabaron.

    Luego de un largo letargo de cristal, siendo una estatua, vio la mano del Ángel Avalón tendida ante ella y no dudó en cogerla. Entonces vino a su mente sin más su nueva identidad; el Ángel Némesis. Con un nuevo aspecto y nuevos poderes y con una vida totalmente diferente. A aquellos momentos, se respiraba una corta paz en el Mundo de los Mortales que tanto ella como otros Ángeles sabía que no sería eterna. La rubia platino se entregó en cuerpo y alma a sus superiores y su cargo no fue el de manejar Legiones ni salvaguardar las vidas humanas, sino que se encargó de la Vigilancia.

    En un remoto lugar oculto entre Dimensiones, existía un sitio en el que Tiempo no llegaba y la vida no existía al igual que la muerte. Se le conocía por muchos nombres entre estos, el Niflheim. Allí Némesis podía observarlo todo: el Inframundo, el Mundo de los Mortales y el Mundo Celestial. Los años pasaron y entonces ocurrió lo más temido; un segundo levantamiento. Entonces, la mano de Lilith se tendió ante ella esta vez sacándola de su prisión atemporal y llevándola con los demás Ángeles.

    ¿Para qué?

    Para prepararse y luchar.

    Poder/Arma: Control de la Electricidad (Rayos primordialmente (????))

     

    En fin xD un saludo

     

    Edito para corregir errores ortográficos o.o

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  12. o.o Casi me pierdo la clase nuevamente. Bueno, aquí se reporta Iro nuevamente intentando luchar contra su laboriosa vida muggle y pasar las clases de Academia T_______T En fin, vamos allá.

     

    Algo sobre Evey xD

     

    Tengo 19 años, ayer los cumplí :love: denme amor por eso (?) Estudio Comunicación Audiovisual, una carrera que se dedica a un poco de todo lo que tenga que ver los medios artísticos de masas y por supuesto, la comunicación xD Un compendio de Cine, Periodismo, Música y mucha informática de programación y diseño. Me sorprendí con la localización de Marcellus xD Yo también nací en Mar del Plata, mas, ahora vivo en España desde hace 4 años. Y bueno, nada, tengo la misión de vida (?) de trabajar en la Programación de Videojuegos, quizá cuando finalice Master me vaya a California.

     

    No sé mucho más que contar xD Sino me dicen Iro, lo normal es que me digan Evey que es la abreviatura cariñosa de mi verdadero nombre. Soy una persona a la que le gusta llevarse bien con todos y por eso, salvo una lejana ocasión en mi vida de pre escolar xD nunca tuve problemas sociales. Soy un poco loca pero también admito que algo autoritaria, esa parte no le suele caer bien a todo el mundo, pero no es por mal, solo me gusta poner las cosas en orden para que salgan lo mejor posible.

     

    Algo sobre Irony, Alouqua y Nicolle (?

     

    Irony Heartilly es mi personaje principal. Una mujer que se ha criado entre muggles pero disconforme con la vida que le había tocado. Ignorante de la magia y soldado de las fuerzas armadas británicas. Profundamente dolida y llena de rencor luego de la traición de sus amigos, que eran magos, y no solo la abandonaron, sino que le ocultaron su verdadera naturaleza. Realmente es una Demonio, hija de Kritzai y Sira Loveless. Es seria, directa, práctica y solo siente verdadero cariño por su familia y por contados amigos que ha hecho en la Academia, pero no es algo que deje a relucir en público. Se unirá a la Marca Tenebrosa por simple rencor al bando contrario, que atacó a su familia -sin motivo alguno- y bueno, la psiquis del pj está llena de negatividad bla bla bla Nada especial. Su actitud es como la de cualquier soldado.

     

    Alouqua en cambio, es un alter ego, un Demonio que habita dentro suyo y la prueba de su existencia es un tatuaje en forma de ojo con flechas que Irony lleva en el pecho. Ella si es sangrienta, no como Irony que titubea y no mata por placer, solo cuando es necesario. Lujuriosa, astuta y siempre buscando como poder manipular a los demás. Sus orígenes son por el momento, desconocidos.

     

    Nicolle, es un personaje secundario que aún no aparece en la ficha. Es una bruja francesa que fue secuestrada y fue a parar a un tráfico de personas. Allí, luego de varios acontecimientos horribles, tras intentar escapar, llegó a Gran Bretaña y con el shock perdió sus recuerdos. El destino hizo que se encontrara en el Callejón Diagon con un mago llamado Robert Delacour que finge ser el Ministro de Francia y la utiliza para encontrar a un mago que quiere asesinar. Entre toda la aventura (?) Nicolle logra encontrar al objetivo a través de poner en peligro a Irony Heartilly, y tras una batalla apoteósica en San Mungo sale herida de muerte por la propia Irony mucho drama bla bla bla Nicolle se enamora de Robert y ocurre un bonito epílogo romántico super cliché :love: OK no me hagais caso.

     

    xDDD un placer conocerlos.

     

    Saludos

     

     

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    Maldijo por lo bajo totalmente nerviosa al ver que la única bala asombrosamente había fallado. Al menos, podía consolarse de que no había ido a parar por ahí contra una pared, sino que había impactado de lleno con la francesa, y muy pronto su vida se apagaría como la llama de una vela. Se volteó reconociendo a Damian llegar, sin saber cómo la había encontrado. La pelirosada no le había llegado a contar de aquel plan de venganza pero esperaba que lo comprendiera… La ira que la rodeaba era muy grande. Pero sus ojos se abrieron al escuchar el hechizo que por poco había impactado en su compañero y luego reconoció las palabras del Delacour… Inmediatamente dio un paso adelante dejándose ver.

     

    ―¡Él no tiene nada que ver! ―exclamó con fiereza sacando su varita.

     

    Sin embargo, o bien por la ira que rodeaba al mago, o por alguna otra extraña razón, el enemigo había actuado mucho más rápido que de costumbre, y en menos de cinco minutos la varita de Lawrence salía disparada e Irony comenzaba a ver todo borroso. Sintió su cuerpo dormido y su mente en otra parte… Había visto el odio en los ojos del supuesto ministro, ¿Por qué? Porque ella no se iba a tragar el cuento de que le importara la vida de la castaña, personas como él eran incapaces de sentir aprecio por nadie. Irony sabía que andaba deambulando, no estaba muerta pero tampoco se sentía dueña de sus actos. Poco a poco comenzó a poder distinguir las imágenes del callejón ¿Estaba andando sin su consentimiento?

     

    Se vio cargando a la pronto fallecida jóven ojiazul y aunque quería soltarla y dejarla morir su cuerpo no respondía.

     

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    Era un dolor incesante que poco a poco consumía su vida además de que podía notar la falta de sangre en su cuerpo. Pero no era nada comparado con otra clase de dolor espiritual que sentía… No quería morir, quería seguir viviendo a pesar de no recordar casi nada de ella misma. Aún tumbada, apenas lograba escuchar al mago y cerró los ojos un momento triste pensando en el grito que le iba a esperar pero este nunca llegó. Al volver a abrirlos las imágenes ya eran más difusas pero pudo ver con pavor como la pelirosada se acercaba a ella, cogiéndola. Escuchó a Robert hablar, y eso la sorprendió… Ya que pensaba que la dejaría a su suerte muriendo allí. Sonrió débilmente y finalmente sus ojos se cerraron dejando derramar las últimas lágrimas.

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    Tras correr a toda velocidad saliendo viva de la batalla del hospital, inevitablemente se había tenido que separar de sus compañeros pero sabía que tanto Nathan como Damian estaban bien. Tras perder de vista a los Aurores sin ser reconocida en el incidente, que era la mejor parte porque no pondría en peligro su historial, ni su familia ni su puesto en el Ministerio de Magia, se puso a pensar su siguiente movimiento. Estaba llena de ira por lo que había ocurrido, ese maldito bastardo se las iba a pagar, ya no solo eran por cosas de Damian, sino por también por motivos propios. Aún encima el día no parecía mejorar, la noche se había abierto pasos con un firmamento tapado de nubes.

     

    Habiendo llegado al Caldero Chorreante sin quererlo, decidió entrar para poder ir al baño. Allí se mojó la cara para intentar tranquilizarse y se cambió la ropa. Sus vestimentas más anormales habían quedado sucias y un tanto desgarradas, por lo que optó ponerse uno de sus antiguos uniformes de soldado. Ni tanto, solo llevaba una camiseta negra normal muggle de tirantes, y luego si, unos pantalones de camuflaje junto con unas botas. Se había quitado las muñequeras para que pudiera circular mejor la sangre y simplemente se puso unos guantes negros sin dedos. En aquellos minutos de tranquilidad, tuvo tiempo para pensar. Era hora de la venganza.

     

    Saliendo del Caldero Chorreante, comenzó a andar por el Callejón Diagon pensando en reunirse con Nathan, a quien seguramente encontraría frente al local de Dulces Tentaciones, punto de encuentro que se había hecho popular entre ellos, pero en su lugar divisó algo más interesante. A lo lejos había visto a la pareja huir rumbo a lo que conocía bien como las calles del difamado Callejón Nockturn. Sin pensarlo, decidió seguirles, y poco a poco comenzó a introducirse en los tétricos pasos. Tenía que ser muy disimulada porque aunque el mago era un humano tampoco era tan idi***. Cerró los ojos un momento y decidió poner en funcionamiento sus técnicas. Fue como si su respiración cambiara y todo rastro de esencia de Irony desapareciera.

     

    Volviendo en sí, siguió corriendo y oculta tras una esquina escuchó sus voces. Parecían desorientados y no dispuestos a moverse de aquel rincón en un buen rato. Era la oportunidad perfecta. Apartándose de allí y notando que el Delacour comenzaba a sentirla, subió unas escaleras para llegar al techo de un local abandonado. Desde allí se asomó con cuidado pudiendo verlos con una gran diferencia de altura y llevó una mano a su bolso de cuero sacando instintivamente el arma. Era una pistola de plata, algo pesada pero con apariencia simple. No era de ella, se la había otorgado el White y era muy importante… Solo poseía una única bala, una bala de grueso calibre en oro. No era cualquier bala, era una bala endemoniada, maldita. Quien la recibiera, estaría condenado a una muerte eterna, siendo incapaz de resucitar o reencarnar para siempre.

     

    Si, y a pesar de ser algo tan especial, la ojigris quería gastar aquella bala contra aquel mendigo de una buena vez, no quería verlo nunca más, ni en esa vida ni en ninguna otra, debía morir, dejar de existir hasta como recuerdo. Con milimétrica puntería apuntó al mago y cuando dejó de respirar y estuvo completamente preparada, lo hizo: disparó.

     

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    Alzó la mirada al cielo para luego frotarse los brazos notando como algunas gotas de lluvia comenzaban a caer en su rostro mientras volvía a escuchar las quejas de su acompañante aunque más apaciguadas a como las habían sido en el hospital. Realmente no se atrevió a cuestionar ni nada, Nicolle también estaba un poco enfadada por que no la hubieran tenido en cuenta y además había pasado mucho miedo, por un instante había perdido la esperanza y había pensado que el mago iba a perder la vida. Esos momentos se repetían en su mente constantemente como si hubieran sido hace diez minutos.

     

    Bajó la mirada al escuchar las preocupadas palabras de él y miró hacia la esquina donde él miraba no viendo a nadie. Sintió desconfianza pues no creía que fueran cosas de los medicamentos… Ella no sentía nada pero si Robert si era por algo. Mientras pensaba luego en lo que le había preguntado, comenzó a dar algunas vueltas para vigilar un poco el área. A primeras no veía a nadie, ni si quiera a las mujeres de vestidos escotados que siempre se podían encontrar al pie de alguna taberna o contra las farolas gastadas y apagadas, ni un alcahueta o vagabundo. Quizá, eso mismo era lo que le daba desconfianza al hombre, y era que todo parecía extrañamente tranquilo, como si se tratase del ojo de la tormenta.

     

    ―Bueno, los tres ya saben que vamos a por ellos, y en mí ya no confiarán. Quizá si capturamos a algún familiar importante de alguno de ellos… Recuerdo a la dueña del local ―murmuraba mientras pensaba.

     

    Fue entonces que se le paró el corazón cuando vio una cabellera pelirosada en el techo de un viejo y abandonado local de antigüedades, y lo que era peor, apuntando un arma brillante hacia el mago. Tenía que evitarlo por todos los medios y sabía que si le gritaba simplemente Robert no llegaría a tiempo a evitarlo. Así que como si se le fuera el alma a ello, corrió a toda velocidad contra este y le empujó al suelo mientras se escuchaba el disparo. Sabía que él le gritaría por haberle empujado sin embargo… Había acabado ella también en el suelo y sentía debajo del pecho un dolor inimaginable que le quitaba el aire. Bajó la mirada con miedo y entonces vio la mancha de sangre en su ropa.

     

    Sus ojos se aguaron no previendo que aquello fuera a pasar, pues pensaba que iba a ser mucho más rápida que eso, ya que se había dado cuenta antes y no estaba tan lejos… Pero la bala había viajado más rápida que un rayo y le había dado a Nicolle. Y si se le habían aguado los ojos no era por el dolor descomunal que sentía: sino más bien porque tendría que despedirse de la vida. Cayó de costado mientras en su rostro sintió también gotas más gruesas y numerosas de lluvia. Estaba completamente asustada, ¿para qué negarlo?

     

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    Todo había sucedido rápidamente y Nicolle tuvo que pararse, apoyando sus manos sobre sus rodillas, para poder respirar. Habían sido horas de gran tensión. Primero, habían abandonado esas mismas calles con Delacour al borde de la muerte por unos hechizos de una magia irreconocible. Luego, en San Mungo, el descubrimiento de un extraño veneno que ya se había contagiado a otro medimago y había provocado la cuarentena de la planta. Mientras todos se ponían de acuerdo y encima, más pacientes de la guerra llegaban, Nicolle no había podido quedarse tranquila y sus lágrimas habían estado corriendo a cada segundo. Para colmo, nadie la escuchaba.

     

    Horas más tarde, ya habían logrado dar con el despertar del mago y todo parecía calmarse poco a poco, dejando que la cuarentena desapareciera. Nicolle aun así se había mantenido en vela, tanto, que finalmente el último día se quedó dormida con los brazos cruzados sobre la mesa de al lado de la cama del mago. Eso no fue el fin de los acontecimientos. Cuando Robert se levantó, luego salir del pequeño lapso de confusión se llenó de ira como cabía esperar. Nicolle se despertó de golpe e intentó tranquilizarle poco a poco y le incitó a que no se moviera pues había estado débil. Fue entonces cuando en ese momento pensó que se le había ocurrido su idea más brillante y rebelde.

     

    Así que pues, tras acordarlo y tras relajarle una flor blanca, la inocente bruja salió en busca de Damian y tras encontrarle en el mismo lugar de siempre, con mucho esfuerzo, había logrado hacerle creer que Irony Loveless se encontraba internada de urgencia en el hospital, todo para atraer al chico a la Quinta Planta donde cierto francés le esperaba con ansias. Todo hubiera sido perfecto si no fuera porque el White y la propia Irony se habían enterado de ello ¿Cómo? No lo sabía, pero en menos de una hora se había desatado una batalla campal que había acabado con una planta destruida y cientos de autoridades rodeando la zona ¿Y ahora ellos? Al igual que seguramente los otros, huyendo sin parar, aunque sabían que al cabo de dos días sería tema olvidado y como mucho, solo sería nombrado en el Profeta.

     

    Dominé se llevó las manos a la espalda para descontracturarse y miró a los lados atenta y se quedó tranquila a pesar de que estaban en un tétrico y oscuro lugar que aún encima amenazaba con llover: nadie parecía haberles seguido hasta allí. Con el cielo nublado, la castaña ojiceleste volteó la mirada para ver si el mago se encontraba bien pues, aun así tenía por debajo de la túnica los vendajes de las heridas que podían provocarle algún dolor en los músculos. La intrigaba pensar qué harían ahora, probablemente, planear una nueva táctica para intentar matar a los tres enemigos que tenían.

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  16. 1d10

    Llegó corriendo a toda velocidad al ver que llegaba tarde a aquella clase de vuelo. Sinceramente, no sabía para qué acudía, ella no necesitaba volar, ni si quiera tenía una escoba propia, sin embargo, allí estaba. Suspiró al tiempo que paraba en aquel lugar donde había por zonas una extensa vegetación localizada en el lugar perfecto y otros obstáculos que suponía que eran para aumentar la dificultad de las prácticas. Le recordaba un poco al campo exterior de entrenamiento cuando había tenido la primera instrucción con el Comandante Sheppard cuando había sido simplemente un cabo. Sí, sin duda alguna habían sido los cursos más largos de su vida, en la que había sudado como una burra.

    Intentando pasar desapercibida, se unió a la hilera de alumnos y se localizó al lado de una de las escobas que vio primero. En esta reposaba el nombre de Flecha Plateada y se encogió de hombros sin importarle pues no entendía de escobas. De hecho, comenzaba a pensar que aquello sería lo más aburrido de su vida y que los viajes serían de lo más incómodos. Tener que estar todo el día sentado en un palo astillado Aún peor si una mujer llegaba a estar en uno de sus momentos mensuales. De tanto quejarse, cuando volvió a la realidad, se dio cuenta que se había saltado las primeras explicaciones de la profesora Westrong.

    Se puso firme mientras miraba de reojo a sus compañeros al tiempo que una suave brisa sacudía los mechones de su cabello rosado. Damian tenía suerte de no tener que hacer todas esas cosas. Ante la duda, Irony había ido, si bien con una simple musculosa blanca y unos shorts negros, con dos hombreras a faltad e una y con unas muñequeras que cubrían todo su antebrazo además de unos guantes, no fuera cosa que el sudor le jugara malas pasadas o se cayera y se raspara algo. No creía que se clavara nada por eso no se molestó en proteger su pecho.

    - Ahora, suban a la escoba y manténganla muy firme, eviten deslizarse hacía arriba. Sujeten la escoba con ambas manos y ahora viene lo emocionante. Den una patada al suelo y elevense, uno o dos metros. Tengan cuidado.

    Alzó la mirada totalmente perdida sin saber que hacer ¿Solo subirse y ya está? Había estado tan en su mundo que no había escuchado. Mejor prefirió esperar un poco y vio como algunos alumnos hacían unos gestos así que comprendió más o menos como iba la cosa. Pero le parecía tonto Hablarle a una escoba, suplicarle como si estuviera viva, era lo más tonto que había oído en su vida. Colocando el brazo hacia adelante sobre la escoba que reposaba en el suelo frunció el ceño y dijo:

    ―Arriba ―pero nada pasó. Se mordió la lengua― Venga, arriba ―siguió sin inmutarse― Escoba de mier**. ¡¡¡Arriba!!! ―estalló.

    En ese momento el artilugio se elevó hasta su mano e Irony la aferró con fuerza sin poder creérselo. Luego haciendo caso a la instructora, se subió con cuidado a la escoba descubriendo que por alguna clase de magia no era tan incómodo como parecía. Le dio una patada y controlándolo más o menos bien se elevó un metro en el aire sin caerse. Miró a su alrededor notando aquella extraña sensación de volar No estaba tan mal ahora que lo veía bien. La profesora Westrong le dijo a Irony que corrigiera una postura y luego de que la pelirrosada se retractase inclinó la escoba hacia adelante para poder descender levemente hacia el suelo.

    Sopló fuertemente viendo que los demás lo habían hecho primero y ya se dirigían camino a la sala para examinarse. Bueno, al menos Irony lo había intentado.
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  17. La peli rosada estaba pensando en la mejor estrategia, en qué deberían hacer y por donde irse cuando las palabras de Alexis llegaron a sus oídos. Sin voltearse a verla escuchó sus comentarios. Quizá alguno de la sala esperaba que ella se cabreara o algo por el estilo, sin embargo, se mantuvo inalterable mientras la oía. ¿La razón? Lo sentía desde el momento en que la marca de su pecho ardía, no sentía a su hermana exactamente, sino que recordaba las lejanas palabras del White cuando Alouqua hacía acto de presencia. Era más o menos la misma sensación. Por el contrario, Romina parecía callar.

     

    Volteándose finalmente y con un movimiento de mano le dio una bofetada a Alexis para luego alzar su mentón con calma y no volverla a ver a sus ojos, pues, esa no era exactamente su hermana aunque no por eso la quería fuera de su campo visual, por el contrario, prefería tenerla a poca distancia para vigilarla. Podía respirar su alma cargada de sensaciones malignas, que ya había notado desde un principio cuando abandonaron las ruinas de Ottery Saint Cachtpole, pero no había dicho nada, esperando a que la misma chica o quien estuviera usurpando su lugar, le diera motivos para ello.

     

    ―Madura, y si no quieres que le dé más vueltas al asunto ―dándole a entender que sabía lo que pasaba― Tomarás tu decisión en silencio. No vamos a hacer ninguna votación, esto no es ninguna asamblea querida.

     

    Había sido firme y directa para luego girarse a ver sorprendida a Damian cuando este rompió el espejo en miles de pedazos irreconocibles. Sus palabras brillaron disimuladamente en las orbes de Irony como si este hubiera podido leerle la mente. No sabía si él lo había hecho por impresionarla o le había salido del alma pero sin duda alguna, lo iba a tomar como su mano derecha a lo largo del camino o al menos hasta que los demás que la rodeaban se amoldaran a su paso en caso de seguirla. Aunque ella, no tenía por qué esperar a nadie, solo hacía caso a sus instintos más bajos de empatía.

     

    Dragona fue la siguiente en levantarse y hablar. Sus palabras la relajaron al ver que la Targaryen se daba cuenta de sus propios errores… O bueno, lo que Irony consideraba un error, pero que le daba perfectamente igual lo que ella acabara pensando. La miró de arriba abajo y luego asintió con la cabeza. Con un movimiento de mano, sacó un colgante del bolso que tenía encastrado a la pierna y se lo lanzó, aquel talismán de plata con extrañas runas mágicas en su recubierta. Eso era señal suficiente para darle a entender a la chica que estaba dentro del grupo, ya que con aquella arma podría ocultar su alma de la vista de los demonios… incluyendo la propia Irony no podría sentirla.

     

    Que la voz de Juana se elevara si la sorprendió, incluso haciendo que para en seco cuando iba a marcharse y que se diera la vuelta para mirarla de frente. Aquella chica era bastante reservada a su parecer por su timidez o simplemente, Irony nunca estaba presente cuando esta se ponía a hablar, por eso le llamaba tanto la atención. Ni se alteró, las palabras de Juana eran confusas o mostraban que ella estaba confundida, pues afirmaba una cosa que luego contradecía y mostraba no haber entendido el mensaje de la Loveless. Después de todo… ¿Qué es lo que ella había estado diciendo? Luchar contra los dioses que habían causado la destrucción de su mundo. En ningún momento había dicho que ayudaran a Hades.

     

    Al ver que la cría se separaba para irse hacia la zona de peligro, suspiró hacia un lado molesta y a grandes pasos la alcanzó para tironear de su manga y llevarla hacia adentro. Soltándola, sacó otro talismán y se lo dejó en las manos. Quería gente comprometida, no suicidas ni héroes, porque en aquellos momentos, la vida no les iba a recompensar por sacrificarse o por mostrar una falsa heroicidad. Miró por un momento a Dragona y Romina sabiendo que la seguirían a ella aunque nunca las había obligado, solo lo hacían por propia voluntad, para después mirar el rostro lloroso de Juana.

     

    ―No te suicides ¿Quieres? Si te matan, fin del juego ―respondió con su normal tono neutro― Tú, Juana, ven conmigo. Y tú Damian, también…

     

    Había salido caminando hasta la profundidad de los pasillos del refugio notando como el chico iba hasta su encuentro y lo examinó fijamente casi sin darse cuenta. Aun pasaban demasiadas cosas por su mente… Tánatos, peleas antiguas, los comentarios recientes, los objetos malditos de la Loveless, el peligro del asesino Delacour que les rondaba… ¿Cuándo había cambiado tanto todo entre ambos? Se posó a su lado para comenzar a caminar sin saber si decir algo o no. En esos momentos su mente era un revuelto de cosas pues en el fondo creía lo mismo que todos…

     

    “¿Realmente habrá un segundo día?”

     

    ―Bueno, estando contra uno, otro o ambos, hay que dirigirse hacia algún lado ¿Alguna idea? ―preguntó en voz alta.

     

     

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    Quinta Planta - dramosidad pura

     

    La chica entró en un estado de miedo total cuando vio al otro sanador caer al suelo desplomado como si le hubiera contagiado el mismo veneno que al chico. Se sentía poco a poco cada vez más culpable, si hubiera sido más fuerte nada de aquello hubiera pasado. Sabía que de todas formas, si contara toda la verdad, no querrían a ayudarlos a ambos en San Mungo, después de todo, Nicolle solo era una ladrona, que estaba conspirando con un asesino para un próximo atentado, y Nathan White, había sido el Demonio que se había metido en favor al objetivo. De todas formas, había dicho lo fundamental.

     

    Observó como todo se movía rápidamente y sellaban aquella planta para que nadie pudiera entrar más. Con eso, llegaba otro mago recubierto que parecía ser experto en esa clase de cosas. Había querido agacharse junto al sanador para ver cómo se encontraba pero ya la chica, Jessie, le había ayudado a tumbarlo sobre una camilla rápidamente, así que se mantuvo al lado del Delacour intentando ver como se encontraba. La pelirroja luego de explicar rápidamente lo que había sucedido, había comenzado a curar al mago hasta dejarle el pecho, el abdomen y un brazo lleno de vendajes blancos pero al menos, libre sangre.

     

    Cuando vio que se le acercaban a ella con una aguja dio paso atrás pero entonces la pincharon para sacarle un poco de sangre. Se llevó una mano a la zona por instinto y se quitó la cinta al poco tiempo. Tenía que haber algo que pudiera hacer ¿Pero qué? Era una inútil sin sus recuerdos.

     

    ―Las maldiciones extrañas… se curan con objetos extraños ¿no es así? ¿Podría ser que las propiedades curativas de una pluma de fénix sirvieran para algo? ―titubeó.

     

    Se calló de golpe cuando sintió un poco de bajó de tensión y se aferró a la camilla al tiempo que bajaba la mirada un instante. Sintió que por su mente pasaban algunas imágenes rápidamente. Había muchas figuras con túnicas extrañas blancas formando un círculo… una era una joven castaña de ojos celestes ¿Era ella acaso? ¿Qué hacía cantando extrañso cánticos en latín en torno a algo que no podía ver bien? En otra de las imágenes se vio a si misma con la mano sobre la frente de un herido, de su palma salía una extraña luz, parecía estar del templo de una divinidad.

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  19. Irony Loveless

     

    La pelirosada vigilaba los movimientos de la chica sin subestimarla. Sabía que había mejorado un abismo en todas las áreas desde que habían comenzado Generales y no era ningún enemigo a ignorar… Por el contrario, estabas segura que un día de aquellos la mandaría a San Mungo. Sin embargo, no era el momento, ese día la ojigris pensaba pelear bien en serio ya que se había prometido lucirse en la materia. Si Romina la iba a derrotar, prefería que fuera en la Sala de Duelos donde siempre solían practicar, pero no allí en la Academia. Quizá, esa era la diferencia más grande entre la chica y Claire; la última no era ni en sueños tan fuerte, siempre había sido una necesitada.

     

    En su cabeza por extraño que pareciera en esos momentos resonaba el himno del ejército de Baronia como insitándola a tensarse como en sus viejos tiempos entre soldados y a dar todo de sí en la pelea. Sin duda alguna, la chica no había tenido demasiada suerte, pero hubiera sido igual con quien le tocara: ninguno iba a tener suerte por cómo se había levantado ella aquel día. La promesa era más fuerte, y además, se encontraba en un estado de ánimo culmen, en lo que la clase se convertía lo más importante. Irony no era muy ambiciosa pero en aquellos momentos si lo quería todo.

     

    Trazó una línea invisible con su varita de nogal y sin piedad a pesar de tratarse de su compañera, murmuró:

     

    Silencius

     

    En ese momento la voz de Romina se apagó al tiempo que su hechizo quedaba a medias en un “Fort…” Por lo tanto, el muro jamás salió invocado y la llamarada con forma de boa constrictor impactó en Romina ardiendo en ella por breves segundos, lo suficiente como para dejarle unas quemaduras realmente horribles y dolorosas. Tendría que curarse rápidamente sino quería que aquello le ocasionara una muerte dolorosa. Sin querer darle tiempo a recuperarse, trazó una figura en el aire y a continuación exclamó:

     

    ―Sectusempra

     

    Un rayo salió de su varita directo a su pecho y si llegaba a impactar en Romina este le produciría más heridas sangrantes para variar, que acabarían por matarla por desangramiento. Con quemaduras y posibles heridas sangrantes si no se llegaba a curar, la chica estaba en un grave aprieto. Justo en ese momento, la pelirrosada sintió la picadura en su pie y por instinto, con rapidez, la pisoteó hasta matarla para luego tener que frotar el pie con el suelo para quitarse aquella asquerosidad.

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  20. Con un octacorte perfecto la pelirrosada aterrizó ágilmente del otro lado, apoyando una rodilla en el suelo y una mano. Al levantarse, tras ella un horrible demonio en su forma original se cortó en ocho trozos que luego cayeron al suelo con un mar de sangre. La hoja de su espada derramaba continuas gotas carmesí, al tiempo que un rayo Sectusempra de Romina caía certeramente en otro enemigo matándolo al acto. Se volteó y sus orbes grises pasaron a Damian que con su velocidad vampírica y un par de hechizos se encargó perfectamente de un par de magos que, no estaba segura a quien servirían pero le daba perfectamente igual. Quien intentara atacarles eran ahora enemigos.

     

    Alexis era toda una obra de arte: nada la asustaba. Haciendo ver su gran fuerza y su destreza se había encargado de dos demonios mayores ella sola, e Iro pudo ver como la cabeza de uno de estos caía y comenzaba a girar por el descampado. Como sumergidos profundamente en alguna de las más famosas tragedias griegas de Ovidio, ante los ojos del grupo había un panorama dantesco. Se trataba del vestigio de una extinta vejación; las ruinas de un pueblo de magos que habían vivido pisando los sueños de alguien más poderoso que ellos. Ottery Saint Cachtpole era solo un mito, un montón de basura y sangre, bajo el oscuro cielo y alumbrada solamente con las llamas infernales.

     

    Los cuatro compañeros se reunieron en el centro para luego alzar la mirada a un haz de luz rojo que salía del horizonte y cruzaba el cielo para impactar en otro punto con una gran explosión. Se podía inhalar un fuerte aroma en todas partes que mezclaba sangre, olor a quemado y un cierto olor fétido de los cuerpos en putrefacción. Sin embargo, habían pasado algunos días desde el comienzo de lo que se conocía como “El fin de los días” cuando el cielo se tiñó de negro: “La Purga Sangrienta”. Irony lo supo ese mismo día, el día que estalló y sin esperar a que asediaran su pueblo salió en busca de sus compañeros. Quizá aquello era para lo que había estado preparándose toda su vida. Los mundanos habían abusado de la piedad de la Diosa de la Muerte y ahora el Portador iba tras ellos.

     

    ―Estos magos nos convocaron porque piensan que como sobrevivientes de esta catástrofe vamos a unirnos todos y a luchar contra Hades ―les susurró la bruja― Iremos… Pero para mandarlos bien a la mi**.da.

     

    Tras ser clara se volteó para comenzar a caminar. Ella ya lo había hablado con cada uno de ellos, simplemente no pensaban cooperar. Elegidos o no de Merlín no iban a dejarse utilizar así sin más en una lucha que estaba muy mal encaminada. Realmente ella no necesitaba estar acompañada pero había acogido a su alrededor a aquellos que seguían sus mismos ideales de supervivencia. En el fondo eso la agradó y por eso estaba dispuesta a dar todo por aquel grupo que se había formado. No podía decir que eran los Dark Marauders porque realmente faltaban algunas personas. Su mente se trasladó instintivamente hacia Dark Dragona, no había vuelto a ver a aquella chiquilla desde hacía mucho tiempo y se preguntaba si quizá ya habría muerto, víctima de la devoción que tenía a monstruos sin nombre que luchaban en nombre de la libertad y el honor.

     

    Alzó la mirada al ver a un grupo de demonios mayores montando unas temibles pesadillas. Los demonios mayores tenían una forma más humana pero no llegaban a ser humanos en cuerpo, eran como minotauros pero más temibles y armados con una gruesa armadura de piedra de las orillas del Aqueronte. Estos, como tenientes sobre las cuadrillas de seres infernales de clase inferior, montaban imponentes caballos de crines de fuego que solían alimentarse de los cadáveres de los magos y muggles que caían en la guerra. El grupo se agachó tras un montículo de escombros para verles. Sabían que los demonios podían sentir sus almas por eso mismo sobre sus pechos reposaba un talismán colgando de una cadena de plata.

     

    Era como un medallón de piedra oscura con unas runas doradas gravadas. Había sido muy extraño el encuentro, pues, habían regresado al templo de México para ir en busca de armas y cosas que pudieran ayudarle en la batalla y el pasadizo de la izquierda, donde se encontraba el trono que Irony no había querido tocar en clase de Generales. Habían encontrado nueve medallones, y mientras seis estaban guardados en el bolso del ex soldado, los demás lo portaban, ocultando así sus almas de los Demonios.

     

    Tras una señal con sus dedos, Romina desenfundó su arco, un arco magistral que no parecía cualquier arma, de madera tallada y con runas también, de nuevo, cortesía del templo desconocido que habían visitado en Generales. Tensando el arma, con unos cuantos flechazos limpios, derribó uno por uno a los tenientes de sus caballos, al tiempo que Alexis salía a toda velocidad a rematarlos con sus espadas, e Irony y Damian corrían para intentar detener a las Pesadillas. Lograron coger a las suficientes y sin perder más tiempo, la pelirosada montó sobre uno de ellos hasta tenerlo bajo su completa atención. Habían hecho eso tantas veces en los días que habían pasado que ya se habían hecho todos unos expertos.

     

    Guardaron las armas blancas, tiraron de las riendas y salieron a toda velocidad rumbo al refugio. Se le encogió el corazón en una sensación incomprensible al ver los restos del antiguo Castillo Haughton, un lugar que por mucho tiempo había llegado a ser un hogar para ella. Prefería no pensar que había sido del Edificio Loveless, sabía que en pie ya no estaba, pero no quería saber cómo había quedado ni qué había sido de sus familiares… No había oído nada de sus padres desde aquel día ni de otros conocidos; nada de Cillian ni de Nathan, o ni si quiera de los parientes más lejanos. Habían ido a casi todas partes, el Ministerio, San Mungo, el Callejón Nockturn incluso, el Valle de Godric… Todo era cenizas, todo era un recuerdo y eso que solo habían pasado un par de días desde la Purga Sangrienta.

     

    Eso no significaba que ya nada quedaba en pie, no. Debido a sus grandes defensas, complejidad y localización, los vestigios de Gringotts ahora eran un refugio utilizado por los pocos magos y brujas que quedaban en pie. Cabalgando, llegaron a los territorios de lo que antes era el Callejón Diagon y ahora era un campo de batalla. En esos momentos volaban hechizos de aquí para allá, entre una pequeña resistencia mágica que luchaba contra unos demonios menores que intentaban llegar al refugio nuevamente pero que seguramente no conseguirían. Irony pudo divisar a lo lejos como Monotoq entraba como uno de los últimos del grupo, habían estado pisándoles los talones todo el tiempo significaba.

     

    Irony cerró los ojos un momento, no para sentir una suave brisa de verano, brisas que ya no existían, ni para sentir los rayos de luz caer sobre su piel, pues eso era algo que se había dejado de ver.

     

    "Cuando no podía ver el futuro, sentí miedo. Cuando fue claro y me hería verlo, simplemente cerraba los ojos y me perdía en mejores momentos” dijo alguna vez Claire.

     

    La vida de Irony se había roto hacía mucho tiempo cuando no supo cómo seguir adelante porque no hubiera quien le diera órdenes. Abandonada y tras el borrón de su memoria, Claire y ella habían ido a parar a una familia muggle, la cual las educó con la idea de que se alistaran a las fuerzas armadas en el futuro, como era tradición en aquel linaje. Claire, siempre había sido la más inmadura según ella, siempre riendo como una niña pequeña y diciendo comentarios tontos en los momentos más serios. Irony pensó que era tiempo de crecer y asesinó a esa parte de sí que la hacía humana.

     

    La peli rosada creció sin sonreír, sin llorar, seria y fría, esperando que su destino ya escrito se cumpliera. En la milicia encontró lo que para ella era un hogar. Los días eran iguales y predecibles, y conocía todo lo que pasaba allí y a todas las personas. Estaban Claire, el creído de su novio, Blaze, y su hermano idi***, Hope… o Nathan, como fuera. Hitori Fang era lo más parecido a una alma gemela que había llegado a tener en su vida. Su ídolo era el teniente Backstere que pronto enviaría su recomendación para que Irony iniciara un entrenamiento para ser oficial. Las reglas del juego eran sencillas: siempre cumple las órdenes de tus autoridades.

     

    Cuando el asalto ocurrió y la paz se rompió, todo cambió para siempre. Con sus amigos desaparecidos, con su teniente muerto, y con un gran descontrol en el cuartel, solo se le ocurrió huir para recuperar lo que había perdido. Sin embargo, no esperaba encontrar una verdad más cruel. Todos la habían traicionado abandonándola, y al final, había sido ella misma el verdugo… El Redentor. Sin líderes, sin compañía, el vacío de su alma se transformó en una necesidad cada vez más fuerte de querer buscar un objetivo, algo por lo que seguir adelante. A partir de entonces, se vio inmersa en el mundo mágico donde aprendería a manejar sus poderes.

     

    La Academia sin duda era algo que dejó huella en ella… ¿Pero hasta qué punto? Alexis era su mano derecha, su confidente en cierto punto, era su hermana pero algo más, aunque jamás se lo había dicho. Ambas, envueltas en la búsqueda incesante de sus ancestros, aventura que acabó en la Haughton con Sira y Kritzai. Damian, el maldito que la había mordido y con quien había peleado innumerables veces pero que lamentablemente había provocado algo en su estado de consciencia. La presencia del chico dejaba más preguntas en su mente que respuestas, y la presencia del White no había hecho que acrecentarlo aún más.

     

    ¿A caso Damian, Romina y Alexis remplazaban a Hitori, Blaze y Claire? ¿La traicionarían entonces? ¿Tendría que matarlos antes de que fuera demasiado tarde? Cuando llegó la Purga Sangrienta, Irony vio claro que la vida ponía a prueba sus principios nuevamente. Ella no era que quisiera estar en contra del mundo, no tenía la culpa de que el mundo pensara diferente a ella. La humanidad estaba sufriendo debido a una guerra de dioses y…

     

    “¿Hasta qué punto los mundanos pertenecen a esta de guerra de deidades?”

     

    La definición de luz y oscuridad era lo que más gracia le hacía a la chica, aunque no menos que lo de los “Elegidos”. Cómo se notaba que los magos estaban blandos aún en cuanto a mentalidad. No era que ella se creyera más que el resto, pero sinceramente, estaban muy lejos de ver las cosas con perspectiva. Lo primordial era salvarse a uno mismo, porque muriendo, a menos que fueran casos demasiado puntuales, casi imposibles, no se iba a solucionar nada. Eso no quitaba que no tuviera esperanza, pues vivir sin esperanza no era una manera de sobrevivir… sino que una manera más de morir.

     

    Luchaba para sobrevivir, teniendo clara su propia verdad pero… ¿Entonces qué le faltaba? Sentía una fuerte opresión en el pecho desde hacía un tiempo. ¿Qué momentos? Quizá cuando se encontraba con su hermana hablando sobre su futuro en los planes para construir una nueva familia, o cuando iba a visitar a Damian en su negocio o cuando entrenaba diariamente con Romina, si… Aquella chica que le recordaba tanto a su hermana menor pero al mismo tiempo tenía algo especial que le parecía único. Por último, y reconociéndolo en menor medida, estaba la Targaryen. Una chica que le causaba una sensación repelente a todas horas.

     

    Era siempre feliz y siguiendo anticuados valores que no le iban a servir para nada. Siempre lloriqueando y dando amor de un lado para el otro, y luego mostrando una parte guerrera bipolar que no quedaba nada con su ser. Le caía muy mal pero aun así había estado cerca de ella en horribles momentos puntuales, como el ataque del a Orden del Fénix o el asedio. Lo que ya no le parecía tan raro era que Nathan fuera su primo, pues sí, se parecían bastante y quizá era por eso que Irony no llegaba a fijarse en él. De los demás también estaba pendiente pero no los conocía tan bien y realmente creía que ya no había tiempo para eso.

     

    Abrió los ojos para luego desviar del camino a su pesadilla por una bajada mientras alguno de sus amigos se encargaba de derribar a algún demonio o criatura infernal que estuviera de camino. Cuando llegaron a los umbrales del banco mágico se bajaron de los animales dejándolos correr lejos. Se llevó una mano al hombro para descontracturarlo y se dispuso a entrar. Los sortilegios por suerte, los reconocieron e hizo que pudieran sin problemas. Habían quedado túneles y pasos hechos con los escombros que poco podían hacerle recordar a alguien que alguna vez allí habían habitado duendes y se habían depositado grandes cantidades de oro.

     

    En una amplia sala, Irony logró divisar al grupo, liderado por dos profesores que sabía que se llamaban Elvis y Mistify. Justamente, entraban cuando Dragona parecía dar un sermón sobre la guerra para los demás presentes. El grupo no hizo más que bufar y la pelirosada, sin poder aguantarse, se adelantó y empujó a la Targaryen tirándola al suelo y diciéndole ―Vete a la mi**.da― La miró por arriba con inexpresividad quedando ella frente al espejo. En este se mostraba a una joven alta de 1’73 metros, de tez blanca, simples ojos grises y una larga cabellera rosada, en esos momentos atada en una coleta.

     

    Era delgada pero teniendo los músculos de una guerrera y un porte intimidante. Llevaba una chaqueta negra larga unida con por tres botones dejando su vientre al descubierto con forma de una V inversa. Por debajo unos shorts de lycra negros y el bolso color caoba encastrado en su pierna con todas las cosas necesarias. Finalmente, la complementaban unas botas altas negras con abrojos y unos guantes sin dedos del mismo color pero que llegaban hasta un poco debajo de los codos. Aunque aquello variaba un poco su forma diaria de vestir, al mismo tiempo, los que la conocían sabía que se trataba de la misma estructura de siempre. Se volteó sin moverse de su sitio para verlos a todos.

     

    ―La mayoría ya me conocéis ―dijo con frialdad― Soy Irony Loveless o Irony Heartilly, como prefiráis. Hemos estado mucho tiempo juntos, casi tres meses así que no necesitáis saber cómo soy.

     

    Pues, aunque a algunos los había conocido más tarde que otros, todos ya llevaban tiempo viéndose, aunque sí había alguna que otra cara desconocida. Pasó su mirada por sobre Monotoq reconociéndolo como su antiguo e interesante oponente en duelos. Luego reconoció a Juana una chica que siempre andaba algo perdida en la clase pero que no dejaba de ser eficiente, pues al fin y al cabo, había llegado hasta allí y eso la joven tenía que reconocerlo a su favor. No había tratado demasiado por ellos debido a su naturaleza: seria, autoritaria e intimidante. No obstante, eso no quitaba que fuera totalmente intratable. Irony solo velaba por el bien del grupo dirigiéndolos constantemente a pesar de que algunos de ellos parecían odiarla.

     

    ―Siempre hemos salido adelantes de todos los problemas que nos han puesto encima pero esta vez ha llegado la hora de la verdad. ―fijó ahora su mirada en Dragona― Y no vengo a formar parte de un grupo de héroes que se van a suicidar bajo el nombre de ser “Elegidos de Merlín” Todo esto es una guerra de dioses en la que poco pintamos. Debemos luchar para sobrevivir y contra quienes destruyeron nuestro mundo. ¿Os creéis que Merlín es bueno? ¿De verdad creéis que es la “Luz”? Cuanto más brillante es la luz, más oscuras las sombras. Aquí solo existen los intereses de poder. Podéis elegir luchar para ellos o venir con nosotros y luchar por nuestra libertad.

     

    Su voz dura pero directa se apagó poco a poco para luego alejarse del espejo para volver con los demás. Eran libres de decidir lo que quisieran, ella solo los estaba invitando… Era la primera vez que hacía algo así, que permitía que muchos otros la siguieran, pero así sería. Cuantos más fueran mejor podrían salir y además quizá, en el fondo pensaba que no valía la pena que murieran en algo de lo que no tenían para nada la culpa.

     

    ―Si vais a morir, morid luchando por la libertad.

     

     

     

     

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  21. Irony Loveless

     

    Irony pasó su mano suavemente por sobre la mesa metálica empolvada, sintiendo el frío que esta ocasionaba. Las yemas de sus dedos ahora se habían cubierto de polvo y se limpió sobre su chaqueta sin formular si quiera un deje de asco. De manera manual, ausente de magia, comenzó a mover todo aquello a los lados para intentar darle aspecto a aquel lugar de al menos un escenario de batalla. Aún no estaba demasiado satisfecha con la decisión de los profesores, pero al menos, ambas ya se conocían lo suficiente como para saber que aquello solo era una tarea más.

     

    Aquellas clases comenzaban al tiempo que una nueva etapa en la vida de Irony. Sus cabellos habían vuelto a su natural rosado pero en su rostro había algo más que inexpresividad o seriedad, había cierto cambio que solo los más cercanos podían presentir. Aquel día ya se había preparado dispuesta para el combate, así que solo se colocó una camisa negra con las mangas arremangadas hasta por encima de los codos y un short de mezclilla azul. Sus pies descalzos tocaban el suelo helado, pero al menos ya no estaba tan empolvado luego de que la bruja lo limpiara.

     

    Se volteó al escuchar pasos adentrarse en la oscura sala y entonces visualizó a Romina con tranquilidad. Habían quedado como quien quedaba para tomar el té, sin darle mayor importancia a aquel pequeño percance. Solo era un combate más de tantos que habían tenido o podían tener, de hecho, ambas brujas disfrutaban del duelo, quizá no por querer ver al enemigo ensangrentado, sino más bien por el mero hecho de aprender a controlar la magia. Tras una pequeña conversación para decidir el campo de batalla, Irony optó por una vieja sala oculta del castillo de la Academia.

     

    Parecía que llevaba cerrada varios años y a saber para qué se habría usado, aunque la Loveless pensaba en cosas tétricas que no podían ser. La sala, de 18 metros de largo y 20 metros de ancho, era completamente de metal: sus paredes y suelo, e incluso sus muebles; mesas y sillas metálicas y algunos envases tirados. Aunque la bruja no tenía nada a cinco metros a la redonda, ya que lo había apartado todo hacia los laterales de la sala para que no estorbaran en el campo de batalla. La luz no andaba, solo podían verse gracias a la luz que salía fuera del aula, aunque si Romina cerraba la puerta aquello sería más lúgubre.

     

    Se separó a once metros de ella y colocando una mano sobre su vientre le hizo una ligera reverencia. Con un movimiento, sacó la varita de nogal la cual vibraba entre sus dedos lista para comenzar. Clavó sus ojos grises en ella mientras también parecía prepararse. No había mucho que contar, solo esperar a que saliera un ganador, cosa que le intrigaba muchísimo a la bruja puesto que Romina mejoraba constantemente.

     

    ―Debieron habérselo pensado mejor pero bueno… ―dijo resignada― Nada de otro mundo. Fuego Maldito ―susurró por primera vez, girando la muñeca y trazando un símbolo invisible en el aire.

     

    Fue instantáneo, la punta de la varita se encendió y saltaron chispas rojizas. A continuación, del arma mágica salió invocada una serpiente (boa constrictor) que a gran velocidad, amenazante y enseñando sus peligrosos colmillos, en aquel momento, de fuego, se dirigió hacia Romina a toda velocidad. Si llegaba a impactar en ella, aquella serpiente de fuego maligno le provocaría unas quemaduras muy graves que podían ser tan letales como un Sectusempra. La bruja arqueó una ceja al ver como el fuego salía.

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  22. El lugar se movía con rapidez, y eso le gustó. No había pasado demasiado tiempo, entre que los cuatro, hubieran repelido a los Dementores y finalmente, Lisa y el otro trabajador que no conocía, los recluyera donde sea que hubieran estado guardados. Pero a Irony seguían sin cuadrarle las cuentas; que hubiera dementores en el Ministerio, y que se soltaran así libremente, pero prefirió dejar el tema por la patria. Su andar era silencioso tras el terceto de distinguidos miembros de aquel departamento, del cual directamente, el tercero, le conocía aún menos, por no decir que nada más allá de aquel asalto.

     

    Se mantenía seria sin comentar al respecto, pues no eran sus temas, y ellos sabrían, además de que no andaba todavía tan metida en el lío del atrio como para enterarse. Lisa parecía frustrada así que menos prefirió dirigirle la palabra. Irony solo se dispuso dirigirse por la que vendría ser su oficina y la cual no había llegado a probar. Vio como Mei y el mago ingresaba a la oficina de la directora seguramente para seguir tratando aquellos temas confidenciales. La pelirrosada ordenaba un poco la mesa mientras pensaba en lo aburrido que sería quedarse allí sin hacer nada, hasta que Lisa apareció dejándole trabajo.

     

    Al final nunca había llegado a pasarse por el Cuartel General de Aurores, por lo que era una novedad. Así que sin perder tiempo, y tras quitarse el polvo de sus manos enguantadas, con porte firme y altivo, salió de la sala rumbo a uno de los ascensores dorados y presionó el botón que le llevara a la planta del Cuartel Organizativo. Tenía que recoger las últimas denuncias, y sabía lo que iba a encontrar allí, pues aún las palabras que le había dicho la Targaryen, persona de la cual de todas formas no se llevaba bien ni confiaba del todo.

  23. jeje pues realmente lo que más adoré fue no tener que rolear xDDD En fin, Hola a todos xD Me llamo Ivana, mi madre me dice Evey, mis amigos Iro (pronunciado i-ro o airo, como querais) Soy de España, Galicia, aunque nací en Argentina y por eso os puedo hablar con ambos acentos xD Tengo 18 años, para 19, estudio Comunicación Audiovisual, mi asignatura favorita es Industrias de la Cultura Audiovisual. Soy breve por que me cansé de repetir tanto la presentación xD

     

    Llevo muchos años roleando, mi siguiente personaje toma el aspecto y nombre del primer personaje que hice en mi mente en mi vida, pero que por razones que no vale la pena explicar XD no llegó a la luz demasiado. Aquí he hecho una remasterización (?) haciendola bruja, poniendole mote, y una historia completamente distinta XD

     

    * Nombre: Melody Aymerick "Thunder"

     

    * Sexo: Femenino

     

    * Edad: 20 años

     

    * Papel en la historia: Jugador. Capitana y Buscadora de los "Puddlemore United"

     

    * Aspecto Físico: Mide 1'64 y es muy delgada. Tiene una melena que llega hasta sus omóplatos que cae en ondas color caoba y posee ojos marrones como nueces. De mirada vivaz, y una sonrisa impcable en el rostro, aunque seria al mismo tiempo en la mayoría del tiempo, no dejando por eso de perder su gracia y alegría propia. A pesar de su esbelta figura, suele llevar los cabellos desordenados o atados apresuradamente en una mala coleta con varias orquillas, y vestir túnicas largas u holgadas, en color escarlata, color por el cual siente obsesión.

     

    * Cualidades psicológicas: Es una persona que se suele mostrar decidida y centrada cada vez que se presenta una desición o momento importante, pero por naturaleza es una persona totalmente alegre, tranquila y simpática. No es muy dada a iniciar amistades, pero las que tiene las conserva con mucho aprecio, y en general no busca entrar en conflicto con nadie. En las situaciones diíficiles actúa con mano de hierro para no perder las riendas de las situaciones más tensas, como las que se le presentan en un partido.

     

    * Breve historia del personaje: Melody Aymerick nació en una buena familia puramente mágica de Londres, donde recibió el total cariño de sus padres, ya que era hija única, y de las dos familias amigas de la suya, los Ravenclaw, donde conoció a su mejor amigo, y los Applewhite, donde conoció a su mejor amiga. A pesar de todo, por la caótica guerra mágica que azoló el país, Melody quedó huérfana a los 13 años, apenas cursando su tercer año en Hogwarts, ya que sus padres habían sido asesinados por Mortífagos. Todo esto, reforzó sus ideales del valor de la amistad, el amor, la justificia, la lealtad y se volvió más práctica y determinante. Comenzo con su carrera como jugadora de Quidditch ya desde Hogwarts, primero como Guardiana y posteriormente como Buscadora, en el equipo de la casa de Gryffindor. Pensando que era lo suyo, no tardó a lanzarse al mundo oficial del deporte donde por dos años jugó para las Arpías de Hollyhead. Debido a problemas internos del equipo, ajenos a Melody, la capitana de estos decide disolver el equipo hasta nuevo aviso y ella, inspirada por su mejor amigo, decide tomar la capitanía de un viejo equipo que había quedado empolvado tras el fallecimiento del capitán fundadador, enterrando los éxitos que alguna vez habían tenido. Desde entonces, Melody jugó de buscadora y Capitana para los "Puddlemore United", ganando un total de 32 amistozos y un torneo, ganándose rápidamente en los medios el mote de "Thunder" debido no solo a su rapidez con la Snitch, sino por como su presencia repentina podía intimidar a más de un jugador.

     

     

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  24. http://i1281.photobucket.com/albums/a514/IronyHeartilly/NicolleBarraDefinitive_zpsf052c995.jpg

     

    Quinta Planta - En una Fabula Crepidata cortesía de inocentes estudiantes xD

     

    Por un instante parpadeó estática al ver con un alivio repentino como las heridas comenzaron a cerrar. Pero al siguiente momento… Dejó escapar un chillido de miedo al ser salpicada bruscamente por la sangre. Ahora su vestido estaba manchado de sangre, al igual que varias zonas de su brazo e incluso llegando a salpicar a penas su cuello y unas gotas en el rostro, pero no le importo, no le aterraba estar cubierta de sangre, sino más bien ver como aquellas heridas se abrían pareciendo aún más graves, infectadas e incluso comenzando a llegar a emanar cierto líquido negro… El panorama era dantesco.

     

    Nicolle se petrificó, tuvo ganas de salir corriendo y huir lejos de aquella dramática visión, dormir y olvidarse de órganos, vísceras y sangre envenenada. Pero no se movió, porque había una voluntad más fuerte que esa y era la de mantenerse leal al lado de su compañero de viaje. Las palabras del sanador fueron el detonante para el despertar de la castaña, quien había abierto los ojos como platos y se había volteado a verlo como si fuera una especie de monstruo. La pregunta vagó por su mente un momento, sin saber si debía hablar sobre el tema o no contarle todo lo que había pasado. No encontraba la manera de acusar al White sin tener que explicar toda una serie de acontecimientos anteriores.

     

    Con un impulso que no parecía suyo, cogió al mago de su capa y aunque no fue de ninguna manera amenazante pues, aun queriéndolo, Dominé era demasiado débil, lo zarandeó tirando de la vestidura y mirándole con los ojos totalmente vidriosos amenazando con volver a llorar.

     

    ―¡No puede abandonarlo! ¡Debe salvarle! ¡Por favor! ¡Dígame si hay algo que pueda hacer! ―exclamó desesperada.

     

    Mientras las lágrimas saladas circulaban por su piel, se acercó a la camilla del Delacour ya ignorando cada corte cada vez más envenenado y viendo su rostro pálido que aún se conservaba intacto. Lo notó en su respiración, seguía vivo y si era así estaría sufriendo todo aquel dolor. Aquello la consumió por dentro.

     

    ―Fue un mago oscuro… No sé si Mortífago, no llevaba máscara e iba solo, pero si usaba magia negra ―comenzó a decir intentando sacar todo dato que había analizado de Nathan― Pero era un Demonio, un Demonio de muchos años… Pude ver como llegaba a controlar el hielo incluso. Es un asesino… ¡Y me secuestró e intentó matarnos también! ―sollozó― Lanzó un… un Expelliarmus si pero… no era como el Expelliarmus normal ―dijo comenzando susurrar sus palabras― Se llama Nathan White.

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  25. Off Rol

     

    Yo pensaba que había que rolear por eso me tardaba xD Ando vaga rolisticamente hablando, y un poco mal de salud como para que esas ganas vengan a mi, pero bueno aquí estoy. Me llamo Ivana, mi madre me dice Evey, pero mis amigos Ironía o Iro (/iro/), Irony surgió cuando en algunos sitios no me permitieron usar acentos en el ID y por lo tanto ha quedado la versión inglesa, por lo que también me dicen Iro (/airo/), Aunque nací en Argentina, como ya muchos saben, ya llevo 4 años residiendo en España, Galicia. Soy estudiante de Comunicación Audiovisual, hace pocos días he comenzado el primer año así soy novata xD Llevo muchos años roleando en lo que respecta a foros, ya hace poco se han cumplido los 7. Aunque este foro ya lo conocía de antes, por Potterfics, nunca se me había dado por pasarme xD Ah si por cierto, tengo 18, y el mes que viene cumplo los 19.

     

    On Rol

     

    Bueno, mi personaje principal es Irony Heartilly, es su nombre inicial, antes de llegar al mundo mágico y que ha quedado como su pseudónimo, pues al descubrir sus orígenes y luego ser adoptada por otra familia mágica, legalmente es conocida como Irony Loveless Haughton. ¿Cómo podría resaltar lo más relevante? Se crió en un mundo sin magia, de muggles, en el que acabó siendo soldado de rango intermedio. Tuvieron que ocurrir horribles traiciones para que una cosa la llevara a la otra y descubriera que era bruja. Irony es fria, seca, inexpresiva ante todo, pero muy respetuosa con sus superiores debido a su entrenamiento. No se le daba para nada la varita ni la magia en general por lo que ha estado entrenando duramente. A pesar de su maldita actitud, y aunque no lo admita, aprecia y protegería al grupo que ha conocido en la Academia. Y con Damian tiene cosas pero mejor dejémoslo ahí... xD

     

    Ah si, dentro de ella habita un ente demoniaco llamado Alouqua, pero no se sabe nada de sus orígenes y quizá solo sea, un desdoble de su personalidad. Esta es mas sádica y provocativa, como todo demonio hecho y derecho.

     

    Luego tengo un segundo personaje aunque no registrado en el Ministerio (ya que no sé cuanta utilidad le llegaré a dar) Se llama Nicolle Dominé, nacida de una prestigiosa familia de magos franceses, pero por medio de un secuestro acaba metida en un tráfico de personas, donde debido a un shock acaba olvidandolo todo y acaba en Gran Bretaña. Solo sabía su nombre gracias a un anillo que poseía. En sus andanzas como ladrona por sobrevivir, conoce a Robet Delacour, al que le pide ayuda al ver que es francés, y desde entonces viaja con él ayudándole en su venganza contra Damian, mientras gracias a la presencia del mago, va a recordando cosas poco a poco. Ella es la antítesis de Irony: tímida, retraída, asustadiza, muy sentimental, etc, Aunque si con una gran lealtad y perseverancia.

     

    Un saludo xD

     

     

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