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Ironía Heartilly

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Mensajes publicados por Ironía Heartilly

  1. Se sentía un poco incómoda sin saber que decir. Tenía una mano posada en su otro brazo y sus ojos observaban los astros que poblaban el firmamento. Sabía que a Sira le daría curiosidad que Irony, precisamente ella, saliera con un comentario así. Pero era cierto, Sira tenía algo, aunque no eran iguales, que hacía que recordara a Claire. A elegir prefería a Sira, toda la vida, además de que la bruja confiaba en que ella no la iba a traicionar… Pero quizá las reacciones, la vida similar que llevaba, su carácter, eran muy parecidos a los de su “hermana menor”. No sabía si contarle o no aunque realmente parecía interesada.

     

    ―A una amiga que adopté como hermana menor… Aunque eso fue hace muchos años. Supongo que se me ha ido todo sentimiento del alma a estas alturas. ―respondió con un tono carente de expresión.

     

    Volteó la mirada viendo la llegada de un chico desconocido de ojos lapislázulis. Su llegada fue demasiado repentina y en primera instancia no le gustó nada la manera en la que se había entrometido en la conversación entre ella y Sira. Frunció el ceño por ello pero no comentó nada al respecto dándole el voto de la duda esperando la reacción de su acompañante. Se relajó un poco cuando se presentó, era alguien de la familia y por lo tanto no iba a causar ningún mal, es más, estaba en su deber de conocerle, o al menos tratarle educadamente.

     

    ―Me llamo Irony. Sira es mi… madre adoptiva ―completó.

     

    No conocía a su madre pero le sonaba de haber oído su nombre. Iba a preguntarle a Sira si quería que la dejara sola con él ya que el chico realmente parecía interesado en ella más que nada, cuando la reacción de la susodicha la sorprendió. ¿Hermano? Miró al chico desconcertada para luego ver la reacción de cautela de la bruja. No sabía qué hacer, algo en su interior la hizo desconfiar completamente del chico pero se mordió la lengua porque tampoco quería meter la pata.

     

    ―¡Sira, cálmate! ¿Qué está sucediendo? ¿Cómo que es tu hermano?

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  2. Irony volvió a iluminar el sitio con su varita al tiempo que caminaba pensando que aquello no iba a tener salida. Mientras andaba pensaba en aquel Minotauro, realmente no se le había pasado por la cabeza la existencia de uno… ¿Podía tratarse entonces de la criatura que había visto? Podía ser, ella no tenía ni puñetera idea de mitología. Estaba más preparada para luchar contra aliens que con eso, así era el ejército muggle. Si recordaba bien, tenía pelo abundante y quizá aquello de la cabeza que no distinguía bien por la oscuridad fueran los cuernos. Aunque entonces no entendía de dónde habían salido las cintas que le habían hecho pensar que era una momia.

     

    Unas palabras conocidas la hicieron voltear viendo que Alexis se encontraba con ellos, pero atrás del todo y goteando sangre. No parecía algo provocado por la bestia porque de lo contrario serían cortes que emanarían sangre de manera más abundante, seguramente alguna trampa que hubiera accionado ella por accidente. Se había quedado más atrás pero no le regañaría, Alexis sabía cuidarse sola, era como ella en ese sentido. Lo que pasa es que en el fondo debía admitirlo; a Irony muy en el fondo le preocupaba un poco el grupo, pero era un sentimiento lejano que no iba a reconocer.

     

    Al salir de aquel pequeño paso escueto, llegaron a una nueva galería no muy diferente a la anterior. Sin embargo, la inesperada llegada de la profesora Oniria la hizo pararse en seco. La miró con inexpresividad absoluta ahorrándose innecesarias palabras cargadas de frivolidad que tenía pensadas contra ella y su compañera. Sin duda alguna, ambas era un dúo de lo más profesional en cuanto a lo que se refería al magisterio, sarcásticamente hablando. Le molestaba que siguieran el mapa pero bien que le pedía a Geneviève que buscara la salida. Eso no era lo peor, lo siguiente que dijo eso si la rayó poniéndola de mal humor.

     

    La siguió, en principio sin decir nada, hasta esa escalera irregular con varita en mano, completamente atenta por si sentía la presencia del Minotauro cerca. Su estrategia sería una parálisis sencilla a base de Incarcerus y luego Sectusempras a matar, porque sinceramente, la poca magia que tenía no daba para más. Con su arma aquella bestia sería historia, pero se había prometido no volver a sacar a Odín, cosa que de todas maneras, como llegara a hacerlo en la academia se la confiscarían. Cuando ambas quedaron solas la miró, clavando sus orbes grises en ella de manera escrutadora.

     

    ―No soy una Gryffindor, no vuelva a insultarme de tal manera ―exigió― Me presenté como una Haughton y así seré, y si tiene tanta curiosidad sobre mis orígenes ha de saber que soy una Loveless Haughton ―explicó con cierto orgullo en su voz.

     

    ¿Tener parentesco con aquella familia? Jamás, antes muerta. Había pisado aquel lugar si, pensando que Kyttara podía ser su madre perdida, pero al final los datos eran falsos. En parte eso la relajó, porque luego de visitar el sitio, la sola idea de pensar que tenía alguna clase de lazo con ellos le provocaba prurito. Al final la mejor idea fue mantenerse donde por lo menos se sentía bien acogida, y era con Kritzai y Sira, en la Haughton y en la Loveless. Así que por ninguna manera iba a permitir que la llamaran así, si lo volvía a hacer, iba a ignorarla como si no llamara a Irony.

     

    A medida que iban descendiendo por aquel estrecho camino volvió a prestar atención comenzando a sentir un olor pútrido de nuevo. Entonces recordó que había sido el mismo olor que sintió cuando estaba contemplando el extraño asiento de piedra en la cámara en la que había estado con la francesa. Quiso adelantarse a Oniria bajando más rápido los escalones y en efecto, tuvo que parar en seco al ver unos pasos más adelante al terrible animal que exhalaba vapor por sus fosas nasales y estaba preparado para acabar con ellas. No sabía que tan inteligentes fueran esos seres, pero si llegaban a tener memoria y la recordaba estaba en serios problemas.

     

    ―¡Incarcerus! ―exclamó con fuerza invocando tres resistentes cuerdas que volaron a las patas del Minotauro uniéndolas con potencia y haciéndolo caer al suelo contra los escalones― ¡Sectusempra!

     

    Ahora un rayo rojo salió de su varita impactando en el animal que tenía a 6 metros de distancia. En cuanto le dio en la cabeza, se llenó de cortes sangrantes. Fue entonces que notó que ya tenía algunas heridas con anterioridad y sabía que no eran suyas por lo que quizá otro alumno o las mismas profesoras le hubieran atacado. Se mantuvo tensa hasta el último minuto y vio como la bestia enloquecía y lograba romper las cuerdas. El Minotaurio salió corriendo contra ellas en una feroz embestida y Irony al verlo venir apuntó al suelo a 4 metros de distancia y gritó:

     

    ―¡Deprimo!

     

    Se formó de repente un agujero en las escaleras con un metro de perímetro y otro metro de profundidad. Fue tan rápido que tras un ligero temblor en todo el lugar la criatura cayó en el hueco sin poder evitarlo. Sabía que eso no las salvaba para nada, el Minotauro podía levantarse en cualquier momento pero le daba tiempo para tomar energías o para pensar un mejor plan. Aunque sinceramente… no había mucho pensar… O eran Sectumsempras o era correr…

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  3. Cómo siempre, Maýz arrastrándome a cosas raras :perv: (??? Luego de mucho tiempo de meditación (?) he optado por venir y unirme de una vez. Les advierto que si me siguen el hilo no paro de rolear ññ quedais advertidos xD Sobre todo cuando una tiene todo el tiempo del mundo en vacaciones.

     

    Nick: Ironía Heartilly
    Nombre: Ivana, alias Evey xD
    Edad: 18
    Fecha de cumpleaños: 9 de Octubre
    País: España
    Skype: irony.heartilly

     

    *reparte chocos*

     

    saludos

     

    EDITO: *OOOOOOOOOOOOOOOOO* post nº 100!!!!!!!!!!!!!

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  4. Se mantuvo atenta a las traducciones de Geneviéve, ignorando la llegada de Juana. Todo lo que la bruja estaba diciendo le parecía sumamente interesante, pero a la vez, muy mala señal. Era un milagro que tuvieran a un intérprete en el grupo, porque de lo contrario lo llevaban muy mal. Irony solo era buena apuntando a la varita y pensando estrategias, pero le faltaban aquellos conocimientos mágicos, y sobre todo, sensibilidad artística. Alguno pensaría que eso último si no era necesario, pero aún recordaba, cuando en una misión había caído en un templo, un poco más moderno que ese, cuya manera de abrir la salida, era descifrando los frescos que había pintados.

     

    Fue obra de Hitori aquella tarea, no lo iba a negar, Irony había estado patética. Miró a la bruja de ojos miel nuevamente cuando acabó de recitar los símbolos y sacaba su conclusión al tema. Aquella era una cultura muy rara, mezclando momias, tronos faraónicos, runas, minotauros griegos y a saber cuántas cosas más. No era nada que hubiera visto antes, eso seguro. Quizá, no hubiera sido visto por nadie, y ellos eran los primeros en pasar, aunque no lo creía. Eso la intranquilizó un poco por dentro, porque si esas ruinas ya habían sido descubiertas y no había ningún tipo de señal de trabajo, era por una buena razón.

     

    ―Bien hecho, Geneviéve ―reconoció tranquilamente.

     

    Estando parada, volteó a ver a July para escuchar lo que tenía que decir una vez que se comió todas las meigas fritas. Mientras, echó una hojeada tras ella para divisar a algunos otros alumnos que parecían realmente asustados o nerviosos, prefirió no comentar al respecto o a saber qué decía. El pasado de Julliet parecía turbulento como el suyo y compartían alguna que otra cosa, sobre todo, el odio a los muggles. Irony no los odiaba por ninguna razón de pureza de sangre, simplemente por cómo eran y cómo la habían tratado. Negó con la cabeza y tapó la boca de la chica con una mano para que parara de hablar, luego se llevó un dedo índice a los labios en señal de silencio.

     

    ―En fin, si hay un Minotauro de nada sirve que nos lo neguemos. Si nos lo encontramos, no tenemos posibilidades, os lo aseguro. A menos de que aparezcan las profesoras perdidas y nos echen una mano ―dijo con sarcasmo― Hemos de salir rápidamente.

     

    Siguió a Julliet que parecía haber encontrado un paso secreto pensando lo mismo que ella. No la había callado esta vez por hablar demasiado, ni porque le molestara, porque realmente le daba igual mientras se centrara. Pero la chica estaba diciendo demasiado, y debía aprender que en un ámbito tan público como la academia no era bueno decir esas cosas, nunca se sabía. En un ambiente tan hostil de guerra como rodeaba al mundo mágico en esos momentos, las preferencias era mejor callarlas. Aunque la bruja misma no tuviera preferencias a nada, siempre estaba quien mal interpretaba.

     

    Miró hacia atrás antes de perder de vista el pasillo que estaban abandonando. ¿Dónde estaba Alexis? La había perdido de vista. No estaba preocupada por ella, pero le picaba cierta curiosidad pensar si es que no la había visto pasar en el grupo o se había metido en problemas.

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  5. Gloucester, en el pasado

     

    Su respiración era ligeramente agitada, y no por miedo al acto que había cometido, sino más bien por cierta sensación de… ¿agobio? Y quizá porque pensaba que no la iba a contar por un instante, aquellos dos le habían parecido bastante fuertes. Sin embargo… si había podido con Hitomi, la lógica decía que podía con cualquiera de aquel grupo. Alzó la mirada sobresaltada dando un paso atrás y aferrando con más fuerza a Odin cuando vio al otro mago allí. Quizá quería vengarle, pues entonces… tendría que matarle.

     

    Vio como prometía no alzar armas contra ella y se presentaba como Kritzai. Lo analizó de arriba abajo con desconfianza, ella no volvería a confiar en nadie más. Además, aquel individuo estaba junto al otro que había asesinado, nada aseguraba que luego no la fuera a matar. Cerró un puño, estando en el fondo algo nerviosa, pero sin expresarlo del todo.

     

    ―Nada hace que luego no me mates ―dio otro paso atrás― Si vienes a vengarle, estás en tu derecho. Pero yo no soy alguien que se vaya a dejar matar.

     

    Pensó en romper la cristalera y saltar por la ventana pero sintió el dolor punzante de la herida que tenía en un brazo, tapada por vendas pero que no curarían la herida. Era la herida de una cuchilla afilada.

     

    Actualidad

     

    Miró a Sira ante las palabras directas y decisivas de Kritzai. Realmente, ella se lo había tirado en cara su mejor amiga, y luego todos la habían mirado mal por haber dudado de su “hermana menor” Tuvo que arrepentirse, y si, en ese momento era cierto, ella no ocultaba nada. La gracia era, que tiempo más tarde, confiando plenamente en ella, fuera quien ocultara el mayor complot contra su vida. Las apariencias engañaban. No obstante, no creía personalmente que Sira tuviera algo entre manos, se notaba a leguas que amaba al mago. Era por eso mismo que no se creía lo que había acabado de pasar en la sala minutos antes.

     

    Se mantuvo en silencio un momento para no interrumpir, y como predijo, la reacción de la Loveless no fue buena, para nada buena. No objetó nada porque no había nada que objetar aquella vez. Tampoco es que pudiera aconsejar algo, Irony no era para nada buena en esos temas. De hecho, ya había tenido que salir de otra familia por culpa de eso, además de, obviamente, no sentirse identificada con aquel linaje. Negó con la cabeza con una mano sosteniéndose la nariz al ver como la mujer volcaba el alcohol en la cabeza de su padre adoptivo. Le dio cierto deja vu… Acababa de pasar lo mismo en el Departamento de Cooperación Mágica Internacional.

     

    Mirando a los ojos al hombre que tenía delante se paró pero no dijo nada. Salió de la sala siguiendo a la bruja, realmente, sin estar segura de qué tenía planeado hacer, solo lo hacía como algo instintivo. La siguió hasta el jardín de la mansión Haughton bajo una noche que podía admitir que era preciosa, pues no había nubes en esos momentos que estorbaran la visión de los astros y la Luna Creciente. Se paró a un lado de la bruja mirando el cielo e inhaló aire profundamente.

     

    ―¿Estás bien? ―fue la primera pregunta estú.pida que se le ocurrió. Así que se cruzó de brazos y se retractó― Me recuerdas un poco a una persona que conocí ―saltó el tema inhalando un poco de aire.

     

    Ni si quiera estaba segura de si le apetecía hablar con ello. Poco lo había hablado con Kritzai incluso.

     

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  6. Había comenzado a caminar firme, aún tensa por el ambiente hostil que la rodeaba, pero sin evitar escuchar las conversaciones de los que tenía detrás por que no estaba muy lejos del grupo tampoco. Se quejaba de sus compañeros, porque ella no era muy dada a actuar con infantes, no era como en la mafia de la Cosa Nostra, allí casi todos eran profesionales, y lo mismo con la otra mafia, pocos, pero astutos. Sin embargo, no comentó nada ni gritó pues, reconocía que podía ser peor. Al menos todos ellos deseaban salir del lugar y no iban a armar más pelea para alejar ese objetivo. Lo valoró sin lugar a dudas.

     

    Nunca había tenido que adentrarse en un sitio así, sin duda era algo nuevo. No tenía miedo, pero estaba algo confusa por que no era los planos normales que solía recorrer. Las chicas igual hacían su parte de momento, intentaban pensar teorías que les hicieran comprender dónde estaban exactamente, cosa útil, porque si no conoces a tu enemigo, estás muerto. Pero ahora que caía en la cuenta, pensando en gente profesional y alumnos, ¿dónde estaban las profesoras de la clase? ¿Se habrían quedado atrás? ¿Habrían muerto? Bueno, poco importaba realmente. Ellos iban a salir igual.

     

    ―Sí, estaría bien que interpretaran bien ese mapa ―agregó con su natural frivolidad a las palabras de Geneviéve― Si nos centramos podremos salir pronto. Admito que es un buen sitio para hacer turismo suicida, pero, estarán de acuerdo conmigo que es mejor salir y no morir en el intento. Además de que aún no sabemos si las profesoras han salido y ya nos esperan al otro lado. Y sobre todo, porque se suponía que estábamos en clase.

     

    Resumió todo lo pensaba en un solo momento, esperando que lo comprendieran a la primera y sin hacer preguntas o cuestionamientos porque tampoco no venía al caso. Volviendo a echar una hojeada a su grupo antes de seguir adelante comprendió que igual había gente demasiado joven y quizá estaba siendo un poco cruel. Después de todo, a esa edad ni si quiera ella era como ahora se mostraba, esa actitud había tomado años formarse, Irony no había nacido hasta su ingreso en las fuerzas armadas.

     

    De repente, unas llamaradas de fuego saltaron intentando quemarles la cabeza pero se agachó rápidamente al igual que todas las demás que actuaron rápido. Eso estuvo muy cerca, pero la misma ira que llenaba a July se comenzó a apoderar de ella ¿quién había sido la torpe que había activado la trampa? Aún encima, los comentarios sobre la comida la ponían aún de peor carácter. ¡¿Pensaba en comer en aquellos momentos?! Inhaló aire con profundidad levantándose, teniendo ganas de gritarle a Targaryen pero lo hizo, no iba a ser tan injusta.

     

    ―¡Ya céntrate! ―le gritó a July para luego sacar de su bolso un paquete de meigas fritas que le lanzó a la chica― Ahora, ninguna excusa para no estar centrado en el tema.

     

    Tragó otra bocanada de aire al tiempo que se sacudía la ropa, pensando que hubiera sido mejor traer su tradicional uniforme, lo cual le hubiera evitado algún que otro golpe o raspón. Pero lo hecho, hecho estaba. Se agachó cogiendo rápidamente la varita al ver que se le había caído, debía tener más cuidado la próxima vez.

     

    ―Geneviéve, podrías intentar traducir algo de estas paredes. Sino ¿quién tiene el mapa? Igual ella sabe leerlo si tiene runas u otros símbolos.

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  7. Alzó el mentón como símbolo de gracia cuando escuchó su comentario por el nombre que se había elegido. Sin duda alguna, bastante horrible al menos para Irony, pero era perfecto para su nueva identidad. Nadie se creería que una embajadora española se llamara Anne Harriway o algo parecido. Al mismo tiempo, debía cuidar muy bien sus palabras pues, ella había estado un par de días en España, y sabía que no eran muy dados con el inglés, aun formando parte del gobierno. No estaba nerviosa ni nada por el estilo, sino con ya ansias de acabar todo aquello y volver al centro donde esperaban las hermanas.

     

    El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron lentamente al tiempo que una voz femenina les indicaba que habían llegado al Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Unos magos ya se encontraban delante, esperando a que ellas bajaran para ocupar el sitio. En cuanto salieron de allí se llevó una mano a la cintura para mirar la entrada. El sitio no era tan grande, según miraba en el mapa, solo contaba con dos oficinas. Al mismo tiempo, había pocos trabajadores en cada una. Aunque ellas se dirigían la Sede Británica, Confederación Internacional de Magos, donde la misma Juliene trabajaba.

     

    La acompañó al interior de la oficina donde frunció el ceño ligeramente al ver el desorden entre los empleados, alcohol de por medio y contemplar como uno de ellos estaba completamente mojado. Personalmente, si ella fuera la jefa, todos ellos estarían despedidos, pues la amistad no valía nada para la ahora pelirroja, quien prefería productividad a cualquier otra cosa. Sin embargo, no opinó nada al respecto, pues, aun siendo Irony, no se trataba de su planta. Ya vería como marchaban las cosas en el Gabinete de Seguridad si tenía la suerte de ser tomada. Aunque ella en el fondo, confiaba que sí.

     

    Realizó una rápida reverencia elegante ante los presentes y torció sus finos labios en una leve sonrisa, que aunque en el fondo sabía que era forzada, se mostraba natural, como si la mujer fuera bondadosa por naturaleza.

     

    ―Un placer ―agregó luego de las palabras de Juliene. Sus palabras sonaban con un inglés forzado y con un ligero seseo, como si no se tratara de su idioma natal.

     

    Luego la siguió al interior de sus aposentos notando como se había llevado la botella del dichoso alcohol. Borró la mueca de su rostro regresando a su natural seriedad de siempre y se sentó frente a la bruja al tiempo que contemplaba los alrededores para luego recaer sus orbes nuevamente en ella. Sin duda alguna en esos momentos le apetecía un trago, y al igual que a su padre adoptivo, de algo fuerte. En la Haughton nunca faltaba el alcohol después de todo.

     

    ―Si fuera más bonito, seguramente sospecharían ―comentó la chica que parecía segura de lo que intuía― Ya que estás, pues, no iría mal un trago para acelerar la adrenalina. ―agregó con cierto deje de diversión en su voz― Como siempre digo: todo es voluntad de poder. El que tiene poder, tiene llaves, compañera.

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  8. No tardaron más que un par de segundos en abandonar la Cosa Nostra y reaparecer en el Atrio del Ministerio de Magia. Hacía mucho tiempo que no pasaba por aquel complejo que en el fondo detestaba, pero que reconocía que podía ser una buena herramienta, dependiendo de las manos en las que estuviera, claro. La sala de ladrillos oscuros y llena de chimeneas a Red Flu en los laterales, estaba llena de magos y brujas que aparecían y reaparecían. Había pasado realmente poco del revuelo entre Mortífagos y odefos, que había podido leer en las noticias del Profeta, pero dentro de todo, la vida allí se desarrollaba con una cierta diferencia, aunque con el ritmo apurado de siempre de los trabajadores.

     

    Se separó unos pasos para ver a Juliene quien la había traído allí con su habilidad de aparecerse y luego miró de nuevo el lugar. Tenían que ir rumbo al Departamento de Cooperación Mágica Internacional. Si bien nunca había tenido que asistir al departamento, era una experta en aquel tipo de trámites por las vías muggles, y sabía que mucho no cambiaban ambos mundos en eso. La burocracia siempre era igual en los estados. Era cierto momento de actuar como era debido y controlar todo impulso asesino.

     

    Irony se mantuvo firme y una vez se sintió preparada comenzó a caminar hasta el guardia, que más que nada, parecía querer echarse una siesta e incluso tenía una mancha de grasa en la túnica de a saber que porquería que hubiera estado comiendo. ¿Así tenía el Ministerio a sus empleados? Luego no se extrañaba que las cosas se hubieran desarrollado de tal modo en el Atrio, la guardia era pésima sin lugar a dudas. Podía dejar una bomba allí como una terrorista y nadie se daría cuenta. Entregó la varita un momento y luego se la devolvieron sin inconveniente alguno.

     

    Una vez estuvieron lejos de ellos y ante uno de los ascensores dorados, mientras esperaba que las puertas abrieran, su mente maquinaba una nueva identidad para aquel pequeño oficio, que no costaría más que una hora. Su primer paso por algunos departamentos del Ministerio y ya era teniendo algún complot entre manos, no sabía por qué, no la sorprendía en lo más mínimo. Le daba gracia pensar que los guardias estarían pensando que solo era una joven más, de una edad ciertamente indefinida, quizá de unos 21 o simplemente unos 18, que no podía hacerle daño a nadie.

     

    Llevándose las manos al cabello con sus manos, se lo ató dejándolo perfectamente liso con un rodete tras la cabeza muy delicado. Sus cabellos se habían oscurecido, como cuando aquel ente que llamaba Alouqua tomaba posesión de ella, volviéndolo rojo como el fuego. Había sido durante la aparición así que nadie tomaría sospechas. Parecía una pelirroja teñida pues no tenía ni una sola peca en su pálida piel. Se guardó los guantes en el bolso y luego miró a su acompañante de nuevo al tiempo que las puertas se abrían, y afortunadamente, no había nadie.

     

    ―Hoy hace acto de presencia, la famosa embajadora española Soledad Alcaraz

     

    Un nombre horrible sin lugar a dudas pero perfecto para ese preciso momento. Irony sabía cuándo comportarse, no siempre todo en su vida era violencia. Todo dependía del objetivo que fuera a tener.

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  9. Las explicaciones de la Targaryen solo la hacían enfadarse más y no se molestaría en escucharlas. Al parecer esta se dio cuenta porque su voz comenzaba a disminuir y optó por ayudar a la bruja que anteriormente la había acompañado. No dijo nada y cerró los por un momento para esconder sus instintos suicidas. Dark Dragona le parecía una niña de 5 años, que no le importaría si no fuera porque siempre, tenía la extraña habilidad, de meterse en su camino, y eso no se lo iba a consentir a nadie.

     

    Se volteó aún algo enojada sin importarle quienes eran las chicas que la acompañaban y doblando el brazo un momento para comprobar que en efecto el hueso se había sanado correctamente. Observó a una de ellas que tenía el dichoso mapa que realmente, no estaba interesada de tener, pues seguramente conduciría algún tipo de cámara secreta o algún tesoro o quizá simplemente a una tumba. En cualquier caso no le interesaba, solo quería salir para acabar esa estú.pida clase de una vez.

     

    ―Me importa un comino, Targaryen ―elevó la voz con dureza― A partir de ahora no tocarás nada, y si viene una araña o una avispa te la aguantas ¿escuchaste? Vamos a salir de aquí y se acabó ―finalizó.

     

    Tomó aire y cerrando los puños optó por seguir hacia adelante. Aquel pasadizo no era muy diferente al anterior salvo por que había menos runas en las paredes y menos pinturas. Había bastante más polvo y si, algunas telarañas, por lo que podía adivinar que aquel paso había sido menos recorrido o quizá simplemente más antiguo que el primero. Aquello contenía un matiz negativo porque podía haber mucho más hechizos.

     

    ―No toquéis la saliente que acabamos de pasar ―dijo haciendo referencia a un ladrillo del borde que sobresalía― Seguramente sea un interruptor. Y por cierto, en el otro pasadizo hay un monstruo deseoso de comerles las cabezas. Así que estad atentos.

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  10. La chica no decía nada y al ver que el monstruo, momia o lo que fuera quería soltarse decidió apurarse. Buscó una salida en el lugar pero solo más adelante el pasadizo acababa con aquella especie de altar viejo. Realmente, así prefería llamarlo ella, pero era como una especie de asiento de piedra viejo, sobre dos escalones de plataforma. Toda la roca estaba gastada y recubierta por una gruesa capa de polvo. Por un momento, flexionó una pierna para subir uno de los escalones pero se detuvo en el aire mirando el escalón.

     

    “No toques nada, Irony” se dijo a si misma retirando la pierna hacia atrás. Miró a las paredes de los lados, distinguiendo anchas franjas más oscuras con muchas runas talladas. Miró a la bruja que seguía allí sin poder recordar su nombre al no estar en su presentación o bien no habiéndole prestado atención. Quizá las runas fueran alguna especie de mapa, pero ella no tenía los libros en ese momento para ponerse a traducirlas. Ella sabía de idiomas normales, actuales, y latín por su puesto, pero de lo demás no tenía idea.

     

    ―¿Puedes leerlo? Si es así, léelo, podría ser un mapa ―dijo un poco autoritaria al tiempo que buscaba algo en el lugar.

     

    “Lumos Máxima” volvió a pronunciar invocando de nuevo la luz para ayudar a que las paredes se vieran mejor. Pero no había nada, nada más que aquel viejo trono. Comenzaba a impacientarse, ¿dónde ca***o estaban? No eran aztecas, ni mayas, ni egipcios, de eso estaba segura. Quizá fuera muy inculta en el campo de las artes y de la historia antigua, sabiendo solo de guerras históricas y otros factores simulares, pero sabía pensar. Siendo la lógica su fuerte, cosa que le hacía reacia a la magia a veces, por irracional, podía intuir algunas cosas.

     

    ―Debe ser un templo antiguo de alguna vieja cultura de magos antiguos, quizá de Alquimistas ―pensó en voz alta― Lo cual… esto debe estar lleno de hechizos. Solo un rompedor de maldiciones podría salir vivo de aquí.

     

    Aunque Irony no estaba dispuesta a quedarse allí para siempre. Parando de dar vueltas en círculos por aquella zona, se paró en seco y se volteó al ver como la bestia rompía las cuerdas y se levantaba feroz. Iba a prepararse para atacar cuando entonces se escuchó un “click” Y de repente, con un temblor, los ladrillos de piedra que estaban bajo los pies de ambas brujas desaparecieron, dejándolas caer en un pozo que no parecía tener fin.

     

    De repente cayó pesadamente contra el suelo golpeándose el antebrazo izquierdo con fuerza y quebrándose un hueso. Se mordió la lengua para no emitir ningún sonido de dolor, agradeciendo por llegarse a subir el rostro a tiempo. Se había raspado la rodilla pero tampoco era demasiado problema. Solo tosió un momento ante la cantidad de tierra o polvo que se había levantado y luego alzó la mirada. Lo primero que vio solo le provocó rabia: Dark Dragona. Miró hacia arriba y entonces vio el agujero negro que ahora se volvía a tapar con ladrillos mágicamente.

     

    Se paró con un gran aire de enojo, pasando su antebrazo por sobre su vientre y sosteniéndoselo con la otra mano que al mismo tiempo llevaba la varita. Ignoraba a las chicas que la acompañaban, no tenía por qué saber lo que había ocurrido, era demasiado obvio saber que ella había tenido que ver por qué siempre metía la pata con su maldita curiosidad.

     

    ―TARGARYEN TE VOY A MATAR, ¡¿Estás loca acaso?! ¡Deja de tocar todo como una molesta cría! ―gritó enfada.

     

    Se volteó, intentando controlarse o juraba que la mataba en ese mismo momento. Agitó la varita un momento y pensó en un “Episkey” para intentar sanar el hueso roto de su brazo, y no tardó en sentir el alivio. A continuación repitió de nuevo otro “Episkey” para acabar de curarse, pero no se volteó a mirarla, y no la miraría hasta que se calmara.

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  11. Buenas tardes, espero que no me apedreen XD Por lo que voy a comunicar. Solicito que me den de baja en esta familia y perdonen mucho las molestias. Simplemente, además de enrevesar demasiado la historia del personaje de Irony Heartilly no me sentí muy a gusto en el lugar, un poco excluída quizá, pero como ya he dicho, también el tema de que complica demasiado la historia de Irony por que lo estuve mirando y re mirando y no tengo con qué fusionarlo.

     

    Lo siento mucho ^^ Igual agradezco que me hayan acogido en su momento y siempre permanecerán en la Historia de mi personaje como uno de los lugares en los que pasó.

     

    A Kytta y Alexis, gracias por haberme acompañado en algunos roles y os quiero mucho xD

     

    *reparte bombones*

     

    Un saludo

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  12. Poco a poco todo se iba tornando más oscuro y las antorchas de las profesoras se le hacían insuficientes para ver. Podía sentir las esencias del alma con exactitud, los olores, los sonidos, pero no podía ver bien. Sin más, sacó su varita de nogal del bolso nuevamente y con un giro de muñeca murmuró “Lumos Máxima” para invocar en la punta de la vara una luz potente que alumbrara bien su camino. Era la primera vez que usaba el hechizo de luminiscencia a decir verdad pero no manifestó ningún signo de sorpresa.

     

    Unos metros más adelante, con aquel grupo que caminaba demasiado lento para su gusto, distinguió dos caminos y como Dragona y Romina entraban por el paso de la derecha. Alzó el mentón emitiendo un sonido de disconformidad para girar a la izquierda pues cualquier cosa sería mejor que seguir a la Targaryen. No sabía cuántos decidirían tomar ese camino pero no le importaba. Ni si quiera sabía que estaban buscando, solo estaban allí por capricho de las profesoras, que se creían una especie de arqueomagas o a saber.

     

    En ese camino que había escogido las paredes tenían varias hileras con muchas más runas que no lograba descifrar. Algunas se veían mejor que otras pero en cualquier caso, Irony no tenía los conocimientos apropiados para leerlas. Notó como una chica que había decidido también ir por la izquierda, de cabello rizado castaño rojizo y de ojos miel, prestaba especial atención a aquellos símbolos como si realmente pudiera comprenderlos con exactitud. Podía verlo en la mirada, era la mirada de alguien que entendía lo que veía.

     

    Por un instante al lugar le recorrió un ligero temblor que luego cesó y se escuchó un ruido lejano. En su mente el primer pensamiento que cruzó fue “Targaryen, ¿Qué has hecho ahora?” Siendo la principal imagen que le venía a la mente cuando algo malo y raro pasaba, porque la chica no paraba de meter la pata. Siguió adelante sin decir nada, distinguiendo entonces a lo lejos una especie de ¿altar, quizá? O algo parecido que no podía apreciar bien por las sombras. Quiso adelantarse y llegar a la construcción pero entonces sintió un olor pútrido en el ambiente.

     

    Se volteó y entonces contempló como, detrás de la chica que estaba mirando hacia la pared, había un gigantesco ser repugnante envuelto en cintas pero monstruoso. ¿Se trataba de una momia? Dejó de respirar por un instante como mecanismo para tranquilizarse y no gritarle a la chica que se moviera o sería peor. Apuntó con la varita a la momia o el ser que fuera y susurró: Incarcerus, Tres cuerdas salieron disparadas automáticamente enroscándose en torno a la bestia y empujándola un momento. Se acercó a la bruja tomándola del brazo y le gritó:

     

    ―¡Ten cuidado! ¡Mantente en alerta permanente! ¿Quieres que te maten? Un día puede que estés sola y no tendrás segunda oportunidad ―le espetó soltándola.

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  13. A penas había pronunciado aquellas palabras, la misma Sira había hecho acto de presencia, sorprendiéndola. Realmente, Irony no quería estar en contra de aquella mujer, y realmente, sentía que no sería capaz de hacerle daño. Sin embargo, tampoco podía estar a su favor en contra de Kritzai. Era todo muy complicado, comenzaba a sentir un gran lío mental. Aun encima, los otros dos críos daban vueltas por ahí sin motivo alguno y la sacaban de los nervios.

     

    La observó en silencio, pasar y localizarse a su lado pero optando por sentarse, mientras la pelirosada prefirió quedarse parada. “Ocultar” pensó, y por un momento sintió aquel dolor que posiblemente Sira estuviera viviendo. ¿A caso no había matado a sus tres mejores amigos por que le habían ocultado la verdad? Eso y porque la habían abandonado, ambas cosas. Se sentó al lado de la demonio arrepintiéndose en parte por gritarle, pero nunca lo diría, y prefirió mantenerse aún inexpresiva.

     

    ―No pasa nada ―suspiró― Pero nada de asesinatos ―advirtió con dureza― Ahora pues, quizá será mejor que cada uno se explique cómo es debido. Seguro que los dos tenéis buenos motivos.

     

    Y quiso decir mucho más pero calló, quiso decir que ellos tenían oportunidad para seguir adelante y no arruinarlo todo como hizo ella ¿O habían sido los demás? Ya no sabía. Miró al mago a los ojos cuando Sira formuló aquella respuesta. Irony solo quiso imaginar la respuesta que quería que saliera de su boca: “No”

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  14. Maldijo por dentro viendo como el maldito Lethifold había sido inmune ante su rayo. Se mantuvo serena y pensó sanguinariamente como si tuviera su espada en mano aquella manta de porquería sería historia. Pero no, tenía que olvidarse de su arma y aprender a dominar la varita. Cerró los ojos un momento para pensar lo que había llegado a leer. Precisamente, los Lethifold eran inmunes a rayos como el Desmaius, solo había un hechizo que les afectaba. Aferró su varita de nogal sintiendo la rugosidad de la madera de esta.

     

    Dragona estaba mucho más cerca pero se había quedado paralizada. Alexis no decía nada y se mantenía tranquila, quizá pensaba que Irony actuaría primero y por eso no se decidía a actuar, en cualquier caso, quiso pensar que era por que confiaba en que tanto ella como Irony podían deshacerse de la criatura. Recordó el hechizo y trazando una floritura en el aire y pensando… ¿En qué podía pensar si su vida era miserable? Pensó en los Haughton y en lo que podía llegar a considerar, su familia.

     

    Expecto Patronum ―exclamó.

     

    Justamente, la profesora llegaba en aquel momento tan oportuno, y casi sus palabras le dieron cierta fuerza en aquel momento. Se había erguido inconscientemente y puesto más firme aún. Era la primera vez que lo llevaba a cabo sinceramente. De su varita surgió un Kelpie adulto, aquel caballo demoníaco que solía engañar a los mortales con su belleza para luego devorarlos en las profundidades de las aguas. El Kelpie corrió contra el Lethifold espantándolo automáticamente y haciéndolo huir lejos.

     

    El animal se esfumó poco a poco y Irony guardó su varita para visualizar a Oniria que lucía totalmente alterada, lo contrario a ella. Aún encima podía escuchar a lo lejos que llamaban a Dragona. Pasó por al lado de la chica en cuestión y apenas le susurró “No vuelvas a seguirme, Targaryen” Con un tono ciertamente hostil. Por su parte, volteó a ver a Alexis a sabiendas que iría a su paso, y luego echó a andar también. Pasando por al lado de la profesora dijo con un tono neutro:

     

    ―Puedes estar tranquila. Si muero, nadie va a denunciar.

     

    Volviendo hacia donde habían caído contempló que todos los alumnos partían hacia otro lado. Vio que iban a entrar al fin en esas ruinas y Irony se preguntaba ¿Para qué? ¿Es que habían venido a un museo? Suspiró conteniendo la rabia para seguir a ese grupo de lentos a aquel oscuro lugar. Vio como la chica de ojos extraños, alias Targaryen, pasaba frente a ella para estar al frente. La bruja pelirosada prefirió seguir a su ritmo y miró con cierto aburrimiento aquellas paredes empolvadas con telarañas que no le decían nada.

     

    ―Encontrarnos con algo maldito, eso podría ser lo más interesante ―susurró para sí.

     

    Irony odiaba las cosas sin sentido, pensaba que todo tenía que tener una razón práctica. En las paredes comenzó a ver de repente runas antiguas grabadas pero no supo leerlas. Pasó la yema de sus dedos por estas inconscientemente, llenándose de polvo pero sin importarle. Las runas podían ser símbolo de magia muy antigua. Y con su suerte, algo malo podía pasar con ello.

     

    ―Venga, Targaryen, toca algo y activa una trampa, así das la nota por segunda vez hoy ―dijo un poco más alto para que la chica la escuchara.

     

    Su tono más que de burla, sonaba a duro y frío lo cual lo hacía ciertamente más intimidador. Ella era muy poco tolerante y sobre todo, le tenía manía ya a esa bruja.

     

    Off

     

    *O* Gracias. Me alegra que se haya podido entender el punto de Irony, Adr. Irony no es simplemente una persona fría y calculadora, que eso está muy visto. Irony es alguien sumamente odiable para muchos, pocos logran ver una parte un poco más cálida en su interior. Es autoritaria, seria y nada tolerante. Saludos xD

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  15. Siendo sincera, a Irony le importaba un comino que Sira profesara aquel amor incondicional a su padre. Kritzai no le había hecho nada malo a ella y lo tenía todo, ¿arruinarlo por un hombre que se había inmiscuido sin más pegando juicios contra el Haughton que no tenían ninguna clase de fundamente? Le podían vender lo que quisieran pero la joven no se lo iba a creer y seguiría de parte del mago. Tenía ganas de volver y hablar con Sira largo y tendido, pero sabía que no debía, más estando ese hombre allí.

     

    Alzó la mirada cuando escuchó a Kritzai decir aquello cosa que la sorprendió en parte. Muchas personas, incluso su teniente, le habían dicho que sería una chica con mucho futuro por delante, sin embargo, era la primera vez que le echaban una mano de ese modo. Irony prefería no sentir demasiado cariño por nadie ni por nada, porque a la mínima que te lo arrebataran podías sufrir un dolor inmenso. El problema ¿cómo se controlaba aquello?

     

    Casi quiso reírse cuando dijo aquello de los lazos sanguíneos y negó con la cabeza solo echando un ligero suspiro.

     

    ―Pss No sé cuáles son mis lazos sanguíneos si eso te reconforta. Mis investigaciones me llevaron a la maldita familia Gryffindor pero… Parece que no es así. La mujer no tenía nada que ver conmigo, no puede ser mi madre. ―comentó― Así que preferí dejarlo. Nunca lo voy a saber, y tampoco en estos momentos me importa demasiado. Me importan más los problemas de este lugar.

     

    Así pues, recordaba los rasgos de Kyttara en uno y uno pero no coincidía nada con Irony. No solo esta no la recordaba ni recordaba tener hijos, sino que simplemente no podía ser de ninguna manera su madre. No había físico, ni raza ni si quiera carácter similar con ella, ni con ninguno de los demás parientes de ese lugar. Es más, las sensaciones que le producía ese sitio era de náuseas y malestar.

     

    Se llevó una mano a la cintura cuando escuchó aquella pregunta y se mordió la lengua un momento. Detestaba hablar de ello porque era demostrar una debilidad.

     

    ―Es un acto reflejo, debería deshacerme de Odin para que no vuelva a pasar ―respondió― Me crió una est****a familia muggle que me mandó a las fuerzas armadas. Y supondrás, que en los cuerpos militares no usarán varitas. Eso fue muy posterior, cuando me escapé y accedí a una. Luego tuve una pelea, un tipo llamado Radamantys me llamó Squib ―susurró con la varita ahora en mano y dando una vuelta ágil con esta― Me puse a entrenar mucho desde entonces, y créeme. Si tengo que matar a alguien, ya podría matarlo. ―dijo con firmeza― Aprendo rápido.

     

    Guardó la varita con otro movimiento rápido y se echó un mechón de cabello hacia atrás al tiempo que le miraba.

     

    ―Así que si ese lunático intenta otra locura, te cubriré la espalda ―aseguró― ¿Cuántas posibilidades tenemos de salir bien de este conflicto y que todo vuelva a la normalidad?

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  16. "La muerte... Así debió ser. Pero me fue negada. Ahora deambulo por estos lares. arrastrando una vida carente de sentido"

    No hizo caso al comentario de Dragona, estaba harta de que la siguiera a todos lados. Si iba al Callejón Diagon, a una taberna, no importa a qué sitio, allí estaba ella. Ojalá un día de estos los Mortífagos le cortaran la cabeza en uno de los tantos asedios en la Dragonstone. No sabía que era lo que intentaba al seguirla, pero si se trataba de intentar ser compañeras, lo tenía muy difícil. Irony trabajaba sola y no se valía de nadie. No tenía amigos y no le importaba tenerlos, era mejor así. Solo podía tener aliados. Y en estos momentos el único aliado suyo era Kritzai.

     

    Aunque Alexis le causaba curiosidad, cosa que disimulaba a la perfección y que tampoco admitiría. Le recordó mucho a si misma aunque estaba segura de que indagando podía hallar diferencias. Ladeó la cabeza brevemente para alejar esos pensamientos que no venían a cuento. Lo importante era que muy pronto encontrarían a la bestia que les estaba acechando, lo sentía en el aire, estaban cerca.

     

    Continuó adelante sonriendo por dentro ante aquel comentario sobre usar a Targaryen como un buen escudo o quizá cebo… Sin duda alguna era una oferta tentadora. Sin embargo, el pensamiento se borró cuando sus orbes grises detectaron algo en el suelo parándose de golpe. Era una marca, una huella de algo alargado que tenía muchas patas, cosa que le recordó a algunas criaturas de la época paleozoica. Hasta que recordó otra cosa.

     

    ―mi**** ―susurró y se volteó con brusquedad sintiendo que estaba entorno a ellas en ese momento― Es un Lethifold.

     

    Aferró su varita e inhaló aire conteniéndolo dentro casi dejando de respirar. Su corazón comenzó a cesar, casi pareció que comenzaba a morir pero seguía en pie, atenta. Su aura se apagó y cerró los ojos sintiendo los ruidos de su alrededor. Lo escuchó, a las dos en punto. Abrió los ojos y volteándose apuntó con la varita hacia Dark Dragona.

     

    Desmaius ―exclamó.

     

    Un rayo rojo pasó cerca de Dragona dando a unos arbustos que estaban tras ella. Se escuchó un quejido pero entonces de estos salió de un salto una especie de manto negro que se había enojado y ahora las miraba a las tres amenazante.

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  17. Las palabras de Kritzai la hacían reforzar las suyas, y eso era… Como ella misma. La perseguían, querían matarla, la culpaban, pero nadie entendía lo que Irony arrastraba. Nadie entendía lo que había vivido y las cosas que habían sucedido, no, esas cosas no la tomaban en cuenta. Al llegar a Ottery pensaba comenzar de cero, intentando dejarlo todo atrás, pero cada cosa que sucedía se le hacía imposible olvidarlo. El pasado te persigue, corras cuanto corras. Las palabras sin emoción de Kritzai le recordaron por un momento a ella misma, en su encuentro con Claire.

     

    “Debiste pensar mejor y recordar quien te dio de comer” Le había dicho a Claire antes de asesinarla. A ella, la que había sido como su hermana menor y que había querido con locura.

     

    Con el tacto del mago supo que no debía continuar y se controló con toda su fuerza. La situación le hacía despertar esa esencia maligna de su interior, pero logró tomar las riendas, de momento. La sorprendió la evasiva del mago, pensando que sería él mismo quien matase a Nowak. A continuación, este se la llevó de allí y Irony le siguió hasta volver a la sala, donde él comenzó a caminar de un lado a otro, casi pensó que nerviosamente.

     

    Con un movimiento volvió a doblar la espada y la guardó en su bolso. Intentó regularizar su respiración alterada y se cruzó de brazos mirando a todos lados con molestia. Sus palabras solo le hicieron saber que más o menos la situación era similar.

     

    Cuánta razón en esas palabras.

     

    ―El pasado no se puede borrar, ya lo intenté, pero está ahí, latente. Por eso escapé ―dijo ella― Pero en tu caso… Aún te exige una prueba más. ¿Qué vas a hacer? No sé qué es lo que esté pasando realmente. Pero yo creo que Sira está ciega.

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  18. Gloucester – Meses atrás

     

    La herida que Irony tenía en el brazo se cerró mágicamente con un solo movimiento de la varita del hombre que había podido cargarse a esos pirados. Los ojos grises de la chica se clavaron en el mago, no con desconfianza, sino más bien con curiosidad. ¿Quién en su sano juicio iría a ayudarla? Además, el chico no tenía toda la pinta de ser precisamente un salvador de vidas en peligro, sino a todo lo contrario. El cielo estaba gris y tormentoso como amenazando pronto una lluvia, y ellos dos en la entrada de la catedral.

     

    ―¿Por qué te persiguen?

     

    ―Un ajuste de cuentas ―respondió sin más.

     

    Y realmente, es que unas horas antes, había asesinado a una persona. No cualquier persona, sino que una persona que tenía familia, una persona que alguna vez había sido una amiga de confianza. Luego de encontrarse las caras con un gran odio de por medio, ambas desenfundaron sus armas. Finalmente, Irony le cortó la mano a Hitori y finalmente la atravesó sin piedad hasta arrebatarle la vida. Luego de sus extrañas y últimas palabras que quizá mostraron un verdadero arrepentimiento, la pelirosada extrajo a OdIn ensangrentada dejando caer su cuerpo muerto.

     

    Presente

     

    La bruja observó como Kritzai volvía en sí y rápidamente se defendía ante la presencia de aquel hombre. No era solo defensa… era ira, vendetta. Reconoció esos sentimientos, esas mismas emociones que ella había vivido meses atrás y que no había llegado a contarle a Kritzai en su momento. Vio cómo, demostrando tener un amplio dominio de las artes oscuras, le quebraba la muñeca y luego se preparaba para dar un golpe final. Definitivamente, ella estaba muy lejos de entender que había pasado.

     

    Pero la cosa era que no le importaba. Todos se creen los buenos de la película, pero no existen buenos ni malos, solo aliados y enemigos. Y en esos momentos, quien fuera enemigo de Kritzai era su enemigo también, sin importarle nada más, sin tomar en cuenta lo que hubiera llegado hacer aquel hombre llamado Rick. Sí… era el padre de Sira, eso en parte la pillaba desprevenida pero… ¿Qué era más importante? ¿El padre mismo o la familia que ahora ella tenía en la Haughton y en la Loveless? No pudo evitar atisbar la mirada de Kritzai, ella en principio no iba a dejar que Sira se metiera.

     

    No obstante, lo que ocurrió después no se lo esperó pero por suerte reaccionó a tiempo. Fue instantáneo, de su bolso sacó una especie de placa metálica que al lanzarla al aire se abría y volvía a cobrar forma mágicamente dejando ver una espada larga y afilada, que no había cobrado una vida desde el incidente en Gloucester. En otro rápido movimiento, teniendo que dar dos ágiles saltos para poder llegar llegó frente a Kritzai con la espada en frente bloqueando el golpe de la daga. Sabía que Krtizai no necesitaba ayuda, pero no pudo evitar reaccionar así.

     

    Teniendo la daga contra su espada un momento, lo empujó hacia atrás y caminó unos pasos hasta quedar al lado de su padre adoptivo. Miró sin poder creérselo aún a Sira, a su actitud y los miró con odio a ambos. Cerró su puño libre y miró a Sira ignorando a Rick por completo.

     

    ―¡No puedo creer que lo digas en serio! Sira, despierta… Tú, que sabes mucho más de sentimientos que yo. ¿Vas a dejar a Kritzai por una pelea que tiene tu padre con él? ¡Y no me vengas con que hizo tales cosas! Todos cometemos actos que chocan con las ideas de los demás, y no sé si no es culpable, y si lo es, si tenía sus motivos, y que tanto chocaban con tus ideas.

     

    Se mantuvo en silencio un momento.

     

    ―¿Piensas dejar al crio que tienes encima sin padre? Es decir, ¿A cometer el mismo crimen?

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  19. Irony vio como Alexis se adentraba sin decir más lo cual le agradó, parecían tener cierta cosa en común, aunque no iba a negar que la bruja se sentía única. Se adentró también siguiéndola mientras su mirada se paseaba por los alrededores alerta por si de nuevo eso volvía a ocurrir. De su bolso sacó su varita por si acaso. Al menos, fuera como fuera, si había un monstruo eso sería sin duda lo más interesante de la clase porque de momento se estaba aburriendo como una ostra.

     

    Pensaba que estar allí era una pérdida de tiempo cuando ella ya tenía toda una vida planeada, un trabajo y un oficio oculto como ladrona, ¿Qué más podía pedir? Pero su familia quería que ella acabara la academia y obtuviera ese mísero papel. La voz de Miller la sacó de aquel pensamiento pesimista y volvió a prestar atención a aquel bosque se abría a sus anchas. Realmente no se habían alejado demasiado, pero todo desde dentro se veía más salvaje que por fuera… Y más peligroso.

     

    A diferencia de otros bosques que conocía, aquel era muchísimo más espeso por lo que no podía visualizar bien los objetivos. A medida avanzaron los ruidos fueron cesando y eso no era bueno, porque se suponía que tendría que haber como mínimo hasta insectos. No perdió la calma y se sintió tranquila, sin miedo alguno, en contacto con el ambiente. Por eso fue que detectó aquel ruido mínimo y se paró en seco.

     

    ―A algunos se les olvida no respirar ―dijo Irony a Alexis.

     

    En ese momento, cogió su varita y realizando un giro de muñeca murmuró “Mobiliarbus” Apuntando a un roble que tenía delante a 4 metros y un rayo amarillo salió de la punta de su varita golpeándolo. En ese momento, el árbol se arrancó de cuajo de la tierra y se elevó a penas unos centímetros, pero quedando bajo control de la Haughton. Sin más, movió el árbol de arriba abajo, de derecha e izquierda y se escuchó un ruido. En ese momento, una alumna cae al suelo estrepitosamente frente a Irony, y esta corta la conexión con el árbol dejándolo de nuevo en su sitio.

     

    La bruja pelirosada escrutó con la mirada a la chica caída y luego pasó de largo para estar a la altura de Alexis.

     

    ―Siempre detrás de mí, Targaryen ―se limitó a decir.

     

    Fue entonces cuando frente a Alexis e Irony volvió a pasar con velocidad aquella silueta oscura, en una milésima de segundo. No supo que pensar… ¿Realmente era una criatura?

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  20. Examinó al hombre con su mirada analítica pero en principio no vio nada de otro mundo y sintió que podía quedarse tranquila, sobre todo cuando vio como envolvía a Sira. Sería normal, pensó, después de todo, ella no es que tuviera experiencia con el trato paternal. Aunque le sorprendió, si, el gesto del hombre, su saludo con el beso sobre la mano, pues conocía el gesto pero nunca la habían saludado así. El tono del hombre podría sonarle ciertamente provocador si no fuera porque chocaba con la lógica de que era el padre de Sira. En cualquier caso, Irony solo estaba sorprendida pero nada más.

     

    No llegó a presentarse porque entonces lo vio exaltarse en cuanto Kritzai cruzó el pasillo encontrándose junto con esos dos. Vio cómo se acercó muy enojado y no entendió por qué ¿que había hecho Kritzai? Sira por su parte tampoco parecía entender mucho lo cual lo hacía más difícil de adivinar. ¿Por qué sucedían tantas cosas raras de golpe? Y ella sin saber qué hacer. No tenía motivos para meterse además de que no entendía cuál era la disputa.

     

    Mientras fuera solo una discusión tampoco tenía que ser grave.

     

    Se cruzó de brazos mirando a Kritzai desde su posición esperando que este dijera algo. Mientras, susurró solo para que Sira le escuchara.

     

    ―Dime que es el mítico caso del yerno “mala influencia” que no llega a llevarse bien con el suegro.

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  21. Kritzai les encontró primero a medio pastillo, y esperaba que este respondiera las dudas de la bruja pelirosada. Sin embargo, lo ocurrido fue muy distinto. El mago se echaba para atrás, sorprendido y molesto por la presencia de aquellos dos críos. Eso no fue todo, a continuación se comenzó a alejar rápidamente y ya perdiéndolo de vista, escuchó saliendo de la sala aquel grito “¡Te odio a muerte Rick!” ¿Quién rayos era Rick y que le había hecho a Kritzai? ¿Quiénes eran esos dos extraños? Iba a ir instintivamente hacia él para saber qué le pasaba y para que le explicara cuando sonó la puerta.

     

    Él estaría bien, si eso, tenía que mejor permanecer al lado de Sira no fuera cosa. Sabía que la bruja podría defenderse perfectamente, notaba poder en ella, pero en su estado eso era lo peligroso. Y no se fiaba lo más mínimo de los presentes, por eso debía quedarse. Se acercó tras Sira para ver quien había tocado y sus orbes grises cayeron en un hombre bastante guapo pero desconocido y con una mirada que le inspiraba un poco de desconfianza al principio. Aunque el rostro y esencia de Irony seguía siendo inescrutable, no dejando ver nada.

     

    ―Sira ¿Quién es? ―preguntó curiosa.

     

    Igual se trataba de alguien de la familia. Pero como fuera otra visita para Kritzai, las cosas iban a ponerse más raras y difíciles, no estaba segura que tan bien se encontrara el chico.

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  22. Buenas xD vengo a solicitar mis primeros cambios *O* *deja chocos*

     

    1) Realizar el cambio de la imagen de portada.

     

    Es esta:

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/BannerFicha_zpsc0915559.jpg

     

    Cambiar a esta: (En alineación central también)

     

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/BaseBannerLetra_zps8221ea66.jpg

     

    2) Realizar cambio en el campo de Datos Personales

     

    Dice así:

     

    Familia(s): Haughton

     

    Padre(s) Sanguíneo: --

     

    Padre(s) Adoptivos: --

     

    Cambiar a:

     

    Familia(s):

    *Familia Sanguínea: Gryffindor

    *Familia Adoptiva: Haughton

     

    Padre(s) Sanguíneo: Kyttara Gryffindor Lestrange (Madre)

     

    Padre(s) Adoptivos: Kritzai Demian Haugthon Ryddleturn (Padre) y Sira Loveless Haughton (Madre)

     

    3) Realizar cambios en el campo de Perfil de Personaje (entero)

     

    Dice así:

     

    Raza: Demonio

     

    Aspecto Físico:

     

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/Apariencia_zps464a92aa.jpg

     

    Mide 1'71 y debido a su entrenamiento físico posee un cuerpo delgado pero musculoso. Posee una larga cabellera de color rosado que ha sido así desde su nacimiento por razones desconocidas. Por el contrario sus ojos son de un color gris que no presenta ninguna anormalidad. Acostumbra a vestir lo más cómodamente posible por si se le presenta una situación de batalla, por lo que suele andar con botas planas, pantalones cortos o calzas, guantes y alguna chaqueta con cinturón que le permita portar algunos utensilios de emergencia. Siempre lleva su varita en un pequeño bolso que lleva sujeto por un cinturón a su pierna izquierda.

     

    Cualidades Psicológicas:

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/Personalidad_zps884f52c3.png

    Irony parece ser una mujer vacía y sin mucho que destacar. No habla demasiado y cuando lo hace es muy directa. Tiene poca paciencia y tolerancia con los demás, gran factor que provoca que no tenga demasiada vida social, cosa que no le importa, aunque si posee algunos amigos de confianza. No tiene escrúpulos para tomar ninguna desición si de eso depende su vida, aunque eso no quiere decir que no le importe la vida de los demás. Su gran dilema es elegir entre tomar el camino para lo que fue entrenada o elegir lo que le parece correcto.

     

    Historia:

     

    Los verdaderos orígenes de Irony son inciertos. Se crió en una familia muggle importante de carácter conservador. De niña se caracterizó por ser una chica tímida y algo curiosa, pero a medida que fue creciendo decidió eliminar esa parte de si, considerándola la más débil. Como la mayoría de los miembros de su familia, a los 15 años ingresó a la formación en las fuerzas armadas británicas, donde su vida dio un cambio radical.

     

    Años más tarde, se desconocen exactamente, llego a ser oficial debido a su gran preparación y obediencia. Aparentemente, Irony ya llevaba descubierto que no era normal para entonces, y que podía hacer algo que los demás de sus compañeros de cuartel no.

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/Magia_zps6426e76d.jpg

     

    Decidió ignorarlo para centrarse en sus objetivos hasta que supo que una de sus antiguas y únicas amigas había sido secuestrada. Renunciando, salió en su búsqueda por un largo tiempo. Lo que ocurrió en este período es desconocido, pero el viaje cambió completamente sus intenciones. Finalmente, decidió indagar sobre sus orígenes dando por fin con el otro mundo oculto en Gran Bretaña, el mundo mágico.

     

    Actualmente, se encuentra sin rumbo y sin un objetivo claro.

     

    Cambiar a:

     

     

    Raza: Demonio

     

    Aspecto Físico:

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/IronyApariencia_zps3d81b4cb.png Irony Heartilly

     

    Mide 1'71 y debido a su entrenamiento físico posee un cuerpo delgado pero musculoso. Posee una larga cabellera de color rosado que ha sido así desde su nacimiento por razones desconocidas aunque ha llegado a experimentar cambios de color. Por el contrario sus ojos son de un tono gris que no presenta ninguna anormalidad. Acostumbra a vestir lo más cómodamente posible por si se le presenta una situación de batalla, por lo que suele andar con botas planas, pantalones cortos o calzas, guantes y alguna chaqueta con cinturón que le permita portar algunos utensilios de emergencia. Siempre lleva su varita en un pequeño bolso que lleva sujeto por un cinturón a su pierna izquierda.

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/AlouquaApariencia_zps4ea2135f.png Alouqua

     

    Cuando su Demonio toma posesión completa de ella su aspecto cambia. Sus cabello se vuelve mucho más rojizo dejando algunos mechones en color negro y sus ojos se tornan amarillos. Aunque el resto de su cuerpo no cambia, muestra tendencia a remplazar su vestuario por uno más provocativo.

     

    Cualidades Psicológicas:

     

    http://i1308.photobucket.com/albums/s605/aurorperseus/Banner10_zps9d40dfde.jpg

     

    Irony parece ser una mujer vacía y sin mucho que destacar. No habla demasiado y cuando lo hace es muy directa. Tiene poca paciencia y tolerancia con los demás, gran factor que provoca que no tenga demasiada vida social, cosa que no le importa. Sin embargo ha decidido confiar en los Haughton llegando hasta preocuparse por la familia, hecho que no admitirá.

     

    No tiene escrúpulos para tomar ninguna desición si de eso depende su vida. En principio le preocupaba la vida de los demás, dejando dar a luz un lado más heroico pero luego acabó reflexionando que cada uno debe protegerse a si mismo y que ella no podía cambiar el destino de las personas.

     

    En el fondo, es muy insegura y está completamente desorientada, lo cual se manifiesta con una seriedad que la hace impenetrable. Irony no sonríe ni llora pues los considera actos de debilidad e incluso decidió "asesinar" a esta parte suya dejándola en una infancia que acabó a los 12 años.

     

     

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    Esta Demonio son los instintos más oscuros de la bruja. Alouqua es cruel y violenta, interesada y ambiciosa. No descansará hasta que vea cumplida sus venganzas y obtenga todo el poder que desea. No siente amor hacia ningún ser vivo y le encanta manipular a las personas. Como muchos demonios, se presenta constantemente persuasiva o provocativa. Sin embargo, esto poco se ve pues Irony la tiene completamente encerrada dentro de si. Cuando Alouqua intenta tomar el control la cicatriz del pecho comienza a arder.

     

    Historia:

     

    Los verdaderos orígenes de Irony son inciertos, para empezar, su verdadero nombre es desconcido puesto que la jóven piensa morir con aquel secreto. Se crió con una familia muggle de carácter conservador con la cual jamás tuvo un buen trato. Como la mayoría de la familia, ya muy jóven tuvo que ingresar a los entrenamientos que la conducirían a las Fuerzas Armadas Británicas. Es en ese período cuando Irony decide eliminar su personalidad divertida e infantil para madurar más rápido.

     

    Su vida ya como soldado fue completamente distinta. Allí conoció a sus tres mejores amigos: Claire Heartilly**, a la que consideraba su hermana menor, su novio, Blaze White** y una tercera jóven llamada Hitori Fang**. Su vida transcurrió con cierta normalidad y felicidad pues le dedicaba su vida a su oficio y pronto enviaron su recomendación para que ascendiera a oficial. En esta etapa se hace conocer como Irony aunque la historia no siempre es contada por ella.

     

    Sin embargo, comenzaba a mostrar sus primeras manifestaciones de magia, las cuales eran incomprendidas por ella ajena a su naturaleza de bruja y demoniaca. Todo cambió la noche del día en que peleó con Blaze por la idea que tenía de retirarse del ejército y casarse con Claire. Esa misma noche, las alarmas se encendieron tras un extraño ataque entre dos bandas justamente, en la zona militar. Unos poseían una extraña luz en el rostro y otros iban enmascarados.

     

    Luego del acontecimiento en el que a penas pudo coger sus armas, se encuentra con que Claire**, Blaze** y Hitori** han desaparecido. Desesperada ante ello, abandona el grupo sin decir nada y se convierte en desertora. Debido a esta salida, los rumores acabaron convirtiéndola en una especie de traidora que había huído con el enemigo, por lo que varios grupos comenzaron a ir en su busca.

     

    En su largo viaje por toda Europa en busca de pistas de la localización de sus amigos, encuentra a Claire** y Blaze** en España, León, donde realmente no han sido secuestrados, sino que habían escapado. Aunque realmente Blaze había sido el que obligó a su novia a realizar tal fuga, Irony, llena de dolor y venganza los asesina en la catedral en la que se habían encontrado para luego marcharse.

     

    Perdida y desorientada decide ir en búsqueda de su propia identidad, intentando averiguar sus orígenes y la explicación de sus poderes especiales. Su viaje la lleva a Gloucestershire donde por casualidad oyó que Hitori** se encontraba allí, aparentemente, en peligro. Decidida a ayudarle, la encuentra capturada por una especie de secta de personas con túnicas extrañas. Tras rescatarla a duras penas, Irony descubre que Hitori es capaz de realizar las mismas cosas sobrenaturales para poder huír. Así pues, esta le confiesa que Irony es una bruja y una Demonio, y que tanto ella como sus amigos también podían acceder a la magia, solo que no se lo habían dicho. Por esto, y por el hecho de que Hitori, ahora una vampiresa, había optado por hacerse un clan en vez de volver con Irony, la pelirosada combate con ella y la asesina.

     

    Es por esto que su clan, tras descubrir el acontecimiento, comienza a perseguirla también. Estando sin refugio ni nada, un día su suerte cambia cuando se encontraba escondida vigilando a dos de sus perseguidores. Tras que la descubrieran, huyó rumbo a la Catedral de Gloucester que era el refugio más cercano, aunque no tardaron en seguir su rastro. Fue en ese apuro en el que conoció a un mago llamado Kritzai, que la salvó del problema y le contó algunas cosas que le fueron muy útiles: como la existencia de una Londres Mágica.

     

    Despidiéndose y teniendo la referencia del mago por si algún día llegaba a pasar por donde vivía, continuó su camino. Sus investigaciones, efectivamente, la hicieron finalmente tener que ir si o si al mundo de los magos. Abandando sus armas más preciadas que ahora no le servirían de nada y consiguiendo una varita que no sabía utilizar bien, decide internarse en un mundo desconocido y asombroso, un mundo en el que también azolan las guerras.

     

    Recordando al mago, viaja a Ottery St. Cachtpole donde es acogida por la familia Haughton sin ninguna clase de problemas. Es allí, donde quizá, su vida de verdad cambia, pues comienza a sentir cierto aprecio por los dos magos que la ayudaron, Kritzai y Sira. Así pues, decide entrar en la Academia de Magia y Hechicería para aprender a ser una gran bruja y donde conoce y rivaliza con una chica de ojos extraños que desconciertan a Irony: Dark Dragona, pero que al mismo tiempo la ayudaría a encontrar parte de sus orígenes. Estas pistas la condujeron a la familia Gryffindor, donde descubre que Kyttara es su madre, y que tiene una media hermana, Alexis Miller. Aunque está llena de rencor hacia aquella mujer, intenta contenerse pensando en lo que le deparará la vida y qué papel jugará ella en aquel juego de guerrillas.

     

    Sobre Alouqua

     

    Su relación con Irony es desconocida pero se trata de un Demonio femenino milenario que aloja en el cuerpo de esta. Su presencia viene marcada por un tatuaje que Irony posee en el pecho, con forma de ojo al cual le hacen unas flechas negras y que arde cuando Alouqua toma poder. Las intenciones de la Demonio tampoco se conocen bien ya que una veces actúa en favor de algunas personas y otras en contra. De momento solo se sabe que siente deseos de venganza hacia algunas personas y tiene instintos asesinos que la hacen apoyar a la Marca Tenebrosa, lo cual choca completamente con la imparcialidad de Irony, que no desea meterse en ninguna clase de bando.

  23. Observó alzando la mirada mientras estaba de brazos cruzados como Dark Dragona subía como una cría a las alturas para contemplar el paisaje; ridículo. No dijo mayor comentario y luego volteó a ver como seguían, literalmente, lloviendo más alumnos, muchos de ellos disgustados por no haber encontrado ninguna clase de aviso sobre que había un traslador en la clase. Y en esta ocasión, Irony tenía que darles la razón, ¿a quién se le ocurría? Totalmente aburrida y ya dejando el tema de lado se limitó a pasar una vaga mirada por los otros nuevos.

     

    Casi sin darse cuenta había comenzado a caminar, cansada de no hacer nada, y sus ojos pasaban por las estructuras sin valorarlas realmente. Luego pasó a ver la espesa vegetación que había en el lugar. Los bosques podían ser un buen lugar de entrenamiento, lo tenía comprobado, dependiendo cual. Incluso una extensión de cañas de bambú podía ser un sitio propicio para un combate, al menos para combate físico como a ella le gustaba.

     

    Se paró en seco cuando sus orbes grises detectaron algo a lo lejos. Vio pasar una sombra y de repente los arbustos temblaron un momento ¿alguna criatura? Era posible, era un bosque mágico que perfectamente podía ser habitado por todo tipo de criaturas o seres. No obstante, su instinto de alerta se activó y vio conveniente mejor seguir el rastros, dándole igual si las profesoras le decían algo. No estaba dispuesta a dejar que la matara un bicho por esperar cinco horas en aquel sitio escuchando presentaciones tontas.

     

    De todas formas, el problema era que necesitaba que alguien le cubriera la espalda, era cautelosa y valiente, pero no por eso tonta, ni tenía complejos de héroe. Era mejor en aquel caso que una persona o dos la acompañaran en aquello. Por un instante se le ocurrió llamar a Dragona pero esta estaría aún embobada mirando el paisaje.

     

    Se volteó y sus ojos se pasearon por dos alumnas que habían llegado a último momento. Una tenía unos vistosos ojos azules y una belleza física que no era propia de ningún humano, la otra tenía el cabello negro rojizo siendo un poco más baja que Irony y la otra bruja que sabía que se llamaba Alexis y de la cual aún no entendía muy bien qué las relacionaba.

     

    Acercándose unos pasos al frente pero sin adentrarse demasiado al círculo de alumnos para que no la vieran las profesoras llamó con su típica voz seria y estricta pero modelando el volumen.

     

    ―Hey, Miller, Enchanteé ―las llamó y les hizo un gesto con la mano de que la acompañaran― Vosotras dos parecéis tener materia para tratar en ambientes de naturaleza salvaje. He visto algo en el perímetro acechándonos. ¿Preferís acompañarme a matar o alejar el objetivo o quedarse escuchando las presentaciones?

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  24. Los visitantes no parecían decir nada por lo que ella tampoco dijo nada, apenas les dirigió una mirada examinadora pues, Irony no hablaba demasiado y mucho menos con desconocidos. Solía ser breve, concisa, seria y directa, y en muchas ocasiones, acompañado de su mal carácter, frases cargadas de ironía y humor negro, algo por lo que se le otorgó el apodo cuando estaba en las fuerzas armadas.

     

    Habían sido sus ex amigos quienes le habían puesto aquel mote, pues, en los primeros días cuando no le caían muy bien, solía burlarse de ellos con palabras precisas, letales e irónicas. Eso, sumado a que su vida misma era una ironía total, había dado nacimiento a “Irony” que más tarde se haría su nombre. ¿Su verdadero nombre? Olvidado desde el día que asesinó a yo infantil para “madurar de una vez” Según ella.

     

    Y sin embargo, a pesar de recordar toda su historia en un segundo, allí estaba, paradójicamente. Había llegado con el rencor que le tenía al sentimiento de familia y amor, y ahora se encontraba preocupada por una mujer a la que poco conocía realmente y había aceptado, por lo que veía, adoptarla. No tenía sentido pero ya hacía rato que había dejado de intentar buscarle la lógica a todo.

     

    Reaccionó con las palabras de Sira a medida que volvían a la habitación donde había salido. No tenía ni idea de que estuviera pensando el mago, pero era posible que muchas cosas. Entre los recuerdos de la catedral, la pregunta que Irony le había hecho, Sira y muchas otras cosas, estaba segura de que no lo hacía por mal, simplemente necesitaba organizarse mentalmente.

     

    ―Tranquila. Sigue en la sala, solo que está meditando… Debe tener muchas cosas en la cabeza, es de entender. ―le defendió con un tono neutro― Estoy segura de que en cuanto encuentre la salida a sus problemas volverá a ser el mismo contigo ―le dijo casi instintivamente viendo reflejada la tristeza, y de alguna forma el pensamiento, en la sonrisa de la mujer.

     

    Miró su barriga pensando en que su madre sanguínea también estaba embarazada, fue por la única razón por la que no la mató. Había ido a la Gryffindor para asesinarla y la mejor parte es que nadie se lo había impedido, ni Radamantys. Sin embargo, Alexis quien más o menos había venido en una búsqueda similar, le había alertado sobre ello. En ese momento el demonio que Irony llevaba dentro desapareció y paró sus actos. Ahora que lo pensaba bien, si Sira no era humana, quizá pudiera ayudarla con su problema… Aunque pedir ayuda era una debilidad.

     

    ―Deberías sentarte ―sugirió casi con un tono estricto que sonó a una orden― Imagino que estos visitantes desconocidos no les molestará que Kritzai les reciba estando tu sentada.

     

    Y era la gran cuestión. ¿Quién rayos eran los recién llegados?

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  25. Kritzai no le respondía lo cual tomó como mala señal, pues no quería que se repitiera. ¿A caso estaba preocupada? Qué raro… Agitó la cabeza un momento para alejar el pensamiento y se mantuvo de brazos cruzados en aquel silencio incómodo esperando a que Sira regresara, pero extrañamente no regresó. Comenzó a impacientarse, no por ella, sino por cómo iba el tiempo de lento y por como aquella visita acosaba demasiado, aunque no tenía ni idea de quién o quiénes eran.

     

    Finalmente suspiró y llevando una mano al tronco de su nariz meditó un momento y luego se descruzó y se volteó para ver a su padre. Parecía que pensaba pues se veía muy concentrado, y no quería molestarle la verdad pues sabía cómo era eso. Era extraño, quienes la habían adoptado se parecían mucho más a ella que su propia madre sanguínea.

     

    ―Si vuelve a pasar… Tendrán que pagar… Y allí estaré para ayudar a defender a la familia ―aseguró juntando un puño cerrado contra su palma.

     

    Luego de aquello, salió de la sala para dirigirse al vestíbulo para saber que le pasaba a Sira. Eran solo visitas, no tenía por qué ser malo y no se escuchaba mayor jaleo. Al llegar, vio a dos críos allí, una chica y un chico que parecían hermanos, y tenía a la mujer de espaldas. Llegó a su lado con curiosidad mostrando aquel porte serio, rígido e intimidante que siempre tenía. Fue entonces cuando atisbó la lágrima en el rostro de la bruja. Abrió los ojos con sorpresa y posó una mano sobre un hombro de ella.

     

    ―Sira ―llamó― ¿Estás bien? ¿Quieres que los reciba por ti? Tal vez deberías descansar un poco.

     

    Miró luego a los dos que estaban allí no sabiendo si culparles o no por el estado de ella, pues notaba, quizá por esa condición sobrenatural de Irony, el dolor de la bruja.

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