Romina Black Lestrange

No sabía en que estaba pensando cuando acepte el lugar en donde Irony quería hacer el duelo. Lo habíamos acordado un día antes, y para no discutirle le dije que en aquel lugar estaba bien porque ya me habían dicho que no era buena idea discutir con ella.

 

Hacía calor y tenía que ponerme ropa cómoda para el duelo. Aunque sabía que esto era solo para la Academia estaba segura que me iba a ganar. Me dirigí a mi habitación para escoger la ropa; me puse un short azul, una remera manga corta blanca y unas sandalias. Antes de salir me acorde que no llevaba mi varita, volví a la habitación, encontré la varita y me la puse en el cinto del short.

 

Tenía que ir caminando a la Academia, no me quedaba de otra. Al llegar me costó encontrar la sala que había acordado a la fuerza con Irony. Me acorde de las indicaciones que me había dado y empecé a caminar por los pasillos para encontrarla.

 

Había mucho silencio, y quizá por eso fue que al entrar Irony pudo escucharme. El lugar era completamente de metal, lo que era raro en una Academia antigua; también note como a ambos lados Irony había cambiado todo de lugar, todos los muebles estaban en un logar de la sala, justamente atrás de Irony lo que solo dejaba unos 12 metros para que hagamos el duelo.

 

Me puse en posición y también la salude con una reverencia, saque mi varita del cinto de mi short y la tome apuntando hacia Irony. Ella fue más rápida y de su varita vi salir fuego con forma de serpiente. No tarde mucho, casi sin pensarlo dije lo primero que se me vino a la mente para detener el fuego.

 

-Fortificum- dije apuntando a medio metro de mí, haciendo que se construyera un muralla de piedra; de medio metro de espesor, y de 4 metros de alto lo suficientemente para que un hechizo impactara en él y no llegara a tocarme. Me moví un poco a la derecha del muro para lograr ver la serpiente de fuego, y para mi sorpresa esta choco contra el muro y se desvaneció.

 

Me corrí a un lado de la muralla para lograr ver a mi oponente y lo que había a su alrededor. Al parecer ella no se había dado cuenta, pero en su pie derecho tenía una araña viuda negra.

 

-Oppugno- le dije a la araña que tenía Irony en su pie derecho- pícale e inyéctale tu mortal veneno- le susurre a la araña, inmediatamente, esta le pico el pie a Irony haciendo que le quedara poco tiempo de vida.

 

Me quede observando y pensando, el lugar que había escogido no era muy seguro, al estar cerrado había un nido de arañas que eran peligrosas.

Hola. Bueno paso por aquí para que me respondan una duda que tengo. Solo no se rían al leer esto porque me parece que la pregunta es un poco tonta xD pero bueno ahí va. En el hechizo FORTIFICUM, es que si me lo imagino tengo un muro delante de mi y mi duda es si se puede o no atacar al rival o si solo evita que te peguen 3 hechizos. Bueno, esa era mi duda espero que la respondan.

Antes de que el elevador parara la chica que estaba ahí (Xell) no paraba de hacerme preguntas. Todo eso me confundió aún más, mi cabeza estaba a punto de estallar; primero no sabía hacia donde me llevaban y segundo todas las preguntas que me hacían. Me tome unos segundos, tome aire y trague saliva para responderle.

 

-Un placer conocerte Xell. Llegue hace poco, aun no conozco todo bien- le dije- Si, sigo estudiando y soy de la familia Evans McGonagall- termine diciéndole casi sin aire.

 

Ya estábamos fuera del elevador, ellos hablaban y yo no entendía ni una sola palabra hasta que Xell me lo explico. Me pareció lógico, después de todo a nadie le gustaba esperar tanto tiempo solo para que te comprueben la varita.

 

Ella me tomo por el brazo y salimos de puntillas por delante de la fuente. Llegamos hacia donde habían unas chimeneas y me quede pensando para que estábamos allí. Luego, al ver lo que Xell hizo comprendí para que fueran. La seguí por detrás un poco dudando pero lo hice, unos rayos nos sacaron de ahí y aparecimos en las calles de Londres.

 

-Ya que estamos afuera, ¿Alguien me explica hacia dónde vamos?- pregunte un poco confundida.

Después de haber entregado el formulario y enterarme de que lo había llenado bien, la instructora nos guió hacia el lugar en donde debíamos realizar el examen. Tarde un poco en decirme a seguirla y comenzar el examen; tenía miedo de caerme en frente de todos y reprobar el examen de vuelo.

Mire por hacia donde iba la instructora y algunos de mis compañeros, si me decidía a hacer el examen tendría que llegar de alguna forma hacia donde todos iban. Lo pensé por unos cinco minutos y fui por donde recordaba que habían ido. Al llegar la instructora no había empezado aun con la explicación. Me coloque al lado de una de las escobas y espere a que diera las instrucciones. No era difícil, solo había que poner la mano derecha arriba de esta y decir a arriba.

-¡Arriba!- dije clara y fuertemente. Inmediatamente lo dije la escoba se elevó rápidamente hasta llegar a donde tenía mi brazo y la agarre muy fuerte.

Me quede sorprendida al notar que a la primera vez que dije arriba la escoba se elevaba; aunque esa era la parte más fácil ahora venía lo más complicado, elevarse unos metros y bajar nuevamente.

Me subí a la escoba y la sujete muy fuerte. Pegue una patada al suelo e inmediatamente me empecé a elevarme llegando a casi dos metros. Me incline suavemente hacia adelante y la escoba empezó a bajar hasta dejarme en el suelo. Estaba tan contenta de haber logrado hacer eso; aunque no era fácil siempre pensé que no iba a lograrlo.

Deje la escoba que tenía en el suelo y me dirigí a escoger una de las otras escobas. Empecé a mirar cada escoba que estaba allí; la Nimbus 2000 siempre me había gustado, pero sentía una atracción por la Saeta de Fuego. Opte finalmente por esta última.

-Voy a hacer lo que sigue con la Saeta de Fuego- le dije a la entrenadora.

Hola!! Me llamo Romina tengo 13 años y vivo en Argentina. Mi personaje se llama igual que yo y es muy parecida a mí. Me gusta leer, rolear, cocinar, pasar tiempo con mis amigas, y relacionado más con mi personaje vivir locas aventuras (?).

 

Estoy contenta por haber llegado a esta parte de la academia, ya estoy ansiosa por graduarme. Y bueno como todos son mis compañeros quiero que no le cuenten a Yure que un día la vi llorar, sino se enoja xD. Al parecer mi hermana se adelanto en el post por, lo que fue suerte porque a no me gusta hacer el deporte, solo verlo. Creo que no queda nada mas por decir.

 

Nombre: Yuki

Sexo: Femenino

Edad: 16

Papel en la historia: Espectador

Aspecto Físico: Es una chica delgada, de enormes y brillantes ojos azules; su pelo es blanco y lo tiene atado con su flequillo en la frente y su gorra blanca y negra que cubre sus orejas de gato. Leva una especie de zapatillas con plantilla alta del mismo color de toda su ropa; blanco y negro con una cruz. Nunca puede salir sin sus medias largas que le llegan más arriba de las rodillas; lleva también su hermoso vestido que no parece al ser una combinación de falda y remera.

Cualidades psicológicas: se podría decir que dependiendo de su estado de ánimo puede ser buena o mala. Si está feliz lo único que hace es poner contento a quien lo rodea y hacer travesuras sin dañar a los otros; pero si no lo esta es capaz de hasta matar a alguien sea por la razón que sea. Le gusta pasar tiempo haciendo bromas con su hermana aunque algunas veces se pelan la quiere mucho. Si está enojada pude llegar a contestar a sus superiores aunque no le importa mucho lo que le digan.

Breve historia del personaje: Nacieron en Japón donde sus padres las abandonaron en el bosque donde una pantera las crió como a sus crías, cuando tuvieron 6 años se adentraron en la ciudad con curiosidad y un hombre las vio y las acogió en su casa. El hombre era un mago bueno que les enseñó todo de magia al descubrir que ellas también eran magas pero su mujer no tanto, así que cuando él murió se quedaron sin nadie que las protegiera de los malos tratos que recibían de ella. Cuando tuvieron 12 años se escaparon de la casa. Decidieron ir a Londres, aquel lugar que siempre le mencionó aquel hombre y se metieron en un avión pero este les llevó a Francia. No sabían que hacer hasta que una bruja las vio y las acogió criándolas como a sus propias hijas. Cuando cumplieron 15 años su nueva madre adoptiva las llevó a Londres donde podrían aprender todo lo que ella ya no podía enseñarles pero un año después falleció y desde entonces las chicas viven juntas cuidándose la una a la otra.

En la academia mi hermana se unió a los Appleby Arrows y como a mí no me gustaba solo veía las prácticas o alguna vez me subía a las escobas para intentar.

Estaba en un duelo bastante complicado, las dos estábamos atadas con tres cuerdas. Por mi parte tenía unas cuerdas demasiado gruesas; dos de ellas estaban en mi cara: una en la parte de mis ojos y la otra en mi boca, que al ser tan gruesas lograban tocarse lo que me facilitaría sacarme ambas cuerdas. Y la última que también era gruesa me ataba las manos no dejando moverme.

 

-Evanesco- pensé, haciendo que la cuerda que estaba en mis ojos y en mi boca desaparecieran al estar chocándose por lo gruesas que eran.

 

Me quede pensando que hechizo le iba a lanzar, hasta que recordé que Dragona era mi amiga y no quería lastimarla; aunque por otro lado tenía que hacerlo por lo de la última vez. Después de todo yo no iba a decirle todas esas frases feas que ella me había dicho en nuestro anterior duelo. Logre escuchar a Dragona todo lo que decía susurrando, no sabía que decirle y tampoco en que lanzarle.

 

-Aunque te la he puesto difícil, no me gusta hacerte esto- le dije a mi amiga- Aunque por otro lado tengo que vengarme de alguna forma por lo de la otra vez- termine diciéndole en un tono cortante.

 

-Oppugno- a una araña que estaba a menos de un metro de Dragona- Inyéctale tu veneno- le dije a la araña, me quede observando como estando a una distancia menor de un metro se dirigía hacia la cara de mi rival y le picaba en la frente.

 

Estaba parada, con las manos atadas a la cintura observando lo que había hecho. No sabía que yo misma era capaz de hacerle algo así a una amiga; aunque por otro lado podría decir que era para estar mano a mano. El viento soplaba, se podía ver claramente como las olas chocaban contra las enormes piedras que se encontraban cerca de la orilla. Mire al cielo, faltaban poco más de dos horas para que un hermoso atardecer se pusiera delante de mis ojos.

Datos Personales:

Nombre del Personaje: Romina Evans McGonagall

Sexo: Femenino

Edad: 13 años

Nacionalidad: Argentina

Familia(s):
* Familia 1: Evans McGonagall
* Familia 2:
Padre(s) Sanguíneo:
*Madre: Adryanie
Padre(s) Adoptivos: --
Trabajo: Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia. Aprendiz.
Poderes Mágicos:

Rango Social: Aprendiz
Bando: Neutral
Rango dentro del Bando: --
Nivel de Poder Mágico: --
Puntos de poder en objetos: 20
Cita

 

Hechizos adicionales: --

- Los asignarán los moderadores
Cita

 

Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

Habilidades Mágicas:
* Habilidad 1
* Habilidad 2
* Habilidad 3

* Conocimiento 1
* Conocimiento 2
* Conocimiento 3

 

Perfil del Personaje:

Raza: Humano
Aspecto Físico:
No es muy alta, mide unos 1,46 metros; tiene el pelo castaño oscuro con ondas y sus ojos son de un tono similar, viste normalmente con un pantalón, una remera y unas zapatillas. Siempre lleva su collar de jade consigo.

Cualidades Psicológicas:
Es un poco tímida por lo que le cuesta hacer amigos pero le gusta mucho divertirse con ellos y ayudarlos. Le encanta la lectura y estar en lugares tranquilos.
Cuando se enoja suele ser rebelde y empezar a responder de manera inadecuada, provocando que diga cosas de las que después se arrepiente.
Cuando esta alegre es capaz de todo, hasta de hacer pequeñas travesuras que no llegan a herir a los demás.
Últimamente ha estado teniendo cambios en su carácter, se ha vuelto más decidida y es capaz de defender a sus amigos cosa que antes no conseguía hacer por falta de valentía.

Es buena, comprensible y no sería capaz de matar a nadie le por la causa que sea. No es vengativa, aunque puede estar semanas enojadas pero logra perdonar.

Historia:
Romina nació en el seno de una feliz familia de magos neutrales, allí sus padres la criaron con cariño hasta que un trágico día fueron asesinados. La pequeña niña que en esos momentos tenía 3 años no supo quién los mató ni tiene ningún recuerdo de ellos. Los vecinos muggles que solo supieron del fallecimiento de los padres dejaron a Romina en un orfanato donde se crió, su feliz infancia desde entonces se esfumó viendo su vida como si fuera la de la Cenicienta, pues no la trataban tan bien, la obligaban a hacer trabajos forzados y tuvo que soportar muchas burlas por el simple hecho de ser diferente, pero ella, como todos, no sabía que era maga, por eso no sabía por qué era tan diferente al resto.

 

Cuando cumplió 8 años, provocada por todas las burlas y aquel trato, se volvió rebelde. Se reveló sin querer obedecer más y le devolvió a los demás niños todos aquellos abusos que había sufrido hasta entonces. Quería hacerse fuerte y no seguir siendo pisoteada de nuevo.

 

Estuvo viviendo en ese orfanato donde la castigaban a cada rato hasta que cumplió los 11 años de edad y descubrió que era especial; varias veces con solo mirar un objeto lo hacía volar o romperse, también al enojarse con alguien que la molestara hacia qué cosas malas le pasara; una vez hizo que a una chica que la molestara se le cayera el cabello y quedara pelada. Este fue el peor día de su vida la chica la acusó de que le había arrancado el cabello con las manos y la mandaron a una habitación oscura solo con pan y agua por un mes, pasado ese tiempo salió de allí y empezó a recorrer bien todo el orfanato para hacer un mapa y buscar escondites; este era un lugar muy antiguo y se podía encontrar cualquier cosa.

Cuando pasaron dos meses desde que había cumplido 11 años, empezó a escaparse del orfanato y en una de esas veces que se escapó encontró una cueva en la cual empezó a construir una especie de casa muy pequeña con todo lo que necesitaba para quedarse allí toda su vida o hasta que encontrara a alguien que la quisiera de verdad.

 

Al cumplir los 12 años no aguanto más estar en ese horrible orfanato y decidió no volver nunca más llevándose las pocas cosas que tenía. Se quedó en la cueva viviendo de las cosas que encontraba, tenía una pequeña huerta con vegetales ya que no quería comer carne, se podía decir que era vegetariana.

 

En uno de esos días calurosos de plano verano, estaba apoyando la espalda contra una roca de la cueva mirando al cielo. Vio pasar una pareja de pájaros que cantaban al tiempo que volaban juntos y suspiró melancólica. Aunque estaba bien ahora que vivía sin aquella gente no podía evitar sentirse sola. Miró las pocas cosas que había traído y entre ella divisó una pequeña caja que tenía cosas dentro: un collar de jade el cual tenía una nota que decía “póntelo y nunca te lo quietes, te traerá suerte”, también había muchas otras cosas que no tenían importancia, y por ultimo encontró lo que estaba buscando.

 

Era un sobre amarillo que siempre leía cuando se sentía perdida pues era lo único que tenía de lo que una vez pudo llegar a significar una familia para ella. Es la carta ponía: "Querida hija, no sé cuánto más tu padre y yo podremos continuar, nos han asignado una misión demasiado complicada de la que siento no estamos del todo preparados. Se avecina algún peligro, lo presiento, es por eso que te escribo esto por si nos pasara algo... Necesitas saber que tú no eres una chica normal, eres, como lo somos tu padre y yo, una maga. Eso es, eres una bruja. Si algún día te quedas sin saber a dónde ir ve a Londres y busca a los demás magos, nosotros no somos tus verdaderos padres; te encontramos abandonada en las calles de Londres. Recuerda que pase lo que pase siempre estaremos a tu lado. Te quiere: tu madre.”

 

Había leído varias veces aquella carta pero nunca se había atrevido antes a ir a Londres ya que tampoco sabía cómo llegar, sin embargo sentía que era hora de ir allí y buscar a su familia, era el momento de dejar el pasado atrás y descubrirse a sí misma.

Le llegaban cartas constantemente, estaba demasiado confundida sin saber de qué se trataba; tenia cartas de familias y de una Academia a la cual debía asistir. Después de haber asistido a su primera clase decidió pasarse por la familia Evans McGonagall, al llegar conoció a su familia y, a partir de ese momento, está en busca de sus verdades padres; aunque no le importaría quedarse en esa familia.

Pertenencias:

Objeto Mágico Legendario: --

Objetos Magicos:

Objeto 1:Varita
Clasificación: xx
Puntos de poder: 20

Objeto 2: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --

Mascotas y Criaturas:
Criatura 1: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --

Criaturas en la Reserva:
Criatura 1: --
Clasificación: --
Puntos de poder: --

Elfos:
* Elfo 1: --
* Elfo 2: --

 

Licencias, Tasas, Registros:

Licencia de Aparición: --

Licencia de Vuelo de Escoba: --
Registro de XXX: --

 

Otros Datos:

Otros datos: --
Cronología de cargos:--
Premios y reconocimientos: --

Links de Interés
Link al Perfil de Comprador MM:
Link a Bóveda Personal: Bóveda Nº 104408
Link a Bóveda Trastera:
Link a Bóveda de Negocio:
Link a Bóveda Familiar 1:
Link a Bóveda Familiar 2:

ON ROL:

Mi personaje se llama Romina; es tímida aunque últimamente se ha vuelto un poco rebelde, le gusta pasar tiempo con sus amigos y compartir aventuras muy locas. Le gusta leer, por lo que siempre lleva algún libro en su mochila, le gusta andar al aire libre y pensar durante horas y resumir y pensar todo lo que paso en su corta vida, apenas tiene 13 años.

 

Vive con una familia que apoya a la orden, aunque va es aspirante para ser mortifaga. Aunque sea todo lo contrario a su familia quiere mucho a su madre. Se divierte un montón en las clases de la Academia estando con sus amigos y pasando estupendas aventuras; aunque en estas quede un poco loca por las cosas que pasan.

 

OFF ROL:

Hola me llamo Romina, tengo 13 años vivos en Argentina. Encontré este foro por casualidad y me entere de que odio leer y escribir me encanta leer y escribir. Para rellenar esto y que me conozcan un poco más; no estaría de más agregar que me encanta cocinar y comer lo que hago XD.

 

También tengo mucho miedo por esta clase de Duelo Avanzado, porque por ahí me dijeron que Hades se come a todos vivos xD no delatare quien me dijo eso para no se enteren xD. No sé qué más poner, que estoy muy feliz de haber encontrado el foro y haber conocido personas tan estupendas.

Me quede sorprendida, no sabía ni entendía todo lo que pasaba en este lugar. Por un momento lo primero que pensé fue en tomar el elevador, volver al atrio, salir de allí y volver otro día para no molestar a nadie. Una chica se me acerco, me extendió la mano para saludar y yo hice lo mismo.

 

-Buenos días Saguitas, no te preocupes; vuelvo otro día cuando todo esté más calmado- le dije con una sonrisa.

 

Antes de que pudiera reaccionar un poco más, apareció un chico; no sabía si era jefe o empleado, aunque este no era el momento de saberlo. Su respuesta me tomo por sorpresa. ¿Acaso no me había escuchado que iba a volver otro día? Estuve a punto de gritar pero me contuve, no quería que me echaran en mi primer día de trabajo. El chico me agarro del brazo y me llevo nuevamente al elevador.

 

-Me llamo Romina y ¿tu cómo te llamas?- le dije mientras estaba nuevamente en el elevador pero sin saber a dónde dirigirme- Si, entro a trabajar con ustedes- termine diciéndole un poco confundida por no saber qué era lo que pasaba en ese momento.

Había llegado a la tercera planta, era mi primer día de trabajo y todavía no sabía muy bien que era lo que tenía que hacer. Al bajar del elevador, lo primero que vi fue un escenario muy raro; prácticamente no podía describirlo y me quede muy impresionada y sorprendida. Había algunos que estaban tirados en el suelo, y otros que estaban parados al lado de ellos.

 

Me acerque un poco hasta donde estaban sin saber que decir, era sorprendente que un lugar de trabajo se vieran este tipo de cosas, lo único que me quedaba por pensar era que se habían caído o algo por el estilo.

 

Había en el lugar alguien que se me hacia realmente conocida, pero dudaba que sea verdad, quizá solamente era un parecido que tenían y nada más, por otro lado estaba segura que la conocía de algún sitio.

 

-Hola, soy nueva ¿Alguien podrá ayudarme?- dije a los que estaban allí presentes, con un poco de timidez, pero lo dije.

Era mi primer día en el trabajo y no tenía que llegar tarde, me puse lo primero que encontré; una remera, un jean y zapatillas y salí de la casa dirigiéndome hacia donde me habían dicho. Al llega no logre ver nada, solo la cabina de teléfono que me habían dicho, pero nada más y se me hacía demasiado raro entrar en una cabina y aparecer en otro lugar. Que más daba, valía la pena intentar; después de todo estaba en el mundo mágico.

 

Entre a la cabina y no sabía qué era lo que había pasado, de un momento a otro aparecí en lo que sería la entrada al Ministerio, o no sabía muy bien si la cabina era la entrada. Camine hacia el elevador y me dirigí hacia la tercera planta: Departamento de Accidentes Mágicos y Catástrofes. Estaba muy confundida, me quede pensando si a todos les pasaba eso el primer día que llegaban a este lugar y debían llegar al trabajo. No quise pedir ayuda a nadie para encontrar el lugar al que debía dirigirme para empezar a trabajar, después de todo no iba a ser tan difícil encontrar mi puesto, seguramente al llegar me ayudarían mejor.

Todo era tan confuso, no sabía que era lo que pasaba esa flauta tenía algo que era realmente raro, Dragona como siempre estaba mirando la flauta curiosamente y parecía que estaba hipnotizada. Sin darme cuenta ella ya había tomado la flauta.

 

-No intentes tocarla, recuerda lo que dijo Irony- le dije a Dragona.

 

Parecía que a mi amiga siempre se le olvidaban que las cosas raras no se tocaban, pero a la vez eso lleva a la curiosidad de saber qué es lo que hace. Las palabras que yo le había dicho al parecer le entro por un oído y le salieron por el otro, Dragona estuvo un largo tiempo mirando aquella flauta, examinándola a mas no poder, hasta llegar al punto de soplarla.

 

Estuve a punto de decirle un montón de cosas, como se atrevía a tocar esa flauta que seguramente era de alguien además de que la habíamos encontrado en la cueva de un volcán. En el momento en el que ella seguía tocando la flauta no pude decir una palabra, lo que hizo que me relajara y serrara los ojos. Todo era pacifico, sentía como si estuviera flotando en el aire y no quise abrir los ojos para no despertar de lo que parecía un sueño.

 

Al sentir que toda esa sensación se esfumaba, abrí los ojos y lo primero que vi era que estábamos en la sala de los espejos y Dragona estaba allí. Eso me confundió un poco, escuche el canto de un fénix, que a la vez parecía que hablaba y Dragona le respondía. Antes de ponerme de pie note que la flauta había desaparecido, me reincorpore poniéndome de pie pero todavía un poco confundida con lo que había pasado.

 

Por lo menos ya estábamos a salvo, lo único que teníamos que hacer era tocar el traslador que el profesor nos había dado y volver a la Academia. Tocamos el traslador las dos al mismo tiempo, y aparecimos otra vez en los jardines de la Academia. Mire a Dragona al parecer estaba tan confundida como yo por lo que había pasado en la isla.

 

-Júrame que no le vas a contar a nadie lo que nos ha ocurrido en la isla- le dije a mi amiga, y al obtener una respuesta positiva de esta me quede tranquila esperando a que los demás aparecieran.

 

OFF:

 

No sabía que más poner en mi post xD espero que no sea demasiado corto u.u
Bueno acá esta la tarea de transportes mágicos: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/100706-departamento-de-transportes-magicos/page-91

Y acá esta la ficha aunque no se me ocurría que poner porque la hice a últimas horas xD

 

 

Hasta que alguien apareció para darnos los papeles o lo que sea que teníamos que llenar me quede parada viendo a todos mis compañeros que estaban también allí, hasta que alguien pregunto quienes venían para hacer el examen de duelo. Me acerque al igual que la mayoría para escuchar con atención lo que decía. Nos dieron unos pergaminos con un formulario para llenar.

Salí del edificio y me dirigí hacia mi casa. Subí por la escalera hasta llegar a mi habitación, me senté en la cama y abrí el pergamino para ver lo que había que completar. Me di cuenta de que se necesitaba firma y autorización de alguien. Me dirigí hacia mi madre y le di una pluma para que completara lo que correspondía. Fui otra vez hacia mi habitación para completar lo que yo podía y llevarla hoy mismo para no olvidarme.



Salí de mi casa nuevamente para el edificio, subí hasta llegar al lugar donde antes había estado y encontré a la misma que nos había entregado los formularios. Me acerque y se lo entregue.

-Hola, aquí tiene el formulario. Espero que este bien- le dije- Dígame si algo está mal así voy rápido a mi casa y lo completo- termine por decirle.

Me quede esperando la respuesta de esta, si había hecho algo mal volvería a mi casa y arreglaría el error que había tenido, después de todo tenía que hacer si o si el examen de vuelo para la clase.

 

 

 

 

 

No lo podía creer, no había visto a esa serpiente cerca de la araña. Al parecer Dragona la había visto, le lanzo un hechizo e hizo que matara a la araña y luego que lentamente se dirigiera hacia mí. No dude nada, apunte mi varita hacia la serpiente y dije:

 

-Sectusempra- apuntando a la cabeza de la serpiente que estaba a unos cinco metros de mí, haciendo que esta comenzara a sangrar y por consiguiente llevarla a la muerte.

 

-Sí, son lindas las serpientes. Solo cuando están vivías- le dije con un tono burlón.

 

Dragona todavía tenía que sanarse por completo la herida. Pero esta vez no dejaría que me ganara tan fácilmente como la última vez, ya había aprendido algo, pero no estaba lo suficientemente segura si podría ganarle.

 

-Incarcerus- pronuncie apuntando a Dragona, haciendo que de mi varita salieran tres cuerdas; una dirigida hacia su cuello, otra hacia sus manos y la última hacia sus pies.

Dragona se había defendido del desmaius que le había lanzado, rápidamente después de eso supuse que iba a atacarme, la vi apuntar la varita hacia mí, y rápidamente me puse apuntando mi varita hacia ella.

 

-Sectusempra- dije apuntando al pecho de Dragona, haciendo que el rayo impactara y rápidamente comenzara a sangrar.

 

No lograba ver casi nada, y necesitaba lanzarle algún hechizo. Esta vez no iba a dejar que me venciera tan fácilmente como la otra vez. Pude distinguir un insecto del tamaño de la palma de mi mano, era una de esas arañas venenosas que solían haber en las islas.

 

-Oppugno- dije, y el efecto fue de inmediato y la araña hacia todo lo que le decía- ve e inyéctale tu veneno a Dragona- le susurre a la araña. Me quede observando como la araña me obedecía, camino, casi corriendo con sus largas patas hacia Dragona, llego a su pie y se le trepo a la pierna inyectándole su veneno.

Me levante bruscamente de la silla, mire el calendario y el día de hoy estaba redondeado con rojo y eso era signo de que no debía olvidar algo importante que tenía hacer hoy… el único problema era que no lo recordaba. Mire mi agenda, lo tenía anotado era un duelo con una amiga y solo faltaban dos horas y tenía que llegar rápidamente a la pequeña isla que se encontraba bastante lejos. Rápidamente, para no llegar tarde me puse lo primero que tenía a mano; una remera, un short y unas zapatillas.

 

Antes de salir de la casa dibuje mentalmente el recorrido que tenía que hacer para llegar a la dichosa isla en la cual, se nos había ocurrido hacer un duelo. Antes de salir agarre mi varita y la puse en el bolsillo del short. Abrí la puerta con mucho cuidado, no quería que nadie en la casa que iba a salir son permiso, y además a un duelo.

 

Ya estaba afuera y no había vuelta atrás, fui corriendo hasta la playa, llegue demasiado agitada y queriendo volver a mi casa. Había dos botes atados a un poste, que habíamos reservado especialmente para el día de hoy. Por suerte Dragona todavía no llegaba y eso me daba ventaja para ya esperarla en la isla.

 

Me subí al bote y me di cuenta que tenía remos y pedales, vi a lo lejos la isla, era mucho el trayecto que tenía que recorrer. Empecé pedaleando unos diez minutos, después otros diez minutos remando y finalmente veinte minutos remando y pedaleando.

 

Llegue a la isla y me di cuenta que había estado unos cuarenta minutos en el bote, desde que salí de la playa hasta que llegue a la isla. Amarre el bote a uno de los palos que estaban clavados en la arena, di un salto afuera del bote y caí en la arena. Me quede sentada esperando a que Dragona llegara, a lo lejos se podía ver otro bote, lo que no era preciso saber era si se dirigía a esta isla o a otra.

 

Me quede observando la isla, tenía caracoles por todas partes, rocas e insectos. Me pare y a unos veinte metros pude que el bote se dirigía hacia la isla en la que yo estaba, definitivamente era Dragona, aunque tenía unos diez minutos de demora. Ella hizo lo mismo, amarro su bote al otro palo y se bajó de él. Vi como lentamente se dirigía hacia mí, seguramente para comenzar el duelo. Entonces me acerque a una distancia prudente de unos diez metros y salude con una reverencia. Ella se había puesto en posición para atacar, pero me adelante y empecé yo primera el duelo.

 

-Desmaius- dije apuntando mi varita hacia Dragona, haciendo que un rayo saliera de mi varita e impactara en ella haciendo que caiga al suelo.

Mientras acompañaba a Dragona y esperaba a que se sintiera un poco mejor, comencé a pensar en lo raro que era la cueva de este volcán; con espejos que te hacían ver las peores cosas que uno mismo imaginaba.

 

Estábamos caminando, y vi que Irony se adelantaba con dos compañeros más por el camino de la izquierda. Cuando se escuchó la voz de una mujer, quede paralizada por completo, todo se volvió oscuro lo que me hizo estar más asustada al no saber lo que pasaba. Después, Dragona me agarro de la mano y salimos corriendo, yo estaba aún paralizada, no sabía que era lo que pasaba, estaba como ida y no lograba entender lo que pasaba.

 

Mire a Irony, llevaba a July en su espalda y en toda la confusión que había con los Inferi, la mayoría estaba haciendo agujeros para que estos cayeran en él. Ya que eran demasiados los que había, decidí hacer lo mismo y para que se caigan en los agujeros.

 

-Defodio- el rayo que salió de mi varita golpeo el suelo, provocando que algunos de los Inferi que estaban cerca cayeran dentro de este.

 

Ya todos los Inferi se habían caído en las profundidades de los hoyos que habíamos cavado y que en su interior tenían lava, haciendo que todos se quemaran. Seguimos caminando todos juntos, pero no estaba Damian ni los profesores, por estos últimos no me preocupaba, pero por Damian sí, porque los profesores podrían haberle hecho algo malo y nosotros no podríamos salvarlo.

 

Íbamos todos muy silenciosos, hasta que más adelante, a unos diez metros se podía ver una especie de palo brillante, mientras todos estaban caminando quise adelantarme para ver lo que había mas adelante que tanto me llamaba la atención y corrí hasta llegar a aquel palo brillante.

 

Para mi sorpresa, lo que vi me sorprendió mucho, ¿Qué hacia una flauta en un volcán? Quien querría tocar un instrumento en la cueva de un volcán, eso era lo raro. Seguramente debe ser de alguien que se siente solo y por no encontrar se pone a tocar música, quizá la flauta despertaba a algún monstruo o algo por el estilo. La agarre y espere a que mis compañeros llegaran, y cuando ya estaban allí les dije:

 

-¡¡Miren lo que encontré!!- dije mirando a todos- es una especie de flauta, aunque no se de quien sea o para que sea, ¿Por cierto, alguien vio a Damian y a los profesores-

 

 

 

 

OFF:
http://www.harrylatino.org/index.php/topic/100706-departamento-de-transportes-magicos/page-91?do=findComment&comment=4709103

De un momento a otro envés de una zapatilla, en mi pie derecho había una araña. Ya me había inyectado su veneno, lo que no me daba mucho tiempo para encontrar como sea un bezoar y comerlo, aunque no sea de lo más agradable para comer en este momento. Seguía tirada en el suelo, sin poder sentarme y eso me afectaba en no poder lanzar rayos, solo podía efectos.

-Silencius- dije antes de que Alexis pudiera pronunciar un petrificus, haciendo de que solo se oyera un <<petri>>, Lo que hizo que su rayo no me llegara. <<Evanesco>> pensé, y la cuerda que estaba en mi torso al fin había desaparecido, pero la tercera aún no.

Al desaparecer esta cuerda me senté para poder manejar mejor mis acciones y no acabar muriendo en un duelo sin sentido. Estábamos en medio de la nada, con apenas un poco de vida que nos rodeaba. En ese momento me acorde de la picadura de aquella araña además de intentar que el veneno no me legue y además tenía que matar a esa horrible araña. Tome fuerza, la araña había empezado a caminar hacia mí y de un momento a otro, con mucha fuerza tire mi mano sobre ella haciendo que quede aplastada en el suelo.

En la clase de Rol Básico 60 me habían mandado una tarea para hacer un examen de vuelo. Llegue al enorme edificio y subí al elevador y llegue a la sexta planta. Al bajarme del elevador vi a varios de mis compañeros que Rol Básico, que seguramente venían a lo mismo, a pedir el examen de vuelo. Me acerque a la recepción, y una de las recepcionistas del lugar me atendió amablemente, mientras me daba todos los papeles para este examen.

 

-Hola- dije saludándola con una sonrisa- vengo a buscar el formulario para el examen de vuelo, ¿podría por favor traerme los papeles o decirme lo que tengo que hacer?- le pregunte a la recepcionista.

Mientras Dragona me contaba todo lo que había pasado, en el momento que no estuve me sorprendí mucho. A Jeremy lo había picado un Billiwid que hizo que se inflara como globo, y que Irony lo tuviera atado. Me asuste bastante cuando me contó que había un espía, y que había que matarlo. Le sonreí después de todo lo que me había contado, después de todo estábamos en una isla y era normal que los volcanes hagan o estén por hacer erupción, y encontrarse con cualquier clase de insecto.

 

Se escuchaba una conversación muy rara, a gritos. Me di vuelta y vi como Liss le decía algo a Irony, por lo que pude escuchar fue algo muy feo porque la mayoría empezó a defenderla. Me quede parada, escuchando atentamente lo que todos decían.

 

De pronto la isla empezó a temblar un poco, hasta que el temblor fue más fuerte y lo único que pude hacer fue caerme. Generalmente, después de un terremoto en una isla venia la erupción del volcán, al menos eso creía porque lo había visto en las películas. Cuando termino, me puse de pie y espere a no estar mareada para caminar un poco.

 

Los profesores dijeron que teníamos que adentrarnos a la cueva del volcán, aunque es peligroso no creo que nos pase nada malo. Irony, con algunos de mis compañeros iban a tomar otro camino, me fui con ellos porque no confiaba tanto en los profesores.

 

-Voy con ustedes, si no les molesta. No quiero ir con los profesores- dije mirando a los demás que la acompañaban.

 

Ya estaban entrando en la cueva, también Dragona que iba un poco más alejada de Irony y el otro chico. Antes de dirigirme hacia la cueva agarre mi mochila y me la puse por si necesitaba algo cuando estando en la cueva.

 

Camine lentamente, al entrar me sentí un poco rara, como si algo malo iba a pasar. El lugar era de mármol, y en el fondo se distinguían unos espejos. Había muchos espejos en todas las direcciones. Me quede parada en frente de uno para poder acomodarme un poco el pelo y seguir caminando, tenía que alcanzar a mis compañeros.

 

Antes de seguir avanzando vi como en el espejo se reflejaba una de mis peores pesadillas: mis amigos estaban todos reunidos, y cuando me acercaba a saludarlos no me hablaban, era como si no me veían, me ignoraban. Les seguía hablando y nada, no reaccionaban, luego todos se paraban y se iban alejándose de mí, yo corría pero no los alcanzaba.

 

-Noooo- grite de pronto- eso no es cierto, mis amigos no me ignoran- termine diciendo.

 

Me senté en el suelo, cerré los ojos y los abrí después de diez segundos. Al abrirlos pude ver mi reflejo, estaba sola y luego comprendí lo que hacían los espejos, “mostraban las peores pesadillas o temores que teníamos”. Aunque todo parecía tan real sabía que no era cierto, que era solo mi imaginación. De mi mochila saque una botella de agua que tenía y bebí un sorbo, la guarde y me pare para seguir caminando.

 

Estaba caminando lentamente, y a la vez pensaba que les ocurriría a mis compañeros con los espejos. Camine por bastante tiempo, mirando en los espejos una y otra vez lo mismo. Llego un momento en el que me dieron ganas de romperlos, pero me contuve y seguí caminando. A lo lejos se veía un cuerpo tira en el suelo “un cadáver pensé”, al llegar estaba muy nerviosa y estuve a punto de seguir caminando, pero mi curiosidad fue más grande y me detuve a ver. Era Dragona y estaba desmayada, arriba de ella había un espejo partido en cinco pedazos, seguramente algo que había visto ahí la había hecho desmayar.

 

Me agache, y de mi mochila saque la botella de agua y le eche un poco en la cara, así había visto que lo hacían en las películas, y espere su reacción. Momento después Dragona había abierto los ojos, en ese momento me puse muy contenta porque ya había reaccionado. Saque una toalla que traía en mi mochila.

 

-Ten, sécate. ¿Te encuentras bien?, ¿Qué te paso?- le pregunte a Dragona- Si te desmayaste por las cosas que viste en los espejos, te habrás dado cuenta que no es real- le dije- ¿Y los demás, los has visto?- termine diciéndole.

 

Creo que abrume un poco a Dragona con tantas preguntas, pero era necesario saber que le pasaba y si sabía dónde estaban los demás. Y no importaba lo que tardara en responder, lo importante era saber que ya estaba bien.

 

 

 

OFF

Bueno, a la tarea la voy a dejar en otro post que haga y cuando tenga mas tiempo.

Me habían colocado en los Centauros de Blodwyn, estaba muy contenta por estar en una de las casas de la Academia. Al llegar había una estatua, y para poder pasar había que decir la contraseña y la dije.

 

El lugar estaba muy lindo, tenía una linda decoración, agradable para pasar el rato con otros alumnos que estuvieran allí. Después, escuche que alguien decía algo sobre una búsqueda del tesoro. Me sonó muy interesante, hacía ya seis años que no jugaba a alguno de esos juegos. Me di la vuelta para ver quien estaba hablando.

 

-Hola soy Romina, ¿Y de que búsqueda del tesoro hablan?- pregunte impaciente. Quería participar de lo que querían hacer, era entretenido y por lo menos no me iba a aburrir. Si había o no recompensa, no importaba, lo importante era divertirse, parar un buen rato, y de ser posible hablar con los demás miembros de la casa.