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Luna21

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Mensajes publicados por Luna21

  1. Efectivamente como pensaba Antoni puso un escudo entre él y el hechizo por lo que como anteriores veces no tuvo efecto alguno, observé la calle y pensaba en el tiempo que nos quedaba pues todo esto alguna vez acabaría e intentaba hacerlo lo mejor posible para sacar la asignatura de duelo.

     

    Tras un breve silencio que hubo entre nosotros pero enseguida algo me sacó de los pensamientos un hechizo que veía hacia a mi.- Silencius.- Sin pensar dos veces fue lo primero que me salió, esto hizo que los labios de Antoni se sellaran quedando de nuevo en un simple siseo de palabras. - Antoni muy mal no me dejas pensar.- Reí ante él y volviendo a los pensamientos.

     

    Ahora para adelantar algo del duelo, para no aburrirnos aunque es difícil aburrirse cuando en cualquier despiste puedes morir o acabar malherido. Lo miré de nuevo en modo de reto sabiendo que él no podía hablar hasta dentro de un turno.

     

    -Desmaius- Salió un rayo de mi varita haciendo que mi oponente se desmayara y perdiera el conocimiento lo suficiente como para hacerme con el duelo, no sabía bien si allí había victorias o derrotas o simplemente tablas..

  2. ¿Pero que estaba haciendo? En vez de salir un rayo de mi varita un montón de flores salieron de mi varita mi cara cambió por completo al ver esto ¿Pero que? Bueno esto tenía que continuar, miré a la luna siempre había algo que me llamaba de esta, por era que me llamaba Luna, acaricié mi cuello ya no tenía el collar que me daba suerte, mi media luna que se la regalé a una chica que conocí en la mascarada mi mente se fue en ella, en aquella bella mujer.

     

    Todo esto me fui volando con mis pensamientos, ¿Pero que...? No podía ponerme a pensar por las ramas en aquel momento, no en aquel duelo. No ahora, le sonreí a Antoni a su pregunta.- Todo bien Antoni ¿Y tú?- Un nuevo frente me esperaba ahora.

     

    Una pantera o algo así me parecía a mi aparecía de un contenedor convirtiéndose e interponiéndose entre Antoni y yo, sabía que este no lo mandaría atacarme por lo que suspiré aliviada, al fin y al cabo era como un gatito pero que te podía hacer trizas en un momento, miré que nadie pudiese resultar herido por aquella pantera negra.

     

    Alcé la varita. -Opuggno.- Salió de mi varita ahora sin flores directamente al centro de la pantera liberándola de Antoni, para ahora sí poder atacar libremente y no hacer sufrir a la pobre pantera que se interpondría entre cualquier hechizo resultando herida de una forma u otra.

     

    La pantera se alejó un poco de nosotros mirando a Antoni, alcé una ceja, aún apuntando a la pantera con la varita, no sabía bien si se debería volver a convertir en el cubo de basura que era antes por que no era muy fiable que una pantera anduviera suelta por la ciudad.

     

    Ahora me volvía a centrar en el duelo y en algo que no pudiese evitar, volví a pensar en la lista de hechizos y hubo uno que me dio mucha ventaja en un determinado momento del pasado. Miré a Antoni fijamente ahora sin pantera y le apunte a la cabeza. - Furnunculus.- Un rayo saldría de mi varita provocando le a Antoni un buen grado de furúnculos y ampollas .

     

    Reí al pronunciar el hechizo pues me hacía bastante gracia pronunciarlo y que le afectara a alguien, aunque imaginaba que no era muy agradable tener todo el cuerpo lleno de ampollas.

  3. Elfo Lyan con @

     

    Un joven mago entró en el museo sabiendo muy bien que quería hacer, parecía que ya había visitado el lugar pues sabía donde estaba el bar dentro del museo. El elfo se acercó a la barra para subir a un escalón que me permitía estar a la altura de los magos y asistirles. Traía la capa y la ropa mojado, <si tan magos son porque no utilizan la magia para no mojarse>. Pensó el elfo, ya que él no tenía ese don para hacer magia.

     

    El joven venía calado, parecía que fuera llovía y no dudó en pedir un whisky que le sirvió el elfo enseguida cogiendo un vaso y sirviendo le al joven, cuando este pronunció algo sobre un poción le miró extrañado.- Lo siento señor pero que creo que la señorita Luna no nos ha autorizado para hacer pociones.- La pequeña criatura se giró para ver el mostrador de bebidas comprobando que no tenía nada para hacer pociones.

     

    -Señor siempre puede encender el fuego de la chimenea que reservamos para ocasiones como esta. Como usted deseé señor.- El elfo señaló a una cortina que tapaba algo que parecía una chimenea, y que efectivamente lo era, pues aquel era un lugar muy grande y no se iba a calentar solo.

     

    Luna con @@Esmeralda Slytherin R. y @@Aleister Crowley ( Sean desapareció)

     

    Veía como la chiquitina hija de Esme estaba encantada con el mono, pero aquello no era un zoo y la visita debía continuar. Les dirigía hacia el lado de las pinturas repuestas anteriormente tras el incidente de Andrew, pero ahora ya estaba todo arreglado afortunadamente y listo para ser visto.

     

    Abrí las dos puertas que daban lugar a un pasillo enorme con las paredes cubiertas de cuadros de algunos artistas famosos, como pablo picasso, el extraño arte de Salvador Dalí. Sonaba una música tranquila que te invitaba a disfrutar de los cuadros y a absolver todo el arte que proporcionaba todas aquellas pintadas e incluso algunas esculturas. Miré a la niña esto no le iba a gustar tanto como los animales pero formaba todo parte del museo aquello no era un lugar para divertirse solo si no también para aprender.

     

    Miraba a Aleister preguntándome si iba a decir algo, si sabía algo sobre todas aquellas pinturas para ir decidiendo que hacer con él y luego pasar a la visita de mi querida madre que esperaba en los despachos de arriba.

  4. El duelo avanzaba mejorando cada vez un poquito más y ambos estábamos allí para aprender cosas nuevas, practicar y sobretodo mejorar. Tras silenciar a Antoni este uso un hechizo del que no hacía falta hablar, muy astuto pues podría haber dejado pasar aquello. El joven tenía experiencia como estaba demostrando, y me gustaba aprender de él, al menos sabía que él no me quería matar ni provocar daños.

     

    Un contenedor se movió solo interponiéndose entre él y el rayo haciendo que este impactara en el contenedor convirtiéndolo en piedra. El chico era rápido y actuaba con normalidad, empezaba a ponerse interesante cuando un rayo salió de su varita directo a mis pies que tropezaron haciéndome caer al suelo torpemente, sujete la varita como pueda para que el golpe no me hiciera perder la.

     

    Aun quedaba mucho por delante y tras la caída tocaba levantarme, me apoyé en la pared que daba fin a la calle donde estábamos y volví a estar a pocos metros de Antoni con la varita en mano y dispuesta para atacar.

     

    -Densaugeo.- Un rayo salió de mi varita que apuntaba a su cabeza directamente situada a varios metros de mi. Esto haría que si el rayo le alcanzase sus dientes empezarían a crecer así impidiendo que pudiese pronunciar bien y no pudiese decir con claridad el siguiente hechizo.

     

    Esperé al frente del muchacho observando el rayo saliente dirigido a su cabeza y ver como reaccionaria esta vez.

  5. Me quito la capucha a lo que respondí con una cara molesta, no quería que si me encontraba a alguien me reconocieran y siempre iba con la capucha por lo que pudiera pasar, pero a Sean le importaba más mi belleza, le sonreí haciendo un gesto para indicarle que pasase al interior del local.

     

    Observe el interior era bonito pero no había mucha gente a penas nadie se podía considerar, así estaríamos más cómodos con más intimidad . Señalé una mesa que estaba al fondo del local en la oscuridad tenue de este, sonreí a Sean cogiéndolo del brazo.- Que quieres tomar señor Sean, ¿Un whisky?- Reí por todo lo que había pasado con el whisky.

     

    Me acerqué a la barra para pedirle una botella y dos vasos sacando algunos galeones de mi bolso, me ajuste el corsé dejando ver mi escote algo pronunciado, e intente arreglar un poco mi pelo, sonreí al ver que estaba bien y fui con paso firme hacía la mesa donde estaba Sean.- ¿Y bien, que pasa?-

  6. Aquello solo había hecho nada más que empezar y parecía ponerse interesante en aquel momento. En seguida Antoni se defendió de mi ataque aunque no iba con maneras de hacer daño. Aquel chico sabía de todo aquello o algo más que yo parecía. Muy seguro de si mismo la burbuja le protegió completamente de mi rayo, y sin pensarlo dos veces levantó su varita y atacó antes de que pudiera salir el rayo alcé mi varita.

     

    - Silencius.- Su hechizo se quedó en un simple "Furn..." Pensaba una vez más en los hechizos permitidos, sonreí al recordar el otro duelo y como había vencido este no sería tan fácil, miré a ambos lados, a las farolas y que nadie pasaba por allí. Sonreí recogiéndome el pelo una coleta cómoda para poder atacar al joven que había conocido anteriormente en el renacer.

     

    -Muy bien jugado compañero, es agradable tenerte aquí como siempre.- Sin más le miré seriamente a los ojos.

     

    -Petrificus totalus.- Un rayo iba a salir de mi varita directamente de mi varita hacia su pecho que le dejaría como una piedra, inmovilizándolo a mi total merced.

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  7. Hoy me habían avisado que empezaba la clase duelo, esta vez mi contrincante no era otro que Antoni, al menos no me tendría que volver a enfrentar a Andrew. Me atuendé con un corsé negro y unos pantalones vaqueros que estilizaban mis piernas acabando en unas converse, iba arreglada y lo suficiente cómoda como para salir corriendo. Encima llevaba la capa de siempre que cubría el cuerpo entero y con la capucha cubriendo el rostro así quizás no me reconocería

     

    Como la vez anterior elegiría yo el lugar del duelo y decidí ir a una calle alejada de los magos, y deshabitada. Estaba un poco oscuro, pero aún no había empezado a caer el sol, las casas de la calle parecían estar vacías no había más luces encendidas que la tenue de las farolas que brillaban alumbrando la calle. Había algunos árboles por la calle que rocé al pasar, andaba con paso firme hasta llegar a la pared que daba final a la calle.

     

    Creía que aquello era adecuado para un duelo amistoso, no habría terceros heridos y solo estaríamos nosotros aunque se oían las voces de los jóvenes que saldrían a dar una vuelta con sus amigos en las calles siguientes. El viento soplaba suave y movía los rojizos rizos de mi pelo que se posaban en mi cara ahora. Saqué la varita de la parte interior del corsé sujetándola con firmeza en la mano derecha preparada para atacar.

     

    Nada más ver una sombra que se acerca .- Querido Antoni que bueno que estés aquí.- Le tenía aprecio a ese chico y ya que era mi tercer duelo, imaginaba que él sabía algo más que yo o al menos habría practicado algo más, por lo que no llevaría el mismo odio que en el duelo con Andrew. En mi mente iba repasando los hechizos y busqué uno que fuera demasiado duro.

     

    Alcé la varita cuando estuvo lo suficiente cerca.- Rictusempra.- Un rayo plateado salió de mi varia, y esto haría que Antoni se retorciera de la risa, si tenia cosquillas, al menos me daría algo de tiempo para atacar de nuevo. Pero sabía que Antoni no sería tonto. Me quedé de pie esperando a ver lo que hacía varita en mano.

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  8. Escuchaba sus palabras. ¿Maquillaje? Había cosas que no se podían tapar con él, como la sinceridad y el dolor. Y era algo que aquella chica me transmitía mucha transparencia. Demasiada tal vez.. Me quedé sorprendida, mirando sus ojos y una vez la miré de arriba a abajo. -Déjeme decir señorita, que se conserva bastante bien. Aunque los 30 no sea una edad demasiado elevada.- Estaba demasiado joven para tener esa edad, y no me lo había esperado.

     

    Tras unos minutos de silencio pensé en decirle mi edad, aunque más bien me vería como una jovencita, una niña, algo que a mi edad era común, pero en realidad no era... así. -Bueno como bien creo que crees, tengo 17 años. Pero simplemente de edad, crecí demasiado deprisa y puede tener la madurez de una persona de 30.- La mayoría de veces la tenía, siempre buscaba cosas que la gente de mi edad no haría, alcohol, fiestas, amistades no convenidas. Y una mente algo más avanzada, siempre quería más.

     

    Ya iba siendo hora de marcharse la miraba con suavidad mientras caminábamos, mis pies ya sentían el dolor de estar toda la noche encima de aquellos enormes tacones, y el cuerpo me pedía descanso. Llegamos a la mesa donde decidí sentarme y tomar otro trago de Whisky que ardió con todo al paso por mi garganta.

     

    Antes de que se fuera la cogí del brazo con suavidad.- Me gustaría volver a verla señorita Bel, ha sido todo un placer haberla podido conocer.- Sonreí depositando otro fugaz beso en su mejilla. Sentándome de nuevo en la mesa donde estaban todos.

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  9. En pocos minutos de enviar el avión Sean apareció girando la calle sonriéndome como siempre, llegó al frente mío solté los rojizos mechones de pelo para saludarle, parecía que no venía de muy lejos a saber que estaba haciendo.. - Un poco nada más, pero me alegro hayas llegado pronto, hacía tiempo que no te veía.- En realidad no tanto pero era un frase que siempre quedaba bien, me acerqué a su ser que guardaba la distancia conmigo , ahora quedábamos a pocos centímetros le sonreí poniendo a la altura nuestros ojos.

     

    -Bien ¿Te parece si entramos? Parece buen lugar... para nosotros.- Reí tontamente, así como pensé antes esperaba no encontrarme nada desagradable dentro pues aquello parecía comenzar como una velada tranquila, ¿Junto a Sean? Lo dudaba, pero al menos lo pasaríamos bien.

     

    Me coloqué detrás de Sean con gracia para que pasara el primero al bar, y volví a colocar la capucha en mi rostro para no ser reconocida, desde fuera ya se podía oír el jaleo del ambiente.

  10. Aquella noche había decidido salir a dar un paseo y ver que me encontraba por el callejón. Había elegido un vestido negro de encaje y escote de corazon acabado en corseé. Algo extraño en mi, unos zapatos de tacón y un recogido normal dejando los rizos rojizos sueltos al lado derecho de mi hombro. Cogí un papel que saqué del bolso y una pluma.

     

     

    Querido Sean:

     

    Te espero en el Wishes banned stange passions.

    Lo encontrarás fácilmente, te esperaré en la puerta.

    Tienes 5 minutos para llegar.

    Un saludo Luna.

     

    Le di un toque con la varita convirtiendo en un avión de papel que llegaría a donde estuviera el joven Sean. Fue el primer que vi en el paseo tranquilo por el callejón, tenía buena pinta, pero como siempre no sabía que me me podía encontrar dentro. Esperaba que esa noche fuera divertida. Con Sean aún más, sonriendo para mi misma esperé al joven apoyada en la puerta arreglando mi pelo para su llegada.

  11. Aquella chica resultaba ser encantadora y estaba siendo muy simpática conmigo. Me sonroje por sus palabras ¿Yo, especial? De verdad aquella me empezaba a caer muy bien.- Está bien salir de vez en cuando y olvidarse de todo un poco.- Bebí de la copa que me servía sonriente.- De todo de la noche, de los bailes, las copas, la música y de más...- Agaché la cabeza sonrojando me.- Me quedaría contigo.- Bebí intento que no notará el nerviosismo que ahora se hacía ver en mis temblorosas manos.

     

    La noche ya llegaba a su fin y no quería que todo se quedase ahí como ella bien decía, miraba a las calles ahora un poco más vacía y la luna brillaba encima nuestra a lo alto de aquella torre. El viento corría haciendo que el pelo se revolviera en mi cara, algo que me hizo reir pues siempre se quedaba en la cara molestando lo aparté con suavidad poniéndolo de nuevo al lado.

     

    Escuchaba las palabras de la joven, una vez más me sorprendía. Bel Evans, al menos le había podido poner nombre. La miré con un destello en mis ojos grisáceos.- Estaría encantada de volver a verte de nuevo, sin duda.- Le sonreí dejando ver los hoyuelos que aparecían en mis mejillas aún sonrojadas.- Mi nombre es Luna, Luna Gryffindor ..- Estaba de acuerdo en que valdría la pena volverla a ver. Observaba su rostro ahora sin máscara, estaba hermosa.

     

    La mira y con suavidad desaté el nudo que sujetaba el antifaz en mi rostro. Unos ojos grisáceos parpadearon varías veces, pues se resultaba incomodo llevar máscara a veces.-Verás...- De nuevo me ponía nerviosa, miré a la luna, ¿Por qué lo hacía? Su presencia me hacía temblar negé con la cabeza y con la vista en la luna. Volví a mirarla y ví como se quitaba un colgante de su cuello posando lo en el mío con ternura.

     

    -¡O no! Por favor, no puedo aceptarlo.- Estaba claro que aquello me recordaría siempre a ella y esta insistía en que lo llevará.- A mi también me gustaría saber más cosas de tí. Hay algo en ti.. que.. -Me toqué el collar que recién había posado sobre mi cuello.- ..Que me llama la atención.- Miré al rededor de todas y de nuevo posé la vista en ella. Aquella mujer que ahora se deshacía el peinado. Y dejaba suelto su cabello caoba tan mágico como lo era ella.

     

    -No pienses para nada eso, estás más preciosa aún así. Al.. natural.- Así pensaba como debía de ser la gente, natural sin cosas que ocultar. No se me nada bien elogiar a la gente pues no estaba muy acostumbrada a tratar con ella. Volví a tocar mi cuello y pensaba en como devolverle el detalle de su collar, y había algo muy especial para mi.

     

    La miré a los ojos.- Verás así como mi nombre esto creo que estés donde estés te recordará a esta joven pelirroja inocente.- ¿Inocente? No tenía mucho de ello, pero si ella lo creía. Saque el colgante de media luna que brillaba por el destello de esta y lo ponía en su cuello apartando su pelo con cuidado, y así aprovechar y besarle la mejilla con suavidad.

     

    -Siempre me ha acompañado desde que tengo uso de razón y me ha traído suerte, espero que a ti también te la de y te proteja.- Me coloqué al frente de ella mirándole a los ojos y observando su rostro.

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  12. Hola !! Lo siento por no pasarme antes no podía. Bueno hola a todos ¿Como están? ^^

    Presento a mi personaje, se llama Luna, es una chica bastante alegre e intenta sociabilizarse y conocer a gente, por siempre la vereís en fiestas y en los locales intentando hacer amigos y algo que también quiere es encontrar pareja pues se siente sola tras su llegada a Ottery. Pertenece a la familia Gryffindor es biznieta de Elvis o algo así, no conoce muy bien a los familiares porque tiene demasiado a su parecer.

     

    Bueno ahora mi yo de verdad o se intenta, Mi nombre es Cris, tengo 17 años y soy de un lugar llamada España. Soy bastante animada, graciosa y muy sociable aunque algo rara de estilos, mi estilo es ser hippie tanto como en gustos musicales como en forma de vestir.

     

    No se me da muy bien los duelos aunque intento hacerlo lo mejor posible, así que espero aprobar y que se presenta más gente que de momento no hay nadie. Pues bueno encantada de que seáis mis profesores y que se pueda conocer a mucha gente. Un saludo.

  13. Un mensaje tocó a mi ventana, me levanté a cogerlo y lo abrí con paciencia leyéndolo. La clase nueva de la academia empezaba ahora, salí caminando lentamente pensando en como iba a trascurrir esa clase al menos no era duelo me alegraba por ello. Llegué al callejón donde nos habían citado allí se encontraban los dos profesores enseguida los reconocí. Adryanie que había sido la profesora en duelo y el chico lo había visto en el hospital, esto parecía estar interesante.

     

    Al llegar pude apreciar que algo no iba bien pues la apariencia de la chica no era muy agradable de ver, miré a ambos lados y busqué la varita por si alguien atacaba, no creo que estuviera así por gusto con una amplía sonrisa aún no estaban los compañeros que no sabía ni quien iban a ser esta vez, pues las clases de duelo no les había ido muy bien a mis compañeros anteriores.

     

    La joven estaba hablando y atendía con seriedad asintiendo a sus palabras. Aunque reconocí de lo que estaban hablando de los bandos, la ley del ying y el yang, la balanza que hacía que unos estuviesen bien y otros no tanto, era como ley de vida no todos podemos estar bien, aunque siempre hacía que la que estuviera bien fuera yo, los demás no importaban demasiado, aparté la mirada hacia el cielo fijándome en las nubes que se posaban encima de nosotros e ignorando un poco las palabras de Adryanie.

     

    Solo escuché las preguntas de ¿Quien soy? Obviamente absurda pregunta, yo soy realmente yo, aún no había conseguido ser alguien más, reí ante esto irónicamente, a lo porque están, pues porque quería graduarme. Sabía que no iba por esos lares las preguntas y empezaba a entender a lo que venía aquella clase. Saber más acerca de nuestro yo interior. Aunque sabía bien las metas y que quería hacer. Pero bien ahora tocaba presentarse una vez más.

     

    -Hola buenas a los profesores. Adryanie encantada de volver a dar clases contigo, Hades.- Asentí en forma de saludo. Miré a ambos lados porque solo estábamos nosotros.- Mi nombre es Luna.- Sonreí a ambos.- Soy una joven que recién llegó a Ottery y estoy aquí para hacer un poco mejor el mundo o al menos eso creo yo.- Dando un paso adelante y asintiendo con la cabeza, dibujando una sonrisa acompañado de hoyuelos que salían en mi rostro, algo nerviosa moví los rojizos rizos que caían sobre mi frente.

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  14. Ficha de personaje

     

     

    Nombre: Ailyn

    Edad: 20 años

    Papel que juega: Vampiro

     

    Aspecto Físico:

    Tiene el largo pelo azul y con rizos perfectamente definidos, algo que destaca siempre de ella, le cae sobre las caderas sobresaltando su espalda erguida. Sus ojos son de un tono azul cielo cambiando en ocasiones a negros cuando se enfada. Con una altura considerable, unas piernas delgadas y estilizadas que resaltan por sus tacones. Su belleza destaca por sus curvas que siempre intenta mostrar con vestidos ajustados. Aunque siempre los esconde, sus colmillos los lleva bien afilados, cuida de ellos con cautela y no duda en sacarlos siempre que el bien acecha cerca de ella. Se acompaña de su arma preferida un arco con varias flechas que carga a su espalda ocultandolo tras una capa.

     

    Cualidades Psicológicas:

    La mayoría de las veces es alegre, le gusta divertirse cuando puede y pasar largos ratos en compañía de gente como ella, aunque desconfía de todo el mundo, no sabe bien quien le puede estar buscando en cualquier momento, no le tiene miedo a los cazadores aunque siempre se está escondiendo de ellos cuando se enfada no es alegre de ver tiene muy mal genio, es sabia y nunca duda en sacar sus colmillos. Odia por encima de todo que alguien le mande o le de ordenes pero a ella le gusta mandar a los demás.

    Breve Historia:

    Nació cerca del año 1697 era un joven normal y corriente que vivía con su familia, en una casa cerca del bosque. Aunque un día poniendo en peligro su vida se adentró en el bosque donde estuvo a punto de morir al caer por un barranco un chico la encontró malherida y apunto de morir, salvando su vida mordiéndola tras ser la única solución, al no poder volver con su familia se quedó con el chico, alimentándose de las pobres personas que no estando en su día de suerte salieron a caminar al bosque.

     

    El joven la ayudó a controlar su sed de sangre, la enseñó a defenderse de los caza vampiros, utilizando armas blancas, arcos y artes marciales aunque esto no era su fuerte. y a guardar el secreto, este siempre iba a la sombra de ella acompañándola en todo momento y haciéndola hacer todo lo que él quería. Un día la joven decidió continuar su camino sola pero él no la quería dejar. Harta de hacer siempre lo que él quería sin dudarlo ni un momento lo mató descubriendo así la única forma de matar a un vampiro.

     

    Desde ese momento Ailyn aislada del mundo adentrada en el bosque se escondía y alimentaba sobreviviendo como podía buscando a gente de quien poderse rodear y escondiéndose de los vampiros. Tras varios intentos de encontrar pareja al ser fría y distante no obtuvo ningún éxito, pues sus gustos no era nada de lo normal. Pero si buscaba a un compañero fiel que le permitiera tener una vida estable y con algo de amor. Ajena a todo lo demás siempre huía de todos.

     

    OFF Rol:

    Bueno no se si debo presentarme off rol. Pero bien, mi nombre es Cris, tengo 17 años y soy de España, Soy una chica bastante alegre animada y siempre intento estar de risas con todo el mundo, así que siempre traigo buena honda. Actualmente estoy estudiando Gestión y administración de empresas y bueno no se me dan muy bien las presentaciones, pero tampoco me esperaba llegar hasta aquí.

     

    Mi personaje Luna, es de la orden vela por el bien, e intenta relacionarse con la gente tras su aislamiento fuera de Ottery que solo permaneció con ella misma. Le gustan las fiestas y demás... Y bueno ya no se que más contar, espero salir bien de está clase y pasarla muy bien, este tema parece interesante y divertido. Sin más que contar, muchos saludos ^^

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  15. La joven sentada a mi lado me sacó de los pensamientos con sus ofrecimientos. Observé a la pista de baile que estaba llena de parejas felizmente bailando, le sonreí amablemente pensando que sería lo mejor podría ser una buena oportunidad para hacer amigas y acercarme más a ella. Pues fuera de la familia Gryffindor no tenía a mucha gente más.

     

    -Tranquila.. estoy bien- Sonreí mirándole sus manos que sujetaban las mías su tacto era especial y suave, le hice una breve caricia y deje el vaso en la mesa sus palabras me venían bien pues lo que nublaba mi mente eran cosas del pasado y como bien siempre me decían que el pasado es pisado.- Si gustas salgamos al balcón estaremos más tranquilas allí. -

     

    Me alcé delante suya y tomé dos vasos de whisky ofreciéndole uno a ella y acercando ambos.- ¿Salud? - Con intenciones de brindar le dediqué una caricia .- Por esta noche mágica en una ciudad mágica, junto a una chica... maravillosa- Brindé con ella y el liquido amarillento del whisky despareció al poco de entrar en mi boca. Ahora empezaban a aparecer unas simpáticas mejillas sonrojadas. La agarré de una mano tomándola y agarrando la cola de mi vestido acompañándola al balcón que daba a las vistas de la preciosa ciudad, vestida con la luna encima de ella.

     

    -Es... hermosa.- Suspiré clavando mi mirada grisácea en sus ojos. La noche era estrellada y la luna brillaba en todo su esplendor, aún se dejaban ver a algunos muggles paseando por allí ellos desconocidos de que estábamos en lo alto de la torre le sonreí.- Y bien ¿Que te parece.. esta noche? - Me apoyé en la pared dejando que el viento ondease mi pelo rojizo y me recorriera la espalda provocando me algunos escalofríos.

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  16. Tras esos pequeños choc levanté la mirada, todos estaban allí y parecía haber revivido el pasado como yo, aunque a Andrew no le parecía haber gustado mucho, la profesora nos estaba hablando en nuestras cabezas ¿Pero qué? Me toqué la cabeza no sabía como. Aún no veía con claridad y algunas lagrimas brotaban de mis ojos. Escuchaba a la profesora lo que decía a continuación y pensé sus preguntas.

     

    ¿Por qué creen que revivieron esas preguntas? Era obvio es parte de nuestro pasado y puede que alguno lo que más nos marcó. ¿Que sintieron..? La miré con algo de odio, pero no me dio tiempo a pensar Andrew se levantaba furioso alzando la voz y se dirigía hacía la profesora con la botella de aquello que nos había dado anteriormente ¿Pero que pretendía hacer?.- ¿Estas loco? ¡Déjala! -

     

    Corrí parándome al frente de ellos, Andrew amenazaba con hacerle tomar eso y que nos dijera su pasado, era una persona como nosotros, pero aquel muchacho estaba loco. Y tampoco sabíamos que pretendía la profesora con vernos sufrir de aquella manera. Me quedé pensando si ayudar a Andrew o a la profesora. Miré a la otra compañera para ver que hacer y me iba acercando poco a poco a lo que ahora el joven apretaba el cuello.

     

    Saqué la varita.- Incárcerus.- Tres cuerdas salieron de mi varita hacia el cuerpo de la profesora atándole las piernas, las manos y el cuerpo ha una columna de todo aquel monumento. Me acerqué a andrew sonriente y le coloqué la mano en el brazo.- Andrew querido no te pases, recuerda que tenemos que graduarnos y no queremos acabar en un juicio. Viendo que le había escupido en la cara.

     

    Cogí de la capa de la profesora la botellita que nos había dado miré la cantidad, era suficiente sonreí y la destapé haciendo que un olor saliera de esta, la agité un poco sin derramarla y haciendo una señal a Andrew le sujetó la boca donde deposité unas gotas, quedando delante de ella vi como se dormía lentamente y caí al suelo, así le desaté las cuerdas de la columna dejándola en el suelo y volviéndola a sujetar de pies y manos cuando estaba tumbada en el suelo.

     

    -Ahora nos vas a contar tus misterios, tus sentimientos más profundos.- Sonreí y apoyé mi codo en el joven que la miraba desde lo alto, esperando su reacción

  17. Veía desde mi posición como Andrew se iba quedando de piedra, esta vez literalmente, esbocé una media sonrisa al escuchar eso en mi mente. Las piernas del chico se volvía piedra y sus manos a la vez, en ella sujetaba la varita a la que miré de reojo. Este iba cayendo al suelo y ahora pensaba en como terminar, pues si.. parecía que ahora sí.. llevaba mucha ventaja.

     

    En seguida recordé que no era un duelo de vida o muerte, aunque le tenía demasiadas ganas a ese chico, por todo lo que había hecho y prometí que me las iba a pagar en aquel duelo. Me agaché para mirarle a los ojos petrificados y le toce varias veces la cabeza de piedra sonriendo y negando con la cabeza.- Vaya vaya... Andrew, podía acabar contigo.- Volví a negar con la cabeza, estaba claro que ninguno de los dos era un gran duelista, ni si quiera se podía considerar un duelista.

     

    Me volví a levantar y levanté de nuevo mi varita. ¿Y ahora que? Miré al rededor no había ninguna profesora, lástima ellas me dirían si esto había acabado o no. Apunté con mi varita hacia el centro de su cuerpo y pensé algún hechizo que acabara con aquella roca que antes era Andrew. Dudaba de que hacer, pero no sabía si debía seguir atacando ¿Serviría de algo?

     

    Esperé al frente mirándolo, pensaba que aquello significaba que estaba terminado, que había ganado. Moví la varita en forma de victoria y sonreí esperando a que apareciera alguna profesora o algo así..

  18. La noche comenzaba a adentrarse en sus fines y parís estaba más bonito que nunca, alumbrado por las luces de las faroles y se podía observar que algunos jóvenes paseaban enamorados por las calles de la ciudad. Ya sentados en la mesa cogí otro vaso de whisky y lo saboreé esta vez mirando a Bel que se fijaba en mi.

     

    Le sonreí escuchándola.- Bueno pues la verdad no tiene mucha historia, al principio tuve dudas, pero viendo la gente que estaba acá no tuve dudas ninguna.- Bebí un sorbo y mi hermana Mía vino después de bailar con aquel misterioso que no desaprovechaba oportunidad, pues ahora bailaba con otra mujer.

     

    -Hola hermanita, ¿Que tal el baile con el joven desconocido?- Reí, allí ninguno sabíamos quien era quien aunque se podía intuir la máscara no cubría todo. Terminé mi vaso y les dediqué una sonrisa a las acompañantes, veía como bailaban las parejas, y extrañaba tener a alguien a mi lado. Ricé mi pelo rojizo que caía sobre el escote del vestido.

     

    Añoraba aquel tiempo en el que podía tener a alguien a mi lado. Y recordé a la joven de pelo castaño que me hizo feliz durante unos meses. Aunque todo se acaba tarde o temprano, miraba al suelo triste por aquel día aunque para algunos era un día feliz para estar con su pareja, la lástima era para quien no tenía pareja.

     

    Apartando todo aquello de mi mente, cogí otro vaso que traían los elfos disfrazados de cupido monisimos, sonreí al verlos y me ofrecían ahora unos canapés de algo extraño que sin saber muy bien lo que era lo tomé sin pensarlo dos veces. Saboreando lo no estaba del todo malo , sonreí asintiendo con la cabeza al elfo que posaba a mi lado y se retiraba con un gesto igual.

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  19. Miré a Bel que había dicho que ella si se apuntó a las citas a ciegas, repasé los nombres de todos en mi mente... Y según la información que me habían dicho al entrar es que la cita que habían preparado empezaba por " B ". Me quedé pensativa bebiendo del whisky que había en la mesa y de donde todos se servían ellos solos.

     

    Me sacaron de mis pensamientos cuando la joven de antes nos ofreció bailar, la miré a los ojos clavando mi mirada grisácea en ella y le sonreí.- Claro vamos, será divertido. -Me levanté con entusiasmo y nos pusimos a bailar en la pista nosotras tres. En seguida miré para la mesa donde se habían quedado los demás y vi como a mi hermanita la sacaban a bailar. Que suerte tenía, de que un joven la sacara a bailar.

     

    Tras acabar la canción unas parejas siguieron en la pista y yo me fui a sentar a la mesa observando a los que quedaban ahí.- Vamos chicos anímense y saquen a las doncellas a bailar igual pueden ligar con alguna y todo.- Solté una carcajada y al igual que hice antes cogí un vaso de whisky y lo bebí de un trago. Tras unos cuantos los efectos iban siendo notorios en mi.

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  20. Antes de saber que había pasado y sin pensármelo dos veces levanté la varita viendo que ahora Andrew no podía escuchar. Me acerqué a él parecía estar sufriendo no podía verlo así. -Petrificus totalus- Un salió de mi varita sabiendo que impactaría en el pecho de mi oponente dejándolo totalmente petrificado. Vi como él segundos después me atacó y un rayó salió de su varita pareciendo que iba hacía a mi.

     

    El único hechizo que me salió en la mente y sin pensarlo dos veces levanté si había la varita antes de que este llegara a mí.- Protego.- Ahora un escudo me envolvía totalmente haciendo que el rayo se quedase en nada siendo absorbido por este, aún no podía ver que había pasado con Andrew sido lo suficiente rápido para reaccionar o simplemente se habría quedado en el suelo petrificado.

     

    Aquello podría ser el fin del duelo.. no.

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  21. Ya estabamos todos en camino de la primera casona, por los cristales se podía ver a un león relajado durmiendo, al pequeño mono que había sido quemado anteriormente pero que ya estaba totalmente curado, los elfos habían hecho un trabajo estupendo. La pequeña hija de esme me acompañaba entusiasmada cuando la cogí al llegar al cristal de la pequeña casona haciendo venir al mono que acudía a la llamada. Entregué a la pequeña un trozo de plátano para que se lo diese al mono.

     

    Me giré para ver a Aleister ahora era su turno. -Aleister nos puedes que sabes sobre los animales africanos. Improvisa sin más.- Lo miré sonriente y le dediqué una caricia para que no se pusiese nervioso, mientras que la pequeña le temía al mono este se posaba en mi hombro y le hacía señales a la pequeña para que le diese el plátano.

     

    Cuando Aleister iba a hablar un avión de papel aterrizó en mis pies, lo abrí y lo leía en voz baja. Era una carta de Alessandra para Aleister y para mi. Lo miré arqueando una ceja. ¿Cuando había entrado? ¿Habría pasado algo? Despues del día anterior no habría hablado nada con ella. Para responderle, mandé a la elfina que nos acompañaba para que me trajera un papel y una pluma.

     

     

     

    Alessandra:

     

    Estamos en medio de una visita, y así enseñando a Aleister en sus visitas.

    En cuanto terminemos subimos a tu despacho.

     

    Un beso. Luna Gryffindor

     

     

    Le dí un toque con mi varita y este se convirtió en un avión de papel que voló escaleras arriba hasta su destino. El despacho de mi madre. Le sonreí a Aleister para tranquilizarlo y me acerqué a él.- Alessandra nos espera en su despacho al terminar debemos ir.- Le sonreí y le dejé que explicara los animales para continuar con la visita.

  22. En seguida mis labios se sellaron y el hechizo no produjo ningún efecto en ella. Seguramente este no sería su segundo duelo como el mío y ella sabía desenvolverse mejor que yo en estas situaciones aún así me las apañaba para que no pudiese atacarme o si lo hacía no me causara mucho daño.

     

    Pronunció algo que sin pensarlo dos veces alcé mi varita y antes de que las tres cuerdas pudiesen separarse al salir de la varita con un pequeño temblor en la voz.- Evanesco.-. Así las tres cuerdas que iban a salir para envolverme desaparecieron quedándose en nada, sonreí al ver que no me iban a inmovilizar y ahora era el momento de atacar, pensé en como podía inmovilizar a Mía, era bastante lista y seguro que se le daban mejor los duelos que a mi.

     

    -Pues perfectamente hermanita. Me alegro de que estés aquí y estés bien.- Era un placer hacer duelo con alguien que sabía que no iba a hacer daño ni dejar que me pasara nada. Le sonreía aún sujetando la varita en su dirección.

     

    -Desmaius.- Un rayo salió de mi varita, este no haría nada solo la dejaría inmóvil e inconsciente durante un ratito. Aunque aún sabía que no iba con ventaja. Había que probar cosas.

  23. Tras haber citado a mi hermana en un callejón, llegando a él con paso firme resonando mis tacones por las paredes, veía a los jóvenes que aquella noche salían a divertirse un poco. Ya era casi media noche, la luna estaba llena miraba a ambos lados buscando a mi hermana para mi segundo duelo aunque no mortífero. Aquel parecía un sitio poco habitado, las casas ya estaban viejas y la única luz que brillaba era la tenue de las farolas.

     

    Me arreglé la cabellera y miré la vestimenta elegida, un corset negro y unos pantalones vaqueros azules con unos zapatos de tacón negros. Aunque no sabía si eso me dificultaría la movilidad, esperaba que no. Llegando al lugar acordado vi a una sombra negra que me esperaba sonriente. La joven me recibió cordialmente con una agradable sonrinsa.- Buenas noches hermana ¿Como estas hoy? - La miré más de cerca dejando que su silueta se marcara por la luz de una farola, ahora devolviendo le reverencia.

     

    Sin pensarlo dos veces apuntaba con la varita en mi dirección sin más esperar un rayo salió de su varita antes de que pudiese llegar y sin pensarlo dos veces saqué la varita de la manga. -Protego.- Un escudo salió de mi varita envolviéndome en un circulo que absorbió completamente el rayo. Mire a la joven con un gesto de amabilidad.

     

    La miraba con firmeza clavando mis ojos grisáceos en ella apuntando le con la varita repasando los hechizos en mi mente, al fin y al cabo todo esto no era para hacerle ningún daño, solo era cuestión de practica. -Rictusempra.- Una luz salió de mi varita provocandole unas cosquillas donde comenzaría a retorcerse de la risa.

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  24. Un joven le llamó la atención con su pregunta. ¿Que era una cita a ciegas? Le sonreí apartando los mechones rojizos de la mascara que me dificultaba ver a los presentes y para ver mejor a uno de los únicos hombres por allí. Hice una breve pausa para observarle detenidamente a pesar de no poder ver su rostro. Asentí mientras se dibujaba media sonrisa picara en mi rostro.

     

    Me coloqué delante de el sonriente.- Verás.. Una cita a ciegas, es una cita como bien dice la palabra donde no conoces a la persona con la que tendrás la cita.- En ese momento algo paso por mi mente <¿Quien sería mi cita a ciegas?>.- Es como... una cita sorpresa alguien las prepara para nosotros a través de .. un test. Y la persona que empareja teniendo en cuenta esos test, pues elige a la pareja.- Sonreí terminando de hablar esperando a que lo hubiese entendido.

     

    Todo parecía calmarse y eso no me gustaba un elfo disfrazado de cupido hermoso me sirvió un vaso de whisky el que bebí de trago sin pensarlo dos veces.

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  25. Mi oponente supo desenvolverse rápidamente evitando el ataque, fruncí el ceño y pense, la serpiente aún seguía enroscada en mi pierna, alcé una ceja sonriente nunca me habían dado miedo pero la pierna me empezaba a cambiar de color a un tono lila donde la circulación del riego no llegaba totalmente. Aún con la varita cogida fuertemente haciendo gestos de dolor apunte hacia la serpiente

     

    -Opuggno.- La serpiente se desenrosco rápidamente dejando de obedecer a Andrew y salió serpenteando hacia el fondo del bosque. Suerte que mi oponente no le había mandado morderme o en ese caso me habría envenenado con el veneno. Sonreí ante esto. Veía como Andrew se levantó y se ponía delante mío para volver a ser atacado.

     

    Arqueé una ceja.- Es muy maja tu amiguita.- Observé como la serpiente ya no se veía por el bosque suponiendo que había salido para esconderse. Le miré recuperando el color normal de mi pierna por donde ahora si la sangre volvia a circular libremente.

     

    -Muffliato- Apuntando sobre la cabeza de este, sus oídos se llenarían de un horroroso sonido, que después de tanto tiempo aún no se podía averiguar que era. Esto haría que no pudiese escuchar lo próximo que diría, mi próximo ataque. Ya pensaba en como tumbarlo y vengarme de todo.

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