Mis manos se encontraban en los bolsillos de mi saco gris, camine por todos lados observando cada centimetro del callejon, pensando en lo sucedido en la Grieta del invocador, una batalla feroz contra esos demonios, un alma inocente enviada al infierno, y solo yo con mi mente, fue todo una falla... un exorcismo que termino mal, una marca de fracaso en mis manos.
Mientras mis pasos chocaban contra el mojado camino de la calle, acomode mi corbata azul soltandola un poco y deslice por el camino hasta llegar a un lugar, " Ranas Lunares". Al principio no me llamo la atencion, pero seria el lugar perfecto para distraerme.
- Interesante -
Me encamine llegando al primer piso, un pintorezco lugar con varias mesas, parecia un tipo de cafeteria, me sente en una de acellas butacas y espere a ser atendido, pues queria beber un cafe, mientras tanto saque de mi bolsillo un cigarrillo y lo encendi.
Queria respuestas, pero las respuestas las debia buscar en los lugares menos probables, que estaba pasando con este mundo?, por que habia tantos demonios.