-_Vegueta_-

Una invitacion anonima, un par de notas fueron las que me llegaron al momento de que terminaba otro trabajo, uno complicado pero no imposible, uno donde nuevamente tuve que manchar mis manos, donde tuve que dejar de ser humano, otra vez. La carta me decia " estas invitado a la Mascarada", pero era lejos, un lugar donde alguna vez fue mi hogar... Londres. Tiempos pasaron desde que sucedio... el alma de esa niña... pero no habia por que temer, por que odiar o por que carcomer mi mente sobre ese desastre, pues yo habia peleado hasta el final. Al continuar leyendo, suspire pues unos segundos despues, mis ropas, todas cubiertas por esa viscosa baba azul y negra, habia desaparecido de mis ropas, nuevamente era el viejo Jhon, vestido de camisa blanca, una corbata desarreglada y mi gabardina gris, arrugada y vieja. Mis zapatos se encontraban nuevos, pues un hombre siempre debia tener unos buenos zapatos. Deje levitando la carta, mientras conjuraba unas palabras, las cuales generaban que un circulo de color carmesi, se dibujara en el suelo, era mi viejo hechizo de transportacion, no fallaba, pero tambien no era 100 % exacto a su lugar de llegada. El fuego fue cubriendome hasta aparecer frente a un teatro, donde parecia que se escuchaba ruidos de todo tipo. Me encamine a entrar, cuando recorde que en la invitacion decia " usar mascara", algo que era simple para mi, pues siempre llevaba distintas mascaras, pero nunca las de fiestas. Pase mi mano por mi rostro donde fue apareciendo una mascara color negra, que solo dejaba ver mis rubios y despeinados cabellos. Y comence a caminar, adentrandome y pasando entre las personas, pues lo que enrealidad me interesaba, era algo de beber...

Eran años que no volvia a Pandora box, pues, al caminar entre las viejas calles del callejon, quede un poco sorprendido, ese viejo cartel totalmente iluminado, ese puerta un poco desgastada por los años, parecia que nunca realizaron mantenimiento!!!?... Mis manos buscaron en mi bolsillo un viejo ticket Vip, del mismo, pero lo unico que encontre fue basura, y algunos papeles arrugados, algo comun en mi, nunca nada util. En el otro bolsillo de mi chaqueta, se encontraban algunos billetes muggles... totalmente inecesario en este mundo, pero aun sin pensarlo me encamine para entrar. La musica se escuchaba por cada centimetro del lugar, las luces brillaban, no habia cambiado nada, pero aun asi mis pasos iban decididos a la barra, aunque no tenia ningun galeon, mi magia me permitia engañar a los ojos de otros. Pose mi puño en la barra, al tiempo que pedia algo fuerte, en esos momentos no se me ocurrio ningun nombre, nada... ¿ Que pasa con mi mente ?

Caminaba por las frias calles sumido en mis pensamientos, al mismo tiempo que se me ocurria. Habia terminado de estudiar por ese dia, y el trabajo escaseaba en ese momento, tal parecia que no se necesitaba exorcismos, ni tampoco intromisiones del inframundo. En ese momento la lluvia comenzaba a caer por sobre todos, al mismo tiempo que un fuerte viento golpeaba mi rostro, pero un cartel, un lugar en donde cubrirme se encontraba delante mis pasos, el mismo, de nombre Casino Royale, era iluminado con diversos tipos de luces. Al mismo tiempo que entraba, por mis pensamientos pasaban donde beber, ya que un casino era el lugar perfecto para pasar el rato, y olvidar esos pensamientos en los que me ahogaba. Me encamine pasando entre macquinas, el ruido era insoportable, pero nada que un trago pudiese solucionar. Tome una silla en la barra, y me sente junto a una mujer, que se encontraba pidiendo algo de beber. - Que me recomiendas - pregunte a la mujer a mi lado, quien parecia ocupada y con un rostro de pocos amigos. @ Ada Camille Dumbledore

Había escuchado rumores de cierto lugar, escondido entre edificio, donde los muggles no podrían estar, ni aunque sus puertas se abrieran en sus narices. Mis manos se juntaron mientras se envolvían en un fuego azulado, con puntas carmesí al mismo tiempo que desaparecía, y aparecía emanando un fuerte edor, que el azufre dejaba. Vestía mí vieja chaqueta gris que llegaba a mis rodillas, pero dejaba a la vista mí camisa blanca y una corbata desalineada, mí pantalón grisaseo combinaba con mis zapatos negros. Al levantar la mirada me encontraba dentro de este extraño lugar, excéntrico, pero elegante, mis pies pisaban el círculo por el cual había llegado y mí mano sostenía la carta, la cual me había sido útil, para aparecer. - estos magos y sus cosas locas...- dije al momento que tomaba un cigarrillo y lo llevaban a mis labios. Di unos pasos mientras observaba paredes y suelo a la vez que pisaba unas escaleras que descendían.

La recepción había concluido y un portal que nos llevaria a otro lado, donde continuaria, me encamine lentamente con una copa de wiski en la mano mientras observaba como las damas de honor pasaban con sus hermosos vestidos, llamativos, por que de un momento a otros, sus vestimenta comenzaban a cambiar de color. -estos magos... - me dije en voz baja. Observe los alrededores del castillo con mirada muy meticulosa, observando los adornos que se encontraban, parecia que los novios aun no habian llegado, asique aproveche a tomar asiento en una de las sillas mas alejadas, observando mientras que en mi bolsillos, mis manos buscaban la cajetilla de cigarrillos. Nuevamente mi copa se encontraba vacia, pero eso no era impedimento para mi, pues al mover mis manos y con unas ligeras palabras "etanell", se volvio a llenar ligeramente hasta la mitad, manipular runas tenia lo suyo.

Esa lechuza había llegado a mí puerta, justo cuando me encontraba entrando a casa del misterio... ¿Cómo había encontrado su ubicación?, No lo sabía... Siendo que ella siempre se movía por los diferentes planos. Un pedazo de pergamino elegante había sido dejado en el suelo, una invitación a una extraña celebración. - ummm... - Luego de leer que era la boda de alguien en la vieja mansión, entre a la casa recostando me en un sofá al fondo d la habitación que daba un largo pasillo. Observando mí lrededor, me dije "hace bien distraer tu cabeza jhon, no todo es azufre y gritos". Con un ligero movimiento de mis manos y unas simples palabras del viejo morelomicom, mí vestimenta fue cambiando a un pantalón de vestir gris, una camisa blanca cubriendo mí pecho y una corbata simple y rojiza. Mis pies calzaban unos zapatos negros, pulidos, y en mí brazo sostenía mí chaqueta gris. Al dirigirme al espejo observé mí cabello algo despeinado al tiempo que me decía "te ves bien". -ya cállate demonio... Nadie pidió tu opinion- dije al momento que cubría el espejo con mí chaqueta. Me encamine a la tarjeta la cual arroje al aire al mismo tiempo que pronunciaba unas palabras emavell. El suelo se prendió d una luz roja cubriéndole en llamas azules, segundo después me encontraba cerca de unas escaleras, comenzando a caminar entre la gente, mientras buscaba un trago.

La observé y luego de saludarla me deje llevar adentro, observando el lugar -tanto tiempo - dije al mismo tiempo que entraba a un extraño local -por que en meses? - Acompañe pues no la veía en tiempo y sonaba divertido poder reencontrarse con está joven dama.

Me encontraba en el viejo Liverpool, encaminado con mis manos en los bolsillos de la chaqueta, mí cigarrillo se consumía en mí boca mientras mis pasos eran lentos pero firmes. Mi destino era indeciso pues solo caminaba, como un lobo solitario, como un fantasma que se deslizaba entre las calles. El frío quemaba mí rostro, pero se sentía agradable, diferente a las llamas del purgatorio, el cielo demostraba una próxima tormenta al mismo tiempo que sentía un aroma conocido, pero no sabía si seguir ese suave rastro. - quien es...?- Mí cigarrillo cayó al mismo tiempo que comencé a silbar un viejo conjuro, el cual me mostraba un camino. Seguí caminando, esperando a ver quién era... @ pandora dyonel

Había sido invocado por medio de una lechuza, una extraña carta de una amiga que desde tiempos no veía, mí trabajo había imposibilitado mí llegada a tiempo, un mero destructor de maleficio, quien contactaba con lo malvado, quien vivía entre lo macabro. En la carta see había solicitado para la creación de caos, algo poco común en tiempos, siendo que desde tiempos no escuchaba esa palabra entre tan tranquila época. En ella se daba una mera explicación sobre la liberación de ciertos animales mágicos, lo cual no llamaba mí atención, pero observar y tomar notas de lo sucedido sería divertido, o eso pensaba. Tomé mí vestimenta y luego de trazar un pentagrama de teleportacion en el suelo, sin tener un ubicación, decidí registrar la carta con mis antiguas llamas negras para ubicar el aroma de la persona. Era Ada, su aroma era reconocible, y el fuego lo sabía, ya que luego de consumir el pergamino, el suelo comenzó a brillar de un color escarlata. - ray... - Habia olvidado que este tipo de viaje mareaban y dejaban a uno un poco aturdido gracias al zulfuro que emanaba en tal macabro maleficio, mientras me sumergía en sus profundas llamas llevándome a un lugar extraño y desconocido. Me encontraba de rodillas frente a una mujer, con la mano en la frente. - ¿ D..donde cara.. estoy ?- dije al tiempo que visualizaba unos pies. - siento que esto es peor que beber... Mis manos se sostenían en el suelo que se encontraba quemado por el maleficio, intentando sostener mí mareado cuerpo, al momento que intentaba de levantarme. @ Ada Camille Dumbledore

Una invitación había llegado a la puerta de mí casa, una carta que se escabulló por debajo de mí puerta, sientiendo un ligero golpe en la puerta. Mis ojos apenas se abrieron ya que me encontraba recostado en el sofá, envuelto en papiros, con diversos conjuros de diferentes invocaciones. Luego de dar un ligero suspiro decidí levantarme para ver quién era. - quien demonios es...- dije deslizandome hasta la puerta donde se encontraba un sobre - que ray...- Al tomar el sobre note que no había presencia detrás de la puerta, pero si un aroma que provenía del sobre, aroma conocido, dulce y suave. Comencé a abrir el sobre dónde se encontraba una pequeña invitación, era a una fiesta que se organizaba por la apertura de un nuevo local... Algo que la verdad pareci extraño y a la cual no podía negar, pedía cierto tipo de vestimenta, muy aristócrata, algo poco común en mí, pero que debería solucionar. Mientras buscaba vestimenta, me preguntaba el por que asistir, pero seguro me harían la cruz si no iba, lo cual tomé una vieja camisa blanca con un cuello mediano alto el cual tenía pequeños diamantes incrustados, algo muy llamativo para mí. Un pantalon que no usaba hace años con ligeros adornos de oro oscuro que brillaban ante la luz, se decía que había sido utilizado por el emperador belzebu tercero en tiempos de caza. Unos objetos malditos adornaban mís dedos, eran anillos de oro negro, refinados en el infierno, utilizados por demonios que habían intentado entrar en nuestro plano. Coloqué una oscura capa que iba por mí cuello hasta mí espalda,llegando a l cintura, pero no me convencía, era algo extraño pero luego de mirarme al espejo pronuncie atseif al a, cubriéndole en fuego oscuro y apareciendo en ese nuevo local. Las puertas decoradas y un extraña aura se encontraba en la entrada mientras me encaminaba vestido con estás oscuras y extrañas vestimentas. Mis pies se encontraban descalzos y en mí oreja colgaba un pequeño colmillo, observé al caminar una cara conocida, y un aroma aún más fuerte, el mismo que tenía la carta. Me encamine para entrar.

Hell moon, un lugar que conocia y al cual habia asistido tiempo atras. Un lugar donde beber una buena copa, era lo mas tranquilo luego del trabajo, un lugar con una calida iluminacion donde cualquiera podria ocultarse, y donde los conocidos asistian. Pero en esta epoca,¿ cuantos conocidos quedaria?. Mientras mis pasos eran decididos, mis ojos recorrian los locales anexados a Hell moon. - Tiempo sin pisar estas piedras - dije al tiempo que pisaba una piedra mal puesta en el camino, un error en la construccion, una mera ruta que nunca se arreglo. Llegue al frente de unas puertas negras que me adentrarian al lugar. Al abrir se encontraba todo bien iluminado, algo que no recordaba, esto era nuevo, con tanta iluminacion no podria ocultarme, o no podria estar tranquilo. Al observar las barras me encamine a una de ellas donde pidiendo un poco de licor de melon, un trago poco comun, pero del cual era el cual disfrutaba mi garganta. Espere unos segundos a que tomaran mi pedido mientras dejaba un galeon en la mesa. Tome asiento en la espera de ser escuchado mientras dejaba mi gabardina gris y soltaba mi corbata al tiempo que relajaba mis hombros, dejando que mis pensamientos vuelen, era mucho el tiempo que no asistia, y las invitaciones fueron escuchadas, pero sin dejar de relajar cada extremidad estirandome, al mismo tiempo que encendia un cigarrillo.