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Kira~

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Mensajes publicados por Kira~

  1. “La muerte es un castigo para algunos,

    para otros un regalo,

    y para muchos un favor”.

    -Séneca-

     

    Kira se quedó observando aquel 'extraño' baile que habían hecho los dos dueños de ambos locales. No solo la altura de la chica que sobrepasaba al bibliotecario sino que además sentía como su aura emanaba enojo, aunque intentara mantener la compostura al saber que todos los estaban viendo.

     

    Pasó su mirada por las demás personas de aquel lugar, todos bastante elegantes para la ocasión sin duda. Algún que otro hombre aflojándose una corvata que le apretaba aprovechando que su mujer no lo veía, una chica que se sentaba adolorida de los pies por sus altos tacones, otra mujer comentando con otra mientras miraba a la pareja vailar, de seguro cotilleando sobre cualquier cosa que estuviera fuera de lo que para ellos se consideraba normal en aquellas situaciones o tan solo que resultaba una escena cómica.

     

    Por suerte el baile no pareció durar mucho, aunque al mismo momento fueron unos escasos minutos muy eternos. Miró arriba un momento, comenzando ahora a apreciar la estructura de aquel lugar, sin duda bien decorada para la ocasión también.

     

    Pero aunque todo parecía andar bien, como debería ir y brillando con una gran alegría y la gente conforme con lo que estaba viendo, sentía aquella presencia a su lado, aquella presencia tan familiar que a algunos haría estremecer y temblar ante lo desconocido y tétrico que transmitía.

     

    Un alma... un alma para la biblioteca. Un alma condenada... Un alma abandonada... Un alma solitaria... Un alma... Busca y elige un alma. La muerte está aquí, observando... ¿en quien caerá su gélida mirada?

     

    La muerte pedía por un alma, y él, como un seguidor fiel a ella, comenzó a buscar con la mirada a las personas y a fijarse en las almas de cada una. Hasta que notó a una chica que destacaba por su color de piel al ser estrangera. Sus ojos se volvieron rojos inconscientemente por alguna razón, a veces le pasaba.

     

    Ella... Esa persona será la elegida...

     

    Así fue, había mucha gente y era seguro que se harmaría un gran alboroto, aun más si le mandaban a él atacarla directamente, todos lo verían y sin duda entrarían en pánico. Pero el resultado no fue lo que él esperaba, pues todas las personas comenzaron a aplaudir pensando que se trataba de un espectáculo cuando la chica comenzó a sufrir las caricias de la muerte.

     

    Entonces Darius intervino ante la muerte, intentando liberar a la chica de ella. Pero sería inútil, la presencia ya tomó su decisión y por su bien era mejor que no se metiera ante sus decisiones. Pero el chico no sabía, desconocía aquel echo. Aunque debería rendirse al saber que era inútil todo esfuerzo.

     

    La chica al final no logró salvarse y los brazos de la muerte la abrazaron. Aquella alma desorientada formaría a pasar parte de la biblioteca, donde estaría acompañada de más espíritus que harían su muerte más llevadera. Darius por el contrario había quedado agotado y había enfadado a la muerte, cosa no muy buena.

     

    ¿Cómo se atreve a interferir entre la vida y la muerte?

     

    Sin duda se había ganado un castigo, por su suerte lo necesitaba con vida por lo que no se llevaría su alma. Pero sí tendría un castigo, por lo que era normal que en aquel momento se encontrara agotado y al momento se desmayó. No sabía si sufriría algo en medio de un sueño o si la muerte lo dejaría así y que descansara, eso ya no podría saberlo, al menos no hasta que despertara.

     

    Al ver que nadie hacía nada por un rato, tal vez para asimilar lo que había pasado, a excepción de un borracho que parecía bastante interesado en sacar provecho de todo esto. Mientras estaban distraídos coge el cuerpo del bibliotecario sin problemas y se lo lleva a otro lugar por si acaso.

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  2. Acecha desde las sombras,

    esperando un movimiento en falso

     

    El demonio observaba todo lo que pasaba frente a él, podía notar los nervios de Darius al ver a unas personas. Se notaba que algo lo ocultaba, o al menos eso podía notarlo él. No pronunció ninguna palabra ni siquiera cuando la otr dueña del local le habló pues tampoco era necesario.

     

    Cuando Darius quemó aquella carta sus sospechas de que algo no iba bien se confirmaron. Entonces notó aquella voz en su cabeza... la voz de la muerte... "No deben entrar a la pirámide... No lo permitas, haz lo que sea para que no ocurra por el método que sea" Asintió internamente, sabía a lo que se refería, más valía que nadie se atreviera a entrar a la pirámide o moriría...

     

    La música entonces comenzó a sonar y los dueños se dispusieron a abrir el baile. No le prestó mucha atención, no sabía bailar y tampoco era algo que le gustase o quisiera en ese momento. Observó a cada uno de los presentes para tenerls en la mira. Hasta que sus ojos fríos terminaron en un reportero, el que antes les había hecho preguntas a los dueños del local.

     

    "Mantenlo vigilado... no permitas que descubra nada de la pirámide" Kira asintió siendo obediente hacia aquella voz como siempre lo fue ante los mandatos de la muerte. En aquel momento no prestaba nada de atención a la fiesta, solo de los movimientos que hacían cada uno. Tampoco debía decir nada que perjudicara a la pirámide, lugar que ahora también debía proteger.

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  3. Con @Darius

     

    El chico observó como Darius volvía a ser poseído, pero esta vez aquel ser se fue sin poder llegar a completar la frase, o tal vez lo hizo a propósito. Estaba seguro que lo hizo a propósito. Seguramente para que fuera él quien descubriera lo que quería decir y no ponérselo todo tan fácil. Al menos llegó a entender que son los intelectuales los que deben preocuparse, por ende, él no debía preocuparse en hacerlo.

     

    Volvió a ver al chico cuando este volvió en sí y le preguntaba si le había dicho algo. Kira se mantuvo serio, pensando un momento en lo que acababa de pasar. Quisiera poder estar más tiempo con aquel ser pero el bibliotecario también tenía su vida y, si era como un recipiente para algunos, su cuerpo no debía de sufrir ningún daño.

     

    - No, nada -le dijo con aquel rostro neutral de siempre. Giró su fría mirada a aquella chica que Drius también había notado. Al parecer más gente se estaba uniendo a la fiesta. Por un momento pensó... que caos sería si la muerte viniera a por todas las personas que estaban allí dentro.

  4. Escuchó como aquella voz ahora reinaba en su cabeza indicándole lo que era ahora y su deber. Tal vez para alguien se vería atrapado sin escapatoria y se hubiera arrepentido de haber hecho ese contrato. Pero cada palabra que decía aquella voz hacía que cada vez se sintiera mejor de haber firmado y haber hecho eso, pues lo que le estaban pidiendo era lo mismo que estuvo haciendo todos estos años.

     

    Demencial... le gustaba como sonaba aquella palabra. Se mantenía sereno escuchando cada palabra que la boca de Darius decía. Cuando se acercó a él sintió como la temperatura bajaba levemente a su alrededor. Lo escuchó atentamente sintiendo que era el mejor para ocupar aquel puesto y no se shockeó hasta que dijo aquella última palabra.

     

    Abrió los ojos al escuchar que era la misma muerte la que le estaba hablando. ¿Era ella de verdad o solo uno que se hace llamar así? Pero aquella intuición le dice que de verdad es ella y por un momento sintió el impulso de arrodillarse ante ella y hacerle tdas las reverencias posibles que se conocía. Pero tuvo que mantenerse sereno pues aquella aura había desaparecido en Darius volviendo a ser él de nuevo e intentó que no se le notara tanto su sorpresa de antes ya que le había mandado que actuara normal, y eso haría aunque por dentro sentía algo que tal vez llamaran felicidad.

     

    - Al que le sucede algo es a tí -le respondió a Darius su pregunta luego de que necesitara sentarse tras haber sido 'poseido' sin darse cuenta. Parece que el bibliotecario actuaba como un medium. - ¿Necesitas algo? -al menos sabía que en estos casos era posible que la persona necesitase algo de agua.

  5. Nombre: Lian Yu

     

    Edad: Desconocida

     

    Nacionalidad o procedencia: China

     


    Raza: Banshee

     


    Personaje principal al que está asociado: Kira

     


    Relación con el personaje principal: Seguidora

     


    Aspecto Físico: Su apariencia normal es la de todas las banshees, pero tomó la forma de una joven y siempre está con ese aspecto: con rasgos achinados como las personas que siempre viiveron a su alrededor, de un extraño azul grisaceo, el cabello largo y negro y con un vestido rojo. Siempre suele vestir de rojo y a veces combinarlo cone l blanco o el negro.

     


    Cualidades Psicológicas: Por fuera se muestra como una mujer ruda y fuerte, algo grosera y que no le gusta relacionarse con las demás personas. Impaciente y seria.

     

    Pero todo eso es una fachada para que nadie llegue a su interior pues realmente es frágil, sensible y algo inocente. A los único que deja ver esa escondida cualidad es a los animales y a Kira.

     

    Historia: Lian Yu nació de una banshee que se dedicaba a una familia importante de China. Allí el hombre tuvo tres hijos, y el segundo hijo se enamoró de ella. Al principio no fue muy bien visto pero al final la familia lo acabó aceptando y Lian Yu vivió feliz sus primeros años de vida a pesar de nacer con la misma condición que su madre.


    Sin embargo esa felicidad duró poco, pues una noche su madre predijo la muerte de toda la familia, seguramente por el archienemigo del padre, por lo que huyeron del castillo esperando poder huir de la muerte, pero fue peor. Al pie de las montañas unos bandidos los atacaron por sorpresa. Solo Lian logró salir con vida.


    Salió corriendo de allí hasta que encontró un pueblo, donde se desplomó en el suelo agotada y herida. Un hombre entonces al verla, la acogió y la llevó a su casa para cuidar de ella. Su nombre era Jian.


    Aquel chico la cuidó hasta que se recuperó y en el proceso ella se anamoró de él. El problema que su amor no era correspondido… pero igual no le importaba mantenerlo en secreto total de poder estar a su lado.

     


    Sin embargo, un día unos bandidos, los mismo que mataron a su familia, raptaron a la familia de Jian y le dijeron que si los quería de vuelta a cambio debía darles la Banshee, pues no les gustaba que sus presas escaparan y querían vengarse por ello.

     

    Jian lo pensó y al día siguiente le dijo a Lian Yu que tenían que irse de allí. Ella no reconoció el lugar hasta que fue demasiado tarde, había vuelto al pie de aquella montaña. Entonces aparecieron los bandidos antes de que pudiera escapar y la amarraron con cuerdas.

     

    - Bien bien... parece que eres razonable -le dijo el jefe de los bandidos al chico.

     

    -Jian... ¿por qué...? -le preguntó Lian Yu con las lágrimas al borde de sus ojos. Él solo desvió su mirada no pudiendo verla.

     

    - ¿Y mi familia? -le exigió al jefe de los bandidos a lo que él sonrió.

     

    - No te preocupes, aquí están -unos hombres arrastraron a los miembros de su familia hacia él para luego dejarlos tirados en el suelo- por suerte para tí, no me sirven para nada.

    -Jian... -Lian seguía llorando en busca de ayuda, pero este solo la ignoró y cogiendo los cuerpos de su familia se marchó destrozándole el corazón.

    No tardaron en meterla en la cueva que tenían de morada provisional y la ataron para que no se escapase. Comenzaron a hacerle torturas de todo tipo, y ella not enía escapatoria.

     


    No supo cuanto tiempo pasó que ya aquel dolor se le había hecho una rutina, sentía que cada dolor que sentía era el fruto del desamor por haberle fiado el corazón a alguien. Un día, uno de los hombres se acercó a ella y comenzó la tortura mañanera y los gritos que nadie escuchaba… hasta ahora.


    El hombre se paró como si lo hubieran convertido en piedra cortándole la respiración de golpe. La sangre salió de su espalda para luego caer al suelo. Entonces Lian vio a un chico de terroríficos ojos rojos con una guadaña. Se dio cuenta entonces que detrás de él se encontraban los cadáberes de todos los demás bandidos.


    Lo miró asustada, observando aquella guadaña ensangrentada y al demonio medio oculto en su capa negra. Vió como levantaba la guadaña hacia ella y cerró con fuerza los ojos esperando sentir el último dolor que remataría su vida. Pero lo único que escuchó fue un sonido metálico romperse y sintió como sus muñecas eran liberadas.


    Abrió los ojos lentamente comprovando que aun seguía entera, o a medias, ya que se encontraba en un estado lamentable, volvió a levantar la mirada hacia al chico y con una voz temblorosa y seca le preguntó:

    -Quien eres…? -a lo que él solo le contestó.

    - El Engendro de la Muerte…-la banshee se quedó callada impresionada por aquel chico ¿como había llegado hasta ahí? ¿Era el demonio? ¿Y porqué la había ayudado? Se quedó demasiado sorprendida y reaccionó solo cuando aquel demonio se dio vuelta para irse.


    - Espera…! -no supo porque lo detuvo, fue como un impulso- gra-gracias… -murmuró.


    El chico solo asintió con la cabeza para luego salir de aquel lugar con paso lento. Lian miró a sus lados. Todos esos cadáveres, la sangre… todo por culpa de que el hombre que amaba la vendiera… aquello le produjo en si una profunda tristeza y soledad, por lo que, desesperada, corrió hacia el chico y agarrando su capa desde atrás ocultó su rostro en su espalda sin poder evitar que las lágrimas salieran de ella.


    - Llévame contigo… -murmurró en medio del llanto. El chico se había detenido y parecía que evaluaba la situación. Lian entonces abrió los ojos cuando escuchó su respuesta.


    - Está bien… mientras no interfieras en los planes de la muerte -Lian lo miró sorprendida con lágrimas en sus ojos y asintió mientras comenzaba a temblar. No sabía si era una buena idea pero no tenía otro lugar a donde ir, y ahora que solo era una simple banshee sin dueño… ¿qué mejor que estar al lado del mensajero de la muerte? Ahí era seguro que podría hacer su trabajo de anunciar la muerte.


    Así pues, caminaron por mucho tiempo, encontrando a otros miembros que se unieron a ellos por el camino. Fue un cerrorrido bastante largo y ella nunca imaginó ver todo lo que sus ojos contemplaban.

     

    Pero entonces entonces llegaron a su último destino, Londres. Fue mala suerte que llegaran al peor lugar en el peor momento. Pues ahí se estaba desatando una cruenta batalla. En un momento, una explosión hizo que se separaran y ella calló de espaldas al suelo.

     

    Un hombre enmarcarado se acercó a ella con malas intenciones, pero entonces otro con el rostro oculto en una luz le lanzó un rayo para que la dejara en paz -corre -fue lo único que le dijo aquel hombre que la acababa de salvar y ella hizo caso.

     

    Corrió fuera del alcance de ambos chicos pero por todas partes sucedían explosiones y rayos. No sabía donde estaba ni a donde ir, todo era un caos y se sentía atrapada. Asi que al ver un callejón fue hacia allí y se escondió detrás de un contenedor esperando que no la encontrasen y todo terminara.

     

    Al cabo de un tiempo, los sonidos cesaron y todos se marcharon. El lugar quedó desolado por completo y con algo de miedo aún salió de allí. Entonces se encontró sola, en un lugar desconocido, oscuro y tenebroso... Hizo lo único que podía hacer en este caso: correr, tenía que encontrar a Kira.

     

    Otros datos:

     

    -Le gusta las flores.

     

    -Es muy cariñosa si le llega a coger cariño a alguien.

     

    -Le gusta el color rojo.

     

    -Es muy celosa.

     

    Personaje usado unicamente por Kira.

  6. "Dejate llevar por el destino,

    las cosas suceden por una razón

    déjate llevar y descubre que hay oculto más adelante". (N)

     

    Contrato de sangre, se quedó pensando un momento en aquella frase, le sonaba de algo y buscó en su mente una reseña que le indicara de que se trataba. La verdad, no le importaba estar entre la vida y la muerte. Muchas veces alguien le había dicho que se dejara guiar por el destino, que era las pruebas que la vida y la muerte le daban.

     

    Asintió decidido a hacerlo, no había nada en especial que hiciera que se negara a ello. Así que observó como Darius preparaba aquel contraro y cuando estuvo todo listo lo cogió. Miró el título que le llamó la atención "Contrato de la Muerte" si, sin duda no iba a negarle un contrato a aquella que alaba. Así que sin más prosiguió a rellenar la hoja.

     

    No tenía plumas, así que como era un contrato de sangre lo que hizo fue pasar la llema de su dedo corazón por uno de sus colmillos clavandolo hasta que saliera sangre y escribió con su dedo haciendo que la sangre se quedara como la tinta permanente en el papel.

     

    Yo Kira, acepto por medio de mi sangre y mi alma, servir a los demenciales después que mi vida suspire, por lo que adquiero con ello una responsabilidad, y si la incumplo, mi muerte me llegará.

     

     

    No tenía duda de que ese era su grupo, pues ya conocía a Amon Ra y parecía que también honraba a la muerte como hacía él. Por último firmó y dejó caer la gota de sangre sobre su nombre. Era la primera vez que firmaba algo y aunque fue provisional le gustó esa firma que acaba de hacer, en la cual no se veía su nombre por estar manchado con la última gota de sangre. Sin duda a un vampiro le costaría hacer un contrato como este.

     

    Cuando acabó se lamió el dedo saboreando su propia sangre para que dejara de gotear y posteriormente le tomó la mano que el bibliotecario le daba. Ya estaba hecho y no había vuelta atrás, pero de momento no se arrepentía.

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  7. ¿No son los mortales tan frágiles?

    Se muestran fuertes cuando realmente

    el más mínimo detalle puede llevarlos a la muerte

     

    Kira escuchó aquella voz en su cabeza, aquella que comenzó a escuchar cuando recivió aquel reloj, aquella que comenzó a oir cuando sintió la presencia de la muerte invisible al lado de él. Cerró su reloj no siendo el momento de rememorar viejos recuerdos ocultos, cuando aún la inocencia luchaba por permanecer y guardó el objeto al sentir que una presencia se acercaba a donde él estaba.

     

    Levantó sus ojos grises sin muestra de vida hacia aquel chico, era el bibliotecario que había visto el cual parecía tener prisa por irse de la fiesta, o más bien por huir de ella. No se lo recriminó, no veía nada divertido en aquel lugar, claro que... tampoco sabía lo que era la diversión.

     

    - Me afiliaré entonces -dijo simplemente, no tenía ninguna duda más que decir y no le gustaba hablar tanto como a los otros que no paraban de hacerle preguntas a Darius.

     

    Observó al chico fijando sus ojos en él, mirandolo detalladamente sintiendo la amargura en toda su alma. No era la primera vez que veía a alguien fingir, había recorrido demasiado el mundo y visto demasiadas penurias para que él fuera el primero, y tampoco sería el último.

     

    Darius notó aquella gélida mirada sobre él la cual podía poner nervioso a cualquiera ya que literalmente estaba viendo el alma. Kira se dió cuenta de aquel sentimiento de incomodidad que surgía repentinamente en el chico si que dejó de analizarlo. Nunca comprendía porqué las personas necesitarían fingir, o porqué no le pedían a la muerte que fueran a buscarles si era lo que querían.

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  8. Kira había sido expulsado por aquella extraña magia de la biblioteca, justo cuando seguía a aquella voz en aquel terrorífico lugar, justo cuando había visto una silueta oscura. Tal vez iban a llevarlo junto a la muerte, tampoco era algo que le importaba, pero parecía que el destino seguía queriendo que siguiera con vida.

     

    Había aparecido frente a la biblioteca la cual tenía un cartel de cerrado, curioso cuando se suponía que las puertas nunca cerraban. Caminó por aquellas arenas y sin darse cuenta volvió a aquel callejón que ya no estaba tan lleno de gente.

     

    Caminó un rato por aquel lugar pero no había muchas cosas que le llamaran la atención después de haber estado incontables horas en aquel mausoleo. Se dio cuenta de que el libro aun seguía entre sus manos por lo que se subió al techo de uno de los locales más altos y comenzó a leerlo, al menos con eso podría tener un poco más de conocimiento de lo que sería la magia.

     

    En el crepúsculo, observó como un elfo pegaba carteles sobre aquel local, iban a celebrar una fiesta para la inauguración. Una fiesta... Nunca le habían interesado, aunque lo más seguro es que no se pareciera a las fiestas que había visto hasta ahora. Tampoco le llamaba tanto la atención pero el libro cobró entonces vida entre sus manos y voló hasta aquel cartel pegado al poster y cerrándose lo cogió para luego volver con Kira y dejar el cartel en sus manos. Parecía que quería que fuera por algún extraño motivo. Escuchó entonces la voz en su cabeza.

     

    - Como ella diría...: Hay que dejarse llevar por cada señal que da la vida, solo así podrás encontrar caminos que esta esconde. -el demonio entonces asintió sabiendo a quien se refería, solo había una persona que decía cosas así.

     

     

    Así pues, cuando la luna estuvo en lo alto colció a aquel local y se acercó a la pirámide donde se veían varias personas reunidas ya. No se había arreglado, iba como todos los días, aparentando ser un muerto con aquella capa negra.

     

    No detectaba la presencia de la muerte, al menos aún... en verdad no sabía que pintaba en aquel lugar. Apoyó su espada en la pared donde nadie se percatara de su presencia y cogió su reloj de oro, lo abrió para ver la hora y lo volvió a cerrar. Se podía considerar como una manía suya, pareciera como si estuviera esperando algo, y quien lo conociera pensaría que había quedado con la muerte y esta llegaba tarde. Pero realmente el significado era otro muy distinto y mucho más oculto.

     

     

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  9. --Kira con Amon Ra--

     

    Al ver como el espíritu había comenzado a caminar Kira le siguió sin dudarlo mientras en sus manos seguía sosteniendo aquel libro que parecía que se había encariñado con el demonio. Era curioso, pero agradable, le recordaba a un cuervo que tuvo. Seguramente volvería a ver a esa ave. Pero por el momento sus pies tan solo seguían al espíritu.

     

    Luego de que pronunciara aquella palabra clave, lo siguió por aquel oscuro lugar sin pestañear, estando sereno como siempre y sin alterarse. Parecía que se adentrase a las entrañas de una catatumba y que algunos esqueletos cobrarían vida en un momento a otro. No negaba que eso sería algo que quisiera ver.

     

    Sentía la oscuridad que emanaba aquel lugar y todas las almas que en el sitio habitaban. Cuando vio el altar del dios de la muerte inclió levemente la cabeza cerrando momentaneamente sus ojos en señal de respeto. El respeto a los muertos era una de las pocas cosas que su país natal tenía de bueno, por ello no rechazaba aquel culto de honrar a aquellos que la muerte les había bendecido.

     

    Abrió sus ojos grises sin vida lentamente para luego mirar en la dirección de donde salía aquella tenebrosa voz. Darius le había dicho que Amon Ra era como el espíritu rey de todos del que nadie se debía burlar, pero por lo que la voz decía parecía que el espíritu realmente estaba al servicio de alguien. ¿Sabía Darius de esto?

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  10. El cuerpo de Kira se encontraba tumbado en el suelo, parecía un muerto pero realmente no había sufrido cambios, él siempre había sido así y sus ropajes ayudaban bastante a pensar que simulaba un muerto. Ahora, teniendo las picaduras y arañazos sobre su piel lo parecía aún más y casi asustaba que su pecho subiera y bajara mostrando una señal de vida.

     

    Había cerrado los ojos, cosa que no quería hacer pues si ese era su último suspiro quería ver el rostro de la Muerte. Tal vez aquello era lo único que le proporcionaba un sentimiento de deseo, poder ver el rostro de aquella a la que siempre le fue fiel. Pero en esos momentos sus párpados le fallaban y se negaban a abrirse.

     

    Notó como la temperatura a su alrededor disminuía y unos pasos silenciosos se acercaban a él. Unas gémilas manos acariciaron sus megillas y una suave pero penumbrosa voz sonó en su cabeza- Todabía no es tu hora... -estaba ahí, justo delante de él y no podía verla. Aquello le desesperó.

     

     

    Por el lado de Darius él realmente no podía ver ni escuchar nada, pero si sentir una presencia peligrosa y oscura. El guardabosques logró llegar corriendo, estando algo herido por culpa de esas arañas y al ver al chico que aparentaba estar muerto casi le dio un infarto. Pero notó que aún respiraba así que sin pensarlo corrió hacia él y le hizo beber un antídoto esperando que funcionara para neutralizar el veneno de las mordeduras.

     

    - Tranquilo chico, te pondrás bien... -dijo con miedo en su voz pues el hombre no estaba del todo seguro de sus palabras. -Resiste, no te mueras...

     

    Entonces algo ocurrió, el objeto que había cogido antes y que aun llevaba en su mano comenzó a brillar con una tenue luz verde. Aquella aura se expandió a todo el cuerpo de Kira, rodeándolo. Entonces de pronto el demonio abrió sus ojos de golpe mostrando unos tenebrosos ojos rojos. Levantó medio cuerpo y miró con aquella mirada del infierno al guardabosques.

     

    - Ingenuo... -pronunció con una tétrica voz que no era la suya- Yo no puedo morir! -estiró un puño hacia él con una gran velocidad y fuerza que hizo que el robusto hombre saliera disparado hacia atrás y se golpeara contra el tronco de un árbol para luego caer al suelo aturdido y a punto de caer en la inconsciencia.

     

    Los labios de Kira se curvaron a una sonrisa de oreja a oreja dando una imágen escalofriante. Se levantó teniendo aun aquella aura verde rodeándolo la cual le estaba curando de las heridas que tenía sobre su piel y del veneno que le quedaba en la sangre. Miró sus manos sintiendo como un indescriptible poder lo envolvía, aunque realmente... ya no era Kira quien controlaba ese cuerpo.

     

    - Que extraño cuerpo... pero... -susurró para él mismo- letal... -sus pipulas rojas se clavaron en el chico que todavía seguía en el suelo contemplando al mismo demonio.- Tú...-dio unos pasos hacia él- pareces tener un alma deliciosa...

     

    Estaba dispuesto a deborar su alma, no sería la primera vez. El problema era que aquel ser que lo había poseído era demasiado fuerte y Kira se había sumido en una profunda frustración por no poder cumplir su deseo antes de ver el rostro de la muerte, por lo que sería muy difícil calmarlo mientras uno intentaba sobrevivir a aquel espíritu maligno.

     

  11. Kira observó como Darius se disculpó para atender a esa chica y vió como ambos se alejaban abriendo una puerta con una contraseña, le llamó la atención poder escuchar ese nombre "Anubis", aquel era su dios egipcio favorito, y no por menos, ya que era el dios de la muerte. Dejó de prestarles atención cuando desaparecieron de su percepción y volvió su atención al espíritu.

     

    La verdad es que era la primera vez en mucho tiempo que podía hablar con alguien sobre la muerte, muy pocos tenían la conciencia de ella y el poder escuchar a alguien ageno hablar bien de ella le hacía sentir algo nostálgico como cuando su abuela le empezó a contar todas esas historias hermosas sobre la muerte.

     

    Lo bueno de aquel espíritu no era solo su gran conocimiento, sino que como era al que los otros espíritus más respetaban tenía casi toda la seguridad de que nadie les interrumpirían. Le gustó escuchar la opinión de aquel espíritu, pues había un punto de vista que antes no había notado, y es aquello de poder volver nacer luego de morir. Sin duda era todo un ciclo.

     

    - ¿Viste el verdadero rostro de la muerte cuando fue a por tí? -le preguntó siendo un tema que le llamaba la atención, pues él nunca habiá podido ver su rostro y solo podía basarse en mitos mezclados con la ideología subjetiva de la gente- Yo solo puedo oir su voz... -para él la muerte era como una madre, alguien importante y perfecta.

     

     

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    @@Albus Severus Black @@Alegna Black

     

    Mientras, en el oasis, donde se encontraban dos personas hablando, o más bien, donde uno intentaba ligar con la chica, surgió el fantasma bromista seguido del otro chico más pequeño.

     

    - Creo que a este hay que bajarle algo los humos -rió Ra al tiempo que hacía aparecer una cáscara de plátano de forma que cuando dió un paso más hacia delante resbaló cayendo estrepitosamente contra el suelo.

     

    - Adios profesionalidad -rió el niño que lo acompañaba.

     

    - Se lo tiene merecido, mira que pensar que una chica no puede manejar cualquier cosa... -dice solo para reírse de él y que la chica se lo tomara por ese lado y se enfadara con él- seguro piensa que las mujeres son todas delicadas y no pueden hacer lo mismo que un hombre.

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  12. Hola! Quería hacer unos cambios en mi ficha ^^ no se si se puede para este mes pero sino pues será para el siguiente (?) Disculpad las molestias de antemano :sad: Los personajes secundarios los tengo que terminar de retocar pero subiré mañana sus fichas :lol:

     

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    Datos personales:


    Nombre del Personaje:
    Kira

    Sexo:
    Masculino

    Edad: Joven

    Nacionalidad: Japón

     

    Familia(s):

     

    Familia 1: Evans McGonagall

    Familia 2: Rambaldi

     

    Padre(s) Sanguíneo: Desconocido

    Padre(s) Adoptivos: Kyttara Gryffindor

     

    Trabajo: --

     

    Poderes Mágicos: --

    Rango Social: Aprendiz

    Bando: Neutral

    Rango dentro del Bando: --

    Puntos de poder en objetos: 20

    Hechizos adicionales: --

     

    Puntos de poder en criaturas: --

     

    Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

    Habilidades Mágicas: --

    Conocimientos Especiales: --

    Medallas: --

     

     

    Perfil del Personaje:

    Raza: Demonio

    Aspecto Físico: Su tez porta el color de un muerto, su cabello el color de la nieve y sus ojos grisáceos pueden cambiar al tono de la sangre para transmitir temor, pero no siempre por propia voluntad.

     

    Viste del mismo color oscuro que va la muerte, imitando ser una sombra en medio de la noche. Sólo una cosa de él no llama la atención, o tal vez si, y es su baja altura que le proporciona su cuerpo frío.

     

    Cualidades Psicológicas: Su visión del mundo provocó en él una actitud sombría, cayada y una mirada casi opaca que muchos sienten escalofríos al ver. Es como estar en presencia de un muerto andante. Los pocos que lo ven afirman que es un muerto en vida, que no parece tener alma pues ni sus ojos brillan.

     

    Pero la realidad de este incomprendido sujeto es otra, pues realmente si siente, si siente dolor y pena aunque es verdad que a la alegría siempre se ha negado. Tan simple y tan compleja es su esencia, pues realmente solo refleja en él lo que la sociedad muestra.

     

    Como una oscura sombra se muestra, como un muerto lo ven, como el engendro de la muerte se siente él. Sin mostrar expresión alguna en su tez, sin soltar palabra alguna a no ser que sea menester.

    Historia:
    En una noche de luna llena, una mujer corría por las calles desoladas de Gran Bretaña tras haber sido usurpada de su honor por culpa de la locura de un demonio. Ya no podía volver a su casa, era una vergüenza para su familia, debía escapar lo más pronto de allí y de paso huir de aquel hombre.

    Salió del país y se fue lo más lejos posible, donde vivía su abuela: Japón, donde el demonio que la violó ni nadie pudiera encontrarla.

    9 meses después, su abuela la ayudó a dar luz a un pequeño demonio albino. Le puso el nombre de Kira ya antes de nacer, pues no sabía con que género nacería y aquel nombre valía tanto para chico como para chica. No fue esa solo la razón, sino también porque Kira es un nombre con múltiples significados, que dependiendo el idioma o incluso con que kanji se escriba dentro del mismo, puede significar Brillo o Asesino, y en inglés significa negro.


    Nunca quiso a ese niño no deseado, su bisabuela fue la única que cuidó de él, pero viviendo también con su madre, la cual hablaba inglés y fue gracias a ella que el niño desde pequeño comprendió dos idiomas.


    Vivían en una zona de Japón muy peligrosa donde circulaban muchos crímenes, en esa época las condiciones de vida no eran muy favorables pero se podía vivir decentemente bien si se tenía una casa a las afueras de la ciudad y se trabajaba diariamente en el campo.

    Un día la bisabuela quiso mostrarle al niño la cruda realidad del mundo para que pudiera afrontarla cuando ella no estuviera. Ahí, desde muy pequeño, vio todas las atrocidades que el ser humano era capaz de llegar a cometer y su abuela le habló de la muerte y como esta es la reina de todo, pues no importa cuantos años pasen, ella siempre será la ganadora y por ello hay que tenerle sumo respeto y alabarla.


    Cuando cumplió los 10 años, su bisabuela ya lo había instruido lo suficiente para que comprendiera que era a la muerte la única que merecía respeto en esta vida. Ese año, su abuela le hizo un tatuaje en el lado izquierdo del pecho y le regaló su reloj de oro para que la tuviera siempre presente.

    La anciana sabía que era su final, podía sentir a la muerte acechándola. Pero como le había sido siempre fiel, esta le concedió tiempo para despedirse de su bisnieto y elegir la forma de morir. Por ello, la anciana, para poder estar siempre al lado de su nieto y poder cuidarlo, le dijo que se comiera su alma.


    El niño concedió su último deseo a su bisabuela y poniendo una mano sobre su pecho, le arrancó el alma lentamente haciéndole el menor daño posible, viendo ante sus ojos como la anciana dejaba de respirar. En su mano tenía una esfera brillante y blanca, sabía que era su abuela, y sintiendo los ojos de la muerte sobre él, puso la esfera sobre su pecho y en cuestión de segundos fue absorbida por su cuerpo. Sintió como su boca se hacía agua, como si hubiera probado el mejor manjar del universo, su energía aumentó de golpe y en ese momento se sintió capaz de hacer cualquier cosa. Era una adrenalina que nunca antes había experimentado.


    Desde aquel momento, escuchó siempre una voz en su cabeza. Nunca estuvo seguro si era su abuela quien le indicaba que hacer o era la propia muerte. O tal vez su locura… eso sería siempre un misterio. Pero algo era seguro, y es que aquella voz lo acompañaría siempre en todas las matanzas que provocaba.

     

    Su madre le echó la culpa de que la anciana muriera, y no tardó mucho tiempo en ser ella la siguiente víctima. Pero no quiso comerse su alma, no… prefería que ella fuera directamente al infierno.

    Sin embargo no contaba con que alguien lo viera asesinar a su madre, y esta persona de inmediato gritó por ayuda. En menos de unas horas su cabeza ya estaba en búsqueda y captura, pues un demonio en aquellas épocas era algo que no se veía nada bien.


    Estuvo varios años oculto en las sombras, atacando y matando a aquel que se lo mereciera y cuando la voz que posteriormente llamó simplemente Muerte, ya fuera su abuela muerta o la muerte misma, le decía que matase a alguien.


    Luego de varios años recorriendo Japón, la Muerte le dijo que era hora de que viera también otros mundos, por lo que se adentró en un barco para viajar. Por aquel entonces ya tenía bastantes años, y había conseguido una guadaña y unas cadenas con las que atrapaba a sus presas.


    El primer país extrangero que pisó fue China, desembarcando en Shanghai, el cual se parecía un poco a la capital de su país donde tenía también una torre más alta que los edificios, desde allí, caminó siempre hacia el oeste matando a quienes tenían la muerte encima.


    A medida que viajaba, iba adquiriendo otras armas que robaba de sus víctimas y más experiencias. Entonces llegó a un pueblo alejado de todos, donde notó como la Muerte le mandaba insistentemente. Escuchó como alguien lo llamaba… y vio como las personas del pueblo habían asesinado a un hombre tigre frente a su propia hija.

    Él caminó hacia ellos y los eliminó a todos, cumpliendo el deseo de aquella Rakshasi. Esta se sorprendió por aquel individuo, pero luego de terminar su trabajo decidió seguirle. Kira no comprendió por qué alguien seguiría a la muerte, pero esta parecía que había elegido a quien ser leal y que compartía una ideología compatible a la de él, pues deseaba que todos los humanos que merecieran la muerte cobraran su merecido. Más por odio y venganza que por seguir a la muerte, pero eso era algo del chico que no le molestaba y, de hecho, hacía todo lo posible para que Kira estuviera cómodo con ella. En un momento, para tener apariencia más feroz además de más resistencia para el camino, se transformó en un tigre y viajó con él en esa forma por los siguientes países.


    El siguiente lugar que visitaron fue la India, allí el primer poblado que vieron fue donde vivían los mismos que habían atacado la tribu de la mujer tigresa en su anterior vida. Por lo que no tardaron en matarlos a todos. En comparación con China, fue poco tiempo el que estuvieron en la India para luego llegar a Pakistan, Afghanistan, Irán, y de allí pasar a Arabia Saudí.


    Sin duda en esos lugares es donde vieron más muerte y más personas que eran llamados por la misma. Pero fue en Afghanistan donde justo llegaron después de una guerra y vieron incontables cadáveres tirados por el suelo y un cuervo solitario picoteando el ojo de uno para comérselo.


    El cuervo levantó la cabeza con el ojo en su pico y con sus ojos rojos vio a Kira y Lian. Tragó el ojo y voló hacia ellos agresivamente dispuesto a picotearles, pero entonces Kira puso sus ojos rojos y el cuervo se paró de golpe en el aire gragnando. Fue extraño, puesto que cuando Kira le dijo quien era, el cuervo pareció amansarse y se posó en el suelo inclinando la cabeza como si hiciera una alabanza.


    Kira siguió su camino pero entonces el cuervo gragnó y se puso sobre su hombro. Lo miró y el cuervo volvió a bajar la cabeza en señal de respeto. No dijo nada, y simplemente siguieron caminando ahora con un nuevo y extraño compañero.



    Entonces llegó a unas tierras totalmente desiertas, Egipto. Allí vieron cosas bastante curiosas que no habían visto antes, pero de todas formas la muerte seguía pidiendo por almas que allí habitaban.


    Deambuló por el país hasta que llegó a una ciudad concreta, Giza. Fue directamente hacia el gobernante, pero se llevó una sorpresa al entrar a sus aposentos luego de matar a sus guardias, y es que estaba a puntos de violar a una de sus Odaliscas. Sin pensarlo dos veces, movió la guadaña y lo maldijo para que su alma quedara atrapada eternamente en el infierno.


    La Odalisca lo miró impresionada, pues nunca antes había visto un ser como él. Más no le tenía miedo, sino admiración por haberla salvado de aquel hombre que la había comprado y la tenía prisionera. Le preguntó quien era, aunque al ver que no entendía aquel idioma se lo preguntó en inglés, siendo conocedora de muchos idiomas. Kira conocía a medias aquel idioma gracias a su madre y le respondió que era el Engendro de la muerte, a lo que ella se sorprendió.


    Aquella Odalisca se presentó entonces como Nymphadora, la Emisaria de la Vida, pues ella veneraba la vida y todo lo bueno que hay en ella. Aun así, a pesar de que ambos fueran opuestos, ella se arrodilló ante él y le dijo que como agradecimiento a que la salvara ahora pasaría a ser suya.


    Kira se extrañó, pero la voz no se negó ante la petición. Ante esa imagen de la vida siendo condicionada por la muerte, dejó que le siguiera, siempre y cuando no se interpusiera en el camino de la Muerte.


    Luego de aquello, y de que Kira castigara con la muerte a casi todos los habitantes de aquel lugar, continuaron su viaje recorriendo varios lugares de europa, siendo ahora un grupo de cuatro.


    Pero cuando llegaron a Londres surgió un imprevisto, y es que en aquellas tierras no contaban con la existencia de la magia. Por lo que se vieron en medio de una batalla bastante cruenta. En un momento, surgió una explosión que hizo que se separasen y Kira perdió la consciencia.


    Cuando despertó, se vio en una especie de hospital solo. Eso no era algo que le molestaba pero se preguntó si los demás seguirían con vida o la muerte hubiera decidido que ese sería su final. Por el momento no tenía forma de contactar con ellos así que debería seguir su camino esperando que si seguía con vida se volverían a encontrar si es que el destino así lo quería.


    Era la primera vez que se encontraba en un lugar de esos donde no hacía falta de su mano para finalizar con la muerte de alguien. Se levantó de la cama donde estaba desenchufando todos los cables que tenía conectados a su cuerpo y deambuló por los pasillos. Entonces una mujer que estaba ahí por problemas personales lo vio, le llamó demasiado su atención como para dejarlo ir así sin más y le preguntó quién era.


    Kira le contestó como siempre lo que la mujer hizo que se extrañara. Entonces con ella averiguó en donde se encontraba exactamente y que en aquel lugar no se necesitaba de armas para luchar sino magia. Aquello era algo que su madre había mencionado de vez en cuando pero nunca lo había entendido. Comprendió que si quería llegar a la muerte a quien se lo mereciera a aquel lugar debería aprender aquello que llamaban magia.


    La mujer le indicó que era todo lo que debía hacer para acceder a la Academia, ya que también para eso necesitaba inscribirse en la ciudad, le ofreció también su casa si no tenía donde vivir y que ella gustosa lo adoptaría. Él no entendía del todo pero comprendió que realmente la Muerte era quien lo estaba ayudando y le había puesto a aquella mujer en el camino para que lo guiara en su próximo adiestramiento.


    Él accedió y por primera vez en mucho tiempo sería un ciudadano de una ciudad. Poco después se acordó de una cosa que había dicho su madre en medio de uno de sus ataques de ira: su padre vivía en un lugar como este. No recordaba el nombre pero si su apellido. Debería encontrarlo, no porque fuera su padre sino porque merecía la muerte por lo que había hecho, ya que aunque no apreciaba a su madre lo que le hizo fue algo deshonroso.


    Debía encontrar alguna pista sobre aquel apellido, lo que Kira no sabía era que aquella búsqueda lo conduciría hacia su hermana menor que desconocía que tenía.


    Pero no solo aquello era lo único que la muerte le tenía preparado por ver, pues aquel lugar le ofrecería varias aventuras que no se esperaría y la magia misma junto con las personas de aquel lugar tal vez influirán de buena o mala manera en su vida. Además de reencontrarse con su grupo.

     

     

     

    Pertenencias:

    Objeto Mágico Legendario: --

     

    Objetos Mágicos:

    Objeto: Varita Mágica
    Clasificación: AA
    Puntos de Poder: 20

    Pociones Mágicas: --

    Objeto: --
    Clasificación: --
    Puntos de Poder: --

    Criaturas Mágicas: --

    Criatura: --
    Categoría: --
    Puntos de Poder: --

    Criaturas en la Reserva: --

    Criatura 1: --
    Clasificación: --
    Puntos de poder: --

    Libros de Hechizos: --

    Libro: --
    Nivel: --

    Poderes de Criaturas: --


    Tipo de Poder: --

    Consumibles en Batallas: --

    Nombre: --
    Descripción: --
    Categoría: --

    Elfos: --



    Licencias, Tasas y Registros:

    Licencia de Aparición: --

     

    Licencia de Vuelo de Escoba: --

    Registro de XXX: --

     

    Personajes Secundarios:

     

    - Nymphadora

    - Lian Yu

    - Corax

    Otros Datos:

    Otros datos:

    - Se denominó a sí mismo como el Engendro de la Muerte. Siendo alguien que ora a esta misma y le otorga sacrificios de personas en pena o que son merecedoras de esta.

    Nació de una violación, por eso su madre nunca lo quiso llamándolo siempre engendro, de ahí sacó el mote que se puso cuando mató a su madre.

     

    - Prefirió no ponerse ningún apellido ya que no tiene ninguna estima por su madre ni por su padre.

     

    - Tiene mucha curiosidad sobretodo con los libros los cuales fueron su único entretenimiento en su infancia y que le proporcionaban saber y le mostraban la verdad de cómo era el mundo cuando su abuela ya no estuvo.

     

    - Cuando ve mucha sangre, no puede controlar el color de su ojo izquierdo que se pone rojo, aunque realmente le cambian los dos.

     

     

    Cronología de cargos:

    Premios y reconocimientos: --

     

    Links de Interés Referentes al Personaje:

    Link al Perfil de Comprador MM: --

    Link a Bóveda Personal: Bóveda N° 108606

    Link a Bóveda Trastero: --

    Link a Bóveda de Negocio: --

    Link a Bóveda Familiar 1: http://www.harrylatino.org/topic/101420-boveda-familia-rambaldi/

    Link a Bóveda Familiar 2: http://www.harrylatino.org/topic/97458-boveda-familia-evans-mcgonagall/

     

     

  13. El demonio escuchó a Darius explicándole más cosas sobre ese lugar y sobre un laberinto que la verdad le llamó bastante la atención. Lo reconocía, la curiosidad era su mayor debilidad y sabía que sería la razón de su muerte, curioso que no sea por venganza o en una pelea. -Me gusta la presencia de la muerte... -susurró al saber que la misma se encontraba la mayoría de las veces en esa biblioteca.

     

    Sin duda aquel lugar parecía estar hecho para él. Un lugar donde los muertos podían 'vivir', era curioso pero muy acogedor para él. Aunque tampoco quería verse obligado a caerle bien a alguien, nunca lo ha necesitado y si se perdía en aquel lugar sería porque el destino así lo quiso.

     

     

    Los fantasmas que aun se encontraban allí desaparecieron cuando notaron que se acercaba una presencia y quira pudo notarla también sin necesidad de girar a verla. Se la notaba bastante enfadada, y por su tono irónico que dijo antes parecía que sí lo estaba. Debía de ser la intrusa de hace unos segundos, parece ser que ella no murió como el otro chico.

     

    - Parece que alguien desea tu muerte... -susurró con su tono neutral, sin poder reconocer si era una advertencia o solo una ironía graciosa de lo que era obvio.

     

    La gracia era que mientras la mujer hablaba, el espíritu del chico joven había parecido detrás de ella y la imitaba haciendo que decía lo mismo pero con dejes de burla, haciendo caras y muecas burlonas.

     

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  14. Kira miraba a Amon Ra mientras este se acercaba observando el libro que tenía en sus manos. no le temía y sentía que ni había razón para ello, solo lo observaba con sus fríos ojos grises cuando es interrumpido por un crío que intentaba rbar un libro. Toda la atención se fue a aquel chico el cual respiraba los ultimos momentos de vida.

     

    La muerte quiso eliminar a otra alma de la vida. Y así fue. Al rato el espíritu de aquel chico surgió, pero no se encontraba melancólico por haber muerto, sino que solo le importaba jugar. Aquello a Ra pareció gustarle ya que parecía que había conseguido un compañero de juegos y pensó que podría ayudarlo a divertirse.

     

    Las normas de la biblioteca aparecieron entonces, pero fue poca la atención que se les dió pues hubo un intruso que parecía que esta vez había hecho una inflacción más grave. Los espíritus y todo ser que se encontraba en la biblioteca no dudó en ir a castigarla para luego reirse de esa persona gracias al bufón.

     

    El fantasma nuevo parecía emocionado por aquello y aplaudió los actos de todos - jugar, jugar, jugar! -frotó sus manos y los cabellos de la chica se pusieron de punta como si hubieran estado expuestos a electricidad estética.

     

    - No está mal para un principiante -rió el fraile.

     

    - Que poco elegante la mujer... -fue la dama con el abanico la que apareció detrás de ella riéndose por su aspecto.

     

    - Que muera ya -Seth apareció atravesando la pared asustando a la mujer por su aspecto, su cruel mirada y sus palabras.

     

    La sensación que causaba todo aquello era agonizante, el frío y el terror de lo que pudiera pasar era tan grande que parecía cortar la respiración. Algo que dificultaba el pensar en cumplir la petición del bufón el cual era la única esperanza tal vez de poderse salvar.

     

    - Me disgusta la gente que no viene en busca de conocimiento... -fue Cleopatra la que apareció ahora sentandose sobre la mesa del bibliotecario cruzando una pierna sobre la otra- pero démosle una oportunidad, veamos hasta donde llega su saber.

     

     

    Kira seguía mientras con Darius sin moverse del sitio viendo como los espíritus iban desapareciendo uno por uno. -La Muerte está presente... -susurró. Parecía que la muerte aún no se había ido tras matar a aquel chico, lo bueno era que ya había liberado un alma, lo malo que eso no siempre la satisface. Mas la persona a la que acechaba aun tenía una oportunidad, si la convence mostrándole de que es capaz.

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  15. Kira se encontraba inmóbil viendo todo el jaleo que los fantasmas montaban y como poco a poco habían hecho la broma al bibliotecario. Era una forma curiosa de tratar al propietario del lugar donde moraban. Se escuchaban muchas risas producidas por aquella broma, pero ninguna era de Kira, él seguía serio bservando todos los habitantes de ese lugar.

     

    El chico no parecía molestarse tanto, y los fantasmas comenzaban aserenarse con aquella última presencia que se hizo llamar Amon Ra. Era curiosa aquella 'familia de fantasmas'. Pero la Muerte no le decía nada, tampoco podría matarlos aunque quisiera, ya estaban muertos.

     

    - Te agradezco que te preocupes por mí cielo -fue Cleopatra la que habló dirigiéndose hacia Amon Ra, sin duda tenía una actitud que hacía que todos se fijaran en ella.

     

    - Preocúpate por los vivos -fue Ra esta vez el que habló y alzó sus manos hacia Kira para darle una broma ahora a él, pero el libro que tenía entre sus brazos entonces escapó de estos lanzandose hacia el espíritu arrastrándolo fuera de sus vistas- ¡ah!

     

    - ¿Que hace? -Isis ocultó su boca tras el abanico ocultando su sonrisa- Pero si el libro lo podríá atravesar.

     

    - Hace el bufón... ¿que otra cosa sino? -dijo la niña.

     

    Entonces Ra surgió desde el suelo con una mano levantada- ¡Estoy bien! -al tiempo que el libro volvía volando hacia las manos de Kira.

     

    - Jo, pues que pena -Seth se cruzó de brazos pareciendo el más serio de todos a excepción del lider.- Ya veis lo que hay, ¿por qué no os vais mejor? -le dijo a los dos vivos sin mostrar ningún resentimientos.

     

    - No seas tan duro con ellos -Cleopatra volvió a dar su presencia- no pasará nada mientras lo que busquen sea conocimeinto. Si intentan robar algún libro... entonces podrás hacer lo que quieras con ellos. -dijo en forma de advertencia y para dejar a Seth contento esperando a que alguno fuera un ladrón para poder darle su merecido.

     

    Kira solo seguía observando en silencio. La verdad era curioso todo esto, pero intuía que estaría mucho tiempo en aquella biblioteca y que se acabarían acostumbrando a su presencia, seguramente hasta se cansarían de gastar bromas en algún momento, pero era comprensible, ser un muerto debía de ser muy aburrido sin poder hacer muchas cosas.

     

    - Entonces... eres un mago blanco o no? -le habló Amon Ra esperando echarlo de aquel lugar si respondía que sí. Kira lo miró con sus fríos ojos grises para luego responderle.

     

    -Eso depende... de que sea para tí la muerte. -susurró- Yo solo soy un seguidor de ella...

     

     

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    @Darius

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  16. Se giró al escuchar que alguien llamaba su atención y vió a aquel chico que parecía ser el bibliotecario. Le sonaba, le había visto en la sala común de Ravenclaw pero él no llevaba bien eso de relacionarse. Se quedó inmóbil escuchándolo hablar, ¿había mencionado muerte? Eso no sería ningún problema para él... Pero prefirió no interrumpirle.

     

    Miró los libros pareciéndole curioso eso de que ellos elegían a quien dar su conocimiento, eso estaba sin duda interesante y por un momento se preguntó también porque su varita lo habría elegido a él, y también... ¿la muerte acechaba también a los objetos? Nunca se lo había planteado antes.

     

    Un fantasma quiso interrumpirles con su presencia, aunque Kira seguía sin inmutarse, ya había visto los fantasmas de las casas. La verdad le parecía curioso como se manifestaban aquí los fantasmas ya que en otras tierras no eran así.

     

    Un ladrido resonó en aquel lugar y, según lo que decía el bibliotecario, era que alguien intentaba robar un libro. Sin duda no parecía tener ningún problema con la seguridad, aunque le hubiera gustado ver que es lo que hacen esos fantasmas para torturar de esa forma a los ladrones.

     

    Un libro le quitó de sus pensamientos cuando este, como un perro volador, llamó su atención en busca de que lo atendieran. Lo cogió entre sus manos leyendo la portada, parecía que era justo lo que él estaba buscando. Lo abrazó contra su pecho para que el libro se calmara al ver que estaba muy emocionado por verlo, tal vez el mismo libro alababa la muerte como él.

     

    Miró la mano que Darius le extendía, ¿esta era la forma de hacer amigos? Y en eso se preguntó... ¿Por qué la muerte quiso que conociera a este chico? Pronto lo sabría si era para algo importante, así que dejándose llevar tomó su mano mientras con la otra sostenía el libro. Él parecía educado asi que también debía ser respetuoso. No parecía ser como las demás personas que había visto.

     

    - Kira...

     

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    @Darius

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  17. Kira caminaba por aquel callejón nuevamente. Seguía sin acostumbrarse a tanta gente, aunque no era muy distinto de las ciudades de su tierra natal. Por suerte su condición de demonio le ayudaba a resistir el calor mejor que otros, era capaz de resistir tanto el frío como el calor por lo que eso no era algo que le hubiera perjudicado alguna vez.

     

    Sus pies pararon de caminar cuando su mirada se dijó en la forma de un ojo que adornaba una puerta. Lo reconocía, en uno de sus múltiples viajes por Europa había visto ese ojo. Eso le hizo recordar a aquella chica que le estuvo acompañando y no pudo evitar tener curiosidad por que le habría pasado, ¿seguiría con vida? ¿estaría ahí? No perdía nada por ir a mirar.

     

    Entró por aquellas puertas y parecía que por un momento había vuelto a viajar a aquellas tierras desiertas. Allí encontró un par de cosas, miró la pirámide la cual parecía un local con toda la comida típida, aquello no le llamó mucho la atención, pero lo que sí le sorprendió fue lo que habría dentro de la otra estructura.

     

    No se consideraba una 'rata de biblioteca' como solían decirle ya que era de aquellos que le gustaba ver más el mundo con sus propios ojos. Pero debía de admitir que aquello era fascinante y parecía como si estuviera en la biblioteca de Alejandría. Sin duda era el lugar perfecto que buscaba, aquí no había gente, se respiraba el silencio que a él le agradaba y sin duda allí podría encontrar lo que andaba buscando: más conocimiento.

     

    Pasó por el lado de los libros ojeándolos para ver si había alguno en especial que le llamara su atención, quería saber más sobre magia para saber utilizar su varita. ¿Habría alguna magia que tratara sobre la muerte? Aunque sonaba a que eso sería para personas más abanzadas.

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  18. - Oye tu...

     

    Kira se dio la vuelta mirando a aquel sugeto que había llamado la atención que, como él, se oscultaba entre las sombras hasta el momento. Era un drow, su piel era negra y su pelo blanco, y no parecía tener muy buenas intenciones portando aquella espada.

     

    Kira se le quedó mirando, esperando a que le dijera algo de porqué llamó su atención. Pero entonces este silvó alertando a todos los que se encontraban en el bosque y luego de segundos de que el silvido cesara, arañas, unas más grandes que otras, comenzaron a surgier de entre las sombras. No solo para atacar a Kira sino también al grupo que estaba más atrás.

     

    - He visto la escena de antes... ¿Es que no pensabas ayudar a tu compañero? -Seguía sin entender bien el ingles, el idioma era algo que aun le costaba, pero aunque no entendió bien la primera frase si pudo descifrar la segunda.

     

    - No soy quien para meterme en medio del juego de la Muerte. -le contestó con su rostro sin expresión a pesar de estar rodeado de acromántulas.

     

    - Con que la muerte... -el ser oscuro rió- muy bien, pues ahora jugarás a la muerte con mis amigas.

     

    Kira miró a los lados viendo como varias arañas se acercaban a él, había algo malo... algo muy grave... y es que aun no sabía como utilizar su varita. Mas su instinto de supervivencia estaba alerta, su cuerrpo reaccionaba solo para sobrevivir, por lo que sabía que todavía no era su fin. Tal vez la muerte lo ponía a prueba...

     

    Mientras las otras arañas también iba contra sus compañeros, él se defendía con una gran velocidad inhumana esquivó a una araña que se avalanzó sobre él y pateó a otra lanzándola contra el drow, espete pareció mosquearse bastante por caer al suelo.

     

    El problema es que eran demasiadas y no llegó a tiempo de esquivar una que se le abalanzó desde atrás tirándolo al suelo, pero esta vez él cayó sobre un terreno empinado y cayó rodando logrando al menos librarse de aquella araña.

     

    Intentaba parar de rodar, pero era dificil consguir un punto de apoyo que lo ayudase para eso. Sin darse cuenta, cayó por un agujero que estaba en el suelo y esta vez cayó con más brusquedaz precipitándose de bruces contra el suelo.

     

    Soltó un quegido por aquel golpe que lo aturdió momentaneamente, pero logró mantenerse consciente, y menos mal, porque cuando levantó la mirada descubrió que se encontraba en una zona del bosque que estaba cubierta por completo de telarañas y varios ojos múltiples de color rojo lo acechaban.

     

    Sin duda había acabado en el peor de ls sitios.

     

    Tenía que escapar de allí de alguna manera, pero todo parecía cubierto de telarañas y árboles estrategicamente para que la presa que cayera en aquella trampa no pudiera escapar. Las arañas se acercaban cada vez más a él, ¿sería de verdad este el fin? ¿La muerte quería que su vida acabara aquí?

     

    Si de verdad fuera así lo aceptaría, pero entonces un leve destello se hizo notar, justo donde había una pequeña salida escondida. Seguramente aquel destello fue provocado por la luna al chocar su luz con algo. La muerte quería jugar con su engendro...

     

    Kira se levantó y esquivando a cuantas arañas como pudo comenzó a correr hacia aquella dirección. El problema es que eran demasiadas arañas, pudo librarse de bastantes esquivándolas y dándoles patadas, pero algunas consiguieron clavarle sus colmillos.

     

    Se libró a puñetazos de las que tení encima, pero en un momento tropezó con una rama y estando justo al borde de la salida cayó al suelo nuevamente. Abrió los ojos totalmente rojos por aquella adrenalina y por sentir aquel veneno que se incrustaba en su cuerpo.

     

    Entonces descubrió aquel objeto que le había indicado la salida con su tenue brillo, era un guardapelos, una de las reliquias de los fundadores aunque eso él no lo sabía. Sintió como las arañas estaban bajo sus pies a punto de comerlo, asi que rápidamente cogió aquel objeto y se deslizó por aquella salida.

     

    De nuevo estaba en una cuesta empinada y sintiendo como sus fuerzas menguaban, se deslizó por aquella pendiente logrando alejarse de aquel nido. Cuando llegó al fin al suelo, a un pequeño claro, de nuevo su cara chocó contra el suelo. Su cuerpo no lo sentía, tenía mordeduras por todas partes, parecía que este sería su fin en cuanto el veneno lo consumiera por completo el cual hacía que se retorciera de dolor.

     

    - Shi... watashi ga dekimasu anata ni ka? -susurró en japonés, su idioma natal.

  19. La sensación de la presencia de la muerte era muy abrumadora para mucho, a los demás hacían que sus cuerpos temblaran, o que quedaran literalmente petrificados, o que salieran corriendo... había muchas opciones. Él solo tenía clara una cosa... Cuando la Muerte estaba cerca es cuando los demás mostraban lo que de verdad eran... y la mayoría eran capaces de avandonras a otra gente a su suerte solo para tener la esperanza de salvarse ellos.

     

    Kira respiró hondo cerrando un momento los ojos, sintiendo como la muerte rondaba por aquel bosque, en busca de una presa o simplemente... divirtiéndose. Le gustaba sentir aquella sensación de peligro, era la sensación a la que estaba habituado a vivir, y curiosamente... se sentía seguro.

     

    Abrió los ojos de golpe, su ojo izquierdo por un momento se había vuelto rojo, pero en un pestañeo volvió a su gris natural. Por algun extraño motivo no siempre podía controlar el color de su ojo izquierdo, pero tampoco era algo que le molestase.

     

    Sentía todas las almas que había a su alrededor, el bosque era oscuro y casi parecía que se había uno con las sombras, era la primera vez que sentía la soledad de un bosque y no la multitud de una ciudad, y eso le gustaba bastante.

     

    Miró a un lado, y observó entonces como un caballo se acercaba a él. Podía notar su aura oscura, no era un caballo normal, aunque simulaba ser manso e incluso incitaba a que montase sobre él. Era un caballo precioso que parecía solo quería tener un poco de atención. Pero Kira pasó de él y el animial fue a buscar al otro chico, o tal vez otra persona que se encontrase.

     

    Kira paró de caminar y se giró, viendo hacia donde iba el caballo. Hay veces... que a la muerte le gusta jugar.

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  20. Caminó por aquel Callejón habitado de gente... demasiada gente. Aunque un poco le recordaba a las calles de su tierra natal, con la diferencia de que la calle no era tan estrecha y la gente no chocaba constantemente con otra para poder llegar a su destino. Sin duda le estaba costando habituarse a aquel lugar tan distinto al suyo.

     

    Desde que llegó todo había sido muy extraño, desde el registro hasta las casas. Pero todavía no comprendía porque le habían dado aquel palo de un árbol. Según le habían explicado, o lo que él había logrado entender más bien, ya que el poco inglés que sabía era gracias a las frases que decía su madre, es que era un arma. Creyó escuchar mal... ¿como un palo tan frágil puede considerarse un arma? Fue cuando vió a unos chicos en la calle usar magia para presumir de sus habilidades que entendió.

     

    Por un momento se preguntó si él podría hacer eso. Nunca lo había intentado. Su madre era lo que aquí al parecer llamaban "muggle" pero su padre era todo un misterio para él y con un poco de suerte pudo heredar ese poder además de la raza.

     

    Sus pies se detuvieron cuando sus ojos grises detectaron un lugar que le resultó llamativo por lo que estaba pensando en ese momento. Era una tienda donde mostraban en el escaparete varias varitas como la suyas, todas muy decoradas con piedras y de distintos colores. Tal vez ahí podría buscar información sobre la suya.

     

    Abrió la puerta y entró a aquel lugar vacío de gente y disfrutó aquella sensación de vacío y soledad, cosa de la que estaba mejor acostumbrado. Sus ojos casi sin vida miraron aquel lugar y dio unos pasos hacia delante esperando que le atendieran. Si es que alguien se dignaba a venir.

  21. - Link al tópico de su ficha de personaje: Kira

    2.- Link de las bóvedas de negocios que posea el personaje: --

    3.- Link del tópico de registro de sus familias:
    Familia N° 1: Familia Evans McGonagall

    Familia N° 2: Familia Rambaldi

    4.- Link a las bóvedas de sus familias:
    Bóveda Familia N° 1: Bóveda Familia Evans McGonagall
    Bóveda Familia N° 2:Bóveda 101420 Familia Rambaldi

     

    Saldo en bóveda previo a la Migración 2021: 35940 G

  22. Nombre: Kira
    Ficha de personaje: http://www.harrylatino.org/topic/108602-ficha-de-kira/
    Bóveda personal: aun en proceso
    ¿Qué parentesco quieres tener? ¿Con quien?: Hija adoptiva de @Kyttara Gryffindor R
    ¿Quieres que la Rambaldi sea tu familia sanguínea o adoptiva? Adoptiva
    Bando: Neutral
    Link a tu cuenta en Facebook (*): https://www.facebook.com/

     

    Espero que vaya todo correcto y que nos veamos en la casa pronto! o/

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