Agnes Lynn

Si no hubiese estado cerca de la puerta probablemente no la hubiera visto. Scavenger estaba mirando unas plantas para preparar una poción cuando vio de reojo moverse a alguien; entre todo el movimiento, era bueno encontrar a alguien que estuviera sola. Grata fue su sorpresa cuando la duela de esa cabellera castaña resulto ser @JunnyCo, la chica miraba intensamente el menú de una pared. Muy intensamente, de hecho, como si tratara de no mirar algo más.

Se acercó a ella para saludarla.

— Um, ¿Junny? — dijo la morena suavemente, no queriendo asustar a la chica — Hola, ¿qué te trae por aquí?

Era bueno poder encontrar a alguien con quien hablar, y el olor del lugar le decía que había suficiente te como para tomar con ella, sólo había que localizar a Noah para que le dijera de dónde sacarlo o algo así. Junny la miró con un poco de nerviosismo, y Scavenger recordó que aunque la chica era amiga de algunos de sus hermanos, no estaba tan acostumbrada a lo confianzudos que podían ser los Lockhart de vez en cuando. Usando su mejor sonrisa, le preguntó.

— Oye, ya que estás aquí, ¿No quieres tomarte una taza de te conmigo? Te ves un poco nerviosa, ya ves como el té va a hacerte sentir mejor, no te preocupes. Sólo tenemos que buscar a Noah para que nos ayude a servirnos.

Dicho eso, se giró hacia el local y empezó a buscar entre la gente a la rubia cabellera de su hermano, o de alguien más que pudiera atenderlas.

Pareciera que siempre terminaba en los mismos lugares; el callejón ofrecía un sin fin de actividades y pasatiempos, pero por alguna razón u otra, ella siempre terminaba en algún negocio familiar. La sangre llama a la sangre, pensó cuando entro al local y vio un par de caras muy familiares.

Le dio gusto ver que había gente en el local, porque significaba que el negocio estaba funcionando y el ver a su familia tener éxito la alegraba. Scavenger era muy hábil en la cocina -y un poco de esa habilidad se transfería a las pociones, la bruja se distrajo fácilmente contemplando los muchos estantes llenos de plantas y semillas, algunas de ellas no nativas de Europa y muy difíciles de conseguir.

Lo único malo de la gente que llenaba el lugar era que, como buenos anfitriones, sus hermanos, madre y sobrina estaban ocupados atendiendo a los diferentes clientes que había en el lugar, la morena vio pasar a Noah con una taza de té en las manos -y aunque el lugar no mencionaba nada de tes- no pudo evitar sonreír, ya que su hermano haría lo que fuera para satisfacer a sus clientes.

Sin querer estorbar, la bruja se movió hacia el mostrador examinando cada planta detalladamente. Los Lockhart eran buenísimos cuando se trataba de cuidar cosas, así que estaba segura que estas plantas no sólo estarían en perfecta condición, sino que serían muy útiles para cualquier hechizo. Se hizo una nota mental de regresar al lugar si alguna vez tenía que hacer una poción.

— Tanta gente aquí y yo no quiero interrumpir, — musita, consciente de que a distancia probablemente parecería que le hablaba a las plantas, su costumbre de hablar sola siempre delatándola. — ¿A ver, a cuánta gente de aquí conozco?

La morena se dispuso a recorrer el locar y buscar plantas bonitas, en espera de que alguien se desocupara lo suficiente como para saludarlos.

— Lumos, — susurró, y una luz se extendió a su alrededor iluminándole el camino hacia el árbol. Grata fue su sorpresa al encontrarse a su madre, @ ahí, mirando hacia ella con curiosidad. La morena corrió a saludarla.

Hola, buenas tardes.

Vengo a solicitar mi segundo conocimiento, debido a que ya aprobé el EXTASIS, va a ser "Encantamientos"

Gracias

¡Buenas noches a todos!

Según mis calculos, @@Apolo Granger, me faltaban cinco imágenes para llegar a las 20. Paso a dejarlas, para que no se me quede la espinita de que me faltó algo:

16.

17.

18.

19.

20.

Pues ahí están. Que tengan un buen día todos

Hola, buenas noches a quien lo lea

Paso a pedir que se añada a mi ficha el conocimiento de Defensa Contra las Artes Oscuras, como indicado en el post anterior, ya que me he aprobado el TIMO.

Gracias, de antemano!

¡Buenos días a todos! (o tardes, dependiendo de donde se encuentren en estos momentos)

Vengo a dejar el siguiente grupo de imágenes para mi tarea, y lo que falta lo tendré que postear hasta mañana, ya que el trabajo me acosa y me roba de mi precioso tiempo.

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10.

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13.

14.

15.

Espero que estén bien.

Buen día

Saludos!

Paso a dejar el inicio de mi tarea 1) porque no tengo casi nada de imágenes guardadas en esta computadora así que sólo he podido sacar estas cinco y 2) para asegurarme que voy por el camino correcto.

1.

2.

3.

4.

5.

Pues ahí están. Corro ahora a descargarme más imágenes, de Tumblr o de donde sea que saca la juventud de estos días imagenes cool y así.

Buenas tardes

Muy buena explicación, todo paso por paso.

Vengo a dejar la tarea.

TAREA 1

TAREA 2

Imagen 1

Imagen 2

Imagen 3

¿PSD o TIFF?

Debo admitir que es la primera vez que veo el formato .TIFF, así que no sé mucho cómo funciona. Siempre acostumbro ser bien específica con el nombre a la hora de guardar mis archivos, para que no se me vaya a perder uno, pero puedo ir intentado el .TIFF de poco a poco a ver si me convence.

¡Saludos a todos!

asd

Yo he tenido instalado el Photoshop desde hace un buen, pero nunca me había dignado a usarlo como se debe. Me encantaría formar parte de la clase. No nos conocemos, pero que manera más interesante de empezar a hacer amigos.

Ya tengo todas las herramientas, así que nada más estoy al pendiente de si soy aceptada y a empezar a hacer tareas

No fue sorprendida por la resolución de Luna, a fin de cuentas la mujer era parte de la orden por algo, y se notaba en su valentía y su sentido de responsabilidad con sus compañeros. Era un gesto muy significante, que estuviese dispuesta a resguardar el lugar mientras los aspirantes escapaban.

Poco a poco, más miembros iban expresando sus preocupaciones e ideas acerca de cómo debían proceder ante el ataque inminente. En lo único que estaban de acuerdo, era que tenían que deshacerse de tanta evidencia de la orden pudieran. Para muchos de ellos, la Madriguera era un segundo hogar que habían llenado de recuerdos, de cosas que además de tener un gran valor emocional, podrían ser fácilmente usadas en su contra. Ante este pensamiento, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, y pudo entender un poco el razonamiento de la vampira. Les estaban pidiendo que abandonaran su hogar, ahora entendía por que la resistencia.

El comentario de Junny la sacó de sus pensamientos, al parecer el peligro estaba más cerca de lo que ellos se imaginaban. Instintivamente lanzó una mirada hacia Madeleine, la bruja siempre estaba preparada para enfrentar cualquier ataque, una muestra de ello el chivatoscopio que sostenía en la mano para que todos lo vieran. El mensaje era claro, tenían muy poco tiempo. Sin detenerse a pensar, Scavenger empuñó su varita y se dirigió hacia las escaleras. Tenía que asegurarse que no hubiese nadie más en los pisos de arriba, tenían que saber que no estaban seguros.

— No tenemos tiempo que perder, voy a buscar a la gente arriba...— fue interrumpida por un ruido en el jardín. Todos en la sala se paralizaron por un segundo, y al igual que ella, empuñaron la varita en alto. El ataque había llegado sin darles oportunidad alguna de prepararse contra él. Miró a su alrededor y pudo ver en las caras de sus compañeros que todos estaban preocupados, pero ninguno hizo el intento de escapar, de desaparecer.

Si iban a pelear contra los mortífagos, lo harían juntos. Eso la reconfortaba. Miró hacia la ventana, deseando con todo su ser que no fuese nada, pero sabiendo también que la pelea era inminente.

La gente seguía llegando al castillo. Eso no era sorprendente, por lo que había alcanzado a percibir acerca de su madre en el corto tiempo que llevaba en Londres, era una bruja querida y respetada por muchos, no sólo en su propia familia. Sin embargo, ver a toda la gente que se concentraba en el lugar la puso un poco nostálgica.

Creciendo, siempre había tenido alguien con quien hablar y apoyo cuando lo necesitaba. Pero el ver la convivencia de toda esa gente, la confianza y el respeto le hacían preguntarse que tan diferente sería su vida si hubiese contado con el apoyo desde antes. Con una sonrisa, se dijo a sí misma que no importaba. Estaba aquí ahora.

Miró con atención como su madre descendía hacía el jardín, de verdad fue todo un milagro que hayan podido instalar todo esto sin que ella se diera cuenta. Todo el jardín explotó en aplausos y gritos, deseándole feliz cumpleaños. La morena no se quedó atrás, con un aplauso y gritos se unió a la cacofonía de felicitaciones que llenaban el lugar.

— ¡Feliz cumpleaños!

Tenía mucha gente que saludar antes que ella, pero ansiaba poder desearle feliz cumpleaños a su madre. Y agradecerle, por haberla tomado en su casa al llegar eta a Londres, y por la amabilidad y cariño que le había mostrado. Sabiendo que ya llegaría su turno, Scavenger se dedicó a caminar por hacia el circo. Quería ver los animales más de cerca.

Al parecer no había días tranquilos en la Madriguera. Ella había llegado a la vieja casa para pasar un tiempo con sus compañeros de orden, y durante unas horas todo fue tranquilo. Una de sus cosas favoritas era escuchar a Luna y a sus historias, a veces se le olvidaba que la orden estaba compuesta por personas y que como todas, tenían sus manías y locuras. El recordatorio era gratificante.

Fue a la mitad de una de estas historias que la morena vio entrar a Madeleine, inmediatamente sintió su estómago encogerse. De algún modo la bruja siempre estaba presente cuando algo salía mal. Por la expresión en su cara, pudo adivinar que lo que sea que estuviese pasando era lo suficientemente malo como para preocuparla.

Algo que nunca dejaría de sorprenderla era lo rápido que todos los presentes podían pasar a un estado de alerta constante. Por un momento se preguntó si el ser parte de la orden significaba eso, el tener que estar cuidándose las espaldas siempre, el tener que estar lista para pelear en un pestañeo. Con mucha atención escuchó las palabras de la castaña, quien fue breve pero concisa. Estaban todos en peligro.

Justo en ese momento su hermana Patri cruzó la puerta, con la varita en alto les informó que no había nadie afuera... aún, pensó la morena.

— Si han descubierto el lugar, tenemos que irnos de aquí, — sugirió. En cualquier momento podían ser atacados, y cada minuto que pasaban en la Madriguera era más peligroso que el anterior. Mirando a las personas a su alrededor, varios de sus compañeros aspirantes como ella, notó que todos tenían un semblante preocupado, pero todos estaban alerta. Las galletas que tanto habían disfrutado antes ahora yacían a sus lados sin que nadie les prestara atención.

— Si este lugar no es seguro, — continuó Scavenger — tenemos que deshacernos de todo lo que pueda darles información acerca de la orden. ¿Qué hay aquí que ellos puedan usar en contra nuestra?

No conocía mucho la Madriguera, pero estaba segura que si alguien buscaba lo suficiente podría encontrar cosas que los delatarían a todos como miembros -o aspirantes, en su caso- de la orden.

La gente iba llegando a la casa, lo cual era perfecto porque ya casi todo estaba listo. Después de saludar a un par de sus hermanos y sobrinos, Scavenger se dispuso a salir a ayudar a poner los últimos toques en la decoración.

Cuando iba de salida, se topó con su hermana Patri, quien iba casi arrastrando a una chica detrás de ella. A esa la había visto ya en la Madriguera, así que no era una completa desconocida, pero era claro que la pobrecita se sentía fuera de lugar entre toda esa gente.

Hola, Jun. Que gusto conocerte al fin, le dijo con un guiño. Yo también soy relativamente nueva en este lugar, pero ya verás como pronto te sentirás como en casa añadió, señalando a su familia, que siempre la había hecho sentir cómoda y feliz de llamar al castillo su hogar.

Después de presentarla, y después de que algunos habían ido a cambiarse, solo quedaba afinar detalles y esperar a la festejada. La morena salió de la cocina para ayudar a su hermano Noah a terminar de decorar. El jardín se veía casi irreconocible, lleno de dulces y colores. Los animales del circo eran el toque final, el castillo rebosaba de magia. La bruja no pudo detener una sonrisa, esperaba que a su madre le gustara.

@@Noah Lockhart @@Alexander Fox @@Patri Gryffindor L @ @ @@Bodrik

Después de mucho ajetreo, al fin pudo llegar a la casa. Flotando detrás de ella venía una caja de un considerable tamaño, tambaleándose por el peso. Con mucho cuidado de no toparse con algún invitado o su propia madre, se hizo camino hasta la cocina.

Grata fue su sorpresa al ver a sus hermanos y sobrina en el lugar. Justo a ellos estaba buscando.

— Hey, Bo. Aquí tengo el pastel. Traerlo desde el Cacao Café fue un poquitín complicado, pero aquí esta. No sé si quieras ponerlo allá afuera de una vez o esperar a que pase un poco de tiempo. Creo que si lo dejamos allá afuera la gente se lo podría empezar a comer.

Justo en eso reparo en la otra presencia en la cocina, una que ya había visto en sus tiempos en la Madriguera y paseándose por el callejón. Con una sonrisa saludó a la mujer, que con mucho carino se ofrecía a ayudarles a terminar de decorar todo.

— Creo que ya con el pastel terminamos, Luna. Ahora nos queda lo mejor, esperar a los invitados y por supuesto, disfrutar.

Acto seguido, caminó hacia la caja gigante que traía con ella y con un movimiento de su varita, abrió la caja, dejando entrever el pastel que la gente del Cacao Café había preparado para su querida dueña. Era un pastel muy grande, con varios pisos y por supuesto, lleno de chocolate por todos lados.

http://i.picresize.com/images/2017/09/13/5cET4.jpg

— Creo que con esto será suficiente para todos, — continuó la morena. — Ahora a esperar a la gente.

Había sido una mañana ocupada hasta ahorita. No sólo había ayudado con la decoración del castillo Lockhart, ahora se encontraba caminando rápidamente por el callejón Diagon. Usualmente se tomaba su tiempo para apreciar a la gente y los locales, pero en este momento sólo tenía un objetivo en la mente: recoger un pastel de chocolate para la fiesta de su amada madre.

Con una sonrisa, visualizó el nombre del local que buscaba. Los amplios ventanales mostraban una gran cantidad de chocolates. La bruja entró al establecimiento, con un leve gesto dio los buenos días a los comensales que ya se encontraban en el lugar. No tenía tiempo para charlar, pero eso no significaba que tenía que ser grosera con las personas que disfrutaban de las delicias que el lugar ofrecía.

— Hola. Buenos días, — le dijo al encargado, una vez se hubo abierto paso hacia el mostrador. Cuidando que su madre, Cye, no estuviese cerca, agregó — vengo a recoger un... encargo.

Discretamente, le pasó al encargado un papepelito con las especificaciones del pastel que recogería. Tenía que ser de chocolate, porque a Cye le encantaba el chocolate, y tenía que ser grande porque se esperaba mucha gente en la fiesta de los Lockhart. Con un gesto de entendimiento, el responsable de la tienda le pidió que esperara un momento mientras traían el pedido hacia el frente.

Un par de minutos después, el encargado estaba de regreso con una caja gigante.

— Okay. Ehm. Ahora sólo tengo que encontrar una forma de llevar esto hacia el castillo sin que sea muy obvio. Fácil.

Ya se encontraba pensando en la mejor manera de cargar el pastel gigante, cuando el encargado de la tienda le recordó amablemente que el local tenía conexión de red Flu y que podía usarlo para llegar a la mansión Lockhart sin tener que cruzar todo el callejón de regreso.

Sin más preámbulos, la bruja se encaminó hacia la chimenea. No sin antes agradecerle al encargado, y mirando las repisas llenas de chocolate se prometió a sí misma pasarse por el local una vez que no tuviera tanta prisa.

Apenas terminaba de amanecer, pero la casa estaba despierta. Todos de un lado a otro, y por supuesto, si era para celebrar a nada menos que la Matriarca de la familia. Scavenger no era mucho de fiestas, acostumbrada a pasar la tarde en los bosques de Escocia, la idea de un gran número de personas le resultaba difícil de creer. Sin embargo, si la fiesta de su sobrina Bodrik le había demostrado algo, es que en Londres las fiestas eran gigantes.

Prueba del hecho, toda la gente que corría por el castillo preparando cosas. La misma Bo se paseaba por todos los lugares posibles, asegurándose que hasta el más mínimo detalle estuviera perfecto. Ella no podía culparla, por su madre también haría lo que fuese.

Caminando por el comedor, se encontró a su hermano Noah y al pequeño Ezra. La mesa estaba llena de decoraciones que se tenían que acomodar por el castillo. Con un gesto revolvió el cabello del pequeño a modo de saludo, con la otra mano tomó un puño de papel.

—Voy a empezar a pegar estos por el jardín, Noah.

El jardín se veía espectacular. La feria que habian montado era impecable. Era obvio que no se había escatimado en la celebración. En la puerta de la casa, Bodrik se encontraba supervisando los últimos toques de la decoración, y preguntándose qué donde estaba el pastel.

— Madre mía, ¿no hay pastel? Es imposible. Déjame correr al callejón Diagon, tengo que encontar algo que sea igual de bello e importante que mi madre. Tú no te preocupes, Bo. Yo busco algo.

Una vez hubo terminado de pegar todo lo necesario, se dispuso a ir al callejón a buscar un pastel para celebrar a su madre.

Después de un arduo día y cansada a morir, Scavenger caminaba por las calles buscando un lugar donde poder descansar. Había oído por ahí que por esos rumbos existía un lugar donde los aspirantes podían pasar a descansar y conocer gente de la orden.

La idea de socializar sonaba más como una obligación en su estado actual. Lo único que ella quería era un lugar cálido donde recargar las piernas y comer algo. No es que le molestara la gente, es que nunca había tenido mucho experiencia lidiando con ella. Todos en la orden se habían mostrado amables con ella, así que les devolvería la misma cortesía siempre, sin importar lo cansada que estuviera.

De pie frente a la entrada del lugar, podía ver a una pequeña multitud moverse dentro. Un par de caras conocidas saltaban a la vista, lo cual era de entrada un alivio. Con mucha discreción, entró a la taberna y busco una mesa cerca a la pared. Las personas a su alrededor se mostraban todos relajados, y el ambiente en sí era contagioso. Un par de minutos después, un aura de tranquilidad se había asentado en la mente de la bruja.

Después de haber descansado por unos momentos, la morena se levantó de su lugar y caminó hacia la barra. La mesera sirviendo los tragos iba de un lado a otro y sin querer molestarla, esperó hasta que fue notada por la misma. Con un gesto de disculpa, la chica le preguntó qué iba a ordenar.

— Vino, — sin dudar. Siempre bebía vino cuando tenía elección. — rojo. No importa la variedad, sólo que me quite el frío un poco. — La mesera asintió y en menos de un minuto le entregó un vaso lleno de líquido rojo oscuro.

Scavenger tomó el vaso, notando que los dedos le temblaban un poco, seguro por la falta de alimento. Dando un pequeño sorbo al vaso, sintió el familiar ardor en su garganta y la calidez en su estómago. Un buen vino, sin duda. Con el vaso en la mano regresó a su mesa, en cualquier otra situación la cantidad de gente que había en el establecimiento lo habría molestado, pero en ese momento una tranquilidad muy particular transpiraba en el ambiente. Se sentía segura, por primera vez en todo el día.

No importa que tanto la hubiera idealizado en su cabeza, la mansión Lockhart era mil veces más imponente en la vida real que cualquier cosa que se hubiese podido imaginar.

Adentro parecía que estaban todos celebrando, la casa rebosaba de gente. Oh, wow, no me mentían cuando dijeron que esta familia era muy unida, pensó la bruja mientras miraba a todas las personas a su alrededor. Había gente cerca de la piscina, gente caminando por el jardín... y la casa... una casa así de grande podía albergar casi a un ejercito.

Un poco nerviosa, Scavenger empezó a escanear el lugar en busca de gente conocida -que para empezar, no eran muchos. Mientras buscaba rastro de su madre Cye, se percató de la razón por la cuál había tanta gente, la familia estaba de fiesta.

Con temor a interrumpir lo que parecía ser una reunión muy amigable, la morena se acercó a un grupo de personas entre las cuales estaba la festejada (o al menos eso esperaba). — Hola, — dijo, sonriéndo al reconocer entre el grupo a su hermano @@Noah Lockhart — Lamento la interrupción, es que es la primera vez que vengo. Mi nombre es Scavenger, soy hija de @, pero es la primera vez que vengo a Londres y también la primera vez que me paro por estos lares. Había oído que la familia es grande, pero no me imaginé qué tanto. Mucho gusto.

Y luego, dirigiéndose a la cumpleañera.

— Um, no tenía idea que era tu cumpleaños, — Scavenger se sentía muy mal por no tener algo que regalarle a la festejada (@@Bodrik), revolvió sus cosas en busca de algo que pudiera servir, después de un momento sacó una cajita pequeña plateada. — Esto es una de las cosas más valiosas que tengo. Son chocolates que traigo desde Escocia. Con mis mejores deseos.

Con su mejor sonrisa, esperó a que los demás le respondieran.

Hola, necesito añadir mi bóveda familiar, por favor:

Nombre de la Bóveda: Bóveda de Scavenger

Link a la bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/110428-boveda-de-scavenger/

Tramite a realizar: Añadir a la familiar Lockhart

• Registro de familia: http://www.harrylatino.org/topic/75259-familia-lockhart-mm/
• Bóveda familiar: http://www.harrylatino.org/topic/78568-boveda-familia-lockhart

Gracias, de antemano

asd

Hola, vengo a dejar mi petición de aspirante

 

- ¿Eres miembro o aspirante? Si eres miembro, dinos el rango: Aspirante

- Nick: Scavenger

- Nombre Muggle: Scavenger

- Edad: 25 años

- Pais: México

- Fecha de Cumpleaños: Abril 11

¡Mucho Gusto!

Quedé un Hufflepuff y vengo a inscribirme

Espero con ansías poder empezar los cursos