Jeremy Triviani

La voz de Matt desvió la atención del vampiro. Estaba tan concentrado en mirar la puerta que no había visto el castillo en ruinas. Era el gran refrán muggle de “por mirar el árbol no ves el bosque” ¿Era un refrán? No importa, el tema es que el Askar estaba haciendo papelones en su primera visita a ese castillo. ¿Qué iba a pensar la familia que solicitaba los servicios de él? ¿Qué era qué? -Hola, Heli, Matt, Sagitas, Chikes (Lenguaje inclusive xD) –Saludó en general disimulando su tontería con una sonrisa poco convincente. ¿Tuvo resultado? No lo supo ya que la pelea de Helike con Sagitas atrajo todo el interés. Parecía que el amor entre las brujas no era especialmente grande. Eso lo llevó a no guardar la varita como le pidió su director. Tal vez podía llegar a necesitarla en caso que las mujeres decidieron irse a las manos o a las varas, que era casi lo mismo. ¿Sagitas maltrataba a los elfos? Guardó esa jugosa información en su mente para luego contársela a Anne. Estaba seguro que no sabía eso. -Hola Ash –Saludó a la rubita, cuando se sumó al grupo. Recordando la orden de Helike el Askar sacó de su bolsillo unos guantes de piel de dragón color negro y se los puso en sus manos, mientras observaba el castillo en ruinas. ¿En serio no se había dado cuenta del desastre de piedras caídas de la no estructura? El romance con la Gaunt lo tenía muy distraído. -¿Por dónde empezamos? -Preguntó tratando de volver al presente. @@Matt Blackner @ @ @ x2

@@Athena Rouvás Hola xD No se si tengo que hacerlo por acá, Sino lo es pido disculpas porque no tengo idea donde se deja En fin voy al punto... me había anotado como oyente en Historia de la Magia, porque ya tengo ese conocimiento. De todas formas sino se puede, me avisan y no hay drama lo dejo para otro mes xD Gracias.

Jeremy ingreso al local por primera vez. Lo habían abierto hace un tiempo y nunca había tenido la oportunidad de pasarse. ¿Pereza? Un poco, más al saber que el que lo atendería sería el cabrón de Figther. Aunque ya no podía seguir posponiendo el controlar cómo iban las cosas. Así que allí estaba parados sobre sus nuevas botas s. Parado en la puerta mirando su peor pesadilla. La parálisis del miedo que le provocaba el pelinegro se podía ver a simple vista. ¿Porque le pasaba eso? Era normal cuando el mismo hombre tenía la capacidad de poseer a las personas e inundarlas con sus maldades inescrupulosas. Así lo veía Jeremy y es por eso que se andaba con mucho cuidado cuando se cruzaban. Era la segunda vez que tenía la desgracia de coincidir en un mismo lugar. Por suerte podía ver de espalda sobre la barra a Zoella lo que mejoró su humor lo suficiente para acercarse a donde estaba y sentarse en unas de las butacas de madera. Sabía que interrumpía el “momento” pero poco le importó. -¿Como estas, Zoella? -Le dijo mirándola -¿Te gusta el lugar? Evito mirar al pelinegro por el momento. No quería terminar poseído como solía estarlo Rachel en las primeras reuniones de bando. No creía que le quedaría muy bien el lucir un ojo amarillo ni una cara de loco. Prefería estar atento por cualquier cosa, metió con disimulo una de las manos en el bolsillo donde tenía la varita y se preparó para cualquier eventualidad. -¿Qué estás bebiendo? –Continúo preguntando, ahora si levanto la vista y pasándola por su boggart. En algún momento había que enfrentar los miedos -¿Dónde está Selk? –Preguntó al hombre. @ @@Rachel Ravenclaw

Jeremy se había quedado dormido. Siempre le pasaba cuando tenía una noche intensa y sus horas nocturnas habían sido moviditas en el castillo de su novia, tanto era así que prácticamente se había quedado dormido al amanecer. Un error que lo haría saltar de la cama, ducharse a las corridas y salir sin desayunar rumbo al trabajo. Se apareció en las afueras del Ministerio con la esperanza de desayunar una copita de sangre 0 negativo de uno de los carritos callejeros que solía frecuentar siempre que salía a las apuradas. Como era el caso actual. Mientras esperaba su bebida metió la mano en el bolsillo de la chaqueta para sacar los galeones y sus dedos se cerraron sobre la nota de Matt. -¡Demonios! -Exclamó leyendo el papel. Debía volver a Ottery. Pago su bebida y cuando nadie le prestaba atención, se desapareció una vez más. Como nunca había estado en el castillo donde solicitaban ayuda se apareció en las afueras y camino tranquilo hacia la puerta de entrada. No sabía si había timbre o debía hacer algún llamado especial, así que solamente golpeó con fuerza la puerta esperando ser atendido. Instintivamente sacó su varita para tenerla a mano. No es que esperaba un ataque, solo que había aprendido a ser un poco desconfiado en el mundo mágico.

También me vengo a inscribir... pero como Oyente xD Nick: Jeremy Barton. ID: 121222 Conocimiento: Historia de la Magia. Nivel de Magia: 4 Link a la Bóveda: Bóveda de Jeremy Barton Link a la Ficha: Ficha de Jeremy Barton

-¿Qué? ¡No! ¡Zoella! –Protestó el vampiro molesto cuando escucho la campana. Tuvo que soltar a su víctima cuando la Yaxley se puso entre medio separándolos. Era tal la adrenalina del Askar que le costó aguantarse las ganas de rematar a su hermano, más cuando escuchó que dijo que ya lo tenía donde quería. Lo miró con expresión interrogante antes de sonreírle a la Triviani cuando les hizo halagos. -Gracias, lo que pasa es que recién estamos precalentando, lo mejor estaba por pasar -Mintió descaradamente, tomando la toalla para secarse el sudor del pecho. Jeremy se bajó del ring siguiendo a sus compañeros, mientras pensaba las ganas de beber sangre que tenía. Había muchos cuellos apetitosos que le hacían agua la boca de solo mirarlos. Estaba sediento con muchas ganas de secar como una pasa de uva a algún despistado. Se preguntó si podría hacerlo. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el golpe a la pared de su hermano. El aspecto de Racks seguía igual que antes. No estaba volviendo a ser el mismo. Frunció la ceja mirando atento al demonio mientras se disculpaba. -Tranquilo, hermano. ¿Estás bien? -Le preguntó antes de empezar a escuchar a Zoella sobre unos permisos que debían firmar - ¿Esto es legal? Se rió en voz alta mientras negaba con la cabeza para leer los pergaminos con miles de puntos donde decía que el lugar no se hacía responsable de lo que ocurriera pasando aquella puerta. El rubio no dudó un segundo en escribir su firma sobre la línea punteada. Lo que sea que hubiera detrás de la puerta, lo enfrentarían a los golpes. Miro a Zoella sonriendo mientras le devolvía los papeles. -Entramos -Respondió al Ivashkov -¿Estás seguro que estás bien? -Volvió a preguntarle tratando de ocultar su preocupación. No quería que su hermano sufriera algún accidente, menos si no era él, el que lo producía. @@racks1804 @

Jeremy puso los ojos en blanco al escuchar que la castaña lo felicitaba para evitar responderle si podía fumar. Hizo lo que mejor sabía hacer en todo el mundo. No hizo caso, metió la mano el bolsillo de su bermuda donde tenía el monedero de Moke y extrajo un cigarrillos del paquete que tenía dentro, con su respectivo encendedor. Lo encendió y a la primera calada ya sintió que el calor no era tanto, que Hades le caía bien y que podría conquistar el mundo. La llegada de Noah en malas condiciones extrañó al Askar ¿Qué fue lo que había visto su primo? Se acercó a donde estaba el rubio y se sentó a su lado en el suelo, fumando tranquilamente mientras esperaban a los demás. Jugaba con el encendedor mientras los minutos corrían, ya todo parecía estar más tranquilo. Hades no tardó en aparecer con aspecto lastimero. -¿Quieres agua, Ragnarok? -Le preguntó, antes de que Rachel se ocupara de él. El vampiro se encogió de hombros y siguió fumando mientras la profesora se iba a buscar a Zack. Aprovechando ese lapso de tiempo, hizo figuras con el humor del cigarrillo hasta que volvió Rachel para retomar la clase. La voz femenina se fue haciendo más apasionada a medida que profundizaba en la enseñanza que quería darles a los alumnos. Les entrego una especie de disco de madera con grabados junto con un pergamino. Obviamente Jeremy no entendía nada, solo se puso de pie siguiendo a Noah que llevaba la delantera al cruzar la puerta. Según el Lockhart deben tener cuidado con el suelo, y eso fue lo que pasó apenas cruzaron el umbral las baldosas flojas empezaron a resquebrajarse debajo de sus pies, por lo que Jeremy arrastró a su primo del brazo con rapidez para cruzar la habitación. -Por poco… -Comentó mirando hacia atrás donde el piso había caído al vacío. Ya no podían regresar por ese lugar, era evidente que debían seguir adelante. Así que con la varita iluminada de Noah, el Askar observó las inscripciones en las paredes buscando alguna pista. La encontró mientras cruzaban unas columnas medias derruidas. Unas letras brillantes formaban la palabra “Shiquo Liatur” ¿Que significaba? Solo Nibiru lo sabía. -Mira Noah- Dijo mientras empezaba a sumar las letras. Al principio le dio 128, pero no pensaba que había tantas letras así que volvió a hacer las suma que volvió a darle mal con 342. “Virtutem Liberale” Pensó cerrando los ojos. La tranquilidad invadió su cuerpo y los sentidos volvieron a agudizarse. Más tranquilo volvió a sumar las letras terminando con 12, por lo que según las leyes de Rachel sería un 3. Busco lo que significaba el tres en el pergamino. -Noah el siguiente pasillo tiene grandes amenazas, según las leyes de Rachel tendremos…-Volvió a leer el problema para estar seguro- Necesitamos el Hechizo que me adelante a hacer ¡Maldición! -Frustrado el vampiro golpeó la columna del pasillo de donde rápidamente salieron arañas. Muchas arañas venenosas empezaron a brotar de todos lados del largo pasillo que recorrían. La varita del Askar no tardó en empezar a repartir hechizos para todos lados. Lanzaba todo lo que se le ocurría antes de que las malditas arañas los picaran. -¡Incendia! -De la varita del rubio salieron llamas que quemaron a muchas de las arañas pero aún había más que tomaban el lugar de las muertas -¡Corre! -Grito poniéndose en movimiento con el Lockharts pisándole los talones. Cruzaron el pasillo hasta dar con una puerta que estaba plagado de los arácnidos impidiéndoles el paso -¡Confringo! La puerta estalló en mil pedazos junto con los bichos, por lo que ambos magos pudieron traspasar el umbral sin recibir ningún daño. Rachel estaba parada allí esperándolos como si siempre hubiera sabido que lo lograrían. -Debes tomar mi clase, Rachel, así puedo devolverte el favor ¡Que calor, jo.der!-Le dijo casi sin aliento mirándola ceñudo. ¿Porque siempre le complicaba la existencia? @@Rachel Ravenclaw @@Noah Lockhart

Pantrisia y Rambaldo - Elfos domesticos de Jeremy Pantrisia estaba prendiéndole la primera velita del día junto a la foto de Babette. Un ritual que hacia todos los días desde el extraño fallecimiento de su amada. Los rumores decían que se había suicidado loca de amor por ella, pero la elfina no lo creía posible. Lo único que había quedado de ese amor, era una elfina bebe que dormía en su cunita arropada como una santa. Baby Babette sería como su difunta madre, si Nibiru lo permitía. -Ke te amo por si ni estas comigooo- Aulló al retrato que tenía enfrente mientras lágrimas bañaban sus ojos y se derramaban por sus mejillas. Un ruido desde la cuna del bebé le hizo darse cuenta que debía prepararle la mamadera. Ella le ponía una mezcla de yemas de huevo con leche hervida, harina y un poco de aceite para que no doliera cuando saliera del cuerpo de la chiquitina. Empezó a correr memorizando las cantidades antes de que se le olviden. Es que la mente de la elfina era muy dispersa. Fue eso lo que paso cuando escucho a Samas hablando con un brujito. Los pequeños ojos verdes de Pantrisia se fijaron en el chico. ¿A quién se parecía? Ya se había olvidado de la leche de la pequeña y ahora estaba concentrada en el castañito que caminaba por el pasillo. -¡Pilegroooo! Pilegrooo! -Le chilló con su voz aguda que perforaba tímpanos - Los Askar catatumbas meses encerrados ¡Aiudaa! ¡Aiudaa! -Estiro el pantalón de Callum buscando que le prestara atención, mientras reia y lloraba al mismo tiempo. Su estado mental era muy delicado. Un loco se ofendería si lo compararan con la elfina, no por ser un elfo, sino porque llamarla loca era algo muy leve. -No regreson ¡Aiuuuda! -Siguió chillando antes de desmayarse a los pies del castaño. -¡Señorito, Callum! -Dijo con su voz finita Rambaldo que aparecía corriendo en esos momentos, era el elfo personal de Jeremy - ¡Disculpe! Pantrisia no tiene un buen día, señorito –continuó mientras trataba de levantar a la elfina con sus cortos brazos para llevársela arrastrando -Su hermano y la familia ingresaron a las Catacumbas hace meses, y no volvieron a salir, señorito -Los ojos de Rambaldo se llenaron de lágrimas emotivas - ¿Puede traer a Jemy de regreso? ¡Por favor! Le prometo que iré a la Triviani un mes si es necesario. Rambaldo odiaba el castillo Triviani. Un lugar terrorífico donde los Chuck (elfos familiares que eran sanguinarios) vivían golpeándolo todo el tiempo, no es que hiciera las cosas mal, es que les molestaba que existiera. @

El rubio sentía que su cuerpo empezaba a sudar a medida que esquivaba el terremoto de golpes que su hermano intentaba darle. A simple vista el oponente no parecía racks con los pelos negros y los ojos dorados, pero lo era. El Ivashkov estaba controlado por su demonio, el cual parecía que salía a la superficie cuando le venía en gana, metiendo en problemas al chico, ya que Jeremy pensaba darle duro de todas formas, sin piedad. La barriga del Askar sintió el golpe, y aunque retrocedió levantando los brazos en forma defensiva, agradeció cuando la campana sonó y tuvieron un momento de descanso. Ese tiempo le servía para replantearse la estrategia para que racks muerda la lona. En la punta del cuadrilátero aprovechó para quitarse con los dientes uno de los guantes para poder tomar la botella y beber un trago de agua, mientras observaba que Zoella había aparecido anotando cosas en una planilla. -¡Hey, Zoe! ¿Estás anotando nuestros puntos o estás haciendo dibujitos hot? -Bromeó mientras vaciaba el agua de la botella en su pelo para refrescarse. La campana volvió a sonar, antes de lo que esperaba, se colocó rápidamente el guante y volvió a encarar a su hermano. Podía notar que tanto su pelo como uno de sus ojos estaban dispares mostrando la dos personas que convivían en un mismo cuerpo. Lanzó un golpe a su costado esperando darle... pero falló por muy poco y recibió a cambio un trompazo en su rostro, haciendo que la sangre de su nariz volará salpicando el suelo. Retrocedió instintivamente, mientras se limpiaba con el dorso de la mano los restos sangrantes del rostro. Estaba tratando de mantener el control todo lo que podía, aunque estaba perdiendo un poco la batalla. Jeremy no se tomaba bien que lo hicieran sangrar. Uso su velocidad vampírica para acercarse y asestar un golpe que iba para la cara del chico. ¿Porque no más violencia? El vampiro agarro en llave con los brazos al chico tirándolo al suelo. ¿Era falta? Ya lo vería. @ @racks1804

Un sonido sordo se escuchó cuando Jeremy apareció en el Callejón Diagon. Había quedado con su hermano Racks en dar un paseo para compartir tiempo juntos. Tenían que fortalecer el vínculo que los unía como familiares. La reunión en La Encantada había ayudado a ambos magos a tener mejor relación, pero nunca estaba de más seguir aquel camino que allí habían empezado a desarrollar. ¿Que unía más que una pelea? Nada. Así que esa era la idea. Visitar el nuevo local de Zoella, y darse de madres hasta caer rendidos. -Ya te había perdido de vista -Lo saludó con una palmada en la espalda - Claro, entremos. Veamos qué esconden estas paredes. El lugar era amplio y cómodo. Se veía los ring con personas dándose duro. El espíritu competitivo se encendió en el vampiro al escuchar a su hermano preguntándole que quería hacer. Se rió alto poniendo una mueca de maldad en su rostro. -Peleemos hermano. Muéstrame que tienes para dar -Le dijo con entusiasmo, mientras se acercaban a un ring para prepararse. Se quitó la chaqueta de cuero y la remera dejando sus musculosos brazos y pecho a la vista. Los tatuajes negros muggles contrarrestaban con su pálida piel. La marca tenebrosa en su antebrazo estaba solo a la vista de los integrantes del bando. Los demás solo veían el número 1001 junto con letras rúnicas. Se colocó unos guantes color azul en sus manos para que amortiguaran sus golpes. -Lo haremos si ¿Estás listo? -Preguntó el vampiro viendo el completo cambio del Ivashkov. ¿Qué le pasaba? Frunció la ceja sintiendo el peligro que empezaba a sobrevolar el aire. Sería una pelea muy interesante. Sin varitas mágicas de por medio, pero con mucha violencia que no estaría contenida. Un vampiro contra un demonio. Solo sus habilidades podrían ayudarlos a intentar superar sus fuerzas. Se subió al cuadrilátero mientras el peliblanco hacia lo mismo frente a él -Suerte -Exclamó antes de notar la postura defensiva de su hermano -No quiero quejas luego ¿De acuerdo? Jeremy atacó con fuerza apenas conteniéndose. Su brazo derecho fue directo al rostro del demonio, y aunque chocó con sus brazos protegiéndolo, aprovechó el brazo izquierdo para golpearlo en el pecho. Luego retrocedió dos pasos en postura de defensa con los brazos levantados. La adrenalina empezaba a recorrer el cuerpo del vampiro. @@racks1804 (Jo.der con la mención xD)

Hola, dejo la planilla Gracias. Planilla de Compra​s Normales para Personajes: ID: 121222 Nick: Jeremy Barton Link a la Bóveda Trastero: Bóveda N°111459 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda N°110739 Fecha: 2018-06-15 Objeto: Pensadero. Puntos: 40. Precio: 2000 G. Objeto: Espejos Comunicadores. Puntos: 40. Precio: 2000 G. Total de puntos: 80. Total de Galeones: 4000 G.

El mago ingreso al bonito lugar sin prestar atención a la decoración, realmente su cabeza estaba en otras cosas. Después de mucho tiempo por fin había llegado el momento de volver a juntarse con su lejana hermana. Parecía que el rubio no tenía suerte con sus familiares, todos sus hermanos se iban de viaje abandonándolo por uno u otro motivo. Generalmente luego de una fuerte pelea, como era el caso actual con Irina. Después de mucho pensarlo, había escrito una nota con una invitación al reencuentro. Buscó con la mirada donde estaba la mujer y no le costó reconocerla. Su hermana era una bruja llamativa. Se acercó a la mesa donde estaba, frunciendo el cejo por todas las cosas que quería gritarle, aunque no en público. Eso se vería muy mal de su parte. Contó hasta mil y uno para mantener la calma. -Bueno… aquí estamos después de tanto tiempo…- Su tono era el de alguien molesto, no respondió el saludo solo se sentó frente a la mujer- Podrías haberte tomado el lujo de mandar una lechuza ¿No? - Observó la comida e hizo señas al mesero - La especialidad de la casa para dos, por favor- Le dijo sin preguntarle a Irina si quería eso o no. El Askar estaba demostrando su falta de tacto para mantener una conversación dentro de los límites cordiales. Miró de forma desafiante manteniendo la mirada de la bruja. Parecía que las cosas no iban a llegar a ningún lado bueno, pero debía intentarlo. Irina era parte de su pasado y le gustara o no, compartían una relación familiar, que el tiempo no había borrado. - Te cite para verte ¿Acaso no tengo derecho a saber si sigues viva o no? -La voz afilada del mago no tenía ningún rastro de piedad - ¿Qué hiciste en este tiempo? ¿Tienes algún bastardo que deba conocer? @@irina selene

El vampiro no se esperaba que la Ivashkova se dejara impactar por su hechizo. Se quedó más que sorprendido mientras que la risa de la mujer invadiera cada rincón del silencioso lugar. Era extraño y espeluznante el sonido alegre que parecía fuera de lugar dentro de los melancólicos muros de la abadía. Sin embargo ni ese hecho demoró un segundo de más a la duelista que respondió con la precisión de un reloj. El Askar sintió un dolor agudo en su pecho desnudo cuando la túnica se transformó en una avispa de mar que le inyectó veneno con su roce. El dolor no era nada comparado al saber que la ponzoña del bicho se expandía por sus venas. Tenía tiempo de quitárselo de encima ¿Lo tenía? Solo el dios de los magos lo sabía y velaria por su bienestar. -Morphos -Dijo haciendo que su propia vestimenta se convirtiera en una cobra escupidora de un metro y medio de largo. Tenía colmillos afilados y tenía una orden clara que siguió sin vacilar. La cobra se acercó hasta la bruja pero sin estar a su alcance, simplemente activó su mecanismo de defensa habitual y escupió su veneno hacia los ojos de la rubia cegándola al instante. Su veneno produciría inflamación en la córnea lo que no le permitiría ver de forma adecuada, no más que sombras y mucho dolor, a menos que se curara. La zancadilla en ese instante impacto a Jeremy que cayó desnudo al suelo sin hacerse mucho daño al poner la mano para amortiguar la caída. Un rubor cubrió sus mejillas, no de pudor, sino de enojo. Si, el Askar a pesar de ser ruso estando acostumbrado al frío, su temperamento era muy caliente. -¡Sectusempra! -El rayo colorado salió de su varita para impactar en el pecho de la Ivashkova. Le produciría grandes cortes sangrantes que terminarían por debilitaría hasta no poder seguir dueleando si no se sanaba. Solo debía esperar un poco más y ya podría liberarse de todo correctamente. No podía negar que estaba entretenido con la práctica. Levantó una ceja en señal de desafío. Esperaba no morir esa noche.

Hola, vengo por un libro xD Gracias ID: 121222. Nick: Jeremy Barton Link a la Bóveda Trastero: 111459 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Jeremy Barton Nivel Mágico: 4. Fecha: 2018-06-10 Nombre del producto: Libro de la Fortaleza. Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo. Nivel (del libro): 5. Precio: 5000 G. Precio Total: 5000 Galeones.

El calor empezaba a ser soportable para el mago, ya su cuerpo se estaba amoldando a la temperatura. Escuchó levemente interesado las respuestas de sus compañeros. Parecía ser que todos ponían especial atención a la caracola que sostenía Zack, aunque no supieran de qué se trataba con exactitud. Cada uno aportó lo que se imaginaba o relacionada con los objetos. La voz de Rachel inundó el lugar cuando alabo a Ivashkov y felicito a Noah por acercarse a la verdad. Al vampiro no le sorprendió que Noah adivinara, de hecho ya tenía claro que el Lockharts salía con sorpresas en situaciones raras. No podía olvidar cuando se convirtió en niño flama aquella vez en el cual sus vidas corrían peligro. Casi sonriendo por el recuerdo notó que el dial con agua se escapó de sus manos cuando la bruja reunió a los elementos en el medio de la cámara para que flotaban, mientras les relataba los principios básico de la aritmancia. Era muy extraño ver la pizarra con imágenes parecido a la tecnología muggle, lo que hizo que el Askar sonriera mientras intentaba prestar atención y no desvariar como era su costumbre. Se vio más interesado cuando la profesora nombró la Quiromancia, una rama de las Artes Oscuras que se basaba en la adivinación por medio del agua, entre otras cosas. Los objetos desaparecieron y la pizarra volvió a estar color verde pasto. El lugar pareció iluminarse a ojos del rubio, aunque nunca había bajado la luz, era tan solo su mente que cambio el foco de interés. -Virtutem Liberare -Repitió en voz alta probando el sonido de las palabras con su propia voz. Mientras Rachel se metía de lleno a explicar la relación de la magia con los números citando a dos grandes alquimistas. El Askar se vio poco a poco sumido por completo en la las palabras que salían de la boca de la castaña. ¿Era posible que todos tuvieran una fuerza dormida esperando solo despertar? Se veía muy posible, hasta con lo desconfiado que solía ser, le creyó hasta cierto punto. Una parte de él seguía escéptica. Los ojos azules del mago siguieron a la mujer hasta que se sentó de una forma graciosa. Es que Jeremy era un ignorante con respecto a la disciplina oriental. La paz espiritual nunca había sido una materia a la que le dedicara tiempo. Distraído observó como la castaña juntaba las manos sin que se tocaran entre ambas y de repente unos pájaros salían volando de entre ellas. Se inclinó hacia adelante cuando las aves pasaron volando cerca. Cuando la clase termino y Rachel los invito a probar lo aprendido, el rubio se puso de pie sonriendo. Amagó un momento en sacar la varita de cedro pero se detuvo a medio camino al recordar que debía canalizar la magia por otro medio. Fue el primero en cruzar la puerta que abierta sin mirar hacia atrás. No creía que sus compañeros se quedaran mucho tiempo rezagados. La otra habitación estaba en penumbras, el calor era más pronunciado allí dentro y se podía sentir una especie de presión en el aire, haciendo que a los pulmones les costará aspirar la densidad del ambiente. ¿Era normal? Jeremy no sabía si lo que estaba empezando a sufrir era un hechizo o simplemente estaba sufriendo los síntomas de la fatiga y el calor. Su cuerpo estaba rebelándose, empezaba a sentir un extraño cansancio en los músculos Una nube oscura en el medio de la habitación se fue haciendo más oscura a medida que empezaba a crecer consumiendo a su paso la poca luz que daban unas antorchas en las paredes. El mago simplemente se quedó mirando cómo se acercaba de a poco, no sabía qué era lo que no hacía que su reacción fuera rápida. ¿Qué era lo último aprendido? “Virtutem Liberare” pensó cerrando apenas los ojos. Su mente se aclaró al instante pudo sacar la varita y apuntar a la nube que ya estaba casi sobre él. No podía ver a sus compañeros desde su posición o ¿todavía no habían pasado? -¡Evanesco! -Dijo viendo como la nube negra se desintegraba en pequeñas partículas en el aire como si nunca hubiera estado allí. El rubio pude ver la habitación desnuda al completo. Ya no parecía tan oscura como antes. Una puerta distinta a la que había entrado se encontraba ya dispuesta para que pudiera salir sin problemas. No se demoró en cruzarla. -Tú y tus cosas, Rachel. No dejas de sorprenderme-Le dijo a la castaña frunciendo la ceja mientras se ponía a su lado con cara de pocos amigos - ¿Puedo fumar? @@Rachel Ravenclaw

Reglas: Sin libros - Rangos Base. El mago traspasó a velocidad el marco de piedra rígida semi derruida, de lo que antes había sido una puerta, pero que ahora no era más que un recuerdo de ella. Estaba en un antiguo monasterio católico en medio de la nada, o mejor dicho, sobre un pueblo olvidado en la mente de todo ser humano que habitaba en esa parte de Inglaterra. Su historia era tan sangrienta como la mayoría de las ruinas de los lugares sagrados. Se contaban muchas historias, entre ellas, la más famosa hablaba de los fantasmas que rondaban en las noches, como aquella, llenando el silencio con gritos de almas en pena. Los escasos lugareños que pasaban por allí más por casualidad que otra cosa, decían que eran los espíritus de los monjes que los primeros invasores normandos habían sacrificado para su diversión. Las ruinas seguían en pie a pesar de todo aquello. Eran incontables las veces que habían querido destruirlas los muggles para construir en esa parcela, pero los accidentes sin explicaciones que ocurrían cada vez que lo intentaban, los había acobardado a tal punto, que las ruina seguía allí. Solitaria a la intemperie. Las paredes ya tenían los ladrillos a la vista dejando poco de la descascarada mampostería que alguna vez la hubiera cubierto. El suelo estaba desnivelado con baldosas de mármol partidas de a pedazos que en algunos lugares faltaban, dejando a la vista el pasto crecido que la naturaleza había terminado por reclamar. El amplio lugar no tenía techo por lo que solo la luz de la luna y las estrellas serían lo único que les daría la visión necesaria para el duelo. El Askar estaba tranquilo a ocho metros de la única puerta de ingreso. Llevaba puesto una simple túnica de negra con unos zapatos de cuero negro sin cordones hechos a medida en Italia. Tenía el pelo mojado por la ducha y peinado hacia atrás al estilo informal. Como lo solía ser él siempre. La estupidez de sus impulsos lo había llevado a aceptar ese duelo, aunque debía reconocer que se sentía un poco entusiasmado. Había pasado por todos los estados emocionales en cuanto se enteró que Leah lo ayudaría a practicar duelo. Al principio el miedo de morir “accidentalmente” era tan fuerte que había necesitado alcohol para acallar sus pensamientos. Luego pasó al término medio de considerar hacer una nota pidiendo disculpas por falta de tiempo, pero la cobardía de tal acto y el saber que la mujer con lo importante que era si se tomaría ese tiempo, lo llevo a descartar esa posibilidad al instante. La última instancia que pasó y aun perduraba, era la fe ciega de los conocimientos adquiridos en la tutoría de Juv. Que le habían llevado a pensar que moriría con dignidad a manos de una de las mejores duelistas del bando. El sentido agudo de su odio lo distrajo de sus pensamientos, escuchaba unos sigilosos pasos que se acercaban. El vampiro sonrió antes de estirar su brazo derecho el cual tenía la varita de cedro en la mano, preparado para comenzar. -¡Rictusempra! –Gritó haciendo que de su varita saliera el hechizo que impactaría en el pecho de Ivashkova, provocándole unas risas incontrolables que no le permitirían decir hechizos eficazmente - Buenas noches, es un gusto -Le dijo inclinando apenas la cabeza en señal de respeto. Sí, eso iba antes de empezar el duelo...pero era Jeremy. Las normas las entendía a su modo. @

El vampiro sentía el calor del lugar un poco elevado para su gusto. No es que fuera muy fuerte por estar contenido, pero él era Ruso y se había criado la mayor parte de su vida en un frío con muy bajas temperaturas. Se sentó sobre una de las alfombras en forma de indio, mirando a ambos lados. Aprovechando para observar un poco el Zigurat, le pareció muy antiguo, y con mucha historia que contar entre sus paredes. Eso no lo sorprendió. No esperaba menos de la castaña. El Askar sonrió desde el suelo, pensando que le quedaba bien a Rachel dar clases. Lo llevaba muy bien, seguro era un talento innato que había heredado a causa de que alguien debía poner el orden en la familia. Tanto él como su hermano Callum no estaban preparados para tomar esas responsabilidades. Quiso recordar otro familiar pero tenía la mente embotada. La voz de la castaña lo sacó del letargo. Jeremy se puso a meditar su respuesta, mientras esperaba que alguien se le adelantara para poder copiar masomenos lo que decía y agregarle detalles. Pero nadie lo hizo, así que tuvo que poner su cerebro a trabajar. Con ese calor insoportable pensar costaba el doble ¿No era ella la profesora que debía responder esas cosas? Frunció el ceño intentando recordar algo que le sirviera. Mery era la única Aritmantica que le había demostrado los beneficios de aprender ese conocimiento. -Sé que la Aritmancia tiene que ver con números… y con predecir las cosas basándose en ellos -Dijo esperando escuchar las risas de burla antes de continuar - No tengo idea más que eso, solo puedo decirte que... una vez una mujer me mostró los beneficios de ese conocimiento, estábamos apostando en una ruleta y ¡bam! adivino el número que iba a salir utilizando supongo esos conocimientos. ¿Cómo lo hizo? No lo sé. Solo paso y perdí unos veinte dólares esa noche, si mal no recuerdo… -”Y conocí a Anne” pensó sonriendo sin atreverse a decirlo en voz alta, en cambio agregó - Creo que me gustaría poder hacer lo mismo, por eso tomé la clase para descubrir el secreto. La clase siguió a buen ritmo y la profesora (xD) le hizo entrega de unos objetos raros a cada uno de sus alumnos. Al vampiro le tocó un pequeño frasquito con agua, el cual dio vuelta entre sus dedos mirándolo con atención esperando que pasara algo pero no pasó nada, parecía un objeto de lo más vulgar. Lo peor era que debía asociarlo a los demás objetos de sus compañeros. -No se la respuesta, pero creo que todos tienen relación con la costa o el mar de algún modo -Se encogió de hombros. @@Rachel Ravenclaw

No sintió cuando Anne se fue de su lado, de hecho el vampiro estaba en durmiendo en la amplia cama de la bruja, con una paz que nunca había sentido. Se despertó de repente recordando la clase de Aritmancia. Decidió no ir ¿Para qué quería leer números? ¿Ya no era suficiente que supiera sumar dos más dos? Pero la conciencia lo hizo estirarse en la cama tanteando con la mano entre las sábanas buscando donde estaba su varita. Parecía haberla perdido entre los juegos de la larga y satisfactoria noche. Su mano encontró un sostén rojo y sonrió ampliamente, luego dio con lo que buscaba, su varita de cedro. Se envolvió la cintura con la sábana y fue a ducharse con la felicidad marcadas en sus facciones. Alrededor de una hora después el Askar abandonaba en su moto voladora el castillo Gaunt. Ya había estado en la Universidad, aun así, le costó mucho encontrar el aula. Sacó del bolsillo de su bermuda caqui el pergamino con la nota de Rachel para ver si había alguna pista de donde era el aula. Lo dio vuelta un par de veces entre sus manos, pero no encontró ningún mapa, solo indicaciones de cómo vestir para un clima árido en Irak. Fue por eso que se puso una musculosa de basquet deportiva color blanco con detalles en grises, que dejaban a la vista sus tatuajes y el más reciente que para los demás sería un cuchillo enredados con una rosa de espinas pero para los mortífagos sería la marca tenebrosa. Una gorra con la visera hacia la nuca y las zapatillas con plataformas de aire cerraban su look. También llevaba el Monedero de Moke guardado por si necesitaba alguna cosa. Allí tenía algunas bebidas de sangre fresca por si le pintaba la sed en medio de la clase. El Askar se estaba por dar volver a su casa cuando dio con el aula. Entró sin golpear como era su costumbre y se llevó una sorpresa al no ver a nadie. ¿Dónde estaban todos? ¿Qué es esa cosa arriba de la mesa? Se acercó al escritorio con cautela para ver mejor el cáliz. Era claramente un traslador, frunciendo la ceja tocó la copita y se desvaneció en el aire. El rubio cayó al suelo arenoso por la fuerza de la traslación. Gruñó levantándose y caminando con toda la mala predisposición del mundo. Rachel lo iba a escuchar ¿Qué era eso de no abrir un portal como todas las personas? Un Ubberanillo había bastado para eso. El vampiro iba tan enojado con todo que no se puso a mirar en detalle la belleza del paisaje. Ingresó al Zigurat con una mueca de fastidio. Había llegado tarde, los otros hombres que serían sus compañeros en esa clase ya estaba ahí. Los saludo con un movimiento de cabeza mientras posaba los ojos azules en su profesora. Le guiño un ojo y el humor le mejoró notablemente sabiendo que a la castaña le costaría hacer entrar algún concepto en su cabezota. -Buenos días -Dijo en general sonriendo-¡Hace un calor de los mil infiernos!

Hola ¡Vengo por mi libroo! xD Planilla de compra: ID: 121222 Nick: Jeremy Barton Link a la Bóveda Trastero: 111459 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda Jeremy Barton Nivel Mágico: 3 Fecha: 2018-05-24 Nombre del producto: Libro Del Aprendiz De Brujo. Consumible o Libro de Hechizo: Libro de Hechizo. Nivel (del libro): 1. Precio: 1000 G. Precio Total: 1000 Galeones.

Holaaa, bueno paso a dejar mi anotación (¿así se dice?) En fin, muchas gracias xD Nick: Jeremy Barton. ID: 121222 Conocimiento: Aritmancia. Nivel de Magia: 4 (Si, actualizan a tiempo) Link a la Bóveda: Bóveda de Jeremy Barton Link a la Ficha: Ficha de Jeremy Barton

“Rhaella tiene razón” fue lo que pensaba el vampiro mientras observaba como las paredes de a poco se empezaban a acercarse. No debían demostrar miedo, la fantasma solo estaba poniéndolos a prueba. ¿Por qué? Nadie sabía muy bien porque, solo eran nuevos y tal vez tuvieran que pagar el derecho de vivir ahí. Un derecho que parecía que tenían que ganárselo junto a su respeto. ¿Quién quiere el respecto de un fantasma? Era una pregunta muy grande para responder. -Solo mantengan la calma –Les dijo a las mujeres, pero de repente Zoella hizo un hechizo que destrozó el piso donde estaban parados. Cayeron a un pasillo con agua. El vampiro se estrelló en el piso mojando toda su vestimenta, gruño alto, antes de pegarle con el puño cerrado al suelo. Se paró chorreando agua, mientras sacudía su varita para quitarle la humedad. No pudo hacerlo y eso hizo que la furia siguiera creciendo dentro del Askar. ¿Todo iba a salir mal? -No necesitamos luz -Les dijo señalando las extrañas lámparas que había colgada en las paredes de dibujos del largo pasillo - Vayamos por aquí… El grupo empezó a caminar despacio por el corredor lleno de agua. Sus pasos formaban ondas en la corriente que se transformaban en pequeñas olas. Sin ponerse a analizar la situación en la que estaban, el Askar tomó la delantera. La única protección que tenía era su varita firmemente agarrada en su mano derecha. Estaba dispuesto a usarla para matar si era necesario. El final del pasillo los encontró con unos cinco escalones que los llevaron a una gran cámara funeraria. El vampiro se dio cuenta que era funeraria porque casi en la pared final frente a la entrada, había un gran monumento elevado con un sarcófago en su centro. En ambos costados de la tarima de piedra había fuentes de acero con fogatas ardiendo en su núcleo. -Creo que llegamos al final-Dijo observando las paredes llenas de pinturas y jeroglíficos. En la gran habitación se respiraba un aroma de incienso, en los pisos había todo tipo de objetos desde jarrones hasta estatuas extrañas diseminadas por todo el lugar. ¿Aquello era lo que protegía el cuerpo del fantasma? No tuvieron tiempo de pensar mucho, de repente quedaron a oscuras por completo. Todas las luces se apagaron cuando un grito resonó desde el interior de la cripta. @ @@Rhaella Triviani

1.- Link del tópico de la ficha del o los dueños y links a sus respectivas bóvedas personales: Ficha de Jeremy Barton (Bóveda Nº 110739) 2.- Link del tópico de registro del negocio aprobado: Registro de Zarathustra 3.- Link del local aprobado: Local Zarathustra 4.- Link de las familias del o los propietarios: Jeremy Barton: Familia Askar & Familia Triviani 5.- Link de la bóveda de las familias del o los propietarios: Bóveda de la Familia Triviani (Jeremy Barton) Información Privada de Gringotts (Sólo la Dirección del banco puede modificarla)

En un estrecho paso dentro del Callejón Diagón, casi queriendo llegar a los oscuros suburbios de la zona Nockturn, se encontraba una pequeña fachada de aire antiguo que parecía sacada de finales del s. XIX o quizá de principios del s. XX. Con acabados de madera y detalles modernistas lo que más destacaba eran las dos ventanas de los lados que en realidad eran vitrales de colores con formas cuadradas aleatorias. Encima relucía un cartel torcido que relucía el nombre “Zarathustra”. El interior parecía más grande, pero la planta tampoco era muy espaciosa como para albergar muchísimas personas. La luz era tenue y cálida, el verdadero espectáculo residía en cómo los vitrales de la entrada y las lámparas de cristal color que había en el lugar reflejaban varias luces cáusticas en las mesas y suelo; refracciones de colores y que además te hacían mirar las hermosas ilustraciones modernistas. Había vitrales más cubistas; de formas geométricas como rombos, franjas, cuadrados o círculos. Pero también había algún guiño de los fundadores del local, como un vitral de una mujer con hiyab color azul. Las lámparas tenían un plafón de cristales de color y luces mágicas de color anaranjado en su interior que iluminaban muy poquito. Los muebles, tanto las mesas que estaban contra la pared lateral como la barra del barman eran de caoba y algunos remates de ébano. El suelo era de madera menos una franja central cara a la entrada en la que era vitral. Extensas placas de cristal colorido rectangular que por sus formas impedía que se pudiera ver qué había debajo. Junto a la barra, delimitada por unos adornos de madera y cristal, había unos taburetes simples y tras ella se podía ver una rústica fachada de barriles de hidromiel y estantes con todo tipo de botellas de licor bajo arcos románicos. Allí se encontraba la sarcástica y muchas veces malhumorada Selk, una Askar de armas tomar que tenía muchos protocolos para que la gente le cayera bien. No obstante, era muy buena en su trabajo… En el trabajo del refinamiento de hierbas y de elegir a sus potenciales clientes. Lo que pocos sabían es que si se llegaba al final de la sala, pasando de los baños, había una puerta que conducía a unas escaleras a un sótano. Bajo el local se extendía la bodega donde el techo reflejaba las luces cáusticas de la superficie al tener las placas de vitral anteriormente mencionadas. A los lados estaban apiñados los barriles de alcohol y en el fondo una última puerta. Una oficina, es lo que allí se ocultaba, un despacho donde se encontraba un escritorio con muchos papeles, cuentas y galeones dispersos con total descuido. En la sala había muchos estantes con bolsas de polvos y viales pequeños que contenían sustancias impronunciables. Ese era el verdadero y oculto negocio que Selk regentaba; el comercio de sustancias ilícitas que provocaban diversos y extraños efectos en aquellos a los que les gustaba experimentar sensaciones fuertes. Cada una de las sustancias artesanas se confeccionaban con las plantas secretas de los jardines flotantes de la Familia Askar donde una complicada trama de mafia dividía las labores de cosechado, ocultamiento, traslado, refinado y finalmente su comercialización y difusión secreta. Afiliados: Se buscan (?) Criaturas: -- Objetos: -- Personajes: Selk Askar: Una mujer de armas tomar que regenta la taberna. Se trata de una joven de piel tostada y melena castaña oscura que caía lisa en un corte recto. Sus orbes marrones juzgan duramente a todos sus clientes, analizándolos con la mirada y sacando conclusiones apresuradas de ellos. Selk es una mujer agradable si se la halaga lo suficiente; pero normalmente irritable. Molesta con la vida y más aún luego de despertar de un confinamiento durante años. Ahora se hace cargo de Zarathustra como favor a cambio a la familia Askar por los cuidados que se le ofrecían. Ella es la mente maestra tras la refinería ilícita del negocio. Fighter Askar: Un joven simpático de gran elocuencia. Son pocos los que no consiguen empatizar con este extraño sujeto. Se encarga de suplir a Selk cuando ocurre algún infortunio y de vez en cuando rondar por el lugar para vigilar que no venga gente indeseada o nadie se propase al estar bajo los efectos del alcohol. Es fácil de hacer reír, pero cuidado, ¡muerde! Registro: Registro de Zarathustra http://i.imgur.com/1GQxTn0.png

Nombre del Negocio: Zarathustra Nombre de los propietarios: Jeremy Triviani Rubro al que se dedicará: Hostelería Descripción: En un estrecho paso dentro del Callejón Diagón, casi queriendo llegar a los oscuros suburbios de la zona Nockturn, se encontraba una pequeña fachada de aire antiguo que parecía sacada de finales del s. XIX o quizá de principios del s. XX. Con acabados de madera y detalles modernistas lo que más destacaba eran las dos ventanas de los lados que en realidad eran vitrales de colores con formas cuadradas aleatorias. Encima relucía un cartel torcido que relucía el nombre “Zarathustra”. El interior parecía más grande, pero la planta tampoco era muy espaciosa como para albergar muchísimas personas. La luz era tenue y cálida, el verdadero espectá cu** residía en cómo los vitrales de la entrada y las lámparas de cristal color que había en el lugar reflejaban varias luces cáusticas en las mesas y suelo; refracciones de colores y que además te hacían mirar las hermosas ilustraciones modernistas. Había vitrales más cubistas; de formas geométricas como rombos, franjas, cuadrados o círculos. Pero también había algún guiño de los fundadores del local, como un vitral de una mujer con hiyab color azul. Las lámparas tenían un plafón de cristales de color y luces mágicas de color anaranjado en su interior que iluminaban muy poquito. Los muebles, tanto las mesas que estaban contra la pared lateral como la barra del barman eran de caoba y algunos remates de ébano. El suelo era de madera menos una franja central cara a la entrada en la que era vitral. Extensas placas de cristal colorido rectangular que por sus formas impedía que se pudiera ver qué había debajo. Junto a la barra, delimitada por unos adornos de madera y cristal, había unos taburetes simples y tras ella se podía ver una rústica fachada de barriles de hidromiel y estantes con todo tipo de botellas de licor bajo arcos románicos. Allí se encontraba la sarcástica y muchas veces malhumorada Selk, una Askar de armas tomar que tenía muchos protocolos para que la gente le cayera bien. No obstante, era muy buena en su trabajo… En el trabajo del refinamiento de hierbas y de elegir a sus potenciales clientes. Lo que pocos sabían es que si se llegaba al final de la sala, pasando de los baños, había una puerta que conducía a unas escaleras a un sótano. Bajo el local se extendía la bodega donde el techo reflejaba las luces cáusticas de la superficie al tener las placas de vitral anteriormente mencionadas. A los lados estaban apiñados los barriles de alcohol y en el fondo una última puerta. Una oficina, es lo que allí se ocultaba, un despacho donde se encontraba un escritorio con muchos papeles, cuentas y galeones dispersos con total descuido. En la sala había muchos estantes con bolsas de polvos y viales pequeños que contenían sustancias impronunciables. Ese era el verdadero y oculto negocio que Selk regentaba; el comercio de sustancias ilícitas que provocaban diversos y extraños efectos en aquellos a los que les gustaba experimentar sensaciones fuertes. Cada una de las sustancias artesanas se confeccionaban con las plantas secretas de los jardines flotantes de la Familia Askar donde una complicada trama de mafia dividía las labores de cosechado, ocultamiento, traslado, refinado y finalmente su comercialización y difusión secreta. Afiliados: Sí 0-4 post: 0% 5-7 post: 20% Más de 7 post: 50% Criaturas: Objetos: Elfos: -- Nick con link a tu ficha de personaje: Ficha de Jeremy Triviani Link a la ficha de tu familia: Jeremy Barton: Familia Triviani Link a la bóveda de tu negocio: Bóveda N° 111472 Negocio Zarathustra Link al local del negocio: Local

Jeremy no podía negarse el placer de mirar a la bruja en paños menores. Era una delicia para sus ojos. Sonrió por defecto al escuchar el grito de miedo. Aunque su hechizo no era para tanto, tuvo una leve falla al crear una serpiente Taipan jovencita. Por lo menos había cumplido su primer objetivo de ver a la Gaunt con menos ropas cubriendo su delicado cuerpo. -Muy irónico si, aunque es bebé solo busca amor -Le comento con un guiño de ojos. ¿Era él o el ambiente se estaba poniendo muy caliente? - ¿Tienes calor, cariño? – Levanto una ceja con gesto burlón. La serpiente estuvo al control de la bruja por lo que avanzó hasta el vampiro con intenciones de morderlo, pero la velocidad de su raza acudió en su ayuda pateo a la serpiente bien lejos en dirección a la peliblanca. El animal ya estaba en su control de nuevo así que no tardó en volver para hincar los dientes en la pierna de Anne drenando todo su veneno ponzoñoso, el cual empezaría a infectar todo su sistema nervioso de inmediato. -¡Desmaius! -El rayo abandonó su varita para impactar en el pecho de la Gaunt haciendo que caiga al suelo, quedé inmóvil e inconsciente. Sin darle oportunidad de ataque. El vampiro sintió un poco de molestia al ver a la mujer recostada en el inmundo suelo. Quería verla acostada y semidesnuda, pero no en ese lugar abandonado. Sin embargo, no dudaba que pagaría su atrevimiento más pronto de lo que imaginaba. Las cosas no iban a quedar así, Anne no lo dejaría salirse tan fácil con la suya. -¡Despierta! No es hora de dormir, amor. Prometo que lo haremos juntos antes de que acabe el día, pero no aquí -Continuó hablando como si fuera una cita de lo más normal. Volvió a levantar su varita para continuar-¡Sectusempra! -Grito haciendo que un rayo colorado saliera de su varita e impactará en el pecho de Anne, lo que le provocaría cortes profundos y sangrantes en el cuerpo que la dejarían inconsciente si no se curaba por la pérdida de sangre. Jeremy no era cruel. No tanto. Pero el ver sangre y poder olerla, le provocaba una enorme satisfacción. Sonrió disfrutando del encuentro. Estaba motivado. Muy motivado. Al mirar a Anne se dio cuenta el motivo… Ella. @