Jeremy Triviani

Relajado en el baño turco que poseía El Refugio Askar, Jeremy estaba recostado desnudo en el agua. Miraba los vapores levantarse del agua y crear una neblina medicinal para respirar. Era medicinal porque quién sabe qué cosas le había tirado al agua antes de entrar. La cosa era que estaba pasando por uno de sus momentos de súper relajación. Sin hacer nada y lo más importante, sin pensar en nada. ¿Dónde estaba Rachel? ¿Sasha? ¿Noah? ¿Callum? ¿Porque el Refugio estaba casi abandonado por sus miembros? No tenía respuesta para eso. Los viajes inesperados de sus familiares lo habían dejado prácticamente solo. Menos mal que el vampiro aún tenía a su otra familia mucho más cercana y en continuo contacto. Escuchar el nombre de la matriarca Askar aún le hacía un nudo en el pecho. Pensando en eso, el Askar se dio cuenta que había olvidado su cita con Zoella. “Maldición” pensó saliendo de la piscina a los trotes para ir a cambiarse. Minutos después ya con unos jeans holgados, una remera blanca debajo de un chaleco de cuero y unas zapatillas deportivas. Estaba listo para irse de paseo. Bueno… de paseo no. Al encuentro con la vampira. ¿Qué demonios quería ahora? Se apareció en el Callejón Diagon y camino el trecho que lo separaba del local de boxeo. Aquel donde una vez le había dado una paliza a su hermanijo. Entró sin prestar mucha atención a nada. Aunque los golpes en la piel entre las personas era muy llamativo. Se quedó un rato observando de brazos cruzados, como una elfa toda rockera le daba una paliza a un hombretón Aplaudió y gritó cuando el gordo se estrelló en el piso completamente desmayado y la elfina se subió a su panza con los brazos en alto. La arenga con seguía subiendo junto con la emoción de los espectadores. Había mucha alegría por parte de los ganadores en sus apuestas y otros tantos insultos de parte de los que se habían dejado la mensualidad apostada en el hombre. Cuando varios empezaron a darse entre ellos, el vampiro se alejó del grupo y fue hasta la oficina de la pelinegra. Golpeo esperando que no estuviera con nadie y que por lo menos tuviera la decencia de estar vestida. @ @@Ada Lottie

La expresión que notaba en los ojos de su hermano, era suficiente para que el vampiro se riera como loco. ¿Que tenían los Triviani en el ADN que la locura los hacía reír, cantar y hacer perversidades? La maldad que portaban desde el nacimiento era muy notoria. No había nada que los hiciera disfrutar más de su mutua compañía que no fuera la destrucción y el caos. Mientras Matt intentaba robar las ganancias del hotelucho, el rubio apuntó a los pesados cortinajes que cubrían las ventanas. -Pues solo sabrán que los Mortifagos vinieron a darle un plus a este decadente lugar, con eso hasta puede que lleguen a tener más ventas. ¡Incendio! -Exclamó viendo como el fuego salía por la varita para trepar por el género de tela. El olor intenso de la caca, la sangre y el humo ahora mismo, ya empezaban a provocarle arcadas. Matthew por su parte ya estaba saliendo de allí. Los gritos del gorila se escuchaban por todos lados junto al ruido que hacia al romper las cosas a su paso y el grito de terror de las personas inocentes que estaban en ese momento presente. -Vamos sí, me encanta el puchero que hace nuestra niña -Comento el Askar, mientras salía detrás de su hermano del Hotel. Solo se detuvo en la entrada unos segundos para apuntar al cielo - ¡Morsmordre! La Marca Tenebrosa brillo con fuerza en el cielo, sobre el Hotel Transilvania. Su verde resplandor embellecía todo la ciudad. Mientras ambos mortífagos desaparecían con rumbo a su casa, para cenar, después del trabajo concluido. #Jerethew♥

Caminando hasta la recepción del hotel, llego el momento que los dos mortífagos con sus máscaras y baldes, tomaron caminos apenas separados. Jeremy dejo el palo donde colgaban los dos baldes de caca en el suelo, antes de tomar uno de ellos y empezar a arruinar la detallada, antigua y hermosa recepción de huéspedes. Mancho con caca cada sillón de madera que encontró, riéndose en voz alta. Por el rabillo del ojo podía ver la pintura verdes fluorescente de Matthew arruinando los cuadros antiguos que quien sabe cuánto tiempo llevaban adornando aquellas paredes. La verdad era que la remodelación que estaban llevando a cabo era mucho más divertida que la que poseían. Los cambios en los colores más los olores, dejaban a cualquier espectador presente con una impresión difícil de borrar. -Gracias, “Buddy”. Nací con este talento -Musito el Askar viendo como explotaba el candelabro que iluminaba el lugar - ¡Morphos! El escritorio de entrada se convirtió en un simio musculoso con grandes dientes afilados, la orden que le dio el vampiro fue muy simple. “Rompe todo lo que encuentres en tu camino y mata a todas las personas que no sean mortífagas”. Mientras el animal corría atacando y rompiendo todo a su paso, el Base aprovecho para agarrar su último balde de excremento y rociar las paredes con ella. -Nos tendrán que pagar por esta remodelación -Advirtió tratando de no salpicarse con la porquería.

El hotel no le llamaba la atención en lo más mínimo para el vampiro, el llamado de su hermano, le ardió en la marca de su brazo. Esa picazón tan característica que retumbaba en toda su piel haciendo que la adrenalina empezara a pasear por su sistema nervioso. No tardó en ponerse la túnica negra con capucha y la máscara de hierro plateado, que ocultarían su identidad. Dos baldes de nauseabundo excremento de Aethonan colgaban con un palo de por medio, sobre sus hombros. Siempre cuidando que los brazos junto con la varita en uno de ellos, le quedaran libre por las dudas. El lugar no le parecía gran cosa. Desde su lugar podían ver huéspedes divirtiéndose en las piscinas. Ahora tendrán un recuerdo más para sus álbumes. -Listo, hermano -Respondió Jeremy, asintiendo con la cabeza. La sonrisa que se extendió por su rostro no se notó con la máscara puesta, solo los ojos azules mostraron el brillo de la diversión que sentía. Después de todo, esperaba que eso quitará un poco del aburrimiento que llevaba en el día.

@ Pues claro que te acepto aca tambien xD Todo lo que haga falta para hacer a Candela la abuela mas molona de todo Ottery xD Por cierto ¡Bienvenida a la familia! Están todos mal de la cabeza, pero los une la esperanza de heredar los galeones de la herencia Triviani #UnoMas @@Candela Triviani Más trabajo, debes editar el árbol xD Doble mención porque se que te gusta xD

El vampiro asintió a las palabras de la mujer mientras la veía acomodarse en el marco de la ventana. Su voz producía eco en aquella habitación tan oscura. Ni un segundo el hombre despegó los ojos azules de la chica. Así que había sido instruida en las Artes Oscuras, o por lo menos tenía idea de lo que se trataba. Eso haría más interesante la clase. -Exactamente como dices, las Artes Oscuras no se despegan de la Adivinación o la Numerología. En épocas de la edad media, donde los muggles consideraban toda clase de magia como un ritual a satán, allí mismo se crearon las siete ramas de las artes que llamamos oscuras, aunque pocas de ellas tenían que ver en esos momentos con magia negra - Le explico con un amago de sonrisa que no llegó a sus ojos - Sino más bien con mejorar su calidad de vida. El mago guardó silencio mientras escuchaba a Juliette terminar de responder sus preguntas. Parecía que el nerviosismo de la bruja se había ido diluyendo con cada palabra que pronunciaba. El ambiente se volvió frío cuando se mencionó a la familia. Pocos miembros de la comunidad mágica no estarían dispuestos a dar su vida por un pariente con el cual compartían la sangre. -No meteremos familiares en esto… -Agregó el vampiro guiñándole un ojo para relajar la conversación y pasar a un tema más seguro. No quería presionar más de la cuenta. No todavía -Ahora nos iremos de viaje a un lugar hermoso. Tomó con delicadeza la mano de la Macnair y la apoyó en el mismo momento que la suya en la resplandeciente calavera. El piso pareció moverse mientras eran impulsados desde el ombligo a un torbellino de colores cambiantes. Se aparecieron en las afueras de un hospital abandonado. La estructura vieja, descascarada y semiderruida, estaba por ceder al completo en cualquier momento. -Un hospital viejo es el mejor lugar para hacer un poco de Magia Negra. Aquí encontraremos espíritus que nos ayudaran a hacer lo que quiero enseñarte -Dijo el Askar sacando su varita y una pequeña gema hechizada de su bolsillo - ¡Toma! ¡Atrápala! - Continuó lanzando la gema para que pudiera agarrarla. ¿Quería irritar a Juliette? No era un mal plan, le gustaba llevarse mal con todo el mundo - Iras a cazar un espíritu y luego lo utilizaremos para maldecir un objeto –le informo como si fuera una buena noticia - No pienses que será sencillo. Cuando ingreses ahí los espíritus te atacarán plantándote recuerdos dolorosos con visiones que no son reales. Buscando debilitarte mentalmente para que te acobardes y puedan poseerte... tú… - Sonrió con malicia - solo repetirás “Hic intraveritis” varias veces, utilizando la varita. La gema que te di atrapará al ente cuando este cerca de ti… digamos… antes de que te posea -Titubeó – Porque con esas palabras le estás permitiendo que te posea sin barreras y es por eso, Macnair, que no puedes fallar. El silencio que siguió a su explicación se volvió denso. El viento empezó a aullar de a poco y a levantar polvareda hacia los magos. Tal vez intuyendo que pronto uno de los dos empezaría una batalla espiritual con pocas posibilidades de ganar. ¿Que pasaría si varios entes se disponían a querer poseer a la bruja? Ella solo contaba con una gema especial con lugar para uno solo de ellos. -Buena suerte, Juliette-Rompió el silencio Jeremy tratando de sonar seguro, cosa que estaba lejos de sentir – Me olvidaba, debes también decir cuando el espíritu este dentro de la piedra “Lapis clausa” para que no pueda volver a salir. Si no lo haces, pues… saldrá y… bueno, ya sabes que pasará. Le hizo señas para que avanzara. Como si fuera la cosa más sencilla del mundo y ella una experta. @@Juliette Macnair

Jeremy observó ingresar a la bruja de cabello castaño a la oscura aula, sus ojos pasearon por toda su fisonomía tapada por una capa de viaje. Asintió con la cabeza cuando se presentó y casi consigue sonreír cuando ella lo reconoció unos instantes después. Tenía razón al decir que el poco tiempo que se habían visto, fue en medio de un desastre laboral que terminó separando sus caminos. -El placer es mío, y si, aun no llego a la edad de tener larga barba gris y ser un verdadero viejo - Respondió cuando el silencio se había extendido unos minutos entre los dos - No te preocupes, trataremos de mantenernos juntos lo más posible, aunque… no puedo prometer eso por completo. Mientras Juliette colgaba su ropa en el perchero, Jeremy aprovechó para sacar la varita de del bolsillo de la túnica con una mano y con la otra un traslador ilegal que había producido en un cráneo humano. Lo dejó sobre el escritorio para usarlo en breves momentos, antes tenía que hablar con la Macnair y estar avisado hasta dónde llegaban sus conocimientos sobre la materia. -Bien, comenzaremos con la clase - Le dijo cuando escuchó que la mujer ya estaba lista – Pero antes de eso quiero que me respondas algunas preguntas… ¿Qué es lo que sabes de la Artes Oscuras? ¿Para qué quieres adquirir este conocimiento? ¿Tienes algún límite al respecto con lo que pueda pasar? El vampiro espero paciente a que la castaña respondiera, ya con esos datos tendría por lo menos una base mínima por dónde empezar a explicar los contenidos que ella debía de aprender para aprobar la materia. No era algo difícil, desde que impartía la clase, solo una mujer la había desaprobado, y solo fue porque le daba verdadero miedo acercarse a un cadáver en descomposición. @@Juliette Macnair

Me vine anotar una vez mas. ;D Nick: Jeremy Barton. ID: 121222. Libro de Hechizos: Libro de la Fortaleza. Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Justificante Rango Social: Unicornios de Oro. Nivel de Magia: 5. Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): 23 de Febrero de 2018. Link a la Bóveda: Bóveda N°110739 Link a la Ficha: Ficha de Jeremy Barton.

Profesor: Jeremy Askar Triviani. Alumna: Juliette Macnair El vampiro ingreso a la universidad media hora antes del comienzo de su clase. Cada vez le costaba menos cruzar esos pasillos. La ansiedad de las primeras dos clases se había ido evaporando con el correr las horas, que pasó frente a las clases, intentando de la mejor manera enseñar la esencia de las Artes Oscuras. No era una de las materias más fáciles, ya que requería mucho trabajo mental y un poco de valentía al incorporar en su mayoría fuerzas prohibidas. La insonoridad del aula más la oscuridad por las ventanas tapadas con pesados cortinajes negros apenas se rompía por unas velas colgadas en zócalos con forma de garra, que proyectaban la imagen de las personas en el reflejante mármol negro del suelo. Todo aquello, buscaba mostrar un poco la identidad del conocimiento que se venía a adquirir entre esas paredes. El poco aire que ingresaba al abrir la puerta, ya estaba viciado del lado de adentro. El rubio podía sentirlo, aunque no le molestaba. Dejó sobre el escritorio el grimorio de su antepasado, listo para ser usado cuando llegara la alumna. Recordaba bien a mujer que no había vuelto a ver luego del problema de Animagia que había explotado en un shopping muggle. También habían compartido horas laborales, ya que había pertenecido al mismo departamento del ministerio. ¿Seguían compartiéndolo? El Askar no estaba seguro. Su amnesia temporal podía ser producto de un efecto secundario de alguna consumición de su negocio, aunque no era seguro. Miró su reflejo en el suelo, y quiso reír a carcajadas al comprobar que su cabeza parecía flotar sobre el emblema de la estrella de Ishtar que tenía bordado en dorado en el pecho de su túnica negra. Reemplazo la sonrisa por una mueca de fastidio, mientras intentaba no impacientarse por la tardanza de Juliette.

Quedas aceptada como mi hija Bueno, eres la primera que pide semejante honor en la familia xD Es un día histórico para los Askar, algo que no todos los días se leen en el foro xD Naa, posta, bienvenida al foro y ya sabes que cualquier duda, puedes avisarme al whatssap.¡¡Estoy pura emoción!! @ #LaNiñaDePapá #EstoEsReal? #LaPosta #LosQuieroFamilia

Me olvide, disculpen, también quiero esto Gracias xD ID: 121222 Nick: Jeremy Barton Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero N° 111459 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda N° 110739 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 5 Fecha: 2018 - 09 - 23 Criatura: Augurey Puntos: 20. Precio: 1000 G. Total de puntos: 20. Total de Galeones: 1000.

ID: 121222 Nick: Jeremy Barton Link a la Bóveda Trastero: Bóveda Trastero N° 111459 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda N° 110739 Link al Premio obtenido (en caso de gala/concurso): --- Nivel Mágico: 5 Fecha: 2018 - 09 - 23 Criatura: Aethonan. Puntos: 20. Precio: 1000 G. Total de puntos: 20. Total de Galeones: 1000.

Me vine anotar de nuevo. ;D Nick: Jeremy Barton. ID: 121222. Libro de Hechizos: Libro de la Fortaleza. Justificante de compra del Libro (Link al post del Concilio de la bóveda trastero): Justificante Rango Social: Unicornios de Oro. Nivel de Magia: 5. Fecha aproximada de aprobación EXTASIS o de salida de la Academia (versión anterior): 23 de Febrero de 2018. Link a la Bóveda: Bóveda N°110739 Link a la Ficha: Ficha de Jeremy Barton.

Jeremy sintió el sectusempra impactar su cuerpo. El daño ya estaba hecho, su intento de usar el árbol de barrera no tuvo mucho éxito. Aunque sus hechizos habían salido como correspondía, pudo sentir que su vida estaba por terminar. No paso. El profesor salvó la vida del Askar utilizando el amuleto de la curación. Sus heridas quedaron cerradas y pudo volver a sentir que su cuerpo volvían a estar en forma. -Gracias, Profesor –Respondió poniéndose de pie, sin problemas. El Gorila albino que había creado se trenzó en una lucha con una mamba negra que intentaba proteger a Sokal. La serpiente quiso matarlo envolviendo al simio con su cuerpo escamoso, intentando triturarlo a la fuerza. No salió bien. El simio aun tenia los brazos fuera deL enrosque de su enemigo, así que utilizó sus grandes manos, para agarrar la cabeza del reptil y arrancarlo de su cuerpo. Matándola en el proceso. Libre fue directo hasta Samantha para clavarle sus grandes colmillos profundamente en su cuello, arrancando todas las venas que pasaban por allí. -¡Incarcerus! -Dijo de inmediato al ver que un árbol se transformaba en un tigre que buscaba atacarlo. Tres cuerdas separadas entre sí, salieron despedida de la varita del vampiro y fueron hasta el animal. La primera le ató las patas de adelante para que no pudiera caminar, la segunda fue a sus patas traseras para que tampoco pudiera saltar, y la tercera se enredó con fuerza en su hocico para que no pudiera morder ni respirar. Moriría en pocos minutos. Ahora estaban las cosas un poco raras en el jardín, un basilisco enorme estaba atacando al mismo tiempo a la mujer sin darle oportunidad de defenderse. El vampiro se tomó unos segundos para mirar a su alrededor y pudo observar las estatuas de todos los tamaños que allí estaban desperdigadas por el lugar en forma decorativa. Mirando aún con más atención pudo ver una araña allí colgada. Era una araña bananera también conocida como araña errante brasileña. de la especie Phoneutria. “Orbis Bestiarium” Pensó el Askar controlando al venenoso arácnido para darle la orden de que fuera de estatua en estatua, en la larga fila de ellas y saltara sobre Samantha para inyectarle su letal veneno en el hombro. Donde el líquido mortal haría efecto más rápido al viajar por sus pulmones colapsandolos e impidiéndole respirar.

Hola, vengo por lo mismo @@Samantha Sokal . Yo rolee los beneficios en mi post, con cosas que me parecieron incoherentes del tuyo. Ejemplo es que pones que aparezco en un claro sin nada que me cubra, cuando tú estas cubierta con estatuas... ¿Porque? Eso es abusivo, mi pj puede aparecer donde quiera, mientras sea en el jardín... Por eso que tu pongas que aparece en un claro a simple vista me parece que no. No, no es así. Mi post no valida eso. Use ese fallo a mi favor, tambien describiste... emmm Pues como no aclaraste, yo di por entendido que el árbol estaba en el suelo, por lo que Jeremy pudo tranquilamente haber aparecido detrás de él y obviamente usar eso para protegerse del rayo. Tu pones.... cito... tu rayo... Ahi mismo dice que no estoy recuperado del traslado y aproveche eso poniendo que era verdad y estaba en el suelo donde no podías verlo por el árbol, pero si, Sam podía ver que allí apareció... pero el árbol impidió el hechizo. No viole ninguna regla, tu diste desde un principio cosas que eran beneficiosas para ti abusando del rol, y dando por hecho cosas que mi pj no tiene porque seguir y aceptar. Por lo tanto, no acepte tu septusempra por las cosas aclaradas ahí arriba. Y con respecto al Simio te cito la regla dos que citaste... Cuando tu empiezas un duelo, describes el escenario y puedes hacer un hechizo. El siguiente que postea (Tu contrincante, en este caso soy yo) en su primer post, puede completar el escenario y ademas hacer dos hechizos. En fin, @@Keaton Ravenclaw por favor te pido, que me digas que pasa en esta situación. Porque debo responder y estoy que no entiendo nada. Gracias.

Jeremy apareció en el jardín, perdiendo el equilibrio por el brusco movimiento. Cayó de espaldas al suelo y allí se quedó hasta que todo dejara de girar a su alrededor. Un árbol caído alto muy alto descansaba a su lado protegiéndolo de la vista de su oponente en su totalidad. El anillo de enemigos estaba como loco dándole descargas diciéndole que había peligro. El espesor grueso del árbol no le permitía ver aunque si oír. Un rayo impactó en el árbol haciendo que le saltaran astillas, que no llegaron a hacerle daño. Tal vez su contrincante lo había confundido con su figura, pero no lo era. Jeremy aprovecho eso para levantarse con rapidez y ver como Sokal corría de un lado para el otro. Podía ver las estatuas que la habían rodeado antes y a cuales quería alcanzar para esconderse. Bien, era algo que podría haberlo despistado, pero no. -¡Morphos! -Dijo haciendo que los Jeans de samanta se transformaran en una avispa marina que al solo roce de sus tentáculos con la piel, le inyectaron un veneno mortal que tardaría escasos segundos en matarla por completo. A menos que se curara, y eso requería tiempo. El cual estaba escaso en esos momentos. -¡Morphos! - Volvió a decir para que una de las estatuas de leñador morrudo con barba y con un hacha en los brazos, que estaba protegiendo a Samantha, se transformara en un gorila albino de brazos grandes y colmillos afilados. La orden que tenía era proteger a Jeremy de cualquier ataque y atacar a Samantha, clavando sus colmillos en el cuello profundamente hasta sentir su carótida romperse. Lo que el simio estaba más que dispuesto hacer. Sin perder el ánimo se quitó el polvo de los jeans, y observó que sus zapatillas blancas se habían embarrado. “Maldito lago envenenado” pensó, antes de seguir inspeccionando su vestimenta y comprobar que la su remera y la chaqueta de cuero, aún tenían rastros de sangre seca. Sonrío al pensar la expresión de Anne cuando le pidiera o mejor, le exigiera que le lavara la ropa. Siempre lo estimulaba pensar en la Gaunt, esa vez no fue menos. Estaba preparado para seguir. Tenía sus anillos, amuletos y conocimientos preparados para batallar.

-Sí, señor -Dijo el vampiro asintiendo con la cabeza y mirando el suelo. Tenía razón con instigarlo a usar la magia, el problema de Jeremy era que amaba a los animales y nunca quería dañarlos a menos que sea estrictamente necesario. La adrenalina le había jugado en contra, ya que ni siquiera el animal era real, por lo que podría haber sido mucho más cruel con la bestia. Observó a Samantha un breve instante mientras Keaton curaba los profundos rasguños de la Pantera. La mujer parecía tener mucha seguridad en sus movimientos. El profesor interrumpió los pensamientos del rubio, al explicar cómo se usaba el resto de las cosas que traía ese libro, luego les dio dos opciones de caminos donde debían implementar esos conocimientos, recién aprendidos y útiles a su forma de ver. Sokal no tardó en alejarse por el camino de la izquierda, por lo que Jeremy no tuvo más opción que empezar su viaje por la derecha. La brisa era lo suficientemente fuerte para que pudiera oír el sufrimiento de los animales, mucho rato antes de adentrarse en el bosque y verlo con sus propios ojos. El impacto de ver semejante catástrofe natural, lo dejo unos segundo congelado en el lugar. “Muévete, ayúdalos antes de que mueran”. Se acercó al conjunto de leones pero vio que a pesar de que muchos ya habían muerto, los demás estaban a la defensiva, tal vez sin poder entender qué estaba pasando. Los colmillos y su pose de ataque, le hicieron cambiar de rumbo girando hacia otro lado. El grito de dolor de una madre elefante rompía los tímpanos a cualquiera que estuviera cerca. Su bebé estaba ahogándose en el lago envenenado junto a varios Aethonan que luchaban por salir de allí. Sin perder más el tiempo, el vampiro se acercó primero al elefante. “Orbis Bestiarum” pensó viendo como el destello dorado envuelve al animal. Podía sentir el miedo transmitido a su propio cuerpo, sin embargo intentó tranquilizarse y ordenarle a la bestia que se metiera al río para ayudar a sacar a los que estaban atrapados ahí. Mientras eso empezó a ocurrir, el vampiro corrió al costado y activo el “Anillo de amistad con las bestias” para plantarse frente al grupo de leones. Allí pudo sentir al ahogo del miedo, la confusión y las ganas que tenían de matarlo. “Soy amigo, vengo ayudarlos, no les haré daño” dijo con su mente, acercándose cada vez un poco más. Una chispa de comprensión surgió en los ojos del león, que se hizo a un lado bajando las orejas. -Estarán bien -Dijo el Askar, acercándose a los caídos que sufrían las consecuencias del veneno. Apoyó sus manos en el vientre del animal mientras veía que el topacio del Amuleto de la Curación, que llevaba colgado en el cuello, brillaba con furia dejando fluir su magia. Repite eso mismo movimiento en todo el grupo de leones, hasta que pudo comprobar que no hubiera rastro de malestar. Luego regreso para ver curar al bebé elefante, que había salido del agua y los pocos Aethonan que habían sobrevivido al ahogamiento y al veneno mortal. Un ruido fuerte, hizo que el Askar se pusiera tenso con la varita en la mano, preparado para lanzar hechuzos a diestra y siniestra, pero solo apareció un traslador de la misma agua envenenada. Floto hasta la orilla despidiendo un destello azul. El rubio sabía lo que debía hacer y no se demoró. En unos segundos el tirón de la panza, fue lo suficientemente fuerte para envolverlo en un mundo de colores que lo evaporó del bosque. @@Keaton Ravenclaw @@Samantha Sokal

La atención del Askar se vio de repente bien enfocada en los animales que el profesor había hecho aparecer. Eran dos bestias muy hermosas. ¿Que tenía de mal en la cabeza que le gustaban las cosas peligrosas? Nunca iba a poder responder eso. Pero en vez de temor, sintió curiosidad por lo que harían con ellos. Keaton se puso a explicar el funcionamiento de los amuletos que llevaban y Jeremy apenas desvió los ojos para mirarlo. Un error que pagaría caro, las bestias se hicieron invisibles y corrieron a atacarlos. Bueno… no se veían, pero estaban en eso. El rubio se alejó un poco de su compañera, aprovechó que podía correr un poco más veloz que los seres humanos. Aunque eso seguro activaria el instinto cazador del felino. Sus ganas de sacar la varita y empezar a protegerse eran tan grandes que hasta su mano se movió inconscientemente en busca de ella. Un brillo en el dedo y una pequeña descarga, producto del anillo detector de enemigos, lo hizo cambiar de parecer al instante. Se movio rapido a un costado esquivando apenas al animal invisible. Pudo sentir en su costado derecho un breve roce en la ropa junto al sonido del viento que le hizo darse cuenta de que el animal le lanzaba un zarpaso con sus garras. Fue demasiado lento para moverse. Considerando que era un vampiro. No escapó de las garras del animal que abrió los músculos de su antebrazo izquierdo. -¡Demonios! -Gritó antes de golpear el aire con todas sus fuerzas. Su puño se hundió en alguna parte blanda del animal, pero no se quedó a pensar cual había sido, sino que corrió a buscar cómo sacarse de encima a su enemigo sin utilizar hechizos. El brazo herido le latía, la sangre que abandonaba la herida no haría más que volver loco al animal. “No me queda otra que lastimarlo” Pensó con amargura, mientras recogía del suelo una roca del tamaño de la palma de su mano. ¿Tenía un plan? No, no lo tenía. El vampiro solo actuaba a prueba y error como siempre lo había hecho en toda su vida. Agudizando la vista pudo ver que el pasto se iba aplastando en algunos lados. Estaba que era seguro que era el animal yendo por su cena. En esos instante pensó “Salvaguarda Mágica” y su cuerpo se volvió intangible a ojos de los demás. Pudo sentir el instante en el cual la Pantera detuvo sus pasos confundida. Aprovecho esa vacilación para descargar varias veces sus golpes sobre el cráneo del felino, girando a su alrededor para que no pudiera morderlo o arañarlo de nuevo. Le dolía cada golpe que retumbaba en su brazo herido, pero no paró hasta sentir que el animal se caía al suelo inconsciente. En el interior del rubio empezaba a brotar la furia por lo que había hecho. ¿Arrepentido? No, solo molesto. Muy molesto consigo mismo. Camino hacia donde estaba su profesor y allí completó su turno de invisibilidad. Los ojos azules le brillaban con furia. -Termine -dijo con una mueca. No quería ver su lastimadura bajo la rotura de su ropa, ni la sangre goteando en el pasto, solo quería continuar con lo que debía hacer. @@Keaton Ravenclaw @@Samantha Sokal

El vampiro no tuvo mucho tiempo de estar a solas con Athena, enseguida se hizo presente la siguiente alumna de la clase. Una rubia de mirada severa. Creía no haberla visto en ningún lado. Por más que intento recordar algún cruce en el Ministerio, no detectaba su presencia en las memorias de su cerebro. La mujer los saludo. -Buenas tardes, Jeremy Askar Triviani -Volvió a presentarse con una mueca de molestia. Recordó que en sus manos no llevaba los anillos y se dispuso a sacarlos del monedero de Moke cuando un hombre interrumpió la clase. Mejor dicho… retomo su clase. Por algún motivo era el profesor que debía impartirla. Mientras se colocaba los anillos que traía consigo la compra del libro, no desvió sus ojos del pelinegro. Habían hecho una clase de duelo juntos y aunque no quedaban remordimientos por eso, no podía dejar de estar atento. -La Matriarca Askar estaba muy demandada con sus labores en el Ministerio. No creo que se presente, aunque seguro hará todo lo que esté en su mano para poder hacerlo -Respondió tratando de sonar convincente. ¿Dónde estaba Rachel? No tenía idea la verdad, aunque no le extrañaría que estuviera persiguiendo o dándole lecciones de moral a algunas de sus hijas. Ni bien terminó de decir aquello, un tirón en el ombligo lo hizo apretar con fuerza los dientes. En un pestañeo habían cambiado de lugar. Ya estaban en un lugar más denso en vegetación. El rubio sonrió al ver en la periferia un bosque. Amaba por sobre toda las cosas la naturaleza, le recordaba a su antiguo hogar y los primeros momentos felices de su vida. El Ravenclaw les habló e hizo que frunciera el ceño por su tono arrogante. Aunque se mordió la lengua para no protestar. ¿Niño? Bueno, en Jeremy no se consideraba de esa forma, aunque en una vista a los años que vivía su raza, él estaba recién comenzando. Samantha fue la primera en responder, tomando asiento en una piedra para estar cómoda. No se movió de su lugar para responder. -A mí me interesan los dos hechizos que tiene. Salvaguarda Mágica y Curación, creo que ambos son interesantes para usarlos en un duelo y quiero poder aprenderlos de forma correcta para que me sean útiles en batalla -Dijo apasionándose de repente - De los objetos el anillo de escucha creo que se podría considerar muy eficiente, tanto como el que hace lo contrario. (El salvaguarda para oídos indiscretos) El vampiro se quedó esperando que la clase continuará, no veía la hora de pasear por el bosque y adquirir los conocimiento por los que había ido. @@Samantha Sokal @@Keaton Ravenclaw

El vampiro sonrió no se sentía ofendido por como lo llamaba Anne, le habían dicho cosas peores y hasta debía admitir que le gustaba comportarse de esa manera. Lo que más le gustaba era que la Gaunt había admitido que lo quería. Eso lo distrajo solo un segundo, antes de retomar lo que estaba haciendo. Que era nada, claro, solo molestar y colmar la paciencia del resto. Le guiño un ojo a Sagitas antes de poner el rostro serio, tratando de concentrarse en el problema. Era verdad que podían llamar a sus compañeros de accidentes, pero… sí, pero… siempre había un pero con ese departamento. Desde que estaba allí como empleado se había vuelto más temerario que nunca. Sabía que era probable que quisieran llevarse algún recuerdo… un huevo de dragón, tal vez, para criarlo junto a las demás mascotas que ya tenían. -Creo que si escuche algo de Amya…- Agregó para comentar algo. Luego se quedó en silencio tratando de recordar alguna cosa que pudiera decir de la mujer, pero su mente estaba en blanco, no la conocía. Pero sus historias eran todavía relatadas en su trabajo como si de leyendas se trataran. Una inspiración para los nuevos trabajadores como él que aspiraban a marcar de la misma forma, las paredes del tercer piso con sus proezas. Si es que lo conseguían - Tengo entendido que ella está… -¿Desaparecida? ¿De vacaciones? ¿En una eterna fiesta? - con licencia accidentonsa. Se alejó un poco de las mujeres para escapar de la situación y arrimarse más a lo poco que habían arreglado de la estructura. Desde allí pudo ver cómo un elfo aparecía con materiales para hacerse cargo del dragón. De repente al rubio se le dió pensar que tal vez la pelivioleta quería robarse al animal para llevárselo a algún lado. Era amiga de su novia, pero aun así… -Rambaldo –Susurró para que apareciera su tonto elfo. Este apareció disfrazado de Buzz Lightyear su personaje favorito de Pixar. Su sonrisa era muy amplia de tanta emoción que despedía por ser llamado y en sus ojos violáceos se marcaba la adoración que tenía por Jeremy, cosa que no era mutua para nada. El vampiro no lo soportaba desde que se lo había encontrado medio muerto en un bosque. Hacía siete años que era su sirviente y en ese tiempo, nunca había podido hacer nada bien. -¡Jemy! -Chilló el ser, con voz aflautada capaz de perforar tímpanos. -Ayuda al elfo aquel a trabajar con el dragón…-Se apresuró a ordenarle señalando a Harpo, antes de bajar la voz y susurrarle - Vigila que no se robe ni una escama del animal. ¿Me entendiste? Si ves algo así, me avisas de inmediato. -¡Que no robe nada! ¡Si entendí! -Confirmó el estu.pido elfo a los gritos. Jeremy quiso patearlo hasta la Luna, pero se contuvo a duras penas. Miro a las mujeres sonriendo como si fuera una broma del sirviente. Sabía que tenía segundos para hacer algo y llamar la atención por completo o debería empezar a utilizar un Obliviate. Jugueteo con su varita antes de lanzarse al agujero con rumbo al suelo. Si, se lanzó al vacío. No podía morir era vampiro, a lo sumo se quebraría un par de huesos. Con suerte. @ @

El vampiro escuchó con atención las palabras de Binny. Podía ver que llevaba razón en mucho de lo que decía. Un mago nunca podía controlar la magia por completo. Era más grande que él. Aun así le gusto la pasión que escuchó en su voz. Sin embargo no lo demostró en su rostro, solo fijó sus ojos en los verdes de ella, mientras se explicaba con sus puntos de vista. -Se dice que el primer vampiro nació producto de una maldición que lanzó una bruja enojada. Es obviamente producto de las Artes Oscuras semejante cosa, pero se extendió tanto con el correr del tiempo, que pasó a ser una raza propia. Fue como un virus, mutó en diferentes formas y creó algo único. Hay diferente tipos de vampiros, en lo que muchos coincidimos es en algunas características. El beber sangre y vivir eternamente son las principales que compartimos. El vampiro hizo una mueca. Nunca se había puesto a contar sobre el origen de su raza. Creía que eso no se les preguntaba a las personas. Era como preguntarle a alguien porque era diferente frente a los demás. Aún así, entendía la curiosidad de un ser humano. El tener el tiempo limitado para vivir, los hacía actuar con mucha rapidez. Nunca se tomaban el tiempo para ver los matices. -Nací siendo vampiro, para ser más exacto, soy híbrido de dos razas distintas…-Explicó tratando de responder sus preguntas - Nunca elegiría ser humano si tuviera la opción. Ser vampiro es más peligroso, pero… es más satisfactorio. El Askar podía sentir el corazón de la mujer enloquecido dentro de su pecho, lo que le provocaba un poco de sed, que debía controlar. El solo hecho de saber que ese músculo estaba bombeando mucha más sangre por todo el cuerpo femenino, era suficiente para enloquecer a cualquiera que no tuviera control sobre su condición. Él la tenía de momento. Aunque había sufrido accidentes. -Ahora te diré que haremos…-Continuó concentrándose en la clase de nuevo - Nos iremos a un lugar donde aprenderás un poco de Piromancia, que es uno de las siete ramas impuestas que tiene las Artes Oscuras. El rubio se acercó al escritorio tomando el grimorio, antes de sacar del bolsillo de su túnica dos piedras negras, una de ellas la dejó sobre el pupitre de la Evans. Antes de retroceder un poco para no invadir su espacio personal. No quería traumatizar a la dama. Aún no. -Es un traslador, allí será la siguiente parte de la clase, y ahí te espero -Le dijo antes de asentir con la cabeza y desaparecer con su propia piedra. El lugar donde apareció el hombre era una habitación vacía con charcos de agua putrefacta. Era el fondo de una cañería y se podía sentir el olor de los residuos. Allí había una fogata grande ya encendida. Dos baldes con una tabla formaban una precaria mesa, donde dejo el grimorio en una esquina. Sobre ella también había varios frascos y materiales para hechizos. Se cruzó de brazos esperando la aparición de la dama. La iluminación del lugar solo la daba las llamas que se alzaban del fuego, dejando mucha oscuridad por todos lados. Sonrió contento, hacía rato que no probaba lo que vendría a continuación y era algo que le gustaba mucho. Ya se estaba impacientando. @@Binny Evans

El vampiro abrió los ojos al instante de escuchar a su hermano acercarse. La sonrisa que se extendió por su rostro rápidamente fue reemplazada por un ceño fruncido y cara de enojo. ¡Lo había atado! Se movió con furia intentando liberarse, pero sabiendo que no podría hacerlo por un tiempo. Su plan de robar galeones a su madre estaba siendo saboteado por el maldito Triviani. -¡Suéltame, cabrón! -Rugió, antes de sentir la caricia sobre el hombro que le produjo Zoella que lo cayó de momento. ¿Ella también estaba complotada con Matthew? Sin saberlo pero presintiendo esa respuesta, el vampiro se quedó tranquilo pensando que no podían matarlo así nada más. Debían darle una chance para defenderse, solo debía esperar a que apareciera. “Ten paciencia” le decía su subconsciente e intento hacerle caso. Se quedó mirando de forma glacial a sus dos hermanos. -¿Quieren galeones? -Les dijo como si no estuviera sin remera y como si todo fuera lo más normal del mundo. Aunque… ese mundo distaba mucho de ser normal. Sus ojos azules se fijaron en la mujer que hizo su aparición. Aunque ella solo les hablo muy por encima y luego pidió bebida. ¿Acaso era normal que ataran a los familiares? ¿Dónde estaba Susan? Ella seguro lo ayudaría. Tarde se dio cuenta que ni le había avisado sobre el botín a robar. -Danae… -Llamó, esperando que le prestara atención - ¿Puedes sacarme este hechizo? Tu amabilidad será bien recompensada -Prometió con voz dulce. ¿Qué lo hacía pensar que la mujer lo ayudaría ahora cuando una vez casi lo deja morir envenenado? Estaba empezando a sentir el rigor de la locura. Los mataría a todos. No le quedaba mucha opción. Debería hacerlos sangrar para que aprendieran a respetarlo. Era el hermano mayor, maldición. xD @@Matthew B. Triviani @ @ @@Susan V. Goldstein #TeamCaldero

La rata blanca dentro de una jaula vidriada no parecía tener ningún cambio fisico. El vampiro llevaba toda la semana dándole distintos tipos de pociones inventadas por su propia mano con diferentes tipos de ingredientes. Había empezado su experimento con diez ratones robustos y con una salud perfecta. Luego de unos días, apenas le quedaba una. Los demás se habían muerto bajo extraños efectos que llevaba anotando en una cartilla. Quería terminar con eso para poder pasar a los elfos. -¡Jemy! -Le gritó Rambaldo, su pequeño elfo personal. -Estoy ocupado, lárgate de aquí -Le dijo sin dejar de mirar con atención a la rata, que parecía que estaba entrando en un paro cardiaco por la danza que hacia dentro de la pecera. -¡Jemy! -Insistió el elfo, sin amedrentarse. Nunca se comportaba como debía hacerlo. No entendía de órdenes y mucho menos de comportarse como un elfo. -Si no es de Anne, no me interesa de quien sea… -Le dijo tratando de no perder la poca paciencia que tenía. -Tiene un sellito raro -Chilló Rambaldo golpeando con el pergamino la pierna del vampiro. -¡Vete de aquí! -Gritó el Askar reaccionando por fin y arrancándole de la mano el sobre, que rápidamente leyó antes de lanzarlo a la basura. Debía irse, su clase estaba abierta. Con alegría se quitó la bata de laboratorio dejándola sobre la mesa de acero inoxidable, antes de ponerse su chaqueta de cuero la cual cubría una simple remera blanca. No le preocupaba tener un jeans holgado con zapatillas blanca, con eso estaba más que cómodo. En el bolsillo tenía el monedero de Moke con hechizo agrandador que le permitía llevar todo lo que quisiera. El libro y los talismanes descansaban en su interior. -¿Sigues aquí? -Preguntó observando que Rambaldo había sido, como siempre, demasiado tonto para irse a tiempo. Estaba allí paradito mirándolo con adoración en sus ojos violáceos- Ponte bajo las órdenes de Ereskigal –Le ordenó el vampiro sonriendo con maldad. Sabía que la elfina jefa de mantener El Refugio era muy exigente y temperamental. Tendría más que entretenido al pequeño elfo. Sus castigos corporales eran legendarios. Con un movimiento de varita, el vampiro desapareció del Refugio Askar. Llegó al campo donde estaba Athena en un pestañeo de ojos. Ya no se mareaba con ese método de transporte, aunque le había costado dominarlo por completo. El lugar era inmenso, y lo mejor de todo es que era al aire libre. Lo que amaba el hombre por sobre toda las cosas. La libertad. -Hola, soy Jeremy Askar Triviani -Se presentó innecesariamente, ya que la mujer debía saber quiénes eran sus alumnos - ¿Seremos solo dos? No puso cara de sorpresa, sino más bien de intriga. Ser único alumno era ¿Una ventaja o una desventaja? No podía verlo aún. Saco de su bolsillo el monedero de Moke y extrajo el libro de la Fortaleza junto a todos los talismanes. Los talismanes se los termino colocando en el cuello, sintiendo el ardor de la magia cuando rozó con la cadena, la marca de nacimiento que llevaba marcada, la estrella de ocho puntas de Ishtar. @@Athena Rouvas

La interrupción de la soledad que envolvía al vampiro en aquella aula vacía, fue más que grata. Los ojos le brillaron de emoción al ver a su antigua profesora. No esperaba verla allí, pero estaba más que feliz de saber que compartirían el aula, aunque fueran materias diferentes las que impartían. No se puso a pensar que era extraño estar frente a un escritorio con ella, más bien se sentía cómodo como le solía ocurrir desde que la conoció. -Nuestros caminos se cruzan a cada instante -coincidió con ella sonriéndole - Debe ser el destino, que nos quiere cerca. Abrazo con fuerza a la bruja rodeándola con sus brazos cuando se acercó a él con esa misma intención. Fue poco tiempo, pero no hacía falta más para saber que compartían mucho más que compañerismo por el bando. Se caían bien y eso era más importante que otra cosa. -Yo tampoco lo pensé, pero fue una agradable sorpresa -Confirmó observando como apenas se sentaba sobre el escritorio. Una pregunta en el aire atrajo la atención del vampiro. Era una mujer de cabello oscuro. Supuso que su alumna -Es aquí, pasa… -Señaló con la mano los pupitres. El siguiente alumno que se unió a la clase, a los pocos instantes de la llegada de Binny, los ignoró por completo, cosa que le sorprendió al Askar cuando reconoció en él a su tutor. Sin embargo no se detuvo a lamentarse, era obvio que la relación no había prosperado y tampoco lo haría en un futuro. -Señorita Evans –La llamó para que le prestara atención - Antes de que empecemos a dar la materia me gustaría que me responda… -Dijo totalmente concentrado en lo que había ido a hacer - ¿Qué es lo que sabes de Artes Oscuras? ¿Alguna vez estuviste en presencia de esta clase de magia? ¿Por qué le interesa adquirir este conocimiento? @@Binny Evans

Castillo Triviani Dormir y disfrutar de un descanso de varias horas era todo el plan. Hacía mucho tiempo que el vampiro no dormía una noche entera de un tirón, ni recordaba cuando había sido la última vez que se había entregado a los brazos de morfeo. Últimamente no le interesaba usar la cama para dormir, ya que podía soñar despierto complaciendo sus más salvajes deseos con su novia. El golpe de la puerta le hizo abrir los ojos con fastidio e inmediatamente ignoró el llamado ¿Que más daba? Nadie arruinaría su plan. Pero el ruido siguió y se amplió con el ingreso de la Triviani pidiéndole acompañarla a una fiesta. El Askar estaba por gritarle que se fuera a otro lado a molestar, cuando vio la vestimenta de la mujer. ¿Khá? -¿Dónde demonios vas vestida de esa forma? -Preguntó con tono agresivo frunciendo la ceja. Cuando escuchó la explicación de Zoella más la insistencia de ella. Se dio cuenta que aunque quisiera dormir no podría hacerlo pensando en que la Triviani con dos gotas de alcohol encima era un peligro para la comunidad mágica. Debía ir con ella a esa fiesta. Se resignó en su camino hacia el vestidor. “¡Jo.der con el mundo!” pensó dando un portazo. Calles de Diagón Se aparecieron en las afueras del lugar. La noche despejada, más la alegría general de las personas que ingresaban al establecimiento, mostraban que sería una velada divertida. El vampiro le dio el brazo de forma galante a su hermana, para que pudieran ingresar de una vez. Creía que no lo rebotarian en la puerta por su vestimenta. Sino tendría que matar a unos cuantos ya de primera. -También lo espero -Sumó a las palabras de la mujer, antes de mirarla y guiñarle un ojo -Estás preciosa, Zoe. @