Glenin Black

Consumibles en Batallas

Poderes de Criaturas

Libros de Hechizos

Nombre: Libro del Aprendiz de Brujo
Descripción: Tarjeta
Nivel: 1
Precio pagado: 1000
Puntos obtenidos: -
Fecha de compra: 13.09.2016
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Habilitado para su uso: Si

Criaturas Mágicas

Nombre producto:
Descripción: Tarjeta
Categoría:
Precio pagado:
Puntos obtenidos:
Fecha de compra:
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Criaturas en la Reserva:

Nombre producto: Ridgeback Noruego
Descripción: Tarjeta
Categoría: XXXXX
Precio pagado:
Puntos obtenidos: 160
Fecha de compra: 31.12.2010
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Nombre producto: Graphorn
Descripción: Tarjeta
Categoría: XXXX
Precio pagado: 10000
Puntos obtenidos: 80
Fecha de compra: 31.12.2010
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Pociones Mágicas[/b

Objetos Mágicos

Nombre producto: Varita Mágica
Descripción: Tarjeta
Categoría: AA
Precio pagado: Gratuita
Puntos obtenidos: 20
Fecha de compra: 16.12.2010
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Nombre producto: Pensadero
Descripción: Tarjeta
Categoría: AA
Precio pagado: Régimen Transitorio
Puntos obtenidos: 20
Fecha de compra: 16.12.2010
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Nombre producto: Saeta de Fuego
Descripción: Tarjeta
Categoría: AA
Precio pagado: Régimen Transitorio
Puntos obtenidos: 20
Fecha de compra: 16.12.2010
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Total puntos en objetos: 60

Indice de Bienes

Objetos Mágicos:

Objeto: Varita Mágica
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20 puntos.

Objeto: Pensadero
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20 puntos.

Objeto: Saeta de Fuego
Clasificación: AA
Puntos de poder: 20 puntos.

Pociones Mágicas:

Objeto:
Clasificación:
Puntos de Poder:

Criaturas Mágicas:

Criatura:
Categoría:
Puntos de Poder:

Criaturas en la Reserva:

Criatura: Ridgeback Noruego
Categoría: XXXXX
Puntos de poder: 160 puntos.

Criatura: Graphorn
Categoría: XXXX
Puntos de poder: 80 puntos.

Libros de Hechizos:

Libro: Libro del Aprendiz de Brujo
Nivel: 1

Poderes de Criaturas:

Tipo de Poder:

Consumibles en Batallas:

Nombre:
Descripción:
Categoría:

El ascensor le anuncio que se encontraba en la tercera planta del Magic Mall. Black avanzo fuera de este en direccion hacia donde podrian atenderlo y asi no estar mucho tiempo en aquel lugar, socializar con tanto igualado le parecia hasta cierto punto desagradable.

El sirviente del sr. Black iba tras el, un elfo domestico bien vestido que para ser un sirviente llevaba la frente muy alta, hasta desafiante, una arrogancia caracteristica de un mago mas bien. La capa de su amo ondeo y se dirigio la mano sobre el mostrador a la campanita.

-Buenas, disculpen... alguien podria atenderme

Sus ojos grises barrieron el lugar, estaba enfocado en que iba a buscar, pero si se podia llevar algo extra no habria ningun problema. El mago de tez oscura tomo la planilla que le ofrecia el elfo y empezo a llenarla.

ID: (ni idea, soy el 16188)

Nick: Glenin Black

Nivel Mágico: VI

Link a la Bóveda Trastero: (en espera de aprobacion)

Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Boveda de Glenin Black

Fecha: 2016-09-13

Nombre del producto: Libro del Aprendiz de Brujo

Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Libro

Catalogación: AAAAA

Puntos por unidad: --

Precio: 1000G

Precio total: 1000G

Total de Puntos:--

De nuevo los formalismos que invadian el mundo magico lo hacian resoplar. Estaba en el banco por una decima vez en su vida quizas, para abrir una boveda de alta seguridad por que no podia tener todas sus pertenencias en el castillo, menos ahora con tanto ladron disfrazado de ave que azotaban Ottery.

Sus ojos grises repazaron de nuevo el infinito pasillo, hecho de piedra dura, en la que labraron la forma de ladrillos, tanto en el piso como en las paredes, cuadriculado como el. Las paredes estaban cubiertas de un raro esmalte oscuro que las hacia brillar tenuemente tras la llama de los candelabros, tal vez era sangre o alquitran, no sabia.

- Que inmundicia, debi pagar por una boveda mejor, pero sinceramente no tengo tiempo...

Se acomodaron unos estantes y unos archivos de manera drastica y con un movimiento de su mano se sacudio un poco el polvo. El lugubre lugar compaginaba con el sinceramente, un mago particularmente misterioso, del cual rondaban escalofriantes leyendas urbanas. Solo habria que ver que guardaria ahora ahi el Sr. de los Black.

La puerta de siete cerrojos se cerro tras el y con un tintineo desprendio una honda de choque magica que avanzo por todo el lugar, estaba listo.



Perfil de Comprador del MM: 288

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Fecha de Próxima Actualización:

Por un momento se habian vuelto uno solo, el jadeo de los dos solo se sentia cuando el ruido de sus bocas y lenguas cesaban unos instantes. La sorprendente fuerza de la bruja desconcerto a Glenin y lo hizo sonreir, de verdad aquella enigmatica mujer habia despertado al verdadero Glenin Black, una bestia que tenia hambre lujuriosa, solo calmaria con aquella brillante piel.

Los botones salieron disparados en distintas direcciones, mostrando asi el torso de ebano firme que poseia el atletico mortifago. Marcado por muchas lineas negras y figuras abstractas, cual prisionero de Askaban, los tatuajes escondian la peligrosidad del mortifago mas sanguinario de los ultimos tiempos, invisibles bajo la fina seda de su camisa, pero llamativos cuando se encendian.

Sentado sobre el borde de la cama tomo a la bruja por lo que quedaba de ropa, besando su entrepecho y bajando a su abdomen liso. Los ropajes del Black estaban desgarrados, pero con una sola mano desabrocho el pantalon que estaba a punto de romperse en las costuras delanteras.

-Nunca he querido irme, solo que tal vez debia hacerlo -Comento resoplando el entrepecho de Monica.

El saten Negro cayo por completo y Black acomodo lentamente a la bruja sobre sus piernas, mientras los muslos de Monica lo rodeaban. Exploro todo el frente de la mortifaga con sus manos y boca, desde los labios, el cuello y el pecho, haciendo vibrar la respiracion de Monica, entrecortandole la vida de a poco, mientras se unian en aquel vaiven de caderas.

La respiracion se hacia mas fuerte, mientras el Black tomaba aquella cabellera entre una de sus manos y la tiraba de manera sutil pero fuerte hacia abajo, para que los mordiscos se hicieran orden del dia junto con las palmadas y los apretones. Vivian en aquel momento un estado astral brindado por extasis carnal, una adiccion fuerte, que no traia ninguna complicacion.

Una fuerte sacudida y el gigante moreno tumbo boca arriba en la cama a la Angel Caido, avalanzandose sobre ella como fiera tras su presa. Aquella noche eran uno solo, eran el uno del otro y viceversa, la noche se volvia cada vez mas magica, estando dentro de ella, provocando humedad en el ambiente que seria seguida de una lluvia, producto de la mezcla de aquellos dos climas titanicos.

Un torbellino envolvía poco a poco la cabeza de Glenin, la labilidad emocional que sentía en aquellos momentos no la había experimentado en el pasado. Tenia sentimientos revueltos, odio hacia lo que lo había llevado hasta ahí y tenia odio por si mismo, pero un inmenso deseo de proteger a Monica le impedía clavarle su propia varita en el cuello para ver vertir su sangre sobre el.

Cientos de imágenes pasaron por su cabeza, pensamientos sádicos, deseos carnales, todo sumado a los litros de adrenalina que le recorrían el torrente sanguíneo. Habia sido convocada la bestia, la que todos temían y la que muchos no se atrevieron a enfrentar. Unos milisegundos se hicieron horas en su mente por lo que decidió apagar su cerebro un momento y dejarse llevar por los instintos.

Entonces la bestia no quería aquella presa que tenia, no al menos de la manera por la cual había acudido. Otros deseos se apoderaron de Glenin, no quería rebanarle el cuello a Monica, ni mucho menos asesinarla, solo quería que fuera suya, de unas maneras menos sangrientas, pero tal vez igual de rudas.

Sintió el roce de aquella mano cálida, tan suave, tan llena de vida, tan contraria a el. La mano de Glenin estaba agrietada en todo su espesor, con el dedo anular mas oscuro que los demás y también bastante huesudo.

-No es lo mismo llamar al diablo, que verlo llegar... -Respondió ante el ofrecimiento de su misma que tuvo Monica con el, en realidad la chica era valiente, o simplemente no sabia lo que hacia- A veces el resultado no es lo que esperábamos.

Levanto sus manos hasta el cuello de Monica y lo rodeo lentamente, su toque produjo una chispa de estática que erizo el cuello de la Angel Caido. Clavo su mirada en la de ella mientras volvía a bajar sus manos lentamente hacia su cintura, abriendo el lazo de los ropajes que portaba la bruja, mientras acerco sus labios a milímetros de ella rozandolos, respirandole encima y haciéndola cerrar los ojos.

Sonreía con malicia el Mago Oscuro, mientras resoplaba su aliento sobre los labios de Monica para que esta los entreabrieras, justo ahí, después de sentir las ansias de la chica le dio un beso profundo y bastante húmedo, mordiendo sus labios de a poco. Black la tomo por los muslos y la subio sobre su cintura quedan sus piernas cruzadas a su espalda.

Se escucho un golpe seco justo cuando la puso contra la pared, procediendo a tirarle del cabello y besandole el cuello, la quería a ella, solo a ella y justo a ella así como estaban.

Glenin, aquel era el nombre que pocos osaban mencionar, siempre se habían dirigido a el como el Sr. Black, un misterioso mago connaires de grandeza, un complejo narcisista y una arrogancia característica de la familia de los galgos. Un sujeto que en su pasado representaba a la muerte para aquel grupo de fenixianos que llenos de valentía tonta se le enfrentaban.

Escucharlo con aquel tono de severidad, de llamado de atención, tal vez de suplica a la razón e incertidumbre que inundaba el infinito universo que representaba aquella mente, creo un cortocircuito. La heterocromia de su mirada se mantuvo fija por unos instantes al sentir la respiración de Mónica salir de golpe.

-Te quiero a ti...

Respondió fríamente ante la pregunta casi desesperante de la ángel caído. Black había notado que Monica había alcanzado su varita, pero no la había levantado en su contra. Los ojos de Glenin se tornaron vacíos de nuevo y tomo la muñeca de Monica apretando en un punto preciso rápidamente contra la pared para hacer que se abriera y la varita cayera.

-Quieres herirme verdad? Incluso asesinarme... Pero te diré que ya no puedes. Hemos jugado con magia muy oscura.

Una carcajada corta fue seguida de que el cuerpo de Glenin bloqueara el de Monica contra la pared, respirando de nuevo en su mejilla y olfateando su cabello de manera sádica. Mantuvo sujetada la muñeca de la bruja y su otra mano recorrió con el índice huesudo el cuello de Monica, frío a pesar de aquel guante negro que lo cubría.

Su mente fue invadida por una extraña angustia y se separó de la bruja, dando varios pasos atras y murmurando cosas a si mismo. La mirada nunca se apartó de Mónica, pero sus ojos eran de color gris Natural, el color moreno volvió y su semblante de noto inseguro.

-Perdoname... Debo marcharme ahora.

Las palabras de Glenin fueron arrastradas, cortadas, ahogadas dentro de si mismo. Su mirada le clamaba una suplica de perdón a Mónica por haber estado aquella noche con las intenciones que había acudido, pero sobre todo le pedia salvación a la ángel caído.

Black desprendía una extraña aura mágica, con una tenue electricidad estática que hacia crugir su túnica. Glenin guardo silencio un instante mientras las expresiones sonrientes de su rostro fueron cambiando, en ese momento la sombría seriedad que lo había caracterizado siempre lo invadió por completo. Las manos de aquel nigromante se posicionaron en su espalda.

-Nadie debe molestarnos, solo eso...

Glenin se había girado sobre sus talones y quedo mirando hacia Monica con la misma expresión y posición. Ladeó la cabeza hacia un costado y mantuvo la mirada fija, aquella vacía mirada, que hacia pensar en un sin fin de sufrimiento al observarla con detenimiento. Miles de almas consumiéndose en un infierno infinito.

Pocas personas habían experimentado aquella mirada maldita, de ahí se había originado una extraña invocación llamada Kaidan. Black había mostrado siempre una extrema labilidad conductual, así como podía ser el ser mas cruel para algunos, en un extremo podría ser el mejor hombre con otros, lo difícil era adivinar en que momento se encontraba.

- Te lo acabo de decir, no quiero que nos molesten. Debemos estar en privado...

En menos de un segundo Glenin estaba cerca de Monica, Susurrando las ultimas palabras a su oído y haciendo caer su respiración sobre el cuello de ella. Pudo sentir la de Monica detenerse, mientras sus frías manos recorrían sus brazos hasta llegar a sus hombros para tomarlos suavemente.

Black llevo lentamente a Monica contra la pared, sin resistencia, mirándola fijamente sin pestañar. Sus manos bajaron de los hombros a la cintura, mientras sentía el erizar de la piel de la Angel Caído. Uno de sus ojos empezaba a cambiar de color de manera titilante, de su totalmente negro a un natural gris, con destellos de azul eléctrico.

- De muerte? -Pregunto un poco suspicaz el Sr. de los Black, un mortifago que muchos creían Eterno. No se aparto cuando la Joven intento tocarle el rostro, pero al parecer esta no se atrevió.

Permaneció un poco mas inmóvil escuchando a Monica hablar y que respirara un poco para pasar el susto. Pero luego avanzo por las paredes de la habitación alejándose un poco de la Bruja y pasando aquel dedo huesudo por las paredes como si las examinara, sacando chispas en algunos puntos.

-Pues te equivocaste, sigo siendo impredecible para ti, tal vez mas de lo que te gustaría... -Dijo Black ante lo que parecía un reproche de Monica. El mortifago tenia una rara manera de expresarse y sus sentimientos hacia aquella bruja habían perturbado mucho su pensamiento.

Su mano estaba cubierta por un guante negro, cosa inusual en el, pues no portaba el otro par en la mano contraria. Escucho atento la pregunta de Monica y observo su mirada reprochante mientras pasaba el dedo de nuevo por la pared.

-Si prestas un poco de atención notaras que me sucedió en realidad... -Glenin bajo su capucha y se noto un poco demacrado, su cabello desvitalizado y como la piel se agrietaba un poco mas, pasando el efecto de la sangre que había tomado horas previas al encuentro.

Las paredes habían sido imperturbadas y ahora la puerta estaba cerrada magicamente. El Nigromante se volvió a detener justo frente a Monica, con su mirada Vacía.

-No me has dicho si soy Bienvenido o no....

La sombra de humo del mortifago rodeo a Gatiux, junto al mortifago del Pelo azul. Eran tan oscuros, tan faltos de vida y de personalidad que nadie podía comprender que les ocurrió. Sus voces murmuraban, clamaban con gritos lejanos, lamentos de todo lo que les había ocurrido en aquellos tiempos.

-Hemos sido poseídos, no tenemos solución. -dijo con pesar Glenin- Solo un mortifago puede acabar con esto, solo el...

-Todos estamos muertos... -clamo con tranquilidad Orion- y todos ustedes también morirán...

Aquella magia que los había corrompido solo se había visto una vez en la historia de la Marca, el viejo líder Kaiser había sido el realizador del Pentaculo y se la había enseñado a Crazy a la perfección. Glenin la había aprendido del mismísimo Crazy y tuvo que enfrentarla cuando Kaiser revivió para atacar la marca en una experiencia llamada Archipielago de Sangre, pero Glenin nunca había querido usarla, las invocaciones solían salirse de control.

La tierra se agrieto y el humo que formaba a los mortifagos empezó a disiparse, estaban desapareciendo con un rumbo desconocido. Tal vez aquel tipo de magia tenia un solo fin, acabar con el mundo magico como se conocía actualmente. Quiza era alguien que quería divertirse a costilla de los muertos mas peligrosos de la marca tenebrosa.

Sus almas estaban dentro de aquel recipiente vació que hoy pertenecía a sus cuerpos, sin poder tomar acciones conscientes de el. Se habian convertido en los Inmortales...

-Sencillo -susurro el mortifago- te busco a ti...

Glenin, ahora envuelto en una densa nube oscura estaba justo atrás de Monica, en lo mas alto de la habitación. La chica se vio asombrada y retrocedió al ver lo cerca que estaba el Nigromante. Glenin Black no era el mismo de siempre, se le podía notar.

Su mirada completamente negra estaba vidriosa, vacía, ya no hacia pensar en largos túneles vacíos. Su rostro no tenia cicatriz alguna, pero estaba reseco, apergaminado y pareciera que su color moreno se estuviera perdiendo. Mientras sus labios estaban pálidos.

-Te noto un poco sorprendida...

La Inhumana sonrisa se volvio a dibujar en su rostro, inmaculada, brillante, pero tensa. El rostro de Glenin parecia porcelana a punto de romperse. Una de sus manos llevaba un guante negro colocada, cosa inusual en el. Cerro los ojos y olfateo el ambiente, justo como los depredadores buscando presa.

Estaba estático en ese sitio, inmovil, esperando por Monica, saber si era bienvenido. Lo cierto es que Glenin había despertado de entre los muertos junto con otros mortifagos retirados, por alguien que los había convocado usando la peor de las magias, una que pocos en la marca enseñaban.

Los Eternos

El mortifago ahora con su rostro apergaminado y deshidratado miraba a la Banshee fijamente, quien se había sorprendido al encontrarlo haciendo las invocaciones que sus maestros le habían enseñado. Black safó su brazo bruscamente e hizo un movimiento con el cuello para traquear sus vertebras.

-Pareces sorprendida, como si vieras a un muerto -comento con aquella voz que ahora era mas aspera- aunque a lo mejor tengas razón... ves a un muerto.

Sin duda Glenin estaba diferente, tal vez Gatiux no lo reconoció por que al mortifago se le notaba que había perdido peso súbitamente. Su rostro salio de la sombra mostrando lo carcomido que estaba bajo la capucha y la mano huesuda subió la manga contraria para mostrar su marca tenebrosa casi borrada.

Sus ojos estaban vacíos igual que siempre, pero esta vez eran diferentes, como si el gigante moreno que estaba delante de la ángel caído no era el mismo de siempre. Black se giro de nuevo hacia la tumba y tomo su varita para que todo siguiera brillando, era hora de traer consigo a su camarada.

-Si el no esta ahí, entonces quien es este... -Se giro hacia gatiux y señalo hacia la tumba- Edo Tensei..

Un ataud emergió de la tierra de manera vertical, marcado en su tapa por la marca tenebrosa y cubierto de un aura de magia negra. La tapa se abrió y ahí estaba el cuerpo del ex líder mortifago que parecía de porcelana agrietada, pálido y delgado.

-Hace unos años todos los mortifagos retirados que desaparecieron empezaron a ser asesinados, nadie se dio cuenta,nadie se preocupo, ni siquiera yo hasta que vinieron por mi y empece a atar los cabos, pero ya era tarde...

A los lados de Gazthen aparecieron dos ataúdes mas, con la misma marca tenebrosa en su tapa. Una espesa niebla se apodero de ellos y las tapas se abrieron de golpe. La bruma se disperso poco a poco y dejo ver los rostros de Remus y Orion Black.

Los ojos de los tres se abrieron y brillaron en un verde extraño al mismo tiempo que los de Glenin. Sus túnicas negras ondearon y todos emergieron de sus tumbas.

-Alguien nos ha convocado y no podemos resistirnos... Todavía nos falta uno que no sabemos si esta vivo o muerto, pero Iremos por Nomak.

Inmediatamente los 4 sujetos emprendieron su desaparición en torbellinos negros dirigiéndose al cielo. Todos estaban Malditos.

Arrastraba un cuerpo por un brazo cuesta abajo, era una persona joven ynse desentraña por múltiples cortes que le habían propinado. La sangre drenaba de manera ascendente, hacia quien lo sujetaba, entrando mediante su brazo y avanzando por su cuerpo, cerrando cada grieta y rejuveneciendo su piel.

Las cicatrices habían desaparecido, su cuerpo se había revitalizado, todos los tejidos cobraron vida y cubrieron las partes que se veían los huesos. Sus ojos brillaron intensamente mientras recuperaban eL gris natural que los caracterizaba.

Avanzó con su imponente altura por los terrenos de aquella mansión, recogiéndose la larga cabellera. El gigante moreno sonrió ampliamente, debía encontrarse con alguien aquella noche. Contemplo la esplendorosa casa y dirigió sus pasos hacia un costado a una ventana en la planta alta.

-Heme aquí Monic... - dijo el señor de los Black casi en un susurro.

La Hora de los Malditos

Todo estaba tan desolado, falto de alegria, de movimiento, de voces y risas que opacaran el tinitus que producía la nada. Los pueblos habían sido arrasados por la monotonía y el formalismo, por el cansancio de una rutina que socababa el corazón de los habitantes, arrancándoles el alma de ha bocado. Habían perdido la valentía y el miedo a la misma vez, eran cuerpos vacíos.

Todo hombre conocido con las cualidades que ameritaban aquellos tiempos estaban bajo tierra actualmente, otros habían sido secuestrados por la sociedad. Era difícil observar al mundo mágico de aquellos dias, aunque las fuerzas naturales siempre trataban de obtener un equilibrio dentro de aquella absurda paz.

Del otro lado de la acera estaba un farol que titilaba debido a alguna falla, toda la calle se fue quedando a oscuras desde los extremos hasta llegar como epicentro al farol. De repente, justo de la nada una figura encapuchada estaba bajo la luz parpadeante, tenue, como si su presencia parpadeará con aquella iluminación hasta que los dos quedaron estáticos.

Avanzó rápidamente hasta la mansión y cruzó sus muros sin abrir los portones, llevado por una ráfaga de viento que siempre lo acompañaba. Se interno en los terrenos amplio de aquella mansión hasta el cementerio, logrando visualizar varios nombres conocidos, pero iba por uno en especial, uno que se había enterrado a si mismo una década atrás.

Toco la tierra fría, la grama estaba áspera, se ve que nadie lo había visitado en mucho tiempo. Su dedo agrietado y huesudo empezó a dibujar en el suelo mientras murmuraba algo intentendible, parecía incluso una canción infantil. Aquella macabra sonrisa se dibujo de nuevo, mostrando la mitad huesuda del rostro que le faltaba tejido.

El pentaculo brillo y de nuevo los cráneos fantasmales se apoderaron de el, rodeándolo, mientras sus ojos brillaban, desprendiendo de su boca una llamarada al suelo, la tierra se trago toda aquella energía y solamente crugio bajo sus pies, era hora de que los malditos despertaran.

-Gazthen...

Black habia pasado un solo detallr por alto en aquel duelo. Sus estrategias no estuvieron erradas, mas bien fueron muy acertadas e incluso podria haber sacado la ventaja, pero la sangre de su pierna se habia confundido con el fango y no se habia percatado de lo que habia perdido.

La fria brisa soplo fuertemente, entonces cayo en cuenta, el mareo que sintio, la vision borrosa, todo era sintomas de hipovolemia. Lo ultimo que vio fue aparecer dos serpientes, un de ellas cerca de la pierna de su rival, la cual le inyecto su veneno a patrick en su descuido, la otra a 5 mts de Glenin y avanzaba rapidamente.

El gigante moreno cayo de rodillas y cerro sus ojos con esa inhumana sonrisa en su cara. Desvaneciendose en el lodo.

Black como hombre de muchas batallas, siempre tenia todo calculado e incluso un paso adelante de su rival cuando se lo permitia. Sin sacrificio no habia victoria y eso lo sabia Glenin. Su estrategia estaba por los momentos saliendo acorde al plan, pues el rayo habia impactado de lleno en patrick por una razon muy sencilla, los lideres y organizadores habian puesto unas reglas que lo dejaban mudo.

Los primates tenian una forma muy particular de movilizarse, y mas los pesados como los simios, en especial el orangutan que poseia los brazos fuertes, con la fuerza de 3 hombres o mas y de 1.5 mts de largo cada uno. Glenin animalizo el suyo fornidos y musculosos, bastante desarrollados. Por lo cual los simios avanzaban con los brazos y sus patas cortas solo eran apoyo para estabilidad y pasos cortos.

La lapida de Glenin que podía ser levantada por dos Hombres normales se habia animalizado perfectamente y logro avanzar como su creador le habia ordenado, en nigun momento le ordeno caminar, ademas que estaba bastante cerca de el como para inutilizar al felinito que Patrick habia creado, asi como había pensado y descrito en sus ordenes. Quedandose delante de el aplicandole la llave al Vitae de Patrick que lo inutilizara.

Glenin que media 180cm de alto, por unos 80cm de ancho en la parte de su espalda pesaba alrededor de unos 120kgs de puro musculo, lo cual era bastante y si dos o tres hombres promedios podian levantar aquella lapida, entonces no deberia de pesar mas de 170 kgs, un peso facil de levantar para las piernas de un chimpance bien desarrollado y los brazos fornidos de un orangutan. Igual, si pesara mas, tenia 4 extremidades y la animalizacion usaba el mismo material de ente a transformar su anatomia. Por lo cual soportaria su propio peso, pues no tenia que tener correspondencia con el mundo natural real mas alla de las proporciones.

Como bien habia descrito Glenin, la lapida que escogio patrick tenia 50cm de alto por 30 de ancho, la logica predominaba en aquellos momentos, donde el Viejo lobo sacaba sus artilugios a relucir. Su rival no habia perdido tiempo ante Black y enviaba 12 medias lunas cortantes surcando el aire, las lapidas no defenderian a Glenin de aquel Ataque.

-Evanesco - Penso Glenin rapidamente y las 12 medias lunas desaparecieron. Esto era posible por que no se le podia intercalar una invocacion a un efecto. Glenin tenia breve tiempo para defenderse con el hechizo mas rapido que pasara por su cabeza. Su pierna estaba herida pero no mortalmente, la mordida de dientes Romos no logro llegar a ningun vaso principal como ya habia notado Glenin, el sangrado era muy escaso como para matarlo.

-Absorvere -Grito el Moreno justo despues de que Patrick se realizara un Episkey para curar sus mortales Heridas de sectusempra. El femur derecho de Patrick se rompió violentamente en el tercio medio, causando una fractura desplazada y expuesta que hizo caer a Patrick al suelo, se le veia bastante fea la pierna y deberia curarsela para ponerse de pie y evitar el dolor, ademas que el femur fracturado lograba perder hasta 2000cc de sangre.

Black ordeno mentalmente mientras lanzaba su ataque a su vitae caer encima del de Patrick y quedarse en el suelo inmovilizando la lapida y darle golpes violentos con un brazo hasta quebrarla a pedazos en la mandibula y su centro, pero sin dejarla escapar, asi tuviera que abrazarla de nuevo para evitarlo.

El señor de los Black se mantuvo atento, aguantando el dolor que tenia en la pantorrilla y esperando que ataques haría ahora su rival. Los vitae no sufrian de dolor, de sed, no estaban vivos, simplemente eran magia creada para infringir grandes ataques, Glenin lo sabia pues el mismo le dio varios hechizos a la Gama mortifaga.

Los lideres habian hablado, ellos eran los clasificados a la siguiente ronda del torneo. Black se refrescaba en la ducha mientras por su cabeza pasaban tantas cosas. Habia sufrido una que otra herida durante el torneo, sacrificios que debian hacerse para salir victorioso.

Avanzo por las conocidas mazmorras Cruzo la primera puerta y se encontro de frente con las 8 puertas negras, puso la mano en el picaporte de una de ellas y se adentro en un lugar oscuro, lo que parecia un antiguo cementerio. El olor a putrefaccion impregnaba todo.

El mortifago decidió no caminar, así que simplemente apareció del suelo frente a su rival. Sabia quien era, aunque su aspecto había cambiado bastante, Glenin podía recordar cada presencia a la que se había enfrentado, mas si fue en múltiples ocasiones.

Sus pies descalzos sintieron el frió fango, algo reconfortante, el viento soplo fuertemente sobre su torso desnudo y azoto su cabellera. Se rasco un momento la poblada barba que llevaba y clavo aquellos ojos totalmente negros en su contrincante, quien se alistaba para atacarlo.

El Señor del Viento esbozo una sonrisa maquiavelica, mostrando todos sus dientes inhumanamente blancos, tensando las cicatrices de su rostro y desfigurandolo mas de lo que estaba. Ahí estaba el mortifago de la mascara anaranjada, el proclamado popularmente Mariscal de la Marca Tenebrosa por cada batalla victoriosa, el Eterno Comandante.

El cementerio estaba milimetricamente ordenado según la posición de las lapidas, todas tenían una forma ovalada y eran blancas con inscripciones negras, tal vez era un recordatorio, dispuestas en un patrón irrompible de hileras, extrañamente una hilera eran mas grandes, estando intercaladas a lo ancho del lugar. Su contrincante lo había llevado a aquel lugar para dejarlo ahí, Black no se preocupaba. Con sus 2mts de Altura y su cuerpo peso pesado resaltaba en aquel lugar.

Estaba parado entre dos lapidas, pero mas cercano a la de su izquierda a unos 60 cm de esta y como unos 50 cm por detrás . Hizo su reverencia y entonces su rival hablo, realizando un vitae. La lapida de su derecha se empezó a transformar en un híbrido, animalizandose en una forma felina, pero apenas Patrick hablo Black ya tenia levantada la varita y le apuntaba.

-Sectusempra - El rayo se desprendió de la varita de Glenin Black para impactarle directo en el pecho a Patrick, iluminando la cara de Black y el trayecto de 10mts que lo separaban. La lapida era de 50cm de alto, del tamaño de la tibia de Black y de Ancho apenas tenia 30cm, sinceramente fueron lapidas pequeñas las de esa hilera, conservando un patrón mas o menos homogéneos.

Las patas de leopardo cortas y acordes a la lapida se movieron rápidamente resbalando algunos pasos sobre el fango que había y las fauces de Leon adulto, que no poseen boca si no hocico, se abrieron plenamente para alcanzar a Glenin en la Pantorilla posterior al lanzamiento de su hechizo. Pero acordes a la lapida las fauces tampoco podían ser muy grandes y los dientes al similarse a los de un león adulto, muy adulto estaban algunos, sobre todo los caninos, bastante romos.

Glenin con su porte de Boxeador poseía unas pantorrillas y muslos bastante gruesos, puro musculo de por lo menos 15cm de circunferencia en los gemelos. Los dientes del vitae se afincaron en esta parte aplicando gran presión sin llegar al hueso y sin tocar ningún vaso importante, aferrándose a Black quien doblo su eje corporal a causa del dolor causado, aunque la bestia solo ataco su pierna.

-Vitae - susurro Black rápidamente coincidiendo con el ataque y con un dolor fuerte para que la lapida a su izquierda de la cual se intento aferrar se animalizara. La lapida era de las hileras grandes, el doble de la que transformo Patrick, 1mt de alto, por 80cm cm de ancho y 12 cm de grosor. Dos brazos de orangután dos piernas de chimpancé emergieron de la lapida, tamaño real, aplicándole fuerza a las mandíbulas felinas para que se abrieran, incluso las dislocarían, para luego abrazar la lapida felina de forma segura por la espalda.

Glenin se coloco erguido sobre su eje con dificultad, mientras su vitae se colocaba delante de el, sosteniendo con una llave de abrazos fuertemente al de Patrick, justo frente a Black. Su pierna estaba herida, pero las heridas no eran mortales, podría curarlas después aunque estaría cojeando un buen rato. Estaba atento a los movimientos de Patrick y mantenía la varita en alto apuntándole, conservando la distancia de 10 mts.

La noche se apoderaba lentamente sobre Ottery, degrando los colores del cielo en varios tonos de naranaja y rojo tras la caida del sol. El viento soplaba levemente y traia consigo un aroma a roble y hierba fresca, aunque mas alla habia el aroma de una presencia, imponente, un hombre con un poder magico indescriptible.

La figura se fue dibujando poco a poco, formado por unos hilos de niebla oscura y dejando uma estela a su paso. Alto, como de unos 2mts de altura, con un cuerpo de boxeador de peso completo y un caminar sigiloso, como si el viento lo llevara consigo, algo bastante raro en un sujeto de aquella contextura.

Su piel era morena, un tono bastante oscuro. El rostro estaba cubierto por una poblada barba arreglada, con unos ojos grises tipicos de una familia sangre pura del pueblo, poseia una mirada penetrante y que hacia pensar en tuneles vacios, esbozando de vez en cuando una inmaculada sonrisa, inhumana en cierto punto.

Sus ropajes ondearon con el viento, negros de estilo coloneal con una corbata verde y plateada. El patriarca de los black se acerco a la puerta y procedio a tocarla, manteniendo lo que parecia un paquete en la otra mano. La puerta fue abierta por un pequeño elfo domestico.

-La señorita Monica por favor... -comento con su voz produnda.

El sirviente hizo una reverencia e invito a pasar a Glenin, quien esperaria tranquilamente en el star por su compañera.

Glenin había tenido un error de calculo, noto que un par de medias lunas le impactaron en la pierna y cortaron levemente su brazo libre. Retiro las que quedaban encajadas que habían roto mas aun su pantalón, incluso volando un pedazo de este por el suelo y llevado por el viento, tal vez era un error grave, tal vez no, pero estaba en una clara desventaja desde que había comenzado el duelo.

La estatua de Fernando Black fue transformada en un oso polar Gigante justo antes de llegar a Ludwig, pero la física era clara, la aceleración esta ligada por fuerza y masa, a mas masa se necesitaba mas fuerza para acelerar y esto era inversamente proporcional al tratar de desacelerar, se necesitaría mas fuerza. En pocas palabras ese oso polar de 200 kgs que previamente estaba en movimiento, logro llegar al ras a ludwig sin arrollarlo.

Su amigo Ludovico había esperado a que la estatua se acercara demasiado, casi a 1mt de el, e incluso no le dio orden al oso de girar o tratar de evitarlo, seguro le dio Orden de protegerlo. El oso se había posicionado frente a Lud y había recibido el Sectusempra de lleno, sangrando inmediatamente, ludwig había esperado incluso que Glenin se movilizara hacia la izquierda para lograr todas sus acciones nuevamente, lo cual hacia que el oso se desangrara mas.

Le había dado una segunda orden al oso, la de atacar a Glenin con las fuerzas que le quedaban. Y el instante también había transformado los pocos pantalones que le quedaban al Black en una avispa marina, un movimiento muy popular últimamente entre los mortifagos, algo trillado realmente. El mediano animal, ya que de 200 kg no era un ejemplar completamente grande y adulto comenzó a avanzar hacia el derramando mas sangre a borbotones por el esfuerzo.

-Morphos - Dijo el Black pensando en la capa que portaba Ludwig, haciendo la misma jugada que el había realizado en Glenin. La transformo en una avispa marina de Gran tamaño que se abrazo con sus cilios múltiples de 60cm cada uno a la espalda de Ludwig, mientras Glenin retiraba la que Ludwig había creado de sus pantalones de su pierna tirandola lejos en la grama.

Habia leído de las avispas marinas, todo iba a depender de su tamaño, la cantidad de veneno que inyectaban y por supuesto del tamaño de la persona a quien atacara. Estaba descrito que podían llegar a Causar un Paro cardiaco, la que creo Ludwig parecía una avispa Joven, de las cuales solo poseían veneno en el 5% de sus tentáculos, mientras que Glenin había pensado en una adulta y mas peligrosa para atacar a su compañero.

El efecto al final era el mismo, dolor y todavía tenían tiempo de curarse. El oso volvio se habia desmayado por Hipovolemia a 2mts de Glenin, había perdido mucha sangre en la defensa y en el recorrido de su intento de Ataque. Finalmente había muerto desangrado por los profundos cortes en el cuello y en Torso, conviritiendose de nuevo en la estatua de Fernando Black. De la cual Glenin se alejaba mientras pensaba Episkey.

Las heridas causadas por el seccionatus fueron sanadas, pero tenia un incesante dolor punzante y continuo en su pierna, producto de las picaduras de la avispa de mar. Black volvía a retroceder de nuevo y mantendría la distancia de 12mts que se planteaba frente a Ludwig, quien estaba en una ventaja técnica contra Glenin.

Black se mantuvo calmado y espero los movimientos de su rival alejándose hacia la derecha de la estatua y las gargolas, casi llegando al borde del escenario.

Todo fue sacudido de nuevo, su duelo anterior ni siquiera habia llegado al climax, Black estaba acostumbrado a aquella sensacion que causaba el torbellino de los traslados, ni se inmuto al tornarse todo oscuro, simplemente se acomodo el cabello de nuevo, le habian dado un descanso.

El moreno avanzo, tomo una tunica y se la coloco sobre su divinidad, como cosa rara, no le quedaba asi que al frente estaba abierta. Su pantalon estaba hecho retazos y como era de esperar llevaba los pies descalzo, rasco su poblada barba y avanzo hacia su rectangulo.

Ahi estaba ya su rival, alguien a quien conocia muy bien y compartio batallas. Glenin se dirigio hacia una parte de los 20mts de grama hasta llegar a la mitad, pero posicionandose hacia un lado, cerca de una de las estatuas, que parecia Fernando Black, un poco mas grande que una escala de 1 a 1.

Las gargolas quedaron a su izquierda, bastante lejos y hacia adelante, los ojos del Nigromante Brillaron con regocijo y por primera vez sonrio con aquella inhumanamente blanca y distorsionada sonrisa, tensando las cicatrices de su rostro lo que lo hacian "Bastante Feo" segun Crazy.

-De la marca, para la marca y por la marca... Ave Triatum, Morituri Te Salutant- Grito mientras tomaba un poco de pasto y lo lanzaba al aire. Dandole la merecida reverencia a Ludwig, un mortifago al que respetaba, tal vez mas que a los demas.

Black era un mortifago por ideal, por razon y de por vida. Habia sido formado por la marca para obedecer sus ordenes sin cuestionar, para luchar por ella hasta dar su ultimo aliento y mas alla de ser posible, era un guerrero de mil batallas y mostraba orgulloso sus cicatrices. No importaba la orden que daban sus lideres, la cumpliria incluso si era quitarse la vida.

Nunca habia participado en los torneos de la marca y aquel no habia sido una participacion voluntaria, simplemente fue sacado de la pocilga detras de la taberna y llevado ahi sin muchas explicaciones, era una bestia soltada en un circo de sangre.

El silencio fue lo que su contrincante recibio a sus palabras. Ludwig realizo el primer movimiento y rapidamente desprendio 12 medias lunas de su varita que surcarian el aire para impactar en el pecho de Glenin.

-Locomotor Estatua - Dijo a viva voz apuntando hacia la estatua que Tenia a su derecha apenas vio salir las medias lunas de la varita de ludovico, la estatuta se posiciono frente a el y luego se encamino hacia Ludwig, a rapida velocidad para atropellarlo como un tren pesado.

Glenin al mismo tiempo que dirigia la estatua dio paso de trote hacia el centro del duelo y hacia atras para evitar que la estatua le tapara la vision de su rival, para rapidamente verlo y apuntarle directo al pecho y lograr decir otro hechizo mientras ludwig era arrollado o lograba defenderse de la estatua.

-Sectusempra- El relampago purpura se desprendio de la varita del Eterno Comandante de la Marca Tenebrosa. Tenia la intencion de causarle grandes heridas al Malfoy, para evitar que este pudiera tomar algunas ventaja en el duelo sobre Black. Glenin se mantuvo atento a cualquier movimiento para ver si podria vencer a Ludwig en aquel duelo. Le interesaba Avanzar...

El viento azoto el lugar y la tunica de Glenin ondeo a su par, era una noche decisiva.