Elizabeth Tonks

 

puesto que la bruja a pesar de todos los rumores acerca de sus ausencias y de que la edad ya la había alcanzado (?)

Mensa, me hiciste reír xD

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Por debajo de ella podía sentir lo que tal vez era una pequeña piedra incrustándose en su muslo derecho a pesar de tener como barrera y protección sus pantalones. La bruja hizo un rápido movimiento de cadera, acomodándose entre la tierra ya que no podía ponerse de pie sin tal vez caer apenas lo haya logrado debido a la cuerda que aún mantenía juntos sus tobillos.

Pudo ver y escuchar, justo antes de deshacerse de la cuerda que se enrollaba cubriendo su boca, el nuevo hechizo realizado por Catherine, quien sin la necesidad de apuntar hacia su objetivo, había convertido la roca detrás suyo en un oso grizzly, el cual emitió un ruido feroz antes de encaminarse hacia donde ella se encontraba aún sentada.

Recordó fugazmente una película del mundo muggle, donde tanto tiempo había pasado los últimos meses. ¿De verdad para ellos resultaba imposible que un humano pudiera convertirse en un oso? Nada que la animagia o algún otro conjuro no resolviera, aunque para eso se necesitaban un par de años de estudio.

La segunda cuerda había ya desaparecido. Levantó la varita en dirección al animal, aunque en realidad no hacía falta. -¡Oppugno!- Sus palabras salieron fuerte y claro, haciendo efecto inmediato en la criatura. Ésta se detuvo a escasos centímetros de Elizabeth, disminuyendo en el último momento la intensidad de su zarpazo, el cual apenas alcanzó a rozar a la bruja sin hacerle mayor daño que destruir su blusa con las garras.

-Era mi favorita...- Comentó la Tonks en tono sarcástico, pues ésto no era del todo cierto. De haberse tratado de aquella vieja y ya delgada blusa edición especial de las brujas de Macbeth, otra cosa habría pasado. El animal giró, quedándose frente a Elizabeth con el fin de defenderla de cualquier cosa que Catherine pudiese enviarle; mientras tanto, la bruja aprovechó el momento para pensar en otro evanesco que deshizo por fin la tercera y última cuerda que todavía la mantenía atada. Pudo estirar sus tobillos y sin perder tiempo, ponerse de pie.

Un paso a la izquierda bastó para que pudiera ver a su contrincante sin el oso de por medio. Escuchó a Catherine y esperó, pensando que quizás realizaría un nuevo hechizo o la primera de sus preguntas, pues ahora tenían un mutuo acuerdo. Ninguna de las dos cosas sucedió, lanzando entonces Elizabeth la primera interrogante.

-Bien...- Empezó a decir. -¿Qué es lo que estabas haciendo aquí?- Repitió.

Alooooooo

He resucitado xDDD

Quiero hacer constar que no solo para las nominaciones u.u , ando jugando duelo por ashá y posteando por acá... espero de a poco ir regresando a las andadas (?) Mientras tanto, dejo nominaciones o/

Espero volver a tiempo para las votaciones

No conozco a los aspirantes, así que en general me saltaré esa parte.

Chan....

-¡Vaya...!-

Pensó Tonks ante la visión de los rápidos movimientos de su rival, frotando su frente con la mano libre de la empuñadura de su varita. Tenía tanto tiempo de no enfrentarse a un mago o bruja que sentía que había perdido demasiada habilidad, la cual estaba dispuesta a recuperar. Levantó con firmeza su varita hacia Catherine, buscando atacarla con algún otro hechizo cuando en su pecho impactó un rayo escarlata que hizo volar su varita.

De no haber tenido la boca amordazada con una de las cuerdas, habría dicho unas cuantas palabras a la bruja, no solo en respuesta a las preguntas realizadas previamente, sino incluso de la manera en que estaba poniéndola a prueba. Era clara la ventaja que había conseguido con apenas un par de movimientos.

Elizabeth se encontraba prácticamente entre la espada y la pared. Necesitaba recoger su varita antes de que Catherine intentara obtenerla, pero al mismo tiempo se encontraba físicamente limitada por la cuerda que rodeaba sus tobillos. Observó cómo las uñas de la bruja crecían a una velocidad sorprendente, limitando su puntería; ella no perdió mucho tiempo y formuló un inaudible hechizo que hizo regresar el tamaño de las uñas a la normalidad.

Fue entonces, mientras Catherine formulaba su hechizo y las uñas reducían su tamaño cuando Tonks resolvió el problema de su varita. La necesitaba para librarse de las cuerdas y poder vencer a la bruja Stark.

A su derecha, a unos cinco metros de distancia, se encontraba aquella hermosa varita de madera de ébano con centro de unicornio, vibrando lentamente contra el suelo. Lo que haría tal vez dificultaría un poco los siguientes instantes, pero no tenía otra alternativa. En el trayecto que la separaba de su arma no había más que tierra y poco pasto creciendo alrededor.

Elizabeth giró, flexionó las rodillas no limitadas por las cuerdas y saltó cual canguro, estirando los brazos lo más que pudo para intentar coger la varita. Cayó sin embargo aún a metro y medio de ella, arrastrándose con las manos hasta por fin, hacerse con ella.

Sintió que aquellos movimientos habían durado largos minutos, pero no habían pasado más que algunos segundos. Stark aún se miraba las uñas asegurándose de que no crecían más, aferraba su varita y apuntaba con ella a Elizabeth que yacía en el suelo.

Tonks levantó su varita en dirección a Catherine, decidida a lanzar un nuevo ataque. Realizó una floritura de varita, y sin embargo, al último instante desistió. En su lugar pensó en un nuevo hechizo seguido de un movimiento de varita diferente, el cual hizo desaparecer la cuerda que la amordazaba. Sin duda aquél hechizo había sido un silencioso evanesco.

-¿Preocupada Tonks?- Escuchó decir a Catherine.

-Ni un poco...- Agregó Elizabeth, sin dejar de apuntar con su varita a la bruja mientras que con la mano libre se apoyaba contra el suelo para sentarse y mirarla de frente. Estaba segura que no saldría bien librada de aquél encuentro, pero debía aprovechar aquella oportunidad.

-Juguemos un juego...- Se aventuró a proponer, de esa manera tal vez ambas obtendrían algo de lo que buscaban. -Preguntas y respuestas. Contestaré tus preguntas si respondes las mías, ¿te parece?-

No problem negri o/

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El duelo había dado inicio rápidamente, más de lo que la bruja hubiese imaginado. No era del todo malo, después de todo anhelaba practicar desde mucho tiempo atrás. Lo que nunca había imaginado es que aquella "práctica" sería justo con Catherine Stark.

-¿Porqué debería contestar a tus preguntas si tú no lo haces con las mías?-

Tras evitar el hechizo enviado a hacerle daño, hubo un inesperado contra-ataque, el cual dejó a Elizabeth atada con tres gruesas cuerdas. La primera de ellas impedía que la bruja pronunciara palabra alguna, la segunda ataba sus brazos, impidiendo que apuntara efectivamente a su contrincante, y finalmente la última cuerda que ataba sus tobillos, un movimiento en falso y Tonks caería de bruces.

Después de ello Elizabeth tuvo unos breves segundos para reflexionar, segundos que Catherine utilizaba para recuperarse del desmaius recibido. La bruja pensó en la buena suerte de la Stark, pues un centímetro más a la derecha y su varita se habría partido en dos o tres pedazos.

-¡Evanesco!-

Pensó Tonks, aferrando la varita en la zurda. La cuerda que ataba los brazos al tronco de su cuerpo desapareció inmediatamente, dejándola libre para apuntar con precisión a su rival. Deseaba contestar a la pregunta de Catherine, sin embargo con la primera cuerda amordazándola no había mucho que pudiera intentar decir que no sonara como simples quejidos. La bruja tendría que esperar tras recuperarse para escuchar la réplica a su interrogante.

-¡Crece-uñas!-

Pensó nuevamente Elizabeth, apuntando ésta vez su varita hacia el pecho de Catherine. De impactarle este nuevo rayo, sus uñas empezarían a crecer tan rápidamente que le dificultaría apuntar y posteriormente sostener adecuadamente con su varita.

Seguidamente la primogénita de los Tonks perdió levemente el equilibrio, balanceándose un poco hacia adelante. Estiró los brazos hacia ambos lados para controlarse y no caer, sin perder de vista los movimientos de la chica Stark.

¿Sabes hace cuánto tiempo que no hago ni el intento de un rol? xD
No esperes algo decente hahahah

¿Con qué rango jugamos negri?

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No recordaba con exactitud la última vez que había ido a aquél lugar. El tiempo transcurría demasiado rápido a su percepción, haciéndola perder la noción del mismo. Recordaba la compañía, y escasamente las palabras que ésta le decía. No podía olvidar, sin embargo, el dolor que sintió después, al verse sola en el bosque y sabiendo de antemano que no volvería a verla.

Fue entonces cuando nuevamente desapareció. Se marchó lo suficientemente lejos para pensar, olvidar e intentar cambiar los aspectos de su vida que odiaba. Pero ahora, al regresar, notaba que todo seguía como lo había dejado tiempo atrás. La herida nuevamente se abría y empezaba a sangrar.

El día casi llegaba al crepúsculo, dejando que la luna se llenara de luz para iluminar el sendero. El frío viento despeinaba algunos cabellos de la bruja, meciéndolos frente a sus ojos. Los apartó y miró al frente, a escasos metros desde el punto en que ahora se encontraba. Supo de inmediato de quién se trataba y quiso dar marcha atrás, pero entonces la otra bruja se percató de su presencia y fue demasiado tarde para irse. No era nada personal, simplemente que era precisamente con quien menos relación tenía y cuya presencia más le hacía recordar.

-¿Me buscabas, Tonks?... Si querías verme podrías haberme mandado una lechuza.-

Elizabeth la observó en silencio por unos segundos. Tiempo atrás había escuchado rumores de que Catherine servía del lado de los mortífagos, algo que ella no había comprendido nunca. En el momento actual desconocía sus aspiraciones, y más aún, si se atrevería a atacarla realmente. Por debajo del bolsillo izquierdo de su túnica empuñó su varita, esperando no tener que usarla y mucho menos, matarla. Todo dependía de lo que sucediese a continuación.

-Las lechuzas son cada vez menos seguras, el Ministerio las intercepta constantemente...- Balbuceó, aventurándose a dar algunos pasos al frente para que pudieran observarse mejor y bajar el tono de la voz.

Por debajo de la negra túnica de la bruja su corazón empezó a palpitar con fuerza y a un ritmo bastante más acelerado de lo usual. Respiró profundo, intentando controlar aquellas emociones que no comprendía y esperó.

-Viajaste... o eso me dijeron.-

-La gente dice muchas cosas.- Agregó, evitando dar detalles explícitos de lo que había hecho durante su ausencia.

Catherine descendió de la roca sobre la cual se encontraba, acercándose lentamente hacia Tonks y sin hacer ningún otro comentario del tema anterior, lo cual agradeció. Era mucho más alta de lo que ella recordaba, fuera de eso, no había cambiado aparentemente en nada. Elizabeth por el contrario estaba mucho más delgada y ojerosa que nunca, con el cabello medianamente largo y alborotado. Sus ropas eran tan sencillas como siempre, con botas de cuero bajo los pantalones y la playera negros que vestía bajo la túnica, algo que no le favorecía en absoluto. Estaba decidida a regresar a los vestidos, múltiples pares de zapatos y accesorios para el cabello, pero recién llegaba y no había aún ni visitado a sus familias.

Escuchó con atención sus palabras, sorprendiéndose de que aún existieran magos y brujas con algo de respeto por los encuentros, pues hoy en día muchos de ellos se olvidaban de los valores y se saltaban la reverencia y saludo que daba inicio oficialmente a un duelo. Entendió el mensaje, sacando la varita del bolsillo en que la mantenía oculta y ofreciendo a su vez respuesta con una segunda reverencia hacia su ahora oponente.

-No me vendría nada mal "un poco de acción".- Respondió, observando su actitud y tratando de adivinar nuevamente sus aspiraciones. ¿Intentaría acaso matarla o capturarla? Actualmente matarla o capturarla tenía poco valor, pues no ofrecía sus servicios a la Orden como en algún tiempo llegó a hacerlo. Aquellos "años de gloria" parecían ya realmente lejos.

-¡Avis!-

Una pequeña bandada de aves apareció oportunamente, recibiendo el daño del rayo lanzado hacia su invocadora. Elizabeth por fin sonrió. Hacía tanto tiempo que no empuñaba de aquella manera su varita, pues en el mundo muggle, donde había estado algún tiempo los últimos meses, prácticamente no se batía a duelo contra nadie, algo que sin duda continuaba amando.

Era su turno, ahora desahogaría toda esa energía guardada por meses. Levantó su varita apuntando hacia Catherine, una floritura y un "desmaius" pronunciado claramente bastaron para que un rayo anaranjado viajara con rapidez hacia el pecho de la bruja, buscando con ello hacerla caer inmóvil e inconsciente por unos segundos. Era un movimiento sencillo, pero le daría tiempo y oportunidad de calentar y estudiar los movimientos de su oponente. Esperaba continuar con la destreza que le caracterizaba.

-¿Qué es lo que estabas haciendo aquí?- Quiso saber la Tonks, esperando obtener respuesta a algunas de sus otras preguntas sin tener que formularlas.

Solo debía poner en dificultades a Elvis un poco, ganarle y luego disfrutaría de un helado doble patrocinado por él. O al menos eso era lo que la bruja esperaba, o tendrían que hacer antes una parada en Gringotts para retirar dinero, pues no cargaba ni medio knut en los bolsillos.

El hábil mago había lanzado un siguiente hechizo, cegando con un intenso flasheo la visión de Elizabeth y se su doxy, quien estaba próxima a desaparecer. La bruja sabía, que al no conocer su posición exacta, la criatura no podría lograr su cometido de envenenar a Elvis. Sin dudarlo mucho levantó su varita, siendo interrumpida por la voz de su tío que nuevamente lanzaba un ataque.

La varita bajo la zurda de la Tonks vibró, indicándole así que el efecto del hechizo había sido recibido con éxito. Ahora se encontraba con un poco más de dificultades, pues no solo no podía ver la posición exacta de Elvis, sino tampoco podría lanzarle invocaciones o rayos, que de cualquier forma tampoco hubiera hecho sin la visión.

-¡Ardius Silencius!-

El efecto sobre el mago también fue inmediato, incapacitándolo para hablar momentáneamente, lo que hizo que su último hechizo no surtiera efecto y en cambio se quedara colgado de los tobillos, muy cerca de la arena. Si tenía suerte, quizás habría un poco de viento que arrojara arena a los ojos del mago.

-¡Floreus!-

Un segundo hechizo hizo vibrar ahora la varita del mago, de cuya punta saldría un ramito de margaritas en cuanto quisiera lanzar algún otro ataque a la bruja. Elizabeth esperaba que fuera uno hermoso, para que el Gryffindor lo guardara y llevara más tarde a Annick xD

Le quedaba un último movimiento gracias a la velocidad otorgada por el ardius, por lo que, a pesar de ser un movimiento casi improbable, curó la visión de la doxy con un inaudible "episkey". La criatura estaba ya muy cerca de Elvis, pudiendo envenenarlo inmediatamente después de recobrar la visión.

Aquél movimiento de envenenarlo podría haberlo hecho con cualquier otra criatura, sin embargo no deseaba que la doxy se desapareciera sin haber logrado su objetivo. Tras morderlo, la criatura se miró las manos que iban desapareciendo poco a poco en el aire, pues su tiempo se había agotado. Hizo una señal de despedida al mago -quien la miraba aún de cabeza- y entonces, desapareció.

-¿Se fue?- Preguntó la bruja, dudando en que la doxy estuviera todavía allí y en que hubiera logrado envenenar a Elvis, después de todo, no había mirado nada.

¿Porqué no lo había previsto? Conocía de mucho tiempo atrás a Elvis. En algún momento pasado había llegado a anticipar los hechizos del mago antes que éste pudiera realizarlos, pues habían entrenado tantas veces que conocía la mayoría de sus estrategias. Sin duda eso había ya quedado atrás, y ambos manejaban definitivamente "nuevas" estrategias.

Elizabeth había golpeado contra la arena con su antebrazo derecho, amortiguando un poco la caída. Sentía una leve inflamación y dolor a causa del golpe, por fortuna, nada de cuidado. Se enderezó un poco para sentarse y quedar hacia el frente de Elvis, quien ya levantaba nuevamente su varita.

La pequeña y desmayada doxy empezaba a abrir poco a poco sus ojos, pues el efecto causado por el desmaius ya había pasado. Aún le quedaba algo de tiempo al patronus en forma de criatura mágica, situación que la bruja aprovecharía para dar dificultades a su tío.

"Muérdelo", pensó, a lo cual la doxy respondió poniéndose de pie mientras empezaba a agitar sus pequeñas alas que luego la elevaron y llevaron hasta a Elvis, a quien mordería en la primera oportunidad. Luego de eso, la criatura permanecería alerta para detener cualquier hechizo que viajara hacia Elizabeth, siempre y cuando el mago no la eliminara antes.

Un sonido gutural salió de la boca de la Tonks en lugar de su dulce (?) voz, pues mientras se ocupaba de la doxy, Elvis había ya realizado un segundo hechizo sobre ella. Tendría que esperar un poco más para conversar.

-¡Levicorpus!- No hacía falta pronunciar aquél hechizo para que su efecto fuera inmediato. El mago se encontró enseguida colgado de los tobillos, a escasos 5 cms del suelo, por lo que si estiraba demasiado sus brazos, éstos golpearían contra la arena. Lo había planeado así para que, en caso de caer, no se hiciera daño.

La doxy ya lo alcanzaba, y si no hacía algo pronto, se vería afectado por su veneno. Era una lástima que a los duelos no podía traerse un bote de doxycida para aquellas situaciones.

-¡Finite Incantatem!- Pensó después, a pesar de que el efecto del silencius había ya terminado. Eliminó así el lazo que se apretaba entre sus tobillos. Pudo entonces ponerse de pie y apuntar al pecho del mago sin tener que levantar excesivamente la varita.

-¿Helado?- Había dado en el blanco. El helado era el postre favorito de Elizabeth, seguido del pastel de chocolate. -Acepto el reto... pero que sea de doble bola.- Sonrió, sabiendo que pasara lo que pasara, dentro de un rato disfrutaría de un cono doble en el Callejón.

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Regresé o/

@

Estaré esta semana en casa, estaré pendiente si respondes

Por lo menos, pensó Elizabeth, continuaba viva, aunque nunca había creído realmente que Ishaya pudiera causarle mayor daño de manera intencionada; o de causarlo, seguramente la ayudaría después a recuperarse. ¿Alguien sería realmente capaz de matar a un familiar?

Continuaba de cabeza, lo cual suponía cierta dificultad, aunque no tanta como el limitate cuyo efecto tenía todavía encima la varita, el cual estaba próximo a finalizar. Pensó en algún hechizo a realizar, sin embargo pronto se vio sumida en una nueva confusión que la retornó a varios años atrás, de lo cual no pudo recordar nada cuando el efecto pasó.

Tras escuchar el siguiente hechizo de su padre y sentir entre los dedos la vibración de la varita, supo que había acertado. Ahora se encontraba nuevamente limitada al extremo, con muy pocas opciones para atacar o defenderse.

Antes ya había usado y desperdiciado el hechizo a causa de un aqueora aún presente. Elizabeth nuevamente abrió la mano libre, esperando el momento oportuno para invocar su esfera de energía.

-¡Electroshock!-

Lanzó el hechizo, el cual pudo realizar sin problemas al ser un conjuro sin varita, pues ésta se encontraba afectada por limitate y floreus. La esfera de energía evitó el contacto con todo lo encontrado a su paso, incluyendo la criatura a la cual Ishaya acababa de invocar y la cual se cruzó por el camino del electroshock, sin tocarlo.

-¡Corpus Patronus!- Lo escuchó decir, tras lo cual una pequeña doxy surgió desde la punta de su varita como un pequeño haz de luz hasta completar su forma; enseguida inició su vuelo hacia Elizabeth.

Ésta vez, el hechizo impactó en el mago sin problemas, pues ya no se encontraba protegido por el escudo de agua. Había quedado inmóvil, y ahora necesitaría un poco de tiempo para recuperarse; tiempo que quizás Elizabeth, podría aprovechar.

Tras un "auch" al sentir la mordida de la criatura, la bruja la espantó con un manotazo, haciendo que volara lejos en busca de otra cosa viva a la cual morder. Se encontraba envenenada, con tiempo (esperaba) suficiente para curarse y continuar el duelo.

Sin perder tiempo, el joven mago del que aún no conocía ni el nombre levantó nuevamente la varita hacia Elizabeth, apuntándole a las manos mientras realizaba un nuevo ataque, el cual ocasionaría que sus uñas crecieran incontrolablemente en caso de llegar a impactarle, sin embargo la bruja no tenía planeado que aquello ocurriera.

-¡Corpus Patronus!-

Conjuró, acompañado de un rápido y delicado movimiento de varita tras el cual un gran tigre blanquecino apareció frente a ella, interceptando el hechizo. La criatura hizo un ruido extraño al recibir el impacto del rayo a pesar del poco daño recibido. Las uñas del tigre empezaron a crecer tan rápido que la bruja pensó que quizás se le dificultaría demasiado moverse y atacar con zarpazos al mago, por lo que únicamente le ordenó quedarse quieto frente a ella en defensa de cualquier otro rayo o invocación que el mago pudiera realizar, aunque aquello era prácticamente imposible gracias al limitate.

Mientras tanto, las heridas aún abiertas del chico cerraban definitivamente con un segundo episkey. Elizabeth lo escuchó, levantó la varita y ya demasiado enfurecida como para continuar la conversación; al menos por el momento.

-¡Silencius!-

Susurró, en parte para callarlo y sobretodo, para limitar aún más sus ataques, pues afectado con el limitate y el silencius su lista de hechizos a utilizar se reducía drásticamente. Presentía su siguiente movimiento, y no pudo más que esperar a que ocurriera.

ca***o, me olvidé del aqueora xD

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Elizabeth continuaba colgada boca abajo sostenida únicamente por los tobillos por algún tipo de lazo mágico que nadie podía ver. Intentó doblarse hacia adelante, consiguiendo con ello que el mareo fuera poco más intenso que antes.

Entonces, sin tiempo de realizar ningún movimiento el mundo giró y se encontraba nuevamente estudiando en la academia, como muchos años atrás, cuando una muy joven Elizabeth se graduaba con el resto de sus compañeros del dormitorio amarillo.

Su corto cabello oscilaba colgando hacia abajo. Al menos no le estorbaba y afectaba la visión. Luego de eso una segunda sensación extraña que casi la hizo dejar caer la varita, la cual aferró con fuerza entre lo que creía eran sueños.

Muy mareada, abrió los ojos al sentir bajo sus dedos la vibración de su varita. Por fin el efecto de los ataques había pasado, dejándola -aunque muy limitada y aún de cabeza- totalmente ilesa.

Demasiado tiempo había pasado desde el último encuentro con Elvis, el favorito de sus tíos desde que tenía memoria. Tiempo atrás, cuando ninguno de los dos tenía demasiadas obligaciones en el mundo mágico, habían luchado y practicado juntos tantas veces que era imposible recordarlas todas.

La había citado apenas un par de días antes en una playa poco concurrida a la cual decidió acudir con ropa ligera, pues era de esperarse una gran oleada de calor. Shorts de mezclilla, acompañado de una blusa de tirantes morada y zapatos de playa eran todo lo que acompañaba a la bruja, sin dejar por supuesto, su varita de madera de ébano.

Guardó un pequeño trozo de pergamino en el bolsillo derecho de su short, la nota que el Gryffindor le había mandado vía lechuza. Él tenía razón en un fragmento de ésta, donde hacía referencia a que en los encuentros duelísticos ya nadie practicaba, queriendo ganar a la primera con un rápido intercambio de hechizos. Con él en cambio las cosas eran diferentes, podría pensar en estrategias que lo pusieran en serias dificultades, y del mismo modo, tendría que hacer uso de todo su ingenio para salir de las trampas de Elvis.

A pesar del clima, el agua del mar se encontraba demasiado fría. Elizabeth levantó un pie, goteado y mirando incrédula el lugar en que tuvo la dicha de aparecer. Sumergió el pie nuevamente en el mar, llegando hasta un poco más allá de sus tobillos y giró, buscando el sitio donde seguramente Elvis ya la esperaba.

La brisa despeinaba los cortos cabellos de la bruja, dando un aspecto rebelde que llegaba a cubrirle los ojos. Con un movimiento rápido los apartó, frunciendo el ceño para agudizar su visión y, al mismo tiempo, evitar que los ojos le picaran por nuevos pelillos que jugueteaban por su rostro.

Inició su búsqueda, saliendo del agua hacia tierra húmeda en la cual quedaban marcadas sus huellas. El vaivén del mar borró las más próximas a la orilla y el viento cubría con arena nueva las otras, quedando verdaderamente visibles únicamente las huellas más recientes que Elizabeth dejaba a su paso.

Tras andar un rato encontró un grupo de árboles delante de una pequeña colina, algo hermoso e inusual de encontrar. La bruja atravesó los árboles, masticando la posibilidad de enviarle un patronus a su tío para que le dijera su exacta ubicación. Levantó la varita sin dejar de avanzar, y quedando muda tras su "Expecto...", lo vio.

-Vaya que eres difícil de localizar...-

Le dijo a modo de saludo, mirando con atención cómo él sacaba su propia varita de la manga con una gran sonrisa en su rostro. Sin perder tiempo en abrazos y otros saludos afectuosos que la gente acostumbraba cuando se encontraba, la bruja se situó en la posición adecuada para dar inicio al encuentro, pues su tío se encontraba ya preparado.

Con los árboles a su derecha, a unos seis o siete metros de distancia, y el mar a su izquierda a tan solo unos pasos, dieron iniciado el duelo tras cómplices miradas. Elizabeth se inclinó, realizando su acostumbrada reverencia de cortesía que indicaba, como él sabía, que estaba preparada.

-Que bueno verte, Eli. Y mucho más en una ocasión así. ¿Crees recordar todo? Espero que sí.-

La chica sonrío, observando la reverencia que el mago le dedicaba. Aquello indicaba que los dos estaban listos, lo que hizo que levantara la varita y pensara en un primer hechizo que enviarle, sin embargo, Elvis ya se había adelantado a su movimiento lanzando un primer rayo.

Protegerse y lanzar un segundo hechizo era tal vez la opción más fácil y lógica. Lo pensó rápidamente, tal vez podría sacar alguna ventaja.

-¡Corpus Patronus!-

El objetivo primordial de la criatura era detener el ataque hacia la bruja, lo cual logró sin dificultad alguna tras su aparición. Una pequeña doxy de aproximadamente 20 cms de longitud desde la punta de su ala hasta la punta de las patas recibió el impacto del desmaius con exagerado dramatismo, como si un avada kedravra acabara de penetrar su pecho en cámara lenta. Abrió sus alas para luego caer lentamente mientras oscilaba, inconsciente, hasta el suelo.

-¡Petrificus totalus!-

Tras un segundo movimiento, apuntando hacia el pecho de su tío, soltó un rayo que haría que Elvis quedara totalmente inmovilizado durante unos momentos, dándole la oportunidad a Elizabeth de realizar algún otro movimiento.

-No estoy segura de recordar tanto.-

Dijo al mago, siendo extremadamente honesta con su confesión. Confiaba en él, y sabía que más que aprovecharse de su oxidada condición la haría practicar con más ahínco que nadie.

En lugar de defenderse de mi ataque el (al parecer) joven mago había realizado otro hechizo antes de que Elizabeth conjurara el morphos, haciéndola reaccionar más a prisa para no verse afectada por aquél rayo.

-¡Protego!-

Casi gritó, aún con la sensación del bezoar en la garganta tras tragarlo casi entero. Gracias al tipo de hechizo mandado, la bruja había salido bien librada del impacto del rayo en su pecho, logrando con ello conservar su varita firmemente en su mano izquierda.

La extraña sensación producida por el veneno de la avispa marina casi había desaparecido gracias al bezoar, la Tonks se encontraría en perfectas condiciones en apenas unos segundos más. Levantó la varita en dirección al chico, quien ya realizaba un aqueora que le protegía momentáneamente y además curaba de emergencia sus sangrantes heridas.

-¡Limitate!-

Dijo, logrando con ello un efecto instantáneo. Ahora, y durante los siguientes movimientos, el mago no podría conjugar ningún rayo o invocación hacia Elizabeth, teniendo así limitados sus ataques y defensas. Escuchó sus palabras, poniéndose aún más furiosa le respondió:

-¿Vacaciones? ¿Crees que esto eran vacaciones? ¿Acaso no ves la cantidad de muertos?-

Elizabeth también creía que aquél encuentro era más de lo que había esperado para aquél día, sin embargo no podía dejar de pensar en el siguiente pueblo que seguramente aquellos extraños magos estarían por atacar.

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Regla 10, lo podemos platicar por mp, GP o donde quieras xD

O si prefieres, que lo aclaren en el tablón

Saludos!! Y gracias por responder rápido

-En ese caso deberías informarte.-

El tono en las palabras de la bruja demostraban que seguía tan enfadada como el primer instante, cuando el mago había lanzado aquél primer ataque.

Ella realizó un rápido movimiento que fue interceptado por el hechizo lanzado previamente por el chico, haciendo que de la punta de la varita de la bruja saliera un pequeño racimo de margaritas que cayeron al suelo tras sacudir levemente la muñeca.

-No son necesarias las flores para una disculpa sincera.-

El sarcasmo fue claro en su voz, frustrada con que además el mago tuviera el descaro de responderle los ataques y, además, estar dispuesto a llevar a cabo un verdadero enfrentamiento.

Entonces, antes de que la bruja pudiera levantar su varita y hacer algún movimiento, él ya la había envenenado con el roce de una avispa marina que antes sería su bota. A falta de agua el animal murió enseguida, regresando a su forma original de bota que Elizabeth se calzó en cuanto pudo.

-¡Sectumsempra!-

El verde rayo dirigido al pecho del mago haría que éste se desangrada hasta la muerte en caso de no realizar nada para defenderse del mismo. Sabía de antemano que eso difícilmente pasaría, pero era tal vez una de las pocas formas de ganar tiempo. Elizabeth esperó un segundo esperando la reacción de su oponente, dirigiendo su atención hacia el ramo de margaritas que yacía en el suelo.

-¡Morphos!-

Dijo, sin detenerse a pensar ni un segundo más. El pequeño ramo de flores se convirtió enseguida en un bezoar del tamaño de una cápsula, el cual la bruja metió en su boca y tragó casi sin masticar, quedando así libre del efecto de cualquier cantidad de veneno corriente por sus venas a causa de la ya desaparecida avispa marina.

lptm, ya casi habia acabado y se me borró

Antes era bello, ahora escribo como sea u_ú

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Una suave brisa soplaba entre los terrenos de la Orden, haciendo que el cuerpo colgado de los tobillos de Elizabeth se balanceara ligeramente de un lado a otro, haciendo que empezara a sentir un leve mareo que terminaría mal si no volvía pronto a su posición acostumbrada.

A pesar del movimiento mantenía su varita aferrada en la mano izquierda, tratando de no perder de vista los movimientos realizados por su padre, quien sin perder tiempo tenía ya levantada la varita en dirección a la bruja.

Tras el conjuro de Ishaya la preciada arma de Elizabeth vibró bajo sus dedos, indicándole que el efecto había sido inmediato. El hechizo lanzado había sido un floreus, el cual le imposibilitaba realizar hechizos con la varita, sin embargo la bruja no creyó que aquello fuera una gran dificultad.

-¡Ardius...- Empezó a decir, calculando rápidamente sus siguientes movimientos. -...Electroshock!- La mano libre de la Tonks se encontraba ya abierta en espera de la esfera de energía que fue lanzada a su rival apenas aparecer, con el objetivo de impactarle en el pecho y dejarlo inmóvil durante unos momentos.

Ishaya tenía sin duda oportunidad suficiente para defenderse, sin embargo, y para sorpresa de la bruja en lugar de eso realizó un segundo floreus que nuevamente hizo vibrar la varita. Para fortuna de Elizabeth los hechizos lanzados a una misma varita no podían acumularse, aún así, todavía no podía usarla.

Abrió ligeramente los labios para pronunciar su segundo hechizo, deteniéndose en seco al ver que su padre seguía sin defenderse y en cambio realizaba otro ataque y posteriormente quedaba inmóvil tras el impacto de aquella esfera de energía que ella le había lanzado apenas segundos atrás.

Un flasheo cegador acabó con la visión de cabeza que mantenía la bruja con el resto del lugar, provocándole además un desesperante ardor en las conjuntivas. El hechizo que necesitaba realizarle a sus ojos era además el necesario para anular el efecto del floreus, por lo que sin dudarlo pensó en un "Episkey" que enseguida mejoró su visión y que disminuía el ardor tras cada parpadeo.

Aún le quedaba tiempo para realizar un último hechizo gracias al ardius, uno que debía de aprovechar ya que Ishaya se encontraba inmóvil por acción del electroshock y no podría evitarlo. Aferró su varita y pronunció su conjuro.

-¡Liberacorpus!-

El cuerpo de Elizabeth quedó enseguida de pie contra el suelo con un suave movimiento, dejándola lista para lo que llegara a continuación.

-¡Protego!-

Dijo la bruja tras escuchar una fuerte voz masculina que la atacaba desde varios metros atrás. Volteó el rostro furiosa, poniéndose de pie frente a su ahora rival. No tenía más caso tratar de ocultarse, pues la persona que lanzó el hechizo había ya puesto sobreaviso a los atacantes de muggles, si es que aún se encontraban en dicho lugar. Antes de ello, se había estado ocultando con un efectivo "salvio hexia", cuyo efecto terminó segundos antes de la llegada y ataque del mago.

-¿Qué crees que estás haciendo? Ya casi los tenía...- Exasperada, Elizabeth quitó sus cabellos del rostro con un rápido y delicado movimiento, posando su fría mirada al chico que tenía enfrente y le apuntaba con su varita. -He seguido a esos mortífagos durante más de un mes. Han atacado ya otros tres pueblos de muggles y tú lo has arruinado en un instante..- Era inútil tratar de ocultar su enojo, por lo que no pudo mas que levantar la varita hacia el mago y terminar lo que él había iniciado.

-¡Expelliarmus!- Bramó, apuntando hacia el pecho del mago para desarmarlo en caso de que el rayo impactara, entonces su varita volaría unos cuatro metros hacia su derecha.

Mientras esperaba la reacción del mago, la bruja caminó un poco hacia a él, dejando atrás la casa abandonada y acortando la distancia de 8 a poco menos de 7 metros entre ellos. Sobre el polvo que inundaba el lugar, las huellas de sus botas a juego con los jeans y playera negros, dejaban un claro rastro que pronto sería borrado por el viento.

-Creo que no hace falta cubrir tu rostro..- Agregó. -..De todas maneras averiguaré quién eres.-

Casi había olvidado lo placentero que le resultaba blandir la varita, quien perfectamente acoplada a su única dueña realizaba eficazmente los hechizos que ella lanzaba. -"Las varitas no tienen vida."- Había dicho su hermana en una ocasión, muchos años atrás cuando Elizabeth le platicó de ella como si fuera un animal o persona. Ante aquella afirmación la bruja había respondido como los libros de Historia de la Magia narraban lo había hecho el mismo Ollivander, el famoso fabricante de varitas de antaño: "La varita escoge al mago.."

Bajo los delgados dedos de su zurda, la varita de ébano con centro de unicornio se encontraba lista, esperando el siguiente movimiento tras apenas haber lanzado un "expelliarmus".

Ishaya sin perder tiempo realizó su siguiente hechizo, creando una esfera de agua que inmediatamente se deshizo del ataque de la bruja. Dicho escudo de agua lo protegería un poco más y Elizabeth lo sabía, limitándole además los ataques.

Entonces la Tonks aprovechó el momento, un leve instante antes del siguiente ataque de él y del efecto de la gladius, que ya terminaba de minar su poder mágico.

-¡Limitate!-

El efecto fue inmediato sobre la varita del mago, impidiéndole lanzar rayos e invocaciones mas que por una sola ocasión y la cual debía ser inmediatamente la siguiente.

Por el contrario a lo que la bruja habría pensado que él haría, pronto se vio flotando por los aires colgada de los tobillos. Por un instante, mientras se balanceaba un poco más lento cada vez, agradeció el haber llevado pantalones en lugar del vestido que horas antes tenía pensado usar para el encuentro.

La posición que ahora tenía en realidad no representaba mayor obstáculo, aunque sí cierta incomodidad. La bruja pensó en que tendría que contrarrestarlo pronto antes de empezar con un tal vez insoportable dolor de cabeza consecuencia del aumentado flujo sanguíneo a su cerebro. Sin embargo tendría que esperar un poco más para realizarlo, pues la gladius la había ya dejado sin oportunidad en ese momento.

-¡Expelliarmus!-

Bramó Ishaya, sin embargo ningún hechizo surgió de su varita gracias al efecto causado en ella por el Limitate. Ahora y durante un rato, el mago solo podría hacer uso de algunos pocos hechizos, entre ellos el Liberacorpus, por lo que se atrevió a bromear con su padre.

-¡Ey! Podrías bajarme, ¿no?- Tras decirlo se arrepintió, pensando en que si le hacía caso tendría tal vez asegurado un fuerte golpe en la cabeza.

-No deberías de darle la espalda a un contrincante, mi querida hija.-

Aquellas palabras sin sentido para los oídos de la bruja la hicieron reaccionar de inmediato, poniéndose de pie hacia el frente de quien acababa de llamarla "mi querida hija".

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que había hablado frente a frente con su padre? Años. Sin duda habían pasado años. Luego de diversos sucesos dentro de la Orden él le había cedido su lugar para luego desaparecer; y a su debido tiempo, Elizabeth también había marchado hacia un rumbo diferente.

Su rostro apacible seguía siendo el mismo, a pesar del tiempo y los cambios en su físico. Lo recordaba siempre con aspecto joven, pero con cabello gris en lugar del rubio corto que ahora traía. Lo más característico era su voz, aquél timbre especial que ningún hijo solía olvidar.

La bruja sonrió al mago, conteniendo sus deseos de acercarse y saludarlo como era debido después de tanto tiempo, pero pensó que tal vez aquél enfrentamiento significaría aún más para ambos. Elizabeth lo imitó al observar su reverencia para dar inicio al duelo, empuñando su propia varita en la zurda.

El mago no tardó en dar inicio con un primer movimiento, uno que de hecho la bruja llevaba mucho tiempo sin ver que alguien más lo realizara. La gladius poco a poco iba minando su poder mágico, por lo que debía darse prisa si deseaba aprovechar la oportunidad antes de que ésto sucediera.

-¡Silencius!-

El hechizo fue realizado justo al tiempo que Ishaya abría la mano izquierda para recibir lo que hubiera sido una bola de energía, de no haber sido ahogada su pronunciación en un "elec.."

Recibir el impacto de aquél hechizo habría sido demasiado desventajoso. Elizabeth sabía que no se enfrentaba a cualquier mago, pues tal vez si algo le sobraba a su padre era experiencia en casi todas las ramas de la magia.

-¡Expelliarmus!-

Sabía de antemano que aquél hechizo enviado hacia el pecho del mago no ocasionada mayor daño a quien lo recibía, siendo su efecto únicamente el desarme en caso de impactar, lo cual nunca había sido su objetivo en aquellos momentos, pues sabía que se trataba de un hechizo tan simple como su propia defensa. El duelo estaba empezando, por lo que solo se obligaba a tantear el terreno con Ishaya, observando sus actuales habilidades mientras lo hacía defenderse rápidamente y evitando a su vez que la atacara.

-Ha pasado mucho tiempo.... Que gusto verte, padre.-

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Sorry! Aunque me atrase muchos días contesto! xD

La silueta que miraba frente al espejo apenas se parecía a lo que había sido un par de años atrás, o al menos eso creía. Estaba más delgada, eso era definitivamente lo más notorio. Se le veía en la cara que ahora marcaba sus pómulos, pero era algo que ella no habría advertido de no ser por la ropa: la blusa negra sin mangas que anteriormente quedaba ceñida al cuerpo ahora colgaba un poco, pero eso no era tanto problema como los jeans también negros, que necesitaron de un pequeño cinturón para quedarse en su sitio. El resto de su vestimenta eran únicamente un par de botines de piel, que mantenían sus pies cómodos y calentitos.

Su largo y lacio cabello café ahora lucía un poco más corto. Lo había hecho después de un incidente en el mundo muggle, a donde se había retirado para descansar de la agitada vida mágica. A su retiro le fue asignada la tarea de cuidar del nuevo Ministro muggle, misión que muchos de los anteriores magos o brujas habían considerado aburrida y tranquila, a Elizabeth le estaba resultando toda una aventura a partir de que el último Ministro fuese encontrado muerto y el nuevo, a quien se suponía debía cuidar, pareciera tener tanta mala suerte como la causada por el mordisco de un mackeld malaclaw, por lo que el término "descansar" hasta el momento había llevado un significado completamente diferente. Pues bien, su cabello había tenido que ser mutilado tras un incendio del que “gracias al cielo” todos pudieron salir (el Ministro aún no se explicaba cómo había llegado de un momento a otro de entre las llamas a una cabina de ambulancia, por fortuna se tragó el cuento de que perdió el conocimiento y el hechizo desmemorizador no tuvo que ser usado), pues algunas llamas alcanzaron las puntas sueltas, carbonizándolas al instante. Elizabeth decidió entonces cortarlo más allá de las quemaduras, luciendo un poco más corto de como lo llevaba ahora.

Suspiró, convenciéndose así misma de que más tarde se ocuparía de su apariencia física (algo que en realidad nunca le había quitado el sueño), pues ahora lo que realmente deseaba era blandir la varita y lanzar unos cuantos hechizos. Llevaba tanto sin hacerlo que tenia la ligera sensación de completa falta de práctica, a pesar de sus muchos años de experiencia en el pasado. Lo único que necesitaba era desempolvar la varita y practicar. Metió la mano izquierda en uno de los bolsillos delanteros del pantalón y pudo sentir su firme empuñadura, acompañado de un leve cosquilleo en la palma. “Madera de ébano, 26.75 cms de largo, centro de unicornio, ligeramente dócil…”; aquella era la descripción breve de su varita, aunque en realidad podía decirse mucho más de ella. Amaba su color, negro azabache debido a la madera de ébano, conocida por funcionar muy bien con la magia de combate y transfiguración, aunque esto último Elizabeth lo había probado muy poco. Aún así, su parte favorita era su centro de pelo de unicornio, lo que convertía a las varitas en las más fieles de todas y las cuales normalmente permanecían unidas a su primer dueño, lo cual efectivamente sucedía a la bruja. En el mismo bolsillo, junto a la varita, se encontraba una breve nota recibida días antes del pico de una blanca lechuza enviada por Zarco, con quien se había citado para practicar.

Tardó pocos minutos en decidir el lugar y luego aparecerse en él. Definitivamente el mejor lugar que conocía para practicar eran los terrenos de la Orden del Fénix, un poco más allá de su amada “Torre Este”, que traía consigo gratos recuerdos con solo mirarla desde el exterior. Caminó varios metros dejándola un poco más allá para llegar hasta un terreno limpio, dedicado exclusivamente a los entrenamientos. Aunque en general allí se podía encontrar todo tipo de artilugios para la práctica diaria de los miembros de la Orden, en estos momentos no había más que un terreno llano y limpio, con sus árboles más próximos a unos diez metros a la redonda. No había nadie -lo que era de esperarse a dichas horas- y Elizabeth no tuvo más remedio que sentarse en el pasto y esperar la llegada de Zarco, mientras jugueteaba la varita entre los dedos como solía hacerlo casi siempre y mientras los primeros rayos de sol golpeaban su rostro.

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Reciclo de nuevo porque Diego ya casi tenía su rol y posteó Adrián en la V 2.0 xD

No pasa nada, juego ambos, que a final de cuentas duelos es lo que quiero

 

tampoco es la idea que nos peleemos entre nosotros que ya deporsi la orden tiene predisposición por hacer grupos y pelearse entre ellos XDDDD cofcofunicornios

Me ha ofendido eso.

Lo aclararé, no debería, porque tampoco quiero dar pie a discusiones ni callarme eso.

Me considero parte de los "unicornios", y no es nada ni remotamente a lo que generalmente la gente se imagina. Puedo dar fe de eso, pues cuando yo regresé después de una larga ausencia ellos como grupo ya estaban (como es obvio leía puntos de vista de uno y otro "grupo" formado) y poco a poco me integraron (y si soy honesta mis amigos de aquél grupo son lo mejor que me pasó al regresar al foro) y fue entonces cuando me di cuenta de cuánto puede hablar la gente sin siquiera conocer del tema.

Grupos de amigos siempre van a haber, y cada cual autonombrarse como les de la gana (si quieren información, ahora somos el club de nerds, antes de donadores, y así... depende del momento de locura que tengamos). Así que, al igual que YO intento hacerlo, por favor absténganse de hablar de gente o grupos que no conocen por dentro, o siquiera mencionarlo en un lugar donde siquiera viene al caso. Por lo menos de los "unicornios", que entonces sí saco las garras, ya sea para defenderlos o decirles sus errores de frente.

Y pues, el objetivo de lo que planteo es eso, que TODOS aprendan a trabajar con TODOS, independientemente de si son o no amigos, a final de cuentas comos compañeros de una misma organización que es la Orden. Además de la oportunidad de no estancarse y jugar de un solo lado que es a lo que se dedica cierta brigada, sino involucrase en todo.

Ahora sí me largo, que la maleta no se hará sola xD

Yo no creo que lo mejor sea limitarlos a una sola brigada, porque por ejemplo, si fulanito se inscribió en llamas, pero participa en algo de almas, a él no le cuenta ni un solo punto mientras que al resto de participantes que pertenecían a almas sí (que a su vez no les cuenta nada que hagan en llamas); además que si por ejemplo, llamas tiene más gente activa que luces o almas, pues obviamente tendrán más puntos y ganarán.

En el caso de ser la repartición como el ejemplo de arriba, pues simplemente ganarían lo correspondiente a su participación en cada brigada, por ejemplo:

Elvis está en las 3 brigadas, participó activamente en llamas y luces, pero en almas apenas y estuvo, sus premios serían:

-Porcentaje obtenido en llamas.

-Porcentaje obtenido en almas.

-Porcentaje obtenido en luces.

Variando así todo su premio, dependiendo de qué tanto participó en cada una de las brigadas.

En este caso la verdadera lucha sería de los comandantes y demás encargados de cada brigada y subdivisión, para organizarse y jalar gente hacia sus actividades organizadas y ganar puntos para sus respectivas brigadas (eso sí, en caso de múltiples actividades organizadas sería conveniente un calendario para organizarse y que así el jugador tenga la oportunidad de participar en la que quiera y no se vayan a montar de horario).

Además, de esta manera no se limita a aquello que hace un tiempo fue un graaaan problema, hablo de dividir la orden en "los roleros, los de defensa, etc", me explico? Sino por el contrario, tratar de que todos se interesen por todo.

No entiendo porqué tiene que haber retrasos. Tal vez haya retraso en la publicación de resultados por el conteo, pero no tiene porqué haberlo en las fechas. Pasa como en mi trabajo xD me explico: el informe mensual va del 25 de enero al 25 de febrero, por ejemplo, y aunque mi informe lo entregue el 28 de febrero, el conteo terminó el 25, y desde el 26 inicia el conteo del siguiente mes (marzo en este caso); pasaría igual, siendo supongamos la copa de marzo del 1 al 31 de marzo (valga la redundancia), se toman unos días para el conteo, siendo publicados los resultados el 5 de abril; peeero, desde el cierre y a partir del 1 al 30 de abril se inicia el conteo de ese mes. No tiene porqué detenerse el conteo del siguiente mes porque se haya cerrado el mes pasado y se esté haciendo el conteo de puntos.

Espero haberme explicado xDDD

Claro, eso poniendo en ejemplo el que sea mensual, pero sería lo mismo en cualquier caso, variando la duración de la copa.

Ahora se me ocurre que podría ser algo significativo mensual, pero que al final la brigada que más copas mensuales haya ganado se lleve el gran premio de la copa anual o algo así xDD y que se entregue junto con los premios fénix *-* xD algo así como un fin de curso de Hogwarts hahaha.

Me parece bien eso de poner un límite de puntos al día y tener que "recargar" para poder ganar otro tanto, pero creo que debería ser un límite mucho más bajo (si son por ejemplo los 150 necesitaría al menos 10 post´s de a 15 puntos para juntarlos xD), yo diría 25 o algo así, para que se vean obligados a "recargar". Ello (y para que no sea muy monótono), podría establecerse haciendo que roleen en los tópicos dentro de la Orden (los clanes, los terrenos, etc), y de ese modo mover también esos tópicos y no solo los de fuera porque sean los que dan puntos.

Los leo en unos días! (a menos que escriban en las próximas 2 hrs xD)

Leí rápido, así que vengo a dar una opinión superficial (?) a solicitud de Hank xD

Como saben antes ese sistema de puntos ya se había hecho (en el link que muestra Hank puede verse), peeero, recuerdo llegamos a la conclusión de que era algo (mucho) dispareja. Me explico: roles en departamento ministerial, cada uno de éstos otorgaba 10 pts, necesitabas hacer 3 roles para tener 30 pts, contrario a Ottery donde por ejemplo solo necesitabas de dos roles para la misma cantidad de puntos (donde además son tramas familiares y demás que no conllevan ninguna dificultad de coherencia ministerial (?)). Otro ejemplo está en las bienvenidas de King Cross, pues cada una daba 5 pts y pudimos observar que en muchas ocasiones hacían copy paste de otra bienvenida ya hecha, alegando que pues el "resumen del foro" venía siendo lo mismo.

Así pues, no digo que el sistema esté mal, solo que hace falta la adaptación para tratar de que todo esté igualado, y por otro lado ver los intereses del bando. ¿Qué quiero decir con ésto? Por ejemplo, a mi me parecería justo que un topic perteneciente a la Orden como por ejemplo "la madriguera", diera más puntos que un rol hecho en algún otro topic familiar de Ottery, porque al postear en dicho topic la Orden recibe galeones que a su vez permitirán financiar los premios xD

Lo mismo con los tópicos muy poco activos, como los de interacción social en la academia (casi nadie rolea ahí, enserio), entonces, con el objetivo de activarlos si es que el usuario lo que busca es hacer puntos con pocos post´s, obtenga por ejemplo 2 pts por un post en los "baños averiados" contra un punto si roleara por ejemplo en cualquier otro negocio del Callejón (no perteneciente a la Orden).

En cuanto al tiempo para premiar a la brigada, en mi opinión es mejor si se hace mensual, porque de ser cada 3-4 meses los chicos se aburren de esperar o piensan que es demasiado tiempo y pierden el interés.

¿Qué más? Humm... Hacer un recuento de post´s y puntos realmente resulta pesado para los comandantes y/o encargados. Recuerdo que había un topic (y puede aplicarse el mismo sistema), donde cada usuario reportaba sus post´s para contabilizar sus puntos, de manera que si no lo reportaba, no obtenía esos puntos (para evitar spam y tanto post, lo ideal sería que tengan derecho a un post por mes y que éste vaya siendo editado).

Por último (si es que no olvido otra cosa xD), los premios. Si de galeones se trata, me parece más la idea como la ha planteado Elvis ("5000G al ganador. 2000G al segundo. 1000G al tercero), aunque por otro lado está lo que comenta Hank de ganar sin hacer nada, solo por el hecho de pertenecer a la brigada, por ello lo propongo de la siguiente manera:

Siguiendo el ejemplo de Elvis:

Primer lugar: 5000 G

Segundo lugar: 2000 G

Tercer lugar: 1000 G

Eso sería el premio a toda la brigada, ahora, ¿cómo repartirlos? Sería injusto para los que trabajan más en contra de los que no hacen mucho, el hacer un reparto "parejo", así que la mejor forma de ser equitativos sería por la cantidad de puntos obtenidos por persona, por ejemplo:

"Llamas del Fénix gana el primero lugar de la copa de brigadas con un total de 100 puntos, se llevan 5000G".

Esos 100 puntos fueron obtenidos de la siguiente manera:

-Hank: 35 puntos.

-Elvis: 25 puntos.

-Fulanito: 15 puntos.

-Menganito: 20 puntos.

-Perezoso (?): 5 puntos.

De manera que los galeones se repartirían acorde al equivalente de puntos ganados con una simple regla de 3 xD

-Hank: 1750 G

-Elvis: 1250 G

-Fulanito: 750 G

-Menganito: 1000 G

-Perezoso (?): 250 G

Total: 5000 G repartidos.

¿Me explico?

Creo que es todo, tampoco entendí mucho lo de "recargar la batería" e.é, déjenme releer alrato xDD

La silueta que miraba frente al espejo apenas se parecía a lo que había sido un par de años atrás, o al menos eso creía. Estaba más delgada, eso era definitivamente lo más notorio. Se le veía en la cara que ahora marcaba sus pómulos, pero era algo que ella no habría advertido de no ser por la ropa: la blusa negra sin mangas que anteriormente quedaba ceñida al cuerpo ahora colgaba un poco, pero eso no era tanto problema como los jeans también negros, que necesitaron de un pequeño cinturón para quedarse en su sitio. El resto de su vestimenta eran únicamente un par de botines de piel, que mantenían sus pies cómodos y calentitos.

Su largo y lacio cabello café ahora lucía un poco más corto. Lo había hecho después de un incidente en el mundo muggle, a donde se había retirado para descansar de la agitada vida mágica. A su retiro le fue asignada la tarea de cuidar del nuevo Ministro muggle, misión que muchos de los anteriores magos o brujas habían considerado aburrida y tranquila, a Elizabeth le estaba resultando toda una aventura a partir de que el último Ministro fuese encontrado muerto y el nuevo, a quien se suponía debía cuidar, pareciera tener tanta mala suerte como la causada por el mordisco de un mackeld malaclaw, por lo que el término "descansar" hasta el momento había llevado un significado completamente diferente. Pues bien, su cabello había tenido que ser mutilado tras un incendio del que “gracias al cielo” todos pudieron salir (el Ministro aún no se explicaba cómo había llegado de un momento a otro de entre las llamas a una cabina de ambulancia, por fortuna se tragó el cuento de que perdió el conocimiento y el hechizo desmemorizador no tuvo que ser usado), pues algunas llamas alcanzaron las puntas sueltas, carbonizándolas al instante. Elizabeth decidió entonces cortarlo más allá de las quemaduras, luciendo un poco más corto de como lo llevaba ahora.

Suspiró, convenciéndose así misma de que más tarde se ocuparía de su apariencia física (algo que en realidad nunca le había quitado el sueño), pues ahora lo que realmente deseaba era blandir la varita y lanzar unos cuantos hechizos. Llevaba tanto sin hacerlo que tenia la ligera sensación de completa falta de práctica, a pesar de sus muchos años de experiencia en el pasado. Lo único que necesitaba, o eso esperaba, era encontrar un buen contrincante, desempolvar la varita y practicar. Metió la mano izquierda en uno de los bolsillos delanteros del pantalón y pudo sentir su firme empuñadura, acompañado de un leve cosquilleo en la palma. “Madera de ébano, 26.75 cms de largo, centro de unicornio, ligeramente dócil…”; aquella era la descripción breve de su varita, aunque en realidad podía decirse mucho más de ella. Amaba su color, negro azabache debido a la madera de ébano, conocida por funcionar muy bien con la magia de combate y transfiguración, aunque esto último Elizabeth lo había probado muy poco. Aún así, su parte favorita era su centro de pelo de unicornio, lo que convertía a las varitas en las más fieles de todas y las cuales normalmente permanecían unidas a su primer dueño, lo cual efectivamente sucedía a la bruja.

Tardó pocos minutos en decidir el lugar y luego aparecerse en él. Definitivamente el mejor lugar que conocía para practicar eran los terrenos de la Orden del Fénix, un poco más allá de su amada “Torre Este”, que traía consigo gratos recuerdos con solo mirarla desde el exterior. Caminó varios metros dejándola un poco más allá para llegar hasta un terreno limpio, dedicado exclusivamente a los entrenamientos. Aunque en general allí se podía encontrar todo tipo de artilugios para la práctica diaria de los miembros de la Orden, en estos momentos no había más que un terreno llano y limpio, con sus árboles más próximos a unos diez metros a la redonda. No había nadie -lo que era de esperarse a dichas horas- y Elizabeth no tuvo más remedio que sentarse en el pasto en espera de algún retador, jugueteando la varita entre los dedos como solía hacerlo casi siempre y mientras los primeros rayos de sol golpeaban su rostro.

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Vs quien quiera, propongo Knight vs Knight, si es rango menor podemos jugar con el tuyo

Aviso: Si tardo en responder no desesperes, lo haré en cuanto regrese del trabajo xD

El sol brillaba con fuerza en el horizonte poco después de iniciado el duelo. Había algo de viento que refrescaba la mañana, pero que aún a pesar de eso parecía ser que no evitaría que el día fuera de los más calurosos de aquél año. A Elizabeth le gustaba el viento, sentirlo despeinar sus cabellos y mover sus vestiduras, era casi siempre una sensación perfecta; excepto claro cuando se encontraba ante un duelo con otro mago y esos cabellos se mecían frente a su rostro.

Con un movimiento rápido de la cabeza alejó un par de cabellos que hacían lo imposible por meterse a su boca, entonces pudo ver que la reacción de Hank no se hizo esperar. Estaba envenenado gracias a la avispa marina en que su franela se había transformado, pero hasta ese mismo instante no hizo nada para defenderse; por el contrario, había levantado su varita y ya un hechizo escarlata venía con toda rapidez hacia la bruja.

Estaba ya a la mitad de la realización del hechizo Strellatus que cegaría al mago y la criatura, sin embargo ello no sería impedimento para defenderse al instante del rayo que viajaba a toda velocidad. Reaccionando de manera instintiva, Elizabeth mantuvo firme la varita, pronunciando un claro y fuerte "Protego", que se deshizo del rayo al impactar éste en él.

En definitiva la criatura se encontraba desorientada aún junto a Hank, pues no movía más que los ojos intentando aclarar su campo de visión. El mago realizó su siguiente ataque, aplicándole la misma jugada del envenenamiento. El botín izquierdo de la bruja se transformó en un escorpión dorado al instante, inyectándole todo el veneno que pudo hasta que murió aplastado por el botín derecho aún en su sitio. La criatura murió, regresando a su forma original de botín de piel que Elizabeth se calzó apenas tuvo la oportunidad.

A pesar de encontrarse envenenada, las cosas iban bien para ella: el efecto del limitate estaba por terminar, así como la presencia del oso estaba por acabar, Hank se encontraba envenenado previamente con algo de tiempo de diferencia, así que lo único que ahora tenía que hacer era entretener al mago el tiempo suficiente para que el veneno hiciera lo suyo y cayera inconsciente, matándolo poco después de no recibir un antídoto.

-¡Silencius!- Aquél simple hechizo resultaba más que útil. Sabía de antemano que el mago no desperdiciaría la oportunidad de atacarla agresivamente, sin embargo al encontrarse silenciado por un momento, se reducía considerablemente la lista de hechizos a utilizar.

*Quita el polvo*

Holaaa, vengo a pedir edición de la ficha

No he hecho gran cambio, detalles en premios, rango social, nivel de poder mágico, etc., dejo todo en quote porque ya no me gustan los colores que tenía y edité xD

Gracias a quien lo haga!

♦ Ficha de personaje ♦

 

♦ Datos Personales ♦

♦ Nombre del Personaje: Elizabeth Tonks Weasley.

♦ Sexo: Femenino.

♦ Edad: Joven, 24 años.

♦ Nacionalidad: Británica.

♦ Familias:

• Familia Tonks (Matriarca).
• Familia Weasley.

♦ Padres Sanguíneos: Ishaya Tonks y Mynerva de Weasley.

♦ Trabajo: --

♦ Poderes Mágicos: --

♦ Rango Social: Unicornio de Oro.

♦ Bando: Orden del Fénix.

♦ Rango dentro del Bando: Knight.

♦ Nivel de Poder Mágico: 5.

♦ Puntos de poder en objetos: 70.

♦ Hechizos adicionales: --

♦ Puntos de poder en criaturas: 20.

♦ Criaturas controlables en asaltos y duelos: --

♦ Habilidades Mágicas: --

♦ Conocimientos Especiales:

• Defensa Contra las Artes Oscuras.
• Leyes mágicas.
• Conocimiento de maldiciones.
• Artes Oscuras.

 

♦ Perfil del Personaje ♦

♦ Raza: Paladín.

♦ Aspecto Físico: De 1.62 metros de altura aproximadamente, de complexión delgada y tez blanca; posee un largo cabello lacio color café, el cual lleva siempre suelto. Con ojos color grises, medianos; pestañas largas y curveadas, con cejas perfectamente depiladas; labios rosados bien definidos y mejillas igualmente sonrosadas; manos pequeñas, dedos largos con uñas moderadamente largas.

Generalmente vestida de forma cómoda con blusa y jeans generalmente negros; el uso de vestidos los reserva para ocasiones especiales.

♦ Cualidades Psicológicas: Siempre alegre, con aire despreocupado, paciente, sincera, entregada, incapaz de traicionar a aquellos a quienes quiere y en quienes cree y confía, firme y constante en sus decisiones e ideales, observadora y calculadora.


♦ Historia ♦

Nacida en Cambridge, Inglaterra, ciudad en la que vivió hasta los 2 años; edad en la cual fue sacada del lugar por su padre, llevándola entonces a Londres con él y separándola de su madre.

Las brujas con las que vivió los cuatro años siguientes de su vida le contaban que una madrugada de aquéllos días en que la guerra invadía el país, un un mago de tez blanca, no muy alto, delgado y fuerte, había llegado a las puertas de su casa pidiendo refugio para su pequeña que venía dormida en sus brazos; las mujeres no se negaron ante la petición, adoptándola como parte de su familia ya que no sabían si él regresaría por ella a pesar de su promesa, para luego instalarse en el lugar y educar a su hija como la gran bruja que deseaba que fuera. La guerra terminó poco tiempo después, según habían dicho con muchas muertes por parte de ambos bandos, saliendo airosos en ese momento los aurores.

Las brujas esperaron a que el hombre volvería pronto por la niña, a pesar de no conocer el bando al que él pertenecía, esperaban que hubiese salido sobreviviente; aunque dentro de su corazón deseaban que ella creciera en la desaparecida Rider. Pero los meses pasaron y ni rastros del mago. No contaban con material para buscarlo, ya que se había negado a dar su nombre; al poner a la niña en brazos de una de las brujas, había dicho que ésta se llamaba Elizabeth y sin dar apellido se desapareció entre la niebla.

La bruja que la recibió, cuyo nombre era Shirei Rider, dio a la niña un hogar. La había sido criado y educado, por lo que ella la adoraba; desde muy pequeña había tenido tendencias auroras, y su familia adoptiva terminó de marcarlas.

Al principio era una niña muy temerosa e insegura, por lo que pasaba mucho tiempo con su mamá, quien la inició formalmente en la educación mágica desde casa a los 7 años, comprándole su primera y única varita e iniciándola con hechizos simples.

A finales de ese mismo año llegó a la Mansión una niña de 8 años de edad, Paige Rose quien se convertiría en la hermana mayor de Elizabeth, con quien creció y compartió todo desde entonces.

Cumplidos los 11 años asistió al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, siguiendo la tradición hasta entonces al ser escogida para la casa Hufflepuff. Durante sus últimos años en Hogwarts decidió probar suerte e inscribirse en la Academia de Magia y Hechicería, donde culminó sus estudios.

Poco tiempo después ingresó a la Orden del Fénix. Nunca imaginó que dentro de aquélla secreta organización encontraría a su padre tras una extraña situación, quien en poco tiempo se convertiría en su tutor y amigo.

Durante casi un año sirvió fielmente a la Orden con los distintos rangos y responsabilidades que se le habían otorgado, siendo tiempo después nombrada Líder de la misma organización tras la renuncia de su padre, quien había dejado en sus manos aquella importante labor. Tras unos meses fue reelegida junto con Elodia Riddle, Sally Sigel y CoyoT, continuando así en el liderato durante algunos meses hasta su renuncia.

A pesar de su edad, ha tenido un solo amor, siendo éste un joven apuesto y amable que había conocido dentro de la Orden y con quien había pasado lindos momentos; el más especial de ellos era sin duda aquella velada en la que se habían dado su primer beso. Sin embargo de un momento a otro el chico desapareció sin darle explicación alguna, situación que le había ocasionado una gran tristeza, oculta tras aquella sonrisa que siempre se mantenía en sus labios; con el tiempo lo fue olvidando, pero ello le había convertido en una mujer difícil frente a situaciones amorosas.

Ishaya desaparece al renunciar al Liderato, enviándole noticias a Elizabeth tiempo después e informándola de aquello que había guardado para sí durante tanto tiempo: el nombre de su madre, cuya historia con su padre aún le era desconocida.

Mynerva de Weasley había sido su amiga desde aproximadamente los 6 años de edad, pues ésta se había mudado al mismo pueblo donde Elizabeth crecía, teniendo incluso su propia habitación en la Mansión de los Weasley. Nunca lo habría sospechado, pues sus facciones eran semejantes a las de su padre, pero con un espíritu y nobleza heredado de ambos.

Tras renunciar al liderato en mayo de 2011, Elizabeth desaparece de la Orden, regresando esporádicamente por situaciones especiales. Se ignora su paradero preciso.

♦ Pertenencias ♦

♦ Objeto Mágico Legendario: --

♦ Objetos Mágicos:

Objeto: Varita mágica (Madera de ébano, 26.75 cms de largo, centro de unicornio, ligeramente dócil).
Clasificación: AA.
Puntos: 20.

Objeto: Escoba voladora.
Clasificación: AA.
Puntos: 20.

Objeto: Monedero de piel de moke.
Clasificación: A.
Puntos: 10.

Objeto: Naipes explosivos.
Clasificación: A.
Puntos: 10.

Objeto: Ajedrez mágico.
Clasificación: A.
Puntos: 10.


♦ Mascotas y Criaturas:

Criatura: Gata (Thaffy).
Clasificación: X y no mágicas.
Puntos de poder: 10

Criatura: Micropuff.
Clasificación: X y no mágicas.
Puntos de poder: 10

♦ Criaturas en la Reserva: --

♦ Elfos: --


♦ Licencias, Tasas, Registros ♦

♦ Licencia de Aparición: Obtenida.

♦ Licencia de Vuelo de Escoba: Obtenida.

♦ Registro de XXX: --


♦ Otros Datos ♦

--

 

♦ Cronología de cargos ♦

♦ Orden del Fénix:

• Initié: Ingreso el 20 de marzo de 2009 hasta el 22 de agosto de 2009.
• Legionario: Del 22 de agosto de 2009 al 7 de octubre de 2009.
• Templario: Del 7 de octubre de 2009 al 7 de enero de 2010.
• Knight: Del 7 de enero de 2010 al 14 de marzo de 2010.
• Demon Hunter: Del 14 de marzo de 2010 al 4 de abril de 2010.
• Líder: Del 4 de abril de 2010 al 9 de mayo de 2011 (fecha de renuncia).
• Knight: Del 1 de septiembre de 2011 a la actualidad.

♦ Profesora en la Academia de Magia y Hechicería:

• Duelo Básico 8: Diciembre de 2009.
• Duelo Avanzado 9: Enero de 2010.
• Duelo Avanzado 11: Abril de 2010.
• Duelo Básico 13: Junio de 2010.
• Duelo Básico 14: Julio de 2010.
• Duelo Avanzado ?: Enero de 2013.

 

♦ Premios y reconocimientos ♦

• Premio a "La más tierna": Premios Fénix 2009.
• Premio a "La mejor actividad de la Orden: Fiesta Bajo el Mar": Premios Fénix 2009. http://i57.tinypic.com/16c1f94_th.gif
• Premio al "Mejor Duelo: En la playa": HL awards 2010. http://i61.tinypic.com/2medeup_th.gif
• Premio por participación "Mejor Rol": HL awards 2010.
• Premio por participación "Leyenda Mejor Rol": HL awards 2010.
• Premio "Encuentra al fantasma": Halloween 2010.
• Premio a "Mejor Proyecto: La Madriguera" (colaboración): Premios Fénix 2010. http://i.imgur.com/a16se.gif
• Segundo Premio Dolls Terroríficas: Halloween 2012.
• Premio por "La maldición cobra vida": Halloween 2012.
• Premio "Invasión naranja": Halloween 2012.
• Gala de Reinaguración de la Zona Alta (2012): Día 3 "Trayendo la magia".
• Gala de Reinaguración de la Zona Alta (2012): Día 4 "Un dibujo pottérico".
• Gala de Reinaguración de la Zona Alta (2012): Día 6 "Las 8 diferencias".
• Premio a "La Pareja más sexy": San Valentín 2013. http://i61.tinypic.com/2z5llig_th.gif
• Premio Público Perfiles: Halloween 2013.
• Premio a "La OdF Meteoro": Premios Fénix 2013. http://i61.tinypic.com/ml5lhx_th.gif
• Premio a "La OdF Meteoro": Premios Fénix 2014. http://i60.tinypic.com/28utsma_th.gif

♦ Links de Interés Referentes al Personaje ♦

• Link al Perfil de Comprador MM: 171
• Link a Bóveda Personal: Bóveda nº 78315.
• Link a Bóveda Trastera: --
• Link a Bóveda de Negocio: Bóveda Nº 99997 - Central Perk (Cerrado)
• Link a Bóveda Familiar Tonks: Bóveda nº 78211.
• Link a Bóveda Familiar Weasley: Bóveda nº 84302.

 

-Buenas noches.-

Aquél sencillo par de palabras habían regresado a la realidad a la bruja. Con el rostro oculto bajo la capa con capucha negra que portaba y la oscuridad del lugar, estaba segura que aquella bruja -algo que pudo deducir por el timbre de voz- del otro extremo del salón no sabría a ciencia cierta de quién se tratara, ni mucho menos reconocería su rostro en algún otro momento.

Llevaba allí tan poco tiempo que sus mejillas permanecían sonrosadas a causa del frío del lejano lugar de donde provenía; no sabía si deseaba hablar con alguien o si sería mejor tan solo terminar su solitario recorrido por el lugar antes de marcharse nuevamente. Elizabeth dudó unos segundos, sintiendo vibrar la varita dentro de su bolsillo.

La Torre Este había sido desde hacía mucho tiempo el sitio de entrenamiento por excelencia de la Orden, sin embargo ella tomaba el sitio como un lugar al que acudir a pensar y recordar. Añoraba a mucha gente. Gente especial con la que había compartido tanto; y siempre, aquella Torre Este y sus terrenos, habían sido el lugar preferido de reunión. Lo había sido desde el día en que Galadriel abrió las puertas por segunda y última ocasión, con un pequeño grupo de jóvenes magos tras ella entre los que se encontraban Elodia y la misma Elizabeth.

¿Porqué no? Pensó. Hacía mucho tiempo que se había alejado de la Orden para cumplir con otras misiones y retos propios, tanto que sentía que ya no encajaba ni conocía a la gran mayoría de sus compañeros. Tal vez ésta era la oportunidad de demostrarse cuán equivocada estaba.

-¡Lumos!- Susurró, tras bajarse la capucha y empuñar la varita. Pudo ver entonces el rostro de la bruja, quien le dirigía entonces otras palabras. -Estoy buscando alguien con quien practicar algo de duelo.- La expresión de Tonks se relajó un poco. Practicar duelos era sin duda algo que disfrutaba y con lo que se sentía cómoda, prefería aquello mil veces antes que una "tranquila charla".

-Elizabeth Tonks.- Se presentó, inclinándose al mismo tiempo a manera de reverencia y en respuesta a la propuesta. -Será un placer.-

Ambas brujas se sorprendieron al encontrarse repentinamente en "el Gran Cañón", un sitio visitado comúnmente por los muggles y del que Elizabeth había oído hablar apenas un par de ocasiones. Miró alrededor; ambas estaban al borde del precipicio, separadas poco menos de ocho metros, distancia que parecía muy pequeña al compararla con la lejanía del río por debajo de ellas. Caminó unos pasos hacia el lado opuesto del borde, previniendo con ello caer accidentalmente del mismo a causa de algún contratiempo durante el enfrentamiento. Ni bien estuvieron en posición, su ahora contrincante se apresuró a dar inicio al que sería su primer duelo en mucho tiempo.

-¡Morphos!- La capa que aún traía encima de una playera y jeans negros se convirtió al instante en una viuda negra, inyectándole su veneno sin perder tiempo. Elizabeth sacudió su brazo, acto reflejo al sentir un agudo dolor al recibir en su cuerpo el piquete del insecto, haciendo que éste cayera al suelo y la bruja aprovechara el momento para matarlo de un pisotón.

El cadáver de la araña no tardó en convertirse nuevamente en una vieja capa de viaje negra, algo que Elizabeth no tardaría en aprovechar. Su varita de madera de ébano con centro de unicornio continuaba vibrando ansiosa, al igual que su dueña, de lanzar un primer hechizo de ataque.

-¡Incárcerus!- Tres gruesas cuerdas salieron salieron de la punta de la varita de Tonks en dirección a su oponente, con el objetivo de atarla fuertemente alrededor de la boca, imposibilitándole el habla; la segunda cuerda le taparía los ojos, evitando que mirara y dificultando así la precisión de sus hechizos; y finalmente la tercera, que ataría juntos sus tobillos y limitando así sus movimientos, en cuyo caso contrario caería sin duda sobre las rocas.

Con eso sería suficiente para ganar algo de tiempo y quitarse de encima el veneno de la viuda negra que ya recorría sus venas. Tomó con la mano libre la capa que yacía en el suelo, susurró un "Morphos" y enseguida tomó la forma de un pequeño bezoar que Elizabeth metió rápidamente a su boca y tragó casi sin masticar. Pronto el calor que sentía desde el sitio de la picadura empezó a ceder, indicándole silenciosamente que el bezoar cumplía con su objetivo.

-Y dime... ¿Cómo te llamas?-