Evarela Black Haughton

- Compra aceptada pero creo que hoy no es catorce - murmuró la Black agarrando la pluma para corregir aquel detalle de la compra de Cillian. La joven a la que llevaba un rato atendiendo todavía seguía allí y, al parecer, todavía no pretendía irse. Evarela observó como agarraba un nuevo pergamino para rellenarlo. Cuando terminó y se lo entregó, le dio un rápido vistazo y asintió. Dejó el pergamino sobre el montón de las ventanas y fue para que le prepararan aquel pedido de animales enormes que Fengari había comprado. No había respondido a su pregunta por lo que tendría que mandarlo a una Mansión al alzar. Off Ambas compras aprobadas pero Cillian, ten cuidado con la fecha xD

Evarela bufó frustrada a la par que ponía los ojos en blanco. Intentar razonar con un ser como aquel era como darse cabezados contra una pared, sólo podías conseguir un fuerte dolor de cabeza. Por suerte el trol estaba demasiado ocupado intentando entender lo que la bruja quería decirle como para percatarse de que uno de sus prisioneros ni si quiera estaba delante de él, sino subido a un árbol cercano. La banshee intentaba no mirar hacia Edmund pues el factor sorpresa parecía darles cierta ventaja sobre aquella criatura, por lo que mantenía su vista fija en ella. Antes de que pudiera continuar hablando, el mago saltó sobre el animal, cayendo sobre su cuello. El trol no tardó en intentar quitárselo, dejando caer ambas varitas al suelo. Evarela corrió hacia sus pies y las agarró, pero antes de que pudiera hacer cualquier otra cosa reibió una patada que la hizo volar unos cuantos metros. Su cuerpo produjo un golpe seco al aterrizar con brusquedad sobre el suelo de la cueva pero sabía que no había tiempo que perder. Todavía un poco desorientada, se incorporó justo a tiempo de ver como el Browsler atacaba a la criatura con un hechizo que muy pocos magos usaban: electroshock. El rostro de la banshee se volvió sombrío. No, Edmund no podía pertenecer a la Orden del fénix. Aquella esfera de electricidad no parecío surtir efecto, sino todo lo contrario, a penas hizo que el trol se inmutara. Mientras corría hacia el mago había jurado que hasta se había reído al recibir aquella descargar que habría dejado fuera de combate a cualquier persona. Agarró a Edmund del brazo y, un segundo después, ambos desaparecieron. La primera imagen que se le había venido a la mente había sido el mismo lugar donde había aparecido por primera vez en aquel lugar, solo que en aquella ocasión estaba todo sumido en una profunda oscuridad. Antes de que Edmund pudiera pronunciar palabra alguna clavó una de las varitas en su cuello con cierta fuerza, alejándose unos centímetros de él. - Dime que es mentira - murmuró con tono extraño, una mezcla de odio y súplica.

¿De dónde había salido Katara? Por unos segundos parpadeó, un tanto sorprendida. Al parecer había estado tan embobada que ni si quiera la había visto. Sonrió al verla y la abrazó. Notó la sorpresa en su rostro al ver a la pequeña que la acompañaba. Antes de su prolongado viaje a penas había visto a su prima por lo que no se había enterado de su embarazo. Después Caterina solo era un bebé al que tenía bajo la protección más estricta y, tras su viaje, la había dejado a buen recaudo lejos de Londres, con el fin de evitar cualquier peligro. - Te presento a mi hija más pequeña, Caterina - agregó sonriendo - Cat, esta es mi prima Katara y, por lo tanto, tu prima también. Si alguna vez necesitas algo, ella te ayudará. La pequeña observó a la bruja con sus grandes ojos verdes con cierta desconfianza. Su madre le había advertido en numerosas ocasiones, a pesar de ser tan pequeña, que no se fiase de nadie. Sin embargo, su gesto se suavizó al escuchar las palabras de su madre. La banshee la agarró en brazos para que pudiera darle un pequeño beso en la mejilla a modo de saludo. No tardó en asentir enérgicamente cuando escuchó la palabra "juegos"- - Sí, sí, sí - dijo la pequeña entusiasmada - Mamá me prometió diversión. - Y seguro que la tendrás - miró a su prima y sonrió - Por supuesto Lyra, creo que tenemos mucho de que hablar. Te invito a un café - agregó riendo. - ¿Puedo tomar un batido? - inquirió Caterina. - Si te portas bien, sí - respondió la Black.

Evarela desvió la mirada hacia la chica a la que había atendido hacía unos minutos, que si no recordaba mal se llamaba Fengari. Parecía no querer levantar mucho la voz y había usado de nuevo la misma palabra para dirigirse a ella. Aquella chica parecía estar bien educada. La banshee agarró su pergamino y asintió al comprobar que todo estaba en orden, por suerte para ella. Odiaba tener que estar corrigiendo las compras o decirle a los clientes que volvieran a rellenar los fomularios. Cosa necesaria más veces de las pensadas. - Espero que tengas mucho espacio y dinero, alimentar un elefante no es demasiado barato. ¿Quieres que te lo enviemos a algún sitio en particular? ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-24 Nombre del producto: Runespoor Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 G Precio total: 4000 G Total de Puntos: 80 En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Órden de la Cruz Dorada Off Ambas compras aprobadas o/

- Mamá ¿a dónde vamos? - preguntó la pequeña. - Te prometí que pasaríamos más tiempo juntas ¿no? - respondió Evarela, desviando la mirada hacia su hija durante unos segundos. - Sí - respondió Caterina. Su hija, de cinco años, cada día se parecía más a Evarela, a excepción del pelo, que era tan negro como la oscuridad, heredado de su padre. Ambas caminaban de la mano por las calles de Diagón, seguidas de cerca por los dos elfos personales de la banshee. La pequeña bruja vestía una túnica azul oscura en contra posición del vestido rojo que llevaba la banshee. Ambas llevaban una capa negra. Se detuvieron frente a un negocio y la Black condujo a su hija al interior. Una vez dentro la mortífaga buscó con la mirada la zona infantil que sabía que allí había. Era la primera vez que ponía un pie allí pero le habían dicho que aquella zona era ideal para los niños. Y por eso no sabía demasiado bien a dónde dirigirse. Buscó con la mirada a algún empleado que pudiera ayudarla pero no vio a nadie, por lo que decidió esperar a ser atendida. Se agachó para quitarle la capa a su hija. - Seguro que este negocio te encanta - le dijo antes de darle un beso en la frente.

La voz fememina que pronunció su nombre en forma de pregunta la pilló por sorpresa. Estaba acostumbrada a escuchar a los clientes ir de un lado a otro, por lo que no se fijaba mucho en ellos hasta que no iba a atenderlos. Y en numerosas ocasiones ni cuando los estaba atendiendo. Pero esa vez fue diferente. Miró a Taurogirl durante unos segundos y le dedicó una pequeña sonrisa. Desde su regreso no había tenido muchas noticias de la bruja, aun estando en el mismo bando. - Hola Tau - dijo mientras tomaba su compra - Bueno, ya trabajé aquí hace tiempo y no me apetecía mucho volver al Ministerio. Bien, la cosa ha cambiado poco. ¿Y a ti? Otra voz femenina la llamó, esta vez con un "disculpe". La Black se giró hacia la bruja que en ese momento la saludaba y preguntaba si todo estaba correcto. Agarró su compra y asintió. - Todo en orden - respondió sin mucho ánimo, pasando a la siguiente persona que resultó ser su hijo - ¿A caso no te ha enseñado tu madre que debes esperar tu turno cuando tienes más gente por delante? - inquirió dedicándole una sonrisa irónica - Por suerte para ti, está todo bien. ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-23 Nombre del producto: Runespoor Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 G Nombre del producto: Kelpie Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 G Precio total: 8000 G Total de Puntos: 160 En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Órden de la Cruz Dorada Off Todas las compras aprobadas o/ Amora

La respuesta fue negativa, ambos habían olvidado algo tan esencial como un antídoto. Evarela sabía que si una doxy te mordía debías tomar cuanto antes algo para frenar el avance del veneno. Por suerte, Edmund no tardó en reaccionar y convirtió una piedra cercana en un bezoar y se la tendió. La banshee lo miró durante unos segundos, dedicándole una sonrisa de agradecimiento, y lo agarró para tragárselo segundos después. El dolor se detuvo un instante después. Observó la herida de su mano, que comenzó a cerrarse poco a poco a la par que la piel recuperaba su tono normal. Unos minutos después, se sentía como si no hubiera ocurrido nada. El mago le dio brindó un poco de poción hervitalizante. Mientras tomaba el tarro para darle un pequeño sorbo le asaltó la duda de si realmente estaba preocupado por ella o simplemente se limitaba a ser amable. Una vez que le devolvió la poción, emprendieron la marcha. Caminaron durante un buen rato sin cruzarse con nadie, cosa que resultaba algo inquietante al tratarse de una clase de la Universidad. ¿A caso le habría pasado algo a su profesor? De repente se detuvo en seco. - ¿Qué es eso? A unos cuantos metros delante de ellos había una caja de cristal suspendida en el aire. El Browsler no perdió tiempo y se acercó a ella. Evarela alargó el brazo para deterlo pero no fue lo suficientemente rápida, el mago ya estaba lejos de su alcane. Ella se había quedado en el mismo sitio, pues había algo que le decía que no debían acercarse demasiado. Aunque, viéndolo desde un lado más lógico, aquello debía de ser una prueba del profesor. Se acercó tras Edmund cuando la caja se abrió. Una melodía extraña comenzó sonar con fuerza. Algo se removió en el interior de la banshee, algo que solo había experimentado bajo los efectos de un poderoso hechizo. El miedo comenzó a recorrerla, paralizándola en el acto. Había una parte de ella que sabía que aquello no era real pero una reacción automática que no podía controlar. Comenzó a marearse, su mente parecía no reaccionar a nada que no fuese aquella aterradora música. Y, de repente, lo vio todo oscuro. No supo cuanto tiempo después se desmayó. Parpadeó unas cuantas veces antes de abrir por completo los ojos. Notaba que se movía sin esfuerzo alguno. Se tanteó la ropa pero no había rastro de su varita. Estuvo a punto de hablar pero un gruiñido la hizo cambiar de opinión. Miró a su lado y se percató de que Edmund estaba despierto. Alguien o algo, los arrastraba hacia las profundidades del bosque. El sol había comenzado a descender hacia el horizonte pero todavía hbía la claridad suficiente como para vislumbrar el camino por el que estaban siendo llevados. - ¿Estás bien? - inquirió en un tono tan bajito que dudó que el mago la hubiese oído. Sus cuerpos producían el ruido suficiente como para acallar su susurro. Y, sin embargo, el Browsler pareció leerle los labios pues asintió. Antes de poder hacer cualquier otra cosa el ser que los llevaba se detuvo de repente. La Black miró hacia delante y comprobó que se trataba de un trol. Sus grandes ojos verdes se abrieron como platos. La criatura ni si quiera se había molestado en atarlos, al menos podrían correr de ser necesario pero no podían hacerlo sin las varitas. Se incorporó un poco y comenzó a moverse hacia atrás, lentamente. Entonces la criatura se giró hacia ellos. Debía medir al menos dos metros y medio. Su piel era de un tono verde pálido. Tenía algo de pelo, verde también, fino y desgreñado. Por suerte para todos, vestía lo que podía definirse como una falda hecha con pieles de animales. Su pecho estaba desnudo y mostraba varios símbolos que Evarela desconocía. Lo peor de toda aquelal escena era ver que aquel ser sujetaba ambas varitas. Desvió por unos segundos la mirada hacia Edmund pero no lo vio. ¿Dónde se había metido? - Eh, tú, estú.pido, devuélveme las varitas y no te haré daño. - ¿Eh? - preguntó el trol, claramente confuso ante la cantidad de palabras. Evarela puso los ojos en blanco tras ponerse en pie, sin dejar de mirar al animal. Aquel nivel de idiotez no creía poder aguantarlo. - Los palitos de madera, dámelos - no sabía muy bien qué hacía pero estaba segura de que Edmund estaría cerca y tendría un plan. Siempre tenía un as en la manga.

Mientras terminaba de atender al último cliente uno de sus compañeros apareció. Comentó que no había mucho movimiento y fue hacia la estanteria de pociones. Evarela esperó a que volviera ordenando los pergaminos de compras en blanco y los que debía certificar. Comenzaba a aburrirle estar todo el rato allí de pie, atentiendo una compra tras otra. No estaba segura si era por el trabajo en si o por permanecer en la misma planta. Fuera cual fuera, lo averiguaría pronto. Derek volvió con dos pociones y el papel correspondiente, pero la banshee frunció el ceño al leerlo. - Creo que no te las voy a poder dar - le dijo señalándole la bóveda - Aunque por mi te las puedes llevar debajo de la túnica - murmuró sonriendo. La ausencia de clientes duró poco. Una mujer llegó hasta el mostrador y le entregó el papel. Evarela lo leyó y cuando leyó el nombre levantó la vista para encontrarse con la líder mortífaga. - ¿Ya ni saludas a las viejas amigas? - inquirió mientras terminaba de leer la compra - Todo en orden. ¿Segura que solo quieres una? - miró entonces a Keaton, que acababa de rellenar otra compra. Miró su pergamino y asintió - Todo correcto Keaton - y dicho eso se giró para archivar todas las ventas. Off Derek no puedo aceptarte la compra por falta de galeones u.u Amora te faltó la ficha pero te la pongo yo xD ten cuidado la próxima vez. Compra de Tauro y Keaton aceptadas.

Tras dedicarle un buen rato a la segunda planta optó por bajar a dar una vuelta por las otras plantas. Después de todo permanecer en el mismo lugar durante mucho tiempo llegaba a parecerle aburrido. Se adentró en la zona restringida para los clientes y bajó hasta la trastienda, pues había mucho tiempo que no ponía un pie allí y, de paso, podía ver qué criaturas podía comprar. Llegó al mostrador y maldijo para sus adentros. Había unos cuantos clientes esperando ser atendidos y ninguno de sus compañeros parecía estar por allí. Tras un suspiro, se acercó a la barra y observó que había un pergamino ya rellenado de Leah. Era la segunda vez que atendía una compra de aquella bruja sin que estuviera cerca. Comprobó que todo estuviera en orden, algo que no tenía mucho sentido al trabajar allí, y cuando cotejó que estaba todo en orden, dejó el papel a un lado. Keaton fue el siguiente cliente al que debía atender. Aquel mago parecía haber pensado como ella. Comprobó su compra y asitió. - Buena elección - le dijo mientras le guiñaba un ojo. Sin perder tiempo, se dirigió a la siguiente persona, a la que no conocía - Todo en orden - dijo cuando terminó de leer, un tanto extrañada al ver que la compra era para Ishaya, su ex-cuñado - Qué suerte, ahí va el último unicornio. Mientras había comprobado la última compra llegó una bruja que se puso a hablar con aquel hombre. Evarela se limitó a esperar a que terminaran para hacer su trabajo. Leyó el papel y asintió - Muy bien, compra correcta - agregó sin mucho ánimo. Por fin parecía que todo iba a terminar pero todavía quedaba una mujer. Agarró su pergamino y asintió - Allí las recibirás - respondió dejando la última compra a un lado. Entonces se percató de que había una criatura que todavía no tenía y, tras tomar un papel en blanco, comenzó a rellenarlo. ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-22 Nombre del producto: Runespoor Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 G Nombre del producto: Thestral Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Criatura Catalogación: XXXX Puntos por unidad: 80 Precio: 4000 G Precio total: 8000 G Total de Puntos: 160 En caso de comprar una criatura, colocar el Rango Social del Comprador: Órden de la Cruz Dorada Off Todas las compras aprobadas. Solo una pega xD Lucrezia, pusiste mal la fecha. Ten cuidaod la próxima vez *-*

Evarela no pudo evitar parpadear cuando Bodrik la llamó amable. De todos los calificativos que se le pudieran atribuir a la banshee, aquel habría sido de los últimos que ella misma habría dicho. Por eso no pudo evitar reír mientras agarraba el pergamino para comprobar que todo estaba en orden. Asintió y dejó el papel sobre el montón de compras por certificar. - Todo está en orden. ¿Te preparo ya todas las pociones o te llevarás alguna más?. Mientras la bruja se lo pensaba, desvió la mirada hacia un mago que acababa de llegar. La Black no pudo evitar sonreír al ver a Keaton, al que llevaba años sin ver. Se preguntó si aquel mago la recordaría pero se limitó a comprobar que su compra estaba en orden. - Tienes suerte Ravenclaw, te llevas esas dos últimas pociones. Colocó el papel, como había hecho con el anterior, sobre los que debía llevar a la oficina en cuanto tuviera un hueco. Entonces un avión de papel se posó delante de ella. Un tanto extrañada, lo agarró y lo desdobló. Al parecer Leah estaba tan ocupada que no había podido presentarse para adquirir aquella poción. Comprobó los datos aun sabiendo que su compañera de bando no se equivocaría y fue a apartarle la poción que quería. Acto seguido, rellenó uno de los pergaminos en blanco para llevarse dos pociones más. ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-21 Nombre del producto: Zumo de Mandrágora Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 8000G Nombre del producto: Elixir de la Vida Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 9500G Precio total: 17500G Total de Puntos: 320 Todas las compras aprobadas hasta aquí *-*

Y antes de que pudiera pronunciar algún hechizo, dos de los duendecillos de Cornualles se habían lanzado hacia su pelo, estiando como si quisieran llevárselo de recuerdo. Evarela apartó a uno de un manotazo mientras al otro lo lanzaba lejos tras pronunciar el hechizo expulso. Aquella defensa pareció ser lo que estaban esperando el resto de criaturas, pues segundos después de lanzaron hacia ella con uñas y dientes. Por suerte la banshee fue mucho más rápida y desapareción, llevándose con ella un par de doxys. Cuando sus pies tocaron de nuevo tierra firme, a unos cuantos metros del camino, sintió que una de esas criaturas la mordía en la mano izquierda. - ¡Maldito bicho! - exclamó dándole un manotazo - ¡Incendio! ¡Incendio! Dos llamaradas acabaron con aquellas dos hadas mordedoras. La Black no perdió tiempo y buscó con la mirada al resto de criaturas, que se aproximaban a ella a una velocidad vertiginosa. Al parecer, el hecho de que hubiese quemado a dos de ellas no les había sentado demasiado bien. Mientras levantaba la mano derecha con la que sujetaba la varita no pudo evitar hacer una mueca debido al dolor que sentía en la otra mano, debido al mordisco. Sin embargo, se centro en la nube de seres que se le echaban encima. - Petrificus totalus - el rayo salió de la punta del arma e impactó en casi todos los duendes y doxys, que quedaron suspendidos en el aire. Volvió a repetir el mismo hechizo con el fin de dejarlos a todos totalmente innmóviles, algo que consiguió unos segundos después. Fue entonces cuando se miró la mano. La herida que le había provocado el hada mordedora se habia tornado negra y parecía bombear aquel color hacia su brazo. Se maldijo en silencio por no haber previsto algo tan simple como aquello. Estaba claro que en una clase como aquella se podían enfrentar a todo tipo de criaturas, era probable que necesitase un antídoto o un bezoar. La próxima vez no olvidaría aquel pequeño detalle. Oyó el grunido proveniente de uno de los duendes y decidió que era mejor quitarlos del medio antes de que volviesen a su estado normal. Tras unos cuantos incendiso y sectusempras, el suelo quedó decorado con cadáveres y sangre de doxys y duendecillos de cornualles. Entonces optó por desaparecer y buscar algo para detener el veneno pues sabía de buena mano que debía tomar un antídoto cuanto antes. Y, cuando se disponía a marcharse, algo la derribó. - ¿Pero qué demonios...? - fue lo único que pudo decir antes de golpearse contra el suelo. Quizá fuese parte de una prueba que el profesor que impartí aquel conocimiento había decidido poner, o simplemente se había topado con algo más grande. Entonces escuchó su nombre pronunciado por una voz familiar. Parpadeó un par de veces y se incorporó, quedándose sentada en el suelo. A su lado se encontraba Edmund, el origen de su caída. No pudo evitar sonreír al verlo allí, sintiéndose un poco aliviada. - No tendrás un antídoto por ahí ¿no? aunque un bezoar también me vale - agregó levantándose - He tenido un pequeño problema con unas cuantas doxys... por suerte solo me mordió una - comentó mostrándole la mano para después desviar la mirada hacia el suelo, donde yacían los cuerpos sin vida.

No recibir contestación alguna fue un poco decepcionante pero, por otro lado, algo bastante lógico. Después de todo lo que había pasado entre ellos y, a pesar de su comentario durante la cena, dudaba mucho que Edmund pasara la noche con ella. Suspiró y se tumbó. Con un gesto de la mano la luz se apagó y la banshee cerró los ojos. No supo exactamente cuánto tardó pero finalmente terminó durmiéndose. De repente sintió algo cerca de su pierna y no pudo evitar abrir los ojos. ¿Había alguien o algo a tan solo unos centímetros de ella o el vino le había sentado mal y le producía alucinaciones? Quizá la sangre de animal en una banshee tuviera efectos desconocidos. Entonces supo que se trataba del Browsler al sentir unos labios recorriendo aquel rincón escondido de su cuerpo. Sonrió mientras cerraba los ojos para disfrutar de aquel momento, pensando que no había mejor forma de despertar. Su respiración comenzó a acelerarse mientras el placer comenzaba a recorrer su cuerpo, volviéndose más intenso a cada momento hasta que no pudo reprimirse más y soltó un gemido a la par que su espalda se arqueaba. Buscó la cabeza del mago y agarró su pelo castaño con una mano para después apretar su cabeza contra ella. - Pensé que no vendrías - susurró antes de que otro gemido saliera de su boca y su cuerpo se sacudiera de nuevo, invadido por aquel placer que el mago le producía. Se incorporó y apartó las sábanas. Todavía seguían a oscuras pero con un simple gesto de la mano la luz inundó la alcoba. Agarró la cara del mago, atrayéndola hacia la suya para besarlo con pasión, como hacía tiempo que no lo besaba. Lamió sus labios justo antes de empujarlo hacia un lado, para que quedase sentado sobre el colchón. Se colocó sobre él, de cara y con las piernas abiertas pero sin llegar a sentarse. Llevó ambas manos a la espalda de Edmund para arañarla desde el cuello hasta donde llegaba, mientras clavaba sus ojos en la brillante y azulada mirada del mago, perdiéndose unos segundos en ella. - Te tenía muchas ganas - inclinó la cabeza hacia su cuello, lamiéndolo y mordiéndolo mientras volvía a enredar sus dedos entre el pelo del Browsler.

Nick: Evarela Black Haughton ID: 35247 Conocimiento: Herbología Nivel de Magia: XXII Link a la Bóveda: http://www.harrylatino.org/topic/84076-boveda-de-evarela-black-haughton/ Link a la Ficha: http://www.harrylatino.org/topic/81831-ficha-de-evarela-black/

Un fuerte viento dio la bienvenida a la bruja, haciendo que soltara un bufido mientras ponía los ojos en blanco. El aire jugó con su larga melena castaña que había decidido dejar suelta, sin duda algo poco apropiado para aquel lugar. Se cercioró de que llevaba la túnica bien sujeta al cuello y miró a su alrededor, en busca de alguna persona pero no tuvo mucho éxito en el primer vistazo. Un frondoso y peculiar bosque la rodeaba allí a donde dirigiera la mirada y no parecía haber rastro de algún ser humano. Frunció el ceño mientras su varita aparecía en la mano diestra. Si allí iba a tener lugar una clase, sin duda la necesitaría. Comenzó a caminar, sin saber muy bien a donde dirigirse. Sus ojos verdes recorrían el camino y los imponentes árboles que a penas dejaban traspasar el sol. El viento continuaba soplando con fuerza, haciendo que la túnica negra bailara sin control. Con cada movimiento dejaba a la vista el vestido de falda larga verde, con adornos plateados en mangas y busto, algo que tampoco parecia ser muy apropiado para aquella ocasión. También se arrepintió de haber elegido unos tacones a juego con la costura de distinto color. A partir de aquel día vestiría ropa que le permitiera moverse mejor cuando tuviese que ir a la Universidad. Entonces un ser volador se interpuso en su campo de visión, haciendo que dejara aquellos pensamientos a un lado. Se detuvo y buscó la criatura que había captado su atención. La sorpresa se vio reflejada en su rostro cuando comprobó que se trataba de una doxy y, sin perder tiempo, siguió a la criatura, que la condujo a un camino cubierto por una extraña planta. Se detuvo al inicio del mismo, dudando en si poner un pie sobre aquellos tentáculos marrones. Antes de que pudiera reaccionar, una nube de doxys y duendecillos aparecieron a su alrededor. Evarela agarró con más fuerza la varita esperando el ataque de aquellos seres en cualquier momento. - Esto va a ser interesante - comentó haciendo un cálculo aproximado de las criaturas que la rodeaban.

Cuando Evarela salió de la parte trasera de la tienda se encontró con que su hijo había llegado y se dedicaba a atender a un cliente que ella ni si quiera había oído llegar. Caminó hasta colocarse al lado del Emmet y observó cómo aceptaba la compra. Cuando el mago al que había atendido se alejó, la banshee carraspeó para captar la atención de su hijo. Le dedicó una breve pero sincera sonrisa y apoyó los codos contra el mostrador, dejando caer su rostro entre ambas manos. - ¿Cómo van los preparativos? Antes de poder recibir respuesta se percató de que había una bruja que estaba esperando ser atendida. Al parecer, otro de sus compañeros se había ocupado de venderle dos pociones hacía poco tiempo pero en vista de que no había nadie más, miró a su hijo antes de desplazarse hasta donde se encontraba la clienta. Agarró el pergamino y asintió cuando comprobó que todo estaba en orden. - Creo que vas a tener suerte, ninguna de esas dos pociones están agotadas. ¿Alguna más? Deberías aprovechar antes de que se agoten las buenas. ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-17 Nombre del producto: Elixir de la Vida Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 9500G Nombre del producto: Zumo de Mandrágora Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 8000G Precio total: 17500G Total de Puntos: 320 Off Ambas compras aprobadas xD

Cuando ya estaba a punto de irse llegó Heliké. Por unos segundos pensó en bromar sobre que la seguía a todos lados pero no tuvo tiempo de dirijirse a la bruja, pues uno de sus compañeros llegó para atenderla. Evarela se quedó a un lado y agarró los pergaminos de las compras que había certificado y, sin poder evitarlo, frunció el ceño al escuchar las palabras de Derek sobre el producto que ya se había agotado. Era extraño pues de todas las pociones que habían sacado stock todavía no se había agotado ninguna. Se acercó hasta donde estaban y miró la compra de la Rambaldi. Después cotejó el stock de aquella poción y las que había vendido ella y uno de sus compañeros justo antes de ella. Todavía quedaba una, la última. - Creo que hoy es tu día de suerte Rambaldi, queda una - comentó antes de ir a buscar la poción. Off Perdona el pequeño lío Heliké, pero al final sí queda un Veritaserum, el último es tuyo xD Dejo mi compra ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-16 Nombre del producto: Felix Felicis Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 9320G Nombre del producto: Poción Multijugos Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 8000G Precio total: 17320G Total de Puntos: 320 Ambas compras aprobadas o/

Wanda McGregor La aprendiz no pudo evitar que la sorpresa y el agobio se reflejaran en su joven rostro. Se había tomado unos días libres porque le pertenecían y porque el resto de empleados parecían repartirse bien el trabajo. Además, estaban todos los puestos cubiertos, por lo que habría muchas manos para atender las compras pero no había contado con un pequeño detalle, tocaba renovar el stock. Por suerte había vuelto en el momento más oportuno, o eso parecía. Se alisó la túnica y se colocó detrás del mostrador. Wanda sonrió a la bruja que le dio un pergamino para que lo revisara, alegando que a veces se equivocaba y no era algo tan extraño, pues ella misma había cometido algún error después de todo el tiempo que llevaba allí trabajando. Miró la hoja y asintió. - Todo en orden señorita Rouvás - acto seguido un mago llegó para comprar lo mismo que la bruja - Gracias por su compra - dijo a modo de aprobación. A veces olvidaba lo repetitiva que podía llegar a sonar al atender una compra detrás de la otra. Dejando a un lado aquellos pensamientos se dispuesto a atender al siguiente mago y no pudo evitar sorprenderse al ver que iba a comprar un huevo de dragón. - Oh vaya, me encantaría tener uno de esos - comentó sin poder evitarlo - Todo está correcto señor Rexdemort - y tras entregar aquella compra continuó atendiendo al siguiente cliente, una bruja. Agarró el pergamino y asintió - Gracias por su compra - dejó el pergamino a un lado, recordándose que debía archivar las compras cuanto antes y fue cuando vio a Cissy, la directora del Concilio - Señorita Mcnair, qué sorpresa - comentó agarrando su pergamino - Supongo que estará todo correcto pero aun así - comentó antes de leer el pergamino - En efecto, todo bien. Dejó el papel de la última compra sobre el montoncito que se comenzaba a acumular a un lado. Suspiró y miró hacia el frente, la gente no parecía que parase de llegar. - Gracias por su compra - dijo tras revisar el pergamino de Anne - Buenas tardes - respondió al saludo de Sally, sin perder la sonrisa mientras agarraba la hoja de su compra - Todo en orden señorita Dumbledore - y sin perder tiempo, se giró hacia la que parecía la última cliente por atender. Tomó el pergamino y asintió - Sí, todo en orden señorita Rambaldi. Off Compras aprobadas hasta aquí, pero hay un par de pegas xD Cillian pusiste 1000 galeones de más y Mary se te olvidó poner el nivel mágico, pero bueno, las arreglo ahora, solo tened más cuidado la próxima vez. Creo que me lo he ganado (? ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-16 Nombre del producto: Armario Evanescente Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 8000G Nombre del producto: Moto voladora Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Precio: 4000G Precio total: 12000G Total de Puntos: 240

Habían pasado varios días desde que la Black había atendido la última compra en el Magic Mall, por lo que decidió que ya iba siendo hora de dejarse ver por allí. Se colocó la túnica que llevaban todos los empleados y caminó por la segunda planta, su favorita. No es que aquel lugar tuviera algo especial pero el simple hecho de tener tantas pociones llamaba la atención de la banshee de una forma especial. Mientras paseaba sin mucha prisa hacia el mostrador se percató de que aquella planta estaba más llena de lo normal y no pudo evitar fruncir el ceño. - ¿Qué demonios...? - murmuró. Caminó con paso firme hasta el mostrador, desviando su verde mirada hacia la lista de productos cuando estuvo justo en frente y chasqueó la lengua al ver el motivo de que hubiera tantos clientes: renovaión del stock. Se colocó detrás del mostrador y se remangó, dispuesta a comenzar a revisar comprar. Se dirigió en primer lugar hacia una bruja que en ese momento hablaba con cierto sarcasmo hacia su nueva compañere. Evarela enarcó una ceja y miró de forma fija a aquella bruja. - Si no te gusta este "maldito" país - comentó haciendo el gesto de las comillas - Hay muchos más en los que estoy segura de que podrías ser más feliz - comentó sonriendo irónicamente mientras agarraba el pergamino de su compra - Todo está en orden - comentó preparando la compra de Lucrezia. Una vez que le entregó las dos pociones a aquella bruja se dirigió hacia la siguiente clienta. Agarró el papel y le dio un rápido vistazo - Todo correcto Sally. ¿Te las llevas o prefieres que te las enviemos? - mientras se lo pensaba, clavó en la última bruja que acababa de llegar, Anne. Le guiñó un ojo mientras miraba su compra - Todo está en orden Anne. ¿Te preparo el pedido? Off Compras aprobadas hasta aquí *-* Lucrezia recuerda que no se aceptan compras con formato. Esta vez te lo paso pero ten cuidado la próxima vez. Sally tu nivel mágico es 28, no 26 xD Dejo mi compra ya que estoy xD ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXII Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-04-15 Nombre del producto: Veritaserum Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 8000G Nombre del producto: Poción Multijugos Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 8000G Precio total: 16000G Total de Puntos: 320

Evarela ya se había replanteado el hecho de irse cuando escuchó la voz de una mujer dándole la bienvenida. Los ojos verdes de la mortífaga se clavaron en el rostro de una de las dueñas del local, que parecía contentar al tener tantas visitas. No pudo evitar fruncir el ceño a la par que se giraba para fijarse mejor en el lugar. No se había percatado hasta ese momento de que habían llegando más mortífagos antes que ella, quizá por el hecho de que había estado pensando más en lo que haría después que en lo que había ido a hacer allí. - ¿A quién hay que pedirle el alcohol? - inquirió la bruja. Y antes de poder recibir respuesta, oyó que alguien la llamaba por su nombre. Miró hacia el origen de aquella conocida voz para encontrar a Ashura. Sonrió y se dirigió hacia donde se encontraba la Lestrange. Lo único bueno hasta ese momento era aquella bruja, que era la persona a la que más conocía de aquel lugar, teniendo en cuenta que tampoco la conocía demasiado. Se sentó al lado de Ashura y se cruzó de piernas. No prestó demasiada atención a lo que decía uno de los hombres que acompañaban a la Lestrange. Evarela no lo conocía demasiado pero supuso que también era uno de los dueños del local. - ¿Qué tal si empezamos con un poco de whisky? Estar en un restaurante sin una copa de alcohol en la mano no es buena señal - comentó la banshee a nadie en particular. Entonces se percató de que uno de sus hijos estaba allí. Miró a Cedric sonriendo - ¿Qué tal Cedric? Ashura no tardó en comenzar a comer algo que ya había pedido antes de que la Black llegara. Su hijo también había pedido comida pero Evarela prefería abrir el apetito bebiendo.

- ¿En serio? - inquirió alzando una ceja. Habían pasado una buena y confortable velada, comiendo y terminando con la botella de vino con sangre de quintaped, mientras hablaban a cerca del negocio que acababan de abrir. Había estado tan cómoda que casi le había dado penaa que los vampiros llegaran para recoger la mesa. El vampiro que los había recibido en el vestíbulo hacía algo más de una hora, llegó de nuevo hasta la mesa y, tras intercambiar unas cuantas palabras con el Browsler, les indicó que lo siguieran para mostrarles la habitación en la que se hospedarían. Se detuvieron en una enorme puerta de roble y Sanguini les indicó que aquella sería la habitación de la Black. Al parecer, iba completamente en serio. El vampiro no añadió ni una sola palabra, se limitaba a esperar para continuar su camino hacia la habitación del mago. Por su parte, Edmund se limitó a darle un beso en la mejilla para seguir a Sanguini por aquel inmeso pasillo. La banshee suspiró y abrió la puerta que le habían indicado. Tras aquellas gruesas hojas había una enorme habitación con una cama de matrimonio. Tras las cortinas podía intuir un balcón pero a penas había luces en el exterior. También había una puerta a la izquierda, junto a un enorme y antiguo armario, que supuso que sería el baño. Caminó hasta uno de los sofás de la alcoba y se dejó caer, tumbándose. Edmund había insinuado que no dormirían pero, de momento, había optado por dejarla sola. Por un segundo pensó en ir a buscarlo pero en seguida cayó en la cuenta de que no sabía en cual de las numerosas habitaciones lo había hospedado el vampiro. Suspiró y se levantó. Se dirigió hacia el baño y comprobó, agradada, que había todo lo requerido por una persona para tomar un baño. Y eso fue lo que hizo, relajándose y olvidándose de la hora. Tras un largo rato y envuelta en una toalla, salió a la habitación. A pesar de estar celebrándose una fiesta de vampiros no muy lejos de allí, la banshee no escuchaba ni un solo ruido más que el que ella misma hacía. Se detuvo en medio de la estancia, con el cabello todavía goteándole, preguntándose si su socio estaría dormido. No lo sabía con exactitud pero estaba segura de que había pasado una hora desde la última vez que había visto al mago. Su varita apareció en su diestra y, con un movimiento rápido, el agua desapareció de su pelo, dejándolo completamente seco. Dejó caer la toalla y, todavía con el arma de madera en la mano, se metió entre las sábanas de seda. Una vez tumbada, cerró los ojos dispuesta a dormir pero entonces un olor familiar fue captado por su olfato. Frunció el ceño, extrañada. ¿A caso eran tan grandes las ganas que tenía de estar con Edmund que sus sentidos le jugaban malas pasadas? Era su olor, de eso no tenía ninguna duda. Se incorporó en la cama y sujetó con fuerza su varita. Conocía lo suficiente a su acompañante como para saber que podía colocarse en su habitación con facilidad y sigilo. - ¿Browsler? ¿Estás aquí? - preguntó sintiéndose un poco tonta. Quizá si que había sido producto de su imaginación.

No sabía (o bueno xD no recordaba) que había que venir aquí para que aceptaran las bóvedas de los negocios xDDD así que, aquí estoy (? Nombre del Negocio: Librería Mágica Sage ~ Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/topic/107992-boveda-negocio-libreria-magica-sage/ Trámite a Realizar: Aprobación de la bóveda Nombre del Negocio: Terrortours Link a la Bóveda del Negocio: http://www.harrylatino.org/topic/108113-boveda-negocio-terrortours/ Trámite a Realizar: Aprobación de la bóveda Gracias Mía

De repente una voz susurrante la sobresaltó. Evarela miró en dirreción al recién llegado, al que ni si quiera había oído llegar. Claro que, al tratarse de un vampiro, era normal que fuese totalmente sigiloso. La piel de aquel ser era la más blanca que la banshee había visto jamás. Todo aquel vampiro resultaba bastante escalofriante, aunque la bruja estaba más que acostumbrada a tratar con ese tipo de seres a diario. Lo que más le sorprendió de todo aquello fue que Edmund llamara por su nombre al mayordomo. - Gracias - dijo también la castaña. Asintió, un tanto confundida, cuando escuchó que debían seguir al vampiro. Al parecer, su socio había preparado todo aquello con atenlación. Mientras caminaban por un largo pasillo, donde había numerosas pinturas de lo que parecían ser más vampiros, el mago le indicó que antes de ofrecer cualquier servicio debían comprobar que estos eran lo suficientemente buenos para los clientes. La Black asintió, estaba totalmente de acuerdo en aquel punto, pero todavía le sorprendía la rapidez con la que el Browsler había reaccionado. No pudo evitar sonreír al escuchar que sólo pasarían allí la noche. Estuvo a punto de decir algo más, pero prefirió dejarlo para cuando estuvieran a solas. No tardaron en llegar a un enorme salón, decorado a corde con la época a la que pertenecía aquel edificio. Lo que más llamó su atención fue la enorme mesa ubicada en el centro de la estancia, preparada para una cena íntima para dos. Evarela tomó asiento cuando su acompañante retiró la silla para que lo hiciera. - ¿Ah sí? - inquirió observando el vino antes de darle un sorbo - Pues he de decir que está exquisito - dejó la copa sobre la mesa y miró a Edmund a los ojos - Has conseguido sorprenderme con este viaje. En el centro de la mesa había un plato con canapés variados y otro con una ensalada de los más bariada. Evarela tomó uno de los canapés y le dio un mordisco. Lo dejó sobre su plato y volivó a centrarse en el mago. Aquella era una oportunidad que se presentaba muy pocas veces y no pensaba dejarla escapar. - Y dime ¿piensas dejarme dormir sola en un castillo lleno de vampiros?

Después de comprar en la planta de pociones, la pequeña elfina apareció en la primera planta. Había decidido que era mejor dejar las pociones en el castillo Black antes de seguir con las compras. Caminó sin hacer ruido alguno y se dirigió hacia el mostrador. Llevaba dos pergaminos que su ama le había dado para que realizar la compra de objetos. La idea era llevarse unos cuantos pero la elfina no sabía si quedarían algunos de aquellos productos. Claro que, ahora que su ama trabajaba allí, estaría más al tanto del stock de los productos. Dejó el pergamino sobre el mostrador y esperó a que algún empleado se diera cuenta y la atendieran. Quizá tuviese que carraspear o algo parecido, pues dudaba que sus orejas llegasen a verse por encima del mostrador. A veces ser bajita no era ninguna ventaja. ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXI Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-03-25 Nombre del producto: Gema de la Desaparición Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Precio: 4000G Nombre del producto: Moto voladora Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Objeto Catalogación: AAAA Puntos por unidad: 80 Precio: 4000G Precio total: 8000G Total de Puntos: 160

La pequeña elfina parpadeó un tanto sorprendida. ¿Su ama había hablado de destripar a Yiyi? No, su ama no podía hacerle eso cuando siempre le había servido bien. Evarela no había dudado en abrir en canal a One, uno de los elfos de la familia Haughton, pero él se lo había buscado. Ninguna criatura de su raza debía hablar de malas formas a los magos o brujas. se atrevió a levantar la vista cuando escuchó que el mago se había ido. Agarró el paquete y dejó sobre la mesa otro pergamino. Su ama le había encargado la compra de varias pociones y no podía volver si no tenía todo el pedido. Si su ama descubría que le había faltado alguna poción, si que sería capaz de matarla con un gran cuchillo que solía guardar cerca de su almohada. Sujeto con fuerza las pociones recién adquiridas y esperó a ser atendida de nuevo. ID: 35247 Nick: Evarela Black Haughton Nivel Mágico: XXI Link a la Bóveda Trastero: Bóveda nº107601 Link a la Bóveda de la cual se hará el descuento: Bóveda nº84076 Fecha: 2016-03-25 Nombre del producto: Poción Agudizadora de Ingenio Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAA Puntos por unidad: 40 Precio: 2000G Nombre del producto: Amortentia Objeto, Criatura, Poción, Consumible o Libro de Hechizo: Poción Catalogación: AAAAA Puntos por unidad: 160 Precio: 8550G Precio total: 10550G Total de Puntos: 200

Edmund se negó a que Evarela pagara las tasas ministeriales de su propia bóveda mientras colocaba una de sus manos en la cintura de la mujer. Ésta lo miró y sonrió, pero no se movió, esperando a que el mago hiciera algo más. La otra mano hizo lo mismo que la primera mientras seguía hablando. A penas un paso los separaba y la banshee tuvo que hacer un gran esfuerzo por no besarlo. Durante unos segundos los grandes ojos verdes de la bruja se posaron en los labios del mago pero la pregunta hizo que llevara la vista hacia sus profundos ojos azules. - La verdad es que no, tendría que mirar un par de libros. Entonces la escena cambió. De repente, un frío invernal recorrió su cuerpo, haciéndola tiritar. Acababan de aparecerse en una colina bastante inclinada. La Black miró a su alrededor, algo atónita ante lo que acababa de hacer su nuevo socio. Era de noche y a penas podía ver dos pasos más allá. Miró el rostro de Edmund, o al menos lo intentó, pero éste se limitó a agarrarla de la mano para guilarla sobre aquel suelo empedrado. Hacía un frío de mil demonios pero prefirió no decir nada, se limitó a abrazarse así misma mientras seguía caminando al lado del mago. En cuanto soltó su mano Edmundo rodeó su cuello con un brazo. - ¿A dónde? - inquirió de forma automática. Entonces vislumbró un imponente castillo en medio de un frondoso bosque. Conocía aquel lugar, pues hacía años se había celebrado allí una gran fiesta de mortífagos pero aquel hecho no podía decirlo en voz alta. Aceleró el paso, todavía con el cuerpo del hombre pegado al suyo, hasta que por fin llegaron a la puerta del gran edificio. Con una floritura de la varita, que segundos antes había aparecido en su diestra, abrió la puerta y se adentró en el vestíbulo. El cambio de temperatura era más que notable. - ¿Para qué me has traído aquí? No soy la más indicada para hacer de guía turística en este castillo.