Jump to content

Ashley Peverell

Magos
  • Mensajes

    467
  • Ingresó

  • Última visita

Mensajes publicados por Ashley Peverell

  1. Indice de Bienes

    Objetos Mágicos:

     

    Clasificación A:

     

    Monedero de piel de Moke

    Medallón para Avisar Peligro

    Recordadora

    Vuelapluma

    Catalejo

    Ajedrez Mágico

    Juego de Gobstones

    Naipes Explosivos

    Caramelos Petrificantes

    Caldero

    Balanza

    Bola de Cristal

    Falsoscopio

     

    Clasificación AA:

     

    Varita Mágica (2)

    Reloj Mágico Familiar

    Miniatura Leprechaun

    Clasificación AAA:

     

    Clasificación AAAA:

     

    Velas Negras

    Réplica de Jack O'Lantern

    Daurblada

     

    Clasificación AAAAA:

     

    Disfraz Cambiante

     

    Pociones Mágicas:

     

    Clasificación A:

     

    Doxycida

    Alisadora

    Embellecedora

    Crece-pelo

     

    Clasificación AA:

     

    Clasificación AAA:

     

    Clasificación AAAA:

     

    Clasificación AAAAA:

     

    Criaturas Mágicas:

     

    Clasificación X:

     

    Gusamoco

    Horklump

    Micropuff

     

    Clasificación XX:

     

    Clasificación XXX:

     

    Clasificación XXXX:

     

    Clasificación XXXXX:

     

    Criaturas en la Reserva:


    Runespoor

    Libros de Hechizos:


    Libro del Aprendiz del Brujo

    Poderes de Criaturas:

     

    Consumibles en Batallas:

  2. La preciosa niña de cabellos dorados parpadeó confundida al ver los gestos que hacía aquel muchacho y giró la cabeza para ver a su hermana pelirroja que acababa de llegar y le puso una mirada de desconcierto, no era la primera vez que veía a Antoni la verdad pero le costaba entender qué era lo que había sucedido que el chico actuaba de esa manera tan retraída, no le parecía que fuera del tipo que hiciera aquel tipo de cosas o que fuera tan tímido, al menos no se lo parecía en especial cuando estaba con esa otra chica de la que no recordaba el nombre en realidad.

    Se acercó un poco más y entonces lo escuchó que empezaba a recitar las cosas que su hermana le había pedido que recordara, dando un enorme salto y corriendo un poco en círculos antes de tomar una pluma de pájaro y un buen trozo de pergamino para concentrarse en escribir lo que el muchacho estaba diciendo de seguidito y que seguramente serían las cosas que su hermana iba a necesitar para las pociones.

    -Llantén, hojas picadas, raíz troceada de lomerio, hojas de amapola hervidas, semillas de jazmín del paraguay, laurel amarillo.

    Recitó repitiendo toda la lista un par de veces para estar segura de que la había apuntado toda y entonces, tocó un par de veces con un dedo el hombro de la inmortal mientras se inclinaba un poquito hacia delante.

    -¿Quieres que vaya a buscar todo esto en el hibernadero especial?

    Le cuestionó.

  3. La preciosa niña cerró los ojos con fuerza al escuchar el enorme estruendo que había hecho su hermana al golpear de forma tan fea la puerta que las llevaba a los pasillos internos y privados del negocio y entonces negó varias veces con la cabeza.

    -¿Pero qué estás haciendo hermana?

    La niña solo se tapó sus preciosas orejas por unos segundos para después comenzar a caminar por detrás de la Snape con pasitos animados, volviendo a despedirse del elfo con una de sus encantadoras manitas antes de darse la vuelta y trotar detrás de la Snape.

    Le dió una mirada rápida a la pobre puerta que no era culpable de ningún mal y con su girar la falda de su precioso vestido naranja dió una vuelta de aire preciosa, que le añadía juventud y viveza.

    Después de eso dejó escapar una risita encantadora y volvió a trotar hasta que ya pudo caminar por detrás de su hermana mayor pero volteó hacia atrás para ver si Perenela las estaba acompañando.

    -Creo que Perenela se quedó atrás en compañía de ese señor tan raro que se metió tan de repente en tu despacho, yo pensaría que deberías de comenzar en pensar en un buen sistema de seguridad, hermana.

    Asintió un par de veces colocándose un pequeño dedo sobre la base del labio de abajo en su boca.

  4. La preciosa niña comenzó a caminar por los pasillos rumbo a la cafetería, alisandose un poco la falda blanca y plisada que iba a conjunto con el resto de sus ropas, ella misma se daba cuenta de lo radiante que iba aquella mañana encantadora y no podía perder la ocasión de verse de vez en cuando en los reflejos de las ventanas internas de aquella clínica y regalarse con una sonrisa, el sonreírse a ella misma también era algo que levantaba los animos por donde quiera que lo viese y la hacía dejar salir pequeñas risitas encantadoras.

    -Espero que los pacientes el día de hoy esten con muy buenos ánimos y tengan ¡muchísima hambre!

    Dijo con mucho entusiasmo y aplaudió una sola vez con sus dos pequeñas y blanquísimas manos, con un gesto de esperanza angelical que esperaba poder contagiarle al resto de personas internadas aquella mañana.

    Era de las poquitas cosas que podían contagiarse en el mundo y que no eran negativas, todo lo contrario eran de las mejores cosas que se les podían pegar a las personas porque entonces las hacían muy felices y eso era estupendamente bueno.

  5. -¿Será seguro que cometamos una imprudencia de tal tipo?

    La niña meció unos momentos sus preciosos piecesitos en el borde de la cama mientras que agarraba una nueva pastita y le daba un bocado, con los ojos elevados y pensativos de quien está meditando en algo muy importante ya que no quería entrometerse en los asuntos que se estuvieran llevando a cabo en el piso inferior mas sin embargo siempre consideraba como una gran responsabilidad el estar cerca de su hermana y el encargarse de que esta se comportase de forma adecuada, de esa manera en que su querido abuelo les había ordenado que siempre debían de comportarse sin importar la situación.

    Uno de los dos elfos domésticos caminó hasta donde estaba la jovencita y tomó el vaso de cristal puro de la bebida de esta para con un chasquido de dedos volverlo a llenar de un blanco líquido tibio, que no por ello restaba la frescura de la leche para acompañar a las pastitas.

    -Podríamos ir mi compañera y yo a averiguar qué tal van las cosas y después de eso podemos volver a subir e informarle para dejarle saber si es seguro descender hasta donde se encuentra su hermana.

    Ofreció el elfo doméstico masculino con una sonrisa tierna y cariñosa para la preciosa angel que le sonrió de regreso y asintió una sola vez.

    -Eso sería maravilloso, gracias amable señor.

    Respondió con esa amabilidad y educación que la caracterizaban como un ser de gran pureza y muy buen corazon.

  6. boveda%20trastero%20ashley%20ketchum_zps


    Mi bóveda trastero es bonita y esta pintada de rosa con muchos cubículos para ir metiendo todos los objetos que voy necesitando para el día a día en el mundo mágico, cada sección esta adornada con una plaquita de metal mágico morada para que se pueda ver con letras bonitas y brillantes cada una de las cosas que va a contener y en el espacio principal hay un peluche de pikachu gigante, casi como una estatua porque mi personaje es muy fan de esa serie de caricaturas muggle.

    Es un peluche grande y esponjoso de color amarillo y en su panza hay una serie de señalamientos con flechas gigantes para que señalen en qué dirección esta cada una de las bóvedas donde se van a guardar los objetos que le pertenecen a la hermosa bruja de rubios cabellos que quiere que todo esté a salvo, había estado esperando por mucho tiempo la oportunidad para tener su bóveda con sus libros y ahora los puede tener.


    Perfil de Comprador del MM: 344

    Fecha de Próxima Actualización:

  7. -¡¡Oye, oye, oye!!

    La chica rapidamente movió la varita a lo que las luces de la tienda volvieron y miró con un gesto severo al chico que al parecer estaba cuidando de su hermana Sagitas, ya había escuchado de la otra mujer que estaba muy mal y que necesitaba de ayuda pero el que hubieran apagado las luces de esa manera cuando ellas estaban ahí y necesitaban de la iluminación le parecía poco apropiado.

    ¿Pues qué persona era?

    Le había visto de algo del Ministerio pero no recordaba que fuera socio de ese negocio, en todo caso creía recordar que Sagitas sí que lo era pero dado su estado no creía que ella hubiera ordenado el apagar de las luces y sabía que a su hermana mayor menos gracia le iba a hacer que alguien le hubiese dado por apagar los bombillos que alimentaban con su energía a las plantitas del sitio.

    -Te agradecería que no volvieras a hacer eso, no tienes permiso de apagar las cosas aquí.

    Le dijo como empleada que era en aquel lugar, resoplando con fuerza antes de volver a agitar la varita de forma que la puerta principal se cerró con firmeza, después de todo ya no había más personas en el interior desde hacía un rato le parecía.

    -Ahí esta, solo tenías que pedirnos que cerráramos la puerta.

    Le indicó aún con cara seria al muchacho.

    -Nadie va a poder entrar a menos que lo pidan con permiso, mi hermana es una de las dos dueñas así que los encantamientos del sitio son muy fuertes, incluso en las puertas traseras.

    Indicó la rubia con suprema seriedad.

    -Pero nuevamente, haz el favor de no apagar cosas o moverlas sin habernos avisado, las plantas en este lugar son muy delicadas.

    Indicó y volvió a agitar la varita para hacer descender las cortinas.

    -¿Te sientes más seguro de esa manera?

  8. La mirada de la hermosa rubia se volvió algo molesta mientras que se cruzaba de brazos e inflaba sus pequeños pero encantadores cachetes al tiempo que hacía un mohín de lo más gracioso.

    -Pero ¿y si yo quiero arrojarte el café encima?

    Cuestionó en un tonito de voz bajo para después aligerar el semblante y los brazos y comenzar a reír de muy buena gana sabiendo que su hermana mayor estaba jugando con ella así como a ella también le gustaba jugar con la otra de vez en cuando.

    El hecho de que hubieran comenzado aquel día de tan buena manera ya era un plus y algo así como un aviso de que todo estaría bien por el resto del día.

    Mientras no tuvieran pacientes graves ni que fueran atacados de forma salvaje, eso la tendría más que feliz e iluminada.

    Ahora tenía ganas de donas o del centro suavecito de las donas.

    -Mejor iré a la cafetería por unas pocas de esas para llevarlas también a los pacientes que no estan exentos del dulce sabor del azucar y de las bolitas del centro de las donas de mil sabores

    Dijo con un brillo muy especial y luminoso en los ojos, calzándose bien los zapatitos hermosos y blancos antiderrapantes y acomodándose las blancas medias de seda para tomar un canasto e irse rumbo a la cafetería de los pisos superiores para llevar un poco de alegría y amor a los tristes pacientes que tanto necesitaban de un rayito de luz de sol para alegrarles ese día dentro de la clínica de los fruteros.

  9. La hermosa jovencita les sonrió a los pequeños elfos domésticos, sentada de forma educada como se encontraba y le dió unas pocas mordiditas a las pastitas con los ojos cerrados y un gesto de que estaba disfrutando grandemente el hecho de que le hubieran llevado el desayuno de aquella manera, eran unos elfos muy educados y con mucha consideración para la hermana de su ama, se preguntaba porqué Hayame todavía no los había registrado cuando le parecía que ya iba siendo hora de que estuvieran apropiadamente contados como parte de la Taberna.

    Se merecían al menos ese reconocimiento por el gran trabajo que llevaban a cabo de forma tan alegre y sin pedir nada a cambio aunque sabía que su hermana como quiera les daba el pago, más por costumbre que por otra cosa.

    -Escucho sonidos allá abajo, parece que estuvieran festejando algún tipo de cosa

    Comentaba la hermosa rubia dandole otro mordisquito a la pastita que tenía entre sus finos y blancos dedos a lo que los otros dos elfos se vieron entre ellos y luego con preocupación hacia la puerta.

    -¿Quiere que vayamos a ver señorita?

    Ofreció la elfina.

  10. La chica de cabellos rubios dió un respingo cuando notó que su hermana mayor abría la puerta de salida de su oficina, no se sentía muy contenta y sus energías se detectaban bastante tensas, como si quisiera golpear algo lo que le indicaba que debía de estar a resguardo o al menos a una distancia prudente para no salir perjudicada con esa negatividad.

    Parpadeó con sus enormes y hermosas pestañas que abanicaban todo y escuchó cómo su hermana llamaba a su sobrina en caso de que quisiera acompañarla a por el café.

    La chiquilla le dió unas pequeñas palmaditas al elfo doméstico para que se calmara y tomara algo de aliento en lo que la hermosisima rubia regresaba a su lado pero se encaminó hacia su hermana inmortal y de pelos rojos y se dió una pequeña asomada al interior para ver al señor que estaba en el interior y había estado tomando el lugar de uno de los abogados que trabajaban en el lugar y parpadeó varias veces con sorpresa.

    -Yo intenté detenerlo.

    Le explicó a su hermana mirándola y señalando con uno de sus preciosos dedos al sujeto.

    -No sabía que también trabajaba aquí, Hayame.

  11. La hermosa brujita abrió mucho los ojos y trató de calmar a la pobre criaturita mágica que parecía que se iba a volver loca de desespero tan solo por la idea de tener que interrumpir a esos amados cuadros de su hermana, así que se acercó a esta y le comenzó a palmear despacito la espalda aunque de primera instancia todavía queria perseguir a aquella criatura rara que se había metido a las oficinas de su hermana pero no estaba en ella interrumpir esas situaciones, la inmortal sería la responsable al final de decidir que pasaría con aquella persona.

    Aunque se sentía muy preocupada por Perenela la verdad porque les estaba confiando cosas muy importantes y ahora parecía que la seguridad se había ido por un tubo por la facilidad con la que aquel hombretón se había remetido, solo esperaba que con eso la chica no fuera a desconfiar de aquel negocio de abogados donde las chicas estaban intentando de ayudar a la pobre chica desde el fondo de su corazón, solo querían que su familia fuera muy feliz y obviamente que querían lo mismo para la pobrecita de Perenela.

  12. Se sentó en el borde de la cama y estiró sus blancos bracitos mientras que uno de los elfos domésticos que atendían en la taberna se acercaba rápidamente con unas cuantas pastitas dulces y té hacia la mañanera y otra elfo doméstico mujer iba corriendo hacia las ventanas para abrir las cortinas floreadas hacia los lados, las habían colocado de forma especial y con sedas perfumadas para que la hermana menor de su dueña se sintiera cómoda y pudiera saludar al nuevo día con una hermosa sonrisa de princesa.

    -Muy buenos días señorita Peverell.

    Saludó el elfo doméstico que le llevaba el desayuno y le colocaba la elegante bandeja de plata con los alimentos cerca de los pies de la cama para que pudiera apoyarse y no tuviera que moverse mucho pero la hermosa niña se acomodó la bata para sentarse de manera correcta, eso era parte de las enseñanzas que le habían encomendado su abuelo Esparta antes de partir.

    -Espero que le guste el desayuno, las pastitas están recién hechas y son calientitas.

    Le aseguró dandole a la niña de igual manera la mejor de sus sonrisas de elfo y la elfo mujer también se acercó corriendo y le hizo una reverencia con cariño, los elfos la querían muchísimo siempre a donde fuera.

  13. La preciosa y encantadora jovencita dejó escapar un suspiro y se dirigió a su propio gabinete metálico para abrirlo con un toque de varita, sabía que la seguridad de Santos Mangos era impecable así que solo reconocía a la varita que se conectaba con su auténtico dueño, si alguien se robaba la varita por mucho que esta cambiase de lealtades, la energía de la magia era detectable así que no dejaba que la puertecita se abriese y por ende, nadie podía robarse lo que estuviera en el interior de aquella protección.

    Pero como se trataba de la hermosa rubia a ella si la reconocía y mágicamente se abrió para permitirle tomar sus cosas.

    -Todo estuvo muy bien y tranquilo.

    Le respondió a su hermana regalándola con una de sus sonrisas más fantásticas y luminosas de manera que pudiera tocar en algo su oscuro corazón.

    -Pensé en traerte café pero no estaba muy segura de si ibas a querer tomarlo tan temprano, aunque sé que a ti te encantan esas cosas con cafeína

    Razonó también colocándose uno de sus tiernos dedos sobre el labio de abajo mientras que sus preciosos ojitos se levantaban al techo de manera que se ponía pensativa pero no duró mucho antes de ponerse a buscar su bata de trabajo dentro de aquel pequeño armario metálico, sonriendo ante la blancura de sus telas especiales a prueba de manchas.

  14. La preciosa niña había estado escuchando lo que decía el elfo acerca de los cuadros que se estaban peleando en casa de su hermana con expresión de seriedad y concentración, a ella nunca le habían gustado ni las peleas ni las confrontaciones y no estaba muy de acuerdo en que eso sucediera ni siquiera siendo solamente las pinturas de unos personajes extraños que se encontraban viviendo dentro de la casita muggle de su hermana y más cuando esta se encontraba ausente para detenerlos del todo.

    -Bueno, ¿y tú hiciste algo para que pararan con sus reyertas sin sentido?

    Le había preguntado al pobrecito elfo doméstico que seguía retorciendose las manos en el nerviosismo de cómo responderle a la chiquita pero es que era imposible mentirle a ella.

    ¡Toda su buena alma y corazón la hacían una máquina en contra de las mentiras del mundo!

    Pero cuando estaban con eso lo que parecía ser un señor de prominente barriga como la de Slughorn se apareció y se dirigió hacia el despacho que estaba utilizando su hermana en esos momentos con Perenela.

    -¡Oiga, pero es que no puede entrar ahí de esa manera, tiene que sacar una cita!

    Había exclamado Ashley poniéndose de pie de un salto y corriendo para tratar de detenerlo pero el señor ya se había adelantado y se había metido dentro de las oficinas de su hermana.

    -Ni modo.

    Suspiró derrotada y se acercó con las delicadas manitas por detrás en caso de que pudiera apoyar con cualquier otra cosa.

  15. La niña había llegado a la clinica vistiendo para ese dia un precioso atuendo en colores blancos que esperaba que combinasen con el hecho de que quería verse profesional y como doctora.

    Aunque todavía no llevaba esas clases pero estaba segura de que en cuanto tuviese el espacio para los conocimientos se tomaría el tiempo de llevar las clases de primeros auxilios también.

    Porque el auxiliar a todas las personas también era importante y eso sin importar la condición ya fuera mágica o no mágica, Ashley los respetaba a todos por igual y estaba muy orgullosa de ese hecho.

    -Muy buenos días.

    Saludó la preciosa jovencita cerrando sus enormes ojos de venadito que acaba de ser deslumbrada por los faroles de un coche pero en su caso se trataba de un evento que solamente realizaba cuando se sentía muy contenta porque sus ojos brillaban de manera más intensa y eso se contagiaba al resto de las personas que estaban a su alrededor.

    Dió unos cuántos saltitos felices y entonces vió que ya había alguien presente en aquel sitio.

    -Muy buenos días hermana.

    Saludó de muy buen humor mientras que le dedicaba a la bruja inmortal una de sus más encantadoras y luminosas sonrisas, una que competía contra los mismísimos rayos del sol matutino.

  16. -Buenos días hermana

    Ashley Peverell llegó a los pocos minutos por detrás de su hermana llevando su propia bolsa de flores hermosas aunque sabía que no debía de confundir su flamante y bien adornada bolsa de mujer con lentejuelas y adornos con el bolso de Lisette, las dos se parecían mucho porque las dos muchachas amaban con intensidad las flores pero la diferencia entre una y otra radicaba en la luz de pureza angelical que Ashley emitía con cada latido de su hermoso y gigantesco corazón en comparación con su fino y delicado cuerpo de niña.

    A veces las personas no podían entender como semejante derroche de bondad y compasión cabía en un cuerpo tan pequeñito y tan parecido a las de las hadas de los cuentos.

    -¿Qué tal amaneciste hoy Hayame?

    Le preguntó con verdadero interés y amor de familia a la pelirroja que caminaba rumbo a la puerta que conectaba una de las partes posteriores del negocio con las del frente, como si hubiera algo de su gran interés ahí.

    -¿Pudiste dormir a pesar de Severus?

    Le preguntó en referencia a su pequeño y encantador sobrinito.

  17. La niña no acostumbraba a ir a la Taberna de su hermana pero había comenzado a tomar la costumbre de quedarse a dormir de vez en vez en el piso superior del negocio de la inmortal, después de todo le gustaba al menos saber que había una persona viva en aquel sitio y que no estaban solamente los pobres elfos ahí dando vueltas, pobrecillos, no se merecían en nada esa vida de esclavitud pero aunque sabía que su hermana los trataba más que bien tampoco ansiaba el dejarles todo el trabajo estando a solas.

    Por eso era que ciertas noches tomaba la decisión de tomarse sus sueños en aquel sitio, preparándose la cómoda cama y luego tomando las mejores cobijas para no pasar fríos innecesarios durante las noches.

    -Bueno, no tiene nada de malo quedarse aquí de vez en vez

    Decía para sí misma la Peverell mientras que se acomodaba en las profundidades del colchón y sentía como su pequeño y fino cuerpo se hundía entre las sábanas y sentía el calorcito cubrirla y llevarla al maravilloso mundo de los sueños.

  18. La preciosa bruja observó como su hermana mejor se decidía a irse en otra dirección y se llevaba a los dos alumnos que se habían presentado a con ella.

    Bueno, no había esperado verla en una situación como aquella pero tampoco se la reprochaba, Sagitas había sido siempre una bruja de grandes responsabilidades y que se tomaba muy en serio todos los trabajos que le otorgaban así que era normal que en la clase para aprender de esas maravillosas criaturas y seres vivientes que eran los muggles quisiese disponer de todas las atenciones posibles sin distracción alguna, asi que como la buena hermana que era le sonrió a su hermana al verla alejarse.

    Se sentía tan orgullosa de ella!

    -Querida niña, tenemos unas cuantas personas más que necesitan de algo con qué acompañar sus alimentos, sobre todo después de estos disturbios

    Una de las monjas se había acercado a la rubia que ahora se acomodaba sus bonitas ropas arregladas que no dejaban ver lo mágicas que eran aunque si lo eran, siempre estaban cargadas con el poder de la paz y el amor que iba expidiendo la Peverell y así lo dejó brillar al sonreírle a la preciosa hermana que dedicaba toda su alma a tan magnífico servicio.

    -Por supuesto, en unos momentos seguiré repartiendo mis manzanas orgánicas y naturales entre la gente que así lo necesita querida hermana

    Aseguró así que se puso de pie y se acomodó del todo la ropa y el peinado para encaminarse hacia las mesas con su cesto y pulir todas sus rojisimas manzanas, empezando a tenderlas a los pobres seres que iban por un poco de compasión y alimentos.

    -Aquí tiene buen hombre, para que acompañe su comida

    Le decía a alguien pero se mantenía cerca de la mesa de clases de Sagitas, quería estar al pendiente de sus sabias enseñanzas y seguir aprendiendo de ella tanto como pudiera.

  19. La niña empezó a toser repetidas veces al haberse caído de esa manera con la explosión en las afueras de su casa o mas bien con el poder que había emanado pero ahora se sentaba en el suelo y se sacudía lo mejor que podía, rumiando el hecho de que se había soltado polvo del techo y ahora tenía que retirárselo del cuerpo y de la ropa lo que era inmensamente fastidioso.

    -¡Me has dejado toda cochina!

    Se quejó la hermosa niña pero entonces se puso de pie lentamente y después corrió hacia la ventana empujando de lado a Hayame para volver a asomarse y ver a la distancia:

    Le parecía reconocer a la persona que estaban alzando en el aire y se alarmó grandemente

    -¡Eh, que esa es mi hermana!

    Gritó la chiquilla agarrándose las faldas para correr tan rápido como podía en dirección de la puerta, abrir de golpe y de nuevo ponerse a correr hasta la puerta gigante de madera que cayó por encima del foso de agua para dejarla pasar hasta los terrenos y de ahí se arrancó corriendo hacia donde todos los árboles se aglomeraban unos pegados a otros mientras discutían que tan bueno sería probar la carne humana como parte de una dieta que no era propia de lo que se trataban las plantas, que bueno, el abono era parte de carne creía pero de todas maneras, era super raro.

    • Me gusta 1
  20. La bruja estaba más que preparada para cualquier cosa que fuera a acontecer.

    Habían pasado una excelente tarde con los niños y eso era algo que alegraba el corazón de la Peverell que había decidido llevar su pikachu con ella para que también jugara con los niños, eso era muy importante creía, necesario para su formación como personas que también respetaran la vida y a los animalitos y además, de que ella misma tenía un alma de niña muy bien conservada.

    Por eso cuando habían regresado no había pensado en nada más que no fuese el hecho de descansar en la casita de su hermana mayor y quizás jugar un ratito más con los niños y cansarlos lo suficiente para que tomaran siesta.

    Pero al parecer por el momento eso iba a ser imposible por la manera tan brusca en la que su hermana mayor se había detenido con ese gesto serio que solo ponía cuando había problemas.

    -¿Sucede algo Hayame?

    Le había preguntado para entonces, entender la gravedad de la situación y al punto sacar su hermosa varita rosada con aroma a rosas, tomandola con ambas manos como si fueran a hacer un asalto y siguiendo a la inmortal a pocos metros por su espalda, en caso de que tuviera que ser de backup y proteger la retaguardia con valor. Y cuando su hermana abrió la puerta de su propiedad, tensó el cuerpo dispuesta a todo.

    • Me gusta 1
  21. http://i273.photobucket.com/albums/jj226/cyntella/Departamento%20de%20Accidentes/Insignias%20Acc/insignias-Empleado-ASHLEY-ACC_zpsxpzsjls9.gif

    Sagitas continuaba en silencio pero la bruja aprovechó el momento de distracción en el cuál se acercaron Jeremy y la otra bruja para moverse un poco en el perímetro de donde estaba su hermana mayor y alta gran bruja para empezar a vigilar y ver a los alrededores, aún consciente de que no habían visto a todas las personas ya fueran brujas, magos u enemigos en el perímetro, Ashley no era tan tonta como para no recordar que el motivo que había llevado a los miembros de accidentes a aquel castillo era porque habían visto algo como un dragón y había un ataque fuerte por lo que aún tenían que ver cómo se había llevado aquello y si había alguna sanción de magia indebida para el atacante o eso era lo que le sonaba a sus pensamientos.

    Por ello decidió no entrometerse en lo que fuera que fueran a hablar las mujeres ahora y comenzó a moverse en circulos concéntricos alrededor de estas con su mirada más fiera y vigilante, las dos podían estar seguras de que ella no iba a correr ni a huir en caso de que tuvieran que defenderse de cualquier otra persona que se asomara con intenciones agresivas para con ellas, ellas eran brujas importantes en el Ministerio y todos ellos iban a cubrir con su deber de forma cabal y formal, haciendose sentir orgulloso a su director del departamento.

  22. http://i273.photobucket.com/albums/jj226/cyntella/Departamento%20de%20Accidentes/Insignias%20Acc/insignias-Empleado-ASHLEY-ACC_zpsxpzsjls9.gif

    Se notaba que la joven que ahora reaccionaba la Peverell que se trataba también de su sobrina, se sentía muy cansada y no podía hablar mucho así que sacó la varita y comenzó a agitarla alrededor y por encima del cuerpo de la preciosa jovencita que dejaba ver los rastros del ataque anterior y murmuraba los encantamientos y hechizos que se conocía, no solamente episkeys sino todos aquellos que recordaba de sus libros de sus estancias en Hogwarts y en los libros que dejaban las sabias mentes de Gryffindor para el estudio de sus alumnos.

    Todo lo que se necesitara para que la chica Vladimir pudiera recobrar fuerzas y entonces todas las mujeres pudieran salir de aquel endiablado lugar y terminar por sellas las fuerzas oscuras y del mal que habitaban esa vieja mansión y que Sagitas y Hayame parecían conocer más que bien.

    -Oye Hayame, creo que vamos a necesitar de tus pociones y de las auras blancas y de pureza de sacerdotisa que tiene Sagitas, porque tengo miedo de que esas criaturas diabólicas hayan dejado alguna huella en la pobre de Xell.

    Le dijo a su hermana mayor pero entonces los hermosos ojos de venadillo de la chica se abrieron con sorpresa al ver como la inmortal tenía la vista alzada y fría hacia los cielos negros sobre sus cabezas.

    -¿Hayame?

  23. La joven de rubios cabellos se había acercado a la entrada de aquel comedor con una bonita sonrisa, una capa de viaje normalita y una canasta de manzanas tan rojas como sus tiernos labios ese día, sonriéndole a todos los muggles que pasaban por su lado y que comentaban lo bonita y bien portada que era esa señorita, pero Ashley sabía que estaba en aquel sitio para controlar que Hayame no se saliera de las normas por antes reclamando tonterías y lo sabía bien porque la noche anterior la había escuchado rumiar sobre ir a hacerle unos pocos reclamos a Sagitas.

    No podía permitirlo bajo ninguna circunstancia.

    Por ello anduvo y cuando se acercó a las monjas estas la reconocieron como la misma jovencita que iba de comedor en comedor siempre dando donativos o alimentos para ayudar con los pobres.

    El alma iluminada y caritativa de la Peverell era siempre reconocida.

    -Pero hoy tenemos muchos problemas, no estoy muy segura de que quieras entrar a saludar.

    Le explicó una de las hermanas sagradas mientras que hacía un símbolo sagrado sobre su corazón y pecho con fervor y amor en aquellas creencias que abrazaba con tanta fuerza. Los ojos enormes y almendros de la chica se volvieron húmedos y preocupados ante la angustia de las hermanas, ella no deseaba verlas de aquella manera.

    -Tenía una cita en este sitio hoy con una de las mujeres para darle un poco de luz y bendición.

    Les explicó a lo que las santas hermanas sonrieron con afecto.

    -¿Qué ha sucedido?

    -Parece que algunos hombres han estallado en una riña.

    Explicó otra de las monjas y al momento las pobres mujeres emitieron un grito de susto al sonido de un cristal fragmentándose al ser golpeado cosa que aprovechó en el momento Ashley para asomar la cabeza y abrazar con mayor fuerza las manzanas contra su pecho, percibiendo que había muchas personas conocidas ya pero también otras que parecían estar discutiendo con palabras altisonantes por temas que no conocía.

    Decidió avanzar, moviéndose lo más cerca que podía en la pared para poder alcanzar a donde había distinguido, Sagitas ya se encontraba sentada junto a otras personas por lo que en silencio solo fué y tomó asiento cerca de todas aquellas personas sin perder de vista a los peleadores y colocó su canasta de manzanas en medio de la mesa.

    -Buenos días.

    Saludó con educación a los presentes.

    -He venido con algunos alimentos para ustedes, sé que los necesitan y espero que esto ayude a mitigar en algo su pena y dolor.

    Añadió, después de todo, el acto era seguir actuando como muggles ¿verdad?

Sobre nosotros:

Harrylatino.org es una comunidad de fans del mundo mágico creado por JK Rowling, amantes de la fantasía y del rol. Nuestros inicios se remontan al año 2001 y nuestros más de 40.000 usuarios pertenecen a todos los países de habla hispana.

Nos gustan los mundos de fantasía y somos apasionados del rol, por lo que, si alguna vez quisiste vivir y sentirte como un mago, éste es tu lugar.

¡Vive la Magia!

×
×
  • Crear nuevo...

Información importante

We have placed cookies on your device to help make this website better. You can adjust your cookie settings, otherwise we'll assume you're okay to continue. Al continuar navegando aceptas nuestros Términos de uso, Normas y Política de privacidad.