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Afrodita.

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Todo lo publicado por Afrodita.

  1. Una carcajada resonó desde la garganta de Afrodita, el sonido se amplio llenando toda la habitación sobre los relámpago que sonaban afuera, era tan espeluznante como hermoso, también generaba desconcierto a cualquier persona que hubiera visto las acciones que había realizado la persona que estaba frente a ella. Duro varios segundos o minutos en ese estado la diosa, cada vez que intentaba calmarse de nuevo desde lo más fondo de su ser volvía a reírse, un cantó que podría significa muchas cosas, buenas o malas. -¿Quién te dijo que mi poder es blanco y puro? -Le preguntó, sus ojos se volvieron peligrosamente oscuros - ¿Quién te dijo que un dios dependía de un 'bien mayor'?-Le lanzó otra pregunta en una tono de voz zigzagueante mientras terminaba acercando más de lo que ambas ya estaban. -Soy lujuria pequeña, soy el pecado en persona de los deseos más carnales de este mundo, soy la razón por la cual tú te puedes acostar con miles de mujeres y hombres, sintiendo satisfacción; puedo influir en el destino de cada mortal, porque cada uno para mi es mi novela favorito donde puedo intervenir, manipular y jugar con ellos de tantas maneras....- -André era como tú, deseoso de probar, tocar y sentir los niveles más altos de placer, ¿Que podrías darme tú que haga competencia con todos los amantes que he tenido en mi vida? Te podría matar, te podría maldecir, te podría hacer muchas cosas princesa, pero no creo que te guste nada de lo que pasa muy mente, no todos terminan bien... - Todas las palabras de Afrodita salieron como un susurro, las preguntas como las oraciones, se encontraba su boca muy cerca de la oreja de Leah, hablándole y expresándole todo lo que pensaba, había tanta sinceridad en todo lo que decía, eso era lo que causaba que cualquier persona retrocediera cuando la tenía de frente por la energía que irradiaba. -Podrías ser mi juguete, podría jugar contigo hasta que me aburra y te cambie por algo más bonito y nuevo, ¿Donde entra tú mamá en esto? ¿Qué quieres de mi demonio? Habla.. - Afrodita le levantó la barbilla para que la mirara directamente a los ojos, sujetándola con fuerza para que no se atreviera a mover la cara hacía los lados, pero de igual manera sin presionar lo suficiente para lastimarla.
  2. Una mirada compasiva se asomó por el rostro pálido de Afrodita, ver a esa chica anhelado a su madre, siento un dolor agudo en su pecho recordado que ella le causó el mismo sentimiento a su pequeña a la hora de desaparecer de su vida y ya actualmente sabía que era demasiado tarde. Una parte de ella la quiso ayudar, reunirse con su madre, pero desecho la idea inmediatamente, hizo lo que pudo con esa generación joven y aunque sabía que la iban a odiar, no podría cambiar el destino. Las siguientes palabras que salieron de Leah fue como un recuerdo de la realidad, alejado la expresión que poseía y volviéndose en unos segundos en una mujer inexpresiva. La miro, la detalló, sus ojos fríos como el hielo se mantuvieron fijos en ella mientras pensaba de muchas maneras como dar esa respuesta. -Tú ya sabes la respuesta Leah, eres una chica inteligente, estoy segura y afirmó que en este momento ya debes saber que sucedió, solo tienes que abrir la mente y tendrás la respuesta que desea - La voz de Afrodita sonó como un susurro distante pero claro. Las palabras que salieron de la boca de la joven la sorprendieron, aunque mantenía más la calma que hace unos minutos atrás, se notaba que quería una acción de parte de la diosa, una que la favoreciera de manera positiva y que trajera una luz en su vida, porque por mucha oscuridad que almacenara en su corazón, ella era una persona que poseía un poco de humanidad, poca pero lo que la podría mantener cuerda, aunque ni ella misma supiera. -¿Estas segura que puedes pagar un precio tan elevado? -Preguntó con curiosidad pero manteniendo matiz sereno -El precio es demasiado alto y sinceramente no quiero que lo pagues, no me gustaría que perdieras... - Las palabras de Afrodita se detuvieron de repente sin terminar de completar la oración, decidida a callar, prefirió acercarse y agarrar la mano de Leah, un brillo salio de la palma de su mano y se proyecto la energía a la mortífaga que estaba frente a ella. -No te haré daño-Fue lo que dijo la rubia en ese momento mientras le trasmitía un poco de amor que sentía hacía su hija -¿Este calor es lo que quieres?- Le preguntó.
  3. La desesperación era poco cuando vio el rostro de Leah, una combinación de sentimientos pasaban por su rostro, controlar la ira era un proceso difícil y ella sinceramente decidió mantenerse callada mientras veía las diferentes reacciones. Sabía que no debía regresar, pero ahí estaba viendo como el mundo de una demonio se hacía añicos por una ilusión de alguna idea mal plasmada. La pregunta que le hizo después fue más una afirmación que una pregunta como tal, por un momento Afrodita pensó muy bien la respuesta que iba a dar, igual de todas formas sabía que nada calmaría a la rubia, por un momento pensó el levantarse y desaparecer, borrar la memoria de la joven sería lo indicado, pero a la vez injusto, así que tomó la decisión de quedarse y ver hasta donde llegaba todo el intercambio de palabras. -Si, se exactamente donde están.- Respondió, levantando la ceja cuando vio como comenzaba a desesperarse y alterarse - Baja la voz o me iré en el mejor de los casos -Le dijo, omitiendo que sería lo peor que le podría pasar si no se calmaba, no quería enojarse o podría pasar cosas muy feas, pero las acusaciones ya comenzaban a enojarla. -Sobre ellos, no ustedes -Le contentó, sin saber exactamente que buscaba Leah realmente, cuando se abre la caja de pandora, nada bueno podría suceder - La maldición se la buscaron, hicieron algo prohibido que no solo le perjudico a ellos sino a mí .-Anexó, recordado los eventos sucedidos en el pasado. -Mira, la única respuesta que no te puedo dar en aquella que tanto anhelas, no puedo decirte donde están, ellos pagan las consecuencias de sus actos, tú tío André era demasiado ambicioso y eso le costo caro a él y su familia .-Las palabras salía de la boca de Afrodita en un tono suave, algo que debía admitir la joven era que estaba siendo sincera. -André probó sangre de mí, no creo que deba decirte cuales son las consecuencias ¿no? Debes imaginártelas, no conforme a eso también le dio a probar a sus hermanos - La expresión de Afrodita cambio radicalmente, se notaba su enojo, su furia, su frustración y su propio dolor ante el engaño. Zeus la castigo sin misericordia por haber permitido que algo así sucediera, antes que perdiera sus poderes completamente y la memoria, se aseguro de que las cosas no se volvieran más graves de lo que ya estaban. Sin embargo, sabía que la persona que estaba ahí junto a ella en esa sala no entendería nada de lo que le dijera, -Ustedes están protegidos, no tienen culpa de lo que paso y es un alivio que no los involucraran -Expresó la diosa, mirado las gotas de lluvia que caían afuera .-André fue una persona particularmente ambiciosa que no veía el límite de sus acciones - Aclaró. No sabía que reacción tendría Leah, ojala viera luz entre tanta neblina. Pensó en Eleana y la manera como no aceptó reconocerla ni criarla, negado su existencia en este mundo, la única cosa que Afrodita podría agradecerle en que la hubiera salvado de la muerte, porque si su hija moría, ella moría con ella del dolor por su perdida.
  4. Sabía que la estaba llevando al límite, una pregunta que le hizo generó más incógnitas en la cabeza de Leah y aunque ella misma sacaba conclusiones de las cuales muchas las dijo en voz alta, podría sentir la duda, porque ella misma sabia que suponer no era lo mismo que saber. De igual forma intentó alejarse de Afrodita, pero era casi imposible cuando ella prácticamente dejaba salir así sea una pequeña parte de su esencia, era inevitable sentir el poder. -Eleana y yo tenemos muchas cosas que hablar, pero creo que su padre esta en la parte final de la lista, me interesa ella, no su familia o sus antecedentes -Comentó Afrodita, era sorprendente como podía mantenerse calmada mientras la persona que estaba frente a ella se encontraba definitivamente agitada, como si estuviera viviendo un maratón. Las expresiones en el rostro de Leah tampoco ayudaban mucho a su apariencia en ese momento, mientras la diosa la miraba de manera calculadora, pensado que otro maremoto de acusaciones podrían salir de aquellos labios. Otra ola de recuerdos vinieron a la mente de la rubia, recordar podría ser tan doloroso en algunas situaciones que ella misma se sentía agobiada con sus memorias. Tantos siglos atrás y era como si todo hubiera sido ayer, no era precisamente un pasado lejano sino un destino doloroso lo que sucedió tiempo atrás, una de las personas perjudicadas estaba frente a ella y hasta la misma Afrodita salió gravemente herida, cosa que nunca perdonó a los patriarcas originales de la familia Ivashkov. No sabía realmente si debía regalar tranquilidad o tormenta a Leah, definitivamente ella no era culpable de lo que pasó hace tiempo atrás, pero era un cabo suelto como algunos miembros de la familia que aún la mantenían en pie. Sin embargo, creía correcto decirle algo que podría darle tranquilidad a su corazón en cierta medida, a la final su debilidad siempre sería lo que ella misma presentaba y lo que los demás proyectaban al mismo sentimiento. -Podrías morir en este preciso momento -Le respondió Afrodita calmaba, sin ningún tipo de alteración aunque por dentro vivía una tormenta - Podría dejar nada de tí y sin embargo tú bonita boquita habla y habla sin medir las palabras que salen, ten cuidado porque eso podría tú perdición en esta agradable reunión- Recalco seria. Afrodita se movió, dio un paso atrás y comenzó a caminar por la sala meditado hasta que decidió que era lo correcto, así que se detuvo y se sentó a un lado de Leah. Las siguientes palabras que salieron de su boca serían una revelación, una que ignoraba cada miembro de la familia. -No están muertos, ninguno - Afirmó, sin mirar el rostro de la bruja que estaba a su lado -Por mucho daño que me hizo André, no pude matar a alguien que amaba, seguirá siendo mi amor y el padre de mi hija a pensar de que quiso aprovecharse de mis poderes, yo quedé maldita pero el quedo doblemente maldito y está familia no fue la excepción a la maldición - Le dijo, no necesitaba ver a la mujer que estaba a su lado para saber que se encontraría en un estado de shock, era una gran revelación la que había hecho a la final.
  5. La diversión que sentía Afrodita en ese momento era grande y satisfactoria, sabía que Leah estaba pensado que reacciones o que sentía en ese momento. Cualquier persona podría haber causado un enorme aburrimiento a ella misma, pero esa chica tenía algo que causaba que la conversación no se volviera aburrida y mantuviera la postura, sin intenciones de irse aún a pensar que no se cumpliera el objetivo por el cual fue al castillo. -Me recuerdas a mi familia con respetos a algunos aspectos mencionados -Respondió divertida, un trueno sonó de repente muy cerca del castillo causado una carcajada en la diosa - Sin embargo, los vampiros y demonios no dependen de solo su naturaleza cruel, son muy protectores entre ellos, nadie entra, nadie sale; es un lema muy conocido en su entorno - Agregó, mirando hacia la ventana donde se formaba una tormenta, la luna ya no brillaba ni las estrellas que la rodeaban. Zeus no estaba alegre de que bajará, lo sabía y quería dejárselo en claro. No debería estar de buen humor su sobrino, pero le tenía sin cuidado en ese momento, no estaba rompiendo ninguna norma como la vez anterior y sinceramente el mundo mortal como tal siempre la entretenía lo suficiente, aunque significará una distracción para sus deberes. La voz de Leah la sacó de sus pensamientos, mirándola directamente mientras escuchado su respuesta. Interesante, pensó mientras las palabras fluían de aquellos labios llamativos; definitivamente esa chica tenía algo que levantaba su interés y no sabía qué, tal vez por eso seguía ahí estudiándola. -Muchas historias son ciertas, pero otras siempre terminan desviándose de la verdad, tantas versiones de una misma historia siempre es indició de muchas mentiras en una sola verdad - Dijo la diosa con simplicidad - Además, hablando de edades, recuerda que la edad es relativa, todo depende de la mente de la persona, por eso pienso siempre que Athena es la mayor de la familia, ¿Cómo te consideras tú con todo lo que has vivido? ¿Joven, adulta, vieja?-Agregó con una sonrisa mientras preguntaba. -Tú curiosidad no se apagará -Respondió antes que le preguntará, sabiendo de antemano más o menos la pregunta que se formaría en aquella mente y preguntándose si quería una respuesta precisa. -Se encenderá más bien - Anexó, luego fluyeron las palabras de Leah y en su mente llegó una ola de recuerdos agradables y desagradables. -Me acosté con tú tío justo donde andas sentada -Respondió con un tono sugerente - También tuve una ligera conversación con los miembros principales de la familia, ¿Segura que quieres saber más? -Le pregunta. La mirada de Afrodita cambio, la calidez que adornaba sus ojos fue abandonada por un frío celeste. Se comenzó a mover, acercándose al piano y miro directamente a Leah, desnudándola con la mirada y no solo de manera superficial, su alma oscura estaba ahí ante sus ojos teniendo una batalla persona. -¿Quieres saber porqué tuve relaciones con un mortal? ¿Quieres saber por qué Eleana existe? ¿Quieres saber porque tú tío no siguió su vida? y no menos importante ... ¿Qué pasó con tu familia? - Todas las preguntas salieron de los labios de Afrodita como un susurro muy cerca del oído de Leah mientras su mano derecha subía por su cuerpo hasta agarrar su mentón y moverlo hasta que quedará mirándola directamente, así no podría esquivarla. -¿Quieres continuar con esto? -Preguntó la diosa.
  6. Una mueca se formó en el rostro de Afrodita cuando escuchó las palabras que pronunció Leah sobre su hija, un ligero sentimiento lleno su corazón. Tenía la ligera esperanza de poder verla, tenían que hablar y además ella debía saber la verdad sobre muchas cosas. Sería en otro momento pensó a la final, así que volvió a recuperar su expresión tranquila. -Una familia separada no es una familia -Comentó la diosa mirando con más cuidado la mansión - El calor de un hogar siempre es reconfortante, hace años vine acá y se sentía todo más... -Intentó buscar la palabra correcta para expresarse sin ofender a la persona que estaba frente suyo, ya sabía que se sentía incomoda con su presencia para no pensar otra cosa. Cuando la joven rubia volvió a hablar respondiéndole la pregunta que le había realizado, sonrió, una sonrisa sincera se formó en sus labios carmesí. No pensó que le daría esa respuesta cuando se había acercado tanto a ella. -No, siempre respondo con sinceridad. -Dijo la rubia mirándola directamente a los ojos -Los mortales y sus encrucijadas me aburren demasiado, por ser directa me he ganado más enemigos que amigos, pero eso no es lo importante, a veces, ¿Crees que la satisfacción más grande mía sera jugar con tú mente? - Anexó, su mirada brilló y mostraba un tono travieso. Observó como se alejada mientras sus labios se abrían para dejar atrás el silencio y responder la pregunta que le hizo. Era una respuesta muy sabia, cualquier otra persona le hubiera respondido de una manera imprecisa y sin lógica. -Ares y tú se llevarían muy bien -Le respondió de regreso. Leah tenía curiosidad, lo veía y lo supo con más precisión con la siguiente pregunta que le realizó. Afrodita pensó un poco la respuesta antes de abrir la boca, no se dio cuenta del tiempo que se la había pasado interrogado a la vampiresa, le entretenía. -Eleana y tú se llevan mal, ¿Por qué? ¿La sangre no es lo suficiente fuerte? -Preguntó de regreso - Sobre lo anterior pregunta, ¿Quieres que me vaya? -Agregó, esta vez Afrodita mostraba una sonrisa, no había malicia ni astucia, solo sonreía con naturalidad. -Me gusta estar aquí de nuevo y eres una compañía agradable, aunque un poco joven para los años que tienes, sin ofender - Habló de nuevo.
  7. Las notas cesaron de repente por la interrupción de una voz, sintió el poder del alma de donde provenía, sabía quien era pero ella no sabia lo suficiente de Afrodita, lo sabía con precisión.Fueron pocos segundos de silencio hasta que volvió a iniciar una melodía más atrevida, más sensual, dando un ambiente sugerente al castillo. -¿Eso es lo que ves de mi princesa?-Preguntó la diosa en un tono tranquilo. Afrodita no era una mujer de responder a las preguntas, además le causó curiosidad que esa rubia no tuviera una imagen definida de ella cuando la había conocido cuando tuvo un cuerpo mortal, a la distancia pero era algo que paso y no se podría olvidar con facilidad. El ambiente era tan peculiar, no sé imagino de alguna manera que esa chica bajara a ver quien tocaba el piano, tenía el conocimiento que eso podría pasar, pero no atrajo a la persona que quería. Su mente imagino varios escenarios, escenarios correspondientes a esa visita. Ella podría darle tantas respuestas a los habitantes del castillo, no solo se trataba de su hija, aunque ese conocimiento no lo poseían ninguno de los miembros de la familia Ivashkov. Bajo todos los pensamientos que pasaron por su mente, se dio cuento que había pasado un prologando silencio entre las dos personas que estaban presentes en la sala principal. Ahí, en ese instante fue cuando la melodía ceso definitivamente y Afrodita se levantó del piano de cola, dio unos cuantos pasos hasta quedar frente a la joven. -Sí, soy la madre de Elaena -Respondió, su voz era tan suave pero tenía un tono de poder. - ¿Sabes donde está? Vine a tener una seria conversación con ella, pero por lo que se ve, no esta acá - Anexó, pensado en que pasaría mucho tiempo para que volviera a regresar, no tenía recuerdos agradables del mundo mágico. Amaba volver a ser lo que fue y no lo que era, ese sentido de libertad plena la llenaba completamente en la actualidad. Era un sentimiento curioso, estar ahí tranquila y sabiendo de antemano quien era la persona que estaba presente, no por conocimiento propio de su historia, sino por todos aquellos sentimientos que salían a flote. Una sonrisa floreció en sus labios, curvándose mostrado un brillo que muy pocos podían ver. -¿Sabes la diferencia del amor y la guerra? -Preguntó de repente, acercándose lentamente hasta que quedo su boca a unos milímetros de su oreja a la hora de preguntar.
  8. Las suaves notas sonaron en todo el castillo, una música dulce y suave envolvente salían del piano de la sala principal, no era una música desafinada, era bastante particular la pianista que las tocaba. No había sentimiento más dulce y amoroso que cada tecla que sonaba en sincronía de otra haciendo la melodía, en esa posición se encontraba Afrodita. No era un día cualquiera, no era una noche cualquiera cuando la diosa decidió aparecerse después de tanto tiempo en el castillo, no era la simple mortal castigada, en ese momento era su esencia la que llenaba aquella la sala mientras todos miembros del Castillo seguro dormía y ella se daba el lujo de recordar. Afrodita seguía siendo la misma mujer que había entrado hace tantos años atrás al castillo, la misma que se había enamorado de aquel mortal que le produjo tantas consecuencias como la única alegría que albergaba en su corazón, su hija. Su memoria se había restablecido, recordado a su pequeña niña en sus brazos, la persona que más amaba y que se la habían arrebatado por castigo de Zeus. Tanto tiempo perdido y ahora volvía ahí a intentar verla, sentía su esencia en las paredes del castillo, ella tenía un puesto alto en esa familia, se preguntó que tanto sabía de ella o de su historia con su padre, tenía el leve presentimiento que no era muy bienvenida en el castillo, pero ignoro aquello por el simple anhelo de mirar a su hija. El mundo había cambiando, ella mismo había cambiando y todo seguía su curso. Afrodita estaba ahí y por primera vez no era una desconocida que no sabía nada, su mirada azul zafiro mostraba una sabiduría enorme, no eran años de vida lo que tenía encima, sino eones que una simple mente humana olvidaría, pero no ella. Estaba extremadamente tranquila sentada en ese piano magistral tocando, podía sentir a los elfos a sus espaldas escuchado pero sin atreverse a molestar. Su rostro mostraba una gran serenidad, su cabello rubio caía en cascada en ondas suaves por toda su espalda descubierta. El vestido que cargaba era simple, una tela blanca suave como la seda con adornos dorados, era largo y sus pies se encontraban descalzo. Había unos cuantos símbolos en su tez blanca, símbolos griegos. La imagen era imponente, llamativa y fina; pero a la vez lejana, porque al final de esa noche seguramente desaparecería y todos la que la vieran seguro pensarían después que todo se trató de un sueño.
  9. No había leído sus comentarios T.T Gracias chicas, por su culpa quede indecisa ¬¬' ¿Qué me puede comprar mi madre para que me quede y sea feliz? Tal vez una mascota con buena varita (?) xDDDDD Me quedó, pero quiero hacer un drama en la mansión u.u Hace mucho no hacemos algo en conjunto grande. Tal vez una expedición (?) *huyo por el spam que hice* Los quiero
  10. Hola, ¿Qué tal? Solo paso a dejar mi renuncia a la familia, ya no me siento Malfoy (?) En realidad no tengo palabras para decir algo, simplemente que fueron años muy lindos y siempre fueron mi única familia, pero es hora de ser una hechicera errante (?) Les deseo el mejor éxito y que sigan creciendo como familia. Besos!
  11. Buenas noches, vengo a pedir un cambio inocente *.* ¿Aquí hay que rellenar líneas? Saben lo injusto que es por hacernos escribir palabras vacias de puro blablablablablabla que no tiene sentido solo para no romper el spam? Y con este discurso, monologo y demás lleno las lineas para no tener subida de advertencia. Simplemente vengo por un cambio aprovechado que aún no pierdo la oportunidad. Nick Actual: Afrodita Malfoy Nick Nuevo: Afrodita. Premio obtenido: Mejor decoración en Navidades por el mundo Saludos!
  12. Llevaba mucho tiempo que la Malfoy no entraba a la mansión, meses y meses moviéndose de un lado hacía otro pero sin poder dormir en su cama. Visualizó la imponente construcción a las afueras viendo la cerca y se pregunto sin alguno de sus hermanos estaría por ahí, supo la respuesta de manera inmediatamente cuando camino los terrenos y se imagino que cada uno se encontraría en el extranjero. Iba a dirigirse hacía adentro la Mortífaga cuando se dio cuenta que no era eso lo que quería, encerrarse en su habitación o irse a la cocina para hacer a los elfos temblar con las peticiones extravagantes que realizaría seguramente. Decidió llamar a Chavez para mandarlo a arreglar sus cosas, apareció inmediatamente comenzó y a refunfuñar pero igual hizo lo que le ordenó agarrado sus cosas y llevándoselas a su habitación. -Papá quiere demasiado ese elfo- Pensó divertida sin darle mucha importancia. El ambiente era frío esa tarde pero no había nieve, ya pronto se terminaría invierno dado el paso a la primavera. Comenzó a caminar por la mansión, dándole la vuelta sin entrar, estaba buscado un lugar especifico para relajarse y detenerse a pensar todo lo que había hecho últimamente. Observó las estatuas a lo lejos y se río sola recordado un chiste privado que compartía con su hermana Ainé y ella '¿Cuantos hombres más puedes petrificar?' era uno de los comentarios típicos que incluso la misma May apoyaba. Siguió caminando por todos los terrenos de la familia hasta que vio lo que quería, las cascadas se encontraban frente a ella viéndose majestuosas y refrescantes. El agua cristalina caía rápidamente y corría por el canal en un camino lleno de rocas. Afrodita se quito los zapatos altos que tenía y simplemente metió los pies en el agua mientras todo su cuerpo caía en la hierva acostándose y viendo las nubes. Sentía el agua fría que de alguna forma la calmaba y se detuvo a pensar los diferentes eventos que había vivido, una sonrisa se formó en su rostro cuando recordó a Eleana, su hija perdida en el tiempo que se parecía mucho a ella, no físicamente pero si tenían personalidades muy parecidas. Un bostezó salió de sus labios carmesí y decidió que en unos minutos debería levantarse para caer en su cama para poder descansar.
  13. Vengo a editar mi ficha, iba a poner la ficha completa, pero mejor explico paso a paso los cambios. Primero, poner esto en aspecto físico, cualidades psicológicas y historia: Aspecto Físico: Una joven que aparenta 23 años, mide 1.75. La apariencia es esbelta con curvas bien formadas, piel pálida en una tonalidad crema. El tono de cabello es dorado con reflejos plateados, largo que cae en cascada en forma de ondas por su espalda. Las facciones que posee en la cara eran delicadas y finas, ojos almendrados es un tono azul zafiro, aunque cambiaban dependiendo de su humor, puede llegar a ser agua marina hasta azul oscuro, la boca es pequeña en forma de corazón. Tiene tres tatuajes que el mundo mágico desconoce. El primero estaba en su antebrazo izquierdo, la calavera tenebrosa, aunque no tiene forma alguna por como se encuentra ese brazo en la actualidad, una mariposa color violeta en el tobillo derecho y como último un escorpio en la espalda. Ese último es el más raro ya que aparece cuando la joven se pone de mal humor. Su brazo es tapado siempre por guantes largos de diferentes colores que cambia según como se vaya a vestir. La ojiazul siempre es conocida como una "una delicada muñeca de porcelana" por su hermosa figura. Cualidades Psicológicas: Afrodita es una chica astuta, inteligente y calculadora. No demuestra frialdad en su vida mágica siempre es agradable antes las personas que conoce, pero ella vive una doble vida, cuando se poner la máscara de Mortífaga muestra su verdadera forma de ser, es fría, desagradable, asesina, cruel, esa es su verdadera personalidad, siendo una víbora peligrosa en forma de banshee. La única forma que se muestre agradable es por hipocresía, mantener las apariencias o el caso anormal de que realmente mantenga amistad real con la persona. Es conocida por ser egocéntrica, superficial, arrogante y manipuladora; cosas que ella misma admite, incluso ella misma te dice que es mucho peor que eso. Historia: Desde épocas antiguas el nombre de Afrodita fue conocido como una Diosa griega, que existió hace mucho tiempo atrás, o tal vez como la mitología griega lo decía, vivía en el Olimpo alrededor de otros dioses. Ella en especial era conocida como la diosa del amor, la lujuria, la belleza, la prostitución y la reproducción. Hija de Dione, ella era una mujer hermosa con cualidades que la hacía peligrosa y eso le costó su puesto como diosa. Cometió un grave error al enamorarse y tener un hijo de un mortal, rompiendo todos sus principios como Diosa, aunque ella le fue infiel a su esposo muchas veces, nunca llego a tanta magnitud su ideales rebeldes. Fue castigada por el Dios Zeus, obligada a perder su memoria y vivir una vida mortal, irónico ya que eso desencadenó a una mujer peligrosa, naciendo en el mundo mágico y manteniendo sus virtudes. Afrodita Malfoy nació un 15 de abril en Roma, Italia. Su madre una perfecta desconocida para ella en ese entonces, también había tenido a otra hija, para ser más preciso se trataba de su hermana gemela "Lilian" un hecho que ella ignoraba de niña igual como su pasado como diosa. Vivió con su Padre Mágico llamado "Alessandro de Saboya" En la bella Ciudad de Roma, no le importo mucho no conocer a su madre. Vivía feliz desde muy pequeña, había aprendido mucho sobre artes y se volvió en una rama que le encantaba. Ella siempre supo que era bruja, cosa que hizo que su infancia fuera divertida ya que podía controlar sus poderes. A la edad de 11, la pequeña “Afro” como le decía su Papá había recibido dos cartas que haría cambiar su vida. Una se trataba de colegio de Magia y Hechicería Hogwarts, y otra era sobre la Academia Beautonxs, dos de los tres mejores colegios de magia en Europa, seguramente si el tercero no era exclusivo para hombres, también hubiera recibido una invitación. Afrodita sintió curiosidad por Hogwarts, pero por recomendaciones de su Padre se dirigió hacía Beautonxs donde sus primeros 5 años aprendió la belleza de la magia y como usarla. También tuvo conocimientos de otras cosas que les serian útiles para el futuro. Hay tuvo su primer novio que se llamaba Rafael Delacour un chico con que duro una semana, tal vez menos. La misma Afrodita reconoce que fue su primera relación y la única en esa época, ya que ella prefería tener "amigos" que tener en una relación fija donde lo único que había era celos y dudas. No era reconocida como una estudiante excelente en todas las áreas, sus materias favoritas eran DCAO, encantamientos, aritmancia y transformaciones; eran las únicas que pasaba con buenas notas. Tal vez si se hubieran esforzado un poco más en el colegio hubiera adquirido mejores calificaciones, pero la vida fiestera y de diversión era lo que más disfrutaba. Pero todo dio una giro de 360º cuando llego a darse cuenta que la vida no era todo fiesta y diversión. Su padre había muerto de manera misteriosa, según el informe de Ministerio Italiano. Dolida por la pérdida de su padre, decide aceptar la oferta que años atrás le ofreció Hogwarts, dejado su amor por el arte y la diversión, intentado recrear una vida distinta, o por lo menos sería el simple esfuerzo de cambiar, lo que nunca se imagino es que hay comenzaría su doble vida. La Malfoy que en ese momento usaba el apellido Saboya, llego a Hogwarts y quedó en la casa de Slytherin, ya que según el sombrero seleccionado “tenía astucia e ideales pertenecientes a esta casa” cosa que la chica ignoraba. Según la historia de las casas era para que quedara en una casa como Gryffidor, incluso la misma Raveclaw iba más con su perfil, ignoro aquello, el sombrero seleccionado era sabio y por algo había tomado aquella decisión. Logró quedar en el equipo de quidditch de la casa. Nunca lo había practicado, fue todo un milagro para ella haber sido seleccionada como cazadora. Pero de las cosas más raras que vivió Afrodita fue el hecho de que hubiera alguien realmente parecida a ella de la misma casa. "Lilian Malfoy" Hija de Mistify y Crazy Malfoy, una respetada Slytherin y una de las chicas más populares de Hogwarts conocida no solo por su belleza, sino por su inteligencia ya que era una de las mejores en el curso. Era extremadamente parecida a ella, como si fuera dos gotas de aguas exactamente iguales. Nunca llegaron a hablar mucho, pues claro se llevaban muy mal, ya que según Lilian, Afrodita era su competencia y la chica que le quería quitar su puesto bien ganado "de la chica más sexy y popular de Hogwarts" cosa que Afrodita no le importo, no era culpa que la popularidad y la vida de fiesta fuera siempre detrás de ella. A la final termino Hogwarts con excelentes notas, cosa que sorprendió mucho. Nunca supo más de Lilian Malfoy ni le importo, tampoco trabajo inmediatamente. Cuando termino el colegio, prefirió viajar por el mundo en vez de hacer una carrera superior. Pero todo cambio cuando se topó con una mortífaga “Mistify” era su nombre, que en ese entonces era Ángel Caído. Le comentó que ella era su verdadera madre, que el hombre que me había dicho que era mi padre era un mortífago que fue asignado a cuidarla, más no tenía ningún lazo sanguíneo con la Rubia, en ese momento fue cuando una mezcla de sentimientos extraños se revolvieron en el interior. Mentiras y falsedades, en eso se había convertido su vida desde el momento que nació. Otra verdad fue que Lilian su enemiga el Hogwarts era su hermana gemela, las dos lo desconocían, fue algo bastante fuerte, aunque a la final no le dio importancia ella tenía una vida echa y ahora no vendría una tonta chica que se creía "miss perfecta" para arruinársela. Que equivocada estaba Afrodita en ese momento. Un día Lilian se apareció en su casa alterada, se había enterado de la verdad de la boca de su mamá. La cosa es que Lilian no soportaba un poco de competencia, así que los hechizos comenzaron a volar por todo el lugar. Resultado final, El cuerpo de Lilian muerto en el piso, aunque Afrodita admite que no recuerda lo que paso, solo recuerda oscuridad. A la final la que salió con ventaja de todo lo que sucedió fue Afrodita, prácticamente se ganó el lugar que tenía Lilian en la marca, recién ingresado cuando la otra tenía más tiempo y experiencia, incluso llego a compartir sus hermanos, Ludwig y Cubias. Las palabras de ellos era siempre la misma “Son exactamente iguales” cosa que hacía que pensar a la mortífaga que Lilian y ella no eran tan diferentes, simplemente que no fue la situación en que se encontraban lo que ayudo a que se llevarán bien. Afrodita es una Malfoy, reconociendo su familia real dejando atrás el apellido Saboyo. Formó parte de una organización conocida como el Hipertrío junto a sus mejores amigas "Shelomy, May, Maharet y Gabrielle" con el paso de tiempo, la unión se rompió quedado solo el recuerdo, aún la mujer no sabe donde están tres de sus mejores amigas desaparecidas luego del suceso, tiene fe que algún día se volverán a rencontrar, desde ese momento es cuando ella misma siente lo que significa de nuevo la soledad en su vida. Tiempo después la ojiazul realizó un largo viaje hacía Rusia donde se muestra una mujer completamente distinta a lo que era antes de irse. Ocultado más secretos que antes y huyendo de un pasado. Tal vez con el tiempo se sepa que es lo que sucedió con ella, pero por ahora todo lo referente a su vida es un misterio hasta para las personas más cercanas, las malas lenguas simplemente dicen que ella, contando meses, estaba embarazada y decidió tenerlo, pero no criarlo, preparándole una vida parecida a la que ella vivió, otros simplemente piensan que fue en busca de alguien que le diera información sobre sus amigas desaparecidas, en la actualidad seguía circulado ese tipo de rumores, pero realmente nunca se sabría la verdad a menos que la Mortífaga pensará decir algo. Estado en la cumbre de su carrera luego de su regreso de Rusia, siendo Jefa de Investigación Secreta en el Departamento de Misterios, Mago Oscuro en la Marca y Jefa de dormitorio en la Academia de Hechicería, se dio una situación bastante inesperada, Lilian había regresado de la muerte y terminó siendo una cacería hacía ella. El juego del gato y el ratón, lamentablemente logro alcanzarla, tirándola en un acantilado, siendo eso su tumba marina, aunque no la mató completamente, se encontraba muy débil. Perdió todos sus logros en ese largo periodo, muchos la llamaban la bella durmiente, otros simplemente escuchaban en silencio, pero el mayor dolor de aquella mujer es que aquellas personas que eran cercanas a ella no movieron ni un dedo para sacarla de aquel sueño. Simplemente Caroline, una vieja amiga vampiresa fue exclusivamente a sacarla como favor personal. Sintió un enorme agradecimiento, aunque Afrodita no era precisamente una persona agradecida, la situación era más que entendible, su cuerpo estaría dormido pero su mente de manera extraña no. Supo que las cosas cambiarían, todo eso solo género que las cosas que realizó se fueran a la basura, ahora tendría que trabajar desde cero, pero no precisamente buscado las mismas cosas que antes, sino mejores. Tal vez en áreas distintas, no le importaba un rango, eso le había quedado bastante claro, pero si le importaba tener el respeto que se ganó un tiempo atrás. Cuando regreso, inicio trabajado en el Escuadrón para la Aplicación Mágica, comenzó como una simple empleada y después fue Jefa de Oficina del Cuerpo de Seguridad. No se sabe exactamente que quería ella de ahí, especialmente porque su área es la investigación, pero no paso mucho tiempo para darse cuenta que no era lo suyo. Después de eso, estuvo un largo período sin trabajar en el Ministerio de Magia, se dedicaba simplemente al local que tenía en el Callejón Diagon junto a su compañera y amiga Evarela, donde mezclaba el placer junto al trabajo. Hubo un período de tiempo que no sabía qué hacer con su vida, nada la llenaba o la hacía sentir lo suficientemente bien para permanecer en Londres por más tiempo, así que sin decir nada a nadie agarro sus maletas y se fue en un nuevo viajo. Ahí fue cuando comenzó a recorrer el mundo por tercera vez, no existía punto fijo para visitar, simplemente decidió recorrer el mundo de nuevo, nuevas experiencias que agregar. Fue más o menos después de un año y unos cuantos meses que decidió que era hora de regresar a donde pertenecía, dándose cuenta que aunque visito muchos lugares, nada la hacía feliz y dudaba que algo lograra hacerla realmente sentirla llena. Así que, como nueva experiencia regreso a Londres, atendiendo el local El Rincón de la Perdición e intento trabajar de nuevo, esta vez en el Concilio de Mercaderes, trabajo que no duro mucho. Después de unos cuantos meses de su regreso y siguiendo un ritmo de vida descontrolada, Afrodita recibe una noticia que le pone los pelos de punta, queda embarazada por segunda vez. Intentó abortar, pero la magia del feto era muy fuerte. Así que llevo el embarazo perdiendo mucha fuerza, sabiendo de antemano lo peligroso que podía ser. Pasaron muchas circunstancias en el mismo, dejándola completamente débil. El veneno de erumpent ya la andaba terminando de matar, así que aquel niño solo significaba la muerte definitiva de la mortífaga. Se mantuvo resguardada en su habitación en la mansión Malfoy en toda la gestación, protegiéndose a ella misma y al bebé, no quería que nadie supiera del mundo mágico, así que tomó esa decisión. Las pocas personas que sabían prometieron guardar en secreto el mayor tiempo posible, la verdad que no quería levantar ningún tipo de escándalo, el nombre del padre jamás fue dicho por la boca de Afrodita incluso, pero las sospechas eran múltiples en su círculo de amigos cercanos, nada preciso. Pasaron los meses y Afrodita llegó a dar a luz gemelos, una niña llamada Nymeria y otro niño llamado Alessandro, el esfuerzo de parir le costó su vida, destinada a la muerte. Su alma terminó en el limbo, frente a la puerta del infierno cerrada y una vieja amiga se presentó ante ella… Artermisa. Tuvieron una larga conversación las dos diosas, recordado bastante cosas del pasado y avisándole que su destino aún era estar en el mundo mortal. Mientras ambas tenían una larga conversación, su hermana Juve la revivió, trayéndola al mundo mortal por medio de necromancia, una magia tan oscura y peligrosa que trajo consecuencias, generándose muchos cambios en la Mortífaga. La primera decisión que tomó al despertar fue dejar a Nymeria a cargo de Gabrielle Delacour, llevándosela lejos de Londres antes que la ofrecieran como ganado y la comprometieran bajo las normativas de las familias puras. No quería eso para su pequeña, además era muy peligroso dejarla cerca, inmediatamente se darían cuenta que era hija de ella y eso podría generar muchas preguntas. Alessandro fue distinto, decidió tenerlo cerca, egoístamente como madre y aún sabiendo que no podía estar cerca de ella lo dejó al cuidado de Valkyria, la sanadora y amiga que atendió su parto incluso. Confiaba plenamente en ella, sabía que lo cuidaría con su vida si era necesario y definitivamente no quería levantar un escándalo familiar, agregado el hecho que Lilian Malfoy había regresado de nuevo. Afrodita nunca admitiría en voz alta el dolor que significo para ella una decisión así, pero le había dolido muchísimo, especialmente después de sentir 9 meses en su vientre a los pequeños. Secretamente ella iba una vez al mes a Francia para ver a Nymeria y visitaba también a Alessandro en un período parecido. Amaba a sus hijos, odiaba tenerlos lejos, pero prefería mantenerlos seguros ante todo, activándose sus sentidos protectores. Actualmente lo único seguro de esas nuevas experiencias vividas y él camino que decidió agarrar la Mortífaga en la actualidad, era que cualquier cosa podría venir de esa mente peligrosa y más cuando una mezcla de tantos sentimientos la hacían una persona completamente inestable, llena de venganza y odio incluso. Segundo, en la parte donde salen los objetos y animales, por la parte de pertenencia... Arreglar los objetos y animales finales, que salen sin el azul y están mal enumerados e.e Pertenencias: Objeto Mágico Legendario: -- Objetos Mágicos: Objeto 1: Varita mágica Clasificación: AA Puntos: 20 Objeto 2: Pensadero Clasificación: AA Puntos: 20 Objeto 3: Escoba "Saeta de Fuego", última versión Clasificación: AA Puntos: 20 Objeto 4: Poción para olvidar Clasificación: AAA Puntos: 40 Objeto 5: Pócima para dormir Clasificación: AA Puntos: 20 Objeto 6: Amortentia Clasificación: AAAAA Puntos: 160 Objeto 7: Filtro de los muertos Clasificación: AAA Puntos: 40 Objeto 8: Vuela Pluma Clasificación: A Puntos: 10 Objeto 9: Cámara de Fotos Mágica Clasificación: AA Puntos: 20 Objeto 10: Guantes de piel de dragón para protección Clasificación: A Puntos: 10 Objeto 11: Ajedrez Mágico Clasificación: A Puntos: 10 Objeto 12: Flechas de Cupido (San Valentin) Clasificación: A Puntos de poder: 10 Objeto 13: Espejo Narciso (San Valentin) Clasificación: AA Puntos de poder: 20 Objeto 14: Poción de la Seducción (San Valentin) Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Objeto 15: Poción Olvidamores (San Valentin) Clasificación: AAA Puntos de poder: 40 Total de puntos de poder en Objetos: 480 Criatura 1: Lechuza Clasificación: X y no mágicas. Puntos de poder: 10 Criatura 2: Gato blanco Clasificación: X y no mágicas. Puntos de poder: 10 Criatura 3: Osito Mediador (San Valentin) Clasificación: X y no mágicas. Puntos de poder: 10 Total de puntos de poder en Criaturas: 30 Tercero, poner esto en otros datos: Otros Datos: Otros datos: Afrodita siempre sueña con Lilian y con una Diosa de belleza sobrenatural, su pasado. Tiene un piercing en el ombligo de oro blanco en forma de estrella como recuerdo de su vida fiestera. Estuvo dos veces embarazada, aborto el primero cuando le tocó viaja a Rusia sin importarle la vida del aquel ser vivo y el segundo embarazo generó gemelos. Su brazo izquierda se encuentra destrozada por eso siempre carga un guante que cubre la herida, ni siquiera se le ve forma a el tatuaje Mortífago, todo debido a un Erumpent, su animal favorito. Tiene un romance con interés con el Ministro Francés, un antiguo compañero de colegio. Solo se enamoro una vez, hace tantos años atrás y prometió no volver a sentir algo así. No le gusta el pescado, pero si le encanta la marisquería. Su vida sexual dicen que es muy activa, pero en realidad es bastante exclusiva. Es una excelente pianista. Tiene constantes pesadillas, muchas veces los miembros de la familia Malfoy la han oído gritar en medio de la noche, pero ninguno se ha atrevido a preguntar la razón. Cronología de cargos: Estudiante de la Academia Neutral- Graduada en 6 de Octubre 2008. Ingreso a la Marca Tenebrosa- 2008 hasta la actualidad. Antiguo miembro del Morsmordre- 2008 Comienzo del Hipertrío, fundadora y líder - 2009- 2010. Empleada del Departamento de Misterio en la oficina de Investigación Secreta 2009. Jefa de la Oficina de investigación Secreta 2010-2011. Jefa de los Dormitorios de los Aethonans- 2011 Miembro antiguo del Escuadrón de la Muerte- 2008 hasta 2011 (En las diferentes versiones). Miembro del Escuadrón Social 2009 hasta 2012 Empleada del Cuerpo de Seguridad. Escuadrón para la Aplicación Mágica 10/01/2012 hasta 05/02/2012. Jefa del Cuerpo de Seguridad. Escuadrón para la Aplicación Mágica 05/02/2012. Concilio de Mercaderes. Planta del Magic Mall. Empleado. -Octubre de 2013 Profesora de Rol Avanzado -Enero de 2014 hasta la actualidad Eso es todo, disculpar la molestia.... Es que llevo años sin actualizar, necesitaba quitarle el polvo. *Dejó chocolates, refresco y galletas a la persona valiente que le toque editar mi ficha* Saludos!
  14. Limbo Una voz llamaba a Afrodita, una voz desconocida en una lengua extraña que la quería traer de nuevo al mundo de los vivos. Quería ir, pero era tan difícil cuando la puerta al infierno se abría ante ella y las cadenas restringían el movimiento de su cuerpo. No sabía realmente su estado, viva no lo estaba… ¿Muerta? Tal vez, pero seguía viendo cosas y sintiéndolas. Se dio cuenta cuando Ludwig había mezclado las almas de sus hijos, siendo una cachetada para ella misma incluso. Mis niños pensó, ella realmente esperaba a uno solo y aunque no sentía amor ni apreció por los bebes, principalmente cuando tuvo las intenciones varias veces de abortar apreciando como su vida se agotaba más mientras ellos crecían en su vientre. No disfruto el embarazo, lo odio y creía que cada día sería el último, sin embargo fue aceptado la situación poco a poco hasta que llego a la etapa final y aunque no lo quisiera admitir un sentimiento raro nació de ella misma, especialmente cuando vio a Nymeria y Alessandro vivos. -Lilian- Susurró la Malfoy, viendo como a su lado se encontraba un cuerpo a su lado, inconsciente. Se encontraba dormida plácidamente a su lado, muchas personas incluso podrían confundirlas, sin embargo las gemelas tenían diferencias claras, el tono de pelo era distinto y las expresiones que realizaban a la hora de hablar, especialmente cuando se trataba de personalidades eran dos polos opuestos. Lilian era salvaje, tenía esa particularidad y Afrodita era todo lo contrario, toda una dama llena de astucia. La puerta se terminó de abrir, esperaba muchas personas adentro. En cambio paso algo muy distinto, llevaba años sin ver a esa diosa, su memoria había sido borrada muchas veces pero la recordaba perfectamente y un poco de su historia. Artemisa estaba ahí de frente con una sonrisa llena de astucia mirándola de arriba hacia abajo, no pronunció palabras por lo que considero la Mortífaga unos cuantos minutos. Minutos valiosos que podrían determinar su vida o muerte. -Tiempo sin verte Afrodita, ¿Por qué no gritaste? Andaba esperado para marcarte como mi cazadora – Habló la diosa, su voz era suave y tentadora. -No puedo ser tú cazadora, lo sabes tú y lo sé yo. Mi alma no la puedes adquirir, especialmente porque sigo castigada – -¡Vaya! Parece que recuerdas un poco, interesante… muy interesante. ¿Qué se siente no tener ni una cuarta parte de los poderes que tuviste?- Pregunto la diosa de la caza. -Fabuloso, ¿Para que necesito tantos poderes sobrenaturales? Poseo lo necesario –Le guiño el ojo la Malfoy. -Muy divertida Afrodita, siempre tan orgullosa pero en este momento las cosas no están bien y tú lo sabes. ¿Qué se puede hacer? Te andan invocado de nuevo, la necromancia es un arte oscura muy fuerte pero sin embargo trae consecuencias irreversibles, sin olvidar que ahora tenemos semi dioses. Nymeria y Alessandro son un peligro, lo sabes tú y pronto todo el mundo se dará cuenta del peligro que reprensentan.- -Sabes que no son tan peligrosos Artemisa, no por ahora. ¿Sabes que Ludwig Malfoy acaba de hacer? Eso mantendrá guardadas sus almas reales por un buen rato y no pasara nada caótico que el mundo se pueda preocupar- Comento Afrodita. -Dices tú, la magia negra siempre es poderosa y más ahora que la practicas con tanta frecuencia. Los niños no pueden estar a tú lado cuando regreses, es imposible conservar el orden de la naturaleza si los crías. Nymeria se nota que será una banshee, ese destino está escrito y será peor que tú. Sobre Alessandro…. Es impreciso, nadie ve nada de él y eso es preocúpate. Tú has tenido hijos antes en otras vidas y los hombres normalmente que creas… no me agradan. – Dijo Artemisa -Nadie te mando a intentar volverlos tus amantes –Sonrió divertida la hechicera -¿Qué pasa con Lilian?- Preguntó, señalándola. -Su alma estaba encerrada en tú cuerpo, ahora que moriste ella simplemente salió liberada. Deberías saber eso, ahora con eso viene una muy terrible mala noticia. No puedes contener a tú gemela mágica, tu hermana Juve ya está llamándote y sin darse cuenta las invocara a las dos. Así que está preparada, porque tú habitación está hecha un desastre- -¡Interesante! ¿Por qué no puedo cruzar la puerta si quiero? –Le hizo una nueva pregunta, demostrado sus pocas ganas de regresar. -Porque tienes muchas cosas que hacer, ya no es solo un castigo por haber incumplido las normas. Dejaste demasiadas deudas pendiente, deudas de sangre que te hacen regresar. Afrodita es hora de despertar, es hora de revivir y pagar. Está vez te despertaras y recordaras muchos memorias perdidas, tendrás muchas prohibiciones que te darás cuenta a la hora de despertar. Recuerda, no puedes confiar en nadie y menos decir quien eres – Le dijo, esta vez hablaba en un tono serio la diosa que causaría escalofríos a cualquiera. -Lo sé… Un mortal siempre querrá poder. Nos vemos pronto Artemisa- La puerta se fue cerrando, la diosa no dijo más nada. Ambas sabían que tenían caminos distintos, sonrió llena de malicia cuando se fijó que las cadenas desaparecieron, en cambio tenía en su mano derecha un látigo dorado. No le dio tiempo de nada más cuando sintió un jalón, ya no podía evitar su regreso, así que se dejó llevar. Era tiempo de retornar su vida. ****************** Mansión Malfoy-Habitación de Afrodita La habitación estaba desastrosa, parecía como si un huracán hubiera pasado ahí y la mayoría estaban resignados. Justo en ese momento cuando todos daban por perdida la vida de Afrodita Malfoy una luz comenzó a brillar alrededor de su cuerpo, Juve había hecho un excelente trabajo y ahora la magia hacía su trabajo. El cuerpo de Afrodita se levantó ante los ojos de todos, siendo abrazado por miles de hilos negros y dorados. Ahí fue cuando paso la cosa más extraña, algo salía del cuerpo de ella, un reflejo muy parecido a la misma. Lilian se materializaba, al principio parecía un fantasma hasta que se volvió carne y hueso. Se despertó primero que Afrodita y antes que alguien pudiera evitar su regreso, abrió los ojos y habló. -Lo perderán todo- Unas simples palabras y desapareció, no se quedó ni siquiera para ver a Ludwig. Ella tenía planes, en cambio Afrodita tardo un poco más en despertar, abriendo los ojos y mostrado el azul intenso de su mirada. Parpadeo varias veces hasta que se dio cuenta de donde estaba, recordado todo de un golpe. Usando toda su rapidez antes que su hermano huyera con sus hijos, agarró una daga que se encontraba cerca y se la lazó justo en el pecho, comenzado a desangrase. -May… -Se acercó a su hermana, no dijo palabras alguna ni saco la varita, solo tocó la herida y se comenzó a cerrar por arte de magia. Cuando terminó solo observó a todos los presentes, cada uno que estaba en la habitación significaba algo para ella, algo valioso.
  15. La habitación era un completo revuelo, se escuchaban voces en todos lados y llegaba un momento que la misma Afrodita no distinguía nada. Solo sintió la cacheteada de su hermana, intentado calmarla... ¿Cómo le pedía calma cuando el dolor que sentía por dentro la andaba matando? Lo único que había logrado era que su pómulo consiguiera un tono rojizo. No le gustaba para nada la situación, no sabía identificar que era más doloroso. El sonido de la puerta de su habitación llamó su atención, no vio a la persona pero escuchó claramente una voz pronunciado la maldición asesina, ese tono lo conocía perfectamente bien y un escalofrío sintió por toda la columna vertebral, ¿Estaba soñado? Sus ojos azules que carencia de brillo alguno buscaron a la nueva persona y no pudo evitar sonreír viendo a su hermano muerto ahí. -Lud....-Susurró Afrodita en un tono muy bajo, aunque no comprendía muy bien que quería o que hacía ahí. ¿No estaba muerto? Y entonces la realidad cayó ante los ojos de la Mortífaga, recordó hace años atrás una gran discusión entre los hermanos Malfoys, ya Hanzo ni Cubias se encontraban y solo Ludwig era en que se encontraba vivo. Gritos, hechizos y palabras muy hirientes salieron esa noche y una muerte inesperada dándole fin al último fundador vivo de la trifuerza. ¿Cómo había logrado revivir? Se preguntó, aunque estaba muy segura de la respuesta. La raza que poseía le daba muchas habilidades, habilidades lo suficiente peligrosas para revivir y lo de Ludwig había sido suave, su cuerpo no estaba dañado ni nada por el estilo. Cerró los ojos esperado lo peor, sabía que si esa noche no terminaba de morir, Ludwig Malfoy se encargaría de matar a todo el ser vivo que estuviera ahí. -Voy a morir - Fue la respuesta que le dio la Banshee a su amiga cuando escuchó un 'la ayuda viene en camino'. Sin embargo intentó mantener la calma, siguió las ordenes que recibió y se acomodo o el hizo el intento de hacerlo, ahí fue que sintió el dolor más grande de su vida. Sentía que todo su cuerpo se iba a desgarrar en un segundo, pujar la andaba dejado sin aliento y cada vez sentía que los latidos de su corazón se aceleraban más y más, algo que creía imposible. La habitación se lleno de un sonido nuevo, un llanto que en cualquier otro momento para la Tempestad hubiera sido el ruido más horrible que escucharía en su vida, pero fue todo lo contrario... Había sido música para sus oídos, vio como Valkyria se la entregó a Gabrielle, no fue necesario decir palabra alguna. Gabb parecía igual de hipnotizada por la criatura, especialmente con ese rostro angelical, la piel blanca como la porcelana y aquellos ojos azules que eran idénticos a los de ella misma, aunque el pelo no era el rubio Malfoy, era oscuro como la noche. -Nymeria estará bien contigo -Comentó Afrodita, no fue necesario decir más nada cuando la Delacour se fue, llevándose lo que jamás vería en su vida de nuevo. Solo el tiempo diría que destino le preparaba a esa niña, el alivio más grande es que estaría en unas excelentes manos. -¿Otro?- Alcanzó a decir, sus ojos se abrieron repentinamente. Se encontraba muy cansada y no aguantaría otra vez la misma tortura anterior, sin embargo con la última fuerza que le quedaba siguió las ordenes de la Slytherin. Sintió cuando el bebé salió, pero no escuchaba el mismo llanto anterior. -Alessandro- Pronunció claramente. Sus ojos se fueron cerrado lentamente aunque por dentro los latidos del corazón de la Banshee iban cada vez más rápido, no hubo tiempo de despedida ni nada por el estilo. May se encontraba ocupada viendo que hacer con Ludwig y Valkyria estaba intentado ver que pasaba con el niño, sabía que había llegado alguien más, pero no tenía idea de quien sería, su mente se había perdido hace mucho de la realidad. Solo se dejó llevar y ahí fue cuando de repente su corazón se detuvo y la respiración, quedado el cuerpo sin vida de Afrodita Malfoy ahí.
  16. ¿Qué pasará? Fue la pregunta que le hizo Gabrielle, ahí un nudo se formo en su garganta de solo pensar la realidad, cada vez recordaba más cosas y decir en voz alta la respuesta que ya sabía no le hacía ni un poco de gracia a la Banshee, Quiso responder, pero vino otra pregunta un poco más difícil y realmente fue una cachetada para ella misma, la fiebre y malestar tampoco ayudaba en ese tipo de situación. -La muerte me abrazará y descansare, eso es lo que sucederá- Fue la primera respuesta, trago saliva antes de responder la segunda - No va a saber porque ni yo misma se de quién es el bebé, así que te tengo una tarea importante...- Afrodita fue interrumpida de repente por un azote de la puerta, observó a su hermana agitada gritando. Espero que se calmará un poco para comenzar a hablar, le explico toda la situación sobre su estado de salud hasta que no quedó más que el silencio en la habitación, no quiso mirar los ojos de ninguna de las chicas, especialmente cuando se sentía tan mal con ella misma. -La fiesta es genial- Respondió la Banshee de repente a la entrada de Valkyria de manera repentina a la habitación, se mordió el labio inferior y supo que ella sabia toda la situación que había vivido los últimos años, su hermano había sido astuto antes de irse y le dio el historial clínico a alguien de confianza para atenderla en caso de alguna complicación. -El veneno ya está en mi corazón y bombea todo mi cuerpo, no hay solución hasta tú como sanadora sabes esa respuesta- Le dijo la Ojiazul. De manera repentina un grito desgarrador salió de sus labios, como si se tratara de fuego quemando todo el cuerpo de la Mortífaga, Apretó fuertemente la mano de Gabrielle, el dolor seguía constante y su cuerpo no lo podía controlar, sentía la sangre correr por sus piernas ensuciado las sabanas blancas de la cama y como las lagrimas salían de su rostro, no eran lagrimas comunes... Era sangre lo que corría por ese rostro. -¡Parar! ¡Parar! -Comenzó a gritar mas fuerte, soltó sus manos de las de su amiga y comenzó a tocarse el cuerpo, desgarrándose la piel con sus uñas, intentado detener el ardor que sentía. Su vientre era la peor, sentía como la golpearan con clavos una y otra vez.
  17. Je sais que je suis dégoûtant- Respondió en Francés, agarró las manos de Gabb y la apretó. Espero que se calmará, sabía que muchos pensamientos iban y venían a la Delacour, más que todo recuerdos, últimamente ella misma recordaba muchas cosas olvidadas en el pasado. No tardaría en comenzar a explicarle la situación a Gabrielle, ¿Por dónde comenzar? Fue el primer pensamiento que paso por su mente hasta que bajo su vista y miro la mano con la sortija. -¡Felicitaciones!-Intentó abrazarla, pero luego se alejó. Quiso varias veces hablar, pero las palabras no salían de sus labios, nunca recapacitó que llegaría este momento y de todas las personas que pudo imaginar esa noche en su habitación, jamás habría pasado por su mente que sería su amiga Gabb. -Hace unos años trabaje en una misión especial, tenía que controlar tres erumpent para destrozar el estadio de quidditch mientras secuestraban al Ministro de Magia. El trabajo iba muy bien, definitivamente disfrute cada muerte, pero cuando fue la huida perdí el control de la bestia y me caí, me embistió tan fuerte que caí contra un árbol inconsciente y desperté a los días.- - Tenía todo el brazo izquierdo vendado cuando desperté, no recordaba mucho. Todo el mundo en San Mungo me miraba extraño, como si estuvieran viendo un fantasma. ¿Adivina que pasó cuando vi a un sanador? Me dijo que tenía veneno de erumpent en mi organismo, que aunque me quitaran el brazo izquierdo seguiría esparciéndose- -Le pregunte que si había manera de extraer completamente el veneno, ahí fue cuando el sanador puso su cara de idi*** con lastima diciéndome ‘No hay cura, el bezoar te podría calmar pero no es lo suficiente potente para un veneno tan raro y destructivo- Afrodita se mantuvo el silencio unos cuantos minutos, esperaba que Gabrielle procesara la información. Eso explicaba el aspecto de ella en ese momento, especialmente las pociones y medicamentos, jamás quiso asustarla de esa manera y estaba bastante afectada contado todo en voz alta. Era algo que nunca había hecho desde que le dieron el diagnostico. -El embarazo, fue inesperado… Yo no puedo tener hijos, debido a mi condición y que podrían quedar infectados. Simplemente sucedió en uno de mis descuidos y adelanto mi muerte-
  18. 8 años atrás El crujido de las espadas resonaban en toda la habitación, parecía un baile sincronizado entre dos personas, dos hermanos que no se cansaban de pelear una y otra vez hasta quedar agotados. Afrodita se movía con agilada y gracia, sus movimientos eran estratégicos; en cambio Ludwig se movía con determinación, eran golpes precisos y fuertes capaz de matarla en cualquier descuido. El sudor goteaba del rostro de ambos, la adrenalina y el frenesí de la batalla a ambos les gustaba. -¡Lud!- Exclamó la Banshee enojada cuando vio que estuvo lo suficiente cerca para destrozarle el brazo sino se hubiera alejado a tiempo, tenía una cortada más o menos grande la Mortífaga y la sangre fluía.- Arregla esto – Anexó, sentándose enojada en el suelo mientras su hermano saboreaba la espada probado su sangre. -¡Victoria!-Gritó el Nigromante, no pudo evitar levantar la ceja. Agarró una piedra que consiguió en el suelo y se la tiro en la cabeza. -Me arreglas la cortada o tendrás problemas- Se limitó a decir la Rubia. Ludwig dejó la espada a un lado y se acercó. Tuvo mucho cuidado curándole la herida, asegurándose que no le doliera cuando la cerraba. No se disculpó, esa cualidad no la tenían los Malfoy’s pero si tuvo el detalle de sanarla. -¡Listo! Ahora vamos a comer pastel de chocolate con fresa – Dijo el Mortífago. -Ni loca, a saber qué nuevo experimento de veneno tienes a la mano –Le respondió la Ojiazul mientras se le tiraba encima y lo abrazaba –Mejor vamos a beber un poco. ¿Qué tal Dark Palace? No hay nada más divertido que enojar al ‘Lord’ –Agregó divertida. -¡Hecho!- ˜°˜ Presente -¿Mafalda?- Llamó en un tono suave, causado que al elfina pareciera en su habitación de manera repentina. –Lud no creo que llegue a tiempo, llama a Valkyria y mucha discreción. –Le ordenó. -Señorita Malfoy, la mayoría de los familiares ya se preguntan que pasa-Comentó la elfina – Especialmente porque hay seguridad en este piso.- -Creerán cualquier cosa menos que se tratan de mi –Fue la simple respuesta que dio. La Mortífaga con paso lento se movió a la cama, cada paso le costaba más hasta el punto de que si no ponía cuidado se caería, pero en ningún momento pidió ayuda. Vio la mesita de noche y simplemente quiso vomitar viendo tantos medicamentos y pociones, la fiebre había bajado un poco así que aprovecho y se acostó a dormir. ˜°˜ 7 años atrás El desafío se sentía entre los dos, ninguno quería ceder. Dos mortífagos sentados y con los brazos cruzados, cualquiera que entrara le parecería divertida la escena, exceptos ellos que consideraban tonta la discusión. El punto de vista de cada uno era diferente, sin embargo la terquedad de Afrodita y la competencia de Cubías causaba que ninguno de los dos accediera. -¿Por qué?- Preguntó Cubias de mal humor. -Porque no quiero – Fue la simple respuesta de la Rubia. -¿Los otros si? ¡Soy tú hermano!- Respondió enojado. -Por lo mismo, eres mi h-e-r-m-a-n-o –Deletreó Afrodita, aunque no pudo evitar reir. -Que sepas que seguiré molestándote, quiero esa foto – Fue lo último que le dijo el Ángel Caído antes de irse enojado. -Yo también te quiero hermano –Gritó la Mortífaga para que lo escuchará. No pudo evitar reírse, así siempre era el trato que se tenían ambos, pero al final del día alguno accedía de alguna manera al otro. ˜°˜ Presente Se despertó, ya no sentía diferencia entre día y la noche, sin embargo miro hacía la ventana y se fijó que era de noche de nuevo. Mafalda no la había ido a molestar, así que se levantó y fue hacía la ventana intentado usar la última energía que le quedaba para mirar el cielo estrellado. -Gabb…- Murmuró, sintiendo como el collar que se encontraba en su cuello comenzaba a calentarse y brillar, vio la sombra por el patio pero no lo creía posible ¿Era su amiga? ¿Estaba aquí? Un sentimiento de preocupación la rodeó, no sabía que explicación le podía dar y no era un buen momento para un recuentro, pero sin embargo sintió tranquilidad, no estaría sola. Escuchó como la puerta de su habitación se abría a los pocos minutos y escuchaba su voz de nuevo. -El hipertrío está muy bien, separado pero bien –Le respondió mirándola fijamente, apreció el estado de Gabrielle Delacour y no pudo evitar sonreír viendo que se encontraba bien.- Sin embargo, creo que esta es la última vez que me veras- Agregó, acercándose a la cama y sentándose en la orilla. Supo inmediatamente que se fijó en el vientre abultado y en el físico demacrado que poseía.
  19. Presente, 7 Meses después… Los meses pasaban lentos, no sentía el tiempo mientras se encontraba ahí encerrada en su habitación. Se encontraba completamente agotada, ya no tenía voz ni podía moverse; ya su cuerpo no le respondía como antes y lo único que sentía era los movimientos del bebé en su vientre. No entendía aun, ni ella misma sabia como seguía vivo o viva, llevaba meses sin comer y sus pensamientos tampoco comprendía como alguien como ella volvía a quedar embarazada justamente cuando las cosas se ponía cada vez peor, perdiendo todo tipo de sentimientos mientras transcurría el tiempo. Sus ojos se comenzaron a cerrar, tal vez esa sería la última noche que aguantaría algo así. El calor que sentía en todo su cuerpo era producto de la fiebre, dormirse significaba involucrarse en un mundo lleno de pesadillas o alucinaciones, pero su mente completamente agotada solo quería rendirse, no quería despertar otra vez más. Escuchó el repentino sonido de la puerta abrirse moviéndose, hizo su mayor esfuerzo por levantar la cabeza y ver a la persona que entraba. -Señorita Malfoy, lamento decirle que no hubo respuesta - Habló Mafalda, le costó entenderla. Sus ojos se habían cerrado sumergiéndose en un mundo de sueños de nuevo. ˜°˜ 10 años atrás. -¿En serio? ¿Banshee? Tu definitivamente quieres infartar a tus hermanos y de por si te llevas a tu hermana menor. ¿En qué piensas Afro?- Comentó un hombre repentinamente, se encontraba enojado mientras Afrodita estaba acostada tranquilamente en la cama viendo con diversión como se movía de un lado a otro. -Más divertido será ver la cara mis hermanos enterándose de esto, te van a matar y luego tu novia te terminará de destrozar en cuadritos –Dijo llena de diversión Afrodita, la cara del chico era todo un poema desde que había dicho esas palabras causado que se riera más la chica. Estaba divirtiéndose de lo lindo con aquello, sabía lo que andaba pensado y el remordimiento que sentía en ese momento. -Eres tan peligrosa, ojala que tú veneno nunca te toque- Le respondió. -¡Jamás! Pero dejar de pensar tanto, ¿Qué importa que sea banshee? ¿Te afecta la decisión? Tú tomaste la tuya, ahora yo tomaré la mía. – Las expresiones de la hechicera dejaron de ser divertidas hasta ponerse seria –Yo no te pertenezco, ni a ti ni a nadie. Así que al menos que pienses regresar a la cama, puedes irte antes que aparezcan mis hermanos.-Anexó, el desafío que transmitía su mirada era peligroso, no hizo falta decir nada más cuando comenzaron a tocar la puerta y desapareció el Hanzo en un instante. -¿Quién era? –Pregunto Ludwig con la ceja levantada después de verla. -Nadie- Respondió tranquilamente. ˜°˜ Presente De repente se despertó, el corazón lo sentía acelerado por aquel recuerdo olvidado en el tiempo. Recordarlo era una pésima idea, su mirada se encamino hacía la ventana dándose cuenta que ya era de noche. Se hallaba sola en la habitación, aprovecho que no estaba el sanador ni la elfina para levantarse, le costó mucho la acción hasta que llego al piano de la esquina de su habitación y comenzó a tocar. Todo el mundo se encontraba durmiendo sin embargo alguno otro se daría cuenta de las tonos suaves y melancólicas que transmitía la canción. -¿Por qué?- Se auto pregunto cuando sus dedos dejaron de pasearse por el teclado y se dirigieron a su abdomen abultado sintiendo como la magia fluía en la zona, estuvo un momento su mano ahí hasta que apreció una patada que le hizo quitar la mano inmediatamente. Era un bebé pequeño de 6 meses que nadie vio venir, uso pociones todo el tiempo para que nadie lo viera, por una extraña razón quería protegerlo a él o ella. Llevaba días pensado quién se podría quedar a cargo si sobrevivía, al pensar de todo era un milagro hermoso después del anterior aborto que tuvo. -Gabrielle sería la indicada – Pensó mientras sus manos se volvían a colocar en el piano para tocar una buena canción. ˜°˜ 6 años atrás… La fiesta estaba en su mejor momento, se escuchaban los gritos de la gente en una mezcla de licor y excitación. Afrodita estaba encargada de la fiesta junto al hipertrío, aunque debía admitir la bruja que llevaba unas cuantas horas que no veía a las chicas y eso era realmente raro. Seven **** había sido una fiesta exitosa, especialmente cuando llego el pecado capital que a todo el mundo le gustaba cometer, lujuria. Comenzó a mirar a todo el mundo que se encontraba concentrado en su pareja, pero en ningún lado veía a la coneja y eso causo que las alertas se dispararan. Camino por toda la habitación hasta que la vio hablar con un mago, no pudo visualizar bien quien era, pero llego a ver como Gabrielle comenzó a alejarse corriendo hacía las escaleras. Sus sentidos se alertaron y la siguió hacía arriba donde vio la puerta del baño abierta y como vomitaba todo en el proceso. -¿Seré tía? – Fue la simple pregunta que le hizo a Gabb causado que la diera chance para mirarla feo y seguir con su labor.- Vale, ¿Esposo o amante? Sabes, mejor no quiero la respuesta. ¡Felicitaciones! –Agregó divertida, cerró la puerta rápidamente antes que le diera chance a la Black de tirarle algo a la cabeza. ˜°˜ Presente -¡Señorita! ¡Señorita! –Apareció la Elfina de repente saltando de un lado hacía otro sacándola de su recuerdo, aún sentía la alegría de su amiga un tiempo después sobre aquella noticia. Se dio cuenta que tenía una carta, su corazón comenzó a latir rápidamente emocionada pensado que tal vez se tratara de Gabrielle. Se la quitó de las manos y comenzó a leer, no se trataba de quien pensaba, pero igual se sentía emocionada. -¡Ay Lud! aún quieres envenenarme –No pudo evitar soltar una carcajada, pensado especialmente en la ironía de la última frase “Te llevaré un pastel de chocolate delicioso, te encantará” –Si supieras…- ˜°˜ 4 años atrás. Todo estaba planificado, los erumpents, grifos, hipogrifos y otras bestias. Tenebrus quedaría a cargó de su hermana Avril, en cambio ella tenía la misión de sacar a los Erumpents y comenzar a destrozar el estadio de quidditch junto a otros compañeros Mortífagos, una tarea bastante divertida. Sentía la adrenalina antes de una misión, especialmente cuando se montón sobre el animal y agarro las cuerdas para sostenerse. -Ten cuidado Afrodita, esa bestia es igual que tú –Comentó una compañera poniéndose la máscara –Nadie la domina, siempre tira al que la monta –Anexó. -Entonces esto será una competencia de poder – Le guiño el ojo antes de comenzar a hacer camino, otros dos erumpent’s la acompañaban, ese día habría mucha sangre. ˜°˜ Presente -El veneno de un erumpent es mortal….- Susurró, levantándose para ir hacía la ventana. Observar las estrellas la tranquilizaba, ahí por los menos podría ver lo que quedaba del hipertrío en el cielo, sabía que pronto sería una estrella más, que todo el mundo vería pero nadie sabría quien fue en realidad.
  20. Su prima parecía un fantasma con esa túnica blanca, le parecía incluso divertida la idea de que entrara a la habitación de algún miembro de la familia y lo asustara o tal vez lo hizo... nunca se sabia. Llevaba semanas, incluso meses que no la veía, pero sin embargo sentía un sentimiento agradable de volverla a verla. Era su única prima por así decirlo y que fueran relativamente contemporáneas ayudaba muchísimo en el trato que tenían, como si fueran hermanas y no importaba el tiempo que pasará, siempre era como si no hubiera sido demasiado manteniendo el mismo nivel de confianza. -Si fue un viaje... ¿Donde están los regalos? - Le preguntó la Malfoy levantado la ceja.- A saber con quién andabas que te tuvo tanto tiempo retenida, así dejas esa etapa de monja que te posee. ¿Cuando fue la última vez que pasaste una noche divertida? Mejor no respondas, seguro fue cuando tuviste a Rocío - Agregó, las palabras que salían de los labios de la Banshee eran divertidas, mostrado siempre ese lado juguetón que poseía. -¿Mi cuerpo?- Preguntó, dándose tiempo para verse en un espejo que estaba en el hall. Era un completo desastre, su pelo se encontraba completamente en un estado salvaje, la ropa arrugada, descalza y de por sí su rostro reflejaba ese brillo de 'noche salvaje', Gyvraine tenía muchísima razón, pero lo que hizo fue reírse. -No es demencia, es simple alimentación sana baja en calorías, te la recomiendo. -Anexó llena de diversión moviendo las cejas de manera sugerente. Las siguientes palabras que dijo Sullivan le llamaron la atención, ¿Rumores? ¿Cuales rumores? Había estado tan distraiga la Mortífaga que ni cuenta se dio de que la gente últimamente hablaba de ella. Abrió la boca intentado dar una respuesta coherente sobre aquello, pero la cerro inmediatamente aun en estado de shock. Tenía curiosidad quien inicio un chisme de ese tipo. -Pues... No sé de que rumores hablas - Respondió, encogiéndose de hombros. - Sigo siendo ese fruto prohibido que todos quieren y nadie puede tener, al menos que yo elija. Por cierto, ¿De donde sacaste que ando fija con alguien? Aunque no te puedo negar que tuve un maratón muy bueno últimamente con una única persona, así que no era necesario huir -Le guiño el ojo, volviendo a sonreír. A la final le parecía divertido todo aquello. Se sentía completamente relajada y feliz, le importaba muy poco su apariencia desastrosa en ese momento, había llegado peor a la mansión. Tampoco era que importara mucho, los Malfoy muy pocas veces se fijaban en las cosas que hacía su propia familia, cada quien en su propio mundo. Los elfos eran un caso aparte, siempre recordándole que era la hija del Ministro y debía comportándose. le parecía incluso raro que no se apareciera Chávez fastidiado como siempre. -Te imaginas prima que los rumores fueran ciertos... ¡Tendría que ser fiel! - Exclamó como si fuera un pecado capital, no iba a admitir en voz alta que solo se había acostado con una única persona últimamente, eso causaría que Gyvraine siguiera con lo mismo y era algo que debía evitar, especialmente si terminaba contándoselo a May, su hermana definitivamente sería peor con toda la situación referente a un rumor de ese tipo.
  21. Una nueva presencia apareció por los jardines de la Mansión Malfoy con una mezcla de olores dulces y licor. Afrodita llevaba mucho que no se quedaba a dormir en su hogar, especialmente con los últimos días que había vivido llenos de adrenalina y excesos. Solo recordar un poco de aquellos días se curvaba una sonrisa picara en sus labios, no entendía de todo porque se sentía tan bien aunque su cuerpo se encontraba completamente agotado con el maratón que había tenido. -Soy un desastre .- Pensó simplemente, sabía que en el momento que cruzara la puerta de entrada todos la mirarían raro por su desastrosa apariencia. El vestido negro ajustado que cargaba se hallaba arrugado y los zapatos altos rojos en vez de estar en sus pies estaban en sus manos, no quería imaginarse ella misma como estaría su rostro o su pelo aunque no pudo evitar reírse sola y negar con la cabeza, ¿Qué importaba? No era primera vez que llegaba luego de un período largo de ausencia en un estado así o peor. Se fijo en el cielo iluminado por miles de estrellas y una luna llena hermosa, seguramente podría tener algo de suerte y nadie estaría despierto o por lo menos paseando por los alrededores de la mansión, Los Malfoy la mayoría del tiempo se la pasaban encerrado en sus habitaciones, eran pocos los momentos que compartían juntos últimamente, un ligero sentimiento de nostalgia sintió, las cosas cambiaban pero no podía evitar extrañar esos tiempo en cuando compartía con su familia, ya poco quedaba de aquello. Por un ligero momento quiso darse la vuelta y regresar de donde había vuelto, volverse a perder en aquella cama con aquel chico por unos cuantos días, la idea era completamente tentadora hasta que recordó que posiblemente ni la recordará por los efectos del licor. Así que decidió moverse, dejar ese estado pensativo y caminar simplemente a la entrada. La puerta se abrió sola reconociéndola, sonrió complacida y se movió tranquilamente descalza por el hall pensado en ir hacía su cuarto, tomarse un baño e irse a dormir; una idea fabulosa que pensaba ejecutar. Ya iba a subir las escaleras cuando se dio que había una presencia más. Se giro buscado quien era, llevaba mucho tiempo sin verla, pero la reconoció inmediatamente cuando su mirada la visualizó. -¿Gyvraine? - Preguntó Afrodita, viendo a su prima después de tanto tiempo - ¿Cómo te encuentras? Parece que llegaras de un largo viaje...- Agregó.
  22. Llevaba días fuera de casa, incluso semanas y eso que se encontraba aún por los alrededores. Extrañaba demasiado dormir en su cama, pero tenía tantas cosas que hacer y tan poco tiempo, se alegraba por primera vez haber renunciado al profeta aunque realmente no hizo mucho, sin embargo eso solo medio aliviaba la carga. La banshee entró de manera silenciosa por la cocina, era raro que alguien de la familia estuviera por ahí, así que simplemente se sentó y ordenó a los elfos que le prepararan algo de comer. Estaba un poco confundida la Mortífaga, no comprendía muchos acontecimientos que sucedían en su entorno, necesitaba relajarse especialmente que vio a su hermano unas semanas atrás y demostrado que no le importaba nada. Suspiró, observó como los elfos le traían más comida de la que podría comer, todo olía delicioso y tenía una hermosa presentación. Agarró el tenedor, comenzado a comer lo que más le provocó, un delicioso pastel de chocolate acompañado con una copa de vino. -Que aburrido es crecer- Fue lo que pensó mientras recordaba esos tiempos que corría por los jardines y su única preocupación era sus juguetes, vestidos y otras cosas superficiales. Necesitaba buscar una distracción, sinceramente le importaba muy pocas cosas, aunque con el paso del tiempo sentía que las pocas cosas que le importaban se extinguían quedado un vacío que nadie podía sustituir.
  23. La situación estaba completamente confusa para la Mortífaga, sentía un remolino de emociones muy grande, llevaba muchos años sin estar involucrada en el mundo de los asaltos y redadas, pero de una manera loca y disparatada ese mundo volvía a ella de una manera que no había regreso. Se sentía extraña, pero igual tenía la adrenalina encima. Las cosas iban mal, ella no lo iba a negar. Se sentía extremadamente débil y cansada. El calor abrasador la estaba matado y ya sabía que no aguantaría mucho tiempo. Herida y sin más nada que hacer atraveso las llamas, sintió como se quemaba internamente y quería gritar. Salió corriendo y con un movimiento rápido y un lujo que se pudo dar comenzó a correr hacía las afueras donde consiguió un lugar donde pudo desaparecer del lugar, para poderse curar.
  24. Un lobo la había atacado o eso pensaba ella, ya todo era realmente confuso en ese momento. Su cuerpo se sentía cansado, tenía veneno en su organismo. Pensó en ese instante que las cosas se estaban poniendo cada vez peor, la remodelación de la mansión Malfoy que tardó semana se había destrozado en una noche de redada, ni siquiera veía el objetivo de andar por esas horas ahí. -Morphos- Pronunció la mortífaga, la camisa que tenía puesta se transformó en una piedra de Bezoar. Gruño, sabiendo el sabor amargo que tenía eso, pero lo ignoro y se lo tragó de una, sintiendo de una vez los efectos del veneno desaparecían de ella. -Episkey- Pensó la Mortífaga, moviendo la varita en un delicado movimiento curándose las heridas que tenía en su cuerpo. No se movíó de donde estaba. Las llamas estuvieron a su alrededor, pero ella se quedó quieta, tal vez esperado un milagro o por lo menos no quemarse tanto.
  25. Una carcajada se formó cuando una araña intentó atacarla, una simple arañita venenosa que se encargó su bestia inanimada de aplastarla antes que se acercara a ella. La bestia rugió satisfecha y disfrutado de aplastar un animal indefenso que no le podía hacer nada. -Atácalo - Fue la simple orden que dio la Mortífaga, haciendo que un rugido saliera de la bestia echa por vitae. Fue directamente hacía Vrael . -Sectusempra- Pronunció Afrodita luego, saliendo un rayo rojizo de su varita. Atacado a la misma persona que intento matarla. -Morphos- Dijo esta vez, un simple movimiento de varita y la camisa de Vrael se transformó en una serpiente venenosa, pequeña pero picosa que mordió el cuello del fenixiano, infectándolo inmediatamente.

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