Anna T. Ryddleturn

Leah, ahora edito con lo que traiste, de paso aviso de algunas cosas que cambié en los meses para que Tau los cambien en la lista.

Cain Morthos - thevampirecain@live.com.mx

Manua - lucecita_vega@hotmail.com

Seth Clearwater - auriazul_auri@hotmail.com

Aunque me da que Seth ya estaba puesta.

EN cuanto al escuadrón, necesito que este mes esteis atentos por mi, porque no tendré tiempo y seré inactiva, y por cierto, Dama pasa a estar fuera.

Sean buenos y trabajadores

TERCERA PLANTA – Con Enrick

Cuando estaba a punto de ir a llamar a la puerta de la habitación donde se supone que mi cuñada estaba dando a luz la puerta se abrió, y tras de ella apareció mi hermano saludándonos a todos. Estaba tranquilo, sereno, aunque yo sentía que algo no iba bien. Le di un fuerte abrazo como respuesta al que él me estaba dando, dándole al final un gran beso en la mejilla.

Mientras nos explicaba todo no me separé de su lado, al parecer mi sobrina había nacido bien y la estaban haciendo las pruebas, para comprobar que todo estaba en orden, presentándonos a continuación a la jefa de planta, a la que yo ya conocía de más.

Con las miradas que mi hermano le lanzaba a mi madre adoptiva me pareció entender que era lo que había ocurrido, por lo que me mordí el labio o tomé la mano de mi hermano, para darle mi apoyo, aunque procurando que ninguno se diera cuenta de mi reacción, solo mi hermano.

- Me quedaré contigo hasta que estés preparado para que vayamos a ver a Antonella- le respondí a mi hermano, después de haber notado eso no pensaba dejarlo solo ni un segundo.

El silencio era bastante notable entre los presentes. Yo ni siquiera miraba directamente a mi hermano, sabía que aquello sería peor para él, porque ambos terminaríamos preocupados y eso le haría caer, con que supiera que estaba a su lado era más que suficiente, así que apreté con mas fuerza su mano.

Mi mirada seguía fija en los demás presentes, Bodrik, Elvis y Mónica, los que aun no habían abierto la boca ni dicho ni una sola palabra.

INSCRIPCIONES

Caracol Sónico -

Dharien Nightroad - dharien_volphied@hotmail.com

Lillith Woodvilee -

Litah Black Lestrange - litah.bl@hotmail.com (?)

Kritzai - kristof_ivan@Live.com

Rachel Brice - luna__azul@live.com

Abril linux griffindor - Abril.melides.2011. stars@gmail.com

alex slytherin -

Byronmago -

Hackett Parkinson -

Hermes Dumbledore -

Kattaa:) -

Kyrie -

Kvothe -

Jessie Knight - Jessie-B-Knight@hotmail.com

*Luis.Angel* - luisgeek2442@hotmail.com

Mayte Ayén Evanik Peverell - mayte_peverell@hotmail.com

Munua - lucecita_vega@hotmail.com

pedrogranger19 -

RousePotter - ***idaestoy@hotmail.com

Sereg -

Van Alucard -

Davy Lockhart -

Gabriel Potter -

Jerwel - nittle.gasper@hotmail.com

Jota Weasley - jotaweasley@hotmail.com

Kara Stone - kara_stone@hotmail.com

Kathy Tonks - kathy_bestlover@hotmail.com || kathy_bestlover@yahoo.com.ar

Sherlock Holmes - christian-cage1@hotmail.com (pedro_miguel456@hotmail.com???????)

KING'S CROSS

Caracol Sónico - Tópico -

Dharien Nightroad - Tópico -

Jota Weasley - Tópico - jotaweasley@hotmail.com

Joseph Dumbledore - Tópico -

Kara Stone - Tópico - kara_stone@hotmail.com

Kathy Tonks - Tópico - kathy_bestlover@hotmail.com || kathy_bestlover@yahoo.com.ar

Kritzai - Tópico - kristof_ivan@Live.com

Kye - Tópico - rkyen99@hotmail.com

RousePotter - Tópico - ***idaestoy@hotmail.com

OTROS

Anyza Malfoy -

MagoGuerrero -

Reina Oshun -

wilton -

Realmente hacía bastante frio en aquel lugar, por suerte la capa me ayudaba a mantener la temperatura, aunque estaba bastante tentada a ponerme de nuevo la capucha sobre la cabeza, el inconveniente es que sería una falta de educación con respecto a las otras personas que se encontraban en la mesa, en los sitios cerrados, y más cuando se iba a tomar una cena no se debía mantener la cabeza cubierta, eran cosas que me habían inculcado desde bien pequeña en casa, y no pensaba dejar los modales atrás por mucho frio que hiciera, además, si algunos estaban aguantando en trajes cortos..., ¿no iba a poder yo solo con la cabeza destapada?

Mientras escuchaba lo que David me decía había terminado con el chocolate de mi taza, dejando esta sobre la mesa de hielo, más tarde probablemente la llenara de nuevo, era bastante bueno para mantener el calor corporal. Pero aquello no fue lo que más agradecí en esos momentos, si no las palabras que salieron de boca del Rambaldi. Una gran sonrisa que no pude disimular se dibujó en mi rostro con su ofrecimienta q eue nos fueramos lejos de ambas familias, a un hotel, donde estaríamos más tranquilos.

- La verdad es que me encantaría - le dije como respuesta. Pero en aquellos momentos no dije nada más, tenía pensado pagar yo la estancia de ambos, pero no quería comentarselo, no sabía como reaccionaría el chico con aquello, pero ya que lo hacía por mi..., era lo menos que podía hacer.

A partir de ese momento parecía que David volvía a ser algo cariñoso, a mostrar lo que realmente significaba yo para él y lo que le importaba, a dar muestras de lo que me quería, cosa que provocaba que lo mirara con ternura, quedándome prácticamente abobada.

- Claro, decidas lo que decidas realmente siempre serás el padre, pero si no quieres no tendrás ninguna obligación con el bebé, eso queda a tu decisión.- le aseguré, aunque no sabía porqué estaba segura de que querría ser parte de la vida del renacuajo que estaba creciendo en mi interior.

Noté como la mano del Rambaldi se acercaba de nuevo a la mia, pero no la tomé entre mis manos al sentir sus labios sobre mi mejilla, si no que acerqué mi silla a la suya pasando la capa también sobre sus hombros para que nos abrigara a los dos, apoyando mi mejilla sobre su hombro y llevando su fria mano sobre mi vientre. - En unas semanas podremos sentirlo.- le dije en voz baja cerca de su oido.

Venimos a presentaros una nueva actividad navideña, estaréis separados por grupos según vuestros rangos dentro de la marca, y a cada grupo se os asignará un rey mago el cual deberéis averiguar teniendo unas pequeñas pistas mientras algunos de vosotros va recibiendo regalos.

Ya conocéis a los reyes magos, nosotros tenemos también los nuestros, tenemos nuestro Melchor, nuestro Gaspar y nuestro Baltasar.

¿Qué tipo de regalos recibiréis?

Como es lógico no puede ser algo demasiado vistoso, puesto que nuestros reyes magos vale que sean magos, pero deben llevar muchos regalos a todos los niños del mundo, quedaría feo que los explotáramos y todos los demás se quedaran sin navidades.

¿Cuál será vuestra misión?

Pues muy sencillo, averiguar la verdadera identidad de nuestros reyes magos antes que los demás. No solo saber que es uno de los tres, si no quien es cada uno.

¿Como lo averiguaréis?

Para ello tendréis que conocer bastante a todos los usuarios del foro, pues vuestra forma de dar con ellos será el tipo de regalos que os hagan, por quien se decanten a hacerlos y algunas pistas que os daremos nosotros de vez en cuando.

Nosotros daremos una pista casi todo los días, realmente daremos cinco pistas sobre vuestros reyes magos.

¿Podremos lograr pistas adicionales?

La respuesta es si, alguna vez haremos un pequeño juego para que un grupo logre una pista adicional. Pero no se harán demasiados la verdad.

La actividad durará una semana, a si que cada día más o menos os daremos una pista, en total tendréis 5, y luego cada uno las que logre adicionalmente, según si logréis superar los juegos o no, y estas pistas adicionales podrán ser hasta 5.

¿Quién ganará?

Ganará el que primero acierte los tres reyes magos en su correcto orden, de quien es Melchor, de quien es Gaspar y quien Baltasar. Deben estar todos correctamente colocados para ganar el premio.

El ganador se llevará 500 galeones.

Fechas:

Del 1 al 6 para pistas.

Día 7 se podrán empezar a dejar el nombre del rey mago de tu grupo

Día 8 cierre del juego

Cualquier duda podeis preguntarla por aqui. Prohibido el spam.

Mi pareja seguía mostrándose algo secante, como si lo que le dijera no le importase, no sabía si era por la gente o por cualquier otra razón. Era como si no estuviera seguro de lo que yo sentía por él y quisiera saberlo con seguridad antes de confirmar que él sentía exactamente lo mismo.

- Tendré en cuanta que aceptaste a acogerme- dije riendo, con una se esas sonrisas que hacían que se iluminara mi rostro.

Me hacía gracia comprobar como el Rambaldi no quería demostrar que realmente me quería, como intentaba que pensara que no le importaba nada de lo que yo hiciera o me pasara, pero sabía que aquello solo era una máscara, quizás porque aun le durara la impresión de que iba a ser padre y no estaba preparado para ello, intentando convencerse a si mismo de que no le importaba esa criatura que estaba creciendo en mi vientre.

- Sabes que no quiero separarme de ti, solo preguntaba cabezota.- le respondí con mi cara completamente tranquila.- No vas a lograr que deje de quererte así, ehh.- realmente esperaba que no estuviera intentando alejarse de mi persona, que solo fuera que se le habían cruzado un poco los cables y se terminara pasando.

- Y yo no te he dicho que quiera que vayas a cogerme de la manita, no me da miedo ir sola, pero no se, estaría bien que escucharas el latido de tu hijo, quizás así estés más seguro de si quieres ser algo para él o ella o no.- seguí respondiéndole.

Contemple como ambos chicos se saludaban entre si, al parecer no se conocían entre ellos, aunque de todas formas David era demasiado olvidadizo, y teniendo en cuenta lo perdido que era Adrián aunque se conocieran seguramente no lo recordaría.

Mami, lo abres por tradición, y puff, ha dado casualidad de que me diera cuenta de que tenemos este tópico navideño, porque es el último que me quedaba en topic abiertos, a si que he venido a pasarme, aunque esto no es lo mio como bien saben todos los que me conocen.

Bueno, como he dicho mil veces esta es mi familia de siempre, la que no puedo cambiar, adoro a mis hermanitos, mami y tias aunque algunos sean unos perdidos y no se dejen ver.

Ahora no tengo muy claro de lo que estoy escribiendo, porque anda bastante familia por aqui y no me concentro ya que hablan todos a la vez.

Gracias por pasarte sobri, aunque no seas oficialmente parte de la familia siempre serás mi sobrinita.

Un feliz año para todos!! Miles de besos

Mientras continuaba tomando un sorbo del chocolate caliente y esperando alguna respuesta por parte de David, una voz llegó desde el lateral, me resultaba familiar, pero hasta que no giré la cabeza para comprobarlo no estuve del todo segura.

Al ver a aquel viejo amigo no pude evitar sonreír y levantarme para devolverle los dos besos y el abrazo, no sabía cuanto tiempo llevaba de nuevo por Londres, se perdía bastante a menudo, pero esperaba que en esta ocasión pudiera quedarse más tiempo.

- Si, la verdad es que llevábamos una eternidad sin encontrarnos, yo la verdad es que estoy bien, no me puedo quejar mucho, mucho trabajo, mucho lio con la familia…, vamos, lo normal, ¿y tu que tal? ¿volviste para quedarte?- le pregunté al chico.

Le invité a sentarse junto a mi mientras yo volvía a tomar asiento junto a David, sabía que en un rato se marcharía con el resto de sus amigos, era un grupo bastante unido y no era de extrañar.

- ¿Os conocéis?- dije mirando a David y a Adrián. - Adrián David, David Adrián.- dije presentándolos.

Realmente me hubiera gustado más dormir con él, pero si era eso lo que quería por mi estaba bien, tampoco podía pedirle más, al menos había accedido a dejarme dormir en su casa, eso era un gran paso, tampoco iba a terminar pisándole el terreno ni ocupando su espacio.

- Está bien, no te preocupes, cualquier sitio estaría bien, si no puedo intentar quedarme en San Mungo, pero pensé que no sería bueno estar tanto tiempo allí encerrada y estando contigo desconectaría más la mente.- respondí.

No entendía porque el Rambaldi continuaba siendo tan condenadamente testarudo, intentando hacerme creer que yo no lo importaba, cuando sus ojos, sus gestos…, todo menos lo que salía por su boca me hacía ver lo que me quería, parecía como si quisiera alejarme de él por alguna razón, pero no la comprendía.

- ¿Quieres que me aleje de ti?- le pregunté debido a todo lo que me estaba diciendo. - ¿Qué hiciste que me pudiera dañar?- continué preguntando.

Volví a esconder mis manos bajo la capa, estaban ya congeladas y necesitaba recuperar la circulación en ellas como fuera.

- Y está bien, cuando sepa el día de la ecografía te avisaré, y si decides no ir…, pediré que me den una imagen al menos para mostrártela, se que no eres mucho de ir a cogerme de la manita ni mucho menos, pero se que quieres verlo.- dije siendo comprensiva, pero temiendo que podía decirme que me hiciera tanto daño.

Mientras esperaba que me dijera algo tomé un chocolate caliente, atrapándolo entre mis manos para sentir su calor antes de darle un leve sorbo.

Me alegró la respuesta que recibí por parte del Rambaldi, aquello quería decir que por mucho que en ocasiones quisiera convencerme de que yo no le importaba, de que no me quería…, con sus actos dejaba ver todo lo contrario. De todas formas no me sorprendió lo siguiente que dijo, sabía de más que no querría que Valen viniera conmigo a la casa, pero de todas formas no podía llevarlo, puesto que mientras trabajara no se lo podría dejar a nadie.

- Tranquilo, Valen estará bien en casa, con eso no hay ningún problema, allí lo tendrán vigilado a todas horas, y cuando sepa que mi madre no está en casa me apareceré para verlo y estar un poco con él.- fue mi respuesta.

No creía que en su casa realmente tuviera muchos problemas, aunque me preguntaba cual sería la reacción de Lisa si me veía allí sin que se lo hubiera dicho, o sin que le hubiera pedido refugio a ella antes que a David, pero era lo más normal.

Por mucho que el chico me dijera que no le caía bien mi hijo sabía que no era cierto, lo que realmente pasaba era que le tenía cierto grado de envidia, pero esperaba que el tiempo que pasara a solas con él se le quitara ese miedo, viendo que también me gustaba pasar tiempo con él, y que podía quererlos a ambos.

Cuando me respondió que yo estaba equivocada con el hecho de que él también me quería lo ignoré por completo, la sonrisa que había puesto segundos antes cuando yo le había dicho que le amaba me dejó bastante claro que él también me quería a mi.

- ¿No se porqué no te creo?, ¿puede que sea por el hecho de la carita que pones cada vés que te digo que te quiero?- le pregunté con una media sonrisa mientras sentía como sus manos se separaban de las mías.

- Y si, no se si quieres ver la ecografía o no, por eso te pregunto.

Me encogí de hombros con sus palabras, obvio que aquella no era la mejor fecha para estar alejadas, pero no se podía elegir cuando te venía mejor que sucediera algo, así que solo quedaba llevarlo de una forma que fuera más sencilla para ambas. Sus palabras me terminaron tranquilizando, aunque él se empeñara a seguir distante aquellos momentos eran los que me dejaban claro lo que le importaba.

- Si mi madre sigue teniéndome miedo…, ¿accederías en acogerme unos días en tu casa? Una semana a lo sumo, lo justo para que vea que no quiero dañarla.- le pregunte.

Las palabras de David que siguieron no me gustaban, no entendía porqué no quería que ambos fueran hermanos, más cuando ni siquiera sabía si se iba a hacer cargo del bebé como padre, pero pasara lo que pasara no los mantendría separados, eran hermanos.

- Pero son hermanos, y claro que se querrán como tales, sigo sin entender que tienes en contra de Valen, es un buen niño, y el único día que estuviste con él te cayó de maravilla igual que tú a él- dije sin llegar a entenderlo.

Pero lo que menos lograba entender era que no me dijera si me quería, que lo evitara con otras preguntas, insinuando que me mentía cuando en alguna ocasión anterior me había dicho que así era. Tuve que apretar fuerte los dientes y mirar al techo para contener las lágrimas, y cuando creí que me sería capaz de controlar regresé mi mirada a él.

- ¿Quererte?- pregunté - No, no te quiero, realmente te amo, pero esa no era la pregunta, la cosa es si me quieres tu o no. Juraría que si me quieres, pero tengo miedo a equivocarme.- seguí hablando.

Rocé con mi dedo pulgar el dorso de la mano del Rambaldi, apretando un poco más su mano que ya la tenía prácticamente suelta.

- ¿Querrás que te avise cuando vaya a hacerme la ecografía?

Al parecer mi novio le daba la razón a la fundadora de la Ryddleturn, ¿sería cierto que yo era la que estaba equivocada?¿Sería normal que se dejara llevar tanto por lo que el secuestrador le dijera? No estaba segura ya de nada, quería que volviera a ser mi madre, a manejarse por si misma, pero si no la examinaban no me iba a quedar tranquila.

- Bueno, al final todo pasará, siempre se acaba arreglando.- le dije con una media sonrisa para que no se preocupara.

No pude evitar disimular mi sonrisa poniendo los ojos en blanco cuando por su comentario, como quedando en claro que no sería realmente hermano de mi hijo, si no hermanastro ya que eran hijos de distintos padres.

- Si, se que son hermanastros, pero no los voy a llamar así, serán hermanos.- le respondí al cabezota que tanto quería.

Con su respuesta a mi pregunta me quedé bien parada, mis manos se quedaron algo más sueltas entre las suyas, aunque no llegué a separarlas, no sabía porque me hacía esa pregunta, él mismo me había confirmado que si me quería.

- Pe…, pero tu me lo dijiste- comenté con voz débil y temblorosa - Si nunca lo hiciste entonces me mentiste, así que contesta, ¿me quieres o no?- dije clavando mis ojos verdes en los suyos, esperando una respuesta más satisfactoria.

En el cielo pude ver como dos dragones sobrevolaban nuestras cabezas y en esta ocasión Gazel era el que tomaba la delantera para enfrentarse a ellos, su misión era dejarlos cegados para que no pudieran hacernos nada, esperaba que se terminasen chocando entre ellos o algo así.

Antes de dar ni un solo paso más empuñé mi varita con fuerza entre mis dedos, tras mucho tiempo sin usarla esta estaba deseosa de lanzar el primer hechizo, aunque no esperaba que fuera uno de protección.

- Detritus- conjuré haciendo que una niebla nos cubriera a ambos, convirtiéndose en nuestra defensa. Había un par de Cyclone Maximus ante nosotros, y había que tomar medidas, pero al caminar parecía no ser necesario, estaban demasiado alejados para que nos hicieran algún efecto.

Con rapidez nos dirigimos hacia la muerta de piedra, pronto terminaríamos de sortear las defensas.

Miré a mi hermano, contemplando como empezaba a hacer su parte, poco después yo empezaría con la mía, me acerqué hacia el puente levadizo, intentando recordar las palabras que tenía que pronunciar para continuar nuestro camino y alcanzar así la fortaleza de los fenixianos.

Respiré hondo, cerrando los ojos, recordando palabra por palabra lo que me había dicho el líder que debía decir y me puse lo más cerca posible del puente para hablar, tras contemplar como el Black dormía al Cancerbero que protegía las murallas con una canción.

- Lealtad y sacrificio- pronuncié con voz clara, haciendo que el puente se colocara perfectamente para que pudiéramos pasar por él.

Miré de reojo a mi hermano, con una leve sonrisa, por ahora todo marchaba en a la perfección, pero debíamos continuar con aquel proceso, esperaba no encontrarme con una sorpresa desafortunada que no imaginásemos.

David pareció dejar a un lado todo lo sucedido, que nos hubiésemos distanciado durante aquel tiempo. Yo solo esperaba que le hubiera dado tiempo a recapacitar, en pensar lo que nos esperaba y lo que nos tocaba y en decidir lo que quería hacer, sabía que podía cambiar de opinión en cualquier momento, pero siempre solía seguir un mismo cauce.

- No, claro que no voy contra ella y ni le quiero hacer daño, es un pequeño mal entendido, yo creo que la están cambiando, y quiero que vuelva a ser ella misma, pero por lo que se ve ella no ve eso.- dije mientras ponía los ojos en blanco debido a su comentario.

La respuesta que me dio David no era la que yo esperaba, ¿con aquello me quería decir que no estaría para el bebé? Al menos aquello era lo que parecía, de todas formas intenté parecer lo más serena posible, tendría que aceptar su manera de pensar y afrontar el asunto, por lo que solo asentí con la cabeza.

- Si, si lo tendré, no sería capaz de abortar, además, son ya tres meses, ni aunque quisiera podría hacerlo a estas alturas. Estoy convencida de que quiero tenerlo, y que no le va a faltar de nada, estoy segura de que Valen al principio se pondrá celoso, pero seguro que en nada se acostumbra y lo protege como buen hermano mayor.- respondí con gran sinceridad.

En aquellos instantes otra pregunta se me pasaba por la cabeza, no sabía si era el mejor momento para hacerla, pero no sabía cuando iba a poder tener otra oportunidad.

- ¿Me sigues queriendo?

Era un día como cualquier otro, con la pequeña diferencia de que en esa ocasión iríamos a rescatar a un par de compañeros que habían caído en manos de los fenixianos. Mi primera parada fue la mansión Black, donde esperé en los jardines delanteros a que mi hermano Gazel saliera, una vez salió, sin mediar palabra, nos hice desaparecer a ambos rumbo a un volcán en Brujas, Bélgica.

Ya con los pies en el suelo solté a mi hermano, comprobando que este no iba a perder el equilibrio, la aparición conjunta era bastante complicada y muchas veces el que acompañaba solía marearse o perder el equilibrio, en casos muy extremos llegaría a perder la consciencia.

- Creo que ahora nos toca llamar a los compañeros- dije mientras me tocaba la máscara, asegurándome que no se me había olvidado en casa y luego subiendo la manga izquierda, tocando el tatuaje que decoraba mi brazo, pronto llegarían los mortífagos.

Coloqué bien la capucha de mi capa negra, la que siempre usaba para mis asaltos y redadas, debía cubrir bien mi identidad para mantener a salvo a toda mi familia.

- Empecemos a preparar esto.

- Prefería estar echándote de menos un tiempo a perderte para siempre, no quería agobiarte, lo siento.- dije, aquello era lo que realmente pensaba en esos momentos, lo quería tanto que no sabía si superaría el perderle para siempre, pero un tiempo si le podía conceder sin problemas.

Como era de esperar el chico no tardó en preocuparse por lo que pasaba en mi casa, aunque en cierta forma no podía darle demasiados detalles. De echo tenía la pequeña idea de que en casa suponían que mi pareja era fenixiana y no le podía contar nada de las aspiraciones que había dentro de casa aunque él ya las supusiera.

- Una discusión con mi madre, ahora me evita, me tiene miedo, no quiere verme, cree que voy contra ella y quiero hacerle daño.- dije mientras agachaba la cabeza, recordar aquello no me hacía demasiado bien.

Tras separar mis labios de su mejilla escuché la pregunta del chico, preguntando si continuaba con aquel retraso del que habíamos hablado en la última ocasión.

- Bueno…, ya se que no es un retraso, simplemente es que si estoy embarazada.- le respondí - Y antes de que preguntes, te conozco, si, si es tuyo, o tuya, aun no se que es, pero si no te quieres hacer cargo de él no pasa nada, aunque me gustaría que estuvieras a mi lado.- dije con voz tranquila, había pensado una y otra vez la mejor manera de contárselo. Ahora solo me quedaba esperar su reacción.

David me dio la razón con los cambios de las galas, era lo mejor, pero tampoco quería congelarme, esperaba que hubieran pensado en algo para que entrásemos en calor sin que el castillo de hielo terminara por derretirse en cualquier momento, ya era bastante el calor corporal que desprendíamos cada uno de nosotros como para que encima nos dejaran usar calefactores.

Mi corazón se alegró al ver como el ojiazul había respondido a mi sonrisa, habían sido solo unas decimas de segundo, pero suficiente para que me diera cuenta teniendo en cuenta que no había apartado ni un segundo mi mirada de él, tenía que aprovechar todo el tiempo que habíamos estado separados.

- Claro que te eché de menos, eso no puedes dudarlo ni por un segundo. – respondí rápidamente antes de que me preguntara las razones por las cuales no había ido a verle. - No podía ir a verte, de todas formas casi no pasas tiempo en ninguno de esos lados, la Rambaldi está en época familiar y no creía que fuera el mejor momento para presentarme allí y quería dejarte un tiempo para que pensaras. Tenía miedo de agobiarte, y las cosas en casa se complicaron un poco.

Le tomé las manos mientras hablaba, solo como un acto reflejo, hacía tiempo que no estaba con él y necesitaba sentirle cerca. Tanto sus manos como las mías estaban heladas, aunque las suyas estaba un poco más, ya que yo tenía las mías resguardadas.

- Me alegro de que vinieras- dije dándole un beso en la comisura de los labios, no me atrevía a besarlo por miedo que intentara girarme la cara.

Sabía que tenía que decirle que en mi vientre estaba creciendo nuestro bebé, pero tras la ultima conversación tenía miedo de su reacción, además, estaba segura de que él ya lo sabía nada más que con verme.

No sabía que me dejaba más helada, si el hecho de que hiciera tanto frio en la habitación o la actitud que estaba teniendo mi pareja conmigo. De todas formas sabía como era desde antes de salir con él, por lo que estaba mentalizada sobre aquello, también sabía que no tardaría demasiado en tener una actitud buena conmigo, porque él me seguía queriendo a pesar de todo y yo a él.

- Se han vuelto un poco locos, vale que es un lugar precioso, pero hace demasiado frio para cenar aquí, pero bueno, ¿que sería de una gala sin alguna sorpresa? Si fuera siempre en el mismo lugar nos terminaríamos aburriendo.- dije a modo de respuesta.

Sonreí al ver sus ojazos azules, en aquel lugar lleno de luces blancas y azuladas resaltaban con más vida aunque me puso nerviosa el hecho que me pidiera que repitiera lo que acababa de decirle.

Una parte de mi estaba segura de que lo había escuchado, pero no me quejaba por ello, yo más de una vez se lo había echo repetir, aunque cosas distintas, acercándome un poco a él.

- Que te he echado de menos.- le repetí intentando ver algo en su reacción que me hiciera pensar que él también me había extrañado.

En cuanto a su última pregunta asentí con la cabeza levemente, claro que tenía miedo de que me dejara de nuevo sola, y más teniendo en cuanta nuestro último encuentro, pero algo dentro de mi me decía que iría.

- Si que tenía algo de miedo.- le confirmé con mi voz, bajando un poco la cabeza.

Devolví a Ele el saludo con la mano con una leve sonrisa, hacía mucho tiempo que no la veía, desde que se había marchado de San Mungo no la había vuelto a ver, se ve que su vida la había mantenido demasiado alejada de nuestros antiguos círculos. De todas formas no pude charlar con ella, ya que esta estaba entretenida con sus amigas y David no tardó en llegar a la mesa.

El chico venía bien elegante, tan guapo como siempre, si no me equivocaba era la primera vez que lo veía trajeado, pero debería estar medio congelado con el frio que hacía en la estancia. Pero no sabía si era el ambiente que se lo había pegado, pero estaba muy frio y distante, era cierto que nuestra última charla no había sido demasiado agradable, él se había marchado sin más.

Aun él Rambaldi no sabía que hacía unas semanas que sabía con seguridad que si estaba embarazada, y que obviamente él iba a ser padre, otra cosa es que él quisiera ejercer como tal o no.

- Estoy bien, gracias, ¿y tú?-- le pregunté sin apartar mi mirada de él.-Te eché de menos.- finalicé, esta última parte en voz más baja.

TERCERA PLANTA – Esperando a Enrick

Me quedé parada ante la puerta del paritorio, esperando paciente una respuesta por parte de las enfermeras que había en el interior, estaba claro que sin ningún problema podría ir a ver que sucedía dentro, pero cuanto más gente hubiera dentro sería peor, habría que esperar a que avisaran o pidieran ayuda, de todas formas ya deberían de haber avisado de mi presencia en el lugar.

Era la Directora del hospital, estaba claro que podía salgarme las normas siempre que quisiera, ¿pero que ejemplo daría si lo hiciera? En esos momentos yo era un familiar, era poco probable que me avisaran a no ser de que todo estuviera listo, de todas formas Bodrik era una buena matrona, y seguro que tendría a mas de una ayudante para que todo estuviera correcto.

Cuando llevaba un tiempo esperando escuché una voz familiar en la recepción. Al levantar la cabeza vi el pelo rojizo de mi madre adoptiva, tardé unos segundos en recordar que mi cuñada era hija biológica de la Malfoy. Tras echar una leve mirada a la puerta que seguía cerrada me dirigí hacia la Ángel Caído.

- Hola Moni- la saludé dándole un leve abrazo, para procurar tranquilizarla pero sin que ella se percatara de que aquella era mi intención, y que se lo tomara como un simple saludo por el tiempo que hacía que no la veía. - ¿Vienes a conocer a tu nieta?

Mientras continuaba la charla con la pelirroja pude ver como otro joven se acercaba al grupo, lo había visto alguna que otra vez en el castillo hablando con mi madre o con mi hermano, si mi gemelo me había explicado bien, aquel hombre era como un padre para mi otra parte. Aquella llegada de personas me hizo recordar algo, ¿iría mi madre al hospital?, sinceramente lo dudaba, tendría miedo de que yo no la dejara salir.

Finalmente había llegado la navidad a Londres, y con ello la tradicional gala navideña que siempre se organizaba, este año iría con pareja, o al menos aquel era el plan, hacía unos días que no había visto a David, y tampoco le había preguntado por tanto si vendría a la cena después de nuestra última charla, esperaba que así fuera.

Tardé un largo rato en decidir si iría finalmente a la cena o no, no sabía a que me iba a terminar enfrentando en aquel lugar, ni siquiera sabía aun quienes estarían en mi mesa, ¿los conocería?¿No los conocería? ¿Me quedaría todo el día sola? Encima para más inri ni siquiera iba a poder beber.

Al aparecer en el interior del castillo de nieve me abrigué con mi capa de terciopelo morada, evitando así congelarme. Bajo aquella capa llevaba un vestido corto de color negro, pero de todas formas la capa cubría hasta los pies, solo cuando caminaba se podían ver mis zapatos de tacón negro, los cuales rodeaban mis tobillos a modo de sujeción.

Mientras recorría los pasillos no pude evitar fijarme en los carámbanos de hielo que colgaban del techo, con el calor que producían los cuerpos de las personas que se encontraban en el lugar podría terminar desprendiéndose alguna de ellas, precipitándose hacia el suelo, al menos esperaba que no cayera sobre alguna persona.

Caminé sin detenerme hacia la Sala del Trono, allí me habían informado que daría lugar la cena. A la entrada pude ver la lista de la gente que estaba en cada mesa. David al menos no se había borrado, pero aquello no quería decir que fuera a asistir a la cena.

- Mesa número cuatro- dije al entrar en la habitación, observando el gran remolino de nieve que había en el techo de la estancia, me daba la sensación que en aquel lugar hacía aun más frio que en el exterior de la fortaleza. Pero realmente no sabía que era lo que más me gustaba, si aquel remolino de nieve o las preciosas auroras boreales.

Me acerqué hasta una de las mesas alargadas de hielo, la que correspondía a la número cuatro, ya había bastante gente en el lugar, a alguno de ellos los conocía, eran compañeros de bando o de casa, pero también había muchos desconocidos en el lugar, ni siquiera sabía por donde empezar a saludar.

El sentimiento que me embargó en aquellos momentos fue el de inseguridad, no sabía que decir, con quien hablar, siempre me había costado demasiado trabajo entrar a hablar a un grupo que me parecía ver tan formado, era lo malo de llegar tarde a una celebración donde no tenías suficiente confianza con la gente.

- Buenas noches, feliz navidad a todos.- le dije mientras tomaba asiento, arropándome. Aunque antes de ello había dado un beso en la mejilla a mi tía Tau.

Estaba viendo las felicitaciones navideñas de este año y vi que este año tenemos una de la tejonera, y como es obvio quiero formar parte de esto, son muchos años siendo ya tejona, y creo que ya será para siempre, si no me convencieron ya a estas alturas de cambiarme de casa..., creo que no lo lograrán nunca jamás.

Felices fiestas para todos, que lo pasais de maravilla junto vuestra familia y amigos. Feliz navidad y feliz 2013

Besos!

Me encanta la felicitación navideña de la marca de este año, asi que feliz navidad a todos!; que lo pasen en grande, y un fuerte aplauso para Gazel y Cris que se encargaron de hacer esta bonita felicitación navideña.

Es que a los mortífagos no nos pega mucho una canción navideña, asi que nuestras navidades se felicitan con la canción del año, como debe ser.

Felices fiestas a todos y feliz 2013 en unos días!

SEGUNDA PLANTA- Habitación 212

Vi como Aland se alejaba de la habitación con el paciente, rumbo a su planta, pronto ella y Zeth estarían atendiéndole como era debido, con aquello significaba que mi último trabajo en la planta sería aquel, a no ser que mi compañero necesitara algo de ayuda en la planta.

Comencé a recoger la habitación un poco, sobre todo retirando las mantas para que fueran limpiadas antes de marcharme de la habitación. Ni siquiera sabía a donde dirigirme, podría ir al despacho, pero realmente me daba pereza estar allí encerrada, ponerme a colocar los archivos, aunque pronto con la llegada del fin de mes me tocaría.

Justo cuando dudaba a donde dirigirme un elfo doméstico apareció ante mi. Iba vestido con la ropa típica de la tercera planta, es decir de la planta de maternidad. ¿Habría un problema en la planta? Solo me quedaba esperar a saber lo que este me dijera.

- Jefa Anna, su hermano se encuentra en la planta de maternidad con su esposa, creo que acaba de nacer su hija.- me dijo con su voz chillona antes de desaparecerse de vuelta a su planta.

En esos momentos me encaminé hacia el ascensor, llamándolo para subir hasta la tercera planta, me preguntaba si todo estaría ya en calma por allí.

TERCERA PLANTA – buscando a Enrick

Al llegar al recibidor de la entrada busqué a una de las enfermeras, la que se encargaba de las altas y de las bajas, ella sería la que mejor me pudiera indicar a donde dirigirme.

- ¿Sabes donde se encuentra mi hermano?- pregunté sin esperar ni un segundo a que me pudiera identificar.

La joven enfermera me señaló uno de los bóxer, al parecer aun seguía en la sala de paritorio, por lo que sería mejor permanecer fuera y no entrar, alguien saldría tarde o temprano a informarme.