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Arabella Gryffindor

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Todo lo publicado por Arabella Gryffindor

  1. - Por supuesto que puede intervenir, no solo va a mirar- le dije a mi primo mientras me acercaba a donde él estaba- solo que no quiero que corra peligro de ninguna manera- agregué mirando a Annick- Seria genial que pudiera ayudar a encantar los amuletos de los chicos y que ayude con su varita cuando las cosas con Sophie se pongan difíciles. Si pensé en ella, es porque es el gran poder que tiene, no por nada es Auror. Esperaba que quedara en claro, que no dudaba de el poder de mi prima política, solo quería cuidarla a ella y al bebe que llevaba en su vientre. La magia que íbamos a invocar era poderosa y oscura, y no hay nada que atraiga más a la oscuridad, que un alma no nata, la cual es tan pura y poderosa y tan fácil de corromper. - Sophie, por favor donde podemos llevar a cabo esto- dije no sabiendo como llamarlo- será mejor que primero preparemos todo y luego llamemos a los chicos. Me acerque donde se encontraba Seba y me senté a su lado, estaba callado desde que había llegado. Él era el que menos sabia de mi historia con Mith, nunca había querido contarle mucho sobre aquello, y ahora se había enterado de esta forma. Esperaba no juzgara mi proceder con las niñas. - Seba- lo llame- ¿Te encuentras bien? Estas muy callado- dije apoyando mi mano en su brazo.
  2. La puerta se abrió y un elfo apareció para avisar que el señor Granger nos buscaba, Seba entro a la habitación saludándonos e inmediatamente pregunto cuál era el peligro que corrían mis niñas. Me levante de mi asiento y fui hasta donde él se encontraba, lo salude con un beso en la mejilla derecha y tome de su brazo, para que se acercara donde se encontraban Elvis, Sophie y Annick. - Ahora que has llegado, puedo contarles a Annick y a ti- dije indicándole que tomara asiento- Bien sé que ustedes no saben mucho sobre el padre de las niñas y la verdad no es algo de lo que quiera hablar, basta decir que él, pertenece al panteón griego, es una especie de… dios del sueño, el nombre exacto es Oneroi- dije suspirando suavemente, estaba cansada de tener que explicar siempre lo mismo, pero no me quedaba de otra opción - él estuvo poco tiempo en nuestro mundo, allí fue cuando nos conocimos, ellos, los Oneroi por una maldición de Zeus no pueden experimentar ninguna emoción humana. Anoche Mith, el padre de las niñas, vino a mí en sueños y me advirtió que las cosas en el Olimpo están algo agitadas. La maldición milenaria ha comenzado a resquebrajarse, los onerois han comenzado a sentir, y muchos quieren alzarse contra Zeus y derrocarlo. Se preguntaran lo mismo que yo ¿Acaso pueden derrocar al Dios mayor del panteón Griego? La respuesta es sí, pueden, y si eso llega a pasar el equilibrio del cosmos se tambalearía, afectándonos a todos.- deje de hablar, eso era en general, como magos podríamos estar preparados, pero los simples muggles no sabrían que hacer. Ahora con respecto a las niñas, su padre es dentro de los de su clase un líder nato, por lo que muchos de sus compañeros esperan que él tome parteen la revuelta que se está gestando. Mith teme que si alguien de allí se entera de que él tiene dos hijas, quiera usarlas para forzarlo a hacer algo que él no quiere. Por eso me pidió- mire a Sophie, quien estaba cruzada de brazos enfurruñada- que les ponga un cepo, para que no puedan soñar, de esta manera nadie de allí, podrá llegar a ellas. Sophie es la única que puede hacerlo, a pesar de que no está de acuerdo con mi ha accedido a realizar el complejo encantamiento. Por eso los llame- dije mirando a los tres- aunque no sé si en tu estado es recomendable que participes, Querida- le dije a Annick- preferiría que me ayudaras con las niñas- agregue sonriendo- Bien esa es la situación- finalice esperando que alguno de los dos hablara.
  3. - Annick, gracias por venir- le dije al tiempo que abrazaba a la pelirroja.- pensamos que ya no vendrías, por lo que le pedí a Seba que venga, esperémoslo así les cuento que es lo que está pasando a ambos. Mi mirada se posó en la barriga redonda que sobresalía de mi prima política, sonreí al verla en ese estado. Apoye la mano en su vientre y susurre una palabras en gaélico, aquella vieja nana era algo que Tethys me había contado que nos cantaba mi madre cundo estábamos en su vientre. “Duerme mi niño duerme, y sueña, que la gran madre te arrulla en sus brazos, los árboles y el rió te cantan en susurros mientras la luna vigila para que nadie te despierte” Algo empujo suavemente mi mano, mine a Annick quien se encontraba quieta mirando. Tendría que enseñarle la nana, pensé mientras sonreía y volvía a cantarle, esperando que se moviera otra vez. Sentí nostalgia al recordar cómo había sido mi embarazo, Annick tenía a mi primo para apoyarse, sabía que serían unos padres magníficos. -------------------------------------------------------------------------------- El elfo troto hasta la puerta de entrada, Arianna se encontraba junto con la elfina Gryffindor en el patio trasero cuidando a los señoritos y a las señoritas Gryffindor. Por lo que él, un simple elfo de cocina, estaba encargado de atender, a quien apareciera en la puerta de la mansión Granger. Abrió la puerta tras lo cual realizo una reverencia. - Buenas noches Señor, ¿que desea?- preguntó- Si se encuentran en la biblioteca, si gusta seguirme- Agregó una vez el hombre le comunico a quien buscaba. El elfo y el mago se perdieron, por la escalera rumbo a la estancia donde se encontraban las señoras y el señor Elvis. Mientras lo acompañaba, el elfo se preguntaba que prepararía de cenar, y si tendrían de invitados a los Gryffindor y aquel señor que acababa de llegar. Por su mente paso el preguntarle al ama Sophie, pero descarto esto inmediatamente, la ama estaba últimamente demasiado irritable y una pregunta como ella podría desatar su mal genio sobre él.
  4. Asentí al escuchar lo que Sophie decía sobre la persona que suplantaría a Annick, sabía que tenía una gran poder, aunque lo ocultaba, era un alto cargo dentro del ministerio y por sobre todas las cosas sabía que amaba profundamente a las niñas. Suspire, esperando que el viniera, hacía meses que no nos veíamos, y por alguna razón había dejado la mansión Gryffindor abruptamente. - Cumple con todos los requisitos, prima- dije acercándome a ella y apoyando mi mano en su hombro- y adora a las niñas- vi que mi prima se apoyaba en el marco de la ventana, me aleje un poco, podía sentir que algo en ella no andaba bien. Me volví a mi primo, quien me miraba fijamente, supuse que el ya sabría quién era la persona que llamaría, por alguna razón, él siempre sabia las cosas, de más jóvenes solíamos bromear con que estábamos conectados telepáticamente. No espere aprobación de Elvis, aunque esperaba que estuviera de acuerdo. Tome la varita de mi bolso y Salí a el pasillo. Con una floritura de mi varita conjure mi patronus. - Por favor Seba, te necesito, las niñas te necesitan, están en peligro, estoy en la mansión Granger, ven lo más rápido que puedas- dicho esto apunte con mi varita hacia la ventana, una vez el patronus se fue volví a la biblioteca- no tendría que tardar mucho en venir- dije volviendo a sentarme, esperando que Seba apareciera.
  5. Los minutos transcurrían lentos, mientras Elvis y Sophie intercambiaban palabras que yo apenas escuchaba. La reticencia de Sophie a practicar aquella magia tan antigua, hacia que me preguntara si estaba haciendo lo correcto. Sacudí la cabeza, confiaba en Mith y sabía que se había arriesgado mucho invadiendo mis sueños para alertarme. - Sophie, te recuerdo que el el padre de mis hijas de quien estás hablando y te pido que lo respetes por eso- dije fríamente al escuchar la forma en que hablaba- no sé qué paso con Julián, pero Mith nunca me mentiría, ni trataría de sacar provecho, corrió mucho riesgo, al venir y no él no está escondido tratando de salvar su trasero, está metido en medio de la revuelta tratando de frenar las cosas. Él no quiere a Zeus más que el resto, es más lo odia, por haberle quitado la posibilidad de sentir cualquier tipo de emoción, pero sabe que su destitución, como supremos gobernante del Olimpo traería catástrofes que hasta los muggles se darían cuenta, las fuerzas del cosmos quedarían desequilibradas y el Olimpo se sumergiría en la anarquía, y quienes serían los primeros en sufrir las consecuencias, nosotros y los pobres muggles que nunca entienden nada. Me levante de donde me encontraba sentada y camine hacia la ventana, abajo los cuatro niños jugaban ajenos a lo que pasaba. Sabía que quitarle la posibilidad de soñar era algo terrible, pero no hallaba nada más que pudiera hacer. Amine hacia donde Sophie se encontraba con el libro abierto. Mire la escritura, mi francés era bueno, pero aquello estaba en francés antiguo, por lo que me resultaba difícil comprender algunas cosas. - Annick debe estar indispuesta, por eso no ha llegado todavía- dije preocupada- podríamos llamar a alguien más, alguien que quiera a las niñas y esté dispuesto a hacer lo que se requiere- dije esperando ver que me contestaban mis prim
  6. Demasiadas emociones pasaban por mi cabeza y mi cuerpo, todavía podía sentir los temblores de la angustia y el llanto que me habían invadido, hacia unos minutos. Sophie estaba ofuscada y a pesar de que estaba en control, podía percibir el enojo que emanaba de su cuerpo. Esperaba que no me juzgara severamente por lo que iba a hacer, su opinión era muy importante para mi, por eso detestaba tener que disentir. En ese momento se abrió la puerta de la biblioteca y apareció en el umbral Elvis, suspire aliviada mientras trataba de quitar de mi rostro el rastro de las lágrimas, aunque si tener éxito. Se acercó a donde nos encontrábamos. Sophie fue la primera en saludarlo, yo apenas si podía hablar, y no quería hacerlo por miedo a que el llanto me ganara otra vez. Espere hasta estar segura de que mi voz no fallara. - Primo, necesitamos de tus dotes mágicas al igual que las de Annick- dije tomando su mano y apretándosela, cuando se sentó a mi lado- Es una historia muy larga, pero te diré que el Padre de mis hijas, se puso en contacto conmigo anoche y me dijo que algo se está gestando en el Olimpo, donde el reside y que las niñas están en peligro. “Nadie allí sabe de ellas y de enterarse podrían querer usarlas para forzar a Mith a alzarse en contra de los suyos. Él quiere que le pongamos un cepo a ambas, así no pueden soñar, de esta manera nadie podrá infiltrarse en sus sueños y hacerles daño a raptarlas” deje de hablar para tomar aire “Pero necesitamos tres magos poderosos, para llevar a cabo el encantamiento. Sophie a pesar de que está en desacuerdo, lo hará, por eso los he llamado a ti y a Annick, no puedo confiar en nadie más” suspire angustiada “¿Lo harás?” le pregunté. Off: @Desireé Granger Malfoy y @
  7. - Créeme que lo sé, Sophie, se de los riesgos y se de las consecuencias- suspire abatida- pero es lo único que puedo hacer- agregue volviendo a sentarme- se a quiénes podemos traer, son poderosos y aman a las niñas como si fueran suyas- agregue pensando en Elvis y Annick Tome el colgante que había pertenecido a mi madre, y lo sujete con fuerza junto a mi corazón, cerré los ojos y me concentre en mi primo y su esposa, los llamé con mi mente, inmediatamente el medallón con un ancestral símbolo celta comenzó a generar calor. Esperaba que ambos se dieran cuenta y que estuvieran juntos. Cuando el calor resulto insoportable, solté el medallón, el cual poco a poco retomo su temperatura normal. Mire a Sophie, ambas a la expectativa de si llegaban Elvis y Annick. - No creo que vuelva a ver a Mith en un tiempo, sabes que yo no puedo comunicarme con él y por lo que me dijo no volvería buscarme por miedo a despertar sospechas- dije suavemente. La amenaza subyacente, me dejo en un principio estupefacta ¿Seria capas de entregarlo? Sacudí la cabeza negándome a creerlo, aunque sabía que yo por mis hijas haría lo que fuera, aunque nunca me había plateado el traicionar al hombre que me había regalado la posibilidad de ser madre. Había querido mucho a Mith y lo seguía queriendo, pero mi alma gemela siempre sería Richard, y él lo había sabido. Pero no podía culparla, Sophie eran tan madre como yo y cada una protegía a sus polluelos, como creía mejor.
  8. Mire preocupada a mi prima ante la forma abrupta e tempestuosa, en la que reacciono, al escuchar lo que Mith había ordenado, trate de sonreír aunque por u momento temí que su ira desbordara y no lograra saber quién era yo, acerque la mano a la cartera donde sobresalía mi varita. La mesita donde se encontraba el servicio de té salió volando y se estrelló en la pared, salte de mi asiento, ante aquella reacción, mi mano derecha se cerró sobre la varita, a la expectativa de lo que Sophie hiciera a continuación. - Prima- la llame suevamente, pero ella no me escuchaba continuaba hablando, maldiciendo a todo el panteón griego en general y a los Skrotos en particular. Luego de unos segundos mi rubia prima parecía haber retomado algo de control sobre su persona, luego de tomarse un frasquito, de lo que supuse seria alguien tranquilizador, súper potente, ya que las pociones comunes no surtían efecto en ella- - Sophie- dije con dolor y pena reflejados en mi voz- no lo sabía, siempre pensé que al tener tu sangre ese comportamiento tan frio se debía a eso o al hecho de que su padre apenas si podía sentir algo, nunca imagine… no sé qué decir- mi voz se fue apagando, no sabía que decir. Volví a ponerme de pie, mientras mi prima seguía hablando, sacudí la cabeza, no quería sacarles los sueños a las niñas, pero sabía que era lo único que podríamos hacer para protegerlas. Aunque entendía el por qué Sophie se negaba, le quitaría a su hijo la única forma que tenia de poder sentir. Me encontraba dividida entre lo que sabía que tenía que hacer y lo que mi corazón me dictaba. - Sophie, no puedo siquiera sentir o imaginar lo que debes estar pasando- me acerqué y apoye mi mano sobre su brazo- sinceramente no sé cómo reaccionaría si estuviera en tu lugar, pero tienes que pensar si los Oneroi comenzaron a sentir, puede ser que Oscurus logre lo mismo en alguien momento. - Lo único que se es que no quiero que ningún panteón ponga sus manos en mis niñas, no podría soportar que me las arrebataran- las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas- ellas son un regalo, el mejor regalo que alguien me dio en esta vida, no puedo perderlas, no lo voy a permitir- dije alzando la voz para luego agregar en un susurro- no volveré a estar sola…..- Me limpie las lagrimas con el dorso de la mano- entiendo que no quieras hacerlo con los chicos, pero entiende que es necesaria que yo lo haga con mis hijas. Por favor, prima ayúdame a hacerlo, sola no lo lograré, no tengo suficiente poder, te necesito- dije bajando la cabeza.
  9. - Sophie – dije tristemente- si Julián no se puso en contacto, seguramente es porque cree que de esa manera los pondrá en peligro- dije acercándome a ella y apoyando mi mano sobre las suyas. No sé por qué siempre había tenido la sensación de que Julián era el más expresivo de los dos hermanos. Siempre con una sonrisa presta a encantar a cualquiera que lo viera, amable y de labia encantadora. Nada que ver con el callado y algo brusco Mith, aunque aquello era solo con quienes apenas conocía, una vez lograbas sortear aquello Mith podría llegar a ser tan encantador como Julián, aunque un poco más sínico y acido. Suspire al pensar en ellos tan diferentes pero tan idénticos. - La maldición de Zeus que pesa sobre todos los Oneroi está resquebrajándose, ellos están recuperando sus sentimientos, y eso implica que están comenzando a sentir ira, hacia aquel que le quito todo. Mith está seguro, que habrá un levantamiento, que trataran de derrocar al padre de los dioses.- mire a Sophie, quien cayó en cuenta de lo que aquello podía significar. - Si prima, si eso pasa el equilibrio se perdería, el Olimpo entraría en la anarquía, y Apolo u otro dios podría tomar parte para poder llegar al trono- me levante y comencé a caminar por la habitación- Mith me dijo que sería muy peligroso que alguien de allá se enterara que él y Julián tuvieron hijos, en su escapada al mundo de los humanos, estos niños son semidioses y alguien podría querer usarlos. Mire a Sophie, mis niñas eran mitad humanas y mitad semidiosas, pero sus hijos, tienen una mezcla de sangres que nadie sabía que podría llegar a ser de ellos. Sabía que ese era una preocupación que Sophie llevaba enterrada en su corazón desde el mismo día que los chicos nacieron. - Sabes que la forma en que tanto mis hijas como tus hijos fueron concebidos, es más parecida a lo que los Erotikos Skotos Íncubos hacen que a lo que los Day Dreamers, pero tanto Mith como Julián son importantes dentro de los suyos, y si alguien se llega a enterar de los niños, podrían quererlos, para llegar hasta ellos- mi voz se quebró, cerré los ojos y respire profundamente tratando de calmarme. - Mith me pidió, más bien ordeno- agregué con una mueca- que le pongamos un cepo a los cuatro, para que no puedan soñar y por ende nadie puede acercarse a ellos de esa manera.- termine, volviendo a sentarme junto a Sophie y tomado la taza de té que ella volvía a ofrecerme.
  10. Sonreí ante la bienvenida de mi rubia amiga y prima, elogiando a mis hijas, cosa que como toda madre me enorgullecía. Elogie lo grande y caballerosos que estaban los chicos, antes de que ella me invitara a pasar a la biblioteca, suspire aliviada, era el lugar ideal para la charla que íbamos a tener. - Me has leído la Mente Sophie- dije mientras salíamos de la sala- Por favor, lleva un cuenco profundo de metal, junto con la merienda- le dije al elfo. Si mi prima se extrañó ante mi pedido, no me di cuenta, aparte de contarle ella tenía que ver el sueño, para que pudiera hacerse una idea del peligro en el que nuestros hijos estaban. Recorrimos los tramos de escalones en silencio, cada una perdida en sus pensamientos. Todavía no podía sacarme del cuerpo el frio contacto del cuerpo de Mith, su respiración sobre mi mejilla, cerré los ojos tratando de reprimir todas esas emociones, que él lograba despertar en mí. Llegamos a la biblioteca, sin que ninguna mediara palabra, entramos y sin perder tiempo me acerque hasta la ventada desde donde veía como mis hijas y sus primos fugaban en el patio, cuidados por nuestras elfinas, sonreí al verlos tan inocentes, haría cualquier cosa por ponerlos a salvo. - Sophie- dije dándome vuelta y mirándola fijamente- Mith apareció en mis sueños anoche- camine hasta uno de los cómodos sillones y tome asiento.- algo está pasando en el Olímpo, y el piensa que nuestros hijos pueden llegar a estar en peligro. La puerta se abrió para dejar pasar al elfo trayendo un hermoso juego de té y una delicada fuente de plata. Se acercó hasta la mesa junto a la que me encontraba y dejo la fuente el carrito con el servicio de té lo dejo junto a mi prima. Realizo una reverencia y salió rápidamente, espere a que mi prima dijera algo.
  11. El elfo había desaparecido hacia unos minutos, las niñas estaban impacientes esperando que los muchachos llegaran y yo deseosa que Sophie apareciera. Pocos instantes después Mith y Oscurus hicieron su aparición acompañados de la elfina personal de Sophie, Arianna, quien nos saludó con una reverencia. Mis sobrinos se abalanzaron sobre y me llenaron de besos y abrazos, a los que correspondí. - Que grandes y hermosos que están, niños- les dije acariciando la mejilla lozana de Mith y revolviendo la sedosa cabellera de Oscurus- Ya son todos unos hombrecitos- agregué sonriéndoles. Los niños tomaron a mis hijos y las cargaron sobre sus hombros como si no pesaran más que plumas. Al parecer sus poderes habían estado desarrollándose mucho más que los de mis hijas, pero eso seguro devenía de que su madre no era una simple humana. Mientras veía a mis niñas reír encantadas llame a Tethys, quien apareció al instante. - Nana, por favor ve con Arianna y cuida a esos cuatro por favor- le pedí a Tethys, quien asintió con una reverencia. Decidí pasar a la sala, a esperar a mi prima cómodamente sentada en uno de los sillones, aunque nuestra conversación, no podría ser allí, la biblioteca sería un mejor lugar, esperaba no la estuvieran usando en esos momentos. Cuando antes Sophie supiera lo que estaba pasando antes podríamos comenzar a elegir los hechizos que usaríamos para poner el cepo a nuestros hijos.
  12. El sueño de aquella mañana me había dejado intranquila, por lo que decidí acercarme hasta la mansión Granger para poder Hablar m rubia amiga a fin de alertarla y que me ayudara a poner el cepo a los sueños de los niños como me había pedido Mith. Las niñas iban unos pasos por delante de mí hablando entre ellas sin saber que corrían peligro. Esperaba que se encontraran en casa, teníamos que poner el cepo antes de que cayera la noche. - Niñas ya estamos llegando doblen a la derecha y vayan por el camino de grava- les dije señalando- vamos a visitar a los primos y a la tía Sophie. - Qué bueno Mamam! Hace tiempo que no vemos a los chicos- dijo Zahil arreglándose el vestido de manera coqueta. - Genial –dijo Aranel- la última vez no me dejaban jugar con ellos me decían que era muy pequeña. - A pesar que tienen la misma edad, los chicos crecen un poco más de prisa que ustedes, por eso son más grandes y tienen más fuerza- le explique. Subimos los peldaños que nos separaban de la puerta principal y toqué la aldaba de la puerta, unos segundos después un elfo domestico nos abrió y con una reverencia nos invitó a pasar, sabia quienes éramos. Pregunte por Sophie y me informo que tanto ella como la señorita Valeskya. Sonreí encantada que saber que iba a poder pasar un rato con ambas. - Por favor anúncianos- le pedí al elfo que desapareció corriendo para avisar a sus amas de nuestra presencia.
  13. Felicity, muchas Gracias! para la proxima ya se que tengo que hacerlo directamente en la ficha! Perdón por las molestias!
  14. Hola! vengo con un reclamo, que recién me doy cuenta después de tres años. En mi ficha, ha falta un conocimiento adquirido XD Aquí esta le link del porteo de Niko en el que certifica que lo adquirí: http://www.harrylatino.org/index.php/topic/79558-ficha-de-arabella-gryffindor/?p=3679322 No sabia si postearlo directamente en la ficha así que preferí venir acá Desde ya muchas gracias!
  15. La simpática jovencita me alcanzo un libro de proporciones importantes que resulto se un catálogo de fundas. Comencé a ojearlo mientras Cye me miraba un tanto sorprendida, le sonreí y la invite a que mirara el catalogo conmigo. Muchos magos ingleses no usaban fundas, me había acostumbrado a ellas en mi estadía en Francia, en aquel país si se usaban. La joven volvió para atender a Seba. - Varita de repuesto?- dije al escucharlo- muy buena idea, Seba, aunque creo que no podría escoger otra teniendo la mía en condiciones, aunque supongo que por tu trabajo es más que necesario.- agregué. La joven le indico que lo siguiera por lo cual nos quedamos solas con Cye, aunque solo serían unos minutos. Le sonreí mientras le señalaba una funda de terciopelo violeta con bordados en oro y plata, la pieza era exquisita y me cautivo. - Creo que llevare esta, amo el color y el bordado que te parece, sobri?-le pregunté. http://i.imgur.com/wPRrfLQ.png
  16. - Están en casa- dije sonriendo al joven- estoy bien gracias por preguntar, hace rato que no nos vemos a pesar de estar conviviendo bajo el mismo techo, niño.- me acerque a Cye y la salude con un abrazo- Lo mismo digo, sobrina, me encanta encontrarte ¡ A ver cuando pasas por la mansión! Una jovencita había aparecido trayendo con ella un servicio de té, el cual dejo junto a donde nos encontrábamos. Seba le dio las gracias y ella contesto y nos preguntó en que nos podían ayudar, sonreí a la espera de ver que respondían mi sobrina y mi No-sobrino. - No podría decir que no a una taza de té- volví a acercarme donde él estaba para tomar la taza de porcelana que Seba me ofrecía. Entre tanto Cye hablaba con la empelada sobre una limpieza y algún tipo de comprobación de varitas, me quede junto a Seba tomando el delicioso te, pero algo en la expresión del joven me hacía pensar que estaba preocupado, tome una galletita y la probé, Cye tenía razón eran realmente deliciosas. Una vez la empleada hubo terminado de hablar con Cye, se dirigió a nosotros. - Yo quería encontrar alguna funda para mi varita- dije – pero creo sería bueno que le dieran una revisión y limpieza a mi varita, señorita- la saque el cinturón y se la entregue, con un tanto de angustia, nunca me había separado de ella. http://i.imgur.com/wPRrfLQ.png
  17. El día se había desarrollado en perfecto orden, ahora que tenía empleo, era necesario tener una rutina, para que tanto las niñas como yo no tuviéramos sobresaltos, y el trabajar en el callejón era mucho mejor ya que me permitía hacer las compras al salir del trabajo. Ese día necesitaba llevar mi varita a Ollivander´s ya que había decidido grabarle, las iniciales de mis dos niñas en ella. Llegue a la esquina de donde se encontraba el local, solo tenía que cruzar la calle y estará frente a la puerta, lo hice con paso ágil, dejando detrás el clap-clap de mis tacones negro. El sonido de una campanilla al abrir la puerta anunciaba mi llegaba, esperaba que me atendieran rápido. - Hola Buenas Tar…- Me detuve al ver allí parados a Cye y Seba- ¡Que sorpresa! ¿Qué hacen por aquí niños?- Dije acercándome y saludándolos. http://i.imgur.com/wPRrfLQ.png
  18. Sophie sonreía con orgullo al ver a sus hijos, no pude dejar de pensar que seguramente yo me vería de manera similar cuando veía a mis niñas. Mientras los chicos corrían d aquí para allá, mi prima nos llevó a un lugar resguardado dentro del jardín de la mansión. Cundo nos acomodamos el mismo elfo que nos había recibido se encargó de servirnos té y delicateces para degustar. - Siento molestar, prima, pero es algo que pensé que todavía no iba a tener que tratar con las niñas- dije tomando mi taza y sorbiendo el brebaje- Zahil y Aranel, han comenzado a preguntar por su padre, Soph. “Son pequeñas todavía, no se cómo enfrentar el tema, como explicarles que su padre es un dios griego del sueño, que no tiene sentimientos, y que nunca los tendrá por una maldición que les lanzo Zeus a todos los de su clase. Como hago para decirles que si bien nos teníamos cariño, nunca ame a su padre y que él solo lo hizo porque sabía que era mi más ferviente deseo.- las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, pero las borre con el dorso de mi mano. Mire a Elvis, que no había dicho una palabra desde que habíamos llegado, esperaba que esto no cambiara su concepto sobre mí. Amaba a mis hijas, eran mi regalo más preciado y siempre le estaría agradecida a Mith por eso, pero su concepción no era producto del amor, y era eso justamente lo que no quería que ellas supieran, no quería que se sentirán menos queridas por ese hecho. - ¿Los niños te han preguntado algo?- le pregunte mientras dejaba la taza sobre la mesa por temor a volverla por el temblor de mis manos.
  19. - ¿Tu odioso?- dije riendo- No tu podrías se odioso de ninguna manera, eres demasiado bueno y dulce para eso. Y respecto a que no sabes beber, hay gente que tiene y hay gente que no tiene resistencia al alcohol. Yo gracias a Merlín tengo resistencia aunque no soy de beber muy seguido. Vi cómo se mordía el labio y tardaba unos segundos en responder, siempre me había dado la sensación de ser un solitario, y eso en la Mansión Gryffindor era bastante difícil, ya que siempre había gente yendo y viniendo. Sonreí al escucharlo, por momentos me parecía un niño pequeño, a pesar de que ya era un hombre hecho y derecho. - ¡Bien! Contenta de volver- dije sorbiendo un poco de mi vino- Estar en casa es bueno, me siento feliz y segura, extraño Francia sobre todo el clima y las playas… pero no extraño hablar francés, sinceramente tengo una pésima pronunciación, las niñas por otra parte lo hablan fluidamente. Tome el último trago de vino, suspire contenta. Había sido una buena idea ir a aquel local a distenderme un poco. Pero ya era momento de regresar a casa para pasar tiempo con las niñas y prepararnos para la cena, que seguramente sería multitudinaria, como siempre. - ¿Seba, de aquí vas para la mansión? – pregunte apoyando las manos sobre la mesa- Porque si quieres podemos ir juntos. Es lindo tener tiempo para mí, pero ya extraño a las niñas y quiero llegar para prepararlas para la cena-dije esperando que el quisiera que regresáramos juntos. http://i.imgur.com/wPRrfLQ.png
  20. - Pide Galleons en lugar de Knuts y serás multimillonario- le dije sonriendo- Muy Bien Seba, es más vine aquí a celebrar- dije contenta- volví a ser miembro del Concilio de Mercaderes- dije esperando que me felicitara. Caballero como era se levantó de la silla y beso mi mejilla, luego de lo cual me ofreció asiento, asentí dejando mi cartera a un lado y acomodándome en la silla, alise la falda de mi túnica violeta antes de cruzar las piernas y apoyar mis manos en el regazo. Siempre era lindo encontrarse con un conocido, y Seba era mucho más que eso, era parte de la familia, y desde mi regreso había podido charlar con el más seguido y entablar relación, y mis niñas lo adoraban. - Sabe que las niñas no para de preguntarme cuando las levaremos a pasear, desde que le conté de aquel local al que fuimos no han parado de preguntarme cundo las llevaremos- le dije mientras tomaba mi copa y tomaba un sorbo- ¿refresco? Me siento una alcohólica- dije dejando la copa en la mesa- ¿Tu como has estado Seba? Nos hemos visto en la mansión pero con Zahil y Aranel allí es complicado poder hablar más de dos minutos sin que ellas quieran intervenir en la conversación- agregué riendo- son una parlanchinas mis niñas… http://i.imgur.com/wPRrfLQ.png
  21. Aquel día pintaba gris pero nada ni siquiera el clima podría sacarme el buen humor y la felicidad que sentía, había logrado un puesto en el concilio de mercaderes. Tenía empleo, y esa era otra razón por la cual quedarme, por la cual darle a mis niñas un hogar cerca de la familia y todos sus seres queridos. La noche se acercaba, pero todavía no quería volver a casa, sabía que Zahil y Aranel estaba al cuidado de mi vieja nana, por lo que apenas si se acordarían de su mamam. Tenía un par de horas más para disfrutar de mi soledad. Alce la vista hacia un club que conocía bien, no me vendría mal un trago, aunque no era de tomar alcohol, hoy me sentía con ganas de una buena copa. Entre en el local con la esperanza que no estuviera atestado de gente. Por suerte el local, si bien estaba con bastante clientela, se podía caminar tranquilamente por allí, me dirigí a la barra y pedí un una copa de vino de elfo, el cantinero con experto ademan me sirvió enseguida, le pague y tome la copa para dirigirme a alguna de las mesas desocupadas para sentarme. Unos metros hacia la derecha divise a Seba, que al parecer se encontraba ensimismado, por lo que me acerque al espacio para sorprenderlo. - Una Knut por tus pensamientos- le susurre al oído, al tiempo que rodeaba la mesa para que pudiera ver quien era. http://i.imgur.com/wPRrfLQ.png
  22. Oscurus y Mith se acercaron corriendo hacia nosotros, hacia demasiado tiempo que no los veía, habían crecido desde la última vez que los había visto. Los niños se abrazaron a mis piernas, les revolví el cabello y una vez que me soltaron me agache para llenarlos de besos y abrazos, sabía que estaban en esa edad en la cual tales muestras de afecto molestaban un poco, pero era ese tipo de madre y me encantaba serlo. - Que grandes que están chicos- dije mientras me enderezaba, le sacan una cabeza a las niñas - Zahil Aranel, vengan a saludar a sus primos.- dije mientras me separaba de Elvis quien saludaba con un abrazo a Sophie. Las niñas que había salido corriendo emocionadas, se acercaron a los chicos que hacía más de un año que no se veían, los muchachitos se comportaron como todos unos caballeros y saludaron a las niñas con una reverencia a lo que Zahil y Aranel contestaron con una sonrisa y le abalanzaron para abrazarlos. Mis niñas eran tan demostrativas que a veces incomodaban al resto. - Ya niñas, los muchachos no están acostumbrados a tanta efusividad, déjenlos respirar- dije riendo- ¡Prima! - Abrace a la rubia y bese su mejillas- tanto tiempo que no nos vemos, los niños están hermosos y tú también. Al parecer tanto mis hijas como los de Sophie habían recordado su parentesco por que salieron corriendo tomados de la mano, sonreí al verlos, luego me enfrente a Sophie para decirle el verdadero motivo de mi visita. - ¿Sophie, hay algún lugar donde podemos charlar tranquilos?- le pregunte.
  23. La tarde estaba llegando a su fin y en el cielo de Ottery mostraba e esos momentos matices que iban desde el naranja hasta el fucsia, que se perdían por encima de la copa de los árboles, desee tener una cámara para poder retratar aquel hermoso paisaje que se presentaba ante nosotros. Como todavía no había comenzado a hacer frio, con mi primo habíamos decidido acercarnos hasta la mansión Granger a pie, para ver si lográbamos encontrar a Sophie allí. - Mamam- dijo Aranel que se encontraba unos pasos por delante nuestro, junto con Zahil- ¿Estarán los primos? - Seguramente Osurus y Mithdraug se encuentran en casa- dije mientras giraba el rostro hacia mi primo- quien asentía- ven el tío Elvis piensa igual que yo. Miren allí está la entrada a la mansión- le indique a las niñas. Ambas salieron corriendo hasta la entrada de hierro medio abierta, pero esperaron a que llegáramos con Elvis para entrar todos juntos. Mi primo muy caballerosamente termino de abrir la reja para que mis niñas y yo pudiéramos pasar, luego de lo cual me volvió a ofrecer el brazo y caminamos lentamente hasta la entrada de la hermosa mansión, mientras Zahil y Aranel corrían a nuestro alrededor. Esperaba que Sophie se encontrara en casa, ya que mientras antes hablara con ella antes sabría cómo encarar la conversación con mis niñas. Sentía que eran demasiado pequeñas para saber la verdad, pero sabía que si ya les habían surgido aquellas preguntas era tiempo de que por lo menos les contara parte de la historia. - Subimos, Prima- susurró Elvis. - Perdón- dije avanzado por los escalones- por un momento me deje llevar por mis pensamientos. - No te preocupes prima- dijo Elvis mientras tiraba del pasados de la puerta. El sonido del timbre reverbero por toda la casa por unos segundos, mientras las niñas se alejaban de las ventanas altas y angostas que se encontraban a cada lado de la puerta, la sonido del cerrojo de la puerta atrajo nuestra atención. - Buenos días- dijo un elfo haciendo una reverencia- En que puede ayudar Hipólito a los seño…- se detuvo al levantarse de su reverencia y reconoceros- Señor y señorita Gryffindor, pasen por favor. - Gracias Hipólito- dije entrando en la mansión- Se encontraría Sophie en casa, me urge hablar con ella. - Hipólito no está seguro, pero Hipólito averiguara enseguida- dijo el elfo volviendo a realizar una reverencia- pasen a la sala de visitas mientras Hipólito va a buscar al ama Sophie. La criatura nos acompañó a uno de los salones, hermosamente decorado, y nos dejó con la promesa de traer algún refrigerio después de haber avisado a nuestra prima. me acomode en un sillón de dos cuerpos junto con Elvis mientras ambas niñas habían decidido treparse a sus rodillas, cosa que el permitió con una sonrisa. Me apoye sobre el respaldo y cerré los ojos, de pronto los nervios me había asaltado y esperaba que al hablar con Sophie me ayudara…
  24. - Si Sophie, pero modifique su memoria...- dije con un dejo de culpa- se que no tendría que haberlo hecho pero que otra salida me quedaba?- Suspire- se que no me seguirán hasta aquí, se que no saben que estoy aquí, pero igual tengo miedo, necesitaba volver a mi casa un lugar donde me sienta segura y protegida.. y en caso de que algo me pase las niñas estén rodeada de familia y amigos que se harán cargo de ellas- mire a Sophie- si ya se que sueno muy fatalista- sonreí un poco- atribuyelo a mi sensibilidad- termine con un guiño de ojos. Al parecer mas gente se encontraba en la mansión, así me lo hizo saber mi prima, como ni hizo amago de levantarse, yo tampoco lo hice y nos quedamos en la cocina tomando nuestro refresco. los niños estaban en alguno de los salones jugando, y supuse que algún elfo estaría allí para vigilarlos. - Espero poder ver a alguna de las chicas antes de irme- dije dejando el vaso sobre la mesa.- es mas tendríamos que programar alguna salida de solo mujeres... en Francia me sentía sola, no tenia amigos, y las extrañe mucho.
  25. Sophie me indico que entrara en la cocina lo que hice gustosa, nos sentamos en la mesa mientras Mi prima me preguntaba sobre lo que había sucedido en París. Un elfo se acerco a donde nos encontrábamos y nos sirvió una bandeja y refrescos. Tome gustosa el vaso y probé el mejor refresco muggle que existía. luego de loo cual tome uno de los sandwich y lo comí despacio antes de contestar. - Se que te alegra de que estemos de nuevo en Ottery, yo estoy feliz de estar aquí- dije- en Francia viví una situación desagradable- fui testigo de un asesinato y a causa de ella puse en peligro a las niñas, por lo que tuve que salir del país de manera rápida y premeditada- una vez que empece las palabras surgieron sin que yo pudiera controlarlas- Son magos poderosos, pero creo que aquí estaré a salvo.- Mire a Sophie para ver su reacción. Tome otro sandwich y comencé a comerlo despacio, savia que no tendría que habérselo dicho a nadie, ahora Sophie tanbién podría llegar a estar en peligro. pero necesitaba contárselo a alguien.

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