Turno especial de buscador número 7
El partido estaba en su momento final la realidad era que todos estábamos dando todo nuestro esfuerzo al ser nuestro primer partido juntos, habíamos sido avalados por Austria quien nos patrocinada para venir al torneo a París, mi amada París, si quería ganar alguna vez en mi vida sería aquí el lugar que más amaba en la tierra. La casualidad nos hacía un equipo extranjero en mi propia casa, pero estaba jugando en mi plaza y aquí no dejaría de ganar. Los cazadores de los Black Serpents eran no solamente los más guapos del torneo sino ágiles, rápidos y muy habilidosos. Nuestra Cazadora también era de admirar, no era sino ver la cantidad de penales que había tapado siendo que era algo muy difícil en el quidditch y en cualquier deporte. nuestros golpeadores eran de temer Malum sobretodo tenía un carácter fuerte y un brazo aún más fuerte, era fiera y audaz, lo que la hacia excelente Golpeadora. Íbamos arriba en el marcador pero los chicos del París Promise no era un equipo del cual confiarse y debíamos sacar lo mejor de cada uno de nosotros para ganar nuestro partido, el primero de todos.
Llevaba cierta ventaja en cuanto a la distancia de la snitch sobre el otro buscador, no conocía el nombre del otro jugador, pero no le dejaría ventaja de ninguna clase en nuestra competencia por atrapar la esquiva snitch, mire mi distancia con el joven y sentí el. Golpe de un bludger, no demore mucho en recomponer e aunque había dolido demasiado, y retome mi camino hacia atrapar la esfera dorada. Por fin la vi cerca y alargue mi mano hacia ella, se me detuvo por un momento el corazón cuando sentí el cosquilleo de las alas y luego el frío de la esfera en contacto con mi piel. ¡Había atrapado la snitch! Don un giro a la escoba y volví hacia la mitad del campo levantando mi mano izquierda en donde la sostenía sobre mi cabeza mostrándola. Escuché mi nombre coreando por las personas de mi querida y amada París. Habíamos ganado el partido. Espere poder esperar a mis compañeros porque este triunfo era de todos, por cada esfuerzo hecho, cada sacrificio que la gente no conocía.