Danyellus Triviani Malfoy

Yo, como Lord Triviani, y como Il Re Gatto, vengo a darte mi bendición para ser parte de nuestra hermosa y amorosa Familia Afro. Antes de que pase alguien más a darte la bienvenida... *darle:*

*la toca con su varita de poder*

Y yo tampoco sé cuántas líneas son ni que nuevas reglas locas haya, pero a partir de ahora eres oficialmente Triviani... como tía incestuosa mía o amante de Aly o algo así xDDD

*huye*

MEOW!

Danyellus pensó que claramente podría enseñarle un par de cosas nuevas a Leah, ya que tenía tanto interés en aprender. Incluso se le ocurrían algunos métodos poco ortodoxos para hacerlo pero al final deicidió callarse. El absurdo enfrentamiento entre Elizabeth y Tauro casi había hecho salir chispas entre las dos mujeres y, al final, la Líder había terminado haciendo volar el invernadero. ¿Para qué se había tomado tantas molestias por crear un caos agradable, si igual todo iba a explotar en pedazos? Todos los pobres duendecillos y pixies habían quedado destrozados. ¿Para qué había soportado a cualquiera de las tres mujeres?

El demonio volteó los ojos mientras Elizabeth balbuceaba algo sobre nuevos deberes. La mujer se había ausentado de toda aquella aburrida "clase", ¿y ahora esperaba que hicieran algo? Obviamente, Leah y Tauro desaparecieron sin inconvenientes, lanzandose miraditas romanticonas que él n tenía intenciones de seguir viendo. Esperaba que se divirtieran allí donde fuera que terminaran. Él, por su parte, pensó que aún podría haría algo más divertido así que, tras escuchar las instrucciones de la tutora, desapareció hacia Londres, convertido en una voluta de humo negro...

En un callejón oscuro de la capital inglesa, el demonio arrancó la cabeza de un muggle al que debían haber asaltado hacía poco. Justo antes de decapitarlo pensó que tal vez el sujeto aún estuviera vivo pero... ¿qué importaba? Una vez separó la cabeza del cuerpo, se aseguro de sacarle la lengua por entre los dientes y luego puso la cabeza dentro de una bolsa de tela a la que aplicó un encantamiento de expansión. La tela, originalmente blanca, se manchó un poco con la espesa sangre que salía por el cuello de la víctima pero le importó poco. Un momento después se limpió con otro encantamiento y ordenó hacia la nada:

- ¡Chuck!

Un feo y mutilado elfo doméstico con el típico paño azul que empleaban los sirvientes del Castello Triviani, apareció bizqueando frente a él y haciendo una pronunciada reverencia.

- Llévale esto a Elizabeth Malfoy. Dile que fue lo único interesante que encontré en la Londres muggle- Danyellus sonrió - Y dale las gracias por enviar mi Certificado del Conocimiento de Encantamientos a casa.

Acto seguido, el demonio apuntó con la varita sobre la bolsa y pronunció

-Orienta a este elfo est****o. Su lengua funcionará como una brújula, la punta siempre indicará al lugar al que debe dirigirse-

Nadie podía negar que había seguido las instrucciones de la bruja... más o menos. El elfo le llevaría aquel presnete y la lengua del muerto funcionaría como brújula que era lo que ella quería que hicieran con sus varitas así que, una vez terminados los encantamientos precisos, con un chasquido, el Triviani desapareció.

La miró con ansia asesina, enfrentando su cuenca vacía y su ojo azul directamente con los ojos de la peliazul que lo había atacado por la espalda. Pensó por un instante en que si ella le daba permis de destruir cráneos, bien podría empezar por el de ella pero de inmediato apaciguó tal pensamiento. Después de todo, la chica no era solo su amiga y familiar en algún grado, sino también su líder y le debía algún respeto.

- Aguafiestas - le dijo a ninguna en particular y se bajó de la mesa en la que se había encaramado, mientras su cabello retomaba su habitual color platinado y sue cuenca derecha se rellenaba con un ojo azul y glacial, devolviendo al demonio su apariencia cotidiana - Igual estaba todo hecho un desastre y ella sólo dijo que nos divirtiéramos y le mostráramos qué podíamos hacer. No dijo que debíamos limpiar. No explícitamente. Además, no soy un maldito elfo para estar haciendo los deberes de limpieza de la Universidad o de Hogwarts. Pero ya que insisten en aplicar métodos menos divertidos... ¡Reparo!

Las macetas y los paneles de vidrio rotos de todo el invernadero se repararon de inmediato con un simpático efecto de reversa. Ahora que el fuego había sido extinguido por Tau, solo quedaba una planta muerta y chamuscada que olía a demonios, tierra y lodo por todos lados, y una mini guerra de duendecillos y pixies sobre sus cabezas. Cada tanto, alguna de las criaturas caía muerta a sus pies, asfixiada o golpeada pr uno de sus congéneres. Ese encantamiento no lo desharía. No él. Estaba muy satisfecho viendolos matarse entre sí, erradicandose la plaga, y sin tener que ensuciarse ni un poco.

Aún tendrían que limpiar la tierra, el lodo, recoger las plantas muertas (o sus cenizas), los cadáveres de las criaturas en guerra, veriicar aquel armario que se azotaba desde el interior y un gran etcétera de tareas que podrían tmarles un buen rato, incluso con magia. Decidió que no seguiría con ello así que, acto seguido, sacó un pañuelo, limpió una silla con cuidado, y se repantigó sobre ella con un mohín. Él había estado limpiando... a su modo. Pero si ellas querían limpiar como esclavas y del modo más aburrido, no contarían con él. Como pequeña venganza, hizo aparecer un par de medias y las lanzó al rostro de las chicas: una media a Tau y otra a Leah. Estaba seguro de que captarían la indirecta.

Cuando Elizabeth por fin se dignó a dirigirle la palabra, el demonio ya tenía una ceja levantada y una mueca burlona de desconcierto en el rostro pero al fin dejó que la varita de madera oscura y pesado mango de plata engastada se formara entre sus manos, a partir de una voluta de humo negro. Acto seguido fue tras Tau y a Leah hacía el Invernadero III, dedicándole una mirad siniestra a la instructora, para encontrarse con que el lugar estaba hecho un asco.

Vidrios y macetas rotas, tierra regada por todas partes y convertida en lodo allí donde había encontrado agua (que no era precisamente lo que faltaba en un invernadero), un armario que se sacudía violentamente, había una infestación de medio centenar duendecillos de cornualles y pixies y en una esquina, también una planta, que bien podía ser una tentácula venenosa hiperdesarrollada a causa del abandono o una clase extraña de snargaluff gigante. Danyellus incluso vio lo que parecían cadáveres de mandrágora y, por sobre todo ello, un nauseabundo olor a fertilizante podrido y gusarajos muertos.

Tuvo que dar un paso hacía atrás, incapaz de resistir el olor. Quedaba claro a qué se había referido la Malfoy con "Quiero que me demuestren que saben hacer, adelante diviértanse". Por un momento, pensó en hacerle un Avada Kedavra por la espalda a la mujer pero decidió calmarse. Si estaban en clase de encantamientos, a ello tendrían que recurrir... pero ella no había dicho cómo, y una sonrisita lupina le transformó el gesto.

El fregotego tendrían que dejarlo para el final, cuando hubiesen limpiado así que, determinado a disfrutar lo que pudiera ofrecerle la clase, el Triviani entró en el lugar, subió de un salto al largo mesón central alrededor del que solían ubicarse los estudiantes en las clases de herbología de la escuela, y agarró a un único duendecillo en el aire con la mano desnuda. El bicho, de un desagradable color azul eléctrico, empezó a retorcerse y a intentar morderlo hasta cuando él, poniéndole la punta de la varita sobre la cabeza, murmuró «Bombarda». El interior de la cabeza de la criatura fue a dar en todas direcciones. Los demás duendecillos se cabrearon y empezaron a emitir un sonido amenazante.

-Oppugno- la mitad de los duendecillos se volvieron contra sus iguales, empezando de aquel modo una guerra civil en miniatura ante la que Danyellus empezó a carcajearse. Hacía demasiado tiempo que no tenía oportunidad de dar vía libre a su sadismo así que, sin notarlo mientras se reía, su cabello empezó a tornarse de un gris opaco y uno de sus ojos se empezó a volver de un color cada vez más y más oscuro hasta fundirse, iris, pupila y esclerótica, en un hoyo negro.

- ¡Incendio! - Formuló el mago entonces, fomentando el desorden y la locura que había generado entre duendecillos y pixies, cuando un montón de llamas verdosas aparecieron sobre la enorme planta de la esquina que, fuera lo que fuera, empezó a emitir un chillido extraño y a retorcer sus apéndices, prendiendo fuego a una mesa llena de macetas rotas y a un mohoso armario de herramientas de jardinería.

El caos se hizo mayor, por supuesto. Era lo que él había buscado. Y mientras se reía, dejó que sus compañeras de clase enarbolaran también las varitas y se unieran a la limpieza. Ambas sabían bien que él no era precisamente un ejemplo de cordura así que no estarían amilanadas al respecto pero, ahora que había provocado semejante desbarajuste, ellas también tendrían que lidiar con las consecuencias.

Le extrañó que el conocimiento de Encantamientos fuese a acreditarse en Hogwarts y no en la Universidad pero, ya que hacía mucho, mucho tiempo el demonio no visitaba los terrenos del vetusto castillo, no le molestó en absoluto el cambio. Recordaba como entre brumas la primera vez que había visitado el lugar: Forzado por el antiguo Consejo de Magos de Alba, su padre, Ranvel mac Gorm lo había envíado a aquella extraña escuela, que por aquel entonces celebraba su primer centuria, sólo para que se le permitiera ser entrenado en casa. Allí, el jovencísimo Danyel había sido evaluado y había obtenido el permiso.

No volvería a pisar aquel lugar sino hasta ocho siglos después, siendo de nuevo un adolescente y obligado por Alyssa Triviani.

Con la cabeza llena de recuerdos, el mortífago hizo todo el camino desde Hogsmeade hasta el castillo, enteramente vestido de negro y plata, y enfundado en una capa del mismo color con un mullido cuello de piel. Una vez en los terrenos, se encaminó a los invernaderos donde dió con tres figuras bien conocidas por él: Tau, Leah y Elizabeth. Las miró de a una en una, haciendo una ligerísima reverencia con la cabeza a cada una de ellas antes de saludar.

— Buena noche a las tres.

La mirada con Leah fue un poco más intensa que con las tras dos pero, al cabo, le sonrió apenas perceptiblemente. La chica parecia feliz. Un momento después, Elizabeth, la mujer que haría las veces de instructora, se dirigió a ellos sin saludar ni presentarse aunque, estaba claro, no era necesario.

— Necesito el certificado de Conocimiento — respondió Danyellus sin dar rodeos. Era el único motivo por el que estaba tomando la mayoría de aquellas clases. Acreditar Conocimientos para cumplir con las ridículas disposiciones burocráticas que el Ministerio de Magia venía implementando desde hacía algún tiempo. Tal como había hecho el Consejo con su padre hacía tantos, tantos, siglos.

Tras apurar la primera jarra, el demonio pidió una segunda. El ritmo del pub era la usual parsimonia de aquellos lugares, y aún más calmo, pues allí no contaban con las ocasionales alteraciones que produciría un niñato bebiendo whisky de fuego por primera vez, algún duelo de magos provocados por alguna discusión sin sentido como la existencia del snorcack de cuerno arrugado, o la presencia de algún troll maloliente sacándose un moco. La tibieza del lugar, al parecer generada de forma artificial por pequeñas hornillas que sólo los muggles sabían cómo funcionarían lo hacía sentir cómodo, la música que llegaba de los rincones, en cambio, se le antojaba estridente.

Cuando vio llegar a Evarela, sin disfraz de ningún tipo, la observó detenidamente hasta que se sentó casi junto a él en la barra y pidió, por supuesto, un whisky. Entonces no pudo evitar mirarla descaradamente con el simplón rostro muggle que había adquirido momentos antes, antes sonreírle, tomarse la cerveza, y decir en voz muy alta y simulando estar bebido

— ¡Oiga usted!, ¡camarero feo!. Yo pagaré el trago de esa bella chica.

Ya que al parecer no iba a suceder nada mínimante relacionado con las pociones, pues Heliké ni siquiera daba señales de vida, Danyellus decidió que bien podía divertirse un poco con la reacción de la Black ante la sinverguencería de un muggle desconocido. Funcionara o no la improvisada diversión, al final bien podía hacer un estudio sobre los efectos del etanol en criaturas mágicas y espíritus...

Detuvo su tren de pensamiento antes de vaciar la tercera jarra de licor en su garganta ¿Qué estupidez era la que estaba pensando? En realidad, el estudio se limitaría a los efectos de aquella cerveza floja en sí mismo y... ya que lo pensaba mejor, no haría ningún tipo de estudio. Se limitaría a embriagarse como hacía cada vez más a menudo y a chinchar un poco a la bruja.

Danyellus no entendía cómo la que debía haber sido una sencilla y apacible clase sobre pociones se podía haber convertido en todo aquel desordenado e improvisado ajetreo. Ni siquiera iban a hacer alguna sencilla poción, sino que se limitarían cogerlas de un caldero del Ministerio para ir a capturara a algún apestoso delincuente. ¿En qué le servía eso a él? ¿A cualquiera de ellos? ¿Cómo era que semejante misión iba a servirles para acreditarse como elaboradores de pociones?

El director de la Universidad no parecía hablar con mucha sensatez, los insultaba tan pronto como intentaba impatir una instrucción y sobretodo, parecía impaciente por deshacerse de ellos. El Triviani estaba harto así que, completamente enfurruñado, le dedicaba miradas hoscas a todo cuanto tenía a su alrededor.

Cuando vio que Elvis creaba un traslador lo miró con abierto gesto de desdén. No pensaba viajar con un trasto de esos. Afortunadamente, de inmediato, escuchó el nombre del pub al que tendrían que dirigirse y, suponiendo que el Gyffindor había abierto algún tipo de brecha en las protecciones de la Universidad para poder crear el traslador y darle carta blanca a Gatiux de llegar como quisiera, el demonio se levantó, miro con desgana en dirección del profesor, y desapareció de camino a Londres con un ligerísimo chasquido.

***************

Apareció en un callejón, no muy lejos de Leicester Square. Un movimiento de varita transformó sus ropales en piezas más modernas. Un pantalón de denim negro, una raída camiseta blanca, y un chaleco muy formal de color gris con forro rojo que no combinaba muy bien. La ropa muggle moderna era extraña y él apenas si la conocía pero, esperando haber acertado al menos un poco con la selección de prendas, caminó hacía la via principal de Charing Road.

En el camino, se detuvo en frente de un jovencito delgado, un poco bajo para su edad, de pelo castaño y ojos muy verdes a quien, tras mirar con simpatía, le arrancó un par de cabellos. El muchacho, que al principio había sonreído con la timidez de quien cree haber sido reconocido por alguien que él mismo no reconocía, empezó a insultarlo mientras se alejaba. Entre tanto, él agregó los cabellos en una ampolleta cuyo contenido lodoso se transformó en un color semejante al carmín, bastante agradable para tratarse de poción multijugos, que se bebió de un trago.

Al llegar al bar ya había adquirido la apariencia del muchacho y había decidido que su nombre sería Paul. The Stuttering Parrot era un pub como cualquier otro: madera y cuero por todas partes, lámparas de iluminación suave y un olor a tabaco y cerveza muy impregnado. A primera vista no parecía estar siendo vigilado pero había muy cerca un carro de thestrals así como varias personas con mezclas de ropa muy extrañas y todos, cubiertos con lo que sólo podían ser hechizos desilusionadores. Entró en el lugar, se acercó a la barra y pidió una jarra fría de cerveza fuerte. Si pretendían que ayudara de algún modo en toda aquella farsa, no podían negarle algo de alcohol en las venas.

Cerca, se encontraba la primera profesora de aquel día. La mujer que ni siquiera había tenido la decencia de presentarse pero a quien Elvis había llamado Heliké. No la determinó.

— Obviamente estamos teniendo unos bonitos e irónicos diálogos — contestó con parquedad Danyellus a Cissy, saliendo de entre las sombras de un pasillo. Un grupejo de mortífagos sin máscara ni ningún tipo de protección parecía estar organizándose en la mitad del propio Ministerio de Magia para atacar a muerte, él suponía, a los muggles que habían provocado un tremendo alboroto en el Ministerio con las noticias de aquella misma mañana en El Profeta. ¿Es que estaban todos locos?

La frustración se escurrió por su rostro antes de dejarse caer en el asiento, llevarse la mano derecha a la sien, y sumergirse en un mutismo desdeñoso. No solamente había sido olímpicamente ignorado sino que, de repente, el profesor había sido cambiado. Conocía a Elvis Gryffindor de lejos y suponía que era algo competente dado que era el director de la Universidad pero aquello le parecía degradante.

Los refunfuños entre dientes de Gatiux sólo ayudaban a incrementar su propio malestar y suponía que los de él hacían otro tanto en el ánimo de la bruja. Además, la vocecita y los comentarios absurdos de aquella chica Adler no ayudaban. Estaba al borde de una gran migraña. Al ver que Gatiux se iba a una esquina para empezar a hacer algo útil y que sacaba una pequeña petaca, el demonio se preguntó por qué no había llevado la suya a la Universidad pero claro, jamás había esperado un fiasco como aquel en el que se estaba transformando su día.

Cuando al fin Elvis empezó a hablar de pociones y del caso criminal que querían investigar, el Triviani ya sólo quería prender un fuego maldito bajo algún caldero pero se esforzó por controlarse. Las pociones de multijugos, la amortentia, el veritaserum y el felix felicis eran algunas de las más controladas por el Ministerio. Cualquiera de ellas suponía un gran riesgo administrada por las manos equivocadas pero, además, eran endemoniadamente difíciles de hacer, su elaboración incluía ingredientes poco usuales, y tomaban mucho tiempo en prepararse. Bien lo sabía él que había tenido varias experiencias con ellas. Juntas, bien podían ser la receta de un magnánimo éxito o del más rotundo desastre.

Danyellus no entendía cómo iban a infiltrarse en un lugar sellado a cal y canto con tantas protecciones como el Gryffindor decía que había pero, completamente resignado como estaba, sacó varias ampolletas de fino cristal de su pequeño maletín de pociones, y se acercó a los calderos que Elvis había hecho aparecer. Tomó dos frascos de cada una, los volvió a guaradar, y fulminó al director con la mirada, esperando una nueva instrucción con los labios apretados.

Al menos había dicho que iban a un bar. Allí podría abastecerse de licor.

Saludó con un ligero cabeceo a la llegada de los otros estudiantes. A Evarela y a Mónica las conocía de uno u otro modo. El chico joven era un completo desconocido pero, al parecer, después de él no habría nadie más. Cuando la Malfoy de ojos amarillos le habló, sin embargo, no pudo menos que sorprenderse.

Danyellus también había notado que ahora parecía encontrarse con Gatiux en cada esquina y, aunque no ponía ninguna objeción a ver el escultural cuerpo de la pelivioleta cada tanto, debía reconocer que los encuentros fortuitos ya sumaban demasiados para tratarse de simple casualidad. ¿La mujer lo estaría siguiendo? En cualquier caso la sonrió, apenas perceptiblemente, sin sentir un ápice de vergüenza.

Un instante después, no obstante, la sonrisa se desvaneció en sus labios antes de llegar a responderle, cuando vieron llegar a una segunda vampiresa, casi idéntica a la del sofá, pero con la diferencia de que la nueva parecía echar humo por las orejas.

Aquella "broma", si en verdad había sido tal (cosa que él ponía en duda), no le había parecido en absoluto graciosa al peliblanco. La mujer podía perfectamente haberles dicho en las cartas que los esperaba en un aula específica, en lugar de hacerlos recorrer todo el Ateneo buscándola. Como fuera, el demonio no se quejó demasiado una vez que se encontró caminando detrás de Gatiux, Evarela y Mónica hacía las mazmorras. No era caballeroso decirlo pero, sin duda, era un agasajo para la vista.

Una vez en la celda de piedra y ya con el humor ligeramente atemperado, el ojiazul casi se habría sentido cómodo de no ser por las noticias que les comunicó de inmediato la extraña profesora que ni siquiera había tenido a bien presentarse. El subsiguiente palabrerío de la Malfoy no ayudó en absoluto a mejorar la situación. Su gesto, habitualmente inexpresivo, había empezado a mostrar señales de molestia.

— Antes que nada, me presento. Soy Danyellus Triviani — los modales, por supuesto, siempre iban de primeros. Empero, acto seguido, el demonio se unió al reclamo de Gatiux — ¿Quiere usted decir ehm... señorita como-se-llame, que no sólo no nos dará Pociones sino que, además, nosotros tendremos que hacer algún trabajo suyo? — su incredulidad era casi palpable y de hecho, se sentía indignado.

En realidad, el Estatuto Internacional del Secreto le importaba un pimiento. Él mismo era uno de los que había intentado "hacerlo volar" un par de veces en los últimos tres siglos, desde cuando fuera implantado en 1692, pues aquella norma se le hacía completamente absurda. Recordaba bien haber espantado a un poblado entero de muggles en una ocasión antes de que toda una cuadrilla de funcionarios del Ministerio de Magia lo hubieran apresado, torturado y amenazado. Desde entonces se había andado con más cuidado pero seguir el Estatuto y hacer algo por defenderlo eran cosas completamente diferentes. Estaba en contra de sus principios. Y eso sin contar, claro, que se estaba quedando sin elaborar pociones.

Y de repente, el mortífago se vio de nuevo solo, en su esquina de la barra, con una gran jarra de licor entre las manos. Spectum estaba llí pero tan ausente, quizá por la ebriedad que no terminaba de pasársele, que Danyellus simplemente lo ignoró antes de desviar sus ojos en la dirección hacía la que se habían retirado las damas. Al parecer, la borracha de Evarela Black también había decidido volver.

¿Qué, había alguna fiebre que los hacía retornar a la Fortaleza ? Si así era, entonces él también se había contagiado algún tiempo atrás y por eso estaba allí de nuevo. O tal vez los líderes los habían hechizado de algún modo a todos, y los mangoneaban para que volvieran siempre que ellos quisieran o cuando había escasez de mortífagos. Quizá, la Marca Tenebrosa tatuada en la piel transmitía una infección con ese fin... O quizá...

Cuado cayó en la cuenta de lo erráticos, paranóicos y francamente est****os que se estaban tornando sus pensamientos, miró el licor en el fondo de su jarra con desconfianza. ¿Podría estar Pascual echándole algo a los licores? No. Ahí iba de nuevo. Se obligó a detenerse y se acercó a Goshi, que estaba junto con Evarela y Gatiux. Pudo comprobar que su paso aún era firme. No estaba borracho todavía.

— Dame un poco más de eso, Black. Que esta noche yo también me quiero emborrachar... —

Ya estamos en Pociones. Gracias :3

Y como según mis cálculos ya puedo tomar un conocimiento más, pues vengo a inscribirme antes de que se me olvide u_ú

Escuchar la respuesta de la Black le desencajó la mandíbula en un gesto de sorpresa que de inmediato remedió, volviendo al rostro adusto y neutro que solía mantener. Nunca se permitía quedar con la guardia baja de tal modo pero, en realidad, aquel repunte era lo último que él habría esperado de la siempre sensible y nostálgica, Goshi Black. Como siempre que la chica daba muestra del carácter fuerte que casi nunca dejaba relucir, Danyellus quedó picado así que, tras recuperar la compostura, el demonio se encaminó en la misma dirección que la pelinegra había desaparecido.

— Así que también estás aquí, Black — saludó Danyellus, desviando la mirada de la chica rubia hacia la ojiverde que estaba parada en las sombras. No le sorprendía en absoluto verla en medio de semejante desorden así que solamente le dirigió una sonrisa cruel para responder a su burla.

— No es mi culpa que en la "honorable" casa de los Black jamás hayas tenido quién te diera cariño pero creo que siempre esperé que al menos te hubiesen dado una educación mínimamente adecuada para una señori... — el énfasis en la palabra honorable había sido más que burlón pero, cuando cortó la frase a mitad de la última palabra, la chica ya echaba fuego por los ojos así que él levantó una ceja antes de terminar — Lo siento, creo que olvidé por un instante que no eras una señorita...—

Caminaba por un pasillo, buscando el origen de gritos y discusiones que inundaban el piso, cuando vio salir de una oficina a una muchacha rubia y con pinta de suicida. La chica era la propietaria de la voz que desde hacía unos momentos no dejaba de repetir, con un tono ciertamente preocupado, que había un problema y que tenían que hacer algo. Francamente parecía histérica así que, deteniéndose cerca de ella, la miró de arriba a abajo.

— Señorita... ¿podría calmar sus nervios un poco? Le va a dar un soponcio... — siseó el demonio con desdén tras descubrir a un pequeño grupo de magos y brujas que se habían reunido y que agitaban los periódicos del día como una panda de monos amaestrados.

***************

OFF:

Chicos, no se tomen la línea de este rol tan a pecho. La idea de este topic no es montar una historia coherente, sino poder agarrar varios roles rápidos en donde el personaje de cada uno de ustedes pueda responder con una acción a lo que hizo el último personaje, sea lo que sea. No importa lo que haya ocurrido antes, si no que puedan responder incluso a la cosa más descabellada, siendo fieles al perfil y a las características físicas y psicológicas de su personaje propio.

:3

Danyellus caminaba por los terrenos de la universidad, francamente fascinado. No solo era la primera vez que ponía pie en ellos sino que, realmente, eran bonitos. Parecían una isla exótica o un oasis mágico, en medio de la campiña inglesa y, por supuesto, eso eran. La cantidad de magia envuelta en aquella obra era casi palpable en el aire. Se internó en los edificios correspondientes al Ateneo de Conocimientos.

Miraba en todas direcciones sin poder contener cierta dosis de orgullo herido que combatía contra una de satisfacha vanagloria. En sus anteriores siglos, la Universidad le había denegado el ingreso en dos ocasiones por razones para él desconocidas pero que, presumía, tenían que ver con la degradación de su sangre siendo un vampiro, o con su profunda sumerción en las artes oscuras. Pues ahora habían tenido que aceptarlo y enseñarle. Gracias le fueran dadas a la tía Mackenzie por su labor.

Como fuera, el demonio iba siguiendo una carta de lo más inexacta que había llegado, además, con varios días de retraso, para informarle de su citación a Pociones. Así pues, sin saber qué esperar, se había vestido con un bonito chaqué gris, se había cargado con un pequeño maletín en el que llevaba un completo kit para la elaboración de pociones, y ahora caminaba por los jardines sin ninguna indicación específica.

Eso, hasta que vio la distintiva melena violeta de Gatiux Malfoy, parada entre dos altos árboles. Sabía de antemano que ella iba a tomar también el Conocimiento, así que se dirigió hacía ella con la esperanza de que tuviese más información que él.

Cuando la alcanzó, no fue poca su sorpresa al descubrir que frente a la Malfoy, allí mismo en medio de los jardines, había una mujer. Una vampiresa a la que él no conocía, vestida con un conjunto sumamente arrugado de pantalón y chaqueta muggles, que jugueteaba con algunos papeles acostada sobre un feo sillón de orejas que parecía sacado de algún mohoso salón de té. La mujer, para colmo, entornaba los ojos como si sufriese de alguna espectacular resaca, aunque tal vez sólo fuera dolor de cabeza.

Danyellus se situó entonces junto a su compañera de ojos amarillos que en aquel momento se quejaba a la otra por la elección del lugar. Aquello lo descolocó por unos segundos. ¿Allí iba a ser la clase? ¿La mujer en el sofá era la profesora? Aquello tenía que ser una broma. Se acalaró la garganta.

— Buenas tardes. Lamento haber escuchado la conversación pero... ¿acaso es aquí donde avalaremos el conocimiento en Pociones? — en aquel horrorizado saludo, el Triviani arrastró las palabras con deliberada y desdeñosa decepción.

Ceann Dùnaid, Cait, Rìoghachd na h-Alba

Junio de 1108

— Quiero darte algo que ha pertenecido a mi familia por muchas generaciones — le susurró la mujer con un aire de complicidad, antes de hundirse en las profundidades del lago con una sonora cascada de risitas que sonaba como… como una cascada. El chico sonrió con ella de inmediato y no pudo menos que acrecentar su gesto cuando la vio salir de nuevo, con una majestuosa espada entre las manos, cuya hermosa empuñadura estaba tachonada de piedras preciosas azules e impresionantes grabados de antiquísimas runas.

— Dicen que fue hecha por los sídhe para los Thuata, mis ancestros, tras su llegada a Ériu. Pero he investigado un poco y en realidad fue hecha por duendes hace muchísimas generaciones, y desde entonces ha pasado de padres y madres a hijos e hijas cuando somos mayores. Esta noche tu padre hará una ceremonia a su modo, pero ésta será la mía en particular. Te entrego hoy la espada de mi familia pero la dejaras aquí hasta mañana, que es cuando cumples diecisiete soles. Los grabados son… —

—Mi Señora… Joven Señor… Mi Señor os llama — los interrumpió entonces un agitado mensajero, obligándolos a cortar su conversación con una sonrisa y a dirigirse al poblado. El crepúsculo estaba llegando y ellos tendrían que haber estado en casa hacía ya un par de horas pero se las habían arreglado para fugarse de la estricta vigilancia del padre, como solían hacer, para juguetear un rato en el lago de Dùnaid.

***************

Tras una larga ceremonia, Seonidh, una vidente de piel cetrina, cabello oscuro y ojos grandes y marrones que, tras verlo, empezó a hablar.

— Sé lo que profeticé en su nacimiento, y eso no ha cambiado. Pero no será sino hasta ésta noche cuando ello se decida. Si sobrevive a ésta luna, con el precio de su sangre los gatos vivirán pero si no lo hace… — Al instante hubo un sobresalto colectivo. ¿Danyell podría no sobrevivir a esa misma noche? ¡Eso sería la perdición de su pueblo! Empero, antes de que alguien pudiera emitir algún sonido, la mujer empezó a respirar aceleradamente antes de vociferar, ésta vez con una voz ahogada que no era la suya propia

— Si no lo hace… la sangre y el fuego para siempre cegarán a los gatos. El Sidhe se tornará Palug y con espada azul sembrará sólo el olor de la venganza y de la muerte. Una vez perdido, perdido estará. Mas su anam rota hallará consuelo en una diosa extranjera de tres rostros que habrá de encontrar tres veces en su camino. Una con la antorcha, otra con la serpiente, otra con la llave. A las tres caras servirá. Con los giros de la rueda bañará flores blancas en sangre y hará de una torre oscura su faro. Bailará con una máscara de hielo junto a tres mujeres de fuego, en torno a una salamandra… —

Un instante después, la mujer cayó agotada frente a él y volver a hablar con su propia voz, aunque sonaba algo extasiada y fatigada.

— Son muchos los augurios que se arremolinan en torno a vos. No los entiendo... Pero habéis de sobrevivir Óg Danyell. Debéis hacerlo… así que es mejor continuar con lo importante. Os quedaréis sólo en el claro y contemplaréis el silencio por no más ni menos que una hora. Luego, sabréis cuándo, tendréis que echar a correr entre el bosque. Al entrar, no podréis pensar con facilidad así que debéis ir con la mente clara en vuestro objetivo: En el primer lugar en que vuestra sangre se derrame buscaréis un árbol y de él tomaréis una sola rama que llevaréis hasta vuestro padre. Él sabe que ha de hacer con ella una vara. Esto debe ocurrir antes del alba de vuestro día del nombre y... pase lo que pase, también he visto que nos volveremos a encontrar en unos años —

***************

Una sonrisa afloró a sus labios al ver su pueblo en la apacible quietud de las últimas horas de la madrugada. Se sentía exultante así que, aun renqueando por el dolor de sus pies y músculos, empezó a recorrer el camino de piedra que, unos cientos de metros al interior, lo llevó al interior de la casa de dioses. El templo era poco más que una gruta tallada en la piedra con un gran hoyo en el techo que dejaba ver el firmamento desde su interior. Allí lo esperaban, en un estado ciertamente contemplativo, su venerable padre y un segundo hombre con el pelo claro y aspecto de roedor.

Ranvel no era dado a la afectividad y mucho menos con él pero, en aquel momento, se permitió una mirada orgullosa para su hijo antes de estirar la mano pidiéndole la rama que había tomado del árbol. En cuanto se la dio, el hombre inspeccionó la rama y luego se la entregó al otro que de inmediato empezó a trabajar sobre ella mediante complejos encantamientos que marearon al muchacho.

— Así que el carpe te ha elegido por segunda vez, muchacho. No es un árbol común y mucho menos cuando es negro. Quizá sólo haya unos cuántos en aquel bosque pero, no en vano es tu árbol de nacimiento así que, de carpe será — el chico, que no tenía idea de lo que su padre hablaba, se limitó a dejarse caer antes de mirar alternadamente a su progenitor, a la rama, y al anciano

— En el sur lo llamamos ojaranzo o hornbeam pero el carpe, como tu padre lo llama, está vinculado a la elegancia, a la pasión y a la magia. Es una madera leal y perceptiva que se ajusta al código de honor de su dueño. Es tan dura que suele llamársele madera de hierro o madera de cuerno; sin embargo, como has traído una rama muy tierna, la vara será muy flexible —

— No… no entiendo lo que decís — dijo Danyell

— Calla — le ordenó su padre — Mientras no estabas se llevó a cabo otra parte de tu ritual. A todos nos sorprendió que el thestral te haya elegido pero, junto con el carpe que has traído, antes de que termine ésta noche, tendrás tu primera varita mágica. Este hombre es un maestro en el arte de elaborarlas y por eso lo hemos llamado. Su familia llegó a las tierras del sur hace siglos y son los mejores en lo que hacen… Su nombre es Ollivander —

El anciano le hizo una ligera reverencia sin dejar de trabajar sobre la madera y al cabo, su padre abandonó la gruta. Danyell se quedaría mirando el trabajo de aquel extraño de ojos plateados por mucho tiempo, sentado en el suelo y en silencio, tal como le había ordenado Ranvel. El tal Ollivander lo había medido por todas partes pero no le había dirigido ni una sola palabra. Por su parte, de alguna forma, la rama se estaba transformando poco a poco. No podía moverse de allí hasta que la varita estuviera terminada, pero no hacía falta que se lo hubiesen ordenado. No se habría ido a otro lugar hasta que la tuviese entre sus manos, pensando en lo increíble que sería el tener por fin una varita mágica. Le habían enseñado a hacerlos, pero se suponía que hacer hechizos sin ellas era mucho más difícil.

El alba tocó el cielo más pronto de lo que el chico esperaba. El trozo de cielo que se veía desde el interior de la casa de dioses se llenó pronto de un color anaranjado que luego se cubrió de nubes oscuras que parecían estar muy cercanas. Fue poca la atención que les prestó, embelesado con la fabricación de la herramienta. Quizá llovería más tarde. Sin embargo, antes de que pudiera notarlo, las nubes empezaron a entrar en el templo, asfixiándolos a los dos. Aquello no eran nubes. Era humo.

Alarmado, el joven salió al exterior para encontrarse con un escenario de pesadilla: las casas entre las que había crecido eran ahora pasto de las llamas, las playas estaban abarrotadas de barcos extraños con formas rocambolescas, un centenar de cuerpos en extrañas posiciones cubrían el suelo y, por sobre las calles de tierra, corrían ríos de sangre. Un grupo de hombres armados, con unos extraños cascos con cuernos de toro, lo destruían todo y, cuando uno de ellos lo vio, se dirigió en su contra enarbolando una enorme hacha y gritando una misma palabra sin sentido. Fue lo último que vio antes de recibir un certero golpe en la cabeza.

***************

Estaba bocabajo y le dolía todo el cuerpo. Además, estaba tan, tan sediento… la cabeza le pesaba como una bolsa de plomo. ¿Qué había pasado? El recuerdo le llegó de golpe: ¡Su aldea estaba siendo destruida! Se levantó entonces dando un salto en la oscuridad y se puso en pie con cierta dificultad. Estaba a cielo abierto pero era otra vez de noche. Arriba brillaban las estrellas, cerca de él se encontraba el mar y cerca de la línea de horizonte, uno de los acantilados de la península. De inmediato se dirigió hacia ella por una pendiente, esperando lo peor. No se dio cuenta de que los pies ya no le dolían.

La aldea estaba destrozada. Su casa era sólo cenizas y no muy lejos de ella, se encontraba el cadáver de su madre. Aunque los cuervos se habían dado un festín con los enormes y bondadosos ojos azules que él había heredado, su rostro rasguñado seguía siendo reconocible. Tenía el vestido rasgado y la piel de las piernas, ahora lívida, llena de moratones y de una enorme cantidad de sangre. Cerca de ella estaba su padre, también muerto, en un charco de sangre reseca y con un enorme corte que le cruzaba el abdomen de lado a lado. No era difícil saber lo que había ocurrido pero, incapaz de asimilarlo del todo, el chico arrastró un cuerpo hacia el otro, se arrodilló entre ellos, y entrelazó los dedos de los cadáveres.

— Lo… lo… lo lamento mucho, mi… mi Lord — murmuró una débil voz muy cerca de él, proveniente de un anciano de ojos plateados que temblaba de los pies a la cabeza. Era el tal Ollivander. Danyell se levantó. — Yo… yo… sólo os esperaba para entregaros la varita, mi Lord. Madera de carpe negro, trece pulgadas y pelo de cola de thestral pero… si no os importa, me gustaría agregar un segundo núcleo… para estabilizarla. ¿Me daríais uno de vuestros cabellos? —.

— ¿Uno de mis cabellos? — preguntó el sediento muchacho sin entender lo que el anciano le pedía, pero arrancándose un pelo castaño y extendiéndoselo. Olía a sangre. Le ardía la garganta. — ¿No están hechos los núcleos acaso de sustancias poderosas únicamente? —.

— A… así es, mi Lord — le contestó el anciano mientras tomaba el cabello de sus dedos antes de adherirlo, mediante magia, al núcleo de la oscura madera. El hombre no dejaba de mirarlo con ojos asustadizos pero, al cabo, se decidió a agregar una única frase con la que destrozaría su mundo — Yo... os cuidé mientras estuvisteis inconsciente durante tres días mi Lord así que, supongo, debería deciros que ahora sois un vampiro —.

Y desapareció.

***************

Cissy

Como dije, leí todas las fichas de los personajes principales y secundarios de todos. Los tuyos están bien. Sólo decía que en especial con los tuyos tuve que tomarme mi tiempo porque fue una larga lectura (xD). Lo bueno es que, aunque es enrevesado, le da más profundidad a la historia general del personaje y eso tendría que verse más en ella. Tu mini resumen me ayuda a colegir las relaciones con más claridad así que esta chica tendría que estar realmente trastornada.

Aiya o los otros dos personajes secundarios no son tan importantes porque son auxiliares, sin embargo, las tensiones de la propia Castalia son muy graves y deberían ser mucho más notorias. Por ejemplo, las visiones que la atormentaban por haber tenido contacto con la Chintamani ¿se esfumaron completamente cuando ella y Sybilla se unieron, o de vez en cuando todavía la asustan? Siendo una chica tan joven, también, supongo que la tortura del psiquiátrico no sólo fue salvaje sino que fue relativamente reciente así que ella debería tener problemas con muchas cosas a su alrededor con las que le hayan podido hacer daño… miedo al agua o la electricidad o a la ropa ajustada… cosas por el estilo.

Por otro lado, ¿la paz que le proporciona su familia es en lo que se escuda para evadir todo lo demás que le ha pasado? ¿O la vía de escape de todo eso es la Marca? En tal caso podría tener una vena supremamente violenta. ¿Y cómo se defiende ante los recuerdos de otra mujer que habitan en su cabeza? Si quiere deshacerse de Sybilla significa que Castalia vive acosada por ella, más aún cuando viven en las mismas casas y trabajos, los recuerdos que no son suyos deberían molestarla todo el tiempo. Ese tipo de cosas deberían verse más en el rol cotidiano.

Leah

¿Esta chica tuya es simplemente una niña genio malévola odia muggles con una historia familiar muy complicada… o qué carajos? o.ó (xD)

Una de dos, o después del abandono, la pérdida trágica y el asesinato de muchas personas importantes para ella está completamente traumatizada y se ha convertido en un pedazo de hielo, o es de nacimiento insensible ante la mayoría de las cosas. En tal caso, debería ser una perra con todo el mundo cuando la rolearas; cosa que no es solo difícil de hacer sino que realmente no haces porque Leah es relativamente normal en su comportamiento. Un poco más histérica que muchas personas, pero relativamente normal.

Entonces, en caso de que haya aprendido a dejar atrás el pasado y viva con mayor calma en el presente, tu perfil psicológico dice que ella es una sentimental que finge que no, pero que es muy dependiente de sus hermanas… igual y la tipa está loca, claro, pero algo no está funcionando del todo en esa ficha. No sé si me hago entender…

De todas formas ya tienes un perfil muy sólido así que es cuestión, como dije al inicio, de pulir las cosas que no amoldan bien con el personaje que roleas.

Emilia

Si estás editando la ficha, tómalo con calma. Que gran parte de todo esto tiene que ver con ella y en lo posible debería quedar bien hecha, en consonancia con lo que roleas normalmente. Por ahora, te doy un ligero esbozo:

Como supongo que el fondo del personaje no cambiará demasiado con la historia (¿o si?), empezaré por decir que Emilia parece ser una chica introvertida, melancólica y muy vinculada con la música, o al menos eso es de lo primero que yo he captado de tu personaje. Si es así, son rasgos fuertes que puedes mantener sin mucha dificultad a lo largo del tiempo. Y tiene motivos para ser así ya que, como todos en el foro, tiene su trauma personal que debes explotar: si Emilia mató a su primer amor en su propia fiesta de compromiso, de plano, debería tener conflictos con las relaciones afectuosas. Peor aún si su relación con su madre es caótica. Y hablando de madres, insisto en que Leah parece ser una maldita insensible xD

Como sea, si Emilia va a seguir siendo un demonio, ten en cuenta el tipo de demonio que es Leah para que puedan construir algo coherente entre las dos. No tienen que ser exactamente iguales pero definitivamente habrían de compartir muchos rasgos. Es lo que tiene crear personajes con relaciones familiares importantes con otros personajes: todos terminan bebiendo de la historia de los demás.

Ashley

Te digo lo mismo que a Emilia respecto a la ficha. Tómalo con calma que la idea de todo esto es ayudarte a mejorar al personaje que ya tienes. Y como no eres tan nueva, a menos que decidieras matar a Ashley y empezar de ceros, pues hay rasgos que ya están mucho más definidos.

Y antes de seguir, ¿Ashley tiene una apariencia de diez años? Parece que no, pero pregunto por si acaso. Porque eso representaría una gran cosa para el personaje, igual que haber sido abandonada por su padre con una familia adoptiva. Aparte, es importante que definas qué otras cosas que definen a Ashley. Ser una vampiresa sin memoria de su infancia debería ser importante, por ejemplo pero, aparte de eso, ¿la relación con sus hermanas es tan importante como lo es para Leah? ¿Su paso por la Orden va a seguir siendo una parte de historia que recuerda con odio?

Por otro lado, los asesinatos que Dany cometió en su época de vampiro nunca los conté como asesinatos. Eran comida y ya. Pero si Ashley sí los cuenta como tal, entonces es porque de alguna forma, tomar vidas, le genera algo (bueno o malo es decisión tuya).

Mia

Bienvenida. Nunca has roleado mal pero Mia no parece haber cambiado mucho desde la última vez que estuvo por acá, así que la pregunta inicial sería si lo hizo. ¿Su paso por la Orden va a ser contemplado en la historia y en su personalidad? ¿O Mia se fue a Alemania, ahora vuelve y es todo? En tal caso, qué hizo en ese tiempo? ¿Qué va a hacer en ella su reciente conversión en demonio? Por ahora dejamos así mientras roleas un poco más.

Aparte, ¿Mia, es hija adoptiva de Derek? Pues tengo a toda la familia aquí, entonces xD

Divied

Tu historia es muy corta y me traumatiza porque, al menos para empezar, no me da mucho con qué trabajar pero… ¿estás haciendo un borrón y cuenta nueva de tu personaje? ¿Lo olvidó todo y lo estás reiniciando? Y al margen de que lo haya olvidado todo, ¿Divied es mexicano? ¿Qué hacía en Francia cuando fue convertido en vampiro? ¿Por qué le gusta la arquitectura? ¿Cómo llegó a Inglaterra? ¿Cómo es que estuvo en la Marca, luego en la Orden y ahora, otra vez en la Marca? ¿Hace cuánto lo olvidó todo? Tengo como un millón de preguntas así que por ahora corto aquí, mientras continuamos en el rol para poder conocer a este chico conforme avancemos en el rol :3

En cuanto a escritura, me tomaré el atrevimiento de recomendarte que separes un poco mejor las ideas con comas y puntos para que sea más fácil leerte porque a veces las ideas te quedan muy largas y como lector, me cuesta trabajo seguirte.

*

Para todos, en este post aprovecharé para reflexionar acerca de cuando nuestros personajes tienen aventuras con temas mega fantásticos, como Shamballa o el Hades o Lucifer, porque en tales casos a veces parece que uno quiere darle muchos aires al personaje y puede salirse de las manos. Sin embargo, creo que siempre que esté bien manejado, no es un problema. Al propio Dany yo lo he metido en medio de un par de aventuras fabulosas por simple gusto y hasta tiene un par de relaciones estrambóticas con figuras míticas... Casi todos hacemos cosas semejantes en algún momento pero hay que saber dónde parar y, sobretodo, no exagerar con atributos e historias.

Para que esas cosas no se vuelvan un problema, recomiendo dos cosas:

1. En casos de personajes centenarios, como varios de los que tenemos aquí, si se van a meter con la Historia del mundo, traten de respetar los grandes hechos, tal y como se supone que sucedieron en la realidad. En término generales, se supone que estamos en el mundo tal y como lo conocemos, aunque con la variante de una comunidad secreta de magos y brujas ocultos. Rowling se ha esmerado en que los hechos del mundo de HP y el real, compaginen. Y por supuesto que uno puede inventar pequeñas líneas alternas que den influencia al personaje en una historia específica como... no sé, por ejemplo, yo podría decir que Dany intentó evitar la decapitación de Luis XVI y hacer una buena trama al respecto diciendo que conoció incluso a María Antonieta y comió pasteles con ella. Pero no podría decir que evitó realmente la guillotinada o que el rey lo hizo su heredero. Vamos, que así no funciona.

2. Si van a jugar con mundos míticos y sus características, tales como Shamballa o el Inframundo con sus dioses y cosas por el estilo, está bien jugar pero hay que saber dónde detenerse para dejar esas cosas de trasfondo y no en el escenario principal, porque no es en el que los otros personajes se van a relacionar con el de ustedes. Hay que ser siempre coherente y no deberíamos dejar que una historia se descarrile ni que algo como eso sea lo único que rija al personaje porque, insisto, se supone que nuestros personajes están situados en el mundo de Harry Potter.

Si queremos que nuestro personaje sea la cosa más grandiosa que se ha visto jamás, tener superpoderes que todo el mundo acepte on rol, y que se nos reconozca como el hijo perdido de Dios y la Reina Victoria, pues vamos a tener que enfrentarnos a que ningún otro usuario va a permitir semejante abuso del rol.

Consigna alterna:

Como ya debieron haber notado, tenemos una actividad/consigna alterna a esta: vayan a rolear en el topic de Efectó Dominó. Son roles rápidos. Uno o dos párrafos como máximo, que narre la reacción de su personaje ante lo que haya hecho o dicho el anterior, no necesariamente siguiendo una trama coherente. Es un experimento que estamos haciendo xD

http://www.harrylatino.org/topic/107659-efecto-domino/

Ñam... hola ._.

No encontré más dónde preguntar así que lo pongo aquí: ¿alguien sabe por qué no se ha abierto el conocimietno de pociones? xD

Es el primer concimiento que tomo, me inscribí hace rato y me hacía ilusión... pero veo que ya todos están roleando menos este y estoy con esta cara --> ._.

El caso es que no tengo mucho tiempo libre y si debo hacer algún número mínimo de roles a lo largo del mes o alguna cosa más elaborada (ahrre que no sé bien cómo funcionan las clases) pues sería lindo tener el tiempo completo para lograrlo y no perder mis escasos galeones (xDD)

No es de quejoso, aclaro, y entiendo que quien sea el o la profesor/a puede estar corto de tiempo pero igual quería preguntar.

Gracias :3

Por si acaso, taggeo:

@ @

— Todo el mundo sabe que eres la mejor clienta de Pascual — le contestó Danyellus a Gatiux como quien no quiere la cosa. — Pero no negaré que he pensado en hacerte competencia un par de veces... Tal vez por eso Spectum salió como salió — sonrió entonces para la Malfoy y para sí mismo, mientras se asomaba una vez más a su jarra.

Tras las palabras de Goshi cerca de su oído, el Triviani miró hacia arriba, como esperando que un piano conjurado de no se sabía dónde, aplastará a la Black en el acto. Se rieron entre dientes sin poder disimular ante la pelivioleta, que les dirigió una mueca extraña; algo entre una mirada fulminante y una risa. Poco después Goshi se alejó para saludar a una nueva clienta; una mortífaga a la que tampoco se le había visto el pelo desde hacía mucho tiempo. ¿Acaso había alguien revolviendo viejos cementerios en algún lugar? La Fortaleza, y en especial la Taberna, parecía llenarse repentinamente de sus antiguas momias.

Cuando notó que Gatiux se reía mirándole el pelo, no tuvo otra opción que reírse también.

— Shhh. La última vez que te vi tú también parecías un arcoiris... — empezó a decir entonces, hasta cuando Spectum le interrumpiera con reclamos acerca de lo que quería o no ver entre sus padres. Así pues, las palabras del demonio cambiaron hacia aquel derrotero:

— Tú, tómate otra cerveza y calla — le puso una nueva jarra sobre la mesa — ¿O acaso deberíamos sentarnos y explicarte, ahora mismo y a los gritos, cómo fue que llegaste al mundo? — la mirada malévola que le dirigió a Spectum y el gesto que éste hiciera, bastó para hacerlo reventar de nuevo en carcajadas. Hacía muchísimo tiempo que las cosas no habían estado ni un poco animadas en aquel cuchitril... el cambio venía bien y, de refilón, pudo ver que hasta Pascual tenía algo similar a una sonrisa en su fea bocaza desdentada.

*-*

No me lo esperaba para nada, pero es lindo ser moradito de nuevo. Gracias :3

Todo lo demás lo leí y estoy completamente de acuerdo. La base del bando es tener la capacidad de trabajar juntos, aún cuando en ocasiones haya roces y molestias. Que todo se puede resolver con cortesía, de por Voldy, que es un juego y la idea es pasarlo bien.

Los 10 mandamientos están de lo más chulos.

@ : Nym, puedes elegir entre alguno de los tres tutores y escribir un MP, a ver si alguno puede recibirte en las tutos que ya están abiertas y en curso. Tendrías que ponerte al día pero no hemos avanzado tanto como para que sea imposible... creo.

Y pues... felicidades a los demás ascensos :3

Ahora, esperar la siguiente Junta y ver qué se puede hacer por la Marca. Por ahora, creo que Dany se vendrá a vivir a la Taberna un tiempo xD

*deja gashetitas de perro*

El pelirrojo, sin duda, estaba achispado. En un instante estaba dandole un tierno beso a la Malfoy de ojos amarillos; al siguiente estaba en la barra, pidiendo bebidas para todos; y al siguiente había montado un jaleo impresionante de sillas voladores y conversación amigable. Danyellus no sabía si debía levantarse y saludarlo adecuadamente o si era más adecuado quedarse sentado y verlo hacer el tonto a voces.

Sin embargo, el Triviani no pudo menos que soltar una risa, disfrazada como una tos, cuando lo escuchó referirse a Spectum y a su borrachera.

— El chico es hijo de Gatiux, no de la señorita Black — le aclaró al pelirrojo, dejando que una sonrisa maliciosa apenas perceptible le curvara las comisuras de los labios, al pensar en la escena de coqueteo que acababan de protagonizar la Malfoy el recién llegado. — Y como ella, siempre que viene a la Taberna, aprovecha para terminar como una cuba —. Estaba de más mencionar que el padre de Spectum también bebía en la taberna hasta perder la consciencia. Aquella debía ser una de las pocas cosas que los tes compartían de igual manera.

Pascual, sin dejar de simular que limpiaba un vaso con el sucio trapo de siempre, le dirigió a Danyellus una mirada de desvergonzada incredulidad. Para evitarlo, el ojiazul decidió entonces levantarse del asiento y demostrar alguna cortesía, por lo que le hizo un ligerísima reverencia con la cabeza

— Pero perdonad mi falta de modales. Me presento: Soy Danyellus Triviani. hijo de Alyssa Black y Carlomagno Malfoy. Éste... — le dijo, señalando al joven de cabello lila que estaba sentado a su lado — ...es Spectum Crouchs, y ella, supongo que la conocéis, es Goshi Black... —. El hombre había hecho un gesto de familiaridad al verla a ella.

— Y ya que estamos en plan de festejar y hacer amigos, resulta que hace apenas un momento nos preguntábamos quién érais vos... monsieur eh... caballero —. Sin saber aún cómo tratar con el vampiro, le resultaba de lo más curioso debido a su inusual afabilidad en la Taberna. Obviamente era un antiguo mortífago que regresaba a casa pero el peliblanco no podía dejar de pensar que había visto ese rostro en algún viejo cuadro dentro de los muros de la misma Fortaleza Oscura.

-¿Qué, nunca te enseñaron modales?- refunfuñó Danyelus a su hijo, tras notar que el chico no saludaba apropiadamente al acercarse a la barra en donde se ubicaban Goshi y él. No podía quejarse de la educación de Spectum puesto que jamás había participado en ella pero, llegar apestando a alcohol y no tomarse la molestia de decir hola era profundamente descortés.

-Y por supuesto que fui yo quien te mandó arriba. No iba a hacerlo tu madre y yo no iba a esperar a que vomitaras sobre lo que te quedara de honor. La chica con quien fuera que estuvieras se había marchado hacía rato-

Recordó entonces que, mientras subía al chico, lo había golpeado un par de veces así que pensó que quizá estaba siendo demasiado severo con él por lo cual, para equilibrar un poco la balanza y redimirse un poco, le hizo una señal al viejo Pascual para que acercara una jarra más, llena de licor, que le extendió al pelilila. Entre tanto, fue como si nombrarla fungiera de invocación porque, a los pocos minutos, la madre de Spectum entró en la taberna: Gatiux apenas si le enseñó una sonrisa antes de reunirse con aquel viejo lobo que había entrado en la taberna poco antes que ella. Danyellus recordaba haber visto a aquel hombre hacía mucho tiempo, pero nunca había llegado a tener contacto con él. Al pelirrojo que llegó después, en cambio, no lo conocía de nada; sin embargo, la cara le era vagamente familiar y su actuación con la pelivioleta Malfoy dejaba mucho qué pensar.

-Si, sé quién es Remus...- contestó el Triviani a Goshi en un tono de voz suave -Pensé que había muerto hace años, en alguna de esas trifulcas que le gustaba montar de madrugada. Al otro sólo podría haberlo visto, quizá, en uno de esos viejos retratos que hay en la Fortaleza... pero no podría asegurarlo-

En realidad no le daba mucha importancia a ver viejos fósiles deambulando por los pasillos. Cada tanto tiempo todos terminaban por regresar el redil. Él mismo era prueba de ello. Así pues, vació una nueva jarra de licor en su garganta y esperó, con cara de pocos amigos, hasta que Pascual se la rellenó. El decrép*** tabernero parecía impávido con el mundo en general, pero había dado muestras de conocer a los dos antiguos mortífagos. Aquello lo llevó a preguntar, creyendo que lo hacía para sí mismo aunque las palabras realmente escaparon de su boca:

-¿Cuántos años tendrá Pascual?

Su pregunta quedó opacada cuando el pelirrojo desconocido anunció pagar dos rondas de bebida para todos. El tipo parecía un mendigo así que Danyellus dudaba que tuviese un sólo knut con el que pagar pero, ya que allí todo el mundo estaba inscrito en la eterna lista de deudores de Pascual, ¿qué más daba? La siguiente jarra la levantó hacía el tipo, a guisa de saludo, y se la bebió de un solo empellón.

Aquel tipo, fuera quien fuera, ya le caía un poco mejor.

Empezaré explicando la idea de esta consigna: ver cómo rolean el diario vivir de un carácter, para así conocer sus rasgos de escritura como usuarios, y los rasgos que emplean para dar vida a sus personajes. Esto último suele ser lo más difícil de mantener con el tiempo, pero es lo único que realmente les va a dar una marca personal y una recordación. La personalidad del individuo debe “sentirse” en el rol; verse entre líneas sin necesidad de explicarla o describirla.

La tuto se trata de qué implica ser mortífago en la vida cotidiana del pj, sí, pero más que nada de que haya coherencia y consistencia en el personaje/mortífago. Con esto me refiero a que hay usuarios que, sin saber qué o cómo quieren plasmarse en sus post, terminan por escribir y describir cosas muy diferentes en cada rol, y así nadie termina entendiendo qué clase de personalidad tiene o, incluso, cómo es físicamente el personaje. La tuto es entonces para estructurar y explotar algunos aspectos del rol individual, para que ustedes como usuarios estén satisfechos y sobretodo cómodos y seguros a la hora de mover al personaje. Cuando los roles son forzados, se nota, se nota mucho. Y son lo peor u_ú

Como recomendación… pasen los textos por un corrector antes de postear. ¡Por piedad! Que hay cosas de ortografía que en teoría no debo corregir pero que hacen que sangren los ojos ;_;

Haciendo eso de lado, diré que me gustaron los roles pero, en cambio, criticaré que no llegué a “sentir” mucho la personalidad de algunos personajes. Siempre he dicho que el tranquillo está en meterse en la piel de lo que escribimos y no sólo escribirlo; es decir, cuando me siento frente a la cumpu debo pensar como Danyellus, no sobre Danyellus.

El punto es entonces profundizar y complejizar sus propios perfiles; buscar los rasgo que deberían ser más notorios en cada uno y, sobretodo, que todo su personaje coincida con la “mortifagosidad” del bando al que pertenecen. Recuerden que, en teoría, lo único que todos aquí tenemos en común es el hecho de tener una Marca tenebrosa tatuada. La cuestión de ser “los malos” nos es impuesta desde criterios morales externos a la obra pero para nuestros personajes, sus ideales son los correctos. Eso deriva, por lo general, en una tendencia a la altivez y la soberbia debido a cosas como el status de sangre que poseen así que, por definición, deberíamos odiar, subestimar o sentir asco, repudio o algo similar por los muggles, los sangre-sucia y los traidores a la sangre. Además, como la Marca Tenebrosa es un grupo de élite secreto, pertenecer a ella también tendrá cierto orgullo y ferocidad para nosotros pero, por lo demás, existe una variabilidad enorme de personajes. Incluso las razones por las que somos mortífagos y las características de cada uno pueden variar muchísimo.

Piensen en cada personaje como una persona real: única. Para empezar, no tenemos porqué ser perfectos, ni psicológica ni físicamente. Tener defectos ayuda a dar realismo a los personajes y ello nos lleva a hablar de la historia, que es vital para definir su carácter: de las vivencias se determina quién, cómo y por qué es como es. Si es de una raza específica, a qué le tiene miedo o cómo reaccionaría ante una u otra cosa son cosas que alterarán radicalmente su forma de actuar. Eso tendría que notarse siempre y en TODOS sus roles.

A continuación, haré anotaciones sobre lo que cada uno escribió pero, en serio, lean todo lo que les ponga a sus compañeros. Hay cosas que aplican para todos y que deben tener en cuenta. No quiero estar repitiéndome todo el tiempo. Desde que empezamos he estado leyéndome todas sus fichas, historias y cosas, para ver de qué onda va cada personaje así por eso la tardanza.

Cissy

Te odio un poco. ¿En serio es necesario tener tantos personajes secundarios, con historias tan largas e interdependientes? Me parece lindo pero mira que leer todo eso… xD

En cuanto a lo que dices, me gusta bastante la posición contradictoria de Cissy, ente la Marca y su familia. Ama ambas de formas diferentes y a veces se ve obligada a elegir una sobre la otra. Eso queda claro. Igual que el hecho de que no es alguien especialmente macabro. Obviamente los dos roles que me pasaste son muy familiares, está defendiendo su casa de aurores y mortífagos abusivos, pero el juego ambiguo va bastante bien, en especial porque se nota la diferencia entre su fuero interno y lo que dice de dientes para afuera.

No entiendo muy bien que haces acá cuando eres casi igual de vieja que yo pero bueh, igual podemos dedicarnos a pulir algunas cosas y revisar lo que dices *-*
Por cierto, ¿Hace cuánto no roleamos juntos? Dany dejó de ser vampiro hace años y sigue estando loco pero ya no como antes. Digievolucionó o algo así xD

*la viola*

Emilia

Empezaste muy bien. La descripción de la escena con la música y la niña iba genial, me hizo sentir ahí. Pero de repente me cortaste el vuelo: dejaste de describir a fondo y simplemente, de repente, la chica se levantó y desapareció hacia un lugar con dos personas con capa. Fue un cambio muy brusco.

De no ser por tu ficha apenas si me habría enterado de que tiene los ojos azules. Pero me encanta que no aparezcan plumas por ahí (Los links de tus roles no funcionan pero fui a buscar por ahí y algo encontré).

Aparte de eso, hubo un par de errores ortográficos y noto que algunas palabras resultan repetitivas en el rol (podrías revisarlo con una relectura). Pero estuvo bien.

Tengo a madre e hija y no sabía, así que me divertiré con ustedes

Ashley

Se nota la diferencia en los roles, y se nota que eran las tres de la mañana cuando dejaste este xD

Tienes un buen rol, relatas bien, pero al principio me pareció difícil leer al personaje como tal porque, aparte del fragmentito de sueño con el que empezaste y que no me permitió enterarme de mayor cosa, siento que mucho de lo que Ashley hizo es lo que cualquier otra persona en el mundo. Tal vez muy mecánico… en cambio, las líneas en las que explicas su angustia al despertar o el placer de sentir arder la Marca, fueron mejores porque entonces si pude entender un poco más a la chica. Los otros roles lo demuestran mejor aún.

Es bueno que siempre está claro su vampirismo, incluso sin mencionarlo explícitamente, en cambio, casi no haces uso de las características física de Ashley. También se nota que La Orden tuvo una gran influencia sobre ella pero que, afortunadamente, lo ha superado y ahora solo es parte del pasado. Empezamos bien.

Pikachu

En serio, has mejorado muchísimo pero sigues dejando frases inconexas a ratos, otras que quedan cortadas, y otras que, como metes tantas comas en lugar de puntos, quedan extrañas. Te lo he dicho un montón de veces. Es sólo cuestión de que tengas cuidado y lo sabes. Si la frase suena rara cuando la relees, es por algo *lo latiga* xD

Pik ha cambiado mucho desde la última vez que aplicó a tuto, ha evolucionado también del niño que sólo iba a seguir los pasos de Cissy. Y aunque ahora es un tipo malo y se cree el poto amo, ya veremos qué onda. Que de todas formas, en el fondo y por la forma en que lo roleas, parece que sigue siendo el suavecito de siempre pero con coraza nueva xD

Leah *-*

Tu personaje, como los de Cissy y Pik, ya tienen un perfil muy formado así que vamos a centrarnos en los detalles, veremos lo que se pueda pulir y sobretodo en el rol. Has evolucionado un montón :’) #Proud
Me gustaría saber por qué demonios cambias tanto la historia de un personaje tan definido pero vamos a ver qué hacemos de divertido esta vez.

Teniendo en cuenta que todos nuestros personajes, exceptuando el de Pik, son centenarios, eso debe reflejarse de algún modo y dar mucho juego a la historia de cada uno. Igual que los que tenemos personajes extranjeros o que nacieron bajo la influencia de otras lenguas y de otras costumbres. Así que presten atención a ese tipo de rasgos porque no son tan comunes, o al menos no lo eran en otros tiempos, cuando Dany era de los pocos con centenas de años encima xD

***************

Cinco. Cinco almas tan mutiladas que de poco le serviría llevarse alguna al inframundo. Sólo cinco capuchas respondían al llamado. Dejó de reírse al pensar en ello y un brillo acerado cruzó sus gélidas pupilas. Eso era un indicio de lo mal que estaban las cosas. En otros tiempos, nadie se habría atrevido a desoír un llamado de la Marca Tenebrosa. Pero las cosas tendían a cambiar y usualmente lo hacían más para mal que para bien. Estaba acostumbrado al cambio y a la decepción, aunque no por eso le agradaba más ninguna de las dos sensaciones.

Miró bien a cada uno, trabando los ojos con los de cada pupilo por algunos segundos. Eran muchas las cosas que podían saberse de una persona con sólo mirarla a los ojos; mucho más que lo que le decían los folios y las carpetas de expedientes que la Tríada le había entregado de cada cual. Conocía a tres e incluso, con dos de ellos había creado un lazo sensorial inusual, mucho tiempo atrás, después de haberlos hecho sangrar, gritar y llorar entre cadenas, muchos pisos por debajo de donde ahora se encontraban. Los ojos de Leah y Pik le dejaban ver que aún recordaban con claridad aquella ocasión.

Caminó saltando de una almena a otra, tonteando con las ráfagas de viento que parecían poder empujarlo en cualquier momento, mientras su camisa blanca se tornaba transparente con la lluvia y su chaleco gris se hacía negro. Un reloj de bolsillo, de plata, tintineaba sobre su cadera dándole una idea así que, antes de saludar, miró hacia el vació y bisbiseó unas pocas palabras antes de volverse hacia sus pupilos.

-Sed bienvenidos una vez más a la Fortaleza Tenebrosa- empezó, con aquella voz suya que parecía acero envuelto en terciopelo, antes de sonreír con una mueca lupina –Os aseguro que vamos a divertirnos un poco todos juntos…-

Bajó de un salto al suelo firme de la torre y les enseñó el tatuaje del antebrazo izquierdo, que había expuesto para convocarlos.

-Ya sé quiénes sois... más o menos. Así que, antes que nada, debo a verificar que tengáis uno de estos. Me aseguraré de que todos tenemos un pasado oscuro que mostrar…-

El demonio utilizó la varita como cuchillo para, de forma casi amenazante, cortar la tela que cubría los tatuajes de todos los presentes. La tinta, profundamente negra sobre las pieles, parecía moverse al mismo compás que el de la sangre bajo ella. Sin embargo, con un nuevo movimiento de la varita y para sorpresa de todos ellos, las cinco Marca Tenebrosas se empezaron a disolver con la lluvia, hasta desaparecer del todo.

Aquella conmoción inicial serviría bien a sus propósitos. Después de todo, rebuscar recuerdos y traumas en las mentes de otras personas era un proceso agotador y doloroso que requería grandes dosis de concentración y de magia. Sin embargo, le parecía más satisfactorio que muchas otras formas de tortura así que, sin darse a esperar demasiado, Danyellus levantó a los cinco mortífagos en el aire con un elegante y totalmente inesperado movimiento de la varita, y los arrojó al vacío.

En aquel lugar no era posible desaparecer si no tenías una Marca Tenebrosa sobre la piel así que, si no querían morir contra las rocas, más le valía colarse en el portal que había creado para ellos, al fondo del abismo: una abertura amplia y de un brillante color plateado que giraba sobre sí misma.

-Recordar os hará libres- fue lo único que les gritó, antes de lanzarse tras ellos.

Aquel portal los haría revivir una de las primeras experiencias traumáticas a las que se enfrentaba cualquier ser humano como ellos. Y una vez que la hubieran superado, revivirían su contraparte: matar y morir.

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Pequeña reflexión:

Si reuniéramos todos los perfiles de los que hemos sido y somos mortífagos del foro, en la gran mayoría de ficha daremos con cosas del estilo “altivo, frío, distante, orgulloso, peligroso, letal, soberbio, hermoso, atractivo…” Casi todos tenemos el mismo patrón. Pero hay algunos que destacan o por oponerse a ese patrón, o por jugar otras cartas y no limitarse a él. Con Dany, por ejemplo, aunque es un personaje muy cliché en algunos aspectos, he intentado que sean su nostalgia por el pasado y su alma torturada la que determine muchas cosas. Él prefiere tomarse un té, mientras lee una novela y acaricia a su gata con una bonita vista del atardecer. Desea tener una pelea de ingenio antes que un duelo. Odia las cosas muggles y especialmente evade la tecnología. Para él, una antorcha vacilante es mejor que una repelente bombilla incandescente. Pero eso no quiere decir que sea inofensivo; si debe matar lo hace. Es especialmente sádico en cuanto a torturas psicológicas se refiere, pero eso de ir destilando sed de sangre no es lo suyo. Que de pronto se le mancha el frac xD

Mi consejo siempre ha sido que deberíamos poder divertirnos con nuestros personajes, buscar un punto de diferencia más allá de sumergirlos en el mar de demonios perfectos físicamente, sexis y soberbios, que tratan mal a todo el mundo y que van por la vida con los ojos rojos y sedientos de sangre fresca (sí, Dany es a veces es un poco así xD).

Consigna

Ahora, les explico la consigna que es sencilla: Consistirá en hacer dos roles independientes. El primero, una vez que describan lo que acaba de pasar (quiero ver qué piensan y sienten los personajes) y entren en el portal, van a rolear la primera vez que el personaje mató a otra persona. Quiero detalles. Por qué, cómo, cuándo, a quién, qué sintió y vivió. Luego, esperarán a que alguien haga puente, y rolearán la primera vez que su personaje murió.

Dejaré un par de semanas para esto y yo mismo me uniré y también rolearé las experiencias de Dany. Entre medio, creo que vamos a poner una segunda actividad, en conjunto con las otras tutos, pero eso se los explico cuando sea el momento.

PD: Si ven algo con lo que no estén de acuerdo, dígalo. Las tutos de perfil especialmente tienden a ser muy subjetivas, así que perfectamente podría malinterpretar algo o equivocarme con facilidad xD. Les juro que cada vez que las he dado, he aprendido un montón sobre transmitir mensajes y también Dany así que, sin duda, se los agradeceré :3

Hola o/

Me había apuntado a Historia de la Magia o Pociones en este link, así que aprovecho el último post de Elvis para decir que me quedo con Pociones :3

Por si acaso sea necesario, vuelvo a dejar la ficha:

Consumibles en Batallas

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Nota: No se permiten más de 5 consumibles en inventario.


Consumibles especiales:

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