Hakoda Albus Gryffindor Dumbledore

El barullo de la gente inundaba el estadio, y eso que ni siquiera el partido habia comenzado. Normalmente me gustaba mas un poco el silencio y estaba mas acostumbrado a este. De pronto, llegaron el ministro de magia y el ministro español, por lo que el sonido aumentó debido a la conmocion causada por la aparicion de estos dos importantes personajes. Yo sabia que el ministro de magia era un mortifago, lo sentia gracias a mis dotes, tanto vampiricos como angelicales, pero nadie me creeria. Me levanté de mi asiento y busqué a alguien a quien acompañar cerca de alli y por suerte encontre a Sophie, una prima lejana de mi familia y compañera de la orden.

-Hola Sophie, me alegra verte. Como has estado??-le dije casi gritando para que pudiera escucharme.

El sol irradiaba brillo justo encima del estadio New trafford, cerca del que me apareci para presenciar el partido entre españa e inglaterra. Caminé un rato, pues me apareci lejos del estadio. Llevaba una capa negra y una tunica azul clara. Mi pelo plateado ondeaba al caminar, a pesar de que no habia viento.

Tan pronto como llegué al estadio, me asegure en mi puesto y empezé a buscar a personas que concociera con la mirada mientras el partido empezaba.

Un suave y fino beso selló el pacto que teniamos. Era grato poder contar con ella para esas cosas, considerando que gracias a ella podria tener una buena compañia durante el viaje. Un viaje a Escocia era algo que no tenia planeado, pero que estaba dispuesto a hacer para averiguar mi pasado. Aunque habia conforme con el encuentro que habia tenido con mis hermanos y mi prima, queria saber mas por que mi pasado aun seguia nublado en muchos aspectos.

-Me encantará viajar contigo, pero me temo que tendra que ser en otra ocacion. Ahora estamos algo ocupados con los asuntos del ministerio.

Su mano en mi mejilla me devolvio a la realidad. Era su ternura la que me habia devuelto a la oficina y me habia sacado de esas imagenes. Su voz tambien me tranquilizó.

- Donde podemos empezar a buscar...quieres que vaya contigo a hacerlo...sabes que te ayduare en lo que pueda siempre

- Yo busqué desde que desperté inconciente en ese valle a alguien que me reconociera, pero nadie lo hizo. Podemos empezar a buscar en escocia, la residencia de mi familia sanguinea. Tu ayuda me vendria muy bien, tu compañoa me vendria muy bien.

Mis ojos se posaron en ella, buscando un refugio ante los recuerdos que salian a flote, como si ella fuera el salvavidas que tenia. Le di un suave beso y en un susurro, le dije:

-me encantaria que me acompañaras a Escocia. Seria hermosa tu compañia.

- bueno en medio de todo me alegra que ya tengas un lugar en el ministerio, la verdad aqui si se mueve mucho, pues como no tengo jefe el papeleo es durisimo y yo deboa probar y hacer cosas que no serian de mi jurisdiccion..pero no importa, la verdad la ventaja de ser una vampira es que no me canso... ademas ahora tenemos nueva jefa de departamento, es muy amable y nos ha colaborado muchisimo, la verdad el ambiente es muy agradable, aun que casi no tengo tiempo de socializar con las chicas de las demas oficinas y me da algo de verguenza, puesto que todos tenemos obligaciones.

Los ojos de Ariane se cruzaban con los mios, y a pesar de que a ella le daba un poco de nerviosismo, yo intentaba calmarla con mis sonrisas. Mantenía su mano entrelazada con la mia, y le pasaba toda la tranquilidad que podia.

-si, de hecho yo tampoco me canso. Ya conocer mi naturaleza, pero a veces me gusta cerrar los ojos y recordar esos momentos en los que podia dormir.

Me aleje un poco de la realidad, recordando lo poco que conocia sobre mi pasado antes de la magia, antes de mi propia magia. Casi en un letargo, dije en un susurro, respondiendo a la ultima parte de su comentario.

-tienes razon, el ministerio tiene mucho trabajo y todos tenemos mucho que hacer.

Mis ojos ya no se encontraban en ese lugar, sino en la escena del castillo, siendo destruido por los mortifagos y la imagen de mis padres muriendo en sus manos. Al final, ya no habia nada.

-me encantaria saber quien fue el que me convirtio. Quiero saberlo...

Ariane me guio hasta la sala de espera de la oficina, mientras le daba un beso en la mejilla y le sonreia.

- Primo querido ven aca... que alegría recibirte aqui, permanezco muy sola ahora que ya no tengo jefe...

-quize venir a visitarte, aunque deberia estar trabajando en mi departamento, pero por el momento mi jefa no me ha asignado ningun trabajo. Dime, como ha estado todo por aqui?? si se ha movido el departamento??

Las sonrisas iban y venian entre los dos, como era de esperarse. Entre ambos florecia una gran quimica cada vez que nos veiamos y eso me gustaba.

Normalmente cuando me encontraba en el ministerio era para ejercer mi trabajo o para hacer algunas visitas ocacionales a los departamentos, pero nunca me habia fijado en el departamento que ahora estaba visitando. La voz femenina que ya estaba acostumbrado a oir solo dijo: departamento de cooperacion magica internacional. Me bajé del ascensor y fui caminando por entre las oficinas y escritorios, buscando su presencia.

La halle en la oficina del director del departamento. Me agrado verla alli, disfrutando de la bella musica de un arpa.

-hola. Ese puesto te sienta muy bien. Deberias postularte para el cargo de directora del departamento.

Me le acerque y la observe unos momentos.

Cye me describio mi club a la perfeccion, como si anteriormente hubiera estado alli. Esa breve descripcion me sacó una sonrisa de mis labios, considerando que mi club fuera conocido y mas aun que tuviera una buena critica. La bruja tambien se vio interesada en el hecho de que lo pusiera a disposicion del ministerio, pero antes debía escoger uno de los cuatro deportes que habia señalado para que nos enfocaramos en ese.

-si he de elegir en uno de los que esta alli, diria que el que mas me gusta es el polo de hipogrifos. es el que mas me gusta.

Cye no dijo nada, solo se levanto de su asiento y tomó su varita. La ayude a ponerse la capa y mientras tanto ella me decia:

-Sera mejor que vallamos cuanto antes, hay muchas cosas que planear, espero que estés tan entusiasmado como yo

-en efecto, estoy muy emocionado con esto.

Nos dirigiamos a la salida del lugar, cuando nos detuvimos en una oficina donde se escuchaban voces en su interior. Cye me dijo que entraramos, que no nos demorariamos nada y le hize caso. Alli estaba Ed, nos saludó bastante bien y confirmó que ya nos conciamos. Lo salude energicamente, pero toda esa energia se fue cuando miré a la persona que estaba junto a él. Severus tenia una exprecion diferente a la que solia poner. Una sonrisa surcó sus facciones, aunque dudó por un rato. Estaba seguro de que el no estaba a tanto de mi habilidad magica de leer los sentimientos, pero fuera como fuese, un brillo de sinceridad surgio dentro de él.

Terminé por creerme esa sonrisa, asi como el hecho de que Severus quisiera hablar conmigo sobre algo. Tal vez queria trazar unos pequeños lazos de amistad, y aunque normalmente solia ser amable con todos, con esta persona me resultaba dificil sacar mi parte angelical. Por el contrario, la parte que tenia de vampiro relucia frente a él. De todos modos no permiti que en ese momento y en ese contexto esa parte de vampiro saliera y lo atacara, ya fuera con actos o con palabras.

Me cuestionè si podria comunicarme con el mediante pensamientos, pero debia intentarlo, pues hacerlo con palabras en ese lugar no resultaria muy bueno. Finalmente lo intenté y pronuncie en mi mente, esperando que lograra escucharme: "tu solo pon el lugar y yo llegare hasta alli".

Salimos con Cye directo al Possum, donde tendriamos mucho trabajo que hacer.

Cye me habia tratado de lo mas hospitalariamente posible, y no pude mas que devolverle una sonrisa. Acepté con gusto colgar mi capa en su perchero, sentarme en la silla que me señalaba y tomar el jugo que me ofrecia. Le di un pequeño sorbo antes de empezar a hablar, aunque me tardé mas de lo necesario, pues estaba delicioso.

-pues bien, vengo por que estaba discutiendo con Angus un tema de mutuo interes. Es de mi propiedad un club deportivo que desearia poner a disposicion del departamento para inaugurar algunos de sus juegos. El director aceptó con gusto, me dio una lista de los deportes que debian inaugurar, me dio la posibilidad de escoger los que mas me gustaban y me mandó aqui.

Le pase la lista con los deportes que Angus me habia dado y empeze a señalarle los deportes que mas me habian gustado.

-Escojí estos dos-y puse mi dedo indice sobre el que decia "accio y expulso" y el dedo corazon sobre el que decia "vuelos sobre Threstrals"-tambien me gustaron estos dos-y puse los mismos dedos sobre "encuentra al traidor" y "polo de hipogrifos"-como veras, escoji los que contienen bestias por que me gustan mucho estos animales magicos. Creo que soy una persona que adora los animales. Bueno, que dices?? Angus me dijo que podriamos ir a ver el club para acomodarlo segun las condiciones del ministerio. Su nombre es el Possum Perpetuo.

El director del departamento me dio una lista con deportes y juegos que aun faltaba inaugurar. Al parecer habia aprovado la participacion de mi establecimiento como parte de la inauguracion de los juegos. Lei la lista una y otra vez, hasta que decidi los juegos que me gustaban mas y en realidad eran bastantes, cuando Angus me hizo levantar del asiento y me llevo fuera de su oficina.

- Acompáñame a la oficina de Cye, la encargada de los Cuidados Anti-Muggles. Cuando te hayas decidido, le comunicas a ella que te acompañe a tu negocio, para verificar qué todo esté en orden para llevar a cabo dicha competencia. La oficina de Cye Lockhart es la que se encuentra al final del pasillo, a tu derecha. Dile que vas de parte mía, ella sabrá qué hacer. Un gusto, ya nos veremos por tu negocio para ultimar detalles.

Fueron las ultimas palabras que me lanzó el director mientras me llevaba a la oficina de la que hablaba. Alli encontre a Cye, le extendí una mano y me presenté.

-un placer conocerla. M nombre es Hakoda Albus, pero puede llamarme Hdao. He venido de parte de Angus para hablarle sobre ciertas cosas que estaba discutiendo anteriormente con él.

Me encontraba en la sala donde ardía en nervios y temblaba de emoción, sabiendo que detrás de la puerta al frente mío, tendría que enfrentar un reto que no todo mago podía lograr: La aparición. Me estremecí cuando escuche mi nombre en la puerta, por lo que me puse en pie y caminé hasta la estancia donde la examinadora me esperaba. Tan pronto como puse mi pie en la sala, esta cambio al igual que la otra, donde había presentado mi examen de Vuelo.

Esta vez el paisaje era un mar abrazador, cuyos sonidos hacían que la concentración se efectuara de forma sencilla. El sonido de las olas chocando contra unas rocas me relajaba bastante y me hacía pensar en cosas que salían a flote en mi mente, pero por el momento solo deseaba que algo saliera a flote durante todo el examen y eran las tres Ds: Destino, Determinación y Deliberación. Suponía que el sonido relajador del mar lograra ese efecto en mí.

Me acerque a la examinadora, que curiosamente la conocía, pues era una compañera de la Orden a la que pertenecía. Pretendí que mis pasos y más que nada mi expresión mostraran seguridad, aunque si la mostraba era una seguridad falsa, pues mis nervios estaban a punto de estallar y es que jamás había intentado algo así.

-Hola Paige. Vengo a mi examen de Aparición, espero poder hacerlo bien-le dije a la persona que estaba sentada en una roca en medio del mar, más parecida a una sirena que a una persona. Me reí de aquella similitud y camine por lo que parecía ser agua hasta llegar a los dos aros marcados. Me senté en el más grande, a distancia de unos diez metros del otro y cerré mis ojos, bloqueando las imágenes que podrían distraerme.

Me concentre lo que más pude en el círculo en el que debía aparecerme y pensé, también, en las tres Ds necesarias para hacer la aparición correctamente. Ya habiendo bloqueado las imágenes que podrían entrar a mi mente por medio de mis ojos, me concentre en el sonido que lograría mi concentración. El choque del agua con las rocas era de lo más relajante y me ponía en una especie de letargo del que era muy difícil escapar.

Poco a poco mi cuerpo fue volviéndose más ligero y a perder peso, aunque lógicamente no lo sentí gracias al éxtasis en el que estaba sometido. De otro modo me sorprendería de lo ligero que era, más parecido a un fantasma. No escuchaba los latidos de mi corazón, que iban acelerándose conforme la aparición se producía y curiosamente no sentí las nauseas que solía sentir cuando efectuaba una aparición conjunta. Tal vez esto se debía a que era mi propia aparición o bien porque no me encontraba en mis cinco sentidos en ese momento. En todo caso no llegué a saberlo.

Cuando abrí mis ojos, sintiendo que mi cuerpo se había trasladado, me encontré en el otro círculo más pequeño, a una distancia de diez metros de donde antes me encontraba. No pude ocultar mi sonrisa, la que le lancé a Paige y me respondió con la misma sonrisa. Me levante, algo mareado sin saber porque y caminé con pasos lentos por el agua del mar hacia la examinadora, que aun seguía pareciendo una sirena en esa roca.

-que tal estuvo mi examen??-pregunté, algo ansioso por la respuesta.

Mi hermana no había podido atenderme, así que fue otro funcionario del departamento el que lo hizo. El me indicó a que puerta debía dirigirme para realizar mi examen de vuelo. Los nervios impedían que caminara bien, pero logré disimularlo bien en mi trayecto a la puerta donde, al otro lado, me esperaba un reto que debía superar. Me quedé esperando un buen rato hasta que el que estaba presentando el examen salió de la habitación y me dio el turno para entrar.

Crucé el umbral hacia la habitación y tan pronto como puse un pie dentro, esta cambió. No dudaba en que la habitación estuviera hechizada, pero lo que más me sorprendió fue la escena que apareció en el lugar. Sin duda seria producto de mi mente el paisaje que veía ante mí. En todo caso no pude evitar soltar una sonrisa cuando puse mis ojos en el castillo y sus alrededores. Nada había cambiado, ni el lago, ni el bosque ni la magnífica construcción. Hogwarts permanecía intacto desde la última vez que lo vi.

No me sorprende que hubiera sido ese el lugar que se había materializado, considerando la cantidad de aventuras que tuve tras los pasillos y muros de ese castillo. Por quedarme observando el paisaje no me había dado cuenta de que la instructora me esperaba y para mi sorpresa y agrado era nada más y nada menos que Sara Weasley, una gran amiga.

-Hola Sara, que alegría es verte por aquí. Creo que no hace falta que me explique qué hago aquí.

Tomé la escoba que ella sostenía en su mano por el mango y crucé mis piernas por encima del palo. En cuanto me eleve no me asuste, pues ya estaba acostumbrado a los vuelos, a pesar de no haber volado nunca en una escoba. Un vuelo en dragón se parecía bastante, con la excepción de que debías sostenerte del palo de la escoba y una escoba era más fácil de controlar que un dragón. De resto, todo era exactamente igual.

Sentí el vértigo común al elevarme más alto y el viento en mi rostro al que tanto estaba acostumbrado y que, además, me agradaba bastante. En cuanto me hubiera estabilizado en el aire, estaba preparado para un reto mayor y por supuesto que lo daría. Me dirigí hasta el castillo, aumentando la velocidad un poco más y en cuanto di una vuelta por una de sus torres, ya iba a una gran velocidad. Aunque sabía lo que se sentía al volar, era una sensación agradable que imprimía una sonrisa a mi rostro.

Di unas pocas volteretas entre uno de los puentes que conducían a distintas torres, cuidando de agarrarme fuerte a la escoba para no caerme y en cuanto terminé con las volteretas me dirigí al bosque, lo sobrevolé un rato y di un pequeño paseo por los arboles, antes de volver a donde estaba Sara, que me miraba satisfecha.

-creo que eso es todo, ¿¿no?? –le pregunté

Escuche atento las palabras del director del departamento cuando este recalcó en que no me habia presentado y en cuanto lo hizo, mi exprecion de sorpresa se hizo notar. Como era posible que me hubiera olvidado de algo tan importante como eso?? Me levante de mi asiento, hize una lenta reverencia como las que solia hacer y no dude en presentarme, dejando de lado mis nervios.

-mil disculpas por no presentarme ante usted. Mi nombre es Hakoda Albus, pero puede llamarme Hdao. Pertenezco a la familia Gryffindor y el club del que hablo se llama Possum Perpetuo. Cuenta con buenas instalaciones, como ya antes le habia comentado y es posible acomodarlo dependiendo del modo que el departamento lo requiera. Se encuentra en un lugar apartado de la vista de los muggles, ya que es un establecimiento enteramente magico.

Esperaba que esta vez lo hubiera explicado todo de la manera correcta, pues mis ansias me habian impedido hablar de la mejor manera.

Segui a Ed por aquel pasillo interminable hasta una puerta que indicaba que era la entrada al despacho del jefe de ese departamento. Esperaba que le gustara mi idea tanto como le habia agradado a Ed, que habia dado señales muy positivas cuando se la comentè. Ed me indico que pasara y le obedeci, Mientras observaba al director del departamento, sentado al frente de su escritorio esperando impaciente a que le comentara por que habia ido hasta alla.

Me sente tan pronto como el director me dijo que podia hacerlos y comenze a relatarle el motivo de mi visita.

-pues...estoy aqui por que tengo una propuesta para hacerle. Soy el propietario de un club campestre que cuenta con buenas instalaciones. El problema con este lugar es que ultimamente ha estado muy solo y quiero proponerlo como sede para algun juego autorizado por el departamento de juegos y deportes magicos. De esa manera tendria mas movimiento el lugar.

Esperè la respuesta del director mientras permanecia alli sentado, notando como sus ojos se clavaban en mi.

Estaba esperando en el pasillo del departamento, cuando una mujer se me acerco, me besó en la mejilla y me saludo como siempre lo hacia.

-Hola, Sara. que bueno verte por aquí.

La chica se dirigio a una puerta que ella identifico como el despacho del director del departamento, el sujeto con quien deseaba hablar para comentarle mis planes acerca de proximos eventos. Seguí en silencio a la chica y noté como entraba en la oficina sin siquiera dar unos leves golpecitos para indicar que se encontraba alli. Espere un rato, cuando de pronto salio una persona a la que reconoci como Ed Browsler. Se me acerco y me saludó cordialmente.

- ¡Hola Hdao! ¿Que se te ofrece por acá?

-Pues....queria hablar con el director del departamento para proponerle algunas cosas, pero supongo que si no puedo hablar con él, te lo dire a ti-le respondí-Creo que pocos saben que tengo en mi propiedad un condominio conocido como el Possum Perpetuo. Ese condominio es mitad condominio y mitad club campestre. Me gustaria que mi club fuera la sede de algun juego organizado por el departamento de juegos magicos, pues está un poco abandonado y me gustaria darle vida.

Espere ansioso la respuesta de Ed.

Recorria los pasillos del ministerio de magia que tanto conocia, pero nunca antes me habia detenido en aquel departamento. El lugar estaba repleto de magos y brujas que iban y venian, pero en aquellos momentos estos estaban ocupados para hablarme y ademas necesitaba hablar con el lider de ese departamento para comentarle ciertos planes que tenia que tal vez pudieran interesarle.

-disculpe-me dirigi a una bruja que estaba alli-donde puedo encontrar al jefe del departamento??