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Vane Black Sullivan

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Mensajes publicados por Vane Black Sullivan

  1. Nombre del personaje: Carrie Sinclair.

     

    Sexo: Femenino.

     

    Edad: 18 años.

     

    Nacionalidad: Británica.

     

    Varita:

     

    Mide 27,70 centímetros. Inflexible. Está hecha de serbal y tiene como núcleo una pluma de fénix. Posee una empuñadura de marfil con rosas grabadas en ella.

     

    Patronus: Lobo.

     

    Colegio: Hogwarts.

     

    Aspecto Físico:

     

    Mide 1.60 cm. Sus ojos son color miel y su cabello es castaño claro, lo lleva corto y semi ondulado hasta la altura de los hombros. Es pequeña para su edad, de complexión delgada. Tiene la piel olivácea con pequeñas pecas en el puente de la nariz. Casi siempre lleva un broche anaranjado, sujetando su cabello por encima de su oreja derecha. Acostumbra a llevar pendientes muy pequeños y una muñequera negra que oculta una cicatriz del tamaño de un penique, en su mano izquierda. Es zurda.

     

    Siempre utiliza el uniforme del colegio y suele llevar las mangas por encima del codo. Lleva la falda un centímetro por debajo de lo normal y las medias hasta por debajo de las rodillas. Cuando no lleva el habitual uniforme del colegio, utiliza ropa muggle casual.

     

    Cualidades Psicológicas:

     

    Es una chica muy inteligente que ama leer. Normalmente es la primera de su clase junto a su mejor amigo, Cid, con el cual compite bastante acerca de todo. Es bastante organizada, hasta el punto de ser algo maniática respecto a ello. Siempre lleva su uniforme bien puesto, y sus pertenencias bastante ordenadas. Es perfeccionista, le presta mucha atención a pequeños detalles además de ser competitiva.

     

    Tiene una personalidad reservada y no le gusta mostrar sus emociones a menos que sea alguien de confianza. Es tímida al conocer a nuevas personas y no le gusta mucho socializar con los demás, prefiere tener un perfil bajo. Le cuesta hacer amigos nuevos, pero es muy abierta y leal cuando logra hacerlos. Es insegura y cualquier crítica con respecto a su desempeño, mella su autoestima. Sin embargo, es orgullosa y oculta lo que en verdad siente la mayoría del tiempo. Es bastante racional y madura para su edad; posee un gran sentido de responsabilidad social.

     

    Historia:

     

    Hija adoptiva de una bruja británica y un muggle francés, es la menor de tres hermanos. Su madre biológica, Jane, y su madre adoptiva, fueron mejores amigas durante su época en Hogwarts. Jane era madre soltera y solía trabajar en el departamento de aurores, pero una redada contra los mortífagos salió mal y ella perdió la vida. Tras la muerte de la madre de Carrie, ésta es adoptada por el matrimonio Sinclair cuando tenía dos años de edad, ya que su padre jamás apareció. Hasta la actualidad, Carrie no sabe quién es.

     

    Tardó años en acostumbrarse a su nueva familia, pero después de mucho esfuerzo y comprensión, lo consiguió. Sus hermanos mayores son dos mellizos que le llevan tres años de diferencia. Gracias a la buena relación que lleva con su padre, disfruta de las cosas muggles como las de su mundo, sabe manejar la tecnología muggle también como los hechizos de sus libros. Suele coleccionar postales de los lugares a donde ha viajado junto a su familia.

     

    Está cursando su último año en Hogwarts junto a Cid. Su casa en el colegio de magia es Gryffindor, y es bastante activa en las organizaciones que realiza, a pesar de preferir estar sola en la biblioteca. Nunca ha tenido novio ya que lo considera una pérdida de tiempo, además siente que todos sus compañeros son realmente inmaduros para ella.

     

    Planea ser periodista en el diario El Profeta, denunciando irregularidades en el sistema, o dando a conocer casos en los que se necesite brindar ayuda en países remotos. Sin embargo, su sueño secreto es ser aurora como lo fue su madre, pero los duelos nunca fueron su fuerte. Recientemente, con el torneo que se llevará a cabo en su escuela, vio una oportunidad en la cual podría demostrarse a sí misma, que tiene lo que se requiere para ser una aurora exitosa.

     

    Pertenencias:

     

    —Un pendiente encantado de cristal que lleva bajo la ropa. Brilla cuando se acerca algún enemigo, o se aproxima alguna situación de peligro. Herencia de su madre aurora.

    —Un tocadiscos con varios discos de vinilo de bandas muggles.

    —Un gato llamado Thommus.

    —Una lechuza parda llamada Valier.

    —Un libro de Artes Oscuras que robó de la Sección Prohibida.

    —Espejos comunicadores.

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  2. Antes de que la joven pudiera advertir de que se trataba aquello, sacó su varita caminando al lado de sus demás compañeros, mientras sus ojos buscaban algo con lo que defenderse, hacía mucho que no pisaba la cárcel odefa. Desconocía a quiénes irían a rescatar, pero en realidad eso no importaba; las ansias de una buena contienda en donde defendería a los suyos, hacía que la sangre le corriera violentamente por las venas.

     

    Morphos— susurró la Black apuntando a una roca frente a ella. El trozo de piedra fue cambiando de forma gracias al hechizo de la bruja; su superficie áspera se llenó de plumas y unas alas emergieron del cuerpo mientras los ojos amarillos del águila, se posaban en la pelinegra antes de alzar el vuelo y protegerla. Antes de que aparecieran los fenixianos, la joven volvió a alzar su varita hacia la nada— Avis— conjuró viendo como de la punta de su varita emergían doce pequeños gorriones dispuestos a interponerse en cualquier ataque dirigido a la vampira.

  3. El sonido de una barra de chocolate al romperse se unió al leve murmullo que producía la corriente del río al chocar con las piedras. El sol del medio día brillaba sobre aquél paraje, desprendiendo un brillo perlado en la lustrosa melena de la joven sentada sobre una roca con la mirada perdida, mientras mordisqueaba distraídamente el pedazo de chocolate que sostenía con la yema de los dedos. Sus pensamientos vagaban muy lejos de ahí, pensando en todo lo que había dejado atrás en ese periodo de ausencia que tuvo, esperaba no encontrarse con ninguna sorpresa ahora que volvía.

     

    Recordó a su hermana, Litah, y una sombra de ira surcó su rostro haciendo que se acabara lo que restaba del dulce de un solo bocado, realmente estaba decepcionada de la Marshbone. Antes de que pudiera continuar martirizándose por el embarazo de su hermana, un agradable dolor le recorrió el antebrazo. Vaya, hace tiempo que no me invitaban… pensó divertida mientras se levantaba de la roca visualizando el lugar al que debía ir, antes de desaparecer dejando un rastro de niebla negra.

     

    La vampira llegó a las Cuatro Ciénegas, en Coahuila, al norte de México. Sus compañeros la necesitaban, y estaba más que dispuesta en colaborar con cualquier cosa que necesitaran. Se colocó la máscara negra sobre el rostro y siguió a Mia y Lisa quienes estarían por delante.

  4. La brisa golpeaba con fuerza los muros de la cárcel, el viento aullaba cerca de ella envolviendo la edificación con tenues alaridos. Las botas negras de la Black resonaban en el piso de mármol que llevaba hacia las celdas. Su mirada estaba fija en el frente sin distraerse ante nada, lo único que debía hacer, era entregarle una de las varitas a su compañero, que casualmente, era hermano suyo. Una sonrisa divertida iluminó su rostro al ver al mago en la celda de al fondo del pasillo.

     

    Alohomora— murmuró haciendo que las rejas se abrieran para ella. Entró al pequeño cuartucho sintiendo un olor extraño, al parecer no eran muy aseados los de la orden—Evanesco— conjuró hacia las cuerdas que aprisionaban al Black—. Vine por ti, Zack— le sonrió tiernamente al joven viendo como se incorporaba para después entregarle la varita.

  5. Los ojos de la Sullivan se oscurecieron al sentir su antebrazo vibrar con furia y un dolor placentero marcar su antebrazo, sus compañeros la llamaban y necesitaba acudir a su llamado. Sus labios se curvaron en una sonrisa dejando ver sus perlados colmillos, alargados a causa de la excitación que le producía saber que pronto tendría que jugar. Posó su mirada sobre el cielo despejado de Inglaterra y sintió la brisa revolver sus cabellos mientras mentalizaba el lugar al que debía ir. Abrió los ojos y un brillo asesino iluminaron sus orbes antes de desaparecer en una espesa nube negra.

     

    Apareció en un sendero, cerca de la cara sur del Monte Everest que se encontraba en el Himalaya. El frío de la altura la hizo tiritar, sin embargo se colocó la máscara negra con relieves de serpientes impidiendo que el aire helado le hiriera las mejillas. Continuó con su pausado andar, viendo como sus compañeras iban tirando las defensas que protegían la cárcel fenixiana. Su corazón se aceleraba conforme iba llegando a su meta, y antes de continuar, acarició con la yema de los dedos su varita junto a cinco más que traía en una bolsa de terciopelo negro.

  6. Las horas pasaban rápidamente; fuera del salón de clases, el sol comenzaba a descender ocultándose de a pocos tras la delgada línea del horizonte. El cielo comenzó a adquirir aquél tono rojizo que precedía al crepúsculo, mientras los terrenos de la Academia iban llenándose de tenues sombras conforme la noche caía sobre Inglaterra. Desde unas de las ventanas superiores del aula de Transformaciones, la vampira observó como pequeños halos de luz, comenzaban a encenderse indicando el sendero que llevaba del bosque al centro de estudios.

     

    Sus ojos castaños se despegaron perezosamente del cristal y la hilera de árboles que parecía no tener fin desde su asiento, para posarse en los de la Black frente a ella quien comenzaba su explicación del primer punto escrito en el pizarrón. La clase anterior, la cual la joven mortífaga no pudo concluir, había tratado también de aquello, por lo que la inglesa se sintió segura de lo que sabía acerca de ello. Vio de reojo a la ojiazul que se había quedado en silencio desde su presentación, preguntándose en qué estaría pensando. Definitivamente tenía un tipo de fijación por Tauro.

     

    Meneó la cabeza levemente y giró para observar a las aves en sus jaulas, mirando brevemente a su compañero algo alejado de ambas chicas. No lo conocía, nunca lo había visto antes aunque era comprensible, la huraña Sullivan no tendía a ir a reuniones que celebraban las demás familias de Ottery para interactuar en sociedad, le parecía una tontería, tenía mejores cosas en las qué ocupar su tiempo, como por ejemplo molestar a la francesa que lamentablemente llevaba el mismo apellido de pila que ella. Suspiró por lo bajo volcando su atención en Leah, grabándose sus palabras para poder realizar mejor la tarea que les dejaría después de aquella pequeña exposición.

     

    Un brillo de interés iluminó sus orbes marrones al ver el cuadro que la profesora les mostraba, siempre se había preguntado como pintarían aquellos retratos, actuaban tal y como la persona a quien se retrataba. Pudo comprobar aquello con el cuadro de Bianka que descansaba en el Salón Principal del Castillo Black; solía hablar con la figura de su madre biológica impregnada sobre el óleo, siempre se sorprendía de las respuestas frías y directas que le otorgaba, era como si Bianka estuviese viva y fuera ella la que estuviese respondiéndole, lo cual no carecía de toda lógica, la ex mortífaga ya había aparecido ante la pelinegra.

     

    El sonido de los pergaminos volando hacia las manos de los estudiantes, la hizo volver a la realidad. Miró brevemente su nota y, tomó más énfasis en los comentarios que dejaba su profesora al corregir su primera tarea. Luego de observar brevemente su ensayo, sacó nuevamente la pluma y un pedazo de pergamino para continuar con la nueva asignación escrita en la pizarra. Esta vez, la explicación de la Black no le había dejado duda alguna. Garabateó con letra semi legible el pergamino que desplegó sobre su mesa, y comenzó a responder las preguntas teóricas.

     

    Realizar un resumen de los principios y la evolución de las Transformaciones.

    La transformación es la magia que cambia un objeto en otro. Es posible cambiar objetos inanimados en animados y viceversa. Algunos hechizos de Transformación cambian una parte de algo. La Transformaciones han evolucionado con el tiempo, gracias a las constantes investigaciones que los magos realizan acerca de esta rama de la magia. Las necesidades de hace dos siglos son diferentes a las de ahora, por lo que nuevos hechizos se han ido implementando a los existentes, creando así, diversificaciones que permiten conocer con profundidad todos los aspectos de las Transformaciones. Un claro ejemplo son el uso diario de las transformaciones con hechizos como morphos, avis, etc; que se utilizan en batallas.

     

    Redactar las cinco leyes de Gamp dobre las Transformaciones elementales y explicar el porqué de las mismas.

    • Comida: Es de la que más se habla y dice que la comida puede aumentarse, transformarse, moverse o cocinar con magia, pero nunca aparecerse de la nada

    • Amor: Simplemente no puede crearse el amor en donde no existe ni un poco de éste.

    • Vida: La vida no se puede originar en donde no la hay. Del mismo modo no se puede revivir a un muerto.

    • Dinero: Igual: no puede crearse de la nada, puedes modificar un knut o un sickle

    • Información/ Sabiduría: Puede aumentarse, modificarse, etc. pero no crearse, es decir, para obtenerla debes tener una fuente de de dónde sacarla

     

    Después de terminar el breve ensayo y la lista, dejó el pergamino sobre su escritorio en la esquina superior derecha, la Malfoy se encargaría de recogerlo junto con el de los demás a su debido tiempo. Sin embargo, aún no terminaba su tarea, debía realizar la parte práctica. Tomó su varita y cogió un tintero extra colocándolo frente a ella. Miró a la Black y luego al tintero, no sabía cómo proceder. En ese instante recordó el viejo libro de transformaciones que traía en su bolso; la clase anterior Leah se lo había recomendado. Sacó su ejemplar de Transformaciones y buscó dos de los tres hechizos que debía realizar, luego volvió a guardarlo.

     

    Avis— murmuró para comenzar, era el hechizo con el que estaba más familiarizada. Doce gorriones del tamaño de sus manos, salieron de la punta de su varita para comenzar a volar en círculos por encima de su cabeza. Las aves descendieron después de tres vueltas, picoteando el piso del aula. Volvió apuntar su arma hacia el tintero—. Lapifors— susurró haciendo un leve giro de muñeca mientras pronunciaba el hechizo. Un tierno conejo blanco similar a una pompa de algodón, apareció en el lugar del tintero dejando ver que la Black había procedido bien con el conjuro.

     

    Antes de seguir con el siguiente hechizo, miró a su alrededor en busca de lo que necesitaba para su siguiente conjuro. Justo en ese instante, recordó la pequeña estatua de dragón fuera de la ventanal por dónde había visto cómo el sol moría más allá de los terrenos de la Academia. Se levantó de su asiento saliendo de la plataforma en donde los alumnos se sentaban, dirigiéndose hacia la ventana, dónde se podía observar el perfil del dragón de piedra que hacía de gárgola sobre el alfeizar. Abrió el marco de madera con un movimiento de su varita para luego apuntar a la cabeza del dragón.

     

    Draconifos— conjuró viendo como la piedra comenzaba a teñirse de un color mucho más oscuro que el gris, y las alas extendidas de la estatua se agitaban probando la corriente de aire antes de alzar el vuelo; su pequeño dragón volvió la cabeza hacia la joven y voló hacia la cornisa como si quisiera que las brujas y el mago dentro del aula, admiraran su repentino despertar.

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  7. Sus ojos castaños se posaron en la Black detrás del escritorio, quien daba los conceptos básicos de la materia, mientras su mente volaba lejos de ahí. La presencia de Tauro hacía que pudiera concentrarse poco en lo que la joven decía; constantemente se hallaba a sí mismo viéndola de reojo. Se sonrojó un poco al caer en cuenta que no hacía más que el ridículo, esperaba que ni la ojiazul, ni nadie en el salón de clases se diera cuenta de ello, pero le alegraba tenerla cerca. Aún así, temía estarse distrayendo a cada instante y que pudiera fallar en alguna tarea.

     

    Gracias al curso anterior, la inglesa tenía algo de conocimiento sobre la materia, por lo que solo se esforzaba en poner atención a las palabras de Leah, cada vez que sus pensamientos viajaban a la bruja del asiento de al lado. Si apenas podía escuchar lo que la bruja decía, no creía ser capaz de tomar notas, solo desperdiciaría pergamino escribiendo palabras sueltas. Reposó una de sus mejillas en la palma de su mano utilizando toda su fuerza de voluntad para captar cada sílaba que salía de los labios de su profesora.

     

    Se irguió en su sitio, apoyándose en el respaldar de su silla al ver la primera transformación de la clase. Sonrió al ver que el pequeño minino era lo opuesto a su bola de pelos negra, Tsuki. La gata de apenas dos meses de vida, aún seguía sintiendo rechazo por su dueña. Quiere más a mi elfa, que a mi, pensó con tristeza viendo como el felino volvía a ser el trozo de madera de un principio. Una duda la asaltó de la nada, ¿qué pasaría si la Black dejaba al minino tal cómo estaba? ¿El felino volvería a su estado normal sin que alguien más interfiera?

     

    Pensó en levantar la mano, pero se distrajo nuevamente con el caminar de Leah. Reconoció el hechizo del águila y sonrió avergonzada, la clase anterior le había salido a la perfección el hechizo, pero lamentó no poder continuar con la lección anterior, esperaba poder terminar con ésta. Miró al ave frente a ella viéndose reflejada en los pequeños ojillos amarillos del águila. Definitivamente era su animal favorito, aunque eran de una raza pequeña las que tenían delante, cualquier especie de águila llamaba demasiado su atención.

     

    Sacó su arma de cedro del interior de su chaqueta y dio tres toques pausados en la cabeza del águila susurrando Vera Verto al final. El animal se convirtió en una hermosa copa de cristal. Miró a su profesora esperando alguna señal de aprobación. Luego de realizar el hechizo, tomó pluma, tinta y pergamino para realizar la tarea que le habían encomendado.

     

    1. Realizar una lista de hechizos conocidos que sean considerados como Transformaciones

    • Avifors

    • Avis

    • Vera Verto

    • Glisseo

    • Incarcifors

    • Melofors

    • Morphos

    • Draconifors

     

     

    2. Explicar la importancia del uso de las Transformaciones.

     

    Las transformaciones ayudan al mago a cambiar su entorno según su criterio. Ya sea para defenderse, atacar o para algún fin específico, éstas responden a la voluntad del mago o bruja que lo ejecute. Es una rama de la magia sumamente importante como peligrosa pero que es de uso fundamental para cualquier usuario de magia.

     

    3. Definir con palabras propias, tres de los cinco hechizos que se señalarán a continuación y señalando si sus efectos son Transformaciones o no:

    •Petrificus Totalus: Hechizo que paraliza el cuerpo de un oponente impidiendo que pueda moverse. Es una transformación.

    •Morphos: Hechizo que transforma un objeto en un animal a elección del mago que cumpla con las medidas del objeto a utilizar

    •Aguamenti: Hechizo que despide un chorro de agua desde la varita de un mago. Es una transformación.

  8. La Black se vio reflejada en los grandes ojos negros del animal que no paraba de jadear, haciendo que su baba cayera sobre el hombro de su dueña. En el ascensor que conectaba al Ministerio, se encontraba la inglesa y una bruja de mediana edad con una larga melena roja y túnica de escarlata La pelirroja tenía cargado en brazos a un enorme perro que fácilmente podía comerse a Tsuki, la pequeña minina de la Black, de un solo bocado. Le parecía extraño que alguien llevase así a su mascota, una así de grande.

     

    La voz de una mujer anunció la primera planta del Ministerio seguido del traqueteo habitual de las rejas doradas al abrirse. La joven bruja, el perro y la pelirroja, descendieron del ascensor al mismo tiempo que otros magos se subían a él. La Black continuó con la mirada pegada en el can, siguiendo el rápido andar de la bruja que lo cargaba por inercia. Pronto, todo lo que la rodeaba comenzó a desparecer quedando solo los profundos ojos negros del enorme perro; estaba hipnotizada con su mirada, tanto, que no se percató que el bastón de un funcionario se interponía en su camino.

     

    La inglesa tropezó con éste cayendo de bruces al suelo sin poder evitarlo, sintió cómo las personas se aglomeraban a su alrededor preguntándole su estaba bien, incluso el mismo anciano le tendía una mano para ayudarla a levantarse. La pelinegra se levantó ayudada por el canoso brujo y un mago que pasaba por el lugar, arreglándose la túnica. Las mejillas le ardían de vergüenza, pero reunió el coraje necesario para levantar la mirada del suelo. Frente a ella, cerca de la salida, la bruja le sonreía maliciosamente. La Sullivan abrió los ojos con sorpresa al no encontrar al perro cerca de ella. Entonces comprendió.

     

    Balbuceó un gracias y se dirigió hacia la bruja intentando cruzar lo más rápido posible, el mar de gente que se dirigían a sus respectivos trabajos. Antes de que pudiera alcanzarla, la bruja cruzó el umbral de la entrada y desapareció en la calle. La joven mortífaga chasqueó la lengua mirando a ambos lados, pero no había rastro del perro o de alguien que luciera sospechoso; no había nadie. Se subió la cremallera de la chaqueta y se puso a andar por los caminos del centro de Londres hasta llegar a un callejón. Visualizó mentalmente los terrenos de la Academia y cerrando los ojos, desapareció dejando tras ella una leve brisa.

     

    Apareció en los terrenos e incluso antes de recuperar el equilibrio se puso a andar de prisa hacia su clase, aquella bruja la había hecho perder su preciado tiempo. Subió las escaleras de dos en dos hasta llegar al piso superior de la Academia. Caminó hasta el salón de Transformaciones, e ingresó, sabía que la esperaban. Saludó a su Leah, la conocía del mes pasado y aunque le daba vergüenza admitirlo, había recursado aquella rama. Se sentó en una de las carpetas vacías y colocó ambas manos sobre su rostro, pensando en la pelirroja, esa bruja se le hacía conocida.

     

    Mi nombre es Vane Black Sullivan— se presentó algo distraída después de Tau, a quien le sonrió dulcemente intentando olvidar lo que le ocurrió hace un momento—. Desde mi punto de vista creo que la Transformación es una de las ramas más importantes de la magia, ya que nos permite manipular a gusto nuestro entorno, ejercer poder sobre él y cambiarlo. Yo quisiera tomar esta clase más por el placer de aprender, aunque también me beneficia para mi trabajo en el Ministerio— terminó la vampira sin evitar recordar la mujer de cabellos rojos que le sonrió con malicia.

  9. Hola, ahora que la cárcel está llena quiero pasarme :3 xD

     

    Naah, en realidad me gusta el rol y creo que rolear en la cárcel podría ayudarme en cómo manejar a mi personaje con los odefos ya que no lo tiene muy claro, no sé si los torturaría o los tendría de mascota u.u

     

    No me pasé antes porque no estaba segura qué escuadrón seguiría en pie, pero con la nueva junta, ya pude pasarme más tranquila. Quería pertenecer a un escuadrón por división, pero como soy mala en duelo y esto es más rol, me apunto xD

     

    Y eso *se larga* :ninja:

  10. Ya tenía planeado pasarme por aquí pero no sé porqué llené la solicitud ._. creo que andaba más pegada a rescates y eso xD En fin, me encanta cualquier cosa que tenga que ver con rol :love: así que vine a anotarme~

     

    Nick: Vane Black Sullivan

     

    Rango en La Marca: Base

     

    ¿Qué esperas aprender de estas tutorías, que falte en tu personaje?: pues le falta carácter, es muy blandengue y a veces suelo perder el hilo de cómo actuaría ella, a veces por hacer que un rol encaje a la fuerza, la obligo(? a actuar de una forma en la que no actuaría xD

     

    BREVE descripción del perfil del personaje: Pues Vane es emo(? es nostálgica, melancólica, algo huraña e infantil. Está traumada ._. su madre se suicidó, su hermano murió, además que estaba enamorada de él, es su único amor platónico. Es muy apasionada; o es hielo o es fuego, no hay punto intermedio para ella.

     

    Preferencias de tutor (opcional): Pues no sé quien quiera apadrinarme. A mi me encantan los roles de Aland xD

  11. Casi sin aire la joven salió corriendo de la cárcel esperando no volver jamás. Pensó en Tauro y en lo triste que la había oído, quiso saber dónde estaba pero supuso que lo averiguaría luego. Miró hacia el cielo y respiró hondamente, estaba libre. No sabía cuánto tiempo había estado prisionera, pero esperó no volver a estarlo nunca,había sido un horrible experiencia y más por la Black con la que fue capturada.

     

    Miró hacia atrás, e intentó adivinar en dónde había estado todo ese tiempo, pero no lo supo. Antes de que la joven diera un paso hacia la cárcel, el recuerdo de Tsuki se apoderó de ella. Alarmada saló por sobre una piedras mentalizando los terrenos de la Black, debía ir a alimentarla, esperaba que almenos la hubiese extrañado, o que su hubiese percatado que ellaestaba encerrada. Desapareció del lugar en una nube negra que se fue disipando con el aire.

  12. La joven salió de la celda corriendo tras la mortífaga que le había dado la varita. Al llegar al primer rellano, divisó una piedra que bloqueaba la entrada, lo suficientemente grande para que la Black la usara. Apuntó con la varita que su compañera le había dado, la roca a unos cuatro metros de la inglesa visualizando el animal en que lo convertiría.

     

    Morphos— susurró viendo como la piedra trasmutaba en un águila que se posó sobre ella mientras la joven corría hacia la salida.

     

    Vio a su hermana a pocos metros de ella y chasqueó la lengua, hubiera querido que se quedara ahí presa. Antes de llegar a la salida giró hacia atrás y apuntó hacia la nada.

     

    Avis— dijo viendo como doce gorriones salían de la punta de su varita.

  13. Apoyada contra el muro que conectaba con Tauro, la Black intentó dormir un poco, los ojos le escocían y sus labios estaban secos por la sed pero se negó a beber cualquier cosa que le dieran, prefería morir de sed a tomar sabe Merlín qué le darían mezclado con el agua. Miró hacia el recuadro de cielo que podía ver a través de los barrotes de su ventana y deseó estar bajo la luz de la luna, caminando descalza por los terrenos de la Black.

     

    Fue en ese momento que la vampira percibió un leve movimiento en los pisos de abajo. Se levantó y los grilletes de su cadena tintinearon con los pasos de la joven que se acercó hacia la celda. Un segundo después, la inglesa dio un salto atrás para dejar pasar a su compañera. Le sonrió aunque por su máscara no sabía quién era, aquello no importaba, las unía algo mucho más fuerte que los lazos sanguíneos.

     

    Vio cómo rompía sus cadenas liberándola. La pelinegra estiró el brazo y cogió la varita que le tendía para salir tras ella de aquella mugrosa celda.

  14. Por la minúscula ventana con barrotes que tenía la celda entre el techo y la pared frente a ella, la luz de la luna se colaba proyectándose a lo largo de la pequeña habitación. El débil rayo plateado dejaba el resto en penumbras y no hacía más que transmitirle frío a la vampira, quien ya había perdido la noción del tiempo; ¿estaría ahí días, horas? No lo sabía, pero poco le importaba ya, en lo único que podía pensar era en Tauro al otro lado de aquella mugrosa pared.

     

    Uno de los miembros de la orden se acercó ambas diciendo cosas sin sentido, sonrió al escuchar cómo la ojiazul la ponía en su sitio; cualquier cosa que la joven hiciera a la inglesa le parecía estupendo. Apoyó la frente en uno de los ladrillos que las separaban aún con una sonrisa en los labios, su amiga tenía razón, debería estar feliz de verla.

     

    Creo que sí, podría llegarme a gustar esta cárcel si estás aquí— dijo la vampira mirando cómo le dejaban algo de comida. Se cogió el dobladillo del vestido y comenzó a doblarlo ansiosamente deseando poder atravesar la pared.

  15. La joven apretó el rostro contra las rejas haciendo que las barras de metal dejaran huellas sobre su piel. Percibió de un momento a otro un aroma familiar que hizo que se le crispara el vello del brazo, se negaba a creer que esa persona estuviera ahí, pero el aroma se volvía aún más fuerte. Las palabras de la bruja que la llevó prisionera la distrajeron por un instante haciendo que volviera el rostro hacia ella. Sus ojos castaños intentaron ver más allá de la luz que protegía su rostro, pero no lo logró, aún así, el aroma que desprendía de ella jamás lo olvidaría.

     

    ¿Mi hermana mortífaga? Al parecer saben más cosas sobre ella que yo— dijo mirándola a la cara, estaba nerviosa, pero intentaba controlarse, no sabía si pasaría ahí el resto de su vida o si la torturarían por solo sospechas, eso la asustaba. Sin embargo, una oleada de coraje la invadió al oír su injusta acusación— Soy alumna de la Academia, tomo cursos especiales, se los dije. Además, ¿qué caso tiene decirles a qué traición se refiere o por qué mi hermana mayor me mataría si se los contara? No me creerían, tampoco es que les sea de provecho esa información.

     

    Escuchó lo que su hermana decía y puso los ojos en blanco. ¿En serio era mucho más idi.ota de lo que pensaba? Como si su secreto fuera de importancia para la orden. La única que podría sacar provecho era ella, y según se enteró, el primo hermano de ambas, Martin. Aunque solo había visto una vez en la vida al Black, comprobó que su parecido con Ryan era sorprendete, pero eran muy diferentes en cuanto carácter.

     

    ¡Vete al infierno, anciana! ¡Deja de amenazarme con tu estú.pido secreto, que la próxima vez, quién te clave la varita en la yugular seré yo!— le gritó por entre las rejas viendo como la persona que las cuidaba se dirigía hacia su celda, esperó que la callara de una vez, su voz le era totalmente insoportable. En cambio, la voz que oyó a continuación hizo que su respiración se detuviera por varios segundos. Tenía razón, era ella. Un leve temblor se apoderó de la inglesa al imaginar las cosas que la peliceleste pudo haber presenciado en ese lugar, al mismo tiempo, todo el autocontrol que se obligaba a tener se resquebrajó.

     

    La Black se apoyó contra la pared que conectaba ambas celdas colocando sus palmas sobre la fría piedra ennegrecida, ¿qué hacía aquella bruja ahí? Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que limpió inmediatamente, no era el momento para ser débiles, tampoco quería que Tauro la oyera lloriquear como niña asustada, ¿cuántas cosas pudo haber soportado en ese lugar?, no necesitaba ver también cómo la pelinegra se quebraba. Todo era tan injusto, se dijo mordiéndose el labio para contenerse.

     

    Tau, creo que es la primera vez que no me alegra del todo verte— susurró contra la celda mientras lentamente caía al suelo.

  16. Sentía la pesada respiración de su hermana a su lado y rogó de que un momento a otro, su pecho dejará de moverse, saber que estaba ilesa solo producía en ella la sensación de querer ahorcarla; a cada paso que daba la persona que las llevaba como prisioneras, el odio por la francesa incrementaba. Por su culpa ahora la llevaban a sabe quién dónde en sabe quién por qué, la Black solo era una tímida joven que en apariencia no pasaba los dieciséis años, y aunque por alguna extraña razón averiguaran que era una vampira, no pasaba de veinte.

     

    ¿Qué daño podría causar una joven sin experiencia? Ninguno. Desde donde se viese, aquél “arresto” era injusto. Pero ésta… pensó mirando de reojo a la D’Lecroix. Sus palabras era lo único que tenían en su contra, palabras que apenas si podrían levantar un ápice de sospechas pero esperó a que corroboran su versión yendo a la Academia. Es por eso que al ver como la arrojaban a una celda, se mordió el labio evitando sonreír, hubiera querido que lo hicieran con mucho más fuerza. Se dejó llevar sin quejarse ni hablar hasta el lugar a donde la mantendrían prisionera, y agradeció mentalmente a que su pequeña “habitación” fuera mejor que la de su hermana.

     

    Se sentó sobre la cama de la celda y vio cómo la bruja que la había llevado hacía desaparecer la cuerdas. Bajó la mirada hacia sus rodillas y deseó estar con Maylis, de seguro la estaría esperando. ¿Sabría que estaba ahí? Ojalá lo supiera, tal vez la Malfoy podría hacer algo para sacarla, demostrar su inocencia. Fue en ese instante que escuchó a Kya, al parecer había despertado.

     

    No sé a qué te refieres con bando— murmuró la joven tratando de no reír con lo patética que sonaba su hermana pidiendo vino— . Pero si no hubieran llegado ustedes, podía haberla puesto en su sitio, no necesitaba su ayuda— respondió tímidamente aún con la vista clavada en la falda de su vestido.

     

    No sabía que esperaban de ella, pero tampoco cooperaría si comenzaban a tratarla como una criminal, la Black jamás había hecho daño a alguien. La ojiverde continuaba gritando en su celda y eso hizo que la pelinegra se levantará iracunda de un movimiento rápido acercándose a la reja de la celda.

     

    ¡Veneno es lo que te van a dar! ¡Debería darte vergüenza nombrar a nuestra familia en un lugar así! ¡¿Quieres que todo el mundo tome a la Black como una familia de criminales, idi***?!

  17. El estómago se le revolvió cuando escuchó las palabras de Mia, esperaba que le programasen el examen para otro día, incluso tenía pensado que, en el peor de los casos, sería para el día siguiente. Sin embargo, se encontraba en medio de un inmenso desierto cuando solo minutos antes, una bruja la invitaba a pasar a una habitación con puerta de caoba en una de las plantas del Ministerio. Le gustaba la magia, pero consideró aquello un exceso; la inglesa aún no tenía pleno conocimiento de lo que su trabajo en del Departamento de Misterios trataba, así que su concepto sobre ella era muy limitada basándose tan solo en los muchos libros que había leído.

     

    Soy una bruja, esto no debería sorprenderme, se reprochó sintiendo como sus botas negras se hundían en la fina arena. El sol ardía sobre ella como si intentase castigar a cualquier ser vivo que habitara aquel paraje, gotas de sudor corrían por ambos lados de su rostro, cuello y escote; estaba literalmente derritiéndose bajo el sol y la arena que se metía por debajo de su túnica escarlata, no la hacía sentir mejor. Comenzó a maldecir al sol, al viento, a la arena y a todos los magos que en ese momento disfrutaban de la preciosa primavera de Inglaterra. Fue en ese momento que una vocecita en su cabeza le advirtió que se alejaba de su objetivo.

     

    Suspiró fuertemente intentando calmarse. Miró hacia abajo y vio como la arena ardía dentro y fuera del círculo rojo en donde se encontraba. Giró sobre sí buscando el círculo rojo donde debería aparecer, pero el sol brillaba con tanta fuerza que le impedía ver absolutamente nada además de un mar extenso de arena, incluso parecía que el aire ardía a su alrededor. Así no puedo seguir, pensó fastidiada al sentir la túnica que la cubría totalmente pegada a su cuerpo. Con algo de desesperación se quitó la túnica que llevaba quedando tan solo en ropa interior, así estaría mucho más fresca y podría concentrarse mejor. Colocó la prenda sobre su cabeza haciendo algo de sombra cuando vio que a lo lejos, una inmensa pared de arena emergía de la nada.

     

    Se quedó unos segundos inmóvil sintiendo como del fastidio pasaba al pánico. Una nube a lo lejos ocultó el sol por unos segundos y mas la sombra que ella misma creaba con su túnica, pudo ver el círculo rojo a unos cien metros de distancia. Posó sus ojos castaños en su destino observando fijamente su objetivo. Cerró los ojos intentando divisar su destino, pero el sonido de la tormenta y el viento soplando con fuerza, invadían sus sentidos. Chasqueó la lengua logrando que algunos granos de arena se metieran por su boca pero aquello la calmó, estaba en peligro y debía concentrarse. En su mente, observó el círculo rojo sobre la arena tan nítidamente que creyó por un instante tener los ojos abiertos.

     

    Los abrió y al instante deseó no haberlo hecho, la arena se le metía por todos lados nublando su visión, debía salir de ahí. Con su destino en mente, la joven no pensaba en otra cosa que su determinación por salir viva, no quería ser la primera Black en morir en un examen de aparición, ni siquiera le permitían salir lastimada de un duelo, sería la vergüenza de su familia si moría enterrada bajo la arena. Con la determinación por sobrevivir, la pelinegra se obligó a si misma a dejar de temblar como una hoja para armarse de valor, debía salir viva o su pequeña bola de pelos negra con hermosos ojos grises, moriría de hambre. Deliberación, fue aquél sentimiento de coraje lo que necesitó para desaparecer segundos antes de que la arena la cubriera por completo.

     

    Miró hacia su alrededor y vio que había aparecido en el centro de su destino, semi desnuda pero viva. Le sonrió a la nada y esperó a que alguien fuera a buscarla, después de todo lo que le había pasado aquél día, lo único que quería era un buen baño y que le dieran su licencia de aparición.

  18. Bueno, vengo a darle trabajo a Bi ohsi mis primeros reportes lala~

     

    Tutor: Kya Black

    Nick: Vane Black

    Forma en la que participas: Roles independientes

    Roles para correcciones: Dejo dos~

     

    Ahora no sé cómo llenar líneas ._. Así que hablaré de mis gatos :3 uno es medio gay :love: porque anda templado de su hermano, y el otro es un callejero, para solo en el techo y viene con heridas D: a los dos los castramos jojó

     

    Bue llené

  19. Recepción.

     

    Aquél día sus deberes en el Departamento de Misterios habían concluido. Salió del despacho de Addison con los nervios a flor de piel; estaba eufórica y a la vez ansiosa. No creyó que desde su primer día de trabajo le hicieran jurar por su vida convirtiéndola en una inefable, espera que fuera un proceso dónde le pondrían más ataduras. Lo habrán hecho antes de contratar, pensó la Black que salía del hall circular sin mirar al frente, dejando que sus pies la guiasen al camino correcto.

     

    El sonido de sus botas se amplificaba, a medida que atravesaba el largo corredor de entrada de la novena planta rumbo a los ascensores que conectaban con el resto de departamentos. Se deslizó por entre las rejas doradas que se cerraron tras ella para después volverse a abrir unos segundos después. La voz de una mujer anunciaba la sexta planta y el nombre del departamento que laboraba en esa sacción. La joven suspiró y nuevamente caminó hasta la recepción.

     

    Buenas tardes, venía a dejar esto— le informó a la secretaria sacando un pergamino doblado en dos de uno de los bolsillos de su túnica esmeralda—. Recibí una lechuza diciendo que ya podía venir a dejar mi formulario— aclaró tendiéndole el pergamino.

     

    Formulario para el Examen de Aparición

     

     

    Formulario para el Examen de Aparición

    Consentimiento Informado:

     

    La aparición/desaparició n es un conjuro avanzado que permite al que lo dice desaparecer de un sitio y reaparecer en otro instantáneamente. Para lograrlo se debe pasar por un entrenamiento exhaustivo y poseer un gran dominio de las 3 D's: Destino, Determinación y Deliberación.

     

    Como todo hechizo realizado por un mago novato tiene su riesgo, puesto que si el mago no se concentra bien en las 3 D's podrían ocurrirle terribles consecuencias que lo mandaría directo a San Mungo. Por este motivo el Departamento de Transportes Mágicos no se responsabiliza por las posibles lesiones con las que pueda quedar su hijo, ya que sólo depende de los examinados el dominio y la correcta realización del conjuro.

     

    Cabe destacar que el aprobar el examen de aparición es vital dentro de la vida de todo mago, es por este motivo que es tan importante que los alumnos se preparen bien para que rindan un buen examen.

     

    Yo, Blackimse Black Rowle, Madre, de Vane Black Sullivan, he leído y comprendido el presente informativo, asumo los riesgos que mi hija corre al realizar el examen de aparición y libro de toda responsabilidad al Departamento de Transportes Mágicos.

     

    Firma del responsable

    Blackimse Black Rowle

  20. Hola :3 es la primera vez que posteo por este subforo \O/ #alone en fin, quería inscribirme, me parecieron interesante las clases de Rol en la Academia y como ya me gradué, me meto aquí xD Bueno este es un rol reciente, el último que hice D: felizmente lo hice antes de postear, igual que Ash tenía solo los de rescate xD

    Nick: Vane Black Sullivan

    Forma en la que desea participar: Roles independientes

    Rol más reciente realizado: http://www.harrylatino.org/index.php?app=forums&module=forums&section=findpost&pid=4505571

  21. La joven sonrió al ver que la joven a quién había atacado antes caía muerta, aunque algo en su interior cambió por un instante, era la primera vez que lanzaba una maldición asesina a alguien. Se acomodó la larga melena azabache que ondeaba tras ella con cada movimiento de la Black. Antes de que pudiera realizar cualquier otra defensa, la Malfoy a su costado había desaparecido nuevamente, aunque sabía a dónde iría. Fijó la vista en una joven de la orden y levantó su varita contra ella, recién había llegado a unírseles a la fiesta

     

    Expelliarmus— siseó apuntándola (Paú Gryffindor) vio cómo su varita salió despedida de su mano. Sin darle tiempo a más volvió a conjurar su segundo hechizo—Sectusempra— el pecho de la joven a quien atacó antes se abrió con multiples heridas.

  22. La joven vio como su hechizo había pegado en la joven de la orden. Un brillo especial brotó de sus ojos y esperó el momento adecuado para avanzar. Su águila seguía rondando sobre su cabeza y la pared frente a ella la protegía de cualquier hechizo que le mandasen. Observó una vez más a su alrededor pero sus compañeros lo tenían todo bajo control, no necesitarían su ayuda. Sus labios se movieron bajo su máscara y las palabras que no hubiera querido pronunciar salieron de su boca.

     

    Avada Kedavra— susurró apuntando a una de las miembros de la orden (Adryaine ) a la misma a quien había atacado antes— Avis— dijo antes de cualquier rayo pudiera caer en contra de ella. Unos pequeños gorriones salieron despedidos de la punta de su varita protegiéndola.

  23. Ingresó a la cárcel junto a sus compañeros después de que las defensas cedieran. Esta vez conocía a uno de los que irían a rescatar, curiosamente era hermano de ella. Se lo restregaré en la cara cuando lo vea, pensó divertida al recordar al vampiro. Miró a su costado y vio que la Malfoy avanzaba nuevamente a su lado, se alegró de que la guiara en aquél rescate también, el segundo de la Black. Tomó con fuerza su varita sabiendo que su vida dependía de ella y planeaba salir ilesa de aquél encuentro.

     

    Se encontraba a diez metros de cualquier miembro de la orden quienes salían al frente a tratar de combatirlos. Etoile conjuró una pared que la protegería de cualquier hechizo antes de que la joven pudiera hacer algo. Volteó y le dedicó una sonrisa cargada de agradecimiento, la rubia siempre lanzaba el primer movimiento antes que ella para protegerse. Divisó a una de los miembros de la orden y sin poder contenerse elevó su varita apuntándola (Adryaine)

     

    Silencius— susurró la vampira contra la joven de la orden (Adryaine) haciendo que su hechizo quedara sin concluir—Morphos— su voz era apenas audible bajo la máscara negra con relieves en forma de serpientes que le cubría el rostro. La piedra a sus pies se transformó en un águila que abrió el vuelo elevándose sobre la pelinegra—. Protégeme— le ordenó al ave.

  24. El viento soplaba fuerte sobre las calles de Ottery mientras el sol descendía tras las colinas en el horizonte. La Black caminaba sin rumbo fijo atravesando un enorme parque que colindaba con los terrenos de la Malfoy. Sus pasos se oían en la distancia a causa de sus botas negras y su larga melena ondeaba a causa de la brisa. Justo en ese momento, la leve ventisca trajo hasta ella un aroma familiar. Se acercó hasta la joven que emanaba aquél aroma y le sonrió.

     

    Malfoy…— saludó la pelinegra cuando el antebrazo comenzó a escocerle. Su cordial sonrisa se ensanchó y le guiñó el ojo a Etoile, sabía a qué se debía—. Parece que iremos a divertirnos también hoy— susurró cogiendo a la mortífaga del brazo dejando tras ellas un rastro negro. Segundos después se encontraban en Tulum Quintana Roo.

     

    Casco Burbuja— conjuró imitando a la Malfoy. Una burbuja apareció en su rostro tapando su nariz y boca, esto le permitiría respirar bajo el agua. Nadó junto a la rubia unos quinientos metros para después salir a una cueva, sacó su varita y se secó con ésta las ropas para luego colocarse una máscara negra sobre el rostro.

  25. La capa de la joven ondeaba tras ella a cada movimiento de su brazo al blandir su varita. El águila que había invocado revoloteaba cerca de ella volando en círculos esperando proteger a su creadora de cualquier hechizo mientras la pared frente a ella la protegía igualmente. Un leve temblor en sus piernas producto de la adrenalina se hacía cada vez más leve conforme comenzaba a asimilar y amoldarse a lo que sucedía a su alrededor como si no fuera la primera vez que participaba junto a sus compañeros.

     

    Expelliarmus— murmuró con más confianza lanzándo su hechizo a uno de los miembros de la orden (Paú Griffyndor). La varita de la bruja salió despedida de sus manos a unos tres metros frente a ella. Antes de que pudiera recuperarse, la joven levantó nuevamente su arma—Silencius— dijo apuntando a la garganta del miembro de la orden.

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