Prueba del Libro del Druida Febrero 2021

[Gahíji]

La habitación llena de magia antigua estaba. Los jeroglíficos brillaban. Las sombras de dioses egipcios se movían. Las estatuas parecían cobrar vida. Si se miraban fijamente podías ver como penetraban a la mente encontrando los mayores secretos y miedos, ellas sabían cómo usarlos en contra. Sarcófagos entre abiertos y momias que podrían salir en cualquier momento recostados en las paredes. Altos pilares que llegan al infinito en un techo oscuro que no se puede vislumbrar.

 

Un sonido gutural extraño, un gran rugido y a lo lejos un hermoso dragón encadenado mágicamente. Allí estaba Aphophis encerrado. De una u otra forma los aprendices habían sobrevivido para llegar hasta aquel lugar. Claro estaba, aun quedaba una última cosa por cumplir. Ellos debían demostrarme que eran merecedores de algo que me negaba a darles, el aprobado.

 

Visto trabajar, moverse, había hecho. Esperaba que en definitiva no me arrepintiera, como ya lo estaba haciendo de perder mi tiempo con ellos.

Antorchas y lámparas con fuego eterno iluminan la plataforma donde se llevara a cabo la prueba. Para acceder, a cada lado escaleras llenas de serpientes y alacranes venenosos. Jauria de chacales hambrientos dispuestos a desgarrar. En la plataforma unos cuantos más correteaban.

Canticos antiguos se escuchaban en susurros…

 

fi zawiat qabrih alllaeibin hakam qate batayyata. allajna yuakhiruhum hataa alfajr fi shidatihim lawnan yukrihan bedhma albueda. tashawuh alsaramat alsahriat fi alddakhil al'ashkal: burj hwmyry , nuwr alhisan , almalikat albahriat , almalik al'akhir , al'asquf almayil w biadiq almuetadi. eindama yurhil alllaeibun , eindama yastahlikuha alwaqt , bialtaakid ln tatawaqaf altuqus. fi alshrq tama 'iisheal hadhih alharb mudarijah hu al'ard alyawma. mathal al'ukhraa , hadhih alluebat la nihayiyat.

Observar la prueba era mi deber. No sería yo quien moviera la varita. Había alguien más esperando al aprendiz. No opinar hasta el final decidí. Evitar inmiscuirme a menos que en realidad necesario fuera. Parado observando todo como un Bennu el ave mitológica del Antiguo Egipto, el Fénix griego, el cual asociado era, a las crecidas del Nilo, a la muerte, y al Sol Ra. Seria juez y verdugo. Mi designio seria tajante y definitivo para ambos aprendices.

 

Un chasquido y una bola de fuego tan poderosa como el infierno mismo fuer lo necesario para romper aquellas cadenas que aprisionaban al dragón. Este, voló hasta donde yo estaba. Monte en su lomo. Subí hasta las alturas, allí, vería los duelos.

Aun se escuchaban mas susurros trayendo oraciones del pasado…

 

malik Wispy , tahayuz al'asquf , sharisatan almalikat , alrakhu almubashir wabydq allladinu ealaa 'abyad wa'aswad min altariq yaseawn wayukhuidun maerikatahum almuslahata. 'iinahum la yaerifun 'ana alyada almudbiba alllaeib yahkum masirih , 'iinahum la yaerifun 'ana suramatan adamanatayn eaqad wakalatuk warihlatuk. alllaeib hu 'aydaan sijiyn (aljamlat eumr) min lawhat 'ukhraa alliyaliu alsuwda' wal'ayaam albayda'. allah yuharik alllaeib walllaeib alqateata. ma 'iilh wara' allah almuamarat tabda min alghubar walwaqt walnawm walmueanata?

 

Todo preparado estaba. Una única oportunidad. ¿La aprovecharan?.

 

 

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• No existen los límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece.
• Duración del duelo: Del 15 de Febrero al 24 de Febrero
• Nos guiaremos por las reglas Nuevas de duelos existentes.
• Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro del Druida
• Están prohibidos los Off y las ediciones. Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro del Druida

@@Mica Gryffindor @@Maida Black Yaxley

Editado 15 de Febrero del 2021 por Niko Uzumaki

[Mica Gryffindor]

Creía haber comprendido la lección respecto al uso de anillos y amuletos gracias al Uzza. En esta ocasión llevaba consigo puestos todos los anillos correspondientes en su mano izquierda, opuesta a la que sostenía la varita, y de su cuello pendían los amuletos. No solo llevaba los objetos correspondientes al Libro del Druida, llevaba también los de los libros adquiridos previamente. Suponía que los que podían ayudarla de mejor manera en esa situación podrían ser en anillo antiveneno y el de amistad con las bestias, pero llevaba todos.

Vestía unos cómodos pantalones leggins negros y una playera suelta del mismo color, vestimenta cómoda para cualquier movimiento. Calzaba zapatillas del mismo color. Había amarrado su cabello en una cola alta, normalmente lo hubiese trenzado, pero era conocedora de que los Guerreros Uzza podrían tomarlo como una ofensa.

Sentía la antigua magia presionando sobre sí, percibía que había mucho más de lo que estaba viendo. Las estatuas de los dioses eran imponentes. Trató de observar el sitio con detenimiento, mientras caminaba hacia la plataforma que, según supo, sería el escenario de su batalla.

Encontró aquellas escaleras de soga por las que supuso que debía subir. Sabiendo que contaba con el anillo de amistad que le permitiría relacionarse positivamente con aquellas criaturas, subió, teniendo mucho cuidado de no tocar ninguno. Sabía que si se sentían agredidos podrían atacar de todos modos.

Una vez arriba, se posicionó a una distancia prudente de su rival, alrededor de unos ocho metros. Hizo una leve reverencia a su adversaria antes de comenzar, así le habían enseñado desde sus inicios en la Orden del Fénix, un simple gesto de respeto.

-Maldición- dijo en su mente, concentrándose en Maida para lograr que su primer movimiento fuese un fallido. Eso la dejaría sin dudas en ventaja, o al menos le serviría para medir las cualidades de quien la enfrentaba.

[Maida Black Yaxley]

Por lo menos había llegado viva a la Prueba del Druida, por lo menos no había muerto calcinada luego de los múltiples intentos del Uzza por lograrlo. El ambiente era de inhóspito, lo que seguía, y de por sí el ruido de los chacales ya la aturdía la necesidad de un dragón le parecían cuanto menos, innecesaria. Lo bueno es que con su manía de llevar siempre túnicas holgadas no se iba a sofocar con prontitud. Llevaba, como desde el inicio, todas las joyas y amuletos colocados dónde debía, aunque resultara incómodo para sostener cosas o sentirse ligera. Seguramente cuando llegara a casa intentaría deshacerse de los menos utilizados por ella, era seguro, o juntaría los amuletos en una sola cadena.

 

Subir hacia dónde tenían que llevar a cabo el encuentro era un desafío en sí mismo, pero bueno, tenía la buena voluntad de las criaturas gracias a los artilugios que poseía y además, era bastante cuidadosa en el trato con los animales, en general. Ya colocada frente a Mica, decidió ignorar un poco el resto, no iba a tensarse más de la cuenta. ¿Cuántos duelos había tenido en sus años de vida? ¿Cinco? ¿Y cuántos había terminado? En su bolsillo reposaba el broche de oro que la tenía comunicada con su primo, pero sabía que no debía hacer eso de aquello. Sonrió cuando vio la reverencia de ella.

 

Pensó en las Flechas de Fuego, y logró invocarlas, pero de manera tan torpe que estas se desvanecieron apenas luego de crearse. ¿O había sido víctima de un hechizo no oído? Maida tenía la varita en alto, pero estaba sopesando lo que había sucedido. Invocó mentalmente las Arenas de Hechicero, provocando una ceguera momentánea en la bruja que tenía al frente. Necesitaba con urgencia ganar tiempo y ordenar las ideas. Seguía siendo un arma de doble filo puesto que la bruja le temía más a los hechizos de efecto que a otras cosas, pero ya vería como se devenía el duelo. No quería hacerle daño, no era su estilo.

 

— Lo siento —se disculpó.

 

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PP: 6

PV: 100

[Mica Gryffindor]

No supo lo que quiso hacer su rival, pero su maldición fue efectiva, a juzgar por el tiempo que la bruja se mantuvo apuntándola sin lanzar ningún hechizo o efecto. Bien, era el momento de volver a atacar, pero debía pensar bien sus acciones si quería evitar que su rival tomara ventaja.

- Cinaede- pronunció, esta vez sí anunciando el veneno que surgiría alrededor de Maida, el cual entraría por sus fosas nasales y le intoxicaría. Su rival necesitaría primero drenarlo de sus vías respiratorias para luego curarse, de lo contrario quedaría envenenada.

Si bien se mostraba tranquila, su mente no hacía más que pensar estrategias, evaluando a su adversaria y tratando de comprender cómo era su juego. Fue entonces cuando algo la cegó. De pronto todo lo que había frente a ella se había esfumado para solo ver oscuridad. No se movió de su sitio, tratando de captar si lo que sucedía era producto de algo más o un ataque de su rival. Finalmente comprendió lo que la chica había hecho.

- Cantar de Eleboro- pronunció, recuperando la visión y sabiendo que sus sentidos se encontrarían inmunes por un buen tiempo. Parpadeó un par de veces hasta volver a adaptarse a la luz, pero sin perder detalles de los movimientos de su rival. -Nada de qué disculparte- respondió, sin saber si era irónica o no la disculpa que había escuchado.

PV: 100

PP: 7 - 1 = 6

[Maida Black Yaxley]

Al menos dejarla ciega un rato le daba un tanto de confianza a la bruja, que mágicamente se había decidido ignorar los ruidos al costado del escenario que se les había planteado. Pero la ventaja no le duró mucho, de hecho, casi nada. Mica, aunque ciega, se había propuesto envenenarla y no tuvieron que pasar muchos segundos para que sintiera el olor del hechizo lanzado, Menos mal tenía la varita en alto y la claridad suficiente para resistir el ataque, o eso esperaba.

 

— Anapneo —murmuró sintiendo en el siguiente instante como se liberaban sus vías respiratorias, pero no se quiso quedar corta en precaución y utilizó la Curación para librarse de un vez por todas del gas venenoso ese, aunque luego se cuestionó si no había usado ese recurso demasiado pronto.

 

Se enderezó luego de toser un poco, pero más aliviada y con la varita apuntando a Mica. No era su intención matarla por obtener una certificación, aunque claramente eso a la bruja contrincante no le importaba. Ella si estaba dispuesta a hacerlo, a lo mejor tenía la malicia de la que carecía Maida, quién presionaba su broche a modo de impulso y pensaba su siguiente estrategia.

 

— Obsistens —dijo entonces, produciendo de su varita un arco luminoso encargado de protegerla en los siguientes minutos de un ataque aún más salvaje que el anterior. La bruja Yaxley miró a su alrededor en busca de una manera de escapar, porque, si algo bonito tenía el Libro del Druida, era su capacidad de crear portales que la liberarán de este constante jaleo de hechizos.

 

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PP: 6-1 = 5
PV: 100 - 30 (Cinaede) = 70

@@Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Notaba a su rival algo asustada, cuestión que la incomodó. Si alguien estaba adquiriendo esos saberes debía ser al menos con la valentía de poder utilizarlos llegado el momento. O al menos así lo veía ella. Realmente había habido demasiadas situaciones en que había recibido ataques de mortífagos, tanto ella como su familia y seres queridos, y no temía demostrar que podía hacer frente a todo tipo de ataque o situación.

Estaban dentro de un espacio cuidado por un guerrero Uzza, estaban demostrando que sabían lo que hacían y contaban a partir de ese libro con un anillo que los ayudaría a estar mejor tras un enfrentamiento de ese estilo. Creía que usarlos con miedo no serviría. Además, en situaciones como esa los hechizos estaban más que permitidos.

Notó que usaba el hechizo que le daría nuevamente la capacidad de respirar y supo que su rival sí sabía defenderse. Eso la tranquilizó un poco. Invocó la Daga del Sacrificio entonces, para tenerla en su poder antes de pronunciar: "Immolo oppugnare", al tiempo que realizaba un corte en su muslo izquierdo con la daga, el mismo se proyectaría al mismo tiempo en la misma región de Maida.

-Obsistens -pronunció, repitiendo el hechizo utilizado por su adversaria, el mismo generó una capa mágica transparente pero con un leve tono rosado, que la recubriría de cualquier ataque lanzado por su adversaria. Sabía que debía focalizar su atención en los hechizos enseñados recientemente, por ende ese era crucial. “Curación” pensó finalmente, sanado aquella herida en su pierna en forma instantánea.

PV: 100-30+30=100

PP: 6-1 = 5

@@Maida Black Yaxley

[Maida Black Yaxley]

Por mucho que ella quisiera, aquello no iba a terminar pronto así que más le valía ponerse un poco en la posición correcta y evitar morir en el intento. O lo que resultase de aquello. Quiso adelantarse a su oponente y pensó en un hechizo para lograr lo que ella le había hecho antes de comenzar nada. Lo siguiente que vio fue como un cerca similar al suyo, la comenzaba a proteger de cualquier ataque. Aunque no se notara, la Yaxley repasaba mentalmente toda la lista de hechizos que había memorizado antes de aparecerse en esa situación. La vio cortarse, y aguantó las ganas de gritar cuando sintió abrirse la piel en su pierna, tampoco es que se iba a mostrar tan débil.

 

 

— Episkey —murmuró con los dientes apretados. Igual al estar enlazada con la bruja, estaba un tanto preocupada por los siguientes ataques. Pero lo mejor para la bruja de ojos azules en este instante era protegerse lo más que podía, así que, teniendo aún la varita sostenida con fuerza pronunció el hechizo del Cantar del Eloboro, con lo que cuál se anticipaba a cualquier ataque que intentara dejarla sin alguno de sus sentido.

 

El duelo no era una de sus mayores habilidades o aficiones y hasta cierto punto se sentía orgullosa de haberse dedicado más a la herbología, a los estudios y a las pociones; aunque claro, justo en este momento, se planteaba si ya no sería hora de tomarse en serio las recomendaciones de su sobrino y ponerse a entrenar, porque quizá la siguiente no pudiera contarla.

 

PP: 6-1 = 5
PV: 100 - 30 (Cinaede) -30 = 40

@Mica Gryffindor

[Mica Gryffindor]

Maida acababa de curarse la herida que le había infringido. Ya habría tiempo de causarle una más, pero antes aprovecharía lo que podía generar con esa primera herida. Miró la expresión de la bruja por un segundo, mientras sus labios pronunciaban el juramento que también la afectaría: “Yo juro no lanzar efectos”. Estaba hecho, ninguna de las dos lo podría hacer durante el siguiente turno.

Al ori las palabras siguientes de su rival se mordió los labios, pues al romper el juramento una herida se abriría en la joven, generando un daño similar al que ya había recibido antes por su daga. Sin pensarlo dos veces volvió a pronunciar aquella frase: "Immolo oppugnare", justo antes de hacer un corte en la otra pierna, el mismo requeriría prontamente un episkey, curación que en ese momento ninguna de las dos lograría realizar, debido a su propio juramento.

Cerró el puño opuesto a la mano que sostenía la varita, le dolía, pero no daría evidencias de debilidad, a fin de cuenta estaban aprendiendo de guerreros ¿no? Esperarían carácter y no solo saber recitar una lista larga de hechizos por hacer.

PV: 100-30=70

PP: 5-1 = 4

@@Maida Black Yaxley