Encantamientos ~ Febrero

[Dovakhin Haughton]

Observó a sus compañeros, los tres estaban haciendo un buen trabajo por lo que para finalizar con todo el asunto se acercó a la cabaña y comenzó a murmurar en voz baja sus hechizos mientras rodeaba a la misma sin parar de repetir sus encantamientos —Salvio Hexia— repetía formando una especie de neblina alrededor del lugar que tenían que esconder de los muggles. Dovakhin sabía que aquello era una mera prueba para evaluar sus habilidades, pero la encontraba un poco aburrida pues por un momento había pensado que quizás le enseñarían algo nuevo que no había visto en Hogwarts.

 

Una vez dio la vuelta completa se cruzó de brazos y miró a su adolescente profesora, le dedicó una sonrisa forzada y casi sarcástica —¿Y bien? ¿Qué más hay que hacer?— Preguntó impaciente. Quería terminar con la clase y llevarse su certificado de aprobación del conocimiento. Ya conocía las artes oscuras y las pociones, agregar Encantamientos a su currículum le vendría muy bien para la vida cotidiana dentro y fuera del Ministerio.

 

No era muy social por lo que no reparaba demasiado en sus compañeros, como siempre, solía encontrar patéticas a las personas que no conocía y como era característico en el Haughton, tampoco tenía deseos de conocer a nadie, por lo que se limitó a compartir tiempo y espacio con los otros dos alumnos, pero no les dirigía la palabra y ellos a él tampoco. Al menos en eso tenían algo en comúm.

[Anthony R. Dracony M.]

Por lo pronto tuve que esperar, mi pregunta sobre si practicaríamos encantamientos atmosféricos por ahora no había sido contestada, así que mejor me recargue en uno de los muros. Tenía más de dos años que no usaba el Meteolojink Recanto, que es útil para detener los encantamientos meteorológicos...pero según recordaba, el clima es normalmente nevado en este lugar.

 

Me puse a pensar en lo que dijo la profesora..."Espero me muestren todo lo que saben"...sonaba a realizar una linda demostración...pero ¿Qué sería lindo? Eso habría que averiguarlo. Mirando de aquí allá, nada ocurría, así que mire mejor los pupitres, sobre ellos se encontraba aquella pluma de fénix...la profesora menciono que era un traslador y que les llevaria de vuelta al Ateneo. No podía dar crédito a que alguno se pensará en regresar, pero en su clase con la profesora Malfoy, también había ocurrido una oferta así: "el que no quiera ir al encuentro de esa Bruja que se transforma en Dragón, deberá hacer un trabajo escrito usando pergaminos de la Biblioteca de Alejandría"...no podía encontrar una respuesta adecuada, ni sensata...pero...quizás si pudiera ayudar con la encomienda de la profesora.

 

Di la vuelta y quede frente al muro, levante mi varita y me concentré. era necesario canalizar mi energía para llevar a cabo el encantamiento.

--¡Partis Temporus!--Una barrera invisible se formó alrededor de la cabaña haciendo la función de un cerco mágico.

 

Ahora solo faltaba esperar a que diera otra tarea por hacer.

[Ky.]

Vio como cada uno trabajaba por su lado, habían pasado solo una hora desde que les había pedido poner encantamientos protectores y trataran de trabajar en equipo, pero ninguno lo había hecho. Ninguno intentaba hacer más de lo que la banshee les pedía y eso llegaba a ser un tanto aburrido.

 

Nymeria se quedó sentada sobre la mesa del escritorio y comenzó a buscar dentro de sus ropas una pequeña caja de madera pintada con flores. En su interior se encontraba parte del material que iba utilizar en aquella clase. Lo siguiente que iban a utilizar eran unos pequeños duendes de Cornualles en los que tenían que poner en practica todo lo que sabían, pero el ultimo hechizo que había creado Antoni había generado un cerco de viento.

 

La oscuro se levantó de su escritorio a toda prisa y camino al exterior, dejando caer la caja al suelo permitiendo que de esta escaparan aquellas criaturas traviesas y se alejaran de la zona de protección causando varios accidentes.

 

Las cosas se le estaban saliendo de control, lo mejor era que ella fuera a controlar la situación, pero era más que obvio que iba necesitar ayuda. Por qué en menos de 5 minutos, ya había varios muggles con un brazo o pierna roto y otros más habían alcanzad a ver a las criaturas y aquello era malo. No podía negar que Nymeria estaba furiosa por su torpeza, así que se dirigió a sus tres alumnos.

 

—Voy a necesitar de su ayuda. Necesito que controlen la situación, usen encantamientos para arreglar los desperfectos de los duendecillos. Si va haber un reclamo o algo, que sea al finalizar lo que les he pedido.

 

Dicho aquello se fue directo donde habían alrededor de 3 duendecillos que trataban de hacer caer un pequeño poste.

[Undefined]

- Eso fue estupido - Comento Fined, refiriendose a la reciente liberacion de duendecillos de Cornualles.

Al rededor de diez duendecillos se liberaron causando desastres, lastimando muggles, destruyendo objetos. Todos los encantamientos realizados por los alumnos en busca de cumplir exitosamente con la tarea y ocultar a la vista su lugar de clase se fue al ca***o gracias al error de la profesora y, aun asi, tuvo el descaro de pedir la colaboracion de ellos e intentar capturar a las traviesas criaturas de color azul electrico con veinte centimetros de alto, probablemente debian borrar la memoria de uno que otro afectado de la region para proteger el estatuto del secreto.

 

Fijando su varita en uno de los pupitres Fined conjuro un Morphos transformando el objeto en un aguila con la orden de capturar a la mayor velocidad posible los duendecillos. Aleteando, cruzo el umbral y se fue en busca de las criaturas, par de ellas se encontraban fastidiando, justo en la salida, a un muggle colgandolo de los hombros para subirlo a la copa de un arbol y dejarlo ahi. El aguila capturo con las garras a los dos en el momento que la mujer ya volaba por encima de los dos metros de altura y cayo al suelo, golpeandose.

 

El aguila llevo a sus presas a la caja de la cual nunca debieron salir, dando un toquecito con la varita la puerta de la misma se cerro, encerrandolos.

 

No se fijo si el resto tambien realizaba algunas tareas para acelerar el proceso de captura, por eso salio y vio dos duendecillos jalando los cabellos de otro pobre muggle que intetaba deshacerse de ellos agitando su maletin a diestra y siniestra sin la suerte de atinarle a ninguno. Las voces en su cabeza en ese momento lo intentaban convencer de dejar al pobre hombre desamparado, segun ellas, era un gordo inutil.

 

- ¡Oppugno! - Dijo inesperadamente.

 

Ambas criaturas se quedaron congeladas por escasos segundos mientras entendian la orden mental asignada. Irian a la misma caja a encerrarse sin salir. Por un momento penso en no hacer nada mas, ya habia capturado mas de la cuenta y tal vez el aguila seguiria exitosa en la busqueda y captura. Pero cosas por hacer estaban pendientes, debian arreglar los destrozos causados e intentar de colocar todo en su sitio para evitar las sospechas de cosas inexplicables.

 

Se llevo un cigarro a la boca y lo encendio...

[Anthony R. Dracony M.]

Alce los hombros..."Bueno...hagamos la buena acción del día"...pensó el ojimiel y salio detrás de la profesora y uno de sus compañeros que atendió primero a la solicitud de la profesora. El ojimiel vio como la joven bruja se hizo cargo de una trío de duendecillos que habían averiado un poste de luz que tenía los cables echos un desastre, me acerque al poste y dije:

-- Reparo -- Quedando de nueva cuenta en buenas condiciones aquel poste. Algunos muggles estaban relativamente cerca, era muy importante que no se percataran de lo que haciamos, de momento se me ocurrió proteger de sus oídos toda pronunciación de hechizos y encantamientos.

-- Muffliato --Para ellos sería imposible escuchar, para otros muggles era mejor que ni siquiera se dieran por enterado, les apunte con mi varita:

--Desmaius!

Se giro para ver que se encontraba haciendo su compañero más cercano pero una del las criaturas iba hacia él.

--Impedimenta -- Menciono al ver que uno de esos duendecillos le miraba con esa traviesa sonrisa y con intención de tomarlo de las orejas o sabe Merlin si del cabello, pero el rayo lo que hizo fue dejar atontado al duendecillo y luego con un Mobilicorpu lo hizo llegar hasta la caja donde estaban reteniendo a las criaturas.

--Inmobilus -Pronuncie apuntando a un duendecillo que jalaba el sombrero de una joven que intentaba retener sobre su cabeza el blanco sombrero adornado con flores y un lazo de organza. El duendecillo quedo congelado en el aire, así que ahora apunte a la joven-- Desmaius!--y esta cayo sobre la acera.

[Dovakhin Haughton]

Los ojos de Dovakhin rodaron hacia arriba cuando vio caer aquella caja y salir de allí a los duendecillos ¿por qué razón habría una caja de duendecillos en la clase de encantamientos? Quizás Nymeria deseaba darles otro uso, pero lo que sucedió fue extracurricular. Al principio creyó que era apropósito, pero con el correr de los minutos fue cesando su pensamiento y enfocándose en las criaturas y los desastres que habían causado. Por su parte estaba encantado de ver a esas pequeñas bestias dañando a los muggles y a las cosas de su mundo, pero como alumno debía ser sensato y hacer lo que su profesora le pedía para poder aprobar. Maldijo en silencio a la par que avanzaba y miraba a los Duendecillos.

 

Ignorando a los destructores, el Haughton se limitó buscar las cosas que habían destruido comenzando por la puerta de la cabaña que estaba totalmente rota. —Reparo— Exclamó con seguridad y la puerta volvió a la normalidad. Luego al salir buscó alguna otra zona dañada hasta que encontró una silla en las que los muggles se subían para ir a practicar eso que llaman "sky" y vio que colgaba de un hilo. —Reparo— Hizo nuevamente para arreglarla y la silla volvió a la normalidad. Todo parecía estar mejorando, su profesora y compañeros por su parte también contribuían a la solución del problema. Sólo era cuestión de tiempo ver cómo terminaba todo.

[Undefined]

...aspiro y luego solto el humo por la boca.

 

Se quedo en la cabaña fumando cerca de una de las ventanas que daban a las afueras donde pudo ver a sus compañeros reparando los destrozos ocasionados por el error de su profesora que al parecer perseguia a los duendecillos que llegaron mas lejos. La aguila iba y venia colocando algunas criaturas en la caja indicada evitando que volvieran a escaparse de la misma, volaba mas lento que en un inicio, exhausta, tratando de cumplir hasta siempre la orden fijiada en su diminuto cerebro.

 

Esperaba que todo eso terminase pronto y su profesora volviese a disculparse y continuase con la clase que le correspondia. Penso, absurdamente, que tal vez solo habia huido para no continuar enseñando, nego con la cabeza. Siempre le pasaba cuando fumaba, se dejaba llevar por sus pensamientos a situaciones impensables, creyendo lo peor de la gente, podia unirse con las voces en su interior y opinar igual que ellas.

 

Volvio a aspirar el cigarro, sus pulmones se llenaron del humo, reteniendolo por un momento, para volverlo a soltar como la primera vez. Un ligero calor nacio en su interior tratando de luchar contra el inclemente frio de la ciudad, pero era muy debil apenas calentaba su garganta y el rostro.

 

Espero.

[Anthony R. Dracony M.]

El ojimiel miró a los muggles que él había hecho desmayar...podía dejarlos así pero después pensó que podía aprovechar para hacer algo muy diferente, planear una implantación que justificará su desmayo.

Lo pensó durante unos minutos...tenía que ser algo que fuese considerablemente posible, además de que ayudaría a que se explicaran el caso de los duendecillos...había varias cosas que hacer.

 

Primero busco algo en el paisaje que pudiera ocupar para transformar...aunque ese no era un encantamiento propiamente dicho pero para lo que pretendía, ayudaría bastante. Fue hasta uno de los árboles y apunto a dos de las ramas delgadas:

--Reducto!--El rayo dio de lleno sobre una de esas delgadas ramas que cayeron al suelo--Morphos--La transforme en caña de pescar. a ella ate una piedra --Morphos-- la transforme en una figura de plástico con la forma de un duendecillo...un juguete

--Mobilicorpus--apunte a la chica primero y con la varita la conduje a una banca de descanso cercana, deje su sombrero convenientemente cerca de la caña de pescar, como si "alguien" la dejará olvidada...me aleje de ella, suficiente para estar fuera de su visión--Ennervate--Y me aleje de ahí...dejaría que ella sacará sus propias hipótesis y conjeturas...

 

Los otros muggles estaban en la boca calle, camine hasta ellos, me pareció que lo mejor era colocar una fina cuerda a ras del suelo y sujetarla a ambos extremos de la calle...una broma de mal gusto era lo que quería que pensaran. Me aleje de estos igual y luego apunte para lanzarles un hechizo.

--Ennervate!--Pronto reaccionarían del desmayo...yo fui de nueva cuenta a la cabaña...tenía ganas de jugarles en verdad una broma, hacer que sus piernas se pegaran...mejor retirarme y esperar que dieran otra tarea.

[Ky.]

La Malfoy no regreso a la cabaña, en su lugar había desaparecido del lugar para encontrarse con la Directora de Criaturas y así controlar a los duendecillos. Muy a pesar de la ayuda de sus alumnos, las cosas se le estaban yendo de las manos. Los duendecillos seguian haciendo destrozos y los muggles se estaban dando cuenta de las cosas que ocurrían. Así que tomando en cuenta todo lo que pasaba, decidió terminar en ese momento la clase en lo que ella contactaba con el departamento de Criaturas Magicas y con el de Accidentes para que le ayudaran a controlar la situación.

 

Y mientras hablaba con Mary Croft, tres diferentes pergaminos volaron con cada uno de sus alumnos, dentro de cada uno de esos pergaminos venia la palabra suspendido, remarcado con dos lineas para que no quedará en duda la decisión que había tomado la oscuro en un momento de enojo y frustración. Ya que el no poder terminar la clase como ella lo había querido le hacia creer que sus pupilos no tenían todos lo que se necesitaba para certificar el conocimiento que impartía.

 

Al regresar al lugar de los hechos, junto con dos empleados de cada uno de los departamentos antes mencionados, en menos de una hora cada imperfecto que habían ocasionado los duendecillos había sido arreglado y las memorias y daños físicos sufridos por los muggles había sido modificado sin problema alguno, por lo que Nymeria volvió a respirar tranquila y feliz.