Defensa Contra las Artes Oscuras

[Leslie Ashryver PB]

DEFENSA CONTRA LAS ARTES OSCURAS

Muchos habían escuchado hablar del famoso Mago Oscuro Grindelwald y su derrota a manos del ex director de Hogwarts Albus Dumbledore incluso su amistad de adolescentes y la tragedia que traería con eso al final pero ¿que fue de Grindelwald cuándo volvió a Bulgaria? ¿cómo se hizo con el poder?...

Alessandra miró aquellas preguntas en el Profeta que posaba sobre su cama, desde que la habían aceptado cómo profesora de DCAO había planeado ir a Bulgaria, que sus alumnos vean el lugar de crianza de uno de los Magos Oscuros más poderoso del lugar.

Su vuelapluma comenzó a escribir una nota a cada estudiante que estaban en su clase, se vistió con rapidez unos jeans negros, una blusa de mangas larga amarilla, unas converse del mismo color, su cabello rubio estaba atado en una simple coleta, caminó hasta tomar su sacó y su varita.

Nerviosa miró el reoj de muñeca y se dispuso a terminar sus planes antes de llegar a su destino. Ese día se había levantado ansiosa pero sin duda con una gran energía, ya que la necesitaría para lo que se llevaría a cabo.

El sol brillaba cómo todos los días en los terrenos de la Universidad, pero ella rápidamente se dirigió a una de las tantas aulas para clases que se encontraba vacía, no pasarían mucho tiempo ahí solo era una pequeña "pausa" para repasar y responder preguntas sobre la clase y al final entregaría los dos tenedores que eran los transporte a Bulgaria.

La Delacour saludó a un par de estudiantes que pasaban y caminó a su aula, dejó el sacó sobre una silla para dirigirse al pizarrón dónde escribió <<Clase de Defensa Contra las Artes Oscuras >>

Se sentó a esperar a que sus alumnos llegarán, de apoco lo fueron haciendo lo que alegró enormemente a la Delacour, que se paró de su silla para rodear al escritorio y apoyarse en el.

-Buenas Clase, Me llamó Alessandra Delacour y seré su profesora en está materia- les explicó-antes de hacer un pequeño viaje que tengo previsto quisiera saber si alguno sabe ¿que es Defensa? ¿que son las Artes Oscuras?¿conocen las Maldiciones Imperdonables?- Editado 1 de Agosto del 2017 por Alessandra G. Delacour

[Noah Lockhart]

Estaba muy nervioso siempre me pasaba lo mismo con las clases, los nervios de saber como seria la clase de defensa contra las artes oscuras, la carta de aviso apenas habìa llegado en la tarde pero desde que la leí me habìa puesto muy feliz de que ya al dia siguiente iba a tener la primera clase, estaba muy feliz y nervioso a la vez no sabía nada de mi la clase ni del maestro ni de mis compañeros.

 

Sabía que esa noche me costaría dormir pues siempre era lo mismo cuando sentía emoción y nervios, en la noche como bien habìa previsto no me podía dormir simplemente tenía mucha energía, asì que decidí ponerme a leer un poco y tomar un tè, asì me la pase la noche entera hasta que comenzaba a amanecer, me meti a bañar para estar preparado y listo para lo que fuera, el agua me relajaba y me dejaba pensar con claridad, esas emociones que había sentido la noche anterior habían desaparecido dejándome pensar con claridad y listo para enfrentarme a cualquier reto que pudieran poner en la clase.

 

Salì de bañarme y me vestì tomando unos jeans negros, una playera blanca y una chamarra de color rojo, tome mi varita y la solo que junto a mi pierna como era costumbre y mi varita automáticamente se hizo invisible, no sabìa si podìa aparecerme en el aula pero para evitar cualquier imprevisto decidì irme en escoba hasta allì , baje las escaleras hasta llegar al recibidor del castillo en donde deje una pequeña nota avisando a donde iba y luego salí del castillo diriguìendome hasta donde se guardaban las escobas y demás transportes de la familia.

 

 

Salí volando y después de un tiempo llegue a la escuela e hice que mi escoba se hiciera chiquita y se enrollara en mi dedo como un anillo y corrí hasta el aula en donde seguro ya se encontraban mis compañeros, al llegar me lleve una gran sorpresa ya que no solo era el primero en llegar a la clase sino que en sobre el escritorio se encontraba mi sobrina sentada al parecer era la maestra.

 

-Hola mi nombre es Noah Lockhart soy hijo de Cye e Ishaya y de acuerdo a las preguntas, las artes oscuras son todas aquellas prácticas que están prohibidas por resultar ser dañinas a las personas, la defensa son las prácticas que sirven para defenderse o para hacer que estas no tengan efecto y las maldiciones imperdonables son tres y creo ya todos deben haber oído de ellas-

 

@

[Matt Blackner]

Supongo qeu una de las ventajas de ser profesor en la academia es que puedes cotillear un poco las listas de alumnos días antes de que se publiquen y los estudiantes reciban sus avisos. Por eso, ya sabía que me habían aceptado en la clase de Defensa antes de que la nota de mi nueva compañera me llegara a la Potter Black.

 

Suponía, imaginaba, qeu sería una clase más práctica que teórica, asi qeu me vestí con un pantalón vaquero de color negro, una camiseta azul claro de manga corta y mis deportivas de color rojo, la bandolera a la espalda y la varita en el bolsillo derecho trasero del pantalón, desaparecí de la mansión familiar.

 

Recorrí los pasillos del ateneo, saludando a algunos alumnos por el camino. Solía dar mis clases en los terrenos, junto al lago, al aire libre, eso, cuando no las daba simplemente en otro lugar que no fuera el recinto de estudios. POr eso no acostumbraba a internarme por los pasillos del edificio, pero aun asi no me costó demasiado trabajo dar con la clase, donde @ ya había escrito el nombre de su asignatura en la pizarra y formulaba varias preguntas.

 

Fue otro joven, @@Noah Lockhart , quien en cierta manera era familia mio, quien respondía a sus preguntas. Los miré con las manos en los bolsillos, sonriendo ligeramente, pues sentía al chico un tanto nervioso y entusiasmado.

 

- Las maldiciones imperdonables, como bien ha dicho, son tres. Imperio con el cual se doblega la voluntad de la otra persona para que haga lo qeu se nos antoje, cruccio que causa un dolor tremendo a quien la sufre, y el avada kedavra que acaba con la vida. - contesté. - Soy Matt Blackner, señorita Delacour - me presenté, antes de tomar asiento en una de las mesas.

Editado 2 de Agosto del 2017 por Matt Blackner

[Albus Severus Black]

Vi en lo alto del cielo una nota que se acercaba. Cuando la tuve en mis manos note que estaba rasgada, mojada.. Que le había pasado a eso? Al abrirla mire que era de la clase de DCAO! Me aleje del grupo de gente que había y busque un área solitaria para irme con desaparición hasta allá.

 

Apenas conseguí el lugar, mire la ropa que cargaba que era un jean azul prelavado, unos zapatos de una conocida marca muggle alegórica a un gran felino, una camisa de algodón sencilla con los colores de mi casa en Hogwarts, una gorra de la marca de mis zapatos y lentes de sol como azulados. No era lo ideal para estas clases pero bueno.. Por cosas de tiempo debía irme así.

 

Me desaparecí y di justo en la universidad, en la entrada de clase que comenzaría a cursar. Desde afuera oí lo que decían dentro, la clase apenas comenzaba y al ver quien era la profesora, sabía que me regañaría por llegar tarde. @ era mi hermana pero ella era muy exigente, de seguro me llamaría la atención delante de todos como solía hacerlo..

 

Abrí con cuidado la puerta del aula y entre lo más sigiloso posible. Ya había hablado @@Noah Lockhart , lo secundaba @@Matt Blackner . – pues profesora.. Los chicos tienen razón, son tres las maldiciones imperdonables. Esta Cruccio, que es algo parecido a tener electricidad de mucho voltaje en el cuerpo, uno siente un dolor insoportable. Esta Avada Kedabra que es la que extingue tu vida de tocar tu cuerpo e Imperio, que es la maldición usada para doblegarte o hacer que hagas lo que quien te la lanza te pida.- fue lo que respondí hacia la profesora. Estas cosas las sabia porque en la profesión que tenía en el ministerio había experimentado dos en unas pruebas que tuvimos y vaya que son horribles, sobretodo el Cruccio.

 

-para quien no sabe quién soy, soy Albus Severus Black.-

[Leslie Ashryver PB]

La Delacour examinó con la mirada a cada uno de sus alumnos incluso le dirigió una mirada no muy bonita a su hermano Albus por casi llegar tarde, pero no dijo nada, era su profesora y asi seguiría hasta que terminará la clase.

 

-Noah respuesta casi perfecta, la Magia Oscura se refiere a cualquier tipo de magia que se utiliza principalmente para causar daño- le sonrió al Lockhart - y tampoco están prohibidas sólo lo están las maldiciones imperdonables-

 

-Su uso es ilegal si pero recuerden que se imparte la clase de Artes Ocuras como cualquier otra--les aviso.

 

Con el mundo magico como estaba era ridiculo esconder el hecho de que sean prohibidas cuando habia tantas familias que apoyaban a la magia oscura.

 

-Matt, Albus bien respondido pero sabran que se necesita principalmente para que dichas maldiciones funcione como se quiere y no se terminé uno llevando una gran sorpresa- les pregunto.

 

Hace bastate tiempo había conocido a una descendiente de Hermione y Ron Weasley y esta le habia contado lo que ocurrio en el Ministerio de Magia cuando murio Sirius, le habia hablado lo que Voldemort le dijo a Harry cuando este trato de usar una de las maldiciones.

 

-Muy bien chicos ahora les pido que se levanten-aviso con la varita en mano.

 

Con un movimiento de muñeca corrio los bancos para colocar un baúl a casi seis metros de dónde estaban sus alumnos, le había costado atrapar tres acromantula asi que esperaba que sus alumnos lograran sacarle provecho.

 

-Espero que sepan el hechizo para alejar a las arañas, pero no las maten sino metanla dentro del baúl- les aviso.

 

Con un movimiento de varita abrio la cerradura y tres arañas medianas salieron directo para Noah, Matt y Albus.

[Noah Lockhart]

Mi sobrina dijo que la respuesta era casi perfecta y explicó no solo por ser artes oscuras estarían prohibidas y que asì como existía la clase de DCAO también existe la clase de artes oscuras, eso era algo increible sabia que existia esa clase pero no sbìa nada al respecto de si estaban o no prohibidas, mi sobrina explicó que solo las tres maldiciones estaban prohibidas pero las demas solo eran ilegales, desde ese momento ya la clase prometía ser muy interesante.

 

Alessandra les hizo una pregunta a Matt y a Albus a quien miro de una manera un poco seria, seguramente por casi haber llegado tarde a la clase, ciertamente no sabía la respuesta de es pregunta pero era muy interesante conocerla por lo que preste completa atenciòn a los dos jóvenes en espera de su respuesta al igual que le preste atenciòn a mi sobrina en caso de que ella diera la respuesta a esa pregunta.

 

La joven tomó su varita y se levantó del escritorio donde estaba sentada y nos pidio que hicieramos lo mismo, ella acomodo las bancas alrededor del salón y sacó un baúl de unos seis metros, tome mi varita mientras mi sobrina decía que esperaba que supiéramos el hechizo para alejar arañas y abría el baúl, en ese momento me alegra haber vencido mi fobia a las arañas ya que si no lo hubiera hecho en ese momento estarìa desmayado.

 

Mire a las acromantulas y le apunte a una que venia hacia mi -oppungo- tratandola de controlar para hacer que regresara al baúl de donde habìa salido, parecía estarle haciendo efecto pues esta se veía algo confundida y comenzaba a retroceder.

 

@

[Matt Blackner]

Justo después de mi llegó @@Albus Severus Black , una cara conocida, aunqeu normalmente nos encontrábamos en el ámbito ministerial y casi siempre, metidos en problemas. Corroboró mi respuesta, y tras llevarse una mala mirada de @ se acercó a nosotros. Saludé a Albus alzando ligeramente la cabeza, pero la profesora se dirigía hacia nosotros dos, ya que habíamos enumerado las maldiciones imperdonables.

 

Que era lo que hacía estas maldiciones verdaderamente efectivas? Me llevé una mano a la barbilla, pues en el fondo, sabía esa respuesta bastante bien.

- Necesitas determinación. Determinación real para usarlas y que funcionen. Cualquiera puede pronuncias esas palabras, pero solo si quieres utilizar a alguien y que no se resista, deberás tener muy claro lo que haces. Y solo causarás verdadero dolor si deseas causar ese dolor. - tenías qeu odiar mucho a alguien para hacer algo asi.

 

Nos pusimos en pie, dejando que la profesora apartara los bancos y colocase a unos seis metros de nosotros un gran baul. De vez en cuando se agitaba, asi qeu imaginé qe contenía algo vivo. No tardó demasiado en revelarnos su contenido, tres acromántulas vivas que deberíamos devolver al interior del cofre sin matarlas. Así la varita con la mano derecha, esperando a que las arañas se acercasen, una para cada uno.

 

Cualquiera que hubiera logrado vincularse al libro de la fortaleza podría ocuparse fácilmente, pero tendríamos que usar hechizos, asi que alcé la varita y pronuncié:

- Oppugno - La acromántula, qeu se había lanzado hacia mi, se detuvo al momento. No me hizo falta decir nada, tan solo pensé la orden.

 

La araña reinició el movimiento de sus numerosas patas, girándose dirección al baul del que había salido.

[Noah Lockhart]

Las acromantulas parecían estar obedeciendo bien a las órdenes dadas, la arañas no eran de un gran tamaño por lo que parecía que todo resultaría bien y las arañas regresarían a su lugar sin causar mucho desorden y pánico, pero al parecer estas no eran del todo adultas por lo que no se podía tener el control absoluto sobre ellas, mi acromantula se movía un poco raro y se comenzaba a ir de lado, no tenía idea de porque pasaba esto pero aun asì no me detendrìa.

 

Seguí apuntando sin dudar y dando la orden clara de que entrara al baúl de donde venían, mi compañero matt antes de que salieran las arañas respondió a la pregunta diciendo que para que las maldiciones fueran exitosas se necesitaba determinación, por lo que imagine que tal vez en este caso también se necesitaba tenerla, mi acromantula seguía resistiéndose a quedándose parada por breves momentos, la acromántula de Matt se acercaba a la mía que seguía parada tratando de darse la vuelta nuevamente.

 

 

Cuando la acromantula de matt se encontraba pasando al lado de la mía esta se comenzó a mover hacia los lados golpeando a la otra en un segundo las dos comenzaron a mirar a ambos lados y salieron corriendo en diferentes direcciones, una de ellas paso golpeando a la que se dirigía a Albus y asì las tres corrieron a esconderse, era sorprendente como de un segundo a otro se causó el caos que creíamos haber evitado, al parecer los hechizo no eran suficientes para controlar su naturaleza haciendo que estas derribaron varios muebles del ateneo y uno que contenía sustancias comenzó a incendiarse.

 

@

@@Matt Blackner

[Matt Blackner]

Con el tiempo había aprendido que la determinacion era muy importante, tanto en las maldiciones imperdonables como en el resto de hechizos. Si no tienes claro qeu quieres obtener, al final, siempre habrá algo que falle.

 

Mi acromántula caminaba, con ese movimiento raro e hipnótico de sus numerosas patas, directa hacía la caja, apuntándole con la varita. No la apartaría hasta que entrase en el baul y esperara a sus compañeras, a cargo de @@Noah Lockhart y @@Albus Severus Black .

 

Con lo qeu en principio no había contado era con la araña de Noah. Permanecía quieta, y cuando mi araña pasó por su lado, hizo un extraño, chocando con mi araña y con la de Albus antes de que echaran a correr. Pero ya lo había dicho, la base era la determinación, y la mia era fuerte, era firme. Por eso me giré en cuanto comenzaron a correr, varita en alto, apuntando hacia mi acromántula.

 

No llegó a alejarse más de tres metros de mi, tal vez buscando un escondite, antes de que se parase, de frenar su huida, perdiendo a sus hermanas.

 

"Regresa a la caja" - pensé. Era una orden sencilla y clara. Firme.

 

Las patas se pusieron en marcha, y de forma calmada, el ser reemprendió la marcha y esta vez si, llegó a meterse en el interior del cofre de la profesora.

 

Tarea resuelta, aunqeu ese fuego no era precisamente apropiado en la clase. Me puede la vena accidentosa, reparamos desperfectos, aunque algunos crean que los causamos. Asi que avancé varios pasos y apunté hacia las llamas con mi varita.

- Aguamenti! Aguamenti! - repetí varias veces, dejando que el agua saliera de forma fluida de la varita sobre las llamas que, se habían causado en la huida arácnida.

 

El fuego no tardó en estar apagado, aunqeu quedaba algo de humo en el ambiente cerrado de la clase por culpa del fuego. Con un gesto fluido de varita, el mueble volvió a quedar en el estado anterior a las llamas, totalmente reparado.

[Vladimir Karkarov]

¿Qué debía motivarlo a continuar su carrera, su vida y sus conocimientos? acaso, ¿Ser el mejor mago desde los tiempos del gran Dumbledore o el señor tenebroso? o ¿solamente era por tener su mente ocupada y olvidar los horrores que había pasado? no lo sabía muy bien a decir verdad, su mente, envuelta aún en tinieblas no recordaba demasiado de su vida en general, envuelta en pequeñas memorias abstractas.

 

Despertó, un día más se alzaba por el horizonte, uno que iba a prometer algo más de acción al Karkarov. Una lechuza inmediatamente susurró desde la ventana, avisandole de la carta que yacía en el suelo. La casa de madera sonó bajo los pies desnudos y palidos, mientras caminaba a tomar la carta de la universidad, su clase de conocimiento estaba por empezar.

 

-¿Leiste esto, Pukwudgie?- le dijo a su lechuza color marrón, con algunas plumas levantadas en su cabeza blanca que se asemejaban a las cejas de un pukwudgie. -No... por supuesto que no pudiste... eres una lechuza...- comentó mientras verificaba su reloj. -¡Santo Merlin! ¿Ya viste la hora?- se apresuró al baño para tomar una rapida ducha, secarse el cabello y medio vestirse con la tunica azul que colgaba del perchero. Su desayuno consistió en una tostada del día anterior con una vaso de leche.

 

-Se me hizo tarde, Puk, te veo cuando regrese.- tomó su varita y la colocó en su brazo -Ah, y trata de no romper mi almohada de nuevo. - inmediatamente se desmaterializó en una nube blanca para minutos más tarde aparecer en los terrenos de la Universidad. No recordaba muy bien dónde se encontraba la sección de ateneo de conocimientos, así que se acercó a un mapa que le costó interpretar.

 

Luego de caminar durante cinco minutos, dio con el aula indicada. Alisó su túnica y trató de colocar una pequeña sonrisa, aunque no le salió. Tocó la puerta varias veces, pero al notar que nadie salía, decidió entrar. Al abrir la puerta, observó que varias personas ya se encontraban en la clase, además de un baúl en medio de ésta. Inmediatamente detectó lo que sería un olor a quemado.

 

-Veo que ya se están divirtiendo.-

 

Se acercó lentamente hasta los demás mientras sacaba su varita, estaría listo en caso de que su profesora decidiera darle una sorpresa con alguna criatura.

 

-Soy Vladimir Karkarov... lamento llegar tarde.- dijo mientras hacía una pequeña reverencia.