Halloween Town

[Hayame Snape Potter Black]

La vampiro de cabellos rojos emitió mil y un chillidos y saltó hacia atrás al darse cuenta de que comenzaba a convertirse en un arbol navideño en llamas gracias a la ultima gracia de la loca de su hermana que sin aguardar un solo segundo a que la de ojos rojos se colocase en una mejor posición, había soltado el hechizo hasta dar con su mas que hermosa capa que inició un ondeo parecido al de las banderas...

 

Pero mas caliente y convirtiéndose en cenizas

 

La Vladimir se soltó de esta de golpe antes de que llegase a su cabello y de todas maneras comenzó a pasarse rapidamente las manos por este por si acaso algun pelin había iniciado su proceso de inflamación

 

-Pero que te has vuelto loca!!??- chilló la mayor de las hermanas agitando un brazo antes de pisotear su mas que chamuscada capa- pudiste haberme convertido en algo frito!!

 

Pataleó suavemente contra el suelo aunque en cierto grado deseaba reirse por el aspecto remojado y empanizado de la Potter Blue que bien podría pasar por un amasijo de ropajes tendidos al sol... pero sin sol

 

Acaso era una calabaza lo que iluminaba el lugar pretendiendo ser de día?

-Morphos!!

Soltó la mujer apuntando hacia las lianas para que estas pasasen a ser parte de aquellas enredaderas babosas que su hermana Amya Adler criaba en la Floristería

-Creo que se me olvido darte algo de shampoo para el pelo hermanita- canturreó alegremente con una mano en la cadera- y.... pero espera!! necesitas agua para la ducha...

Parpadeó antes de volver a apuntarle con sencillez

-Aguamenti!!- Lanzó una segunda vez

[Sagitas E. Potter Blue]

Sentí varias cosas a la vez que me distrajeron. Primero, me sentía muy orgullosa, muchísimo, por mis cabriolas por las lianas con las que había subido al árbol y había abandonado aquel agujero lodoso. Lo siguiente que oía eran las quejas de los ahorcados, que pedían un Avada, aunque no me quedaba claro si era a mi hermana o era a mí, por violar la rama de la que ellos pendían. También sentía los gemidos del pobre Zero, el perrito tan mono que me había traído aquel hueso que me había ayudado a librarme del ofidio de mi hermana.

 

Pero también sentía las quejas de Xell contra aquellas brujas en tumbonas que pretendían animar el duelo, y los murmullos de Sean y Matt, como si estuvieran hablando de algo importante. Eso me distrajo un poco más y dejé de mirar a Hayame, quien protestaba por el fuego que se extendía por su ropaje.

 

-- ¡Eh, vosotros dos! ¿Qué estáis tramando? Nada de confraternizar con el enemigo, Matt. Él es persona non grata en la mansión, no me da la gana que salga con Perenela, y espero que no estés tramando algo porque digo lo mismo de Heliké.

 

Solté un bufido que coincidió con su pataleta en el suelo. Me giré, sonriente, para ver como pateaba su capa que se había convertido en un andrajoso y ceniciento tejido pisoteado, inservible para la función a la que estaba destinada.

 

-- ¿A qué molesta que te destrocen la ropa, manita? -- le dije mientras ella movía la varita. No sucedió nada en especial y me puse a reír. -- ¡¡Patosaaaa!! -- le grité, sentadita de forma cómoda en la rama.

 

No debería haberle provocado porque un rayo de agua me dio de lleno. Ella estaba muy cerca de mí, apenas dos metros nos separaba, así que el agua me golpeó de forma tan violenta que resbalé de la rama y me caí hacia atrás.

 

-- ¡Demonios! -- grité, pensando en el Alentun-no-sequé para no darme el testarazo. Pero no recordaba el hechizo y, además, me di cuenta que el hechizo de Hayame, el primero, sí que había funcionado, aunque tal vez no de la forma que pretendía mi hermana. Las lianas se habían convertido en unas enredaderas que se estaban liando en torno de los esqueletos, quienes protestaban de forma vehemente.

 

El golpe contra el suelo fue tremendo. Sonó bien fuerte, maldita bruja, seguro que me había roto algo.

 

-- ¡Gamberraaaaa!¿Qué te hicieron esos esqueletos para que te metas con ellos? -- sonó la voz de Jack Squeleton. -- Largaos de aquí, estáis montando un espectácul0 demasiado escabroso incluso para nosotros.

 

-- ¡Ay! -- repliqué desde el suelo, sin hacerle caso. -- ¿Querías matarme, alcornoque con patas? -- protesté, mientras me incorporaba y me frotaba el trasero. Tenía sangre en la cabeza, miércoles, vaya golpe me había dado. Noté que las lianas-enredaderas envolvían cada vez más a los esqueletos pero que, también, buscaban más víctimas que envolver. -- ¡Silencius!

 

Apunté a Hayame, para que se estuviera calladita un buen rato, para que me dejara en paz un rato mientras intentaba salvar a mi hijo. Bueno, y al resto de la familia.

 

-- ¡Correr, salir de ahí! Las enredaderas son peligrosas. ¡Xell! Tú tienes poder con los vegetales, intenta que nos os alcancen.

 

Salté hacia atrás, alejándome de las puntitas de las enredaderas, que se acercaban peligrosamente hacia mis talones. ¡Qué rabia sentí en ese momento!

 

-- ¿Sabes? Ya estaba bastante mojada, hermana, no hacía falta chorrearme de nuevo, aunque gracias a eso me libré de tus plantitas. Densaugeo. -- Volví a saltar hacia atrás para evitar aquellas plantas tras lanzarle aquel rayo a mi hermana.

 

Pero no calculé bien. Eso me pasa por distraerme. No me acordaba del pozo de agua y...

 

... Volví a caerme dentro.

 

¡Córcholis, hoy iba a mojarme todo el rato!

[Hayame Snape Potter Black]

-A quien le dices Gamberra, pedazo de minerales sin carne!?

Chillaba la vampiro levantando un puño al aire mientras se olvidaba de su hermana de cabellos violetas que ya hacía de las suyas y parecía ponerse a dar órdenes como tuviera acostumbrado en el Ministerio... pero ahí no era el MM!! estaban en un universo aparte con sus propias reglas para hacer y deshacer donde no tenían cabida cualquier palabra de mas de la bruja

-Vete a por ahi a tratar de encontrar esos pedazos que te faltan a ver si con eso recuerdas a escuchar cuando te dije que se fueran todos a ocultar al...!!

Al menos hasta que la escuchó tirar un hechizo que dio de lleno al lado suyo, haciendo que cualquier otra queja de la vampiro pelirroja se fuera al caño gracias a lo que la otra había hecho sobre si

A ella!? Tirarle un Silencius a la maestra de los No Verbales?? Pues con quien se creía la Potter Blue que se enfrentaba?

No tuvo tiempo de pensar puesto que la bruja ya movía el brazo para su siguiente hechizo y eso significaba unos muy escasos y contados segundos para la Vladimir le librarse de una muy buena que le iba a costar

-ZANCADILLA!

Pensó... apuntandose a sí misma y terminando por darse un golpe en la espalda antes de ver como el cabello se le levantaba por la fuerza del rayo que su hermana le había tirado y que por poco no le da de lleno en el rostro; apenas había escuchado las palabras de lo que fuera que iba a golpearla pero estaba segura de que no iba a ser nada bueno

Movió la lengua sintiendo como esta nuevamente parecía articular, comenzando a gritar nuevamente

-PERO QUE TE HAS VUELTO COMPLETAMENTE DEMENTE!? YO TENGO COLMILLOS, PEDAZO DE CIRCO CON RUEDAS!!! DONDE ME CREZCAN LOS DIENTES ME VOY A CORTAR LA CABEZA A MI MISMA!!

CHilló antes de parpadear confundida al ya no ver a la de cabellos violetas

-Eh... Sagitas? oO

[Sagitas E. Potter Blue]

¡¡Aaaaagggg!! Maldita hermana, maldito vestido, maldito hoyo y maldita yo, que fui quien lo provoqué. Caí dentro, levantando una gran ola de agua que cayó a los lados y mojó a doquier. Sé que, al menos, llegó a las tres brujas de las tumbonas porque las oí gritar y arrastrar sus sillas hacia otro lado. Sonreí, a pesar de la mojadura, que se aguantaran. No eran ellas las que me preocupaban.

 

Me preocupaba mi hermana. Habíamos perdido los estribos, ambas, y ahora, además de pelearnos, nos habíamos ganado la enemistad de los del pueblo. Jack el Esqueleton chillaba a Hayame y ésta le devolvía el cumplido, yo mojaba a las tres brujas, a alguien le había robado un hueso de la piernas y las lianas envolvían a los esqueletos del árbol, quien además estaba molesto por la mojadura imprevista. Ya se sabe que los árboles de "Pesadilla antes de Navidad" se mueven mejor secos y sin vida, y el agua no les es grata.

 

Al menos supe que mi Silencius le había dado, pues de golpe pararon todos los insultos que estaba lanzado al pobre esqueleto. Nadé hacia el borde del hoyo e intenté salir, aunque era difícil. Tal vez si me agarraba a una de las lianas que aún seguían activas, moviéndose en busca de cuerpos a los que sujetar... Pero si lo hacía seguro que después no podía soltarme...

 

Dilucidaba que hacer cuando noté el olor de la magia. No supe lo que lanzó, pues no podía hablar, así que seguro que había hecho algún No Verbal. Esperé y no noté nada. Tontaaaaa, seguro que se había confundido. Asomé de nuevo la cabeza y la vi en el suelo, con un lazo en las piernas. ¿Se había autolanzado un Zancadilla? ¡Por Merlín! No era tan tonta como parecía, había escurrido el bulto y con un simple truco se había librado de mi hechizo.

 

¡Córcholis! Había olvidado que era buena y que ella me enseñó los trucos a mí, era mi maestra.

 

-- Astuta, mana -- le solté.

 

Jo, debería haberme callado. Porque con los gritos que daba yo creo que le oyeron en todo el pueblo y el cementerio cercano. Eso me enfadó, ¿por qué no se quedaba callada e intentábamos hacer las paces?

 

-- ¡Por mí como si te rozas con los colmillos las uñas de los pies! -- le grité desde el hueco, muy cabreada. Entonces pensé en un Embrujo punzante y la señalé con mi varita, sonriendo. A ver si ahora le preocupaban sus dientes más que su cara.

 

Entonces sucedió lo impensable, al menos para mí. Se hizo la oscuridad. Me tiré al hondo del hueco, quedando medio embarrada, medio inundada con los restos del agua que aún quedaban.

 

--¿Qué demonios? -- dije, al ver que el agujero se cubría por una manta espesa de hierbajos. Eran las lianas, que aún tenían fuerza para buscarme y habían cerrado el hueco. Aquello era peligroso, entre el agua y las lianas... Yo misma me había metido en una madriguera para que me pillaran. -- ¡Miércoles!

 

Alcé la varita e invoqué un Incendio para acabar con las lianas. A ver si tenía suerte y conseguía distraerlas antes de que el hechizo Morphos desapareciera. Si no era así, sería yo la que desaparecería, de este mundo y del nuestro.

[Hayame Snape Potter Black]

Definitivamente aquella mujer era el epítome de tenerla con los nervios en vilo simplemente con el hecho de saber que dueleaban entre ellas

Por mucho que se gritasen ambas mujeres, había algo seguro y era que no se matarían sin importar hasta donde llegasen los hechizos y demás; se tomaban en serio aquellas batallas como cualquier otro pero claro, eran familia. Eso superaba en amor por mucho cualquier desacierto o roce de ideas que pudiesen llevarlas al enojo y si llegaba a suceder, se arreglaban tan enseguida que cualquier otro asunto se olvidaba.

El lazo que las unía era aún mas eterno que los objetos físicos que se guardaban tan celosamente en el banco mágico

Y aún así...

Era evidente que ambas brujas iban a darlo todo incluso cuando no fuere realmente de vida o muerte, puesto que eran orgullosas en todo lo que hacían y les gustaba probar que las dos eran buenas y perfeccionistas en sus actos

Hayame negó un par de veces, riéndose y comenzando a desatarse los tobillos amarrados para tener mas libertad de movimiento, y preguntándose cuantas veces en su vida había tenido que auto hechizarse para poder librarse de algún enemigo que había tratado de jugparsela sin saber que la pelirroja al haber sido de rango bao durante tanto tiempo había terminado por tomar habilidades que no todos se tomaban el tiempo de apreciar debidamente

-Listo...

Dijo para si misma imaginando a su hermana realmente ocupada en salir del atolladero donde la había dejado...

Y por lo tanto, el descuido al levantarse había sino no percibir el momento en que la otra levantó la varita y lanzó el rayo hacia esta. Aunque ante un enemigo siempre estaba atenta y cualquier hechizo salido de varita le hacía inmediatamente protegerse al tratarse de su hermana no pensaba que fuera a ser algo grave como para tener que detenerlo

Después de todo... ya le había arrojado un Silencius y ese tipo de cosas, a ella no le venían mal

Pero el dolor en el rostro le hizo abrir mentalmente sus ojos con sorpresa. No, un seccionatus no era, hubiera escuchado el aire al partirse ante las cuchillas y las flechas por lo general no alcanzaban el rostro y si acaso, sería una sola o varias en diferentes partes... no generalizado puesto que su cuerpo seguía bien

Emitió un chillido y se cubrió el rostro con una mano, agitando la varita y chillando un "Avis" con la orden de protegerla de algun futuro ataque

Los preciosos colibríes revoloteaban alrededor de la pelirroja con un brillo alegre y vivo que desentonaba completamente con el ambiente alrededor de todos y sacudió la cabeza, apretándo los parpados

-Maldita sea Sagitas!! Eso duele!!

Chilló con verdadera molestia conforme volvía a ponerse de pie torpemente y manteniendo los ojos cerrados. No valía la pena ni siquiera intentar ver puesto que aquello no pasaría hasta dentro de un rato y curarse a sí misma sería un desperdicio de hechizo

-Donde estas para que pueda devolverte las gracias? anda, haz cualquier ruido y vas a ver como te va!!

Soltó antes de fruncir el ceño con preocupación puesto que aparte de las voces de quienes les veían y algun comentario preocupado, no percibia nada mas

Acaso estaba sin moverse para esperar a atacar sin que la vampiro pudiese hacer nada? Afinó mas el oído y finalmente le pareció escuchar un suave crepitar a la distancia... no estaba segura de que estaba preparando la bruja. Acaso intentaría encerrarla en un circulo de llamas para quemarla cual Inquisición? Percibía el aroma de algo quemarse por un lado, pero no podía verla y sabía que cualquier cosa que arrojase tendría que ser indirecto al menos para tener una mejor idea de a donde se movería la Potter Black

-Confringo!!- lanzó esperando darle a algo y que la pura explosión hiciese saltar a su hermana donde quiera que estuviese

Solo esperaba no darle a un objeto que pudiese caer sobre alguno de los pueblerinos