Caída Libre

[Near]

Los rayos pasaban silbando demasiado cerca de mi cuerpo. Poco a poco me había ido acercando al borde de aquel gran precipicio. Detuve un par de Sectusempras con un movimiento de varita y dejé reposar mi mano libre contra una de mis rodillas flexionadas. No había más espacio para retroceder. Dejé mis ojos clavados en los de mi rival y formé una mueca irónica entre mis labios.

 

- No deberíamos hacer tanto ruido... - Solté intentando disimular mi cansancio. Había sido un enfrentamiento demasiado parejo y la batalla empezaba a sentirse en los músculos. Sabía que ambos estabamos cansados, pero estaba seguro de que ninguno se rendiría hasta ver al otro derrotado. - El terreno se esta volviendo inestable.

 

La gruesa capa de nieve que cubría el terreno dificultaba aun más nuestra movilidad. Miré a los lados, ya no había arboles, lo que parecía ser un bosque se había terminado hacía unos 40 metros. Desvié mis ojos hacia abajo, sobre la ladera empinada de aquella montaña nevada volvía a verse un pequeño bosque que prácticamente aseguraba un golpe fatal en caso de caer.

 

- ¿No vamos a parar ahora no? - Dije en cuanto vi como mi rival se había acercado peligrosamente durante mi breve distracción. Negué con la cabeza sin dejar de mirar su varita en alto y apunté convencido de acabar con aquello de una vez.

 

- Sectusempra! - La fuerte exclamación tuvo dos respuestas. Por un lado, el rayo plateado había salido disparado contra el pecho de mi contrincante, destinado a morir desangrado en caso de no desviarlo como ya había hecho incontables veces desde el inicio de la batalla.

 

La segunda fue catastrófica. Al grito le siguió un ruido grave, continuo y alarmante. Justo después de que el rayo llegara a su destino, siendo desviado o no. El suelo bajo nuestros pies comenzó a desprenderse y en cuestión de décimas de segundo nos encontrábamos en medio de un deslizamiento gigantesco de nieve.

 

La zona bajo nuestros pies se mantuvo lo suficientemente estable como para permanecer de pie, pero eso no solucionaba nuestra situación, aun estábamos en caída libre.

[Alyssa Black Triviani]

Las prácticas de duelos en la Marca habían comenzado hacia dos días, aquella jornada tocaba por grupos para poder entrenarse para futuros asaltos. La Black no hacía mucho que había regresado de su prolongada ausencia y, para ser completamente honestos, se encontraba bastante oxidada; sin embargo no quería desperdiciar la oportunidad para ponerse al día aunque aquello le costase una buena golpiza. Los duelos nunca habían sido su fuerte pero aun así siempre le habían gustado, pues la adrenalina que le recorría en aquellos momentos podía convertirse en algo adictivo. Ya llevaba luchando una hora o más, a la batalla no le faltaba mucho más para definirse; por su parte Alyssa se había enfrascado en un enfrentamiento personal con Near lo cual los había llevado al límite a ambos.

 

Apenas si pudo asentir ante el comentario del Croft, instintivamente lanzó una mirada a su alrededor para darse cuenta de lo mucho que se habían alejado de los demás. El estruendo de la batalla provenía de aproximadamente 40 metros más atrás, allí donde terminaba el bosque, mientras que ellos se encontraban al borde de un precipicio sobre una montaña cubierta por una gruesa capa de nieve que les entorpecía los movimientos. Aprovechando la distracción de su contrincante Alyssa consiguió avanzar dos metros más en su dirección, quedando a tan solo 8 metros de distancia del mortífago; sin embargo allí tuvo que detenerse puesto que Near se percató de su movimiento y se puso en guardia una vez más.

 

- No por mí, yo podría seguir otra hora más – replicó la Black con una socarrona sonrisa en sus labios – Pero si estas demasiado cansado…

 

Detuvo sus palabras allí mismo pues el Croft enarboló su varita lanzando un rayo en su dirección, Alyssa apenas si pudo recuperar el aliento a tiempo para pronunciar un Protego con lo cual el escudo mágico se desplegó ante ella absorbiendo el ataque que el Ángel Caído acababa de lanzarle. Justo en ese momento sintió un sonido atronador y la tierra bajo sus pies tembló con fuerza amenazando con voltearla, estuvo a punto de caer pero afortunadamente consiguió sostenerse de una gran roca anclada a su lado. Horrorizada contempló como la porción de suelo sobre el cual ambos se encontraban se había desprendido de la montaña y caía en picado por el precipicio de 60 metros de profundidad; aunque curiosamente de alguna manera se mantenía estable ofreciéndoles un terreno dentro de todo “seguro” para continuar con su batalla, o por lo menos hasta que tuvieran que afrontarse a la tarea de detener aquella caída libre.

 

Justo entonces pensó en unas Necrohands que surgieron de la tierra bajo los pies del Croft, apresándolo fuertemente. Una de ellas lo tomó por el torso ciñendo sus brazos y manos al mismo, dejándolos sin movilidad y con la varita apuntando al suelo, mientras que la otra mano le apresó las piernas por la altura de las rodillas dejándolo así con una precaria estabilidad.

 

 

OFF: Matt xD Se que no soy oponente para vos, pero es que no pude resistirme *-* quiero volver a la movida de los duelos, y la trama de este parece super interesante *o* Eso si, teneme paciencia xDD

[Near]

Mi concentración se había dividido, aquello era una pésima señal. La caída me preocupaba casi al mismo nivel que aquel enfrentamiento, debía acabar y recuperar mis fuerzas para desaparecer o frenar el impacto antes de que la avalancha se fusionara con el pie del precipicio. Volví mi mirada hacia Alyssa una vez más, aquel sectusempra la había frenado en su intento de tomar ventaja, pero nunca llegó a impactar.

 

No podía dejar que atacara, no de espaldas a la nada, no con aquella inestabilidad amenazándome tanto como la varita de mi rival.

 

- Seneca! - grité para evitar que cualquiera de sus intentos de herirme saliera de sus labios, adelantándome así a su posible contraataque. Eran demasiados riesgos juntos, reducirlos en su mayoría me había parecido lo más acertado.

 

Una gran rama golpeó mi espalda durante la caída tirándome hacia adelante. Logré incorporarme sobre la masa de tierra y nieve que nos llevaba hacia una posible muerte y entonces me arrepentí de haber deshidratado a mi rival. Los hechizos no verbales eran impredecibles y podían ser un problema.

 

Observé sorprendido, casi con amargura, como mi cuerpo completo era apresado por un par de manos gigantes. Aquellos eran los riesgos de obligar a Alyssa a utilizar solo hechizos no verbales. Cerré mis ojos aceptando mi situación, buscando un punto positivo. Era posible que las manos fueran una protección en caso de impactar contra el suelo. Si la mortifaga no les ordenaba ofuscarse justo antes casi podrían ser una ventaja.

 

Volví a concentrarme en derrotar a la bruja antes de enfrentarme a la fuerza de gravedad en su peor forma, debía deshacerme de ella para que las manos desaparecieran y pudiera aparecerme en algún lugar seguro.

Sin poder apuntar, mi única opción era utilizar algún encantamiento, sin rayos ni objetivos.

 

- Morphos! - exclamé para transformar la blusa que la mago oscuro llevaba debajo de su pesada túnica de abrigo. Con solo verla podía hacerla objetivo de mi hechizo, por lo que luego de un pestañeo la blusa se transformó en una pequeña serpiente venenosa, lo suficientemente desarrollada como para inyectar una buena dosis de veneno en el torrente sanguíneo de la Triviani.

 

Completamente cubierta por la capa de abrigo y debido a su pequeño tamaño - fina, pero alargada - sería muy difícil ubicarla para intentar eliminarla.

 

Me volteé un segundo. Miré a lo que quedaba de recorrido, no era mucho, aquel enfrentamiento debía terminar pronto.

 

****

 

Off: Perdon la demora, estuve con algunos problemas toda la semana. Buenisimo que la trama te haya gustado. Sea cual fuere el resultado, tiene que haber revancha entonces. Pero lo abris vos jaja.

[Alyssa Black Triviani]

El suelo perdía paulatinamente su estabilidad, la rapidez con la que caía su precario escenario provocaba de vez en cuando fuertes temblores que amenazaban con tirarlos al vacío. No pude evitar echar un vistazo hacia un costado, observando con creciente alarma como el suelo se nos acercaba a una velocidad prodigiosa, tendríamos que hacer algo al respecto y pronto si es que no pretendíamos morir ambos.

 

Segundos antes de que convocara mis necrohands, Near contraatacó con un hechizo que limitaría mis acciones tanto como estaban limitadas las de él; habiendo perdido ya mi única oportunidad de atacarle verbalmente no me quedaba más opción que recurrir a aquellos hechizos que podía conjurarlos solo con el pensamiento.

 

Maquinaba ya mi próximo movimiento cuando el Croft atacó una vez más, sus palabras surtieron un efecto inmediato en mí haciendo que mi delicada blusa se transformara en una serpiente. El animal me mordió al acto con lo cual me sacudí lanzando una frustrada exclamación al aire, el reptil cayó al suelo con un furioso siseo y al verla la identifiqué de inmediato. Gracias a mi conocimiento en criaturas tanto mágicas como no mágicas, supe apreciar que se trataba de una Culebra Bastarda: era una serpiente bastante común en Europa, muy activa, agresiva y rápida. Debido a la situación posterior de sus colmillos, es difícil que éstos lleguen a ser efectivos al morder a un hombre, sin embargo los ejemplares de mayor tamaño, al poseer una boca de gran amplitud, sí pueden causar envenenamienos leves aunque nunca mortales (como era el caso de este ejemplar en particular).

 

Su mordedura me causó mucho dolor, y el veneno me dejó un fuerte escozor en la zona del pecho, pero fue un enorme alivio saber que éste no tendría consecuencias mortales en mí. Sonreí triunfante al tiempo en que me encaraba una vez más ante mi enemigo, pateé al animal lanzándolo al vacío al tiempo en que apuntaba con mi varita al mortífago que aún permanecía inmovilizado por mis necrohands.

 

- Crece-uñas – pensé.

 

Mis opciones eran sumamente limitadas, pero debía aprovechar la ventaja que tenía ante mi proyectándome a futuro. El rayo salió de mi varita rápido como una luz, yendo directo a la cabeza del Croft que era una de las pocas áreas de su cuerpo que no estaba cubierta por las necrohands. Luego avancé unos pocos pasos hacia adelante colocándome a unos escasos 6 metros de mi adversario, y alcé mi varita una vez más pensando en un Fuego Púrpura. La llamarada color violeta se disparó hacia el mortífago, atravesando el campo en línea recta donde afortunadamente no había nada que pudiera obstruir su paso. Si aquella invocación conseguía tocarle lo dejaría inconsciente dándome a mí una enorme ventaja, siendo que el mago se encontraba inmovilizado.

[Monica Malfoy Haughton]

Duelo re-abierto a petición de uno de los duelistas.