Prueba de los Hablantes de Pársel #2

[Lawan Nguyen Thanh]

El arcano miraba tranquilo el cielo, el sol apenas salía y le daba un tono naranja al lugar, el silencio del lugar y la quietud del mismo, hacían que valiera la pena levantarse y ver el amanecer desde la Universidad.

 

- Si llegó... – Susurró para sí mismo, cuando vio a Lyra caminar lentamente hacia el lugar. – Buenos días.- Levantó la mano y sonrió el Arcano, al parecer no había intentado renunciar a la prueba, así que estaba lista.

 

- Estoy complacido de verte aquí, espero que hagas un excelente papel, anda caminemos, necesito conversar contigo primero. – El viejo apuntó el sendero que se dirigía al centro del Ateneo.

 

- Como ya sabrás, la prueba se efectuar en el corazón de la Universidad, en la sala de los siete portales, Suluk menciono que ya has estado allí, así que sabrás que no es fácil el camino, deberás sortear un par de pruebas en el transcurso. – Caminando a su lado, mientras el sol empezaba a iluminar un poco aquella calurosa mañana.

 

- Veras, la prueba no es nada fácil, principalmente necesitaras mucho coraje y puede ser algo pesada. Por lo que te explicare un poco cual será tu tarea. –

 

- Primero, lo siento pero es mi norma, tu varita, amuletos, anillos, y cualquier artefacto mágico, quedan prohibidos. – Extendiendo su arrugada mano. – Necesito que me los des, te los entregare cuando sea prudente. –

 

Las pisadas de ambos se vieron interrumpidas por los primeros cantares de los pájaros. - Eh dejado tres joyas con tres diferentes serpientes y le eh prometido a Jianxi que se las llevarías. –

 

- Jianxi es mi guardián y un querido amigo, es una serpiente de casi 8 metros, que cuida la entrada al laberinto de las setas, como ya sabrás es necesario atravesar el camino de setas para llegar a la pirámide donde se encuentran los portales.

 

- Sera una tarea muy fácil pero complicada, deberás recolectar las 3 piedras y dárselas a Jianxi, él te permitirá la entrada al laberinto y te entregara tu varita junto con tus cosas… Este anillo, por ejemplo es una molestia. – Mirando los objetos de Lyra y tomamdo el anillo anti veneno, para guardar los objetos en un pequeño saco de tela.

 

- Conoces la geografía del lugar, es una isla rodeada por agua, donde existe un bosque con árboles enormes, que rodea un laberinto de setas gigantes, y en el centro de la isla la edificación donde te estaré esperando.

 

- Las tres serpientes; En medio del rio, vive Shuǐ, una culebra de agua, ella guarda la joya azul, ten cuidado con ella, no es muy peligroso su veneno, pero si su forma de ser, es más como una niña mimada. Así mismo el rio está lleno de peligros, un consejo no intentes nadar allí.

 

- Después cuando llegues a la isla, entraras al bosque en busca de Huā, ella es una bella serpiente con colores brillantes, deberás quitarle la joya rosa que tiene atada al cuello, Huā es muy violenta y peligrosa, incluso fue difícil para mí hacer que aceptara ser parte de la prueba, te pido de la manera más atenta no caigas en alguna trampa de ella.-

 

- La tercera joya la amarilla, la tiene Tiāntáng una mamba, espero que la encuentres a tiempo no te puedo decir donde está pero te daré una pequeña pista, las tres serpientes son originarias de China.

 

- Recuerda que el camino está lleno de víboras y serpientes, que te podrán ayudar, pero que también te podrán mentir, justamente casi el 70% de las serpientes te mentira. Toma este pequeño saco de lino, aquí guardaras las joyas.-

 

- Una vez tengas las tres piedras, se las entregaras a Jianxi, que no se te ocurra no llevarle las tres, ya el te dará tus objetos y sobretodo la siguiente indicación, no termines perdida en el bosque de setas.

 

La misión era una simple búsqueda, aunque el Arcano omitió algo muy importante, cada una de las tres joyas, era en realidad un potente veneno petrificado. Cuando Lyra tocara la primera, empezaría a sentir una fatiga crónica y deshidratación, la segunda piedra la rosa le produciría mareos y sobretodo vómito, finalmente la última le daría un par de alucinaciones y aumentaría los efectos en las dos primeras joyas. Afortunadamente Jianxi el guardián de Lawan tenía la llave para el antídoto, así como las pertenencias de la mujer.Tendría que esperar las indicaciones de tan enorme serpiente.

 

-Hayley viene contigo? Se te permitira que ella te acompañe en el transcurso del camino, pero bueno si no existen más preguntas. – Lyra y el arcano por fin habían llegado al embarcadero, donde una balsa de madera flotaba en el agua.

– Esta será la primera parte, estas realmente lista? Es mi obligación preguntar tres veces, así que por segunda ocasión te lo pregunto. ¿Lyra deseas enfrentar la prueba de los hablantes de Pársel? – Preguntó el mago mirando los ojos de su estudiante, si ella aceptaba la prueba final comenzaría en ese momento.

[Lyra Katara Selwyn]

El día de la prueba había llegado. Iba vestida con ropa cómoda y bastante fresca, no con el típico pantalón de mezclilla, sino con un conjunto casual de pantalón y playera de mangas cortas de lino, tela muy apropiada para el calor. Este tipo de tela era también muy resistente. El color que había elegido era el gris oscuro en ambas prendas, igual que los tennis que llevaba.

 

En ese tipo de pruebas se solía caminar mucho, aún recordarba la de animagia, por lo que era mejor llevar ropa cómoda. Aunque conociendo mi suerte, ese día podría llover.

 

<<Vámonos ya, Katara>> - Me dijo Hayley en Pársel.

 

<<Ya voy, Hayley, ya estoy lista.>> - Contesté.

 

En la mano derecha llevaba mi varita y mi monedero de piel de moke, además de los anillos y amuletos puestos, si bien había acomodado los anillos relacionados con los poderes en las cadenas de los amuletos correspondientes a cada libro, de lo contrario no podría llevar todos en la mano. En la mano derecha solo llevaba el anillo de la habilidad de animagia.

 

Hayley se subió a mi cuello, era donde le gustaba estar y nos aparecimos en la Universidad. Desde la entrada caminamos hasta el hogar del Arcano, que ya estaba esperándome.

 

<<Te sigo de cerca, seguro hablará contigo primero antes de hacer la prueba>> - Dijo Hayley en pársel, bajándose de mi hombro.

 

<<De acuerdo.>>- Respondí.

 

Camine hasta acercarme a donde estaba el arcano Lawan, parecía bastante animado.

 

-Buenos días.- Saludé también, mientras caminaba a su lado.

 

Asentí cuando mencionó que yo ya conocía el lugar al que debía de ir, aunque imaginaba que esta vez los retos serían diferentes. Cuando mencionó que necesitaba mis objetos mágicos, no me extraño tanto. Empecé a quitarme las cadenas que tenía, en las que estaban los anillos también y se las fui entregando.

Le entregué también el anillo de la habilidad, mi varita y el monedero de piel de moke donde guardaba todas mis pociones y objetos que podrían ayudar. Me extraño cuando lo escuché decir que el anillo antiveneneno hubiera sido una molestia.

 

Escuché como eran las serpientes que debía de tratar, preocuándome más la que era como una niña mimada, ya había tenido que aguantar mucos humanos así, podría lidiar con un serpiente de ese tipo.

 

-El comportamiento de las serpientes no es muy diferente al de los humanos, ¿verdad?- Pregunté.

 

En realidad era así. Me había enfrentado a peores humanos de Londres y sobrevivido a ellos, así que podría con las serpientes. Claro, muchos no eran venenosos, pero tenían más formas de hacer daño.

 

<<Aquí estoy.>> Respondió Hayley acercándose en cuanto preguntó el Arcano con ella.

 

La cobra ya se había subido a la balasa de madera, sabiendo que no me arrepenteriría de la decisión.

 

Estoy segura de querer enfrentar la prueba de pársel. Contesté, segura de mi misma.-Lo veré pronto.

 

Me subí de inmediato a la barca junto a Hayley y empecé a remar.

 

~~~*~~~

Lo más complicado de todo seria aprenderme los nombres de las tres serpientes y donde encontrarlas, pero para eso tenía a Hayley, que estaba observando atentamente el rio. Si no hubiera sido por el pequeño saco de Lino que me dio el arcano para guardar las joyas, estaría sufriendo por no tener nada en la mano derecha, además del remo.

 

Afortunadamente tenía conocimientos en estudios muggles, porque de lo contrario no sabría ni que hacer para que funcionara esa lancha. Solo estar en ella y viendo la enorme distancia que me separaba de la otra orilla, me mareaba.

 

<<¿Qué estas viendo?>> - Le pregunté a Hayley, en Pársel.

 

<<Todas las serpientes que hay. Nunca había estado en esta parte del río.>>- Comentó.

 

<<Supongo que por eso nos advierten que no nademos en él>>- Respondí en pársel. <<¿Me ayudas a buscar a Shuǐ, por favor? Ya llegamos a la mitad del río y no me gustaría estar mucho tiempo aquí.>>

 

Recordaba que cuando hice la prueba de animagia atravesar el río fue más fácil, sin embargo no llevaba compañía como ahora. Si por mi hubiera sido, en ese momento me hubiera metido al río a buscar la joya yo sola, si no fuera por el peligro.

 

<<Ahi esta, ya se asomó.>> - Dijo Hayley, mirando donde estaba una culebra de agua.

 

Ella se acerco, mirando curiosa, pero sin atreverse a acercarse. No llevaba la joya azul consigo por lo que no podía arrebatarsela. Tendría que negociar con ella.

 

<<Tu debes ser Lyra y tu acompañante Hayley. El arcano Lawan me dijo que vendrían.>> Menionó Hayley.

 

<<Asi es, Hayley. Nos dijo que tendrías una joya azul y que nos la tenías que dar, por favor.>> Se la pedi .

 

<<¡Eso nunca! La joya es mia y es mi juguete, no tengo que dartela, Lawan me la dio.>> - Respondió la culebra que parecía querer morderme.

 

¿Cómo se procedía en esos caso? La experiencia que había tenido con esa clase de niños y no tan niños no era demasiado buena. Al final los dejaba solos y me iba, pero ahora no podía hacer eso. Tenia que llevarle la piedra Jianxi.

 

<<Vamos, Shuǐ, por favor. Necesito llevarle la piedra a Jianxi.>>- Le pedí.

 

<<¿Cómo se que no quieres quedártela? ¡Es mia! >> Protestó la serpiente.

 

<<¿No te lo dijo el Arcano cuando te pidió guardarla? Dijo que era para una prueba de seguro>> Comentó esta vez Hayley.

 

No sabría decir cuanto tiempo duro esa conversación, pero cuando le dije que no nos iríamos sin la piedra, la culebra mimada cambio de parecer. Desapareció lo que a mi me parecieron horas, pero regreso con la piedra azul y me la dio en la mano, abriendo la boca. Al parecer la culebra se habia cansado también de tener visitas en su hogar y por eso se rindió .

 

Limpie la piedra disimuladamente en mi ropa y la guarde en el saco de tela. La discusión me había cansado o eso parecía, Empezó a darme mucha sed y sentirme cansada.

 

<<¿Te sientees mal? >> Preguntó, Hayley, mientras seguia remando a la orillla.

 

<<Solo un poco cansada. No debí haber dejado el agua ni la poción herbovitalizante.>> Respondí.

 

No podía darme el lujo de descansar y Hayley lo comprendía igual. Nos bajamos de la barca en cuanto llegamos a la orilla, para dirigirnos al bosque. Todo ese lugar parecía tan diferente, además, el sol no estaba ayudando, justo ese día estaba todo demasiado soleado.

 

Una vez dentro del bosque, la sombra de un árbol me llamo la atención, quería descansar bajo esa sombra y nada importaba, hasta había olvidado por unos instantes que buscabámos ahi.

 

<<Hayley, descansemos. Ese árbol se ve muy bien. >> Comenté.

 

<<No, Katara, tenemos que buscar la siguiente piedra, la rosa.>> Respondió Hayley.

 

<<No le hagas caso, tienes que descansar, te vez muy cansada.>> Dijo una voz entre los árboles. La voz parecía ser calmada, convincente, como si de verdad no fuera a pasar nada si dormía bajo el árbol.

 

No me di cuenta que Hayley buscaba con la mirada entre los árboles, ella recordaba las palabras de Lawan, que no cayera en la trampa de Huā, por fin la descubrió. Se subió a mi hombro.

 

<<Ahi esta, ¿la vez? Lawan te advirtió sobre ella>> - Me surruró al oído

 

Como si fuera un sueño, vi a la serpiente, cerca de nosotros, parecía querer comernos. O comerme. En el estado de fatiga que me encontraba los colores de la misma me parecían demasiado brillantes, aunque si era bella. Asentí, había comprendido a Hayley y ya tenía un plan.

 

Huā seguia diciendo que debía descansar, que dejará de buscar y poco a poco se acercaba a mi, conforme veia que me recargaba en un árbol cercano. Cuando estuvo más cerca y estaba abriendo la boca, le arranque con fuerza la joya rosa

 

<<Lo siento>>. Me disculpe mientras guardaba la piedra rosa en el saco de tela.

 

Hayley y yo habíamos sido rápidas y nos escapamos pronto de Huā, la que debía estar enfurecida. Nos tuvimos que detener, me encontraba mareada y sin poder controlarme, vomite.

 

<<Katara, debemos seguir.>> Me dijo Hayley. <<Tenemos que buscar a la tercera, a Tiāntáng y llevarle las piedras a Jianxi.>>

 

<<Lo sé, Hayley, pero no me siento muy bien.>> Confesé.

 

Por fin pude controlarme, si bien no me sentia bien, al menos deje de sentirme mareada y vomitar por un rato. Cuando abri los ojos, llevaba todavía el saco de lino y las piedras dentro, aunque de repente estabámos rodeadas de serpientes. Seguramente Huā les había advertido nuestra llegada y el robo sufrido.

 

<<¿Qué quieren? ¿Porque ensucian nuestro bosque?>> Preguntó una de ellas, poniéndose en frente.

 

<<¿Ensuciar? No es mi culpa?>> Intenté no vomitar nuevamente, quería que me ayudaran.

 

<< Buscamos a Tiāntáng. ¿Podrían decirnos dónde la encontramos?>> Preguntó Hayley.

 

Moví la cabeza negativamente, después de caminar mucho. Nos habíamos alejado bastante de la entrada del laberinto y me sentía más cansada que nunca. Las serpientes solo nos daban pistas erróneas.

 

<<¿Qué hacemos, Hayley? No se puede confiar en ninguna, estoy cansada, mareada y no entendí la pista de Lawan. ¿Las tres son originarias China? ¿Y eso que tiene que ver?>> - Comenté en pársel, estaba frustrada.

 

Hayley intento darme ánimos para que me levantara y siguiera. Lo que me parecieron horas en realidad habían sido minutos apenas, pero en la condición en que estaba, era demasiado tiempo ya. Por fin encontramos una pequeña serpiente, no pude distinguir el tipo. La seguimos a un lugar cerca del laberinto de setas, todavía lejos de la entrada.

 

Estabámos frente a una madriguera abandona, al parecer su guarida. La serpiente que nos había guiado desapareció. No tuvimos que esperar mucho, nos volteamos al escuchar un ruido y vimos a Tiāntáng, una preciosa mamba negra, con la cabeza alzada demasiado alta, ya que al parecer, Hayley y yo no la dejabámos pasar a su guarida.

 

<< Tiāntáng, venimos a buscarte de parte del Arcano Lawan.>> Dijo Hayley, haciéndonos a un lado para que pasara a su madriguera.

 

<<Soy Katara, ella es Hayley. Necesitamos la piedra amarilla, por favor.>> Le pedi a la mamba.

 

Parecía estar mirándome a los ojos, mientras silbaba agresivamente, moviendo su cuerpo de un lado a otro. De repente desapareció por lo que parecía ser su madriguera y me dio la tercera joya, la amarilla.

 

<<Lo pagarás muy caro si no se la llevas a Jianxi>> Me dijo.

 

<<No pienso quedarme con ellas, lo prometo. Gracias por darmela.>> Guarde la piedra en el pequeño saco de lino mientras la serpiente se metia a su guarida.

 

No habíamos caminado mucho, cuando me detuve asustada. Hayley me miró alarmada, no comprendía el porque me detenía, ella ya quería que estuvieramos frente a Jianxi.

 

<<¿Qué sucede ahora?>> Preguntó.

 

<<Aleja eso de mi, por favor. >> Dije asustada, mientras me sentaba en el suelo abrazando mis rodillas. La serpiente no vio nada llamativo. <<¿No ves eso? Es un gusano gigante.>>

 

No pude evitar vomitar una vez más, mientras Hayley intentaba hacer que me levantara. Comprendió que las piedras tal vez tenían algo que me hiciera comportarme asi.

 

<<Katara, cierra los ojos y corre, tenemos que irnos.>> Me dijo.

 

<<Pero ¿y eso? >> Pregunté, sin verlo de nuevo, mientras me levantaaba sosteniendo el saco.

 

<<No te hará nada, ¿confias en mi? Yo me encargo>> Respondió Hayley.

 

Sabia que odiaba los insectos de cualquier tipo, más aqullos que eran tan asquerosos. Corri siguiendo las instrucciones de Hayley, hasta que aquello que me causo temor estuviera lejos. Sin embargo, no pudo continuar todo ahi. Tuve que detenerme para vomitar una vez más y buscar donde recargarme, pero solo estaba cerca la pared del labertinto de setas. Algo me decia que no era buena idea recargarme en ella.

 

De nuevo, algo estaba mal. ¿Habría comido algo que me hubiera hecho daño en la mañana? Era incapaz de creer que el arcano hubiera hecho algún encantamiento y sabia que las serpientes no me habían mordido.

 

-<<No debi haber desayunado, Hayley. Algo que comí me hizo daño.>> Susurré. Esa vez tenía una alucinación hermosa, que podía hacer que me quedara ahi mucho tiempo. <<Mirá Hayley, las mariposas. Son hermosas, ¿no crees?>>

<<Katara, tienes razón, son hermosas, pero debemos seguir.>> Respondió Hayley.

 

No había ninguna mariposa, claro estaba, pero sabia como siempre comprendió mi acompañante que era mejor darme por mi lado, perder el tiempo discutiendo podría salir mal..

 

<<Ven, mira, hay más por alla.>> Me dijo, levantando su cabeza hacia una determinada dirección.

 

Nunca solté el saco con las joyas, era una suerte traerlas todavía. Ella había descubierto que estabámos cerca de la entrada del laberinto de setas y asi era. Sali de la alucinación en que me encontraba al ver que esa entrada estaba ahora cuidada por una enorme serpiente, en vez del cancerbero. }

 

<< Jianxi. Ella es Hayley y yo soy Katara. El arcano Lawan me pidió que te diera esto. >> Saludé con una revencia, que por el mareo casi hizo que me cayera.

 

<<Déjame ver. >> -Con un movimiento de su cola pudo ahrbri el pequeño saco y las tres piedras cayeron enfrente de él..

 

Era momento de que el cumpliera con su parte y me entregará mis cosas, además de darnos las instrucciones para recorrer el laberinto. Era tiempo de dejar hablar a la enorme serpiente.

 

<<¿Me podrías dar mis cosas por favor?>> Le pedi.

 

Al menos si moría en ese momento, hubiera sido bueno tenerlas. Demasiado cansancio, demasiados mareos y ningún lugar donde recargarme para descansar .

 

<<Lo siento, tengo esto para ti. Te hará sentir mejor.>> - Dijo la serpiente, dándome una llave.

 

<<¿Una llave? No entiendo como me hará sneit mejor.>> Pregunté, intentando bromear, pero estaba al borde del llanto.

 

Tomé de inmediato mis cosas. Solo en la mano derecha llevaba el anillo de la habilidad de animagia. Colgados en las cadenas de los amuletos de cada libro, estaban los anillos correspondientes. Era más fácil llevarlos de esa forma, de todas formas sabia que cada uno de ellos estaba protegido, la cadenas no podían desaparecer ni ningún objeto podía transformarse.

 

Sin embargo, el anillo antiveneno no parecía estar entre el resto de mis cosas, ¿o era otra alucinación? Espere a que Jianxi me diera el resto de las instrucciones, inclusive que hacer con la llave y que me dejará pasar por el laberinto, para llegar a la pirámide. En ese momento dudaba sobre todo de poder usar algo de lo que traía en el monedero para curar lo que al parecer era veneno. Ya tenía en mi mano derecha mi varita y mi monedero de piel de moke. Espere sin embargo, antes de buscar entre mis cosas algo para estar mejor.

 

¿Todos los arcanos tendrían la costumbre de envenenarnos? Recordé la prueba con la arcana Suluk. La mayoría habíamos logrado saltar ese obstáculo pero uno de mis compañeros en aquel entonces si lo había sido.

[Lawan Nguyen Thanh]

Jianxi se arrastró lentamente y rodeo a Lyra mostrándole la enorme lengua y haciendo un gesto con la mandíbula, parecía que sonría. – El viejo laoshi, solo me dio esta llave. – Susurro la gigantesca serpiente el estado de la mujer era deplorable. – Aunque ahora que recuerdo mencionó que no tocara la llave directamente. – Los ojos amarillos de Jianxi miraba de arriba abajo a Lyra, tenía ese aire seductor que las serpientes usaban cuando sus víctimas estaban listas para morir. – Algo de plomo, creo que la llave es de plomo. –

 

Hayley parecía lista para el ataque, Jianxi deseaba que Lyra muriera pronto, sería un festín sin mucho esfuerzo. – Creo que si…. Si…. Eso fue todo lo que mencionó el viejo laoshi. – La serpiente se veía impaciente, en ese estado era imposible que Lyra recordara algo de herbologia o pociones, aunque Hayley por el otro lado, debería estar pensando un poco más, al fin de cuentas fue una humana, la cual fallo en su prueba de los hablantes de Pársel antes, pero tiempo atrás fue una bruja hábil, llegaría a recordar que el anciano le comento como hacían los bezoares en la región Zhejiang en China.

 

- El arcano dijo, que tú podrías serle útil, aunque creo que se equivocó. – Susurro burlonamente la serpiente gigante a la cobra, la cual cada vez seguía sacando más la lengua, estaba hambrienta y si Lyra o Hayley no hacían nada pronto, la Selwyn seria comida por Jianxi.

 

Todo dependía de la confianza que Lyra le tuviera a la animaga, el arcano le había dicho que pusiera atención a los nombre de las serpientes, ¿Por qué Lawan había elegido especialmente a esas tres para que guardaran las piedras?

 

Lawan tenia un amplio conocimiento en la magia asiática, pociones y herbologia, estaba seguro que Hayley recordaría que el plomo al ser un metal toxico, podría anular los demás venenos el anciano siempre estaba pescando en su estanque hablando de ese tipo de cosas.

 

-Lyra lo entiendo. – Siseo la cobra a la mujer, la cual cada vez se veía peor, los venenos seguían su curso. – El anciano decía que su abuela era una bruja que era capaz de hacer bezoares tradicionales chinos, al ser una familia de hablantes, tenían que estar preparados... por eso nos dio el saco de lino, el lino es fácil de digerir, y el plomo, la llave es para moler los ingredientes. –

 

- Bezoares chinos, esas son tonterías. – Replicó Jianxi, parecía un poco molesto. – ¿Y cómo van a hacer eso? Tú no tienes manos y tu amiga está a punto de morir, necesitaría un disparo de adrenalina. – Susurro.

 

Hayley miro a Lyra, ahora lo entendía completamente, los nombres de las serpientes, las piedras eran los ingredientes si se molían con el plomo, podrían hacer un pequeño bezoar usando el saco de lino. Pero Hayley no podía, no tenía manos, aunque el veneno de las cobras como el de la especia de Hayley podría darle energía a Lyra un par de segundos, pero más veneno en el cuerpo de la mujer, era un riesgo, estaba Lyra segura de poder confiar en Hayley, y Hayley estaba segura de arriesgar a su amiga.

[Lyra Katara Selwyn]

Por alguna extraña razón, no tenía miedo. Quizás fuera porque ya en otras ocasiones había enfrentado cosas peores que la muerte o porque en realidad no tenía nada que perder. Recordé en ese momento, que Jianxi solamente era una serpiente de gran tamaño, no un basilisco. Sin menospreciarla, obviamente, aun siendo solo una enorme serpiente era peligrosa.

 

Ya tenía mi varita y mis cosas en la mano derecha, el resto de los anillos puestos en los cadenas de los colgantes y uno de ellos era el anillo de amistad con las bestias, el cual toque. No le haría daño a Jianxi, solamente lo convencería de que me diera espacio. Aunque no estaría de más un poco de ayuda extra, pero no la necesitaria todavía.

 

-Jianxi, déjame en paz. Todavía no he muerto y soy perfectamente capaz de hacer las cosas. Si muero, tendrás comida, sino no perdiste nada, te traeré algo cuando regresé de mi prueba de pársel, te aseguro que no tengo un buen sabor. - Intenté bromear.-Ahora, aléjate un poco, por favor.

 

La enorme serpiente parecía molesta, un poco confundida por el poder del anillo, pero acedió. Confiaba en Hayley y además, si se molestaba Jianxi era porque temía quedarse sin comida, sino, ¿qué le preocupaba? No era por mi bienestar.

 

<<Hayley, vamos, muerdéme, por favor.>> ¿Serviría el amuleto de la resurección en ese momento? Era mejor no arriesgarse.

 

Había sacado un pequeño caldero de mi monedero de piel de moke, mismo que tenía el hechizo de expansión indetectable y que me resultaba tan cómodo. En ese momento pensé en que no debía tocar directamente la llave, pero, ya lo había hecho de todas formas, su advertencia llego demasiado tarde.

 

No tenía tiempo para pensar. Pusé rápidamente las tres piedras que había recogido en el pequeño caldero, limpiándolas antes en el pantalón, claro. Ls moli como pude con la llave y puse las piedras molidas en el saco de lino, el cual cerré bien.

 

Trague esa extraña mezcla sin dudarlo y después, señalando mi boca con mi varita pensé en un aguamenti. El agua del mismo me ayudo a tragar más rápido.

 

<<¿Cómo te sientes?>> Preguntó Hayley.

 

<<Extrñamente bien. >> Respondí.

 

Así era, empezaba a tener un poco más de color y de fuerzas. Los mareos, alucinaciones y todos los síntomas de envenenamiento habían desaparecido, solo esperaba que no fuera de esas veces en que uno mejora para poder morir. No podía estar desconfiando de todo mundo, según como lo veía, por eso confiaba en mi acompañante. Hayley se había vuelto una gran compañera.

 

<<Jianxy, ¿nos dejarás pasar, por favor? ¿O me comerás?>> Pregunté.

 

Me levante, no sin antes recoger el pequeño caldero y volver a guardarlo el monedero de piel de moke. Había cosas que no entendía pero era mejor no investigar, ¿no las piedras habían ocasionado el envenenamiento? ¿Cómo servían para curarlo? Los venenos nunca habían sido mi fuerte, ya preguntaría después. Tenía que confiar en Hayley. Sobre todo si ella decía que había escuchado eso del Arcano.

 

Acaricie la cabeza de mi fiel compañera. Se había ganado en realidad que la ayudara a recuperar su forma humana después de que esa aventura terminara. Poco a poco las fuerzas volvían a mi, quizás en el camino a la pirámide pudiera tomar un poco de poción herbovitalizante. Solo sabia que no me podía rendir tan pronto. Nunca lo había hecho y no comenzaría a hacerlo en ese momento.

[Lawan Nguyen Thanh]

Lawan miraba el horizonte, su vista ya no era la misma que de joven, pero podía identificar el bosque de setas desde donde se encontraba; el salón de las siete puertas.

 

El hombre suspiraba y observaba con detenimiento el laberinto y las nubes, el tiempo transcurría, ya habían pasado casi 5 horas desde que se despidió de Lyra en la orilla del lago, aunque confiaba que ella llegaría pronto. – Ojala tengan la suficiente confianza. – Pensó, cerrando los ojos. La prueba no solo exigía que la bruja dominara la lengua de las serpientes, si no que implicaba la confianza que durante su estadía en la clase, Lyra admitió por Hayley.

 

Lawan conocía a Hayley desde hace años, una estudiante ambiciosa la cual intento dominar varias habilidades, que aunque aposto demasiado, el destino termino tomándole factura, atrapada en su habilidad de Animagia y condenada a ser solo entendida por los hablantes. Quizá los años hubieran hecho cambiar de parecer a la mujer y ver lo positivo de su tragedia, o simplemente la enseñaron a ser más manipuladora y engañar a la primera persona que mostro algo de empatía por ella.

 

El anciano no conocía realmente las intenciones de Hayley, por eso ideo una prueba en la que no solo evaluará a Lyra si no a Hayley. La bruja Selwyn tenía ese poder de ser tan amable y dar oportunidades, Lawan no dudaba de ella, pero si de la animaga. – Confió en que Lyra no se equivoca. – Susurro el hombre intentando ignorar el tiempo, si todo hubiera salido como planeaba ambas deberían estar en ese momento dentro del laberinto a unos cuantos pasos del salón, podría Hayley recordar las propiedades venenosas del plomo y saber que eso anularía los efectos de los venenos.

 

¿Podría Lyra confiar su vida a manos de su amiga? – Lawan se preguntó eso varias veces, era una mala idea, por algo él era tan cercano solo con sus serpientes, ese tipo de relaciones solo las experimento con sus padres y su abuela, así mismo con las serpientes pero nunca con algún otro ser humano. El hombre llevo sus huesudas manos sobre su rostro y continuo parado en la entrada del salón, no dudaba en que Lyra regresara pronto.

[Lyra Katara Selwyn]

Jianxi no se movía para dejarnos pasar. De hecho tenía una extraña sonrisa y parecía estar esperando que en cualquier momento cayera al suelo muerta.¿Qué nos faltó? Hayley noto esa mirada y estaba a la defensiva, ¿pero que podía hacer ella? Con su tamaño la mataría seguramente, si bien la cobra real no era pequeña.

 

<<Katara, traga esa llave, ¡pronto!>> Dijo en pársel obviamente.

 

Vio la sorpresa en mis ojos. La llave era algo grande, solo así pude moler las piedras que le había llevado al basilisco, por lo que con un sencillo hechizo reduci su tamaño y me la trague, señalando mi boca mientras pensaba en un aguamenti para ayudarme a tragarla. Sorpresivamente, la enorme serpiente se alejo enojada.

 

<<Serpiente entrometida>>- Le reprochó. <<Acabas de quitarme mi comida.>>

 

No hizo el intento de atacar asi que no hice ningún intento de defederme con mis hechizos, aunque ninguno le haría daño. Seguia viendo sorprendida a Hayley.

 

<<La llave tiene propiedades venenenosas, por el plomo. Eso anula los efectos del veneno, ayudado por las piedras.>> Comentó Hayley.

 

<<Afortunadamente me lo dijiste a tiempo.>> Sonreí, acariciándole la cabeza, todavía con mis cosas en la mano. <<Gracias, yo no lograba recordar nada de pociones.>>

 

<<No fue por el veneno, sino porque no prestaste atención a la clase. >> Me reprochó Hayley. <<Tienes que aprender a hacer pociones de memoria y en apuros, no siempre ayudada con los libros. En la vida real no te serviran de nada.>>

 

En el breve tiempo que teníamos viviendo juntas, ella me había visto revisando siempre los libros una y otra vez, incapas de memorizar como hacer una poción en apuros.

 

<<Lo sé, Hayley, menos mal que tu si recuerdas todo eso.>> Mencioné.

 

<<Basta de charlas y vayánse.>> Gruño Jianxi, dejándonos pasar. <<Sabes que hacer, ¿no?>>

 

Recorde las palabras de la esfinge, a la que me había tenido que enfrentar en la prueba de animagia y las palabras que me dijo.

 

<<Lo sé. Solo puedes encontrar la salida si alguien desde arriba te guia.>> Recite.

 

Me alegraba tener el anillo de la habilidad de animagia nuevamente en mi poder, demás de tener mis cosas en la mano derecha y puesto mis anillos y colgantes en el cuello. Jianxi se hizo a un lado para dejarnos pasar. Definitivamente, tendría que llevarle comida cuando terminará.

 

<<Vámonos Hayley, espera.>> Le pedi, mientras señalaba el cielo con mi varita y murmuraba -¡avis!

 

Una docena de pájaros del tamaño de una paloma salió de mi varita, con la única petición de ayudarme a salir del laberinto. Con su ayuda, pronto llegamos a la gran pirámide que estaba en la Universidad. De cada junta destellaban hilos mágicos de un color azulado y el conjunto de color dorado brillante, casi cegador.

 

<<Mira, Hayley, ahi esta. Brillante como siempre.>> Comenté, acariciando la cabeza de mi amiga.

 

Los pequeños pájaros habían desaaprecido, puesto que su misión había terminado. No sabia si había otras formas de atravesar el laberinto, pero esa era la que conocía, la que use la primera vez que entre a él y seguia funcionando al parecer.

 

Entramos por la puerta de cristal, misma que tenía los siete anillos en círculos grabados en bronce. El arcano Lawan ya se encontraba esperando en el salón.

 

<<Lamentamos la tardanza, arcano Lawan. Tuvimos unos pequeños contratiempos.>> Mencioné, intentando bromear.<<Gracias por dejar que me acompañará Hayley, no lo hubiera podido lograr sin ella.>>

 

Hayley levantó su cabeza, pero no en ademán de querer atacar, sino orgullosa . Para mi, ella ya había sufrido suficiente castigo por el error cometido en el pasado. Suponía que si me ayudaba era para poder ser perdonada algún día.

 

Espere las palabras del arcano Lawan, sabendo de antemano que todavía esperaban más retos por cumplir.

[Lawan Nguyen Thanh]

Lawan seguía dando vueltas por el salón, miraba con detenimiento el Ouroborus en el suelo su mirada se había clavado en la serpiente tallada cuando una voz familiar lo distrajo de sus pensamientos.

-Lyra.- Sonrió ampliamente el mago, había estado esperando por algunas horas y por fin había llegado y lo mejor de todo, con Hayley.

 

-Estaba un poco preocupado, Jianxi puede ser un poco testarudo y no quería ir a buscar tu cuerpo con él, por si algo llegaba a salir mal.- Su serena voz y su extraño acento asiático reflejaban que lo decía más en un tono bromista, parecía que el anciano confiaba en su pupila.

Caminó hacia la derecha de donde se encontraba con la mujer, usando su enorme vara de cristal para que ella lo siguiera. – La primera parte, pone a prueba tu sentido de supervivencia y sirve para fortalecer los lazos, realmente esperaba que Hayley y tu trabajaran en equipo, por lo que esta primera parte pudo haber sido algo pesada, te pido disculpas si fue demasiado peligroso, pero siendo honestos esperaba que lo lograras, eres una hábil bruja, con muchos trucos bajo la manga, así que estoy agradecido de que hayas aprendido en este viaje.

 

Apuntando con la vara el portal, donde el símbolo de los hablantes de Pársel se hacía presente. – Como sabes, la parte final se acerca, el juicio del portal. Tras esa puerta se encuentra el reto final, la prueba que engloba todo lo que hayas aprendido, o quizá nada. Yo no controlo al portal y sus pruebas, la encargada de esto eres tú. – Mirándola a los ojos, para extender su varita.

 

Dibujando un círculo en el aire, un destello verdoso rodeo el círculo imaginario creando un aro de luz, el que fue encogiéndose hasta alcanzar un tamaño de unos centímetros de diámetro. – El anillo del aprendiz, este anillo será parte clave de tu desempeño en este camino.

 

-Atraviesa el portal.- Usando la vara para que las puertas donde el símbolo se abrieran lentamente, mostrando una oscuridad azabache. – Lyra, es mi deber como Arcano de los hablantes de Pársel, preguntante tres veces si deseas enfrentar la prueba. – Levantando un poco el brazo derecho. – Lyra, deseas enfrentar la prueba de los hablantes?-

 

Su voz parecía más seca de lo habitual, ofreciendo su brazo para que Hayley se arrastrara sobre el mismo. – Si es tu deseo enfrentar la prueba, el portal te juzgara, entraras sola y probaras que tienes todo lo necesario para salir triunfante. –

 

- Toma el anillo, este artefacto te mantendrá conectada a este lugar, más precisamente a mi anillo. – Mostrándole el anillo en sus arrugados y delgados dedos. – La prueba puede ser en esta época, puede llevarte al pasado, a algún sueño, alguna pesadilla, una fantasía o incluso un deseo, eso depende del portal. –

 

- Esta es la tercera ocasión que te lo pregunta, si deseas abandonar el portal cerrara de por vida para ti, no serás capas ni siquiera de acercarte, pero tendrás la tranquilidad de no haberte arriesgado. Pero si está en tus deseos, toma el anillo, deja a Hayley y sumérgete en lo desconocido. – Apuntando con la mirada la oscuridad que emanaba de aquella puerta grisácea.

[Lyra Katara Selwyn]

-Hayley me ayudo, Arcano Lawan. De todas formas le dije a Jianxi que tengo mal sabor y eso lo desanimo.-Intenté bromear ante el saludo del Arcano.-Eso me recuerda, ¿podría regresar cuando termine la prueba? Le prometí a Jianxi que si lograba salir viva de ahi le llevaría algo de comer.

 

Me gustaba cumplir con las promesas que hacia, al menos nunca hacia ninguna que no pudiera cumplir hasta el momento. Sonreí con las palabras del Arcano, en esa primera parte había aprendido varias cosas. Fui siguiendo al Arcano Lawan mientras caminaba. Me gustaban mucho esas clases por lo mismo, porque me ponían a prueba constantemente y no me quedaba solamente con un montón de hechizos sin usar.

 

Vi como hacia aparecer un anillo, el cual era el anillo de aspirante correspondiente a la habilidad. No tenía que pensarlo, no le había dedicado tanto tiempo a la clase para al final no hacer la prueba de la misma. Pensé en mis serpientes y en mi runespoor, sobre todo esta última necesitaba que hablara el pársel para entender sus cabezas e intentar comunicarme con ella .

 

-Si, deseo enfrentar la la prueba.- Contesté segura de mi misma.

 

Tome el anillo y me lo puse en la mano derecha, junto con el de la animagia, sintiéndome segura con ambos. Tenía ya puestos mis colgantes y en ellos los anillos también, en la mano derecha mi varita y monedero de piel de moke, solo por si acaso.

 

Acariice una vez más la cabeza de Hayley, no tenía que pedirle al arcano que la cuidara, sabia que lo haría. Y confiaba en que ella se portaría bien.

 

-Los veré pronto.- Sonrei, mientras miraba al arcano.-Entiendo lo de la prueba y acepto los peligros que vengan con la misma.

 

Atravese la puerta grisácea que en ese momento era el portal que me llevaría a lo desconocido, siendo tragada en esa oscuridad.

 

~~~*~~~

Toqué la cadena del amuleto de la resurrección, misma donde solía llevar el anillo antiveneno. Pronto me di cuenta que el arcano no me lo habia regresado y aunque había querido hacerlo, no se lo había pedido.

 

¿Dónde estaba? En ese momento solo sabia que tenía mucho sueño, demasiado y quería seguir durmiendo, hasta que una voz hizo que volviera a la realidad. O lo que creía que era la realidad. Lionel me estaba tirando del pantalón, mientras miraba maravillado alrededor. Habíamos viajado mugglemente en avión, utilizando pasaportes muggles, no los mágicos para Lionel, sería una buena experiencia.

 

Estabámos en el paque Yellowstone, al cual había decidido llevarlo para acampar y que conociera algunos animales muggles. En ese entonces no estaba abierto el Magic Mall al público y no tenía uno de mis negocios.

 

-¡Mami, mami! Me mordió.- Dijo llorando, mientras señalaba una serpiente.

 

Me asegure que no hubiera nadie cerca y con un Morphos traansforme una piedra de tamaño mediano y se la hice tragar, dándole un poco de agua.

 

-Ella fue.- Dijo señalando una serpiente con el dedo.

 

-Pero, Lionel, tenemos serpientes en casa, deberías estar acostumbrado.- Comenté.

 

-Lo sé, pero me asusto. Hay muchas.- Me contestó.

 

Cierto, eran varias, pero lo que más me interesaba saber era que era eso. Tal parecía ser un sueño con cierto toque de pesadilla, porque nunca había ido de viaje tan lejos con mi hijo. Y porque Lionel nunca había pasado por eso a esa edad, ¿tendría tres años?

 

-No nos harán nada. ¿Ves? La serpiente que te mordió sigue cerca, ¿qué quieres pequeña? Tu y tus amigas.- Pregunté.

 

-Disculparme, solo quería jugar.- Explicó.- Aunque tu hijo no es como tú.

 

-¿No es cómo yo?- Pregunté extrañada.

 

Lionel era demonio, igual que yo. Era de piel blanca, cabello castaño y ojos cafés, como los mios. Era bastante parecido a mi, aunque el todavía no tenía su varita. Y la mia, la había vuelto a guardar en la mochila que llevababa, aparentemente muggle.

 

-No sabe hablar con las sepientes.- Explicó.

 

-Podría ser comida.- Dijo otra.

 

Mi hijo lloró y se abrazó a mi. No, el normalmente nunca lloraría, eso lo sabia. Las serpientes no nos arrunarian el paseo, aunque Lionel ya tenía miedo. Tenía que rescatarlas de ellas, al parecer lo de ser comida iba en serio.

 

-¡Basta! Son malas y lo están asustando.- Les reclamé, como siempre en pársel.

 

Ahora entendía porque ningún muggle entraba en esa zona y no entendía como habíamos ido a parar ahi, a lo mejor siguiendo otro animalito. ¿Las serpientes reían? Tal vez su risa daba bastante miedo. De repente se hicieron a un lado y dejaron pasar a una serpiente enorme, del mismo tamaño de Jianxi, pero no era él .

 

-Jianxi me dijo que le prometiste llevarle de comer y no lo has hecho. Me comeré a tu hijo por romper tu promesa.- Mencionó.

 

Lionel lloraba y yo empezaba a entrar en pánico, sin embargo, saque nuevamente la varita de mi mochila y reaccione en ese momento, empezando a transformar troncos secos, arrancados ya del suelo y convertirlos en algunos venados y becerros.

 

-Ten, come esto. No he roto mi promesa, todavía no he terminado y por eso no he ido a verlo.- Expliqué.

 

La gran serpiente se distrajo con la comida que cree para él, aprovechando el momento para sacar a Lionel de ahi. El sueño de lo que parecía un campamento tranquilo se había transformado en pesadilla. Afortunadamente ningún muggle nos había visto, por lo que aunque regresamos tranqilos al área de campamento, deshicimos la tienda de campaña y nos fuimos al Lago Yellowstone, Hotel y cabañas. Nos habíamos quedado en una suite del mismo, lo bastante alejadas del pasto y asegurándome de cerrar todas las ventanas y la puerta del balcón.

 

-¿Mañana nos vamos a casa?- Preguntó Lionel, ya acostado.

 

-Mañana nos vamos, todo esta bien. - Contesté, mientras lo tapaba.

 

Todo estaba hecho un lío. Cuando Lionel tenía esa edad, no había conocido todavia a Jianxi, ni mucho menos hecho la prueba de pársel. El pequeño me hizo dos preguntas importantes.

 

-¿Todas las serpientes son malas? ¿Porqué puedes hablar con ellas?- Preguntó espantado.

 

-Las serpientes son como las personas, una vez que aprendes a hablar con ellas. No todas son malas, hay muchas que son buenas, pero hay algunas que son necias y no hay forma de hacerlas entrar en razón. Siempre lloraran para llamar la atención y que se hagan las cosas como ellos quieren sin importar si aburren o perjudican al resto.- Sonreí al decir esto.-No sé porqué se hablar pársel. Siempre tuve la habilidad. Creo que algún pariente lejano lo hablaba y no todos sus descendientes lo heredaron.

 

Logré que Lionel se durmiera. Tenía que ayudarlo a perder el miedo a las serpientes. Quizás algún día pudiera hablar con ellas, pero no lo sabia. Y no lo comprendería. Sentí que todo me daba vueltas y algo extraño como una puerta me jalaba hacia ella, haciendo que ese sueño se desvaneciera.

 

~~~*~~~

Ese sueño había sido demasiado raro aunque gratificante. Nunca había viajado con Lionel a ningún sitio que no fuera la Isla Atlántida y eso también me había sido arrebatado. Sin embargo, esa excursión al Parque Yellowstone estuvo bien, aunque no encontrarámos ningún oso que nos robará comida, pero al menos mi hijo había aprendido a respetar a las serpientes.

 

Parecía tener en ese momento unos veinte años, pero seguía dominando el pársel. No había rastros de Lionel ni de nadie conocido, de hecho, no me acostumbraba a la oscuridad de aquel sitio. Por fin me di cuenta que estaba en el pequeño país de Burkina Faso, donde me encontraba con unos magos africanos, deseosa de encontrar una runespoor, siempre había querido uno de esos animalitos.

 

Por lo visto me había alejado del grupo, pero al menos llevaba todas mis cosas. Intente levantarme, cuando escuché una voz, más bien un silbido en el que reconocí el pársel.

 

-No me hagas daño, de todas formas, ya casi muero.- Dijo la voz de la serpiente que tenía enfrente.

 

-Lo siento, necesito una luz.¡Lumos! - Una luz brillante salió de mi varita iluminándolos y descubrí que enfrente de mi, tenía una runespoor, la más bella de todos. ¡Por Merlín, pequeña! ¿Qué te paso? ¿Cazadores?

 

-No, empezamos a pelear como siempre y casi perdemos la cabeza derecha.- Dijo.-Este es un cementerio de runespoor.

 

Toda la plática había sido en pársel. Me levanté y vi que efectivamente habia muchas serpientes, el sitio me recordó el lugar visitado en la clase de pársel, pero en este caso era por las peleas de la runespoor.

 

-Tu no morirás, pequeña. Te ayudaré.- Dije, sacando mi botiquin de mi mochila.

 

Tenía dos botiquines, uno para humanos y uno veterinario. Era una suerte tener el conocimiento de cuidado de criaturas mágicas.

 

-No soy pequeña, soy Mesergert.- Respondió.- ¿A cambio de qué?

 

-A cambio de que ya no se peleen entre ustedes.- Sonreí.

 

Empecé a curar la cabeza derecha, afortunadamente todavía podía salvarse. Curé todas las heridas de cuerpo y pronto estuvo bien, aunque tuve que esquivar unas mordidas, reflejo ocasionado por el dolor. Cuando termine, me quede un rato platicando con ella, hasta que escuchamos voces y le pedí que se fuera. Me alegre al ver a los otros magos con que había ido.

 

-Veo que encontraste el cementerio de las runespoor.- Mencionó un mago africano.-¿Sacaste tu botiquín? ¿Encontraste una viva?

 

-No, ya todas estaban muertas, crei que a lo mejor podría haber una.- Mentí.

 

Sabia que ellos deseaban tener una runespoor igual que yo, pero ellos por todo lo que podían ganar monetariamente. Meserget ya estaría lejos. Me dieron la mano para levantarme y guarde las cosas en la mochila nuevamente, fingiendo tristeza.

 

Mi sorpresa fue años más tarde cuando en una subasta, logré comprar esa runespoor, un poco cara pero valía la pena. Y no era cualquier runespoor, lo descubrí cuando la tuve en casa.

 

-¿Katara? ¿Recuerdas a aquella runespoor que encontraste en ese país africano?- Me preguntó.

 

-¿Mesergert?- Pregunté, viéndola con atención.

 

Las tres cabezas estaban en buena salud, al parecer habían aprendido a controlarse, cosa que me alegraba. ¿Cómo se había dejado capturar?

 

--Hace poco unos magos me capturaron, pero no fueron crueles. Me necesitaban bien para poder venderme en una subasta, eso me ayudo.- Mencionó.-Podía haberme tocado un dueño malo, pero afortunadamente, me compraste tu.

 

-Me alegra tenerte de nuevo, Mersergert. Ahora te seguiré cuidando.- Comenté.

 

Esa runespoor era una de las causas por la que más deseaba conservar el pársel, para seguir cuidándola, de lo contrario, no me podría entender bien con ella. Vi los dos anillos que tenía en la mano, sabiendo que no podía quedarme mucho tiempo reviviendo ese instante.

 

El portal me absorvió de nuevo, sin estar muy segura de si me llevaría a la Universidad Mágica con el arcano Lawan o si me tocaría vivir algo más.

[Lawan Nguyen Thanh]

- Lyra es muy fuerte.- Mirando a la animaga que se encontraba a su lado, el arcano recordaba bien cuando Hayley fallo en su prueba, y había sido castigada por el portal, no entendía bien como había desobedecido al portal, sus dos habilidades se habían convertido en una maldición, pasar de ser una poderosa bruja con dos conocimientos tan avanzados como los de la animagia y el Pársel, a ser hoy en día una serpiente que solo un par de personas podían entender, quizá por eso se encontraba tan nerviosa, acaso Hayley temía que Lyra pudiera fallar. Ella es muy fuerte. Repitió el anciano, hablando hacia la piedra de su anillo.

 

La cobra solo miraba la puerta por donde su amiga había entrado, los minutos pasaban con lentitud el anciano no sabía cuanto tiempo había transcurrido, la noche no tardaba en caer sobre el ateneo, Lyra había pasado mucho tiempo en el bosque con Hayley, había demostrado ser una bruja con habilidades más allá de la magia, con ese carisma la bruja había dominado a algunos de sus potenciales enemigos y ahora tenía a una amiga esperándola en el portal, quizá el arcano debería poder aprender un poco más de la forma de ser de aquella valiente mujer.

 

- Ya no debe tardar, es casi la hora. Susurro Lawan

Editado 14 de Mayo del 2016 por Lawan Nguyen Thanh

[Lyra Katara Selwyn]

Me encontraba en el castillo, especificamente en mi cuarto, al parecer llegando de un curso. Siempre me había gustado tener mi cuarto cerca del jardín en la planta baja, para poder salir por la puerta corrediza o por la ventana en mi forma gatuna para ir al mismo.

 

En ese momento, al asomarme por la ventana después de dejar mis cosas en el piso, sabiendo que Winky las recogeria, sali por la puerta corrediza, alarmaba. Había visto a Lionel, de veintiun años, cerca de Mersegert y rodeado por Sir Hiss y Medusa, mi mamba negra y mi cobra. Lo sabia, nunca había sido buena poniéndole nombres a mis mascotas, pero al menos no se quejaban.

 

-¡Lionel! ¿Estas bien? ¿Te hizo algo?- Pregunté.

 

-¡Mamá! Abrazas muy fuerte.- Se quejó.-Winky me enseñó en secreto a curar a Mersegert, es una buena runespoor. No te había dicho nada porque quería que fuera una sorpresa.

 

-Si, lo fue. ¿Pero y tu miedo? Pregunté de nuevo.

 

-Se me quitó mientras crecía, al ver como jugabas con la serpiente o las usabas para adivinación. Vi que te la pasabas curando a Mersegert y que te preocupaba dejarla sola, pero mira, ya puedo curarla solo.- Respondió Lionel, muy orgulloso.-Ahora tenemos que quitarte el miedo a las arañas.

 

Eso no pasará. No es lo mismo.- Respondí, mientras lo abrazaba con menos fuerza y orgullosa. Me acerque a Mersegert, quien dejo que le acariciara la cabeza.-La curaste bien, Lionel.

 

Ahora podía estar tranquila, sabiendo que podía irme y Lionel cuidaría bien a las serpientes sobre todo, que ya no tenía miedo. Nos quedamos un rato platicando, sentados en la mesa del jardín bajo la sombra del paraguas.

 

Esa escena me parecía tan real, que me hubiera gustado quedarme en la misma, pero vi los anillos en la mano derecha, en especial la del pársel. Sabia que si era cierto que Lionel ya no tenía miedo de las serpientes, pero nunca lo había visto curando a Mersergert y esperaba poder verlo. No hablaba pársel, pero no hacia falta para que las curara y que ellas fueran amigables con él.

 

Vi el anillo una vez más y otra vez sentí que era llevada por el portal.Empezaba a marearme esa sensación, a veces parecía ser todo muy rápido, como en una de esas montañas rusas que usaban los muggles para divertise.

 

Me encontré de nuevo en el salón donde estaban Hayley y el arcano Lawan esperándome. Mi amiga parecía estar bastante preocupada, pero no había por que hacerslo. Se acerco a mi y se subió a mi cuello, al parecer feliz de verme.

 

-También te quiero, Hayley. Todo esta bien, ¿lo ves?- Le dije en pársel, acercándome al arcano.-He regresado, arcano Lawan. ¿Hay algo más que deba probar?

 

Espere la respuesta, el me daría las instrucciones correspondientes, pero parecía estar manejando bien la habiliad. Me sentía segura de mi misma.