Fortaleza oscura.

[Jessie Black Lestrange]

Tenía bastante tiempo deseando tener un encuentro con Arya y más después de como esta la tratase en una de sus clases en la universidad. Por ese motivo era que caminaba de un lado a otro en los terrenos de la fortaleza oscura ya que finalmente habían acordado donde llevarían a cabo el duelo.

 

Estaba Jessie esperando ansiosa la llegada de Arya, aquel día había desidido vestirse de forma sencilla, una remera blanca, un short de mezclilla y unas sandalias de piso. Su largo cabello rojo ondeaba libre por detrás de su espalda gracias al viento mientras el sol ocultándose en el horizonte provocaba que los ojos grises de Jessie se vieran aun más tristes y apagado de lo que ya estaban.

 

No había nada al derredor de un radio de diez metros de donde la joven estaba parada. Su varita mágica firmemente sujeta en su mano izquierda a la espera del primer hechizo que fuera a pronunciar.

 

-Creí que no vendrías- terció Jessie al ver llegar a Arya colocándose a siete metros de la bruja.

 

La observó con detenimiento sin perder detalle alguno de su compañera. Sonrio con malicia mientras murmuraba...

 

-Absorvere- la muñeca con que sostenía la varita Arya se rompió en el acto, imposibilitandole el agarre preciso de su varita mágica, sabiendo que de no curarse con rapidez la mujer con quien se enfrentaba perdería su mano en pocos minutos.

 

-Nunca acordamos que sería justo- sonrió con malicia, sin importarle realmente lo que pensara de ella.

[Arya Macnair]

—¡Sectusempra!

 

Macnair conocía poco los terrenos de La Fortaleza por lo que se había perdido tratando de dar con Jessie y así poder dar comienzo al duelo que ambas habían pactado, querían limar asperezas y dejar resentimiento en el pasado pues de allí no debían moverse, ahora eran compañeras de Bando y caminaban juntas bajo la misma bajada de bandera, siguiendo los mismos ideales y por tanto ya no era viable odiarse. No recordaba cómo había empezado todo pero al verla unos siete metros lejos de donde se había detenido sintiendo un profundo dolor en la muñeca derecha los sucesos llegaron a su mente de golpe, cambió la varita sosteniéndola con la zurda para conjurar a viva voz el hechizo mortífero que podía costarle la vida.

 

Fue todo por Vladimir, la fascinación que Arya tenía de niña por aquel hombre quien la crió como a una hija le llevaron a sentir unos celos infundados y temor a que Jessie pasase a ser la luz de sus ojos cuando llevaba 17 años escuchando como él se lo decía a ella, desde bebé, desde ser nadie. Más tarde se toparon en San Mungo y ahora la vida las cruzaba para que estrechaban las manos y se dejaran de tonterías, eran mujeres grandes, curtidas por la vida y repletas de cicatrices, ésto último era lo que tenían en común. —No, por supuesto. Pero te estás aprovechando

 

La pelirroja rió de lado y una brisa invernal capturó los pliegues de su capa negra haciéndola danzar al compás de su cabello encendido como el propio fuego que corría por sus venas ahora que poco a poco recobraba poder. Para a ocasión vestía diferente a su rival, más oscura, tanto como su alma en ese entonces; un enterizo que solamente dejaba sus brazos al descubierto y un prominente escote que enseñaba las curvas que los dioses le habían otorgado, era hermosa y se aprovechaba de eso al escoger atuendos.

 

—Seccionatus

 

Pensó sin siquiera despegar sus labios los cuales formaban una fina línea recta y pálida como el resto de su rostro, la muñeca le dolía pero no quería dar el gusto a su rival de verle sufrir, la zona afectada estaba hinchada y morada, manaba calor y casi podía sentir los huesos seccionados pinchar el interior de la carne y el músculo pero se centró en lo que su varita lograba entonces, doce medialunas brillantes y peligrosas que atravesarían la distancia de siete metros para incrustarse en el cuerpo de Jessie y causar heridas peligrosas, sería mejor que las detuviera, o detuviera el rayo, todo dependía de la astucia de aquella mujer y su entrenamiento.

 

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[Jessie Black Lestrange]

Tal vez ella estaba abusando de sus habilidades pero poco o nada le importaba. Prefería ver como la chica sufría por lo que Jessie le haría a estar ella defendiéndose de aquello que Arya haría en su contra. Sonrió al escuchar su respuesta mientras veía como dos manos fantasmales aparecian frente a ella de su misma estatura. Se veían bastante solidas y sabía perfectamente que era aquel hechizo. Así como también sabía que la defenderían de cualquier ataque.

 

Vio como el rayo mandado por Arya en su dirección comenzaba poco a poco a acortar la distancia entre las dos, de un momento a otro impactaría en las Necrohands así que no tendría nada de que preocuparse.

 

-Morphos- susurró apuntando a la ropa de Arya notando como su enterizo mutaba de forma poco a poco, dando paso a una serpiente coralillo, la cual al estar plenamente transformada se enrosco en el brazo izquierdo de Arya para poder así inyectar su letal veneno en la joven bruja - escóndete- ordenó Jessie a la serpiente con una picara sonrisa.

 

Noto como el sectusempra impactaba en sus necrohands en el momento en que esta conjuraba su morphos, ahora veía como doce medias lunas viajaban en su dirección. Sonrió aun más anchamente sabiendo que su defensa soportaría aquel hechizo también.

 

-Tengo que practicar, ademas... jamas supe porque me odias- explico encogiendose de hombros.

[Arya Macnair]

—Shushushu.

 

La pelirroja utilizó su mano buena para quitarse la serpiente enroscada en el brazo herido momentos atrás antes de que el animal siquiera pudiese inyectar su ponzoña lanzándolo lejos, fue un movimiento ávido y fríamente calculado, arriesgado también debido a que ante la amenaza de todos modos el reptil podría haber atacado así que se consideraba afortunada. La serpiente se perdió siguiendo órdenes de Jessie quien se encontraba intacta por un accionar certero que provocó Macnair enarcara una ceja, debía admitir que estaba sorprendida por su progreso aunque después de todo, no por nada ostentaba el rango que ostentaba dentro de su bando en común.

 

—Episkey— pensó rotando la muñeca que recuperaba todos sus pequeños huesos rotos.

 

Sonrió de lado captando las palabras de su contrincante, le causaba cierta gracia que pensase semejante cosa de ella ¿odiar?, para tal sentimiento debería de haberle hecho algo terrible y ninguna tenía demasiada relación, incluso por casi un año ni siquiera se vieron la sombra por tanto trató de hablar un poco adolorida.

 

—Estás confundida Jess, yo jamás te odié. Era tan solo una cría cuando te conocí, no tomes esa como nuestra primera impresión.

 

De repente la Fortaleza pareció notar que en sus terrenos se batían a duelo dos almas puras y devotas, el cielo oscuro se nubló aunque mucho no se viese, se debía prestar demasiada atención para divisar las nubes esponjosas que anunciaban el comienzo de una prominente tormenta, posiblemente cayese hasta granizo o nieve, las temperaturas bajas y la estación del año que se asentaba para entonces no le favorecían. Su cabello pelirrojo danzaba preso entre ráfagas de viento violentas que amenazaban con lanzarlas a ambas al abismo si una no desarmaba a la otra pronto.

 

@@Jessie Black Lestrange

[Jessie Black Lestrange]

Las medias lunas impactaron en las manos fantasmales que Jess había invocado. Al parecer su serpiente no había causado gran daño en Arya o mejor dicho ninguno pero no tenía porque preocuparse. La vio recorrer la distancia desde su escondite hasta la pierna de su contrincante hasta poder morderla sin que esta se diera cuenta para volver a esconderse en cuanto finalizara su tarea.

 

-Oye por aquel tiempo ambas eramos unas chiquillas pero sinceramente parecía que te desagradaba y muchísimo aunque nunca supe el porque.

 

Observó con detenimiento a Arya, no sabía que pensar con respecto a ella puesto que estaba segura que era una excelente duelista y que ahora solo hiciera un efecto... aunque sabía el porque lo hacía y ella no caería en su trampa.

 

-​No creas que caeré en un truco tan viejo, tuve buenos maestros- alzó una ceja de forma divertida observando a la Macnair con detenimiento.

[Arya Macnair]

—¿Truco?, Morphos

 

La bruja arqueó una ceja confundida ante las palabras de su rival pero sin perder demasiado tiempo pues la serpiente había al fin logrado su cometido inyectando letal ponzoña en su torrente sanguíneo y si no actuaba con prisa podría provocar un paro cardíaco. Rápidamente una roca considerable en el sendero que conducía hasta la propia fortaleza oscura se transformó en un bezoar que con un simple movimiento e inclinando su cuerpo hacia el frente llevó a su boca, lo tragó sin saborear y finiquitó las intenciones de Jessie por distraer su atención, ¿después de todo ese era el plan, no?.

 

Lo siguiente fue pensar cuál había sido su reacción cuando Vladimir se la presentó por primera vez, recordaba haber sentido muchísimos celos pues aun siendo joven era una muchacha muy capaz, trabajaba en San Mungo como siempre Arya había deseado y posiblemente se robaría al hombre que la crió y a quien ella más amaba en el mundo. Sonrió de lado, sus mejillas entonces se sonrojaron, había sido una completa tonta, una verdadera niña malcriada y Stabolito merecía una disculpa más los años habían pasado ya y sería en vano.

 

—Episkey

 

Pensó sin decir una sola palabra para acabar de curar su muñeca rota siendo aquel el último turno viable, con suerte una gorda gota de sudor le cosquilleó la frente y se suicidó desde la punta de su respingada nariz para cuando habló.

 

—Vladimir nunca presentó a sus novias en sociedad, para cuando te trajo a ti creí que lo había perdido para siempre... Él fue mi todo desde que nací, pero al final del camino resultó ser un vil impostor

 

Un nudo se asentó en su garganta y dejó de sonreír, llevaba tiempo sin pensar en toda aquella situación vivida con el falso padre, el hombre que le había mentido, que le había engañado, incluso que le había ocultado a una hermana que ahora amaba con la vida, así que tener que revolver recuerdos amargos le nublaba un poco el juicio y le turbaba el humor.

 

@@Jessie Black Lestrange

[Jessie Black Lestrange]

Observó a Arya comer el bezoar pero no había hecho nada en contra de su serpiente. Así que esta volvió a inyectar su letal veneno en la mujer frente a Jessie. Esta sonrió al escuchar las palabras de Arya y negó divertida al sentir una briza recorrer su nuca provocandole un leve escalofrío.

 

-Todo lo hiciste por Vladimir... no puedo creerlo.

 

Su voz denotaba el sarcasmo que le provocaba aquel hombre que la había secuestrado para poder llevarla al altar. Aun cuando ella ya no estaba enamorada de aquel falso hombre que solo había jugado con ella. Negó y soltó un suspiro mientras pensaba que hacer para contrarrestar las acciones de Arya.

 

-Zancadilla- mascullo segundos antes de que Arya terminara de curar su mano lastimada.

 

Cambió su peso de pie y apuntando de nueva cuenta a Arya que ahora yacía en el piso gracias a los efectos del hechizo de Jessie, supo con facilidad que era lo que tenía que hacer.

 

-Absorvere- murmuró de nueva cuenta, volviendo a lastimar la mano con que sostenía la varita imposibilitando el firme agarre de esta.

 

Su serpiente se desvaneció en el acto así como las manos fantasmales que había invocado momentos antes. Ya todas sus defensas estaban abajo, confiaba en tener un duelo frente a frente contra Arya, sin escondites, sin miedos, como dos iguales y ver que tanto habían crecido sus habilidades.