Libro del Druida

[Matthew Black Triviani]

Matthew Triviani

 

―Supongo que mis dudas pueden ir surgiendo en el camino...―respondió al fin mientras cruzaba las manos en la espalda.

Sonrió de lado al escuchar al Uzza. Más o menos se imaginaba que seria de esa forma el tema a la vinculación y la utilización de los poderes de libro; pero es que, en los últimos tiempos, le había tocado toparse con un par de moralistas que lo tachaban de bruja poco ético por la forma en la que lo hacia. No es que a Matthew le importase mucho lo que pesaran de él, al fin y al cabo, él estaba bastante consciente de que su moral era nula y su ética poco valorarle.

 

Matthew se agachó un poco para estirar su cuerpo y sentir a poco centímetros el calor que el suelo emanaba, de modo que, si tenía que caminar apresurado o correr, sus zapatos no se quemaran. Acomodó los amuletos que le colgaban del cuello los anillos que llevaba como pulseras.

 

Perfecto, solo tendremos que buscar los Lirios de Fuego. respondió con firmeza y materializó su varita en mano.

 

Como todo lo nuevo, tenia sus dudas, aún desconocía los secretos y el alcance del poder que podrían tener aquellos nuevos hechizos, él había notado que estos eran más defensivos, por lo que tranquilamente podría utilizarlos sin necesidad de un contra ataque; por más divertido que fuera sabia que no tendría mucha oportunidad contra un Uzza.

 

Vio como Zoella y Jeremy habían tomado caminos separados para buscar dichos Lirios, mientras que Gahíji se cubría con ellos, una protección ignífuga, pensó en sus adentros. Eso lo protegerían de todo lo que estuviera relacionado con el fuego, pero su duda era si eso también le servia para cubrirse el calor al cual ya él estaba acostumbrado y no afectaba para nada su necesidad de agua.

 

5 Minutos más tarde.

Habia reconocido los Lirios, en un montículo de piedra pómez, la flor era tan preciosa como peligrosa, fácilmente se podría confundir con el intenso magma que recorría el pueblo, los ojos negros de Matthew se llenaron de curiosidad,se inclinó y se coloco unos guantes de piel de dragón que traía en su monedero de Moke y tomo el Polen, colocando la mayor cantidad posible dentro del frasco que el Uzza le había entregado de antemano.

 

Terminó de recolectar lo necesario y sin desprender su mirada del frasco que tanto llamaba su atención, dio unos cuantos pasos para llegar a donde Gahíji los esperaba nuevamente. Levanto la mirada para mostrarle y observo como rápidamente ataco a Zoella; un intento fallido por querer ayudarla, ésta se protegió con uno de los hechizos del libro, no de los Druidas, si no de uno diferente, el cual la había hecho salir ilesa.

 

Volvió su mirada al guerrero y le dedico una mirada enfurruñada por lo que intento hacer.

 

10 Minutos más tarde.

 

La calva había invocado un Fulgura Nox, aquel portal se transformo en una especie de espiral con aspas de materia oscura, quien fue la primera en atravesarlo... Las montañas del norte de Italia, las Dolomitas, junto con su frondoso bosque a orillas del gran lago de aguas cristalinas.

[Jeremy Triviani]

Jeremy presto atención al Uzza con toda la atención que fue capaz, a pesar de que se cuerpo estuviera sufriendo los efectos del calor. Pudo escuchar que su observación no era del todo cierta, no sabrían que había pasado por allí, pero tampoco iban averiguarlo. Solo debían recoger un Lirio de Fuego para extraer su polen. Apretó el frasco que el profesor invoco, y se separo, con una ultima mirada, de sus hermanos en busca de la flor.

 

El tiempo estaba en su contra, cinco minutos era muy poco, o mucho dependiendo las dotes que tuvieran para rastrear cosas. El vampiro acostumbraba a ser un buen buscador en el bosque de su crianza, pero allí, donde había lava, viviendas quemadas, y viento caliente, no podía hacer mucho mas que observar con detalle cada silueta que pasaba a su lado.

 

El Lirio de Fuego, supuso se alimentaba del rio de lava, por lo que sus sentidos lo atrajeron como primera opción hasta sus orillas. Mentalmente iba contando los segundos, para no pasarse del tiempo estimado. "Treinta y tres, treinta y cuatro..." pasaba por su mente, mientras sus ojos, goteando por el sudor de la frente, buscaban dar con aquella planta tan extraña.

 

-¡Ahí! -Grito a la nada. Habia visualizado una pequeña florcita, a los bordes de una piedra, en la orilla opuesta. Utilizo el Amuleto volador para llegar hasta ella, y empezar a tomar las pequeñas partículas de polen dejándolas caer dentro del frasco del Uzza. Cuando estuvo lleno, puso el tapón y se dispuso a volver, volviendo a utilizar el amuleto volador.

 

 

5 MINUTOS DESPUÉS.

 

Jeremy llego en el momento justo para ver con sus propios ojos como una ráfaga de fuego, iba directo hacia la madre de sus hijos. Su corazón se salteo un latido antes de reaccionar con rapidez.

 

-Ignea -Dijo utilizando el mismo hechizo que había visto hacer al propio Uzza para proteger a Zoella. Tal como le había pasado a profesor, una lluvia de polen del Lirio de Fuego salieron de su propia varita para crearle una inmunidad al fuego a la Triviani, que salio indemne de aquella prueba tan atroz.

 

Bajo la varita al darse cuenta que estaba temblando. ¿Que significaba eso? ¿Miedo a verla morir?

 

 

10 MINUTOS DESPUÉS.

 

Zoella produjo un portal lo suficientemente grande y estable para que todos pudieran pasar a través de él. La mente del vampiro aun estaba metida en las consecuencias que hubieran pasado si no hubiera logrado proteger a la bruja. El aire fresco de las aguas cristalinas, mas el paisaje remarcado de montañas logro que dejara escapar el aire que venia reteniendo inconscientemente. La frescura del ambiente le auguraba cosas buenas. ¿Duraría? Eso estaba por verse.

 

[Gahíji]

Una vez que crucé el portal conjurado por Zoella observe el cielo. El tiempo estaba pasando rápido, por lo que pronto podría volver a casa y dejar a los aprendices atrás. Deseaba nuevamente paz. Me imaginé tocando nuevamente mi instrumento bajo el árbol de fuego. Miré a Zoella. Le había dado una instrucción y había fallado.

 

-La próxima vez le agradecería que intentara utilizar lo que estamos viendo en el libro, si bien, fue una salida perfecta, supongo que por instinto utilizó otros talentos para salir del problema, sinceramente esperaba que utilizara los conocimientos que desea adquirir y no los anteriores, sin embargo, estuvo bien jugado –Miré a Zoella a los ojos.

 

Cruzándome de brazos observé a los otros aprendices. Ellos no habían logrado ayudar a su compañera. Habían adquirido el polen, la primera tarea estaba hecha, pero ayudarla en el momento indicado, allí habían fallado. Deseaba comprobar si podían sacrificarse el uno por el otro, a la final uno había reaccionado, pero ya era tarde. ¿Decepcionado? No. Pocos habían aprobado aquella prueba tan sencilla de carácter, ellos habían fallado.

 

-Continuemos con la instrucción –sentándome con las piernas cruzadas en posición de loto hice señas para que se acercaran- bonito lugar el escogido por cierto –acerté a decir mientras los 3 alumnos se acercaban más- queda poco por aprender y deben practicar mucho mas, solo les advierto que si no me satisface lo que veo no tendrán ninguna posibilidad de aprobar

 

Dibuje una sonrisa casi paternal pero estricta, no me caían muy bien, habían fallado en aquella prueba, sin embargo, tenían una minúscula posibilidad de lograr que se ablandara mi corazón y les permitiera pasar a la siguiente fase. Odiaba la conexión con Knunu, él me obligaba a ser mucho más calmado y menos una masa incontenible de furia.

 

-Espero hayan memorizado su libro, porque no repetiré esto dos veces, a menos que tengan algún tipo de dudas –estudié sus rostros- claro está, no creo que tengan tiempo de decírmelas antes de ser atacados por sorpresa –burlonamente me prepare para dar la instrucción, explicarles el Obsistens, el Cantar de Eleboro y agredirlos sin misericordia.

 

¿Esta vez les daría tiempo de prepararse o volvería a atacarlos de sorpresa a pernas terminara de explicarles? Concentre toda la atención en ellos y sin dar tiempo a nada una capa brillante, un escudo luminoso del color de la lava ardiente cubrió mi cuerpo.

 

-El "Obsistens " es una invocación no verbal que creara un escudo luminoso que consumirá cualquier hechizo o ataque, además absorberá las criaturas que les puedan atacar desapareciéndolas sin dejar ningún rastro –estaba protegido por lo que estaba seguro de lo que diría a continuación- tienen permiso de atacarme con cualquier hechizo, quiero que ustedes mismos comprueben con sus propios ojos lo que les digo, pero no se confíen.

 

Mantuve mi tranquilidad. Mi mente estaba en paz. El viento de aquellas montañas golpeaba el cuerpo de más de 190 años que poseía. ¿Gustarme aquello?, quizás, era un cambio a mi estilo de vida, solo que deseaba volver a mi lugar habitual lleno de extremo calor.

 

-También deberán aprender y practicar el "Cantar de Eleboro", esta es otra invocación, deben pronunciarla claramente para que funcione –realicé la invocación sin ningún tipo de problemas y un segundo después aquella vibración poco audible protegió todos los sentidos que poseía- permitirá que cada uno de sus sentidos queden intactos y no sufran ningún daño.

 

Ya había explicado lo suficiente. Esperaba que me atacaran y luego sería mi turno para comprobar que me estuvieran prestando atención. Si algo caracterizaba mis clases es que por las buenas o las malas iban a aprender.

 

-Antes de que se me olvide, una vez que terminemos esta practica el siguiente en conjurar el haz de la noche serás tú –señalando a Jeranne.

 

Conjure una arena de hechicero para que quedaran ciegos una vez que esta estuviera en el cielo y después lancé a los aprendices unas cuantas flechas de fuego apuntándoles directamente al corazón. Deseaba ver ¿cómo reaccionarían ahora?.

[Matthew Black Triviani]

Matthew Triviani

Necesitaba ese libro; ya no quería que eso también fuera parte de sus fantasías.

 

Matthew se detuvo cuando, a lo lejos, visualizo un camino delimitado por una linea de antorchas, y Jeremy conjurando un Ignea para proteger la menor de los Triviani, él solía ser un poco despistado y por eso no se dio cuenta de intentar lo mismo para protegerla, pero, él también sabia que su hermana era una bruja capaz de protegerse sola y ha salido de situaciones peores, el ayudarla ahora, seria una burla para ella, lo cual, haría si su vida corría peligro de sobremanera.

 

Cargaba con él siempre sus amuletos, encantados para que parecieran ser uno solo al rededor de su cuello, un colgante de aro dorado que brillaba cuando se activaba. Gahíji estaba muy decidido a atacar a los hermanos, parecía querer matarlos y despreciarlos por algo que desconocía de momento, claro estaba, que Matthew no le interesaba en lo más mínimo caerle bien a un guerrero Uzza, solo deseaba sus conocimientos, y porque no, batirse a un duelo con él. Podía perder, perdería, seguramente, pero la diversión de los retos eran lo que lo mantenían con vida.

 

Espero que esto sirva murmuró.

 

Cantar de Eleboro. generó un pequeño canto poco audible, que protegería todos los sentidos del gitano y su hermana menor de la Arena del Hechicero que había invocado para cegarlos, seguido de una gran lluvia de Flechas de Fuego que venían directamente hacia ellos tres.

 

Jeremy quedó a la deriva entre su protección, pero confiaba en que seria totalmente rápido para protegerse de ambos ataques. El gitano aun seguía algo confundido, estaba entre la decisión de protegerlos y sacrificarse o protegerse a él mismo. De haber sido otras personas, no dudaría ni un momento en dejar que murieran quemados, pero eran su sangre, y su tesoro más preciado. No era todo maldad en su vida, ellos dos lograban ablandar el corazón de Matthew, por lo que a veces los odiaba por ello.

 

Fortificum vocifero y del suelo surgió una muralla de cuatro metros de alto y diez metros de largo, ondulada, que los protegería de los filamentos de fuego que Gahíji había lanzado hacia donde se encontraban, sabia que no resistiría mucho, pero al menos retrasaría aquel ataque.

 

Al menos he ganado algo de tiempo. No deseo morir en esta oportunidad, y no por él. mascullo entrecerrando los ojos pensando en el Uzza.