¡Black contra Black!

[Aaron Black Yaxley]

 

La manor de los Yaxley estaba vacía y en desuso. Muebles y comedor empolvados, telas de araña por las esquinas, algunos libros regados por el suelo y una botella de vino goteando desde el borde de una mesa; los demás lugares de la casa no escapaban del desorden, excepto la cocina, como si Gatiux hubiese dejado un hechizo protector. Cada vez que se ensuciaba algo, se lavaba solo, cada vez que se quebraba un plato u otro utensilio de la loza, se arreglaba solo ¡y como nuevo!. De hecho, todos los días, a las cinco de la tarde, se horneaba un pastel en la cocina a leña que Orión había conseguido para la familia.

 

Aparecí en los jardines, envuelto en flameantes llamas de fuego oscuro que terminaron por confeccionar la túnica que vestía; ligera y suelta en mangas, con un pantalón de tela y un calzado rudo y varonil. Había llegado hasta allí, encaminándome al pasillo de entrada, en búsqueda de los escritos que tía Luisa había elaborado. Estudios mágicos sobre la persuasión y sus efectos secundarios en los muggles. Hechizos de gran antigüedad, pero básicos y fáciles de usar. Y cómo no, también tras los pasos del hijo que había concebido con la Zíngara.

 

De pronto, oí unos pasos en las habitaciones del segundo nivel, lugar donde y válgase de la redundancia, se encontraban intactas, cada aposento de los miembros de la familia. Fue de la habitación de Maida, que vi salir a mi hijo...

 

-¡Serpens!...- le llamé, agitando la varita hacia su dirección. Le había estado buscando desde hacía días- ...absorvere...-murmuré, apreciando como una vibración sacudía velozmente la distancia que nos separaba, para concentrarse en un ligero crack, que sentiría el joven Black en el conjunto de huesos de su tobillo. Caería, de seguro que lo haría- ¿Qué cosas husmeas en la habitación de tu madrina?...

 

Y así, me acerqué hasta posicionarme a tres metros de él, observándole de manera indiferente y con el mentón altivo.

 

100PV

6PP

[Matthew Black Triviani]

 

PV: 100 - 30 (Absorvere impactado) : 70 + 30 (Episkey) : 100

PP: 8 - 1 (Sectusempra) : 7

 

 

En sus épocas de gloria la Manor era habitada por grandes personajes del mundo mágico y eso se notaba. Era una edificación imponente con varios pisos y una arquitectura estilo gótico de techos negros y columnas adornadas. Black ya estaba preparado y con la varita en mano esperando a la llegada de su padre. Lo que no esperaba era que lo encontrase saliendo de la habitación de su madrina Maida, y en aquel momento tan inoportuno lo atacase frenéticamente, sin piedad, y sin remordimiento alguno.

 

Pudo sentir como el conjunto de huesos que conformaban su tobillo izquierdo se quebraban. Un grito desgarrador nació desde la garganta del gitano haciendo que su rodilla se flexionara tocando el piso, apoyando la surda en el marco de aquella puerta de madera desgastada. Giró su cabeza y clavo sus azabaches en los ojos grises de su padre.

 

Eres tan frio como la misma muerte, Augustine. pocas eran las veces que lo llamaba por su segundo nombre.

 

Serpens vestía con una túnica negra de viaje, adornada con dos cadenas de hierro en sus hombros simulando ser plata de tan pulidas que estaban, dentro un fondo de color borgoña, pantalones de gabardina de color grises con un entramado de líneas negras, zapatos pulcramente pulidos de color negros y una camisa de color negra con un chaleco de conjunto con su pantalón.

 

Vara de Cristal.

 

Murmuró y su varita de Arce creció a un tamaño considerable, convirtiéndose en un cristal irrompible de color violáceo.

 

¡Sectusempra!

 

Conjuró mientras apuntaba su vara a Caelum, haciendo que su camisa se tiñera de sangre por los profundos cortes ocasionados por su hechizo.

 

Episkey pronunció por lo bajo haciendo que sus huesos se curasen un poco para alivianar el dolor.

 

[Aaron Black Yaxley]

 

Bufé una sonrisa, cuando el muchacho me llamó por el segundo nombre que seguramente mi madre había escogido al nacer. Aún me preguntaba, porqué los Black habrían perdido la costumbre de nombrar a sus integrantes con nombres estelares. Le habría preguntado por segunda vez- poco común en mí- qué es lo que buscaba en la habitación de Maida, ya que y quizás, andaba tras los mismos pergaminos que yo, y al ser la bruja hija de Luisa, quizás era ella la que custodiaba tales encantamientos; pero no, sinceramente no alcancé.

 

-¿Qu...qué hiciste?...-cuestioné jadeante, entre dientes, con una rabia interna que comenzaba a desintegrar el frágil temperamento que me caracterizaba.

 

Llevé la mano con la varita hacia mi pecho, alternando la gris mirada entre mis heridas y el joven Black, apreciando como ésta y la madera de la varita, se teñían de un rojizo escarlata. Sentía como se endurecían mis facciones, acelerando el pulso al tiempo que tensaba la mandíbula en una furia evidente. Sin embargo, al ser una amante de la sangre, de su pureza y la descendencia mágica, ¿Cómo podría yo, asesinar a mi propio hijo?; ¡eran éstas las debilidades que debí anteponer a la delirante figura de la gitana!

 

-¡Anular Cineade!- exclamé tras rasgar el vacío hacia él mientras sostenía mi varita con delirio y firmeza. De ésta manera, evitaría una impulsividad innata, seguramente heredada por mis genes de consentida inmadurez y conjunto a ello, una muerte segura. Fue justamente luego de su sanación que me concentré en la mía, ideando una curación tácita e inherente a la supervivencia que alimentaba mi adrenalina en combate; la serpiente del tatuaje tenebroso, se extendió por mi antebrazo, enroscándose hasta la mano que sostenía mi arma mágica, mientras me concentraba en un episkey, que terminaría de curarme- ... con que quieres enfrentar a tu padre, ¡eh muchacho!...

 

Fue así, que elevando nuevamente la extensión letal de todo mago o bruja, me dispuse a tener un duelo de padre e hijo.

 

100PV -50PV= 50PV // 50PV+30PV+30PV= 110PV (100PV)

6PP

 

@

[Matthew Black Triviani]

PV: 100
PP: 7

 

Black sonrió ante las palabras de su padre, y negó con la cabeza, aquello era realmente absurdo, y la lógica no entraba en toda aquello, la situación era fácil, tenia un enemigo, simplemente debía eliminarlo, sin clemencia. ¿Ni aunque fuera su padre? cuestiono en sus adentros, ni aunque fuera su padre, ni el mismo Líder de la noble casta Tenebrosa.

 

Podrían considerarlo un traidor, sus colegas Mortífagos, y su propia sangre podría desterrarlo de la familia. Pero ya se encargaría de ellos en caso de que aquello sucediera... Mientras tanto, divertirse a costa del dolor ajeno era su meta. Enarco la ceja al escuchar el reproche de Caelum por no responder su incógnita, lo había escuchado, solo que habría elegido no responderle.

 

Buscaba unos antiguos Libros pertenecientes a la familia Ivashkov, ¿te suenan familiares? ladeó su cabeza.

 

Conjuntivitis.

 

Pensó y aquello que era un Rayo, se convertiría en un efecto inmediato por aun tener equipada su Vara de Cristal, el conjuro afectaba temporalmente la vista de su contrincante, ocasionando fallos importantes en la puntería, dejándolo solo a su suerte con hechizos de tipo Efecto o cuales no requieran una puntería.

 

Su padre era un tipo inteligente, y lograría salir de ello.

 

Obsistens.

 

Un cerco de materia luminosa se genero sobre Serpens, protegiéndolo de cualquier ataque y/o criatura.

[Aaron Black Yaxley]

 

>>...¿Te suenan familiares?...<<

 

Terminada la frase, un destello de luz provocó un intenso lagrimeo en mis ojos, sellando los párpados en lo que pareciese ser una conjuntivitis. ¡Maldita vara!, exclamé en mi mente, dando un par de pasos hacia atrás en aquél largo pasillo, mientras seguía manteniendo mi varita en frente al mismo tiempo que la mano libre buscaba presionar la entre ceja en vano, pues aquello no quitaría el hechizo que mi hijo había dictado ante mí. Arrugué la nariz y tensé el puño sobre el mango de mi arma mágica...

 

-¡Séneca!...- dicté.

 

El efecto de aquella maldición tenebrosa sería instantánea, provocando que Serpens comenzara a sentir una deshidratación paulatina y letal si es que no mantenía su cabeza fría para una estrategia de escapatoria; chisté algo impotente de no poder verle y sentenciar un reproche por haber atacado de esa manera a su padre: Cría cuervos y te sacarán los ojos, dijo una vez mi abuela. Aun así, los sentimientos encontrados de ese momento me hacían sentir orgulloso de los dotes de mi muchacho. Sin embargo...

 

>>Obsistents<< no lo vi.

 

...No se lo dejaría fácil...

 

-Cantar de eleboro...- murmuré varita en mano. La vibración de lo que parecían ser ondas alfa, logró que sintiera un genuino y satisfactorio escalofrío, agudizando mis sentidos al punto de oír la intermitencia del hechizo protector que había invocado mi hijo; acto seguido, pude abrir los párpados y recuperar la vista, que borrosa y tras un par de pestañeos, logré afinar admirando el cerco luminoso que comenzaba a disiparse frente al mago- ¿hablas de los escritos sobre persuasión muggle?...- cuestioné en tono áspero y serio, pues aún no terminaba lo nuestro.

 

100 PV

6PP

 

@@Matthew B. Triviani

[Matthew Black Triviani]

PV: 100
PP: 7

 

Su rostro se mostraba serio, la ansiedad había invadido al Black quien había pasado cinco horas seguidas sentado en el banco de una plaza viendo pasar a las personas sin nada para hacer. Aquel día libre era una condena, extrañaba los enfrentamientos de magia desde que el torneo había terminado. Posiblemente era el día más tedioso de todos, no tenia más que hacer que enfrentarse a su padre, otra vez.

El esfuerzo del Augustine fue en vano, su anterior defensa había absorbido con suma rapidez, casi instantáneamente, el conjuro que su padre había lanzado sobre él, dejándolo inmune en aquella oportunidad. Había recuperado su visión gracias al poder que los Druidas le regalaron, mordió el interior de su labio inferior, estaba nervioso, como no estarlo, si no dudaría en matarlo. ¿O acaso ahora su padre tenia sentimientos?

Vara de Cristal bisbiseo y su arma mágica se vio transformada en una vara de color violácea.

¡Expelliarmus! gritó, con fuerza.

Había olvidado el efecto de la vara de cristal, aquel esperado rayo escarlata jamás salió de ella, simplemente impacto en el pecho de Aaron. Levanto ambas cejas al ver el efecto, algo sorprendido por la letalidad que podría tener un ataque bien consumado en un rival.

No estaba siendo cuidadoso dejándose desprotegido en cierto aspecto, justo lo que esperaba el Ángel Caído que hiciera su padre. No le tendría piedad, dado que no había tomado en cuenta el poderío con el que contaba el gitano, poderío que estaba a poco de causarle serios problemas.

 

Entonces... ¿Me dirás si sabes algo sobre ellos? o tengo que arrancarte la lengua para que lo confieses? apenas lanzo su interrogante con una amenaza, recordó que había formado parte de la Ryddleturn, quienes también tenían nexos con aquella familia Rumana.

 

Obsistens nuevamente había invocado aquella barrera de materia luminosa que lo protegería de cualquier ataque proveniente de su padre.