Prueba del Libro de los Ancestros

[Khufu]

Han pasado algunos días desde su encuentro en las arenas del desierto a las orillas del Nilo, realmente Khufu tiene sus dudas sobre el tipo de vínculo que está última aprendiz había conseguido formar hasta ahora con la magia de los ancestros, si bien pretendía disposición, al menos al hablar, ella realmente no se había sometido ante las pruebas que demostraban su real comprensión y verdadero dominio de esta magia. Por el momento su comprensión en cuanto a los hechizos de este libro eran cuestionables, pero aún quedaba una última prueba, quizá la más importante para ella ya que esta era su última oportunidad para demostrarse capaz y merecedora de este vínculo.

Para llevar a cabo el duelo escogió uno de los campos del Uagadou y, aunque la experiencia y nivel que refleja en el expediente de esta hechicera es bastante completo, Khufu ha decidido venir acompañado por Kaires, el bibliotecario del colegio que alguna vez, hacía mucho tiempo atrás, custodió las entradas de los antiguos pueblos Uzza junto a sus guerreros. No había mejor oponente para Malfoy en la tierra que este maestro egipcio, con apariencia superficialmente serena, pero con una mirada tan dura y cruel cómo lo eran los mismos desiertos del Sahara.

Por otro lado, Khufu siempre había preferido guiar el viaje de los aprendices de los ancestros hasta algún lugar donde pudieran apreciar de esta magia sus orígenes y su transformación por el paso del tiempo. Aquel laberinto que había sugerido a la bruja en la primera etapa era como un viaje en el tiempo, ahí tanto sus muros como sus mismos obstáculos contaban historias sobre hechizos, observaciones de los antepasados uzza y podía apreciarse mejor cómo esta magia se había transformado con el pasar de los años. Era un lugar importante. Solo esperaba que la muchacha hubiera salido de ahí con algo más de conocimientos que heridas de supervivencia. 

Finalmente, dejado atrás los paisajes serenos del desierto, los terrenos al sureste del Uagadou sería finalmente el campo de la prueba final para la aprendiz. Sentado sobre una roca que sobresale peligrosamente del suelo se encuentra Kaires, el oponente de Juv, y casi en medio de la gran explanada khufu contempla el horizonte pacíficamente, despejando su mente para poder ser el mediador de este enfrentamiento.

-Es tarde-, Kaires habla mientras se pone de pie y desenvaina su varita. -¿Es que no piensa venir tu aprendiz?-, se quejó el viejo hombre.

 

C O N D I C I O N E S

• No existen límites de tiempo entre respuesta y respuesta. Por tanto, la regla de hechizos impactados desaparece.
• Duración del duelo: Del 18 al 28 de Agosto.
• Nos guiaremos por las Reglas Nuevas de duelos existentes.
• Lista de Hechizos (con especial énfasis en el Libro de los Ancestros)
• Están prohibidos los Off y las ediciones.
• Consultas, dudas o sugerencias, al topic del Libro de los Ancestros.
   

[Kahlan Blackthorn]

— La muerte jamás llega tarde a una cita—la voz de la fémina anunciaba su presencia—Solamente se toma el tiempo justo para elegir a quién arrancará del plano terrenal—entonando aquella sonata mortal invocaba su oscura varita. Estaba lista para demostrar de lo que era capaz, no le gustaba que se plasmará en papel lo destructiva que podía llegar a ser, restándole verdadera importancia al poder que realmente poseía. El sitio elegido para el duelo, estaba plagado de recuerdos que pertenecían a los Uzzas, memorias que cada uno de ellos se atrevió a compartir con sus alumnos— Huellas que perdurarán por siempre—siseó dejándose para ella el resto de sus pensamientos. 

Elevando con elegancia su varita, estaba lista para atacar con todo. Antes de eso reculó por un breve instante, dejando que aquel conjuro cruzará su mente como una daga afilada— ¡¡¡ Kansho !!!—pensó invocando la daga con empuñadura de plata y aquellas piedras preciosas que volvieron a plasmarse en sus memorias como un mar de ojos atormentados. El siguiente hechizo que Kaires deseará enviar contra la Nigromante, seria  absorbido por su arma devolviéndolo en el acto a su atacante. 

Las rocas que eran apreciadas por sus orbes bicolor eran testigos silenciosos de cada una de las acciones que los duelistas realizarían. Matarse estaba en el programa ideado por el Uzza, pero a ella eso no le quitaba el sueño. Dada su condición de vampiro, no necesitaba conciliar el mismo para mantenerse alerta la mayor parte del tiempo, lista para enfrentarse a lo que el destino decidiera colocar como un nuevo obstáculo en su andar. Ahora veía las cosas desde una perspectiva mucho más concienzuda y menos instintiva, dejandole el trabajo más arduo y demandante a su cerebro. En su dedo anular llevaba le anillo de presencia secundado por el anillo antirrobo. La arena mágica del desierto estaba dentro de un frasco que colgaba de su cuello, aquellos amuletos le serian de gran utilidad en determinado momento.

— Te toca mover tu primera pieza, imagina este duelo como un inmenso tablero de ajedrez—sonrió confiada se iría de ese sitio vinculada al Libro de las Ancestros, no importaba lo que eso le costará. 

[Khufu]

Kaires. Nvl 45
PV:100
PP: 9

Ambos magos se quedaron en silencio ante la presencia de la bruja, Kaires le ofreció una venia de cortesía ante su aparición acompañada de una sonrisa muy tenue en su demacrado rostro. -¿Dices que la muerte se toma todo ese tiempo? No, no creo que ella sea tan descortés-, advierte ante el exceso de confianza que la aprendiz desborda. La mirada del bibliotecario del Uagadou pasó directo de la aprendiz a Khufu que no le ha quitado los grises ojos de encima a la muchacha desde su llegada. Puede notar en ese sereno rostro la duda que despierta el aprendizaje de ella. Aun así, deja sin protesta alguna que el duelo entre ellos finalmente inicie. 

Y es ella quien comienza, o eso debería pensar, después de todo la invocación de la daga del libro de los ancestros es el primer movimiento de ella y al ser una invocación que no consume acción básicamente él pasaba a tomar la primera acción del duelo. Vaya forma de desperdiciar un turno de kansho. De reojo puede ver que Khufu quiere intervenir, seguramente con alguna explicación para la aprendiz, pero es tarde. Debió enseñarle más durante su encuentro previo.

-Te diré algo mejor niña-, dijo por delante, tomando la palabra antes de que el guerrero uzza lo hiciera. -Dejate de imaginar un duelo como si se tratara de un juego de mesa-, le fastidiaba que los aprendices no se tomarán con seriedad estos conocimientos. Debía ser porque era viejo, amargado y ha estado demasiado tiempo encerrado entre libros viejos. De cualquier forma, casi está seguro de que Gahíji o Badru hubieran disfrutado más de esta aprendiz que él o el mismo Khufu. -Piensa siempre, que por mas insignificante que parezca tu oponente, ella o él será un contrincante de altura-, apuntó directo a la bruja que ahora solo tiene como protección la daga, el cual si hubiera comprendido mejor entendería que no le servirá para su siguiente ataque.

Malamente Kaires está ansioso de una batalla dura después de tanto tiempo inactivo.

-Porque de cualquier modo él o ella siempre intentará evitar morir primero que tú. Cueste lo que le cueste. Vara de cristal-, invocó, imediatamente su varita se convirtió en un objeto alargado de un brillante amarillo oro puntiagudo, pero de bordes toscos, como si se tratara de una estalactita. -Sectusempra-, masculla luego de esto y aquel que debía ser un rayo impactó directamente como un efecto sobre el cuerpo de Juv gracias a la vara de cristal equipada en su varita. Su cuerpo se llenaría de varias heridas sangrantes. Ella necesitaría una curación de urgencia para evitar la muerte y una más para curarse por completo.

Hubo un breve instante de calma después del duro ataque. Hasta que se escuchó la voz de Khufu sobre el campo de batalla antes de que el duelo continuara.

-La vara de cristal se equipa verbalmente al invocar. La invocación no consume acción. La varita mágica del mago crece hasta convertirse en una vara o bastón de un material mágico irrompible con apariencia de cristal, cuyo aspecto y color serán diferentes según el mago que la invoque. Es capaz de imbuir el poder de un rayo, convirtiéndolo en un hechizo tipo efecto. Es decir que los hechizos de rayo pasan a ser hechizos de tipo efecto mientras la vara de cristal esté equipada. Sin embargo, solo se puede utilizar una vez por turno. Durante tres turnos. Y solo se puede invocar una vez por duelo. Dos después de cierto nivel (N45).

-Mientras que kansho, es un objeto de batalla de invocación no verbal, que no consume acción al invocar. Es capaz de absorber un ataque mágico y devolverlo inmediatamente contra el agresor. Solo se puede utilizar una vez por turno. Dura tres turnos. Pero lo más relevante ahora es que no detiene hechizos equipados con la Vara de Cristal-, Khufu casi citó y explicaba a Malfoy nuevamente los textos del libro. 

Una batalla iba más allá de solo ser capaz de ejecutar encantamientos correctamente, tenía que haber estrategia en el juego, planificación y no tanta subestimación hacia con tu oponente. Khufu espero por una pronta recuperación de la bruja, el duelo apenas estaba comenzando, pero si ella quería formar este vínculo de magia guerrera aún tenía mucho que demostrar, pues solo su fuerza no la iba a sacar adelante esta vez.
 

Kaires. Nvl 45
PV:100
PP: 8

[Kahlan Blackthorn]

Juv Nvl 47 

PV: 100

PP: 9

Eran pocas las veces que se atrevía a menospreciar abiertamente a un rival, porque casi siempre prefería dejarlo como el factor sorpresa. Las heridas causadas por el Sectusempra enviado por Kaires, no provocaron el más mínimo atisbó de dolor en la Nigromante. Demasiadas batallas en su haber, enseñaron a la rubia a tomar esa sensación como un impulso y no como una franca desventaja o debilidad. Las palabras del Uzza llegaron hasta ella como una señal inesperada de alarma, comprendía a la perfección los efectos que el hechizo que estuviera amparado bajo el poder de la vara de cristal era una sentencia inapelable.

— Algunas veces el destino suele disfrazarse de buenas intenciones, pero suelen ser todo menos eso—asintió obsequiándole una reverencia para luego de eso pensar en el conjuro sanador—Episkey—cada una de las heridas comenzaron a cerrarse, tal y como sucede cuando la piel es zurcida con hilo quirúrgico. Sintiendo una extraña conexión con cada uno de los amuletos que llevaba en el cuerpo, admiraba lo maravillosa que era sensación corriendole por las venas.

— Los Ancestros son una parte valiosa de nuestra existencia, ellos pueden determinar nuestro camino. Elegir que rumbo debemos andar y cuando detenernos a meditar sobre cada una de las acciones que hemos realizado hasta ese instante—sonrió dejándose detrás de ese gesto un puñado de interrogantes. El bibliotecario tenia sus razones para ser un hombre arisco con el resto de la sociedad, no era necesario mostrar empatía por la aprendiz de Khufu y eso se lo agradecía. Detestaba la falsa amistad y sobre todo que intentarán fraternizar con ella, simplemente se limitó a parafrasear su siguiente ataque.

— Vara de Cristal—aquella apareció en su mano era oscura como el ala de un cuervo, moviéndose dentro de esa oscuridad un liquido rojizo con forma de burbujas que iban y venían—Cinaede—remato con aquel hechizo su acometida contra Kaires. El gas venenoso hizo su labor colándose por sus fosas nasales, tapando las mismas con una facilidad asombrosa, avanzando por su sistema infectando la sangre y remató con la parálisis del sistema nervioso. El reloj de la muerte corría sin detenerse, anunciando que dentro de poco alguno de los dos duelistas se vería abrazado por el infortunio. 

— Agradezco la explicación, Khufu—le dedicaba una mirada lóbrega. Jamás se sabía que pensar con respecto a las acciones o gesto de la Vidente. Le tocaba esperar la respuesta del hombre que era su contendiente, aunque no le sacaba el sueño o preocupaba morir a manos de una persona experimentada. Para la mala suerte de este nunca daba nada por sentado dentro del campo de batalla. 

Juv Nvl 47 

PV: 100

PP: 8

[Khufu]

Kaires. Nvl. 45
PV: 100
PP: 8

Kaires pensó en maldición tras contemplar apenas la invocación de la vara de cristal de Juv, lo que provocó que su siguiente hechizo, fuera cual fuera, pensado o hablado, sería mal pronunciado resultando en una versión ridícula del mismo y el turno de ella habría terminado en solo un desaire. Tal como lo había sido su intento de cinaede.

 —Efectivamente, los ancestros son parte vital de nuestra existencia, nos forman desde sus orígenes y los nuestros, pero es el tiempo el que se encarga de transformar sus conocimientos y las personas de unirlos-, Kaires asintió una sola vez, no está totalmente de acuerdo con la definición final que la bruja expresa, pero respeta su forma de pensar en gran medida, eran estas cosas lo que llenaba de contenido la existencia humana, lo que hacía el progreso, lo que en realidad hacía no no que la vida de las otras personas a tu alrededor cambiase. —Pero elegir qué camino tomar siempre será decisión de cada uno, en el ahora-, recordó, para que en un futuro no muy lejano ella no cometiera el error de dejar caer todo el peso de sus acciones a sus ancestros.

El viejo brujo bibliotecario estuvo a nada de felicitar por el último movimiento de la bruja que por mucho pareció solo algo más sensato que al comienzo del duelo, aunque no más acertado. Al utilizar un hechizo tipo efecto equipado con la vara de cristal no parecía a simple vista hacer mayor cosa, después de todo la característica principal de la vara de cristal era precisamente convertir los hechizos de otro tipo en efectos, no obstante, lo rescatable era que el efecto de cinaede hubiera sido implacable sobre él al no poder utilizar siquiera Kansho para detenerle. Tras esa lógica de pensamientos Kaires sumó puntos a Juv, aunque ya le había restado bastantes a la muchachita por haber desperdiciado sus oportunidades. 

Khufu en cambio se mantuvo callado en esta ocasión, con la mirada gris puesta sobre el campo de batalla tan fijamente cómo si se tratase de un buitre esperando por el primero de ellos en caer para devorar sus entrañas.

Kaires no iba a dejar ser devorado por nadie. Apuntó nuevamente su varita en contra de la aprendiz y apretando la mandíbula volvió a conjurar en voz alta un sectusempra, el rayo disparado con tanta fuerza contra Juv provocaría más heridas sangrantes sobre su cuerpo que aún no había terminado de sanar por completo de su último ataque e igualmente necesitaría de dos curaciones adicionales para librarse de este nuevo ataque. 

Kaires. Nvl. 45
PV:100
PP: 7

[Kahlan Blackthorn]

Juv Nvl 47 

PV: 100

PP: 8

Para ella el juego de manos era de villanos, pero no le molestaba ese ve y trae que se había desatado entre ella y Kaires. Le agradaba la forma en que sus puntos de vista contrapunteaban, llevándolos a tener un “sano” debate, libre de tener que defender su postura ante el otro. Las palabras del viejo bibliotecario, no causaron la mayor mella en la Nigromante

— Algunas cenizas no pueden ser arrasadas por el viento, aquellos huesos permanecen fijos en las raíces de la madre que les diera la vida al nacer—aquella analogía distaba mucho de ser del agrado del hombre. Khufu permanecía en silencio absortó en sus pensamientos, posiblemente analizando el destino que cada una de las acciones de la rubia estaba delineando para lograr obtener el libro de los Ancestros. El orgullo que le corría por las venas, jamás interfirió de manera directa en su búsqueda por la obtención de poder o conocimiento.

Si algo le había enseñado a la perfección su padre Crazy, fue el jamás actuar antes de pensar. Todos los Malfoy o al menos los que eran como ella, sabían elegir las batallas que les convenía pelear y llevar  a un buen termino— Quedaré ligada a esos poderes, no me importa si la vida se me va en ello—aferrarse de esa forma a las cosas que tanto deseaba obtener, siempre fue un rasgo característico de su personalidad. Elevando con elegancia su varita, pensaba con toda la tranquilidad del mundo —!!! Aguamenti ¡¡¡—del a varita salió una serpentina de color verde esmeralda, dejando suplantado el chorro de agua por aquella tira de papel.

Sin olvidar que aún tenía la daga Kansho, no desperdiciaría el poder de está y lo usaría para absorber el Sectusempra enviado por Kaires, devolviendole el favor.  Estaba herida de nueva cuenta, pero eso no mermaba sus ganas y tozudez, porque podía acusarle todo  menos de ser una cobarde que se dejaba amedrentar tan fácilmente. El bibliotecario y ella, ahora estaban en igualdad de condiciones, ambos heridos aunque ella estaba un pelín arañando los brazos de la muerte— No planeo irme sola, vos venís conmigo—advertía sintiendo la sangre desprenderse como lo hace una hoja de la rama de un árbol en otoño.

Su trabajo estaba casi concretado, extrañamente se sentía satisfecha por su labor. El segundo sectusempra tampoco le causó el más mínimo dolor, posiblemente era porque aquella posibilidad de sentir, le fue arrancada mucho tiempo atrás.

Juv Nvl 47 

PV: 70

PP: 7

 

[Khufu]

El rayo sectumsempra atravesó el chorro de agua que no hizo más que mojarle los pies al viejo bibliotecario, pero ¿qué había pasado? tal parece que la muchacha se había confundido porque no había forma de que el chorro de agua de un aguamenti causara daño alguno a una persona ni fuera capaz de detener aquel rayo que terminó por impactar sobre su cuerpo llenándola nuevamente de más heridas sangrantes y, al no haber realizado todas las curaciones anteriores, ahora su salud corría un riesgo significante. Evidentemente su siguiente movimiento con Kansho fue completamente inutil, dejando pasar el rayo por delante en lugar de haberlo detenido desde el principio y haberlo devuelto a Kaires puntualmente.

Luego de esto su magnífica daga simplemente desapareció de sus manos, desperdiciando así cualquier posibilidad de recuperar esta batalla.

-Debes centrarte más. Fijaos bien en los tiempos en los que se ejecuta cada encantamiento- la voz de Khufu se volvió a alzar sobre el campo de batalla, es rígida y severa tras ver el hechizo aguamenti invocado por la muchacha. -Será mejor que ordenes tus ideas, porque el tiempo se te agota y no has conseguido demostrar el entendimiento necesario a los poderes que el libro de los ancestros te confiere con este vínculo-  Khufu casi regañó. A Malfoy le estaban ganando más sus ambiciones de hacerse con el poder a toda costa y no parecía detenerse  a comprender el verdadero alcance que tenían estos hechizos.

Hasta ahora había invocado en su mano a Kansho y equipado la vara de cristal exitosamente, pero estos hechizos iban más allá de solo conseguir la invocación. 

Khufu dudó un instante en si dejar hasta aquí la batalla o darle otra oportunidad a la bruja. Ella tenía el potencial que podría alcanzar cualquier mago o bruja de su nivel, pero no se estaba centrando en lo que realmente importaba ahora; comprender cómo funcionaban estos poderes para emplearlos correctamente. Ante esto, Khufu deliberó rápidamente y agitando su varita sanó las heridas de la bruja y niveló nuevamente el campo de batalla.  

-- -- --

-Vamos, inténtalo de nuevo- la voz de Khufu rugió. -Desde el principio si es necesario. 

Kaires, que seguía remojado por el aguanti, apuntó con impaciencia su varita pensó -embrujo punzante-, este hechizo saldria disparado de su varita directo al rostro de la bruja, desconfiguraria su rostro como si se tratase de una alegia, lo que le inmpediria tener vision clara limitando asi su arsenal de hechizos que requieran de buena punteria.

Kaires. Nvl 45
PV:100
PP: 6

[Kahlan Blackthorn]

Juv Nvl 47 

PV: 70

PP: 7

La Senescal de Caronte, solía deambular dentro de sus pensamientos, analizando con lujo de detalles cada una de sus acciones. El combate contra Kaires de había tornando un poco viciado y extraño, centrando sus ojos en algo que no le acababa de quedar del todo claro. ¿De dónde salio aquel chorro de agua?. Ladeando la cabeza buscaba una respuesta sensata, para su mala suerte la misma no llegó por ningún lado, ahora se veía presa de un nuevo ataque por parte del bibliotecario. 

Vaya el afán de atacarle con cosas que podían dejarle la cara como una masa amorfa de carne, aquello no le calzó en lo más mínimo elevando su varita pensaba con parsimonia y malicia—Arena de hechicero—aquel efecto fue inmediato impidiéndole a Kaires, atacarla con el Embrujo punzante. Su visión de vio afectada por los huesos cristalizados de un mago muerto, la sensación de imaginarse como se quemaba entre las llamas le arranco una sombría sonrisa de los labios. 

Confiaba plenamente en que su defensa había sido exitosa, ahora solo le quedaba usar la vara de cristal que tenía en su surda, tras invocarla anteriormente. Pero dejaría ese ataque para otro momento, necesitaba curarse y no perdería más tiempo en hacerlo—Curación—pensó sanando las heridas causadas por el sectusempra. La vitalidad volvía a su cuerpo, sintiéndose con bríos renovados deseaba que todo le saliera a pedir de boca en está ocasión.

El tiempo apremiaba, no le quedaba mucho para poder quedar vinculada al Libro de los Ancestros, el fallar no era una opción viable para la fémina de dorados cabellos.
 

Juv Nvl 47 

PV: 100

PP: 6