Cuento corto

[Ludwig Malfoy]

Érase una vez en un reino muy muy lejano un pequeño aprendiz a mago que se encontraba atrapado por un lazo del diablo que cada día lo jalaba con más y más fuerza. Estaba aterrado y desesperado por salir pero sus fuerzas se agotaban día a día, sabía que tenía que estar tranquilo y sabía que debía ser fuerte y valiente pero el miedo lo poseía y comenzaba a cometer acciones que en lugar de ayudarlo a escapar, lo atrapaban aún más.

A lo lejos escuchaba gente que lo animaba a salir adelante, que le decían que no se rindiera que buscara la luz en su corazón. Fue así que decidió dejar de luchar, ya estaba agotado de tanto forcejear. Comenzó a dejar que las cosas fluyeran poco a poco y se dio cuenta que aquel lazo del diablo ya no lo apretaba tanto como antes.

No fue liberado totalmente pero a menos pudo respirar, y entonces se dio cuenta que nunca estuvo solo, que había seres como el que lo ayudarían, que lo cuidarían y lo aconsejarían, que le permitirían llevar una carga más ligera y así fue, permitió que la luz de esas personas llegara a su corazón y comenzó a vivir, a disfrutar a divertirse. Fue entonces que se dio cuenta que aquel lazo ya no estaba, nunca supo dónde lo dejó o como desapareció y agradeció a todos aquellos que estuvieron con el para ayudarlo a salir adelante.